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22 de enero de 2025

Los Lipika o Registradores Kármicos


(The Theosophical Movement, noviembre 2024).

En Teosofía, lo que se llama "Dios" es un Principio Impersonal, Eterno, Ilimitado, Omnipresente e Inmutable, y no puede emanar ni fragmentarse. Sin embargo, por así decir existe un segundo “Uno” o reflejo de aquél, llamado Logos o Iswara, que emite los Siete Rayos o Dhyani-Chohans. Blavatsky dice que este Logos Creador no es un "dios" personal ni extracósmico, sino el conjunto de Dhyanis y otras fuerzas. El término genérico Dhyani-Chohan designa a todos los seres celestiales o "dioses", y se agrupan en siete jerarquías de diversas clases, en varios planos, realizando tareas circunscritas a su ámbito particular, y bien pueden ser vistos como otras tantas manifestaciones de la Divinidad.

Entre los muchos órdenes de Dhyanis, Helena menciona tres: “Constructores”, “Espíritus Planetarios” y “Lipika”, cada uno dividido a su vez en siete subgrupos. Los primeros y terceros son poderes inteligentes o creativos, que terminaron "personificándose" mediante nombres. De las tres índoles de Lipika, la más baja se vincula con todos los sucesos de nuestro mundo; así, la voz Lipi-ka viene de lipi o "escritura", y corresponde a Seres Divinos relacionados con el Karma al ser sus "Secretarios" o "Escribas".

Desde la Mente Universal pasiva, los Lipika proyectan en la objetividad el plan ideal del Universo, siendo "amanuenses" directos de la Ideación Eterna, o como señala Platón, el “Pensamiento Divino”, y en base a este esquema suplido por ellos, los Constructores "reedifican" el Kosmos (Sistema Solar) después de cada Pralaya (Doctrina Secreta, vol. 1, p. 104).

Para asimilar el concepto de "Ideación Eterna", vemos en el Glosario Teosófico que “Akasa es la esencia espiritual sutil y suprasensible que instila todo el espacio; la sustancia primigenia (...) el Espacio Universal donde reside inherentemente la Ideación Eterna del Universo (...) y desde el cual irradia el Primer Logos o pensamiento expresado”.

En Studies of the Secret Doctrine tenemos: “El plano arquetípico es una expresión de la filosofía platónica [que es] el mundo tal como existía en la Mente Divina (...). Dicha sustancia cósmica, energizada por ideación homónima, es el mundo de los noúmenos donde se ubica el rango ínsito de los fenómenos, en sus aspectos abstractos y arquetípicos” (p. 29-30).

En la página 200 del primer volumen de La Doctrina Secreta, hay un gráfico sobre tres planos Arupa o “sin forma”, y otros cuatro atañentes al Rupa o "ámbito de las formas" (conciencia cósmica), que tal vez podamos enlazar con los tres niveles de Akasa y cuatro de Luz Astral.


El mundo arquetípico de los noúmenos, mencionado por Platón, es “el segundo de los ‘tres planos del Kosmos Septenario'" (ibídem, p. 30). El primer nivel Rupa se describe así: “Los constructores elaboran paternas según los cánones en la Mente Divina. El mundo de éstos últimos es también el ámbito modelo; está hecho de prototipos, y es aquél responsable de generar mundos sucesivos, en o sobre los cuales las formas suceden a los modelos” (ibídem, p. 30). De este modo, “las formas ideales (...) permanecen 'latentes' en el seno de la Ideación Eterna, como las futuras hojas de loto y sus pétalos están ocultos en la semilla” (p. 31).

Una vez que los Lipika objetivan el Plan Ideal del Universo (o traducen la Ideación Universal en Cósmica), los Constructores fabrican el mundo-modelo basado en estas formas. En Transactions, Blavatsky señala de qué manera las formas condensadas y concretas en el plano físico se desarrollan a partir del arquetípico. Se nos dice que “los prototipos o ideas de objetos existen primero en la Conciencia Divina eterna (Akasa), y éstos se invierten en la Luz Astral”. Akasa simboliza los niveles superiores de materia y conciencia (nouménicos), en tanto que el concepto por Platón sostiene que hay ideas abstractas de "las cosas que serán".

