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18 de abril de 2024

El Anarquismo Místico como opción al fracaso eterno de "políticas" materialistas

Por Bahman Pestonji Wadia
Título original: "Problems of National and International Politics"


Contenidos:

01. Comparación entre religión y política
02. Gobernanza divina
03. El Plan y los Ayudantes
04. El Ser Humano Libre
05. El individuo como factor principal
06. El Estado Arquetípico y de otras clases
07. La civilización no tiene origen
08. Jerarquías de grupos
09. Una nueva visión de las razas
10. La responsabilidad múltiple del Estado
11. Una nueva categoría
12. El Estado dejará de ser útil
13. Yoga con el Estado
14. Los dos caminos de avance político
15. Los verdaderos políticos
16. Dos Principios
17. El Camino Doble
18. Razas humanas y Principios séptuples

Este discurso fue presentado en la Convención de Calcuta de la Sociedad Teosófica (Adyar), en diciembre de 1917. Es una humilde tentativa para comprender algunos principios de Evolución Política, a la luz de las enseñanzas ofrecidas mediante la Doctrina Secreta y H.P. Blavatsky en el último cuarto del siglo XIX./Febrero de 1922.

[N.del T.: se ha prescindido de repeticiones innecesarias, y los números de notas fueron mantenidos en forma sucesiva].

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El tema de la charla suena polémico, pero no considero que mi discurso sea impelido a la controversia durante algún tiempo. En cierto modo, desearía que fuera un asunto de acalorado debate, porque entonces significaría que el mundo está cambiando su visión sobre los problemas políticos. Muchas veces oímos que la Teosofía no tiene nada que ver con política, mas no creo que ningún miembro instruido de nuestra Sociedad proscriba el estudio y la exposición de los aprietos gubernamentales que deseo mostrar hoy, si bien me inclino a creer que el mundo fuera de la Sociedad Teosófica los mirará en forma desdeñosa, encogiéndose de hombros con buen humor.

Puedo garantizar más Teosofía que política en esta conferencia, pero al principio me gustaría dejar claros dos puntos: a) lo que digo encarna sólo mi opinión, y no debe considerarse de ninguna manera como autorizada; siempre existe el riesgo de que los pareceres de teósofos importantes sean tomados como "principios" o "doctrinas" de la Sociedad Teosófica, y creo que se convierte en el deber de todo estudiante de Ciencia Sagrada -cuando comparte los frutos de su análisis ante la Sociedad- afirmar que las posturas personales no limitan la plataforma de nuestra organización internacional; y b) lo que declaro es consecuencia del estudio hecho por un hermano, con todas sus limitantes de visión y entendimiento.


01. Comparación entre religión y política

El mirador predominante desde donde se observa toda la gama política es occidental y moderno, pero la forma en que el antiguo Oriente consideraba los problemas análogos era diferente. Durante los últimos siglos, cuando el mundo occidental ha influido cada vez más en el pensamiento de nuestra civilización, el antiguo enfoque político "ha pasado de moda", y no se pondera ni examina. Así como los eruditos del siglo XIX rastrearon los inicios de la religión hasta "lo supersticioso" y describen sus avances desde el tótem y el fetiche hasta las fases monoteístas, también nuestros filósofos indagan la historia política evolutiva desde los períodos lejanos en que las tribus salvajes incursionaron en el arte de gobernar. La familia patriarcal, como tótem del pensar religioso, es la semilla de donde surge el árbol multiramificado de la política moderna, y entonces se acostumbra decir: "Un Dios Universal empezando con el tótem, y nuestra amplia estructura política desde la familia patriarcal".

Esta no es la posición que adopta la Teosofía. Nuestra Sociedad ha sido fundamental para permitir que el mundo, gracias a las enseñanzas de H.P. Blavatsky, apruebe una visión algo distinta sobre los comienzos de la Religión y los credos. Todavía no muestra un éxito completo, pero ya hemos dado un gran paso, y encontramos que algunos de los filósofos más capaces de Occidente se inclinan hacia nuestros postulados. De igual manera (y creo que lo conseguiremos), podrá ayudarse a dicha parte del mundo a comprender y practicar nuestras teorías de ciencia política. Hoy se acepta rápidamente la perspectiva teosófica en cuestiones religiosas, y no me sorprendería que aquélla en lo tocante a la política encuentre acogida en el escenario internacional de dinamismo permanente (1). El objetivo aquí es desarrollar una visión respecto a contrariedades políticas, y no de un grupo particular, sino de la humanidad en su conjunto. No hablaré de autonomía y representación comunal, ni de la revolución rusa o el comercio estadounidense, ni de los muchos problemas que captan la atención de políticos y estadistas de múltiples países. Todo lo que se plantea son algunos principios que nos encumbran como teósofos al sitio desde el cual vemos, entendemos e interpretamos el progreso político de comunidades, naciones y razas. Por lo tanto, es apropiado decir que sólo se debe esperar una conferencia algo imprecisa, y está más allá de mi alcance mostrar una "perspectiva completa" garantizando un flujo secuencial de ideas vinculadas; así, sólo puedo describir ideas -que considero axiomáticas- con tal de permitirnos seguir analizando el tema propuesto.

(1) El gran demócrata Woodrow Wilson, en su excelente volumen The State, hace referencia al parentesco -que según él es principio fundamental activo en la producción del Estado original- y a la religión (p. 14 y 16, donde se discuten los inicios de la Religión y el Estado).


02. Gobernanza divina

La civilización moderna todavía rehúye el concepto antiguo de que la evolución de formas e instituciones, y el correspondiente desarrollo de almas y principios, tiene lugar de acuerdo con cierto esquema concreto, de origen divino y principalmente de naturaleza suprafísica. Tampoco favorece las chances de que la humanidad esté guiada por su camino de progreso en términos de un plan bien definido. La ciencia declara que el gobierno espiritual del mundo es un "absurdo", y que las personas religiosas utilizan dicha idea "como figura retórica" para "consolar sus mentes" en episodios de dolor o dificultad. Para un estadista o político, sería descabellado considerar la interferencia divina a modo de factor en la política práctica, o la consulta de proyectos divinos como ayuda para su trabajo diario; a cualquier legislador que se atreviera a hablar en ese aspecto, aunque fuera vagamente, se le prescribiría internación en el manicomio más cercano. Un hombre o una mujer dedicados al ámbito político y que abracen tales perspectivas o creencias, trabajan en silencio y deben mantenerlas más o menos en secreto. No obstante, un teósofo instruido cree o sabe que existe un plan divino según el cual se genera un progreso, ya sea en el reino humano y los entornos inferiores/superiores a él, o bien de tipo físico-visible y superfísico-invisible.

El antedicho proyecto místico era razón de estudio para los antiguos. Los Reyes Divinos que guiaron a la humanidad infantil de los últimos días lemurianos y atlantes, cumplieron su estupendo trabajo en términos de esa agenda. En los albores de nuestra raza Aria, los antiguos Rishis y Yoguis tuvieron visiones del Plan y realizaron su tarea en consecuencia. A medida que el ser humano lograba cada vez más autovalía -conforme su instinto y mente desplegaban poderes con el transcurso del tiempo y sus intuiciones comenzaron a funcionar de acuerdo con las líneas del Plan-, físicamente se le encomendó la tarea de construir su individualidad y avanzar con la ayuda de su naturaleza despierta. Los Lectores del Plan se borran de las páginas de la historia, y cuando llegamos a lo que hoy se denominan "etapas históricas", no se hace referencia alguna a dicho esquema.

Veamos los Puranas, y se harán evidentes los hechos sobre la existencia de un Designio, así como también de sus trabajadores; si analizamos los escritos iraníes posteriores o griegos, encontramos menciones de antiguos Videntes, Reyes Divinos y Maestros religiosos. Pero si nos adentramos en la historia moderna, no tenemos ningún Esquema ni Ayudantes que guíen a la humanidad en su viaje ascendente. Aún más tarde, esta última noción se descartó y en la última parte del siglo XIX, gracias a los escritos de Darwin, adquiere prominencia sólo la evolución materialista y corporal. Los acontecimientos recientes, los numerosos descubrimientos científicos, las indagatorias espiritistas y psíquicas, y sobre todo las enseñanzas teosóficas, están haciendo que el pensamiento global tienda a considerar algún tipo de proceso por cuyo medio se ha ido generando todo el avance de la humanidad, a lo largo de muchas líneas. Los versos frecuentemente citados del gran poeta victoriano Tennyson constituyen sólo un índice del pensamiento de su mundo, que tanteó en la oscuridad para encontrar una mejor comprensión de este panorama evolutivo en constante movimiento. Al comienzo de su In Memoriam, nos aconseja permitir que "la reverencia habite en nosotros", y al final, con ayuda de la misma, canta sobre

"un Dios único, una ley, un elemento,
y un suceso divino aún más remoto,
al cual se dirige toda la creación".

Ese Acontecimiento Divino tiene un significado político que forma parte de nuestro estudio.


03. El Plan y los Ayudantes

El primer concepto a asimilar para los propósitos de nuestra charla, es que incluso la evolución política humana está sucediendo en términos exactos de un Plan Divino, y además se desenvuelve de acuerdo con las líneas de Quienes lo conocen. Los teósofos deben arriesgarse al ridículo mundano, afirmando que los Ayudantes Divinos existen hoy como en el pasado lejano, lo que nos lleva a la segunda idea: los políticos de proclividad teosófica tendrán la labor de familiarizar al mundo con el hecho de que la evolución política es fundamentalmente guiada por Rajarshis, Manus o Legisladores, que trabajan en el anonimato a ojos de la gran mayoría, pero cuya presencia y actividades son conocidas por pocos individuos. Estos son los Ayudantes Egregios, Masones del Gran Arquitecto del Universo que construyen según el conocimiento. Los políticos y estadistas del futuro, que conducirán una civilización internacional de gloria en gloria hasta fines de la quinta etapa del vasto drama de evolución en nuestro globo, serán hombres y mujeres que en un número cada vez mayor se convertirán en alumnos de dichos Colaboradores. Algunos grandes políticos contemporáneos son estimulados inconscientemente por aquéllos a dar un paso u otro; es más, muchos acontecimientos significativos de hoy son corolarios de esa dirección y ayuda no reconocidas. Conforme la humanidad crezca hacia la Justicia y Libertad, los influjos del Divino Ayudante se harán más visibles hasta que en la civilización culminante de nuestra raza Aria, los Dioses caminarán sobre la Tierra como antes y la Edad de Oro habrá regresado.


04. El Ser Humano Libre

Nuestra próxima fase es investigar el objetivo del Plan, en lo que respecta al desarrollo político de este globo. La Teosofía enseña que el objetivo de la evolución es conseguir nuestra divinidad, no sólo latente, sino hacerla plenamente ostensible. De esta forma, el ser humano se convierte en un dios, se conoce a sí mismo y a Su Universo, es capaz de usar el Poder de Su Voluntad y crea un Universo propio que llena con Su Amor y dirige con Su Sabiduría. En otras palabras, la meta perseguida es el desarrollo del individuo -mediante las etapas conducentes al Superhombre o la Supermujer- hacia la Perfección encarnada en el concepto shastraico del Supremo Purusha. El ser humano se esfuerza por llegar a ser Perfecto, libre en su mente, moral y actividades. La intención de ese "árbol evolutivo" es permitirle alcanzar dicho nivel exaltado; asimismo, el amplio ramaje nos brinda el cobijo necesario mientras continuamos en la hercúlea batalla de crecimiento hacia una Individualidad Perfecta.

