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26 de febrero de 2022

India, cuna de la civilización (6 de 6)

David Pratt 
Enero de 2015


Contenido:

11. Asia Central, cuna de la Quinta Raza-Raíz


11. Asia Central, cuna de la Quinta Raza-Raíz

La Teosofía clasifica la evolución de nuestro planeta y sus habitantes en siete vastos periodos conocidos como "rondas", de las cuales ahora nos encontramos en la cuarta (1). Una ronda está dividida en siete estados evolutivos, conocidos como "Razas-Raíz" o "humanidades", y cada una de ellas dura muchos millones de años; las mismas almas encarnan en cada raza-raíz alternadamente. En la actualidad nos hallamos en la Quinta Raza-Raíz, conocida como "raza-raíz aria", la cual en el sentido más amplio incluye a todos los habitantes del mundo (2).

Según la Teosofía, la civilización no comenzó "pocos miles" de años atrás, sino hace unos 18 millones, en los últimas fases del Mesozoico, luego de que la Tercera Raza-Raíz lemuriana hubiera comenzado a desarrollar mentes autoconscientes (el Mesozoico finalizó hace 66 millones de años según los cuestionados métodos radiométricos de datación usados por la ciencia, y hace unos 8 millones de acuerdo con la cronología teosófica; ver "Geological Timescale" y "Diseño y evolución de las especies", parte 17). Se afirma que las últimas dos subrazas lemurianas plantaron ampliamente y en vastos lugares las primeras semillas de la civilización (3); "bajo la guía de sus Regentes Divinos construyeron grandes ciudades, cultivaron artes y ciencias, y eran versados en astronomía, arquitectura y matemáticas a la perfección". También edificaron ciudades de piedra y roca ígnea, una de las cuales estaba situada a unos 48 kms. al oeste de Isla de Pascua, que en realidad es el resto de un continente hundido. Los primeros y grandes centros citadinos surgieron en la región del continente lemuriano que ahora es la isla de Madagascar (4), y hubo pueblos civilizados y primitivos en aquellos días como ha sido desde siempre. Los últimos lemurianos se mezclaron con los primeros atlantes, cuyas civilizaciones se desarrollaron a través del Cenozoico. Se dice que los registros de estas civilizaciones perdidas están en manos de la Hermandad de Adeptos (5).

La raza atlante alcanzó su apogeo hace unos 4,5 millones de años en el Oligoceno; esto contradice la "teoría del primate ancestro", la cual asegura que las primeras especies de nuestro gen Homo aparecieron a inicios del Pleistoceno (6). Hace 4,5 millones de años los atlantes se encontraban en su "kali-yuga" y habían alcanzado la cúspide de su desarrollo material. Nuestra Quinta Raza-Raíz entonces estaba recién emergiendo, y sus primeros representantes existieron hace unos 7 u 8 millones de años. A medida que el continente atlante se hundía progresivamente surgieron nuevos territorios, incluyendo partes de América, África, Asia y Europa (oeste de los Urales rusos) (7) y tuvieron lugar muchas migraciones; de este modo, los ancestros de la Quinta Raza-Raíz se trasladaron a las flamantes regiones de Asia Central, lo que ahora es el Desierto de Gobi (o Shamo), una meseta alta y estéril donde había un hermoso mar interior hace mucho tiempo. En esa zona, la Quinta Raza-Raíz llegó a ser la más característica en su tipo hace alrededor de un millón de años (8). 

Fig. 11.1. Asia Central.

La tierra original centro-asiática de la Quinta Raza-Raíz abarcaba una enorme extensión incluyendo Irán, Baluchistán (la provincia más occidental de Pakistán), Afganistán, Kasajistán, Uzbekistán, Turkmenistán, Tajikistán, Kirguistán, Mongolia, China noroccidental y Tíbet, además del desierto de Gobi, los mares Aral y Caspio y cadenas montañosas como Pamir, Hindukush, Tien Shan y Altyn Tagh (9). Aunque ahora constituye un gran desierto yermo, esta región una vez fue fértil, tenía un clima templado y fue el hogar de una serie de civilizaciones altamente avanzadas (...). 

Fig. 11.2. El desierto de Gobi consiste principalmente en roca desnuda expuesta en lugar de dunas.

[De acuerdo con ciertos intérpretes teosóficos] en la actualidad buena parte de esta vasta región en Asia Central es una planicie alta, pero en ese entonces tenía una altura comparativamente inferior. También en ese periodo un inmenso mar interior al norte se vaciaba en el Ártico, y todo lo que queda de él son los mares Negro, Azov, Caspio y Aral. Además, había un mar oculto en lo que ahora es Mongolia, el cual se evaporó cuando la tierra emergió lentamente. Europa todavía estaba bajo el mar en su mayor parte y los Alpes recién se elevaban, mostrado sólo algunos picachos y estribaciones. Vastos tramos de lo que conocemos como Rusia se elevaron sobre el mar, junto con el sur de Alemania, la costa de Francia y más tarde las Islas Británicas.

En Asia Central, cuando la tierra se elevó y cedieron los mares, el clima era mucho menos hospitalario y los desiertos comenzaron a invadir la tierra cultivable. Muchos pueblos comenzaron a migrar en todas direcciones, incluyendo al oeste o las recién elevadas tierras de Europa. A veces se encontraban con remanentes de atlantes (es decir, ancestros de chinos, mongoles, tibetanos, thais, japoneses, javaneses, fineses, húngaros y esquimales) contra los que lucharon, pero también se entremezclaron. De esta forma emergió y floreció una serie de civilizaciones que declinaron y desaparecieron alternadamente. Las sucesivas migraciones continuaron por una larguísima época, dando nacimiento a gentes históricas y conocidas como hindúes, asirios, medos, persas, babilonios y pueblos de Europa como celtas, las tribus germánicas y escandinavas, griegos, romanos, etc. La "separación de naciones" (o al menos su última fase) comenzó hace unos 700.000 años (siguiendo al hundimiento final de Ruta, una gran masa de tierra en el Pacífico), y a partir de ese momento varios grupos de migrantes se extendieron desde la tierra de Asia Central. Durante esa fase, los gigantes pos-atlantes se habían dividido en tipos más heterogéneos.

[En ocasiones se afirma] que la actual India primero fue colonizada desde el norte y casi simultáneamente por el sur, específicamente en lo que quedó de la antigua tierra atlante llamada Lanka (o Daitya), de la cual sólo permanece hoy el sector más septentrional, Sri Lanka (antiguamente Ceilán). Los habitantes de Lanka fueron llamados rakshasas por los hindúes y "etíopes del este" por los griegos, debido al color oscuro de su piel. Antes que Lanka alcanzara la cúspide de su prosperidad, existía en el Océano Atlántico un extenso y altamente civilizado conjunto terrestre, la "columna vertebral" de Atlántida. El continente entonces se fragmentó y desapareció dejando varias islas, como también sucedió con la Lanka asiática original. Más tarde, los emigrantes isleños en el Atlántico viajaron al este y se asentaron en nuevas regiones que se habían elevado del océano; estas flamantes islas más tarde se consolidaron en lo que son las altiplanicies de Abisinia (Etiopía) y las tierras al norte de ellas.

A medida que pasó el tiempo, esos atlantes viajeros siguieron la línea de levantamiento de tierra continuo hacia el norte, y éste fue el grupo racial atlante más antiguo que en eras posteriores dio origen a los egipcios arcaicos. El Egipto de la historia es el "don del Nilo", y su delta se formó a través de enormes acumulaciones de sedimento y arena llevadas desde el interior de África, esto es, Abisinia, Nubia y otros países. Los primeros colonos llegaron a Egipto hace unos 400.000 años (16).

Todavía más tarde, el delta original fue ocupado nuevamente por colonos atlantes de Poseidonis, hace unos 80.000 ó 100.000 años, y fueron estos individuos que construyeron las grandes pirámides. Ellos ya estaban relativamente mezclados con los arios, la nueva raza que por largos años había estado viniendo desde la meseta de Asia donde se habían refugiado durante el colapso de Atlántida.

Hace unos 8, 9 o quizá más miles de años, Egipto fue invadido y colonizado por emigrantes del sur de India y Lanka siguiendo dos rutas: una por el Océano Índico a Abisinia rodeando las comarcas y bajando por el río Nilo, y la otra sobre lo que es ahora el Istmo de Suez. Los registros egipcios hablan de estos inmigrantes como "hijos de Horus" (el Dios-Sol) oriundos del este. Estos "etíopes orientales" (un pueblo que resultó de la mezcla de grupos arios prístinos y la fuerte infusión de antiguos habitantes atlantes de Lanka) se combinaron con egipcios atlantes, dando origen al grupo compuesto racial que produjo las dinastías de Egipto. Blavatsky aseveró que los "etíopes del este" que llegaron de Lanka o Ceilán eran "una colonia de arios de piel muy oscura, los drávidas del sur de India, que adoptaron una civilización ya existente en Egipto", previamente a la unificación del Alto y Bajo Egipto por Menes (20).

La última migración de arios o indoeuropeos en India y otras partes es una de las muchas que han tenido lugar durante el pasado millón de años o más. Blavatsky subraya: "Las subrazas guiadas por la ley kármica o destino repiten inconscientemente los primeros pasos de sus respectivas razas maternas" (21). Fue desde las regiones de Asia Central, más al norte del lago Manasarovar, que los "arios" o brahmanes más tarde descendieron a la península india y fundaron Hindustán (22), y los Vedas, aunque compilados en la Tierra de los Siete Ríos, "existieron por muchas eras anteriores en el norte" (23). Blavatsky menciona que alrededor de 10 u 11.000 años atrás la corriente de conocimiento se desplazó lentamente a partir de las llanuras de Asia Central a India y hacia Europa y el norte de África, lo cual puede indicar cuándo comenzó la última gran migración "aria".