Podemos afirmar que en ese "marco" existe la idea de “triangularidad”, en base a lo cual aparecen los tipos rectángulo, equilátero, isósceles, etc. Basándose en la idea abstracta, los Constructores perfilan modelos que van mejorando de plano en plano, hasta que los Elementales o Espíritus de la Naturaleza trabajan en dichos patrones a fin de crear formas tangibles. El primer diseño es perfeccionado por los mundos que le suceden, cada uno más burdo que el superior -y en ese sentido menos puro-, remitiendo las "plantillas" astrales que surgen a modo de "imágenes concebidas". Por ejemplo, el plano de una casa corresponde a los prototipos espirituales, mientras que su miniatura -en madera o cartón- es la paterna astral, que a su vez sirve de proyecto para construir el hogar de cemento, ladrillo, etc., es decir, con sustancias más duras.

En The Secret Doctrine Commentaries, H.P.B. explica los cuatro ámbitos inferiores del diagrama previo. El rango arquetípico puede homologarse con el pensamiento que precede a la acción (a semejanza del Manas individual). Un artista primero concibe su idea antes de trabajar, pero debe adquirir lienzos, pinceles, colores, etc., lo cual concierne a la fase intelectual/creativa. Luego, el estadio formativo implica delinear bosquejos sobre el panel, y la etapa material se simboliza con el cuadro terminado.

El sloka o verso 6 (a) de la Estrofa V dice: “Los Lipika circunscriben el triángulo, el primer Uno (...) el Cubo, el Segundo Uno y el Pentáculo dentro del Huevo (círculo). Es el Anillo Infranqueable [Pass-Not]” (DS, vol. 1, p. 129). Al interpretar numéricamente, obtenemos 3, 1, 4, 1 y 5 que pueden cotejarse con la Estrofa IV, verso 2 (b), que habla de iguales cifras y da un total de dos veces siete ó 14. El valor "31415" ó 3,1415 es Pi, la relación de una circunferencia con el diámetro circular. Se supone que indica la jerarquía múltiple de Dhyani Chohans, y al guarismo del mundo interior o manifiesto que está circunscrito; también connota a los seres que se encuentran en el límite que separa el mundo fenoménico del noumenal, y ellos formarían el Dhyanipasa, “cuerda de los ángeles” o Anillo Inexpugnable. Respecto a cadenas planetarias, los Lipika que montan esa "palestra" dividen las áreas Rupa de las tres Arupa, si bien desde una perspectiva cósmica integran el Anillo que circunscribe el Huevo de Brahma, representado por el círculo o niveles perceptibles.

“Los Lipika separan los mundos (...) de Espíritu y Materia. Aquéllos que ‘descienden y ascienden' -las Mónadas encarnantes o humanos que luchan por 'elevarse' y aún no alcanzan su objetivo- pueden cruzar el ‘círculo Insalvable' sólo en el 'Día de Bienvenida' [Be-With-Us]” (DS, vol. I, p. 131). Este "lindero" metafísico es el que atraviesan los Egos mientras encarnan, y vuelven a pasarlo al “ascender" o "limpiarse", cuando a través de las ilusiones materiales se dan cuenta de que no están escindidos del Ser Universal y llegan a integrar la Esencia Única.

Metafóricamente, toda persona moldea y "empuja" una "cerca" dependiendo del desarrollo intelectual, psíquico y espiritual mientras vive la "fiebre separatista" en el reino tangible, a través de sus elecciones presentes y karma pasado que "monitorean" los Lipika. “La entidad espiritual llega al Nirvana eterno e inmutable sólo cuando se libera para siempre de toda partícula de materia, sustancia o forma, y se convierte de nuevo en parte del Aliento Divino” (La Clave de la Teosofía, p. 113). No pueden zanjar el Anillo otros seres celestiales excepto los Lipika, ni menos la gente común que no haya conseguido el Nirvana, excepto en el instante del Mahapralaya.

La Doctrina Secreta (vol. 1, p. 132) enseña que Visishtadwaita alcanzó la felicidad de Moksha en Parampadha, lugar constituido por el Suddasatwa o esencia divina de que están hechos los "cuerpos" de Dhyanis más sublimes. Allí los Muktas se liberan para siempre de atributos materiales o kármicos y no están obligados a reencarnar en la Tierra, pero pueden hacerlo voluntariamente.