Teniendo en cuenta ese principio, abordaremos los fundamentos de evolución política bajo un alero teosófico. Para este orador, esa meta es producir un Ser Humano Libre que vivirá, amará y trabajará entre personas de igual índole, sin interferencia de leyes estatales y cualesquiera que sean. Nuestro humano independizado presenta un carácter divino en la medida que le permite comprender y aplicar las leyes del Ser para su propio bien, y sin perjuicio de nadie más. No necesita leyes ni decretos hechos por otros; además, sus normas de vida -consecuencia y manifestación del propio desarrollo- y por disímiles que sean respecto a las de su prójimo, no obstaculizan la existencia de éste último; nuestros ciudadanos libres tendrán diversas posturas sobre la vida y el mundo, pero cada uno de ellos, en su libertad individual, vive de acuerdo con su conciencia iluminada y el conjunto de reglas que se han autocreado, sin dañar ni persuadir a otros.

Visto lo anterior, examinemos los principios que guían dicha evolución. La génesis del Ser Humano Libre y autosuficiente, es el objeto que la Naturaleza se esfuerza por alcanzar a través del progreso político. Para usar el lenguaje teosófico, esta clase de persona ha conseguido desarrollar el Poder de su Atma hasta cierto nivel, y esta sabiduría le ha hecho descubrir y adoptar la ley del Ser que encuentra expresión en su vida. Está en compañía de otros particulares quienes de forma similar y por medio de realizaciones átmicas, han encontrado sus leyes análogas. Imaginemos una comunidad de hombres y mujeres que detentan ese poder, cuyas individualidades tienen plena libertad de pensamiento y movimiento, sin ningún apego y cada uno como reyes o reinas en sí mismos, y no obstante viviendo en armonía al perder la facultad de imponerse o causar perjuicios. El nexo común entre ellos es el esfuerzo por vivir bajo los cánones del Ser Superior, una existencia de fortuna y realidad interiores que recibe sólo un tipo de ayuda foránea, esto es, el empeño de cada uno por asimilar el punto de vista de los demás. No podría describir adecuadamente el fin de la evolución política que florecerá al llegar la Séptima Raza-Raíz, y sólo se ilustra la meta para facilitarnos el estudio del camino hacia ella.


05. El individuo como factor principal

Familias, tribus, comunidades, naciones y sus respectivos ámbitos de crecimiento -hogar, aldea, provincia, país y Estado, que crecen desde la simplicidad hasta devenir organismos complejos- son escenarios para el desarrollo de la persona, y también los instrumentos con cuya asistencia eventualmente se forjará el Ser Humano Libre.

En esto, una vez más, diferimos de los pensadores y exponentes occidentales de ciencia política. La evolución del Estado y sus agencias gubernamentales no pueden estudiarse por sí solos sin referencia al individuo, la pieza más gravitante en el esquema, ya sea al ponderar el rol de la familia en el hogar, o de la tribu en su aldea. En esta época ultramaterialista y cuando se le consulta sobre patologías somáticas, un galeno apenas considera la influencia de pensamientos y emociones en los enfermos, y ni hablar de desequilibrios en las fuerzas de sus almas. De igual modo, nuestros "doctores políticos" desechan al individuo en sus análisis de instituciones, y se preocupan por las leyes que afectan su entorno dinámico, al cual las personas insuflan vida en diversas etapas. Este es el gran obstáculo, y al menos así lo he descubierto al conocer escritores políticos occidentales, pero en sus grandes exposiciones nos alejan de realidades e inculcan conceptos ajenos al interés vivo y humano. Además, sus teorías pasan por alto de que los individuos que alguna vez formaron el Estado original y simple de la familia, son exactamente los mismos que, conforme van desplegando sus capacidades, crean los Estados más complejos de aldeas o naciones; que los lazos familiares y las relaciones consanguíneas evolucionan hacia vínculos comunales y raciales, y que la guerra entre un país y otro no debe atribuirse simplemente a disputas entre familias o tribus, sino que las causas deben hallarse en los humanos cuyas propensiones bélicas son el corolario de un desarrollo anímico insuficiente. Se podrían escribir largos volúmenes sobre dicho aspecto, pero basta con hacer una referencia de pasada y continuar.

Por ello, comprobamos de inmediato que los supradichos colectivos -o en otras palabras, el Estado complejo y en permanente crecimiento- no tienen importancia primaria, sino secundaria. A medida que evoluciona, el individuo deja atrás las instituciones. No son creadas por él, sin importar cuán grande haya sido su parte de contribución a establecerlas. Está muy bien que nuestros "médicos políticos" de Occidente adjudiquen los comienzos del Estado a la familia, pero ¿quién la concibió? ¿Quién indicó al salvaje ignorante, que no era más que la encarnación de impulsos bárbaros, cómo llevar armoniosamente la vida estatal de familias o tribus? Sabemos que estos burdos antecesores desarrollaron por instinto algunas normas de vida comunitaria, etc.; sin embargo, no es mi objetivo demostrar los errores teóricos que ahora se aceptan, sino más bien sugerir una perspectiva teosófica sobre estos problemas.

Aristóteles, a quien todavía se considera en muchos aspectos la "mayor autoridad" en temas de ciencia política, remonta el origen del Estado al hogar. Platón y Seeley admitieron el profundo rol que desempeña el individuo en la génesis y los avances de aquél, mas parecen olvidar que un gobierno existe para los fines del ciudadano. Desde luego, todo el asunto puede trazarse al pecado original del materialismo, que excluye la divinidad humana y de las cosas, y se niega a ver una "mano creativa" en la evolución.


06. El Estado Arquetípico y de otras clases

En sus diferentes etapas de crecimiento, el Estado es una institución con que nos topamos en nuestro estudio del esquema divino. Dicha entidad política es un arquetipo del Mundo Espiritual; el Estado es una idea, en el sentido que Platón adscribió a esa palabra, y también un concepto (arupa o sin forma, como dirían los teósofos). Ese paradigma se expresa de varias maneras en el ámbito profano, al igual que muchos triángulos surgen de un patrón mayor y homólogo. La idea del Estado es una matriz para todos los otros, grandes y pequeños, políticos o religiosos, autocráticos, burocráticos o demócratas, familiares, tribales y nacionales. Además, el Estado arupa se asemeja al extraño mamífero original del profesor Owen, compuesto por todas las clases de gobierno que conocemos o aparecerán a futuro (2).

(2) De los diversos autores occidentales, el profesor Seeley muestra razones que a menudo se aproximan al pensamiento antiguo y teosófico. Por ejemplo, sobre la idea del Estado modélico, encontramos nociones afines en su Introduction to Political Science (p. 16-18): "La división de la humanidad en Estados implica una gran importancia, primero debido a su carácter universal, y segundo por su magnitud y los efectos trascendentales. Cuando hablo de universalidad, admito que prolongo considerablemente el trasfondo que por lo común se da a la palabra Estado. En el sentido europeo, griego o romano clásicos, se ha dicho que no es universal en ningún modo, sino un aspecto muy atípico entre las personas. Pero deseamos que alguna palabra denote la gran corporación, más grande que la familia, pero generalmente relacionada con ella -cualquiera que sea su forma-, y el vocablo 'Estado' es el único que puede emplearse para este propósito. A veces sería mejor llamarlo tribu o clan, iglesia o religión, pero como sea, el fenómeno es mundial. Casi en todas partes, los ciudadanos se autoperciben como elementos de un gran organismo (...) en caso de requerirse, sostienen que ese colectivo puede hacerles demandas ilimitadas y estarían obligados a morir por él.

Los resultados más interesantes y memorables se derivan de la existencia de estas grandes asociaciones. En el comienzo tenemos su desarrollo, las diversas formas que adquieren y sus múltiples procesos; luego, la interacción entre varios Estados, las guerras que libran, sus conquistas, federaciones y convenios de paz; y después, los incontables efectos que produce sobre el individuo la pertenencia a un ente mancomunal, resumidos en la única y expresiva palabra civilización. Como se aprecia, hay un campo especulativo casi ilimitado, porque engloba casi todo lo memorable en la historia humana, y sin embargo, ¡todo es producido directamente por el hecho de que las personas pertenecen al Estado en casi todo el mundo!

En consecuencia y bajo el significado más amplio del término, el peculiar fenómeno del Estado es objeto de la ciencia política, concebido como dispar a la familia aunque no ajeno a ella, y también respecto a la nación, si bien suele coincidir aproximadamente con ésta. Puesto que el rasgo distintivo del Estado -donde quiera que aparezca- es el uso del mecanismo llamado gobierno, podemos señalar que dicha ciencia ausculta formas de mandato tal como hacen la economía política que trata de riquezas, los biólogos que investigan la vida, el álgebra que se ocupa de los números, o la geometría al escrutar el espacio y las mensuras".

Las manifestaciones de ese Estado-modelo y sin forma que existe en el reino del Espíritu se hallan en nuestro mundo tangible. Se extiende así con miras a proporcionar contextos a los humanos en evolución sobre esta esfera, e inclusive esas proyecciones están más o menos resueltas; algunas en particular se asignan a nuestro globo, y nos encontraremos con otras en planetas allende la Tierra cuando abandonemos el presente teatro de lucha. Podemos estudiar el proceso al comprender el Plan Divino y conocer a los Ayudantes que trabajan en la causa.

Esto indica que el fundamento del progreso político es el Estado donde vive el ser humano, y con cuya injerencia evoluciona. En esto coinciden los expertos orientales y occidentales, pero difieren en cuanto a la importancia y el valor relativos de los particulares y el Estado, la aparición de éste y cómo influyen los sujetos en él. En la literatura especializada se los presenta como polos separados; sin embargo, no es mi tarea describir las opiniones de investigadores, y me limito a esbozar un panorama teosófico.

El origen divino del Estado es reconocido por el Mahabharata:

"En los primeros años del Krita-Yuga, no había monarcas ni gobiernos. Todas las personas solían protegerse unas a otras con rectitud. [Estos son la época y régimen de Perfección de la Inocencia, con que comienzan todas las fases de desarrollo, y como indicó H.P.B. en su monumental obra (B.P.W.)]. Después de algún tiempo, sin embargo, encontraron dolorosa la tarea de ampararse mutuamente, y el error asaltó sus corazones. Habiendo quedado sujetos a él, las percepciones de los hombres se nublaban, y en consecuencia sus virtudes comenzaron a declinar. El afán de riquezas se apoderó de ellos y les hizo egoístas; pronto la ira repletó sus mentes, y una vez dominados por ella, perdieron toda consideración sobre lo que se debía hacer y evitar. Así se estableció una licencia descontrolada. Los hombres empezaron a hacer y decir lo que se les antojaba, provocando que todas las distinciones entre virtud y vicio llegaran a su fin. Cuando tal descalabro invadió las almas humanas, el conocimiento del Ser Supremo desapareció por completo, y con ello también la rectitud. Los dioses estaban abrumados por dolor y miedo, y se acercaron a Brahma en busca de protección y consejo. Brahma luego creó por decreto de su voluntad un hijo llamado Virajas, nacido por la energía de Aquél, y fue hecho gobernante del mundo" ("Shanti Parva", Mahabharata).

