2 de febrero de 2022

Ovnis: la dimensión psíquica (3 de 10)

David Pratt
Octubre 2002-octubre 2013


Contenido:

03. "Extraterrestre" vs. "extradimensional"


03. "Extraterrestre" vs. "extradimensional"

De acuerdo con la hipótesis extraterrestre popular, los ovnis son "naves espaciales ajenas a nuestra tecnología". Se cree que la Tierra está siendo visitada por entidades de otros sistemas solares que llevan a cabo un estudio de nuestro planeta y sus habitantes, pero se han planteado variadas objeciones a esta idea (1). 

Actualmente se acepta con amplitud la posibilidad de que existen numerosas civilizaciones inteligentes en la Vía Láctea. El proyecto SETI intenta detectar su presencia mediante análisis de señales de radio desde el espacio; no obstante, ciertos especialistas sostienen que las culturas extraterrenas deben ser muy raras e incluso inexistentes, porque si fueran tan numerosas como comúnmente se cree la Tierra a esta hora debiera haber sido visitada por varias de ellas, por lo cual estos científicos descartan la idea de que los ovnis sean astronaves alienígenas.

A quienes creen que "los extraterrestres ya están aquí" a menudo se les pregunta por qué los visitantes no aterrizan en el césped de la Casa Blanca, ¡y una posible respuesta es que ellos "tienen más sentido común"! Otros argumentan que no hay necesidad de ello porque dichos visitantes "habrían alcanzado un acuerdo secreto con las autoridades". Una teoría más conocida es que los alienígenas obedecen una "directriz principal" de "no interferir en asuntos terrestres", aunque esto se contradice claramente por el enorme impacto que ha tenido el fenómeno ovni en la sociedad humana durante los últimos 50 años, si no en los siglos o milenios pasados.

Podrían existir obstáculos concebibles que impiden la supervivencia de formas bióticas similares a las humanas durante una travesía por el espacio interestelar o intergaláctico, pero no se conoce ninguno en la actualidad. Sin embargo, se ha argumentado que los ovnis no pueden provenir de otro sistema solar debido al carácter prohibitivo de las enormes distancias implicadas, pero incluso con nuestra tecnología actual es posible viajar a otra estrella, aunque tomaría numerosas generaciones. Más aún, algunos colectivos ajenos a la Tierra podrían haber desarrollado tecnologías mucho más adelantadas que la nuestra, y aunque la teoría estándar de relatividad descarta la opción de viajar superando la velocidad de la luz, la realidad puede no impedirlo pues tal como las ondas sonoras son incapaces de propulsar un objeto a velocidades supersónicas, las injerencias electromagnéticas no pueden acelerar cuerpos a rapideces superlumínicas y está por verse qué puede lograr aún el control de la gravedad.

Otra objeción a la hipótesis ET es la elevada improbabilidad que las formas de vida inteligente en otros planetas sean humanoides en apariencia y muestren emociones como las nuestras; otros están en desacuerdo y argumentan que como la forma básica humana es altamente funcional y eficaz, podría ser bastante común en el Universo*. También se especula que los extraterrestres pueden haber desempeñado roles en la ingeniería genética humana, o que se automodificaron génicamente con el fin de hacerse más parecidos a nosotros, ¡aunque dados sus semblantes más bien "extraños" no parece que el intento haya sido un éxito total! Una objeción más fuerte es la baja posibilidad de que estos seres inteligentes sean capaces de adaptarse a nuestra gravedad o respirar en la atmósfera terrícola.

*De acuerdo con la Teosofía, cada sol maduro tiene una familia de planetas y los reinos que corresponden a aquéllos de la Tierra evolucionarán en todos los astros, aunque en un momento dado sólo un reino es dominante en cada uno de los 7 globos (...) que constituyen una "cadena planetaria" completa. Se dice que los reinos humanos "en los siete planetas sagrados" de nuestro Sistema Solar (es decir, más estrechamente relacionados con la Tierra) hasta cierto punto se asemejan a formas humanas (2).

No estamos en condiciones de descartar absolutamente la posibilidad de que la Tierra ha sido o esté siendo frecuentada por una o más especies alienígenas similares a la humana. Sin embargo, se estima que pueden haberse producido más de un millón de aterrizajes ovni en el último medio siglo, un número que supera con creces los requisitos de un examen sofisticado sobre nuestro planeta (3). Por otra parte [y si los ET fuesen tan increíblemente "superiores" y "prudentes" como se señala], una sóla sonda pequeña que orbitara la Tierra a 1.600 kms. de altura sería capaz de registrar en pocas semanas la mayoría de los hechos relevantes sobre geografía, clima, vegetación y culturas planetarios.

