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29 de enero de 2022

¿Era Blavatsky "fumadora de hachís"?: las patrañas de Albert Rawson (2 de 2)

Imagen cortesía de Mutual Art

NOTAS

1. Sobre las intenciones de los biógrafos de H.P.B., es un indicio revelador que aquéllos inclinados favorablemente hacia Helena extraen las reminiscencias de Rawson para Paulos Metamon, los drusos y otros, mientras que los más críticos lo utilizan para “demostrar” su uso del hachís. Casi todos, sin embargo, ignoran su afirmación del peregrinaje a La Meca, resistiéndose aparentemente con buenas razones.

2. Había muchos dignatarios otomanos con el nombre y título en ese momento, y es imposible determinar a qué se refiere en este caso. La implicación de la historia es que Rawson podría pasar desapercibido entre tierras y pueblos del Imperio Otomano y Egipto, lo cual no puede ser cierto por más de un corto período. El capitán Richard Burton, mencionado a continuación y quien hizo el Hajj en 1853, tuvo que estar constantemente en guardia para evitar ser detectado; había vivido durante años en Oriente para entonces y ya hablaba con fluidez muchos de los idiomas. Si era correcto el material biográfico que proporcionó a los diccionarios estándar, en 1852 Rawson era un joven de 23 años con una educación que se inclinaba más hacia los estudios de la Divinidad Bautista Libre que a las lenguas y culturas orientales, con la posible excepción del hebreo bíblico.

3. Albert Leighton Rawson, “Two Madame Blavatskys-The Acquaintance of Madame H.P. Blavatsky with Eastern Countries", Spiritualist 12/14 (5 de abril de 1878), p. 165-166, reimpreso en Theosophical History 3/1 (enero de 1989), p. 27-30.

4. La actitud de Rawson hacia H.P.B. es compleja y nada directa de lo que podría esperarse. Ciertamente no fue en modo alguno un seguidor o discípulo de aquélla, y despreciaba abiertamente a quienes lo eran -especialmente Henry Olcott- como incautos y oportunistas, envueltos por dinero o prestigio reflejado. Con respecto a la propia Blavatsky, Rawson es más ambivalente. Su personalidad pública y trabajo de maravillas en los días de Nueva York se descartan como simples “engaños” y glamour, los actos de una persona precoz que pellizca las narices de ignorantes y se deleita en engatusar a las masas; no obstante, tras esta burla hay un reconocimiento de que Helena, por sus propias razones no reveladas, realmente tramaba algo serio de lo que él estaba consciente, pero que no creía ni compartía. Su actitud es la de un individuo que conoció a una celebridad antes de su fama, con todos sus defectos. Indudablemente entremezclado con esto, hay un elemento de celos porque Rawson no había alcanzado la fama como ella. Cualesquiera que hayan sido sus secretos mutuos, y cualquiera que fuese la verdadera historia de sus encuentros y su relación, Rawson se llevó sus conocimientos a la tumba. Sobre la actitud de Albert hacia H.P.B., véanse los artículos citados en el texto y sus "Theosophical Thanks", Freethinkers’ Magazine 9/12 (diciembre de 1891), p. 701-709. ("La forma oculta es mucho más portentosa. Un joyero común elabora un broche por el uso de herramientas; Madame Blavatsky hace la misma pieza usando a tontos, y la diferencia está indicada por las letras F. y T. que son insignia de la Confraternidad de la Sociedad Teosófica.

Los hermanos esotéricos sólo saben que esas letras significan tontos y herramientas [fools y tools, juego de palabras en inglés con Fellow Theosophist] (...) Por la presente protesto con seriedad y sinceridad contra el hábito que algunas personas tienen de llamar a la Teosofía como ‘chorrada’, ‘disparate’, ‘bártulos’ y demás tonterías. Me entristece como teósofo que ha sido un estudiante diligente desde el principio. Sé que lo de ‘chorrada’ no es Teosofía, aunque algunos lo pretendan, y sólo es un medio de notoriedad y emplumar los nidos de ciertas aves cuya clasificación no se encuentra en ningún trabajo respetable sobre ornitología”).

5. A.L. Rawson, “Mme. Blavatsky: A Theosophical Occult Apology”, Frank Leslie's Popular Monthly 33 (febrero 1892), p. 199-209; reimpreso en Theosophical History 2/6 (abril 1988), p. 209-220.

6. La referencia al trigésimo tercer grado es al Rito Escocés Antiguo y Aceptado, y el 95° al de Memphis, una ceremonia marginal propagada por Jacques-Etienne Marconis (1795-1868), masón aventurero con una carrera salpicada de manchas. La historia del rito es tan compleja y contradictoria como la de H.P.B. y sobrepasa el alcance de este artículo, pero en 1853 se hallaba completamente fuera del alcance de la jurisdicción del Gran Oriente y prácticamente moribundo. Las conexiones de Blavatsky y sus amigos neoyorquinos de la década 1870 (Sotheran, Rawson, Weisse et al.) con el rito en sus transformaciones posteriores se discuten en mi “Ozymandias: Why Do We Do What We Do? Some Ruminations on Theosophical History, Curiosity, Diligence and the Desire to Penetrate the Veil and Find the Inside of History; or, An Attempt to Explain the Feeling that The Truth Is Out There and Lies in the Details”, en Keeping the Link Unbroken: Theosophical Studies Presented to Ted G. Davy on His Seventy-fifth Birthday, editado por Michael Gomes (TRM, 2004), p. 1-22.

7. El doctor Smith es un misterio. Dada la referencia a su práctica cerca de Monte Líbano, es casi seguro que era un médico misionero estadounidense, pero no hay ninguna pista de él en los extensos registros de misiones en la Universidad de Yale, o los archivos de la Sociedad Histórica Presbiteriana de Filadelfia. Smith tampoco aparece en el Directory of Deceased American Physicians: 1804-1929 (Arthur W. Hafner, ed., Chicago: American Medical Association, 1993) que contiene los obituarios de todos los galenos estadounidenses miembros de la Asociación Médica; sin embargo, el personaje en cuestión sí existió (véase "Departures for Europe", New York Times, 10 de septiembre de 1879, p. 2).

8. Está claro que Rawson pretende que esta experimentación con el hachís en Nueva York sea incluida en el viaje de 1853 y no la década 1870, porque habla en el mismo contexto sobre el triunfo de esta “encantadora y joven viuda de veintidós o veintitrés” en la sociedad. El uso de la frase "bajo el cuidado de" para describir la relación entre H.P.B. y Rawson al emplear el alucinógeno es otro esfuerzo sutil del autor para demostrar su “estatus elevado”. Se puede obtener cierta comprensión de dichos motivos al “cuidar de Blavatsky” en esa circunstancia a partir de su historia con el científico John Tyndall (H.P.B. se opuso a éste último por sus ideas materialistas), y a quien Albert expuso al hachís y el opio en Londres hacia 1874 y cuyo objetivo en apariencia era alcanzar el éxtasis: “Describí la práctica de esos ascetas que buscan la comunión con lo Supremo en éxtasis, y [Tyndall] dijo que haría cualquier cosa sensata para disfrutar de una muestra de la visión beatífica sobre la que había leído tanto. En un espíritu de diversión, dije que no se necesitaba nada razonable, sino más bien el mayor abandono de la razón, a lo que él asintió con seriedad, y al momento siguiente se echó a reír con toda llaneza (…) Me gustaría, si se admite el espacio, contar nuestras experiencias con el opio y el hachís. Tyndall tomó hachís varias veces y siempre tuvo un sueño agradable, que pareció abarcar muchos años. Dijo: 'Soy mayor que Matusalén. Ahora entiendo a lo que se refería De Quincey cuando dijo que vivió diez, veinte o sesenta años en un sueño que duró sólo unos minutos, luego de ingerir una pastilla de opio. Leí su libro como leemos un romance, pero era la realidad. Así fue como vio Jacob el cielo por encima de su escalera, y cómo San Juan, el revelador, vislumbró las regiones celestiales e infernales” (A.L. Rawson, “John Tyndall”, Free Thought Magazine 12/3 (marzo de 1894), p. 179.