Compárese esto con la obra de Milton Tenure of Kings and Magistrates, donde dice que todos los individuos nacieron libres, el mal surgió a través del pecado de Adán, y para evitar su destrucción acordaron "mediante una liga común protegerse de daños unos a otros, y defenderse en grupo contra cualquiera que perturbara dicho acuerdo".

En el Mahabharata, el origen de la ciencia política aparece en "Shanti Parva" (Sección 59), donde se le denomina Dandaniti, y es descrito como fuente espiritual suprema. Los estudiantes de esoterismo pueden meditar en ello con gran provecho para obtener claridad.


07. La civilización no tiene origen

Ya nos referimos a los inicios del Estado, siendo de naturaleza divino-arquetípica y parte integrante del esquema del Logos. Las numerosas manifestaciones análogas son otros tantos escenarios de progreso en que los humanos adquieren experiencia y sabiduría. Los Estados, sencillos y abstrusos, siempre han existido como hoy. Además, no creo que podamos afirmar sinceramente, como han hecho algunos occidentales, que cuando la Tierra era joven "todos fuimos salvajes" y "andábamos desnudos" en cuerpo, mente y alma. La Doctrina Secreta y el ocultismo -en cuanto estudio de la Mente Divina en la Naturaleza- cuentan un drama muy diferente. Durante mis exámenes de esa magna obra por Blavatsky, no hallé referencias a la época en que los humanos cultos y civilizados estaban completamente ausentes del campo evolutivo. La Tierra ha sido desde tiempos muy remotos más o menos igual, en el sentido de que individuos en varias etapas de crecimiento, inteligencia y cultura han ido progresando unos al lado de otros como en la actualidad. En el siglo XX, intelectuales norteamericanos y pieles rojas viven en el mismo continente; para el caso de India, yoguis, sabios y santos comparten espacio no sólo con analfabetos, sino además con tribus montañesas semisalvajes. Siempre han habido personas rústicas y educadas, y por ello también hubo Estados de muchos tipos, básicos o aparatosos (3). Y nuestra investigación teosófica arroja que estas mancomunidades proporcionan los medios para que los miembros del reino humano evolucionen a lo largo de múltiples líneas, incluida la política (4).

(3) Aquí nuevamente Seeley hace algunas observaciones en las cuales me gustaría que reflexionarais: "También los antiguos vivían en Estados y se sometían al gobierno. Y si vamos a países lejanos como China, que nunca se ha visto afectada por la civilización occidental, o India que sí continúa bajo su prevalencia, todavía encontramos dichas formas de gobernabilidad. Es cierto que las instituciones remotas difieren mucho de aquéllas que conocemos, y más de lo que se suele entender. Los observadores y estudiantes, en lugar de sorprenderse por el parecido, han estado muy dispuestos a asumirlo y exagerarlo, dando por seguro que los hombres, dondequiera que se encuentren, deben tener reyes, nobles y gobiernos como los europeos, y quizá por esta causa se introdujo algún error en la historia. Por ejemplo, recientemente se dijo que los relatos españoles sobre las antiguas instituciones mexicanas están demasiado influidos por tendencias ibéricas, pero cuando se ha tenido en cuenta ese equívoco, encontramos Estados -aunque de diferente tipo- del mismo modo que localizamos idiomas en todas partes, si bien las desemejanzas entre bantú y chino, o griego y alemán, puedan ser mayores de lo que concebimos al principio” (Introduction to Political Science, p. 30-31).

Seeley ofrece una pista al escudriñar en los problemas que tiene ante sí, y acuciado por el noble motivo de buscar la verdad en todos los sectores; entonces, sería bueno que sus alumnos y continuadores discurrieran sobre ello de acuerdo con los planteamientos hechos.

(4) Pramathana'h Banerjea, en su excelente libro Public Administration in Ancient India, sostiene: "Ya no podemos pensar en excluir a un Estado porque no nos guste, como tampoco un naturalista tendría derecho a omitir plantas bajo el despectivo término de 'malas hierbas', o animales a guisa de 'alimañas'. En consecuencia, debemos abrir nuestra clasificación a los organismos políticos más diferentes al nuestro y a los que aprobamos” (p. 33); “Siempre se consideró deber del Estado entregar facilidades para el desempeño de sus funciones por parte del pueblo” (p. 282).


08. Jerarquías de grupos

El hecho relevante en ese propósito es que los humanos se mueven en grupos, lo que también es reconocido por filósofos occidentales, y están de acuerdo con la visión esotérica de que los Estados crecen en complejidad a medida que prosigue el desarrollo. Un consorcio gubernativo civilizado es un organismo más llamativo; así, una familia de integrantes cultos es más sobresaliente que una tribu, y un municipio detenta más elaboración que una provincia, aunque en este caso podría ser al revés.


09. Una nueva visión de las Razas

Añadimos aquí el rol principal del Estado. Hay seres con grandes avances y otros de menor nivel; por ende, los primeros requieren como campo de acción un Estado complejo. La naturaleza siempre ofrece entornos adecuados para mayores progresos; separa a un individuo o lo emplaza con otros en la misma familia, tribu o raza, a fin de generar el crecimiento armonioso. Los teósofos estamos familiarizados con las Razas-Raíz y Subrazas, en cuanto vías de adelanto por el cuerpo o la forma; el tipo de raza es un conjunto de atributos corporales, y los etnológicos representan esa clase. De esta forma, el sujeto ario se describe de una manera, el de la Sexta Raza-Raíz de otra, etcétera.

Observemos ahora los aspectos psicológicos de Razas-Raíz y Subrazas. La conciencia de un humano progresa hasta cierto punto de acuerdo con sus necesidades, y por ello pertenece a una raza-raíz y subraza particulares; en ésta última, se organizan ramas y familias para hacer posible una eclosión definida de conciencia. Por ejemplo, en la tercera subraza (de la cual sólo quedan vestigios) se encuentran ramificaciones y parentelas de todos los grados susceptibles de contener las almas de místicos, artistas o escritores, y también las menos evolucionadas de quienes luchan en los estratos más bajos de la sociedad. Me comprenderéis mejor si digo que en esta 1ª subraza de la Raza Aria se encuentran personas de 2ª, 3ª, 4ª y 5ª subrazas (5); verbigracia, un indio es miembro de la primera en lo que atañe a su físico (aunque con excepciones), pero a la vez sería germánico o kelt cuando se toma en cuenta la acrecencia de su espíritu. Un parsi podría hallarse en la tercera subraza según conceptos generales, y ser indio o griego en lo referente a su conciencia. El popurrí de castas es común no sólo en este país, sino por todo el mundo, si limitamos nuestros pensamientos a un sólo carril evolutivo; pero el caos desaparece cuando estudiamos el problema racial desde múltiples facetas de avance.

(5) Puedo ir aún más lejos, y decir que psicológicamente se incluirían personas de la Sexta y Séptima razas. Compárese la línea de pensamiento sugerida por H.P.B. en La Doctrina Secreta, vol. I p. 160-162 (edición de 1888).

Vemos entonces que si se trata de colectividades -por cuyo medio se origina la evolución política- debemos ponderar sus diversos ángulos. Las progenies de hoy son más o menos iguales que en el pasado: existen parentescos salvajes y otros cultos, pero no llamaríamos "prosaico" a uno de ellos si los cuerpos que suministra pertenecieran, digamos, a la Cuarta Raza. Un clan mongol puede tener ventaja sobre una familia alemana en cuanto al desarrollo del alma, y según la etnología el físico de aquéllos es inferior.


10. La responsabilidad múltiple del Estado

Es necesario comprender que la función del Estado es versátil y se relaciona con la totalidad del individuo, nunca con sus aspectos particulares. El objetivo estadual es generar un ámbito para la persona en desarrollo, y su misión consiste en manejarla e incidir sobre ella. El "ser humano" teosófico es distinto a la criatura que la ciencia viene esbozando desde el siglo XIX. La Sabiduría Eterna afirma nuestra característica septenaria y décuple, pero los racionalistas sólo admiten dos o tres niveles a lo sumo. Por lo tanto y según nuestra postura, el cometido de un Estado -cualquiera que sea- debiese incorporar siete o diez facetas.

El Estado posee algunas virtudes, si podemos decirlo en forma concreta, y las personas que pasan por él deben adquirirlas y llevarlas a la práctica. Sin embargo, en casi todas las circunstancias no podría asimilarse todo lo que esa entidad les ofrece, o bien se torna imposible; pero bajo una cierta ley evolutiva (y éste es otro cariz que los teósofos pueden rastrear con holgura), cualquier particular bajo un Estado específico no lo abandona por completo, hasta que mediante renacimientos continuos o a intervalos, adquiere definitivamente sus cualidades positivas. En otras palabras, no deja ese colectivo hasta verse lo suficientemente influenciado por él. Visto desde la perspectiva de un ciudadano, como alma él nace una y otra vez en el entorno que le brinda oportunidades hacia el siguiente paso. Supongamos que el progreso de alguien depende de absorber una virtud concreta, y se encontrará en instituciones con la facultad de ayudarle con eso. Un individuo que necesite cultivar un intenso patriotismo bien puede hallarse hoy en el Estado de India siendo joven. Por otra parte, quien esté superando ese rasgo y en vías de aprehender una mirada más humanitaria, encontraría en Alemania un canal óptimo para cumplir ese propósito.

Esto nos lleva al hecho de que el número de manifestaciones del Estado arquetípico utilizado en este globo es definido (algo vasto, pero aún con límites) que se ajusta a los tipos correspondientes de humanidad terrestre en evolución (6).

(6) "No sería sorprendente que todos los Estados descritos por Aristóteles, y además los de Europa moderna, produjeran sólo una ínfima proporción del número total de variedades, mientras tenemos muchos más de aquéllos que nos resultan menos conocidos, y nuestros manuales no quieren pasarles por alto o en silencio como 'bárbaros'" (Introduction to Political Science, p. 34).

Vistos de esa manera, los Estados pueden definirse como instituciones naturales que corresponden a determinadas fases de evolución humana.


11. Una nueva categoría

Podemos señalar que nuestra evolución, especialmente para los fines de esta charla, consiste en el crecimiento de organismos materiales -tanto físicos como suprafísicos- y también del Espíritu y sus instrumentos o canales: (7) Voluntad [Divina], (8) Razón Pura y Compasiva, (9) Mente razonadora, (10) Mente, (11) Mente emocional, (12) Sentimientos y (13) Instintos.

(7) Atma. (8) Buddhi.
(9) Buddhi-Manas o Manas Superior.
(10) Mente no tocada por Buddhi, pero libre de influencias kámicas.
(11) Kama-Manas. (12) Kama.
(13) Los instintos son dobles: (a) resultado de nuestros sentimientos por su vínculo con el cuerpo; y (b) secuela del nexo entre un elemental físico y nuestra cobertura material.

