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2 de febrero de 2022

El rey oculto: conversaciones sobre yoga (2 de 2)


(Agradecimientos y créditos a G.H., un lector que elaboró amablemente este trabajo para compartir y desea permanecer anónimo. Las notas fueron añadidas por el mismo autor).

Estudiante (E): Usted dijo que el camino medio es más que suficiente; sin embargo, ¿no debemos aprovechar el Chi-Kung? ¿Qué cualidades adquiere un practicante de Hatha-Yoga y Chi-Kung?

Instructor (I): No trato de convencerles u obligarlos. Para ustedes sí es posible beneficiarse de ambos sistemas, sobretodo el Chi-Kung (Nota: en mi opinión es mucho más inofensivo por la filosofía subyacente), pero reitero que ambos métodos están diseñados únicamente como "peldaños" para alcanzar la meta más sutil, ya sea que la llamemos Zen o Moksa (Liberación), Tao (Infinito), etc.

Ahora bien, ¿qué requisitos debe tener un estudiante para beneficiarse de ambos y sin correr peligro?

-Practicar constantemente la pureza ética y moral.
-Poseer una conducta limpia de los defectos más burdos (p. ej., propensión a matar, deseo de robar, aptitud sexual sin control, etc.)

-Deben haber fallado los métodos habituales para restablecer la salud de la persona.

-No haber logrado aplacar deseos, aún practicando de forma asidua.
-Poseer una constitución física aceptable, no propensa a enfermedades.
-Tener mucho tiempo libre, sin compromisos.
-Voluntad firme para realizar la practica con total atención.
-Deseo sincero de alcanzar Moksa (liberación) y deseo sincero de cumplir Dharma (Ley Suprema).

-Estar realmente convencidos de que el cuerpo físico y sus funciones son transitorios (quizá el punto más importante).

-Un instructor adecuado, con gran experiencia.

(Nota: La razón de estas exigencias es que tanto Chi-Kung como Hatha-Yoga no necesariamente son usados como medio a la liberación, sino con otros fines).

Dichos métodos pueden tener resultados bastante notables en poco tiempo; no obstante, los efectos de Raja-Yoga van llegando lentamente y a simple vista no son perceptibles. Debemos equilibrar ambas prácticas, porque si se llevan a cabo sin atender a los principios morales y sutiles, las consecuencias son burdas y de poca profundidad; en otras palabras, no tienen sentido si "nos limpiamos por fuera" y "ensuciamos la práctica interior".

Las cualidades que desarrolla un asiduo practicante de estas disciplinas son:

-Una gran salud física.
-Gran vitalidad.
-Dominio sobre el cuerpo y sus funciones.
-Reducción de severidad en enfermedades crónicas como asma, diabetes, artritis, osteoporosis o neuralgias.

-Aumento de la esperanza de vida.
-Equilibrio y limpieza de los Nadis (canales sutiles).
-Disposición natural del cuerpo a aquietarse.
-Potencia y fortalece la voluntad del individuo.
-El estudiante es capaz de afrontar con mayor soltura sus vicios y problemas.
-Desarrolla un mayor autocontrol.
-Obtiene siddhis menores (aunque no sucede en todos los casos).
-Quien desentraña su lenguaje metafísico, lo transforma en una práctica espiritual genuina.

Pero la práctica del Yoga, oh Arjuna, es armonía; no da sus frutos a aquéllos que comen con exceso o ayunan en demasía, ni tampoco a los que apenas duermen, ni a los que duermen demasiado” (Bhagavad-Gita, capítulo 6, verso 16).

Esta armonía ha de encontrarse tanto en la comida como en el descanso, en el sueño y la vigilia. La conciencia de perfección ha de empapar todos nuestros actos. De este modo, el Yoga se convierte en un bálsamo que nos trae paz, en medio de cualquier tipo de sufrimiento” (Bhagavad-Gita, capítulo 7, verso 17).

El Raj-Yoga no fomenta la farsa ni requiere posturas físicas, pues debe tratar con el hombre interno cuya esfera se encuentra en el mundo del pensamiento. Tener el ideal más elevado ante uno mismo y esforzarse incesantemente por alcanzarlo es la única concentración verdadera, reconocida por la filosofía esotérica que trata del mundo interno del noúmeno, no sobre la capa externa de los fenómenos. El primer requisito para ello es una completa pureza de corazón y bien podría decir el estudiante de Ocultismo, con Zoroastro, que la limpieza de pensamiento, palabra y acción son los elementos esenciales de alguien que desee elevarse por encima del nivel ordinario y unirse a los 'dioses' (...) En cualquier caso, no puedo prescribir ninguna postura específica para el tipo de contemplación incesante que recomiendo" (Damodar K. Mavalankar, "Contemplation", Theosophical Articles and Notes, p. 43, 45-48).

E: ¿Cuál de las dos ramas del yoga imparte la Teosofía? ¿Es idéntica a la que se da a conocer en textos exotéricos?

I: Por su carácter espiritual y en cuanto sendero innegable hacia la unión con Aquéllo, el yoga genuino hace conocer al discípulo sus cualidades espirituales, el desarrollo de la virtud y el servicio incondicional y desinteresado, haciendo que vaya ansioso a cumplir su deber (Dharma) y meta (Moksha). La Teosofía en su esencia imparte el Raja-Yoga, pero a diferencia de los textos que podamos encontrar, la enseñanza teosófica es de una naturaleza oculta y sumamente sutil, siendo un buen ejemplo el libro La Voz del Silencio, el cual sólo es un extracto de Los Preceptos Dorados, conteniendo así el yoga más puro y elevado al que tiene acceso el público. Este maravilloso texto describe tanto las características del individuo perfeccionado, como el proceso que ha de realizar el lanoo (discípulo aceptado por un Mahatma). A pesar de esto, he de añadir que ese libro está destinado a quienes han iniciado el Sendero, pues notaremos que sus párrafos "carecen de valor" o simplemente son incomprendidos si no poseemos las claves para abordarlos.

¿Por qué han de tener esta cualidad sutil? Porque el "velo" que cubre esos textos no es impedimento para los discípulos a quienes se escriben, pues ellos están muy conscientes de su naturaleza espiritual y rebosantes de compasión, todo lo cual los hace más aptos para recibir estos saberes. Varios textos de Teosofía también poseen una índole esotérica o "capa protectora" que desvía a los profanos o curiosos de las verdades que contienen, pero ello no debe desanimarlos, porque si son constantes y prosiguen el camino con armonía, entonces poco a poco dicha "corteza" desaparece y les llegará el conocimiento de estas obras.

Nunca fuercen ni anhelen el conocimiento, pues aunque ustedes lo duden es una actitud retrógrada que termina llevándonos a una mera erudición y no a la sabiduría. El conocimiento es sólo eso, y las verdaderas joyas se encuentran tanto dentro como fuera de las obras teosóficas. Reflexionen en esto: No hay un sólo camino, ni un sólo maestro, pero eso tampoco significa que todo sea cierto en relación a este u otro tema.

Por la Gracia del Señor y a través de la práctica de meditación, algunos logran ver su propio Espíritu; otros lo logran mediante el Yoga Samkhya, mientras otros lo consiguen mediante el Yoga de la acción” (Bhagavad-Gita, capítulo 13, verso 24).

El conocimiento es sólo la flor del Tao y origen de la necedad. Así, el hombre grande observa lo profundo y no lo superficial. Se atiene al fruto y no a la flor, rechaza esto y prefiere aquéllo” (Tao te King, Lao-Tse).

E: Me resulta muy interesante que las grandes obras sobre el yoga describen al yogui como desapasionado, sereno, servicial y sobre todo revestido de compasión absoluta. ¿Por qué la compasión es tan importante para los Maestros? ¿Tiene alguna importancia en el Yoga? ¿Por qué desarrollar virtudes, si Brahman carece de toda cualidad?

I: Vale la pena aclarar que, para los Mahatmas de Teosofía, la compasión está muy lejos de ser sentimentalismo barato o "lástima" hacia los humanos y seres sintientes, o ese impulso de darles "todo lo que quieren" y consintiéndolos. La idea de compasión que Ellos tienen es muy semejante a la percepción del budismo exotérico y definida como "el deseo genuino de bienestar hacia todos los seres y trabajar para su beneficio”. Sin embargo, esta visión es aún insuficiente, pues la compasión tiene un profundo significado sutil y espiritual. Es la base de la Teosofía. Esto no se trata sólo de una virtud, emoción o un mero sentimiento, sino constituye la Ley absoluta y definitiva, sin la cual nada fluye y todo estaría muerto.

Aquí es donde entra su importancia para el Yoga. Quien se ha perfeccionado en él ha de poseer pleno dominio sobre sus sentidos, mantener a raya las modificaciones mentales (vrittis) y ser ecuánime ante placeres y desgracias. Asimismo, debe desechar el anhelo canceroso del “yo transitorio” e identificarse con el “hombre interno”. La semilla que siembra la compasión es el desapasionamiento, porque el yogui tiene un total desinterés por sí mismo y sólo anhela la Verdad tal como dice La Voz del Silencio: “Tu Alma debe convertirse como el mango maduro: tan suave y dulce como su pulpa brillante y dorada para las penas ajenas; y tan duro como el hueso del fruto para tus penas y sufrimientos, oh Conquistador de Felicidad y Miseria”.

A diferencia de lo que muchos creen, cuando el yogui mata su pasión por el mundo, en ningún momento olvida a sus semejantes y a pesar de que este mundo está influido por Avidya (ignorancia). Dicho sufrimiento para los humanos es muy real, pero quienes hacen oídos sordos al dolor ajeno están muy lejos de la auténtica sabiduría. Esos Arhats (hombres perfeccionados) que, aún habiendo cruzado el camino, estaban simplemente desesperados por escapar de los dolores mundanos y anhelaban placeres espirituales, eran denominados "budas egoístas" (Pratyeka-Buddhas), un término generalmente usado en budismo, aunque también por los teósofos como en La Voz del Silencio: “Aquél que se convierte en Pratyêka-Buddha sólo obedece a su Yo. Efectúa la más grande renunciación el Bodhisattva que ha ganado la batalla, tiene el premio en su mano y sin embargo dice, en su compasión divina: Cedo esta gran recompensa para el bien ajeno”. El Pratyeka no es un yogui auténtico, sino un hombre apasionado, pues quien se libera de las pasiones cumple su deber con los semejantes, y su amor por ellos es tal que ignora el Nirvana. El Avatar absoluto o representante vivo de la Ley Divina es quien se libera de esos ardores y deja brotar la compasión en su interior.

Es un tema muy interesante pero delicado de explicar, pues la primera reacción cuando le dicen a alguien que "la Ley es vívida y compasiva", lo primero que diría es “¿y cómo puede ser tal?” Sólo examinemos un poco la Ley del Karma, que en su esencia es inmutable e imperecedera, dando a los hombres justo lo que cultivaron. Como dicen los Aforismos por William Judge, "Karma no puede actuar sin un ser que lo genere o sufra sus efectos”. Dependiendo de sus obras, los resultados generarán sufrimiento o dicha para un ente particular; Karma lleva a que los individuos respondan por sus actos, y de una forma casi pedagógica paulatinamente les conducen hacia la meta. Los humanos perfeccionados (Arhats), siempre al servicio de esta Ley, esperan el momento indicado para intervenir (porque Karma así lo dicta) e impulsan la evolución humana en determinadas épocas, siendo los más perfectos y humildes Guardianes de una doctrina tan antigua como la Creación.