Miles de años antes que Grecia construyera su brillante civilización durante la Era de Pericles (mediados del siglo V a. de C.), una serie de culturas espléndidas -que pondrían a la nuestra en vergüenza- florecieron en lo que ahora es Persia y el oeste de Afganistán, y también en las tierras del norte y al este, actualmente una región estéril. En el transcurso del tiempo, seguramente se descubrirán restos de algunas de esas civilizaciones y otras más tempranas, por lo que la historia de la civilización humana seguirá teniendo sus raíces cada vez más atrás en el tiempo.

La historia de las diferentes culturas está determinada no sólo por el sistema político y económico, el nivel de tecnología, las relaciones comerciales y el poder militar, sino también por sus valores éticos y espirituales. La esencia de la civilización es traer a la realidad nuestras aptitudes más nobles y altruistas, y las capacidades intelectuales y espirituales más elevadas, cualquiera que sea el estado de desarrollo tecnológico. Los mitos mundiales sobre antiguas naciones fundadas por dioses y grandes seres sugieren que Sabios y Adeptos han jugado un papel clave en la guía del establecimiento y desarrollo de grandes culturas.

Existe una creciente percepción de que la idea que considera a nuestros ancestros como "inferiores" a nosotros es totalmente injustificada, y que nuestro propio y tan vanagloriado "progreso" ha tenido lugar a costa de valores espirituales más profundos. Como dicen Feuerstein et al: "En comparación con los sublimes valores e ideales de la Tradición Primordial, la nuestra es una civilización impregnada de ignorancia, atrapada en conceptos falsos, obnubilada en arrogancia y prejuicio, y extremadamente necesitada de reforma, si no de una revolución espiritual" (26).


Notas

1. Ver "Evolution in the fourth round", http://davidpratt.info.
2. Helena Blavatsky dice que la Quinta Raza-Raíz, aunque de manera incorrecta, se llama raza aria en general (DS 2: 434). "Aunque generalmente llamada aria, no era del todo tal, porque incluso estaba mezclada con otras razas a cuya etnología se da otros nombres" (DS 2: 429). "Las razas arias (...) variando de la piel café oscura, casi negra, a tonalidades oliva o rojizas, hasta el color crema, son todas provenientes de un mismo grupo, la Quinta Raza-Raíz" (DS 2: 249) (...).

Blavatsky dice que "el ocultista puede, al distinguir las coberturas áuricas definidas y las gradaciones de color en el hombre interno, determinar inequívocamente a cuál de las varias familias raciales humanas pertenece alguien, como también dictaminar a qué grupo o subgrupo particular respectivo pertenecen tal o cual persona o colectividad" (The Theosophist, septiembre-noviembre 1883).

Según la Teosofía, "los arios y su rama semítica son de la Quinta Raza" (DS 2: 266). No existe división entre los semitas (esto es, judíos y árabes) y los arios; los semitas son 'arios tardíos'" (DS 2: 200). Los judíos son "una tribu descendiente de los Tchandalas de India, los parias, muchos de ellos ex brahmanes que buscaron refugio en Caldea, Escitia [Sindh] y Aria [Irán], y realmente se originaron de su A-bram ('sin brahman') hace unos 8000 años. Los árabes son "descendientes de aquellos arios que no volvieron a India en la época de la dispersión de naciones, y algunos de ellos permanecieron en las fronteras de Afganistán y Kabul, y a lo largo del Oxus [Amu Darya], mientras que otros penetraron e invadieron Arabia". Fue por enseñanzas como éstas, y su incentivo de la hermandad universal, que la Sociedad Teosófica fue prohibida en la Alemania nazi (Sylvia Cranston y Carey Williams, HPB: The Extraordinary Life & Influence of Helena Blavatsky, Founder of the Modern Theosophical Movement, Santa Barbara, CA: Path Publishing House, tercera edición, 1994, p. 607-8).

3. DS 2: 198.
4. DS 2: 317.
5. DS 1: 646, 2: 334-5.
6. "Orígenes humanos: el mito científico del mono ancestral".
7. "La Teosofía y los Siete Continentes", esoterismo-guia.blogspot.com.
8. DS 2: 147, pie de página; 435.
9. Blavatsky indica que si India se llamara "cuna de la civilización", a este país tendría que darse una connotación mucho más amplia respecto a las primeras civilizaciones de la Quinta Raza: "Los Vedas, el brahmanismo y junto con ellos el sánscrito, fueron importaciones en lo que ahora reconocemos como India (...) Hubo un tiempo cuando las antiguas naciones del oeste incluyeron bajo el nombre genérico de 'India' a muchos de los países de Asia que ahora se conocen con otras denominaciones (...) Los países de Tíbet, Mongolia y el Gran Tártaro [norte de Asia Central, desde el Mar Caspio y los Montes Urales al Océano Pacífico] eran considerados [por algunos autores clásicos] como parte formante de India, y de esta manera, cuando decimos que India ha civilizado al mundo y fue el Alma Mater de las civilizaciones, artes y ciencias de todas las otras naciones (Babilonia y quizás incluso Egipto), nos referimos a la India arcaica o prehistórica, la India de los tiempos cuando el gran Gobi era un mar y los atlantes perdidos formaban parte de un continente íntegro que comenzaba en los Himalayas y llegaba hasta el sur de India, Ceilán, Java, e incluso hasta la lejana Tasmania" (The Theosophist, enero 1882, apéndice editorial).

12. DS 2: 178, 743-4.
13. DS 2: 425.
16. DS 2: 750.
20. La Révue Théosophique, mayo-agosto 1889.
21. DS 2: 768.
22. The Theosophist, junio 1883, pie de página. Blavatsky escribe: "Puesto que los brahmanes relativamente blancos habían venido desde el norte -cuando invadieron India con los drávidas de piel oscura-, así también los arios de la Quinta Raza deben buscar su origen de las regiones del norte (...) La raza aria nació y se desarrolló en el lejano septentrión, aunque posteriormente al hundimiento del continente atlante sus tribus emigraron al extremo sur de Asia" (DS 2: 768). De esta forma, es altamente improbable que Blavatsky se refiriera aquí a una migración violenta o conquista de India en el segundo milenio a. de C.

23. The Theosophist, junio 1883. La referencia de Blavatsky al "planisferio brahmánico verdadero (40° latitud norte)" podría indicar la distancia a ese punto boreal (Isis Develada, 1: 577).

26. In Search of the Cradle of Civilization, p. 283.

India, cuna de la civilización (5 de 6)

David Pratt 
Enero de 2015


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10. Tierras y continentes sumergidos


10. Tierras y continentes sumergidos

Durante el último máximo glacial, hace aproximadamente 20.000 años, el nivel del mar estaba unos 140 mts. más bajo que hoy y un gran sector de las plataformas en torno a los presentes continentes se hallaba sobre el agua. Cerca del 5% de la superficie planetaria -unos 25 millones de km2- se ha sumergido por aumentos en el nivel marino desde las etapas finales en la última era de hielo. No fue un simple proceso gradual, pues tres derretimientos repentinos de hielo y el colapso de lagos glaciales desembocaron en tres episodios de rápidas inundaciones, y así miles de centímetros cúbicos de agua devastaron las capas polares de hielo, generando terremotos y maremotos. Los tres anegamientos comenzaron cerca de los años 14.000, 11.500 y 7500-8000 a. de C. y destruyeron muchos asentamientos costeros. De acuerdo a una estimación, la última de estas catástrofes elevó el nivel del mar a unos 25 mts. (5 mts. más alto que lo actual) en una tasa de 8 a 15 cms. por año (1).

Sondalandia es el nombre dado a la plataforma de Sonda -parte de la plataforma continental del sudeste asiático- cuando se hallaba sobre el mar durante la era glacial; también incluye la península de Malaca y las islas de Sumatra, Borneo y Java. Los aumentos en el nivel del mar sumergieron a Sondalandia en varias y rápidas fases, cubriendo un área del tamaño de India. Stephen Oppenheimer especula que Sondalandia pudo haber sido cuna de la civilización, y que antes y durante su inundación sus habitantes migraron por tierra y mar a la comarca principal asiática, incluyendo China, India y Mesopotamia, y a islas como Madagascar, Filipinas y Nueva Guinea, desde donde más tarde colonizaron Polinesia llegando a Nueva Zelanda, Hawai e Isla de Pascua. 

Fig. 10.1. Sondalandia (http://lloni.wordpress.com).

Oppenheimer puntualiza que la primera aparición de la alfarería ocurrió en el sur de Japón hace unos 12.500 años, no mucho tiempo posterior a la primera crecida. Los jarros comenzaron a fabricarse en China e Indochina unos 1500 años más tarde, unos 2500 a 3000 años antes de la aparición de la cerámica en Mesopotamia, India y la región mediterránea. El autor sostiene que Sondalandia fue también la primera región donde nació la agricultura, al encontrarse piedras para moler granos de cereal en las Islas Salomón del Pacífico suroeste, y que son tan antiguas que se dataron en al menos 26.000 años, mientras que ellas no se conocían ni usaban en el Alto Egipto o Nubia sino hasta hace 14.000 años, y en Palestina hasta unos 12.000 (2). Oppenheimer también sugiere que las lenguas austronesias se originaron en Sondalandia, aunque obviamente las hipótesis basadas en datos actuales pueden ser invalidadas por futuros descubrimientos.