9. Si tuviéramos que buscar en otra parte a nuestro “joven artista estadounidense”, el candidato más probable sería Bayard Taylor (1825-1878). Aunque principalmente fue dramaturgo, poeta y escritor sobre viajes, sus habilidades artísticas se mostraron en las ilustraciones de al menos uno de sus libros. Hoy se le recuerda marginalmente por sus observaciones pioneras acerca del hachís que experimentó en Egipto y Damasco hacia 1852 (sus historias fueron uno de los incentivos que llevaron a P.B. Randolph a probar la droga); además, se interesó en el espiritismo tras presenciar a las hermanas Fox y afirmó haberse convertido él mismo en médium, ensayando con afinidades y espejos mágicos. Sus viajes son paralelos a los que afirma H.P.B.: Europa (1844-1846); California y México (1848-1849); Egipto, Nubia, Jartum, África Central, Palestina, Siria/Baalbek, Malta y Turquía (1851-1852); de Inglaterra a Calcuta y China, y luego con Perry hacia Japón (1852-1853); conferencias en todo Estados Unidos (1853-1855); Europa, Dalmacia, Constantinopla, Rusia Central, Moscú, San Petersburgo y el Báltico (1855-1857); Grecia (1857-1858); secretario de legación en San Petersburgo (1862-1863), donde conoció al príncipe Gortschakoff, y bajo cuyas órdenes- según contó Blavatsky más tarde a un periodista- Helena fue a Nueva York; Europa (1867-1868) y Egipto (1874). Murió en diciembre de 1878 como ministro de Estados Unidos en Berlín, y aparte de sus propias travesías, también elaboró un reporte histórico sobre la exploración de Cachemira, Ladak, Pequeño Tibet y Leh por los hermanos Schlagentweit y otros. No obstante, el inconveniente de nombrar a Taylor como el artista misterioso radica en el hecho de que en ninguna parte menciona a H.P.B. (aunque sus cartas fueron editadas por su segunda esposa luego de morir) y Blavatsky lo ignora, exceptuando el recorte de uno de sus poemas para el álbum que ella conservaba. Sobre el comentario de ésta última sobre el canciller Gortschakoff, consúltese “On The Banks of Cayuga Lake, Ithaca and its Surroundings”, New York Daily Graphic, sábado 9 de octubre de 1875, p. 773. En cuanto al uso del hachís por Taylor y además de las referencias a continuación, véase Taylor, “Chewing Hasheesh in Egypt”, Brooklyn Daily Eagle, 6 de octubre de 1852, p. 1. Respecto a su biografía, ver Marie Hansen-Taylor y Horace E. Scudder, eds., Life and Letters of Bayard Taylor, 2 vols. (Boston: Houghton, Mifflin & Co., 1885) y "Bayard Taylor", Phrenological Journal 19/2 (febrero de 1879), p. 81-83.

10. El odio de Rawson al cristianismo es evidente en los numerosos artículos que compuso para Freethinkers'/Free Thought Magazine durante la década de 1890. Como gran parte de esa literatura, es estridente y casi infantil en su vituperación, más que reflexiva o razonada.

11. Rawson, “A Theosophical Occult Apology", p. 209.
12. Appleton’s Cyclopaedia of American Biography, vol. 5, s.v. Rawson (Nueva York: D. Appleton & Co., 1888). La misma afirmación se puede encontrar en la entrada sobre Albert en el Twentieth Century Biographical Dictionary of Notable Americans (Boston: Biographical Society, 1904), vol. 9. Ambas obras ahora pueden encontrarse en línea. La entrada en Who's Who in America 1899-1900 (Chicago: A.N. Marquis & Co., 1900) tiene la peregrinación a La Meca disfrazada, pero omite la fecha. A este relato de Rawson que se trasladaba como estudiante de medicina musulmana se puede agregar el de Moses Wolcott Redding, un viajero masón de la época que adornaba su libro con placas de señales homónimas y descubiertas en el Santuario de los Patriarcas en Hebrón por Rawson, quien “disfrazado como estudiante de derecho musulmán (Katib o escriba) visitó la antigua mezquita de Hebrón, y realizó bocetos del interior de las tumbas, así como las inscripciones, marcas y artefactos que se cortaron en la pared de diferentes partes de este edificio” (Redding, Antiquities of the Orient Unveiled, Containing a Concise Description of the Ruins of King Solomon’s Cities, Together with Those of Forty of the Most Ancient and Renowned Cities of the East, Including Babylon, Nineveh, Damascus, and Shushan. Embellished with Three Beautiful Lithographs, and Seventy Full-Page Engravings, Nueva York: Redding & Co., 1873, p. 114).

13. Desde luego, casi nada de esto es compatible con ninguno de los diversos escenarios planteados por la propia H.P.B. Según su carta a la Tercera Sección de la policía secreta rusa, ella estaba en Baden Baden para 1853 (Maria Carlson, “To Spy or Not to Spy: ‘The Letter’ of Mme. Blavatsky to the Third Section”, Theosophical History 5/7, julio de 1995, p. 225-231). Sinnett, aunque reconoce las "vergüenzas" de su tarea, la tiene en Egipto por sólo tres meses, durante el invierno de 1848 a 1849, luego en Europa (1850), América (1851-1852), India, Java, Singapur e Inglaterra (1852-1853), y finalmente de regreso a EE.UU. en 1852-1853 (A.P. Sinnett, Incidents in the Life of Madame Blavatsky, Compiled from Information Supplied by Her Relatives and Friends, Londres: George Redway, 1886, p. 59-67). Los libros biográficos estándar sobre Blavatsky la muestran partiendo de Inglaterra hacia EE.UU. días antes que los británicos participasen en la Guerra de Crimea (marzo de 1854-febrero de 1856), pero los bocetos de Rebus (1883) sobre la vida y trayectoria de Helena -a los que contribuyó su familia- le ubican en Londres durante ese tiempo, cuando se dice que en un teatro de Drury Lane hizo caer un candelabro sobre un lord inglés que acusaba a los rusos de cobardía. Blavatsky fue multada con cinco libras, pero pagó diez al magistrado "en caso que encontrara [al sujeto] por segunda vez” (D.D. Home, “From Moscow”, Religio-Philosophical Journal 36/4, 22 de marzo de 1884, p. 8). Sólo el viaje de 1853 a Estados Unidos puede coincidir de alguna manera con la historia de Rawson, y quizá es el que se menciona en la entrevista que Blavatsky concedió en enero de 1875 (“Se dice que ella visitó este país con un grupo de turistas”; New York Sunday Mercury, 18 de enero de 1875, reimpreso en Blavatsky Collected Writings 1:54-55). Y la cronología de 1853 también encaja con una observación por H.P.B. en The Theosophist para julio de 1883 (p. 258) de que hace 30 años (1853) “nadie más que nosotros se aferró más tenaz o desesperadamente a la última gota de ilusión esperanzadora y feliz que promete la dicha de la eterna unión personal con todos los más cercanos y queridos que perdimos. Un año en EE.UU. -durante una de nuestras visitas a ese país- y una terrible experiencia personal mataron esa vana esperanza y asentó nuestro conocimiento para siempre”. Como se discute con más detalle a continuación, es inútil intentar exprimir los acontecimientos según la narrativa de Rawson El Cairo-París-Nueva York en el período 1848-1849, incluso si ignoramos el aserto de peregrinaciones a La Meca, por la convincente razón de que Albert habría cumplido 19 años en octubre de 1848, mientras señala que en 1849 estaba “asistiendo” a LaRoy Sunderland en una serie de conferencias sobre mesmerismo en el teatro Tremont de Boston (Rawson, “John Tyndall”, Freethinkers’ Magazine 12/3, marzo de 1894, p. 175-179). Éste último daba charlas sobre “patetismo” (su amalgama de espiritismo y mesmerismo) en dicha ciudad desde noviembre de 1849 hasta febrero de 1850 (Sunderland, “The First Lecturer”, Spiritual Age 2/11, 12 de marzo de 1859, p. 2).

14. Véase mi artículo “Albert Leighton Rawson, Initiate of the Brotherhood of Lebanon, Bigamist and Felon, and D.M. Bennett, ‘Foul-Mouthed Libertine’ and ‘Apostle of Nastiness’” (Theosophical History, 2005).

15. El detalle sobre los vínculos de Rawson con Sarah y su matrimonio con Mary y el divorcio subsiguiente se puede encontrar en “Mary D. Rawson v. Albert L. Rawson”, Corte Suprema del Estado de Nueva York, condado Onondaga, Book of Judgments, vol. 8 (31 de mayo de 1864; el “expediente de divorcio de Rawson”). La declaración jurada por Titcomb y varios documentos de divorcio también están impresos en Index (30 de octubre de 1879, p. 523).

16. La denuncia y los siguientes archivos citados proceden del expediente de divorcio de Rawson.

17. Carta de Albert a Sarah desde Pittsford, Vermont, 2 de junio de 1856, expediente de divorcio de Rawson.

18. Carta de Albert a Sarah desde Nueva York, 2 de abril de 1857, expediente de divorcio de Rawson.

19. “Festival at the dedication of Tufts College”, litografía por Rawson, 22 de agosto de 1855. Boston: J.H. Bufford, c. 1855.

20. Peter Hastings Falk, ed., Who Was Who in American Art 1564-1975: 400 Years of Artists in America, tres volúmenes (Madison, CT: Sound View Press, 1999), 3:2712. Las exhibiciones se realizaron del 1 de mayo al 15 de junio de cada año. Rawson no estuvo necesariamente presente mientras el despliegue se llevaba a cabo.