Dijimos que la evolución política aspira a crear un Ser Humano Libre, con ayuda de Estados en son de colectividades naturales (14). El desarrollo humano, material y espiritual es multifacético, avanza por muchos recorridos y la política es sólo uno de ellos. El progreso de ésta consiste en que el individuo se haga uno con el Estado, a fines de un aprendizaje integral y absorber todos sus valores provechosos. Una persona logra este cometido gracias a la instrumentalidad del orden agrupador y muy económico en la Naturaleza, ya que también es más comprensivo con los seres en desarrollo y siempre plantea atajos y estradas menos difíciles, por llenos de obstáculos que nos parezcan (15).

(14) Seeley reconoce esta característica; por lo tanto, se predispone a aceptar los orígenes divinos, y me atrevo a decir que lo predicará cuando regrese a la Tierra para ocupar la entonces Cátedra Regius en Cambridge. Dice además: "Ahora bien, ciertamente el Estado no es un producto tan puramente natural como plantas o animales; sin embargo, sí lo constituye en parte, y bajo esa óptica debe agregarse que en sentido estricto no tiene depositario alguno" (op. cit., p. 40). No aprobamos la última parte, mas no queremos entrar en discusiones.

(15) Esto representa un camino fascinante, y debo renunciar a la tentación de explorarlo. En libros de Ocultismo y Yoga se dice que un individuo puede escapar de los ciclos de nacimiento y muerte en casi cualquier etapa de evolución, siempre y cuando haga uso adecuado de su entorno y responda a él como un alma, y no en cuanto personalidad efímera. Se aduce que el Nirvana es un cambio de Condición y no "condiciones"; por ello, me parece que en el desarrollo político la conquista de Libertad es una alternativa muy deseable.


12. El Estado dejará de ser útil

El Estado es consecuencia del acuerdo de agrupación; puede haber otras resultantes, pero aquél parece ser la más notoria, al menos en lo que concierne a nuestro análisis. El individuo pasa de una corporación estadual a otra, cada vez con mayores avances, pero al mismo tiempo gana terreno con tal de "recuperar el alma infantil que perdió". Se vuelve más independiente y es capaz de ayudar al prójimo en su calidad de Superhombre o Supermujer. Así, la evolución política termina cuando Aquéllos no necesitan la presencia de un Estado.

Aristóteles tenía razón al declarar que "el hombre es naturalmente un animal político, y quien no integre la ciudadanía de ningún Estado -si la causa de su aislamiento es natural y no accidental-, o bien constituye un ser sobrehumano, o bien es inferior en la escala civilizatoria", a lo que agregamos la clase de aquél que no pertenece en absoluto al reino humano (16).

(16) Seeley observa que el filósofo griego "casi excluye de su investigación a todos los Estados, excepto aquél tipo muy peculiar que floreció en su país".

Al entrelazarse en urdimbres gubernativas más complejas, el ser humano logra en sí las virtudes que incluyen, pero también se esfuerza por romper las trabas concomitantes con esa adquisición. En el avance político, como de otros tipos, existen periodos de ida y vuelta, o los marpas Prayrtti y Nivrtti. Me resulta muy laberíntico ilustrar el camino de un sujeto cuando pasa por Estados, hasta que comienza a volver a lo simple y llega a la Meta Suprema. Traté de pintar el cuadro en muchas formas, pero sólo hay una que parece lo suficientemente inteligible para ser presentada, y es lo que hago aquí.


13. Yoga con el Estado

Los teósofos conocemos bien la idea del yoga o vínculo con el Ser Superior, un objeto de nuestra devoción o lo Supremo. También sabemos que puede existir conectividad entre la conciencia del discípulo y su maestro. Si aplicamos esto en materia de Estados e individuos, obtendremos un criterio no tan "ilógico" del proceso por el que un ciudadano crece políticamente, a través de la instrumentalidad gubernativa, y al final emerge como hombre/mujer libre o anarquista perfecto, en su sentido filosófico según León Tolstoi o Walt Whitman. Sé que hay aspectos de esa comparación que permanecen ajenos a la exactitud del detalle, pero sólo aplico principios generales, y difícilmente podemos concebir una analogía idónea en todas sus partes.

Imaginando a una persona en el Estado-familia, incluso allí es un "animal político" para usar la cita aristotélica (no muy elogiosa para los dioses en ciernes). En ese nivel "aprende" políticamente y eso le permitirá convertirse en Ciudadano Perfecto de una Comunidad Perfecta, donde cada quien lleva su existencia según leyes autodefinidas (17).

(17) No olvidemos que hay Estados-familia más complejos que los Estados-tribu evolucionados.

Este adelanto lo consigue por el yoga con el Estado-familia; la conciencia institucional se amplía hasta que el parentesco estadual íntegro es asimilado por el sujeto (teniendo como base una circunstancia donde predominan las leyes de consanguinidad que orientan el esfuerzo humano). Comienza con una fase temprana de evolución, e incluso en la cultura moderna los humanos en general no han salido de ella. Hoy tenemos Estados familiares con mucha elaboración, propios de seres altamente desarrollados y en donde adquirimos las virtudes del dirigente, pero este nivel aún no se supera. El hombre o la mujer de familia actuales practican yoga con la conciencia de su prole y las ramificaciones gubernamentales; de manera similar, el Estado-tribu no fue diluido completamente por quienes llegaron a la civilización europea del siglo XX. Como ejemplo, en Inglaterra hay particulares de Yorkshire y Lancashire, y en India están los panjabis y madrasis.

Por conducto de nuestras experiencias nacionales o provinciales, creamos un nexo con el Estado-tribu y logramos internalizar sus virtudes. Quizás este ejemplo no sea del todo feliz, porque antaño las tribus fueron andariegas (hoy existen remanentes de ellas que no se ven muy afectados por límites geográficos (18)), y la población provincial se ha establecido en áreas concretas. Sin embargo, si rastreamos la evolución tribal a profundidad, no creo que mi muestra sea completamente rechazada. Igualmente, adquirimos experiencia y valores éticos a través de Estados-nación, raciales, etc. Los individuos también progresan al establecer vínculos políticos entrañables con dichas corporaciones y nuestros semejantes en ellas.

(18) Podemos perquirir con ventaja la posición de los miembros en la Sociedad Teosófica como pertenecientes a un "clan ambulante".


14. Los dos caminos de avance político

Anteriormente dijimos que este curso presenta dos etapas: a) el ligamen del individuo con el Estado, y b) la liberación de ese organismo cuando no tiene nada más que aprender. En nuestra época se está generando un fenómeno extraño, y quizás por primera vez en la historia: los miembros de razas evolucionadas abandonan cada vez más la vida familiar sedentaria bajo presiones económicas y de otros tipos. La inclinación a casarse y formar familia es menos dominante que en eras pretéritas, cuando las civilizaciones no tenían gente soltera, las asociaciones de parentesco revestían importancia suprema, y el rol principal de sus miembros era llevar a cabo el rito matrimonial y vivirlo en consecuencia (19).

(19) Henry Maine, Ancient Law, p. 131: "Era absolutamente extraña -y monstruosa para la antigüedad primitiva- la idea de que varias personas ejercieran derechos políticos comunes simplemente por residir dentro de los mismos linderos topográficos. El recurso que en aquellos tiempos gozaba de notoriedad era que el grupo entrante fingía descender del mismo linaje que el pueblo donde se instalaba, y es precisamente la buena fe de este disimulo y la cercanía con que pareció 'imitar la realidad' lo que ahora no podemos esperar comprender (...). Sin embargo, una circunstancia a recordar es que los hombres que formaban los diversos conjuntos políticos ciertamente tenían la costumbre de reunirse periódicamente, con el fin de reconocer y consagrar su asociación mediante sacrificios comunes. Sin duda fueron admitidos a ellos, y una vez hechos, podemos creer que parecía igualmente fácil -o menos enredoso- concebirlos como participantes del linaje común. Así, la conclusión que sugiere la evidencia no es que 'todas las sociedades primitivas se formaran por descendencia del mismo antepasado', sino todas aquéllas con alguna permanencia y solidez derivaban de ese modo, o se suponía que así era. Un número indefinido de causas pudo haber descompuesto a grupos primigenios, pero como fuese que sus miembros se recombinaran, ello sucedía de acuerdo con el modelo o principio de una asociación de parientes. Cualesquiera que fueran los hechos, todo pensamiento, lenguaje y norma se ajustaron a la teoría; pero aunque todo ello parece bien establecido con referencia a las comunidades cuyos registros conocemos, el resto de su historia sostiene la posición antes expuesta, en cuanto al influjo esencialmente transitorio y terminable de las ficciones jurídicas más poderosas. En algún instante -quizás tan pronto como se sintieron lo suficientemente fuertes para resistir la presión extrínseca-, todos esos Estados dejaron de crecer mediante extensiones ficticias de consanguinidad".

En su lugar, hoy encontramos una gobernanza más compleja que el Estado-familia, y todos evolucionamos a través del Estado-comarca/raza. Ahora los principios de nacionalidad se emplean como en los antiguos Estados-familia; la humanidad deviene una con nuestros respectivos países y etnias, y en pocos siglos deberíamos trascenderlos completamente para fundirnos con un organismo más complejo de carácter internacional e interracial. Incluso en nuestro tiempo hay hombres y mujeres que sueñan con alcanzar dicho nivel.


15. Los verdaderos políticos

En consecuencia, vemos que también se trata de escapar de un Estado cuando aprendemos las lecciones que tiene reservadas, exactamente como un discípulo se convierte en Maestro y deja atrás la condición de novato. Así obtenemos una imagen sobre la función del individuo en ese Estado, e indirectamente de este último respecto al primero. Ello se aplica a todos los miembros de la familia humana, porque son "animales políticos" y serán Ciudadanos Perfectos de una comunidad anárquica, una vez más, en el sentido filosófico. Pero si bien todos los hombres y mujeres experimentan evolución política, no todos pueden dedicarse a la actividad homóloga. Se trata de una metamorfosis muy distinta, a la que pertenece un cierto número de personas, y muy probablemente una séptima parte del total. Para estos individuos, el desarrollo político se vuelve más profundo o agotador. Y otra vez ingresamos en un desvío fascinante del tema primario. Estos humanos que se preparan como políticos (no necesariamente todos los miembros de Parlamentos o Consejos Legislativos) a menudo se convierten en Ayudantes de la Humanidad, Manus y soberanos, Rajarshis y gobernantes. Una muy buena descripción de estos verdaderos referentes se encuentra en La República de Platón, donde se les bosqueja como "artistas que emulan el patrón celestial", y "aquí se marcará la diferencia entre ellos y cualquier otro legislador: no tendrán nada que ver con el individuo ni el Estado, y no inscribirán normas hasta que ellos mismos encuentren o conciban una superficie limpia". ¿Y cómo copiarían ese patrón luego de obtener dicha pulcritud? "Cuando estén completando la obra, como yo lo entiendo, a menudo considerarán lo superior e inferior, es decir, primero observarán justicia, belleza y templanza absolutas, y luego la copia humana, mezclando y regulando los diversos elementos de la vida a la imagen del individuo. Esto lo conseguirán de acuerdo con esa otra imagen que, cuando existe entre los hombres, se convierte en la forma y semejanza de lo Divino en palabras de Homero". Pero todo eso, como diría Kipling, es otra historia.


