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19 de febrero de 2022

Damodar y la "salvación" por el cristianismo


Este artículo consiste en una compilación de extractos escritos por Damodar K. Mavalankar, teósofo indio del siglo XIX. Este hombre, nacido en 1857, fue un joven brillante y profundamente comprometido; asimismo se convirtió en chela aceptado (discípulo) del Maestro K.H. y también fue estudiante y asistente dedicado de H.P. Blavatsky durante los años en que vivió y trabajó en India por la causa teosófica. En una de sus cartas a William Quan Judge escribió:

"Aproximadamente un mes después que me uniera a la Sociedad, sentí como si hubiera una voz dentro de mí susurrándome que Madame Blavatsky no es lo que ella representa ser, y entonces asumió la forma de una creencia en mí, que se hizo tan fuerte y en tan poco tiempo, que cuatro o cinco veces pensé en arrojarme a sus pies y rogarle que se revelara a mí. Pero luego no pude hacerlo porque pensé que sería inútil, pues yo sabía que era bastante impuro y había llevado una vida tan mala como para confiar en ese secreto. Por lo tanto, permanecí en silencio con el consuelo de que ella misma me confiaría el secreto cuando me considerara digno de ello. Pensé que debía ser un gran Adepto indio que había asumido esa forma ilusoria, pero se me ocurrió una dificultad. Supe que había recibido cartas de sus tías y que se comunicaba con personas en casi todo el mundo y por ende no pude reconciliar mi creencia pues pensé que Blavatsky tendría que practicar la ilusión en todo el mundo. Se me sugirieron varias explicaciones, excepto la correcta; sin embargo, estaba en lo cierto (como he comprobado posteriormente) en mi concepción original de que ella es un gran Adepto indio".

Sobre Mavalankar, H.P.B escribió una vez: “Damodar estaba listo desde su último nacimiento para ingresar al SENDERO más sublime y lo sospechaba. Había estado esperando por mucho tiempo el permiso esperado para ir a Tíbet [vivir y estudiar en persona allí con los Maestros de Sabiduría] antes que expiraran los siete años [de probación]”.

Finalmente, en 1885 su Maestro Adepto lo llamó y siguiendo los cuidadosos preparativos y planes establecidos para su viaje por el Maestro K.H., Damodar se dirigió a los Himalayas y aunque Blavatsky y otros escucharon de él posteriormente a ese tiempo, nunca regresó a India sino que permaneció con el Maestro. La historia completa está contada -en la medida en que puede difundirse- en el libro "Damodar and the Pioneers of the Theosophical Movement", compilada y transcrita por Sven Eek. A partir de ese enorme y fascinante libro se cita el siguiente pasaje del capítulo "The Failure and Narrow-Mindedness of Missions":

“Bajo el título general anterior, Damodar escribió una serie de artículos para periódicos que discutían las opiniones de un misionero cristiano -el reverendo Hume- que había venido a India para salvar a los paganos. En consecuencia, Damodar se autodescribe como 'un pagano'. Las clases cultas en ese país lamentaron los intentos de misioneros para convertir a los adherentes de las antiguas religiones Aryavarta, y comenzando en el Bombay Gazette la serie continuó en The Philosophical Inquirer publicado en Madrás".

El mencionado reverendo no debe confundirse con Allan O. Hume, quien fue uno de los destinatarios originales de la correspondencia por los Maestros que ahora se conocen como "Cartas Mahatma".

En su prolongado diálogo con Hume, Damodar expuso de manera experta y audaz muchos puntos importantes no sólo en defensa de las antiguas filosofías de su querida Madre India, sino también como desafío a la teología, las creencias y actitudes cristianas. En el artículo "Demoliendo mitos del cristianismo" señalamos: 

"Aunque a muchos creyentes les gusta dar a entender que el comienzo de la era cristiana fue un "período de luz" para la humanidad, los hechos demuestran lo contrario, pues consistió en la aplicación de la ignorancia y, a menudo, la masacre y el asesinato de todos los que se atrevieron a interponerse en el camino del progreso y la supremacía de la Iglesia. Lejos de representar un buen periodo para la humanidad, fueron siglos de oscuridad particularmente para aquellas naciones del mundo que tuvieron la desgracia de convertirse a esa religión".

