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10 de marzo de 2022

El aspecto lingüístico en las Razas-Raíz


De "La Doctrina Secreta" (H.P. Blavatsky), vol. 2, p. 198-201

Veamos lo que dice la filosofía oculta sobre el origen del lenguaje.

La Cuarta Raza desarrolló el habla

Los Comentarios explican que la Primera Raza, los Hijos etéreos o astrales del Yoga -también llamados "autonacidos"- en nuestro sentido no hablaba, puesto que carecía de mente en nuestro plano. La Segunda Raza tenía un "lenguaje de sonido", a saber, expresiones similares a cantos compuestos sólo de vocales. Después la Tercera Raza desarrolló al principio un tipo de lenguaje que fue sólamente una leve mejora sobre los diversos sonidos de la Naturaleza, el grito de insectos gigantes y de los primeros animales que, sin embargo, eclosionaron a duras penas en el día de los "Nacidos del Sudor" (la Tercera Raza temprana). En su segunda mitad, cuando éstos últimos dieron origen a los "nacidos por  huevos" (la Tercera Raza intermedia) y cuando éstos en lugar de "salir del cascarón" (que el lector perdone la expresión más bien ridícula cuando se aplica a los seres humanos en nuestra época), como seres andróginos, comenzaron a evolucionar en machos y hembras por separado; y entonces sólo se desarrolló el habla en el momento en que la misma ley de evolución los llevó a reproducir su género sexualmente, un acto que obligó a los dioses creadores -impulsados por la ley kármica- a encarnarse en hombres sin mente. Pero incluso entonces no fue mejor que un esfuerzo tentativo, pues toda la raza humana disponía en ese momento de "un lenguaje y un labio". Esto no impidió que las dos últimas subrazas de la tercera raza (1) construyeran ciudades y sembrasen por todas partes las primeras simientes de la civilización bajo la guía de sus divinos instructores (2) y sus propias mentes ya despiertas. El lector también debe tener en cuenta que, puesto que cada una de las siete razas se divide en cuatro edades -Dorada, Plata, Bronce y Hierro-, también lo es la división más pequeña de dichas razas (3). De acuerdo con la enseñanza oculta, el habla se desarrolló luego en el siguiente orden:

I. Lenguaje monosilábico; la de los primeros seres humanos desarrollados en completitud aproximadamente a fines de la Tercera Raza Raíz, los hombres de "color dorado" o tez amarilla, luego de su separación en sexos y el pleno despertar de sus mentes. Antes de esa fase se comunicaban a través de lo que ahora se llamaría "transferencia de pensamiento" aunque, con excepción de la Raza llamada "Hijos de la Voluntad y el Yoga" -la primera en que se encarnaron los "Hijos de la Sabiduría"-, el pensamiento estaba muy poco desarrollado en el naciente hombre físico y nunca se elevó por encima de un nivel terrestre bajo. Como sus cuerpos físicos eran pertenecientes a la Tierra, sus mónadas permanecían en un plano más elevado en conjunto. El lenguaje no podía desarrollarse bien antes de adquirir y desarrollar completamente sus facultades de razonamiento. Por así decirlo, este lenguaje monosilábico fue el "padre vocal" de las lenguas homólogas mezcladas con consonantes duras, todavía en uso entre las razas amarillas que son conocidas por la antropología (4). 

II. Estos rasgos lingüísticos evolucionaron a los lenguajes aglutinantes, los cuales fueron hablados por algunas razas atlantes, mientras que otras reservas progenitoras de la Cuarta Raza conservaron la lengua materna; y a medida que las lenguas tienen su evolución cíclica, infancia, pureza, crecimiento, caída en la materia, mezcla con otros idiomas, madurez, decadencia y finalmente su muerte (5), así también la comunicación primitiva de las razas atlantes más civilizadas -y dicho lenguaje se conoce como Rakshasi Bhasa en las antiguas obras sánscritas- decayó y estuvo a punto de extinguirse, mientras que la "crema y nata" de la Cuarta Raza gravitaba cada vez más hacia el vértice de la evolución física e intelectual dejando así como reliquia a la Quinta Raza (aria) las lenguas inflexibles y altamente desarrolladas; al final la de tipo aglutinante decayó y permaneció como idioma fragmentario fósil, ahora disperso y casi limitado a las tribus aborígenes de América.

III. El habla de inflexión o raíz del sánscrito, erróneamente llamado "la hermana mayor" del griego -en lugar de su madre- fue el primer idioma que ahora es la lengua misteriosa de los Iniciados de la Quinta Raza. En cualquier caso, las lenguas "semíticas" son descendencia bastarda de las primeras corrupciones fonéticas por los hijos mayores del sánscrito temprano. La doctrina oculta no admite divisiones tales como el ario y el semita, aceptando incluso al turaniano con amplias reservas. Los semitas, especialmente los árabes, son arios tardíos degenerados en espiritualidad y perfeccionados en aspectos materiales. A éstos pertenecen todos los judíos y árabes. Los primeros son una tribu descendiente de los Tchandalas de India o marginados, muchos de ellos ex-brahmanes que buscaron refugio en Caldea, el valle de Sindh y Aria (Irán), y realmente nacieron de su padre A-bram ("sin brahmán") unos 8.000 años a. de C. Los árabes son descendientes de aquellos arios que no ingresarían a India en el momento de la dispersión de naciones, algunos de los cuales permanecieron por esa causa en sus tierras fronterizas, en Afganistán y Kabul (6) y a lo largo del Oxus, mientras que otros penetraron e invadieron Arabia.