Otro importante problema que enfrenta la hipótesis ET es la increíble diversidad de los ovnis y sus ocupantes. ¿Es realista pensar que docenas o incluso cientos de razas extrañas estén visitando el planeta al mismo tiempo? Otro inconveniente es el comportamiento a menudo insólito de esas entidades, pues muchas fueron vistas flotando en el aire y aparecían o desaparecían de improviso. Además, es difícil creer que los extraterrestres hayan llegado hasta aquí para concretar acciones tan raras descritas por testigos: perseguir autos y aviones, aterrorizar gente, hablar sinsentidos, recoger muestras de suelo o roca y raptar personas para violarlas. 

Incluso se sabe que ciertos visitantes "extraterrestres" han participado en la caza furtiva de conejos. En Isola (Italia), el 14 de noviembre de 1954 un agricultor vio un objeto posado con forma de cigarro brillante en las inmediaciones y del cual salieron tres pequeños seres en "trajes de buceo metálicos" quienes fijaron su atención en los conejos de una jaula, mientras se hablaban en un idioma desconocido. Pensando que iban a robar los animales, el agricultor apuntó un rifle a los intrusos, pero no disparó y de pronto el testigo se sintió tan débil que tuvo que soltar el arma. Los seres se hicieron con los conejos y partieron en su nave, dejando un rastro luminoso, y entonces el granjero pudo moverse nuevamente (4). 

Si adoptamos la hipótesis ET, también las abducciones alienígenas son completamente absurdas. Se cree que estos "extraños" poseen una ciencia que les permite surcar años-luz de espacio en aeronaves que superan a nuestros mejores aviones de combate; aún así se revelan como médicos tan malos que son incapaces de extraer sangre, recolectar espermatozoides/óvulos o tomar muestras de tejidos en pacientes sin dejar cicatrices e infligiendo dolor y trauma. Como dice Jacques Vallée, "los ufonautas debieran volver a la escuela de medicina" (5). También raya en lo grotesco el aserto por algunos investigadores que los extraterrestres ya pueden haber raptado a varios millones de estadounidenses, y puesto que algunos abducidos afirman haber sido visitados decenas de veces, es extraño que nadie advierta un tráfico intenso de ovnis sobre ciudades norteamericanas como se supondría. Asimismo, es curioso que los alienígenas prefieran llevarse a estadounidenses blancos de clase media, ¡e ignorando gran parte del resto del mundo!

Como se supone que los extraterrestres pueden pasar a través de objetos sólidos, ¿por qué simplemente no asaltan un banco de sangre o esperma, o roban una colección de embriones en algún importante laboratorio de investigación? De hecho, el material genético recuperado de sólo dos adultos sería suficiente para crear cientos, si no miles de híbridos en una instalación. Por otra parte, los presuntos intentos de esos "intrusos" para inducir bloqueos mentales en la mente de sus víctimas para evitar que sepamos de sus actividades son tan burdos que incluso un hipnotizador aficionado puede anularlos, mientras que tenemos medicamentos en la Tierra que producirían el mismo estado y de modo más productivo.

Otro comportamiento incompatible con la hipótesis de que los extraterrestres son "miembros de una civilización sofisticada" es la mutilación de animales, un fenómeno que muchos creyentes ET prefieren descartar o ignorar (6). En estos incidentes perturbadores, por lo general hay cadáveres de vacunos u ovinos hallados con órganos removidos tales como ojos, lengua, ubres, genitales o recto, a menudo con "precisión quirúrgica". En muchos casos la sangre ha sido completamente drenada del animal y sin dejar rastros en el suelo circundante. A veces el ganado parece haber experimentado elevación por encima del suelo y luego aplastamiento por caída.

Al comienzo tales incidentes llegaron a tener importancia a fines de los '60 y fueron conocidos en México, Panamá, Puerto Rico, Brasil, Europa, las Islas Canarias y Australia, así como en EE.UU. Algunas mutilaciones podrían ser obra de animales depredadores, pero éstos no producen cortes largos y limpios del tipo encontrado en ciertas víctimas, y el número de sucesos parece ser demasiado alto para responsabilizar sólo a cultos satánicos. De igual modo la falta de huellas o pistas sobre depredadores socava estas explicaciones.