Constantemente, esta Ley atrae al hombre hacia la liberación, etapa donde el sufrimiento no puede alcanzarlo. Ya había dicho Helena Blavatsky que "Karma jamás alcanza Atma ni Buddhi". Con celo y ferviente fuerza, dicha norma establece que el hombre transitorio se haga uno con su esencia, tal como expresa Romanos 8-19: “Porque el anhelo ardiente de la creación es aguardar la manifestación de los hijos de Dios”. ¿Esto no es acaso una perfecta compasión? La evolución tiene por objeto elevar los constituyentes del individuo a su estado prístino, homogéneo y eterno, jamás pasando por alto a ninguna persona, y a pesar de las iniquidades sociales el Karma permanece inalterable para conducirnos a la Fuente. Esta esencia que todo lo llena y penetra, da vida y sostiene nuestra existencia, siendo siempre fiel testigo de dulzuras y dolores, con lo cual elimina todo separatismo, difusión e intolerancia ¿Cómo mantener odio, duda, intranquilidad e injusticia cuando Brahman es nuestra esencia que diluye y unifica todas las formas? ¿No es acaso sereno y justo? ¿Cómo puede ser antecedido por egoísmo y aversión si todo cuanto hay en el Universo es Ello mismo? ¿Acaso ustedes y yo no hemos vivido siempre y viviremos en su Esencia? Esto se declara en el Bhagavad-Gita, capítulo 2, versos 11 y 12 por Vyasa: "Los sabios no se apenan ni por los vivos, ni por los muertos. Nunca hubo un periodo en que ni yo, ni tú y ni siquiera estos regentes de los hombres, no hemos existido; al mismo tiempo, cada uno de nosotros nunca cesará de ser en el más allá”. Quien entiende a cabalidad la compasión para todos los pasos del Yoga tiene vida y sentido, y aún sin poseer AQUÉLLO cualidad alguna, éste posee todas las características. Aquéllo que sólo ES, trae todas las cosas a la vida y todas ellas regresarán a su seno sin distinción alguna, pues al fin y al cabo somos Ello.

¿Puedes destruir la COMPASIÓN divina? No es un atributo, sino la LEY de Leyes, la Armonía eterna, el SER de Alaya; una esencia universal ilimitada, la luz de Justicia imperecedera y lo adecuado de todas las cosas, la ley de amor eterno” (La Voz del Silencio, Fragmento III, p. 44).

Porque convenía a aquél por cuya causa son todas las cosas, y por quien todas las cosas subsisten, que habiendo de llevar muchos hijos a la gloria, perfeccionase por aflicciones al autor de la salvación de ellos” (Hebreos 2:10).

Mientras más te vuelves uno con ella, fundiendo tu ser en su SER, y mientras más tu Alma se una con lo que ES, más te convertirás en COMPASIÓN ABSOLUTA” (La Voz del Silencio, Fragmento III, p. 45).

E: Los pasos descritos en el yoga propuesto por Pantajali o Sri Shankarâchârya, ¿son iguales a los que aparecen en los Preceptos Dorados? ¿Existe una interpretación adecuada para los pasos del Yoga? ¿Cuáles son las etapas de ambos sistemas, y cómo asimilarlos? ¿Cuál de esos métodos es recomendado por los Maestros?

I: Estas son algunas de las grandes interrogantes entre muchos estudiantes, y las dudas no resueltas hacen que el discípulo caiga rápidamente en errores que terminarán comprometiendo su salud y desperdiciando su valiosa vida. Dicho proceso es una bola de nieve, pues el conocimiento sesgado del alumno acaba por transmitirse a sus allegados en el camino, infectando y destruyendo cada vez más tan noble ciencia.

Sería correcto comentarles sobre Pantajali y Sri Shankarâchârya con sus respectivos sistemas, los cuales en mi opinión son textos que debemos leer seriamente si queremos algún conocimiento real del Yoga.

Pantajali impulsó el denominado "Yoga de los Ocho Estadios" o ramas (Ashtanga Yoga), mejor conocido como Raja-Yoga, del cual anteriormente hemos estado hablando. Su acercamiento es psico-espiritual, acercando al alumno por 8 pasos sucesivos desde el principio transitorio al imperecedero. En cambio, Shankarâchârya es mejor conocido por el Jnana-Yoga (o "del conocimiento"), que a diferencia del de Pantajali está formado por 15 pasos. Éste último también ofrece un acercamiento psico-espiritual, aunque eminentemente por su esencia tiene un carácter deductivo de la verdad, que por medio de la indagación (Vichara) el individuo va "descascarando" capa a capa -como si se tratara de una cebolla- las confusiones que impone la ilusión (Maya), y acercándose con cada escalón a la unión con el No-Ser (Parabrahm).

(Nota: Pantajali no fue el creador del Raja-Yoga, sino que sólo compiló y difundió las enseñanzas originales en esa técnica).

Los métodos de Pantajali y Shankarâchârya no son exactamente iguales al estudiado por la Teosofía, debido a que el Raja aceptado por los Mahatmas es totalmente sutil y oculto, con creces más profundo y de un efecto interno más grande que el que puede ofrecernos los otros sistemas de Yoga. Hemos conocido la inmensa sabiduría oculta en el Yoga que aparece en el libro La Voz del Silencio, pero esa técnica no es apta para ustedes en su mayoría.

E: ¿Por qué no es apropiada para nosotros? ¿No debemos aprovechar tan bella obra?

I: El detalle es que esta obra transmite una esencia de gran delicadeza, y lejana a las experiencias internas que ahora somos capaces de percibir. Mucha gente todavía recurre de forma exclusiva a la deducción, el análisis y una limitada intuición, por lo cual rápidamente cae en sesgos; por ello, el velo de la obra cumple su función para ocultar misterios de aquéllos que aún no han sentido la voz y dirección del hombre interno. Un ejemplo de ello es la historia del Buda y la flor donde se menciona: "Este sutil Dharma está lejos de las palabras, no puede ser entendido por medio del razonamiento y el análisis, pero sí por la intuición. Kasyapa me ha mostrado su entendimiento y a él le traspasaré el corazón del Zen (liberación)”. Dicho yoga tan sutil no es apto para ustedes, porque pueden desfigurarlo sin querer, y su lenguaje poético tiene un sentido tan simbólico que fácilmente el discípulo puede tomarlo en un modo erróneo. Además, para practicar tan noble y sublime procedimiento hemos de ser plenamente puros en pensamiento y acción. La Voz del Silencio agrega esto en el Fragmento II (p. 25): “Si no puedes ser Sol, entonces sé el humilde planeta. Si no puedes brillar como el Sol de mediodía sobre las cumbres nevadas de pureza eterna, entonces escoge, ¡oh neófito!, un curso más humilde".

Ustedes pueden aprovechar esa obra una vez hayan obtenido una buena base de conocimiento correcto, libre de errores conceptuales. Además, paso a paso deben dejar al hombre viejo atrás y unirse al nuevo cultivando la virtud y el servicio plenos, sin interés propio alguno. Si lo hacen, las puertas del conocimiento les serán abiertas. Las virtudes no son mero sentimentalismo, y la compasión no es galantería sin sentido. Entiendan que ésta es la esencia en acción del Dios vivo. Espero haber respondido tu pregunta, aunque mis palabras jamás deben suplantar la reflexión y voz del maestro interno.

Describamos entonces el Yoga de Pantajali, que como dije se compone de 8 pasos:

-Yama: "no matar, ser verídico, no robar, continencia y no recibir cobros" (Aforismos de Pantajali, capítulo 2, Sutra 30).

-Niyama: “purificación interna y externa, contento, mortificación, estudio védico y adoración de Dios” (ibídem, capítulo 2, Sutra 32).

-Asana: no está caracterizado en gran detalle; sin embargo dice: “La postura ha de ser firme y fácil" (ibídem, capítulo 4, Sutra 46).

-Pranayama: “controlar el movimiento de espiración e inhalación” (ibídem, Libro 2, Sutra 49).

-Pratyahara: “Cuando los sentidos, abandonando sus objetos propios, toman, por así decir, la forma de la mente” (capítulo 2, Sutra 54).

-Dharana: “mantener la mente sobre algún objeto particular" (capítulo 3, Sutra 1).
-Dhyana: "flujo ininterrumpido de pensamiento en algún objeto particular” (capítulo 3. Sutra 2).

-Samadhi: la absorción total en AQUÉLLO, que puede dividirse en dos fases: a) la unión donde aún se concibe al sujeto-objeto (samadhi con semilla) y b) cuando esta línea divisoria objeto-sujeto desaparece y sólo perdura y vive el No-Ser.

Ahora bien, veamos las partes que constituyen el Jnana Yoga que dio a conocer Shankarâchârya en su Aparokshânobhuti:

-Control de los sentidos (Yama): "(...) por medio de un conocimiento tal como 'todo esto es el Brahman', es llamado justamente Yama, lo cual debe ser practicado una y otra vez” (Sutra 103-104, p. 77).

-Control de la mente (Niyama): “El flujo continuo de un sólo tipo de pensamiento, a exclusión de todos los demás pensamientos, es llamado Niyama, lo cual es verdaderamente la felicidad suprema y es practicado regularmente por el sabio” (Sutra 105, p. 78).

-Renunciación: “El abandono del universo ilusorio, al realizarlo como el Âtman omniconsciente, es la renunciación real honrada por el grande, puesto que es de la naturaleza de la liberación inmediata" (Sutra 106, p. 79).

-El silencio: “El sabio debe ser siempre uno con ese silencio donde las palabras, junto con la mente, desaparecen sin alcanzarle, pero que es obtenible por los Yoguis” (Sutra 107, p. 79).

-El espacio: “esa soledad en la cual el universo no existe ni en el comienzo, ni en el fin ni en el medio, pero por la cual (el universo) es penetrado siempre” (Sutra 110, p. 82).

-El tiempo: “El (Brahman) no-dual, que es felicidad indivisible, es denotado por la palabra 'tiempo', puesto que trae a la existencia, en el guiño de un ojo, a todos los seres desde Brahmâ hacia abajo” (Sutra 111, p. 83).

-La postura: “Eso que es bien conocido como el origen de todos los seres y el soporte de todo el universo, que es inmutable y en lo cual el iluminado está completamente sumergido -sólo eso es conocido como Siddhâsana” (Sutra 113, p. 85).

-La raíz contenedora: “Eso (Brahman), que es la raíz de toda la existencia y en lo que se basa la contención de la mente, es llamado la raíz contenedora (Mulabandha), lo cual debe ser adoptado siempre, puesto que es adecuado para los Râja-yoguis” (Sutra 114, p. 86).

-Equilibrio del cuerpo (Asanas): “La absorción en el Brahman uniforme, debe conocerse como el equilibrio de los miembros (Dehasâmya). La mera fortificación del cuerpo como si fuera un árbol desecado no es equilibrio” (Sutra 115, p. 87).

-Firmeza de visión: “Al convertir la visión ordinaria en una de Conocimiento, uno debe ver el mundo como el Brahman mismo. Esa es la visión más noble, y no la que se dirige a la punta de la nariz” (Sutra 116, p. 87).

-Dominio de las fuerzas vitales (Pranayama): “La contención de todas las modificaciones de la mente, considerando a todos los estados mentales, como la chitta, etc., sólo como el Brahman” (Sutra 118, p .89).

-Retirada de la mente (Pratyahara): “La absorción de la mente en la Consciencia suprema al realizar el Âtman en todos los objetos (...) lo cual debe ser practicado por los buscadores de la liberación” (Sutra 121, p. 90).

-Concentración suprema (Dharana): “La estabilidad de la mente en la realización del Brahman dondequiera que la mente va” (Sutra 122, p. 91).

-Auto-contemplación (Dhyana): “Permanecer independiente de todo, como resultado del inaprehensible pensamiento 'Yo soy verdaderamente el Brahman' (...) y es productivo de felicidad suprema” (Sutra 123, p. 92).

