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2 de febrero de 2022

Ovnis: la dimensión psíquica (4 de 10)

David Pratt
Octubre 2002, octubre 2013


Contenido:

04. Parámetros físicos


04. Parámetros físicos

Los ovnis se presentan en una increíble variedad de formas y tamaños, y existen muy pocos casos donde prorrumpen objetos con aspecto absolutamente idéntico y de manera individual en distintos lugares. Se ha informado de cuerpos semejantes a mancuernas, sombreros y lavatorios, al igual que máquinas voladoras con alas en movimiento, pero muchos "ufófilos" prefieren ignorar los informes que no se ajustan a su concepción de lo que debe ser una "nave extraterrestre".

Pueden distinguirse ocho tipos principales de ovnis (1):

a) Formas de luz que incluyen bolas, rayos, columnas y conos, y formaciones o conjuntos homólogos que no parecen estar unidos a un objeto. La abrumadora mayoría de avistamientos ovni implica sólo fulgores brillantes y varias veces vistos por la noche.

b) Esferas cuyo tamaño varía de una pelota de baloncesto a una casa.
c) Discoidales o el platillo volante "clásico". Ésta ha sido siempre una de las figuras que más se notifican y pueden ser abovedadas, con aletas u otra clase de equipamiento.

d) Elípticos u ovales que a menudo no exhiben características exteriores.
e) Cilíndricos o en forma de cigarro. Sus extremos pueden ser ahusados, cónicos o lucir aplastados; algunos generan un "rastro de vapor" distintivo.

f) Rectangulares u objetos con esquinas cuadradas y tan pequeños como una "alfombra voladora" o tan majestuosos como un portaaviones. Se ven con poca frecuencia y en gran medida constituyen un fenómeno sudamericano.

g) Triangulares, que eran raros en los primeros días de la época ovni moderna, pero se hicieron muy numerosos a finales de los '80. Incluyen objetos con domo y figura de diamante o cono, así como "alerones voladores" o "bumeranes".

h) Cuerpos que alteran su forma con el tiempo y en maneras que no pueden atribuirse al ángulo de percepción, haciendo dudar sobre la naturaleza puramente física del fenómeno.

En términos de tamaño los ovnis van desde pequeñas bolas de luz con pocas pulgadas en diámetro hasta objetos gigantes, voladores o triangulares tan grandes como campos de fútbol, mientras que el platillo volador clásico mide entre 10 y 15 mts. 

En ocasiones se divisan ítemes entrando o emergiendo del agua y existen informes de que objetos submarinos no identificados (O.S.N.I.) solían ir tras sumergibles soviéticos, a veces anticipando sus maniobras, y se sospechaba que eran dispositivos estadounidenses. En una oportunidad un rompehielos ruso estaba trabajando en el Océano Ártico cuando de improviso una brillante nave esférica quebró la capa gélida y voló verticalmente, cubriendo al navío con fragmentos de hielo; fue avizorado por todos los marineros en cubierta y los oficiales en el puente de mando (2). 

Debe tenerse en cuenta que los humanos somos notablemente malos al recordar con precisión lo que hemos visto. Se mostró a cierta audiencia televisiva la imagen falsa de un platillo volador "clásico" durante 15 segundos y luego se pidió que los espectadores dibujaran lo percibido. Los resultados fueron extraordinarios: se recibieron 50 croquis totalmente distintos y con amplia inexactitud; de hecho, una de las representaciones era un círculo con cuatro enormes alas que emanaban de él (3). Como se cree que los ovnis son "naves espaciales extraterrestres", una zona oscura y borrosa podría ser interpretada fácilmente como un "ojo de buey" y el sombreado negruzco inferior sería descrito en términos de un "tren de aterrizaje"; igualmente se informa a ratos que los meteoritos o bolas de fuego a gran escala tienen "ventanas".

Los ovnis son "sólidos" de cabo a rabo o albergan un compartimiento de alguna clase. La mayoría de las descripciones sobre el interior de aquéllos es provista por abducidos que en muchos ejemplos probablemente no reportan una experiencia física y objetiva. De todas formas, un estudio de 150 informes atañentes a secuestros encontró que en el 39% se mencionaban mesas, pantallas de ordenador/TV en el 13%, computadoras en 12%, sillas en 8%, mostradores o estantes en 7%, otro 7% apuntaba a gabinetes y 4% banquillos. Los interiores ordenados del "artefacto" daban cuenta de un sonido bastante antiséptico y "monótono", aunque el abducido Whitley Strieber recordó ver ropa sucia apilada hacia arriba en una esquina de la cámara donde una vez se encontraba (4).

Es interesante observar cómo reaccionan los animales frente a estas extrañas manifestaciones. Los perros por lo general muestran un fuerte disgusto al tiempo que ladran, aúllan o espuman, y algunos se encogen de terror cuando hay un objeto en las inmediaciones. Los gatos sisean o bufan, las ovejas huyen en estampida, los caballos se encabritan, las vacas se tumban y los pájaros simplemente dejan de cantar. A veces estas reacciones se producen antes de que los humanos sean conscientes de algo inusual y en ciertos eventos los animales pueden agitarse por sonidos agudos o radiación de microondas, o en pocas cuentas perciben la presencia de algo desconocido y aterrador. La mayoría de los comportamientos parece ser temporal, pero otros persisten, pues el ganado puede rehusarse durante varios días a ser conducido hacia potreros sobre los cuales se han visto ovnis flotantes, y en una ocasión sólo un leve olfateo en cierta zona de aterrizaje reciente hizo que un perro escapara aullando (5). 

En otra instancia un hombre y su esposa fueron despertados por sus tres grandes perros de seguridad que ladraban y gruñían viéndose muy agitados. Los animales jalaban de sus arneses hacia una zona boscosa al oriente, pero al momento de ser liberados no se movieron, aunque su dueño les ordenaba que fueran allí; sólo miraban a dicho sector, gruñían de nuevo y luego reculaban. Entonces la pareja percibió un brillante destello de luz procedente del bosque y a la mañana siguiente encontraron un "sitio de aterrizaje" (6). 

Según la "hipótesis psicosocial" los ovnis son fenómenos "puramente psicológicos" moldeados "por creencias socioculturales", pero esta explicación es claramente inadecuada ya que a menudo esos ítemes tienen efectos físicos y dejan huellas tangibles (7). Muchos objetos raros y discernidos visualmente también se han captado en radar (8), aunque la mayoría no aparece en este tipo de aparatos y por momentos se detectan ovnis en radares y sin ser percibidos con la vista. Es bien sabido que muchas condiciones atmosféricas pueden dar lugar a ecos de radar falsos, pero es poco probable que expliquen todos los "objetivos no correlacionados". Los registros de radar muestran que a ratos los objetos desconocidos siguen caminos erráticos, desaparecen repentinamente de un punto y aparecen en otro, y experimentan cambios abruptos y extremos de altitud y velocidad (9). 

A lo largo de las décadas científicos y analistas de fotografía competentes han estudiado decenas de fotografías, videos y segmentos fílmicos que muestran objetos desconocidos en el cielo. Aunque ha habido muchos fraudes, también existen bastantes imágenes, películas y cintas de vídeo que parecen ser auténticos y son consistentes con aquéllo que los testigos afirman haber presenciado (10).

Fig. 4.1. Cuadro en una película de 8 mm. filmada por George Adamski en presencia de Madeleine Rodeffer y otros tres testigos en Silver Spring, Maryland, durante febrero de 1965. El físico óptico William Sherwood sugirió que la aparente distorsión vista en éste y otros cuadros podría ser causada por un poderoso campo gravitatorio, y los críticos creen que el objeto es un modelo (11).

El 3 de agosto de 1965 el ingeniero de carreteras Rex Heflin tomó una serie de 4 fotos Polaroid de una nave plateada y próxima a Santa Ana, California. Durante unos dos minutos el aparato se movió hacia el este, "bamboleándose" ligeramente y ganó altura con lentitud; luego aumentó más rápido su velocidad y elevación dejando atrás un anillo de humo vaporoso. Posteriormente varios científicos e investigadores se lanzaron a un esfuerzo exhaustivo para estudiar las fotos. En septiembre de 1965 dos hombres vestidos de civil que decían "pertenecer a la defensa aérea norteamericana" llegaron a casa de Heflin y "pidieron prestadas" tres de las fotos originales, que jamás se devolvieron y ambos individuos tampoco fueron rastreados. Sin embargo, continuó el análisis en las copias de dichas imágenes robadas y se consideraron como "probablemente genuinas", aunque persistían algunas dudas. Entonces un día de 1993 Heflin recibió la llamada telefónica de una mujer que preguntó si había revisado recientemente su buzón de correo y después colgó; media hora más tarde llamó de nuevo e hizo la misma pregunta. Tras el primer contacto, Heflin vio que su casilla estaba vacía, pero al cabo de un segundo encontró un sobre llano sin marcar conteniendo las tres fotos perdidas. Éstas luego fueron reanalizadas utilizando tecnología informática de vanguardia y el examen apoyó su autenticidad (12). 


Fig. 4.2. Dos de las fotos tomadas por Rex Heflin en 1965 (13).

Durante un incidente en el polígono de pruebas White Sands, un cohete V-2 estaba a punto de dispararse cuando descendieron dos objetos con 60-90 cms. de diámetro, rodeando al proyectil varias veces y volvieron a subir desapareciendo en el cielo. El equipo de cámara gastó toda la película para captar a los "intrusos" y el vuelo del V-2 fue cancelado mientras volvían a cargar sus máquinas. El 17 de julio de 1957 un RB-47 de la Fuerza Aérea fue seguido por un ítem luminoso y de alta maniobrabilidad durante aproximadamente hora y media por una distancia de 1.120 kms. mientras volaba desde Mississippi a Oklahoma. En varias ocasiones el objeto fue percibido visualmente por la tripulación de cabina como un resplandor intenso, seguido por radar de tierra y detectado en equipos de contramedidas electrónicas (ECM) en el avión; de igual forma el caso involucró varios episodios de apariciones y desapariciones simultáneas en los tres "canales" (14). 

Fig. 4.3. Fotografía de un resplandor no identificado, inmóvil y a elevada altitud tomada por un piloto canadiense de la Fuerza Aérea en 1956 (cortesía de Bruce Maccabee) (15). El ítem discoidal tiene un diámetro superior a los 100 mts. y su potencia lumínica de salida fue estimada en más de mil millones de vatios.

Con frecuencia los ovnis -aunque no siempre- provocan que los motores de automóviles se detengan, e igualmente hay apagones y otras perturbaciones electromagnéticas tales como compases giratorios. Curiosamente, jamás un sólo caso de vehículo en panne dio lugar a un accidente grave. Los descensos en tierra suelen dejar huellas descritas de forma circular, oval o irregular. La vegetación en estos sitios puede encontrarse con quemazones, aplastada o deshidratada, y a menudo permanecen marcas dispuestas simétricamente que sugieren rastros análogos a trenes de aterrizaje.

Uno de los incidentes más documentados entre la gran variedad de casos conexos tuvo lugar el 8 de enero de 1981, cuando un hombre que trabajaba en su jardín de Trans-en-Provence (Francia) informó que había presenciado el aterrizaje de un artefacto en forma de dos platillos al revés y unidos por los bordes. El dispositivo permaneció en el suelo durante un corto tiempo antes de retomar el vuelo y dejó huellas, impresiones y otras pruebas que indicaron la presencia de un vehículo grande. La agencia oficial francesa de vigilancia ovni o GEPAN montó una investigación intensiva y se tomaron muestras de suelo, hojas y plantas para analizarlas en laboratorios gubernamentales. Hacia 1983 y en una monografía científica de 66 páginas sobre el caso, GEPAN observó que las hojas habían perdido inexplicablemente 30 a 50% de su clorofila y envejecieron bruscamente de una manera que no podía ser duplicada en laboratorio. Existía constatación sobre la "ocurrencia de un suceso importante que trajo consigo deformaciones del terreno causadas por masa, mecánica, efecto de calentamiento y tal vez ciertas transformaciones y depósitos de trazas minerales [fosfato y zinc]", y se concluyó que estos efectos podrían ser explicados mejor por una poderosa emisión de microondas pulsadas (16). 