Graham Hancock especula que la civilización Indus-Sarasvati fue fundada por los supervivientes de una civilización perdida, localizada en la plataforma continental que rodea a India, que se inundó por elevaciones del nivel marino entre 15.000 y 7000 años atrás (3). Es cierto que se han descubierto ciudades hundidas y estructuras megalíticas en la costa de India, como también en la placa continental de Egipto, Malta, Taiwán y las Bahamas, por ejemplo, aunque todavía es muy prematuro asumir que las civilizaciones se originaron en esas regiones. 

Fig. 10.2. Costa de India y Sri Lanka mostrando la extensión de la línea costera en el último máximo glacial (4).

Según el Mahabharata, la antigua ciudad dorada de Dvaraka (Dwaraka) se sumergió a fines de la Dvapara-Yuga y a comienzos de la presente Kali-Yuga (3102 a. de C.). Se dice que Krishna construyó Dvaraka sobre el sitio de una ciudad incluso más antigua llamada Kususthali. Dvaraka fue considerada por largo tiempo como "ficción", pero las investigaciones arqueológicas realizadas desde la década de 1980 han encontrado ruinas bajo el agua a profundidades de 3-10 mts. y hasta 1 km. en las cercanías del actual pueblo de Dwarka (Dwaraka) en la costa de Gujarat. S.R. Rao, fundador del Centro de Arqueología Marina del Instituto Oceanográfico Nacional de India (NIO, por sus siglas en inglés), clasificó las ruinas como pertenecientes al último periodo de la civilización Indus-Sarasvati, alrededor de 1700 a 1500 a. de C., pero otros arqueólogos del NIO creen que tienen sólo de 600 a 1200 años de antigüedad. En realidad no se encontraron artefactos Indus-Sarasvati en ese lugar, y dichos emplazamientos consisten en grandes paredes de roca construidas con grandes bloques bien encajados de piedra arenisca, a veces interpuestas por medios de encajes en forma de "L".

En 2001 una inspección hecha con un sonar de barrido lateral por el Instituto Nacional de Tecnología Oceánica de India (NIOT) en el Golfo de Khambhat (Cambay), mostró lo que algunos científicos consideran como extensos objetos geométricos en profundidades de 25-40 mts. y hasta 40 kms., partiendo desde la línea costera. Se afirma que el complejo urbano cubre un área rectangular de unos 9 kms. de largo y 2 de ancho, y se ha encontrado una segunda "ciudad" de tamaño similar un poco más lejos hacia el sur. Los artefactos recuperados -algunos de los cuales permanecen en litigio- incluyen herramientas de piedra, fragmentos de alfarería, remanentes de bajareque, restos de chimeneas y una pieza de madera (datada mediante carbono en unos 9500 años). El puerto de Lothal de la civilización del Indo se localiza al norte del Golfo de Khambhat, que se inundó completamente por aumentos en el nivel del mar hace 7700 y 6900 años (6), y actualmente dicho golfo tiene una gran actividad sísmica.

Las exploraciones arqueológicas marinas efectuadas por el NIO en la Bahía de Bengala han descubierto restos arqueológicos sumergidos en varias localizaciones en aguas costeras del estado de Tamil Nadu, incluyendo Mahabalipuram y Poompuhar (conocida también como Kaveripumpattinam), confirmando de esta forma las tradiciones tamil. Se hallaron restos de anillos de pozos en terracota, estructuras de ladrillo y jarras de almacenamiento en la zona intermareal fuera de Poompuhar en profundidades de hasta 8 mts., las que fueron datadas entre el 300 a. de C. y el 300 d. de C. En 1991 se halló una estructura en forma de U a 5 kms. de la costa a una profundidad de 23 mts., flanqueada por otra estructura semicircular y un montículo con forma oval. La periferia de la estructura en U mide 85 mts. y sus paredes tienen cerca de un metro de grosor y 2 en alto; las opiniones difieren en si están hechas por manos humanas. En 1993 se encontraron montículos en una extensión de 27 mts. bajo el agua, a 500 ó 600 mts. de la estructura en forma de U. Con excepción del hundimiento terrestre, un complejo que yace a 23 mts. de profundidad se habría sumergido por aumentos en el nivel del mar hace aproximadamente 11.000 años (7).

También se ha dado con extensas ruinas a un kilómetro o dos fuera de Mahabalipuram, a profundidades de hasta 13 mts., incluyendo bloques de piedra esparcidos de hasta 2 mts. de longitud, largas paredes con varias ramificaciones y escalinatas que conducen a una plataforma; los grandes bloques de roca en su mayoría están hechos de granito. Muchas de las estructuras de piedra están parcialmente expuestas a la marea baja, y así el equipo del NIO piensa que pueden ser los restos de templos con al menos 1200 ó 1500 años de antigüedad (la misma edad que los situados en tierra) que se sumergieron por una erosión costera. Otra opción es que esos restos sean mucho más antiguos que aquéllos en tierra, aunque los pescadores hablan de otras ruinas inexploradas más lejanas de la costa y en aguas mucho más profundas (8).

Fig. 10.3. Gran bloque de roca hallado fuera de Mahabalipuram, con una proyección para conectar a otros sectores (9).

El Mahabharata habla de un puente contruido por el ejército de monos del Señor Rama para permitirles alcanzar Sri Lanka desde la costa sudeste de India y rescatar a su consorte que había sido secuestrada. El Puente de Rama puede ser una formación natural, construida de arrecife y rocas sedimentarias, el cual se situaba a lo largo del Estrecho de Palk en algún momento en el 4500 AP (fig. 10.4). 

Fig. 10.4. Imagen satelital que muestra parte del sudeste de India y Sri Lanka.

Los antiguos textos medievales sánscritos y tamiles hablan de grandes masas de tierra que fueron tragadas por el océano al sur de Kanyakumari (Cabo Comorin), un pueblo localizado al extremo sur del subcontinente indio, en Tamil Nadu. Dicho territorio a veces se asocia con la dinastía antigua y semilegendaria de los Pandyans, que más tarde se conoció como Kumari Kandam ("continente virgen") o Kumari Nadu ("tierra virgen") (10). Los escritores tamiles más recientes estiman el tamaño de la masa de tierra hundida en cientos o miles de kilómetros cuadrados, y fijan la fecha de su hundimiento entre el 30.000 a. de C. al siglo III a. de C.

Se afirma que durante un periodo de 10.000 años los Pandyans establecieron tres sangams o academias para fomentar y enseñar varios conocimientos. Los dos iniciales estaban situados en Kumari Kandam; el primero fue fundado alrededor del 9600 a. de C. en una ciudad llamada Tenmadurai (sur de Madhurai), y luego de que éste fuera tragado por el mar se erigió un segundo sangam más al norte, en la ciudad de Kavatapuram; finalmente, el tercer sangam se estabeció en la moderna Madurai. Algunas tradiciones tamiles dicen que hubo siete sangams y hablan de tres inundaciones: en el 16.000 a. de C., 14.000 a. de C. y 9600-9500 a. de C., mientras Kumari Kandam se hundía cada vez más. Otras tradiciones hablan de otras cuatro anegamientos adicionales y más recientes (11).

Fig. 10.5. Kumari Kandam (en.wikipedia.org).

Ciertamente no ha habido continente en el Océano Índico durante los últimos miles de años, pero algunos escritores tamil han equiparado a Kumari Kandam con Lemuria, un antigua extensión en el Océano Índico propuesto por algunos geólogos en el siglo XIX para explicar las similitudes geológicas y otros rasgos entre África, India y Madagascar; se dice que se hundió en el periodo Cretácico y los teósofos más tarde adoptaron el nombre de Lemuria para designar el sistema continental global que existió en épocas de la Tercera Raza-Raíz lemuriana, la cual incluyó masas terrestres en los actuales océanos Índico y Pacífico (12).

Con el surgimiento del dogma sobre placas tectónicas a fines de la década '60, la idea de los continentes hundidos fue abandonada progresivamente por los geólogos de cabecera. Se supone que los actuales océanos se formaron dentro de los últimos 180 millones de años (esto es, desde el Jurásico temprano) por "placas tectónicas" que se deslizaban unas con otras, y mediante la formación de nueva corteza oceánica; no obstante, se han descubierto rocas continentales muy antiguas de hasta varios billones de años en los océanos del mundo y hay evidencia en aumento de la existencia de grandes masas térreas sumergidas (13). Muchos escritores alternativos, incluyendo Graham Hancock, aún creen en el postulado de placas tectónicas, aunque aceptan que la actividad sísmica puede provocar que se sumerjan áreas sólidas relativamente pequeñas o salir a flote en cantidades determinadas.

Los mitos que hablan de inundaciones son universales y presentan varios significados; se pueden referir a fenómenos físicos, espirituales, terrestres o cósmicos (14). Los mitos también comprenden diferentes eventos históricos en uno. En este aspecto, la leyenda de Kumari Kandam puede aludir tanto al hundimiento de tierra al elevar los niveles del océano y menor subsidencia terrestre en los pasados 15.000 años, y a la sumersión de muchas masas y más antiguas en el Océano Índico. De acuerdo con la tradición teosófica, muchos de los territorios postreros y de mayor extensión (Daitya) en el Océano Índico se hundieron hace unos 270.000 años (15).

Fig. 10.6. Áreas de tierra antigua (negro) en los océanos del mundo. Sólo se muestran aquellos sectores de los cuales existe evidencia sustancial. Sus límites exactos y extensión total todavía son desconocidos (16).


