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17 de marzo de 2022

La deslealtad de Olcott hacia Blavatsky

Los Maestros dijeron que Olcott permitió que la Sociedad Teosófica de Adyar se convirtiera en un “cadáver sin alma" destinado a “caerse a pedazos".

H.P. Blavatsky y el coronel Olcott en Londres, 1887.

El Movimiento Teosófico fue fundado en Nueva York en 1875 con tres miembros principales: Helena Petrovna Blavatsky, el coronel Henry Steel Olcott y William Quan Judge. Desde ese momento y hasta su muerte en 1907, Olcott siguió siendo el líder organizativo y presidente de la Sociedad a nivel internacional, la que finalmente trasladó su emplazamiento desde EE.UU. a Adyar, India.

Estos son hechos bien conocidos y en ocasiones hacen que algunos estudiantes de Teosofía, especialmente los visitantes de la Logia Unida de Teósofos en sus sedes y grupos de estudio de todo el mundo, pregunten por qué el coronel Olcott sólo se menciona muy raramente en la L.U.T. y no parece haber mucho respeto o admiración por él, y a qué se debe la frecuencia de la afirmación de que sólo H.P.B. y Judge sean considerados como "los fundadores del Movimiento Teosófico".

Para responder a estas inquietudes, tenemos que presentar una serie de hechos históricos importantes, la mayoría de los cuales son totalmente desconocidos para la mayoría de los miembros y simpatizantes de la Sociedad Teosófica Adyar, quienes parecen trabajar bajo la idea errónea de que H.P.B. y Olcott trabajaron en estrecha amistad y sin problemas de forma continua y que Henry se mantuvo completamente fiel a Blavatsky, sus enseñanzas y los Maestros, hechos que son totalmente falsos.

Primero veamos algunos aspectos que los Maestros señalaron a Olcott y sobre su persona.

Sentado solo en su cabina a bordo de un barco que se dirigía a Londres durante el período en que se escribía "La Doctrina Secreta", de improviso se materializó una carta del Maestro K.H. en su mesa. Esto ocurrió unos años después de que comenzara a volverse contra H.P.B. en pensamientos y acciones, y así K.H. aprovechó la oportunidad para advertirle seriamente y recordando el alto grado espiritual y la misión de Blavatsky. Olcott aceptó la carta como genuina, pues no tenía muchas opciones considerando los medios extraordinarios de aparición y su contenido, y por un corto tiempo su actitud hacia H.P.B. y su trabajo cambió para mejor. Citamos algunos de los extractos más relevantes de esa carta:

“Uno de los efectos más valiosos de la misión de Upasika [término budista que significa "discípulo femenino" y utilizado por los Maestros para nombrar a H.P.B.] es que lleva a los individuos al estudio personal y destruye en ellos el servilismo ciego hacia otros. Observe vuestro propio caso, por ejemplo. Pero vuestro cambio de parecer se vuelve contra su infalibilidad, buen amigo -y como usted lo pensó una vez- fue demasiado lejos y ha sido injusto con ella, por lo que lamento decir que tendrá que sufrir en lo sucesivo junto con otros. Justo ahora, en cubierta, vuestros pensamientos sobre Upasika eran oscuros y pecaminosos, por lo que encuentro el momento adecuado para ponerle en guardia”. 

“(...) no tenemos favoritos, ni afectos por las personas, sino sólo por sus buenos actos y la humanidad en general, pero empleamos agentes, los mejores disponibles. De estos, durante los últimos treinta años el principal ha sido la personalidad conocida como H.P.B. para el mundo (y de otra manera para nosotros). Sin duda imperfecta y muy problemática, sin embargo ella prueba a algunos que no existe posibilidad de que encontremos alguien mejor en los próximos años, y vuestros teósofos deberían comprenderlo (…) Los teósofos deberían aprender de esto. Más adelante entenderá el significado de esta declaración, así que téngala en cuenta. Su fidelidad a nuestro trabajo es constante, y puesto que sus sufrimientos le han llegado por medio de esto, ni yo ni ninguno de mis hermanos asociados la abandonaremos ni la suplantaremos. Como dije una vez, la ingratitud no está entre nuestros vicios.

Con usted nuestras relaciones son directas y han sido con las raras excepciones que conoce en el plano psíquico, como la presente, y así continuarán mediante la fuerza de las circunstancias. Que sean tan raras es vuestra culpa, como os dije la última vez.

Para ayudarlo en su perplejidad actual: H.P.B. no tiene ninguna preocupación con los detalles administrativos y debe mantenerse alejada de ellos, en la medida en que su fuerte naturaleza pueda ser controlada. Pero esto debe decírselo a todos: ella está estrechamente relacionada con asuntos ocultos. No la hemos abandonado y no está 'entregada a los chelas'. Ella es nuestro agente directo. Le advierto que no permita que vuestras sospechas y resentimientos en contra de 'sus muchas locuras' sesguen su lealtad intuitiva hacia ella”. 

"También he notado sus pensamientos sobre la 'Doctrina Secreta'. Puede tener la certeza que lo que ella no apuntó de trabajos científicos y otros se lo hemos otorgado o sugerido. Cada noción errónea, corregida y explicada por ella a partir de las obras de otros teósofos, fueron enmendados por mí o bajo mis instrucciones. Es un trabajo más valioso que su predecesor, un epítome de verdades ocultas que lo convertirá en una fuente de información e instrucción para el estudiante serio durante los próximos años” (Maestro K.H., “Cartas de los Maestros de Sabiduría”, Primera serie, n°19; también fue publicada por H.P.B. en su revista "Lucifer" y se puede encontrar en "Theosophical Articles and Notes", p. 148-149).

La famosa estatua de H.P.B. y Olcott en la sede internacional de la Sociedad Teosófica Adyar (Chennai, India).

Las siguientes cartas son del Maestro M. a Olcott y apuntan a sus relaciones con Blavatsky. Datando en torno a 1884, fueron compuestas por lo menos un par de años antes de la carta que acabamos de citar:

"Para usted, la de antenoche fue una jornada memorable (…) Usted ha alejado de sí a otro hermano -especialmente, una mujer- y me temo que eso es para siempre. Lo que le llevó a hablar como hicisteis de un amigo (una mujer a quien usted debe todo lo que sabe e incluso las posibilidades del futuro, y porque ella fue la primera en mostrarle el camino) ¡es más de lo que todas las ciencias ocultas pueden explicar! (…) Upasika visitó al Maha Sahib [título de un muy alto Iniciado entre los Maestros] la misma noche y le demostró que ella siempre había estado en lo correcto y Él se equivocó (…) El Maha Sahib no tuvo nada que decir, ni yo ni ninguno de nosotros, sino lamentar y muy profundamente esa falta de discriminación y tacto tan prominentes en un hombre de vuestro intelecto y sentido" (Maestro M., “Cartas de los Maestros de Sabiduría”, Segunda Serie, n° 33). 

"Henry, estos pensamientos suyos sobre Upasika son estúpidos, locos y desdichados, el espejismo arrojado a vuestro cerebro por algunos de los que lo rodean (…) Usted le hizo mal de principio a fin. Nunca ha entendido a Upasika ni las leyes por las cuales su vida aparente ha sido configurada para trabajar desde que la conoció. Usted es ingrato, injusto y hasta cruel,  tomando maya por realidad y la realidad por ilusión (…) He dicho y no volveré a declarar nada más, y si no escucha y cree lo que le digo ahora tendré que desviar Karma en una nueva dirección” (Maestro M., “Cartas de los Maestros de Sabiduría”, Segunda Serie, n°47). 