16. Dos Principios

Vimos anteriormente los procesos simultáneos por cuyo medio un individuo se entrelaza con el Estado o se libera de éste último, las dos margas en evolución política. El primero fue descrito en términos de yoga o unión con el Estado, y del segundo se puede hablar acertadamente como una contrapartida espiritual del "combate por existir" y la "supervivencia del más apto": el nacimiento de un Humano Libre que supera el nivel de "animal político" para convertirse en "Anarquista" apto, sobreviviendo a todas las barreras que impone la larga evolución. Esos aspectos indican que debe haber también dos principios fundamentales sobre los que descansa esta paridad, y creo que un estudio cuidadoso confirma nuestra expectativa al percibir que, comunes a todos los Estados (simples y complejos), hay un principio de unión (donde el cooperativismo es su centro) y de unidad (con el Purusha Supremo, lo cual producirá Ciudadanos Perfectos y Libres en Reinos sin leyes corruptas/corrompibles como la meta siempre perseguida).

Una persona incumbente a un Estado particular -en el yoga con esa institucionalidad- se entrelaza con otros componentes gubernamentales. El Estado no se separa del individuo, aunque haya sido creado para él; éste último, por así decirlo, es parte de la maquinaria estadual, y sin él la necesidad de aquélla desaparece. El Esquema Divino prevé el Estado porque los individuos tienen que desarrollarse en un "campo de juego" para el progreso. ¿Dónde estaría la necesidad de un parque infantil, si los jugadores no tuvieran que desplegar ninguna habilidad? El patio de recreo implica participantes, y ellos forman parte del terreno. En una primera parte o "mitad" de desarrollo político, el ciudadano y el Estado forjan una relación similar: el primero absorbe las virtudes del segundo por la instrumentalidad de sus semejantes, y al unirse con el gobierno, dicho particular coopera con otros en el mismo contexto. El ser humano aprenderá a colaborar todo el tiempo, ya sea en familias reducidas, tribus numerosas, nacionalismos de masa, internacionalismos que engloban a muchos millones de almas, o siendo humanitario con toda la especie. Los avances son rápidos y se logran principalmente gracias a estos vínculos. La segunda etapa contempla la aparición del individuo como tal, y se le otorga el debido homenaje en función de su dominio e independencia sobre el Estado (o siendo superior a toda forma de mandato externo).


17. El Camino Doble

Para evitar malentendidos, no sostengo que en las condiciones estatales simples y tempranas los hombres cooperan entre sí, y en la segunda mitad se la pasan guerreando. No hay dos períodos, sino dos fases comunes a todos los Estados, que pueden exhibir una estructura básica o diversa, ser estables o cambiar de espacio, o instituirse tarde o tempano. Durante épocas muy pretéritas y en el más sencillo de los Estados familiares, ambos procesos se hallan en funcionamiento como demuestra una pequeña observación, y además ocurrirá en el Estado Mundial más complejo del futuro con Humanos Autosuficientes. Veremos entonces que el sendero doble consiste en unirse a los demás y mantener la individualidad; cooperación y competencia no son irreconciliables, sino complementarias. Puede ser una idea descabellada, pero aparentemente es cierta: estamos comprometidos en el trabajo de obtener algo sólo para dejarlo atrás o rechazarlo. Nos hacemos uno con nuestra familia, tribu o nación, y luego queremos zafarnos de ellas. Obtener y regalar... En consecuencia, ¡fórjate una riqueza [literal o simbólica] y luego aspira a no poseer nada! ¡Y esto, a lo largo de decenas de miles y millones de años!


18. Razas humanas y Principios Séptuples

Este enorme drama (o farsa si queréis llamarlo así) tiene siete actos, que en Teosofía llamamos Siete Razas-Raíz, donde cada una comporta siete escenas o subrazas, que a su vez prosiguen con otras ramas. En cada acto, el rol central es representado por una "capa" humana séptuple y las otras seis también actúan a su modo. El objetivo supremo es la perfección del conjunto, pero el mayor impulso para una mejora de cada parte se genera cuando desempeña el papel protagónico. Por ejemplo, en una raza-raíz habrá un acendramiento de Kama; éste no mostrará perfección en el término del acto, sino sólo al concluir la obra, y sin embargo recibe el mayor ímpetu hacia la idoneidad en el capítulo racial. El componente kámico humano manifestará pulidez al final del camino evolutivo, mas percibe el mejor apoyo para lograrlo en la raza-raíz donde la Naturaleza juega con ese principio. Todos los Estados -desde el más sencillo al más heterogéneo en dicha raza- se comprometen a coadyuvar a Kama en el individuo a progresar hacia una manifestación íntegra. El doble proceso de vínculo o cooperación -que implica competencia en todos los Estados de aquel grupo fundamental- se refiere principalmente a Kama, y lo que sucede en las razas-raíz también acontece en sus correspondientes subrazas.

Todos estos principios deben tenerse en cuenta en el estudio real de los problemas políticos de cualquier nación. Para este ensayo se mantuvieron lejos de conceptos como electorados, gobiernos autónomos, transformaciones "al por mayor" o en etapas, exclusión/inclusión femenina en sufragios, libre comercio o proteccionismo, etc., etc., pero estamos por fin en el comienzo de nuestro tema. Aquí sólo expongo el prospecto teosófico, y creo que podréis aplicar estas ideas al examinar los escollos que afectan a vuestras ciudadanías.

1 de marzo de 2024

La imbecilidad fanática por el "mal menor"


El fanatismo por el "mal menor" constituye un derivado de la "apelación a los extremos" o el "blanco y negro" en ámbitos psicomédiaticos, y se produce cuando personas, grupos u organizaciones presentan alternativas en que la opción "menos mala" se convierta en "aceptable". La mentira intrínseca es obligarnos a creer que no existen opciones adicionales, y es un ataque malévolo-premeditado de "posibilidades limitadas".

Dicha exageración se basa en una supuesta "lógica de contraste" que no estimula ni admite una búsqueda en profundidad, para hacerla "atractiva" a primera vista.

Esta moda de pseudopolítica barata proviene del pensamiento utilitario y sus vulgaridades conceptuales asociadas. En efecto, muchísima gente supone con "seguridad" que todas las opciones ofrecidas tienen alguna forma de "maldad inherente", al creer la patraña pesimistidiota de que "la vida misma es mala", y así la "única manera" de salir adelante es seguir la vía "menos perjudicial". Ello forma parte de la falacia, ya que se basa en un estereotipo social de que la vida tiene que ser "intrínsecamente defectuosa" o "equivocada" para evolucionar, muy unido por lo demás a la pendejería materialista y bobalicona de que "todo es azar".

Los subconjuntos de esta falacia (generalmente "razones" sutiles que le componen, siendo no obstante mentiras por derecho propio) incluyen los siguientes:

-apelar a "perjuicios propios" como medio para apoyar el "mal menor", y evitar aquéllos ("yo sólo velo por mis intere$e$ y los tuyos me importan un carajo");

-apelar a un "daño hacia la mayoría" ("como líderes debemos fingir dar protección, para que los borregos nos crean y nosotros no perdemos nada");

-la falacia del "daño a la reputación" (como si los oligarcas o ácratas bipolare$ y corruptos la tuvieran);

-la falacia de amparar "ambiciones futuras" (ya sea evitando pérdidas de logros u ocultando codiciorrea autofílica);

-el embuste de que "no hay más alternativa", y
-el peluchito manoseado de la "ignorancia" (aducir "falta de conocimiento" sobre el tema u otras opciones, cuando la verdad es que los poderes al mando y la prensa MANIPULAN contenidos básicos permanentemente).

Contrarrestar semejantes idioteces dogmatistas y diabólicas necesita una serie de enfoques y etapas que pueden variar de un mal menor a otro, dependiendo de la metodología propuesta. Las opciones irrisorias presentadas debieran rechazarse ipso facto y sin hacer preguntas, lo cual presentará una disputa y generando espacios abiertos para la discusión transparente, por lo demás siempre minusvalorada por los putrefactos en la sombra.

Deben fomentarse indagatorias acerca del tema propuesto (claro que con las "ramerociencias" y "ramerofilosofías" ideologizadas va a ser muy complejo). Esto implicará consultar con expertos, hacer preguntas y aprender sobre el tópico, buscando sustentos para analizar las ofertas viciosas y repelerlas en consecuencia.

Hay que formular interrogantes válidas sobre el problema en cuanto a qué está tratando de resolver y evitar, dando así marcos más amplios de cuestionamiento ético; por ejemplo, podemos notar que un individuo o grupo estén siendo ambiciosos en extremo, o intenten "resolver una dificultad" que no es tal (ya sea por despechos, envidias o dramas intro/intergenealógicos en disputa que se venden como "aspiraciones de país").

Si la proposición implica una falacia de "daño mayoritario", es menester analizarla para ver si existen menoscabos o pérdidas aceptablemente distribuidos. En cuanto a los desmedros propios, eso estaría determinado por la propia resolución del individuo ante la adversidad (verbigracia, ¿es una pérdida que puede aceptarse?, ¿hay que seguir trabajando en un puesto que ahora es corrupto, o es factible cambiar a una alternativa más moral?, etc.). En caso de no conocerse otra alternativa, ¿existe investigación adicional que señale algo mejor? ¿Podría abrirse a un debate público para obtener más ideas?

Gerald Runkle (1976) sostenía que "la vida no siempre nos plantea dilemas éticos que tengan soluciones bonitas", y es cierto. En ocasiones concretas, excepcionales y justificadas, el mal menor se hace inevitable considerando que aún hoy nuestra especie no vive en equilibrio ni consigo misma, ni con la naturaleza, demostrando así su imperfección inherente de consciencia. Sin embargo, la desmesura bastarda, inconexa y espuria de ese principio filosófico viene como anillo al dedo para los zombies de tristomaterialismo tóxico, tan venenosos y exaltados como aquéllos paladines homólogos de las "religiones" organizadas, o los "new-agers" jipirisueños que arrancan de todo análisis duro y desprejuiciado.

La pretendida "solución lógica" del malminorismo es fuente de consuelo para los estúpidos sumisos. El problema con esto es que la elección entre el mal "menor" y "mayor" sigue siendo mala, llevándonos a renunciar a nuestro poder de escogencia atenta y conformándonos con caminos indeseables. Ciertamente no tendríamos muchas ganas de aplicar ese principio a la hora de buscar una relación de pareja, amigos o incluso carreras universitarias. ¿Qué o quiénes obligan a resignarse de modo incuestionable con "lo que había al alcance"? A ustedes que son padres/madres, pregúntense: ¿crían a sus hijos para que busquen el menor mal, o el mayor bien? Sólo pensemos en el desastre que haríamos en nuestras vidas si llamáramos a todas las alternativas decepcionantes como "males menores". El ápice de golfanería llega cuando se trata del espectáculo de las votaciones. Vivir en democracia implica llegar a acuerdos; entonces, ¿por qué de repente se impone el orgulloso cambio a una regla de no-concesión (otra vez, el malminorismo supresor de alternativas), cuando la mayoría de nosotros sabe que no debemos vivir así en el día a día?