Lo que sigue es la visión y perspectiva de Mavalankar sobre el cristianismo, que como se apreciará está en consonancia con lo expresado por los Maestros en sus cientos de cartas y H.P. Blavatsky en sus voluminosos escritos. Contrariamente a las afirmaciones de ciertos "teósofos" posteriores, los Maestros no manifiestan simpatía con la Iglesia cristiana y el Movimiento Teosófico no se fundó para promover los propósitos de esta religión ni el supuesto "Señor Cristo". Todo lo contrario: entre otros aspectos comenzó a proclamar y explicar la grandeza e importancia de la filosofía espiritual de Oriente y "remediar los males evidentes del cristianismo" (H.P.B., "The Theosophical Mahatmas"). Incluso William Judge (colega cercano de Blavatsky, cofundador con ella del Movimiento y también chela aceptado del Maestro Morya) una vez escribió a un investigador indio: "Nadie está más en contra del cristianismo que yo".

Es interesante observar que el reverendo Hume a menudo ignoró convenientemente muchas de las preguntas más desafiantes y pertinentes de Damodar con respecto a la Biblia, Dios, Jesús y el cristianismo, y que el debate escrito llegó a su fin como resultado de la renuencia o falta de respuesta de Hume. Incluimos dos notas al final del artículo para una explicación más detallada sobre dos puntos planteados por Damodar. También es importante enfatizar que para los teósofos la oposición al cristianismo no significa ser contrarios a Jesús, y así sugerimos revisar algunos de los textos agrupados en la categoría "Cristianismo" de esta página.

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Se dice que Dios es a la vez omnisciente y omnipotente, y por lo tanto no debe dejar al hombre -su supuesta creación- a tientas en la oscuridad por un médico espiritual, teniendo que seleccionar una vez más al genuino de un conjunto de espurios, siendo éstos nuevamente de su propia progenie. Tal como lo admitió Hume, que tal estado debería existir no habla muy bien de la omnisciencia y omnipotencia de un Dios justo y misericordioso, quien sea lo que represente dicho Ser. Es precisamente este argumento y varios otros de ese tipo -principalmente la existencia del mal en este mundo- lo que me lleva junto con otros estudiantes de filosofías orientales a no admitir la existencia de un Dios personal.

Si existe un Dios personal, debe haber también un diablo personal, y como encontramos que en este mundo predomina el mal y se nos dice que Adán y Eva -creados por Dios a su imagen- fueron llevados a la tentación por Satanás, se puede inferir lógicamente que este último personaje es más poderoso que Dios, y tal vez un día éste puede ser conducido al pecado para caer como su criatura hecha a la imagen divina.

Mis puntos de vista son conocidos por todos mis amigos y conocidos por ser intransigentemente budistas; por supuesto, no doy importancia a los ritos exotéricos de esa religión. Simplemente encuentro que la filosofía enseñada por Gautama Buda -idéntica a la doctrina Adwaita de Srimat Sankaracharya excepto en los modos externos y las formas de expresión- es completamente sólida y lógica y puede resistir cualquier indagatoria científica. Por lo tanto, me aferro a esa filosofía y no tengo fe en ninguna formalidad religiosa, ya sea cristiana, hindú, musulmana o lo que sea.

De este modo, no entiendo cómo Hume pudo haber malinterpretado la posición al atribuirme la fe en un Dios personal. La concepción de éste último transmite a mi mente la impresión de un ser humano gigantesco que necesariamente debe ser finito, pero Hume nos dice que Dios es el espíritu eterno e infinito. Atribuir personalidad a un espíritu infinito parece ser un absurdo, pues las cualidades de bondad o el deseo de castigar o recompensar indica la existencia de una mente que puede contener y desarrollar concepciones. Una mente requiere un organismo que no puede ser sino material [1] y la noción común de materia es que ésta es completamente diferente del espíritu. Si es así, la dificultad es cómo un espíritu infinito puede asociarse con la materia y tener un organismo tangible.

De nuevo, si el Dios personal es espíritu infinito, es decir, que ocupa todo el espacio (o de lo contrario no sería infinito), ¿dónde residen entonces Satanás y toda la creación? Una presencia ilimitada y eterna debe excluir a cualquier otra existencia o maldad, y todo lo demás es una de sus propias fases y no hay otro Satán más que el mismo Espíritu Infinito. Y como el mal es más poderoso que el bien como vemos a nuestro alrededor, entonces hagámonos adoradores del diablo por todos los medios. Por lo tanto, todo el edificio del cristianismo descansa sobre el fundamento de un demonio y un dios personales, y como se dijo antes es una cuestión de fe ciega, no obstante las condescendencias del reverendo Hume y sus compañeros (...). 