La siguiente correspondencia que citamos fue el relato escrito de H.P.B. sobre las declaraciones que el Maestro K.H. le hizo hacia el final de su vida:

"Olcott (…) quiere saber por qué? Porque la Sociedad se ha liberado de nuestro alcance e influencia y la dejamos ir, pues no hacemos esclavos involuntarios. ¿Él dice que la ha salvado? Salvó su cuerpo, pero permitió que por puro miedo escapara su alma, y ahora es un cadáver sin espíritu, una máquina que funciona lo suficientemente bien hasta ahora y que se derrumbará cuando él se haya ido. De los tres objetivos, sólo se presta atención al segundo y ya no constituye una hermandad ni un cuerpo sobre cuyo rostro el Espíritu se adentra más allá de la Gran Cordillera. Su bondad y amor por la paz son grandes y verdaderamente gautámicos en su espíritu; pero ha aplicado mal esa cualidad (…) Este es su pecado (de Olcott) (…) A nuestros ojos no hay crimen peor que la ingratitud y la injusticia” (Maestro K.H., “Cartas de los Maestros de Sabiduría”, Primera Serie, n° 60).

Con el tiempo, Judge se convirtió en vicepresidente de toda la Sociedad, a la vez que se desempeñaba como líder de la sección estadounidense. En nuestro artículo "William Judge: su rol e importancia en el Movimiento Teosófico" se ha demostrado su cercanía y asociación de confianza inquebrantable con Blavatsky, quien escribió que él era "parte de sí misma desde varios eones" y su "único amigo" en quien confiaba "más que nadie en el mundo". Si los detalles e información presentados en esos textos no se comprenden primero, el lector no podrá asimilar esta presente entrega en su verdadera luz y significado.

En una carta privada a H.P.B. con fecha 29 de noviembre de 1890, Judge escribió:

“Desde hace años sé lo que le pasa a Olcott: nunca te ha sido leal, la persona quien le dio todo lo que sabía de los Maestros y su Conocimiento. Él solía decir y escribirme las cosas más horribles sobre ti, y es por eso que siempre me he disgustado con él, pero lo consideré como un hombre a quien ELLOS habían usado para SUS fines, siempre y cuando él los llevara a cabo. No me sorprende su actitud, ya que está perfectamente en línea con el pasado y ahora, cuando ha sido puesto al fuego, muestra la inconsistencia de su deslealtad. Independiente de lo que seas y de los defectos que tengas ante los ojos del mundo, nunca he encontrado que falles en cuanto a los Maestros y Sus deseos, y más aún sé que yo y todo el resto de la Sociedad te debemos todo lo que apreciamos en esa línea". 

Judge publicó el siguiente artículo en 1895, cuatro años después del fallecimiento de Blavatsky.

************

H.S. Olcott contra H.P.B.

[The Path , vol. X, junio de 1895; publicado actualmente en el vol. 2 de “William Q. Judge Theosophical Articles”]. 

En el Theosophist de abril, el coronel Olcott hace público lo que hemos sabido durante mucho tiempo como su opinión privada -que se insinuó en las páginas de Old Diary Leaves- de que H.P.B. era fraude, una médium y falsificadora de mensajes de los Maestros. Este golpe final de ingratitud se lanza en un postdata a la revista para la cual se detuvo la impresión. La prisa fue tan grande que no pudo esperar un mes más antes de arrojar el último puñado de lodo a su benefactora espiritual y material, nuestra fallecida H.P.B., mientras que la siguiente persona prominente de quien esperamos una declaración pública similar siempre lo ha hecho en privado [refiriéndose a Annie Besant].

William Judge y el coronel Olcott en tiempos más felices.

El coronel Olcott "suspende la publicación" y se apresura a salir del postdata "por el honor de los Maestros". Desea defender a esos Adeptos que enviaron a H.P.B. como su mensajera, declarando que ella "preparó", forjó y se embelesó con un largo e importante mensaje a los brahmanes en Allahabad en 1881. El coronel es el primer discípulo occidental de Blavatsky, ignorante a este día sobre ocultismo práctico e incapaz de plantear una pregunta a los Maestros y nunca ha oído hablar de Ellos, excepto a través de H.P.B., y ahora él preserva el honor de los Maestros al ennegrecer el carácter de su mensajero. ¡Una espléndida apología!

¿Cómo explica Olcott el largo silencio de los Maestros desde 1881 sobre el tema? Y otra pregunta muy pertinente: ¿cómo explica este “defensor” su propio silencio en 1881 y desde entonces? Estaba presente cuando el mensaje fue enviado y lo supo. Si para entonces sabía que era falso, ¿por qué no lo reveló? Si no lo sabía, ¿era porque no podía decirlo? Si desde entonces uno de los Maestros se lo ha comunicado -à la Besant en el caso Judge-, ¿nos hará saber amablemente cuál de Ellos se lo contó y cuándo?

Todas estas preguntas deben ser respondidas, y muchas pruebas dadas por él muestran la habilidad menos oculta para decidir sobre mensajes falsos o genuinos, porque Olcott ha intentado equiparar a H.P.B. con fraudes, falsificadores y médiums, y por tanto los Maestros que la enviaron son puestos por él en categorías similares. Obsérvese que la falsificación ahora alegada por Olcott se dio justo en el momento en que Blavatsky daba de los Maestros la serie de mensajes que se han hecho conocidos por todos. Si le creemos, entonces la entrega por esta 'médium irresponsable' de un mensaje falso debe arrojar dudas sobre cada mensaje. Ciertamente el coronel Olcott no es un ocultista cuya decisión aceptaremos y cada uno de nosotros tendrá que decidir por este, aquel u otro mensaje de acuerdo con la fantasía. A Olcott no le agrada el que está bajo cuestionamiento porque vive en India y es demasiado verídico; quizá a otros les agrade y no estén dispuestos a aceptar otros mensajes que contradigan su visión partidista de los documentos o la metafísica y ciencia de la Logia londinense. Por mi parte, el mensaje en cuestión atestigua su autenticidad por su texto, a excepción de aquéllos que son denigrados por él, los que se impregnan de la locura india y piensan que son brahmanes, o aquéllos cuyo interés y comodidad están en contra de ello.

El mensaje condena el fanatismo, y sin embargo las personas a las que se envió pertenecían a las familias más intolerantes teológicamente. Se preguntaban, al igual que los fariseos, cómo era posible que los Mahatmas pudieran comunicarse con un Sinnett que come carne y bebe vino y no con ellos, que no adoptaron tales costumbres y jamás se estrecharon la mano. La carta también llama la atención sobre estos mismos puntos, sus supersticiones, su idolatría enarbolada y los horrores de la casta. Toda la misiva suena legítima y fuerte; si estuviéramos dispuestos a unirnos a Olcott en sus absurdas explicaciones de mediumnidad, es este mensaje el que se seleccionaría como verdadero.

