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19 de febrero de 2022

Cosmología: cuestionamientos y nuevas tendencias (7 de 7)

David Pratt
Mayo de 2012


Contenidos: 

10. Cosmología teosófica
-Evolución e involución
-Ciclos evolutivos
-Estados superiores de la materia
-Nacimiento y muerte de estrellas y planetas


10. Cosmología teosófica

De acuerdo con la tradición teosófica o Sabiduría Perenne, el Universo es infinito y eterno. Dentro de la inmensidad ilimitada del espacio están apareciendo y desapareciendo constantemente innumerables mundos como "chispas de eternidad" en todas las escalas concebibles, poblados y compuestos por entidades vivas en evolución a diferentes niveles de desarrollo y que experimentan ciclos de nacimiento, vida, muerte y renacimiento. Además, la materia física representa sólo una pequeña octava en un espectro infinito de conciencia-sustancia [cuyos niveles más etéricos se encuentran] fuera de nuestro rango de percepción, pero son tan [reales] para sus propios habitantes como lo es nuestro mundo para nosotros.

El Universo es trabajado y guiado desde el interior hacia el exterior; los planos más etéricos ejercen una influencia formativa y organizativa en los planos inferiores, tal y como nuestros cuerpos físicos están animados por elementos más sutiles de nuestra constitución. Las fuerzas que mueven y dan forma a la materia reflejan los patrones y prototipos impresos en los planos superiores (la "mente universal") durante ciclos evolutivos anteriores, y de este modo una inteligencia instintiva estimula a la naturaleza (1). El término teosófico general para las fuerzas naturales es fohat, que se asocia comúnmente con la electricidad (2). Helena P. Blavatsky lo define como "la esencia de la electricidad cósmica", "la energía eléctrica siempre presente e incesante poder destructivo y formativo en el Universo de la manifestación", "la fuerza vital propulsora universal" y que representa "la potencia activa (masculina) de shakti (poder reproductivo femenino) en la naturaleza" (3).


Evolución e involución

Los cuerpos celestes nacen, evolucionan, mueren y se reencarnan, pudiendo llegar a ser más grandes o más pequeños, aproximarse entre sí o separarse, expulsar o absorber materia y radiación, explotar, fisionarse, colisionar y fusionarse. No obstante, el espacio en sí es ilimitado y eterno, no puede emerger a la vida en una explosión o aniquilarse a sí mismo, y tampoco se puede expandir o contraer (...).

La mitología hindú habla de la inhalación y exhalación de Brahma, la divinidad cósmica, cuando los mundos emergen, evolucionan y se retiran desde y hacia su seno. Algunas personas han trazado paralelos entre esta idea y la de un Universo oscilante en que el espacio se expande y contrae de forma alterna, pero existe una interpretación más sensata. En "La Doctrina Secreta", cuando se discute el origen de los mundos, Blavatsky cita lo siguiente de las Estrofas de Dzyan: "La Madre [espacio] se abulta, expandiéndose desde dentro hacia fuera al igual que el capullo de la flor de loto" (estrofa 3:1), y añade la siguiente explicación:

"La expansión 'desde dentro hacia fuera' de la Madre, llamada en otras partes 'aguas del espacio', 'matriz universal' etc., no alude a una expansión desde un pequeño centro o foco, sino que, sin referencia al tamaño, limitación o zona, significa el desarrollo de la subjetividad ilimitada a la objetividad ilimitada (...) Implica que esta expansión, sin ser un aumento de tamaño -ya que la extensión infinita no admite la ampliación-, era un cambio de condición" (6).

En otras palabras, la expansión puede referirse a la emanación o despliegue de planos o esferas progresivamente más densos desde la cumbre espiritual de una jerarquía, hasta que se alcance el mundo más bajo y material. En el punto medio del ciclo evolutivo, comienza el proceso inverso, esto es, los mundos inferiores se desmaterializan o eterealizan gradualmente e ingresan o son incorporados a los reinos superiores, o como se dice en Isaías 34:4, "y se enrollarán los cielos como un libro". Por lo tanto, la expiración e inspiración pueden referirse a la expansión del Uno en los muchos, y la posterior reabsorción de los muchos en el Uno.

La evolución e involución de los mundos no implican que el Universo en sí mismo viene a la existencia a partir de la nada, o que se expande como elástico y más tarde se contrae y desvanece en la nada, sino que son los mundos dentro del espacio -planetas, estrellas, etc.- que se materializan y eterealizan. La totalidad infinita de mundos y planos no sólo rellenan el espacio, sino que son espacio.


Ciclos evolutivos

De acuerdo con la Teosofía, ninguna cosa o entidad -ya sea átomo, humano, planeta, estrella, galaxia o agregado de galaxias- aparece fortuitamente desde la nada. Un ser físico nace porque una entidad interna o alma está volviendo a la recorporización, y cada nueva encarnación es el resultado kármico de la precedente. No hay principio ni fin absolutos para la evolución, sino sólo lugares de comienzo relativo y otros de detención o reposo. También los planetas reencarnan varias veces durante la vida útil de un sistema solar, y las estrellas lo hacen en múltiples ocasiones durante la existencia de una galaxia.

Los astrónomos estiman que la Vía Láctea tiene una edad de 13,2 mil millones de años, esto es, alrededor de 500 millones de años más reciente que la supuesta edad de todo el Universo. La Teosofía, por el contrario, indica que nuestra galaxia tiene cientos de billones de años de antigüedad y se afirma que el ciclo mayor o maha-manvantara, del cual nuestro Sistema Solar es parte, dura 311.040.000.000.000 de años, y actualmente estamos a mitad de camino, durante el cual se han completado 18.000 reencarnaciones planetarias (7).

La ciencia convencional sostiene que nuestro Sistema Solar se formó hace 4,57 mil millones de años a partir del colapso parcial de una nube molecular gigante. Se especula que en unos 5 mil millones de años el Sol se convertirá en una estrella gigante roja, una vez que todo el combustible de hidrógeno en su núcleo se haya convertido en helio; la fusión de éste en el núcleo comenzará a producir carbono y oxígeno, haciendo que las capas externas se expandan para engullir a la Tierra. Eventualmente, las capas externas serán arrojadas y se convertirán en una nebulosa planetaria, mientras que el núcleo estelar devendrá una enana blanca y se enfriará y decolorará lentamente durante muchos miles de millones de años.

Una vez más, la Teosofía sugiere una edad mucho más avanzada para el Sol. Las cifras exactas no han sido reveladas, pero la información disponible permite una estimación aproximada. La Tierra tiene aproximadamente 2 mil millones de años (en comparación con los 4,54 mil millones de años dados por la ciencia) y su vida útil total durará 4,32 mil millones de años, seguido de un período de descanso (pralaya) de igual duración. En cada manvantara solar, cada planeta se reencarna siete veces, y actualmente la Tierra está a mitad de camino hacia su quinta reincorporación (8). Estas cifras implican que el Sol tiene cerca de 37 mil millones de años terrestres y existirá por lo menos otros 20 mil millones más.


Estados superiores de la materia

Dejando a un lado el exotismo de la materia y energía oscuras (ya que estas son ficciones inventadas para salvar el Big Bang), se cree que más del 99% de la materia en el Universo físico existe en el estado de plasma. Mientras que la mayoría de los científicos considera al Sol como una bola de plasma (o cuarto estado de la materia), la Teosofía sostiene que el interior de dicho astro consiste principalmente de materia en sus estados quinto, sexto y séptimo, desconocidos para los científicos (9), y así lo que actualmente se llama "plasma" incluye los grados más finos y sutiles de la materia física. También se dice que las nebulosas están compuestas de materia en sus tres estados más altos; las nebulosas oscuras constan de materia en estado latente o restos de mundos muertos, y comienzan a condensarse y devenir cada vez más estructuradas y luminosas después de un nuevo ciclo de construcción de mundos, lo cual constituye el "amanecer" de la actividad evolutiva (10).

Si bien no existen dudas de que los elementos más pesados se sintetizan a partir del hidrógeno y otros materiales en estrellas y nebulosas (11), la Teosofía afirma que el Sol es accionado principalmente por una afluencia de energía desde planos internos de su constitución, más que por fusión termonuclear. El Sol es el corazón y cerebro del Sistema Solar y almacén de energías vitales-eléctricas:

“'El Sol es el corazón del Mundo Solar (Sistema) y su cerebro está oculto detrás del Sol (visible). Desde allí la sensación es irradiada hacia cada centro nervioso del gran cuerpo, y las olas de la esencia de vida fluyen hacia dentro de cada arteria y vena... Los planetas son sus miembros y pulsaciones...' [Comentario]. De esta manera, durante la vida o período solar manvantárico hay una circulación regular del fluido vital de un extremo al otro de nuestro Sistema, del cual el Sol es el corazón -como la circulación de la sangre en el cuerpo humano-, contrayéndose aquél tan rítmicamente como hace el corazón humano después de cada vuelta de ella. Sólo que en vez de realizar la ronda en un segundo, aproximadamente le toma a la sangre solar diez de sus años y un año entero para pasar a través de su aurículas y ventrículos antes de que ella bañe los pulmones y vuelva a las grandes venas y arterias del sistema (...) El Universo (en este caso nuestro mundo) respira, como lo hace sobre la Tierra el hombre y todo ser viviente, la planta e incluso el mineral; y como nuestro globo mismo respira cada veinticuatro horas" (12).