Dado que un libro que se nos presenta como Revelación Divina contiene contradicciones y está lleno de obscenidades inadecuadas para leer en compañía de otros, y tan notorio es el hecho de su inmoralidad que una de las editoriales estadounidenses más piadosas y respetables acaba de anunciar una edición expurgada de la Biblia (!!!), donde a pesar de las depuraciones todavía encontramos a la Deidad sancionando actos que ningún hombre de sentido común y buenos principios morales jamás pensaría en justificar, y que están obligados a la adoración pública bajo el alegato de “misterios”; todos estos puntos señalan que no existe tal deidad extraña (...). 

Hume nos dice que "el cristianismo es Cristo y lo que enseñó se encuentra en la Biblia", y que su "estándar de un verdadero cristiano es aquél que verdaderamente confía en Cristo para la salvación". Esta es una frase muy elástica y ambigua. Suponiendo que alguien lleva una vida (...) estrictamente como la de Cristo, es decir, buena, pura, honesta, santa, abnegada, etc., etc., pero nunca ha oído hablar de ese supuesto Avatara, ¿se salvará o no una persona así? El mío no es un caso hipotético. Personalmente conozco algunos individuos que viven de esa forma, pero no saben qué es el cristianismo ni les importa escuchar acerca de Cristo. Tal vez me digan que algún día u otro pueden ser "traídos al redil", pero en ese caso le preguntaré claramente: "Y si no son llevados, ¿entonces qué?"

¿Existe o no alguna esperanza de salvación para esas personas, según la creencia de Hume? Si no hay ninguna para aquéllos que no pudieron confiar en Cristo para la salvación ya que desconocían su existencia, pregunto si esto no es una prueba adicional a favor de mi declaración de que el cristianismo no sólo se basa en fe ciega, sino que es la más cruel y despiadada de todas las religiones.

Por otro lado, si pueden salvarse simplemente por sus propios méritos y siempre que lleven una vida santa y pura, ¿qué necesidad existe entonces para el cristianismo? Los nobles sentimientos atribuidos a Jesús fueron pronunciados por filósofos de edades anteriores a su supuesto nacimiento. Las enseñanzas morales de Cristo invaden toda filosofía religiosa y ha habido santos en cada religión; ¿y por qué entonces deberían venir los cristianos a las tierras paganas? Si se dice que los paganos no cumplen con las enseñanzas morales de sus respectivas religiones, entonces la respuesta es que corresponde a la gente pura y santa de esa creencia ver que los protervos son rescatados de su curso maligno e imprudente.

Si se alega que estos sistemas contienen varias nociones erróneas, entonces respondo que si el cristianismo se centra sólo en Cristo, ¿por qué no pueden las otras religiones centrarse de la misma manera en torno a sus respectivos fundadores? ¿Por qué no deberíamos decir que "el budismo es Buda"?

Es un hecho admitido históricamente de que el budismo es más antiguo que la cristiandad y nadie discutirá el hecho de que las enseñanzas de Buda son tan egregias y nobles (y mucho más) como las del "Hijo de Dios". En ninguna parte encontramos a la "Luz de Asia" maldiciendo y condenando a los incrédulos en él, como cuando vemos a la “segunda persona de la Santísima Trinidad” imprecando a la higuera por no dar frutos fuera de temporada y prometiendo todos los placeres de la condenación y el infierno a sus oponentes [2]. La noble vida abnegada e incomparable suavidad y misericordia del príncipe-asceta indio no tiene paralelo en la historia, según todos los orientalistas europeos, sin excepción.

Buda nunca dijo que serían salvos quienes vistieran la túnica amarilla, mientras que los que no lo hicieran serían condenados. Gautama apelaba siempre a la razón humana y desestimaba la fe ciega; incluso pidió a sus seguidores que no creyeran en Él mismo por decir esto o aquéllo, sino aceptar sólo lo que estaba de acuerdo con la razón. ¿Hay acaso una sóla sentencia de Jesús que pueda compararse con esto? En más de un punto no es mejor que un entusiasta soñador, porque el que aconseja a sus semejantes dar la mejilla cuando está herido en la otra y quiere que no piensen en el mañana, ni parece conocer la naturaleza humana ni está prestando servicio a la sociedad alentando la pereza y mendicidad. Todo esto es impracticable, y por lo tanto se honra más en su infracción que en su cumplimiento.