-La absorción en Aquello (Samadhi/conocimiento) “El olvido completo de todo pensamiento, haciéndolo primero sin-cambio e identificándolo después con el Brahman" (Sutra 124, p. 93).

E: Me sorprende muchísimo la explicación detallada y coherente sobre cada paso que aporta Sri Sankaracharya; es como si nos quitara el velo que está en las obras de yoga. Ahora entiendo cuando usted señala que el Yoga está vivo y tiene raíz en Aquéllo. ¿Y por qué Patanjali, pareciendo tan directo, nos oculta tanto? ¿Por qué las instrucciones de Shankarâchârya se parecen tanto a la de Siddharta Gautama?

I: Los Aforismos de Pantajali están destinados a practicantes yóguicos consumados, y para quienes los asuntos sutiles estaban perfectamente claros, pero respecto a los humanos de esta época debemos esforzarnos por calar en esta obra según su sentido más espiritual. Esa es la línea de los verdaderos buscadores, y justamente ésta fue la intención del autor; por eso, quien toma las enseñanzas al pie de la letra sin duda caerá en un mar de problemas.

El humano actual es muy inmaduro, y aunque los Mahatmas teosóficos lo quisieran, Ellos no pueden hacernos el camino fácil pues la Ley del Karma así lo exige. A ningún hombre burdo le serán abiertas las puertas de semejante conocimiento sin antes haberse probado. ¿Qué mérito hemos hecho para que se nos hable directamente? Tal como señala Jesús en Mateo 13:14: "Por eso les hablo por parábolas; porque viendo no ven, y oyendo no oyen ni entienden. De manera que se cumple en ellos la profecía de Isaías, que dice: De a oído oiréis, y no entenderéis; y viendo veréis, y no percibiréis”. Por ello las enseñanzas de Pantajali revisten un carácter oculto y de gran valor, y como tal debemos acercarnos a ellas con una visión sutil y espiritual sobre el tema que aborda.

Por otro lado, las definiciones de Shankarâchârya en su Aparokshânobhuti ("auto-realización") son muchísimo más claras, porque este gran reformador se percató de la enorme confusión con respecto al Yoga y su esencia espiritual. Ante la necesidad, acerca el Jnana Yoga al individuo de manera que pueda entenderlo. El hombre aún demasiado intelectual y razonador, por medio de la inferencia va desentrañando gradualmente la Verdad inmutable, despojándose de las ramas que acortan su visión.

Efectivamente, los Mahatmas consideran a Shankarâchârya como el Adepto más grande que ha vivido en India, y además fue continuador de Siddharta Gautama (vean La Doctrina Secreta, Estrofa VI, p. 139; y también ibídem, Introducción, p. 59: "El volumen II de las profecías se halla casi terminado, habiéndose preparado desde los tiempos de Shankarâchârya, el gran sucesor de Buddha”).

E: Entonces. ¿está mal concebida la técnica Pranayama descrita como “el dominio de las fases de inspiración, expiración y retención"? ¿Es falso lo que dicen obras como el Gheranda Samhita?

I: No sólo se limita al Pranayama, sino a todas las prácticas señaladas en el Hatha-Yoga. Anteriormente mencionamos que Helena Blavatsky advirtió que no tomáramos literalmente las obras exotéricas en el tema, porque todas ellas necesitan una clave. Un método que lleva a lo infinito e inmanifestado no puede conllevar aspectos netamente físicos.

Sri Shankarâchârya describe en los Sutras 119-120: “La negación del mundo fenoménico es conocida como Rechaca (espiración), el pensamiento 'Yo soy verdaderamente el Brahman' es llamado Puraka (inhalación), y la estabilidad de ese pensamiento después es Kumbhaka (contención del soplo). Éste es el curso real del Prânâyâma para el iluminado, mientras que el ignorante sólo tortura la nariz". ¡Más claro que el cristal! Este es el auténtico trasfondo de dicha técnica, concebido de forma similar pero más sutil por La Voz del Silencio: “Cuando el discípulo ve y oye, y cuando huele y prueba, los ojos y oídos se cierran, la boca y la nariz se detienen; cuando los cuatro sentidos se mezclan y están listos, pasan al quinto -el del toque interno- y luego a la cuarta etapa que él ha transmitido". Volviendo a aclarar este significado tenue, se menciona lo siguiente en La Doctrina Secreta: "Este capítulo del Anugîtâ -dice Arjuna Mishra- explica el Prânâyâma, o la metodización de la respiración en las prácticas de Yoga. De todos modos este sistema, sin la adquisición previa, o al menos sin plena comprensión de los dos sentidos elevados (de los siete que existen según se verá), pertenece más bien al Yoga inferior. El Hatha así llamado, todavía fue y es desaprobado por los Arhats. Es perjudicial a la salud, y por sí sólo jamás puede desenvolverse en Râja Yoga”.

También sería interesante examinar un poco el Chi-Kung, que en cierto sentido tiene una aproximación bastante similar al Pranayama. Consideremos la siguiente cita supuestamente atribuida a Lao-Tze: “La Creación a través de la respiración es como sigue: la respiración debe sostenerse y acumularse, para así devenir magia; luego desciende y se calma para ser manifestada, tras lo cual germina para crecer y encaminarse al Cielo, donde asciende sin límites. Por el contrario, desciende al otro extremo. Quienes sigan este consejo encontrarán la vida, mientras aquéllos que lo ignoren hallarán la muerte”.

(Nota: Con una mirada más profunda y tenue, esto dice lo mismo que Sri Shankarâchârya: el Chi-kung no es meramente una práctica física, sino el anhelo de alcanzar el cielo ilimitado [Brahman]).

Analicemos ahora los postulados del Gheranda Samhita sobre los asanas, el Pranayama y su relación con las enseñanzas de Shankarâchârya.

En la segunda lección del Gheranda Samhita, se hace referencia a los asanas y específicamente el verso 7 respecto al Siddhâsana: “El practicante que ha dominado sus sentimientos debe llevar un talón a la zona anal y mantener el otro talón en la raíz del órgano reproductor. Después debe llevar el mentón hacia el pecho y luego, quedándose inmóvil y de columna recta, mirará al entrecejo. A ésta postura se la denomina siddhasana (postura perfecta), y conduce a la liberación”. En cambio, lo que sostiene Shankarâchârya es totalmente esclarecedor en su Aparokshânubhuti, Sutras 112-113: “Uno debe conocer como real esa postura en que la meditación del Brahman fluye espontánea e incesantemente, y no cualquier otra que destruye la felicidad de uno. Eso que es bien conocido como el origen de todos los seres y el soporte de todo el universo, que es inmutable y en lo cual el iluminado está completamente sumergido -sólo eso es conocido como Siddhâsana”.

Con respecto al Pranayama, el Gheranda Samhita dice esto sobre la purificación de los Nadis: “Purificar los nadis de dos maneras: con samanu y nirmanu. El samanu se hace con una técnica mental, con el mantra semilla o bija-mantra. El nirmanu se logra gracias a la limpieza física. La limpieza física se llama dhautis, como ya he enseñado. Hay seis prácticas; entonces, oh Chanda, escucha la técnica del samanu para la purificación de los nadis y lograr el pranayama: sentarse en loto y hacer la adoración del gurú, según enseñe tu maestro (...) Llevar la mirada a la punta de la nariz, contemplar la luz de la Luna en ese lugar, inhalar por fosa nasal izquierda repitiendo Tham dieciséis tiempos. Retener repitiendo el bija sesenta y cuatro veces. Visualizar el néctar que nace de la Luna hasta la nariz por los nadis purificándolos. Mientras se hace la contemplación, expirar repitiendo treinta y dos veces el prithivi-bija. Por estos tres pranayamas se purifican los nadis. Sentarse en una postura y hacer pranayama normal". Por otra parte, reiteremos lo que consigna Shankarâchârya en los Sutras 118-120: “La contención de todas las modificaciones de la mente, considerando a todos los estados mentales, como la chitta, etc., sólo como el Brahman, es llamado Prânâyâma. La negación del mundo fenoménico es conocida como Rechaca (espiración), el pensamiento 'Yo soy verdaderamente el Brahman' es llamado Puraka (inhalación), y la estabilidad de ese pensamiento después es llamada Kumbhaka (contención del soplo). Éste es el curso real del Prânâyâma para el iluminado, mientras que el ignorante sólo tortura la nariz”.

La visión del Gheranda Samhita es radicalmente diferente al Jnana-Yoga de Shankarâchârya o al Raja-Yoga por Pantajali. Existe una clave para interpretar adecuadamente las practicas Hatha, pero si bien el Gheranda no cae en error alguno, es cierto que un lenguaje tan extenso, rico y profundamente sutil como el sánscrito puede ser fácilmente sacado de contexto por el neófito, ya que una palabra incluye una multitud de significados y unidos al lenguaje, que claramente tiene un sentido oculto.

En la tercera lección sobre los Mudras en el Gheranda, leemos lo siguiente: “Hay unos veinticinco mudras, y realizando estos los yoguis consiguen la Gloria (...) Maheshvara habló a su esposa y le otorgó el secreto de los mudras diciéndole: 'Te he enseñado Devi, todos los mudras existentes'. El que los conoce y practica es visto como un iniciado, y se lo considera como tal; por esta razón debe guardarse el secreto con gran celo [dentro de la tradición Natha Siddha, Maheshvara es el mismo Shiva]. A nadie se debe exponer estas prácticas. Esta enseñanza y su conocimiento no es fácil de ejecutar, ni siquiera para los dioses del aire, y ella otorga la Felicidad a los iniciados".

Dentro de los 25 mudras podemos encontrar muchos conocidos por los practicantes del Hatha como Mahamudra, Mulabandha, Mahabandha, Jalambhadra, etc. Tomemos por ejemplo Mulanbandha, el cual significa "raiz contenedora", y es definido por el Gheranda Samhita de la siguiente forma: “Llevar el talón izquierdo entre el ano y el escroto, luego hacer contracciones del recto. Ejercer presión sobre los intestinos, en la zona umbilical, en dirección siempre de la columna vertebral. Luego colocar el tobillo derecho sobre el órgano sexual. Este Bhandha es conocido con el nombre de mulabandha. Aquél que quiera cruzar el océano de la propia existencia deberá ejercitar este mudra en secreto, para lograrlo en completa soledad. Por su práctica, se puede controlar el aire”. La palabra Mulabandha puede confundirse con los órganos excretorios -y encargados de la retención de desechos- y la acumulación del prana para un fin específico, y esto trae confusión al Hatha-yogui; no obstante, el concepto de Mulabandha por Shankarâchârya sostiene: “Eso (Brahman), que es la raíz de toda la existencia y en lo que se basa la contención de la mente, es llamado raíz contenedora (Mulabandha), lo cual debe ser adoptado siempre, puesto que es adecuado para los Râja-yoguis”. En este pasaje, la “contención” no es una característica desempeñada por las vísceras, sino por la mente que se mantiene en su objeto de contemplación, o Brahman. Si vemos cuidadosamente ambas citas, éstas señalan que quien fija su mente en Brahman anula toda agitación de los vrittis (modificaciones mentales).

Otro ejemplo que vale la pena señalar se encuentra en la segunda lección del Gheranda Samhita sobre los asanas: “Sentarse en el piso. Cruzar las piernas en la postura del Loto (padmasan). Llevar las manos al suelo, colocando los brazos en medio de los muslos y las rodillas. Estirar el tronco sobre las manos, llevando el cuerpo sobre los codos. Esta postura es conocida como la del gallo". Muchos practicantes serán capaces de identificar y reconocer que el gallo es símbolo de divinidad, pero ignoran su profundo significado que se menciona en la entrada homónima del Theosophical Glossary: “Ave de naturaleza muy oculta; muy apreciado en el augurio y simbolismo antiguos (...) Como quiera que el gallo estaba consagrado a Esculapio, y atendido que este último era conocido como el Soter (Salvador) que hacía surgir los muertos a la vida, es muy significativa la exclamación de Sócrates 'debemos un gallo a Esculapio' (...) Puesto que en la simbología dicha ave está siempre relacionada con el Sol (o los dioses solares), la muerte y la resurrección, ha encontrado su lugar apto en los cuatro Evangelios, particularmente la profecía acerca de San Pedro quien negó a su Maestro antes de que el gallo cantara tres veces".