Existen informes raros de ovnis que expulsan metal fundido y otros que aluden a especímenes físicos que se encuentran en determinado lugar tras un avistamiento. El análisis de tales muestras ha reconocido varios elementos terrestres como aluminio, estaño, magnesio, silicio e incluso petróleo, pero no hay evidencia respecto a la aparición de algo con origen definitivamente sobrenatural (17). Hay muchos casos bien testificados de un material filamentoso-brillante denominado "cabello de ángel" cayendo del cielo y en asociación con avistajes de ovnis. Se tomaron fotos de personas manipulando esa sustancia y un químico que examinó una porción bajo el microscopio la describió como "algodón radiactivo y fuertemente dañado", que por lo general "se evapora" con bastante rapidez (18). También hay muchos relatos conexos a observaciones de ítemes aéreos con caídas de sustancias gelatinosas-translúcidas o transparentes con veloz vaporización. Este material a veces conocido como "polvillo" o "jalea estelar" ha sido informado durante siglos, y una sugerencia es que podría tratarse de excrementos u otros residuos de formas de vida atmosféricas e inusuales (19). 

Se han consignado numerosos informes de testigos ovni que sufren efectos físicos adversos como mareos, dolores de cabeza, parálisis, entumecimiento, fatiga, náuseas, diarrea, pérdida de peso, irritación ocular, erupciones con picazón, quemaduras y otros efectos similares a injerencia de radiactiva. Por ejemplo, una mañana de 1973 un conductor estadounidense se percató que su tráiler era adelantado por un objeto brillante con forma de nabo, aproximadamente tan ancho como una carretera de dos pistas. Cuando se inclinó por la ventana el hombre fue golpeado en la cara por un "flash rojo de fuego" que lo cegó y derritió parcialmente los marcos de sus gafas, las que burbujearon como si el alambre interno del armazón se hubiera calentado por radiación de microondas, haciendo que el plástico a su alrededor quedara fundido. El camionero fue hospitalizado con una reducción severa de visión en ambos ojos, pera la recuperó poco a poco durante un período de tres semanas (20). 

En julio de 1975 un agricultor español trabajaba su campo a bordo de un tractor cuando avistó un objeto de aproximadamente 20 mts. flotando justo por encima del suelo; se trataba de un cilindro metálico abovedado con forma de sombrero en la parte superior y un soporte similar a una "V" por debajo. Se encontraba a menos de tres metros del testigo, quien entonces oyó un ruido silbante y ensordecedor. Mientras giraba, el dispositivo emitió un haz de luz que alcanzó al hombre y su vehículo, perforando un agujero perfectamente redondo en el espejo retrovisor y el granjero se alejó rápidamente. Murió años más tarde tras padecer numerosas dolencias que sólo comenzaron a afligirlo luego del encuentro con el objeto (21). 

En Brasil se han producido bastantes informes acerca de ovnis rectangulares (apodados "chupas") que disparan rayos en horas de la noche contra personas, causando a menudo lesiones serias y en ocasiones mortales; varios de estos incidentes involucraban a cazadores que a su vez eran cazados. En una instancia bien documentada un hombre fue aturdido y enceguecido tras ser alcanzado por un haz de luz; la carne comenzó a desprenderse de los huesos y murió seis horas más tarde. En su mayoría las lesiones reportadas son consistentes con los efectos de microondas pulsadas a gran potencia, aunque esto no explica las pequeñas marcas de punción que a ratos se encuentran en la piel. Los encuentros de militares con ovnis también han conducido a fatalidades: por ejemplo, el 23 de noviembre de 1953 se envió un avión de guerra desde la base aérea de Kinross en Michigan para perseguir un objeto no reconocido. El caza fue rastreado en el radar ya que se fusionó con el objetivo sobre el lago Superior. Ambos desaparecieron de la pantalla, pero a pesar de una búsqueda intensiva jamás se localizaron restos o cuerpos (22). 

Dados los diversos efectos físicos reportados y también el interés frecuente de los ovnis en aviones e instalaciones militares y nucleares, no es sorprendente que algún personal castrense considere estas apariciones extrañas como naves espaciales físicas que representan una amenaza potencial para la seguridad. Tampoco es sorprendente que deseen saber más respecto a sus sistemas de propulsión que parecen superar con creces las capacidades de nuestra tecnología actual. Los objetos avistados por Kenneth Arnold en 1947 se movían a unos 2.100 kilómetros por hora, pero desde entonces se han registrado velocidades de hasta 35.000 kms./h. o más. La mayoría de los ovnis no tiene medios visibles de propulsión, aunque a veces dejan un rastro luminoso y por lo común son silenciosos en su funcionamiento ya sean divisados a larga distancia o de cerca. En las oportunidades donde hay sonoridad se suele describir como zumbidos constantes y bajos o pitidos insistentes y agudos, pero también se han detectado silbidos, gimoteos, rugidos y fragores explosivos.

A menudo se observa que los ovnis siguen un camino abrupto y zigzagueante en oposición a una línea recta o trayectoria de curva suave. Con frecuencia un objeto desconocido y flotante que desciende a tierra realiza un movimiento como "caída de hoja" o pendular que implica un suave balanceo de lado a lado. Además de poder mantenerse en silencio, se ha visto que dichos cuerpos voladores experimentan increíbles aceleraciones y disminuciones en velocidad y giros de 90° que despedazarían a los aviones convencionales y sus pilotos. En los encuentros de militares con ovnis en Bélgica durante 1990 se observó que uno de esos "visitantes" logró una aceleración fantástica de 40-G, y esto causaría la muerte inmediata a conductores humanos que no pueden soportar más de unos 8-G. Si se tratara de un avión convencional, no sólo se habría producido un estallido supersónico, sino que dada la baja altitud y velocidad muchas ventanas terminarían por quebrarse (23). De hecho, no existen informes referentes a aumentos sonoros producidos por ovnis en vuelo supersónico (es decir, más de 1.225 kms./h.).

Si los ovnis fueran artefactos tangibles y comunes, y para evitar que maniobras como las ya descritas produjeran fuerzas-G masivas, esos aparatos deberían estar hechos sin masa o tendría que utilizarse alguna forma de propulsión "antigravitatoria", de modo que cualquier aceleración o desaceleración se imparta simultáneamente a cada molécula de la estructura.

Esta conclusión es apoyada por Paul Hill, ex ingeniero aeronáutico de la NASA, quien señaló que los ovnis tienden a asentar sus niveles para flotar, inclinarse hacia adelante con tal de avanzar, bascular en reversa para detenciones y ladearse con objeto de girar. Tal movimiento es inconsistente con los requerimientos aerodinámicos normales, aunque muestra coherencia con alguna forma de propulsión fuerza-campo repulsiva, respecto a la cual Hill piensa que probablemente implica un campo de cancelación gravitacional. Esto podría explicar por qué los ovnis hacen que los vehículos frenen, rompan ramas de árboles, remuevan tejas, desvíen objetos y agiten el agua, permitiendo también a los ocupantes de una nave sobrevivir a un vuelo supersónico extremo sin estallidos homólogos y eliminaría cualquier calentamiento aerodinámico significativo. Adicionalmente, una envoltura plasmática de moléculas de aire ionizado y excitado rodearía al dispositivo afectando sus colores durante varias fases del vuelo, esto es, rojo y naranja mientras flota y exhibe movimientos lentos, o tonos azules y blancos justo antes de altas velocidades, así como la apariencia definida o borrosa de sus bordes en horas de la noche (24). 

Por lo que respecta a su rendimiento de vuelo, algunos objetos no identificados podrían ser artefactos físicos que emplean tecnología de antigravedad; sin embargo, debemos señalar que en ocasiones dichas manifestaciones tienen diseños raros y no aerodinámicos, paneles aparentemente remachados y algunas han sido vistas emitiendo fuego, humo y vapor. Los ovnis no necesitan ser artilugios materiales y ordinarios en absoluto, y en lugar de ser impulsados por tecnología avanzada que se sirve de fuerzas físicas convencionales, pueden ser puestos en funcionamiento por injerencias paranormales y parafísicas.

Algunos ovnis podrían representar criaturas vivientes (o "bichos") antes que "naves espaciales" y mostrar un poder natural de vuelo usando su propia energía vital (ver sección 5). Trevor Constable argumenta que tanto esas criaturas como los dispositivos alienígenas podrían surgir en nuestra realidad física desde ámbitos etéricos y ser alimentados por energía homóloga. Wilhelm Reich (fallecido en 1957) llamó "orgón" a este impulso y demostró su existencia experimentalmente; así, Constable sostiene que las propiedades conocidas de aquél pueden explicar muchos de los fenómenos asociados con ovnis (25). 

Fig. 4.4. Ovni fotografiado por un piloto estadounidense perteneciente al grupo de infantería marina sobre el mar nororiental chino durante la guerra de Corea. La línea recta claramente delineada en el centro y la mitad inferior negra sugieren trucos fotográficos, pero se han observado efectos bizarros y similares en otros casos.

De acuerdo con Trevor Constable, el color oscuro de abajo y en la extremidad izquierda del disco es causado por altas concentraciones de energía orgónica contractiva y fría, que es conocida por desensibilizar o anular emulsiones de película. El autor sostiene que la energía de orgón giraba en torno a la circunferencia del aparato y la cámara "congeló" el campo giratorio en el sector izquierdo del disco, lo que explica la anómala "sombra" sobre la porción superior del mismo. Constable comenta: "Lo que los terrícolas no conocen sobre la luz, el color, la energía, sustancia y materialidad llenaría un condenado y gran agujero en tierra" (26).

Cuando son propagadas señales electromagnéticas a través del éter, éstas se debilitan en proporción al cuadrado de la distancia que han recorrido. Si un ovni se halla rodeado por una elevada concentración de orgón, esto puede explicar las fallas de energía e interferencia electromagnética, y los plasmas creados por campos giratorios en torno a la nave darían cuenta de los informes sobre apariciones que causan quemaduras y calcinamientos. Los experimentos indican que el contacto humano con altas cantidades orgónicas puede retirar la bioenergía propia de dichos objetos, resultando en entumecimiento o incluso inconsciencia. La energía orgónica también explicaría la ceguera temporal en los testigos y las quemazones, el bronceado y enrojecimiento de la piel.

El giro es probablemente la característica más común atribuida a los ovnis, pues rotan mientras están en vuelo o dan esa ilusión como resultado de sus luces alternadas. Constable sostiene que estas revoluciones y los desplazamientos tipo "caída de hoja" pueden adscribirse al movimiento de onda giratoria (también conocido como kreiselwelle o KRW) en la energía orgónica. La moción a veces espasmódica y errática de los ovnis se asemeja a la de colibríes que como todos los organismos emplean su propio orgón. 

El oscilamiento y balanceo en varios tipos de ovnis se deben al patrón fundamental del KRW de la energía utilizada en la propulsión, o para el caso de los "bichos" en su animación y latido de vida natural. Los discos saltadores como aquéllos presenciados por Kenneth Arnold bien podrían impulsarse mediante energías de mayor grado en las grandes formas de onda KRW que están presentes naturalmente en la atmósfera terrestre (27).

¿Son los ovnis físicamente reales? En teoría pueden ser cualquiera de las siguientes posibilidades: a) objetos físicos genuinos; b) sustancias etéricas temporalmente materializadas; c) objetos etéricos percibidos por clarividencia; d) imágenes externas proyectadas u hologramas, o e) ilusiones que sólo existen en la mente del testigo, ya sean autogeneradas o inducidas por otras entidades. Si los ovnis aparecen o no en el radar, no necesariamente demuestran que son sólidos ya que los cuerpos físicos pueden hacerse invisibles a esa tecnología; inversamente, no todo lo que aparece en el radar es físicamente perceptible. Las películas sobre objetos aéreos extraños no prueban que son ítemes tridimensionales con densidad física, a menos que también interactúen con su entorno, como por ejemplo al dejar rastros materiales de aterrizaje.