Más aún, en algunas oportunidades se han observado extrañas luces y ovnis en escena. En 1983 una pareja en Missouri observó a través de binoculares a dos seres pequeños con trajes plateados que de alguna manera paralizaron una vaca negra y luego levitó sobre el pasto para dirigirse a una nave en forma de cono que desapareció (7). En otras instancias son divisados misteriosos helicópteros que parecen ser ilusiones, y ocasionalmente dos de ellos se ven volar con sus rotores engranados entre sí como batidores de huevos. Es evidente que las mutilaciones de animales deben ser obra de fuerzas muy negativas y, así las cosas, ¡algunos entusiastas ET admiten que ciertos alienígenas pueden estar maldispuestos hacia los humanos y también las vacas!

Jacques Vallée es un férreo oponente de la hipótesis ET y aboga por la interpretación "inter-/intradimensional", "transdimensional" o de "universo paralelo" y sostiene que como dichos objetos extraños han sido vistos desde tiempo inmemorial y las entidades análogas siempre se comportan de manera similar, es irracional suponer que se trate de intrusos extraterrenos. Dice que la explicación ET "es demasiado ingenua para dar cuenta de la diversidad conductual informada sobre los ocupantes y sus interacciones percibidas con humanos" (8) y añade:

"Un ovni es tanto una entidad física con masa, inercia, volumen y parámetros físicos que podemos medir, y una ventana a otra realidad (...) No tienen por qué representar una visita desde el espacio, sino algo aún más interesante: un puente hacia dimensiones desconocidas de nuestro propio entorno.

El fenómeno tiene características invariables (...) pero también hemos tenido que observar cuidadosamente el carácter camaleónico en atributos secundarios de los avistamientos: las formas de objetos, las apariciones de sus tripulantes y sus declaraciones recogidas varían en función del entorno cultural en que se proyectan. Los ovnis son manifestaciones físicas que simplemente no pueden entenderse, aparte de su realidad psíquica y simbólica" (9). 

"Los patrones de encuentros cercanos, contactos y secuestros no son específicos de nuestro siglo, en contra de lo asume la mayoría de ufólogos norteamericanos. En efecto, es difícil encontrar una cultura que no tenga una tradición sobre gente pequeña que vuela por el cielo y secuestra humanos. A menudo llevan víctimas a configuraciones esféricas que se iluminan de manera uniforme y las someten a diversas pruebas que incluyen operaciones en órganos internos y viajes astrales hacia paisajes desconocidos. La interacción sexual o genética es tema común en este cuerpo de folklore. Propongo considerar el fenómeno ovni como la manifestación física de una forma de conciencia ajena a los seres humanos, pero capaz de coexistir con nosotros en la Tierra.

Este fenómeno es capaz de actuar sobre las mentes de personas para inducir pensamientos e imágenes similares a los descritos por individuos que han tenido vivencias próximas a la muerte o extracorporales, e incluso a testigos medievales de demonios y elfos" (10). 

Decir que los extraterrestres "emergen de otras dimensiones" plantea la cuestión acerca de qué tipo de "ámbitos" se habla. Hoy entre los físicos está muy en boga especular sobre dimensiones adicionales; por ejemplo, la "teoría M" postula siete contextos extra-espaciales que se dice están "enroscados" de manera tan ínfima (10-33 cms.) que son indetectables, pero éstas son simples abstracciones matemáticas para las que no hay ni una sóla prueba. Desde luego, no se parecen a los otros planos de energía-sustancia referidos en la tradición oculta. Estos niveles, que están fuera del alcance perceptivo humano, se interpenetran con nuestro mundo físico y se afirma que están habitados por una variedad de entidades. Curiosamente, los mismos científicos que fantasean con "dimensiones" adicionales suelen rechazar cualquier conversación sobre fenómenos paranormales o etéreos fuera de su control.