Como observamos, el Sol Espiritual está representado por el gallo, que metafóricamente ilumina al hombre y da vida a todo cuanto hay en la Tierra. Asimismo, conlleva un significado bastante revelador, explicado también en el Theosophical Glossary: “El Sol oculto o invisible, del cual el visible -en nuestro Sistema planetario- es sólo una reflexión o sombra; así como este último otorga luz y vida a los astros que constituyen dicho sistema, el verdadero Sol invisible y espiritual da vida a los reinos espiritual y psíquico de todo el Kosmos o universo". Y según esto, ¿entonces el verdadero Kukutasana no es sólo una postura física? ¿No se refiere en realidad a la contemplación del Sol Espiritual?

Incluso William Judge alude a dicho aspecto: “Entonces, el Sol físico es para nosotros el símbolo del verdadero al que refleja, y al meditar en 'la luz más excelente del verdadero sol' podemos obtener ayuda en nuestra lucha para ayudar a la humanidad. Nuestro Sol tangible es para la física y no la metafísica, mientras que el real brilla en nuestro interior. El orbe diurno sustenta la economía animal; el verdadero Sol brilla en nosotros a través de su medio al interior de nuestra naturaleza. Entonces deberíamos dirigir nuestro pensamiento a ese verdadero Sol y preparar el terreno interior para su influencia, tal como lo hacemos para los rayos vivificantes del Astro Rey" (William Judge, artículo "Our Sun and the True Sun").


Observaciones finales del autor

01. Las referencias permanentes al Bhagavad-Gita se incluyeron porque, hasta ahora, no hemos conocido texto público que contenga tan bellamente plasmada la naturaleza espiritual más sublime que la mente humana es capaz de concebir. El Bhagavad-Gita aborda desde arriba hacia abajo todos los campos del saber, desde el Microcosmos al Macrocosmos, desde el Logos al hombre, desde la ignorancia a la iluminación, y del hombre bruto hasta el gran santo. Dicho texto ha sido descrito bellamente por personajes de renombre como Helena Blavatsky, William Judge, Damodar Mavalankar, Mahatma Gandhi, Subba Row, Mabel Collins y otros, que para nosotros es imposible ignorar tan preciosa joya.

02. Sería indiscreto y tosco por nuestra parte afirmar que "estamos en posesión" de aquéllo que sólo se entrega a los impolutos. Lo que se confiere en santidad no se revela a lo terrenal, pero quien lea con cuidado estos artículos podrá saltarse más de un peligro y alinear su camino en el punto adecuado, y si es susceptible su vida cambiará para siempre. Ahora el resultado depende de ustedes.

03. No faltarán quienes aseguren que "es una exageración creer que todo el Hatha-Yoga está oculto". No queremos convencer a nadie y tampoco tenemos disposición para "debatir" interminablemente, pero les invitamos a reflexionar en estas preguntas: ¿No se han percatado de la enorme cantidad de simbolismos, ideas y ritos en la cultura hindú? ¿Han visto la extensión y riqueza que parece no tener fin en la escritura sánscrita? ¿Reconocen acaso que muchísimos traductores y escritores de renombre generalmente alcanzan diferentes conclusiones sobre el significado de los himnos védicos y su acepción? ¿Por qué quedarnos con una sóla interpretación, cuando ninguna de las "eminencias" actuales ni siquiera se ha puesto de acuerdo con la antigüedad de los Vedas? ¿Pueden siquiera ser mencionadas todas las obras de los Vedas? ¿Por qué un sistema preparatorio para abordar la verdad trascendental seria mancillado, intentando focalizarse en burdos procesos fisiológicos? ¿Conocen el hecho de que los brahmines guardaron y aún conservan con recelo las interpretaciones de muchas obras védicas? No pedimos que abandonen sus propias ideas, pero al menos que abran un espacio para la duda fidedigna.

04. Como consignan otros escritos de este blog, no estamos en contra de la doctrina dejada por el gran Adepto llamado Jesús o Jeshu. La Teosofía Original y los Mahatmas sólo denuncian que el cristianismo actual está tan deformado que los primeros "padres" no lo reconocerían aunque lo vieran, y su aspecto oculto y eminentemente espiritual ha estado obscurecido por ritualismos, fanatismos y jerarquizaciones arbitrarias.

05. Reiteramos que el poder del hombre interno o Shakti sólo puede ser obtenido cuando sus propias cadenas inferiores (o animales) se rompen para liberar al verdadero Humano Interior, pues su reino todo lo domina. Es cierto que no es necesaria la santidad para alcanzar siddhis, pero si el individuo tosco y materialista adquiere esas facultades, sólo serán de una índole inferior y ocasionan desgracias. En cambio, para el sabio tienen un carácter puro, siendo plenamente controladas por él y jamás las utiliza con desatino. El neófito desconoce el efecto de sus acciones y aquéllos causados por sus facultades; por ello, los Maestros nunca se jactan de poseerlas y tampoco las buscan, sino que vienen a Ellos naturalmente. ¿Acaso esto no es suficiente razón para no anhelar ese poder?

El rey oculto: conversaciones sobre yoga (1 de 2)


(Agradecimientos y créditos a G.H., un lector que elaboró amablemente este trabajo para compartir y desea permanecer anónimo. Las notas fueron añadidas por el mismo autor).

Lo siguiente se basa en una antología de diversas conversaciones entre nuestro grupo y quien suscribe con un teósofo y ocultista, el cual ha demostrado no sólo gran erudición con respecto a la Teosofía, el budismo, el hinduismo, la Kabala, la filosofía griega y otros temas, sino también una perspectiva y sabiduría bastante reveladoras sobre filosofía esotérica, la cual he podido constatar por medio de reflexión intensa y consultando las palabras y obras que dejaron los Maestros. Por ello, he considerado que dichas conversaciones salgan a la luz con el fin de beneficiar a los buscadores sinceros de la Verdad.

Se intentó organizar estos diálogos con el fin de conformar un todo, abordando inquietudes, errores y temas de confusión que persiguen al estudiante debido a la gran cantidad de datos fraudulentos, como deformación de un conjunto de enseñanzas incomprendidas.

Luego de cada respuesta, se tomó la libertad de añadir ciertas citas que se consideraron relacionadas con el tema, a objeto de hacer entender al lector de que el Yoga ha existido desde tiempos muy antiguos; brilla y vive en todos los individuos, es expresado por personas santas independientemente de su origen, y es deber de nosotros como estudiantes sacar a la luz el conocimiento que está allí pero agrietado, maltratado y despreciado.

Antes de comenzar la lectura, se sugiere reflexionar en la siguiente frase: “DEBEN MASTICAR ANTES DE TRAGAR”.

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Conversaciones sobre Yoga

Estudiante (E): ¿Qué es el yoga en sí? ¿Cuándo fue que el Yoga llegó a los hombres?

Instructor (I): Para entender qué es el yoga, debemos analizar el significado de dicha palabra, el cual es “UNIÓN“, pero esto aún no es suficiente para explicarlo. ¿Con qué o quién será dicha unión? ¿Qué habrá de unirse? Entonces, el discípulo afirmará que el yoga quiere decir “UNIÓN CON LA ESENCIA DIVINA”. Si de igual manera desentrañamos el significado de la palabra "religión" o su pronunciación latina (re-ligare), también nos percatamos de que alude a una “UNIÓN CON LO DIVINO”.

El yoga es una ciencia espiritual y sutil, que consta de llevar gradualmente al hombre dual (o a quien no reconoce AQUÉLLO) hasta la perfección o unión del principio auto-consciente con la Esencia que todo lo llena, inmutable, eterna e increada. Esta ciencia reconoce esos principios sutiles que son tan vivos y distinguibles como las normas físicas, pero la diferencia radica en que estas leyes son aquellas que rigen a la parte sutil humana, sus órganos de acción y poderes. Con ello, el alumno reconoce las obstrucciones que limitan nuestra parte sutil y su intento de alcanzar la meta del yoga que es “la unión con AQUÉLLO”; reconoce las cualidades del alma como propias, y la cual ayudará al estudiante a cumplir su meta (Moksa) y deber (Dharma). Para el alumno, dichas fuerzas internas ya no son ajenas o desconocidas, sino que las identifica como sirvientes de su labor y no como partes idénticas de su ser.

(Nota: con el "principio auto-consciente" el Instructor se refiere a Manas).

El auténtico Yoga es tan antiguo como el ser humano pensador, pues el yoga no consiste en meros pasos; es vida, pleno devenir, el sendero natural y no alterado. Brahman es la sabiduría en sí misma, la luz lejos de las confusiones de la corporeidad e individualidad; es inmortal y no creado. Por ello, la sabiduría siempre ha existido y existirá. Quien reconoce esto sabrá que quienes dicen “la antigua sabiduría se ha ido”, “los hombres están perdidos”, “los maestros son charlatanes” o “Dios está muerto”, son simples ignorantes de la Verdad más elevada, pues ésta jamás muere. ¿Cómo puede fenecer si es el Espíritu vivo? Esto ya ha sido dicho por Krishna en el Bhagavad-Gita, capítulo 1: “El Espíritu es indestructible e imperecedero, pues todo lo penetra. Nadie puede destruir ese Ser Inmutable”. Esta es la ciencia oculta y antiquísima mencionada en Colosenses 1-26: "El misterio que había estado oculto desde los siglos y edades, pero que ahora ha sido manifestado a sus santos”. ¿Cómo puede la Verdad ser oscurecida y acallada por el hombre o el tiempo? No puede ser así, y de esto da testimonio Hebreos 4-12: “Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón”.

(Nota: lo que dice el Instructor tiene mucho sentido, porque según las palabras de los Maestros el sistema Raja-Yoga toma forma desde los inicios de la raza Arya e incluso más atrás en el tiempo).

Hermanos míos, no se decepcionen, pues el conocimiento está vivo y yace en vuestra esencia; la unión consciente con dicha esencia es el más perfecto Yoga, tan natural como respirar y tan antiguo como la Creación. No esperen encontrar lo oculto en las escrituras, pues no está en ellas sino en su interior. No hay otro que defina con tanta perfección el Yoga como el Señor Krishna, y así concluyo mi respuesta con el siguiente verso del Bhagavad-Gita: "No seas incitado a las acciones por la esperanza de su recompensa, ni tampoco dejes que tu vida se gaste en la inacción. Persistiendo firmemente en el Yoga, ejecutando aquéllo que es tu deber, oh Dhanañjaya, y dejando a un lado todo beneficio proveniente de la acción para ti mismo, haz que el evento sea igual a ti, ya sea triunfo o fracaso, porque la ecuanimidad es llamada Yoga”.

Dios es un fuego esencial que se encuentra oculto en toda la creación, y particularmente en el ser humano. Y este fuego genera todas las cosas, las ha generado en el pasado y las generará en el futuro. Y este fuego esencial es la verdadera luz divina en toda la eternidad” (Johannes Trihemius).

El Tao es vacío, imposible de colmar, y por eso es inagotable en su acción. En su profundidad reside el origen de todas las cosas. Suaviza sus asperezas, disuelve la confusión, atempera su esplendor y se identifica con el polvo. Por su profundidad parece ser eterno. No sé quién lo concibió, pero es más antiguo que los dioses” (Tao Te King, p. 4).