Se dice que los elementales o "vidas" propalan el Karma a las órdenes de Chitra-Gupta o Lipikas, imprimiendo "la enorme galería de imágenes de la Eternidad en la Luz Astral y sus 'catálogos invisibles', un registro fiel de cada acto y pensamiento humano de todo lo que fue, es o será en el Universo fenoménico”. La literatura egipcia indicaba cuarenta “Evaluadores” en la zona de Amenti que leen la vida en los corazones de fallecidos ante Osiris o el equivalente de Yama (Karma). Además, el hindú Chitra-Gupta supervisa el Agra-Sandhini o historia del individuo que permanece en los archivos astrales (DS, vol. 1, p. 104-105).

El hinduismo sostiene que Chitra-Gupta es un dios cuyo oficio es "poner en bitácora" a todos los humanos en la Tierra, y generalmente se lo representa a la derecha del rey Yama (o de la muerte) sosteniendo un inventario de nuestras obras mundanas. Cuando el espíritu del difunto ingresa en Yamaloka, sus acciones se juzgan para decidir si es meritorio del Swarga ("cielo") o Naraka ("infierno").

Los Lipika son agentes de Karma o Ley Retributiva. “En la Kabbalah se denominan 'cuatro Ángeles Registradores'; en India, los cuatro Maharajás que toman nota de cada pensamiento y obra humanos” (Transactions, p. 147). Dichos Maharajás gobiernan las fuerzas cósmicas del Norte, Sur, Este y Oeste, pero necesitan vehículos materiales -por ejemplo, los tipos cuádruples de vientos- con tal de hacer cumplir decretos kármicos. Se afirma que ciertas masas de aire "llevan" descalabros y otras son auspiciosas, al tenor de epidemias, contratiempos o hechos críticos en el planeta. “La gloria de Dios viene de Oriente", de acuerdo con Ezequiel, mientras el dogma católico-romano atribuye diversas calamidades a los "mensajeros invisibles" del Norte y Oeste (DS, vol. 1, p. 123). Subrayemos que los Maharajás no recompensan ni castigan a la especie humana, sino ella misma se condena o redime al actuar individual y colectivamente, sembrando pensamientos y actos que despiertan poderes análogos en el mundo sideral; éstos, a su vez, son atraídos hacia quienes produjeron determinados factores y reaccionan sobre ellos.

Estas injerencias pueden referir a elementales, en cuanto emisarios de Karma que gatillan réplicas -ya sean unitarias o grupales- a nuestros efluvios psíquicos o actos. William Judge enseñó que toda patología física muestra un desajuste del ser interno en el plano material. El libro teosófico For The Children Who Ask Why contiende que las "vidas" en el planeta se saturan por ideas egomaníacas o perversas de hombres y mujeres, llegando a un "punto álgido" que detona tsunamis, terremotos, volcanismos, etc., ya que nos auto-castigamos por el modo en que cada persona utiliza su mente. Muchos estudios serios en Parapsicología demuestran que las cogitaciones emiten formas sutiles de materia; así, toda partícula es susceptible de absorber o consignar hechos.

Visto lo anterior, hay otro detalle oculto: “Los Lipika se relacionan con el destino del individuo y el nacimiento de niños, cuyas vidas ya están delineadas en la Luz Astral no en un sentido fatalista, sino sólo porque el futuro, como el PASADO, siguen vivos en el PRESENTE. También puede señalarse que tienen predominio sobre la Ciencia Astrológica, y guste o no, debemos admitir su realidad” (DS, vol. 1, p. 105).

2 de febrero de 2022

Los Siete Planos de Existencia

"El espacio y el tiempo son uno sólo. No tienen nombre, porque constituyen el AQUÉLLO incognoscible, lo que se puede detectar sólo a través de sus siete rayos, y que son las Siete Creaciones, los Siete mundos, las Siete Leyes, etc., etc.” 

(Verso de Esoteric Volumes, traducido y citado por H.P. Blavatsky en "La Doctrina Secreta", vol. 2, p. 612). 