Si por un momento aceptamos esta opinión de H.P.B. presentada por Olcott, entonces y como ella misma lo publicó, no existe certeza sobre ningún mensaje. ¿Quién va a decidir? Si ella engañó a través de una sóla carta, todas pueden ser igualmente falsas y se borraría la gran fuerza derivada de una creencia firme en los Maestros porque ella, su primer mensajero para nosotros, se considera un fraude. Todo esto es precisamente lo que Olcott et al. desean hacer, pues no puede tolerar la idea de que Blavatsky era más grande que él, por lo que arroja alrededor de su memoria el manto sucio de la mediumnidad engañosa e irresponsable y hecho esto se puede explicar cualquier cosa.

Por mi parte, no aceptaré semejantes tonterías ya que Olcott es incompetente para decidir sobre los mensajes mahátmicos en líneas ocultas, y siendo un discípulo de H.P.B. está ciertamente muy por debajo de ella. Su declaración actual no establece nada sobre su carácter, ni sobre su mediumnidad ni acerca del mensaje, pero sí sirve para calificarlo como un ingrato y posicionarlo claramente ante todos como alguien que llama 'fraude' y 'médium' a esa gran maestra.

Ahora esperemos que vengan las consecuencias para que podamos dibujar las líneas claramente y develar las hipocresías.


A. BESANT vs. H.P.B.

Besant ha enviado una copia anticipada de un artículo para que aparezca en Lucifer titulado "Oriente y Occidente". Es un artículo muy largo dedicado principalmente a William Q. Judge, pero en él Besant retoma el mensaje del Maestro a los brahmanes de Allahabad y que el coronel Olcott trata en su Posdata de abril. Ella dice que el mensaje no es genuino y, por lo tanto, camina al lado de Olcott en la calumnia contra H.P.B., ya que todos quienes conocen la información correcta saben que el mensaje llegó a través de Ella.

WILLIAM Q. JUDGE

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Las palabras de Olcott sobre H.P.B., a las que la respuesta anterior fue comprensible, fueron que se trataba de una "pretensión monstruosa" creer que Blavatsky transmitía "sólo mensajes genuinos de los Maestros", que era "tan humana y falible como cualquiera de nosotros", que la carta a los brahmanes mencionada anteriormente era "engañosa" y se produjo a través de mediumnidad -en lugar de provenir de los Maestros- y que "a veces estaba poseída por influencias malignas".

Puede preguntarse por qué Besant y Olcott se habían opuesto con tanta firmeza a la Carta Mahatma particular de 1881 en discusión. Esta misiva había sido enviada a un grupo de brahmanes, hindúes sectarios ortodoxos que constituían la membresía principal de una rama de la Sociedad Teosófica en Allahabad (India), lugar que también se conoce como Prayag, y de ahí que este mensaje en particular sea referido a menudo como "carta Prayag". Era la única rama o logia de la Sociedad Teosófica en todo el mundo que específicamente había rechazado aceptar el primer objetivo principal del Movimiento, es decir, formar un núcleo de Hermandad Universal sin distinción o discriminación de casta, raza, religión, género, etc.

Orgullosos y exclusivos, creyendo que su casta brahmín los había dotado de superioridad espiritual y que tenían derecho a un tratamiento especial por parte de los Mahatmas o Maestros indios que estaban más estrechamente relacionados con H.P.B. y el Movimiento que ella fundó, sus acciones -o más bien ausencia de actos en nombre de la Causa Teosófica- habían impulsado al Maestro M. para escribir en una carta: “¡Entonces esos teósofos de Prayag, los Pandits y Babus, no hacen nada y esperan que les correspondamos! Hombres ilusos y arrogantes” (“Cartas Mahatma”, n°. XXXVI, p. 248).

En 1893, dos años posteriores a la muerte de H.P.B., Besant había conocido a uno de estos brahmines de Prayag, a saber, G.N. Chakravarti, y muy pronto estuvo por completo bajo su influencia psicológica y oculta, creyendo finalmente que él mismo era un Maestro o Adepto y confiaba en él de manera implícita.

En una visita a India, Besant fue recibida oficialmente en el seno del hinduismo ortodoxo y fue por iniciativa y orden de Chakravarti que ella (a) perdió gran parte de su respeto anterior por Blavatsky y comenzó a criticarla y menospreciarla, tanto en privado como públicamente, a veces en las formas más terribles; (b) se volvió contra William Q. Judge y comenzó junto con Olcott -que también había caído bajo la influencia de Chakravarti- la conspiración destructiva contra él y todos sus estudiantes y seguidores que apoyaron y veneraron a H.P.B., lo cual finalmente resultó en la primera división en el Movimiento Teosófico en 1895; (c) comenzó a presentar su propia y contradictoria versión de "Teosofía" en lugar de las enseñanzas originales, y (d) dio inicio a la edición masiva y alteración de los trabajos escritos de H.P.B., incluida la publicación de la "Tercera Edición Revisada" de "La Doctrina Secreta" que contiene aproximadamente 40.000 alteraciones de varios tipos del texto original y que más tarde se denominó el "Tercer Volumen" de dicha obra. Además, la inclusión de cierto material en ella involucró que Besant rompiera consciente y voluntariamente su promesa de secreto en la Sección Esotérica, juramento hecho en su "palabra de honor más solemne y sagrada" e invocando al Yo Superior, y que se había realizado en el entendimiento de que era vinculante para esta y otras vidas.

También fue durante lo que podría llamarse "el período Chakravarti" que Olcott publicó sus volúmenes de "Páginas de un Viejo Diario", que pretenden ser "la verdadera historia de la Sociedad Teosófica" y son aceptados ciegamente como tales por los teósofos de Adyar e incluso muchos investigadores y académicos equivocados, pero que en realidad no tienen veracidad.

Quienes deseen conocer los hechos reales sobre la historia y los antecedentes del Movimiento Teosófico están invitados a leer estos tres libros importantes.

Las reiteradas inexactitudes de ese libro, junto con sus petulantes críticas y las malinterpretaciones despreciativas contra el carácter, estatus espiritual e intenciones de Blavatsky se han demostrado y discutido en los libros "The Theosophical Movement: 1875-1925" y "The Theosophical Movement: 1875-1950" el último de los cuales está disponible en la L.U.T. Proporciona un resumen mucho más amplio, extenso y completamente referenciado de estos y otros asuntos importantes de lo que incluso podría intentarse en un artículo como éste, y además de exponer de manera dolorosa y precisa la deslealtad de Olcott y Besant a la Causa, el Mensaje y la Mensajera de la Teosofía genuina, otorga información importante sobre lo que se conoció como "el caso Judge". Un libro de Ernest Pelletier dedicado específicamente a este tema se publicó hace unos años, titulado "El caso Judge: una conspiración que arruinó la Causa Teosófica".

La misiva ya mencionada, recibida en 1881 por Chakravarti y otros a través de A.P. Sinnett, fue dictada a H.P.B. por el Maestro M., su propio Gurú, que más tarde se conoció como la n° CXXXIV en "Las Cartas Mahatma" (p. 461-464). El Maestro dice:

“Hice saber a Sinnett mi opinión sobre los teósofos de Allahabad. Adetyarom B. escribió una carta tonta a Damodar, y Benemadhab envía una solicitud ridícula a Sinnett. Debido a que K.H. eligió mantener correspondencia con dos hombres que demostraron ser de la mayor importancia y utilidad para la Sociedad -ya sean sabios o estúpidos, inteligentes o tontos, y posiblemente útiles o todo lo contrario-, todos ellos también hacen que sus reclamos se correspondan con nosotros directamente, y dile que esto debe terminar. Durante siglos jamás nos hemos correspondido con nadie, ni pretendemos hacerlo. ¿Qué han hecho Benemadhab o cualquier otro de los muchos reclamantes para tener tal derecho? 