Ciertamente, si sus seguidores obedecieran de modo literal estos mandatos suyos, el mundo se habría ahorrado el espectáculo ignominioso de miles de gentes honestas que fueron quemadas, torturadas hasta la muerte y perseguidas por la Santa Inquisición y la Iglesia. Ellos, sin embargo, parecían y todavía parecen dar preferencia en este caso a las órdenes de "DIOS PADRE", que de acuerdo con el Antiguo Testamento -el cual contiene la Revelación Divina según Hume- no sólo permite sino sanciona los actos de los elegidos, y les ordena que cometan todo tipo de crímenes, desde asesinatos y matanzas de inocentes hasta violaciones, adulterio, deserción, traición, robo y demás. Incluso los mandatos más prácticos de Jesús son ignorados por quienes profesan ser cristianos devotos como amar al prójimo, etc., etc. Suenan como una farsa ante los efectos del Proyecto de Ley de Ilbert y el prejuicio y odio raciales cada vez mayores.

Sin embargo, me dicen que esos devotos que no siguen los mandamientos de Cristo no deben ser tomados en cuenta, aunque su número es ciertamente muy grande. ¿A quiénes entonces debemos considerar como ejemplos del cristianismo? ¿A los Padris? En una de sus cartas anteriores a The Bombay Gazette, Hume sostuvo que los misioneros no son más que los humildes servidores de Cristo, y cuando señalé que ciertamente no lo eran, de inmediato me dijeron que es un punto irrelevante. También y dado que había tantas personas en tierras cristianas que no eran acólitos verdaderos, sugerí que los misioneros deberían trabajar allí en lugar venir acá -y sin que se les pida-, donde los buenos individuos de nuestras propias religiones seguramente pueden cuidarse a sí mismos y a los malos. Estoy dispuesto a admitir que hay aspectos benéficos y perjudiciales en todas partes, y que por lo tanto también existen personas malas entre los paganos; pero esto no prueba en absoluto que sean peores que los cristianos en casa. ¡Muy por el contrario! ¿Por qué entonces venir a tierras paganas para hacer conversiones que nadie necesita y hacen más mal que bien?

Ya afirmé que no hay un sólo sentimiento moral de Cristo que no pueda encontrarse en el budismo, una religión muy anterior, y lo mismo puedo decir de todas las sectas hindúes por muy amplias que sean sus diferencias de opinión sobre la Deidad. La existencia de cultos tan repugnantes como el ampliamente conocido en toda India por su inmoralidad no deteriora el valor y la importancia de otros colectivos con estándar moral muy alto, y cuyos seguidores son desinteresados, filantrópicos y nobles en sus aspiraciones.

Así como el reverendo Hume dice que el cristianismo no debe ser juzgado por la conducta de quienes frecuentan tabernas y lugares de mala muerte, tampoco las otras creencias deben ser atacadas por las distorsiones causadas por individuos egoístas, perversos e ignorantes.

Si hemos de creer en la Biblia como Revelación Divina y simplemente por el tono moral que caracteriza a algunas de las supuestas enseñanzas de Jesús, entonces digo que un acento todavía más elevado impregna muchos de los libros religiosos de Oriente, que además no albergan las contradicciones ni obscenidades tan profusamente encontradas en la Biblia.

De todo esto afirmo que se puede demostrar "el fracaso y estrechez de miras de las misiones" al considerar lo siguiente: que como el mismo tono moral (si no superior) permea las religiones de los paganos; que los credos de hindúes, budistas y zoroastristas han demostrado históricamente ser mucho más antiguos que la religión que nos ofrecen los misioneros; que todas ellas contienen bondad y maldad; que para coronarlas a todas, los misioneros tienen un campo mucho más amplio a trabajar en la cristiandad que en el paganismo, si son realmente tan desinteresados y filantrópicos como dicen ser; que por otra parte los paganos nunca tratan de insultar los sentimientos religiosos de los cristianos al decir que todas las demás religiones -excepto la suya- son "espurias" y "obra del diablo", y dado que también una buena vida es suficiente para asegurar la felicidad aquí y en el futuro, la moral que se predica en todos los sistemas religiosos. 

Se nos dice que "la corrección científica de la cosmogonía bíblica es suficiente para establecer que es una Revelación Divina". Por lo tanto, debemos ver cuál es la postura científica sobre dicha visión. A esto la respuesta según Hume es que “sin embargo, incluso ahora ningún científico prudente profesa saber cómo se hizo, y aún la astronomía, geología, química, etc. parecen dar testimonio a favor de lo que se llama hipótesis nebular”. Ahora, para un lector del Génesis no le llevaría mucho tiempo descubrir que la historia de la creación es diametralmente opuesta a la hipótesis nebular.