Basándose en observaciones combinadas con varios supuestos teóricos, los astrónomos creen que las enanas blancas, estrellas de neutrones y los agujeros negros son objetos muy densos y compactos. Sin embargo, se desconoce su verdadera naturaleza y el estado de materia que está involucrada. En la actualidad es común decir que los centros de las galaxias albergan agujeros negros, como es el caso de Sagitario A*, una estructura nuclear no luminosa en el centro de la Vía Láctea y compleja fuente de radio oscurecida por nubes de polvo. Los astrónomos convencionales piensan que es un agujero negro superdenso de unos 4 millones de masas solares, pero el núcleo de las galaxias, como las estrellas, emite enormes cantidades de materia y radiación, mientras que los agujeros negros sólo pueden destruir materia. La emisión de rayos X y chorros polares a veces se atribuye a la energía liberada por el disco de acreción formado por materia que cae en un agujero negro, aunque esta teoría se enfrenta a graves problemas (13).

En Teosofía, el término "sol central" es utilizado para referirse, entre otros, al centro galáctico, y por analogía con nuestro Sol, Sagitario A* debe consistir en estados de materia más sutiles que los cuatro conocidos por la ciencia oficial:

"El Sol Central (...) era para ellos [los cabalistas] (tanto como para los arios) el centro de Reposo; el centro al cual en última instancia debía referirse todo el movimiento. En torno a este Sol Central (...) el primero de los tres soles sistémicos (...) giraba en un plano polar (...) el segundo, en un plano ecuatorial (...) y el tercero era nuestro Sol visible. Estos cuatro cuerpos solares eran 'los órganos de cuya acción depende lo que el hombre llama la creación, la evolución de la vida en el planeta Tierra'. Los cabalistas sostenían que los canales por los que se trasmitía la influencia de estos cuerpos a la Tierra eran de tipo eléctrico (...). La energía radiante que fluye desde el sol central* traía la Tierra a la vida como un globo acuoso' cuya tendencia, 'como el núcleo de un cuerpo planetario, era dinamizar al sol (central) (...) dentro de cuya esfera de atracción había sido creado', pero la energía radiante que electrificaba a ambos de modo similar retuvo a uno a partir del otro y así cambió el movimiento hacia un desplazamiento en torno al centro de atracción que así el planeta orbitante (Tierra) buscaba alcanzar'" (16) (...).

La "creación" de materia (es decir, la condensación de materia etérica en materia física) es un proceso continuo en planetas, estrellas, nebulosas, centros galácticos, etc. y cesa sólo durante los pralayas. El proceso cíclico inverso es la desintegración de la materia en radiación, es decir, su transformación en grados más sutiles de espíritu-sustancia.


Nacimiento y muerte de estrellas y planetas

Todas las estrellas, los planetas y las lunas visibles son parte de una "cadena" de 7 globos que se hallan en siete planos (...). En nuestro Sistema Solar, todos los globos que vemos son los más bajos de una cadena jerárquica, pero este no es el caso en cada sistema solar que podamos apreciar. Esto ayuda a explicar por qué la mayoría de las estrellas de nuestra galaxia son miembros de sistemas binarios o de estrellas múltiples, donde dos o más luceros orbitan uno alrededor del otro (17).

Durante cada reencarnación planetaria o manvantara las oleadas de vida, reinos de mónadas o centros de consciencia (esto es, reinos elementales, los reinos mineral, vegetal, animal y humano, y los niveles espirituales o dhyani-chohánicos) realizan siete rondas a través de todos los globos, permaneciendo cientos de millones de años en cada uno. Durante un manvantara solar se producen siete manvantaras planetarios, donde los globos de una cadena planetaria encarnan sucesivamente en un subplano inferior en cada una de las cuatro primeras reencarnaciones y luego en un subplano superior en cada una de las tres últimas reincorporaciones. Después de siete encarnaciones planetarias, todo el sistema solar se sumerge en un pralaya solar, en el que entonces su estrella principal se extingue, de repente como un "relámpago de luz" y este evento corresponde a los estallidos de supernovas y algunos de novas. Los científicos creen que sólo las estrellas muy masivas experimentan explosiones de supernovas, porque en nuestra galaxia una supernova sólo ocurre una vez cada 30 ó 50 años. Supuestamente, las estrellas más masivas sólo duran unos pocos millones de años, debido a que queman hidrógeno muy rápidamente, pero como ya se indicó es probable que la vida activa de la mayoría de las estrellas sea mucho más larga de lo que comúnmente se cree.

La Nebulosa del Cangrejo, de 6 años luz de ancho, es descrita como el remanente expansivo de una explosión de supernova. La estrella se sitúa a 6.500 años luz de distancia, y su violento estallido en 1054 fue registrado por astrónomos chinos y japoneses, además de los nativos americanos. Los filamentos anaranjados son desechos de la estrella y consisten principalmente de hidrógeno. El azul de los filamentos en la parte externa de la nebulosa representa oxígeno, el verde es azufre y el rojo es oxígeno. El centro de la nebulosa contiene un pulsar (que se cree es el núcleo colapsado y ultradenso de la estrella siniestrada) que alimenta el resplandor azulado interior de la nebulosa (en.wikipedia.org).

La Nebulosa del Anillo en la constelación de Lyra es una nebulosa planetaria situada a unos 2000 años luz de la Tierra. Los científicos creen que esta capa de plasma fue expulsada hace miles de años por una estrella gigante roja que estaba pasando por la última etapa de su evolución antes de convertirse en una enana blanca. Los colores son aproximadamente verdaderos, en donde el azul representa helio, que se sitúa principalmente cerca de la estrella central; el verde representa oxígeno, y el rojo, nitrógeno (en.wikipedia.org).

(...) Cuando los humanos mueren, sus vehículos inferiores -cuerpo físico, cuerpo astral modelo y kama-rupa (cobertura astral)- decaen lentamente en sus respectivos subplanos, mientras que el alma humana entra en un estado de descanso similar al sueño (devachan), y los componentes espiritual y divino pasan a un estado nirvánico. Algo similar ocurre en el caso de planetas y estrellas, pues los globos físico y astral tarde o temprano se desintegran y sus materiales se dispersan y reutilizan por la naturaleza en la formación de nuevos mundos. Los principios superiores o fuerzas de vida de un globo se transfieren a un laya central o "centro de descanso" de materia primordial relativamente homogénea que se encuentra fuera de nuestro Sistema Solar (22).

"La Doctrina Oculta rechaza la hipótesis nacida de la Teoría Nebular de que los (siete) grandes planetas han evolucionado desde la masa central del Sol, no del astro-rey visible para nosotros de todos modos. La primera condensación de Materia Cósmica tuvo lugar en torno a un núcleo central, su Sol parental; pero se nos enseña que nuestro Sol simplemente se desprendió más temprano que todos los otros a medida que se contraía la masa rotatoria y así es considerado el hermano mayor y más grande de esos astros, y no su padre. Los ocho Adityas, 'los dioses', se formaron todos de la sustancia eterna (Materia Cometaria*-la Madre) o la 'Sustancia del Mundo' que es el Principio Cósmico quinto y sexto, el Upadhi o base del Alma Universal como en el hombre (Microcosmo) Manas [mente superior] es el Upadhi de Buddhi [alma divina]".

[Nota a pie de página: (...) "cuya esencia es totalmente distinta a cualquier característica química o física conocida por la ciencia moderna; es homogénea en su forma primitiva más allá de los sistemas solares y se diferencia completamente una vez cruza los límites de la región terrestre"] (23).

"A. Keightley: ¿Fueron cometas todos los planetas en nuestro sistema solar y luego soles?

Blavatsky: Ciertamente no fueron cometas ni planetas en nuestro sistema, sino cometas en el espacio desde el comienzo. Comenzaron su vida como vagabundos recorriendo la cara del cosmos infinito y se desprendieron del reservorio común de material ya preparado para su utilización, el cual es la Vía Láctea, pues ésta no es ni más ni menos que la 'Sustancia del Mundo' y todo el resto en el espacio es material crudo hasta el momento (...) Mientras que todo el otro [material] que no vemos y consistente en esas nubes de partículas cuyos átomos nunca podemos ver, ése es el material en bruto que aún no está preparado (...)".

"(...) cuando su Pralaya llegó, cada sol se descompuso en muchos millones de fragmentos. Cada uno de éstos vagaron de un lado para otro en el espacio recolectando material fresco a medida que avanzaban como una avalancha hasta que se detuvieron por obra de las leyes de atracción y repulsión y por su propio peso (...) y se convirtieron en un planeta. Luego de haberse descompuesto, cada fragmento se convirtió en un planeta en nuestro sistema u otro que por supuesto está más allá de nuestros telescopios. Los fragmentos de nuestro sol serán justamente tales planetas después de nuestro Pralaya solar. Esa estrella era antaño un cometa, al comienzo de la Edad de Brahma (...). Cuando muera se romperá en pedazos y sus átomos se arremolinarán en el espacio, eones tras eones, como cometas y meteoros hasta que cada uno sea capturado en el vórtice de dos fuerzas y colocados en algún sistema mejor y más elevado" (24). 