Absolutamente nada. Se unen a la Sociedad y aunque permanecen tan tercos como siempre en sus antiguas creencias y supersticiones, y como nunca han abandonado su casta o alguna de sus costumbres, en su exclusividad egoísta esperan vernos, dialogar con nosotros y contar con nuestra ayuda en todo. Me complacería que Sinnett dijera lo siguiente a todos aquéllos que puedan dirigirse a él con similares pretensiones: 'Los 'Hermanos' desean que les informe a todos y cada uno de ustedes, nativos, que a menos que un hombre esté preparado para convertirse en un teósofo completo -es decir, hacer lo mismo que D. Mavalankar cuando renunció por completo a su casta, sus antiguas supersticiones y mostrarse como un verdadero reformador (especialmente en el caso del matrimonio infantil)-, seguirá siendo simplemente un miembro de la Sociedad sin ninguna esperanza de siquiera escuchar sobre nosotros.

Annie Besant con G.N. Chakravarti.

Actuando en esto directamente y de acuerdo con nuestras órdenes, la Sociedad no obliga a nadie a convertirse en un teósofo de la II Sección, dejándolo así a su propia iniciativa. Es inútil para un miembro argumentar 'soy de vida pura, abstemio y me abstengo de la carne y el vicio; todas mis aspiraciones son para bien, etc.', y que al mismo tiempo construye con sus actos una barrera infranqueable en el camino entre él y nosotros

¿Qué tenemos que ver, discípulos de los verdaderos Arhats, del budismo esotérico y de Sang-gyas [nombre tibetano para Buda], con los Shasters y el brahmanismo ortodoxo? Hay fakires, sannyasis y saddhus por centenares de miles que llevan las vidas más puras, y sin embargo están en el camino del error, sin jamás haber tenido la oportunidad de conocernos o incluso escuchar de nosotros. Sus ancestros han alejado de India a los seguidores de la única filosofía verdadera sobre la Tierra, y ahora no les corresponde a éstos últimos recurrir a aquéllos, sino de venir a nosotros si nos quieren. 

¿Cuál de ellos está preparado para convertirse en budista o un Nastika como nos llaman? Ninguno. Aquéllos que nos han creído y seguido han tenido su recompensa. Sinnett y Hume son excepciones: sus creencias no son una barrera para nosotros porque no tienen ninguna. Es posible que hayan tenido influencias a su alrededor, malas emanaciones magnéticas como resultado de la bebida, la sociedad y asociaciones físicas promiscuas (resultantes incluso de dar la mano a individuos impuros), pero todos estos son impedimentos físicos y materiales que con un poco de esfuerzo podríamos contrarrestar e incluso disipar sin mucho detrimento hacia nosotros. No es así con el magnetismo y los resultados invisibles que proceden de creencias erróneas y sinceras. La fe en los dioses y en Dios y otras supersticiones atrae a millones de influencias extrañas, entidades vivientes y agentes poderosos a su alrededor, con los cuales tendríamos que emplear más que un ejercicio ordinario del poder para ahuyentarlos. Nosotros no elegimos hacerlo. 

No nos parece necesario ni rentable perder nuestro tiempo librando una guerra con Planetarios involucionados que se deleitan en personificar a dioses y, a veces, personajes bien conocidos que han vivido en la Tierra. Existen Dhyani-Chohans y 'Chohans de Oscuridad', no lo que ellos llaman demonios, sino las 'Inteligencias' imperfectas que nunca han nacido en esta o cualquier otra Tierra o esfera, no más de lo que han hecho los Dhyani-Chohans y que nunca pertenecerán a los 'constructores del Universo', las Inteligencias Planetarias puras que presiden cada Manvantara, mientras que los Chohans Oscuros presiden los Pralayas. Explica esto a Sinnett [este es el Maestro que habla con H.P.B., quien registró sus palabras] y dile que lea lo que les señalé en lo poco que expliqué a Hume; y hazle recordar que, como todo en este universo es contraste, así la luz de los Dhyani-Chohans y su inteligencia pura se contrasta con los Ma-Mo Chohans y su inteligencia destructiva.

Estos son los dioses que adoran hindúes, cristianos, mahometanos y todos los demás de religiones intolerantes y cultos sectarios; y mientras su influencia incida sobre los devotos, no pensaríamos más en asociarlos o contrarrestarlos en su trabajo como hacemos con los Capuchas Rojas en la Tierra, cuyos malos resultados intentamos paliar, pero en cuyo trabajo no tenemos derecho a inmiscuirnos mientras no se crucen en nuestro camino” [éstos últimos, llamados también “Bonetes rojos” y “Hermanos Oscuros de capucha roja”, son términos utilizados por los Maestros en sus cartas para ciertos magos negros y hechiceros que pertenecen principalmente a las sectas Nyingmapa y Kagyupa del budismo tibetano; ambos usan sombreros ceremoniales rojos en oposición a los sombreros amarillos de los Gelugpas, y también se refieren a los hechiceros Bon o Bhön del Tíbet]. 

Este mensaje también fue publicado por Judge en su artículo "A Mahatma's Message To Some Brahmins", que se encuentra en "William Q. Judge Theosophical Articles”, volumen 2.

Como se puede ver en esta y otras cartas de los Maestros, son muy directas al tiempo que son lo suficientemente severas y fuertes en su tono cuando es necesario. No les interesa complacer los prejuicios y preferencias religiosas, sociales o personales de la gente, sino que simplemente dicen la verdad tal como es.

Olcott en su escritorio con una foto enmarcada de H.P.B.

En cuanto a Chakravarti, Besant finalmente se separó de él luego de algunos años y lo expulsó al percatarse de que tenía una influencia oscura, y luego adoptó a C.W. Leadbeater como su guía y confidente, ¡lo cual fue aún peor! Después de haber comparecido en el procedimiento de Londres (1906) y que dio lugar a que Leadbeater fuera expulsado de la Sociedad Teosófica después de acusaciones y confesiones de conducta sexual inapropiada contra niños, el último gran error de Olcott en esa encarnación fue sucumbir a las presiones de Besant al año siguiente para que Leadbeater fuera readmitido y elevado a un lugar de prominencia. Incluso murió creyendo que Charles era un agente designado de los Maestros.

Para terminar, a pesar de sus muchos errores y faltas graves, Henry Olcott logró mucho por la Causa Teosófica, particularmente en la primera parte de su carrera, y también merece nuestra gratitud y aprecio duraderos por su contribución al renacimiento del budismo y la filosofía homónima en Asia y otros lugares. No obstante, cuando se trata del Movimiento Teosófico en sí mismo, el hecho es que este hombre sincero, aunque muy equivocado, a través de sus propias acciones no merece el gran respeto y reverencia actuales que de lo contrario le habrían sido demostrados por los teósofos de todo el mundo.

19 de febrero de 2022

Maji, la yoguini de Benarés

Breve biografía de una iniciada poco conocida
Ilustración de Maji tomada de “The Mystics, Ascetics, and Saints of India”.