El tema de los Siete Planos de Existencia, tal como se enseña en Teosofía, ha sido de considerable interés para muchos a lo largo de los años. Como es natural, para varios pensadores es evidente que este denso plano físico seguramente debe ser sólo uno de numerosos niveles, “capas” o dimensiones de realidad. 

H.P. Blavatsky, fundadora del Movimiento Teosófico moderno, fue la primera en señalar a los occidentales que en realidad existen Siete Planos del Ser y tienen una correspondencia y relación con los Siete Principios de la constitución humana. 

En otras palabras, la naturaleza séptuple del ser humano es el reflejo de la estructura septenaria del Universo. "Como es arriba es abajo; así como en la Tierra, es en el Cielo". El ser humano es el Microcosmos del gran Macrocosmos y literalmente los siete diferentes "principios" o componentes de su ser se derivan de los Siete Principios Universales. 

Como ya se ha demostrado ampliamente en otros artículos, existen dos sistemas de enseñanza completamente divergentes e irreconciliables que se autodenominan "Teosofía". 

Uno es la Teosofía Original y genuina enseñada por H.P. Blavatsky, William Quan Judge y los propios Maestros de Sabiduría. El otro se denomina en ocasiones "neoteosofía" o "pseudoteosofía" y tuvo su origen con C.W. Leadbeater, para después ser aceptado incondicionalmente y promulgado por Annie Besant y luego expuesto y promovido en varios libros por Alice Bailey. Evidentemente, no habría servido a los propósitos de estos individuos señalar por escrito que lo que enseñaban era completamente contradictorio a lo presentado por Helena Blavatsky, pero de todos modos es así. De esta forma, existen muchas diferencias relevantes entre la Teosofía y su imitación barata, incluyendo los principales términos y conceptos que se utilizan de maneras totalmente opuestas. 

La razón por la que consideramos necesario mencionar esto es porque estamos muy conscientes de que la obra de Leadbeater es la única información sobre los Siete Planos que muchos interesados en Teosofía han conocido alguna vez, y al mismo tiempo Leadbeater se basó en su propia idea sobre la constitución humana donde se agregan nuevos "principios" y el significado y la definición de casi todos los demás se alteran más allá de lo concebible... todo ello proveniente de sus autoproclamadas “revelaciones” y “descubrimientos clarividentes”, con cuyo argumento las enseñanzas teosóficas fueron completamente reescritas dentro de la Sociedad Adyar. Entonces, ahora que el lector está al tanto de aquéllo, no debiera extrañarnos que la doctrina original sobre este tema sea muy diferente. 

Echemos un vistazo al siguiente diagrama que se reproduce de la página 200 (adaptación del inglés) en el primer volumen de "La Doctrina Secreta" escrita por Blavatsky. Dicho tomo se titula "Cosmogénesis" y trata de los orígenes, nacimiento y evolución del Universo, el Cosmos, el Sistema Solar y nuestro planeta.


En la página 168 de ese primer volumen leemos: "Incluso la enseñanza sobre la constitución Septenaria de los cuerpos sidéreos y el Macrocosmos -de la cual proviene la división septenaria del microcosmos o ser humano- ha permanecido hasta el momento entre las más secretas, ya que en tiempos antiguos solía ser divulgada sólo en la Iniciación y junto con las figuras más sagradas de los ciclos". 

Por consiguiente, es obvio que lo anterior no debe abordarse de manera despreocupada o informal, y menos aún debe ser reescrito y alterado por cualquier persona de acuerdo con sus propios caprichos y fantasías. Este dato se hallaba "entre los más reservados" de toda la información esotérica, hasta la publicación de "La Doctrina Secreta" que, como los Maestros Koot Hoomi y Morya declararon bajo sus propias firmas, es su "triple producción" junto con Helena Blavatsky a quien llamaron su "Agente directa" y "Hermano". 

A la luz de esto, no es sorprendente que no se conocieran mayores detalles, pero lo que se ha otorgado es más que suficiente para continuar nuestros estudios y meditaciones. 