No me opongo a la palabra "día", ya que puede entenderse como "un período", pero esta "Revelación Divina" nos dice que Dios hizo primero la luz y la llamó "el primer día"; luego el firmamento o cielo (la luz brilla mientras tanto de otra parte, ya que se hizo antes de éste último); después "la tierra seca" al "tercer día", y finalmente Dios hizo "dos grandes luceros" llamados Sol y Luna, "la mañana y tarde (de las cuales) fueron el cuarto día". ¿Qué aserto llega a la conclusión inevitable de que los tres "días" anteriores fueron iluminados por luz de gas, o las lámparas eléctricas de Edison?

La teoría científica, por el contrario, enseña que el Sol primero fue una masa incandescente que durante su proceso de enfriamiento arrojó varias nebulosas, y a partir de una porción de éstas se originó nuestra Tierra. Este mundo no fue habitable por mucho tiempo hasta que se enfrió lo suficiente para evolucionar y sustentar la vida, pero la cosmogonía bíblica no dice tal cosa.

No podemos percibir cómo la creación puede admitir crecimiento o desarrollo gradual. La creación es lo contrario a la evolución. El sistema heliocéntrico y la ciencia física (astronomía incluida) están matando la Biblia a diario, y si nuestra afirmación se objeta sobre la base de que por ejemplo hay astrónomos como Piazzi Smythe que aún creen en la Revelación, contestamos que una excepción sólo confirma la regla. Para un profesor como Smythe hay cientos de astrónomos que se ríen de la idea. Si no hubo dificultad para reconciliar a ambos, ¿por qué debería la Iglesia haber iniciado esa discusión y en defensa propia con Copérnico y luego Galileo junto con el hecho y la verdad, ofreciéndolos a todos como holocaustos a la Biblia?

Se dice en la Biblia que la Tierra es plana, mientras que en el Rig Veda se muestra redonda y también en éste se enseña el sistema heliocéntrico, y desde entonces científicamente demostró ser correcto. En la Biblia no se halla ningún esquema heliocéntrico reconocido por la ciencia; por otro lado tenemos frutos, árboles, plantas, pasto, etc. que crecen y prosperan antes de que se creara el Sol, un absurdo del que ahora incluso se ríen los niños que van a la escuela y saben algo de la absoluta necesidad de luz solar para frutos y vegetales.

Muchos fueron los infaustos sentenciados por la Iglesia a morir como delincuentes porque se atreven a exponer lo que ahora se reconocen como hechos. Desde la creación de materia -declarada por la ciencia como indestructible e infinita- hasta que la esposa de Lot se convirtió en una estatua de sal, no hay una sóla declaración en la cosmogonía del Génesis en acuerdo con los cánones científicos establecidos, ya que no intentará salir de la dificultad inventando un trasfondo alegórico en el sentido de una declaración simple.

¡Y sin embargo, los cristianos tienen la audacia de afirmar que fueron los pioneros de la civilización! Indirectamente así es en cierto sentido, si consideramos la ley de acción y reacción. Si los católicos y los primeros Padres de la Iglesia no hubieran recurrido a la Inquisición; si no hubieran quemado a individuos honestos e intelectuales por sus pecados de indagación en temas prohibidos, y si no hubieran intentado por todos los medios destruir todo espíritu de investigación, entonces probablemente el esfuerzo de Lutero no hubiera resultado tan exitoso como fue. Si de nuevo los protestantes no hubieran hecho a su vez lo que concretaron sus antecesores católicos, nunca se habría despertado el espíritu honesto de curiosidad, oposición e investigación.

Si no se perseverara tanto en la "esperanza desolada" que los cristianos están llevando a cabo para salvar a la Iglesia de un derrumbamiento inmediato -aunque inevitable-, probablemente los sentimientos de la oposición actual no se habrían mantenido en la candencia como ellos mismos están ahora, y no habrían tenido éxito en deshacerse tan fácilmente del yugo secular.

Ciertamente hablo de la parte educada y honesta de la sociedad occidental, dejando fuera de esta revisión a farsantes, hipócritas y entusiastas engañados. Uno tiene que leer "History of the Conflict between Religion and Science" por el profesor Drapper para tener ante sí la imagen de todos los horrores del martirio que tuvieron que atravesar los pioneros científicos, ¡debido a su persecución por parte de aquéllos que ahora tratan en vano de ser los precursores de civilización, progreso e iluminación!

Si la cristiandad pudiera conservar su dominio, ella pisotearía todo avance hacia el progreso. Afortunadamente para la humanidad, la Edad Oscura que caracterizó la supremacía del cristianismo se ha ido y esperamos que nunca más vuelva.