21. Ver A.L. Rawson, "A Bygone Bohemia" (Frank Leslie’s Popular Monthly 41, junio de 1896, p. 96-107). Anna Ballard, desde luego, es la periodista que más tarde escribió al coronel Olcott sobre su entrevista a H.P.B. justo después de su llegada a New York en 1873 (Old Diary Leaves, 1:21). Rawson agrega a nuestro escaso conocimiento de Ballard que ésta fue amiga cercana de la trágica Ada Clare, pasando un invierno en Cuba con ella: “Su vínculo de unión era intelectual y comprensivo, con excursiones ocasionales a mundos ocultos y desconocidos, pero nunca como devotas, sino siempre en calidad de indagadoras que buscaban la verdad. Anna era estudiosa, y bajo la tutela del bondadoso y erudito rabino Morris Jacob Raphall, se convirtió en lectora de hebreo y otras lenguas orientales. Recientemente regresó de una larga estadía en el Lejano Oriente (Ceilán, Birmania, India, etc.) y está felizmente domiciliada en Garden City, ocupada seleccionando gemas de su cuaderno” (p. 103). Charlie Pfaff abrió su Bierstubbe en Broadway cerca de Bleeker (1855) y Whitman, a quien Rawson menciona en su reminiscencia, comenzó a asistir un par de años después, lo que nos permite lograr una aproximación más cercana al tiempo que Rawson estuvo allí. Tal vez sea de alguna importancia -dada la afirmación por Albert de que Blavatsky consumió hachís en Nueva York con él y el doctor Smith luego que Helena arribara a esta ciudad en 1853- que entre quienes frecuentaban el Pfaff incluían a Fitz Hugh Ludlow, cuyo The Hasheesh Eater, Being Passages from the Life of a Pythagorean apareció en 1857, y su anterior “The Apocalypse of Hasheesh” se había publicado de forma anónima en Putnam's Monthly en diciembre de 1856; y asimismo a Bayard Taylor, quien narró sus experimentos con la droga en Damasco y Egipto en 1852 (The Lands of the Saracen, or, Pictures of Palestine, Asia Minor, Sicily, and Spain, Nueva York: G.P. Putnam & Co., 1855) y en un artículo de Putnam's Monthly en abril del año anterior. También durante 1854 el poeta John Greenleaf Whittier publicó su poema "The Haschish". En resumen, para el momento en que se suponía H.P.B. llegó a Nueva York, la ciudad estaba viva con otros viajeros al Cercano Oriente que experimentaron con el hachís, a tal grado que unos años más tarde esta zona se hizo famosa por tener “Hasheesh Hells” donde la droga podía ser disfrutada en paz por clases privilegiadas y educadas. Consúltese "Secret Dissipation of New York Belles: Interior of a Hasheesh Hell on Fifth Avenue", Illustrated Police News, 2 de diciembre de 1876, y H.H. Kane, "A Hashish-House in New York", Harper's 67/42 (noviembre de 1883), p. 944-949. Todo el tema está excelentemente explorado, con reproducción de los textos originales, en “The Fitz Hugh Ludlow Hypertext Library”, http://nepenthes.lycaeum.org/Ludlow.

22. Appleton’s Cyclopaedia y Twentieth Century Biographical Dictionary. El Johnson’s New Universal Cyclopædia: A Scientific and Popular Treasury of Useful Knowledge (Frederick A.P. Barnard y Arnold Guyot, eds., Pittsburgh: Alvin J. Johnson & Son, 1878, vol. 3, p. 1536) agrega el hecho fascinante de que Rawson estuvo "acompañado por su amigo y tutor en este viaje". ¿Quién podría ser éste último? Ciertamente no el “profesor Webster” del Massachusetts Medical College, con quien Rawson afirmó haber estudiado, ya que Webster murió en la horca en 1850 por asesinar a su colega George Parkman y desmembrar el cuerpo en su laboratorio. Denslow, cuya información se deriva de diccionarios biográficos estándar, especifica que el periplo de Albert fue en Yucatán (William R. Denslow, 10,000 Famous Freemasons, Trenton, MO: Missouri Lodge of Research, 1960, 4:13-14), al igual que el bosquejo biográfico de D.M. Bennett que señala que Rawson en algún momento no especificado “llegó a las antiguas ciudades de Palenque y Uxmal en Centroamérica” (Bennett, The World’s Sages, Infidels, and Thinkers, Being Biographical Sketches of Leading Philosophers, Teachers, Reformers, Innovators, Founders of New Schools of Thought, Eminent Scientists, etc., 2ª edición revisada y ampliada, Nueva York: Truth Seeker Company, [c. 1880], 979-982).

23. En la versión de Sinnett, H.P.B. estuvo por primera vez en EE.UU. durante más o menos un año, desde aproximadamente julio de 1851 hasta julio de 1852, tiempo en que visitó Nueva Orleans, Texas y México (Incidents in the Life of Madame Blavatsky, 62-64), y luego visitó ese país nuevamente para una estadía de dos años (1853-1855; Sinnett, 66-67).

24. En la época de los viajes en barcos a vapor (década de 1880), las travesías del reverendo Henry R. Coleman (Light from the East: Travels and Researches in Bible Lands in Pursuit of More Light in Masonry, 1881; Louisville, KY: Author, 1913) le llevaron más de un año (marzo de 1880-agosto de 1881), mientras que Rob Morris, otro aventurero masón, efectuó el recorrido de manera más profesional en seis meses (entre principios de febrero y finales de julio de 1868) y se lamenta de lo fácil que se había vuelto el trayecto en el decenio 1860. Ver Freemasonry in the Holy Land. Or, Handmarks of Hiram’s Builders: Embracing Notes Made During a Series of Masonic Researches, in 1868, in Asia Minor, Syria, Palestine, Egypt and Europe, and the Results of Much Correspondence with Freemasons in Those Countries (1872; 10a ed., Chicago: Knight & Leonard, 1876). En las décadas 1840 y 1850, el recorrido desde Nueva York al Cercano Oriente solo podía tomar diez semanas; véase, por ejemplo, la obra del teniente W.F. Lynch U.S.N., Official Report of the Expedition to Explore the Dead Sea and the River Jordan (Baltimore: Observatorio Nacional, 1852). Lynch salió de Nueva York el 26 de noviembre de 1847 y llegó a Esmirna el 16 de febrero de 1848. Consultar también "An American" (Samuel Irenaeus Prime), "Passages of Eastern Travel" (Harper's, 1856 y 1857) que relata las tribulaciones de sus andanzas por Egipto durante 1855-1856.

25. Burton salió de Egipto en el Hajj a fines de mayo de 1853, y regresó a ese lugar en octubre. Véase Richard Francis Burton, Personal Narrative of a Pilgrimage to El-Medinah and Meccah, 3 vols. (Londres: Longman, Brown, Green & Longman, 1855-1856).

26. La carta de Rawson a H.P.B., aparecida en Isis Develada (2: 313), relata que su período de prueba antes de la iniciación drusa fue "por dispensación especial" reducida a un sólo mes. La Appleton’s Cyclopaedia sostiene que Rawson fue “adoptado como hermano por los beduinos Adwan de Moab e iniciado por drusos en el Monte Líbano”, pero por motivos desconocidos el Twentieth Century Biographical Dictionary omite esta última referencia.

27. Twelfth Annual Proceedings, 1886, Concilio Imperial, Antigua Orden Árabe de los Nobles del Santuario Místico para los Estados Unidos de América (Nueva York: Gran Oriente, 1886), p. 82-90. Estos documentos se citan a continuación simplemente por su número y año.

28. Twentieth Century Biographical Dictionary. Un viaje en algún momento del período también puede ser corroborado levemente por la referencia de Moses Wolcott Redding a un mapa de Palestina de 1856 (sin reproducir), supuestamente dibujado por Rawson, y si existiera habría reflejado quizás los frutos de los periplos de Albert antes de ese punto (Redding, Antiquities of the Orient Unveiled, p. 357). El mapa más antiguo de Palestina por Rawson y que él mismo menciona es uno que llamaba "Lloyd’s Map of the Holy Land", datado en 1866. Ver Rawson, "An Open Letter to Elizur Wright", Truth Seeker (22 de noviembre de 1879), p. 749, 752, el cual no ha sobrevivido. Lloyd's fue editor de muchas cartas geográficas ampliamente distribuidas en ese momento.

29. Véase Burton, Personal Narrative of a Pilgrimage to El-Medinah and Meccah and Edward Rice, Captain Sir Richard Francis Burton: The Secret Agent Who Made the Pilgrimage to Mecca, Discovered the Kama Sutra, and Brought the Arabian Nights to the West (Nueva York: Charles Scribners's Sons, 1990), p. 178-225. Si bien hubo occidentales que realizaron el Hajj antes que Burton, el logro fue ciertamente notable, y en el curso habitual de los acontecimientos habría convertido a Rawson en una celebridad como el capitán, si es que efectuó la peregrinación. El aserto de Albert semejó formularse sólo mucho tiempo después del evento, posiblemente imitando las aventuras de Burton, y al parecer no se jactó en presencia de quienes podrían cuestionarlo. Por ejemplo, Bayard Taylor -a quien Rawson dice conocer de los días en Pfaff's- no menciona a Rawson en su letanía de los occidentales que participaron en el Hajj; véase Taylor, "The Heart of Arabia", Scribner's 3/5 (marzo de 1872), p. 545-557. El indicio más revelador de que Albert está mintiendo es el hecho de que en todos los innumerables bosquejos del modo de vida y las tierras bíblicos que publicó desde fines de la década 1860 en adelante, no incluyó ni una sóla vez representaciones o descripciones de La Meca o Medina, al menos las que he encontrado, y esto a pesar de que más bocetos ya habían sido realizados por otros, sobre todo Burkhardt y D'Ohsson. Véase Andrew Crichton, History of Arabia, Ancient and Modern, 2 vols. (Nueva York: Harper & Brothers, 1868), 2:185-187. Sin embargo, Rawson parece haber hecho tales afirmaciones (Nadirah Florence Ives Osman, "Alexander Russell Webb", http://www.muslim.org/islam/webb1.htm). Osman consigna que Albert “visitó La Meca y Medina, y había sido 'el primer estadounidense en obtener una fotografía de la tumba de nuestro Profeta'” en la segunda locación. El artículo de Osman es de un discurso de 1943 en honor a Alexander Russell Webb, el teósofo con quien Rawson trabajó en la difusión de la Hermandad Musulmana en el decenio 1890, y la autora cita algo sobre el boceto de Rawson, pero no otorga la fuente. El trayecto de éste a La Meca, sin embargo, parece ser pura ficción. Se ha realizado una gran cantidad de investigación histórica para identificar las visitas de viajeros occidentales -especialmente artistas y fotógrafos- a Tierra Santa en el siglo XIX, ya que las descripciones e imágenes disponibles sirvieron para crear la percepción “orientalista” europea y estadounidense del Cercano Oriente. Sin embargo, el nombre de Rawson no aparece en ninguna parte, a pesar de que sus planchas y dibujos de Tierra Santa adornaron muchos viajes y exposiciones bíblicas, comenzando en 1869. Quizás fue considerado como "mero ilustrador" en lugar de "artista". Para los pintores occidentales que viajaron a dicha región en el período, vea la maravillosa colección “Orientalist Art of the Nineteenth Century: European Painters in the Middle East” (http://www.orientalistart.net). Kalfatovic, que ha publicado una lista por año de viajeros estadounidenses a Egipto en el siglo XIX y principalmente de fuentes consulares, tampoco menciona a Rawson, pero sin duda la lista es incompleta. Consúltese Martin R. Kalfatovic, "Nile Notes of a Howadji: American Travelers in Egypt, 1837-1903", conferencia impartida en el St. Catherine's College de Oxford, julio de 1997 (http://www.geocities.com/Athens/Acropolis/1017/nnpap.htm).