Quienes han investigado con cierta profundidad real la historia del Movimiento Teosófico, probablemente habrán notado varias referencias a una misteriosa mujer india conocida como Maji (o también Majji, 1826-1898), cuya designación significa literalmente "madre venerada" y no era su nombre de nacimiento.

Aunque al parecer fue bastante conocida en ciertos círculos durante su vida, hoy es muy ignota incluso en India y entre los hindúes de Benarés (ahora llamada Varanasi). Hasta donde sabemos y fuera del ámbito teósofico, ella ha sido mencionada en un libro llamado “The Mystics, Ascetics, and Saints of India” de John Campbell Oman, publicado en Londres en 1905, y de este trabajo citamos los siguientes pasajes:

“Aunque son comunes para los jainistas, las ascetas femeninas son raras entre los hindúes. Sin embargo, hubo una que residió cerca de Benarés durante muchos años, honrada y respetada por la comunidad hindú. Lamento no haberla visto yo mismo, pero me comunicaron los siguientes datos relativos a ella:

Shri Maji, la Yogini de Benarés, nació en 1826 y se llamaba Hari Kuer Bai, pero el amor que inspiraba le ganó el cariñoso título de Maji, por el que era conocida para un gran público. Su familia era originaria de Gujrat, pero como sus antepasados residieron en Benarés durante algunas generaciones y ella misma había sido criada allí, sus admiradores -que la conectaban con su ciudad sagrada- le dieron el nombre de Benarsi. Siendo la menor de seis hijos, Maji tenía sólo cinco años cuando su madre murió. Su padre, Shri Rameshwar Dev, era un buen erudito en sánscrito y hombre de fuertes afectos religiosos; heredando su temperamento devocional y amor por el aprendizaje, ella se convirtió en su hija favorita. A ésta dedicó gran parte de su tiempo, enseñándole sánscrito e instruyéndola en los deberes religiosos. Asimismo demostró ser una alumna apta, que por su progreso recompensó ampliamente al amable instructor por sus labores como maestro y guía espiritual.

Cuando tenía diez años de edad, Maji se casó en Benarés con un joven brahmán. Tres años luego de su matrimonio ella fue a casa de su suegro; en otras palabras, se unió a su joven esposo. Apenas dos años después, se quedó viuda y regresó a casa de su padre con sólo quince años de edad, y totalmente decidida a dedicar su vida al estudio de los libros religiosos y la práctica del yoga. En poco tiempo, Maji adquirió una justa reputación entre los pandits eruditos de Benarés. Su padre hizo muchas peregrinaciones a pie y ella lo acompañó, llevando sobre su cabeza y a la manera india todas las simples necesidades de su viaje. En estas romerías andantes -que abarcaron unos cinco años-, padre e hija visitaron Jugganath, Hardwar, Brindaban, Badrinath, Kedarnath y muchos otros lugares sagrados. Cuando regresaron a Benarés en 1846, falleció Swami Sri Sachda Nand, el gurú de Rameshwar Dev que solía vivir en una cueva o celda subterránea conocida como Annandgupha y situada a unos 19 kms. al este de Benarés, y el gufha o gruta quedó desocupado. Así, el padre de Sri Maji tomó su morada en ese sitio y con él también su hija, siempre estudiando los libros sagrados hindúes y practicando yoga. Allí, en el gupha, vivieron juntos durante catorce años, hasta que en 1860 el padre murió y Maji se quedó sola, pero ella no abandonó el lugar y continuó su vida solitaria ahí hasta su muerte en noviembre de 1898, a la edad de setenta y dos años.

Por lo tanto, parece ser que durante treinta y ocho años esta religiosa había vivido completamente sola en la celda subterránea de Annandgupha, donde de hecho ella había pasado en tranquilidad y estudio místico no menos de cincuenta y dos años de su vida.

Año tras año, llegaban a su gruta personas de todos los sectores para consultar a esta mujer cuya fama se había extendido a lugares distantes, y conociendo el respeto con que los hindúes tienen a un personaje como Maji, podemos estar seguros de que no pasó necesidades personales o dificultades en su vejez, sino que vivió sus años de decadencia honrada por sus correligionarios y en el mayor confort que pudiera ser compatible o aceptable respecto a sus profesiones ascéticas o con su abnegada sencillez. Al comienzo de este capítulo puede verse un retrato de esta dama, reproducido a partir de un grabado en madera".

Por supuesto, el "yoga" mencionado en las citas anteriores es el Raja Yoga, la modalidad noble y espiritual del hinduismo, y distinto del Hatha Yoga que es de tipo físico. Este último está completamente descartado por los Maestros inspiradores del Movimiento Teosófico, así como por todos los hindúes sabios y de mentalidad filosófica, incluido el gran Adi Shankaracharya (fundador y codificador de la rama Advaita Vedanta del hinduismo) que a veces habló sobre el tema de manera claramente opuesta.

La breve descripción sobre la vida de Maji dada anteriormente es interesante, pero trata sólo con aspectos externos. Veamos qué más puede descubrirse de su verdadera naturaleza, su ser interior y conexión con H.P. Blavatsky y los Maestros de la Hermandad Transhimaláyica. 

En 1879, H.P.B. y el coronel Olcott se mudaron de Nueva York a India, trasladando allí la sede de la entonces Sociedad Teosófica. Hacia fines de ese año Olcott declaraba en su "Old Diary Leaves": "Todos fuimos al retiro de Majji, una asceta muy conocida y versada en el Vedanta que ocupaba una guha (cueva excavada) con edificios sobre el terreno, en la orilla del Ganges y a uno o dos kilómetros por debajo de la ciudad de Benarés (…) En ese momento, Majji tenía unos cuarenta años de edad, piel clara y una dignidad tranquila y gracia de gesto que exigía respeto. Su voz era de tono tierno, su rostro y cuerpo regordetes y ojos llenos de inteligencia y fuego (...) Una visita de regreso que realizó Majji a H.P.B. a la mañana siguiente causó sorpresa, porque según nos dijeron era algo muy inusual para ella ser convocada por alguien a excepción de su Gurú, y nunca por un europeo (…) en ausencia de H.P.B. ella le contó libremente a la señora Gordon, Damodar y a mí una historia maravillosa sobre ella. Majji dijo que el cuerpo de Blavatsky estaba ocupado por un yogui y que trabajaba con él tanto como podía para difundir la filosofía oriental".

Respecto al elevado nivel espiritual de H.P.B. y el de la propia Maji, sabemos también de una carta escrita en enero de 1880 por Damodar K. Mavalankar (consúltese la introducción del artículo "'Salvación' por el cristianismo" para más detalles sobre aquél) a William Quan Judge, uno de los tres cofundadores principales del Movimiento y quien se quedó en Nueva York para continuar con el trabajo teosófico en Estados Unidos. Damodar escribe: 

"Poco después, Madame [Blavatsky] y el coronel Olcott, acompañados por dos o tres miembros europeos de nuestra Sociedad, se reunieron conmigo en Benarés. Para mi gran sorpresa y cuando Madame preguntó, Swamiji [Swami Dayan y Sarasvati de Arya Samaj, quien estuvo inicialmente en estrecha asociación con teósofos de India, hasta que “cayó” por orgullo personal y ambición, según relatan los Maestros con cierta profundidad en cartas a A.P. Sinnett] mencionó el lugar donde residía 'Maji' y se ofreció a llevarnos allí, agregando que él la conocía bien y que a menudo venía a verlo (...) Madame no podía acompañarnos para entonces, pues en ese tiempo no se sentía bien, pero cuando se lo contamos a 'Maji' en consecuencia, ésta dirigió una mirada significativa al coronel Olcott quien la devolvió, y le pidió que permaneciera en silencio ya que sólo ellos habían sentido la presencia cercana de Madame. 'Maji' dijo entonces que, a pesar que nunca había visitado a europeos, ella misma venía a ver a la señora una o dos veces previo a nuestra partida de Benarés (...)". 