Dejemos que Hume explique, si puede, cómo la hipótesis nebular está en consonancia con el primer capítulo del Génesis, pues su misma admisión de que "las Revelaciones en la Biblia son de un carácter cada vez más en desarrollo" está en contra de su postura.

Si Dios es omnisciente y omnipotente, es responsable por las acciones de cada una de sus criaturas. Seguramente no pidieron ser creadas, y si fue así sin su conocimiento y consentimiento, entonces el "creador" es el único responsable de sus dudas y la negación de un "Padre" que se oculta tan bien. Se puede recomendar que, para salvar a los hombres del pecado, Dios les ha dado una "Revelación Divina", pero eso no altera el punto principal que se discute ahora. Si no tienen fe o no pueden creer en esa Revelación debido a sus innumerables defectos, o una vez más, creen ciegamente que es verdad si no tienen la fuerza para seguir el camino de la "rectitud y bondad", ¿de quién es la culpa? ¿Por qué deberían haber sido creados desprovistos de ese sentido que les permitiría creer y hacer lo que debería ser correcto? Si Dios es omnisciente y omnipotente, debe saber de antemano cuál sería la fe de una criatura imperfecta y debería haberla equipado con las armas necesarias.

Y aún así el reverendo Hume dice: "(...) Mientras que el materialismo sostenido consistentemente hace que todo sea el resultado de la fuerza ciega y necesaria, y por tanto hace imposible la elección del mérito o demérito". No obstante, me atrevo a afirmar que la enseñanza materialista imprime mucho más firmemente el mérito o demérito de la doctrina que el cristianismo. El materialista sabe que cada causa debe producir su resultado correspondiente, y que si pone una mano al fuego debe quemarse a pesar de todas sus oraciones. Por lo tanto, se siente moralmente seguro de que si se porta mal, pierde su energía y desgasta su propia constitución, destruye la felicidad social de familias inocentes y se pone a la par con las bestias.

Su dignidad y respeto propio estimulan su naturaleza más noble y lo mantienen alejado del vicio. Su objetivo en la vida es hacerse feliz a sí mismo y a los demás y dejar un buen nombre, ya que no cree en ninguna vida futura. Pero ¿qué pasa con los religiosos, y especialmente los cristianos? ¿Qué hace que se mantengan alejados del vicio? ¿El temor a Dios? Como un cobarde moral, tiene que apoyarse en un pilar para intentar -sólo intentar- ser virtuoso, y sin embargo, en nueve de cada diez casos su naturaleza inferior le supera. Atribuye a su creador la posesión de los sentidos que lo impulsan al vicio y por su sofisticación se anima a probar la "fruta prohibida". La doctrina de la expiación sólo lo ayuda en sus diseños básicos.

Pregunto: ¿es científico creer que las transgresiones por millones de desgraciados -a su vez una desgracia para la humanidad- puedan ser borradas por la sangre de cualquier hombre, por muy grande que sea? ¿Dónde está entonces la doctrina del mérito y demérito? La tendencia del cristianismo, como he señalado, no es hipotética y el siguiente extracto probará mi declaración.

En un informe oficial del Parlamento en 1873 sobre criminalidad en Inglaterra y Gales, encontramos las diferentes religiones de los habitantes en esos países:

Iglesia de Inglaterra: 6.932.935.
Disidentes: 7.235.159.
Católicos: 1.500.000.
Infieles: 7.000.000.
Delitos en una muestra de 100.000 personas:
Católicos: 2.500.
Iglesia de Inglaterra: 1.400.
Disidentes: 150.
Infieles: 5.

O en otras palabras, por cada 4.050 criminales cristianos de las tres denominaciones anteriores, sólo hay cinco infieles u 810:1. Esto habla por sí mismo y no necesita comentarios. A pesar de todo esto, ¡se nos pide que seamos conversos cristianos! La doctrina de Karma o mérito y demérito -que Hume dice no es admisible en el materialismo- es la base fundamental del budismo que es bien conocido por rechazar la creencia en Dios o en dioses, y es llamado ateísta, una palabra pronunciada con tanto horror por los misioneros piadosos y de lo que dicen fluye “inmoralidad y crimen” (...). 

