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28 de enero de 2022

Las mentiras de Paul Johnson sobre Blavatsky y los Mahatmas (2 de 2)

David Pratt
Noviembre de 1997


Contenidos:

04. Chelas y confederados
05. ¿Un “esquema de engaño”?
06. ¿Un “peregrinaje de desinformación”?
07. Testimonio fraudulento vs. genuino
08. Babaji y "toda la verdad"
09. Conclusión


04. Chelas y confederados

Johnson afirma: "Fue realmente precisa la sospecha de Richard Hodgson respecto a que H.P.B. y los supuestos chelas de los Maestros estaban involucrados en un fraude masivo" (ISM 242). Sus asertos sobre qué discípulos y colaboradores de Blavatsky fueron embaucados y cuántos cómplices difieren un poco de otros críticos, porque como Hodgson, Paul considera que Damodar Mavalankar fue uno de sus mayores confederados, mientras que los Coulomb -testigos "estrella" para Hodgson- declararon que era tonto*. Hodgson veía a Olcott como un zopenco crédulo, mientras Paul piensa que se convirtió en confederal luego de su llegada a India. Richard opinaba que Ramaswamier fue un otario, al tiempo que Johnson lo cataloga de confederado.

*Charles Ryan dice que Emma Coulomb "hizo un sólo intento y muy débil para inculparlo [Damodar], aparentemente para reforzar su reputación con Hodgson. En todos sus tratos con Damodar, ella lo calificaba como 'tonto' y no confederado" (BTM 175).

Johnson escribe: "Ramaswamier, Damodar, Pillai, Babaji y Mohini creían (o sabían) la realidad de los Mahatmas, querían ayudar a demostrarlo y estaban dispuestos a usar el engaño para perjudicar al público", en especial respecto a Su verdadero lugar de residencia (ver Gnat); pero si los chelas sabían que los Maestros del Himalaya eran un "mito", ¿por qué habrían recibido cartas privadas en la caligrafía asociada con estos seres supuestamente inexistentes? Si según Paul los chelas pensaron que las misivas fueron escritas por Ranbir y Thakar, obviamente no pudieron ser responsables de ayudar a H.P.B. para "falsificarlas". Entonces, ¿quién miente?

Cuanto mayor sea el número de aliados, mayor será la posibilidad de traición o publicidad; sin embargo, esto aparentemente nunca sucedió. En el escenario de Johnson, jamás fue develado por quienes lo sabían que los indo-tibetanos K.H. y M. eran ficticios, o que Thakar y Ranbir Singh fuesen los "verdaderos" Mahatmas, ni siquiera aquellos chelas que -como dice nuestro "crítico"- luego "desertaron" de la S.T. Babaji acusó a H.P.B. por un tiempo de profanar los nombres de los Maestros al asociarlos con fenómenos ocultos y dijo que había sido abandonada por Ellos. Tallapragada Subba Row, en su exclusividad brahmínica, sostuvo que aquélla fue olvidada por los mismos, pero cuando Helena lo reprendió éste respondía que ella cometió el delito de revelar "secretos de ocultismo" y era hora de arrojar dudas entre la gente (ver CBA 95-6), pero ni Babaji ni Subba Row afirmaron que los Maestros del Himalaya eran una farsa.

Johnson es incapaz de producir un sólo documento que incluso sugiera débilmente que Ranbir y Thakar fuesen la inspiración tras los personajes de M. y K.H., o que ambos regentes indios actuaron como maestros y asesores secretos de H.P.B. El autor alega una conspiración a escala que involucra cartas ilusorias, fenómenos ocultos fraudulentos y numerosas referencias cruzadas de diferentes personas a individuos y eventos supuestamente "ficticios" que habrían requerido enorme planificación y coordinación. No existe evidencia documental de semejante complot; incluso la correspondencia privada entre Blavatsky y quienes supuestamente fueron sus secuaces -o entre éstos últimos- no proporciona ninguna constatación genuinamente incriminatoria (por ejemplo, ver Damodar 467-9, 482-3). Ciertamente es notable que Helena Petrovna parece haber encontrado tantos confederales que estaban dispuestos a trabajar por nada, pues ella rara vez tenía dinero. Aunque Johnson está muy contento de acusar a los testigos de mentirosos y embaucadores pese a la falta total de probanza, nunca entra en muchos detalles sobre cómo pudieron lograrse fraudes y engaños particulares. Los Coulomb al menos se percataron que debían adulterar un poco de evidencia "dura" para respaldar sus denuncias de que H.P.B. planeaba la producción de fenómenos y cartas falsas, pero Johnson en este sentido se está poniendo una hojita de parra...

En septiembre de 1882 Ramaswamier recibió un mensaje de Morya con alusiones a Olcott: “Decidle que con demasiada frecuencia confunde a Upasika [H.P.B.]. Ella es todo lo que él piensa que es, y nada de lo que sospecha. Dejadlo entender el enigma. Ella nunca lo engañó, sino sólo le dejó ignorante de muchas cosas según mis órdenes" (CMS 2:96). Si Paul cree que este documento fue elaborado por Blavatsky, surge la siguiente situación: Ramaswamier, a quien Johnson considera cómplice de ésta, acoge una carta de M. (H.P.B.) con el manuscrito asociado al Morya "inexistente", y diciendo a Olcott -otro de los "cohortes" de Helena- que ella nunca le mintió y en ocasiones ocultaba muchos detalles conforme a las directrices de M. (Blavatsky), ¡para sí misma! Esto es típico de los absurdos a que da lugar la hipótesis de Johnson. Si él cree que esta misiva en particular no fue compuesta por Helena sino un "conspirador", aparece otro contexto igualmente idiota: un fautor anónimo escribe en la caligrafía vinculada con un Mahatma "mítico" a un segundo colusor (Ramaswamier), ¡instruyéndole decir a un tercero (Olcott) que no desconfíe del intrigante en jefe (H.P.B.)! ¡Qué asunto tan complicado deben ser estas tramas!

Es confuso y contradictorio el retrato que hace Johnson del coronel Olcott, un testigo crucial sobre la realidad de los Maestros. Henry tuvo amplias pruebas respecto a la existencia de adeptos pertenecientes a diversas nacionalidades durante los primeros días de la S.T. neoyorquina, y en 1877 atestiguó una visita astral del Mahatma M. que le causó gran impresión (ODL 1: 376-81; OWMB 86-8; HPB 179-80; DTM 159-61). Johnson señala que Olcott parece haber sido un engañado de Blavatsky en los albores de dicha Sociedad, en el sentido de que ésta última lo manipuló deliberadamente con representaciones distorsionadas de sus Maestros, pero que el coronel obtuvo una comprensión considerable sobre Sus naturalezas reales tras la llegada de los fundadores a India (ISM 259).

En India y por varias ocasiones, Olcott vio a Morya en su cuerpo astral y también lo encontró físicamente en Bombay el 15 de julio de 1879*, mientras que para noviembre de 1883 conocía al maharajá de Cachemira, el supuesto "prototipo del Maestro M." No hay dudas de que, en lo referente a Olcott, Morya y dicho gobernante eran dos personas diferentes, pero en "opinión" de Johnson Olcott mentía porque para entonces llegó a ser participante en el supuesto fraude de H.P.B. con respecto a los Maestros tibetanos. Como se ha visto, Paul afirma que Henry estuvo comprometido en la falsificación de Cartas Mahatma a Sinnett en junio de 1883 y también especula que, tras la muerte de Blavatsky, Olcott pudo haber revelado a Annie Besant algunos secretos sobre los Maestros "reales" e "históricos" tras la S.T. (ITM 197-8). A menudo éste era severamente reprendido por los Mahatmas, en especial por su actitud hacia Helena, y en una nota recibida en 1884 Morya escribió: "Henry, estas son vuestras ideas tontas e insanas sobre Upasika [H.P.B.], pensamientos miserables (...) Sois ingrato e injusto, e incluso cruel" (CMS 2: 89-90). Ergo, si Olcott fuera parte del supuesto timo, difícilmente habría sido destinatario de este mensaje.

*Para una crítica mordaz de Daniel Caldwell sobre el doble estándar de Johnson con respecto a los encuentros de Olcott con adeptos, véase Cards, partes 1 y 2.

Johnson asevera que luego de engañar a Olcott durante mucho tiempo con historias sobre Mahatmas "ficticios", Blavatsky finalmente confesó todo en India y le dijo la verdad, es decir, que sus enseñantes tibetanos eran máscaras para las figuras históricas identificadas por Johnson. Sin embargo y en vez de volverse contra ella y exponerla, añade que Henry tomó parte en el fraude y se mostró tan inescrupuloso y deshonesto como se suponía que era Helena; continuó soportando las diatribas vehementes de ella contra sus "chorradas", ¡e incluso se permitió mansamente recibir mensajes falsos en la escritura de maestros "míticos" que lo regañaban por ser injusto con H.P.B.! Las fantasías de Paul quedan anuladas mediante una lectura de Old Diary Leaves y otras obras, y las epístolas que receptó de los Maestros. Como dijo el propio Olcott: “Si se alega que [Blavatsky] era la tramposa colérica, yo debería haber sido el primero en saberlo y también su cómplice. Después de tratar en vano de acusar a mi propio personaje, algunos han presentado la teoría miserable de que mi integridad se salva a expensas de mi inteligencia; en resumen, que si no soy un bribón, ¡debo ser un tonto perfecto! Pero mi pasado demuestra que no he sido ni lo uno ni lo otro” (DTM 4).

En junio de 1883 Olcott acogió una carta por Morya con un acápite adjunto a Subba Row, en el cual este Mahatma reprocha a Tallapragada su actitud deficiente con tal de obtener apoyo para el Phoenix, ni respecto a la rama teosófica en Madrás. Johnson no especifica quién piensa que compuso dichos mensajes, ni si Olcott los recibió de modo paranormal. Concerniente a la entrega de la misiva a Subba Row, M. dice a Olcott: "Hazla pasar de alguna manera" (CMS 2:81); Paul señala que esto parece ser una sugerencia de entregar la epístola en una forma que parezca sobrenatural (ITM 34), y ve ese detalle como indicación de que Olcott estaba "atrapado en una red de engaño" (ISM 261).

Esto representa una exageración grosera, la cual se expone al considerar algunas observaciones pertinentes que hace K.H. sobre la entrega de recados en una carta humorística a Sinnett en agosto de 1882 y con cierto tono humorístico (CMc 230-7 / CM 294-302). Kuthumi asevera encontrarse en una situación embarazosa con respecto a Hume, como resultado de confiar su correspondencia a las manos de M. "El desgraciado se ríe desde ayer", dice, "y para ser honesto me siento inclinado a hacer lo mismo", explicando que como tenían dos discípulos regulares en Simla más uno "irregular" -el candidato Fern-, "concibió la desafortunada idea de ahorrar poder". Edmund Fern era secretario de Hume y durante un tiempo chela de Morya. En septiembre de 1882 dicho Maestro escribió: “Fern fue probado y encontró un Dugpa* completo en su naturaleza moral (...) Si le hubiera insinuado que engañara a su propio padre y madre, habría incluido en el negocio a su ascendencia" (CMc 278 / CM 270)**.

*El significado general de dugpa es cualquier persona que hace travesuras o daños.
**Johnson cita una carta a Fern donde M. comenta que "a alguien de tanta jerarquía en una Sociedad que no tolera ni practica el engaño, no podría importarle pertenecer a nuestra pobre Hermandad que hace ambas cosas, con respecto a sus probacionistas". Johnson ve esto como "una admisión de engaño" (ISM 261), pero olvida señalar que la carta en cuestión es una obra maestra de ironía y que cuando se lee en contexto, el acotamiento anterior adquiere una complexión muy diferente (CMS 2: 142-5).

Kuthumi afirma: “Otra de nuestras costumbres, cuando se corresponde con el mundo exterior, es confiar a un chela la tarea de enviar una carta o cualquier otro mensaje, y jamás pensarlo si no es absolutamente necesario". Continúa describiendo la entrega de tres misivas a Hume, enfatizando que "nadie ha intentado nunca un engaño deliberado, ni a nadie se le permitirá pretender algo por el estilo":

"A Morya di la primera carta, que se encuentra en el invernadero, para que la dejara en casa del Sr. H. mediante uno de ambos chelas regulares. Éste la entregó a Subba Row, porque tenía que verlo ese día; S.R. la pasó de manera común (posteo) a Fern, con instrucciones de dejarla en casa de Hume o enviárselo por [el] correo en caso que temiera que éste último le preguntara, ya que Fern no podía ni tenía derecho a responderle y, por lo tanto, se vería obligado a mentir*. Varias veces D.Kh. [Djual Kul] intentó penetrar [en su mayavi rupa] en el castillo de Rothney [casa de Hume], pero sufría cada vez con tanta intensidad que le dije que lo dejara (...) Fern no la posteó, pero envió a un amigo, su dugpa, para que la depositase en casa y éste la colocó en el invernadero a eso de las 2 de la madrugada. Esto fue sólo la mitad de un fenómeno, pero H. lo tomó por íntegro y se enojó mucho ante la negativa de M., de asumir su respuesta en la misma manera como pensaba [por medios ocultos]. Luego escribí para consolarlo, y le dije tan claramente como podía, sin romper la confianza de M. en relación con Fern, que D.K. no podía hacer nada por él en este momento, y que fue uno de los chelas de Morya que depositó la carta allí, etc., etc. La pista fue lo suficientemente amplia y no se practicó ningún engaño**. Creo que la segunda carta fue arrojada sobre su mesa por Dj. Khool (...) y, como fue hecho por él mismo, era un fenómeno ortodoxo pukka y Hume no tiene de qué alegar. Se le enviaron varias de múltiples maneras, y puede estar seguro de una cosa: por ordinarios que sean los medios por los cuales le llegaron los mensajes, no pudieron ser sino fenomenales para arribar a India desde Tíbet, pero parece que él no toma esto en consideración. Y ahora llegamos a la parte realmente mala, de la que en parte culpo completamente a M. por permitirlo y exonero a Fern, que no pudo evitarlo".

*K.H. escribe en la misma carta: "Cuando aceptamos candidatos para chelas, toman el voto de secreto y silencio respetando toda orden que puedan recibir".

**En una epístola recibida por Hume el 30 de junio de 1882, este Mahatma escribió: "Fue uno de los discípulos de M. que os dejó [mi carta] en el cobertizo de flores, donde entró invisible para todos aún en su cuerpo natural" (CMc 170 / CM 45).

"(...) Fern había recibido una carta mía a través de un chela, con el mandato de hacer que llegara a su destino de inmediato. Iban a tomar desayuno y no había tiempo que perder. Fern tiró la carta sobre una mesa y debió haberla dejado allí, ya que no habría tenido oportunidad de mentir, pero él estaba molesto con H. e ideó otro subterfugio. Colocó la misiva en los pliegues de la servilleta de H., quien en el desayuno la tomó y al parecer accidentalmente la arrojó al suelo, para el terrible susto de 'Moggy' [su esposa] y la sorpresa de satisfacción en Hume. Pero su vieja sospecha se apoderó de él (...) Hume mira a Fern de lleno y le pregunta si fue él quien la colocó allí. Ahora tengo toda la imagen ante mí del cerebro de F. en ese momento. Hay un destello rápido en él: 'esto me salva (...) porque puedo jurar que nunca lo puse allí" (es decir, el lugar en el piso donde cayó). 'No', responde con atrevimiento, 'nunca la puse AQUÍ', agrega mentalmente. Luego una visión de M. y un sentimiento de intensa satisfacción y alivio por no haber sido culpable de una mentira directa (...) En verdad, nuestro amigo [Hume] fue engañado sólo una vez, pero yo pagaría cualquier precio si pudiera recordar el evento y reemplazar mi carta con el mensaje de otra persona. Pero ya veis cómo estoy situado. M. dice que me da carta blanca para deciros lo que yo quiera, que no quiere que le diga una palabra a Hume, ni os perdonaría nunca, dice, si interfirierais entre el castigo del orgullo de Hume y el destino".

De esta manera, queda claro que en opinión de los Maestros no existe engaño implicado en un chela receptor de una "Carta Mahatma" por medios ocultos, dejándola en casa del individuo a quien está dirigida. La falsedad sólo surge si se miente al destinatario acerca de cómo se entregó. K.H. termina con una advertencia a Sinnett: "Seréis el primero en aprobar los caminos transitados y las formas -oscuros y tortuosos como puedan parecer a vuestra mente occidental- en que nuestros candidatos son llevados a la gran Luz cuando sepáis todo. No juzguéis las apariencias, pues podéis cometer un gran error y perder vuestras oportunidades personales de aprender más".

Paul sostiene que Damodar Mavalankar fue uno de los principales confederados de H.P.B., y probablemente se coludió con ella al engañar a Olcott, ¡otro cómplice! (ISM 154). En uno de sus viajes astrales hacia noviembre de 1883, Damodar pensó que había visto a Blavatsky sufrir un accidente y caer de rodillas, lo cual fue confirmado más tarde por un telegrama (Damodar 346-9). Henry vio en esto una evidencia de cómo se desarrollaban los poderes psíquicos de Damodar, y comentó: "Ha habido críticos de perspicacia limitada, pero gran presunción, deseosos que creamos que esto pudo ser una conspiración vulgar entre Damodar y H.P.B. para engañarme; pero no estoy consciente sobre la probabilidad que una mujer obesa de 100 kilos se lastime gravemente la rodilla con el propósito de mentirme, cuando ella pudo estar de acuerdo con Damodar en que éste debió verla realizando algo extraño y sin embargo inofensivo en sí mismo" (ODL 3:36).

Mavalankar también recibió un mensaje de Kuthumi el 27 de febrero de 1884, cuando Helena estaba en Europa (BTT 401-2; Damodar 528; CMS 1:62), y comienza diciéndole que no se sienta tan abatido. ¿Acaso este discípulo se molestó en falsificar una carta para sí mismo en la caligrafía de K.H. para animarse? Dado que Paul L. Kirk y Vernon Harrison no ven ningún parecido entre las letras de Damodar y K.H., quizás en este caso Johnson prefiera abandonar su tesis favorita (explicaciones materialistas y "ordinarias" para todo) y recurrir a la idea de que Thakar o uno de sus colegas poseían poderes ocultos avanzados y necesarios para producir tal fenómeno. Y si pudiera hacerlo una vez, ¿por qué no en muchas oportunidades? Lo único que Paul descarta por completo es que los Maestros teosóficos fueran exactamente quienes dijeron ser y prefiere lanzar acusaciones infundadas de fraude sobre Blavatsky, Olcott y los chelas hindúes que aceptar la existencia de la Hermandad Himaláyica.