30. Las maquinaciones de Hubert, que coincidieron con el nombramiento del príncipe Lucien Murat como Gran Maestre, se discuten en "Masonry in France", Masonic Review (Cincinnati, 1853, p. 217-221). El Calendrier Maçonnique du Grand-Orient enumera a Hubert como chef du secrétariat durante 1851 y 1852, pero también ocupó el cargo a principios de 1853, ya que se menciona como tal en el Bulletin du Grand Orient el 9 de enero de dicho año. Rápidamente imprimió una circular en que exponía los agravios que había sufrido al ser privado del puesto; véase Transactions of the Grand Lodge of the Most Ancient and Honorable Fraternity Free and Accepted Masons of the State of New York, From August 16, A.L. 5853, to June 11, A., 5854 (New York: Robert Macoy, 1854, p. 151, correspondencia recibida del Gran Oriente).

31. Claude, a cuyo nombre se agrega "33e" para indicar su posición en el Rito Escocés Antiguo y Aceptado, figura como chef en el Calendrier Maçonnique du Grand-Orient de 1853 y 1854, y mientras que faltan los volúmenes de los años 1855-1857 en la Biblioteca Masónica Robert L. Livingston en Nueva York, el Freemason’s Monthly Magazine (Londres) a mediados de 1855 suple parte del déficit al imprimir un anuncio del Gran Oriente en febrero de 1855, firmado por “P. Claude, Gran Secretario en Jefe de la Orden”. Se decía que el subjefe de Claude era un tal Chiloret.

32. Faltan los volúmenes del Calendrier Maçonnique de 1878-1882, y el tomo de 1883 muestra a un tal Grimaux en su lugar. Thévenot es notable por derecho propio, debido a sus infructuosos esfuerzos a principios del decenio 1870 para demostrar que el Gran Oriente nunca había permitido que el irregular Rito de Menfis operara como reconocido, y en 1881 por sentarse en la junta de honor que expulsó a Leo Taxil (Gabriel Jogand) de la masonería. Rawson debe haber continuado en contacto con Thévenot, porque este último se encuentra como jefe del templo del Santuario de París en 1888, un asunto puramente ficticio (Fourteenth Annual Proceedings, 1888). Se dice que el "príncipe" Rhodocanakis, que figura en la correspondencia de Yarker con H.P.B., encabezó el templo de la orden en Atenas. Sobre Rhodocanakis, consultar Andreas C. Rizopoulos, "The Three Mancunians: Yarker-Lawrence Archer-Rhodocanakis", Ars Quattor Coronatorum 113 (2000), p. 166-184. Como Rawson, Rhodocanakis era un hombre de confianza.

33. Poore figura en la historia teosófica sólo en 1860 como secretario de la Sociedad Agrícola de Estados Unidos, cuando atestiguó una resolución que nombraba a Olcott delegado a una convención en California (suplemento de Theosophist 2/4, enero de 1880, p. 2). Sobre Poore en general, véase Hugh Y. Bernard, “Wheelbarrow and Gridiron: The Colorful Life of Ben. Perley Poore”, Heredom 3 (1894), p. 7-17, y las entradas sobre él en el Appleton’s Cyclopaedia, el Dictionary of American Biography y American National Biography. Fue un periodista que se convirtió en el consumado informante de Washington como secretario del Comité de Relaciones Exteriores del Senado. Su directorio congresional fue el libro indispensable para hacer negocios con el gobierno federal durante el período, y además compiló y examinó todos los documentos gubernamentales desde la fundación del país, los archivos judiciales de los asesinos de Abraham Lincoln y escribió biografías de muchos dignatarios. Pasó el período 1841-1848 fuera de EE.UU., primero como agregado de la legación estadounidense en Bruselas y luego como agente en París de la legislatura de Massachusetts, reuniendo material sobre la Revolución Estadounidense. Durante el viaje visitó Asia Menor y Egipto, dejando como registro de sus excursiones sólo la mediocridad que escribió al volver: The Mameluke, or, The Sign of the Mystic Tie, a Tale of the Camp and Court of Bonaparte (Boston: F. Gleason, 1852), cuento sobre un noble mameluco y una hermosa judía.

34. A.L. Rawson, “Benjamin Perley Poore”, Thirteenth Annual Proceedings (1887). Thévenot, por supuesto, estaba relacionado con el Gran Oriente, no con el Consejo Supremo del Rito Escocés Antiguo y Aceptado; pero en Francia -al contrario de la situación en Estados Unidos y Gran Bretaña-, cuando menos como tema legal, el Gran Oriente incorporó el rito al alero de su jurisdicción en ese momento, y no hay nada improbable en el hecho de que una persona relacionada con el secretariado de esa colectividad pueda usar sus conexiones para que dos estadounidenses visitantes se inicien en dicha ceremonia, especialmente dado que el propio Thévenot era miembro y un “33e” a partir de la entrada de 1874 en el Calendrier Maçonnique. Una posible lectura del relato de Rawson es que al menos Poore ingresó al Rito Escocés parisino en 1858, y en la misma ocasión recibió el trigésimo tercer grado. Esto no puede ser cierto, y Poore probablemente recibió ese título más tarde en Washington por manos de su amigo cercano Albert Pike. El mismo Rawson era sólo un masón de grado treinta y dos ("Dr. Wilson Exonerated", Masonic World 3/9, febrero de 1886, que cita una declaración jurada de Rawson "32° A.A.S.R."), aunque más tarde obtuvo el grado treinta y tres en el falso rito egipcio de Darius Wilson. Consúltese Rawson’s Egyptian Masonry; An Address Delivered at the Annual Dinner of Oriental Rose Croix Chapter No. 522 at the Elliott House, New Haven, Conn., 14 de enero de 1886 (New Haven).

35. Si bien Poore se convirtió en miembro del Rito Escocés Antiguo y Aceptado en París (Bernhard, "Wheelbarrow and Gridiron", p. 12), no hay indicios de cuándo ocurrió, y ninguno de sus bocetos biográficos señala un viaje a Europa después de 1848. Joseph P. McKerns, de la Universidad Estatal de Ohio y quien escribió su disertación sobre Poore, me ha dicho que en las obras o cartas de éste no se menciona tal travesía. Las propias memorias de Poore, tituladas Perley’s Reminiscences of Sixty Years in the National Metropolis (Filadelfia: Hubbard Brothers, Nueva York: W.A. Houghton, 1886) se limitan a los chismes de Washington. Si Poore nunca estuvo en Europa luego de 1848, entonces todo el pronunciamiento de Rawson es falso. Cualquier esfuerzo por llevar la historia de iniciación de Albert al rito escocés hasta 1848 -o antes- no sólo contradiría la edad de éste último, sino también el hecho de que Thévenot no era secretario en ese momento.

36. Las citas están recopiladas en mi Paschal Beverly Randolph: A Nineteenth-Century Black American Spiritualist, Rosicrucian, and Sex Magician (Albany: SUNY Press, 1995), p. 261.

37. Véanse Johnson’s New Universal Cyclopædia (1878), Appleton's Cyclopaedia (1888), Twentieth Century Biographical Dictionary (1904, publicado originalmente en 1897) y Bennett, World’s Sages (c. 1880). El obituario de Rawson en American Art Annual 4 (1903), p. 144, y apoyándose obviamente en las mismas fuentes, recita otra vez los cuatro viajes. Los 10,000 Famous Freemasons de Denslow, aunque se basan en el anterior, limitan la afirmación a “varios” de esos traslados como hace la propia Egyptian Masonry (p. 8) de Rawson.