H.P.B. escribe: "Estos siete planos corresponden a los siete estados de conciencia en el ser humano, la cual permanece con él para sintonizar los tres estados superiores propios con los tres planos superiores del Kosmos, pero antes de que intente hacerlo debe despertar los tres 'asientos' de vida y actividad. ¿Y cuántos son capaces de llegar incluso a una comprensión superficial de Atma-Vidya (Espíritu-Conocimiento), o Rohanee como lo llaman los sufíes? "("La Doctrina Secreta", vol. 1, p. 199). 

Esto debería ser considerado especialmente por muchos individuos ilusos, muy frecuentes en el Movimiento Nueva Era, que afirman ser capaces de "viajar" a través de los Siete Planos a menudo y con perfecta facilidad, e incluso "siempre que lo desean". La profanación de las verdades sagradas ha sido inmensa, porque ¡ni siquiera los Maestros pretenden ser capaces de tal “hazaña”! 

En el diagrama se observa que las tres dimensiones superiores se describen como "los tres planos superiores del Kosmos septenario", "el mundo del Espíritu divino y sin forma". 

En las enseñanzas teosóficas, el término "Kosmos" casi siempre se refiere al Universo, mientras que "Cosmos" generalmente alude a nuestro Sistema Solar. También, en la página 200 H.P.B. continúa diciendo que los cuatro niveles inferiores, en que se representa la manifestación física, son "los cuatro planos inferiores de la Conciencia Cósmica". 

Una de las enseñanzas fundamentales en Teosofía es que toda manifestación tiene una naturaleza septenaria y todo sigue un patrón séptuple. Cada grupo, división o representación de siete se compone siempre de una tríada superior y un cuaternario inferior, y en el caso de los humanos encarnados físicamente nuestros Siete Principios se dividen en la Tríada Espiritual (también llamada Tríada Superior Imperecedera) de Atma-Buddhi-Manas y el Cuaternario Inferior de Kama-Prana-Linga Sharira-Sthula Sharira (ver "La naturaleza séptuple humana").

Además, cada uno de esos Siete Principios es séptuple en sí mismo, estando compuesto a su vez por siete subprincipios, lo cual es igualmente válido para los Siete Planos y para todo lo demás. Como sabemos, 7 x 7 = 49 y los “Cuarenta y Nueve Fuegos”, como se denominan en el Vishnu Purana y otras escrituras orientales, es uno de los temas más profundos contenidos en "La Doctrina Secreta". 

Más adelante se explica en dicha obra: "Estos son los cuatro planos inferiores de Conciencia Cósmica, y los tres planos superiores son inaccesibles para el intelecto humano tal como se desarrolla en la actualidad"; y además: "Los tres niveles superiores son las tres dimensiones superiores de conciencia, revelados y explicados en ambas escuelas [esotérico oriental y cabalista] sólo para los Iniciados, mientras que los restantes constituyen los cuatro planos inferiores, siendo el más bajo nuestro plano o Universo visible". 

Continuando con este tema, H.P.B. dice en The Secret Doctrine Dialogues

"Los tres planos superiores y los cuatro inferiores están en un sólo Cosmos, ya que los siete principios se hallan en usted, pero el problema es éste: si no podemos comprender o percatarnos que tenemos estos tres principios (como la inteligencia superior o Manas, Buddhi o alma espiritual  y Atma, el Ser Superior que es la síntesis); si no nos damos cuenta de eso, ¿cómo podríamos comprender las tres inteligencias superiores, que son perfectamente irreconocibles para el intelecto humano? Es por eso que sólo hablo de los cuatro, porque representan los niveles donde se sitúa nuestra cadena planetaria, pero no puedo ir más allá, porque sería perfectamente incomprensible; y además mi conocimiento del inglés no me lo permitiría expresar, ni ningún otro idioma, porque no podría explicarlo" (p. 379-380). 

"El nuestro es el nivel más bajo y sobre él existen dimensiones cada vez más etéricas, hasta el punto que ninguna concepción humana puede comprender los tres planos. Y por lo tanto no abordamos ese tema porque es perfectamente ridículo con nuestros intelectos finitos tratar de comprender y desentrañar el infinito. Es suficiente con considerar lo que los videntes pueden percibir" (p. 432-433). 

"Cuando llegas a cierto pasaje donde hablo de los siete principios y la Luna y todo eso, muestro que sólo existen cuatro planos y que los tres superiores no pertenecen a nuestra cadena terrestre ni a la cadena de ningún otro planeta. Usted no sabe nada al respecto y no puede especular (…) Hablamos sólamente de los cuatro planos que podemos concebir" (p. 148). 