Referencias

1. Stephen Oppenheimer, Eden in the East: The drowned continent of southeast Asia, London: Weidenfeld y Nicolson, 1998, p. 18, 29-38, 232.

2. Ibídem, p. 18-9.
3. Hancock: Underworld: The mysterious origins of civilization, p. 157, 205.
4. Patrick D. Nunn, "Geohazards and myths: ancient memories of rapid coastal change in the Asia-Pacific region and their value to future adaptation", Geoscience Letters, 1:3, 2014, geoscienceletters.com.

5. Underworld, p. 107-9, 128, 210-2, 217-20; grahamhancock.com.
6. Underworld, p. 305-6,675-7;en.wikipedia.org/wiki/Marine_archeology_in_the_Gulf_of_Khambhat.

7. Underworld, p. 3-4, 150-1, 220-2, 253, 297-302, 683-4; A.S. Gaur y Sundaresh, "Underwater exploration off Poompuhar and possible causes of its submergence", Puratattva, n° 28, 1997-98, p. 84-90, hdrs.nio.org; S.R. Rao, "Marine archaeological explorations of Tranquebar-Poompuhar region on Tamil Nadu coast", Journal of Marine Archaeology, v. 2, 1991, p. 5-20, drs.nio.org; Sundaresh y A.S. Gaur, "Marine archaeological investigations on Tamil Nadu coast, India: an overview", The MUA Collection, 2011, themua.org.

8. "Marine archaeological investigations on Tamil Nadu coast, India: an overview"; Underworld, p. 678-84.

9. "Marine archaeological investigations on Tamil Nadu coast, India: an overview".
10. S. Ramaswamy, "History at Land’s End: Lemuria in Tamil spatial fables", Journal of Asian Studies, v. 59, n° 3, 2000, p. 575-602; en.wikipedia.org/wiki/Kumari_Kandam.

11. Underworld, p. 250, 254; Jijith Nadumuri, "Kumari Kandam", 2012, ancientvoice.wikidot.com.

12. "La Teosofía y los Siete Continentes", esoterismo-guia.blogspot.com.
13. "Continentes hundidos versus deriva continental".
14. Blavatsky, La Doctrina Secreta, 2: 138-48.
15. Ibídem, 1: 650-1.
16. Vadim Gordienko, "On plate tectonics", New Concepts in Global Tectonics Journal, v. 2, n° 4, 2014, p. 20-49, ncgt.org.

India, cuna de la civilización (4 de 6)

David Pratt 
Enero de 2015


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09. Influencias indias


09. Influencias indias

La antigua Mesopotamia es considerada como "cuna de la civilización" por los expertos occidentales. Desde el establecimiento de poderosas ciudades-estado en esa región alrededor del 4000 a. de C. hasta su conquista por Alejandro Magno en el 330 a. de C., el poder cambió de manos muchas veces entre sumerios, acadios, babilónicos, asirios, babilónicos y persas. 

Fig. 9.1. Mesopotamia.

[Hay autores que aseguran] que tanto sumerios como acadios fueron el origen para los inmigrantes de India, quienes se convirtieron en los caldeos y babilonios y más tarde los asirios. Helena Blavatsky dice que los acadios eran "una tribu de brahmanes hindúes, ahora denominados arios" (2) y también agrega: "Eran simplemente emigrantes en su camino al Asia Menor desde India, la cuna de la humanidad, y sus adeptos sacerdotales tardaron en civilizar e iniciar a un pueblo bárbaro". La autora agrega que la civilización babilónica "fue importada desde India y sus agentes fueron brahmanes hindúes" (3); desde sus orígenes, Babilonia era "sede del sánscrito y aprendizaje para los brahmanes" (4). Fueron los acadios quienes enseñaron misterios a los babilonios, el lenguaje sacerdotal y su religión (5).

Elam, un país ubicado en el suroeste de Irán y al este de Sumeria, fue una cultura fuerte y poderosa que dominaba las rutas comerciales de Asia Central e India, y tuvo prevalencia desde tiempos sumerios, y a veces fue su aliado y enemigo en otras. La antigua lengua elamita parece estar relacionada con el dravídico pues, por ejemplo, su ciudad capital era Susa y el Matsya-Purana menciona un hermoso poblado de nombre Susha consagrado al dios del océano Varuna. David Frawley sugiere que Elam era una antigua colonia védica a través de la cual la cultura védica se esparció o al menos influyó fuertemente en Oriente Medio (6).

El imperio acadio gobernó Mesopotamia, las regiones del levante y partes de Irán desde los siglos XXIV al XXII a. de C. Los asirios, que vivían en el noreste de Mesopotamia a fines del segundo milenio y comienzos del primero a. de C., consideraban a los acadios como sus ancestros y a veces se dedicaban a un culto religioso del imperio. Tuvieron violentos conflictos con muchas otras naciones, incluyendo arios védicos, y los textos brahmánicos hablan de ellos bajo una luz negativa, refiriéndose a ellos como "asuras" o demonios (7).

Caldea fue una nación babilónica del sur que emergió a inicios del siglo IX a. de C. La dinastía caldea continuó hasta la invasión persa en el 539 a. de C. y su prestigio era tal que "caldeo" se convirtió en sinónimo de "babilónico". Blavatsky afirma que Caldea también debía su cultura a los hindúes, ya que los acadios eran "progenitores e instructores arios" de los caldeos (8). Algunos escritores antiguos también usaron el término "caldeo" para referirse a una casta sacerdotal iniciada en las ciencias de la astrología y la magia (9).

La lengua sumeria no era semítica ni indoeuropea, sino de tipo aglutinante, posiblemente relacionada con el dravídico, y la lengua acadio-semítica se hablaba con amplitud en la Mesopotamia multilingüe desde el tercer al primer milenio a. de C. Los grupos lingüísticos indoeuropeos también estaban presentes en Mesopotamia, tales como los antiguos hititas, mitanni y casitas, que a mediados del segundo milenio a. de C. vivían en las regiones montañosas de Medio Oriente y gobernaron a Mesopotamia. La escritura hitita, así como su arte y rasgos físicos, se parecen a aquéllos de los sumerios, y por su parte los mitanni y casitas adoraban dioses védicos.

Los antiguos persas se consideraban arios; su religión, lengua y cultura están tan cercanas a aquéllas de los pueblos védicos que deben haber tenido un origen común. Puesto que los persas se trasladaron a Irán y el Medio Oriente, encontraron y desplazaron a los primeros pueblos indoarios tales como los mitanni de Siria, quienes hablaban un idioma y adoraban dioses similares a los védicos. La religión zoroástrica surgió aparentemente en Afganistán y se expandió hacia el oeste, desplazando a los arios védicos hasta Irán. Los expertos contemporáneos usualmente ubican a Zoroastro en torno al año 600 a. de C., pero los antiguos griegos lo databan en el 6000 a. de C. (10).

Frawley concluye que los persas e hindúes "provenían de una matriz cultural religiosa y védica común", y dice que ambos "reformaron la religión védica en diferentes maneras ya que la antigua enseñanza original del Rig-Veda degeneró con el tiempo". También afirma que cuando fueron a India siguiendo a la conquista musulmana de Persia en mitad del siglo VII, "los zoroastrianos pueden haber retornado a su tierra natal de origen" (11). Blavatsky está de acuerdo con que los zoroastrianos estaban asentados en India antes de inmigrar a Persia y volvieron a esa región mucho más tarde, pero ésta no era su tierra vernácula, pues sugiere que ingresaron a India al mismo tiempo que los primeros brahmanes, quienes vinieron del lejano norte. Ella agrega:

"Existe un abismo de eras entre Zoroastro, el instructor original del culto al Sol, y Zarathustra, el expositor prístino de las propiedades ocultas y poderes trascendentes del Fuego Divino (prometeico). El último fue uno de los tempranos hierofantes, uno de los primeros 'Athravans' (sacerdotes o 'profesores del fuego'), mientras que Zoroastro de 'Gushtasp' [rey iraní] vivió hace unos 4000 años a. de C." (12).

Uno de los nombres principales de la Divinidad en el Rig-Veda es asura, secundado sólamente por "deva". Asura deriva de la raíz as, significando "asentarse", "existir" o "tener poder", y más tarde adquirió otro significado, "a-sura", es decir, "no divino" o "demoníaco"; esto parece haber reflejado una creciente pugna entre las castas sacerdotal (brahmanes) y militar (kshatriyas), junto con la corrupción general de la sociedad. Asura como tal forma parte del nombre del dios supermo zoroástrico, Ahura-Mazda, mientras que daeva significaba "no divino" o "demoníaco". Ahura-Mazda corresponde al védico Varuna, el más grande de los asuras, y está asociado con el dios Mithra (13). Los antiguos asirios también adoraban a Asura, derivando a su ciudad capital y toda su cultura el nombre de su dios principal, Ashur, un dios solar y militarista (14). Los egipcios conocían a lo divino como Asar, el nombre egipcio de Osiris; asar también significa "asentarse", "ser, tener poder", tal y como en el sánscrito as. Además, los persas, asirios, hititas y egipcios usaban el disco alado como símbolo de su Dios-Sol (15).

El nombre mesopotámico más importante para la Divinidad es Il, y es usado por elamitas, fenicios, sirios, hebreos y árabes, y puede ser la denominación más común para la Divinidad entre los pueblos semíticos, aunque no está limitado sólo a ellos. El Allopanishad, un Upanishad corto y muy posterior que probablemente data de tiempos del emperador mongol Akbar (siglo XVI), equipara el Il semítico con el Ila del Rig-Veda y el culto a Varuna-Mitra. Frawley sugiere que Il (masculino) era originalmente un nombre de Varuna, y que Ila (femenino) era su consorte (16). Sobre esto el autor escribe: "Varuna-Il, tanto dios solar como oceánico, sería de esta forma el dios principal de los antiguos persas, asirios, egipcios, fenicios, elamitas, israelitas y árabes, así como de los arios" (17). El hebreo el o elohim (palabra plural traducida como "Dios" en el primer versículo del Génesis) podría ser otra forma del Il-Varuna védico (18).