Los Coulomb publicaron sus denuncias contra H.P.B. en el Madras Christian College Magazine para septiembre de 1884. Cinco meses después, Damodar dejó Adyar con intención de ir por vía de Darjeeling para reunirse con su Maestro (K.H.) en el Tíbet. A pesar de los informes sin confirmar sobre el hallazgo de su cadáver congelado, la visión "ortodoxa" es que llegó a salvo, pero a Johnson se le ocurre un escenario de mayor dramatismo, o más bien tragicómico. Aparentemente, con el colapso del "mito" sobre los Mahatmas tibetanos y la exposición de Blavatsky como "psíquica fraudulenta" (a ojos de Johnson y los misioneros cristianos en cualquier caso), el mencionado discípulo huyó de Adyar para adquirir una flamante identidad en otra parte, y así nuestro "crítico" escribe:

"¡Ay del pobre Damodar! Todo el período de su apego al Cuartel General había sido en extremo estresante, ya que era el único chela verdaderamente confiable de H.P.B. Cualquiera que fuese la conexión misteriosa entre los Maestros reales y los fenómenos dudosos, el secreto murió con él y Helena; pero mientras ella podía recuperarse, como había hecho en tantas otras pruebas, el honor de Damodar fue destruido y su única salvación era escapar. Motivado por el amor a India y la esperanza de revivir su herencia espiritual degradada, trabajó para los Maestros y obtuvo a modo de recompensa la humillación pública como cómplice de una psíquica fraudulenta; así, no es de extrañar que sintiera que no tenía otra salida más que desaparecer silenciosamente en 'Tíbet'. El destino de Damodar probablemente no fue ni la muerte por congelación -a la que Meade y sus predecesores lo condenan-, ni la gloriosa reunión con los Mahatmas tibetanos como creen los teósofos. En Cachemira o Punjab, fue recompensado por su trabajo con identidad y vida nuevas al servicio de los Maestros reales cuya existencia fue negada por Richard Hodgson" (ISM 257).

¡Al parecer, se le arrancaron los enanos a Johnson en este pasaje! Al contrario de lo que él implica, los Coulomb no acusaron a Damodar de ser cómplice para H.P.B. en la producción de fenómenos fraudulentos; Hodgson sí lo hizo, pero su informe no se publicó hasta diciembre de 1885, 10 meses posteriores a que Damodar abandonase la S.T. En una serie de cartas y artículos, éste último refutó fácilmente la incriminación por dicho matrimonio de haber ayudado a Helena a defraudarlo con cartas falsas. Cualquiera que lea los escritos de Mavalankar con una mente abierta probablemente se sorprenderá por su carácter honesto y sincero, y estará de acuerdo con él en que las denuncias de los Coulomb contra Blavatsky son "tonterías absurdas", una descripción que también puede aplicarse a las elucubraciones de Johnson contra Damodar.

Tampoco existe evidencia sobre las afirmaciones ridículas de Johnson en el diario de Damodar durante los días previos a su partida final para el ashram de su Maestro en abril de 1885 (Damodar 12-15 / ODL 3: 272-6). Este joven tenía muy mala salud cuando dejó Adyar, y Olcott escribe que su delicada constitución se debió al exceso de trabajo, mostraba signos de tuberculosis y comenzó a escupir sangre. Mavalankar esperaba que se le permitiera ir a Lhasa con cierto funcionario tibetano, al cual Olcott no nombra, pero de quien dice "es igualmente conocido en ambos lados de las montañas, y realiza frecuentes viajes religiosos entre India y Tíbet" (ODL 3:270). En otra parte llama a dicho funcionario "un 'Avatari Lama', un prelado tibetano muy influyente y misterioso" (BTM 100). Tras visitar varias filiales de la S.T., Damodar llegó a Darjeeling el 1 de abril de 1885 y acordó los detalles de su travesía a Tíbet con un representante del funcionario. Salió de esa localidad el 13 de abril y se reunió con aquella autoridad el 19 en la capital de Sikkim, y para ocultar su vínculo con esta persona, Damodar recibió la orden de continuar dos días de recorrido y luego esperarla. El 23 Mavalankar dejó a Kabi solo, enviando de vuelta a los culi con su equipaje suntuario y bitácora. Más tarde Olcott habló con el jefe culi, quien dijo que en su viaje de regreso a Darjeeling habían pasado a la persona que seguía a Damodar; el patrón "escuchó posteriormente que el encuentro se había efectuado, y la caravana continuó hacia el paso a través de las montañas" (ODL 3: 278). Henry añade que este chela había llegado a su destino de manera segura y escribió tres veces a dos individuos en India.

El 5 de junio de 1886 Tukaram Tatya de Bombay escribió a Olcott para conocer la situación de Damodar, del cual no se sabía nada desde su partida hacia Tíbet (Blavatsky vivía en Alemania para entonces). Cuando Henry recibió la carta dos días más tarde, encontró un mensaje agregado por K.H. en tránsito:

"El pobre muchacho ha tenido su caída. Antes de estar en presencia de los 'Maestros' tuvo que someterse a las pruebas más severas por las que pasó alguna vez un neófito, para expiar las muchas acciones cuestionables en que participó con extremo celo, trayendo desgracia a la ciencia sagrada y sus adeptos*. El sufrimiento mental y físico fue demasiado para su débil cuerpo, que se resintió bastante, pero se recuperará con el tiempo. Esto debería ser una advertencia para todos vosotros (...) Para desbloquear las puertas del misterio, no sólo debéis llevar una vida de la más estricta probidad, sino aprender a discriminar lo verdadero de lo falso" (CMS 2: 7; Damodar 18).

¿Qué pensaría Johnson de esto? ¿Estaba Thakar Singh tomando tiempo libre de su "conspiración internacional" para tener una última aventura inventando cartas de maestros tibetanos "inexistentes", o fue un engaño perpetrado por Olcott? Si lo sospecha, que busque la opinión de expertos sobre si éste último falsificó esa misiva.

*Referencia al rol de Damodar al engañar a Hodgson, en lugar de decir francamente que no se le permitía hablar sobre ciertas cosas (ver CBA 122).

Blavatsky afirmó recibir un mensaje de Damodar tras su llegada a Tíbet, que lo vio astralmente, y al dictado de los Maestros él compuso algunos pasajes de La Doctrina Secreta, que Sinnett confundió con el manuscrito de Dharbagiri Nath (Damodar 18-20). Un testigo del arribo seguro de Damodar a Tíbet fue Sriman Swamy, quien en una carta publicada en The Theosophist hacia septiembre de 1889 declaró haber visitado esa zona dos veces a partir de 1879, familiarizándose con varios Mahatmas incluidos M. y K.H., quienes confirmaron que ellos y otros estaban interesados en el trabajo de la S.T. y que M. fue guardián oculto de H.P.B. desde su infancia. Continúa: “En marzo de 1887 vi al señor Damodar K. Mavalankar en L'hassa, en un estado de convalecencia. Me dijo ante el Mahatma 'K.H.' que estuvo a punto de morir el año anterior" (MTL 373-4). ¡Quizás a Johnson le gustaría agregar a Swamy a su lista de "personajes ficticios" o "impostores pagados"!


05. ¿Un "esquema de engaño"?

R. Keshava Pillai era inspector de policía en Nellore, y se convirtió en chela probatorio de K.H. en 1882. El 14 de septiembre de 1882 en Bombay y teniendo como testigos a Blavatsky, Emma Coulomb, Tukaram Tatya, Damodar y otro teósofo, Pillai recibió una carta de Kuthumi que cayó desde el techo. En ella, el Maestro deseaba enviar dos de sus discípulos a Simla para "confundir a los escépticos" entre las personas allí reunidas. Aunque contaban con dos chelas en ese lugar, sus votos les impedían dirigirse a europeos antes de su iniciación final. Llamó a "Deb" (otro alumno) a Darjeeling, para remitirlo hacia Simla con misivas destinadas a Sinnett, "las mejores de todas". Preguntó a Pillai si quería asistir con Deb, y agregó que "la tarea es fácil y no habrá mucho que hacer para ninguno de los dos, sino estar en silencio y desempeñar sus papeles con éxito". Asimismo, el Mahatma prometió que si la misión resultaba bien permitiría que a Pillai le enseñaran algunos de sus secretos, y dijo a éste que si colocaba su respuesta tras una estatua de Buda, la encontraría desaparecida luego de unos minutos (CMS 2: 116-8). En un largo relato sobre sus encuentros con Maestros publicados en The Indian Mirror en marzo de 1885 (ICM 24-35; véase también el Informe 87-91), Pillai señaló hacer lo indicado y el mensaje se esfumó.

Esa noche tuvo una visita astral de K.H., quien le dijo en telugu que fuera a verlo más allá del Himalaya. Al día siguiente -15 de septiembre- él y H.P.B. partieron al norte, y el 17 una carta de dicho Mahatma cayó a sus pies en el compartimiento de un vagón mientras viajaba entre Allahabad y Mogul Sarai, un cruce ferroviario cerca de Benarés (Varanasi). La misiva respondió a sus pensamientos y le aconsejó que llevara a cabo las órdenes recibidas de Damodar y Blavatsky. Esto implicó su cambio de nombre a Chandra Cusho y también de vestimenta a una túnica y gorra amarillas; Kuthumi también le aseveró que recibiría más instrucciones de él en Darjeeling por correo postal (CMS 2: 118-9). Pillai se reunió nuevamente con H.P.B. en Allahabad el 18 de septiembre y llegaron a Chandernagore por tren a la mañana siguiente. Allí dejó a Helena y continuó a Darjeeling donde arribó la noche ulterior para encontrarse con Babaji Dharbagiri Nath. Pillai continúa:

"Ambos estuvimos juntos hasta el 28 ídem. Viajamos a caballo y a pie en Bután, Sikkim, etc. (...) A lo largo de estos recorridos, más o menos en Pari o Parchong* en la frontera norte de Sikkim, tuve la buena fortuna y felicidad de ver los benditos pies del más venerado Maestro Kut Humi y a M. en sus cuerpos físicos, el personaje idéntico cuyo cuerpo astral había visto en mis sueños, etc., desde 1869 y durante 1876 en Madrás y el 14 de septiembre de 1882 en la sede de Bombay" (ICM 34-5).

En opinión de Johnson, este es un "paquete de mentiras" y acusa a Pillai de prestarse para su uso en un "esquema de engaño" o "complot" para probar la existencia de los Maestros, mientras se da la impresión de que vivían en Tíbet en vez de India septentrional (ITM 28, 32).

*Phari Dzong está situado en Tíbet, a pocos kilómetros de la frontera noroeste de Bután, en la ruta desde Sikkim a Lhasa.

Poco después, Babaji y Pillai entregaron dos mensajes a Sinnett de K.H. (y no M. como Paul dice erróneamente [ITM 25]). En el recado de presentación, Kuthumi dijo que la otra carta sería suministrada por Dharbagiri Nath, uno de sus jóvenes chelas, y su hermano Chandra Cusho, también discípulo, añadiendo que tenían prohibido estrechar la mano o entrar en casa de alguien sin ser invitados a hacerlo, y que la señora Sinnett no debía dirigirse a ellos puesto que sus leyes religiosas les prohibían hablar con mujeres. También avisó a Sinnett que Dharbagiri recogería su respuesta y podría invitarlo a hablar con él todo lo que quisiera (CMc 253-66 / CM 446-7, 178-91).

Pillai recibió otra epístola de K.H. durante la Convención de la S.T. en Adyar para diciembre de 1883, y comenzaba diciendo: “Espero permanezca el efecto producido en vuestra mente por vuestra conversación con Damodar y no [os veáis] afectado por más 'dudas desafortunadas'. Vivid en el presente para el futuro, y dejad que el tiempo pretérito sea un libro cerrado" (CMS 2: 120). No se explica la naturaleza de estas "dudas", pero Johnson asume que son resultado de instrucciones "extrañas" (por asumir un nombre diferente y llevar prendas amarillas) recibidas en los mensajes previos que databan hace más de un año (ITM 30). Sin embargo, esto no es seguro ya que Pillai explicó en su carta en The Indian Mirror durante 1885 que se vistió con una blusa amarilla de algodón tras dejar Bombay con H.P.B. porque ese era el traje de los chelas, y no con el fin de "dar una apariencia misteriosa al asunto" como había alegado Emma Coulomb (ICM 32). En cuanto a los cambios de nombre, esta es una ocurrencia común en muchas escuelas religiosas, místicas y esotéricas, y apenas constituye evidencia de "engaño" o fuente aparente de "dudas"; no obstante, es muy factible que las incertidumbres de Pillai se refirieran a Blavatsky, en quien no confiaba completamente. Él lo confiesa en una carta a Damodar, y éste en su respuesta fechada el 26 de octubre de 1882 lo reprocha por su actitud hacia aquélla (Damodar 299-302). Esto no respalda la afirmación por Johnson de que Pillai era "cómplice voluntario" de Helena al difundir el "mito" de los Maestros himaláyicos.

Olcott relata un intento previo para encontrar un mensajero hindú a quien K.H. pudiera enviar a Sinnett. Durante su estancia en Amritsar en 1880, Henry y Blavatsky se reunieron con una delegación de samajistes arios, encabezada por Rattan Chand Bary y Siris Chandra Basu.

"[H.P.B.] les hizo una propuesta que condujo a un desafortunado malentendido entre ellos y Helena (...) Hasta ese momento, Sinnett no había tenido la oportunidad de discutir la filosofía mística india con ningún nativo educado, para su pesar y el nuestro. Su correspondencia con Mahatma K.H. continuaba, pero quería reunirse cara a cara con él o con uno de sus alumnos. Al encontrar a Rattan Chand bien calificado para ser tal interlocutor, H.P.B. -como ella nos dijo a él y a mí- y con el consentimiento del Maestro trató de persuadirlo para que fuera con Sinnett como portador de una nota por K.H. y desempeñara el papel de su mensajero. Debía abstenerse de otorgar a Alfred cualquier información sobre él, su nombre, condición y lugar de residencia, limitándose a responder completamente todas sus preguntas sobre temas religiosos y filosóficos; asimismo, Blavatsky le dio la seguridad de que cada idea y argumento necesarios serían puestos en su mente en el instante que fuera necesario. Chand y su amigo Chandra Basu, sin saber hasta qué punto se podía hacer esta transferencia de pensamiento, y al no ver ni al Mahatma ni la carta sobre H.P.B., mostraron el más fuerte rechazo para emprender el asunto; sin embargo, al fin dieron su consentimiento y se fueron a Lahoré para obtener el breve permiso requerido y regresar al día siguiente (...) Durante la jornada ulterior, en vez de su retorno, llegó un telegrama diciendo que se negaban a llevar a cabo el acuerdo, y en una carta establecieron claramente que no serían parte de tal 'acto de engaño', como les parecía. La molestia e indignación de Blavatsky se expresaron enérgicamente y no dudó en llamarlos 'par de tontos preciosos' por desperdiciar la oportunidad que pocas personas habían tenido de trabajar con los Maestros para conseguir grandes frutos; y ella me dijo que si hubieran venido, el mensaje habría salido del espacio justo frente a ellos y todo habría resultado bien" (ODL 2: 252-3).

Olcott no sabía que el 29 de octubre de 1880 K.H. escribió a Sinnett desde Amritsar sobre el incidente anterior:

"Quise que Mme. Blavatsky seleccionara entre los dos o tres punjabees arios -que estudian Yog Vidya y son místicos naturales- a alguien que, sin revelarme demasiado a él, pudiera designar como agente entre vos y nosotros, y de quien yo estaba ansioso por despacharos con una carta de presentación, y hacer que os hablara del Yoga y sus efectos prácticos. Este joven caballero, que es tan puro como la pureza misma y cuyas aspiraciones y pensamientos son del tipo espiritual más ennoblecedor, y que simplemente a través del esfuerzo personal puede penetrar en las regiones de los mundos sin forma-- este hombre no es apto para una sala de estar. Tras explicarle que podría resultar del mayor bien para su país si él os ayudara a organizar una rama de místicos ingleses probándoles prácticamente a qué maravillosos resultados llevó el estudio de Yog, Mme. B. le pidió en términos cautelosos y muy delicados que se cambiara su vestido y turbante antes de partir hacia Allahabad, porque si bien ella no le dio esa razón, estaban muy sucios y descuidados. Debéis comunicar a Sinnett, dijo ella, que le lleváis una carta de nuestro Hermano K., con quien corresponde, pero si os pregunta algo de él o de los otros Hermanos, respondedle simple y sinceramente que no están autorizados a extenderse sobre el tema. Hablad de Yog y demostradle qué poderes has alcanzado.

Este joven, que había dado su consentimiento, escribió más tarde en la siguiente misiva curiosa: 'Señora, usted que predica los más altos estándares de moralidad, veracidad, etc., me haría interpretar el papel de un impostor. Me pedís que cambie de ropa a riesgo de dar una falsa idea de mi personalidad y desconcertar al caballero al que me enviáis. Y si me pregunta si conozco personalmente a Koot'hoomi, ¿debo guardar silencio y dejar que piense que sí? ¡Esto sería una falsedad tácita, y culpable de eso, me arrojarían de vuelta al horrible torbellino de la transmigración!' Aquí tenéis un bosquejo de las dificultades bajo las cuales tenemos que actuar. Impotente para enviaros un neófito antes que se haya comprometido con nosotros, tenemos que detenernos o enviaros a alguien que, en el mejor de los casos, os sorprendería si no inspirara asco de inmediato. La carta le habría sido entregada por mi propia mano; no tenía más que prometer que se callaría sobre asuntos de los que no sabe nada y podría dar una falsa idea, y parecer más limpio. Nuevamente, prejuicio y letra muerta" (CMc 18 / CM 15-16).

Escribiendo a Mohini en París hacia marzo de 1884, Kuthumi arroja más luz sobre las tácticas que a veces adoptan los Maestros:

"Las apariencias recorren un largo camino con los Phelings [occidentales]. Hay que impresionarlos externamente antes de realizar una conmoción interior duradera y regular. Recordad y tratad de entender por qué espero que hagáis lo siguiente: cuando llegue Upasika [H.P.B.], la conoceréis y recibiréis como si estuvierais en India, y ella es vuestra propia madre. No debéis preocuparos por la multitud de franceses y otros. Tenéis que aturdirlos (...) Y saber para vuestra propia motivación que Alguien mucho más grande que yo ha consentido amablemente en examinar toda la situación bajo su disfraz (...) Así la saludaréis al verle y despediréis de ella todo el tiempo que estéis en París, independiente de los comentarios y su propia sorpresa. Esto es una prueba" (CMS 2: 111-12).

E independiente de lo que Johnson piense sobre las observaciones de K.H. respecto a los phelings, el contenido de esta carta es difícil de conciliar con su afirmación de que Mohini era cómplice de H.P.B.


06. ¿Un “peregrinaje de desinformación”?

Como ejemplo de los increíbles extremos a que llega Johnson al creer que Blavatsky estaba preparada para difundir el supuesto "engaño de los Mahatmas himalayos", considérese la siguiente descripción de los eventos que llevaron a su encuentro con M. y K.H. en Sikkim durante 1882, recordando que en opinión de Paul las cartas de Kuthumi pudieron ser compuestas por la propia Helena.

A mediados de 1882 Blavatsky esperaba hacer una visita al ashram de su Maestro en Tíbet, pero el viaje se suspendió a último minuto. En julio de 1882 K.H. escribió a Sinnett: “H.P.B. está desesperada: el Chohan negó el permiso a M. para que la dejara ir más allá de Black Rock, y M. con mucha frialdad la hizo desempacar sus baúles. Intentad consolarle, si podéis" (CMc 203 / CM 116). Poco después Alfred acogió un mensaje de aquélla:

"Mis planes están arruinados. El 'Viejo' [Chohan] no me deja ir y no lo desea. Sale con todo tipo de 'serenatas' sobre malos tiempos: los ingleses andarán tras de mí (porque creen más en los rusos que en los hermanos); su presencia impedirá que cualquier Hermano llegue a mí de forma visible, e invisiblemente puedo apreciarlos desde donde estoy; quería que fuese aquí o en otro lugar, pero no en Tíbet, etc. etc. (...) Tenía todo preparado y se envió desde Calcuta el itinerario completo; M. me dio permiso y Deb estaba listo. Bueno, no me impedirá decirlo ahora al menos desde el fondo de mi corazón: MALDITO MI DESTINO, y os digo que la muerte es preferible. Trabajo, trabajo, trabajo y no hay agradecimiento" (CBA 28-9).