El 5 de octubre de 1996 y en la localidad brasileña de Pelotas el empresario Haraldo Westendorf -y experimentado acróbata aéreo que no creía en ovnis- vio un enorme objeto cónico de unos 68 mts. de alto y 100 de diámetro en su punto más ancho. Durante un período de 15 minutos el testigo rodeó tres veces al enorme cuerpo marrón que giraba, llevando su pequeño avión a una distancia de 40 mts.; en ese momento notó un agujero donde había estado minutos antes la parte superior y redondeada del "artilugio". De este boquerón se elevó un ítem clásico en forma de platillo con un diámetro aproximado de 9 mts. y aceleró a casi 10-mach (es decir, 10 veces la velocidad del sonido). Westendorf iba a sobrevolar la cima de la "nave nodriza", pero cambió de idea cuando ésta comenzó a girar más rápido y disparar rayos rojos desde su sección superior. El objeto entonces huyó a enorme velocidad y Haraldo pensó que la onda de choque resultante podría sacarlo de trayectoria; sin embargo, jamás percibió ninguna turbulencia, lo que sugiere que no se trataba de un objeto tangible y común. Todo el incidente fue presenciado por tres controladores aéreos y muchas personas en la playa de Pelotas, pero el centro gubernamental de vigilancia para defensa aérea en Curitiba nunca captó el misterioso "forastero" en sus pantallas (28).

Fig. 4.5. Ovni avistado en Pelotas, Brasil, octubre de 1996 (cortesía de Harry Trumbore) (29).

La siguiente aparición cercana parece implicar un objeto concreto -al menos temporalmente- y no sólo visible de modo substancial. El 14 de junio de 1968 Isidro Puentes Ventura, reservista del ejército cubano, estaba solo de guardia al momento de avizorar una luz blanca tras algunos árboles y decidió ir a investigar. Se encontró a 45 mts. de un objeto posado en el suelo y lo observó durante 10 minutos; era redondo con cúpula y mostraba una serie de "antenas" en el tope. A pesar de su extraña forma y brillo inusual pensó que podía ser un helicóptero estadounidense, por cuanto comenzó a disparar y llevaba cerca de 40 rondas cuando la nave se tornó anaranjada y emitió un fuerte silbido, luego de lo cual Ventura perdió el conocimiento. A las 00:05 horas se oyeron varios disparos por ametralladora procedentes de la ubicación de Puente, quien al amanecer fue hallado inconsciente y lo trasladaron al hospital; el soldado fue incapaz de hablar durante seis días y permaneció en estado de shock por otros siete. Los investigadores encontraron 48 vainas percutadas de metralleta y 14 balas comprimidas por impacto contra un objeto metálico extremadamente duro. Se observó una depresión en el suelo con un agujero central de un metro de diámetro y tres pequeñas indentaciones a su alrededor, lo que indicaba la presencia de un artilugio muy pesado. El radar cubano había detectado un ítem sin identificar que desapareció en medio de fuertes ruidos electrónicos, y dentro de un radio de 5 metros el suelo del sitio estaba calcinado y cubierto con polvo gris similar a ceniza; posteriormente el análisis confirmó que se había aplicado un alto grado de calor (30). 

También hay instancias donde los ovnis cambian su forma. Durante un vuelo de Aeroflot en septiembre de 1984 la tripulación y los pasajeros divisaron una enorme "estrella" amarilla que proyectaba una fuerte luz hacia el suelo, seguido de dos rayos menos intensos. Entonces el rayo más punzante giró para dirigirse directamente a la cabina del avión mientras el objeto aceleraba hacia la aeronave transformándose en una "nube verde". Se contactó al control de tierra en Minsk, pero el encargado de tráfico aéreo no pudo apreciar nada en la pantalla de radar, al tiempo que el "intruso" ya navegaba junto al avión. Varios resplandores de diferentes colores y zigzags ardientes cruzaban el "vapor" de un lado a otro y para ese instante el controlador de tierra podía ver el espectáculo de luz. El objeto comenzó a cambiar de forma como si imitara al aeroplano, desarrollando un apéndice y luego se convirtió en un "avión de nube sin alas con cola puntiaguda". La extraña formación verdosa también fue detectada desde otra aeronave al igual que los controladores en Riga y Vilnius. La "nube" siguió escoltando a los pasajeros durante más de una hora hasta que comenzó a descender a tierra en Tallin. Curiosamente el radar de aproximación en ésta última ciudad captó dos "puntos de luz" tras el aparato comercial, y si bien estos objetivos se mantuvieron "sólidos" el reflejo de radar correspondiente a aquél aparecía y se esfumaba lentamente. El otro aerotransporte se aproximó al ovni y éste disparó un haz de luz que alcanzó a los dos pilotos, y tras varios días uno de ellos fue llevado al hospital donde más tarde murió por una enfermedad similar al mieloma, es decir, malignidad de médula ósea. Otra patología análoga hizo que el otro conductor quedara inválido de por vida (31). 

Si los ovnis fueran objetos comunes y materiales deberían ser vistos siguiendo trayectorias rectas de vuelo a distancias considerables, pero hay pocos casos donde esto ha ocurrido. En cambio, a menudo parecen aparecer abruptamente, maniobrar sobre un área determinada y luego desaparecer de vista o las pantallas de radar en modo brusco. Como ilustra el caso anterior, también se ha notado que cambian de apariencia, y sus manifestaciones y desvanecimientos repentinos a ratos van acompañados por un destello de luz o una explosión. En algunos episodios los ovnis y entidades relacionadas desaparecen sin hacer sonidos, indicando que no son fenómenos físicos corrientes pues de lo contrario su disipación crearía un vacío parcial y produciendo ruido. En un caso, el análisis de una cinta que mostraba la desaparición de un artefacto evidenció que en realidad éste aceleró casi instantáneamente a varias veces la velocidad del sonido, haciéndolo invisible al ojo humano (32); sin embargo, en ciertos momentos parecen estar involucradas materialización y desolidificación genuinas. 

En otra oportunidad un hombre avistó de improviso un disco flotante que se hacía cada vez más pequeño y se esfumó acompañado por una ráfaga de viento que tumbó por tierra al testigo. En otra ocasión un jefe de trabajadores de construcción se topó con un hombre de aspecto extraño y de pie frente a una gran cúpula brillante que flotaba a un metro sobre el suelo. De repente el visitante desapareció y entonces pudo oírse un fuerte silbido y el artefacto se elevó por sacudidas sucesivas antes de difuminarse en una especie de neblina azul; igualmente la historia fue corroborada por varios de sus trabajadores (33). En octubre de 1969 una pareja francesa avistó un objeto posado y ovoide de porte similar a un escarabajo Volkswagen que se alzó y detuvo brevemente; luego partió a una velocidad asombrosa, voló hacia los árboles y pasó a través de los testigos como si no existieran (34). 


Fig. 4.6. Fotos sin autenticación tomadas por Eric Thomason (69 años) hacia las 06:00 a.m. del 10 de marzo de 1993 en Maslin Beach, Australia. Primero localizó un objeto gris y giratorio saliendo del mar a unos 2 kms. y tenía aproximadamente 40 mts. de diámetro. La foto de arriba fue captada a una distancia de 400 mts. antes que se retrajeran las tres patas. A continuación Thomason presenció un segundo ítem más pequeño que se movió hacia el otro y entró en un recoveco de su parte inferior, alrededor del cual había tres luces. El objeto entonces "se disparó" hacia arriba y desapareció (35).

Fig. 4.7. Imagen no autenticada por Roberto Di Sena en la mañana del 26 de noviembre de 2006, Alagamar, Brasil (36).


Referencias

1. Dennis Stacy y Patrick Huyghe, The Field Guide to UFOs: A classification of various unidentified aerial phenomena based on eyewitness accounts, New York: Quill, 2000, p. 17-8.

2. Jacques Vallée, UFO Chronicles of the Soviet Union: A cosmic samizdat, New York: Ballantine Books, 1992, p. 28-9.

3. John Spencer, Gifts of the Gods? Are UFOs alien visitors or psychic phenomena?, London: Virgin, 1994, p. 87-8.

4. Charles F. Emmons, At the Threshold: UFOs, science and the new age, Mill Spring, NC: Wild Flower Press, 1997, p. 163-4; The Field Guide to UFOs, p. 145.

5. Lyall Watson, Lifetide: A biology of the unconscious, London: Coronet, 1980, p. 271.

6. Brad Steiger, Mysteries of Time and Space, West Chester, PA: Whitford Press, 1989, p. 102-3.

7. P.A. Sturrock et al., "Physical evidence related to UFO reports: the proceedings of a workshop held at the Pocantico Conference Center, Tarrytown, New York, September 29-October 4, 1997", Journal of Scientific Exploration, v. 12, 1998, p. 179-229.

8. Bruce Maccabee, "Atmosphere or UFO? A response to the 1997 SSE Review Panel report", Journal of Scientific Exploration, v. 13, 1999, p. 421-59.

9. Illobrand von Ludwiger, Best UFO Cases – Europe, Las Vegas: NV, National Institute for Discovery Science, 1998, p. 93-124.

10. Richard F. Haines, "Analysis of a UFO photograph", Journal of Scientific Exploration, v. 1, 1987, p. 129-47; Bruce Maccabee, "Analysis and discussion of the images of a cluster of periodically flashing lights filmed off the coast of New Zealand", Journal of Scientific Exploration, v. 1, 1987, p. 149-90; Richard F. Haines y Jacques F. Vallée, "Photo analysis of an aerial disc over Costa Rica: new evidence", Journal of Scientific Exploration, v. 4, 1990, p. 71-4; Bruce Maccabee, "Analysis and discussion of the May 18, 1992 UFO sighting in Gulf Breeze, Florida", Journal of Scientific Exploration, v. 7, 1993, p. 241-57; Pierre Guérin, "A scientific analysis of four photographs of a flying disk near Lac Chauvet (France)", Journal of Scientific Exploration, v. 8, 1994, p. 447-69.

11. Timothy Good, Beyond Top Secret: The worldwide UFO security threat, London: Sidgwick & Jackson, 1996, p. 441-5, láminas (p. 414/415); análisis del ovni filmado por Adamski: www.youtube.com/watch?v=EttKw7ROGN8; desacreditación del caso: www.youtube.com/watch?v=1M_ADHmPl7s (ambos en inglés). 

12. Ann Druffel, Robert M. Wood y Eric Kelson, "Reanalysis of the 1965 Heflin UFO photos", Journal of Scientific Exploration, v. 14, 2000, p. 583-622.

13. Ibídem, figuras 11 y 12.
14. Richard L. Thompson, Alien Identities: Ancient insights into modern UFO phenomena, Alachua, FL: Govardhan Hill Publishing, 2da ed., 1995, p. 28-9, 212-3.

15. Bruce Maccabee, "Optical power output of an unidentified high altitude light source", Journal of Scientific Exploration, v. 13, 1999, p. 199-211; Jacques F. Vallée, "Estimates of optical power output in six cases of unexplained aerial objects with defined luminosity characteristics", Journal of Scientific Exploration, v. 12, 1998, p. 345-58.

16. Beyond Top Secret, p. 117-9; Jean-Jacques Velasco, "Report on the analysis of anomalous physical traces: the 1981 Trans-en-Provence UFO case", Journal of Scientific Exploration, v. 4, 1990, p. 27-48; Jacques F. Vallée, "Return to Trans-en-Provence", Journal of Scientific Exploration, v. 4, 1990, p. 19-25.

17. Jacques F. Vallée, "Physical analyses in ten cases of unexplained aerial objects with material samples", Journal of Scientific Exploration, v. 12, 1998, p. 359-75; Peter A. Sturrock, "Composition analysis of the Brazil magnesium", Journal of Scientific Exploration, v. 15, 2001, p. 69-95; Best UFO Cases – Europe, p. 61-9.