38. Isis Develada, 2: 312-313. El reclamo de estadía prolongada en Oriente se repite en Redding, Antiquities of the Orient Unveiled, p. 421, nota al pie ("El profesor Rawson también ha tenido el beneficio de una residencia de varios años en Jerusalén y alrededores"), y en las portadas publicitarias de Henry Ward Beecher, Life of Jesus, the Christ (Nueva York: J.B. Ford, Edimburgo y Londres: T. Nelson & Sons, 1871: “Los mapas fueron construidos y las ilustraciones diseñadas por A.L. Rawson, un artista residente durante años en Tierra Santa y muy familiarizado con sus características”). La misma frase aparece además en las guardas de The Trotting Horse of America; How to Train and Drive Him, por H.W. Woodruff (Nueva York: J.B. Ford & Co., 1871).

39. Ortografía fonética favorecida por reformadores como Rawson.
40. Rawson, "An Open Letter to Elizur Wright", Truth Seeker (22 de noviembre de 1879), p. 749.

41. El reverendo Henry R. Coleman, que conoció a Rawson en Nueva York durante marzo de 1880 y usó láminas de Palestina hechas por Albert para ilustrar su libro masónico de viajes (1881), dice que "el célebre artista ha estado tres veces en Oriente" (Coleman, Light from the East, p. 11). Además, si bien los diccionarios biográficos que datan de 1878-1904 consignan los cuatro recorridos -como hace H.P.B. en 1877-, ciertamente están equivocados y se basan en material fechado, ya que Rawson también se trasladó en teoría una quinta vez al Cercano Oriente para el invierno de 1881-1882 (Eighth Annual Proceeding, 1882, p. 54-55) cuando James Grant, médico del jedive de Egipto, señala de pasada que Rawson estuvo en dicho país el año anterior.

42. Rawson, “An Open Letter to Elizur Wright”, Truth Seeker (22 de noviembre de 1879), p. 749; Eighth Annual Proceedings (1882), 54-55; Tenth Annual Proceedings (1884), p. 49; Fourteenth Annual Proceedings (1888), p. 54-55. Rawson se hallaba de vuelta en Estados Unidos el 19 de enero de 1875 cuando se dirigió a la American Geographical Society.

43. La cronología del período permitirá tal visita. Rawson vivía en Syracuse (Nueva York) en mayo de 1864, cuando le concedieron el divorcio a Mary (archivo judicial). Antes de eso, su tiempo está bien validado por su familia en esa localidad, y además tenemos su afirmación de haber recorrido “los territorios de la bahía de Hudson en 1863” (Appleton’s Cyclopaedia, ó 1861 como dijo al New York Times en 1891), visitado a su madre en Vermont durante el verano del mismo año, y vivido como artista viajero “con el ejército de Oriente y Occidente” en el transcurso de la Guerra Civil y antes de establecerse en Nueva York hacia 1866 ("An Open Letter to Elizur Wright"). Al final del conflicto (mayo de 1865) se encontraba en Washington D.C. donde realizó el grabado de “Grant’s Army Welcome Home, The Grand Review of Grant’s Army in the District of Columbia on May 23 and 24, 1865”. El período posterior a la guerra está igualmente plagado de acontecimientos. Expuso en la Academia Nacional de Diseño en 1867, y nuevamente en 1869, 1871 y 1879 (Maria Naylor, ed., The National Academy of Design Exhibits Record 1861-1900, 2 volúmenes, Nueva York: Kennedy Galleries, 1973, vol. 2, s.v. Rawson), y también encontró tiempo para volver a casarse, probablemente en 1865, esta vez con Cynthia Curtiss y de la cual tuvo otro hijo (comunicación con Evelyn Mills, bisnieta de Rawson, abril de 2003).

44. La evidencia de esta excursión en la década de 1860 realmente proviene de sus consecuencias: el brote de contribuciones y dibujos del Cercano Oriente de Rawson (cerca de una docena) que comienzan a aparecer a fines del decenio, al igual que el Lloyd’s Map of the Holy Land (1866) mencionado anteriormente. Véase, por ejemplo, la obra de Albert The Bible Hand-Book: For Sunday-Schools and Bible-Readers. With One Hundred Fifty Engravings, and Twenty-Five Maps and Plans, 4ª ed. (Nueva York: R.B. Thompson & Co., 1870, copyright 1869). A esto podría agregarse la afirmación, sin duda por el propio Rawson, de haber "ayudado mucho al general Cesnola en sus exploraciones de Chipre" (“Theosophy in New York. Facts about Mme. Blavatsky, Her Powers and Her Religion. Brilliant Bohemian Gatherings at the Lamasery-Intellectual New Yorkers at the Feet of the Marvellous Russian Countess-The Mediums Outdone-Votaries of the Buddhist Teacher-Is She a Freemason?”, New York World, viernes 12 de septiembre de 1886, p. 13). El pintoresco y excéntrico “general” Luigi Palma di Cesnola fue cónsul estadounidense en Chipre desde diciembre de 1865 a 1876, y durante su mandato efectuó excavaciones masivas en la isla reuniendo valiosos tesoros arqueológicos que vendió a museos de todo el mundo. Dado lo que sabemos sobre las actividades de Rawson en la década 1870, su ayuda a Cesnola -si es que existió- debe haberse producido a finales del decenio 1860, pero Albert no aparece en ninguna parte de los escritos por Di Cesnola y ninguna de las numerosas ilustraciones en ellos lleva su nombre (véanse L. Palma di Cesnola, Le ultime scoperte nell'isola di ciprio. Relazione di L. Palma di Cesnola, Turín: Stamperia Reale, 1876; General Louis Palma di Cesnola, Cyprus: Its Ancient Cities, Tombs, and Temples. A Narrative of Researches and Excavations during Ten Years as American Consul in that Island, Londres: John Murray, 1877). Sin embargo, puede haber algo de verdad en la historia, porque una ilustración de Rawson para las excavaciones de Cesnola (Harper's Weekly, 29 de diciembre de 1899) se conserva en la colección de arte de la Biblioteca Pública neoyorquina. Una indicación más específica para la presencia de Rawson en el Cercano Oriente a fines de la década 1860 es un grabado que lleva su firma y titulado “Noureddin Effendi, Governor of Joppa, 1868”, que se incluye en Freemasonry in the Holy Land de Rob Morris (frente a p. 256), y en Coleman, Light from the East, lámina xxxxiii (frente a p. 528). Rawson no acompañó a Morris en su peregrinaje masónico, aunque éste último permaneció en Palestina en 1868, y el bosquejo permite concluir que Rawson estuvo allí para entonces; pero esta implicación se ve mermada pues Albert admitió (Bible Hand-Book) que algunos de sus bocetos de Tierra Santa fueron “mejorados por fotografías”, un alarde que hace sospechar de que un número de esas obras fue realizado a partir de imágenes y no la realidad. Entonces, el grabado de Noureddin Effendi podría reflejar sólo una de las fotografías de Morris, en lugar del trabajo original por Rawson. Sobre ello, un ejemplo de la integridad artística de Albert son sus croquis de H.P.B. en "Theosophical Occult Apology", que dice eran “de la vida real”. En efecto y como el coronel Olcott se dio cuenta hace mucho tiempo (Old Diary Leaves, 1:23, p. 1), dichos esbozos se hicieron a partir de fotografías que encargó Blavatsky mientras estaba en Ithaca, Nueva York, en el otoño de 1875. Otra de las habilidades de Rawson era el “acabado” de fotografías a color, que se decía también poseyó Helena. Véase Rawson, "The Pictured Rocks of Lake Superior", Harper's 34/204 (mayo de 1867), y Hannah M. Wolff, "Madame Blavatsky", Better Way 9/19 (7 de noviembre de 1891), p. 2.

45. Si se tuviera que asignar un motivo para justificar este cambio de eventos, podría encontrarse en los ataques lanzados por D.D. Home contra H.P.B. a fines de la década 1870, quien la acusó de llevar una “vida inmoral en París” hacia 1858. En esta hipótesis y al trasladar a 1853 el encuentro con Thévenot que realmente había ocurrido en 1858, Rawson pudo haber tratado de proteger a Blavatsky por los errores de su juventud, aunque el motivo parece menos convincente desde que Albert escribía en 1892 cuando Helena y Home estaban muertos.

46. Esta es sólo una muestra de las prevaricaciones de Rawson, que podrían extenderse extensamente para incluir, entre otros, sus “grados D.D. y LL.D. (1880) del Christ College en Oxford (Inglaterra), y M.D. por la Universidad de la Sorbona, París” (Twentieth Century Biographical Dictionary, etc.).

¿Era Blavatsky "fumadora de hachís"?: las patrañas de Albert Rawson (1 de 2)

Imagen cortesía de Mutual Art

Los viajes de H.P.B. y la cronología de Albert Rawson: su narración insatisfactoria sobre las andanzas de Blavatsky a comienzos del decenio de 1850

Por John Patrick Deveney
Theosophical History, octubre 2004, vol. 10, n° 4

Una de nuestras únicas fuentes sobre los acontecimientos de la vida de H.P. Blavatsky, y previo a su aparición en Nueva York en la década 1870 -excluyendo, por supuesto, sus propios relatos contradictorios- es Albert Leighton Rawson (15 de octubre de 1829-15 de noviembre de 1902), un hombre cuyas historias referentes a las aventuras orientales de Blavatsky sirvieron no sólo para establecer la bona fide de aquélla frente a las afirmaciones de que fue aventurera, sino también para apuntalar las ínfulas de Albert (y mediante reflexión de las suyas) de “iniciación” y “familiaridad íntima” con Oriente. Helena devolvió el favor dando fe de Rawson como iniciado de la "Hermandad del Líbano". Fue un vínculo de admiración mutua que reforzó el prestigio de ambos y, al menos en el caso de Rawson, contribuyó a cubrir una vergonzosa trayectoria en su currículum.