Sin embargo, hablamos sabiduría entre los que han alcanzado madurez; y sabiduría, no de este siglo, ni de los príncipes de este siglo, que perecen. Mas hablamos sabiduría de Dios en misterio, la sabiduría oculta, la cual Dios predestinó antes de los siglos para nuestra gloria" (Corintios, capítulo 2, versículos 6 y 7).

E: ¿Cómo reconocemos y empleamos estas fuerzas sirvientes? ¿Basta para empezar con leer esos textos?

I: Primero debemos entender que el yoga en su esencia más espiritual, es puramente sutil e interno, totalmente indiferente del humano físico. El alumno al principio no reconoce estas fuerzas y simplemente encuentra mención de ellas en el texto, el cual lo introduce a entender intelectualmente esas potencias (dependiendo de su propia susceptibilidad). Al comienzo nos formamos una idea meramente intelectual de estos hechos, pero con la indagación (Vichara) y experiencia empezará a identificar estas fuerzas como funciones y herramientas del ser humano sutil, y con esa identificación también se despojará de la noción falsa de que estas partes transitorias mortales y finitas son parte de él. Eso es el conocimiento auténtico.

El Conocimiento no se produce por ningún otro medio que Vichâra (indagación), lo mismo que un objeto no es percibido (visto) en ninguna parte sin ayuda de la luz” (Aparokshânubhuti, p. 11, Sutra 11).

E: Disculpe, pero me quedé sin comprender ¿Qué derrotero ha de tomar dicha indagación? ¿Qué funcionalidad cumple la meditación en el Yoga? ¿Qué tipo de meditación es más conveniente?

I: La indagación se adopta dependiendo del nivel que tenga el alumno, es decir, un aspecto más intelectual o un carácter más elevado con respecto a la dirección de su pesquisa. El estudiante debe ir descartando su ser transitorio paso a paso, parte por parte, hasta finalmente darse cuenta que el cuerpo, sus componentes, los órganos de percepción, el intelecto, prana y otros no son más que el no-ser, una parte transitoria de la vida, y no debe apegarse a ellos ni a los placeres o dolores que puedan proporcionarle. Así, el individuo se percata que es el propio Espíritu (Purusa) arrastrado no en esclavitud, pero sí por necesidad, porque han de saber que la Mónada (Unidad inseparable) en su peregrinaje desarrolla su individualidad, sin la cual es mero aliento y no puede relacionarse con el mundo.

(Nota: particularmente, el acercamiento a Purusha (Espíritu) por medio de la Indagación (Vichara) es propio del sistema sàmkya, también llamado yoga especulativo).

Con el transcurso de la indagación, este ser transitorio se va seccionando cada vez más hasta ver la irrealidad de dichas partes. De forma paulatina y escalonada, la indagación dejará de ser plenamente intelectual y tomará un aspecto vívido en la persona, es decir, adoptando el concepto -de forma natural- que ella no es esos aspectos mortales.

La meditación (Upâsanâes) es el proceso a realizar tras la indagación; una vez veamos que nuestro discernimiento es correcto y no hay lugar a dudas, hay que ir al siguiente paso que es contemplar ese conocimiento correcto que acaba de discernir, manteniendo la mente inamovible en su objeto de atención y atrayéndolo tantas veces como sea necesario, eliminando las obstrucciones que identificamos por medio del estudio de los textos y la experiencia. Tanto Helena Blavatsky como William Jugde expresan que la propia meditación y método a utilizar han de ser esfuerzos “autoinducidos” y “autodesarrollados”. Sería pertinente mencionar que este es un proceso de retroalimentación, que sólo surge espontáneamente tras haber asimilado la enseñanza que aparece por sí sóla.

A pesar de los esfuerzos por algunos teósofos, los Maestros y textos que contienen perlas ocultas no ofrecen una lista de pasos, pues la enseñanza no estipula "primero hagan aquéllo, después lo otro, luego verán una luz blanca y finalmente se habrán iluminado". Este tipo de planteamiento es absurdo, pues nosotros no somos una mente en colectivo, sino que actuamos como personas afectadas por diferentes condiciones; hemos asimilado las enseñanzas de manera diferente, fortalecido virtudes diversas y por lo tanto tenemos múltiples debilidades. La evolución humana y el efecto del Karma tiene una forma distinta de abordar a cada individuo; de la misma forma y en base a nuestro entendimiento, debemos dar pie a nuestra propia práctica.

La indagación (Vichara) es la reflexión intelectual y deductiva de la Verdad, y la meditación (Upâsanâes) implica consolidar dicho conocimiento intelectual, obteniendo una integración vivida de la Verdad en nuestra forma de ver el mundo, el acercamiento del mundo divino.

¿Quién soy yo? ¿Cómo es creado este (mundo)? ¿Quién es su creador? ¿De qué material está hecho este (mundo)? Ésta es la manera de esa Vichâra (indagación)” (Aparokshânubhuti, p. 12, Sutra 12).

Todo es producido por la ignorancia, y se desvanece en el despertar del Conocimiento. Los diferentes pensamientos (modificaciones del 'órgano interno' —Antahkarana) deben ser el creador. Tal es esta Vichâra (indagación)” (Aparokshânubhuti, p. 14, Sutra 14).

"La meditación es una plegaria silenciosa y sin palabras o, como expresó Platón, 'el ardiente giro del alma hacia lo divino'; no es pedir ningún bien particular (como en el sentido común de la oración), sino por el Bien Supremo y Universal en sí mismo, del que somos una parte en la Tierra y proveniente de la esencia de la que todos hemos surgido” (H.P. Blavatsky, La Clave de la Teosofía, p. 10).

E: Lo que usted afirma me sorprende, porque un gran número de estudiantes efectúa las meditaciones descritas por las tradiciones al pie de la letra, y muchos tienen buenos resultados. Por ello le pregunto: ¿Es seguro esto de tomar nuestra propia práctica? ¿No es mejor elegir entre el gran número de meditaciones hasta elegir la que más se adapta a nosotros? ¿Cómo lo haríamos?

I: Sobre "si es sano tomar nuestra propia práctica de meditación", la respuesta es sí y no, pues todo depende de qué tipo de técnicas y estudios hemos leído y "asimilado”. Sería pertinente mencionar que hay métodos considerados inseguros como los siguientes:

-intentar estimular los centros vitales, también llamados padmas, chakras o "ruedas" (muy peligroso);

-realizar meditaciones en grupo (lo cual es contraproducente);
-adoptar un estado de trance (para nada edificante);
-buscar contacto con seres de otros planos;
-meditar en algo que no se ha asimilado correctamente;
-realizar prácticas que pongan bajo tensión al cuerpo y conlleven incomodidad física;

-modificar nuestros procesos fisiológicos tales como la respiración (muy peligroso);

-cultivar sentimientos negativos y superfluos como odio, pereza, apatía, intolerancia, fanatismos de cualquier clase, anhelos por placeres materiales o dar por "real" la "inexistencia de Purusha" (Espíritu), todo lo cual nos lleva al declive espiritual;

-estimular de alguna manera la Kundalini (terriblemente riesgoso);
-técnicas para "despertar poderes" en el individuo (totalmente inadmisible), o
-promover el intento absurdo de “vaciar” la mente.

William Jugde sostiene cuál debe ser la auténtica meditación:

“Aquí entra entonces el deber e imperativo final, el 'qué debo hacer', y se convierte en parte del proceso. No todas las acciones son dignas de realizarse, y no debemos seguir o hacer de manera descuidada e indiscriminada todo lo que se sugiere, sino descubrir qué deberíamos realizar y hacerlo por ese motivo y no por algún resultado que esperamos seguir (...) Al continuar esta práctica, la verdadera meditación comienza y pronto se volverá permanente, pues quien observa sus pensamientos y actos con objeto de realizar los que se deberían, adquirirá una concentración en el tiempo que aumentará el poder meditativo real. No es meditación mirar un punto en la pared por un período fijo, o permanecer por otro periodo en un estado mental perfectamente vacío que pronto hará que nos quedemos dormidos. Todas éstas son meras formas que al final no producirán un bien duradero, pero muchos estudiantes han corrido tras estas locuras e ignorando el camino auténtico. La verdad es que el método correcto no es fácil; requiere pensamiento y esfuerzo mental, persistencia y fe. Mirar fijamente a puntos y esas prácticas mal llamadas 'ocultas' son muy fáciles en comparación con las primeras" (Notes on the Bhagavad-Gita, p. 128-129).

Acabamos de tocar tan sólo los principales errores, vulgarmente llamados “prácticas espirituales”. Ahora les mencionaré los rasgos del verdadero ejercicio que hemos de adoptar:

-un anhelo constante, perpetuo y fijo en la Realidad Suprema sin importar lo que hagamos (siendo ésta la mayor práctica);

-el método que nace por sí sólo mediante nuestro entendimiento;
-el procedimiento que poco a poco nos desprende de la falsedad que "somos nuestro cuerpo físico";

-los instantes en que el individuo piensa y actúa en todo momento posible como sus Hermanos Mayores o Maestros;

-las tácticas que refrenan -tanto fuera como dentro de la meditación- los malos hábitos del alumno;

-aquéllas que no reniegan de los deberes mundanos, pero tampoco se ancla a ellos;

-realizar una actividad, sea cual sea, sin apegarse al fruto (lo cual lleva a la santidad), y

-la práctica continua, noble y completamente inofensiva, que por sí sóla relaja el cuerpo y estabiliza las constantes modificaciones de la mente.

Espero que estas pequeñas indicaciones les sean útiles y que por ustedes mismos sean capaces de adoptar los ejercicios más convenientes. Es cierto que doctrinas como la budista ofrecen diversos objetos de meditación, y en total son 40, llamados Kammatthana; cada grupo de ellos se destina a un tipo de personalidad diferente, con el fin de que estas sirvieran para desarrollar bases de serenidad mental (samatha), y aunque no es la opinión que comparten los Maestros, tiene su razón de ser y hay varios motivos:

-Las obras exotéricas subrayan en primer lugar el desarrollo psicológico, moral y ético del ser humano.

-Dependiendo de la época (como los tiempos de Jesús y Buda) se requería de una enseñanza que estuviera abierta al publico.

-Durante las fases en que fueron destinadas estas obras, el individuo no estaba del todo capacitado para recibir una enseñanza más profunda.

-Las prácticas destinadas por los sistemas exotéricos son totalmente inofensivas, y siempre que la persona no se deje llevar por las apariencias alegóricas en las mismas.

-Las obras necesarias para desentrañar los misterios de textos exotéricos están ocultas a la mirada de los profanos (lo cual está más que confirmado en la Doctrina Secreta).

En esta época, el ser humano ya no tiene que "ser alimentado con papilla"; las practicas dejadas por escrituras exotéricas ya cumplieron su función, pues en la era actual estas enseñanzas ya no son adecuadas para todo el mundo. Un buen ejemplo es el budismo o en el yoga, respecto a sus normas de conducta llamadas Sila o Yama, donde nos damos cuenta que hay muchas "tareas a cumplir" por el estudiante que resultan imposibles de llevar a cabo en determinados países, siendo sólo aptas en zonas donde esas tradiciones están fuertemente arraigadas. Y no debemos confundir las doctrinas impartidas por los Maestros -destinadas a un tiempo y momento- con la Doctrina Universal que ha vivido y siempre persistirá en los humanos contemporáneos, aquéllos que han sido y los que vendrán.