"Al día siguiente vino 'Maji' (que nunca habla de sí misma excepto como 'este cuerpo') para ver a Madame, y sólo yo estaba con ellas pues el coronel Olcott y la señora Gordon habían ido con Swamiji para supervisar la escuela de niñas. Luego me enteré de lo que dijo sobre haber estado primero en el cuerpo de un faquir que, después de quedar con una mano inutilizada por un disparo recibido cuando pasaba por la fortaleza de Bhurtpore, tuvo que cambiar su cuerpo y elegir el que ahora era 'Maji'. Una niña de unos siete años se estaba muriendo en ese momento y, antes de su deceso, este faquir entró en su cuerpo y tomó posesión de él. Por tanto, 'Maji' no es una mujer, sino un verdadero faquir hindú en cuerpo femenino. Sólamente uno por uno reuní todos estos detalles.

En su cuerpo anterior, este faquir había estudiado la ciencia del Yoga durante 65 años y tuvo que elegir otra cobertura corporal, ya que ese estudio había sido detenido e incompleto para cuando su cuerpo ya no era apto y por tanto no era compatible con la tarea que tenía que realizar. En su cuerpo actual tiene 53 años, y en consecuencia la 'Maji interna' tiene 118 años.

Luego preguntó a Madame si sabía que tenían al mismo hombre para su 'Gurú', pero como Blavatsky deseaba que ella diera algunas pruebas de lo que me dijo, las proporcionó fácilmente. Sostuvo que el gurú de Madam [Maestro M.] nació en Punjab, pero por lo común vive en la parte sur de India y especialmente en Ceilán. Tiene alrededor de 300 años y un compañero de aproximadamente la misma edad, aunque ambos no aparentan ni siquiera cuarenta. En unos pocos siglos entrará en el cuerpo de un 'kshatriya' (casta de guerreros entre los hindúes) y hará algunas grandes hazañas para la India, pero aún no ha llegado el momento.

Cuando Madame y el coronel Olcott fueron el verano pasado a las cuevas de Karley, vieron a cierto sannyasi con una vaca de cinco patas que se llevó aparte a Olcott, le dio el apretón de manos teosófico y luego dijo al coronel que era discípulo de 'Maji'. En esta ocasión comuniqué ese hecho a aquélla, quien rió y declaró que no era otro que el gurú de Madam en el cuerpo del fakir que había saludado a Olcott, y que si volvíamos a ver este personaje no podría darnos la señal nuevamente por el Maestro de Madam que a menudo realiza tales cosas, pues era él quien tomaba posesión de dicho hombre en ese instante. Luego 'Maji' se fue a casa prometiendo volver a vernos antes de nuestra partida (...)".

"'Maji' vino por segunda vez y en esta ocasión todos estuvimos presentes, excepto Swamiji y Madame que llegaron después. El coronel Olcott hizo a 'Maji' algunas preguntas sobre Madame, y aquélla señaló que Blavatsky no era lo que parece ser. Su hombre interior ya había estado dos veces en un cuerpo hindú (…) También dijo que hasta ese momento nunca había visto a un europeo, pero como hubo obtenido la información sobre Madame de su Gurú,  había venido a verla. Entonces le pregunté si la verdadera H.P.B. todavía estaba en el cuerpo [es decir, si la Helena Blavatsky original abandonó su cuerpo en algún momento anterior, quedando entonces ocupado exclusivamente por un yogui indio o iniciado], pero ella se negó a responder y solo añadió que ella misma, Maji, era inferior a Madame (...)".

“Luego dijo al coronel Olcott que una vez fue un joven hindú en la parte sur de India, pero había muerto y volvió a nacer. También nos explicó el significado de la acción del fakir al traer una vaca de cinco patas a Karli cuando vio a Olcott allí y lo saludó al modo teosófico. Ella dijo que toda persona tiene derecho a repetir el Gayatri Mantram que consta de tres Padas (metros), pero un brahmachari tiene derecho de repetir un Pada más, mientras que un Yogi puede reiterar tantos como quiera y así realizar maravillas. Por lo tanto, un yogui tiene facultad de iterar un mantram que consta de cinco Padas que es igual a Om Tat Sat; y como la palabra 'Pada' también significa 'pie' o 'pierna', había traído deliberadamente una vaca de cinco extremidades para denotar este significado. Y además, sostuvo que este símbolo estaba con Madam en el sello de su anillo, aunque ni ella (la señora) ni ninguno de nosotros había insinuado el hecho a 'Maji'. Así usted habrá visto cómo las instrucciones indias se transmiten por medio de símbolos, y alguien que pueda descifrar la antigua simbología aria encontrará un vasto campo para explorar (...)."

“'Maji' me dijo que, si quería hacer un progreso espiritual y ver a alguno de nuestros Hermanos [los Maestros], debo depender por completo de Madame pues nadie más era competente para llevarme por el camino correcto. Si fuera a irme solo a algún lado, estaría vagando aquí y allá durante años, pero eso será del todo inútil. Debo concentrarme enteramente en Madame y depositar mi plena y única confianza en ella. También 'Maji' me señaló que trabajase en la Sociedad y practicara regularmente dos veces al día lo que Madame me había ordenado hacer. En todo respecto debo actuar en obediencia a sus instrucciones (...)  Comentó que a medida que los hijos de India se están volviendo más y más malvados, ellos (estos Adeptos) se han ido retirando gradualmente hacia el norte de las montañas del Himalaya (...)".

"De esta forma, usted verá los grandes efectos que tiene para mí estar siempre con Madame. Desde el principio percibí todo lo que 'Maji' me había dicho. Sólo dos o tres días después de solicitar la admisión en la Sociedad, dije a H.P.B. lo que realmente sentía, que la consideraba mi benefactora, la veneraba como mi Gurú y la amaba más que a una madre. Desde entonces le aseguré lo que dije y ahora 'Maji' me afirma lo mismo, fortalece mi fe y me pide que confíe en ella (Madame). Cuando más tarde consulté a Swamiji con respecto a mí, y sin que yo le dijera una palabra de lo que 'Maji' señaló, él me instó a hacer lo mismo, es decir, poner mi fe en H.P.B. A lo largo de todo esto he sentido -y todavía siento con fuerza- que ya hubiera estudiado esta filosofía con Madame y que una vez fui su discípulo más obediente y humilde. Esto debe haber sido un hecho, pues de lo contrario ¿cómo puede usted explicar el sentimiento creado en mí sobre ella, sólo después de verla no más de tres o cuatro veces? Por lo tanto, todas mis esperanzas y planes futuros están centrados en ella y nada en el mundo puede sacudir mi confianza en su persona, especialmente cuando dos hindúes que no hablan inglés y no podrían haber arreglado estas cosas de antemano me dicen las mismas cosas sin consulta previa y lo que siempre yo había sentido”.