En 1878 Rawson escribió al Spiritualist de Londres para contradecir una carta de Frederica Showers que cuestionaba si H.P.B. estuvo alguna vez en Oriente:

“En mis visitas al Levante, su nombre [de Blavatsky] se ha encontrado con frecuencia en Trípoli, Beirut, Deir el Kamer, Damasco, Jerusalén y El Cairo. También era bien conocida por un comerciante de Jiddah, quien tenía un anillo con sus iniciales y el cual, según él, fue regalo de ella. El sirviente de aquél, antes conductor de camellos, dice que fue dragomán y camelji para Madame Blavatsky desde Jiddah hasta La Meca. Pregunté al sharif de ésta última, pero no supe nada de ella pues pudo haber estado de incógnito mientras estuve allí por razones prudenciales (1). Hice mi visita como estudiante de teología musulmana y secretario de Kamil Pasha (2), en cuya compañía viajé”.

“No tengo ninguna duda de que Madame Blavatsky conoció muchos ritos, ceremonias e instrucciones practicados -si no todos ellos- entre los drusos del Monte Líbano en Siria, porque me habla de cosas que son conocidas sólo por los pocos selectos que han sido iniciados” (3).

Obsérvese lo bien que está organizada esta defensa. Es una obra cumbre y clásica de desorientación grandilocuente. Sin decir una palabra de que había conocido alguna vez a H.P.B. en el Cercano Oriente, y sin mencionar una sóla fecha que pueda ser verificada, Rawson logra enumerar una plétora de misteriosos lugares orientales (¡incluida La Meca!) donde habían estado sus huellas indiscutibles, y marcando o probando de ese modo la afirmación del autor de haber estado también en dicha zona. Al mismo tiempo y con una deliciosa frase, Albert da fe del conocimiento por Helena de “muchos, si no todos” los misterios drusos, estableciendo así su iniciación de forma condescendiente y demostrando que la de Rawson era superior. Ese testimonio debió haber irritado a Blavatsky (4).

La aserción más fascinante de Rawson sobre las primeras hazañas de H.P.B. es su "Madame Blavatsky: A Theosophical Occult Apology" (1892) (5), donde tiene a la protagonista en El Cairo durante su juventud, contando a la condesa Kazenoff sus investigaciones con ayuda de un "artista estadounidense" y en cuyo transcurso los dos jóvenes aventureros, ambos disfrazados de musulmanes, buscaron y consultaron a Shayk Yusuf ben Makerzi, un encantador de serpientes, y Paulos Metamon, el mago copto. Rawson continúa:

“Fracasó un intento de formar una sociedad para investigación oculta en El Cairo, y Metamon aconsejó retrasarlo.

Madame visitó París en su camino a Nueva York, y comparó notas con Thévenot, Gran Secretario del Gran Oriente en Francia, y asombró a ese francmasón muy erudito y de gran avance por su conocimiento sobre los secretos de los grados en una rama hasta el 33°, y en otra hasta el 95° (6). En 1853 llegó a Nueva York y conoció a algunos individuos, de los cuales casi todos siguieron siendo sus amigos hasta el final”.

“Helena había probado hachís en El Cairo con éxito, y nuevamente lo disfrutó en esta ciudad bajo mi cuidado y del doctor Edward Sutton Smith (7), quien había tenido una gran experiencia con la droga entre sus pacientes en el Monte Líbano de Siria” (8).

Estos son pasajes fascinantes, pero lejos de ser sencillos. La insinuación es lo suficientemente clara para que el "artista estadounidense" anónimo sea entendido como el mismo Rawson, aunque el aserto nunca se hace explícitamente y la conclusión no esté exenta de problemas, sobre todo el fracaso de Albert en su anterior carta al Spiritualist para auto-incluirse en la lista de quienes conocieron personalmente a H.P.B. en Oriente. Sin embargo, si no es el artista y viajero previsto, no hay fundamentos o fuentes ostensibles para los eventos que, en apariencia, relata a partir de su conocimiento de primera mano, y se torna necesario postular un segundo "artista estadounidense" idéntico, transgrediendo el principio de Occam (9). Rawson era artista y uno bueno, con un nombre reconocible desde fines del decenio de 1860 en adelante como ilustrador de tierras y temas bíblicos, una experiencia que es aún más sorprendente porque era librepensador absoluto y despreciaba el cristianismo (10). De este modo y limitándonos a las propias declaraciones de Albert, sólo hay una forma de analizar sus declaraciones cronológicamente:

-Peregrinaje de H.P.B. a La Meca.
-La peregrinación de Rawson a la misma ciudad, disfrazado como estudiante de medicina.

-Las investigaciones de Blavatsky y Rawson sobre los magos del Cairo.
-Encuentro de Helena con Thévenot en París (posiblemente acompañada de Rawson).

-El viaje de Madame a Nueva York en 1853, donde arriba con Rawson o bien permanece a su cuidado luego de llegar, y con el doctor Smith experimentan el hachís.

Este escenario de los dos viajeros en el Cercano Oriente alrededor de 1851-1852 (o en todo caso, anterior a 1853) encaja muy bien con otro testimonio por Rawson que describe su "relación personal con ella que se extendió por más de cuarenta años" (11). Si tomamos esto literalmente y lo combinamos con el hecho de que Blavatsky murió en 1891, la afirmación de Rawson debe ser que la conoció en torno a 1851, presumiblemente en algún lugar del Cercano Oriente. De nuevo, la cronología se relaciona con el trabajo biográfico estándar del siglo XIX sobre este individuo que afirma (y basado obviamente en material que él mismo suministró): “Luego de estudiar derecho, teología y arte, [Rawson] hizo cuatro visitas a Oriente, y en 1851-1852 realizó una peregrinación desde El Cairo a La Meca con la caravana anual, disfrazado como estudiante musulmán de medicina” (12).

Entonces, basándonos sólo en Rawson (o fuentes que se derivan de su propio relato), tenemos a ambos viajeros en Oriente hacia 1851-1852, efectuando por separado el peregrinaje a La Meca con más o menos un año de diferencia, y después pesquisando juntos a los magos egipcios; luego H.P.B. (y tal vez Rawson) pasaron por París conociendo al Gran Secretario Thévenot y terminaron en Nueva York durante 1853 (13).

¿Existe alguna verdad en esto? Dado que en los últimos cien años ha resultado imposible fundamentar las propias historias de H.P.B. sobre sus viajes, tal vez podamos abordar el problema desde otra dirección y llegar a certezas mediante un examen de la biografía de Rawson. Este no es un esfuerzo sencillo, pero puede servir para arrojar cierta luz sobre el problema.

Para empezar, la cronología expuesta anteriormente con Helena y Albert viajando por el Cercano Oriente en 1851-1852, es pura ficción y se demuestra fácilmente porque desde el 15 de septiembre de 1851 hasta el 22 de junio de 1852 Rawson estuvo preso en Nueva Jersey por robo (14). En los primeros meses de 1851 y antes de su arresto, tampoco estaba disponible desde que se "casó" con Sarah J. Lord en algún lugar de Nueva Inglaterra durante mayo de ese año, y vivía pacíficamente en Massachussetts en 1850 como relata su amigo y colega artista William H. Titcomb (15).

Se entiende fácilmente que Rawson haya querido cubrir un período sospechosamente vacío en su currículum (cuando de hecho estaba en la cárcel) cambiando los eventos posteriores a los meses perdidos, y esta debe ser la explicación del aserto de que "en 1851-1852 peregrinó desde El Cairo a La Meca"; pero este escamoteo, si bien puede ponernos en alerta para detectar otras mistificaciones del autor, no significa necesariamente que toda la historia sea falsa. Es muy comprensible que un joven en una situación como la suya busque el anonimato en el extranjero mientras el escándalo de su encarcelamiento se oscurecía, y tal vez sí tuvieron lugar los hechos supuestamente en 1851-1852, pero solo después que él saliera de prisión en junio de 1852. ¿Es eso factible, según lo que sabemos de su vida?

Podemos aprender bastante sobre el paradero de Rawson en ese período a partir de declaraciones juradas y pruebas que presentó su esposa Mary en su acción judicial de 1864 para obtener el divorcio, sobre la base -entre otros aspectos- de que estuvo casado previamente con Sarah Lord en Massachusetts y nunca se separaron.

-La denuncia referida sostiene que Mary “está informada y cree (es decir, no tenía conocimiento personal) que el carácter del imputado [Rawson], luego de su salida de la cárcel estatal y como se mencionó anteriormente, fue muy malo desde el punto de vista ético, que durante los años 1853-1858 residió en la ciudad de Boston y sus cercanías” (16), una acusación que indica que Rawson nunca contó a Mary ningún viaje al extranjero durante el tiempo que estuvo casado con Sarah.

-Por su parte, William Titcomb juró haber conocido “por primera vez a Albert L. Rawson alrededor de 1850. Él era entonces un soltero que se embarcaba con un tal señor Beebee en Cambridge. En el otoño de 1850 fue a Chelsea y se casó en la primavera de 1851 con Sarah J. Rawson. Poco después de eso viajó al oeste [estadounidense] y regresó a Cambridge hacia 1853”.