Como dije, la práctica a realizar debe nacer espontáneamente del entendimiento que hemos obtenido; sin embargo, William Judge en su libro Cartas que me han ayudado nos ofrece verdaderas pistas sobre la auténtica meditación:

“Ahora bien, usted quiere más luz y esto es lo que debe hacer. Tendrá que 'renunciar' a algo, es decir, programe una media hora antes de lo habitual y dedíquela antes del desayuno a la meditación silenciosa, en la cual reflexionará sobre todas las ideas grandes y elevadas. ¡Media hora!, y seguramente el tiempo le sobra. Y no ingiera nada antes. Si puede tomar otra media hora antes de acostarse, y sin preliminares de desvestirse o realizar cosas agradables o más cómodas, medite nuevamente. Ahora no me falle en esto. Esto es mucho para renunciar, pero hágalo así recordando que no debe hacer todos esos preparativos tan a menudo permitidos por las personas (...). 'El Maestro mejor y más importante es el séptimo principio centrado en el sexto'. Cuanto más se despoje usted del sentido ilusorio de aislamiento personal, y cuanto más se consagre al servicio de los demás, más desaparecerá Maya y estará más cerca de la Divinidad'. Adiós, entonces, y que encuentre esa paz que viene del Ser" (p. 96).

"Le aconsejo que deje de enfocarse en los centros vitales [chakras] que de nuevo pueden resultar peligrosos a menos que estén bajo la guía de un maestro. Hasta cierto punto, ha aprendido el poder de la concentración y la mayor ayuda ahora le llegará al centrarse en el Ser Superior y la aspiración hacia él. Además, si va a tomar algún tema u oración del Bhagavad-Gita, concentra su mente en eso y medita en ello, encontrará varios buenos resultados y no hay peligro en tal proceso" (p. 115).

"Despierte constantemente en usted el significado de 'Tú eres Eso'. Tú eres el Ser. Esto es lo que hay que pensar en la meditación, y si lo cree entonces diga lo mismo a otros. Lo ha leído antes, pero ahora trate de percatarse cada vez más y obtendrá la luz que desea" (p. 126).

En verdad, la concentración es mejor que el mero esfuerzo, y aún mejor que la concentración es la meditación; pero aún por encima de la meditación está la entrega por amor, en servicio desinteresado, porque la consecuencia de la entrega es paz” (Bhagavad-Gita, capítulo 11, verso 12).

Con las declaraciones de Judge, está más que visto y dicho que no existe una práctica concreta o serie de pasos para acercarnos a la Realidad Última. El método nace por sí sólo en nuestro entendimiento continuo de las enseñanzas, y con cada gesto de modo gradual viviremos esas enseñanzas y podremos identificar nuestro Recinto Sagrado, que es la Verdad más sublime.

E: ¿Cómo deberíamos meditar? ¿Puede darnos algún ejemplo?
I: La única y verdadera meditación es el anhelo y encauzamiento constantes hacia la Realidad Suprema, dirigiendo todos nuestros esfuerzos en orientarnos hacia ella. Esto se no se logra sólamente en un breve lapso; es tanto una aptitud y actitud diarias en corregirnos y perfeccionarnos en este saber, practicando el no-obrar, la abstinencia del deseo, el cultivo de benevolencia y compasión; enmendar cada pensamiento y desviarlo hacia la adquisición de la auténtica sabiduría. La meditación no es un esfuerzo único en una hora determinada, sino un empeño total que dura toda la vida.

“Tuve que encontrar algunos medios para llegar más lejos, y me di cuenta de esto que es tan antiguo como la vejez.

No estoy separado de nada. 'Soy eso que Es', es decir, soy Brahma y éste lo es todo. Pero al estar en un mundo ilusorio, me veo rodeado de ciertas apariencias que parecen separarme y así procedo a declarar mentalmente y acepto que soy todas estas ilusiones. Soy mis amigos, y luego fui a ellos en lo general y lo particular. Yo soy mis enemigos, y entonces los sentí a todos. Yo soy los pobres e impíos, soy el ignorante. Esos momentos de tristeza intelectual son aquellos en donde estoy influenciado por esos ignorantes que soy yo mismo. Y todo esto también en mi nación, pero hay muchas naciones y a ellas me refiero en la mente; las siento y soy todas ellas con lo que tienen de superstición, sabiduría o maldad. Todo eso soy yo. Imprudentemente estaba a punto de parar, pero como todo es Brahma fui a los Devas y Asuras; el mundo elemental, eso también soy yo. Después de seguir este curso por un tiempo, me resultó más fácil volver a la contemplación de todos los hombres como yo mismo. Es un buen método y debe seguirse, ya que es un paso hacia la contemplación del Todo (...) ¿No me animaré, incluso cuando un querido amigo me abandona y apuñala profundamente, cuando sé que soy yo mismo?" (William Judge, Cartas que me han ayudado, p. 6-7).

E: Esa respuesta es inesperada para muchos de nosotros, porque estamos muy acostumbrados a recibir instrucciones con una serie de niveles y siguiendo tradiciones que no entendemos del todo. Si uno lo reflexiona correctamente, lo que proponen los Mahatmas es mucho más coherente, pero sin duda hay una parte de nosotros que anhela recibir instrucción.

Cambiando el tema, cuando usted mencionó las diversas prohibiciones como estimular chakras, mover la Kundalini, adoptar trances, etc., no se nombró al "Tercer Ojo". ¿No es éste el sentido oculto que debemos desarrollar? Y si es así, ¿cómo?

I: A diferencia de lo que pretenden muchas tradiciones, el "tercer ojo" se desarrolla por sí sólo, y en respuesta a que el individuo paulatinamente abandona la noción falsa de su “yo transitorio” y se percata cada vez más que él y sus allegados son Brahman. No es necesario en absoluto usar algún procedimiento elaborado, salvo vivir y actuar constantemente como si en todo estuviera Brahman. Si buscan métodos alternos como la magia, les diré que esto es una pérdida total de tiempo, pues el "tercer ojo" verdadero es plenamente espiritual, nacido de la aspiración más elevada. Tratar de despertar ese órgano por medio de visualizaciones, decretos o "fórmulas mágicas" es sólo negligencia y herejía consumadas.

“No se puede desarrollar el tercer ojo. Es demasiado difícil, y hasta que no haya aprendido mucho más sobre filosofía, sería infructuoso y un sacrificio inútil es un crimen de locura. Pero aquí hay consejos que dan muchos Adeptos: todos los días y con la frecuencia que pueda, y al irse a dormir y despertar, piense todo el tiempo sobre la verdad de que usted no es un cuerpo, cerebro o individuo astral, sino que usted es AQUÉLLO, y ESTO es el Alma Suprema. Por esta práctica, gradualmente eliminará la falsa noción que se esconde al interior de que lo falso es verdadero y viceversa. Al persistir en esto y someter sus pensamientos diarios cada noche al juicio del Ser Superior, al final obtendrá luz” (William Judge, Cartas que me han ayudado, p. 116).

"Antes de conocer los reinos y las fuerzas ocultos -que son escondidos e intangibles y que a menudo llamamos 'espirituales', pero de hecho no lo son-, hay que desarrollar y usar los sentidos astrales internos y sus poderes. Este desarrollo no puede ser forzado, como podría hacerse en la construcción de una máquina para ejecutar alguna operación, sino que vendrá a su propio tiempo como todos nuestros sentidos y poderes que se han desarrollado internamente" (Notes on the Bhagavad Gita, p. 206).

(Nota: más claro que el cristal imposible, y esperamos que ayude a muchos para despertarse en la auténtica espiritualidad).

E: Lo que usted señala es muy diferente al yoga habitualmente popularizado. Existe una gran confusión por parte de diversos autores, dando información sesgada e incompleta, y por ello quedé con muchas dudas en los cursos que seguí.

¿Son esfuerzos suficientes la meditación e indagatoria? ¿Qué tanto hemos de prolongar la práctica? ¿Cómo debemos balancear nuestra vida cotidiana y el Yoga?

I: Los auténticos sabios y estudiantes saben que el yoga no es una ciencia ajena al mundo. El ámbito sutil donde impera el yoga está en perfecta armonía con el plano físico que tantos científicos toman como “real”. Sabiendo esto, los conocedores y practicantes no deben tomar una posición pasiva o haciendo oídos sordos ante lo que sucede en el planeta, porque han de saber que el hombre nunca puede ser pasivo y la Ley lo impulsa a actuar. Está completamente equivocado quien crea que por seguir el camino espiritual puede huir del entorno, sus exigencias o deberes, y por ende carece del entendimiento sobre su Dharma.

E: Cuando nos habla de deberes, ¿a cuál de ellos se refiere usted? ¿Cuál es la acción correcta? ¿Qué deberes hay que realizar?

I: Generalmente y según la tradición, existen cuatro deberes en la vida humana:

-Artha: obtención de prosperidad mundana.
-Kama: satisfacción de los deseos.
-Dharma: cumplimiento del deber supremo en una manera totalmente desinteresada, sin apegarse a la acción ni al fruto. Esta palabra se traduce como “Ley suprema o divina", "Camino recto o del Bien”.

-Moksa: logro de la liberación, el desmoronamiento de la dualidad por el “yo transitorio” y la unificación con la Esencia Primordial o “Aquéllo”.

Las primeras dos tienen un alcance mediocre, cuyas obras y resultantes son meramente transitorias; no dejan de meternos en problemas, siguen impulsando la rueda del Samsara y no tienen nada que ver con la vida espiritual. No obstante, las últimas dos poseen un rango infinito pues su acción y efecto no son transitorios, y terminan por detener la rueda de los continuos renacimientos.

Tanto Dharma (camino recto) como Moksa (liberación) han de practicarse activamente. En el capítulo 13 del Bhagavad-Gita se describen los medios para conseguir que ambos fluyan del individuo; la "persona antigua" desaparece para revestir a la nueva con dichas características que conllevan al deber y la meta: “Ausencia de deseos por placeres sensoriales; ausencia del sentido del 'Yo' individual; inmutabilidad ante los sufrimientos del nacimiento y de la muerte, al igual que ante la vejez, la enfermedad y el sufrimiento en general; libertad a la esclavitud por los apegos, incluso de la atadura al afecto familiar, esposa o hijos; mente en constante sosiego, tanto en gozo como desdicha; devoción inalterable, asidua y exclusiva por Mí, frecuentando parajes solitarios y evitando el bullicio de las multitudes; constante anhelo por disolverse en el Espíritu Interior y firme determinación en el Conocimiento de la Verdad que nos lleva a la liberación: realmente, esto es el auténtico Conocimiento que conduce a la Visión Espiritual. Todo lo que se oponga a esto es ignorancia”. Tal como describe Krishna, podemos ocuparnos de los deberes a afrontar como la crianza de hijos, nuestra función de esposos (as), padres/madres, hermanos, empleados, etc. Hemos de realizarlos con total desapego, sin esperar fruto alguno ni desesperarnos, con la mente en total sosiego hacia la meta.

(Nota: el mismo Krishna, y antes de los sucesos del Bhagavad-Gita, desempeñó su papel como soberano de su nación y durante su niñez fue pastor).

El camino espiritual no se limita sólo a los medios por los cuales alcanzamos la meta, sino también debemos interactuar y servir al propósito que la Naturaleza destina para nosotros. Por sí sólo, nuestro desarrollo interno no es esfuerzo suficiente, porque el mundo no funciona únicamente de modo individualista, y por el contrario formamos un todo; en consecuencia, debemos cumplir la misión de ayudar a nuestros hermanos a escapar de la visión incorrecta de Avidya (ignorancia).

Tal como los actos de comer, respirar, sentir y vivir son automáticos, de la misma forma el estudiante debe considerar el camino como la propia vida. Anteriormente vimos que el mundo sutil no es un ámbito ajeno o separado del físico, y el yoga no es un camino alterno, sino el propósito de la existencia humana; por tanto, debemos equilibrar sabiamente lo que estamos dispuestos a hacer y lo que debemos realizar. En nuestro sentir debemos saber cuándo continuar o detenernos, o dar un poco más de lo que podemos, sin perder nunca de vista que por pequeño que sea el esfuerzo -siempre y cuando sea continuo- nos llevará hacia el objetivo.