Pero esto sucedió cuando África ya se había alzado como continente. Mientras tanto, tenemos que seguir la evolución gradual de la especie ahora verdaderamente humana y tan de cerca como el espacio limitado lo permita. Debemos buscar el origen de los antropoides en la evolución detenida de modo abrupto en ciertas subrazas y su desvío forzado hacia la línea puramente animal por cruzamiento artificial -verdaderamente análogo a la hibridación- que ahora hemos aprendido a utilizar en los reinos vegetal y animal.

Como vemos, los "Señores de Sabiduría" no encarnaron en estos monstruos cubiertos de pelo rojo, fruto de la conexión no natural entre hombres y animales. Así, por causa de una larga serie de transformaciones debidas a cruzamientos no naturales ("selección sexual" antinatural), se originaron a su debido tiempo los especímenes más bajos de la humanidad, mientras que la bestialidad adicional y el resultado de sus primeros esfuerzos animales de reproducción engendraron una especie que se convirtió en monos mamíferos años más tarde (7). 

En cuanto a la separación de sexos, no ocurrió de forma repentina como uno puede pensar, pues la Naturaleza avanza lentamente en su labor.

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(1) Para evitar confusiones, recordamos al lector que el término "Raza-Raíz" se aplica a una de las siete grandes Razas, "sub-Raza" a una de sus grandes ramas y "raza familiar" a una de las subdivisiones que incluye a naciones y grandes tribus.

(2) En la sección sobre las Dinastías Divinas se explica la naturaleza de estos "instructores".

(3) Véase sección adjunta a las "Divisiones en Yugas".
(4) Sin embargo, las actuales razas amarillas son descendientes de las primeras ramas de la Cuarta Raza. De la Tercera, los únicos descendientes puros y directos son, como se dijo anteriormente, una parte de los australianos caídos y degenerados cuyos ancestros lejanos pertenecían a una división de la séptima subraza de la Tercera Raza. El resto es de ascendencia mixta lemuroatlante y desde entonces han cambiado completamente en estatura y capacidades intelectuales.

(5) Ciertamente el idioma es coetáneo con la razón y nunca podría haberse desarrollado antes de que los hombres se hicieran uno con los principios constituyentes en ellos, los que fructificaron y despertaron a la vida el elemento manásico latente en el humano primitivo; pues, como el profesor Max Müller nos dice en su Science of Thought, "el pensamiento y el lenguaje son idénticos". Sin embargo, es bastante riesgoso agregar a esto la reflexión de que "los pensamientos que son demasiado profundos para las palabras en realidad no existen en absoluto", ya que el razonamiento impreso en las tablas astrales existe en la eternidad, independiente si están expresados o no. El Logos es a la vez razón y habla, pero el lenguaje que se desarrolla en ciclos no siempre es adecuado para expresar pensamientos espirituales. Además, en cierto sentido el Logos griego es equivalente del Vach sánscrito, "el rayo del espíritu inmortal (intelectual)". Y el hecho de que Vach (como Devasena, un aspecto de Saraswati o diosa de sabiduría oculta) es esposa del eterno Kumara célibe, revela una sugerente referencia -aunque velada- a los Kumaras, aquéllos "que se negaron a crear", pero que luego fueron obligados a completar al hombre divino cuando se encarnaron en él. Todo esto se explicará en detalle en las siguientes secciones.

(6) Hablando en su novena tabla sobre los Kabolitae (tribus de Kabul), Ptolomeo los llama Aristophyli, las tribus nobles o aristócratas. Los afganos se llaman a sí mismos Ben-Issrael (hijos de Is (sa) rael), de Issa, “mujer" y también "tierra”, es decir, Hijos de la Madre Tierra; pero si usted llama a un afgano Yahoudi (judío), terminará matándole, y este tema es tratado completamente en otro lugar. Los nombres de las supuestas doce tribus y las designaciones de los grupos reales afganos, son los mismos e iguales en número. Como los afganos (en cualquier caso, su reserva árabe) son mucho más antiguos que los israelitas, nadie debe sorprenderse al encontrar nombres tribales entre ellos como Youssoufzic, "Hijos de José" en Punjcaure y Boonere; los Zablistanee (Zebulón); Ben-manasseh (hijos de Manasseh) entre los tártaros de Khojar; Isaguri o Issachar (ahora Ashnagor en Afganistán), etc., etc. Los doce nombres completos de las llamadas doce tribus corresponden a los signos del zodíaco, como ahora está bien probado. En cualquier caso, los nombres retraducidos de las tribus árabes más antiguas resultan también en los nombres de los signos zodiacales y los hijos míticos de Jacob. ¿Dónde están las huellas de las doce tribus judías? En ninguna parte, pero existe una buena pista de que los judíos han tratado de engañar a la gente con ayuda de esos nombres, pues véase lo que sucede eras después cuando las diez tribus habían desaparecido por completo de Babilonia. Ptolomeo Filadelfo, deseando que la ley hebrea se tradujera al griego (el famoso Septuaginta), escribió a Eleazar -sumo sacerdote de los judíos- para enviarles seis hombres de cada una de las doce tribus; y los setenta y dos representantes (de los cuales sesenta eran fantasmas aparentemente) concurrieron al rey de Egipto y tradujeron la ley en medio de milagros y maravillas. Véanse Horae Biblicae de Butler, Josefo y Filón de Alejandría.

(7) El Comentario explica que entre los animales los monos son la única especie que gradualmente y con cada generación y variedad ha tendido cada vez más a volver al tipo original de su antepasado masculino, el lémur y atlante gigantesco y oscuro.