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26 de enero de 2022

Doce enseñanzas teosóficas fundamentales


"La Teosofía no es un candidato nuevo para la atención del mundo, sino sólo la reafirmación de principios que se han reconocido desde la infancia de la humanidad".

-Maestro K.H.


01. La Teosofía postula la existencia de un Principio Divino, Absoluto, Infinito y Omnipresente que es el origen y sustrato de todo, la Causa sin Causa y Raíz sin Raíz, siendo así un principio impersonal, inmutable e incondicionado. Es la Realidad "eterna e irrepetible" que se encuentra más allá de toda definición e intento descriptivo, y es AQUÉLLO a lo que se hace referencia en el hinduismo como Brahman o Parabrahm, en el budismo como Adi-Buddhi y Ain-Soph entre los cabalistas. No es una "persona" ni "ser" de ninguna clase, pues sería engañoso y falso representarlo como "Dios", ya que tampoco se trata de eso. Se puede hablar mejor de ello como la ENERGÍA o CONSCIENCIA infinitas que son y están en todo.

02. Toda la Vida es única y divina. Cada ser vivo es divino y espiritual en su esencia más íntima o su verdadero Ser. En la parte más elevada de nuestra constitución (Ser Superior), cada persona es literalmente el Brahman mencionado anteriormente.

03. Existen muchas almas y sólo un Espíritu. Todos somos almas individuales, pero en nuestra constitución más elevada todos somos literalmente uno y lo mismo, por cuanto no poseemos espíritus individuales. "Así como el mismo Sol brilla sobre cada cuerpo en esta Tierra, así el mismo Espíritu brilla e ilumina cada alma" (Krishna en el "Bhagavad Gita"), y nuevamente esto representa al Brahman ya descrito.

04. El Universo es una manifestación cíclica y periódica que nace del Principio Divino mediante evolución (no creación), y así este Universo permanece y progresa durante un tiempo increíblemente largo, para luego desintegrarse de forma gradual y desaparecer reabsorbiéndose en Brahman. Finalmente y durante un periodo análogo al de su existencia previa, renace en un nivel más elevado que el anterior.

05. El Universo y todo lo que contiene está en permanente evolución. El progreso de la materia y las formas objetivas es innegable, pero el aspecto más importante en esto es el desarrollo gradual de las entidades invisibles e internas (almas) a través de esas coberturas materiales. Nosotros descendimos a este plano físico como una "chispa divina" y nos abrimos paso en el ámbito humano al experimentar los reinos mineral, vegetal y animal en el pasado. En la presente etapa, el objetivo es adquirir conciencia sobre nuestra verdadera naturaleza espiritual.

06. Las entidades humanas poseen una naturaleza séptuple, es decir, cada persona consta de siete "principios" o componentes. Tres de éstos son inmortales y perduran de vida en vida, mientras que los otros cuatro duran sólo una existencia y se renuevan con cada nacimiento sucesivo. La Tríada Superior consiste en: (1) nuestro Ser Divino, el Espíritu eterno y puro llamado Atman en Teosofía; (2) nuestra Alma Espiritual -o vehículo para la radiación de la luz de dicho Espíritu- llamada Buddhi, y (3) el alma humana individual, sinónimo con "mente"; éste es nuestro Ego (en el verdadero sentido de la palabra), el "yo" o individualidad permanente, la parte que reencarna y denominada Manas.

El Cuaternario Inferior se compone de: (1) la naturaleza pasional o elemento del deseo, descrito en sentido figurado como "alma animal" y conocida como Kama; (2) la naturaleza, fuerza o energía vital que nos mantiene vivos durante la encarnación física, llamada Prana; (3) el cuerpo astral, marco y molde sutil e invisible, sobre y alrededor del cual se construye el cuerpo físico, también descrito como "cuerpo energético" -o vía por la que fluye Prana hacia nuestra cobertura material- y denominado Linga Sharira, y (4) el cuerpo físico que en realidad no es más que nuestra capa exterior y el vehículo durante la vida para la manifestación de todos los demás principios, llamado Sthula Sharira.