En relación con algunos aspectos mencionados aquí por Damodar y relacionadas con él según Maji, también podemos citar estas palabras de Julia Keightley, una teósofa estadounidense bastante influyente que fue estrecha colaboradora de William Judge,  destinataria de las cartas compuestas por éste último y publicadas en el libro "Letters That Have Helped Me":

“Unos días después de fallecer Madame Blavatsky, ella misma me despertó por la noche. Me levanté sin sentir sorpresa, sino sólo el dulce placer acostumbrado. Ella sostuvo mis ojos con su mirada leonina y luego se hizo más delgada y alta, su forma se volvió masculina, y entonces lentamente sus rasgos cambiaron hasta que se alzó frente a mí un hombre alto y de fuertes poderes, y el último vestigio de sus rasgos se fundió con el suyo hasta que sólo permaneció la mirada leonina, el resplandor progresivo de su mirada. El hombre levantó la cabeza y dijo: '¡Atestígualo!'. Luego salió de la habitación y apoyó la mano en el retrato de H.P.B. al pasar. Desde entonces, él ha venido a mí varias veces con instrucciones a plena luz del día y mientras trabajaba, y una vez salió de un gran retrato de H.P.B."

James Morgan Pryse, otro teósofo estadounidense, escribió:

“Una tarde [en 1889] mientras estaba meditando así, la cara de H.P.B. brilló ante mí. La reconocí por su retrato en Isis [su primer libro "Isis Develada"], aunque parecía mucho más vieja. Traté de excluirla pensando que la imagen astral -como la consideré- se debió a una fantasía caprichosa; pero en ese momento el rostro evidenció una mirada de impaciencia, y al instante fui sacado de mi cuerpo e inmediatamente estaba de pie 'en el astral' junto a H.P.B. en Londres. Allí era de mañana, pero ella todavía estaba sentada en su escritorio. Mientras Blavatsky me hablaba de forma muy amable, no pude evitar pensar en lo extraño que una anciana aparentemente robusta fuese un Adepto. Traté de sacar de mi mente ese pensamiento descortés, pero ella lo leyó y como si fuera una respuesta a ello, su cobertura física se volvió translúcida, revelando un maravilloso cuerpo interior que parecía estar formado por oro fundido. Entonces y de repente el Maestro M. apareció ante nosotros en su mayavi-rupa y a Quien hice una profunda reverencia, porque me parecía más un Dios que un hombre. De alguna manera yo sabía quién era él, aunque ésta era la primera vez que lo veía. Me habló con amabilidad y dijo: 'Tendré trabajo para usted en seis meses'. Caminó hasta el otro lado de la habitación, hizo un gesto de despedida con la mano y se marchó. Luego, H.P.B. me despidió con las palabras 'Dios te bendiga' y directamente vi las olas del Atlántico debajo de mí; descendí flotando y sumergía mis pies en sus crestas. Luego crucé con prisa el continente hasta que vi las luces de Los Ángeles y regresé a mi cuerpo, sentado en la silla donde lo había dejado”.

En respuesta a esto, Judge comentó: “Su visión es correcta respecto de que cuando miró a H.P.B., no vio a una anciana sino a Dios. Tuvo el privilegio de ver la Verdad, porque el Ser en ese viejo cuerpo llamado H.P. Blavatsky es un Adepto poderoso que trabaja en su propio plan en el mundo, y por lo tanto no necesitamos ir al Tíbet ni a América del Sur para encontrar el tipo de Ser que tantos desean contemplar. Sin embargo, habiendo visto mejor la realidad, guarde silencio y trabaje con eso a la vista. Incluso si le dijera que usted sabía que Él estaba allí, éste sonreiría mientras esperara que usted pudiese hacer algo en su esfera limitada. La adulación no cuenta y las declaraciones son peores que inútiles. Pero es una gran cosa ver tanto como ya lo ha hecho, y será algo más grande si no duda, pues puede ser que nunca más lo vea nuevamente".

A otra persona Judge replicó: "En cuanto a H.P.B., no puede juzgarla por ninguna regla. Hay un gran Adepto allí y él emplea ese cuerpo para Sus propios fines, tanto para el uso como para la prueba de otros".

Tallapragada Subba Row, otro colega de Blavatsky y conocido discípulo del Maestro Morya, escribió lo siguiente a V.V. Sivavadhanulu: "En algunos aspectos el temperamento de Madame Blavatsky es bastante malo como usted dice. Sin embargo, ella es la única agente que puede ser empleada por los Mahatmas para los efectos de la Sociedad Teosófica (…) Por favor, recuerde también que la persona que habita en el cuerpo de Madame Blavatsky (un Chela hindú) tiene enormes dificultades a enfrentar y no siempre es capaz de controlar la influencia de las impresiones áuricas de ese cuerpo, dejadas allí por la personalidad anterior con que estaba asociado". Y no sólo un chela, sino "uno iniciado y de alto nivel" según el Maestro K.H.

Para los no-teósofos que lean este artículo, puede sorprenderles saber que hay muchas personas autodenominadas "teósofas" que son completamente ignorantes sobre la vida, el trabajo y las enseñanzas de H.P. Blavatsky, sin mencionar su verdadera naturaleza e identidad internos y su alto estatus espiritual. Incluso muchos de esos individuos la ven desde una perspectiva negativa y crítica, debido en gran parte a que se los mantiene deliberadamente en el desconocimiento sobre los hechos de "teósofos" posteriores como Annie Besant, C.W. Leadbeater y Alice Bailey, quienes estaban muy interesados en hacer creer al público que H.P.B. era simplemente "un tipo de precursor para ellos" y en realidad "una persona bastante infortunada", "torpe", de "menor grado espiritual", propensa "a muchos errores e imprecisiones" y "utilizada por los Maestros como recurso provisional", por así decirlo, hasta que dicho trío infame apareciese en escena. Hablando desde una amplia experiencia personal, también estamos conscientes de que muchos seguidores de Bailey casi llegan al desprecio en su visión de H.P.B. y actitud hacia ella y sus enseñanzas, que en la mayoría de los casos nunca se han molestado en considerar. De hecho, recientemente recibimos a través de nuestro sitio [en inglés] un mensaje muy extenso de un entusiasta discípulo "baileyano", y completamente tóxico y descarado contra H.P.B. y aquéllos que tienen en alta estima su persona y legado, en lugar de "aceptar las enseñanzas de Bailey".

Para A.P. Sinnett, un influyente teósofo inglés que tuvo una actitud algo similar hacia H.P.B. como los pseudoteósofos de hoy, la Agente de los Maestros dirigió estos asertos que se vuelven más comprensibles en su significado a la luz de todo lo que acabamos de ver sobre Maji, Damodar y otros:

"No, usted no me odia; sólo siente una especie de desprecio amable, indulgente y benévolo para H.P.B. Usted está justo ahí, como la conoce hasta ahora y que está lista para caerse a pedazos. Tal vez aún pueda descubrir su error con respecto a la otra parte que está bien oculta (...) Ahora, ¿realmente cree que me conoce, señor Sinnett? ¿Cree eso porque ha comprendido, como piensa, mi corteza física y cerebro, ese astuto analista de la naturaleza humana, aunque sea que alguna vez haya penetrado incluso bajo las primeras cutículas de mi Ser Real? (…) lo que digo es esto: usted no me conoce, pues lo que sea que haya dentro no es lo que piensa; y por tanto juzgarme como 'deshonesta' es el mayor error en el mundo, además de ser una injusticia flagrante. Yo (el 'yo' interior real) estoy en prisión y no puedo mostrarme como soy con todo el deseo que pueda tener".