Si vamos más atrás en el tiempo, las lenguas europeas se asemejan más al sánscrito y mayores son los parecidos entre culturas europeas antiguas y religiones solares de pueblos védicos. Los nombres europeos antiguos para la Divinidad tales como "deus" y "theos" se relacionan con el término sánscrito "deva". Actualmente la visión academicista es que jinetes kurganes -hablantes del protoindoeuropeo- y provenientes de las estepas septentrionales de los mares Negro y Caspio, llegaron a Europa entre 6000 y 5000 años atrás. La hipótesis anatolia alternativa propone que las lenguas indoeuropeas se propagaron con la expansión agrícola desde Anatolia hace unos 7500 ó 6000 años. Frawley objeta que esta teoría "no comprende las suficientes regiones orientales acerca de sus orígenes arios" (19). Algunos análisis lingüísticos recientes sugieren que la dispersión de las lenguas indoeuropeas comenzó alrededor del 8400 a. de C. (20).

Blavatsky asevera que "la forma más temprana de culto religioso y gobierno, tanto teocrático como sacerdotal, y sus hábitos y costumbres, todos hacen referencia a un origen hindú" (21). En el siglo XIX se decía comúnmente que los griegos habían tenido una influencia importante en las culturas egipcia e india; sin embargo, el flujo de ideas parece haber ido principalmente desde India hacia Egipto y luego a Grecia, o bien desde Egipto a ésta última. Se sabe que ciertos sabios y ascetas de India visitaron la Hélade, y que hubo una colonia india en Menphis hacia el 500 a. de C. Existía un vigoroso comercio entre Grecia e India y los mercaderes y pensadores indios también solían viajar a Alejandría. También Tales, Solón y Pitágoras estudiaron con filósofos egipcios; el último permaneció cerca de 22 años en Egipto, viajando de templo en templo, y otros 12 años más en Babilonia. Hay muchos paralelos entre los egipcios y la mitología india y su simbolismo. El pensamiento indio influenció los cultos mistéricos griegos de Dionisio y Orfeo, las tradiciones maniqueas y nepolatónicas, la terapéutica de Alejandría y a los esenios de Palestina (22).


Notas

2. H.P. Blavatsky, Isis Develada, TUP, 1972 (1877), 2: 46. Blavatsky también escribe: "Los ancestros de los misteriosos acadios -los Chandras o Indu-vansas, los Reyes Lunares cuya tradición les muestra reinando en Prayag (Allahabad) en épocas anteriores a nuestra era- habían venido de India y trajeron con ellos el culto a sus ancestros, al Soma, y de su hijo Budha [Mercurio] que más tarde llegó a ser el culto de los caldeos" (DS, 1: 392).

3. Isis Develada, 1:576; La Doctrina Secreta (DS), 2:203.
4. DS 1: xxxi.
5. Isis Develada, 2:457.
6. Frawley, Gods, Sages and Kings, p. 274.
7. Ibídem, p. 268-70.
8. DS 2:202, 226.
9. Blavatsky, Theosophical Glossary, p. 75.
10. Gods, Sages and Kings, p. 264-8.
11. Ibídem, p. 268.
12. The Theosophist, junio 1883.
13. Gods, Sages and Kings, p. 165, 266.
14. Ibídem, p. 268.
15. Ibídem, p. 270-1.
16. Ibídem, p. 276-7.
17. Ibídem, p. 278.
18. Ibídem, p. 280.
19. Ibídem, p. 287-93.
20. R.J. Ryder y G.K. Nicholls, "Missing data in a stochastic Dollo model for binary trait data, and its application to the dating of Proto-Indo-European", Journal of the Royal Statistical Society, Serie C ("Applied Statistics"), v. 60, 2011, p. 71-92, onlinelibrary.wiley.com; R.D. Gray y Q.D. Atkinson, "Language-tree divergence times support the Anatolian theory of Indo-European origin", Nature, v. 426, 2003, p. 435-9, nature.com; R.D. Gray, Q.D. Atkinson y S.J. Greenhill, "Language evolution and human history: what a difference a date makes", Philosophical Transactions of the Royal Society B, v. 366, 2011, p. 1090-1100, rstb.royalsocietypublishing.org.

21. Isis Develada, 2: 436-7; ver también 1: 589, 2: 431, 435.
22. Feuerstein et al., In Search of the Cradle of Civilization, p. 23, 250-1.

India, cuna de la civilización (3 de 6)

David Pratt 
Enero de 2015


Contenidos:

06. De la embestida a la migración
07. La tierra indoeuropea
08. Literatura y astronomía védicas


06. De la embestida a la migración

El arqueológo George Erdosy sostiene que no hay evidencia de que el sur de Asia haya sido invadido por una "raza de bárbaros" que gozara de superioridad militar y tecnológica, pero el registro arqueológico da una base para establecer que hubo migraciones a pequeña escala desde el centro al sur de Asia a fines del tercer siglo o comienzos del segundo milenio a. de C. (1), y así la idea de una invasión masiva y conquista de India ahora está siendo ampliamente rechazada. Los hindúes actuales no tienen registros de haber irrumpido en India, y las etnias dravídicas tampoco tienen recuerdo de haber sido conquistados y desplazados.

Mark Kenoyer dice: "No existe evidencia arqueológica o biológica de invasiones o migraciones en masa hacia el Valle del Indo entre finales de la fase Harappa (cerca del 1900 a. de C.) y el comienzo del periodo de la Historia Temprana, alrededor del 600 a. de C." Otros estudios muestran que no hay quiebre en el registro biológico entre los años 4500 y 800 a. de C. (2).

También los arqueólogos Jim Schaffer y Diane Lichtenstein afirman que no hay constataciones arqueológicas sobre una inmigración aria al noroccidente de India, durante el declive de la cultura Harappa o posterior a ello.

"La información arqueológica disponible no sustenta el paradigma que responsabiliza a un pueblo indoario culturalmente superior o intrusivo/invasivo por los logros culturales documentados arqueológicamente en el sur de Asia prehistórico".

"El registro arqueológico moderno para el sur de Asia indica una historia de continuidad cultural significativa (...) Las influencias externas afectaron a la cultura del sur asiático en períodos posteriores y revisten una historia especial, pero ha continuado una tradición identificable de tipo indo-gangética que vincula entidades sociales desde cuando se desarrolló la producción de alimentos en el séptimo milenio a. de C. hasta el presente" (2).

Los estudiosos agregan que desde fines del tercer milenio a. de C. y continuando en el segundo milenio a. de C., se abandonaron muchos asentamientos del Valle del Indo que incluían centros urbanos, pero eso fue una respuesta a cambios geológicos y medioambientales.

Algunos expertos proponen que los migrantes indoeuropeos entraron en India hacia el segundo milenio a. de C. en números relativamente pequeños, un proceso a veces descrito como "infiltración por goteo". Argumentan que estos pueblos procedieron a cambiar la lengua y religión del subcontinente, pero sin interrumpir demasiado el desarrollo de la cultura indígena y no tuvieron ningún efecto en los tipos raciales. Sin embargo, dichos académicos continúan asegurando que el Rig-Veda se escribió hacia el fin del segundo milenio a. de C., pero esto es completamente insostenible.

Desde la década de 1990 han habido numerosos estudios genéticos en poblaciones indias, a menudo llegando a conclusiones divergentes. Michel Danino precisa que los análisis génicos recientes no refuerzan la teoría de la embestida/migración en masa, y contradicen la idea de que un gen "caucasoide" o acervo genético del centro asiático hubiera arribado a India en el 1500 a. de C., lo que da cuenta de la considerable diversidad genética en el subcontinente al usar una escala de tiempo de 40.000 a 50.000 años, en lugar de sólo unos pocos milenios. Stephen Oppenheimer argumenta que el linaje M17 mtDNA puede haberse originado en India o Pakistán hace unos 51.000 años, y cuya influencia puede trazarse a través de Kashmir, Asia Central y Rusia, antes de llegar a Europa (4).

De esta forma, algunos arqueólogos piensan que los indoarios estaban presentes en India antes del 2000 a. de C., pero la gran pregunta es "¿hace cuánto tiempo y en qué cantidad?" Feuerstein et al. enfatizan: "Las pequeñas migraciones de grupos hablantes de indoeuropeo, al igual que en el caso de otros pueblos, bien pueden haber sucedido en tiempos de Harappa, como han hecho a través de la historia de India, pero cuando llegaron a esta región se encontraron con una sociedad que poseía un prominente contingente indoeuropeo, si no dominante; en otras palabras, las comunidades que hablaban el sánscrito védico" (5).

Feuerstein et al. creen que las poblaciones védicas podrían haber sido generadoras de la cultura Indo-Sarasvati, es decir, que los Harappas y védicos eran uno y lo mismo; sin embargo, esto está pendiente de confirmación y provoca agrias polémicas, pero los investigadores que han desechado esta noción, o incluso negando que el pueblo védico pudo haber convivido pacíficamente junto a los Harappas, "a menudo han subrayado los asombrosos paralelos entre los artefactos encontrados en el Indo y el testimonio escritural védico" (6).