Johnson considera que tal ira y desesperación son "fingidas". En septiembre de ese año Blavatsky estuvo gravemente enferma (¿acaso teatralizó esto también?), en parte debido al estrés emocional por ataques de Hume, y se convertía en una necesidad la ansiada visita a los Maestros. Ese mes, Sinnett receptó otra misiva de K.H. que decía: "En este momento no estoy en casa, sino bastante cerca de Darjeeling, en una lamasería, el objeto fervoroso de la pobre H.P.B. Pensé en partir a fines de septiembre, pero me resulta bastante difícil debido al niño de Nobin*. Probablemente también tendré que entrevistar de modo personal a la Vieja Dama [Blavatsky] si M. la trae aquí. Y tiene que traerla o perderla para siempre, al menos en lo que respecta a la tríada física" (CMc 266 / CM 190-1).

El mismo mes Alfred fue destinatario de un mensaje por M. que se refería a Helena como "una mujer tan enferma que, como en 1877, nuevamente me veo obligada a llevarla" (CMc 278 / CM 270).

*El Chohan había ordenado que el hijo de Nobin K. Bannerjee, un chela en sus 14 años, fuera aceptado como alumno en una de sus lamaserías cercana a Chamto Dzong, a unos 160 kilómetros de Shigatse (ver CMc 248 / CM 292). 

En septiembre H.P.B. escribía a Sinnett: "Me temo que pronto tendréis que despedirme, ya sea al cielo o al infierno, connais pas [no sé]. Esta vez no puedo estar mejor con la enfermedad renal de Bright, y toda la sangre se convirtió en agua con úlceras que se propagan en los puntos menos explorados y más insospechables (...) Todo esto primero traído por la humedad y el calor de Bombay, y segundo por preocupaciones y molestias (...) [El doctor] Dudley pronostica -y lo obligué a decirme esto- que puedo durar un año o dos, y tal vez sólo unos pocos días, porque puedo patear el cubo en cualquier momento como consecuencia de una emoción (...) El jefe [Morya] desea que me prepare y vaya a algún lugar durante un mes más o menos hacia fines de septiembre. Envió un chela aquí, Gargya Deva de Nilgerri Hills, y me llevará no sé a dónde, pero por supuesto es algún lugar del Himalaya (...) Bueno, adiós a todos y cuando me haya ido, si parto antes de veros, no penséis demasiado en mí como una 'impostora', porque os juro que dije la verdad, por mucho que os la haya ocultado" (CBA 37).

Alrededor del mismo periodo, Blavatsky envió otra carta muy similar a sus familiares (HPB 229), y en un recado a Sinnett contó: “Esta mañana me levanté del lecho por primera vez esta semana (...) Leed esto: 'Permaneceré a unos 37 kms. de Darjeeling hasta el 26 de septiembre, y si venís me encontraréis en el viejo lugar (...)' -K.H.'” (CBA 34; la nota con caligrafía del Mahatma fue pegada a la epístola de Helena), y así la Agente de los Maestros dejó Bombay con R. Keshava Pillai el 15 de septiembre.

En un escrito publicado para el semanario Light (9 de agosto de 1884) Blavatsky declaró: “Sólo hace dos años y como puedo demostrar por numerosos testigos, cuando viajaba de Chandernagore a Darjeeling, en lugar de proceder directamente dejé el tren a mitad de camino, fui recibida por amigos con un medio de transporte y pasé con ellos al territorio de Sikkim, donde encontré a mi Maestro y a Koot Hoomi" (CW 6: 272-3). Posteriormente relató a Sinnett desde Darjeeling (9 de octubre de 1882) su alegre reunión con Ellos:

"¡Oh, los benditos y benditos dos días! Era como en los viejos tiempos cuando me visitaba el gato grande [Morya]. El mismo tipo de cabaña en madera, un palco dividido en tres compartimentos para habitaciones, y de pie en una jungla sobre cuatro patas de pelícano; los mismos chelas amarillos deslizándose silenciosamente; el mismo sonido eterno de 'gul-gul-gul' en la inextinguible pipa chelum de mi jefe (...) el mismo entorno para muebles: fundas y almohadas rellenas con cola de yak, y platos para sal, té, etc." (CBA 38). Termina diciendo que había visto a M. otra vez la noche anterior en casa del lama. En un mensaje compuesto al año siguiente para monsieur Bilière, un amigo en París, ella dice:

"Mi Mahatma y Gurú me parchó dos veces. El año pasado los médicos me condenaron. Tuve la enfermedad de Bright en la última fase (...) Fui a Sikkim, a la entrada de Tíbet, y allí mi amado Maestro reparó riñones e hígado, y en tres días estaba tan sana como siempre. Dicen que fue un milagro, y Él sólo daba una poción para beber siete veces al día de una planta himalaya" (Guide 395).

En un envío para Sinnett durante octubre de 1882, K.H. señaló: “Ella [H.P.B.] está mejor y la dejamos cerca de Darjeeling, pues no está segura en Sikkim. La oposición Dugpa es enorme, y a no ser que dediquemos todo nuestro tiempo a vigilarla, la 'Vieja Dama' se afligiría” (CMc 286 / CM 445-6). En otra misiva recibida el mismo mes y caligrafiada desde el monasterio de Phari Dzong, Kuthumi se refiere así a la visita de Upasika:

"No creo que me haya conmovido tanto con lo que presencié en toda mi vida, como lo estuve con el arrebato extático de la pobre y vieja criatura cuando nos encontró recientemente en nuestros cuerpos naturales -a uno y después de tres años al otro- en cerca de dos años de ausencia y separación físicas. Incluso nuestro flemático M. perdió la compostura ante tal exposición y de la que fue el héroe principal. Tuvo que usar su poder y sumergirla en un profundo sueño, pues de lo contrario ella se habría reventado algún vaso sanguíneo incluyendo los riñones, el hígado y sus 'interiores' (...) ¡en sus delirantes intentos por aplanar la nariz contra Su manto de montar embadurnado con barro Sikkim! Ambos nos reímos; sin embargo, ¿no podríamos sentirnos de otra forma sino enternecidos? Por supuesto, ella es totalmente inadecuada para ser un verdadero adepto: su naturaleza es apasionadamente afectuosa y no tenemos derecho a caer en sentimientos y apegos personales. Nunca podéis conocerla como nosotros; por lo tanto, ninguno de vosotros podrá juzgarla imparcial o correctamente (...) Según vuestra opinión, en el mejor de los casos H.P.B. es (...) una mujer extraña y pintoresca, un enigma psicológico; impulsiva y bondadosa, pero no exenta del vicio de la mentira. Nosotros, por otro lado, bajo ese atuendo de excentricidad y locura encontramos una sabiduría más profunda en su Ser interior de lo que jamás podríais percibir (...) os doy mi palabra de honor que ella nunca fue embustera, ni ha pronunciado alguna vez una mentira intencionalmente, si bien (...) tiene que ocultar una serie de cosas, como prometieron sus votos solemnes" (CMc 297-8 / CM 314-5).

Otra epístola de Kuthumi fue acogida por su chela Mohini en septiembre de 1882, referente a la visita de H.P.B.: "Él [Mohini] debe considerar que cada vez que Upasika [Blavatsky] le dice algo de gran importancia o que emana de mí, sus palabras deben ir precedidas de la frase 'en nombre de Amitabha', o de lo contrario incluso ella puede ser inexacta y repetir sus propias fantasías, pues su memoria se ve muy afectada por salud deficiente y la edad. También él debe saber que Upasika permaneció con nosotros del 19 de septiembre a la noche del 21, y que desde entonces estuvo en comunicación directa con mis chelas confidenciales" (CMS 2: 105-6).

En opinión de Johnson, Blavatsky no conoció a Thakar y Ranbir Singh (sus maestros "prototípicos") en Sikkim durante 1882, y mucho menos a sus Mahatmas tibetanos "ficticios". De este modo, supuestamente el viaje que ella realizó desde Bombay a Darjeeling fue un "peregrinaje de desinformación" diseñado para apoyar la "tapadera" sobre el domicilio de sus "Maestros imaginarios" en Tíbet (ISM 241, 245).

S. Ramaswamier de Tinevelly fue chela del Maestro M. y permaneció dedicado a Aquél y la S.T. hasta su muerte en 1894. Su primera carta de Morya, que lo aceptaba como discípulo, se receptó en diciembre de 1881 cuando lo vio en su mayavi rupa en la sede teosófica de Bombay (CMS 2:94). En septiembre de 1882 le llegó un mensaje de K.H., diciendo que aún no podía ir a Tíbet y primero debía demostrar su valor (CMS 2: 94-5). Más tarde, ese mismo mes escuchó la voz de M. que le ordenaba ir a Bombay para ver a H.P.B. Al llegar descubrió que ésta había partido hacia Darjeeling y prosiguió tras ella. El 5 de octubre de 1882 dejó esa localidad a pie y se aventuró solo al territorio de Sikkim, y al día siguiente conoció al Maestro M. con quien tuvo una larga conversación en tamil.

Respetando las directrices de Aquél, Ramaswamier escribió un relato de la reunión en una carta a Damodar, que se publicó para diciembre de 1882 en The Theosophist con el título "How a 'Chela' Found his 'Guru''' (Damodar 289-98 / CMS 2: 163-74 / MTL 321-30 / ICM 13-23). Luego acogió una nota de Morya instruyendo que se vistiera de peregrino y viajara de pueblo en pueblo con objeto de predicar Teosofía y vedantismo, sobre lo cual el Mahatma escribió: “Todos deben saber que él es mi chela y me ha visto en Sikkim (...) Toda su ansia y preocupación deben dirigirse hacia un objetivo: convencer al mundo de nuestra existencia" (CMS 2: 95-6). Ramaswamier cumplió la orden y fundó cuatro logias de la S.T. en su camino a Bombay, donde llegó con Blavatsky el 25 de noviembre. Finalmente el 1 de diciembre receptó otro mensaje de su Maestro diciéndole que volviera a casa (CMS 2: 100).

Johnson declara que el relato de Ramaswamier sobre su reunión con M. en Sikkim es "inherentemente absurdo", "una larga y fantasiosa historia de un hombre débil y temeroso", y al igual que Pillai, Blavatsky había encontrado en él un "cómplice voluntario". Según Paul, el objeto del operativo era distraer la atención de Punjab y Cachemira, donde vivían realmente "K.H." y "M.", es decir, Thakar y Ranbir Singh (ISM 246; ITM 25-8); pero aun cuando hay tono de verdad en el informe de Ramaswamier relativo a su encuentro con Morya y los eventos que lo rodean, por cierto la fábula de Johnson muestra un "absurdo inherente". La nota que este chela recibió de K.H. en septiembre de 1882 declaró que no podía ir a Tíbet, lo cual implica que Ramaswamier aún creía en el supuesto "mito de los maestros tibetanos"; sin embargo, Johnson cree que éste último al mes siguiente se convirtió en fautor de Blavatsky, dispuesto a inventar una historia de la cita con M. en Sikkim. Tras dicha circunstancia, Tinevelly continuó recibiendo más instrucciones en la caligrafía asociada con el "Morya mitológico". En 1883 le llegó un breve acápite de éste último que le indicaba llevar una carta adjunta a Subba Row, y M. dice que el párrafo es "una nueva constatación de nuestra realidad independientemente de Upasika [H.P.B.]" (CMS 2: 100-1), algo bastante extraño para que Morya (¿Blavatsky?) se dirigiera a un hipotético secuaz de aquélla. Johnson puede estar equivocado, pero al menos saca buenas risas.


07. Testimonio fraudulento vs. genuino

En diciembre de 1883 la edición de The Theosophist publicó un artículo por Mohini titulado "The Himalayan Brothers-Do They Exist?" (CMS 2: 174-85 / MTL 333-41), donde informa sobre entrevistas realizadas por él mismo y otros con un vendedor tibetano ambulante (Sundook) en Darjeeling y un brahmacharin bengalí en Dehra Dun (aproximadamente 1.130 kms. al noroeste del primer poblado), quienes hablaron respecto a su conocimiento personal de una rama budista tibetana conocida como koothumpa. Después que se le mostrara un retrato de Kuthumi, el vendedor señaló que lo había visto y también a sus discípulos en Giansi, a dos días de viaje hacia el sur de Shigatse (Tíbet Occidental). El brahmacharin declaró avizorar koothumpas cerca de Taklakhar, situada a un día de recorrido desde el lago Manasarowara (extremo occidental de Tíbet), quienes asistían a un festival en sus riberas para luego enfilar a las montañas Kailas.

Johnson sostiene que esa publicación, como aquélla de Ramaswamier, era parte de un "proyecto bien orquestado para apuntalar la fe en los Maestros" (ISM 252; ITM 42), citando como "evidencia" una carta de K.H. a Mohini diciendo que compusiera su artículo lo más enfáticamente posible y tuviese "todos los testigos en Darjeeling y Dehra"*. Paul añade que esto "suena más como una instrucción de fraude que un registro veraz" (ISM 253), pero las palabras exactas del Mahatma son:

"Estimado muchacho, quiero que escribáis un relato para el Theosophist sobre lo dicho por el vendedor y el brahmacharin de Dehra. Hacedlo lo más fuerte que podáis y considerad todos los testigos en Darjeeling y Dehra. Pero el nombre está escrito Kuthoompa (discípulos de Kut-hoomi), aunque se pronuncia Kethoomba" (CMS 2: 108).

*La cita del pasaje relevante en el libro ITM de Johnson (p. 42) está seguida por una referencia a la nota 58, pero el acápite correspondiente al final de la obra en realidad es el número 59.

Queda claro que Kuthumi no está ordenando a Mohini "inventar testigos" de una "entrevista imaginaria" con un mercader tibetano y brahmacharin "quiméricos" sobre una secta tibetana "irreal"; así, la suposición subyacente en lo que escribe K.H. es que los eventos descritos sí tuvieron lugar. El Maestro simplemente recuerda a su chela que mencione todos los testigos y formule el texto con el mayor énfasis posible, lo cual hace a cabalidad. Y como varios de los fedantes que Mohini nombró tuvieron posiciones respetables en la vida, es poco probable que haya conseguido su propósito con toda la historia.

Es muy reveladora la mala costumbre de Johnson para torcer las apostillas, pero tampoco menciona dos pruebas adicionales que respaldan la veracidad de Mohini. En primer lugar, el número de The Theosophist que contiene ese artículo incluía una carta del abogado Preo Nath Bannerjee, tocante a su reunión en Bareilly con el mismo brahmacharin que Mohini entrevistó en Dehra Dun, e informando acotaciones similares sobre los koothumpas. En segundo lugar, Paul pasa por alto que una misiva del propio brahmín apareció en The Theosophist para agosto de 1884, proporcionando algunos datos supletorios. Aunque éste último fedante señala que el escrito por Mohini contenía ciertos errores, Damodar establece en una nota adjunta que ninguno de ellos fue mencionado en su epístola (Damodar 454-9 / MTL 341-51).

En respuesta a las críticas de Daniel Caldwell, Johnson admitió que estaba equivocado al sugerir que Mohini inventó toda la historia (véase Gnat). Sin embargo, su nueva "hipótesis" es que el vendedor ambulante y el brahmacharin probablemente no fueron testigos verdaderos de koothumpas; en otras palabras, ¡podríamos agregarlos a la lista de "impostores pagados"! Nuestro "crítico" afirma que no ha salido a la luz otra evidencia atañente al mencionado colectivo budista; sin embargo y durante sus viajes por Tíbet en la década de 1920, Nicholas Roerich encontró un lama errante y le preguntó si había conocido a azaras y koothumpas, a lo cual el nativo contestó: “A lo largo de sus vidas, muchos en nuestro pueblo se han topado con ambos y las gentes de nieve que los asisten. Sólo hace poco se ha dejado de ver a los azaras en las ciudades. Todos están reunidos en las montañas (...) Ahora los kuthumpas ya no se avizoran. Antes aparecían abiertamente en el distrito de Tsang [oeste de Tíbet] y Manasarowar, cuando los peregrinos iban al sagrado Kailasa (...) Hay razones profundas por las que, justo ahora, los Grandes no aparecen de modo tan abierto" (HPB 233-4).

Johnson considera como "testimonio genuino" sobre la existencia de los Maestros (es decir, sus individuos "prototípicos") los relatos de Olcott, Damodar y W.T. Brown de reuniones con Kuthumi en Lahoré y Jammu durante noviembre de 1883; asimismo, la primera mención a estos encuentros aparece en una nota editorial al artículo de Mohini en The Theosophist (diciembre de 1883). En la madrugada del 20 de noviembre K.H. visitó a Olcott y Brown en sus tiendas de campaña a las afueras de Lahoré, y materializó una carta en la mano de cada uno; la noche siguiente se apareció nuevamente en compañía de un chela mayor llamado Djual Kul y habló con Damodar y Henry. Durante la jornada ulterior el grupo se dirigió a Jammu (Cachemira) para visitar al maharajá Ranbir Singh (supuestamente el "Mahatma M."), y el 25 de noviembre Mavalankar desapareció de la casa en Jammu donde se alojaban y fue llevado a un ashram secreto, retornando el 27 y muy alterado por la experiencia (MTL 236-40, 242-50; Damodar 350-1).

Paul asevera: “Este es uno de los grandes y verdaderos relatos Mahatma de la historia teosófica; en efecto, K.H. y sus colegas Dayal Singh Majithia y Bhai Gurmukh Singh dieron la bienvenida a Olcott, Damodar y Brown a Lahoré" (ITM 40). No cita ningún apunte que sugiera que Thakar Singh, su K.H. "prototípico", residió en esa ciudad y Jammu hacia las fechas correspondientes; pero incluso si se probara que Thakar permanecía en otra parte para entonces, no molestaría a Johnson pues simplemente diría que en esta ocasión el papel de "Kuthumi" fue interpretado por otra figura, ¡aunque por supuesto no el Maestro indotibetano, a quien el autor rechaza como "producto imaginativo de Blavatsky"! Quienquiera que fuese, al parecer era bastante bueno con la magia al hacer que tanto Olcott como Brown creyeran que una carta se materializó en sus manos. Johnson implica que en ese momento Olcott estuvo coludido con H.P.B. en su presunto fraude, sabiendo que K.H. era "realmente" Thakar y Ranbir "interpretaba" a Morya. Añade que el informe de Brown sobre estos eventos, titulado "Some Experiences in India" (ver Theosophical History, julio-octubre de 1991, p. 214-23), nunca fue publicado durante su vida, tal vez porque los detalles atañentes a los encuentros con Kuthumi se consideraron demasiado indiscretos para el público y "posiblemente planteaban preocupaciones en la mente de Olcott y Blavatsky" (ITM 35). Una vez más, Johnson se equivoca porque como señala Daniel Caldwell el folleto de Brown se dio a conocer en 1884 por la Logia Londinense de la S.T. (ver Cards, parte 1).

Damodar alude a sus reuniones con K.H. y otros Maestros en Lahoré y Cachemira en su artículo "A Great Riddle Solved", aparecido durante diciembre-enero de 1883-84 en The Theosophist (CMS 2: 186-9 / Damodar 332- 7 / ICM 4-9). Con su fértil imaginación desbocada, Johnson espeta: “¡Qué tonto (...) fue Damodar al escribir de modo tan libre sobre algo tan importante y sensible! La falta de discreción mostrada por H.P.B. y Olcott al publicar tales informes pudo haber llevado a revelaciones que sacudirían los tronos principescos" (ISM 242), y agrega: "Es muy raro ver a Damodar, Olcott y Brown evidenciando la realidad de los Maestros en Punjab y Cachemira, justo un año después que H.P.B., Ramaswamier, Babaji y Pillai demostraron que se encontraban a miles de kilómetros al este, en Sikkim o el sur de Tíbet" (ITM 41). Este sí que es un aserto "muy raro", pues ¿debemos creer tal vez que los Maestros están inmóviles?