Otra referencia interesante a Maji se encuentra en una carta compuesta por Olcott a Francesca Arundale, en la que menciona haber sido visitado de noche por el Maestro M. y Maji juntos en sus cuerpos astrales.

Para 1885, Damodar había alcanzado tal nivel de progreso espiritual que el Maestro K.H. decidió que para él ya era hora de vivir con los Mahatmas en el Tíbet con objeto de aprender de ellos directamente, tal como lo había hecho H.P.B. dos décadas antes como preparativo para su gran misión y trabajo teosóficos con la humanidad. El Maestro recién mencionado y quien fue gurú de Damodar ayudó a planear el viaje para él, incluyendo sus diversas etapas físicas y espirituales, pues parte de ello implicaba volver a ver a Maji y quedarse con ella durante varios días.

En el interesante diario que nos legó, Damodar registra el día 8 de marzo: "(...) llegué a Benarés y fui al ashram de Maji. Tenía largas conversaciones con ella tanto de mañana como de tarde; habló sobre Subba Row y me contó cosas que él me refirió últimamente en privado. También comentó sobre Bawaji y otras cosas que sólo conocíamos Madame B. y yo, además de otros aspectos sorprendentes".

Al día siguiente, "las conversaciones con Maji continuaron. Habló sobre los retratos de los Maestros en la Sede y me contó muchas cosas asombrosas. Cuatro teósofos de Benarés llamaron por la tarde y la charla de Maji fue muy interesante e instructiva. En igual periodo del día, ella me contó sobre el gurú de Subba Row y él mismo". Para el 10 de marzo comenzó a "tomar un medicamento que ella preparó para mí y tuve diálogos privados con ella durante el día. Sobre Madame B., Maji afirma que aún no morirá dentro de un año o más" (como sucedió, H.P.B. vivió otros seis años antes de salir del plano físico), y el 11 de marzo "los diálogos continuaron (...) Más tarde, Maji me mostró un retrato de su padre que fue precipitado luego de su muerte". El 12 de ese mes fue su última jornada en Benarés y tuvo "una plática matutina con ella, y otra al mediodía, totalmente privadas en su guha, cuando ella discutió los planes a la vista y las personas involucradas. Me cuenta hechos sorprendentes y algo sobre el futuro".

Poco más de un mes más tarde, Damodar escribió su última entrada en el diario: "Tomé bhat por la mañana y procedí solo desde Kabi [Kabi Lungchok en el Sikkim himaláyico] enviando mis cosas de vuelta [incluyendo el diario] con los coolies a Darjeeling".

Aunque H.P.B. y algunos otros tuvieron noticias de él posterior a ese tiempo, nunca regresó a India sino que permaneció con el Maestro. En la medida en que es posible relatarla, la historia completa se narra en el libro "Damodar and the Pioneers of the Theosophical Movement", compilado por Sven Eek.

En una ocasión Damodar mencionó a Maji en un breve artículo titulado "Can Females Become Adepts?" y señalando: "Es difícil ver una buena razón por la cual las mujeres no deban convertirse en Adeptos (...) En Benarés también vive una cierta dama, insospechada y desconocida excepto para unos pocos". También Damodar ofrece una referencia a otro artículo de The Theosophist que consiste en una transcripción de preguntas y respuestas entre Olcott y Swami Dayanand Sarasvati, donde el primero pregunta: "¿Puede un yogui pasar de su propio cuerpo al de una mujer?", a lo que Swami responde: "Con tanta facilidad como un hombre puede ponerse el atuendo de una mujer, si lo desea, así también él puede poner sobre su propio atma la forma física de aquélla. Externamente, entonces él sería mujer en todo aspecto físico y relación, pero en su ámbito interno continúa siendo él mismo". Con H.P.B. y Maji en mente, Olcott luego dice: "Me he encontrado con dos de ellos, es decir, dos personas que parecían mujeres, pero que eran completamente masculinas en todo, menos en el cuerpo. Si usted recuerda, visitamos juntos a una de ellas en Benarés, en un templo a la orilla del Ganges", y Swami Dayanand replica: "Sí, Maji". 

La mención final de Maji en la literatura teosófica parece figurar en el artículo de William Q. Judge "Habitations of H.P.B.", compuesto poco después de su fallecimiento en 1891. Al describir la sala de escritura que aquélla tenía en la casa de Londres donde pasó sus últimos años, dice: "Se yerguen dos ménsulas, y en una de ellas al final hay una foto de Maji, la famosa mujer yogui de India".

Al parecer existe cierta contradicción entre los teósofos de esa época en cuanto a si Maji era bien conocida o no, pero una cosa es segura tras revisar todos estos hechos y referencias intrigantes, y es que Maji fue y es un alma grande y especial que trabaja estrechamente con la Hermandad de Maestros para ayudar a la humanidad, al igual que H.P.B., aunque Maji declaró que respectó a sí misma Blavatsky tiene un nivel más elevado.

Es interesante observar que ninguno de esos individuos probados objetivamente y de quienes se sabía eran chelas de los Maestros, jamás respaldaron de ninguna forma el trabajo y las "enseñanzas" de los diversos "teósofos" posteriores como Besant, Leadbeater y Bailey que afirmaban ser "discípulos de los mismos Maestros" y nunca dieron evidencias de ello. Dado que los últimos chelas indios y supervivientes de la Sociedad Adyar de Blavatsky se sintieron tan perturbados por las acciones y asertos de tales individuos -sin mencionar su completa reescritura y alteración de los contenidos teosóficos genuinos-, se separaron completamente de ese conglomerado para aliarse con la Logia Unida de Teósofos cuando B.P. Wadia la estableció en Bombay.

El más prominente de estos individuos fue Bhavani Shankar, de quien se habla en términos brillantes en ciertas cartas escritas por los Maestros. Recordando lo dicho por uno de los Mahatmas de que la Sociedad Adyar se había convertido en "un cadáver sin alma" y destinado a "caerse a pedazos" como el inevitable resultado kármico de su infidelidad a H.P.B., y al ver cómo Besant y Leadbeater parecían estar muy convencidos destruyendo el legado y los sacrificios de aquélla, cortó todos los lazos con Adyar y se convirtió en asociado de la L.U.T. al percibir que aquí existía la única agrupación leal a la Causa, instrucciones y Maestros auténticos, de los cuales Shankar fue discípulo fiel y con quien estaba familiarizado personalmente. Como parte de su sadhana o práctica espiritual rutinaria en la última parte de su vida, Shankar solía centrarse en H.P.B. durante meditaciones reverenciales y animó a otros a hacer lo mismo.

La L.U.T., fundada en Los Ángeles en 1909 por Robert Crosbie, continúa vigente en todo el mundo hasta el día de hoy y su declaración sigue siendo la misma como en ese entonces: "difundir ampliamente las enseñanzas originales de Teosofía, tal como se registran en los escritos de H.P. Blavatsky y William Q. Judge".