Se cree que la Nebulosa de Orión es el sector de formación de estrellas masivas más cercano a la Tierra. Se encuentra a unos 1.344 años luz de distancia y mide 24 años luz de diámetro (en.wikipedia.org).

En los primeros momentos de un nuevo manvantara solar, los planetas se condensan dentro de la nebulosa de la que también surge su sol (...). Al morir una cadena planetaria los globos envían sus principios superiores (o energías vitales-mentales-espirituales) a sus propios layas centrales (contenidos dentro del laya central en la cadena) que permanecen en estado latente durante muchas eras al exterior del sistema solar, mientras otros planetas experimentan sus propios ciclos evolutivos. Cuando llega el tiempo de una nueva encarnación, los impulsos de vida de los planos superiores reactivan el laya central y se convierte así en una nebulosa etérea, que luego comienza a vagar por el espacio como un cometa, volviéndose más y más denso, creciendo tanto a partir de las energías-sustancias que emanan de la mónada interior como desde los átomos de vida (de lo físico a lo divino) que formaron previamente sus variados vehículos, los que son atraídos magnéticamente a esas mónadas. Eventualmente es llevado de nuevo al mismo sistema solar y se instala en una órbita alrededor del sol, donde continúa acumulando polvo cósmico y cuerpos más grandes; en este sentido, algunos cometas de período corto están en proceso de reconvertirse como planetas en nuestro Sistema Solar.

Una vez que un cometa en los estados más altos de materia física se ha asentado en una órbita alrededor del nuevo sol, los reinos elementales guiados por injerencias espirituales comienzan sus actividades y construyen gradualmente un globo luminoso muy etérico y cuando termina esta etapa, comienza la primera ronda. El proceso de solidificación o materialización continúa hasta mediados de la cuarta ronda, después de lo cual los globos y las diversas familias de mónadas se vuelven más etéreos y espiritualizados (...).


Referencias

1. Ver "Key concepts of Theosophy and Hierarchies: worlds visible and invisible", davidpratt.info.

2. H.P. Blavatsky, La Doctrina Secreta, Theosophical University Press (TUP), 1977 (1888), 1:76, 85, 109-12, 119, 139, 145.

3. H.P. Blavatsky, The Theosophical Glossary, Theosophy Company, 1973 (1892), p. 120-1.

6. La Doctrina Secreta, TUP, 1977 (1888), 1:62-3; ver también 1:4, 112, 41.
7. "Rounds and manvantaras: an outline", davidpratt.info.
8. Ibídem.
9. The Mahatma Letters to A.P. Sinnett, TUP, 2a edición, 1926, p. 162-5 / TPH, ed. cron., 1993, p. 319-21.

10. La Doctrina Secreta, 1:101, 588-90.
11. La Doctrina Secreta, 1:595-6.
12. La Doctrina Secreta 1:541.
13. Ver "Big bang, agujeros negros y sentido común" y "Debate sobre Big-Bang y agujeros negros".

14. La Doctrina Secreta, 2:240 nota al pie.
16. La Doctrina Secreta 2:240.
17. The Mahatma Letters to A.P. Sinnett, TUP, 2a edición, p. 451-2/ed. cron., 1993, p. 370.

22. La Doctrina Secreta, 1:147, 155-6, 173.
23. La Doctrina Secreta, 1:101.
24. H.P. Blavatsky, The Secret Doctrine Dialogues, p. 313, 314.

Cosmología: cuestionamientos y nuevas tendencias (6 de 7)

David Pratt
Mayo de 2012


Contenido:
 
-Cometas eléctricos


Cometas eléctricos

Los núcleos de cometas aparecen como rocas sólidas, de forma irregular y con cráteres de entre unos 100 metros a más de 40 kms. de diámetro, diferenciándose de los asteroides por sus órbitas muy excéntricas y apariciones a veces espectaculares en el cielo. Se conocen más de 4000 cometas que pasan a través del Sistema Solar, con períodos orbitales que van desde unos pocos cientos a miles de años, pero sólo alrededor de uno por año es visible a simple vista y muchos de ellos son débiles y comunes. Algunos cometas con el tiempo se vuelven inactivos, otros se precipitan hacia el Sol o colisionan contra un planeta u otros astros, mientras que los cometas pequeños pueden evaporarse por completo al pasar muy cerca del Sol y también se han observado otros cometas que se rompen en fragmentos.

Se cree que los cometas de período largo (con tiempos orbitales de más de 200 años) se originan en la Nube de Oort, un conglomerado hipotético de varios billones de objetos helados que se sitúan entre aproximadamente 50 y 1250 veces más lejos del Sol que Plutón. Si esto es real, un porcentaje significativo de los cometas debiera estar en órbitas hiperbólicas y serían lanzados fuera del Sistema Solar por la gravedad del Sol, pero las observaciones contradicen esto (10). Entretanto, se piensa que los cometas de período corto se originan en el Cinturón de Kuiper, localizado más allá de la órbita de Neptuno.

Los núcleos de cometas se describen popularmente como "bolas de nieve sucia", ya que se cree que están compuestos de roca, polvo, hielo de agua y gases congelados. Cuando un cometa se acerca al interior del Sistema Solar, se piensa que la radiación del astro rey vaporiza los hielos en el núcleo, al tiempo que los gases y el polvo se expanden alrededor del núcleo para generar la coma radiante (cabellera) y que con frecuencia son barridos hacia atrás por la presión de la radiación y el viento solares, formando así enormes colas cometarias de iones y polvo. En ocasiones, el coma es más grande que el Sol mientras que la cola puede extenderse por 150 millones de kms. o más.

Los núcleos de los cometas Tempel 1 y Hartley 2 como fueron captados por la sonda Deep Impact de la NASA. Tempel 1 tiene 7,6 kms. en la parte más larga, mientras que Hartley 2 tiene 2,2 kms. de largo y está emitiendo chorros visibles (en.wikipedia.org).

Existen varios problemas con el modelo cometario estándar, pues se ha encontrado muy poca evidencia de hielo. Las observaciones recientes demostraron que los cometas tienen superficies secas, polvorientas y rocosas, y muchos astrónomos creen que el hielo debe estar oculto bajo la corteza. Además, varios cometas han sido vistos precipitándose más allá de la órbita de Júpiter, demasiado lejos del Sol para que se derrita una "bola de nieve". Los astrónomos han expresado su asombro por el número de chorros de gas y polvo que un cometa puede emitir, y por el hecho de que esas eyecciones pueden emanar desde el lado oscuro y no calentado de núcleos cometarios, así como de la región iluminada; por ejemplo, los violentos chorros expelidos del cometa Halley en 1985 fueron mucho más energéticos que atribuibles a la sublimación del hielo al calor del Sol. Otro descubrimiento sorprendente es que los cometas pueden emitir rayos X, asociados generalmente con cuerpos de muy alta temperatura (11). 

Núcleo rocoso del cometa Wild 2 (5 kms. de diámetro) superpuesto en su descarga de plasma. La superficie intensamente activa propulsa corrientes de polvo y gas en el espacio, dejando un rastro de millones de kilómetros de largo (nssdc.gsfc.nasa.gov).

La teoría del Universo eléctrico tiene una opinión diferente de los cometas (12). Todos los cuerpos del Sistema Solar están cargados negativamente con respecto al Sol, y a medida que un cometa se acelera hacia el astro rey la fuerza del campo eléctrico dentro de la cobertura plásmica del cometa aumenta de manera constante hasta que la descarga de plasma cambia repentinamente de modo oscuro a modo de resplandor, produciendo el coma. El aumento de la tensión eléctrica hace que la descarga cambie al modo de arco, y los arcos catódicos comienzan a "bailar" sobre el núcleo, dándole un aspecto similar a una estrella y produciendo cráteres, terrazas y mesas en la superficie. Los arcos catódicos errantes, vistos como puntos blancos en imágenes de primer plano, también queman la superficie oscura, siendo ésta la razón de por qué los núcleos cometarios son más negros que el tóner de fotocopiadora. La roca se pulveriza eléctricamente de la superficie y se acelera en el espacio para formar chorros bien colimados. El material ionizado que se expulsa es conducido electromagnéticamente en la cola filamentaria de plasma, y las descargas eléctricas de una superficie cometaria pueden inducir grandes campos eléctricos dentro de la roca del subsuelo, lo que lleva a la descomposición y fragmentación explosiva del núcleo del cometa (13). 

Cometa West, marzo de 1976 (en.wikipedia.org).


Referencias

1. Scott, The Electric Sky, p. 66-7.
2. Hill, Electro-Fractal Universe, capítulo 8.
3. Thornhill y Talbott, The Electric Universe, p. 35.
4. Ibídem, p. 27.
5. The Electric Sky, capítulos 10, 11, 14; The Electric Universe, capítulo 3.
6. The Electric Universe, p. 68.
7. Ibídem, p. 61, 71.
8. "Star" ("Estrella"), "White dwarf" ("Enana blanca"), "Neutron star" ("Estrella de neutrones"), "Black hole" ("Agujero negro"), en.wikipedia.org.