18. Alan Watts, UFO Quest: In search of the mystery machines, London: Blandford, 1994, p. 14; Beyond Top Secret, p. 122-4.

19. Trevor J. Constable, The Cosmic Pulse of Life: The revolutionary biological power behind UFOs, Garberville, CA: Borderland Sciences Research Foundation, 2da ed., 1990, p. 453-7.

20. Alien Identities, p. 324; At the Threshold, p. 147.
21. Albert Rosales, "The strangest of the strange", The Anomalist, n° 12, 2006, p. 145-59.

22. Jacques Vallée, Confrontations: A scientist’s search for alien contact, London: Souvenir Press, 1990, p. 112-39, 199-226.

23. Alien Identities, p. 102-3.
24. The Field Guide to UFOs, p.150-1.
25. The Cosmic Pulse of Life, p. 345-69. 
26. Ibídem, p. 96, 423; Beyond Top Secret, láminas (p. 158-9).
27. The Cosmic Pulse of Life, p. 359.
28. The Field Guide to UFOs, p. 110-1.
29. Ibídem, p. 111 (ilustración por Harry Trumbore).
30. UFO Chronicles of the Soviet Union, p. 82-5.
31. Jenny Randles, The UFO Conspiracy: The first forty years, New York: Barnes & Noble, 1993, p. 115-7; Beyond Top Secret, p. 248-50.

32. Alien Identities, p. 75-6.
33. Ibídem, p. 61, 218.
34. Confrontations, p. 183, 187.
35. ufoevidence.org; youtube.com.
36. ufoevidence.org.

Ovnis: la dimensión psíquica (3 de 10)

David Pratt
Octubre 2002-octubre 2013


Contenido:

03. "Extraterrestre" vs. "extradimensional"


03. "Extraterrestre" vs. "extradimensional"

De acuerdo con la hipótesis extraterrestre popular, los ovnis son "naves espaciales ajenas a nuestra tecnología". Se cree que la Tierra está siendo visitada por entidades de otros sistemas solares que llevan a cabo un estudio de nuestro planeta y sus habitantes, pero se han planteado variadas objeciones a esta idea (1). 

Actualmente se acepta con amplitud la posibilidad de que existen numerosas civilizaciones inteligentes en la Vía Láctea. El proyecto SETI intenta detectar su presencia mediante análisis de señales de radio desde el espacio; no obstante, ciertos especialistas sostienen que las culturas extraterrenas deben ser muy raras e incluso inexistentes, porque si fueran tan numerosas como comúnmente se cree la Tierra a esta hora debiera haber sido visitada por varias de ellas, por lo cual estos científicos descartan la idea de que los ovnis sean astronaves alienígenas.

A quienes creen que "los extraterrestres ya están aquí" a menudo se les pregunta por qué los visitantes no aterrizan en el césped de la Casa Blanca, ¡y una posible respuesta es que ellos "tienen más sentido común"! Otros argumentan que no hay necesidad de ello porque dichos visitantes "habrían alcanzado un acuerdo secreto con las autoridades". Una teoría más conocida es que los alienígenas obedecen una "directriz principal" de "no interferir en asuntos terrestres", aunque esto se contradice claramente por el enorme impacto que ha tenido el fenómeno ovni en la sociedad humana durante los últimos 50 años, si no en los siglos o milenios pasados.

Podrían existir obstáculos concebibles que impiden la supervivencia de formas bióticas similares a las humanas durante una travesía por el espacio interestelar o intergaláctico, pero no se conoce ninguno en la actualidad. Sin embargo, se ha argumentado que los ovnis no pueden provenir de otro sistema solar debido al carácter prohibitivo de las enormes distancias implicadas, pero incluso con nuestra tecnología actual es posible viajar a otra estrella, aunque tomaría numerosas generaciones. Más aún, algunos colectivos ajenos a la Tierra podrían haber desarrollado tecnologías mucho más adelantadas que la nuestra, y aunque la teoría estándar de relatividad descarta la opción de viajar superando la velocidad de la luz, la realidad puede no impedirlo pues tal como las ondas sonoras son incapaces de propulsar un objeto a velocidades supersónicas, las injerencias electromagnéticas no pueden acelerar cuerpos a rapideces superlumínicas y está por verse qué puede lograr aún el control de la gravedad.

Otra objeción a la hipótesis ET es la elevada improbabilidad que las formas de vida inteligente en otros planetas sean humanoides en apariencia y muestren emociones como las nuestras; otros están en desacuerdo y argumentan que como la forma básica humana es altamente funcional y eficaz, podría ser bastante común en el Universo*. También se especula que los extraterrestres pueden haber desempeñado roles en la ingeniería genética humana, o que se automodificaron génicamente con el fin de hacerse más parecidos a nosotros, ¡aunque dados sus semblantes más bien "extraños" no parece que el intento haya sido un éxito total! Una objeción más fuerte es la baja posibilidad de que estos seres inteligentes sean capaces de adaptarse a nuestra gravedad o respirar en la atmósfera terrícola.

*De acuerdo con la Teosofía, cada sol maduro tiene una familia de planetas y los reinos que corresponden a aquéllos de la Tierra evolucionarán en todos los astros, aunque en un momento dado sólo un reino es dominante en cada uno de los 7 globos (...) que constituyen una "cadena planetaria" completa. Se dice que los reinos humanos "en los siete planetas sagrados" de nuestro Sistema Solar (es decir, más estrechamente relacionados con la Tierra) hasta cierto punto se asemejan a formas humanas (2).

No estamos en condiciones de descartar absolutamente la posibilidad de que la Tierra ha sido o esté siendo frecuentada por una o más especies alienígenas similares a la humana. Sin embargo, se estima que pueden haberse producido más de un millón de aterrizajes ovni en el último medio siglo, un número que supera con creces los requisitos de un examen sofisticado sobre nuestro planeta (3). Por otra parte [y si los ET fuesen tan increíblemente "superiores" y "prudentes" como se señala], una sóla sonda pequeña que orbitara la Tierra a 1.600 kms. de altura sería capaz de registrar en pocas semanas la mayoría de los hechos relevantes sobre geografía, clima, vegetación y culturas planetarios.

Otro importante problema que enfrenta la hipótesis ET es la increíble diversidad de los ovnis y sus ocupantes. ¿Es realista pensar que docenas o incluso cientos de razas extrañas estén visitando el planeta al mismo tiempo? Otro inconveniente es el comportamiento a menudo insólito de esas entidades, pues muchas fueron vistas flotando en el aire y aparecían o desaparecían de improviso. Además, es difícil creer que los extraterrestres hayan llegado hasta aquí para concretar acciones tan raras descritas por testigos: perseguir autos y aviones, aterrorizar gente, hablar sinsentidos, recoger muestras de suelo o roca y raptar personas para violarlas. 

Incluso se sabe que ciertos visitantes "extraterrestres" han participado en la caza furtiva de conejos. En Isola (Italia), el 14 de noviembre de 1954 un agricultor vio un objeto posado con forma de cigarro brillante en las inmediaciones y del cual salieron tres pequeños seres en "trajes de buceo metálicos" quienes fijaron su atención en los conejos de una jaula, mientras se hablaban en un idioma desconocido. Pensando que iban a robar los animales, el agricultor apuntó un rifle a los intrusos, pero no disparó y de pronto el testigo se sintió tan débil que tuvo que soltar el arma. Los seres se hicieron con los conejos y partieron en su nave, dejando un rastro luminoso, y entonces el granjero pudo moverse nuevamente (4). 

Si adoptamos la hipótesis ET, también las abducciones alienígenas son completamente absurdas. Se cree que estos "extraños" poseen una ciencia que les permite surcar años-luz de espacio en aeronaves que superan a nuestros mejores aviones de combate; aún así se revelan como médicos tan malos que son incapaces de extraer sangre, recolectar espermatozoides/óvulos o tomar muestras de tejidos en pacientes sin dejar cicatrices e infligiendo dolor y trauma. Como dice Jacques Vallée, "los ufonautas debieran volver a la escuela de medicina" (5). También raya en lo grotesco el aserto por algunos investigadores que los extraterrestres ya pueden haber raptado a varios millones de estadounidenses, y puesto que algunos abducidos afirman haber sido visitados decenas de veces, es extraño que nadie advierta un tráfico intenso de ovnis sobre ciudades norteamericanas como se supondría. Asimismo, es curioso que los alienígenas prefieran llevarse a estadounidenses blancos de clase media, ¡e ignorando gran parte del resto del mundo!

Como se supone que los extraterrestres pueden pasar a través de objetos sólidos, ¿por qué simplemente no asaltan un banco de sangre o esperma, o roban una colección de embriones en algún importante laboratorio de investigación? De hecho, el material genético recuperado de sólo dos adultos sería suficiente para crear cientos, si no miles de híbridos en una instalación. Por otra parte, los presuntos intentos de esos "intrusos" para inducir bloqueos mentales en la mente de sus víctimas para evitar que sepamos de sus actividades son tan burdos que incluso un hipnotizador aficionado puede anularlos, mientras que tenemos medicamentos en la Tierra que producirían el mismo estado y de modo más productivo.

Otro comportamiento incompatible con la hipótesis de que los extraterrestres son "miembros de una civilización sofisticada" es la mutilación de animales, un fenómeno que muchos creyentes ET prefieren descartar o ignorar (6). En estos incidentes perturbadores, por lo general hay cadáveres de vacunos u ovinos hallados con órganos removidos tales como ojos, lengua, ubres, genitales o recto, a menudo con "precisión quirúrgica". En muchos casos la sangre ha sido completamente drenada del animal y sin dejar rastros en el suelo circundante. A veces el ganado parece haber experimentado elevación por encima del suelo y luego aplastamiento por caída.

Al comienzo tales incidentes llegaron a tener importancia a fines de los '60 y fueron conocidos en México, Panamá, Puerto Rico, Brasil, Europa, las Islas Canarias y Australia, así como en EE.UU. Algunas mutilaciones podrían ser obra de animales depredadores, pero éstos no producen cortes largos y limpios del tipo encontrado en ciertas víctimas, y el número de sucesos parece ser demasiado alto para responsabilizar sólo a cultos satánicos. De igual modo la falta de huellas o pistas sobre depredadores socava estas explicaciones.

Más aún, en algunas oportunidades se han observado extrañas luces y ovnis en escena. En 1983 una pareja en Missouri observó a través de binoculares a dos seres pequeños con trajes plateados que de alguna manera paralizaron una vaca negra y luego levitó sobre el pasto para dirigirse a una nave en forma de cono que desapareció (7). En otras instancias son divisados misteriosos helicópteros que parecen ser ilusiones, y ocasionalmente dos de ellos se ven volar con sus rotores engranados entre sí como batidores de huevos. Es evidente que las mutilaciones de animales deben ser obra de fuerzas muy negativas y, así las cosas, ¡algunos entusiastas ET admiten que ciertos alienígenas pueden estar maldispuestos hacia los humanos y también las vacas!

Jacques Vallée es un férreo oponente de la hipótesis ET y aboga por la interpretación "inter-/intradimensional", "transdimensional" o de "universo paralelo" y sostiene que como dichos objetos extraños han sido vistos desde tiempo inmemorial y las entidades análogas siempre se comportan de manera similar, es irracional suponer que se trate de intrusos extraterrenos. Dice que la explicación ET "es demasiado ingenua para dar cuenta de la diversidad conductual informada sobre los ocupantes y sus interacciones percibidas con humanos" (8) y añade:

"Un ovni es tanto una entidad física con masa, inercia, volumen y parámetros físicos que podemos medir, y una ventana a otra realidad (...) No tienen por qué representar una visita desde el espacio, sino algo aún más interesante: un puente hacia dimensiones desconocidas de nuestro propio entorno.