-El hermano de Sarah, James H. Lord, afirma que ella y su cuñado “comenzaron a vivir juntos en torno a mayo de 1851, en la casa de mi padre en South Reading, Massachusetts (…) De esta forma, residieron en la familia de mi padre por unos tres meses, y se fueron a Nueva York. Regresaron de allí y comenzaron a trabajar en Medford, donde permanecieron dos o tres años. La última vez que vi a Albert L. Rawson en Medford fue alrededor de 1857” (como dejan claro los dos documentos siguientes, esta declaración ambigua significa que durante los dos o tres años anteriores a 1857 la pareja vivía en Medford; antes de eso, el declarante creyó que estuvieron en Nueva York).

-En junio de 1856 Rawson viajaba por Vermont dando conferencias y tratando de vender sus pinturas, y escribía a su esposa Sarah que estaba en el hogar, probablemente en Medford, Massachusetts (17). Él le dice en tono conmovedor que “bese a Bub [su hijo pequeño Arthur] de parte de su papá”, lo cual indica que, a más tardar, Arthur había nacido en mayo o junio de 1856 y Rawson estuvo en casa para ayudar a concebirlo en algún momento de septiembre u octubre de 1855 o antes.

-En abril de 1857 nuestro protagonista se hallaba en Nueva York, en un largo viaje de ciudad en ciudad en la costa oriental para vender sus obras de arte, y nuevamente escribió a Sarah en Medford (18).

-Desde el verano de 1859 hasta la primavera de 1864, en el norte del estado neoyorquino Rawson cortejó a Mary, su segunda esposa; se casó con ella en junio de 1860 y luego vivieron juntos en Siracusa donde tuvo dos niñas, una nacida en junio de 1861 (indicando su presencia allí en septiembre-octubre de 1860) y otra en abril de 1864 (lo que señala su estadía en dicha zona durante junio-julio de 1863).

A estas exiguas declaraciones del expediente de divorcio podemos agregar algunos detalles adicionales:

-En agosto de 1855 Rawson probablemente estaba en el Tufts College de Massachusetts, donde realizó un dibujo conmemorativo para celebrar la ceremonia de dedicación de la escuela el día 22 (19).

-En 1858 exhibió su trabajo por primera vez en la Academia Nacional de Diseño, en su entonces nuevo edificio de 10th Street, Nueva York (20).

-Por un tiempo prolongado y en los años inmediatamente anteriores a la Guerra Civil, Rawson vivía en Nueva York donde frecuentaba Pfaff's Cellar, un salón-sótano, en compañía de otros habitantes de la primera bohemia estadounidense como Walt Whitman, George Arnold, Josh Billings, Mark Twain, Petroleum V. Nasby, Artemis Ward, Henry Clapp, el conde Adam de Gurowski, Albert Brisbane, Stephen Pearl Andrews, el cónsul turco Oscanyan Bey, la brillante Ada Clare y su amiga Anna Ballard (21).

En todo esto no existe mención de un viaje al Cercano Oriente ni travesías extensas, aunque las fuentes biográficas estándar sobre Rawson relatan que éste “también exploró los montículos indios del valle del Mississippi y visitó América Central en 1854-1855” (22), un evento que puede coincidir de algún modo con la propia afirmación de Blavatsky a Sinnett de haber visitado las mismas áreas en un período ligeramente anterior (23).

Un examen acucioso de las fechas pone de manifiesto que hay dos períodos durante la década de 1850 en que se pensaba que Rawson había ido "al oeste" o "Nueva York" -a escondidas de sus suegros y amigos- o donde se desconozca su paradero o no se indique. La primera de dichas etapas fue de 1852 a 1853, en cuya primera parte Rawson todavía estaba en prisión, un hecho que sin duda habría tratado de ocultar a sus amistades; y el segundo periodo comprende desde mediados de 1857 hasta 1858.

Antes de considerar si Rawson visitó el Cercano Oriente durante una de esas fases o ambas, es importante comprender que un viaje "normal" desde Nueva York a aquella región -desadornada con largas travesías paralelas- habría tomado de seis meses a un año o más en el período anterior a que se hicieran comunes los viajes a vapor en la década de 1860, y un mínimo de seis meses a partir de entonces (24). A esto deben agregarse aproximadamente cuatro meses para la peregrinación a La Meca (25), suponiendo que haya ocurrido, y uno o dos meses adicionales para la iniciación de Rawson por parte de los drusos, si es que dijo la verdad sobre ello y en caso que el evento tuviera lugar en esa fecha y no más tarde (26).

En este ajetreado período del decenio 1850 como recluso, padre de familia, bohemio y artista viajero, al menos existen algunos indicios de que Rawson encontró los seis meses o el año necesarios para trasladarse al menos una vez a Europa y el Cercano Oriente, y quizá en dos ocasiones. En el Twelfth Annual Proceedings de la Antigua Orden Arábiga de los Nobles del Santuario Místico (1886), Rawson tradujo y publicó una carta de un tal Zoolfikar Fauzee del Cairo, y el escritor señala:

“Me pregunto si reconoceréis el nombre de vuestro presente corresponsal. Tuvo el honor de sentarse a vuestro lado en la escuela de Fickee Hoseyn ibn El-Homam, en el Centro (Madrasay) El-Azhar (El Cairo) hace treinta y tres años, y cantar el Fathah a coro con toda la clase” (27).

La carta está fechada en abril de 1886. Si es exacta (y la precisión de 33 años indica que el autor está tratando de ser preciso), colocaría a Rawson al menos en El Cairo en la primavera de 1853; a su vez, esa visita puede estar respaldada por la afirmación de Albert -en uno de los diccionarios biográficos estándar- de haber publicado en 1854 un libro, por lo demás desconocido e imposible de encontrar, titulado Vocabularies and Dictionaries of Arabic, Persian and Turkish, posiblemente producto de este viaje (28).

Si hay algo de cierto en la historia de que Rawson estuvo en La Meca, la peregrinación debe haber tenido lugar en esta travesía. La culminación del Hajj (visita al Monte Arafat) se celebra el día 9 de Dhul-Hijah, duodécimo mes del año musulmán, fecha que en 1853 ocurrió el 13 de septiembre, y que constituye una circunstancia bien conocida porque el capitán Richard Francis Burton también hizo el periplo en 1853 disfrazado como médico pathan de India. Así, este relato y en el punto de vista más cínico inspiró la afirmación de Rawson (29). Dado que el calendario musulmán es lunar y hace que el Hajj caiga once días antes cada año, y dado que H.P.B. aparentemente había permanecido en La Meca antes que él, en este escenario Helena habría estado en dicha locación a principios de septiembre de 1852, fines de agosto de 1851 o en momentos correspondientes en años aún anteriores.

Así, con un ajuste de fechas para compensar su tiempo como huésped del estado de Nueva Jersey, la historia que contó Rawson sobre las aventuras de H.P.B. en Cairo, el artista estadounidense y su posterior paso por París camino a Nueva York parece encajar en el primero de los períodos vacíos (1852-1853) en la cronología de Rawson.

¿Y qué pasa con Thévenot? Esta luminaria, según cuenta Rawson y como se recordará, era “Gran Secretario del Gran Oriente” y a quien Blavatsky supuestamente asombró en París con su conocimiento de la elevada tradición masónica. Sin embargo y desafortunadamente para Rawson, Thévenot sólo asumió dicho cargo en 1860.

La posición de Gran Secretario en la mayoría de las jurisdicciones masónicas de habla inglesa es preferente y elevada. En el Gran Oriente francés del decenio 1850, la aproximación más cercana desde el punto de vista del rango masónico era el chef du secrétariat, una persona de considerable poder ya que su cargo por lo general era permanente, mientras que los oficiales más exaltados del Gran Oriente iban y venían con más frecuencia según los caprichos de la política masónica. En 1851 un advenedizo llamado A.M. Hubert logró convertirse en chef du secrétariat, reemplazando a un tal Pillot que había ocupado esa posición durante 20 años (30). Hubert duró hasta principios de 1853, cuando a su vez fue destituido y reemplazado como chef por un hombre llamado Claude, que ocupó el puesto al menos hasta 1855 (31). Tras la partida de Claude, dicha plaza parece haber estado vacante, y sólo en esa situación durante 1858 aparece el nombre de Thévenot, no como chef du secrétariat sino más bien premier commis, es decir, “primer comisionado” (agente principal u oficinista) del secretariado. Thévenot finalmente devino chef hacia 1860 y continuó así al menos hasta 1877 (32).

Thévenot, por lo tanto, no estaba en una posición oficial en 1853 para sorprenderse con H.P.B. mientras pasaba por París en su trayecto a Nueva York, y la cronología simple de Rawson -si queremos rescatar alguna parte de su historia- debe ser “ajustada” no sólo para tener en cuenta su tiempo en la cárcel, sino además para hacer algo con Thévenot.

Hay una pieza final de la cronología del período que puede sernos útil en este aspecto. Rawson dice lo siguiente en su obituario sobre Benjamin Perley Poore (33), un amigo y miembro simpatizante de la Antigua Orden Arábiga de los Nobles del Santuario Místico:

“[En] 1858, en París y acompañado por este escritor, él [Poore] fue nombrado miembro de los cuatro cuerpos del Rito Escocés, a través de los servicios amistosos del Gran Secretario Thévenot. Su ascenso al 33° se ganó con nobleza y fue recibido con gracia” (34).