9. The Electric Universe, p. 82-3; "SN 1987A", en.wikipedia.org.
10. Dark Matter, Missing Planets & New Comets, p. 182-4; "Oort cloud" ("Nube de Oort"), en.wikipedia.org.

11. "Comet" ("Cometa"), en.wikipedia.org.
12. The Electric Universe, capítulo 4.
13. Thunderbolts Project, "Elenin and the mystery of exploding comets", youtube.com.

Cosmología: cuestionamientos y nuevas tendencias (5 de 7)

David Pratt
Mayo de 2012


Contenido:
 
-Estrellas eléctricas


Estrellas eléctricas

Los proponentes del modelo de Universo eléctrico, tales como Thornhill, Talbott y Don Scott, señalan diversas características de las estrellas que son difíciles de explicar para la teoría científica convencional, pero más fácilmente comprensibles en términos de plasma eléctrico y descarga luminiscente (5).

Se afirma que la masa de nuestro Sol consiste en 75% de hidrógeno y la mayoría del resto constituye helio; menos del 1,6% se compone de elementos más pesados (p. ej., oxígeno, carbono, neón, hierro). Como muchas otras estrellas, se cree que el Sol es alimentado por la fusión de hidrógeno en helio en su núcleo, donde la temperatura tendría que ser de casi 16 millones K. La explosión de una bomba de hidrógeno es un ejemplo de reacción incontrolada de fusión nuclear, aunque se desconoce exactamente cómo este proceso puede ser controlado en el centro del Sol. Hasta ahora han fracasado todos los esfuerzos para lograr una reacción de fusión nuclear controlada y sostenida en la Tierra, a pesar de ser financiados por una suma de mil millones de dólares en los últimos 50 años.

La teoría convencional dicta que la fusión termonuclear debiera generar neutrinos, esto es, partículas hipotéticas sin carga que apenas interactúan con la materia y sólo pueden ser medidas indirectamente. Durante mucho tiempo, las mediciones indicaban que la cantidad de neutrinos electrónicos que llegan a la Tierra desde el Sol era sólo un tercio de lo previsto y este problema fue finalmente "solucionado" al asumir que los neutrinos electrónicos se transforman en muones o neutrinos tau indetectables en camino desde el astro rey. La teoría del Sol eléctrico propone que la fusión y producción de neutrinos tienen lugar sólo cerca de la superficie solar, por ejemplo, en las manchas solares de penumbras y en la capa doble sobre la fotosfera. Esto es consistente con el hecho de que la emisión de neutrinos varía con el ciclo de manchas solares superficiales y las variaciones en el viento solar.

La fotosfera está cubierta de "gránulos'' que supuestamente son la parte superior de columnas de convección con un largo de hasta 240.000 kms. formadas por aumento de materia que transporta calor desde el núcleo solar. Se cree que este proceso lleva cientos de miles de años; no obstante, los gránulos pueden cambiar de forma e incluso desaparecer en cuestión de horas. En la teoría del Sol eléctrico, esta estrella actúa como el ánodo (polo positivo) en una descarga plásmica de laboratorio, y los gránulos se asemejan a los "penachos" brillantes que a veces se aprecian por encima del ánodo sostenidos por los electrones entrantes, y que son las cimas de las descargas huracanadas de miles de kilómetros en longitud y que duran sólo minutos. Por encima de la fotosfera se encuentra la delgada cromosfera, que normalmente es invisible, pero revela un brillo rojizo durante un eclipse solar total. Por sobre la cromosfera está la corona, que se extiende por millones de kilómetros en el espacio y es más fácil de ver durante un eclipse total.

Eclipse solar de 1999 que muestra la corona y la delgada cromosfera (rojo) (en.wikipedia.org).

Mancha solar mostrando umbra, penumbra y los gránulos circundantes (mechones) (apod.nasa.gov).

Las oscuras manchas solares son ligeramente más frías y menos luminosas que el resto de la fotosfera, y al respecto la especulación estándar es que ''extrañas ondas magnéticas" y campos magnéticos "enredados" obstruyen el aumento de los gases calientes; sin embargo, el comportamiento ordenado y la estructura detallada de los gránulos y filamentos no se ajustan al modelo de convección turbulenta. En el modelo de Sol eléctrico el potente campo magnético de las manchas solares es causado por las corrientes que perforan un agujero a través del brillante plasma fotosférico, y así la umbra oscura en el centro de las manchas solares nos permite mirar más profundamente en el interior más fresco del Sol. La penumbra circundante está compuesta por filamentos semejantes a cuerdas que se parecen a vórtices de descarga eléctrica.

Bucles de plasma coronal que abarcan 30 o más veces el diámetro de la Tierra. Imagen registrada en radiación ultravioleta extrema por el satélite TRACE (apod.nasa.gov).

Los fenómenos solares dinámicos como bengalas, prominencias y eyecciones de masa coronal (EMC) son resultado de las intensas corrientes que causan la descomposición de la doble capa, acompañada por liberación de energía, pero el modelo estándar ignora las corrientes eléctricas e invoca la idea no científica de "reconexión magnética".

Sobre la base de la radiación emitida por la fotosfera solar, se calcula su temperatura en alrededor de 5.780 K* y sobre la superficie la temperatura desciende hasta 2.000 K, antes de subir incluso hasta 2 millones de K en la corona inferior, lo cual es inesperado si núcleo central del Sol contiene un reactor de fusión nuclear. Contrariamente, en el modelo de Sol eléctrico hay una capa doble en la cromosfera entre el plasma de alta tensión en la fotosfera y el de baja tensión en la corona inferior. Los iones positivos que se mueven más lejos de la fotosfera se aceleran y forman parte del viento solar (corriente de iones y electrones que se desplaza entre 400 y 750 km/s); al mismo tiempo, pierden movimiento aleatorio de lado a lado y se destermalizan, por lo que su temperatura aparente se reduce a un mínimo. Cuando las partículas de alta velocidad colisionan con el medio de plasma circundante, su movimiento es distribuido al azar (y por tanto retermalizado) dando lugar a la muy alta temperatura de la corona, poniendo así de manifiesto las limitaciones de la noción científica de temperatura.

*La temperatura no debe confundirse con el calor. La temperatura es una medida del movimiento aleatorio (browniano) de partículas de materia. El calor es energía térmica, y depende no sólo de la velocidad promedio (energía cinética) de las partículas, sino también de cuántas partículas hay en un volumen determinado de espacio.

Esta imagen ultravioleta muestra un toroide de plasma alrededor del ecuador solar. El mismo fenómeno se produce en el plasma de laboratorio que se descarga en una esfera magnetizada y cargada positivamente. El toroide puede ayudar a explicar por qué el Sol gira más rápido en el ecuador que hacia los polos (6).

En el modelo de Universo eléctrico todos los cuerpos celestes están cargados. El Sol es el cuerpo más cargado positivamente en el Sistema Solar y constituye el foco de una descarga luminiscente. Su campo eléctrico de influencia o plasmasfera se extiende un centenar de veces más lejos del Sol que de la Tierra, y también cada planeta está rodeado por su propia plasmasfera (a menudo llamada magnetosfera). Si un cuerpo como un gran meteoro, asteroide o cometa penetrara en la cobertura de plasma de la Tierra (de doble capa), ocurrirían descargas eléctricas violentas entre los dos cuerpos que podrían desviar el objeto intruso o desintegrarlo.

La envoltura de plasma celular del Sol en el límite de su plasmasfera protege al Sistema Solar en su conjunto del plasma galáctico circundante (medio interestelar). Thornhill y Talbott escriben: "Casi toda la diferencia de tensión entre la propia cobertura de plasma solar y su entorno galáctico se produce a través de la envoltura de la heliosfera, cuya naturaleza eléctrica los astrónomos todavía tienen que vislumbrar. Pensando en términos mecánicos se imaginan un 'arco de choque' donde el plasma del viento solar se encuentra con el medio interestelar" (7).

Los astrónomos ortodoxos creen que al final de la vida activa de las estrellas (es decir, cuando cesan los procesos de fusión termonuclear que se supone las hacen funcionar) colapsan bajo su propio peso (8), y después de mudar sus capas externas las estrellas de hasta 1,38 masas solares (más del 97% de las estrellas en nuestra galaxia) hipotéticamente terminarán como enanas blancas, que se cree son aproximadamente del tamaño de la Tierra y alrededor de un millón de veces más densas que el Sol. En el caso de estrellas más masivas el colapso tiende a ir acompañado por una explosión de supernova. Se piensa que las estrellas de aproximadamente 1,38 a 2 masas solares culminan como estrellas de neutrones, que en teoría consisten casi en su totalidad de neutrones y tienen un diámetro de 20 a 40 kms., con una densidad 300 billones de veces mayor que la del Sol. Algunos especialistas afirman que las estrellas por sobre 2 a 3 masas solares podrían terminar como "estrellas de quarks", en las que los neutrones se descomponen en sus constituyentes, los hipotéticos quarks superiores e inferiores, de los cuales algunos se convierten en quarks extraños y forman "materia extraña".