El fenómeno tiene características invariables (...) pero también hemos tenido que observar cuidadosamente el carácter camaleónico en atributos secundarios de los avistamientos: las formas de objetos, las apariciones de sus tripulantes y sus declaraciones recogidas varían en función del entorno cultural en que se proyectan. Los ovnis son manifestaciones físicas que simplemente no pueden entenderse, aparte de su realidad psíquica y simbólica" (9). 

"Los patrones de encuentros cercanos, contactos y secuestros no son específicos de nuestro siglo, en contra de lo asume la mayoría de ufólogos norteamericanos. En efecto, es difícil encontrar una cultura que no tenga una tradición sobre gente pequeña que vuela por el cielo y secuestra humanos. A menudo llevan víctimas a configuraciones esféricas que se iluminan de manera uniforme y las someten a diversas pruebas que incluyen operaciones en órganos internos y viajes astrales hacia paisajes desconocidos. La interacción sexual o genética es tema común en este cuerpo de folklore. Propongo considerar el fenómeno ovni como la manifestación física de una forma de conciencia ajena a los seres humanos, pero capaz de coexistir con nosotros en la Tierra.

Este fenómeno es capaz de actuar sobre las mentes de personas para inducir pensamientos e imágenes similares a los descritos por individuos que han tenido vivencias próximas a la muerte o extracorporales, e incluso a testigos medievales de demonios y elfos" (10). 

Decir que los extraterrestres "emergen de otras dimensiones" plantea la cuestión acerca de qué tipo de "ámbitos" se habla. Hoy entre los físicos está muy en boga especular sobre dimensiones adicionales; por ejemplo, la "teoría M" postula siete contextos extra-espaciales que se dice están "enroscados" de manera tan ínfima (10-33 cms.) que son indetectables, pero éstas son simples abstracciones matemáticas para las que no hay ni una sóla prueba. Desde luego, no se parecen a los otros planos de energía-sustancia referidos en la tradición oculta. Estos niveles, que están fuera del alcance perceptivo humano, se interpenetran con nuestro mundo físico y se afirma que están habitados por una variedad de entidades. Curiosamente, los mismos científicos que fantasean con "dimensiones" adicionales suelen rechazar cualquier conversación sobre fenómenos paranormales o etéreos fuera de su control.

En su sentido más amplio una "dimensión" es cualquier cantidad medible, como por ejemplo longitud, anchura y alto, comúnmente llamadas "tres dimensiones espaciales"; otras son temperatura, masa, carga, tiempo, etc. Si se dice que las entidades extrañas viven en otras magnitudes, una pregunta obvia es "¿cuántas dimensiones espaciales tienen esas extensiones?" Algunos investigadores hablan realmente de un universo paralelo con tres tamaños existente en un "ámbito superior" y esto muestra con claridad que la palabra "dimensión" está siendo utilizada con diferentes acepciones; en consecuencia, es mejor hablar de otros mundos (invisibles), reinos, planos, etc. Por otra parte, el sentido común dicta que no hay personas u objetos en cualquier plano que tengan menos de tres dimensiones espaciales ni hay razones para suponer que posean más de tres.

Vallée parece tener una gran confianza en las especulaciones "científicas" actuales de que el espacio puede plegarse de tal modo que sería posible viajar de un punto A al B de forma casi instantánea mediante un "agujero de gusano" cuya longitud es sólo un fragmento de la distancia entre A y B. Igualmente irracional es la afirmación de que los extraterrestres no sólo puedan provenir de "cualquier lugar", sino también de "cualquier momento" ya sea pasado, presente o futuro; no existe nada que sugiera que viajar en el tiempo sea algo más que ciencia ficción.

Todo lo que sucede es parte de una secuencia de eventos vinculados por causa y efecto; la sucesión de éstos últimos define la dirección del tiempo. Todo lo que está sucediendo realmente está ocurriendo ahora. Una vez que acontece algo, pertenece al pasado y sólo existe como un registro impreso en la sustancia de la Naturaleza. Es imposible volver al pasado real, pero los registros sobre hechos pretéritos pueden verse de modo clarividente por quienes poseen los poderes ocultos necesarios. Es igualmente imposible para nosotros visitar el futuro o que nos vengan a ver seres del porvenir, ya que éste por definición aún no ha sucedido. Sin embargo, dado que el futuro se despliega desde causas presentes y pasadas, está anunciado en el hoy y por tanto es posible vislumbrar el futuro más probable en un momento dado

Un defensor de la posibilidad de trasladarse en el tiempo es Illobrand von Ludwiger, quien argumenta que los ovnis "son visitantes de nuestro propio futuro que llevan a cabo la tarea de rejuvenecer su almacén genético al cruzarse con humanos" (11). Una de las "pruebas" que presenta en favor de esto es que a un cabo chileno abducido en 1974 le apareció una barba de cinco días durante una ausencia de sólo 20 minutos, lo cual demostraría que viajó hacia el futuro y de vuelta, ¡asumiendo que las barbas continúan creciendo cuando vamos atrás en el tiempo!; así, es evidente que tales argumentos rayan en la idiotez.

Vallée sostiene que "el fenómeno ovni es una de las maneras a través de la cual una forma extraña de inteligencia y con increíble complejidad se está comunicando con nosotros simbólicamente" y que los hechos paranormales como aquél "son una de varias manifestaciones sobre un sistema de control espiritual de conciencia humana" (12). Las observaciones como ésta hacen parecer que los sucesos ovni estuviesen orquestados por una "inteligencia extraterrena general", aunque estrechamente conectada con la Tierra. Sin embargo, la variedad de dichas apariciones sugiere que implican una amplia gama de diferentes entidades que van de lo demoníaco y subhumano a lo espiritual y sobrehumano.

Algunos investigadores plantean que la realidad alternativa desde donde derivan los ovnis es el reino de la imaginería, un campo de pensamiento planetario creado y sostenido por el poder de la inventiva humana. Kenneth Ring adelanta la hipótesis de que estas "astronaves" pueden proyectarse de dicho ámbito y los encuentros con ellas tienen lugar parcialmente en ese medio. Del mismo modo, Michael Grosso propone que todas las apariciones paranormales con una dimensión pública o cuasi-física -por ejemplo, ovnis, extraterrestres, figuras religiosas como la Virgen María, hadas, demonios o animales monstruosos- constituirían formas de pensamiento generadas en forma telepática por la mente colectiva y subconsciente de personas en una comunidad o cultura. Ambos autores creen que también hay algún tipo de agente extramundano, "un 'mago de Oz' con proporciones cósmicas" o "supermente planetaria" en funcionamiento que ayuda a orquestar experiencias fuera de lo común (13). 

Ciertamente parece dudoso que sólo los humanos comunes tengan la facultad de traer objetos voladores a la existencia que pueden reflejarse en radares, perseguir aviones caza e interferir con vehículos. Como dice Richard Thompson, "si la imaginación humana tiene tanto poder, entonces ¿por qué no se materializan monstruos típicos de películas ciencia-ficción en ciudades norteamericanas?" (14). Las formas en que se manifiesta el fenómeno ovni parecen estar relacionadas con las creencias humanas y la imaginación, pero también semeja mostrar una dinámica propia. Por lo tanto, el "reino de la imaginación" se concibe mejor como una mente colectiva que contiene sólo inteligencias individuales-trascendentes y como un mundo transfísico que interactúa con el plano material; en otras palabras, el reino astral de la tradición ocultista. En particular, los acontecimientos ovni podrían implicar externalizaciones tangibles y temporales de cambio en el aspecto o formas de energía elemental y pensamiento u otras entidades astrales que se materializan y esfuman espontáneamente o dirigidas en parte por otros intermediarios.

Los ovnis plantean además otra pregunta de relevancia: ¿qué determina el lugar y la hora de esas manifestaciones, la forma que adoptan y sus testigos? Se han hecho varios intentos para explicar la sincronización en las oleadas de avistamientos; desde luego, no se puede culpar al interés de los medios pues los análisis muestran que un aumento en los informes ovni genera mayor cobertura de la prensa en lugar de lo contrario. Los desacreditadores predijeron que el estreno de la película Encuentros cercanos del tercer tipo en 1977 generaría una "tapadera" importante, pero nunca sucedió. También ha habido tentativas para correlacionar estos "encubrimientos" con malestares sociales, tensiones políticas y crisis militares. Un investigador ve ciertas correspondencias entre esas medidas en EE.UU. y los períodos en que la autoestima nacional estaba en un punto bajo (15); sin embargo, ninguna hipótesis de un sólo factor es absolutamente convincente y puede estar involucrada toda una constelación de factores a nivel de personas, regiones, países y el mundo general. Sólo alguien con conocimiento profundo del mundo astral y su interacción con el plano material y el fondo kármico de los testigos podrían identificar todas las causas en cada caso particular.


Referencias

1. Jacques F. Vallée, "Five arguments against the extraterrestrial origin of unidentified flying objects", Journal of Scientific Exploration, v. 4, 1990, p. 105-17; Robert M. Wood, "The extraterrestrial hypothesis is not that bad", Journal of Scientific Exploration, v. 5, 1991, p. 103-11; Jacques Vallée, "Toward a second-degree extraterrestrial theory of UFOs: a response to Dr. Wood and Prof. Bozhich", Journal of Scientific Exploration, v. 5, 1991, p. 113-20.

2. Véase "Life on other worlds", http://davidpratt.info.
3. Jacques Vallée, Revelations: Alien contact and human deception, New York: Ballantine Books, 1991, p. 265.

4. Jacques Vallée, Passport to Magonia: On UFOs, folklore, and parallel worlds, Chicago, IL: Contemporary Books, 1993 (1969), p. 244; Kevin Randle y Russ Estes, Faces of the Visitors: An illustrated reference to alien contact, New York: Fireside, 1997, p. 271.

5. Jacques Vallée, Dimensions: A casebook of alien contact, New York: Ballantine Books, 1989, p. 240.

6. Richard L. Thompson, Alien Identities: Ancient insights into modern UFO phenomena, Alachua, FL: Govardhan Hill Publishing, 2da ed., 1995, p. 309-15.

7. Charles F. Emmons, At the Threshold: UFOs, science and the new age, Mill Spring, NC: Wild Flower Press, 1997, p. 10.

8. Dimensions, p. 158.
9. Ibídem, p. 202-3, 140, 253.
10. Jacques Vallée, Confrontations: A scientist’s search for alien contact, London: Souvenir Press, 1990, p. 143-4, 152.

11. Illobrand von Ludwiger, Best UFO Cases – Europe, Las Vegas: NV, National Institute for Discovery Science, 1998, p. 154-8.

12. Dimensions, p. 243, 257.
13. Kenneth Ring, The Omega Project: Near-death experiences, UFO encounters, and mind at large, New York: William Morrow and Company, 1992, p. 218-46; Michael Grosso, Frontiers of the Soul: Exploring psychic evolution, Wheaton, IL: Quest, 1992, p. 204-24; T. Peter Park, "Reading the strangeness: second order anomalies", The Anomalist, n° 8, 2000, p. 85-110.

14. Alien Identities, p. 168.
15. Martin Kottmeyer, "UFO flaps", The Anomalist, n° 3, 1995/96, p. 64-89.

Ovnis: la dimensión psíquica (2 de 10)

David Pratt
Octubre 2002-octubre 2013


Contenido:

02. Pasado y presente del fenómeno


02. Pasado y presente del fenómeno

A lo largo de la historia registrada hubo personas que informaron haber visto cuerpos extraños en el cielo. Charles Berlitz y William Moore escriben:

"En la época antigua y medieval los prodigios y objetos celestiales se tomaban más o menos como una cuestión de hecho, tal vez porque no había tráfico aéreo humano conocido en ese momento con el cual confundirlos (...) Los asirios veían toros voladores, los antiguos griegos y árabes percibían caballos voladores, los opulentos persas pensaban que se trataba de alfombras voladoras y los guerreros romanos observaban escudos voladores, lanzas y batallas completas en el cielo mientras estaban ocupados en combates terrestres. 