El profesor de filosofía Camilo Pino (2017) añade: "(...) para que [una acción] pueda carecer de culpa tenemos que ponderar dos factores: a) que nosotros mismos, por voluntad, no nos hayamos puesto en el dilema de elegir entre dos males, y b) debemos salir lo antes posible del entuerto y hacer todo lo necesario para que no se repita una situación similar. Con el primer factor se intenta esclarecer que en el momento de la elección entre los males existe una rectitud de conciencia, y no el deseo de cometer un mal usando de argumento la 'imposibilidad de actuar de otro modo'. Ante la elección del mal menor, es la razón -y no las pasiones, gustos, preferencias, etc.- quien debe ayudarnos a desglosar el asunto. Si nos dejamos guiar, por ejemplo, por las preferencias, podríamos elegir un mal que afecte a nuestros enemigos en lugar del mal menor. Por otra parte, el factor de escapar del embrollo lo antes posible y velar para que no se vuelva a repetir implica que no se transforme en un hábito. Si nos viéramos continuamente en la posición de dirimir [sólo] entre males, claramente se estaría ejercitando una costumbre perniciosa. Habituarse a cometer constantemente males menores tiene como consecuencia estrechar nuestro horizonte de acción ética, a la vez que ejercita el actuar mal".

Históricamente, todos los crímenes contra la Humanidad estaban amparados por este dizque-argumento electivo. El genocidio, la esclavitud, la conquista y toda forma de coerción se basaron y siguen aprobándose firmemente en la idea de que "el opresor representa el mal menor y lucha contra el mal mayor". Felones como Hitler, Pinochet, Stalin y Mao -y sus seguidores- utilizaron ese pretexto para encaminar a sus pueblos hacia el camino de la destrucción.

Un desgraciado útil y pervertido ideológico que se decanta rígidamente por "el menor de dos males" pierde chances de perfeccionar las virtudes de prudencia, fortaleza, templanza y justicia. Se ignora la primera cuando tomamos decisiones basadas en el miedo, en lugar de hacerlo con sabiduría, o al menos la intención de llegar a una resultante mejor. La segunda se esfuma al enamorarnos del camino más fácil; se descuida la tercera al momento de no ejercer moderación, y nunca se podrá lograr justicia mientras apoyemos al "menor de dos males".

En esta virtud final no hay compromiso, porque si se transgreden o falsean los derechos y deberes de una persona, entonces se hace lo mismo con respecto a todas las demás. Aunque pueda semejar obvio, en realidad la fiesta vírica del mal hiper-relativista y cerrado de mente es el origen de todos los vicios, pues la maldad progresa y se nutre mediante cualquier resquicio de "perdonarla" basándose en el terminantidiotismo de la "fragilidad" en las perspectivas humanas. Cualquier cosa o actitud que no promuevan un balance de entendimiento empático y objetividad es TIRANÍA, ya sea encubierta o manifiesta, y esa noción debería resultar asquerosa para cualquier ciudadano con sentido crítico que utilice rabia dosificada y oportuna contra las tarascas que sólo entienden con sufrimiento y no por buenas maneras, a pesar de seguir lloriqueando en el suelo como imbéciles al sufrir a manos de otros el mismo mal que producen. "Pidri, pirdínilis pirqui ni síbin li qui hícin...".

Aquila in Terris


APÉNDICE
A un españolicastro "anti-odio", "todo-perfecto" y sanguijuela camuflada del "menormalismo"

"Para quienes no somos lambiscones de 'realismo' obsceno o politiquería, no es difícil comprender la manipulación de emociones o perspectivas, al percibir un desprecio inicial respecto a lo que se desea manipular o lo que simboliza, más o menos explícitamente, el objeto o persona así afectados. Un urdidor fatalista con aires 'intelectuales', 'literarios', 'misticones' o de autocontrol falso no es más que un posero, un siútico de oropel que se escandaliza mediante retruécanos ante quienes se oponen sin tapujos a los problemas artificiales que aquél soslaya, y necesita vociferar a los cuatro vientos 'mira qué ejemplo te doy de madurez' en una sociedad babienta que, por su hipocresía disimulada, no tarda en ofrecerle la alfombra roja al paso de sus distorsiones cínicas sobre valores permanentes. En nombre de su hiper-adaptabilidad 'pragmática', e incluso autodesprecio por ser incapaz de dejar la pacotilla matonesca, el urdidor requiere concitar la atención con tal de verse arrobado en alguna comunidad desde donde reforzar y restregar en otros su mala calaña y esnobismo. De esta forma, su carácter parasitario-emocional depende de esa nueva simbiosis, y por ello su veleidosidad radical es el único medio para no 'morir de locura' y evitar asimismo un cuestionamiento sin compromisos de sí mismo o su entorno. La manipulación, en pocas palabras, le mantiene anclado a la realidad que 'funciona para él' y su séquito retroalimentador".  

28 de enero de 2022

Teosofía y política


(N. del administrador: parte del contenido corresponde a un mensaje privado vía Facebook en diciembre de 2018, por una "persona" INCAPAZ de ser CONSECUENTE con lo que profesa).


La Teosofía y el Movimiento Teosófico son apartidistas, y esto no quiere decir que los teósofos no deban tener ninguna relación con la política; por el contrario, los estudiantes de la Sabiduría Atemporal quizás están mejor posicionados con tal de hacer la diferencia necesaria en la escena gubernamental de este tiempo. No obstante, ésta es una actividad para individuos y no grupos, sociedades u organizaciones teosóficos. Muchos estudiantes de Teosofía tienen opiniones y persuasiones políticas diferentes, pero se entiende que éstas se mantienen mejor para la discusión privada o al menos destinadas a su debate fuera del ámbito público de la Teosofía.

La gente siempre estará en desacuerdo en cuestiones políticas. Por lo tanto, la inserción de ideologías gubernamentales en la promulgación teosófica inevitablemente tendrá un efecto negativo en algunos, engañándolos potencial y temporalmente acerca de qué es realmente la Doctrina y de qué trata el Movimiento Teosófico o, lo que es peor, alejarlos de ellos de por vida.

Helena Blavatsky escribió: "Somos amigos de todos quienes luchan contra el libertinaje, la crueldad hacia los animales, la injusticia hacia las mujeres y se oponen a la corrupción en sociedad o en el gobierno, aunque no nos involucramos en política. Simpatizamos con quienes ejercitan la caridad práctica y buscan aligerar un poco el tremendo peso de la miseria que aplasta a los pobres. Pero en nuestra calidad de teósofos, no podemos participar en ninguna de estas grandes obras en particular. Como individuos sí podemos hacerlo, pero como teósofos tenemos un trabajo más grande, importante y mucho más difícil de realizar” ("Five Messages from H.P. Blavatsky to the American Theosophists", p. 8, énfasis añadido).

"Tanto el evangelio de Buda como el de Jesús fueron predicados con el mismo fin en perspectiva. Ambos reformadores fueron ardientes filántropos y altruistas prácticos, predicando sin la menor duda el socialismo más noble y elevado, el auto-sacrificio hasta el final. El primero de Aquéllos exclama: 'Que los pecados del mundo recaigan sobre mí para que pueda aliviar la miseria y el sufrimiento humanos'; 'no dejaré que llore ni uno de quienes puedo salvar', decía el príncipe pordiosero y andrajoso. 'Vengan a mí todos ustedes que trabajan duro y son oprimidos y les daré descanso', es el grito que el 'Hombre de los Dolores' -que no tenía dónde recostar su cabeza- hace resonar para los pobres y desheredados. Las enseñanzas de ambos son un amor ilimitado para la humanidad, la caridad, el perdón de las injurias, la abnegación de sí mismo y la misericordia para las masas engañadas. Los dos muestran su desdén por la riqueza y no hacen ninguna diferencia entre lo mío y lo tuyo" (Helena Blavatsky, "La Clave de la Teosofía", p. 79, edición en español).

En otro escrito titulado "What Are The Theosophists?", H.P.B. critica sin rodeos la degradación de dicho "socialismo" cuando sostiene: "Despreocupada por la política; hostil a los sueños desquiciados del socialismo y el comunismo, a los que aborrece -ya que ambos son conspiraciones disfrazadas para la fuerza brutal y torpeza contra el trabajo honesto-, la Sociedad [Teosófica] se preocupa muy poco por la gestión humana externa del mundo material. La totalidad de sus aspiraciones se dirigen hacia las verdades ocultas de los mundos visible e invisible. Ya sea que el hombre físico esté bajo el mandato de un imperio o una república, concierne únicamente al hombre de la materia. Su cuerpo puede ser esclavizado, y en cuanto a su alma tiene el derecho de dar a sus gobernantes la orgullosa respuesta de Sócrates a sus jueces, pues éstos no tienen dominio sobre el hombre interior”.

Veamos también esta serie de extractos:

-"Durante todo el periodo de cuatro años que vivimos en India, ni la Sociedad Teosófica, ni sus fundadores, ni nuestra revista tuvieron nada que ver con política. Muchos imperios pueden haberse derrumbado y vuelto a surgir, pero aún así, nuestra revista y nosotros mismos no nos hubiéramos dado cuenta de la catástrofe, ya que toda nuestra íntegra atención estaba dirigida a las Verdades Ocultas y a problemas metafísicos afines” (The Theosophist, vol. IV, n° 8, mayo de 1883).

-“Sintiendo un horror innato y bendito por todo lo que se conecte con ella [política], hemos evitado el tema de la manera más enérgica” (The Theosophist, vol. IV, n° 8, mayo de 1883).

-“La política no entra en el programa de la actividad de nuestra revista” (Lucifer, vol. II, n° 12, agosto de 1888).

-“Nunca he escrito en toda mi vida sobre política, de lo cual yo no sé nada. No tengo interés en las intrigas afines, y las considero como algo de lo más fastidioso y aburrido, el más falso de todos los sistemas en el código de la ética. Sinceramente, me dan pena esos diplomáticos que, siendo personas honorables, sin embargo están obligados a engañar durante toda su vida y deambular personificando una MENTIRA viviente” (Pall Mall Gazette, London, vol. XLIX, enero de 1889).

"Pregunta: ¿Cuándo considera que lo que se debe a la humanidad no es otorgado? 
Teósofo: Cuando se transgrede el derecho ajeno, aún mínimamente, a pesar de que el otro sea un individuo o una nación. Cuando no se muestra la misma justicia, bondad, consideración o piedad que queremos para nosotros. El sistema político presente se ha construido olvidándose de tales derechos y en la aserción más violenta del egoísmo nacional. Los franceses dicen 'como es el maestro, así es el hombre', y deberían agregar 'como es la política nacional, así es el ciudadano'". 