Se presume que las estrellas más masivas se convertirán en agujeros negros, objetos extremadamente densos en los que la gravedad aumenta hasta el infinito aplastando la materia a un punto infinitesimal de infinita "curvatura espacio-tiempo". Aparte de los juegos matemáticos sin sentido que a los teóricos les agrada practicar con ayuda del "infinito" (¡ya que nada finito puede llegar a ser infinitamente grande o pequeño!), los defensores del Universo eléctrico argumentan que la materia comprimida gravitacionalmente deviene líquida o sólida y se evita una mayor compresión por fuerzas eléctricas, resultando en que las estrellas no pueden colapsar en objetos superdensos, aunque algunos piensan que podrían existir objetos tan pesados como una estrella de neutrones.

Los astrofísicos creen que las estrellas deben tener una masa de al menos 75 veces la de Júpiter o el 7% de la masa del Sol para que el núcleo sea lo suficientemente caliente (al menos 3 millones K) y se produzca la fusión nuclear. Muchas estrellas enanas no cumplen estos requisitos, pero todavía emiten luz tenue. Las estrellas frías, como las enanas marrones y rojas, no debieran ser capaces de emitir llamaradas de rayos X; no obstante, las observaciones demuestran que sí lo hacen. En el modelo del Sol eléctrico, la luminosidad y temperatura de las estrellas dependen no sólo de su tamaño, sino también de la densidad de corriente en la superficie radiante. Un ligero aumento en la densidad de corriente que incida sobre una enana operativa cerca del límite superior del modo de corriente oscura podría desplazar el plasma al modo de brillo y también producir rayos X, y por otro lado, las estrellas bajo tensión eléctrica intensa pueden experimentar cambios repentinos en la luminosidad que son difíciles de explicar por la teoría de fusión. Es importante recordar que la luminosidad de las estrellas varía en diferentes bandas del espectro electromagnético; por ejemplo, Sirio A (dos veces más masiva que el Sol) es la estrella más brillante en el firmamento, mientras que su compañera Sirio B, una enana blanca, es 10.000 veces más débil, pero las imágenes de rayos X muestran que Sirio B es más luminosa que Sirio A.


Arriba: esta imagen óptica de Sirio A se ha sobreexpuesto por lo que Sirius B puede apreciarse como un débil punto de luz en la parte inferior izquierda (en.wikipedia.org). Debajo: en esta imagen de rayos X Sirius B es mucho más brillante que Sirius A (chandra.harvard.edu).

Los astrónomos ortodoxos creen que hacia el final de su vida, ciertas estrellas (incluyendo nuestro Sol) que han agotado su combustible nuclear se convierten en gigantes rojas, que tienden a expulsar sus capas exteriores y éstas a su vez son ionizadas por el núcleo caliente y luminoso. El manto brillante de gas ionizado en expansión se conoce como nebulosa planetaria (término acuñado en el siglo XVIII por su parecido a los planetas gigantes cuando se ven a través de pequeños telescopios). Algunas de estas nebulosas son más o menos esféricas, pero la mayoría tiene una amplia variedad de otras formas (por ejemplo, la Nebulosa Ojo de Gato ya descrita). En el modelo del Universo eléctrico, una nebulosa planetaria puede ser resultado de reacciones nucleares causadas por una estrella cuando está bajo tensión eléctrica anormal. Dado que estas nebulosas están compuestas de plasma en lugar de simplemente gases calientes, su desarrollo y estructuras filamentosas y celulares implican descarga eléctrica en vez de sólo una explosión y ondas de choque.

De acuerdo con la hipótesis estándar, una nova es una explosión nuclear catastrófica provocada por acreción de hidrógeno sobre la superficie de una enana blanca desde una estrella compañera. La explosión proyecta los gases a distancia y genera un estallido de luz extremadamente brillante, y el aumento de resplandor máximo puede ser muy rápido o graduado, después de lo cual la luminosidad disminuye de forma constante. Por su parte, en el modelo del Universo eléctrico una nova puede ocurrir si la tensión eléctrica en la superficie de una estrella es muy alta, pudiendo así fisionarse en dos estrellas o simplemente expulsar sus capas exteriores.

Una explosión de supernova es un estallido de radiación que eclipsa a menudo y brevemente a una galaxia entera, antes de desaparecer de vista durante varias semanas o meses. De acuerdo con el modelo ortodoxo, se produce cuando el núcleo de una estrella masiva vieja detiene la generación de energía por fusión nuclear, y experimenta un súbito colapso gravitacional en una estrella de neutrones o un agujero negro. Las capas en implosión "rebotan" cuando golpean el núcleo, lo que resulta en una explosión que proyecta gran parte del material de una estrella en hasta 10% de la velocidad de la luz, barriendo una cubierta expansiva de gas y polvo llamada remanente de supernova. En la teoría del Universo eléctrico, las supernovas involucran descargas eléctricas catastróficas focalizadas en una estrella, como se desprende de sus frecuentes formas no esféricas y otras características.

Como ya fue mencionado, se piensa generalmente que las estrellas que han experimentado una supernova colapsan en estrellas de neutrones o agujeros negros. Las estrellas de neutrones que giran rápidamente son conocidas como púlsares; se afirma que estas pequeñas estrellas lo hacen hasta miles de veces por segundo sin separarse, emitiendo un haz rotatorio de rayos X. Los físicos del plasma han demostrado que las complejas señales de púlsares pueden ser explicadas por descargas de plasma, quizás entre miembros de sistemas de estrellas binarias.

Estrella SK-69 202 que explotó el 24 de febrero de 1987, convirtiéndose en la supernova 1987A (nasa.gov). Se encuentra en la Gran Nube de Magallanes, una galaxia compañera de la Vía Láctea. La explosión estelar está calentando plasma en los alrededores y la hace brillar. El anillo luminoso de "cuentas" alrededor de la estrella siniestrada tiene alrededor de un año luz de diámetro y se cree que fue creado unos 20.000 años antes que la estrella explotara, pero esto deja a los puntos refulgentes sin explicación, al tiempo que los dos anillos más débiles situados sobre y bajo la estrella están en el mismo eje y muestran puntos brillantes similares. El destello ultravioleta de la explosión "encendió" los anillos varios meses después del evento, y luego la supernova en expansión chocó con el anillo interior hacia el año 2001, haciendo que emitiera rayos X. Según el modelo de estrella eléctrica, las manchas constituyen corrientes de Birkeland cilíndricas alrededor de la estrella muerta y que son características distintivas de descarga eléctrica en laboratorio. La explosión de supernova parece haber hecho visible la forma clásica de "reloj de arena" o configuración "Z-pinch" de plasma alrededor de la estrella, y los astrónomos no han podido detectar la estrella de neutrones que creen debe quedar atrás en el centro del remanente de supernova (9).

Una debilidad de la teoría del Universo eléctrico es que se presume que las estrellas, centros galácticos, etc., son alimentados exclusivamente por corrientes eléctricas de alta tensión que viajan a través del espacio, y que son de origen desconocido. Se dice que las fluctuaciones en estas corrientes explican el ciclo de las manchas solares; dado que no hay fusión que ocurra en los núcleos de estrellas, se sostiene que probablemente no suceda mucho dentro de ellos y que las estrellas no evolucionan con la edad, sino que simplemente responden a los cambios en su entorno inmediato. Puesto que los más prominentes defensores del Universo eléctrico tienden a ignorar la existencia de un éter energético, no vislumbran ninguna otra fuente posible de energía interna.

Cosmología: cuestionamientos y nuevas tendencias (4 de 7)

David Pratt
Mayo de 2012


Contenido:
 
09. El Universo de plasma


09. El Universo de plasma

Cualquier modelo del Universo requiere tomar en cuenta la física del plasma. Este último, también llamado cuarto estado de la materia, es un gas ionizado y eléctricamente conductor que posee una alta densidad de electrones e iones (átomos que han ganado o perdido electrones). Se cree que más del 99% de la materia física común en el Universo existe en estado de plasma, incluyendo estrellas, atmósferas planetarias exteriores y medios interplanetario, interestelar e intergaláctico. Una característica significativa del plasma es su comportamiento escalable, es decir, que los plasmas cósmicos gigantes parecen comportarse de la misma manera que los pequeños creados en laboratorio, lo que ayuda a explicar los patrones fractales en el Universo.

El plasma puede funcionar en tres modos diferentes dependiendo de la densidad de corriente y la densidad de aquél, esto es, mientras más fuerte es la corriente eléctrica, más brillante es el plasma:

-Modo de corriente oscura: por ejemplo, la ionosfera de la Tierra (que sólo emite luz visible durante las auroras cuando son excitadas por el influjo de partículas solares), el viento solar (corriente de partículas cargadas); en este caso, el plasma genera ondas de radio.

-Modo de brillo normal: por ejemplo, luces fluorescentes y de neón, auroras, nebulosas de emisión, colas de cometas, la corona del Sol; el plasma irradia en la porción visible del espectro.

-Modo de arco: por ejemplo, arcos eléctricos de soldadura, relámpagos, fotosfera del Sol (superficie visible), bucles solares, filamentos en penumbras de manchas solares, erupciones solares; el plasma emite intensamente en un amplio rango de frecuencias que se extiende hasta los rayos X y gamma en estrellas, supernovas, cuásares y núcleos galácticos activos.