Cuando permanecía en Cachemira, K.H. probablemente conoció a otro chela llamado Bhavani Shankar, quien mantuvo un interés de por vida en la Teosofía y falleció en 1936. Mientras estaba solo en Berabanki, cerca de Lucknow, Shankar dijo recibir una misiva de dicho Mahatma que le indicaba ir a verlo hasta Cachemira; así lo hizo y contempló a Aquél en su cobertura física. El 15 de diciembre de 1883 Bhavani envió un mensaje a Damodar desde Moradabad, afirmando que había conocido a su gurú (Damodar 331-2 / MTL 271-2 / ICM 10-13), y más tarde Kuthumi confirmó la veracidad de esa reunión en una epístola a Pran Nath (CMS 1: 26-7). Como Shankar se involucró en las transmisiones de Cartas Mahatma a Sinnett, ¡tal vez a Johnson le gustaría agregarlo a su lista de "chelas hindúes mentirosos"!

Desde Cachemira, K.H. enfiló hacia el sur y se reunió con varios discípulos. El 26 de noviembre de 1883 Blavatsky escribió entusiasmada a Sinnett y dijo que dicho Maestro sacó a Damodar de Jammu. También mencionaba que K.H. era esperado en Madrás o sus alrededores por dos chelas que habían venido de Mysore a su encuentro. Helena ignoraba si lo vería y concluyó: “Bueno, están ocurriendo cosas extrañas: terremotos y soles azulados y verdes, desaparición de Damodar y la venida del Mahatma" (CBA 73). En una nota editorial al artículo de Mohini en el Theosophist (diciembre de 1883) H.P.B. escribió: "Se nos ha notificado que en alrededor de una semana el Mahatma K.H. probablemente pasaría por Madrás en su camino a Siam [Tailandia]" (MTL 250 ). En diciembre de 1883 y mientras residía en Inglaterra, Sinnett receptó una misiva de K.H.: “Esta semana estaré en Madrás camino a Singapur, Ceilán [Sri Lanka] y Birmania. Os responderé mediante uno de los chelas en la sede" (CMc 403 / CM 428). El 7 de diciembre Kuthumi estaba en Mysore, capital del estado independiente y homónimo que limita con la Presidencia de Madrás, y remitió un mensaje a la Logia Londinense de la S.T. (CMc 409-13 / CM 398-402), adjuntándolo con un escrito a Sinnett donde señala: “El viaje ante mí es largo y tedioso y la misión casi sin esperanza; no obstante, se hará algún bien" (CMc 408 / CM 405). Ese mismo día el Maestro despachó una carta desde Sanangerri a Damodar y Dharani Dar Kauthumi (CBA 64); el 17 de diciembre escribió a Brown diciendo que dejó Mysore hace una semana, estaba en su viaje y cruzaría al final hacia China para luego volver a casa (CMS 1:55). Mohini aseveró conocer a K.H. en persona cuando pasó por la Presidencia de Madrás a China durante 1883 (ICM 35-6), y en un mensaje acogido en enero de 1884 Morya avisó a Sinnett que K.H. estaba en los bosques lejanos de Camboya (CMc 405 / CM 432).

Johnson no hace referencia a los recorridos de Kuthumi desde Cachemira a través de India y otras partes de Asia a fines de 1883 y principios de 1884. Lo más probable es que considere todo lo dicho como otro ejemplo de "mentiras" y "desinformación", ¡todo ello planeado para fomentar la causa teosófica por la verdad!


08. Babaji y "toda la verdad"

Johnson toma otro comentario supuestamente incriminador de una carta que Blavatsky escribió en abril de 1886 a Babaji, quien se quedaba con la familia Gebhard en Elberfeld, Alemania. En ese documento, lo critica por hacer que el doctor Hübbe Schleiden dudara sobre dos misivas que receptó de los Maestros, y le acusa de haber tenido un papel instrumental en el reciente suicidio de Walter Gebhard. Helena continúa:

"Los tontos que oyen a un chela del Mahatma K.H. y se les hizo creer que el Maestro se había alejado de mí, cosecharán los frutos de su credulidad o se les hará elegir entre usted y yo. Ellos se desharán de ambos, muy probablemente cuando se enteren de toda la verdad" (CBA 301).

Paul pregunta: "¿Cuál era esa verdad completa que hubiese sido tan perjudicial?" (TMR 207). La correspondencia de H.P.B. con A.P. Sinnett en 1885/86 muestra claramente que este comentario, lejos de implicarla en alguna clase de fraude, era una alusión al "develamiento total" sobre Babaji.

Babaji fue un joven brahmín de India austral, cuyo verdadero nombre era S. Krishnaswami. Se unió al personal de la sede teosófica a inicios de la década de 1880, unos meses después que se convirtiera en chela probatorio de K.H. Su denominación incógnita era Dharbagiri Nath, pero ésta también correspondía a otro discípulo aceptado, Gwala K. Deb, probablemente un tibetano. Como se mencionó en una sección anterior, a fines de 1882 Deb y Keshava Pillai viajarían a Simla desde Darjeeling para entregar una epístola de K.H. a Sinnett. Sin embargo y según Blavatsky, en lugar de ir personalmente Deb permaneció en Darjeeling, pero esto a Babaji le permitió suplantarlo para esa ocasión.

Babaji acompañó a H.P.B. cuando salió de India hacia Europa en marzo de 1885 y al principio le fue fiel, pero tras quedarse con la familia Gebhard en Elberfeld comenzó a acusarla de profanar los nombres de los Maestros al conectarles con fenómenos psíquicos. También incriminó a Helena y Olcott por intento de engaño a un príncipe indio (Harisinghji), aunque este cargo fue fácilmente refutado. El 26 de enero de 1886 Babaji escribió a Blavatsky pidiéndole perdón y prometiendo su lealtad; no obstante, el cambio de humor no duró mucho pues este individuo ejerció una influencia considerable sobre los Gebhard y otros teósofos, en gran parte debido a su condición de chela hindú, pero H.P.B. explica que no se trataba del discípulo de larga data y aceptado que fingió ser, y a este respecto había practicado engaños.

Lo anterior se aclara por el siguiente extracto de un mensaje que Helena compuso para A.P. Sinnett en febrero de 1886:

"[Babaji] tiene tanto derecho a llamarse Dharbagiri Nath como 'Babaji'. Existe un verdadero Dh. Nath, un chela que está con el Maestro K.H. durante los últimos 13 ó 14 años, quien estuvo en Darjeeling, y es él de quien dicho Mahatma os escribió en Simla. Por razones que no puedo explicar, se quedó en Darjeeling. Lo escuchasteis UNA VEZ y nunca lo visteis, pero sí el retrato o su alter ego físico, y su contraste diametralmente opuesto a él en términos morales, intelectuales y demases. El engaño de Krishna Swami o Babaji no reside en arrogarse esa denominación -porque era el nombre misterioso elegido por él cuando se convirtió en chela del Mahatma-, sino en su aprovechamiento de mis labios sellados, de las concepciones populares y erróneas sobre él de que este presente Babaji representaba un chela DE ALTO RANGO, mientras que sólo era uno probatorio y ahora rechazado (...) No me preguntéis nada más, pues si tuviera que ser colgada y azotada públicamente nunca me atrevería a deciros más. Habláis de 'engaños', misterios y ocultamientos en que 'nunca debería estar involucrada', pero es muy fácil de decir por alguien que no tiene la obligación de ninguna promesa o voto (...) [La gente] nos llamará mentirosos y embaucadores si le decís que un D.N. vivo fue a veros a Simla, y hay otro D.N. viviente, el prototipo del primero que permaneció y continúa en Darjeeling y reside hasta el día de hoy con los Maestros" (CBA 170-1).

En otro recado a Sinnett compuesto el mismo mes, Blavatsky dice:

"Debí haber escrito 'Asumió la actitud del verdadero D. Nath' (...) [Si] se dijera toda la verdad, él sería (encontrado) culpable (por el mundo no iniciado y todo profano) de falsas pretensiones' (...) Si él tuvo derecho a llamarse a sí mismo Dharb. Nath, no poseía atribuciones para abusar de esta posición asumiendo una actitud que sólo el verdadero Dh. Nath tendría prerrogativas de adoptar, y que sin embargo nunca haría (...) Él aprovechó la posición que se le asignó temporalmente para dañarme y a la Causa, y a varios teósofos que ven en él lo real en lugar del reflejo de Dh. N., el chela excelso. Yo también fui reflejada varias veces y durante meses, pero nunca abusé de eso para intentar transmitir mis planes personales a quienes confundieron a la H.P.B. de Rusia con la alta Iniciada de *** cuyo teléfono era en ocasiones. Y esta [es] la razón por la cual los MAESTROS nunca han retirado Su confianza de mí, si todos los demás lo han hecho (excepto algunos)" (CBA 174).

En una misiva fechada el 7 de febrero de 1886, la condesa Wachtmeister señala a Sinnett: “No os preocupéis más por los dos D.N.; hay dos, pero también existe un misterio (...) Algún día lo sabréis todo porque Madame me ha dicho que, a su muerte, os será entregado todo lo que haya recibido del Mahatma K.H. (...) Babajee es un chela, aunque no el más elevado que pretende ser" (CBA 286). También se menciona que los Maestros escribieron a H.P.B. proporcionando cierta información sobre Babaji en un mensaje compuesto por ésta última desde Elberfeld el 23 de junio de 1886 a C.W. Leadbeater, quien para entonces era discípulo en prueba de K.H. En ella dice:

"Cuando [Babaji] llegó al Cuartel General de Bombay, vuestro Mahatma me ordenó decir a todos que aceptó a Krishna Swami, y lo había mandado a vivir con nosotros y trabajar para la S.T. Fue enviado a Simla con el Sr. S., es decir, entregó su personalidad a un verdadero chela, Dharbagiri Nath, y ha asumido su nombre desde entonces. Como yo estaba bajo promesa de silencio, no pude contradecirle cuando lo escuché presumiendo que él había vivido con su Gurú en Tíbet y era un chela aceptado y regular; pero ahora el Maestro me ordenó decir la verdad cuando aquél fracasó en calidad de 'probatorio' debido a la ambición personal, los celos de Mohini y una ira y envidia repentinamente desarrolladas, incluso por odiosidad hacia el coronel [Olcott] y a mí (...) Cuando le mostré el escrito del Mahatma donde Él corroboró mi declaración y afirmaba que él (Bawajee) 'nunca LO vio ni estuvo en Tíbet', éste último dijo fríamente que era un mensaje fantasma porque el Maestro no podía escribir cartas, ni diría nada sobre sus chelas" (LCWL 85-6).

Blavatsky formuló este mensaje como respuesta a Leadbeater, en cuya carta le pedía que pasara un parte adjunto a K.H. Ella inicia la contestación diciendo que devuelve su documento al Maestro porque no está preparada para transmitir más correos. Sin embargo, cuando Leadbeater acogió la epístola de H.P.B., su propia comunicación a Kuthumi ya no estaba adjunta, sino que en el último folio de la carta por Helena encontró un breve mensaje de dicho Mahatma que incluía la frase: "El hombrecillo [Babaji] fracasó y cosechará su recompensa".

De esta forma, cuando H.P.B. escribe a Babaji que "los teósofos probablemente se desharán de ambos cuando sepan toda la verdad", se está refiriendo al engaño por aquél al darse ínfulas de "chela elevado", y a la incapacidad de Blavatsky para exponer sus pretensiones debido a su promesa de silencio. Así, Johnson cita ese pasaje como "evidencia potencial" para su "hipótesis" de que los Maestros tibetanos de Helena son "mitos": una clara indicación de que se agarra a un clavo ardiendo por su grave y vacilante escasez evidencial.

Paul se refiere extensamente en ITM a la correspondencia sobre Babaji, pero omite cualquier nombramiento a ambos D.N., y en su opinión sólo hay un Dharbagiri Nath que siempre es la misma persona que Babaji y Gwala K. Deb (ITM 38). Cabe señalar que hubo una protesta por 12 chelas firmada por Krishnaswami (Babaji) y Dharbagiri Nath o "Deb" (Damodar 286-8; MTL 317-20; Guide 374-83) contra la carta de "H.X." (Hume) que acusaba a los Maestros de "pecado" al no revelar todo lo que sabían*. En caso de que Johnson crea que H.P.B. "inventó" la historia sobre los dos D.N. para encubrir ataques "dañinos" de Babaji contra ella, debe considerar que en octubre de 1882 se dio una pista a Alfred Sinnett de que Krishnaswami no era quien parecía ser en el momento de su primera visita a Simla, y en la epístola remitida para esa ocasión K.H. dice "no lo olvidéis, él es sólo una apariencia" (CMc 266 / CM 191). Sinnett puede haber buscado información adicional de Blavatsky durante su llegada a Simla al mes siguiente, porque en una misiva dirigida a él en enero de 1886 ella señala: “Voy a evocarlo con el permiso del Maestro, voy a producir el verdadero Dharb. Nath y mostrar a éste [Babaji] un pequeño pretendiente, y podéis sospechar la verdad y entender la pista, vos que habéis escuchado suficiente en Simla y otros lugares" (CBA 336). ¡Fue muy inteligente que Thakar/H.P.B. hayan "inventado" esta pequeña historia anticipando la "deserción" de Babaji tres años después!

*El mensaje de Hume y la oposición de los discípulos fueron publicados en la edición de The Theosophist durante septiembre de 1882. El primero está precedido por un comentario de Blavatsky, diciendo que ella nunca habría consentido dar a conocer una carta tan poco generosa si los Maestros no le hubieran ordenado hacerlo. K.H. escribió a Sinnett: “Hacedle saber [a Hume] que la Protesta de los Chelas no es obra nuestra, sino resultado de una orden positiva que emana del Chohan. Dicha queja se recibió en la Sede, dos horas antes que el cartero trajera el famoso artículo, y se recibieron telegramas de varios Chelas en India el mismo día" (CMc 249 / CM 293).

Cuando Paul pregunta "¿cuál fue toda esta verdad que hubiera sido tan perjudicial?", implica que Babaji fue parte del supuesto fraude de Blavatsky con respecto a los Maestros tibetanos. Este autor especula que la razón del colapso y la pérdida de fe por dicho individuo en aquélla -durante el otoño de 1885- fue que continuó fabricando mensajes de M. (para Hübbe Schleiden) como si él estuviera vivo, a pesar de que Ranbir Singh (el "Morya prototípico") murió en junio de ese año, ¡e incluso en otra parte nuestro "crítico" señala que falleció en septiembre! (ITM 60). Esto es bastante descabellado, pues los arrebatos de Babaji parecen haber comenzado antes que Hübbe Schleiden receptara una nota de M. a principios de enero de 1886; una o dos semanas más tarde hubo una breve reconciliación, seguida por un período de renovada hostilidad. Blavatsky aseveró que demasiadas lisonjas significaron la corrupción de Babaji y que su comportamiento desbocado y errático fue remanente de la hechicería practicada por su abuela, mientras que Olcott dice que era epiléptico.

Babaji formuló una carta privada a Mohini desde Torre del Greco el 16 de julio de 1885, donde asegura que el Maestro de H.P.B. atrajo su atención astralmente y lo dirigió a su aposento donde encontró un mensaje con instrucciones para destinar un correo a Olcott, y añade que como él no es chela de M. no puede entender por qué lo envió a través de su persona (CBA 343-4). Claramente, Babaji escribe como si éste último y su consignatario todavía creyeran en los Mahatmas y sus poderes ocultos; sin embargo y según Johnson, Mohini se había convertido en "secuaz voluntario" en el supuesto timo de Blavatsky, siendo éste otro de los innumerables absurdos producidos por el mito sucio de Johnson sobre los Maestros "prototípicos".


09. Conclusiones

Paul Johnson no produce ninguna evidencia convincente y concreta para refutar la postura de que es esencialmente cierta la representación de los Maestros por parte de Helena Blavatsky, los propios Mahatmas y sus discípulos. Exagera las discrepancias en los relatos teosóficos sobre Aquéllos para descartar como "embustes" y "desinformación" mucho de lo señalado por Blavatsky sobre el tema; plantea la pseudohipótesis de que estos enseñantes teosóficos se basaron en figuras históricas bien documentadas y señala una serie de vínculos extremadamente débiles y tentativos entre Kuthumi/Thakar Singh y Morya/Ranbir Singh, admitiendo que no existen pruebas terminantes para respaldar estas "identificaciones". En la literatura teosófica se informan muchos detalles sobre K.H. y M. que contradicen estas analogías, pero en estos casos Paul especula que pudo involucrarse un candidato "histórico" más plausible o descarta los detalles como "irrelevantes", "imaginarios" o "desinformativos". Por lo tanto, su posición general es un dogma infalsificable en lugar de una teoría que pueda examinarse.

Johnson muestra una asombrosa disposición a descartar como "fraudulentos" y "mentirosos" a todos los testigos que ofrecen aseveraciones contrarias a su pseudoteoría, pero se complace en usar cualquier aspecto reportado por los mismos que parezca consistente con sus caprichos. Cita fuera de contexto y tuerce los asertos para adaptarlos a sus creencias. Sus interpretaciones conducen a muchas inconsistencias, contradicciones y absurdos; no tiene en cuenta la producción de las Cartas Mahatma y mucho menos su contenido. Tampoco explica satisfactoriamente la fuente de las enseñanzas dadas por Blavatsky o el amplio conocimiento que demostró en sus escritos.

Hasta ahora [y gracias al cientificismo de moda] muchas de las enseñanzas teosóficas más profundas y técnicas son imposibles de probar, y si las vemos dignas de estudio dependerá en gran medida de si consideramos que Helena Petrovna realmente fue Mensajera de la Hermandad Transhimaláyica. En una carta a Sinnett, refiriéndose a la actitud arrogante y combativa de Hume, Morya escribió:

"O somos lo que afirmamos, o no lo somos. En el primer caso, por más exageradas que sean las afirmaciones hechas en nombre de nuestros poderes, si nuestro conocimiento y previsión no trascienden los de Hume, entonces no somos mejores que farsantes e impostores y cuanto más rápido se separe de nosotros, mejor para él. Pero si en algún grado somos lo que decimos representar, entonces él actúa como un desquiciado" (CMc 277 / CM 269).

Las mentiras de Paul Johnson sobre Blavatsky y los Mahatmas (1 de 2)

David Pratt
Noviembre de 1997


Contenidos:

01. Introducción
02. Realidad vs. ficción 
03. Las Cartas Mahatma

Abreviaturas

-BHT: Blavatsky and Her Teachers, Jean Overton Fuller, East-West Publications, 1988.
-BSPR: H.P. Blavatsky y el S.P.R..: un examen del informe Hodgson de 1885, Vernon Harrison, TUP, 1997.

-BTM: H.P. Blavatsky and the Theosophical Movement, Charles J. Ryan, TUP, 2ª ed., 1975.
-BTT: H.P. Blavatsky, Tibet and Tulku, Geoffrey A. Barborka, TPH, 1966.
-Cards: "K. Paul Johnson's House of Cards", Daniel Caldwell, www.blavatskyarchives.com/johnson.htm.