A medida que el mundo antiguo se cristianizaba, los avistamientos aéreos se convertían en cruces ardientes y otros signos amenazantes de predicción sobre plagas y desastres (...) Cuando el Renacimiento abrió la mente humana a la exploración del mundo los ovnis tomaron apropiadamente las formas de galeras y carabelas, y luego cuando los franceses comenzaron a experimentar con globos se avizoraban esferas grandes flotando en el cielo superior (...) Desde finales de la década de 1880 los observadores relativamente modernos han descrito los ovnis como mazorcas voladoras, cigarros y después aeronaves que se movían a enormes velocidades (...) No fue hasta 1947 cuando el gran número de avistamientos (...) recibió el nombre de 'platillos voladores'.

Es posible que todos estos avistajes en el curso de la historia y cada vez más en el presente sean versiones del mismo fenómeno, ayudadas quizá por la imaginación y una tendencia por ver lo que uno espera. Esta es la razón por la que los chinos han pensado durante mucho tiempo que divisaban dragones ardientes y luminosos; los antiguos hindúes, carros de dos y tres caballos; los indios americanos, grandes canoas; y monstruos luminosos, demonios y dioses en el caso de tribus y naciones en todas partes de la Tierra" (1). 

En "Wonders in the Sky", Jacques Vallée y Chris Aubeck presentan 500 informes seleccionados sobre ocurrencias aéreas inusuales desde mediados del segundo milenio antes de Cristo hasta 1880, justo antes del inicio de la era de vuelo, y señalan:

"Los testigos describen principalmente fenómenos luminosos que van desde 'globos ardientes' y 'formas brillantes' hasta pilares verticales y 'torres' que en ocasiones emiten destellos y rayos o expulsan otros objetos. Sin embargo, muchos de los casos también mencionan cuerpos en forma de disco o globulares que no emiten luz y son capaces de una rápida evolución en la atmósfera invirtiendo el rumbo, moviéndose de forma brusca o cayendo en patrones zigzagueantes. En algunos episodios bien documentados el fenómeno provocó intenso calor, destruía vegetación o dejaba residuos metálicos" (2). 

De acuerdo con el Anglo Saxon Chronicle, en el año 793 d. de C. "aparecieron terribles presagios en Northumbria [Inglaterra] afligiendo con grandes desgracias a los habitantes; éstos eran destellos relampagueantes excepcionales y fueron vistos dragones ardientes volando en el aire, y pronto siguió una gran hambruna" (3). En el siglo XIII Albertus Magnus desafió la idea de que las luces en el cielo eran literalmente dragones con aliento ígneo y argumentó que el suceso probablemente implicaba "vapores" ascendentes y descendentes que se quemaban y emitían humo (4). 

Hay varios informes sobre eventos luminosos divisados en Japón durante la Edad Media. El 27 de octubre de 1180 y alrededor de la medianoche, un objeto de fulgor inusual y descrito como un "recipiente de barro" fue visto volando hacia el noreste de las montañas Kyushu hacia el Monte Fukuhara. Al cabo de un rato el cuerpo cambió de rumbo abruptamente, volvió al sur y se perdió de vista dejando una senda luminosa. El 2 de octubre de 1235 un consultor del jefe militar Yoritsune Fujiwara informó acerca de misteriosas fuentes de luz oscilantes y dando vueltas en el suroeste, moviéndose en bucles hasta la madrugada. Yoritsune ordenó una investigación y se concluyó que el acontecimiento tenía una explicación completamente natural: ¡era sólamente el viento que hacía balancear las estrellas! (5). 

Fig. 2.1. Representación medieval de un objeto celeste en llamas.

La Europa Occidental también tuvo su registro de objetos voladores raros y manifestaciones celestiales en la Edad Media, incluyendo "cometas peludos o barbados, antorchas, llamas, columnas, lanzas, escudos, dragones, lunas duplicadas, soles y otras cosas similares" (6). Una publicación alemana de 1493 por Hartmann Schedel muestra un cuerpo con forma de viga rodeado de fuego navegando por el cielo en dirección sureste y luego viró hacia el Sol poniente (fig. 2.1) (7). Al amanecer del 14 de abril de 1561, en Nüremberg (Alemania) muchas bolas y discos de tonos rojo, azul y negro fueron detectados saliendo de dos cilindros verticales y volaron delante del Sol. Todos los diversos objetos comenzaron a "luchar" entre sí y al cabo de una hora cayeron a tierra "como si todo estuviera ardiendo, y con gran humo todo se consumió" (fig. 2.2). Al amanecer del 7 de agosto de 1566, en Basilea (Suiza) numerosas esferas negras fueron vislumbradas moviéndose a gran velocidad hacia el Sol y luego dieron la vuelta golpeándose unas a otras como si estuvieran peleando. Muchos de ellos "se tornaron rojos y ardientes, y más tarde se consumieron y extinguieron" (fig. 2.3) (8).

Fig. 2.2. Grabado del avistamiento en Nüremberg, 1561.

Fig. 2.3. Grabado del avistamiento en Basilea, 1566.

Nostradamus informó que el 1 de febrero de 1554 cientos de franceses en Provenza observaron por cerca de 20 minutos un fuego enorme y brillante en forma de "varilla o antorcha" que volaba de este a oeste, emitiendo chispas y flamas, y dejando un sendero ardiente. Su tamaño fue estimado en 200 mts.; surcaba el cielo "tan rápido como una flecha" con crujido alborotador y las hojas de los árboles se movían de un lado a otro como sacudidas por una violenta tempestad; luego cambió de rumbo y se dirigió hacia el mar en el sur (9).

El 15 de agosto de 1663 y según los registros de un monasterio ruso, se escuchó un gran sonido en el cielo y mucha gente salió de la iglesia en la aldea de Roboziero para presenciar una gran bola de fuego que se desplazaba hacia el sur sobre un lago; medía unos 42 mts. de diámetro y proyectaba dos rayos de fuego. El objeto desapareció, pero volvió a verse dos veces durante las siguientes dos horas. Algunos campesinos en un barco intentaron acercarse a él, pero no pudieron hacerlo debido al calor, mientras que los testigos consideraban el acontecimiento como una señal de Dios (10). 

El 5 de diciembre de 1737 un astrónomo de Sheffield (Inglaterra) atisbó la aparición de una "nube roja y oscura" bajo la cual se hallaba un cuerpo luminoso que durante un rato emitía intensos rayos de movimiento lento para luego detenerse, y el aire estaba tan caliente que el hombre tuvo que quitarse la camisa. A la tarde siguiente se vio un objeto de color rojo intenso sobre Bucarest (Rumania) donde permaneció en el aire durante dos horas, se dividió en dos partes que después volvieron a unirse y finalmente desaparecieron rumbo al oeste (11). Al anochecer del 26 de diciembre de 1785 Edimburgo se iluminó como si fuera de día por una esfera con una especie de adjunto en forma de cono, que fue avistada desde varios lugares distantes (12). 

Una noche de enero de 1878, un residente de Texas vislumbró un objeto de rápido movimiento en el cielo sureño, y cuando pasó sobre él notó su semejanza con un "gran platillo". Desde noviembre de 1896 a mayo de 1897 los periódicos de todo EE.UU. se coparon con centenares de historias sobre misteriosos "dirigibles" y seis años antes del primer vuelo más pesado que el aire por los hermanos Wright (13). Se incluían artefactos en forma de cigarro artesanal y pájaros mecánicos con alas gigantes (que según decían se agitaban en algunos casos). Los reportes abarcaron avistajes de tripulaciones humanas y haces de reflectores brillantes por la noche, aunque en ese momento no existía ninguna nave creada por el hombre.

En 1904-1905 se produjo una serie de observaciones de bolas luminosas y otros sucesos análogos en torno a dos pequeños pueblos en Gales, los cuales se asociaron con un renacimiento religioso y fueron considerados como signos divinos por la población local. En 1909 se generó una ola de avistamientos aéreos en Gran Bretaña, Estados Unidos, Nueva Zelanda y Australia. La mayoría de los casos británicos era de naves con forma de torpedo que se movían a un "gran ritmo" con luces intermitentes y reflectores. Otra "avalancha de dirigibles" se dejó caer por toda Europa en el otoño de 1912, y como antes los objetos eran capaces de flotar y trasladarse a grandes velocidades, incluso contra el viento. Desde entonces los cuerpos no identificados en forma de cigarro han continuado formando parte de los informes, aunque ya no se llaman "dirigibles".

Una noche de 1917 dos mujeres y sus hijos caminaban a casa a través de un campo en el estado de Maine cuando un inmenso objeto silencioso apareció repentinamente sobre ellos con tonalidades rojas, azules, verdes y amarillas y haciendo que los testigos arrancaran (14). En 1926 un piloto de acrobacias se sobresaltó al ver "seis cuerpos que parecían enormes compuertas brillantes" que rodeaban su avión mientras se dirigía a Colorado (15). 

Entre 1933 y 1937 aparecieron aviones misteriosos de forma convencional y sin marca sobre Escandinavia y en menor medida en Estados Unidos y Gran Bretaña. Los "voladores fantasmales" viajaban muy bajo proyectando poderosos reflectores sobre el suelo, y aunque generalmente se escuchaban ruidos de motor, en ocasiones el avión realizaba maniobras rasantes en completo silencio. Con frecuencia volaban en pesadas nieblas y ventiscas, condiciones que habrían destruido a la mayoría de biplanos en ese entonces. Los gobiernos de Suecia, Noruega y Finlandia iniciaron investigaciones a gran escala, pero no lograron encontrar una explicación satisfactoria para todos los avistamientos (16). 

Durante la Segunda Guerra Mundial los pilotos aliados en escenarios tanto europeos como del Pacífico se enfrentaron a lo que llamaron "foo-fighters" que seguían a sus aviones y a ratos producían zumbidos. Por lo general tomaban la forma de bolas luminosas pequeñas y anaranjadas, aunque también pequeños discos -algunos translúcidos- y en ocasiones fenómenos más grandes, apareciendo de manera individual y en formaciones. Los temores entre los pilotos de que eran "armas enemigas secretas" finalmente se disiparon porque dichas luces no llevaban a cabo ninguna acción agresiva. Hubo aviadores alemanes que reportaron los mismos episodios curiosos cerca de sus aparatos y supusieron que eran armas de los aliados. Los "foo-fighters" volvieron a divisarse durante la guerra de Corea y los pilotos continúan encontrándose con extrañas esferas lumínicas que a menudo parecen jugar con ellos (17).

En 1946 más de 2.000 eventos sobre «cohetes fantasma» y otros objetos volantes sin identificar fueron comunicados por testigos en Finlandia, Noruega, Suecia y Dinamarca, seguidos por casos en Portugal, Marruecos, Italia, Grecia e India. Los "cohetes" solían dejar trayectorias incandescentes y a veces ejecutaban maniobras fantásticas, cruzando el cielo a gran velocidad, bajando en picada y remontándose, aunque en otras ocasiones exhibían un modo más pausado. Algunos de ellos fueron vistos estrellándose contra lagos con grandes explosiones, pero las búsquedas detalladas no pudieron dar con ningún resto. Se creía que estos objetos tenían origen soviético, tal vez vehículos de prueba construidos por científicos alemanes capturados y especialistas en cohetes, mientras que los propios rusos sospechaban de los estadounidenses (18).

El 25 de junio de 1947 el empresario Kenneth Arnold volaba su avión privado sobre el Monte Rainier (estado de Washington) cuando divisó nueve artefactos brillantes volando en formación a alta velocidad y comparó su movimiento al de "un platillo saltando sobre el agua". Poco después un titular de prensa acuñó la frase "platillo volador" y gracias a una amplia cobertura mediática nació la edad moderna de los ovnis. Irónicamente, los objetos apreciados por Arnold no tenían forma de disco, sino de "talón", con el extremo redondeado apuntando en la dirección de movimiento. Más de un año antes, en mayo de 1946, se registraron avistajes de ovnis en la entonces Unión Soviética y esas observaciones incluyeron aterrizajes, contradiciendo así la teoría de que los descensos en tierra pertenecen únicamente a una fase posterior del fenómeno (19). 