El plasma se identificó por primera vez como cuarto estado de la materia en 1879 por William Crookes, distinguido físico y químico, miembro de la Sociedad Teosófica y prominente investigador psíquico. Crookes llamó al plasma "materia radiante" y en sus experimentos empleaba un tubo de descarga eléctrica consistente en un cilindro de vidrio parcialmente evacuado que contiene un electrodo positivo (ánodo) y un electrodo negativo (cátodo), también conocido como "tubo de Crookes". En 1897 J.J. Thomson identificó los "rayos catódicos" en tubos de Crookes como corrientes de partículas subatómicas cargadas negativamente (ahora llamados electrones).

Un tubo de Crookes, a la luz ordinaria (arriba) e iluminado por su propia fluorescencia cuando está en funcionamiento (debajo). Los electrones emitidos por el cátodo de la izquierda producen un brillo verdoso cuando golpean las paredes de cristal, y la sombra proyectada por la cruz de metal demuestra que viajan en línea recta. El ánodo está en la parte del fondo (en.wikipedia.org).

En 1928 Irving Langmuir fue el primero en utilizar la palabra "plasma" para describir un gas ionizado a causa de su comportamiento vívido, autorganizado y autosostenible. Así como la sangre es capaz de aislar un cuerpo extraño, el plasma responde a los objetos cargados rodeándolos con una funda de protección o pared celular, a menudo llamado "doble capa" (de cargas opuestas). Si existe diferencia de voltaje significativa entre dos ubicaciones en un plasma se forma una doble capa entre ellas y la mayor parte de dicha diferencia estará contenida en ella. Las capas dobles pueden acelerar partículas a velocidades muy altas y dar cuenta de fenómenos de pulsación rápida, a la vez que su desintegración se acompaña de una liberación explosiva de energía.

Las corrientes eléctricas de alta intensidad que pasan por el plasma tienden a seguir un camino en forma de "sacacorchos" o en espiral y se las conoce como corrientes de Birkeland en honor a su descubridor Kristian Birkeland (1867-1917). Estos filamentos a menudo se producen en pares y se retuercen en estructuras similares a una cuerda que comprimen entre ellos cualquier material en el plasma, lo cual se conoce como "efecto Z-pinch". Estos filamentos arremolinados han sido percibidos en laboratorio, el Sol, las nebulosas y el centro de nuestra galaxia. Los fenómenos relacionados incluyen "duendes atmosféricos" rojos, "elfos", chorros azules y otros eventos luminosos transitorios vistos en la atmósfera superior de la Tierra y asociados con tormentas eléctricas. La filamentación y estructuras celulares ubicuas del plasma espacial apuntan claramente a la operación de la electricidad cósmica, y así las corrientes de Birkeland pueden explicar mucho más fácilmente estructuras tales como los chorros polares (que emergen en direcciones opuestas desde núcleos galácticos) y la radiación de sincrotrones asociada que la idea de "agujeros negros supermasivos", los cuales supuestamente aceleran partículas a velocidades cercanas a la de la luz sólo por medio de la fuerza gravitatoria.

Parte de la Nebulosa del Velo, un plasma cósmico en torsión situado en Cygnus, que se describe como un remanente de supernova (apod.nasa.gov).

En el modelo cosmológico de plasma, galaxias, cúmulos y supercúmulos se forman a partir de filamentos de vórtice de plasma confinados magnéticamente. Los experimentos de laboratorio y las simulaciones por ordenador indican que las corrientes de Birkeland interactuantes pueden "pellizcarse" y retorcerse en forma de galaxias espirales.

Simulación de la formación de galaxias con dos corrientes de Birkeland (1).

Imágenes de radio de una supernova (SN1987) y una estrella (Betelgeuse) incrustadas en una red de filamentos de plasma, que recuerdan a una red de arterias (2) (fractaluniverse.org).

Las fuerzas electromagnéticas pueden ser de hasta 1039 veces más fuertes que la gravedad. Sin embargo, muchos astrofísicos creen todavía que las fuerzas eléctricas son de poca importancia para explicar la formación y evolución de galaxias y estructuras multigalácticas. Debido a su conocimiento muy limitado del plasma, piensan que la separación de carga y los campos eléctricos no pueden existir en el espacio porque las cargas positivas y negativas serían atraídas, provocando inmediatamente un cortocircuito en cualquier desequilibrio de carga, pero se midieron cargas eléctricas separadas hasta donde han podido llegar las sondas espaciales, es decir, plasma eléctrico, lo cual se debe a que los plasmas son buenos conductores de la corriente eléctrica, aunque no constituyen conductores perfectos como asumen los científicos ortodoxos. 

Región central de la Nebulosa Ojo de Gato, una nebulosa planetaria. Las estructuras vistas aquí y que son características del comportamiento del plasma incluyen esferas concéntricas, rayos, espirales entrelazadas, burbujas formadas de filamentos y redes de filamentos (apod.nasa.gov; thunderbolts.info).

Nebulosa Ojo de Gato extendida en color falso "que muestra los complejos rasgos filamentosos, helicoidales, celulares y bipolares del plasma que no tienen explicación convencional" (3) (apod.nasa.gov).

La falsa creencia en plasmas neutrales y "superconductores" ha llevado a los astrofísicos a asumir que los campos magnéticos están "congelados" o "atrapados" en ellos y por lo tanto persisten de manera indefinida, una suposición que los hace más fáciles de modelar matemáticamente. Esta idea fue originalmente presentada por Hannes Alfvén, pero más tarde renegó de ella y urgió a los científicos hacer caso omiso de su trabajo anterior sobre "magnetohidrodinámica'' (en que el comportamiento del plasma se describe por medio de magnetismo y ecuaciones aplicables sólo para el flujo de fluidos). Su petición fue ignorada y en consecuencia los astrofísicos tienden a descartar las corrientes eléctricas cósmicas que producen y sostienen los campos magnéticos, no están preparados para hacer frente a la descarga eléctrica en el plasma que no sigue las reglas ordenadas de la magnetohidrodinámica, y tampoco se percatan de que todo el plasma en movimiento produce separación de cargas y corrientes eléctricas. Wallace Thornhill y David Talbott escriben:

"Como resultado, el idioma mecanicista del viento y del agua impregna la discusión popular de la astronomía actual. En lugar de los efectos de descarga plásmica, los astrofísicos ven una expansión de gas sobrecalentado, gas que circula como ríos, lluvias de partículas cargadas, frentes de choque, corrientes de Foucault, conos de viento y 'boquillas' que crean los flujos de 'gas caliente' de años luz de longitud y el chorro de la galaxia M87" (4).

Otra falacia que los astrofísicos comúnmente invocan para explicar fenómenos energéticos inesperados es que las líneas de campo magnético (líneas imaginarias que indican la dirección de dicha injerencia) pueden de alguna manera "romperse", "combinarse", "abrirse", "apilarse", "enredarse" y "reconectarse", acompañadas por liberación de energía.

Un chorro en espiral de electrones de alta energía que abarca 5.000 años luz, emitido por la galaxia M87 (apod.nasa.gov). Su descubrimiento en 1956 confirmó las predicciones de los científicos del plasma.

Cosmología: cuestionamientos y nuevas tendencias (3 de 7)

David Pratt
Mayo de 2012


Contenidos:
 
06. Abundancia de elementos ligeros
07. Estructura a gran escala
08. Cosmologías alternativas


06. Abundancia de elementos ligeros

Cuando se crea materia en experimentos de colisión de alta energía, se producen cantidades iguales de materia y antimateria. Si las partículas de materia entran en contacto con sus antipartículas (que tienen carga opuesta), se aniquilan entre sí en un estallido de luz. El Universo actual consiste predominantemente de materia en lugar de antimateria, mientras se piensa que el Gran Estallido concibió cantidades iguales de ambos. Para explicar esto, los "big-bangers" simplemente inventaron una reacción desconocida llamada bariogénesis, la cual condujo a un exceso muy pequeño de quarks y leptones (por ejemplo, electrones) por sobre antiquarks y antileptones.

En nuestra Vía Láctea el hidrógeno constituye alrededor del 74% de su masa, el helio 24%, el oxígeno 1%, y el 1% final explica todos los demás elementos; se asume que en todas partes del Universo las abundancias son más o menos las mismas. Todos los 92 elementos de origen natural y sus isótopos se podrían haber producido a través de procesos de fusión en las estrellas y otros entornos energéticos tales como centros galácticos, y a través de otros medios tales como la fisión atómica inducida por rayos cósmicos, siempre que el Universo sea mucho más anterior a los 14 mil millones de años. En la teoría del Big Bang, por otra parte, los elementos más ligeros (principalmente helio, deuterio y litio) tuvieron que ser elaborados a través de nucleosíntesis en el Universo inicial, durante un período de aproximadamente 3 a 20 minutos después de la Gran Explosíón. Sin embargo, esto sólo es posible eligiendo cuidadosamente la proporción de partículas de materia ordinaria (bariones) a los fotones. La relación de bariones a fotones (o el número de bariones) ha tenido que ajustarse periódicamente para concordar con las últimas observaciones, y como opinan Hoyle et al.: "Cuando una teoría se ajusta específicamente para tener una cierta propiedad, no se le puede dar demasiado crédito sólo por poseer esa característica" (1).