-Caves: From the Caves and Jungles of Hindostan, H.P. Blavatsky, TPH, 1975.
-CBA: Cartas de H.P. Blavatsky a A.P. Sinnett, TUP, 1975 (1925).
-CW: H.P. Blavatsky Collected Writings (vols. 1-14), TPH, 1950-85.
-CM: Cartas Mahatma a A.P. Sinnett, TUP, 2da ed., 1975 (1926).
-CMc: Cartas Mahatma a A.P. Sinnett, TPH, ed. cron., 1993.
-CMS: Cartas de los Maestros de Sabiduría, TPH, primera serie, quinta edición, 1964, segunda serie, 1977 (1925).

-Damodar: Damodar and the Pioneers of the Theosophical Movement, Sven Eek (compilador), TPH, 1978 (1965).

-DS: La Doctrina Secreta (2 vols.), H.P. Blavatsky, TUP, 1977 (1888).
-DTM: The Dawning of the Theosophical Movement, Michael Gomes, Quest, 1987.
-Ecos: Ecos de Oriente (3 vols.), W.Q. Judge, PLP, 1975-87.
-Gnat: "Strain at a Gnat, Swallow a Camel: A Reply to Daniel Caldwell’s Criticisms", K. Paul Johnson, http://members.tripod.com/~dlane5/pjimp.html.

-Guide: Readers’ Guide to The Mahatma Letters to A.P. Sinnett, G.E. Linton y V. Hanson, TPH, 2ª ed., 1988.

-HMM: The Hall of Magic Mirrors, Victor A. Endersby, Hearthstone, 1969.
-HPB: H.P.B.: La extraordinaria vida e influencia de Helena Blavatsky, fundadora del Movimiento Teosófico moderno, Sylvia Cranston, Tarcher / Putnam, 1993.

-ICM: Indian Chelas on the Masters, M. Gomes (compilador), Adyar Lodge, Madras, 1992.
-Incidents: Incidents in the Life of Mme. Blavatsky, A.P. Sinnett, Arno Press, 1976 (1886).
-ISM: In Search of the Masters, Paul Johnson, publicación privada, 1990.
-ITM: Initiates of the Theosophical Masters, K. Paul Johnson, Universidad Estatal de Nueva York, 1995.

-LCWL: The "K.H."  Letters to C.W. Leadbeater, TPH, 1980.
-Memory: In Memory of Helena Petrovna Blavatsky, por algunos de sus alumnos, Theosophical Publishing Society, 1891.

-MO: El Mundo Oculto, A.P. Sinnett, TPH, novena edición, 1969.
-MTL: The Mahatmas and Their Letters, Geoffrey A. Barborka, TPH, 1973.
-ODL: Old Diary Leaves (serie 1-6), H.S. Olcott, TPH, 1900-1941.
-OWMB: The Occult World of Madame Blavatsky, compilado y editado por Daniel H. Caldwell, Impossible Dream Publications, 1991.

-Reminisce: Reminiscences of H.P. Blavatsky and The Secret Doctrine, Condesa Constance Wachtmeister et al., Quest, 1976.

-Report: Report of the Result of an Investigation into the Charges Against Madame Blavatsky, Consejo General de la Sociedad Teosófica, Adyar, 1885.

-ROT: Rebirth of the Occult Tradition, Boris de Zirkoff, TPH, 1977 (también incluido como Introducción histórica a la edición de Collected Writings para La Doctrina Secreta).

-TMR: The Masters Revealed, K. Paul Johnson, Prensa de la Universidad Estatal de Nueva York, 1994.


01. Introducción

Según H.P. Blavatsky, el Maestro Koot Hoomi (K.H.) era brahmán cachemiro por nacimiento y el Mahatma Morya (M.) un rajput por igual vía; conoció a éste último físicamente en Londres durante 1850/51 y a K.H. en 1868. Generalmente ambos Maestros vivían en el Tíbet, aunque K.H. en particular viajaba mucho, y detentaban poderes ocultos altamente desarrollados pues pertenecían a una Hermandad de Adeptos que había existido durante incontables milenios. Según Paul Johnson, por otro lado, la Hermandad Transhimaláyica es un "mito" y la representación de H.P.B. sobre los Mahatmas constituye en gran parte "ficción". No niega que puedan existir seres como aquéllos en la tradición teosófica, pero descarta que Blavatsky haya estado en contacto con o fuese la agente para una Fraternidad de individuos espiritualmente avanzados. Johnson sostiene que "Morya", "Koot Hoomi", etc. fueron nombres de personajes creados por H.P.B. y que extrajo sus atributos de figuras históricas reales que había conocido y de su imaginación.

Johnson afirma que el "prototipo principal" para K.H. fue Thakar Singh Sadhanwalia, aristócrata sij que fue uno de los fundadores de Singh Sabha, una organización reformista sij punjabi, y cree que el Mahatma M. sería modelado principalmente a partir de Ranbir Singh, el maharajá de Cachemira. El autor también sugiere identificaciones históricas para Djual Kul (Dayal Singh), Chohan (Baba Khem Singh Bedi), Serapis (Paulos Metamon), Tuitit Bey (Max Theon) e Hilarión (Ooton Liatto), aunque Narayan y uno o dos Maestros más se han librado hasta ahora de "identificación". Este artículo crítico analiza la teoría de Johnson, concentrándose en las figuras de M. y K.H.


02. Realidad vs. ficción

Johnson admite que los vínculos que percibe entre K.H.-Thakar Singh y M.-Ranbir Singh son en extremo tenues e inconclusos (para un resumen de su evidencia, véase Gnat). No hay una sóla certeza convincente que respalde sus "identificaciones", sino únicamente algunos fragmentos de constatación circunstancial y coincidente. En palabras de John Algeo: “La 'evidencia' de Johnson consiste en algunas similitudes generales, ciertas concurrencias de lugar y tiempo, y un fuerte deseo de probar una tesis” (Theosophical History, julio de 1995, p. 245).

En la literatura teosófica se informa que numerosos detalles sobre M. y K.H. y sus eventos biográficos no pudieron involucrar a o basarse en Ranbir Singh o Thakar Singh, pero Johnson no considera dicha información como contra-evidencia y cree que hacerlo es "ingenuo". En cambio, dice que en tales casos pudo estar inmiscuido algún otro candidato para dichos Mahatmas, o descarta tales detalles como "desinformación irrelevante, ficticia o deliberada"; por lo tanto, su postura básica es infalsificable y debe clasificarse como dogma en lugar de una hipótesis que pueda verificarse.

Johnson considera como "cómplices de H.P.B." -o "engañados" por ésta y sus adláteres- a todos los testigos que afirmaron tener conocimiento personal sobre la existencia de los Maestros himaláyicos. Dichos personajes incluyen al coronel Henry Steel Olcott, William Quan Judge, T. Subba Row, Damodar K Mavalankar, Mohini Mohan Chatterji, S. Ramabadra Ramaswamier, Babaji D. Nath, Bhavani Shankar, William T. Brown, Godolphin Mitford, Franz Hartmann, la condesa Constance Wachtmeister y muchos otros. Al final de su primer libro, Johnson escribe:

"Si retrato como mentirosos a H.P.B., Olcott, Damodar, Mohini y Ramaswamier (principales testigos sobre la existencia de los Mahatmas), los lectores pueden preguntarse: ¿cómo selecciono la evidencia que se considera confiable? Los críticos hostiles pueden sospechar que ha sido una simple cuestión de elegir sólo aquellos fragmentos de evidencia que confirman mis hipótesis. Si bien hasta cierto punto esto puede ser un fracaso humano inevitable, parece menos característico de las exploraciones anteriores que de los enfoques pro y antiteosóficos de mis predecesores" (ISM, 260). 

Escoger sólo las porciones de evidencia que confirman sus "teorías" es una descripción muy precisa del método de Johnson. Gran parte de las circunstancias declaradas por los declarantes anteriores sobre M., K.H. y otros se rechaza como "falsa" porque es inconsistente o contradice sus "identificaciones", pero Paul está muy contento de usar cualquier dato provisto por los mismos testigos si parece apoyar sus creencias.

En ocasiones la búsqueda de certezas por Johnson adquiere un aire de desesperación y se entrega a lo que John Algeo llama "lógica del país de las maravillas", por lo cual la ausencia de probanzas se convierte en "evidencia" (Theosophical History, julio de 1995, p. 244). Por ejemplo, un informe en el Theosophist para enero de 1884 afirma que cuando Olcott, Damodar y W.T. Brown llegaron a Lahoré el 18 de noviembre de 1883, "Su Alteza Raja Harbans Singh y otros sirdars enviaron medios de transporte para llevar la comitiva a sus habitaciones". Johnson dice que la referencia a "otros sirdars" es "muy intrigante" y que "la no mención de Thakar Singh parece inevitable si él fuera el Maestro K.H." (TMR, 160). ¿Significa esto que si se hubiera nombrado a Thakar Singh, Johnson lo habría considerado como contradicción de su hipótesis? El autor no tiene dificultad en creer que el Mahatma M. se basa en el maharajá de Cachemira, a pesar de que H.P.B., Olcott y Damodar lo citan en varias ocasiones.

Muchos detalles sobre los viajes de K.H. por Tíbet, India, Sikkim, Japón, China y otras partes de Asia en el período 1880-1884 surgen de las cartas escritas por K.H. y H.P.B. (consultar Guide, 389-99). En lo que respecta a Johnson, la mayor parte de estos datos es pura ficción; sin embargo, dado que Thakar Singh vivía en Amritsar -norte de India-, las referencias a las visitas de K.H. a Amritsar, Lahoré y Cachemira se consideran hasta cierto punto basadas en hechos y como apoyo para la identificación de K.H. con Thakar, mientras que todos los demás detalles se descartan como fraudulentos. ¡Con un enfoque tan selectivo, cualquier cosa puede ser "probada"! 

Johnson no cita la mayoría de los eventos en la vida de K.H. como se informan en la literatura teosófica. Por ejemplo, en octubre de 1881 el Maestro se retiró a un lugar secreto para un samadhi de tres meses, y en una carta a la señora Hollis-Billing, fechada el 2 de octubre de 1881, H.P.B. declara que K.H. "ahora se ha dormido durante tres meses para prepararse durante este Sumadhi o estado de trance continuo para su penúltima iniciación, cuando se convierta en uno de los adeptos más elevados" (The Theosophical Forum, mayo de 1936, p. 344). Blavatsky agrega que su cuerpo yace al interior de una torre lítica en un hermoso lugar cerca de un monasterio, mientras el Mahatma M. atendía la correspondencia de K.H. con Sinnett y Hume durante este período. En una de sus misivas escribió: “A pocos pasos de la antigua lamasería se encuentra la vieja torre, dentro de cuyo seno se han gestado generaciones de Bodhisattvas. Es allí donde ahora descansa tu amigo inerte: mi hermano, la luz de mi alma, a quien hice una promesa fiel de vigilar su trabajo durante su ausencia” (CMc 87 / CM 219). En su primer mensaje a Sinnett tras el retiro, K.H. escribió: "He estado en un largo viaje buscando conocimiento supremo, y me tomó mucho tiempo descansar" (CMc 129 / CM 264). Según cabe suponer, Johnson ignora este importante evento en la vida de K.H. porque no puede encontrar nada remotamente parecido en la biografía de Thakar Singh, y lo más probable es que lo considere como "pura ficción".

Los siguientes dos eventos no pueden descartarse tan fácilmente:

(1) El incidente Vega (OWMB 143-7; MO 169-75; Damodar 185-95). El 15 de marzo de 1882, el médium espiritista inglés William Eglinton zarpó de Calcuta en el Vega luego de una estadía en India, y en ese momento estaba firmemente convencido de que los "Hermanos" del Himalaya no eran seres reales. El 22 de marzo y en su cuerpo astral (mayavi rupa), K.H. visitó a Eglinton a bordo del barco. Para el 24 el testigo escribió una carta a Alice Gordon, esposa del teniente coronel W. Gordon, diciendo que la visita del Mahatma lo había obligado a aceptar que los Hermanos eran personas vivas y bien definidas. Esta carta, y también una para H.P.B., fueron transmitidas a ésta última y a otros testigos en Bombay por medios ocultos. La correspondencia a Alice fue atada con un mensaje de Blavatsky y se la quitó nuevamente, y se dejó caer unos momentos más tarde entre los miembros de un grupo en Calcuta compuesto por el matrimonio Gordon y el coronel Olcott (este último avistó a K.H. y M. en sus mayavi-rupas fuera de la ventana).

(2) El incidente Kiddle (Guide 384-8). El 10 de diciembre de 1880, Sinnett recibió una correspondencia de K.H. que contenía ciertas observaciones sobre ideas, atribuyéndolas a Platón (CMc 37-9 / CM 22-4). En 1883 el espiritista Henry Kiddle afirmó en el semanario inglés Light que los comentarios habían sido plagiados en un discurso hecho por él en agosto de 1880 y se hizo público el mismo mes por el Banner of Light. Sin embargo, cuando se lee cuidadosamente vemos que el pasaje de K.H. está dirigido contra las declaraciones de Kiddle. Además, la redacción indica que algo salió mal en la transmisión de dicho mensaje, pues en un recado recibido por Sinnett en diciembre de 1885 (CMc 396-404 / CM 420-9) K.H. explicó que había compuesto la "carta Kiddle" durante un viaje a caballo y estuvo en silla de montar durante 48 horas sin dormir. La carta fue "dictada mentalmente, en dirección a y 'precipitada' por un joven chela aún inexperto en esta rama de la química psíquica, y quien tuvo que transcribirla desde la impronta apenas visible"; por ende, K.H. se hallaba muy agotado para revisarla. Dos meses antes había estudiado de modo clarividente el estado actual del espiritismo, y algunas de las ideas habían quedado impresas en su memoria. K.H. luego reprodujo para Sinnett el pasaje más largo que él había dictado originalmente, tomado del registro astral*. 

*Victor Endersby comenta: "Considérese el absurdo 'lógico' y chillón de este 'incidente Kiddle'. Aquí está H.P.B. usando toda su astucia para construir las caracterizaciones de estos Mahatmas, según [Richard Hodgson]; ¡y ella deliberadamente copia pasajes de una revista hecha por los espiritistas -sus peores enemigos- para ponerlos en una carta Mahatma! Si lo hiciera, no podría evitar ser atrapada: ¡he aquí la genialidad del engaño!" (HMM 159).

Sería interesante escuchar la opinión de Johnson sobre estas circunstancias y la posible participación de Thakar Singh, su K.H. "prototípico".

Un personaje importante en el gran viaje ficticio de H.P.B. llamado From the Caves and Jungles of Hindostan es Gulab Lal Singh, gobernante rajput de un pequeño estado en India central que se representa como poseedor de poderes ocultos, y el principal compañero de Blavatsky y Olcott en sus aventuras. Claramente Gulab está basado hasta cierto punto en Morya, y el nombre de dicho regente también era el del padre de Ranbir Singh, maharajá de Cachemira; así, Johnson cree que el uso por Helena Petrovna del nombre Gulab Lal Singh respalda su "identificación" de M. con Ranbir.* Señala que Gulab era "notorio por su abuso de poder y crueldad” (TMR 128), y la peor acusación contra su hijo Ranbir es que torturó hasta la muerte a un medio hermano bajándolo lentamente en un caldero de aceite hirviendo a razón de una pulgada por día, pero Johnson agrega que las acusaciones falsas contra el maharajá eran frecuentes (ISM 144); también se dice que Ranbir continuó con "castigos horribles" para quienes mataban vacas (TMR 129). Sin embargo, por lo general fue un filósofo-rey, mecenas de aprendizaje y filántropo de su pueblo, y Johnson sostiene que H.P.B. lo utilizó como modelo para las virtudes de M.

*Johnson se equivoca cuando trata de distinguir que a veces se hacía referencia a M. como "cachemiro" o "Kashmiri". En realidad, fue K.H. (del cual se dice nació en Cachemira) a quien siempre se aplicaron estos nombres, especialmente en los primeros días de la Sociedad Teosófica neoyorquina (ver Cards, parte 5).

Ranbir tuvo cinco esposas y seis hijos (ISM 269, 144), ¡una "virtud" que, por supuesto, no es compartida por el Morya de Blavatsky! Cuando Olcott conoció a Ranbir en 1883 a pedido de este último, tuvieron largas discusiones sobre filosofía y religión índicas, y Henry dice que el maharajá creía plenamente en la existencia de mahatmas vivos (¡y Johnson considera esto como "evidencia" de que dicho regente era Morya!). A pedido del gobernante, Olcott realizó pases hipnóticos y logró aliviar parte del dolor causado por su enfermedad. Esto en efecto ocurrió poco después de que el Mahatma M. ordenara a Olcott que suspendiera sus curaciones, ya que estaba agotando su vitalidad luego de tratar a unos 8.000 pacientes durante los 12 meses anteriores (ODL 3:23). También se dice que M. salvó la vida de H.P.B. tres veces (CW 7: 248; DS 1: 555), pero Johnson simplemente descarta cualquier detalle sobre M. que no esté basado en el maharajá como "imaginario" o un intento de ocultar el hecho de que Morya fue en verdad Ranbir Singh.

En una serie de artículos rusos titulados The Durbar in Lahore, H.P.B. describe un evento oficial al que asistió el maharajá de Cachemira, quien no apareció en la procesión virreinal y finalmente llegó a la ceremonia con un aspecto muy pálido yéndose muy apresurado hacia el término. Al principio, los británicos sospecharon "intrigas rusas" y un intento deliberado de desairar al virrey, pero resultó que el maharajá había tomado un laxante esa mañana. Este tono irreverente contrasta mucho con la forma en que Blavatsky normalmente hablaba de su maestro; ella dice, por ejemplo: "Yo venero a los Maestros y adoro a MI MAESTRO, el único creador de mi Ser interno que, de no haber sido por Su llamado a despertarlo de su sopor, nunca habría llegado a estar consciente, al menos no en esta vida" (CBA 104).

Después de que a A.P. Sinnett se le notificara que renunciase como editor de The Pioneer en noviembre de 1882 -en gran parte como resultado de su interés en la Teosofía-, surgió la idea de fundar un nuevo periódico llamado The Phoenix, con el respaldo de los capitalistas nativos. K.H. apoyó este plan y los Maestros instruyeron a sus chelas para ayudar a ganar respaldo. El patrocinio no fue recibido y el proyecto fracasó; entonces K.H. dijo que su propio gurú, el Chohan, le había prohibido usar cualquier poder oculto, o de lo contrario el resultado podría haber sido diferente. Le dijo a Sinnett que el maharajá de Cachemira era "el primer príncipe en el programa", lo cual Johnson ve como "evidencia" de su parangón de M. con aquel regente (TMR 138-9). Sin embargo, el maharajá terminó abandonando el proyecto, en parte debido a los ataques de A.O. Hume contra la Sociedad Teosófica, lo que seguramente hace mella en la "identificación" de Morya con Ranbir.

Johnson utiliza el dato de que H.P.B. ocultó algunos elementos de su pasado y ocasionalmente otorgaba información contradictoria como excusa para rechazar "la mayoría, si no todo" de lo que ella señala como falso sobre los Maestros (TMR 41-2). Sus intentos de erigir montañas de la nada no alteran el hecho de que la imagen general que Blavatsky presentó de los Mahatmas y sus relaciones con ellos, tanto públicas como privadas, es bastante consistente desde su llegada a Nueva York hasta su muerte. Existen dos razones de base por las cuales a ratos son antinómicos los relatos que proporciona Helena sobre su pasado: a) su memoria en tales asuntos estaba lejos de ser perfecta, pues ella dijo a Sinnett: "Todo es confuso, está confundido y mezclado" (CBA 150), y declaró que apenas recordaba exactamente dónde había estado en India desde 1880, y mucho menos los detalles de sus viajes varias décadas antes; y b) en ocasiones dio información fragmentaria o engañosa porque creía que el público no tenía derecho a saber sobre ciertos aspectos que consideraba sagrados.