Poore era muy conocido como periodista y conocedor de Washington, y dado que presumiblemente muchas personas habrían estado familiarizadas con su vida y dispuestas a enmendar errores, la afirmación por Rawson de estar en París en 1858 suena a verdad, a pesar de que Thévenot era sólo comisario del secretariado en ese momento (35).

Si, como parece probable, Rawson estuvo en París durante 1858 según menciona, y en un momento que Thévenot al menos se hallaba relacionado con el secrétariat du Grand Orient, debemos considerar las consecuencias para la biografía de H.P.B. ¿Podemos recuperar algo de su asombrado Thévenot en 1853 (que se ha demostrado imposible), adelantando ese evento a 1858 (cuando Rawson estaba allí tratando con el mismo dignatario), o quizás deberíamos transponer toda la secuencia de los acontecimientos de 1853 (La Meca, El Cairo, magos, París, Nueva York) hacia ese último año? En otras palabras, ¿ocurrió realmente en 1858 el viaje en que Helena “visitó París de camino a Nueva York y comparó notas con Thévenot, Gran Secretario del Gran Oriente de Francia”?

Sabemos por otras fuentes que la propia H.P.B. permaneció en París en 1858, porque ese es el período cuando se familiarizó con el médium D.D. Home, aunque nunca lo conoció (36), y es tentador manipular las fechas de Rawson (que como hemos visto son flexibles en cualquier caso) para combinar ambas visitas a Thévenot y ubicarlas en 1858. Dada la oscuridad de éste último que trabajaba -como imagino- en un despacho interno del Gran Oriente, y más bien a modo de subalterno mal pagado como una de las novelas más oscuras de Dickens, siempre me ha parecido improbable que alguien lo eligiera para una visita, y mucho menos que dos personas que se conocían bien y viajaron juntas le hubieran buscado separadamente y en distintas ocasiones con cinco años de diferencia.

Para seguir la primera rama de esta hipótesis -que Rawson, por alguna razón, cambió a 1853 toda la serie de eventos (La Meca, El Cairo, magos, París, Thévenot, Nueva York) que realmente ocurrieron cinco años después- debemos examinar un poco más de cerca la propia cronología de Albert para ver si de hecho visitó el Cercano Oriente en el período 1857-1858 cuando pareció arribar a París. Como hemos visto, la cronología general de los eventos de su vida parece permitir ese traslado entre 1857-1858, pero la pregunta sigue siendo si de hecho lo llevó a cabo.

Para responder a esto, es necesario averiguar cuántas veces Rawson visitó esa región efectivamente; sin embargo y como ocurre con todas las cuestiones examinadas aquí, ese problema no es sencillo. Los bocetos biográficos estándar de Rawson, publicados a partir de finales del decenio 1870 en adelante, establecen que aquél realizó cuatro periplos a Oriente (37). En 1877 los escritos de Blavatsky comprobaron este guarismo y su viaje a La Meca, y agrega que Rawson pasó "muchos años" en el Este: una afirmación que se hace con frecuencia, pero difícil de justificar dada la cronología ya descrita:

“Fuera de Oriente nos encontramos con un iniciado (y sólo uno) que, por algunas razones que él mismo conoce, no oculta su iniciación en la Hermandad del Líbano. Es A.L. Rawson, viajero erudito, artista y profesor de Nueva York. Este señor ha pasado muchos años en Oriente, visitado Palestina cuatro veces y viajó a La Meca” (38). El propio Rawson afirmó en 1879 (39): “He estado bastante bien en este país, visto las mejores partes de Europa y hecho cuatro viajes a Egipto y Palestina” (40).

Si estos cuatro viajes son reales y existen problemas con la afirmación (41), entonces ¿cuándo ocurrieron? Sabemos o podemos deducir con bastante certeza que, además de los posibles periplos en 1852-1853 y 1857-1858 que analizamos aquí, Rawson también permaneció en el Cercano Oriente en el verano de 1874 (42) y parece haber llegado otra vez a esa zona en algún período durante el decenio 1860 (43), probablemente 1866-1868 (44). De este modo, si Albert realizó cuatro viajes a Oriente en la etapa relevante -como dicen él y Blavatsky-, las expediciones deben ser 1852-1853, 1857-1858, 1866-1868 y 1874: una cronología que, al menos por cuestión de lógica, permitiría que la cadena de acontecimientos La Meca-El Cairo-magos-París-Thévenot-Nueva York ocurriera durante el segundo recorrido de 1857-1858. Sin embargo, si bien esta solución resolvería al menos el problema de Thévenot de alguna manera -pues al menos tenía alguna conexión con el secretariado en 1858-, creo que genera otras dificultades insuperables. La más significativa es el hecho, bien establecido por la familia de Blavatsky, de que en 1858 ella no fue de París a Nueva York para experimentar el hachís con Rawson y el doctor Smith, sino que regresó a Rusia para asombrar a su parentela con los trucos del espiritismo y las mesas giratorias [que más tarde ella desmontaría en EE.UU.].

¿Y si trasladamos sólo el viaje a París y el encuentro con Thévenot a 1858? Una vez más, desde un punto de vista puramente lógico y dada la serie de eventos aquí esbozada, sería posible mezclarlos y tomar el trozo de la historia de Rawson en 1852-1853 que ha demostrado ser imposible de digerir (visita de H.P.B. a Thévenot) y moverla a 1857-1858, donde podría encontrar más fácilmente un sitio y dejando intactas en 1853 las aventuras del Cairo y el traslado a Nueva York (45). Este ejercicio tiene la belleza de explicar la absoluta improbabilidad de que dos viajeros que se habían conocido largamente y con algo de intimidad en El Cairo y Nueva York (y tal vez el suroeste de Estados Unidos, México y América Central) debían estar en París el mismo año sin saberlo entre ellos, mientras uno busca al oscuro francmasón que el otro (según Rawson) visitó cinco años antes. Todo esto es seductor, pero no constituye historia.

Los miembros de jurado estadounidenses son instruidos en sus deliberaciones con la vieja máxima legal falsus in uno, falsus in omnibus (“un mentiroso en un asunto miente en todo”), y se les permite -pero no exige- no creer en nada dicho por una persona que haya dado falso testimonio, incluso si no se contradice. El precepto es una guía segura aunque estéril para tratar con las ficciones biográficas respecto a H.P.B. y los cuentos de Rawson, pero si se aplicara estrictamente a las cuestiones discutidas aquí, nos llevaría a descartar por completo los relatos del segundo. Fue falso en sus fechas (para cubrir su tiempo en prisión); casi con certeza mintió acerca de las peregrinaciones a La Meca; también engañó por razones que no están claras en su historia de Blavatsky y Thévenot (46) y ciertamente estaríamos justificados en rechazar todo su relato, perdiendo de una sóla vez todo lo que durante años creíamos saber sobre el joven artista norteamericano, Paulos Metamon, el encantador de serpientes y el hachís en Nueva York durante los años 1850.

No obstante, este repudio total parece extremo e injustificado, a pesar del hecho de que cualquier metodología histórica que desapruebe sólo las afirmaciones probadas como mentiras -manteniendo el resto- descansa sobre un terreno inestable, pues todo descubrimiento nuevo e imprevisto puede falsificar otra afirmación en el testimonio del mentiroso. Pese a ello, aquí no tenemos el consuelo de tratar con un individuo honorable, cuyos errores son lapsus de memoria o percepción. Dada la pobreza de nuestras fuentes, debemos tomar testigos de la vida de H.P.B. tal como las encontramos con sus imperfecciones o abandonar todo el esfuerzo. Rawson no es un testigo perfecto ni mucho menos; sí fue un sinvergüenza, pero al parecer uno con conocimiento directo de los eventos que relata y la oportunidad de haberlos presenciado -si ajustamos su cronología al período 1852-1853 e ignoramos a Thévenot-, e incluso el obstáculo del encuentro de Helena con Thévenot en 1853 posiblemente pueda evitarse si asumimos (¡otra suposición más!) que Rawson usó el título de “Gran Secretario” para aquél pues dicho honorable se convirtió más tarde en chef du secrétariat.

Por lo tanto, después de todo quizá permanezca algo de la historia según Rawson, aunque las suposiciones y ajustes que nos vemos obligados a hacer para dar cuenta de las afirmaciones falsas deben dejarnos con dudas sobre todo el relato, y con una sospecha perdurable y convincente de que perdemos algo de crucial importancia en la relación entre Rawson y H.P.B. y la biografía general de ésta última. Muy claramente, aquí está sucediendo algo -y de gran importancia para los historiadores- que ni Blavatsky ni Rawson querían que se revelara: Quod tanto impendio absconditur, etiam solummodo demonstrare destruere est ("incluso es destructivo mencionar lo que está oculto con tanto cuidado"; Tertuliano; epígrafe de Le Compte de Gabalis, 1671).

Por lo menos, esta excursión a través de las minucias biográficas de Rawson en la década de 1850 debería servir como advertencia contra la aceptación de afirmaciones estándar sobre la vida de H.P.B. y un estímulo para investigaciones más detalladas.

Quiero agradecer al personal de la biblioteca y museo masónicos Chancellor Robert R. Livingston en Nueva York, del cual tengo el honor de ser fideicomisario, y especialmente a su director Tom Savini y la bibliotecaria Georgia Hershfeld, cuya colaboración ha sido invaluable en la preparación de este trabajo.