El camino no debe desgarrar al individuo, ni tampoco dejarlo en una colcha cómoda donde sólo importe su confort; esto no es así, porque la Naturaleza está interconectada y nuestra vida está ligada a los propósitos de aquélla, por lo cual el ser humano y Aquéllo son uno. La práctica del yoga es un esfuerzo prolongado que dura toda la vida, pues la existencia humana es la del Yoga, y UNO NO PUEDE EXISTIR SIN EL OTRO.

Éste es el ciclo de la Rueda de la Ley, en continuo movimiento, y en vano vive el hombre que, malgastando su vida en placeres, no ayuda a este ciclo” (Bhagavad-Gita, capítulo 3, verso 16).

En este camino, ningún esfuerzo es baldío, ni existe posibilidad de desgracia. Hasta el más mínimo progreso supone liberación de tus miedos” (ibídem, capítulo 2, verso 40).

En verdad, la concentración es mejor que el mero esfuerzo, y aún mejor que la concentración es la meditación; pero aún por encima de ésta se encuentra la entrega por amor, en servicio desinteresado, porque la consecuencia de la entrega es Paz” (ibídem, capítulo 11, verso 12).

Todo sacrificio ofrecido con fe constante y fervorosa, toda limosna o cumplimiento del deber es también SAT. Y lo mismo se puede decir de toda acción dedicada con veneración a Brahman” (ibídem, capítulo 17, verso 27).

E: Entonces, ¿qué valor tienen las escrituras? Si el camino es plenamente interno, ¿para qué recurrimos a esos libros? El conocimiento no se revela simplemente por mera inferencia y deducción, e imagino que las obras tienen tan sólo un valor transitorio.

I: Este es un tema que tiene enorme importancia, debido a la gran multitud de conflictos que aparecen entre estudiantes, religiosos, eruditos y filósofos que dicen "si las escrituras no dan testimonio, el asunto es falso"; "eso nunca lo mencionó el maestro, por lo tanto no es cierto”; "si el maestro lo dijo, pues así es", o “las escrituras señalan esto, por ende es correcto”.

Primero debemos entender que las escrituras -ya sean los Vedas, la Biblia, la Torah, el Zohar, el Canon Pali u otras- son señalamientos o sombras de la Verdad Infinita, que no puede ser acaparada por un lenguaje finito. Dichas obras están dedicadas a estimular e inducir al estudiante un entendimiento del mundo sutil al que no puede acceder ni concebir. Naturalmente, esto nace como un entendimiento meramente intelectual, y si se queda allí nos volvemos meros eruditos, vacíos de la auténtica sabiduría. La escritura moviliza los "músculos" del discernimiento interno y poco a poco va sacando al hombre de su apego a los deseos, pero hemos de ser receptivos a objeto de intentar captar su significado inmortal, lejos de las pretensiones religiosas y separatistas.

En segundo lugar, ciertamente las escrituras sólo poseen un valor para iniciar al individuo, a la sombra de la sabiduría, induciendo interés moral, apacibilidad y compasión, que disfrazados de normas son los iniciadores y sin ellos no podemos acceder al camino. Este sendero es total y definitivamente interno, pero las obras que dejaron los Maestros harán que evitemos errores de concepción y conductas que terminen matando nuestro potencial para avanzar. Apegarse a las escrituras es un terrible error, como también lo es obviarlas, ignorarlas, denigrarlas o corromperlas.

El Tao que puede ser expresado no es el verdadero Tao” (Tao Te King, p. 1).

Para un sabio dotado de visión espiritual, los Vedas tienen tanta utilidad como un pozo que ha sido cubierto por una inundación” (Bhagavad-Gita, capítulo 2, verso 46).

Las escrituras son letra muerta. ¿Por qué no venís a mí, que soy Fuente de la Vida?” (Juan 6:35; 2 Corintios 3:6).

Aquél que de verdad desea conocer el Yoga, va más allá de las palabras de los libros” (Bhagavad-Gita, capítulo 6, verso 44).

"Permanecerán en oscuridad aquéllos que mediante la lectura de libros intentan resolver los problemas sobre los secretos divinos de la Naturaleza; serán alejados de la luz por el ilusorio brillo deslumbrante de sus equivocados intelectos” (Cornelio Agrippa de Nettesheim).

E: Ahora comprendo mucho mejor. ¿Cómo debemos usar las escrituras para ayudarnos? ¿Cuál de todos esos Maestros es el más elevado? ¿Debemos seguir sus instrucciones al pie de la letra?

I: Estas inquietudes también son verdaderamente importantes, porque el equilibrio entre lectura y acción puede ser vital. El afán de saber qué libros nos convienen y qué autor es más confiable ha sido motivo de confusiones y numerosas disputas.

Las escrituras son un medio que de ninguna forma debe confundirse con el logro de la verdadera sabiduría; sin embargo y ya que el alumno no es un Arhat (hombre perfeccionado), su visión de la realidad es muy limitada y no es capaz de discernir qué es realmente la actitud y aptitud espirituales. En síntesis, no sabe a dónde moverse y como obtener un entendimiento correcto sobre el cual caminaremos durante el verdadero desarrollo.

Debemos recurrir a las enseñanzas rápidamente en el momento que surgen las siguientes situaciones:

-cuando nuestras acciones están sesgadas;
-en el momento que tengamos dudas respecto a un tema;
-si poseemos un entendimiento muy poco profundo de un asunto;
-al no estar verdaderamente convencidos que exista Atman;
-cuando no estemos convencidos de las explicaciones que nos ofrezca una persona que sepa con respecto a un tópico;

-cuando surja en nosotros el incesante y auténtico deseo de buscar el sendero hacia la liberación;

-al hundirnos enormemente en el materialismo;
-en el instante que consideremos que "no existe la Ley", y
-cuando los malos hábitos han echado raíces en nosotros.

E: ¿Y por qué buscar las enseñanzas rápidamente en esos contextos?
I: Como se mencionó anteriormente, adoptar el mensaje que dejan las enseñanzas del modo correcto nos puede ayudar tanto con una aptitud como actitud espirituales apropiadas con los siguientes fines:

-evitar que el potencial espiritual de ese individuo se atrofie;
-evitar (para quienes le rodean y a sí mismo) las nefastas consecuencias de sus actos (y créanme que todas nuestras acciones sí tienen secuelas);

-emprender el camino que por deber y derecho le corresponde al ser humano;
-cultivar buenos hábitos en el individuo, esenciales para que sea un miembro realmente funcional de la humanidad;

-introducirse en aquel mundo sutil que para nada es ajeno al hombre, y le desconoce por completo, y

-con el fin de servir a nuestros semejantes, pues aunque lo duden, éste es el deber supremo para el auténtico estudiante.

También debemos estar conscientes de que las enseñanzas son, en primera instancia, una dinámica espiritual que poco a poco nos ayudará a despegarnos de nuestra identificación con nuestras fallas y partes transitorias. Realmente, quien busca encuentra joyas en esas obras.

Continuando con la respuesta, creo que la cuestión no es saber "cuál maestro es mejor o más elevado que otro". Para empezar esto es un terrible error de percepción: no existe un maestro que sea "Fase 1" y otro "Fase 2" (como en algunos dibujos animados), sino que nuestro “nivel espiritual” se produce en cuanto el individuo se "sumerge" en su propósito (la unión con Aquéllo), en cuanto su percepción de sí mismo ha desaparecido para unirse al perfecto servicio y reintegración con lo Absoluto.

Entonces, las verdaderas preguntas a plantear son: ¿Ese sujeto que escribió el libro es un auténtico maestro? ¿En esa obra brilla realmente la luz espiritual? La lectura que realmente nos conviene es aquélla que conmina al individuo a liberarse de sus apegos asfixiantes, y no incita sectarismo, barbarie, intolerancia, egoísmo, apatía, etc. El contenido confiable sugiere renuncia a la búsqueda de placeres, la aversión a problemas vulgares y el cultivo de cualidades humanas más excelsas o Paramitas (perfecciones), que son descritas así en La Voz del Silencio: "DÂNA, la llave de caridad y amor inmortal; SHÎLA, llave de armonía en palabra y acción, que contrabalancea causa y efecto, sin dejar ningún espacio a la acción kármica; KSHANTI, la paciencia tierna e inalterable por nada; VIRAGA, indiferencia al placer y dolor; conquistada la ilusión, se percibe sólo la verdad; VIRYA, energía indómita que abre su brecha hacia la VERDAD suprema; DHYÂNA, cuya puerta de oro, una vez abierta, conduce al Narjol hacia el reino del eterno Sat y a su contemplación incesante; PRAJNA, la llave que hace del ser humano un dios, convirtiéndolo en Bôdhisattva, hijo de los Dhyânis, desde el fango de las mentiras terrenales”. Toda obra que estimule la obtención de estas llaves conducentes a la perfección ha de ser leída y estudiada con fervor.

Con el paso del tiempo, seremos capaces de verificar si estos libros son verídicos o no, porque captaremos cada vez más esas fuerzas internas; no hay límite de creencia, raza, intelecto ni capacidad socioeconómica. Todos podemos beneficiarnos de estas joyas, independientemente del maestro que las escribió, siempre y cuando mantengamos la mente lejos de prejuicios y recordemos que dichas escrituras no son la Realidad, sino una sombra de ella. El más grande maestro -para ustedes- no es un Mahatma, sino Alaya (el "hombre interno"); déjense cubrir por sus aguas de apacibilidad y sabiduría, pues con ello son superables todas las exigencias del yoga. Por ahora deben depositar su fe en las enseñanzas de los maestros y les garantizo que con el tiempo los resultados llegarán.

“Todo es impermanente en el individuo, excepto la pura y brillante esencia de Âlaya. El hombre es su rayo cristalino; un rayo de luz inmaculado en lo interior, una forma de arcilla en la superficie inferior. Ese rayo es el guía de tu vida y tu verdadero SER, el Vigilante y Pensador silencioso, la víctima de tu Yo inferior. Tu alma no puede ser herida sino a través de tu cuerpo sujeto al error; controla y domina a ambos y podrás cruzar seguro la cercana 'Puerta del Equilibrio'” (Helena Blavastky, La Voz del Silencio).

El gran error de muchísimos estudiantes es tomar al pie de la letra las enseñanzas exotéricas, debido a que estas palabras tan bellamente puestas reflejan la naturaleza interna del maestro y no habla precisamente de hechos fenoménicos. Tras esas instrucciones existe un velo (limitación de la visión espiritual, oscurecida por nuestra ignorancia), y para entenderlas debemos obtener ciertas claves, las cuales no son sólo un entendimiento sobre "a qué se refería el autor específicamente" o ciertos códigos sin los cuales podamos leer. La clave para abrir y asimilar esos textos es ir desarrollando paulatinamente una visión espiritual que elimine las apariencias causadas por la ignorancia y apreciar así el auténtico conocimiento.

“(...) tenga cuidado con tomar literalmente las obras exotéricas sobre yoga, porque todas ellas requieren una clave” (H.P. Blavatsky, Transactions of the Blavatsky Lodge, p. 141).

Se han creado enormes problemas por una mala interpretación de palabras, como por ejemplo cuando Jesús señaló: “El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna; yo le resucitaré en el día postrero” (Juan, capítulo 6, versículo 54). Esto realmente fue un escándalo, pues ni sus allegados le entendían. Otro caso se encuentra en el budismo, donde una frase provocó grandes disputas tanto a la variante Mahayana ("gran camino") como Theravada ("pequeño camino"): “Todos deben tomar refugio en el Buda” (Siddharta Gautama). Y podríamos seguir comentando más casos, pero ustedes ya van entendiendo a qué me refiero. De igual manera, a muchos alumnos les han llegado desgracias físicas, emocionales y espirituales al seguir literalmente las enseñanzas Hatha-Yoga, el nefasto tantra sexual y el ya degradado budismo Vajrayana.