Con respecto a su primer encuentro con M., Blavatsky escribió a Sinnett: “No puedo ni debo hablar de esto. No lo publicaría para el mundo” (CBA 150). Aunque ella proporcionó a su destinatario cierta cantidad de datos, no se incluyó en la biografía que aquél estaba compilando (Incidents in the Life of Madame Blavatsky). Ciertamente hay inconsistencias en la información que cedió a Alfred y otros sobre su primer encuentro con M., pero esto parece tener más relación con su mala memoria que un intento por ocultar la verdad. Uno de los pocos hechos indiscutibles es que su cuaderno de bocetos contiene un dibujo a pluma de un puerto, bajo el cual hay una nota -obviamente escrita en un momento de emoción- que se refiere a una cita con M., "el Maestro de mis sueños", en la localidad inglesa y costera de Ramsgate el 12 de agosto de 1851. En Caves and Jungles (p. 272-3) Helena relata que conoció a Gulab Singh en Inglaterra, en algún momento antes de 1853, a donde arribó en compañía de un príncipe nativo y destronado. Dalip Singh, el depuesto regente de Lahoré, llegó a las Islas Británicas en junio de 1854 y algunos escritores han llegado a la conclusión de que H.P.B. volvió a encontrarse con M. en este periodo, aunque no hizo ninguna referencia explícita a aquéllo. Los intentos de reconstruir las primeras reuniones de Blavatsky con Morya son inevitablemente especulativos y las interpretaciones varían (ver HPB 44-7, 52; BHT 7-12; BTT 17-23).

El alegato de Johnson sobre la reunión de Helena con el Mahatma ciertamente es única en lo que respecta a las conjeturas descabelladas. Para él, H.P.B. no se encontró con el indo-tibetano Morya (que "no existía") o Ranbir Singh (su M. "prototipo"), sino con Giuseppe Mazzini, que vivió exiliado en Londres durante gran parte de la década de 1850. Describe a Mazzini como profeta del nacionalismo italiano y afirma que fue mentor de Helena (TMR xi); añade que Blavatsky "estuvo tan entusiasmada" con éste que decidió inventar el carácter imaginario de Morya, cuyo nombre comenzaba con la misma letra, y luego incorporó a éste las virtudes de Ranbir Singh de quien Johnson especula que pudo haber conocido en Cachemira en 1857 y 1869. Según parece, debiéramos creer que ella sostuvo la existencia de este "M." semificticio por el resto de su vida, afirmando falsamente que permaneció con él en Tíbet, que lo había conocido en su estado físico o cuerpo astral en muchas ocasiones, había estado en comunicación frecuente con él y que fue asistida por dicho Maestro en sus escritos. Las acusaciones no respaldadas de Johnson con respecto a la persistente creación de mitos y mendacidades sobre H.P.B. parecen mucho más ridículas que cualquier cosa que Helena relate sobre los Maestros. Las fábulas del autor pertenecen al género popular de lo que ésta última llamaba "historias engañosas" que se han difundido sobre ella (CW 11: 363). 

Algunas de las "discrepancias" con que tropieza Johnson en realidad son producto de su imaginación. Por ejemplo, afirma que según se decía el hogar de K.H. estaba en Ladakh (Pequeño Tíbet), Cachemira y Shigatse (ver Gnat). En una carta a la señora Hollis-Billing con fecha 2 de octubre de 1881, H.P.B. escribió: “Por lo general Morya vive con Koot-Hoomi, que tiene su casa en dirección a las montañas Kara Korum, más allá de Ladak, el cual se encuentra en el Pequeño Tíbet y ahora pertenece a Kashmire". Esto concuerda con la declaración por Damodar de haber realizado un viaje astral a la casa de K.H. en "el extremo superior de Cachemira al pie del Himalaya" (Damodar 60), y también podrían citarse varias declaraciones en el mismo sentido (véase D. Caldwell, Theosophical History, julio de 1990, p. 92-4).

No obstante, Johnson luego afirma que Blavatsky dijo a Sinnett y Hartmann que la morada de K.H. estaba en Shigatse, y el autor no proporciona ninguna cita para respaldar esta afirmación. En una correspondencia a Hartmann fechada el 3 de abril de 1886, Helena sostiene que el Tashi Lama, quien tiene su sede en Tashilunpo -cerca de Shigatse-, conoce a algunos de los Maestros y que M. y K.H. "están allí, yendo y viniendo", pero ella no dice que Shigatse es su principal lugar de residencia (The Path, marzo de 1896, p. 370; BTM 84-5); de hecho, en otra misiva a Hartmann (5 de diciembre de 1886) ella indica claramente que el Mahatma M. no vivía en Shigatse (The Path, enero de 1896, p. 299; HPB 95); sin embargo, M. y K.H. viajaban mucho y ciertamente parecían quedarse en o cerca de esa localidad con bastante frecuencia (ver CMc 103, 161, 435 / CM 254, 122, 367; CBA 361). Johnson también reclama que no está claro si la sede de la Hermandad Himaláyica se localiza en Shigatse o Ladakh, donde Damodar dijo haber visto el "Lugar Central de la Jefatura" como sitio de iniciaciones, pero ni H.P.B. ni los Maestros revelaron la ubicación exacta de la sede principal. En la Doctrina Secreta (1: xxiii) Blavatsky afirma que dicho emplazamiento se encuentra más allá del Himalaya y tiene ramas en China, Japón, India, Tíbet, Siria y América del Sur.

Paul cita lo siguiente de una carta de M. a Sinnett: “A ella [H.P.B.] se le prohíbe decir lo que sabe. Podéis cortarla en pedazos y no hablará. Más bien, se le ordena engañar a la gente en caso de necesidad” (TMR v). Al finalizar aquí la cita, el propio crítico es culpable de mentir a su lectorado, ya que el párrafo en cuestión continúa: “y si fuera más una mentirosa nata ahora podría estar más feliz y salir airosa hace mucho tiempo. Pero [ella] es demasiado sincera, abierta e incapaz de disimular, y ahora está siendo crucificada diariamente por eso (...) El martirio es agradable de mirar y criticar, pero más difícil de sufrir. Nunca hubo una mujer más injustamente maltratada que H.B.” (CMc 134 / CM 272). Por supuesto, si uno ha decidido que las cartas de ambos Maestros probablemente fueron escritas por H.P.B., entonces ese testimonio cuenta muy poco, aunque es evidente que Johnson está muy contento de usarlo si se puede torcer para cumplir sus propósitos.

En una correspondencia a un miembro de la Sección Esotérica para noviembre de 1889, H.P.B. declaró que durante 15 años sólo había dicho la verdad, describiendo a los Mahatmas no a modo de espíritus incorpóreos, sino como humanos vivos que generalmente viven allende el Himalaya, y continúa: "Y aún la gente intentará elucubrar que soy una mentirosa, sin siquiera preguntarse por qué debería haber ideado una falsedad tan absurda e inútil" (ICM 40). Johnson afirma que Helena inventó su interpretación de los Maestros "para proteger su privacidad y el carácter neutral de la Sociedad Teosófica" (Theosophical History, octubre de 1995, p. 264), pero esto tiene poco sentido, ya que no era ningún secreto que varios gobernantes indios nativos -incluidos Ranbir Singh y Singh Sabha, la organización de Thakar- simpatizaban con dicha Sociedad; sin embargo, Johnson no puede proporcionar una sóla evidencia documental concreta de que Thakar y Ranbir actuaron como patrocinadores, maestros y asesores secretos de H.P.B., o fueron los prototipos de K.H. y M. ¡Sin duda, Paul ve esta falta de pruebas como "constatación" de cuán hábilmente borraron sus huellas! Incluso suponiendo que esos regentes indios fueran deshonestos y lo suficientemente inescrupulosos para condonar o alentar el presunto fraude relacionado con los Maestros del Himalaya, ¿qué ganarían con eso?

De acuerdo con la postura de Johnson, Blavatsky y sus "confederados" se implicaron en una urdimbre de engaño a una escala sin precedentes y escribe: “Durante su período en India, se había apoderado de H.P.B. una red de fraude e intriga. El motivo era político al menos en parte, y en esto Hodgson estaba en lo cierto, pero los intereses que ella servía eran indios y no rusos” (TMR 256). En lo que respecta a los motivos "políticos" de Helena, ella ciertamente trabajó para el renacimiento cultural y espiritual de India, y estaba a favor de reformas sociales pacíficas, y tras la llegada de los fundadores teosóficos a ese país se formaron alianzas o asociaciones amistosas con varios cuerpos progresivos de indios nativos (BTM 82-4), pero no hay evidencia de que haya participado en una agitación política manifiesta (o encubierta) y, a pesar de sus fallas, Blavatsky se opuso al derrocamiento del dominio británico que se consideraba preferible al dominio por Rusia como alternativa. Ella dijo a Sinnett que según Morya los ingleses no se retirarían de India "hasta el próximo siglo y 'lo suficientemente tarde incluso para ver a Dennie como un hombre muy viejo', como K.H. dijo hace algún tiempo" (CBA 206). Dennie era el hijo de Sinnett, y si no hubiera muerto joven habría tenido 79 años cuando India se independizó en 1947

Con respecto a los fenómenos ocultos de Blavatsky, Johnson dice: "Mi suposición es que eran una mezcla de fraude y psiquismo genuino, realizados sin la ayuda de los Maestros, aunque con su conocimiento previo y aprobación" (ISM 280), mientras que Helena fue muy tajante en decir que nunca había producido cartas Mahatma o sucesos falsificados. En julio de 1885 escribió a Sinnett:

"Por supuesto, todos ustedes que creen en los Maestros y les respetan no pueden creerme culpable sin perder toda creencia en Ellos. Son jesuitas congénitos quienes no perciben discrepancias en la idea (Hume era uno de ellos) de mentiras inmundas y fraude incluso por el bien de la causa, que se asocia con el trabajo realizado para los Maestros. Son tontos innatos -o capaces de trabajar según el principio de que 'el fin justifica los medios'- aquéllos capaces de creer que tales manos puras y santas pueden tocar y manejar sin sentimiento de aprensión un instrumento tan sucio, como ahora se me representa. Si yo hubiera sido culpable una sóla vez de un fraude deliberado y con propósito, especialmente cuando los engañados eran mis mejores amigos, los verdaderos, ¡entonces no hay "amor" para alguien como yo!, sino lástima o desprecio eterno en el mejor de los casos" (CBA 102-3). 

Si la teoría de Johnson es correcta, estas son las declaraciones de una persona mentirosa e hipócrita. Como alternativa, si Helena dice la verdad, Johnson es culpable de una "babosería" colosal.

En un recado compuesto hacia octubre de 1882, K.H. dijo a Sinnett que había un aspecto en el que H.P.B. era culpable de engaño o exageración falsa:

"Fue en presencia de los fenómenos suscitados que ella seguía negando constantemente -excepto en el caso de cosas insignificantes como campanas y golpes- que a modo personal tenía algo que ver con su producción (...) Nunca se podría hacer que cayera en la cuenta de la inutilidad absoluta y el peligro de tal celo, y cuán equivocada estuvo en sus nociones de que aumentaba nuestra gloria, mientras que al atribuirnos a menudo fenómenos de la naturaleza más infantil, nos rebajó en la estimación pública y sancionó la afirmación de sus enemigos de que ella era 'sólo una médium' (...) Ella produjo fenómenos y puede generarlos debido a sus poderes naturales combinados con largos años de entrenamiento regular (...) Mientras nos achaca todo tipo de fenómenos tontos, a menudo torpes y sospechosos, sin duda ella ha venido colaborando con nosotros en muchos casos, a veces ahorrándonos tanto como dos tercios de energía utilizada, y cuando protestábamos [ella contestó que] su única alegría era ser de alguna utilidad para nosotros. Y así siguió suicidándose poco a poco" (CMc 295-6 / CM 312-3). 

*Charles Ryan comenta: “Pocos individuos, incluso entre los teósofos, se percataron del gran gasto de energía vital requerido para precipitar materia fuera de la atmósfera en una matriz astral, formada por la imaginación entrenada y sostenida mediante un intenso acto de voluntad, y por lo visto 'crear' objetos o hacer que apareciera escritura en papel" (BTM 113).

Si Johnson estuviese en lo correcto sobre la "ficción" por H.P.B. de dichos Maestros y los extremos a que llegó para ocultar sus identidades "verdaderas", habría tenido que ser una actriz consumada y experta en el arte de engañar, duplicar y disimular; sin embargo, G.R.S. Mead la describió como "demasiado confiada de los demás y bastante pródiga en su franqueza" (OWMB 274). Además de ser abierta, tenía un temperamento muy impulsivo y excitable que los Maestros atribuyeron en parte a su formación oculta en el Tíbet (CMc 79-80 / CM 203-4; CBA 307). Alice Gordon escribió que Blavatsky era "tan íntegra que en su caso era imposible el engaño sistemático. No tenía ni la astucia ni el autocontrol necesarios para tramar y ocultar, y vivió tan abiertamente entre sus amigos que las muchas falsedades sobre su persona son absurdas para quienes han vivido en la misma casa con ella" (Memory 68). Franz Hartmann declaró: "Como testificarán todos los que la conocieron, H.P.B. nunca fue capaz de disfrazarse, y cualquier falsía grande o pequeña que pudo haber intentado, se habría descubierto de inmediato, incluso por un niño" (Memory 65). Por su parte, Charles Ryan comenta:

"Ningún charlatán hubiera hablado ni se habría conducido de modo tan informal como ella solía hacer con personas a quienes esperaba convencer de su autenticidad. Ningún embaucador habría soñado con presentar manifestaciones fraudulentas de la manera totalmente casual y sin métodos descrita por numerosos testigos. Todo esto formaba parte de su complejo personaje que era curiosamente poco sofisticado e infantil en muchos sentidos, y tan alejado de lo que podría ser un impostor astuto. Se sabe que confió en las personas más decepcionantes, incluso tras haber sido advertida por su Maestro, aunque en otras ocasiones mostró una percepción increíblemente aguda del carácter" (BTM 106).

Los Maestros dijeron a Sinnett que cualesquiera que fuesen los defectos personales de H.P.B. ella poseía "dotes excepcionales y maravillosas" y era completamente desinteresada, y así fue elegida por Ellos como el agente más adecuado para la tarea en vista: reactivar el interés en algunas enseñanzas de la Sabiduría Antigua para iniciar una nueva era (CMc 9, 124-5, 437 / CM 9-10, 263, 370).

Existe un testimonio abrumador de los incidentes ocultos que realizó H.P.B. (ver The Occult World of Madame Blavatsky [OWMB], compilado por Daniel Caldwell). Ciertamente, parece ser que sus poderes esotéricos estaban por completo sometidos a su voluntad y eran muy superiores a los del psíquico o médium común (que a veces recurren al fraude ante la poca fiabilidad de sus "dones"). Un hecho indiscutible es que Blavatsky nunca fue sorprendida simulando ningún acontecimiento de este tipo, y si los fenómenos realizados por ella y los Mahatmas son genuinos, no hay problema excepto para los materialistas dogmáticos que en su insensatez descartan la existencia de un mundo oculto fuera de su control. Sin embargo, si Johnson "adivina" que en ocasiones H.P.B. recurrió al fraude, depende de él proporcionar hipótesis plausibles para explicar cómo se lograron fenómenos particulares y con qué ayudas. Hodgson y los Coulomb fallaron miserablemente a este respecto, y queda por ver si Paul puede otorgar explicaciones que sean menos cómicas y descabelladas, pues hasta ahora no se ha aventurado más allá de las acusaciones.

En opinión de Johnson, los prodigios ocultistas representan "afirmaciones excepcionales" que necesitan "pruebas extraordinarias", y el testimonio de tales sucesos en la literatura teosófica es "dudoso y ambiguo". Afirma que su propia explicación del vínculo de Helena con los Maestros "se basa en factores ordinarios y pruebas históricas comunes" (ver Gnat). Pero al hacer tal afirmación y acusar a Blavatsky de "fraude e intriga", no descarta la posibilidad de que algunos acontecimientos esotéricos hayan sido reales; de hecho, define a los Mahatmas como "sus enseñantes espirituales y patrocinadores ocultistas, seres humanos altamente evolucionados con varias habilidades paranormales" (Theosophical History, octubre de 1995, p. 266). Por ejemplo, en cuanto a las visitas astrales del Mahatma M. dice que, de ser genuinas, tales comparecencias pudieron haber sido las de Ranbir Singh porque no sabemos si fue capaz o no de tales portentos [???]. Como admite Johnson (TMR 136), no importa que no haya salido a la luz evidencia que sugiera que Ranbir poseía poderes particulares, y si su teoría necesita que el maharajá esté dotado con dichas capacidades, ¡entonces eso es lo que tendrá! Para evitar comprometerse con una suposición tan infundada, Johnson siempre puede invocar la opción de que exista un candidato más "plausible" para M. y aún no identificado, aunque naturalmente podemos descartar al Morya indo-tibetano que "no existía" sólo porque Johnson lo dice. Para él, casi todo es posible excepto la existencia de los Mahatmas himaláyicos, incluso si esto significa descartar a todos quienes declaran lo contrario como "mentirosos" o "engañados".


03. Las Cartas Mahatma

Johnson afirma: "Aunque el juicio de los expertos en escritura a mano sobre la cuestión Mahatmas/Blavatsky está dividido en partes iguales, el análisis más reciente -realizado por el doctor Vernon Harrison- concluye que H.P.B. no escribió las cartas analizadas por Hodgson (...) Si se demuestra que las correspondencias en el Museo Británico fueron creadas por otra mano que no sea la de Blavatsky, esto dejaría abierta la posibilidad de que ella las compusiera y fuesen copiadas mediante un confederado" (TMR 175).

Richard Hodgson, de la Society for Psychical Research (S.P.R.), estaba convencido de que Helena elaboró las Cartas Mahatma; sin embargo, F.G. Netherclift y R. Sims, los dos expertos en escritura manual contratados por Hodgson para el propósito de su investigación, concluyeron originalmente que Blavatsky no redactó las cartas de K.H. que examinaron. Hodgson luego habló sobre el asunto con ellos y les proporcionó más muestras grafológicas, y como resultado cambiaron de opinión declarando que ella las escribió todas. Vernon Harrison describe los esfuerzos descarados de Hodgson para influir en el juicio de sus expertos como "altamente impropios", y añade que ningún tribunal inglés aceptaría un informe que se sabe fue elaborado en tales circunstancias (BSPR 16).

Harrison sostiene que es extremadamente difícil redactar página tras página de composición original en un estilo literario y de escritura asumido, sin reversiones a la práctica normal (BSPR 40). Tras estudiar diapositivas de todas las Cartas Mahatma en la Biblioteca Británica línea por línea, dice que no encuentra "evidencia de autoría común para los estilos caligráficos de K.H., M. y H.P.B." (BSPR 56) y comenta: "Los guiones de los Maestros están muy lejos de los asertos explosivos de H.P.B. que sugieran una advertencia por la Oficina Meteorológica de que se acerca el huracán Helena" (BSPR 54). Añade que la escritura de A.P. Sinnett está mucho más cerca de la de K.H. que aquélla de Blavatsky, pero es lo suficientemente distinta para evitar la posibilidad de que éste falsificara los recados de K.H. (BSPR 57-8). También agrega que las Cartas Mahatma no fueron dictadas a los chelas que las elaboraron con su propia letra, y dice que le queda "la fuerte impresión de que los escritores K.H. y M. fueron humanos reales y diferentes" (BSPR 67). 