No obstante, lo que sí podemos concebir y comprender -al menos teórica e inferencialmente- es que los tres planos superiores se denominan Arupa o "sin forma", lo Inmanifestado, y que los cuatro inferiores son los Rupa o Planos de Forma, lo Manifestado. 

Se dice en el volumen 1 de "La Doctrina Secreta", p. 152, que los tres planos superiores "pertenecen al Universo Arquetípico" y los cuatro niveles inferiores están etiquetados en el diagrama anterior con los nombres utilizados en las enseñanzas de la Cábala, a saber, los planos Arquetípico, Creativo-Intelectual, Sustancial-Formativo y Material-Físico, nuestro entorno visible y tangible. Los cabalistas también llaman a estas dimensiones Atziloth, Briah, Yetzirah y Asiah, respectivamente. 

Con el objeto de hacer más comprensible lo que significan estos siete círculos en el diagrama (nombrados como Globos A, B, C, D, E, F y G) para aquéllos que no están familiarizados con la Teosofía, citaremos brevemente otros dos artículos sobre este tema: 

"[Es una] enseñanza teosófica fundamental que cada planeta conocido como Tierra, Marte, Mercurio, Venus, Saturno, Júpiter, etc., de hecho es un sistema séptuple que consiste en siete globos, de los cuales sólo uno se encuentra en el nivel físico en cada caso. Es decir, cada globo tangible tiene otros seis inmateriales que existen en estrecha e inseparable conexión con él para propósitos de evolución continua" (“¿Qué dice la Teosofía sobre la vida extraterrestre?”). 

"Nuestro planeta es parte de una cadena de siete globos, conocida como 'Cadena terrestre'. La Tierra tiene seis 'compañeros' que no podemos ver debido a que están en tres planos diferentes a los nuestros (…) El nivel en que se ubica nuestro globo y los tres planos superiores en donde se encuentran los otros seis se llaman colectivamente como 'Cuatro Planos Inferiores de Conciencia Cósmica'. El Cosmos en su totalidad consiste en Siete Planos, cuatro inferiores y también tres superiores (…), un cuaternario inferior y una tríada superior, al igual que con los Siete Principios de la constitución humana donde existen cuatro Principios inferiores o mortales y una Trinidad inmortal de Principios espirituales superiores" (“Cadenas, Globos, Rondas y Razas-Raíz”). 

Es importante tener en cuenta que, aunque utilizamos los términos "superior" e "inferior" cuando nos referimos a los diversos planos, esto no significa que los seis planos que están "por encima" del físico estén literalmente "sobre nuestras cabezas" o que todas estas dimensiones están "apiladas una encima de la otra" como siete tablones de una estantería. Cuando se usan diagramas e ilustraciones, desafortunadamente varios aspectos deben ser presentados de esta manera, pero no es la configuración real. 

Ya dijimos anteriormente que “los siete planos corresponden a los siete estados de conciencia en el ser humano", siendo así una distinción de conciencia en lugar de ubicaciones reales

Para citar a H.P.B. de las páginas 88-90 en "La Clave de la Teosofía": 

"Pero las otras seis 'tierras' o globos no están en el mismo plano de objetividad que nuestra Tierra; por lo tanto, no podemos verlos (…) esas seis esferas están fuera de nuestro medio físico de percepción o plano del ser. No es sólo que su densidad material, peso o constitución sean completamente diferentes a los de nuestra Tierra y otros planetas conocidos, sino que están (para nosotros) en una 'capa' distinta del espacio, por así decirlo; un nivel que los sentidos físicos no percibirán. Y cuando digo 'capa', no permitas que tu imaginación te sugiera estratos o depósitos colocados uno encima del otro, ya que esto sólo llevaría a otro error absurdo. A lo que me refiero es a ese plano del espacio infinito que por su naturaleza no es captado por nuestras percepciones ordinarias de vigilia, ya sean mentales o físicas, sino que existe en la Naturaleza fuera de nuestra mentalidad o conciencia normal, fuera de nuestro espacio tridimensional y fuera de nuestra división del tiempo. Cada uno de los siete planos (o capas) fundamentales en el espacio -por supuesto, como un todo, al igual que el espacio puro en la definición de Locke, no como nuestro espacio finito- tiene su propia objetividad y subjetividad, su propio espacio y tiempo, su propia conciencia y conjunto de sentidos. Pero todo esto será difícilmente comprensible para alguien entrenado en las formas modernas de pensamiento (…) Nuestra filosofía enseña que, como hay siete fuerzas fundamentales en la Naturaleza y en los siete planos del ser, existen también siete estados de conciencia en los que el ser humano vive, piensa, recuerda y tiene su esencia (…) Al concebir estos siete planos del ser kósmico y estados de Conciencia -con respecto al Universo o Macrocosmos- nos detenemos en el cuarto plano y sostenemos que es imposible ir más allá con un mínimo grado de certeza, pero con respecto al Microcosmos o entidad humana especulamos libremente sobre sus siete estados y principios". 