07. La reencarnación es el medio evolutivo para el alma humana. El cuerpo físico y la personalidad que tenemos hoy son sólo algunos de los muchos que hemos ocupado a lo largo de nuestra larga odisea de aprendizaje. En el esquema general, esta vida presente equivale sólo a un capítulo o página en todo el "libro de vidas" de nuestra alma, y asimismo las circunstancias, situaciones y condiciones de cada existencia fueron formadas por nuestras acciones previas, independiente de si estábamos conscientes o no de ello. En el pasado creamos nuestro presente, y en la actualidad forjamos el futuro; nadie puede escapar de la reencarnación, pues se trata de una Ley de la Naturaleza. El ciclo de nacimiento, muerte y renacimiento sólo llega a su fin cuando el individuo ha alcanzado la verdadera perfección espiritual, la libertad de todo deseo, y se reúne conscientemente con lo Divino que puede ser llamado Nirvana, Moksha o "reabsorción en Brahman".

08. Toda la vida está gobernada por la Ley de Karma, y todo en el Universo se halla bajo su dominio. Esta es la regla infalible e increíblemente amplia de causa y efecto, acción y reacción, secuencia y consecuencia. Lo que sembramos se cosechará eventualmente, y lo que se recolecta fue plantado con anterioridad. Este es el camino, medio y método por el que el Universo mantiene su armonía y equilibrio, lo cual sería imposible a menos que la Gran Ley ajustara constantemente la acción a la reacción, y viceversa. Es una norma perfecta e inalterable, impersonal y justa. En realidad no hay injusticia, pues cada uno de nosotros recibe exactamente lo que merece para bien o mal. La Ley de Karma es el destino creado por uno mismo. De igual forma, karma y reencarnación están inextricablemente unidos y se explican mutuamente.

09. Lo que llamamos "muerte" es en realidad una transición o un cambio de estado; nuestro verdadero ser nunca muere. Cuando ocurre el fallecimiento, dejamos en la Tierra nuestros cuerpos físico-astral y la fuerza de Prana. Posteriormente ingresamos en lo que podría llamarse "plano astral" o atmósfera psíquica que rodea el plano tangible, y denominada Kama-Loka en Teosofía. En ese lugar nos hallamos inconscientes con un estado de aturdimiento o sueño, y experimentamos el proceso de separación de nuestra naturaleza inferior/mortal de aquélla superior e inmortal, y cuando esto se completa, decimos que ha ocurrido la "segunda muerte". El principio de Kama y los elementos inferiores, terrenales y sensuales de Manas permanecen en Kama Loka como un caparazón inconsciente y sin alma que eventualmente se desvanece o desintegra. Mientras tanto, el alma entra en "gestación" o un lapso de profunda inconsciencia e inactividad, antes de despertar al fin en el "nivel celestial" que en Teosofía se llama Devachan y no es un lugar ni ubicación, sino un estado. Es el "cielo" para los sueños del individuo, creado de modo involuntario a partir de su propia conciencia, y que representa perfectamente el tipo de vida futura en que creyó, pensó y esperó durante su pasar terrenal. El estado devachánico dura exactamente de acuerdo con la cantidad o fuerza de Karma positivo acumulado por el individuo durante la última existencia, y tras ello inevitablemente tiene lugar la reencarnación. A menudo las almas muy materialistas y orientadas a la sensorialidad reencarnan bastante rápido, pero para otros el período de Devachán puede durar décadas, siglos o incluso miles de años.