P.: ¿Toma alguna parte en política? 
T.: Como Sociedad Teosófica la evitamos con cuidado, porque tratar de concretar reformas políticas antes de haber efectuado una reforma en la naturaleza humana, es como poner vino nuevo en odres viejos. Cuando los seres humanos reconozcan en su fuero interior cuál es su deber real hacia todos sus semejantes, desaparecerá todo abuso de poder, toda ley injusta en la política nacional, basada en el egoísmo humano, social o político. Estúpido es el jardinero que trata de eliminar las plantas venenosas de su zacate, cortándolas sólo en la superficie, en lugar de arrancarlas de raíz. Nunca se podrá alcanzar una reforma política duradera si una nación es gobernada por los mismos individuos egoístas como acontecía en el pasado" ("La Clave de la Teosofía", p. 231, edición española).

-"Pregunta: (...) Cada reformador social tiene su panacea, y cada uno cree que la suya es la única capaz de mejorar y salvar a la humanidad. 

Teósofo: Exactamente, y esta es la razón por la cual se ha realizado un trabajo social tan poco satisfactorio. La mayoría de estas panaceas carecen realmente de principios guía y, ciertamente, no hay un sólo principio que las conecte todas. Así se desperdicia tiempo y energía valiosos, ya que los seres humanos, en lugar de cooperar, hacen todo para crear fricción mutua [saludos a los "inteligentes" odiosos en RR.SS.] y, a menudo, tememos que es por fama y recompensa, más que para la 'gran causa' que profesan tener en su corazón y que debiera ser suprema en sus vidas.


P.: Entonces, ¿cómo deberían aplicarse los principios teosóficos a fin de promover la cooperación, y llevando a cabo esfuerzos reales con tal de mejorar la sociedad? 

T.: Déjeme recordarle, brevemente, cuáles son estos principios: 1. Unidad y Causalidad universales. 2. Solidaridad Humana. 3. Ley de Karma. 4. Reencarnación. Estos son los cuatro eslabones de la cadena dorada que debiera enlazar a la humanidad en una familia o Hermandad universal. 

P.: ¿Cómo? 
T.: En el estado presente de la sociedad, especialmente los países 'civilizados', encaramos constantemente el hecho de que un copioso número de personas sufre a causa de miseria, pobreza y enfermedad. Sus condiciones físicas son desoladoras y, a menudo, sus facultades mentales y espirituales están casi dormidas. De otro lado, muchos individuos que se encuentran en el extremo opuesto de la escala social viven con indiferencia desconsiderada, lujo material y complacencia egoísta. Ninguna de estas formas de existencia se debe a la pura casualidad; ambas son efectos de las condiciones que circundan a quienes están sujetos a ellas. Y el descuido del deber social por un lado tiene un nexo muy cercano con el desarrollo atrofiado y detenido por otro. En sociología, como en las demás ramas de toda ciencia verdadera, la ley de causalidad universal sigue vigente. Sin embargo, dicha causalidad implica -como resultado lógico- esa solidaridad humana sobre la cual la Teosofía insiste tan enfáticamente. Si la acción de una persona repercute sobre las vidas de todos -y esta es la verdadera idea científica-, entonces sólo cuando todos los individuos se hayan hermanado y practicando a diario la hermandad genuina, podremos alcanzar una verdadera solidaridad que yace en la raíz de la elevación de nuestra especie. Esta acción e interacción (...) en la cual cada uno vive para todos y todos para uno, es uno de los principios teosóficos fundamentales, y cada teósofo debería comprometerse no sólo a enseñarlo, sino a llevarlo a la práctica en su vida personal" ("La Clave de la Teosofía", p. 233-234).

-"Como teósofos, no creemos en dar dinero (si lo tuviéramos) por medio de manos ajenas u organizaciones. Creemos en dar al dinero un poder y una eficacia centuplicados por medio de nuestro contacto y simpatía personales para quienes lo necesiten (...) ¿Dónde está la gratitud que vuestros 'millones de libras esterlinas' debieran haber suscitado (...)? ¿Acaso se muestra en el odio que el pobre (...) siente por los ricos? ¿En el crecimiento de la anarquía y el desorden? ¿O por estos millares de jovencitas desafortunadas que trabajan en un sistema que las explota sin pagarles, induciéndolas cada día a irse a la calle para sobrevivir? ¿Acaso los ancianos y las ancianas desamparados quedan agradecidos a las fábricas, o los pobres a las habitaciones venenosas e insalubres donde pueden concebir nuevas generaciones de niños enfermos, escrofulosos y raquíticos, sólo para engordar el bolsillo de los dueños de las habitaciones, los Shylocks insaciables? Por lo tanto, cada moneda de todos estos 'millones' contribuidos por personas buenas y que quisieran ser caritativas cae como una calamidad ardiente, en lugar de una bendición, sobre los pobres a los cuales debiera aliviar. Nosotros lo llamamos engendrar Karma nacional, y sus resultados serán terribles cuando haya que rendir cuentas" ("La Clave de la Teosofía", p. 243-245).

-"¿Cuál es el real objetivo de la educación moderna? ¿Es el cultivo y el desarrollo de la mente en una dirección justa? ¿Enseñar a los pobres y desheredados a llevar con fuerza la carga de la vida (que el Karma les proporciona), fortificando su voluntad? ¿Inculcarles el amor al prójimo y el sentimiento de interdependencia y hermandad mutuas, disciplinando y formando así el carácter para la vida práctica? Ni un poco de todo esto. Sin embargo, estos son, innegablemente, los objetivos de toda educación verdadera. Nadie lo niega; todos sus instructores educativos lo admiten, hablando muy enfáticamente al respecto. ¿Cuál es el resultado práctico de su acción? Todo joven, o más aún, cada uno de la generación más joven de maestros escolares le contestarán 'el objetivo de la educación moderna consiste en pasar los exámenes', un sistema que no induce a desarrollar una justa emulación, sino que engendra y alimenta celos, envidia y casi el odio mutuo entre los jóvenes, entrenándoles para una vida de egoísmo feroz y lucha por honores y ganancias en lugar de sentimientos bondadosos" ("La Clave de la Teosofía", p. 265-266).


-"Ahora bien, vuestros sistemas modernos, desde el primero al último, se basan en las llamadas revelaciones científicas, 'la lucha por la existencia y la supervivencia del más apto' [darwinismo social]. A todo ser humano, desde su infancia, se le inculca esto valiéndose de ejemplo y experiencia prácticos y también de enseñanza directa hasta que es imposible erradicar de su mente la idea de que este 'ser' inferior, personal y animal es la 'quintaesencia de la vida'. He aquí la gran fuente de sufrimiento, el crimen y el egoísmo cruel que tanto usted como yo admitimos. El egoísmo, como hemos repetido muchas veces, es la maldición de la humanidad y el padre prolífico de todos los males y los crímenes en esta vida. Y vuestras escuelas son el semillero de tal egoísmo" ("La Clave de la Teosofía", p. 266-267).

-"El objeto de esta rama de educación es el dinero, lo máximo del siglo (...) Por lo tanto, las energías producidas por las moléculas cerebrales de sus adherentes se concentran todas en un punto y, hasta cierto grado, son un un ejército organizado de intelectos educados y especulativos de la minoría de los hombres, entrenados en contra de las masas ignorantes y sencillas, cuyo destino es que sus hermanos intelectualmente más fuertes las vampiricen, exploten y sacrifiquen. Tal educación no sólo es antiteosófica, sino simplemente ANTICRISTIANA. Entonces, el resultado directo de esta rama educativa es una inundación del mercado de máquinas para hacer dinero, con hombres crueles, animales y egoístas, cuyo entrenamiento específico es el de rapiñar a sus compañeros, tomando ventaja de la ignorancia de sus hermanos más débiles" ("La Clave de la Teosofía", p. 267-268). 


De la revista "Theosophical Movement", octubre de 2012

Pregunta: ¿La Teosofía apoya el socialismo?
Respuesta: Podríamos responder con otra pregunta: "¿Qué tipo de socialismo?" Ha habido muchas variedades de ese sistema, desde el bolchevismo en Rusia hasta la propuesta de Gandhi. El socialismo, como se entiende generalmente, es un sistema económico caracterizado por la propiedad social de los medios de producción y la gestión cooperativa en la economía, y al mismo tiempo una filosofía política que defiende tal sistema. G.D. Cole, famoso socialista durante los años '30, escribió "The Inner Life of Socialism" y lo definió como "no un sistema" sino "más bien una forma de vivir en relación con otros, sin los cuales y al menos como ideal, me resultaría imposible estar en paz conmigo mismo”. 

La Teosofía no sostiene que todas las personas nacen iguales, ni que todas ellas aquí y ahora puedan ser iguales por un estatuto legal. La Sabiduría Perenne enseña que cada alma humana debe esforzarse para mejorar las condiciones circundantes, y así la Teosofía bien puede definirse como “filosofía del esfuerzo”, ya que su doctrina fundamental es que cada alma humana progresa por su empeño autoinducido y por lo tanto todas ellas deben seguir la religión de la autosuficiencia y responsabilidad. También la Teosofía sostiene que el hombre es más que su cuerpo; es un alma o Inteligencia consciente de sí mismo, y tiene una mente y un cuerpo.

El artículo publicado en la revista Theosophy para noviembre de 1922, titulado "The Higher Socialism", nos hace conscientes de que el socialismo superior no sólo se interesa por la distribución equitativa de la riqueza, sino que se basa en leyes morales y espirituales en lugar de normas económicas y políticas. No se esfuerza por nivelar todo al derribar a aquéllos que están en los peldaños superiores de la escalera del progreso, sino que se centra por elevar a todos a un nivel de sociedad tan alto como el más encumbrado entre nosotros. El socialismo superior se basa en la ley de fraternidad universal; no podemos hacer que todas las personas sean iguales en mente y cuerpo, pero sí que todos los individuos sean iguales al darles la oportunidad de progresar como almas. Creemos en una especie de Socialismo Espiritual que respeta la ley fundamental del amor contra el odio, y que no funciona de acuerdo con los principios de derechos humanos, sino sobre la base de los deberes. Creemos en el internacionalismo que traerá paz y armonía a las diversas clases en todos los países del mundo, brindando oportunidades para todos. El artículo continúa explicando que el socialismo superior se ocupa de la pobreza en muchas clases y está a favor de eliminar la marginalidad no sólo del dinero, sino también de la mente y la moral. La máxima del socialista que señala "desde cada quien según su capacidad y para todos según sus necesidades" no se aplica únicamente a los que trabajan con sus manos, sino también a los que laboran con la cabeza y el corazón, porque el hombre no vive sólamente de pan.

La superación personal mediante la disciplina de muchos individuos en una sóla comunidad puede engendrar un Orden Social que apunta a erradicar la avaricia y el espíritu de competencia [inherentes al materialismo ideológico que permea de cinismo, imbecilidad, sentimentalismo y manipulación a la (extrema) izquierda/(extrema) derecha]; también el cultivo del amor y el espíritu de servicio. Tal tendencia buscaría crear tal riqueza que alegraría las mentes y el carácter de otros, y además semejante Orden entre los componentes de una sóla comunidad o país se expandiría y rodearía otras razas y tierras.