Un problema importante es que ninguna proporción barión-fotón permite dar cuenta de las cantidades observadas de helio, deuterio y litio al mismo tiempo. Por ejemplo, utilizando la relación actualmente favorecida, la cantidad de litio-7 producida sería 2,4 a 4,3 veces mayor que la observada (2). Además, la abundancia de helio en galaxias y estrellas viejas de secuencia principal es menor de lo previsto (3). También cabe señalar que el Gran Estallido no puede producir la cantidad observada de deuterio si la densidad de bariones supera un cierto límite, y es por esta razón que la cosmología del Big Bang necesita que el grueso de la materia oscura tenga propiedades exóticas y no bariónicas (4).


Referencias

1. Hoyle, Burbidge y Narlikar, A Different Approach to Cosmology, p. 99.
2. R.H. Cyburt, B.D. Fields y K.A. Olive, "A bitter pill: the primordial lithium problem worsens", 2008, arxiv.org.

3. Lerner, "Cosmology in 2007"; Mitchell, Bye Bye Big Bang, Hello Reality, p. 173.
4. Narlikar y Burbidge, Facts and Speculations in Cosmology, p. 275.


07. Estructura a gran escala

Mientras que los cosmólogos del Big Bang son extremadamente buenos para inventar teorías altamente especulativas y no comprobables acerca de lo que ocurría durante los primeros microsegundos después de ese gran evento, han tenido espectaculares fracasos para explicar la estructura a gran escala del Universo que observamos en la actualidad. Se supone que la radiación de fondo de microondas es el resplandor de la Gran Explosión; sin embargo, todos los pasos hipotéticos que conducen desde las pequeñas fluctuaciones de densidad inferidas de esta radiación al desarrollo de galaxias normales a tamaño real están actualmente ausentes de las observaciones, al igual que las enormes cantidades de materia oscura exótica necesarias para llevar esto a cabo. Los objetos de corrimiento al rojo superior debieran ser más pequeños, opacos, recientes, cohesionados y calientes que los objetos de corrimiento al rojo comparativamente bajo, pero no lo son. Los cuásares y las nubes de hidrógeno están igualmente espaciados en un rango de desplazamientos al rojo, al contrario de lo que implica el Big Bang. Los espectros de las galaxias más distantes contradicen la hipótesis de que debieran consistir únicamente en estrellas muy jóvenes, y se han descubierto galaxias extremadamente distantes que al parecer se formaron mucho antes de que el Universo del Big Bang se enfriara lo suficiente. Existen pruebas abrumadoras de la formación permanente no sólo de nuevas estrellas, sino también de nuevas galaxias, mientras que los "big-bangers" pronosticaron originalmente que todas las galaxias se originaron en unos mil millones de años después de su teórica megaexplosión.

Esta imagen del Campo Ultra Profundo del Hubble de un sector de espacio bajo Orión muestra más de 10.000 galaxias. La mayoría tiene alto corrimiento al rojo, pero asemejan ser maduras en lugar de jóvenes. La idea de que podrían haberse formado dentro de los primeros 500 millones de años después del Big Bang es altamente improbable (1).

El modelo del Big Bang se basa en el principio cosmológico o supuesto de que, en una escala lo suficientemente grande, el Universo es isotrópico y homogéneo, es decir, se ve igual en todas las direcciones y desde cualquier lugar. No obstante, cada vez que los astrónomos adquieren telescopios más potentes que les permiten ver más profundamente en el espacio descubren nuevas escalas de estructura: primero (en 1920) fue la existencia de otras galaxias, luego los cúmulos de galaxias, supercúmulos galácticos, y después en 1986 se conoció que las galaxias están encadenadas en enormes hojas, "paredes" o filamentos, que a veces se extienden por más de mil millones de años luz y se hallan separadas por enormes vacíos. Por ejemplo, la Gran Muralla Sloan de las galaxias se extiende aproximadamente de la cabeza de Hidra a los pies de Virgo y tiene 1,36 mil millones de años luz de largo, de manera que el descubrimiento de dichas estructuras supergalácticas ha llenado de consternación a los cosmólogos ortodoxos.

Se ha estimado que habrían sido necesarios entre 80 y 250 mil millones de años para formar tales estructuras. Los 14 mil millones de años que han transcurrido desde la hipotética Gran Explosión no son suficientes para que la gravedad "cincele" estructuras mayores a unos 30 millones de años luz; la expansión habría impedido que se originara cualquier organización de mayor envergadura. Es posible que la materia se moviese mucho más rápido en el pasado y más tarde se ralentizara, pero esta desaceleración habría distorsionado el espectro de la radiación de fondo de microondas a un grado que todavía no se determina (2).

Este mapa del Sloan Digital Sky Survey traza la posición de 200.000 galaxias a una distancia de hasta 2 mil millones de años luz.

Distribución fractal y celular de galaxias en un radio de unos 300 millones de años luz (3) (fractaluniverse.org).

Los "big-bangers" aceptan que en una distancia de al menos 200 millones de años luz (una escala mucho mayor de lo esperado) la distribución de materia en el Universo es irregular y fractal, con patrones similares repetidos en escalas cada vez más grandes. Más allá de esa distancia, creen que la distribución de la materia se suaviza y deja de ser fractal. Para salvar el modelo de materia oscura fría han tenido que añadir lo que denominan un "parámetro de sesgo" (otro factor de elusión) a sus ecuaciones, lo que refleja su creencia de que la materia oscura se extiende en el espacio de manera más uniforme que la materia ordinaria, incluso aunque las averiguaciones sobre la materia oscura contradigan esto, y los partidarios del Big Bang se dan cuenta plenamente de que un Universo modelado por fractales tiraría su cosmología por la borda. Un equipo italiano, por el contrario, sostiene que los últimos datos del Sloan Digital Sky Survey apoyan la idea de que si los astrónomos continuaran distanciándose y mirando a escalas más grandes, encontrarían más agrupamientos y patrones fractales (4).

En este sentido, no está de más hacer un alcance. Más allá de unos 300 años luz, la escala de distancias del Universo es muy incierta ya que se deriva principalmente de desplazamientos al rojo (5). Las anomalías de dicho fenómeno discutidas anteriormente indican que los objetos de alto corrimiento al rojo no están necesariamente más alejados que los objetos de bajo corrimiento, y es posible que en la mayoría de los casos el corrimiento al rojo sea aproximadamente proporcional a la distancia, pero no disponemos de una manera independiente para saberlo o verificar las distancias calculadas.


Referencias

1. Ratcliffe, The Static Universe, p. 153-4.
2. Ashwini Kumar Lal y Rhawn Joseph, "Big bang? A critical review", Journal of Cosmology, vol. 6, 2010, p. 1533-47, journalofcosmology.com; Lerner, The Big Bang Never Happened, p. 21-5, 28-31; Mitchell, Bye Bye Big Bang, Hello Reality, p. 86-7; A. Gefter, "Don’t mention the F word", New Scientist, 10 marzo 2007, p. 30-3.

3. Colin Hill, "Electro-Fractal Universe", 2006, capítulo 7, fractaluniverse.org.
4. Gefter, "Don’t mention the F word"; F.S. Labini, N.L. Vasilyev, L. Pietronero e Y.V. Baryshev, "Absence of self-averaging and of homogeneity in the large scale galaxy distribution", 2009, arxiv.org.

5. The Static Universe, capítulo 3.


08. Cosmologías alternativas

A mediados del siglo XVII el arzobispo irlandés James Ussher hizo la sorprendente revelación de que Dios creó el cielo y la tierra la noche del sábado 22 de octubre del 4004 a. de C. La teoría moderna de que el Universo se originó de la nada hace 13,75 ± 0,11 mil millones de años no es mucha mejora, ¡y tal vez no pasará mucho tiempo antes que los teóricos del Big Bang nos digan en qué día de la semana se produjo la Gran Explosión! De hecho ya están trabajando bajo la ilusión de que saben lo que ocurría durante las primeras billonésimas de segundo luego del momento en que se creó todo el Universo, y están tan hipnotizados por su destreza matemática que han pasado por alto el absurdo de "algo que ha sido creado a partir de nada". Las matemáticas son una herramienta vital de la ciencia, pero las ecuaciones por sí solas no pueden decirnos si una determinada teoría es correcta o no, y si las suposiciones subyacentes son incorrectas, las matemáticas simplemente permiten que los científicos se equivoquen con confianza.

En 2004 la revista New Scientist publicó una carta abierta de los críticos de la Gran Explosión. El manifiesto, que ya ha sido firmado por más de 400 especialistas e investigadores, incluye lo siguiente:

"El Big Bang hoy se basa en un número creciente de entidades hipotéticas y cosas que nunca hemos observado: la inflación, la materia oscura y la energía oscura son los ejemplos más prominentes. Sin ellos, habría una contradicción fatal entre las observaciones realizadas por los astrónomos y las predicciones de la ya referida teoría. En ningún otro campo de la física sería aceptado este recurso continuo de nuevos objetos hipotéticos como una manera de salvar la distancia entre la tesis y la observación y plantearía, por lo menos, serias dudas acerca de la validez de la teoría subyacente (...) Hoy en día, prácticamente todos los recursos financieros y experimentales en cosmología se dedican a los estudios sobre el Big Bang. Los fondos provienen sólo de unas pocas fuentes y todos los comités de revisión por pares que los controlan están dominados por los partidarios de la Gran Explosión. Como resultado, la hegemonía del Big Bang dentro del campo se ha convertido en auto-sostenible, independiente de la validez científica de la teoría" (1).