En su sentido más amplio una "dimensión" es cualquier cantidad medible, como por ejemplo longitud, anchura y alto, comúnmente llamadas "tres dimensiones espaciales"; otras son temperatura, masa, carga, tiempo, etc. Si se dice que las entidades extrañas viven en otras magnitudes, una pregunta obvia es "¿cuántas dimensiones espaciales tienen esas extensiones?" Algunos investigadores hablan realmente de un universo paralelo con tres tamaños existente en un "ámbito superior" y esto muestra con claridad que la palabra "dimensión" está siendo utilizada con diferentes acepciones; en consecuencia, es mejor hablar de otros mundos (invisibles), reinos, planos, etc. Por otra parte, el sentido común dicta que no hay personas u objetos en cualquier plano que tengan menos de tres dimensiones espaciales ni hay razones para suponer que posean más de tres.

Vallée parece tener una gran confianza en las especulaciones "científicas" actuales de que el espacio puede plegarse de tal modo que sería posible viajar de un punto A al B de forma casi instantánea mediante un "agujero de gusano" cuya longitud es sólo un fragmento de la distancia entre A y B. Igualmente irracional es la afirmación de que los extraterrestres no sólo puedan provenir de "cualquier lugar", sino también de "cualquier momento" ya sea pasado, presente o futuro; no existe nada que sugiera que viajar en el tiempo sea algo más que ciencia ficción.

Todo lo que sucede es parte de una secuencia de eventos vinculados por causa y efecto; la sucesión de éstos últimos define la dirección del tiempo. Todo lo que está sucediendo realmente está ocurriendo ahora. Una vez que acontece algo, pertenece al pasado y sólo existe como un registro impreso en la sustancia de la Naturaleza. Es imposible volver al pasado real, pero los registros sobre hechos pretéritos pueden verse de modo clarividente por quienes poseen los poderes ocultos necesarios. Es igualmente imposible para nosotros visitar el futuro o que nos vengan a ver seres del porvenir, ya que éste por definición aún no ha sucedido. Sin embargo, dado que el futuro se despliega desde causas presentes y pasadas, está anunciado en el hoy y por tanto es posible vislumbrar el futuro más probable en un momento dado

Un defensor de la posibilidad de trasladarse en el tiempo es Illobrand von Ludwiger, quien argumenta que los ovnis "son visitantes de nuestro propio futuro que llevan a cabo la tarea de rejuvenecer su almacén genético al cruzarse con humanos" (11). Una de las "pruebas" que presenta en favor de esto es que a un cabo chileno abducido en 1974 le apareció una barba de cinco días durante una ausencia de sólo 20 minutos, lo cual demostraría que viajó hacia el futuro y de vuelta, ¡asumiendo que las barbas continúan creciendo cuando vamos atrás en el tiempo!; así, es evidente que tales argumentos rayan en la idiotez.

Vallée sostiene que "el fenómeno ovni es una de las maneras a través de la cual una forma extraña de inteligencia y con increíble complejidad se está comunicando con nosotros simbólicamente" y que los hechos paranormales como aquél "son una de varias manifestaciones sobre un sistema de control espiritual de conciencia humana" (12). Las observaciones como ésta hacen parecer que los sucesos ovni estuviesen orquestados por una "inteligencia extraterrena general", aunque estrechamente conectada con la Tierra. Sin embargo, la variedad de dichas apariciones sugiere que implican una amplia gama de diferentes entidades que van de lo demoníaco y subhumano a lo espiritual y sobrehumano.

Algunos investigadores plantean que la realidad alternativa desde donde derivan los ovnis es el reino de la imaginería, un campo de pensamiento planetario creado y sostenido por el poder de la inventiva humana. Kenneth Ring adelanta la hipótesis de que estas "astronaves" pueden proyectarse de dicho ámbito y los encuentros con ellas tienen lugar parcialmente en ese medio. Del mismo modo, Michael Grosso propone que todas las apariciones paranormales con una dimensión pública o cuasi-física -por ejemplo, ovnis, extraterrestres, figuras religiosas como la Virgen María, hadas, demonios o animales monstruosos- constituirían formas de pensamiento generadas en forma telepática por la mente colectiva y subconsciente de personas en una comunidad o cultura. Ambos autores creen que también hay algún tipo de agente extramundano, "un 'mago de Oz' con proporciones cósmicas" o "supermente planetaria" en funcionamiento que ayuda a orquestar experiencias fuera de lo común (13). 