Ahora hemos llegado a la cuestión de la "profecía" que se dice es "otra prueba fuerte" de que la Biblia es una Revelación Divina. Se nos da un ejemplo sobre uno de los presagios "notables", verbigracia, de que Egipto “se desperdicie y someta a otros”. A cualquier persona que haya estudiado historia y el problema de la Ley de Evolución no se debe decir que “los ciclos deben cumplir tiempo”. Como cada individuo tiene su período de descanso y actividad, su día y noche, también es así con una nación, un reino, planeta, sistema solar y finalmente el Universo. Como la noche es el precursor del alba y el día, así éste último antecede a la tarde y la noche.

El cambio y la alternancia constantes son observables en todos los ámbitos de la Naturaleza, y el escritor o los escritores de los pasajes mencionados por Hume insinuaron (y realmente de modo muy ambiguo) que Egipto caería en cierto momento sabiendo que una vez alcanzó el apogeo civilizatorio y el cénit de su poder. También yo podría profetizar que Egipto, con su nombre actual u otro, recuperará esa posición de la que ahora se ha precipitado. Es un hecho observado, un curso natural de eventos y no constituye ninguna profecía.

Todos sabemos lo que valen los augurios bíblicos, especialmente los de Isaías. Mientras que todos los rabinos sostienen que el verso en el capítulo 53 (si recuerdo bien) se refería positivamente a la propia esposa e hijo de Isaías con respecto a la predicción sobre una virgen (una "mujer joven", dicen los judíos) que dio a luz a Emmanuel, los cristianos -que después de robar a los desafortunados hebreos sus registros nacionales ahora les niegan el derecho de su propia interpretación- inmediatamente saltaron y atribuyeron la profecía a Cristo, cuyo nombre nunca fue Emmanuel y la adopción de este último resultó ser un subterfugio.

Nuestros libros sagrados hindúes han sido mucho más precisos en las profecías que la miserable instancia referida. Los antiguos hindúes habían estudiado matemáticamente la ley de los ciclos y calcularon los eventos generales de un día hace miles de años. Además, algunos tenemos libros de por lo menos mil años de antigüedad que contienen eventos que ocurren en nuestros tiempos, pero nuestros antepasados se comportaron con modestia y no fueron lo suficientemente engorrosos para atribuir a la Revelación Divina lo que descubrieron por su propia experimentación matemática.

Si la Biblia hubiera señalado el día exacto en que Egipto caería y mencionara todas las diferentes fases por las que pasaría antes de su colapso final, sólo entonces ese augurio podría tener algún respeto y consideración. Tal como está ahora, recuerda una de las “profecías” del médium moderno y puede ser una muy importante a ojos de quienes no tenían literatura científica antigua o filosofías propias para aprender, pero es un asunto insignificante para aquéllos cuyos libros están llenos de los más asombrosos cálculos matemáticos y hechos científicos.

Dicho sea de paso, se afirma que la Biblia va de la mano con la Ciencia y acredita a la Tierra con sólo entre seis y siete mil años de antigüedad, ¿y es esto también un "hecho científico" apoyado por la geología y antropología, que por el contrario han demostrado que nuestro globo tiene muchos cientos de miles de años? Pero nuestros libros antiguos penetran mucho más allá de ese período llegando hasta el momento presente y va aún más lejos.

A diferencia de la Biblia que se ocupa sólo con las "naciones elegidas" (?), esos libros se preocupan por el estado de cada nación y la humanidad en general, y aquí es donde la cosmogonía aria entra en pleno dominio. Sus cálculos matemáticos abarcan la formación de nuestro Sistema Solar, nuestra Cadena Planetaria y la Tierra, y luego las diferentes fases de actividad y existencia hasta la aparición de la Ola Vital Humana. Esos son los grandes problemas que se enseñaban en nuestros libros siglos antes de que se escribiera la Biblia. Todavía no hay un descubrimiento de ciencia moderna que entre en conflicto con las teorías propuestas y enseñadas por nuestros antepasados. Si Hume dependiera de la Kabalá para su nebulosa hipótesis de ciencia, entonces habría visto que el En-soph de los judíos no es el creador. Los Beni-Elohim de la Kabala, los Dhyan Chohans de los budistas o los Prajapatis hindúes son sólo nombres diferentes que indican las diferentes fases de las mismas e idénticas energías.

Si la venida de Jesús fue profetizada en los libros judíos, ¿cómo es que los mismos le niegan? Si el cumplimiento de esa profecía fuera congruente con la redacción de sus libros, naturalmente debiera suponerse que serían los primeros en aceptar a Jesús como su Mesías, pero como el mundo sabe, los judíos aún esperan el advenimiento de su prometido Mesías y saben que aún no ha llegado el momento. Quienquiera que entienda la doctrina secreta de la Cabalá y el significado esotérico de las filosofías religiosas orientales, no necesita saber cuándo llegará el Regenerador del Mundo, pero seguramente no es el hijo de Dios ni el mismo Dios tal como lo entienden los milenaristas y salvacionistas.