Vemos aquí un punto muy importante enfatizado y repetido: "Al concebir estos siete planos del ser kósmico y estados de Conciencia -con respecto al Universo o Macrocosmos- nos detenemos en el cuarto plano y sostenemos que es imposible ir más allá con un mínimo grado de certeza", y se agrega: "con respecto al Microcosmos especulamos libremente sobre sus siete estados y principios". 

Esto plantea la interrogante de cuál es exactamente la correspondencia entre los Siete Planos del Macrocosmos y los Siete Principios del Microcosmos. ¿Existen esos Siete Principios en forma ordenada, del más alto al más bajo, uno después del otro, o en cada uno de los Siete Planos? Es comprensible que lo imaginemos así, pero al parecer este no es realmente el caso pues aunque la Ley de las Correspondencias es un hecho inherente en la Naturaleza, no siempre funciona en la manera como lo pensamos. 

En este punto deberíamos especificar una vez más que casi nada se ha escrito o explicado sobre materias análogas por H.P. Blavatsky o William Q. Judge, su colega y difusor más cercano. Por un lado, si somos honestos con nosotros mismos debemos admitir que en realidad no es necesario ni particularmente útil o beneficioso tener dicha información en esta etapa actual de desarrollo y que generalmente es sólo curiosidad intelectual lo que nos lleva a buscar esos detalles con avidez; y por otro lado indudablemente aún hay muchos aspectos que deben permanecer en secreto

" (…) los volúmenes presentes (…) aunque otorgan principios fundamentales a partir de la DOCTRINA SECRETA de Oriente, levantan sólo una pequeña esquina del oscuro velo. Porque a nadie, ni siquiera al mejor Adepto viviente, se le permitiría (ni podría aunque quisiera) entregar de forma promiscua a un mundo burlón e incrédulo lo que tan eficazmente le ha sido ocultado durante largos eones y edades". 

" (…) ahora se permite ver la luz sobre unas pocas verdades fundamentales de la Doctrina Secreta de las edades Arcaicas, luego de largos milenios en el más profundo silencio y secreto. Digo 'unas pocas verdades' sabiamente porque aquéllo que debe permanecer sin revelar no podría contenerse en cien volúmenes semejantes, ni podría impartirse a la presente generación de saduceos. Pero incluso lo poco que se da ahora es mejor que el silencio total sobre esas verdades vitales" (H.P. Blavatsky, "La Doctrina Secreta", Introducción, páginas xvii, xxii). 

Por lo anterior, sucede muy a menudo que cuando hablamos de los planos en la literatura teosófica se hace referencia a ellos en un sentido mucho más general y sólo como tres niveles: espiritual, psíquico (o astral) y físico

No se niega que hayan Siete Planos, pero a veces es más fácil para la comprensión y aplicación práctica pensar en ellos de esa manera, lo que se correlaciona con aspectos pragmáticos de la Ciencia Esotérica tales como los denominados “Tres Salones” (Ignorancia, Aprendizaje y Sabiduría) y los tres estados primarios de conciencia por los que pasamos a diario, a saber: despertar (Jagrat), soñar (Svapna) y el sueño profundo o sin sueños (Sushupti) referidos en "La Voz del Silencio" y otras obras. 