Una característica clave del fenómeno ovni es que las apariciones se producen en oleadas, con breves puntos máximos seguidos por períodos más largos de menor actividad (20). En el verano de 1947 una ola de avistamientos -sobre todo discos a plena luz del día- se produjo en EE.UU. tras el informe inicial de Arnold. La preocupación inmediata era si podrían ser de tecnología soviética, pero hacia fines de ese año esta opción había sido prácticamente eliminada. El siguiente despliegue importante de avistamientos ocurrió en el mismo país durante el verano de 1952, a lo que siguió la ocurrencia de informes en todo el mundo. En la parte más álgida de esta "avalancha" la Fuerza Aérea estadounidense recibía 200 informes al día; eran muy frecuentes los informes sobre luces nocturnas e incluyó observaciones visuales y de radar sobre el aeropuerto nacional de Washington en dos fines de semana consecutivos a fines de julio.

Otra oleada ovni tuvo lugar entre septiembre y noviembre de 1954. La actividad se centró tanto en Sudamérica como Europa, pero se focalizó principalmente en Francia e Italia. En un gran porcentaje de los casos franceses, principalmente aparecieron ovnis ovales o elípticos en tierra y asociados con entidades humanoides pequeñas; también se informó de numerosos cuerpos con forma de cigarro sobre Francia durante el mismo período. En noviembre de 1957 los ovnis se dejaron caer otra vez en EE.UU. con una "venganza", pues varios testigos informaron que los faros de sus coches y motores fallaban cuando aparecía un ovni, pero los vehículos volvían a la normalidad una vez aquél se marchaba.

Un tercer periodo de actividad se inició en EE.UU. hacia el otoño de 1965, continuando en 1966 y seguido por otra ronda en octubre de 1973. Los registros ufológicos continuaron en Australia y Europa durante 1974. El "brote de visitas" entre 1973-1974 fue uno de los más grandes en la historia ovni, donde miles de estadounidenses informaron sobre discos lejanos y plateados de alto nivel, luces nocturnas serpenteantes, persecución de automóviles, naves que interferían con equipos mecánicos y electromagnéticos, aterrizajes de ovnis que dejaban rastros y otro tanto que asustaba animales, producía efectos físicos-psicológicos en humanos y también hubo avistamientos de ocupantes. El otoño de 1978 atestiguó otra etapa frenética sobre Italia, Australia y América del Sur.

De 1982 a 1987 el área de Hudson Valley en Nueva York fue pródiga en informes de ovnis iluminados con silueta de bumerán y supuestamente tan anchos como varios campos de fútbol, los cuales fueron observados por más de 5.000 testigos, a veces cientos de ellos en una sóla noche. Casi al mismo tiempo los brasileños informaban de artefactos con apariencia de "refrigerador" relativamente pequeños que emitían rayos de luz fulgurante. La antigua Unión Soviética experimentó una gran oleada ovni en 1989-1990 y las anteriores habían ocurrido en 1966-1967 y 1977-1979. Una espectacular etapa de avistajes remeció a Bélgica entre noviembre de 1989 y abril de 1991 en la que hubo unas 3.500 observaciones de ovnis triangulares y gigantescos, a menudo volando en silencio a bajas velocidades y altitudes; algunos eran de color oscuro y otros de luces muy potentes. Fueron divisados por un total aproximado de 10.000 personas y un máximo de 100 testificantes a la vez (21). 

De especial interés es la persecución de un objeto triangular desconocido por F-16 belgas en la noche del 30-31 de marzo de 1990 y donde se dio contacto visual seguido por un rastreo de radar. Cada vez que un piloto perseguía al ovni, el objetivo cambiaba rápidamente su velocidad y altitud para evadir el acoso. De acuerdo con el informe oficial por el coronel Wilford De Brouwer (más tarde subjefe del Estado Mayor de la Fuerza Aérea belga), durante una de estos seguimientos la rapidez del objetivo pasó de 150 a 970 nudos y su altitud se redujo de 2.740 a 1.520 mts., volviendo a los 3.350 y luego caía de nuevo cercano al nivel de tierra; tal aceleración extrema equivalente a 40 fuerzas-G descartaría la presencia de un piloto humano. Por su parte, EE.UU. dio garantías de que dichos ovnis no eran sus vehículos de prueba experimentales como el F-117 ó B-2 (22).

A las 21:30 horas del 13 de agosto de 1956, el radar en la base aérea Bentwaters de Reino Unido captó un objeto que se trasladaba entre 7.500 y 9.500 kms./hora. Más tarde se percibió un grupo de 12 a 15 objetivos no identificados que convergían en un único cuerpo muy grande. El punto de luz se detuvo dos veces durante varios minutos mientras se realizaba su seguimiento y desapareció del área de cobertura. A las 22 horas un segundo objetivo sin identificar fue localizado en movimiento a 19.000 kms./h. y a las 22:55 se captó otro con una rapidez de 3.200 a 6.400 kms./h., mientras que desde la torre de control se informó sobre una luz brillante y el piloto de un avión de transporte vio un fulgor que pasaba como un rayo. Poco después los radares de Bentwaters y Lakenheath mostraban un cuerpo estacionario al suroeste de la última base, el que aceleró instantáneamente a 650-1.000 kms./h. e hizo varios cambios bruscos de dirección. El piloto de un avión caza Venom pudo divisar una lumbre blanca brillante y fue a investigar, pero luego señaló que había desaparecido tanto de modo visual como en el radar. El equipo de tierra lo guió a la nueva ubicación del objetivo; el piloto dijo tenerlo en su pantalla y lo rastreaba, pero súbitamente se esfumó de su instrumental. Desde Lakenheath se informó que el "intruso" ahora perseguía al Venom, incapaz de quitárselo de encima. Cuando estaba con bajo nivel de combustible el piloto tuvo que regresar al centro y el ovni lo siguió por corto tiempo. Las observaciones visuales y de radar se extendieron durante un período de cinco horas y Phil Klass, conocido ridiculizador, descartó el caso como un "mal funcionamiento del radar", pero incluso el estudio Condon lo llamó "el ejemplo más desconcertante y poco común en los archivos de radar y visuales" (23). 

Otro incidente de relevancia tuvo lugar sobre Irán el 19 de septiembre de 1976. A las 00:30 horas un objeto muy brillante fue visto desde la torre de control en el aeropuerto Mehrabad, por cuanto se envió a un F-4 cuyo piloto detectó el objetivo a 70 millas. A medida que el F-4 se acercaba a menos de 25 millas náuticas tuvo desperfectos en el instrumental y las comunicaciones, pero cuando el militar suspendió la interceptación la aeronave recuperó todas sus capacidades. El conductor de un segundo F-4 informó que las intensas luces del objeto alternaban entre azul, verde, rojo y naranja; conforme el avión se acercaba a ese fulgor a 150 millas náuticas por hora, el "intruso" aceleró manteniendo una distancia constante de 25 millas. Entonces un cuerpo pequeño se separó de un ovni de mayor tamaño y se dirigió hacia el F-4 a alta velocidad. El piloto se preparó para disparar un misil contra aquél, pero de pronto toda la instrumentación y comunicaciones fueron interrumpidas y tomó acción evasiva. Una vez más, tan pronto como el caza dio la vuelta su funcionamiento se restableció a la normalidad. El objeto se situó tras él a una distancia de 3 a 4 millas náuticas por un corto lapso, luego se volvió y reunió con el objeto primario que huyó a una velocidad varias veces superior a la del sonido. Luego la tripulación percibió otro cuerpo iluminado que emanaba del ovni principal y caía con gran rapidez, según parecía con intenciones de aterrizar, pero la búsqueda del día siguiente no encontró nada. Phil Klass atribuyó el incidente a un objeto celeste mal identificado, diciendo que los pilotos eran incompetentes y los equipos de la aeronave tenían un mantenimiento deficiente (24). 

El 4 de octubre de 1982 un ovni con 270 mts. de diámetro fue visto por cientos de personas, ya que estuvo rondando durante horas en las inmediaciones de una base soviética de misiles en Byelokoroviche, Ucrania. Durante ese período una fuerza desconocida tuvo control sobre las operaciones de lanzamiento y comenzó a preparar los proyectiles para un ataque contra EE.UU. Los agentes encargados del proceso fueron incapaces de detener las armas y estaban aterrorizados por las represalias enemigas, pero tan repentinamente como el sistema fue activado éste se apagó en forma automática. Los investigadores de Moscú desmontaron el sitio por completo, pero no pudieron confirmar una explicación racional como un funcionamiento deficiente del equipo electrónico (25). 

Desde el comienzo de la edad ovni moderna han existido reportes de seres extraterrestres que salen de naves posadas en tierra y han aumentado con el tiempo. Se encontraron con una gran resistencia por parte de los primeros ufólogos que tendían a suprimirlos por temor a poner en peligro sus posibilidades de obtener respaldo oficial para una investigación pública de avistamientos ovni. Huelga decir que también a lo largo de la historia se han generado encuentros humanos con una amplia variedad de entidades extrañas que van de "divinas" a "demoníacas" e interpretadas a la luz de las creencias religiosas o científicas imperantes. Ciertas crónicas mencionan antiguos seres voladores o entes asociados vistos en el suelo con dispositivos aéreos o luces brillantes.

En EE.UU. y entre 1896-1897 se emitieron informes de contactos con entidades similares a las humanas durante avistamientos de aeronaves e incluyeron intentos de secuestro. En 1914 un panadero alemán divisó un objeto con forma de cigarro flotando justo por encima del suelo, y de pie junto al artefacto había cuatro o cinco pequeños humanoides de 1,2 metros de alto y luego entraron en él por una escalera. El objeto se elevó verticalmente sin hacer ruido y desapareció (26). 

Durante una tarde primaveral de 1928 un estadounidense de 17 años conducía por una carretera rural cuando se topó con un artefacto en el cielo que surgía a la vista, similar a un hexágono metálico con una parte superior en forma de cúpula, con 6,7 mts. de ancho y 2 de alto; incluso podían verse remaches en el borde a ambos lados de la aeronave. Tenía una ventana por la cual vio la cabeza y parte superior del torso de un hombre en uniforme de color azul oscuro y que "sería tomado por un italiano en este mundo". El objeto se movía muy lentamente, pero no se detuvo. El ocupante miraba hacia el coche, luego el objeto giró para volar por la carretera y de pronto huyó con una "terrible velocidad" (27). 

Hacia el verano de 1948 y en la provincia alemana de Sauerland, un hombre estaba cuidando sus ovejas en un bosque cuando éstas de repente se dispersaron por el pánico. Escuchó un sonido que se aproximaba rápidamente y avistó un objeto con 30 mts. de largo y unos 3 de alto que apareció frente a él desde lo que parecía ser una "niebla artificial" para posarse en la hierba. Cuando el hombre tocó la nave, una fuerte descarga eléctrica lo lanzó al suelo; permaneció inconsciente durante un rato y luego se despertó a unos 80 mts. de donde se desplomó. A su alrededor había entidades de 1 metro de estatura con cabezas grandes, ojos grandes oblicuos y pelo muy corto. Delante de sus pechos tenían una suerte de cajas con tubos colgantes y que se llevaban a la boca de vez en cuando. Hablaban entre sí en un idioma desconocido y a un costado de la nave, que todavía estaba envuelta en niebla, se situaban otros cuatro o cinco humanoides examinando el suelo o la hierba y recogían muestras. Finalmente todos los seres entraron en la nave que emitió un agudo sonido "sollozante" y huyó con gran rapidez. En el lugar del aterrizaje el testigo descubrió entre seis y ocho áreas circulares de hierba quemada en una línea, separadas entre sí por 2 a 4 mts. y tenían aproximadamente 1 de diámetro (28). 