La creencia en la concepción inmaculada de una Virgen, tal como la enseñan los cristianos ortodoxos, es un insulto al sentido común. Es absurdo y anticientífico, y ningún estudiante de filosofías orientales lo creería aunque los hindúes sin educación creen en Avatares casi en el mismo sentido. Es deseable ver en qué principios científicos Hume puede explicar este milagro. Fe y Revelación componen el círculo vicioso en que se mueve, y con respecto a las contradicciones en la Biblia ya me he referido extensamente sobre el tema. Sólo tengo que acotar que si el “error fundamental radica en tomar citas separadas de un lugar y tratar de mostrar que están en conflicto con las declaraciones en otros lugares, sin tener en cuenta el contexto y descuidando la verdad multifacética”, ¿por qué no debería aplicarse la misma prueba a los Puranas? Contienen profecías mucho más sorprendentes que se han cumplido con mayor precisión que las de la Biblia, y además, si como tantas autocontradicciones no contienen más que aquella obra cristiana, ¿por qué no deberían respetarse al menos tanto como ese otro libro, especialmente los Puranas, cuando se demuestra que algunos de éstos son más antiguos que la Biblia? (...). 

Creo que será tanto mejor si Hume habla menos sobre la "influencia moral" de la Biblia. Las estadísticas de crímenes en países cristianos ya citadas por mí, la doctrina de la expiación y el número de delitos -del más grave al menor y desde asesinato y adulterio hasta embriaguez, robo y mentira- permitidos, sancionados y ordenados por Dios en el Antiguo Testamento que ciertamente contiene una Revelación Divina, deben impedir que cualquier verdadero seguidor de Cristo hable de la influencia moral de la Biblia.

Si David, Jacob, Lot y otros son los modelos que se nos presentan por imitación como los favoritos y "amigos de Dios", los "hombres según el corazón del Todopoderoso" claman "sálvanos del cristianismo de una vez por todas".

La historia muestra que ha habido egoísmo de sangre fría, división entre amigos y vecinos, guerras de desolación y otras cosas dondequiera que este credo haya prevalecido. Si Inglaterra ahora se ha elevado tanto, es debido a la Reforma que ha aflojado las cadenas del yugo católico-romano. Si Estados Unidos está prosperando, es porque Dios no tiene espacio ni se le permite tener ninguna voz en su constitución, y que el cristianismo cotidiano pierde su poder sobre él.

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[1] Para continuar con el pensamiento de Damodar sobre este punto: si Dios es un “gran hombre” con su propio cuerpo y mente como la gran mayoría de los cristianos cree y repite, entonces también debe tener un cerebro propio al interior de una cabeza. Si aceptan que Él es el "Creador de todo", ¿creó Él mismo entonces su propio cerebro? Y si es así, ¿cómo lo hizo viendo que Él habría permanecido completamente descerebrado hasta ese punto? Y si Él necesita órganos como ojos ("los ojos del Señor vagan de un lado a otro sobre la Tierra"), nariz ("su adoración es como un olor dulce en Sus fosas nasales"), etc., entonces, ¿cómo puede Él representar un ser puramente espiritual y mucho menos omnipresente o infinito? O si los creyentes en un Dios antropomórfico dicen que Él realmente no tiene ningún órgano dentro de Su cuerpo porque no tiene necesidad de órganos, entonces ¿qué necesidad tiene Él de un cuerpo o incluso cualquier tipo de forma o naturaleza condicionada/diferenciada? La idea de un Dios personal y antropomórfico no sólo es infantil, irracional, contradictoria y antifilosófica, sino que también degrada y profana la noción misma de Divinidad.

[2] Como cualquier teósofo, Damodar sabía bien que Jesús nunca condenó realmente a nadie al infierno o se presentó a sí mismo como el único Salvador de la humanidad. También sabía que -como Blavatsky demostró en su primer trabajo "Isis Develada" con referencias y pruebas de cientos de fuentes legítimas- que tales declaraciones e ideas atribuidas a Jesús fueron interpoladas en los Evangelios por los Padres de la Iglesia y los teólogos para servir a sus propios fines. Sin embargo, dado que casi todos los cristianos creen incuestionable e ignorantemente que "el Mesías sí declaró tales asertos", Damodar aquí está tratando con los devotos por sus propias bases y creencias.