Sin embargo, para volver a la pregunta más abstrusa, encontramos esta pista importante en el comentario de H.P.B. sobre el Pistis Sophia

"Cuando se haya entendido la clave de los siete planos y principios será fácil ubicarlos en los cuatro planos inferiores de un septenario superior, como en el diagrama de la Doctrina Secreta, y luego veremos cómo el antetipo de los tres planos Arupa más elevados se refleja en los siete niveles de los cuatro inferiores". 

Entonces, los cuatro planos inferiores tienen sus siete planos propios. El diagrama que ya mostramos contiene los Globos A y G, B y F, C y E situados exactamente en la misma "línea" o "nivel" que los demás, pero otro esquema en la página 153 de la “Doctrina Secreta”, vol. 1, los exhibe de forma ligeramente distinta, con los Globos G, F y E (ó 7, 6 y 5) en un nivel un poco más alto que A, B y C ó 1, 2 y 3, aunque todavía comparten los mismos planos respectivos. Junto con el globo más bajo (globo D ó 4, el nuestro) vemos así siete divisiones diferentes dentro de los cuatro ámbitos o "siete planos de los cuatro inferiores". 

Además, se dice que el prototipo o paradigma de "los tres planos Arupa más elevados" se refleja "en los siete planos de los cuatro inferiores". Así, podemos afirmar que todos los siete principios humanos "existen" en los cuatro planos, en lugar de hallarse en cada uno de los "septenarios superiores". Como hay más detalles en los principios de la constitución humana de lo que parece, no deseamos correr el riesgo de caer en especulación y así lo dejaremos por ahora. 

"Al usar los términos 'planos del no-ser' [niveles de Arupa o 'tres planos superiores del Kosmos Septenario'] es necesario recordar que estos grados son sólo para nosotros 'esferas del no-Ser', aunque ellos representan Ser y materia para las inteligencias más elevadas que nosotros (…) Aquéllo que en la Doctrina Secreta se conoce como 'planos no manifestados', son inmanifestados o niveles del no-Ser sólo de acuerdo con el intelecto finito, pero para las inteligencias superiores serían planos manifestados y así sucesivamente hasta el infinito, y la analogía siempre sería válida" (H.P. Blavatsky, "Transactions of the Blavatsky Lodge", p. 107 y 111). 

En su diagrama de la página 200, H.P.B. numeró los tres planos superiores por separado de las cuatro dimensiones inferiores para señalar la distinción entre ambas áreas. Sin embargo, cuando se trata de reunir a los siete lo ideal es que se numeren de 7 a 1 (de arriba a abajo), así como siempre se habla del principio más elevado como el séptimo y el más bajo como el primero

Además se sostiene que hay un “Punto Laya” o “Centro Laya” entre cada uno de los planos ("The Secret Doctrine Dialogues", página 430); asimismo: "A su vez, las doctrinas como la cadena planetaria o las siete razas dan una pista para la naturaleza septenaria humana, ya que cada principio se correlaciona con un plano, un planeta y una raza; y los principios humanos en cada plano están correlacionados con fuerzas ocultas séptuples, y las provenientes de los planos superiores poseen un inmenso poder, de modo que cualquier división septenaria también otorga un indicio de enormes facultades ocultas cuyo abuso causaría un mal incalculable para la humanidad" ("La Doctrina Secreta”, vol. 1, Introducción, p. xxxv). 

Consideremos que somos afortunados de haber recibido las ideas que tenemos, y por cierto recordemos también estas palabras: 

"Para nosotros no es posible que los autores de la Sabiduría Antigua hayan hablado desde al menos dos planos de experiencia consciente más allá de nuestra percepción sensorial cotidiana, y sin embargo tal es el hecho; entonces, ¿por qué el moderno defensor de la evolución debiera conmoverse con tal revelación?" (William Q. Judge, "Synthesis Of Occult Science", William Q. Judge Theosophical Articles, vol. 1, p. 26; W.Q.J. Pamphlet n° 5, “Occult Philosophy"). 

Desde luego, todos estos planos de los que hablamos pueden remontarse en sus orígenes secuenciales a la ÚNICA y ÚLTIMA REALIDAD, pues al fin y al cabo todo excepto AQUÉLLO es Maya... sólo ilusión.