A principios de los años '50 algunos personajes extravagantes aseveraron tener comunicación permanente con "hermanos del espacio" de aspecto nórdico, gallardos, benévolos y procedentes de Venus, Marte y otros planetas. Los contactados prominentes incluyeron a George Adamski, Daniel Fry, Howard Menger, George Van Tassel, Truman Bethurum, y Orfeo Angelucci. Supuestamente y a través de estos "embajadores" dichos visitantes deseaban advertir a la humanidad sobre los peligros de la energía nuclear y difundir su mensaje de paz y fraternidad. Hubo "delegados" como Adamski que recibían mensajes en encuentros cara a cara, mientras que los de tipo "psíquico" como Van Tassel receptaban información mediante sueños, escritura automática, voces en la cabeza o visiones. El movimiento contactista continúa hasta nuestros días, aunque en una escala mucho más reducida. Por ejemplo, el granjero suizo Billy Meier dice mantener diálogos con seres de Pléyades que incluyen a Semjase, de quien se dice tiene más de 400 años y visita la Tierra con regularidad para comprar cosméticos.

Algunos contactados afirmaron haber sido llevados de paseo en platillos a otros planetas. Adamski aseguraba ver bosques, montañas, lagos e incluso gente en la Luna, y en Venus fue testigo de ciudades habitadas, montañas cubiertas de nieve y áreas boscosas. Los encuentros de Menger son los más extraños de todos. En una ocasión entregó sostenes a unas visitantes alienígenas, quienes le dijeron que no usaban ese tipo de prendas, y también afirmó que cortaba con regularidad el pelo largo de estos visitantes para que pudieran circular en la Tierra sin llamar la atención. A cambio fue llevado en un viaje a la Luna y sostuvo que su atmósfera era similar a la terrestre; además aseveró haber traído algunas patatas de ese satélite ¡y que posteriormente fueron confiscadas por el gobierno! Por su parte Angelucci dijo conocer a Jesús, quien reveló ser un extraterrestre, e inclusive otros de estos "emisarios" señalan que sus amigos del espacio les permitieron hacer viajes en el tiempo (29). La mayoría de investigadores descarta todo el fenómeno contactista como disparate, pero aunque algunos casos pueden involucrar fraudes, lo absurdo de muchas historias también podría significar que los contactados simplemente relataron lo que creían con sinceridad haber vivido.

Muchos especialistas encontraron mucho más difícil de descartar la avalancha de reportes sobre comunicación extraterrestre que aparecieron en Europa occidental y América del Sur durante 1954. A menudo los alienígenas eran divisados reparando sus naves o recogiendo muestras de roca, tierra o agua. En contraste con los "amigables hermanos del Cosmos" estos nuevos visitantes tendían a ser de estatura corta, bastante agresivos en ocasiones y con frecuencia paralizaban a los testigos con haces de luz.

Por ejemplo, cerca de las 22:30 horas del 10 de septiembre de 1954, Marius Dewilde fue alertado por los aullidos de su perro que trataba de ingresar a la casa y próxima a la localidad francesa de Quarouble, no muy lejos de Valenciennes. Cuando salió pudo ver una masa oscura asentada en las vías del ferrocarril y entonces avizoró a dos seres con altura inferior a un metro en trajes de buceo y con enormes cascos. Dewilde se aproximó a ellos, pero una luz brillante desde la nave lo paralizó. Las criaturas volvieron rápidamente al aparato, hubo un fuerte silbido y el objeto se elevó hacia el cielo dejando "un espeso vapor oscuro". Un examen posterior halló depresiones en las durmientes de ferrocarril que sugerían la presencia de un objeto que pesaba 35 toneladas (30).

En varios casos durante la oleada de 1954 las criaturas parecieron intentar secuestrar a los testigos. En Brasil dos chicos que habían estado cazando fueron atacados por cuatro criaturas pequeñas y peludas que trataron de llevarse a uno de ellos por la fuerza. En Venezuela Jesús Paz entró en unos arbustos y comenzó a gritar, y cuando sus amigos concurrieron a ayudarle se toparon con un ser peludo que arrancó para escapar en un objeto discoidal. En otro caso de ese país cuatro enanos peludos de 90 cms. de altura salieron de un ovni flotante e intentaron raptar a un joven. Su compañero golpeó a una de esas entidades en la cabeza con la culata de su pistola, que se astilló como si hubiera chocado con roca sólida (31). Estos testigos pudieron combatir contra sus agresores, contrastando con los informes modernos en que las víctimas informan no poder resistir los intentos de abducción extraterrestre.

En la década y media que siguió se produjeron varios episodios muy significativos que convencieron a varios investigadores de que los informes sobre ocupantes extraterrenos no sólo eran reales, sino potencialmente conminatorios. El primero fue la abducción de Antonio Villas-Boas en Brasil durante 1957, al parecer con fines sexuales, y su relato fue considerado tan absurdo incluso por ufólogos que no se escribió en idioma inglés hasta mediados del decenio de 1960. Para entonces se había producido un segundo e histórico secuestro protagonizado por Betty y Barney Hill en New Hampshire en septiembre de 1961, y el cual presentaba similitudes con la historia de Villas-Boas, pero no llegó a la prensa hasta 1965 (véase la sección 9).

El 24 de abril de 1964 se produjo un tercer encuentro cercano trascendente. El oficial de policía Lonnie Zamora estaba de patrulla en las afueras de Socorro, Nuevo México, cuando escuchó un rugido fuerte y vio una llamarada azul y ahusada a baja altura en el horizonte. Se dirigió de inmediato al lugar y vio lo que él pensaba era un coche volcado. Salió de su vehículo y avistó dos humanoides pequeños con monos blancos cerca del objeto que era del mismo color, metálico y ovoidal, y al momento de percibir a Zamora ingresaron con rapidez a la nave y momentos después despegó con un rugido emitiendo una llama. Dejó atrás una zarza ardiente y las huellas del tren de aterrizaje, al tiempo que otros testigos dijeron haber observado un fuego misterioso o escuchar un estrépito ensordecedor. El FBI, la CIA y la Fuerza Aérea se involucraron en la indagatoria, pero el caso nunca fue resuelto (32). Gracias a estos incidentes de alto calibre, a fines de los años '60 la realidad sobre las entidades relacionadas con ovnis ya no era un tema tan tabú.

Fig. 2.4. Impresión artística del ovni percibido por Lonnie Zamora, abril de 1964.

En un comienzo los secuestros o intentos de rapto eran extremadamente raros produciéndose un caso por año, pero comenzaron a aumentar durante la oleada de 1973 y se han multiplicado en los últimos decenios hasta que al día de hoy algunas organizaciones ufológicas están interesadas en otros aspectos. En los años '70 a menudo los secuestrados contaron acerca de ovnis con que se toparon en caminos solitarios, y más tarde rememoraron bajo hipnosis haber sido raptados. El primer caso sobre un "secuestro de dormitorio" fue conocido en 1973 y en la actualidad este fenómeno es estándar. Los abducidos afirman que pequeños seres grises con grandes ojos negros los llevan contra su voluntad a un lugar secreto, por lo general y según se cree una nave espacial a pesar de que rara vez es visualizada desde el exterior. A veces sostienen que pudieron pasar a través de paredes sólidas y puertas en un haz de luz, y que los cónyuges y otros miembros del hogar son "desconectados" con objeto de que no perciban el incidente. Las víctimas también sostienen ser sometidas a exámenes médicos dolorosos que incluyen extracción de esperma y óvulos, supuestamente para producir híbridos humano-extraterrestre, y asimismo existiría comunicación telepática con los secuestradores. Como era de esperar, este tipo de asertos ha generado una intensa controversia.

Ciertamente, lo que informan los testigos es una cosa y la realidad de esa experiencia y su significado son un asunto diferente. Lo seguro es que la complejidad y diversidad del fenómeno descarta la posibilidad de que haya una explicación única y directa que se adapte a todos los casos.


Referencias

1. Charles Berlitz y William L. Moore, The Roswell Incident, New York: Berkeley, 1988 (1980), p. 5-7.

2. Jacques Vallée y Chris Aubeck, Wonders in the Sky: Unexplained aerial objects from antiquity to modern times and their impact on human culture, history, and beliefs, New York: Jeremy P. Tarcher/Penguin, 2009, p. 485.

3. Paul Devereux, Earth Lights Revelation: UFOs and mystery lightform phenomena, London: Blandford, 1990, p. 35; Jerome Clark, Unexplained! 347 strange sightings, incredible occurrences, and puzzling physical phenomena, Detroit, MI: Visible Ink Press, 1993, p. 349.

4. Earth Lights Revelation, p. 41.
5. Jacques Vallée, Dimensions: A casebook of alien contact, New York: Ballantine Books, 1989, p. 10-1; Wonders in the Sky, p. 102-3, 106-7.

6. Dimensions, p. 13.
7. www.ivanceci.it/2008/06/03/1493-la-prima-immagine-a-stampa-di-un-ufo.
8. Wonders in the Sky, p. 161-4.
9. Illobrand von Ludwiger, Best UFO Cases – Europe, Las Vegas: NV, National Institute for Discovery Science, 1998, p. 2, 17.

10. Jacques Vallée, UFO Chronicles of the Soviet Union: A cosmic samizdat, New York: Ballantine Books, 1992, p. 134-6; Wonders in the Sky, p. 215-7.

11. Best UFO Cases – Europe, p. 3; Wonders in the Sky, p. 253.
12. M.K. Jessup, The Case for the UFO, New York: Citadel Press, 1955, p. 177.
13. Unexplained!, p. 1-5; Brad Steiger y Sherry Hansen Steiger, Real Aliens, Space Beings, and Creatures from Other Worlds, Detroit: Visible Ink, 2011, p. 266-74. 

14. Richard L. Thompson, Alien Identities: Ancient insights into modern UFO phenomena, Alachua, FL: Govardhan Hill Publishing, 2da ed., 1995, p. 59.

15. Charles F. Emmons, At the Threshold: UFOs, science and the new age, Mill Spring, NC: Wild Flower Press, 1997, p. 2-3.

16. Timothy Good, Beyond Top Secret: The worldwide UFO security threat, London: Sidgwick & Jackson, 1996, p. xviii-xx.

17. Best UFO Cases – Europe, p. 4-8.
18. Ibídem, p. 8-9; Beyond Top Secret, p. xxviii-xxxiv.
19. UFO Chronicles of the Soviet Union, p. 76.
20. Dennis Stacy y Patrick Huyghe, The Field Guide to UFOs: A classification of various unidentified aerial phenomena based on eyewitness accounts, New York: Quill, 2000, p. 151-5.

21. At the Threshold, p. 162; Best UFO Cases – Europe, p. 31-40.
22. John B. Alexander, UFOs: Myths, conspiracies, and realities, New York: Thomas Dunne Books, 2011, p. 215-6.

23. Ibídem, p. 189-90; ufocasebook.com.
24. Alexander, UFOs, p. 197-8.
25. Ibídem, p. 170-2.
26. Best UFO Cases – Europe, p. 46.
27. Jacques Vallée, Confrontations: A scientist’s search for alien contact, London: Souvenir Press, 1990, p. 147-9.

28. Best UFO Cases – Europe, p. 46.
29. Nick Pope, The Uninvited: An exposé of the alien abduction phenomenon, London: Pocket Books, 1998, p. 17-31.

30. Jacques Vallée, Passport to Magonia: On UFOs, folklore, and parallel worlds, Chicago, IL: Contemporary Books, 1993 (1969), p. 17, 209; Beyond Top Secret, p. 108-9.

31. Kevin Randle y Russ Estes, Faces of the Visitors: An illustrated reference to alien contact, New York: Fireside, 1997, p. 262; Passport to Magonia, p. 247; Unexplained!, p. 177.

32. The Field Guide to UFOs, p. 72-3; Patrick Huyghe, "The best UFO case ever? A review and update of the Socorro incident", The Anomalist, n° 8, 2000, p. 113-36.