Ciertamente parece dudoso que sólo los humanos comunes tengan la facultad de traer objetos voladores a la existencia que pueden reflejarse en radares, perseguir aviones caza e interferir con vehículos. Como dice Richard Thompson, "si la imaginación humana tiene tanto poder, entonces ¿por qué no se materializan monstruos típicos de películas ciencia-ficción en ciudades norteamericanas?" (14). Las formas en que se manifiesta el fenómeno ovni parecen estar relacionadas con las creencias humanas y la imaginación, pero también semeja mostrar una dinámica propia. Por lo tanto, el "reino de la imaginación" se concibe mejor como una mente colectiva que contiene sólo inteligencias individuales-trascendentes y como un mundo transfísico que interactúa con el plano material; en otras palabras, el reino astral de la tradición ocultista. En particular, los acontecimientos ovni podrían implicar externalizaciones tangibles y temporales de cambio en el aspecto o formas de energía elemental y pensamiento u otras entidades astrales que se materializan y esfuman espontáneamente o dirigidas en parte por otros intermediarios.

Los ovnis plantean además otra pregunta de relevancia: ¿qué determina el lugar y la hora de esas manifestaciones, la forma que adoptan y sus testigos? Se han hecho varios intentos para explicar la sincronización en las oleadas de avistamientos; desde luego, no se puede culpar al interés de los medios pues los análisis muestran que un aumento en los informes ovni genera mayor cobertura de la prensa en lugar de lo contrario. Los desacreditadores predijeron que el estreno de la película Encuentros cercanos del tercer tipo en 1977 generaría una "tapadera" importante, pero nunca sucedió. También ha habido tentativas para correlacionar estos "encubrimientos" con malestares sociales, tensiones políticas y crisis militares. Un investigador ve ciertas correspondencias entre esas medidas en EE.UU. y los períodos en que la autoestima nacional estaba en un punto bajo (15); sin embargo, ninguna hipótesis de un sólo factor es absolutamente convincente y puede estar involucrada toda una constelación de factores a nivel de personas, regiones, países y el mundo general. Sólo alguien con conocimiento profundo del mundo astral y su interacción con el plano material y el fondo kármico de los testigos podrían identificar todas las causas en cada caso particular.


Referencias

1. Jacques F. Vallée, "Five arguments against the extraterrestrial origin of unidentified flying objects", Journal of Scientific Exploration, v. 4, 1990, p. 105-17; Robert M. Wood, "The extraterrestrial hypothesis is not that bad", Journal of Scientific Exploration, v. 5, 1991, p. 103-11; Jacques Vallée, "Toward a second-degree extraterrestrial theory of UFOs: a response to Dr. Wood and Prof. Bozhich", Journal of Scientific Exploration, v. 5, 1991, p. 113-20.

2. Véase "Life on other worlds", http://davidpratt.info.
3. Jacques Vallée, Revelations: Alien contact and human deception, New York: Ballantine Books, 1991, p. 265.

4. Jacques Vallée, Passport to Magonia: On UFOs, folklore, and parallel worlds, Chicago, IL: Contemporary Books, 1993 (1969), p. 244; Kevin Randle y Russ Estes, Faces of the Visitors: An illustrated reference to alien contact, New York: Fireside, 1997, p. 271.

5. Jacques Vallée, Dimensions: A casebook of alien contact, New York: Ballantine Books, 1989, p. 240.

6. Richard L. Thompson, Alien Identities: Ancient insights into modern UFO phenomena, Alachua, FL: Govardhan Hill Publishing, 2da ed., 1995, p. 309-15.

7. Charles F. Emmons, At the Threshold: UFOs, science and the new age, Mill Spring, NC: Wild Flower Press, 1997, p. 10.

8. Dimensions, p. 158.
9. Ibídem, p. 202-3, 140, 253.
10. Jacques Vallée, Confrontations: A scientist’s search for alien contact, London: Souvenir Press, 1990, p. 143-4, 152.

11. Illobrand von Ludwiger, Best UFO Cases – Europe, Las Vegas: NV, National Institute for Discovery Science, 1998, p. 154-8.

12. Dimensions, p. 243, 257.
13. Kenneth Ring, The Omega Project: Near-death experiences, UFO encounters, and mind at large, New York: William Morrow and Company, 1992, p. 218-46; Michael Grosso, Frontiers of the Soul: Exploring psychic evolution, Wheaton, IL: Quest, 1992, p. 204-24; T. Peter Park, "Reading the strangeness: second order anomalies", The Anomalist, n° 8, 2000, p. 85-110.

14. Alien Identities, p. 168.
15. Martin Kottmeyer, "UFO flaps", The Anomalist, n° 3, 1995/96, p. 64-89.