Referencias

1. George Erdosy (editor), The Indo-Aryans of Ancient South Asia: Language, material culture and ethnicity, Berlin/New York: Walter de Gruyter, 1995, p. 23, books.google.nl.

2. Bryant y Patton, The Indo-Aryan Controversy, p. 328.
3. Ibídem, p. 83, 93.
4. Michel Danino, "Genetics and the Aryan debate", archaeologyonline.net/artifacts/genetics-aryan-debate. Sobre los problemas en la interpretación de datos, ver "Orígenes humanos", sección 2.

5. In Search of the Cradle of Civilization, p. 102.
6. Ibídem, p. 121.


07. La tierra indoeuropea

Muchos expertos actuales creen que los hablantes indoeuropeos originales -o protoindoeuropeos- vivían en alguna parte de las estepas hacia el norte y este del Mar Caspio antes de migrar a Europa, el Oriente Medio (principalmente Irán) e India. Otros han situado la tierra indoeuropea ("aria") en otras partes de Asia Central, Europa Central o del Este, Escandinavia o Anatolia (actual Turquía).

Admitiendo que las lenguas se desarrollan más lentamente que lo pensado en un comienzo, los lingüistas han retrasado la datación del grupo de idiomas indoeuropeos. Al principio manifestaban que el protoindoeuropeo se dividió en diferentes lenguas alrededor del 1500 a. de C., pero ahora muchos aceptan que esto sucedió hasta 4500 años antes. Ya alrededor del 3000 a. de C. el indoeuropeo se hablaba a través de Europa y por algunos representantes no indoeuropeos (esto es, el vasco, etrusco e ibérico) (1).


Fig. 7.1. Distribución actual aproximada de las ramas de la lengua indoeuropea en Europa y Asia. Las áreas punteadas o rayadas indican las zonas donde el multilingüismo es común (en.wikipedia.org).

Ciertos investigadores creen que los hablantes indoeuropeos auténticos eran originales de India; por ejemplo, Satya Swarup Misra, un proponente de la teoría aborigen ("out of India")*, afirma que "cerca del 5000 a. de C. o antes (...) los indoarios (arios o indoeuropeos) migraron desde India por el noroeste, primero a Irán y entonces a otras regiones de Asia y Europa" (2), pero varios especialistas piensan que la comarca original indoeuropea se encuentra fuera de India. A menudo se dice que la lingüística provee evidencia mezquina con respecto a la teoría de la invasión/inmigración aria por una tierra original no índica, y a la familia de lenguas indoeuropeas, pero Koenrad Elst sostiene que los datos lingüísticos son "un tipo de evidencia muy débil" y pueden ser compatibles con una variedad de escenarios, incluyendo la teoría "out-of-India" (3).

Colin Renfrew propone que los hablantes protoindoeuropeos vivían en Anatolia hace unos 7500 años, en el alba de la era neolítica. El autor asevera que la cultura del Valle del Indo fue producto de indoarios pre-védicos, y que la cultura védica llegó mucho más tarde y sólo entonces escribieron el Rig-Veda (4). Shaffer y Lichtenstein, sin embargo, dicen que los datos arqueológicos no apoyan la postura de Renfrew o cualquier versión de la hipótesis sobre migración/invasión que involucre movimiento de grupos occidentales al sur de Asia (5); asimismo, el registro genético tampoco respalda la hipótesis de Renfrew (6).

Incluso algunos expertos contemporáneos más conservadores asignan a los primeros hablantes indoeuropeos una datación de al menos 4000 años a. de C. Esto significa que los "arios" podrían haber sido nativos de India por muchos años antes de la alegada invasión/migración en el segundo milenio a. de C., y que su lengua sánscrita se derivaría de los primeros dialectos indoeuropeos (7).

*N.del T.: "El nombre en inglés de esta hipótesis (out of India) ―que intenta decir ‘originado en India’― fue mal elegido, ya que la acepción más conocida de la palabra inglesa out es ‘afuera’; por lo tanto una persona que no conociera bien el idioma inglés podría creer que esta hipótesis sostiene que los indios se originaron ‘fuera de India’ (lo cual es justamente la postura de la hipótesis contraria, la migración indoaria, que afirma que los indios se originaron fuera de India)", según se consigna en https://es.wikipedia.org/wiki/Arios_ind%C3%ADgenas#cite_note-2.


Referencias

1. Feuerstein et al., In Search of the Cradle of Civilization, p. 57.
2. Bryant y Patton, The Indo-Aryan Controversy, p. 205.
3. Koenraad Elst, "Linguistic aspects of the Aryan non-invasion theory", The Indo-Aryan Controversy, p. 234-81; koenraadelst.bharatvani.org.

4. Frawley, Gods, Sages and Kings, p. 256-7.
5. The Indo-Aryan Controversy, p. 97.
6. Danino, "Genetics and the Aryan debate".
7. In Search of the Cradle of Civilization, p. 155.


08. Literatura y astronomía védicas

En el hinduismo, los Vedas (donde "veda" significa "conocimiento") son clasificados genéricamente como shruti o "sabiduría revelada", implicando que las enseñanzas fueron concedidas por grandes sabios o rishis que poseían un alto grado de conciencia. Hoy se reconocen cuatro Vedas: Rig-Veda, Yajur-Veda, Sama-Veda y Atharva-Veda, que sirvieron de base para la literatura revelada posterior que comprende los Brahmanas (comentarios de los Vedas, detallando el proceder correcto en rituales), los Aranyakas (textos rituales y meditacionales para los ascetas que vivían en bosques), y los Upanishads (que exponían el significado secreto y filosófico de himnos védicos). Hay también numerosos trabajos pertenecientes al smriti o conocimiento tradicional o recordado. Éstos incluían los Sutras (que tratan de ritual, ley y moralidad), dos grandes epopeyas (Mahabharata y Ramayana) y docenas de Puranas (colecciones enciclopédicas de mito, leyenda y genealogía).

Helena P. Blavatsky se refiere a los Vedas como "los más antiguos y sagrados de los trabajos sánscritos", diciendo que fueron enseñados oralmente por miles de años antes que fueran compilados a orillas del lago Manasarovar en Tíbet (1). El Rig-Veda, el primero y más importante de los Vedas, fue dictado por grandes sabios en el lago Manasarovar hace "docenas de miles de años"; más tarde los brahmanes cruzaron el Himalaya a través de las calurosas llanuras de los Siete Ríos (2). Puesto que fue reunido en su forma original por Veda-Vyasa, los brahmanes asignan a los Vedas una antigüedad de 3100 años a. de C. Blavatsky enfatiza que los Vedas no son un sólo trabajo, pues cada tomo y casi todo himno es producción de varios autores, escritos en varias épocas durante la evolución de la raza indoaria (3). La mayoría de expertos contemporáneos cree que fueron compuestos en torno al 1500-1200 a. de C., y es muy posible que en su forma actual no sean tan antiguos, pero esto no afecta a la gran historia védica tradicional.

Los hindúes observaron minuciosamente el cielo y los ciclos lunares, dividiéndolo en regiones por las que nuestro satélite natural pasa por 27 (o a veces 28) "mansiones lunares" (nakshatras), y cada una de ellas contiene un asterismo o grupo de estrellas principal. La Luna tarda alrededor de un día en pasar por esas 27 mansiones individualmente, y demora un mes lunar en recorrer todas ellas. Puesto que una mansión lunar comprende un promedio de 131/3 grados, el punto del equinoccio vernal demora cerca de 960 años en transitar por aquélla, basado en una tasa promedio precesional de 1° cada 72 años (4).

Los anales hindúes posteriores para las mansiones lunares comienzan con Ashvini (estrella principal Beta Arietis); el equinoccio vernal estaba localizado en el límite entre Ashwini y Revati al final del siglo VI d. de C. Los registros más antiguos sobre dichas mansiones lunares -en partes del Yajur y Atharva-Vedas, los Brahmanas y Upanishads- comienzan con Kritikka (grupo estelar Pléyades, en Tauro) (5), y Alcyone, la estrella principal, habría coincidido con el equinoccio vernal cerca del 2300 a. de C. Partes de los Brahmanas y Vedas posteriores dicen que ese punto equinoccial estaba en Mrigashira (estrella principal Lambda Orionis/Meissa), lo que corresponde a una fecha de unos 4000 años a. de C.; y el Rig-Veda contiene una referencia a este fenómeno en Punarvasu (estrella principal Pollux, en Géminis), indicando una fecha en torno al 6000 a. de C. (6).

En una serie de artículos publicados en The Theosophist (1881-1882) el experto hindú Krishna Shastri Godbole (7) se refirió a una serie de observaciones astronómicas en libros sagrados hindúes que señalan diferentes posiciones pasadas del equinoccio primaveral en relación con las mansiones lunares, y calculó los años en que se pudieron haber realizado esas constataciones, considerando una tasa promedio precesional de 50 segundos de arco por año:

1. Equinoccio vernal en el comienzo de Kritikka: 1421 a. de C. (8).
2. Al comienzo de Ardra: 4301 a. de C. (9).
3. Al inicio de Mula: 16.335 a. de C. (10).
4. En Abhijit: 19.112 a. de C. (11).

Godbole concluye que los arios estaban bien familiarizados con los movimientos del Sol y la Luna mediante estrellas "fijas", mediciones de meses y años solares/lunares, y también con la precesión de equinoccios al menos desde el 20.000 a. de C.: "Si los trabajos posvédicos -Upanishads, Brahmanas, etc., etc., hasta los Puranas- se examinan críticamente, nos transportan hasta el año 20.000 a. de C.; entonces, la época de composición para los Vedas no puede ser inferior al 30.000 a. de C., redondeando las cifras" (12).