Las conclusiones de Harrison están en conformidad con los hallazgos anteriores de dos expertos en grafología. En 1886 se envió una carta de H.P.B. y otra de K.H. al doctor Ernst Schütze, calígrafo de la Corte Imperial alemana, quien concluyó que había "diferencias evidentes" entre ellos y sería un "tremendo error" suponer su procedencia de la misma mano (CBA 348-50; Incidents 323-4). En 1963 fueron remitidas tres muestras de escritura a mano por Blavatsky, K.H. y Damodar a Paul L. Kirk, uno de los expertos estadounidenses más conocidos, y determinó que estaban compuestas por tres personas diferentes (HMM, 89, 132 160; ver también HPB 273-4.) Esto es demasiado para la afirmación de Johnson que el juicio de los expertos en escritura está "dividido equitativamente".

Se realizó un análisis informático en muestras de escritos por Blavatsky, los Mahatmas K.H. y M., y un grupo de control de otras notas, centrándose en parámetros tales como el número de sílabas en palabras y vocablos en frases gramaticales, y la frecuencia de aparición de grupos preposicionales y conjunciones. En enero de 1980, Charles Marshall presentó los resultados de esta investigación en un artículo leído durante la Conferencia Internacional del Instituto de Profesores de Idiomas Modernos en Leningrado, y respalda firmemente la opinión de que H.P.B. no fue autora de las Cartas Mahatma (HPB 274).

Johnson parece pensar que Blavatsky escribió al menos algunas misivas de Morya (ITM 60) y no sugiere de modo explícito que Ranbir Singh desempeñara alguna función en su génesis (de hecho, ¡con cinco esposas y seis hijos que atender, Ranbir probablemente tuvo poco tiempo o energía para la correspondencia!). Johnson es ambiguo sobre el supuesto papel de Thakar Singh en la producción del correo por K.H., pues implica que este rajá sí escribió ciertas cartas cuando asevera que la salida anticipada del regente hacia Inglaterra en el otoño de 1883 le llevó a renunciar temporalmente a su rol como corresponsal de Sinnett y que pudo haber reanudado la mensajería tras llegar a Londres (TMR 174), pero Johnson también dice que H.P.B. fue la autora y Thakar principalmente su asesor y un personaje dispuesto (ISM 236-7), y que su insinuación de que hubo un acuerdo entre Helena y el rajá sobre las cartas de K.H. "no significa que Thakar necesariamente las haya escrito, sino que él aprobó y alentó la correspondencia" (Theosophical History, octubre de 1995, p. 267).

Johnson sostiene que Thakar y H.P.B. produjeron los recados de K.H. con el objetivo de convertir a Sinnett y Hume a la causa del renacimiento cultural indio y su reforma social (ISM 244), aunque no está claro por qué esto no podría hacerse sin inventar historias elaboradas sobre maestros del Himalaya supuestamente "ficticios". Además, el argumento no tiene en cuenta la amplia gama de cuestiones científicas y metafísicas abordadas en las Cartas Mahatma. Muchas de ellas se relacionan con el espiritismo y revelan un profundo conocimiento de los espiritistas conocidos por Sinnett en Gran Bretaña, mientras que varias otras refieren a la organización de la Sociedad Teosófica inglesa. El proyecto Phoenix, en el que Johnson pone tanto énfasis, se menciona en una décima parte de las Cartas, y sólo cinco misivas están completamente dedicadas a este tema.

Paul cree que la "fantasía de las Cartas Mahatma" fue producida por mentirosos congénitos, y aún señala que son "documentos eternos y tesoros de enseñanza espiritual" (ISM 236). Presumiblemente se está refiriendo sobre todo a los contenidos sobre hermandad y el camino místico. Este autor considera como falsa la mayor parte de lo que dicen dichas Cartas sobre los propios Maestros, la Hermandad del Himalaya, el entrenamiento de H.P.B. en Tíbet* y su papel como Agente de Aquéllos, pero no manifiesta lo que piensa sobre las críticas de los Mahatmas a la ciencia materialista, o las enseñanzas sobre cosmología y evolución, rondas y razas, planos y globos, estados posteriores a la muerte, etc., o de dónde piensa que Blavatsky obtuvo sus ideas en todos estos temas.

*Johnson alega que son "dudosas" las afirmaciones de H.P.B. con respecto a sus viajes y estudios en el Tíbet (ITM 177). Para evidencia que respalde a la Agente de los Maestros, ver HPB 80-104 y BTT 108-44.

Muchas de esas "epístolas Mahatma" contienen críticas a los actos de Blavatsky, instrucciones a varias personas sobre asuntos de los cuales deseaban que ella no supiera, o directrices que se oponían bastante a los deseos de ésta. Por ejemplo, en un momento K.H. aconsejó a Sinnett que no se opusiera a la reelección de Anna Kingsford como Presidenta de la Logia en Londres, contradiciendo las perspectivas de Sinnett y H.P.B. que consideraban a Kingsford como "petulante insufrible" por todos sus dones intelectuales. La diferencia de estilo entre las cartas de Helena y los Maestros es muy marcada, aunque su mente pudo haber coloreado la fraseología en los casos que actuó como instrumento directo de transmisión. A menudo sus propios correos la muestran malhumorada, mientras que los escritos Mahatma generalmente están impregnados de una calma inquebrantable. En vista del frecuente estado mental y emocionalmente perturbado de Blavatsky, sus continuas enfermedades graves y el hecho de que estuvo involucrada en una ronda constante de actividades agotadoras, es ridícula la idea de que pudo elaborar las voluminosas cartas a Sinnett y Hume, y manejando una red de confederados que se dedicó a producir mensajes y fenómenos falsos sin jamás ser descubiertos, incluso suponiendo que ella tuviese la mentalidad retorcida de intentar semejante engaño. 

Dado que algunas epístolas de los Maestros se recibieron cuando Helena estaba a miles de kilómetros de distancia, obviamente ella no pudo haber sido responsable de crearlas en su totalidad. Si realmente los mensajes fueran una farsa, entonces Blavatsky necesitaba una gran red de confederados y conspiradores, donde algunos de ellos habrían requerido escribir con fluidez en las diversas caligrafías de los Maestros y manteniendo sus diferentes estilos literarios. Como ya se mencionó, Vernon Harrison rechaza esta hipótesis, pero si Johnson cree seriamente que Ranbir, Thakar, Olcott o determinados chelas escribieron alguna Carta Mahatma por medios ordinarios, debería hacer que otros expertos examinen muestras de sus grafías. Si piensa que no se emplearon métodos ocultos, necesita presentar hipótesis plausibles para explicar cómo se lograron "fraudes" de mensajes específicos.

Ni M. ni K.H. afirmaron que sus recados fuesen compuestos con su propia letra. Las cartas de Morya recibidas en el periodo neoyorquino de la S.T. y hasta finales de 1881 tienen una forma de escritura pequeña y ordenada. La última de este tipo fue recibida por Ramaswamier en la sede teosófica de Bombay el 28 de diciembre de 1881, y en la misma oportunidad Olcott recibió una breve nota de una frase en un tercer manuscrito, pero con la firma habitual. Todas las epístolas posteriores de M., y todas las acogidas por Sinnett desde octubre de 1881 en adelante, muestran un estilo diferente que es difícil de descifrar (CMS 2:66, 75; ODL 1: 256-7). Aunque Vernon Harrison cree que todas las misivas de K.H. se originaron en la misma persona, señala que en algunas de las primeras ciertos caracteres muestran variaciones; sin embargo, éstas "no muestran el sello distintivo del falsificador aprendiz y parecen haberse introducido por el método (ignoto) de transmisión de las Cartas" (BSPR, Declaración Jurada, 2). Si Johnson rechaza la explicación oculta de los diferentes estilos y sus variaciones, debiera identificar qué "confederado" fue el responsable de cada uno.

También necesita explicarse el aspecto físico de estas cartas. En muchos de los documentos aparentemente escritos con lápiz azul, la caligrafía no se compone de trazos normales sino de líneas diagonales finas y espaciadas con extrema precisión. Harrison trató de imitar el efecto escribiendo con papel apoyado en una tela acanalada, pero no logró obtener el mismo efecto limpio y nítido. En cuanto a los mensajes aparentemente elaborados con tinta negra, la escritura parece estar dentro del papel y no en la superficie; la tinta no se ha desvanecido y hay poca penetración de ésta incluso cuando se usa papel de arroz fino. Esto contrasta con las tintas ordinarias de la época, que generalmente se desvanecen en el transcurso de un siglo a invisibilidad marrón o amarilla o incluso de forma total, así como su infiltración a través de papel fino. En algunas Cartas se hicieron correcciones y al parecer también borraduras con un erradicador de tinta química; pese a ello, no hay manchas ni rugosidades en la hoja (BSPR 31-2, 45-6; ver también MTL 109-22; BTT 222-99).

Existen cinco ejemplos de acontecimientos ocultos que involucran la producción de Cartas Mahatma. Johnson no hace referencia a ninguno de ellos, sin duda porque son "completamente inútiles para identificar prototipos para M. y K.H.", es decir, no respaldan sus teorías consentidas.

01. En junio de 1882 varias personas se reunieron en Bhavnagar, incluidos un ateo y dos teósofos. Ni Olcott ni H.P.B. estuvieron presentes. El grupo debatía las probabilidades de la existencia de los Mahatmas, cuando bajó revoloteando un trozo de papel triangular doblado y dirigido al "honorable grupo que duda", y comenzaba: "¡Tontos son los corazones que dudan de nuestra existencia, o de los poderes que nuestra comunidad posee por eras y eras!" (CMS 2: 147; MTL 266-7; BTT 404-5). 

02. En agosto de 1883 el mayor general H.R. Morgan visitó la sede de la S.T. Cuando Emma Coulomb abrió la puerta del "santuario" (un gabinete en que a veces se transmitían y recibían cartas) para examinar el retrato de K.H., se cayó e hizo añicos una bandeja de porcelana china, y luego las piezas fueron atadas en una tela y colocadas en el santuario. Cinco minutos más tarde, Damodar, que estaba sentado frente a ese sector y parecía envuelto en ensueño, exclamó "creo que hay una respuesta". Se abrieron las puertas y se encontró una pequeña nota con la letra de K.H. que decía: “A la pequeña audiencia presente. Madame C.– tiene la oportunidad para asegurarse de que el demonio no es ni tan negro ni tan malvado como generalmente se lo representa; la travesura se repara fácilmente" (esta era una referencia lúdica a Emma, quien creía que muchos de los acontecimientos maravillosos en la sede eran "obra del diablo"). Cuando la tela fue abierta, se descubrió que la bandeja estaba perfectamente restaurada (Damodar 341-4; MTL 285-8; HMM 281-7; CW 6: 418-9). 

03. En febrero de 1884 y mientras discutía asuntos de la S.T. con Blavatsky, el doctor Franz Hartmann pidió su opinión sobre un determinado tema en que había estado pensando, y entonces Helena le aconsejó que formulara su pregunta mentalmente al Maestro de aquélla. Emma Coulomb entró en la habitación solicitando un par de pinzas, y recordando que tenía uno en el cajón de su escritorio, Hartmann bajó las escaleras, sacó el instrumento y estaba a punto de cerrar el contenedor cuando vio un sobre grande dirigido a él, con la letra de M. y el sello mostraba sus iniciales en caracteres tibetanos. La larga carta incluía una respuesta detallada a su duda y la explicación de ciertos asuntos que le rondaban en la mente durante algún tiempo, pero que no había mencionado a H.P.B. Hartmann señala que la misiva debe haber sido escrita, sellada y puesta en el cajón en menos de cuatro minutos, mientras que le tomó exactamente 40 copiarla al día siguiente, y esto le convenció de la autenticidad de los Mahatmas (OWMB 166-70; MTL 293-5).

04. El 1 de agosto de 1884 Henry Olcott salió de Elberfeld con el doctor Hübbe Schleiden en tren hacia Dresde. Estaban sentados en un vagón con otros pasajeros cuando Schleiden recibió un mensaje de K.H. que respondía una pregunta que acababa de hacer a Olcott (CMS 2: 124-5; HMM 257-8). Vio la carta entre él mismo y el siguiente viajero cuando retomó su asiento luego de entregar sus boletos al guardia. Henry comenta: “El caso parece estar libre de fraude, pero el amable y generoso crítico del S.P.R. que lo revisa insinúa la posibilidad de que un agente de H.P.B. (sin dinero) haya estado en el tren con nosotros. Realmente, ¿vale la pena perder el tiempo con esas personas tomándolas en serio?" (ODL 3: 175). 

05. El 25 de agosto de 1884 un grupo de personas, en su mayoría teósofos, estaba sentado en el salón de los Gebhard en Elberfeld. Blavatsky dijo sentir la presencia de Maestros y preguntó a los allí reunidos qué les gustaría que hicieran por éstos. Solicitaron una carta dirigida a Gustav Gebhard sobre un tema que él mismo decidiría mentalmente, y Helena declaró ver un rayo de luz en dirección a una gran pintura al óleo que colgaba sobre el piano; asimismo, Laura Holloway y la señora Gebhard dijeron avistar algo. Rudolf, el hijo de Gustav, se subió al instrumento para levantar la imagen del muro sin descolgarla y miró hacia atrás, sin encontrar nada. Blavatsky dijo que revisara por segunda vez, pero nuevamente no halló objeto alguno. Cuando se volvió hacia H.P.B. ella exclamó “veo la carta; ¡ahí está!"; entonces Rudolf volteó rápidamente a la imagen y vislumbró un papel que caía desde atrás sobre el piano. Estaba dirigido al "Señor Cónsul G. Gebhard" y contenía la información que acababa de pedir sobre uno de sus hijos que permanecía en EE.UU. Rudolf siempre había tenido gran interés en conjurar trucos, pero estaba seguro de que no hubo prestidigitación (OWMB 188-91).

Si Johnson tiene exégesis "ordinarias" y materialistas para estos eventos, sería interesante escucharlas y ver si no son más "extraordinarias" que las demostraciones ocultas. Por ejemplo, la señora Sidgwick del S.P.R. sugirió que en el anterior episodio de Gebhard había estado presente un confederado, sobre lo cual Víctor Endersby comenta: “Con esa excusa ella desecha esta incomodidad por completo, quizá al darse cuenta demasiado tarde de que la noción de un 'confederado' involucra a alguien que puede leer la mente de Gebhard, escribir una carta durante unos segundos con el estilo correcto del Mahatma en medio de la multitud, luego agitarla en el cuadro presumiblemente a través del torso de Rudolf y sin ser observado, con las miradas expectantes de todos en él, la imagen y el espacio entre ellos" (HMM 259).

Alfred Sinnett estaba convencido de que los mensajes recibidos de K.H. no fueron compuestos por H.P.B., en parte porque el estilo literario de Aquél era muy diferente al de ella, y consideraba el "incidente del telegrama" como una prueba positiva para la existencia independiente de dicho Mahatma. El 24 de octubre de 1880 Sinnett estaba en Simla y escribió una misiva que envió por correo certificado a Blavatsky en Amritsar para su transmisión a K.H. La destinataria acogió el envío a las 14 horas del día 27, como muestra el matasellos de entrega en el sobre, e inmediatamente la comunicó por medios ocultos a K.H. quien señaló recibirla cinco minutos después en un tren a 48 kms. más allá de Rawalpindi, y éste envió un telegrama a Sinnett en Allahabad desde la siguiente estación de Jhelum a las 16.25 de la misma tarde (CMc 15-16 / CM 12-13; MTL 387-8). Kuthumi comentó: "A menos que H.P.B. tuviera el don de volar en dos minutos de Amritsar a Jhelum, a una distancia de más de 320 kilómetros, ¿cómo escribió para mí el despacho en mi propia caligrafía en Jhelum apenas dos horas después que ella recibiera vuestra carta en Amritsar?" (CMc 26 / CM 19). Por consejo del Maestro, Sinnett luego obtuvo la copia manuscrita del telegrama; estaba redactado por Él con su propia mano y la caligrafía no es igual a la adoptada en el correo con Sinnett y Hume, que generalmente se transmitió a través de chelas (MTL 387-8). Johnson se refiere a esta "supuesta comunicación paranormal" (TMR 155-6), pero no ofrece un fundamento alternativo ni discute el posible papel de Thakar Singh, su K.H. "prototípico".

Otro evento que convenció a Sinnett sobre la existencia de Kuthumi ocurrió poco antes del evento recién descrito. En la noche del 19 de octubre de 1880 Alfred se despertó por un momento y luego perdió el conocimiento para volver a despabilarse consciente en una habitación contigua, pero no en su cuerpo. Allí vislumbró a K.H. y otro adepto (a quien Olcott más tarde identificó como Serapis). A la mañana siguiente Sinnett encontró una carta de dicho Maestro que decía: "Al menos en sueños y visiones, cuando se interpretan correctamente es difícil que pueda haber un 'elemento de duda' (...) espero demostraros mi presencia cerca de vos anoche con algo que me llevé. Vuestra esposa lo recibirá de vuelta en la colina" (CMc 10 / CM 10). Más tarde ese día, un broche perteneciente a Patience Sinnett se materializó dentro de su cojín, en presencia de muchos testigos (OWMB 134-8; MO 95-100). Si Johnson sospecha que la visita astral y posterior materialización del prendedor involucraron trucos, tal vez le gustaría sugerir cómo H.P.B., Thakar o los "confederados" sin identificar lograron esas notables hazañas.

Sinnett menciona más evidencia de que hubo poderes ocultos involucrados en la producción de Cartas Mahatma: "En uno o dos casos recibí contestaciones de Koot Hoomi a mis cartas en mis propios sobres, que permanecieron intactos tal como se los enviaron, pero con la dirección cambiada; mi mensaje desapareció por dentro y Su respuesta había reemplazado a aquél. En un par de ocasiones encontré recados cortos de Koot Hoomi escritos sobre partes en blanco de cartas de otras personas, que me llegaron por correo" (MO 125).

Blavatsky escribió a Sinnett sobre el incidente Kiddle el 17 de noviembre de 1883, y cuando aquél recibió el correo observó que varias líneas fueron borradas y en su lugar se precipitó la siguiente nota con escritura de K.H.: “¡Verdadera prueba de su discreción! Os contaré todo tan pronto como tenga una hora libre" (CBA 67). En otra carta para Alfred a fines del mismo mes, y quejándose sobre la insistencia por los Maestros de que Anna Kingsford siguiera siendo Presidenta de la Logia londinense, ella apuntó: “Supongo que el Mahatma K.H. tocó el primer violín y mi Jefe [M.] el segundo como de costumbre. Tengo que obedecer, como habéis dicho". Cuando Sinnett receptó esta misiva había un breve comentario de Morya que se precipitó junto a la última oración: "En efecto, este es el mejor modo de obrar" (CBA 72).

El 2 de noviembre de 1880 y mientras se recuperaba de la fiebre que contrajo en Punjab, H.P.B. escribió a Sinnett desde Lahoré (CBA 6-7) en un estado de angustia emocional, causada por mensajes insultantes de Hume y el artículo del Bombay Gazette que contenía varias insinuaciones de que ella era espía rusa. Helena contó a Sinnett que redactó una declaración repudiando la "insinuación estúpida y vil" en el semanario y se la había enviado con la solicitud de que fuese publicada en The Pioneer. La Agente de los Mahatmas lo hizo pese a que K.H. trató de persuadirla de que sería mucho mejor que Alfred escribiera comentarios editoriales sobre el asunto, pero para molestia de Blavatsky esta carta se perdió y acusó al Maestro de jugarle un truco y deshacerse de su primer mensaje, diciendo que no "lo consideraba muy amigable por su parte". "Si soy tan inútil y tonta, ¿por qué no me aniquilan?", preguntó, y terminaba protestando: "¡Ya tengo suficiente de este viejo cadáver!" Cuando Sinnett tuvo esa carta, advirtió que Kuthumi agregó algunas observaciones tranquilas y dignas en explicación de su arrebato, usándolo para darle una lección sobre la dualidad de la naturaleza humana.