La mayoría de los cosmólogos considera el modelo estándar del Big Bang como sacrosanto; incluso en 1951 recibió la bendición del Papa Pio XII, que es esencialmente creacionismo ex nihilo en un atuendo pseudocientífico. Los libros de texto ya no tratan la cosmología como una materia abierta y los cosmólogos son a menudo intolerantes hacia las "desviaciones" del dogma contemporáneo. Los investigadores que cuestionan la ortodoxia predominante tienden a encontrar más dificultades para obtener acceso a financiación y equipamiento y para conseguir que sus artículos sean publicados. A principios de la década de 1980, a Halton Arp se le negó permanencia en los observatorios de Monte Wilson y Palomar porque su programa de observación se consideraba "inútil", es decir, su descubrimiento de las anomalías en el corrimiento al rojo era muy embarazoso para el establishment del Big Bang (2). Se trasladó al Instituto Max Planck en Alemania para continuar su trabajo y desde entonces se han rechazado con frecuencia sus solicitudes de trabajo en otros grandes telescopios terrestres y espaciales.

Hay varias teorías cosmológicas en pugna (3). La teoría del estado estacionario fue presentada por primera vez en 1948 por Fred Hoyle, Thomas Gold y Hermann Bondi, y una vez tuvo estatus de igualdad con el Big Bang. A pesar de que acepta el desplazamiento al rojo cosmológico y la expansión del espacio, sostiene que el Universo no tuvo principio y existirá siempre, y que la densidad de materia en el espacio nunca cambia porque continuamente se está creando materia. En 1993 Hoyle, Geoffrey Burbidge y Jayant Narlikar publicaron una versión modificada conocida como modelo de estado cuasi-estacionario (QSS en inglés) (4). Propone que el Universo se expande y contrae alternativamente durante un ciclo de más de 50 mil millones de años, pero que durante períodos más largos hay una expansión global, aunque el Universo nunca tenía volumen cero. En lugar de una expansión siendo causada por creación de masa continua, dicha dilatación se atribuye a "mini-explosiones" o eventos de "mini-creación", como por ejemplo en los centros de galaxias activas.

Al igual que la teoría original, el modelo QSS atribuye la génesis de materia a un "campo de creación" que ejerce una fuerza repulsiva. Los campos físicos normales contienen energía positiva que se agota cuando el trabajo está terminado, pero se afirma que un campo de creación posee "energía negativa" que se hace más negativa y por lo tanto más fuerte cuando crea y mueve materia. Narlikar y Burbidge admiten que esto equivale a una "prestidigitación", pero insisten en que es "matemáticamente una buena idea", lo cual ilustra la incapacidad de algunos teóricos para distinguir entre ficciones calculísticas y la realidad. Incluso la teoría sostiene que "todo está hecho de la nada, a pesar del dicho atribuido a Lucrecio que sólo nada puede ser creado de la nada" (5). La idea de que la actividad explosiva dentro de las galaxias provoca una expansión generalizada del espacio es bastante peculiar, e incluso los "big-bangers" admiten que el espacio no se amplía dentro de sistemas unidos gravitacionalmente como las galaxias. Al menos, los partidarios del modelo QSS reconocen la realidad de anomalías en el corrimiento al rojo y han ayudado a descubrirlos y documentarlos.

Muchos científicos favorecen el modelo de un Universo infinito, eterno y no expansional sujeto a transformaciones constantes. Por ejemplo, Halton Arp sostiene que el corrimiento al rojo de los objetos extragalácticos es causado principalmente por la tendencia de la masa de partículas a incrementarse con la edad, y sólo secundariamente por la pérdida de energía lumínica en su recorrido por el espacio. La razón por la que todas las galaxias más distantes están desplazadas hacia el rojo es porque las vemos como eran cuando la luz "les abandonó", es decir, cuando eran mucho más jóvenes. Alrededor de siete galaxias locales tienen corrimiento hacia el azul y la idea estándar es que deben estarse moviendo hacia nosotros, pero en la teoría de Arp son simplemente más viejas que nuestra propia galaxia, tal y como las apreciamos (6).

Arp considera que la materia se crea continuamente y no desde la nada, sino a partir de la materialización de masa-energía existente en un estado difuso bajo la forma del omnipresente "mar cuántico" o campo de punto cero. El Universo, dice él, se está desarrollando constantemente desde muchos puntos diferentes dentro de sí mismo. También cree que después de un cierto intervalo las partículas elementales pueden sufrir deterioro, por lo que la materia vuelve a fusionarse con el mar cuántico. "Vacío cuántico" o "campo de punto cero" es el nombre dado a los campos de radiación electromagnética fluctuantes producidos por oscilaciones cuánticas aleatorias que, según la teoría cuántica, persisten incluso a una temperatura de cero absoluto (-273 °C ó 0 K). Hay, sin embargo, una fuerte evidencia experimental que apunta a un éter subcuántico y no electromagnético compuesto de grados más sutiles de energía-sustancia, con propiedades eléctricas y no eléctricas (7).

Como dice Hilton Ratcliffe, en un Universo eterno e infinito las estrellas y las galaxias se hallan en diferentes etapas de sus ciclos locales de desarrollo. Los objetos celestes forman una jerarquía de estructuras de tamaño cada vez mayor, sin límite imaginable, todos ellos girando equilibradamente durante la mayor parte de su vida (8). Los oponentes de un Universo infinito, eterno y no expansivo sostienen que, si existiera un número infinito de estrellas, todo el cielo nocturno ardería con la luz (hipótesis conocida como "paradoja de Olbers"). Este argumento ignora el hecho evidente (negado por la ciencia ortodoxa) de que la luz debe perder energía a medida que viaja por el espacio, de modo que la luz de las estrellas situadas más allá de una cierta distancia nunca nos alcanzaría en una forma visible.

El metamodelo desarrollado por el astrónomo Tom Van Flandern (9) propone que el Universo no expansivo no es solamente infinito en espacio y tiempo, sino que comprende objetos y entidades que abarcan una gama infinita de tamaños. No hay nada único acerca de nuestra forma de escalar las cosas, pues el Universo debiera verse esencialmente igual a todos los niveles. Van Flandern propone que existe un medio de transporte lumínico y un medio de gravedad que desempeñan un papel importante en nuestra escala, pero que también hay números infinitos de otros medios compuestos por partículas de todos los tamaños imaginables; incluso lo que son galaxias para nosotros podrían constituir partículas en un medio a una proporción supercósmica.

La cosmología de cinética subcuántica desarrollada por Paul LaViolette (10) plantea que la materia física emerge de un éter preexistente. La Violette, también, cree que el desplazamiento hacia el rojo se debe a que los fotones pierden energía mientras viajan a través del espacio intergaláctico y que el Universo no se está expandiendo. Su teoría también predice que los fotones adquieren energía en ciertas regiones del espacio, tales como el interior de las galaxias. Se afirma que esta "energía génica" se produce en el seno de todos los cuerpos celestes y ayuda a explicar el origen de la energía solar y la fuerza que da vida a novas, supernovas y explosiones de núcleos galácticos.

La cosmología del plasma fue iniciada por el astrofísico sueco y premio Nobel Hannes Alfvén, a partir de la década de 1950. Sugiere que el Universo es infinito en espacio y tiempo, y sus partidarios actuales, junto con los defensores de la teoría relacionada del "Universo eléctrico'", tienden a rechazar la interpretación del Universo en expansión del corrimiento al rojo (11). Esta teoría prevé un Universo entrelazado por grandes corrientes eléctricas y potentes campos magnéticos, ordenados y controlados tanto por electromagnetismo como por gravedad, y en la siguiente sección se presentan más detalles.


Referencias

1. "An open letter to the scientific community", cosmologystatement.org.
2. Arp, Quasars, Redshifts and Controversies, p. 165-71.
3. "Alternative Cosmology Group", cosmology.info.
4. Narlikar y Burbidge, Facts and Speculations in Cosmology; Hoyle, Burbidge y Narlikar, A Different Approach to Cosmology.

5. A Different Approach to Cosmology, p. 195.
6. Arp, Seeing Red, p. 225-52.
7. Ver "Worlds within worlds" (davidpratt.info) y "Falsedades en física moderna" (parte 6). 

8. Ratcliffe, The Static Universe, p. 163-4.
9. Van Flandern, Dark Matter, Missing Planets & New Comets, p. 79-116.
10. LaViolette, Genesis of the Cosmos, parte 3.
11. Lerner, The Big Bang Never Happened, capítulos 5 y 6; Eric J. Lerner, "Evidence for a non-expanding universe: surface brightness data from HUDF", 2005, photonmatrix.com; Scott, The Electric Sky; Thornhill & Talbott, The Electric Universe.