Notas

1. Helena Blavatsky, The Theosophical Glossary, Los Angeles, CA: Theosophy Company, 1973 (1892), p. 362. Blavatsky afirma que los Vedas se crearon decenas de miles de años anteriores a la "Teogonía" de Hesíodo (cerca del 700 a. de C.) y los Puranas (Doctrina Secreta, 2: 450, 2: 527) (...) También asegura que el Rig-Veda fue escrito por los primeros iniciados de la Quinta Raza-Raíz (DS, 2:606) (...).

Además Blavatsky sostiene: "Cuando se toma en cuenta que los Vedas llegaron del lago Manasarowara en Tíbet (...) y los propios brahmanes desde el lejano norte, tenemos justificación de investigar en las doctrinas esotéricas de cada pueblo que una vez tuvo o aún tiene [la doctrina esotérica transhimaláyica] (...) como procedentes de una única fuente, llamándose así doctrina 'aria-caldeo-tibetana' o Religión de la Sabiduría Universal" (The Theosophist, enero 1882).

2. Theosophical Glossary, 277; "Tibetan Teachings", en H.P. Blavatsky Theosophical Articles, Theosophy Company, 2018.

3. Theosophical Glossary, 362.
4. "Inversiones polares y catástrofes geológicas", parte 1.
5. Bryant y Patton, The Indo-Aryan Controversy, p. 315.
6. Frawley, Gods, Sages and Kings, p. 342-4; The Indo-Aryan Controversy, p. 324-5.

7. Krishna Shastri Godbole, "Antiquity of the Vedas", The Theosophist; parte 1: agosto 1881, p. 238-40; parte 2: septiembre 1881, p. 262-4; parte 3: octubre 1881, p. 22-4; parte 4: noviembre 1881, p. 34-5; parte 5: diciembre 1881, p. 72-4; parte 6: febrero 1882, p. 125-7. Errata: febrero 1882, p. 127 (...).

8. "Antiquity of the Vedas", parte 2. Goldbole puntualiza que la fecha sería el 1516 a. de C., si usamos una tasa de precesión de 48,57" por año, determinada por astrónomos hindúes en el 945 a. de C. En todos sus cálculos, el autor asume que todas los 27 (ó 28) asterismos lunares son de igual anchura, como especifican algunos textos antiguos. Por otra parte, el Surya-Siddhanta, texto astronómico clave, habla de los 28 asterismos lunares distribuidos muy desigualmente a lo largo de la eclíptica (ver la edición de E. Burgess del Surya-Siddhanta, reimpresión: San Diego, CA: Wizards Bookshelf, 1978).

Usando los datos dados por Burgess en la página 355 para la verdadera longitud eclíptica de las principales estrellas -o "límites"- de los 28 asterismos en el 560 a. de C., los datos en la página 321 ("posición en su porción") para la distancia de cada estrella principal desde el inicio de su mansión lunar (como se da en el Surya-Siddhanta), y si consideramos una tasa promedio en la precesión de 50"/año ó 48,57"/año, el equinoccio vernal habría estado en el comienzo de Kritikka en 1539 a. de C. ó 1600 a. de C. respectivamente.

Goldbole otorga esta información considerando que el equinoccio vernal se localizaba al inicio de las casas lunares en cuestión, esto es, el punto donde la Luna entra en esa mansión en su movimiento mensual aparente hacia el este, a través de las constelaciones como se ven desde la Tierra. Ya que la precesión de los equinoccios causa que el punto vernal se traslade por las constelaciones zodiacales en la dirección opuesta (esto es, de este a oeste), el comienzo de una casa lunar es el punto donde el equinoccio deja esa mansión, luego de demorar cerca de mil años para pasar por ella.

9. "Antiquity of the Vedas", parte 3. La fecha de Goldbole es 4480 a. de C. para una tasa de precesión de 48,57"/año. Usando los datos del Surya-Siddhanta, las fechas son 4341 a. de C. y 4484 a .de C. respectivamente.

10. "Antiquity of the Vedas", parte 3. Usando los datos del Surya-Siddhanta: 16.977 a. de C.

11. "Antiquity of the Vedas", parte 3. Usando los datos del Surya-Siddhanta: 18.539 a. de C.

12. "Antiquity of the Vedas", parte 6, p. 127.

India, cuna de la civilización (2 de 6)

David Pratt 
Enero de 2015


Contenidos:

04. ¿Védico o no védico?
05. Los arios


04. ¿Védico o no védico?

Al determinarse que los "arios invasores" habían establecido la cultura védica, se asumió apresuradamente que la civilización anterior de Indo-Sarasvati era pre-védica, pero tanto los Vedas como la evidencia arqueológica muestran que los arios védicos vivieron en India mucho tiempo antes de su hipotético arribo, y que no eran simples "hordas de vagabundos" sino habitantes de ciudades y entusiastas marineros y mercantes.

Generalmente se creía que el centro de la civilización védica era Punjab, que literalmente significa "cinco ríos". Sin embargo, en la literatura védica se cuenta que el área noroccidental de India -que formaba el territorio central de la antigua civilización índica- era conocida como "Tierra de los Siete Ríos", de los que el principal era el Sarasvati. Como muestran las imágenes satelitales, este río (una extensión del actual río Ghaggar o Hakra) atravesaba en otras épocas el vasto Thar o Gran Desierto Indio, que en el pasado fue una fértil región.

De esta manera, la tierra védica no estaba confinada sólo a Punjab y su río central era el Sarasvati, no el Indo. El primero de ellos se secó alrededor del 1900 a. de C., esto es, el periodo en que la cultura del Valle del Indo llegó a su fin. El río Drishadvati, también mencionado en la literatura védica, se secó en torno al 2600 a. de C. Algunos textos indios describen al Sarasvati desembocando en el océano, y esto probablemente terminó hace al menos unos 8000 o quizá 12.000 años (1).

Existe una asombrosa continuidad cultural entre la civilización Indo-Sarasvati y las subsiguientes sociedad y cultura hindúes, lo que se puede apreciar en las ideas religiosas, artes, manualidades, arquitectura, estilo de escritura y en el sistema de pesos y medidas. Muchos sitios de Harappa han revelado la existencia de altares de culto al fuego y construidos en la misma forma que aquéllos que tenían los pueblos védicos, junto con implementos sacrificiales correspondientes a los usados en la "ceremonia del soma", central para la religión védica. El yoga ya se practicaba hace 4700 años, e incluso en Mehrgarh hay evidencia del uso de cobre, cultivo de cebada y crianza de ganado en una época muy temprana, todos características de la cultura védica, aunque se creía en un tiempo que la ganadería fue introducida en India por los "arios invasores".

También existe una asombrosa continuidad racial, pues las excavaciones hechas en Harappa han descubierto esqueletos pertenecientes a miembros de varios grupos raciales, los cuales todavía hoy están presentes en India. Los textos hindúes señalan que las ciudades eran parte integral de la cultura védica, y que aparentemente eran centros cosmopolitas donde convivían diferentes grupos étnicos en relativa paz o convocados por intereses comerciales (2).

La escritura del Indo, encontrada en numerosos sellos, ya estaba completamente desarrollada cuando -según se afirma- apareció alrededor del 3500 a. de C. y muestra fuertes vínculos con la posterior escritura Brahmi, la que dio origen al sistema Devanagari en la que hoy se registra el sánscrito (hay también similitudes entre la escritura del Indo y algunos de los signos usados en la escritura rongorongo de Isla de Pascua (3)). La escritura del Indo aún no ha sido descifrada de manera convincente, porque ninguna de las inscripciones son lo suficientemente largas, pero sí hay indicios de que podría ser una lengua indoaria, y si esto se confirmara, cuestionaría seriamente dos siglos de especulación acerca de las lenguas indoeuropeas (4).


Fig. 4.1. Sellos característicos de la cultura Harappa (arthistoryworlds.com).

Una de las razones por las que se catalogó como "no védica" a la cultura Indo-Sarasvati fue la "ausencia de caballos y carros", los que se mencionan ampliamente en los Vedas. Sin embargo, se han encontrado pruebas de la utilización de equinos en varios sitios Harappa y pre-Harappa, junto a juguetes con ruedas, lo que sugiere el empleo de vehículos rodantes. En el Rig-Veda se dice que los enemigos de las gentes védicas también tenían dichos animales; más aún, los carros no son vehículos de pueblos nómades, y es difícil imaginar a alguien usándolos para cruzar los pasos rocosos de Afganistán (5).

Muchos expertos traducen el término védico ayas como "hierro", y ya que este metal no fue encontrado inicialmente en los sitios del Valle del Indo, se infirió que fueron los arios védicos quienes introdujeron su uso en India. Otros especialistas sugieren que ayas significa "bronce" o "cobre". En cualquier caso, y debido a que también se describe en los Vedas a los Dasyus como enemigos del grupo ario y poseedores de "ayas" y que lo empleaban para construir sus ciudades, esto no sostiene la idea de una guerra armada entre pueblos védicos que usaban hierro y los pueblos del Valle del Indo que no lo conocían (6). La evidencia sobre el empleo de éste último en India es cada vez más antigua: la fecha más anterior hasta ahora es el 1800 a. de C. (7). 