El 21 de octubre de 1880 H.P.B. y Olcott abandonaron la residencia montaraz de Sinnett en Simla para ir a Amritsar, y Johnson especula que Blavatsky se encontró con Thakar Singh en ese viaje para finalizar un acuerdo mutuo sobre el engaño de Sinnett con cartas "K.H." falsas (TMR 154). Sin embargo, Alfred recibió su primer correo de Aquél en Simla el 17 de octubre de 1880, y también otro más largo y tres notas cortas antes que H.P.B. se trasladara a Amritsar. Recuérdese que la primera epístola Mahatma, escrita en francés con caligrafía de K.H., fue receptada en Odessa (Rusia) el 7 de noviembre de 1870 por Nadyevhda Fadeyev, tía de H.P.B.; el Maestro le aseguró que su sobrina, para entonces de viaje probablemente en Tíbet, se encontraba en buenas manos y regresaría antes de 18 lunas nuevas (CMS 1:84, 132-4, 2: 3-5; CW 6: 274-7; HPB 102-3; MTL 17-20). Fadeyev señala además que el envío fue entregado "por un mensajero de aspecto asiático, que luego desapareció ante mis propios ojos", y luego Morya indicó que fue él quien lo dispensó (CMc 102 / CM 254). Johnson sostiene que ese testimonio se contradice mediante la declaración en 1892 por Vera Zhelihovsky -hermana de Blavatsky- de que los familiares de Helena nunca oyeron hablar sobre sus Maestros indios hasta que comenzó a referirse a ellos en cartas desde Nueva York (TMR 41), por lo cual aparentemente Paul insinúa que Vera fue otro cómplice de H.P.B. Sin embargo, esto es bastante improbable porque Blavatsky afirmó que no gustaba hablar con su tía acerca de los Mahatmas debido a su feroz ortodoxia religiosa (CBA 154).

Thakar Singh planeaba ir a Inglaterra en el otoño de 1883 para visitar a su primo Dalip, pero las autoridades le negaron el permiso. Sin embargo, estuvo en ese país a fines de 1884 y permaneció allí hasta terminar el verano de 1885. Johnson especula que "sus planes y preparativos para el viaje lo llevaron a renunciar temporalmente a su función como corresponsal de Sinnett", y sostiene que Olcott "fue seleccionado para llenar el vacío" (ITM 34). Como "evidencia", cita dos Cartas Mahatma a Henry. El 13 de junio de 1883 éste acogió una misiva de Hilarión que comenzaba: “Maha Sahib os pide que pongáis toda vuestra alma en respuesta para A.P.S. [Sinnett] de K.H. Sobre esta carta se articulan los frutos del porvenir. Que sea una que se pueda mostrar con honor a todos, incluyendo Crookes" (CMS 2:85; el científico Sir William Crookes había comenzado a mostrar interés en la Teosofía y se unió a la S.T. el 20 de noviembre de 1883). Dos días después Olcott recibió una epístola de M. advirtiéndole: “Tenga cuidado con la carta a Sinnett. Debe ser una realmente adéptica” (CMS 2:86).

Johnson no dice quién escribió estos mensajes en su opinión, pero aduce que instan a Olcott para crear un mensaje de K.H. para Sinnett. Esto es absurdo, porque si Henry creía en los Maestros -es decir, si según Paul era un crédulo en lugar de confederado de H.P.B.-, es poco probable que se le ordenara urdir una epístola Mahatma. Y si Olcott ya era parte del supuesto "fraude" por Blavatsky, ¿por qué habría recibido directrices en la caligrafía asociada con dos Maestros supuestamente "míticos"? Si nuestro "escéptico" cree que Olcott compuso algunas epístolas de K.H. recibidas por Sinnett en los meses previos a la llegada de Thakar a Londres, debiera hacer que la letra de Henry sea comparada con la del Mahatma; en cualquier caso, Vernon Harrison no ve ningún parecido entre ellas. Además, tampoco era necesario un "reemplazo" si Thakar no pudo redactar ninguno de los mensajes por K.H., como sugiere Johnson en otra parte. 

Una interpretación más razonable de los dos correos a Olcott es que se le pidió componer una misiva cuidadosa a Sinnett, con su propia letra y firma, para transmitir cierta información de K.H. No se sabe si fue redactado dicho mensaje; sin embargo, Kuthumi consignó a Olcott escribir a Alfred en varias ocasiones. En una de ellas ordenó "decir a Sinnett toda la verdad sobre el recado que os di en Londres [enero de 1879] sobre las 100 libras en presencia de la señora Billing y Upasika [H.P.B.]" (CMc 351 / CM 415-6 ). En su propia correspondencia a Sinnett, K.H. menciona que pidió a Olcott que le escribiera, y éste último adjuntó la nota del Mahatma con su propia respuesta a Sinnett (recibida en enero de 1883). En una carta del mes siguiente, K.H. afirma que solicitó a Olcott enviar a Sinnett la autoridad oficial necesaria para reformar los cambios relacionados con las cuotas de membresía (CMc 364 / CM 202). 

El 26 de mayo de 1883, Olcott recibió una epístola de K.H. que contenía información para Sinnett sobre el proyecto Phoenix, y terminaba: “Esta es 'una carta K.H.' y podéis decirle al Sr. S.” (CMc 370-2 / CM 371-2). Henry la remitió a Alfred, tal vez en lugar de escribirse a sí mismo, y éste último la tuvo a mediados de junio. El hecho de que el primero no siempre comunicara con precisión al segundo la información que los Maestros le pidieron transmitir surge de una misiva que Sinnett receptó a fines de febrero de 1883, donde K.H. dice que Olcott presentó las opiniones de Morya "en una forma un tanto torcida" (CMc 365 / CM 383). Esta puede ser una de las razones, en las dos notas citadas por Johnson, por las cuales los Mahatmas aconsejan a Henry que escriba un mensaje cuidadoso y "adéptico". El que estas dos citas se utilicen como "prueba" de que Olcott estuvo involucrado en "crear cartas K.H. falsas" indica que Paul simplemente raspa el fondo del barril para rastrear "evidencia".

Según Johnson, “Thakar Singh pudo haber reanudado la correspondencia tras llegar a Londres. Para esa fecha, Sinnett se había mudado allí y recibió mensajes de K.H. enviados por correo a dicha ciudad durante la estadía de Thakar” (TMR 174). La última parte de esta declaración es inexacta (no se repite en ITM, p. 34) y se desconoce que Sinnett acogiera cartas despachadas a Londres durante el período en cuestión, pero sí tuvo una de K.H. por correo en Bromley (Kent, Inglaterra) el 9 de octubre de 1884. Alfred regresó a la capital británica desde Elberfeld el mismo día y receptó la correspondencia el día 10 (H.P.B. llegó a Londres desde Elberfeld el 6 de octubre y se fue a Liverpool el 1 de noviembre). La carta muestra la caligrafía de Kuthumi, pero no así el manuscrito en el sobre, y comienza:

"Por razones perfectamente válidas, aunque no necesarias para entrar en detalles, no pude responder vuestra carta en Elberfeld ni transmitirla a través de L.C.H. [Laura C. Holloway]. Dado que se ha vuelto imposible utilizar la vía principal -H.P.B.-, a través de la cual os he contactado hasta ahora, eché mano del correo común debido a vuestras relaciones personales y mutuas con ella. Incluso esto requirió más gasto energético de un amigo de lo que podéis imaginar" (CMc 434 / CM 366-7). Hoy por hoy, la identidad del mencionado "amigo" es desconocida.

No se sabe si fue puesta en Inglaterra alguna de las otras misivas que Sinnett recibió de K.H. durante la estancia de Thakar en ese país, ya que Alfred raramente conservaba los sobres (tal vez sólo lo hacía si indicaban que los envíos siguieron rutas inusuales). Sin embargo, Charles Webster Leadbeater recibió su primera carta K.H. al mediodía del 31 de octubre de 1884 al regresar a su casa en Bramshott (Hampshire) desde Londres, donde había ido a despedirse de Blavatsky; el recado se acogió por correo y el matasellos muestra que fue posteado la jornada anterior en Kensington, un distrito al oeste de Londres; en este caso, la letra y escritura en el sobre exhiben la quirografía de K.H. (LCWL 6-14, 97). Leadbeater regresó a la capital esa misma tarde, y una segunda misiva que le remitió K.H. fue precipitada sobre la palma de H.P.B. en presencia de Charles y otros hacia la medianoche (CMS 1: 113-5; LCWL 47-52). Si Johnson desea buscar una posible conexión de Thakar Singh, podría conseguir muestras de la escritura de éste último para contrastarla con aquélla en el sobre de la primera carta, la caligrafía del Maestro en sí y también averiguar el paradero del regente indio los días 9 y 30 de octubre de 1884, lo cual al menos produciría algo más concreto que sus especulaciones habituales. 

Nuestro "crítico" proporciona otra pieza relevante de evidencia circunstancial. El 1 de abril de 1884 Blavatsky remitió un mensaje a Alexis Coulomb, luego de ser advertida sobre las amenazas de aquél y su esposa en Adyar. Helena escribió: “Bien, si me comprometéis antes que Lane-Fox, Hartmann y los demás, nunca volveré a Adyar, pero permaneceré aquí o en Londres donde probaré fenómenos aún más maravillosos que son ciertos y que existen nuestros Mahatmas, porque hay uno aquí en París y también habrá en Londres". Johnson señala que se compuso esta misiva en medio de la estadía de Jamal ad-Din en París (de quien dice es un "maestro teosófico"*) y cinco meses previos al arribo de Thakar Singh a Londres (ISM 263-4), pero Paul no dice si investigó en qué fecha el rajá finalmente recibió permiso para visitar Inglaterra y si H.P.B. pudo saberlo en abril de 1884.

*El autor describe a Jamal ad-Din como un organizador político persa, reformador religioso y líder de movimientos subversivos en todo el mundo musulmán (TMR xi).

Anteriormente, el 26 de marzo de 1881 y en Londres, Sinnett receptó por correo una misiva de Kuthumi en papel de arroz, escrita "desde las profundidades de un valle desconocido, en mitad de los escarpados riscos y glaciares de Terich-Mir [montañas Hindu Kush]" (CMc 54-6 / CM 240-2). El mensaje había sido posteado en Francia y la dirección de Alfred en el sobre no evidenciaba la quirografía del Mahatma. Presumiblemente éste lo comunicó a través de un miembro de la Hermandad en esa nación (MTL 83-5), aunque Paul no establece si uno de sus "adeptos históricos" estaba allí para entonces, y si es efectivo debiera cotejar la letra de esta persona con el sobre y la escritura de K.H. Es interesante notar que en enero de 1879 y durante la breve estadía de H.P.B. y Olcott en Inglaterra camino a India, un hermano "escocés" estuvo involucrado en la transmisión oculta de un recado a C.C. Massey, y luego Kuthumi explicó a Sinnett que esto era referencia al hermano H. (¿Hilarión?) que en ese momento permanecía en Escocia (CMc 352, 382 / CM 417, 385).  

Johnson menciona que según el Combined Chronology de Margaret Conger, el número de cartas por K.H. y M. destinadas a Sinnett y Hume entre 1880 y 1885 fueron: 1880-K.H. 15, M. ninguna; 1881-K.H. 12, M. 14; 1882-K.H. 56, M.12; 1883-K.H. 15, M. ninguna; 1884-K.H. 12, M. 2; 1885-K.H. 1, M. 1. Paul comenta: "Sinnett abandonó India en 1883 y eso explica en gran medida este patrón", diciendo que la muerte de Ranbir Singh el 12 de septiembre de 1885 "puede dar cuenta sobre el término de la correspondencia de Morya en ese año", pese a que este "crítico" ni siquiera afirma que Ranbir realmente creara alguna de las epístolas Morya. El caso es que Hübbe Schleiden receptó al menos una nota de M. en 1886 tras el deceso de Ranbir (CMS 2: 127; Ecos 1: 321-9). Johnson continúa: "El aparente desinterés de K.H. [equiparado con Thakar Singh] en la S.T. se entiende mejor a la luz de la breve conspiración global de la que fue instigador en sus últimos años" (TMR 160), explicando que Thakar Singh dedicó sus años finales a una connivencia internacional y antibritánica que implicaba a Mikhail Katkov (ex editor ruso de H.P.B.*) y Jamal ad-Din con el objetivo de restaurar en el trono a su primo, el depuesto maharajá sikh Dalip Singh. Thakar murió el 15 de agosto de 1887, posiblemente por envenenamiento.

*En su primer libro, Johnson "identificó" al Chohan con Katkov (ISM 133), mientras que en su segunda obra correspondía a Khem Singh, un aristócrata sikh reaccionario a quien Blavatsky describió como "parásito repugnante" que se entregaba a orgías alcohólicas (TMR 181).¡Invéntate otra suposición, Paulcito!

Johnson olvida mencionar que en agosto de 1888, un año siguiente a la muerte de Thakar, fue precipitada una carta de K.H. en la cabina de Olcott a bordo del Shannon mientras se dirigía a Inglaterra para discutir con Blavatsky asuntos importantes relacionados con la Sección Esotérica. La misiva decía en parte:

"Justo ahora, en cubierta, vuestros pensamientos sobre ella [H.P.B.] eran oscuros y pecaminosos, y por eso encuentro el momento adecuado para poneros en guardia (...) H.P.B. casi no tiene ninguna preocupación con detalles administrativos (...) Pero debéis decir esto a todos: Ella está estrechamente relacionada con asuntos ocultos. No la hemos abandonado y tampoco está 'entregada a chelas', porque ella es nuestro agente directo. Os advierto que no permitáis que vuestras sospechas y resentimientos contra 'sus muchas locuras' sesguen vuestra lealtad intuitiva hacia su persona" (CMS 1: 45-6).

¿Acaso esto suena como el tipo de mensaje que habría recibido un "confederado"? Paul se refiere a esta carta en ITM (p. 198), pero simplemente dice que fue recibida "misteriosamente" y tampoco explica por qué Olcott habría dado permiso a Helena para publicar una nota tan crítica en un panfleto si no la considerara una carta Kuthumi genuina (véase CW 10: 134-42).

Este Mahatma agregó la siguiente posdata al recado anterior: "Sin embargo, preparaos para que se niegue la autenticidad de la presente en ciertos sectores", como referencia a Sinnett, quien escribió a Leadbeater que la epístola era “sólo una glorificación de Mme. B ”, y que en su parecer fue elaborada por chelas sin la aprobación de los Maestros (LCWL 75). Esto indica uno de los principales motivos por los que terminó la correspondencia de Sinnett con Aquéllos.

El último mensaje conocido con la escritura de K.H. fue receptado por Annie Besant en Londres durante 1900, y lo encontró en el reverso de una carta que acogió de B.W. Mantri, residente de Bombay. Entre otros aspectos, declaraba: "Durante algún tiempo habéis estado bajo influencias engañosas. Evitad el orgullo, la vanidad y el amor al poder (...) El canturreo hipócrita sobre los 'Maestros' debe ser sofocado de modo silencioso pero firme. Que la devoción y el servicio sean sólo para ese Espíritu Supremo del cual uno es parte. Trabajamos bajo anonimato y en silencio, y las continuas referencias a nosotros y la repetición de nuestros nombres levantan un aura confusa que dificulta nuestro trabajo (...) La mayor de vuestras pruebas está por venir" (The Eclectic Theosophist, septiembre/octubre de 1987; CMS 1: 99-100, 138-9). 

La explicación más simple es que el mensaje fue agregado por el K.H. indo-tibetano por medios ocultos mientras el correo estaba en tránsito. Vernon Harrison, sin embargo, lo considera una falsificación (BSPR 46) pues dice que simula bien la mano del Mahatma, pero la caligrafía muestra imperfecciones, aunque admite que se debería a que fue elaborada o transmitida en diferentes condiciones (cartas del 3.6.1897 y 23.8.1897). Johnson no puede atribuir el mensaje a su K.H. "prototípico" (Thakar Singh) que murió 13 años antes, ni a Blavatsky que llevaba 9 años fallecida, pero afirma que el autor era "definitivamente un aliado ideológico de Olcott en la lucha arruinada contra la adoración de los Maestros" (ITM 201). No discute quién pudo tener el motivo, el potencial y la oportunidad de interceptar la carta a Besant y falsificar el recado.

Ocasionalmente la propia Blavatsky recibía notas de los Mahatmas. Por ejemplo, el 8 de septiembre de 1882 Francesca Arundale compuso una carta a Helena, y cuando fue recibida se encontró que iban añadidas estas palabras con la quirografía de K.H.: "Una teósofa buena y entusiasta, una mística cuya cooperación debería asegurarse a través de ti" (CMS 1: 80-1). Otro acápite escrito por dicho Maestro a H.P.B. sobre Laura Holloway señalaba: “No os contaré sobre su futuro, ni deberíais intentar verlo. Sabéis que va contra las reglas" (CMS 1: 156). Entonces, ¿Johnson quiere hacernos creer que Helena apuntó estos comentarios ella misma para engañar a teósofos e investigadores históricos posteriores? 

Aunque Johnson intenta fijar el óbito de Morya en 1885 (cuando falleció Ranbir Singh) y afirma que "K.H." (Thakar Singh), muerto en 1887, perdió interés en la S.T. dos años antes al estar muy ocupado organizando "conspiraciones revolucionarias", por otra parte Blavatsky no pareció haberse percatado de su partida* porque sus cartas a Sinnett y otros continúan refiriéndose a los Maestros de la misma manera que antes. En particular, Helena habla de ser ayudada con la escritura de su obra maestra, La Doctrina Secreta, y dos "certificados" por M. y K.H. (recibidos originalmente por Hübbe Schleiden) confirman su participación (ver Ecos 1: 321-9; BTT 246-51; ROT 12-21), al igual que el testimonio de la condesa Constance Wachtmeister y otras personas (ver Reminiscences). Con certeza, sería absurdo suponer que Blavatsky haya producido La Doctrina Secreta (o Isis Develada) sin un respaldo considerable. También hizo muchas referencias a los Mahatmas, incluidos sus consejos y críticas vinculados con la Sección Esotérica, formada en 1888. De este modo, es totalmente falsa la afirmación por Johnson de que posterior a 1885 H.P.B. "rara vez se refería a los Maestros" (TMR 10). ¿Acaso Ranbir y Thakar continuaron guiándola desde el más allá, o Paul tiene en mente candidatos históricos "más plausibles"?

*Blavatsky escribió: “Los Maestros genuinos -cuyos nombres reales afortunadamente nunca han sido públicos- no se pueden crear ni eliminar a total disposición de la dulce voluntad de cualquier 'oportunista', ya sea dentro o fuera de la S.T.” (CW 11: 294).

Las Cartas Mahatma otorgan evidencia convincente de que es insostenible la versión según Paul sobre la historia teosófica, si no completamente absurda. Los autores de las mismas se presentan como humanos reales y con personalidades distintas que describen eventos concretos de manera sincera y veraz. Johnson ni siquiera ha comenzado a proporcionar una explicación alternativa y plausible para la producción y el contenido de estas misivas.