10. La Teosofía postula que prácticas como espiritismo, mediumnidad y canalización son perjudiciales para vivos y muertos. Las almas difuntas no pueden vernos, y aparte de un número muy pequeño de excepciones, es imposible que el alma de una persona fallecida se comunique con quienes permanecen en la Tierra a través de un médium, y tampoco puede ver ni saber lo que está sucediendo en nuestro plano físico. Devachan no sería un estado de perfecta felicidad, paz o alegría si el individuo en esa condición todavía estuviera conectado de alguna manera con el ámbito material. La naturaleza es lo suficientemente sabia para crear un abismo infranqueable entre el estado celestial y el terrestre, de modo que los fallecidos están completamente fuera de nuestro alcance "aquí abajo". Las principales excepciones a esta regla son los muertos por suicidio, asesinato y de modo violento, quienes permanecen en Kama Loka durante el resto de la vida que estaban destinados a experimentar en la Tierra. Es posible que médiums y canalizadores se pongan en contacto con ellos, pero esto es espiritualmente ilegal y puede generar resultados muy graves; por ello, esas entidades deben dejarse en paz y permitirles avanzar sin obstáculos en su eventual camino ascendente. En este caso, lo que se contacta "exitosamente" en sesiones de espiritismo son principalmente "cascarones" inconscientes y desprovistos de alma que quedan en Kama Loka, y debido a que esos remanentes conservan un cierto grado de memoria, pueden repetir de manera automática y ciega algunos detalles e informaciones. Los canalizadores simplemente se engañan al creer que están comunicando con la "persona real", mientras que de hecho es sólo su "cadáver psíquico", los restos desechados de la vieja personalidad. El espiritismo, la mediumnidad y todas las formas de canalización psíquica fueron condenadas de forma unánime por tradiciones espirituales y filosóficas a lo largo de siglos, especialmente en India y Oriente.

11. Se recalca la importancia vital del altruismo, la generosidad, la compasión y llevar una vida de ayuda y servicio para otros. Como teósofos sostenemos que la Hermandad Universal no es simplemente un ideal noble, sino un hecho sempiterno en la Naturaleza. Todo proviene de una Fuente porque el UNO es Todo, y por tanto si vivimos sólo para nosotros, incurrimos en egoísmo. Todos somos parte del conjunto, y no existe separación en el Universo. El deseo personal, la ambición, la codicia y lujuria son formas de egoísmo, la gran maldición en la humanidad y causa de sufrimiento para millones. De esta forma, la enseñanza teosófica tiene en muy alta estima el ideal del Bodhisattva, el sacrificio personal y la renuncia a la dicha eterna para permanecer siempre en la Tierra como un servidor o ayudante desinteresado y eficaz de la especie humana, sin buscar recompensas individuales.

12. Todas las religiones son iguales en su esencia esotérica; de esta manera, existe una enseñanza oculta, filosofía universal o Doctrina Secreta que subyace a cada religión planetaria y es anterior y trascendente a todas ellas, constituyendo la VERDAD misma. Todas las religiones contienen una parte de esa Verdad, algunas en mayor grado que otras. El hinduismo y el budismo son los credos "más verdaderos", pero en su forma popular a veces están distorsionados y son engañosos. En ese contexto, el propósito del Movimiento Teosófico es enseñar la Verdad tal como es, y libre de todas las limitaciones del dogma religioso, la creencia y la teología. La filosofía universal inalterada fue protegida a lo largo de centurias por Iniciados, Adeptos y Maestros de ciertas Hermandades secretas en Tíbet, India y Oriente. Los voluminosos escritos y enseñanzas de H.P. Blavatsky (fundadora del Movimiento Teosófico) presentan y demuestran esta Enseñanza en el grado permitido por aquellos Maestros que fueron sus Instructores. En ocasiones esa "Verdad" que acabamos de mencionar se ha llamado Sabiduría Antigua, Sabiduría Eterna o Conocimiento Divino; de hecho, la palabra "teosofía" se deriva del griego theosophia que literalmente designa ese triple significado.

Los teósofos son perfectamente libres de pertenecer a cualquier religión, pero también saben que en realidad ello no es esencial, ni que se sientan identificados con ningún sistema. Por ello, el lema del Movimiento Teosófico es "no existe religión más elevada que la Verdad".

La Teosofía permite y estimula activamente la libertad de pensamiento/creencia y la autonomía espiritual y mental, dentro de los límites y responsabilidades que conlleva el ejercicio saludable, DESPOLITIZADO y VERAZ de dicha facultad. En caso contrario, esta última deviene sentimentalismo, manipulación y adefagia intelectual.