Por último, la Hermandad de las Almas atrae nuestra atención a la igualdad en la característica esencial humana que subyace en las diferencias de la naturaleza manifestada. En el ámbito de la diferenciación comprobamos que en el mundo económico todos los hombres nunca pueden ser iguales: siempre habrá unos ricos y otros pobres; algunos sabios y otros menos; unos buenos y otros malos; algunos que nacen genios creativos y otros con discapacidad congénita. "Pero cuando adoptamos una visión completa sobre el mundo de la manifestación en que saltan a la vista innumerables diferencias, y cuando apreciamos estas distinciones a la luz de la Sabiduría Espiritual, encontramos que existe igualdad porque todos los hombres son ricos y pobres al mismo tiempo, puesto que algunos son prósperos en alguna parte de su universo mientras que son menesterosos en otros. El Socialismo Superior intenta manifestar el poder de esta Hermandad Espiritual donde cada hombre aparentemente es diferente del otro y, sin embargo ambos son idénticamente iguales a todos” (Theosophy, noviembre de 1922).

[N. del T.: Para demostrar la causa metafísica en los avances del alma humana, dejo estos enlaces de noticias sobre niños/as prodigio:


¿Se deben sus genialidades sólo al estrato social donde nacieron? ¿Es siempre un obstáculo si algunos provienen de familias humildes? ¿Existen vínculos "inamovibles" entre el subdesarrollo educacional de un país y estos casos excepcionales? Ahí queda la tarea para los ateos/nihilistas de mala cepa y cretinos fóbicos a la ética].     

La opinión de Gandhi sobre la igualdad socialista es: “Socialismo es una palabra hermosa (!) y, por lo que sé, en éste todos los miembros de la sociedad son iguales, nadie por debajo y nadie por encima. En el cuerpo individual, la cabeza no es más alta sólo por ser la parte superior del cuerpo, ni las plantas de los pies son menos importantes por tocar el suelo. Incluso cuando los miembros del cuerpo individual son iguales, también lo son los miembros de la sociedad, y esto es el socialismo. En él, príncipe y campesino, ricos y pobres, empleadores y trabajadores están todos en el mismo nivel. En términos de religión no existe dualidad en el socialismo, siendo así toda la unidad; pero al mirar a la sociedad en todo el mundo, no existe más que dualidad o pluralidad. La cohesión brilla por su ausencia. En mi concepción hay perfecta unidad en la pluralidad de diseños”.

[(!) Nota del traductor/administrador: tomando en cuenta el "respetable ideario en boga" y las reacciones vulgares de muchísima gente politizada, la elección del concepto "socialismo" fue pésima para este caso y sería más exacto, PRUDENTE y NEUTRAL hablar de fraternalismo meritocrático, pues aunque el primero de ellos se describe aquí desde la visión teosófica, inmediata y tácitamente rememora tanto el sistema homónimo como sus opuestos en la derecha, ambos caracterizados por la inmoralidad, el utilitarismo de valores éticos y la negación arlequinesca de nociones espirituales. Como se aclara en otros artículos de este blog, dependerá de cada lector/a en qué manera asimila esta información y cómo se las arregla con su consciencia... una palabra ignorada por MILLONES.

Es una VERGÜENZA MUNDIAL que haya bipolares crónicos y llenos de inquina disimulada en el ámbito espiritual que se dedican a la necrofilia ideológica, tratando de "rescatar" o incluso "renovar" la fachada de mentulosofías rancias y apestosas, a las cuales hacen pasar por "aceptables", y haciendo el papel de hazmerreír para quienes en su HONRADEZ son capaces de ver más allá de imposiciones duopolistas, y despreciar a sus matones infranormales autoproclamados "anarquistas"].

[Actualización/abril 2024: en 1922 el teósofo Bahman Wadia planteó otra interesante perspectiva política -aunque de muy largo plazo- que rompería por completo con las divisiones modernas, y que puede conocerse más en este vínculo].


De la revista "Theosophical Movement", junio 2009

En una reciente elección del Lok Sabha en India, la indiferencia de la población fue evidente ya que muy pocas personas se presentaron para votar. Quienes viven en países democráticos deben darse cuenta de que votar es un derecho y también un deber; de hecho, es una responsabilidad espiritual. El motivo por el cual la mayoría de las personas que son elegibles para votar se abstiene de hacerlo es porque piensa que expresar su opinión emitiendo un sufragio no hará ninguna diferencia en absoluto. 

Narayani Ganesh escribe que hemos adquirido esta actitud derrotista debido al sistema político corrupto, pero cada voto que emitimos es un símbolo de fe y esperanza que depositamos en un candidato, que creemos podría marcar una diferencia positiva en la sociedad. Por su parte, Corinne McLaughlin, del Centro de Liderazgo Visionario en EE.UU., observa que el derecho y la responsabilidad de votar son importantes si usted se preocupa por la vida de otros seres humanos. Ella dice que vuestro voto podría ayudar a decidir la política sobre terrorismo, guerra, salud, educación, cambio climático y muchos otros temas que afectan la vida de otros. Abstenerse voluntariamente de emitir votos no debe interpretarse como "adoptar un alejamiento de la política (sucia)", sino significa que está permitiendo que el proceso político tenga lugar sin su participación, ya que se restringe de ejercer su elección.

En una democracia, el proceso electoral debe tener provisión para que las personas expresen su descontento con ninguno de los candidatos que disputan frente a sus electores, y así el votante debe tener la facultad de rechazar a todos los pretendientes al elegir la opción "ninguna de las anteriores". Esta forma de voto negativo es una acción positiva que puede obligar a los partidos políticos a despertar y mejorar la calidad de los postulantes que compiten en la elección. Si no actuamos de manera informada y desapegada, podríamos alterar el equilibrio e inclinarlo hacia la anarquía total. "La indecisión -o lo que es peor, la indiferencia- va en contra de los principios de todas las enseñanzas espirituales que abogan por la acción individual y colectiva para el bien común (…) Una persona espiritual encontrará una manera de enraizarse en la espiritualidad y cumplir sus responsabilidades mundanas sin que una interfiera con las otras” (Narayani Ganesh, Sunday Times of India, 3 de mayo de 2009).

Si rastreamos la historia, encontramos que especialmente en los países occidentales y durante mucho tiempo la Iglesia y el Estado se consideraban como dos grandes autoridades. Entre ambas, la Iglesia tenía dominio supremo porque el monarca no gobernaba como él quería, sino que era controlado por el clero. Pero luego la autoridad eclesiástica y los sacerdotes fueron desafiados por la pretensión de libertad de conciencia, y el individuo fue reconocido como la verdadera base de un imperio. Así, luego de una larga lucha surgió la forma democrática de dirigencia. La democracia se define como el "gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo", y de esta forma la votación es una herramienta poderosa a través de la cual se puede lograr el cambio requerido, incluida la lucha contra la corrupción en el sistema político y electoral. 

Cuando nos abstenemos de sufragar, estamos diciendo que cualquier tipo de gobierno es aceptable para nosotros y entonces no tenemos derecho a criticar y culpar a la corrupción en la política. El profesor C. Lewis señala en su libro “Studies in Words” que la palabra “franquicia” era sinónimo de “ciudadanía”, pero luego implicaba "poder de voto", algo que es esencial para que una persona se convierta en un ciudadano con pleno derecho. Cuando encontramos algo malo, no tenemos que esperar a que otros solucionen el error, y Henry Thoreau en su ensayo "Desobediencia Civil" expresa que "votar" sólo significa que estamos expresando débilmente el deseo de que prevalezca el derecho, mientras que la democracia representa la fuerza de la gente para expresar su voluntad en acción. ¿Cómo puede una persona estar satisfecha simplemente con una opinión? Thoreau argumenta que si tu vecino te engaña con un dólar, tomarías medidas para recuperar la cantidad total y velar por que nunca más te engañen, y de esta forma un buen ciudadano no debe tener obediencia pasiva. Cuando nos abstenemos de votar, es un acto de omisión.


"Adeptos y política" (https://blavatskytheosophy.com/adepts-and-politics/)-Extracto del escrito homónimo por H.P. Blavatsky

"En este sentido, ni los Mahatmas tibetanos ni los Maestros hindúes modernos jamás se inmiscuyen en política, aunque pueden ejercer su influencia sobre más de una cuestión trascendental en la historia de una nación, especialmente su país natal. Si algún Adepto incidió en Washington o provocó la gran Revolución Americana, en cualquier caso no fueron Mahatmas tibetanos porque éstos nunca han mostrado mucha simpatía con los Phelings de cualquier raza occidental, excepto como parte de la Humanidad en general. Sin embargo, es tan cierto (…) que varios y así llamados 'hermanos rosacruces' jugaron un rol prominente en la lucha estadounidense por la independencia, como también en la Revolución Francesa durante todo el siglo pasado. Tenemos documentos a tal efecto y las pruebas de ello están en nuestro poder; pero estos rosacruces eran europeos y colonos estadounidenses que actuaron de manera bastante independiente de los iniciados indios o tibetanos (...)”. 

“Sin embargo, es nuestra firme convicción basada en evidencia histórica e inferencias directas de muchas de las Mémoires de aquellos días que la Revolución Francesa se debe a un Adepto. El Conde St. Germain es ese misterioso individuo, ahora convenientemente clasificado con otros 'charlatanes históricos' (es decir, grandes hombres cuyos conocimientos y poderes ocultos influenciaban sobre la mayoría ignorante) quien provocó el estallido justo entre los pobres y puso fin a la tiranía egoísta de los Reyes franceses, los 'elegidos y ungidos del Señor'. Y también sabemos que entre los carbonari -precursores y pioneros de Garibaldi- hubo más de un masón versado en ciencias ocultas y rosacrucismo”.

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“El teósofo no puede ver ninguna posibilidad de cambio en los abusos existentes, la política o las relaciones sociales, a menos que el plan de reforma sea uno que surja de una religión verdadera, y no cree que cualquiera de las religiones predominantes en Occidente sea verdadera o adecuada. No van a la raíz del mal que causa el dolor y la tristeza que exigen reforma o alivio. Y en su opinión, la Teosofía -esencia o virtud concentrada de toda religión- es lo único que tiene poder para ofrecer y efectuar la cura.

Ninguno de los intentos actuales de reforma tendrá éxito mientras estén desprovistos de la verdadera doctrina en cuanto al individuo, su naturaleza y destino, y respetando el Universo, su origen y curso futuro. Cada uno de esos intentos deja al ser humano donde se encuentra, descuidando las lecciones que se extraen de los ciclos en su revolución incesante. Mientras se hagan esfuerzos para mejorar su mera condición física, el motor real -hombre interior- se queda sin guía, y por lo tanto es seguro producir los mismos males que están diseñados para ser destruidos, no importa cuán bueno sea el sistema.

A cada cambio, una vez más el ser humano procede a viciar el efecto de cualquier nuevo régimen por los mismos defectos de la naturaleza humana que no pueden ser alcanzados por la legislación, los credos dogmáticos y los infiernos imposibles, porque están más allá del alcance de todo, excepto el poder de su propio pensamiento. Ya sea que se trate del nacionalismo, socialismo, liberalismo, conservadurismo, comunismo o anarquismo, todos y cada uno de ellos son ineficaces al final" (William Judge, "Religion and Reform From a Theosophical Viewpoint", Theosophical Articles, vol. 1, p. 68).