El hallazgo de una veintena de esqueletos en Mohenjo-Daro fue presentado como prueba de una "masacre" por "conquistadores arios", pero todos los occisos provenían del pueblo y ninguno de la citadela (sede del gobierno), y los individuos habían muerto en fechas muy diferentes. El arqueólogo B.B. Lal escribe: "Ningún sitio de la civilización Harappa ha desentrañado alguna evidencia de destrucción violenta, mucho menos de una invasión" (8). Las guerras mencionadas en el Rig-Veda parecen ser principalmente conflictos intertribales entre diferentes pueblos védicos y reinos, implicando un quiebre entre los mentalmente espiritualizados y los más mundanos. Como escriben Feuerstein et al.: "Los enemigos eran 'arios caídos' (desviados de los valores védicos, quizá temporalmente), o bien grupos no arios (tribus no hablantes de la lengua indoeuropea o que no compartían los valores morales de las gentes védicas)" (9).

En lugar de la hipótesis que apunta a la destrucción de ciudades Harappa por invasiones arias, parece ser que fueron abandonadas principalmente por cambios geológicos y climáticos importantes. Alrededor del 1900 a. de C. una serie de trastornos tectónicos causaron que varios ríos cambiaran sus cursos, conduciendo a inundaciones devastadoras y a la sequedad del Sarasvati. Como resultado, la civilización índica se eclipsó temporalmente y su centro se trasladó hacia el este, a los valles del Ganges y del Yamuna, lo que queda en evidencia por el registro arqueológico, y también reflejado en la literatura védica posterior tales como los Brahmanas y Puranas.

Fig. 4.2. Traslado de la civilización índica desde los ríos Indo y Sarasvati al Ganges después del 1900 a. de C.

Ciertamente los pueblos védicos no eran una "comunidad primitiva nómada", pues la astronomía y las matemáticas eran ciencias muy desarrolladas, y el Rig-Veda señala un avanzado nivel de sofisticación cultural y filosófica, dando testimonio de una gran cultura. Como se mostrará en la sección 8, las referencias astronómicas en la literatura védica sugieren que los astrónomos ya observaban los cielos hace más de 20.000 años.


Referencias

1. Feuerstein et al., In Search of the Cradle of Civilization, p. 158; Graham Hancock, Underworld: The mysterious origins of civilization, New York: Three Rivers Press, 2002, p. 165.

2. In Search of the Cradle of Civilization, p. 157-8.
3. "Los secretos latentes en Isla de Pascua y el Pacífico", sección 7.
4. In Search of the Cradle of Civilization, p. 135-9; Edwin F. Bryant y Laurie L. Patton (editores), The Indo-Aryan Controversy: Evidence and inference in Indian history, New York: Routledge, 2005, p. 492.

5. In Search of the Cradle of Civilization, p. 157; David Frawley, Gods, Sages and Kings: Vedic secrets of ancient civilization, Salt Lake City, UT: Passage Press, 1991, p. 252; The Indo-Aryan Controversy, p. 69-71.

6. Gods, Sages and Kings, p. 252-3.
7. Rakesh Tewari, "The origins of iron-working in India: new evidence from the Central Ganga Plain and the Eastern Vindhyas", Archaeology Online, 2003, archaeologyonline.net.

8. The Indo-Aryan Controversy, p. 52-3.
9. In Search of the Cradle of Civilization, p. 110.
10. Ibídem, p. 97.


05. Los arios

A mediados del siglo XIX surgió la teoría de una "raza aria" que hablaba una lengua indoeuropea arcaica y que en tiempos prehistóricos se estableció en la antigua Irán y el norte del subcontinente indio. Esta idea permaneció hasta bien entrado el siglo XX, pero desde entonces un número creciente de investigadores occidentales ha rechazado la hipótesis de la invasión aria y el uso del término "ario" como designación racial, y sin referirse más a las lenguas indoeuropeas o indoiranias como "arias", sino que usaron el término "indoario" para aludir a las lenguas del norte de India y sus hablantes (1).

En la centuria decimonónica algunos escritores sostuvieron que la tierra original de los "arios" o hablantes indoeuropeos fue el norte de Europa. También se creyó que los pueblos nórdicos o germánicos, con su cabello rubio y ojos azules, eran los miembros más puros de la raza "aria" blanca y por ende superiores a "semitas", "amarillos" y "negros". A principios del siglo XX los nazis abrazaron esta teoría, argumentado que los arios eran la "raza maestra" destinada a gobernar el mundo sobre las "inferiores", y como ya se sabe, dicha idea culminó con los horrores del holocausto. 

La ideología nazi racista representa una completa corrupción del significado original de "ario". La palabra es el anglicismo de la expresión sánscrita arya que significa "noble" o "cultivado". Feuerstein et al. señalan:

"La gente que transmitió la herencia sagrada de los Vedas se describió a sí misma en una forma muy especial, pues originalmente la palabra sánscrita arya no designaba una raza particular o lengua, sino una cualidad moral o disposición mental, aquélla de la 'nobleza' (...) Se dice en los textos védicos que Manu, el mítico progenitor de la humanidad en el presente ciclo mundial, dio el nombre de 'arya-varta' (que significa 'casa de la noble tradición') al área entre los Himalayas y las montañas Vindhya" (2).

Así, los arios fueron aquéllos de "mente y corazón nobles" que honraban la tradición sagrada atemporal de sus ancestros. El sentido de la palabra está presente inclusive en el budismo, pues Buda llamó a su enseñanza "arya dharma" o "vía de los arios", mientras que el nombre del Maestro es Gautama o "descendiente de Gotama", uno de los siete sabios védicos. Los jainistas también se llaman a sí mismos "arios", como hacían los antiguos persas.

N.S. Rajaram dice que "la idea de los arios como extranjeros que invadieron India y destruyeron la existente civilización de Harappa es una invención europea moderna" y "no tiene respaldo alguno de los registros indios, sean éstos literarios o arqueológicos". La palabra arya "denotaba ciertos valores espirituales y humanistas que definían a su civilización" (3).


Fig. 5.1. Arriba: una esvástica dibujada en la cabeza afeitada de un niño brahmán antes de la ceremonia sagrada del cordón (Upavita). Debajo: estatua de Buda con una esvástica en el pecho, conocida como "el sello del corazón".

La esvástica, derivada del sánscrito svasti (bienestar), es un antiguo símbolo sagrado que se encuentra en todo el mundo; por ejemplo, era conocido por harappas, asirios, caldeos, persas, egipcios, griegos, romanos, celtas, pueblos nórdicos, indígenas de América, paganos europeos y los primeros cristianos, y todavía se usa comúnmente por hindúes, jainistas y budistas. La evidencia conocida más remota de la esvástica es una figurilla de marfil descubierta en Mezine, Ucrania, y se piensa que tiene una antigüedad de 12.000 años (4).

Helena P. Blavatsky afirma que la esvástica "tuvo su origen en las concepciones místicas de los primeros arios". Las líneas verticales y horizontales representan el espíritu y la materia respectivamente, mientras que los brazos inclinados indican el movimiento. Entre otras cosas, el símbolo representa las fuerzas dinámicas de la evolución cósmica, "el giro perpetuo de la rueda de la vida" (5). Mientras que todavía permanece como símbolo de vida y buena fortuna en oriente, en occidente es visto como símbolo de "muerte y odio racial", debido a su empleo indiscriminado por nazis y racistas blancos modernos. En la década 2000 hubo iniciativas para prohibir todo uso público de este símbolo en la Unión Europea, los que finalmente fueron desechados por la vigorosa oposición de hindúes y otros grupos religiosos (6).

Los drávidas, quienes supuestamente fueron desplazados hacia el sur por los arios invasores, en realidad creen que su cultura se originó a partir de arios védicos que migraron del norte de India, y datan su cultura en tiempos del gran sabio Agastya, mencionado en el Rig-Veda. Los drávidas se convirtieron en una fuerte nación marítima y extendieron la cultura aria al sudeste de Asia y quizá también más al este y al oeste. Los arios y drávidas pertenecen a la misma rama mediterránea de la raza caucásica; los últimos probablemente tengan la piel más oscura por una adaptación al clima más tórrido en el cual viven (7). Sin embargo, es posible que los drávidas entraran en India durante una época migratoria mucho anterior.

Las lenguas dravídicas, como el telugu y el tamil, dominan el extremo sur del subcontinente indio, mientras que las indoeuropeas prevalecen en el sector norte. Los variados dialectos dravídicos son aglutinantes, es decir, sus palabras invariables y partículas se juntan para formar frases con significados cada vez más complejos. En contraste, las lenguas indoeuropeas son inflexionales, esto es, se agregan diferentes terminaciones a las palabras raíces para expresar funciones gramaticales como tiempo, persona, número, género y caso. Las lenguas aglutinantes "tienen mucho en común con varias lenguas europeas [no indoeuropeas] y del norte de Asia incluyendo el finés, húngaro, el antiguo búlgaro, turco, y quizá incluso el japonés, todos los cuales pertenecen a las ramas de lenguas ugrofinesas y uralo-altaicas" (8). La historia dravidiana atribuye a Agastya la creación del tamil, su lengua más antigua. Por otra parte, algunos especialistas especulan que las lenguas semíticas, indoeuropeas y dravídicas pueden pertenecer a una familia más amplia de idiomas nostráticos.


Referencias

1. britannica.com/EBchecked/topic/37468/Aryan.
2. Feuerstein et al., In Search of the Cradle of Civilization, p. 46.
3. N.S. Rajaram, "Aryan invasion-history or politics?", archaeologyonline.net/artifacts/aryan-invasionhistory.html.

4. ancient-origins.net.
5. Ver H.P. Blavatsky, La Doctrina Secreta, Pasadena, CA: Theosophical University Press (TUP), 1977 (1888), 2: 99-101, 586-7.

6. reclaimtheswastika.com/news.
7. In Search of the Cradle of Civilization, p. 140.
8. Ibídem.