Hay hombres que, aún careciendo de visión espiritual, hablan ostentosamente, con versatilidad y usando muchas palabras; siguen los Vedas al pie de la letra y afirman que eso es todo lo que hay que saber” (Bhagavad-Gita, capítulo 2, verso 42).

Sus almas están embadurnadas con deseos mundanos y sólo buscan la satisfacción de deseos materiales. La recompensa para éstos es nacer una y otra vez” (ibídem, capítulo 2, verso 43).

Para el Yogui que ya ha conocido estos dos senderos, la ilusión de este mundo deja de ser ya una trampa. Así pues, oh Arjuna, practica con constancia y regularidad este Yoga. Hay una recompensa que se obtiene por la lectura de los Vedas, o de la ofrenda de sacrificios, o la vida austera, o la caridad. Pero incomparablemente más alta, es la recompensa que obtiene el Yogui que, conociendo la Verdad, ve la Luz que disipa sus tinieblas: de este modo, él regresa a su Hogar Eterno” (ibídem, capítulo 8, verso 27).

E: Ahora que tocamos ese tema, háblenos del Hatha Yoga. ¿Vale la pena practicarlo? ¿Es un camino espiritual seguro y real? ¿Puede integrarse al sendero espiritual? ¿Cuál es su utilidad real en el camino? ¿Existe un sistema parecido a Hatha?

I: Antes de responder, les explicaré que tanto Hatha como Raja forman parte de las dos principales ramas del yoga. Principalmente existen divisiones menores en las mismas, aunque no todos están de acuerdo con esto, porque a diferencia de Raja-Yoga ("unión con el Soberano"), el Hatha es considerado no fundamental. Éste último fue promovido por Matsyendra Nâtha y Goraksha Nâtha con sus seguidores; dicho sistema tuvo un impacto muy grande en India y fue practicado por muchos ascetas en ese país cerca del siglo X d. de C., si bien realmente se duda de esta fecha según La Doctrina Secreta, tomo I, p. 104: "Sabemos por el Lalita-Vistara que las diversas formas de tortura corporal, de propia laceración y austeridad eran comunes en tiempo de Gautama”. Pero, sin desearlo, éste fue tan sólo un paso hacia la degradación de la enseñanza Raja-Yoga.

(Nota: las ramas fundamentales son Raja Yoga, Jnana Yoga y Karma Yoga, pero estudiante real sabrá que todas son en sí una misma práctica).

Etimológicamente, la palabra Hatha tiene origen en las raíces sánscritas “ha” (Luna) y “tha” (Sol), que hacen referencia a los grandes canales energéticos en el cuerpo humano: aquél que está asociado con el Sol y la fosa nasal derecha (Pingala), en conjunto con la izquierda (Luna). Por ello, al sintetizar esos vocablos, Hatha-Yoga quiere decir “unión de Sol y Luna”.

Ahora bien, sobre si "conviene practicar o no determinados procedimientos", todo consta de la época y condición actual del ser humano. En aquel tiempo existía un daño moral muy grande en la sociedad debido a numerosos conflictos, llevando a que el individuo se apegara a sus deseos terrenales, su adoración a dioses y la crudeza del contexto. Allí el Hatha Yoga actuó como un remedio para quienes les resultaba especialmente difícil desprenderse de sus anhelos. Comprendamos que la austeridad, tal como se concibe en el yoga, significa dominar los órganos de percepción y mantenerlos bajo estricto control por el desarrollo de la voluntad; sin embargo, lo menos conocido es que el Hatha y sus requerimientos son tan difíciles de llevar a cabo, que muy pocos sobreviven a tan terrible práctica. Un aspecto muy ignorado es que Hatha debía considerarse sólo un peldaño para pasar a Raja y no como "yoga auténtico".

(Nota: me atrevo a decir que el Hatha apareció por la misma razón que el confucionismo en China y el shugendo entre los japoneses).

Si tomamos estos datos, para la mayoría de ustedes el Hatha no es recomendable ni beneficioso, al menos en su estado actual, y tengo plena certeza que los actuales textos sobre el tema están incompletos y requieren una clave para ser practicado realmente. Esto tiene base en el siguiente extracto de la Doctrina Secreta, tomo I, p. 44: "(...) el estudiante se encontrará, siguiendo estrictamente los datos suministrados por los mismos orientalistas, que aunque el Rig Veda contiene sólo unos 10.580 versos ó 1.028 himnos, no se ha comprendido correctamente hasta hoy a pesar de los Brâhmanas y la masa de glosas y comentarios. ¿Y por qué? Evidentemente porque los Brâhmanas, 'los tratados más antiguos y escolásticos acerca de los primitivos himnos', requieren ellos mismos una clave que no han logrado encontrar los orientalistas". Es decir, si el propio Rig Veda y otros tantos libros vistos como sagrados no tienen la clave adecuada para abordarse, y están ocultos de los profanos desde tiempos antiquísimos, ¿qué certeza tiene el practicante de Hatha de no haber errado en su interpretación sobre estas obras? ¿Cómo sabe que sus asanas o mudras no son parte de un simbolismo oculto, lejos de las meras posturas físicas?

Otro gran ejemplo se aprecia en las palabras del gran filósofo Cornelio Agrippa de Nettemheim: "Sea lo que fuera que leamos acerca de los irresistibles poderes del Arte Mágico, o de las sorprendentes visiones por astrólogos, etc., ya que bien pronto tomaremos esas cosas en su aspecto exotérico y literal (...) Sus formas externas velan las verdades internas, y quien desee verlas debe estar en posesión de la luz divina de la razón, la cual es el patrimonio de los elegidos".

(Nota: en mi opinión el autor está más que acertado, porque en la Doctrina Secreta se narra hasta el cansancio que las actuales obras exotéricas están incompletas o no poseen las llaves adecuadas para estudiarse).

El Hatha Yoga es un camino psico-físico, esto es, se basa en influir sobre procesos fisiológicos para fortalecer la salud del individuo, y también existe modificación de procesos psíquicos humanos con el propósito de inducir en la mente una disposición meditativa. Se suponía que con la práctica de austeridad el individuo debía tener un cuerpo obediente, y que cuando deseara, tanto los sentidos como el deseo debían permanecer aplacados particularmente por medio de purificaciones (Kriyas) y el dominio de las corrientes pránicas (Ida y Pingala), para hacer circular la energía por el canal central (Sushuma), lo que a su vez tiene el efecto de apartar la energía circulante de sus órganos perceptivos. Y todo ello tiene como objetivo aquietar chitta (mente) y sus incesantes vrittis (modificaciones). No obstante, el cuerpo es expuesto a tantas penurias, el tiempo dedicado es tan extenso y la naturaleza psíquica se mantenía en tal grado de abstención, que la práctica terminaba por destruir tanto el cuerpo como el potencial de avance en la persona.

(Nota: cabe destacar que a muchos dioses como Vishnu y sus encarnaciones se les ha representado con la forma de un dios solar, pero también a modo de divinidades lunares. Reflexionen en esto y se percatarán de que el Hatha-Yoga implica un aspecto oculto).

A diferencia de Raja-Yoga, el Hatha no es un camino final y representa sólo un medio, pues trata con los componentes transitorios del hombre. La intención del Raja es intentar llevarnos por el camino gradual que lleva a lo eterno e inmanifestado. Entonces, ¿por qué perder el tiempo con lo efímero?

Ustedes no tienen necesidad de practicar Hatha-Yoga tal como se describe, y han de entender que el efecto real y deseado con esta técnica se puede lograr fácilmente sin necesidad de comprometer la salud. Esta forma se obtiene adoptando el camino medio del que tanto hablaba Buda -y además muchísimos maestros-, debido a su experiencia directa con el Hatha que casi termina con su vida. Él dijo: "No permanecer en la apatía ni caer en sentimentalismos; no dormir mucho ni poco; no caer en hiperactividad ni ociosidad; tampoco practicar austeridades ni regodearse continuamente en placeres...”. Amigos míos, el Yogui supremo es quien sigue el camino medio, no se deja abatir por los dolores y tampoco se deja llevar por la obtención de placeres.

Al parecer, en un sentido oculto el Hatha-Yoga era un método para capacitar al lanoo (discípulo aceptado por los Mahatmas) para armonizar su cuerpo con aquellas nuevas fuerzas que empiezan a integrarse en su persona. Aparte de mantener bajo control los impulsos continuos de chitta (mente), su propósito fue capacitar al aspirante para hacerlo capaz de soportar las arduas pruebas que se le presentarían. Amigos, deben saber que en el momento que una persona emprende este camino, sobre ella desciende con fuerza su karma negativo pasado, y dependiendo de su naturaleza le será más fácil o difícil afrontarlo, pudiendo en algunos casos llevarle al borde de la muerte (véanse las terribles penurias que pasó Damodar Mavalankar). De este modo, el Hatha-Yoga era un medio por el cual el discípulo podía evitar -o al menos reducir- el gran impacto que tenía el sendero iniciático sobre su salud.

Sobre tu pregunta de "si existe un sistema parecido al Hatha-Yoga", ése es el denominado Chi-Kung que tiene enorme trascendencia en China (y como toda enseñanza oculta siempre ha existido y existirá). No voy a extenderme demasiado al mencionar sus diversas fases históricas, pero hay que referirse a su aparición más conocida y que ha fascinado al mundo.

Tal reaparición (pues varios sistemas similares se han registrado en China desde el 1700 a. de C., e incluso más atrás en el tiempo) tuvo lugar durante la dinastía Liang (502 d. de C.-557 d. de C.). Según cuenta la leyenda, el monje Da-Mo, al presenciar las rutinas de renunciantes budistas, se dio cuenta de que éstos terminaban enfermos y adoloridos por la extensa práctica de servicio y meditación. A consecuencia de ello, les transmitió el secreto para vitalizar sus cuerpos, y de allí emergieron dos sistemas llamados “Yi Gin Ching” y “Shii Soei Ching”. Desde ese punto, el dominio de la energía del cuerpo vital -en conjunción con la práctica moral y la pacificación mental- ofrecen al monje un cuerpo fuerte y sumamente capaz, una mente controlada y gran calidad ética (sin la cual el auténtico sendero es imposible). El practicante es capaz de realizar proezas que para muchos son "impensables", como pararse de manos con tan sólo dos dedos, e incluso quebrar vasijas de barro sin tocarlas. Esta técnica rara vez se muestra al público por su potencial destructivo.

Visto lo anterior, ¿acaso éste no es el objetivo del Hatha-Yoga? ¿No fue una solución para cuidar la salud del practicante? ¿Acaso ambos no eran sólo un peldaño a la práctica suprema? Hay una diferencia en esto, y es que los monjes no consideran que ejercitar Qi-gong sea "un sustituto del camino", sino sólo un medio; en cambio, el asceta y faquir ven la mortificación a modo de trayectoria hacia la liberación (esto en un principio no era así, y todo sucede tras la degradación del Hatha).

Concluyendo la respuesta, a mi parecer tanto Chi-kung como Hatha-Yoga poseen verdades ocultas tras su lenguaje, que en realidad es plenamente alegórico y metafísico.

(Nota: según observo, ambos métodos no están dedicados al cuerpo físico y ni siquiera al pránico, sino a la creación de un cuerpo sutil y plenamente espiritual; al respecto dejo un enlace al artículo por Cid Kyrtam).