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15 de marzo de 2022

El ciclo 1975-2000 y la polémica sobre Raghavan Iyer


En ocasiones es comprensible preguntar qué pasó con las enseñanzas teosóficas entre 1975-2000, puesto que los teósofos mencionan a menudo la existencia de un período cíclico especial en los últimos veinticinco años de cada siglo, en que los Maestros de Sabiduría dan más enseñanzas al mundo a fin de ayudar a la evolución espiritual humana, y así el trabajo de H.P. Blavatsky -comenzando con la fundación de la Sociedad Teosófica en 1875- fue un buen ejemplo de lo anterior.

Si H.P.B. fue el principal Mensajero, Agente y Representante público de los Maestros y su Hermandad en 1875, ¿quién entonces ocupó su lugar en 1975 y dónde podemos encontrar sus enseñanzas?

El hecho de que exista dicha inquietud indica de inmediato que en apariencia no ha ocurrido nada en el Movimiento Teosófico a fines del siglo XX que de alguna manera sea comparable a H.P.B. y su obra, porque de lo contrario todos estarían conscientes de ello. Esto lleva a que algunas personas especulen y supongan que el "Mensajero" del periodo 1975-2000 pudo haber actuado fuera del moderno Movimiento Teosófico y que él/ella quizás consideró adecuado dar a conocer conceptos muy diferentes y en gran medida no relacionados con los que ya fueron legados por Blavatsky. Otros han sugerido que diversos "maestros" de la Nueva Era pueden haber sido el "emisario" o incluso atribuyen esta condición al Dalai Lama y el budismo tibetano como "portadores del mensaje" para dicho ciclo.

A simple vista la última idea podría ser factible, en vista que los Maestros Adeptos de H.P.B. tenían vínculos estrechos con el Tíbet y se describían a sí mismos como budistas, pero cuando realmente se investiga en profundidad lo que la Teosofía señala sobre el budismo tibetano y las enseñanzas y prácticas en esa modalidad, tal especulación no tarda en volverse completamente insostenible. Blavatsky escribió en 1887: "El campo del budismo exotérico y oficial de las iglesias tanto del norte como del sur -aquéllas de Tíbet y Ceilán- está cubierto una vez más con malezas parásitas". 

Quienes defienden la teoría anterior no explican cómo el budismo tibetano podría de alguna manera dejar repentinamente de estar "cubierto con malezas parásitas” en menos de 90 años. Esas "malas yerbas" sin duda se refieren en gran medida al tantra sexual (la peor forma de magia negra según H.P.B. y los Maestros) y a todos los horrendos abusos que lo rodean e incrustados en todo el budismo tibetano, la secta Gelugpa y las enseñanzas del Dalai Lama; sobre el particular consúltese  “Gelugpas, Tantra y Dalai Lamas: una historia de corrupción".

Recordemos la declaración de H.P.B. en el capítulo final de su libro "La Clave de la Teosofía", pues esto arrojará ciertas luces sobre el problema y es la fuente principal de nuestra concienciación para el mencionado ciclo centenario:

"Pero debo decirles que durante el último trimestre de cada siglo, los 'Maestros' de quienes he hablado intentan ayudar en el progreso espiritual de la Humanidad de manera marcada y definida. Hacia el final de cada centuria, usted encontrará invariablemente que se ha producido una efusión o levantamiento de espiritualidad, o que puede llamar 'misticismo' si lo prefiere. Una o más personas han aparecido en el mundo como sus agentes y se ha dado mayor o menor cantidad de conocimiento y enseñanza ocultos. Si le interesa hacerlo, puede rastrear estos movimientos siglo tras siglo y hasta donde se extiendan nuestros detallados registros históricos (…) Si en la forma de nuestra Sociedad el intento actual tiene más éxito que el que tuvieron sus antecesores, entonces existirá como un cuerpo organizado, vivo y saludable cuando llegue el momento para el esfuerzo del siglo XX. La condición general de las mentes y los corazones humanos se habrá mejorado y purificado por la difusión de sus enseñanzas y, como señalé, sus prejuicios e ilusiones dogmáticas habrán sido eliminadas al menos hasta cierto punto. Y no sólo eso, sino que además de una literatura amplia y accesible preparada para las personas, el siguiente empuje encontrará un cuerpo de personas numeroso y unido, listo para dar la bienvenida al nuevo portador de la antorcha de la Verdad. Encontrará las mentes humanas preparadas para su mensaje, un lenguaje acondicionado para revestir las nuevas verdades que trae y una organización que espera su llegada, eliminando los obstáculos y dificultades meramente mecánicos y materiales de su camino. Piense cuánto podría lograr alguien a quien se conceda tal oportunidad (…) Considere todo esto y luego dígame si soy demasiado optimista cuando digo que si la Sociedad Teosófica sobrevive y permanece fiel a su misión y e impulsos originales durante los próximos cien años, dígame si voy demasiado lejos al afirmar que la Tierra será un paraíso en el siglo XXI en comparación con lo que es ahora” (“La Clave de la Teosofía”, p. 306-307).

Aquí H.P.B. deja muy claro que la misión del Mensajero 1975-2000, "el nuevo portador de la antorcha de la Verdad", llegaría específicamente para continuar con Su misión, complementando y expandiendo las enseñanzas que ella había dado sobre la Sabiduría Esotérica arcaica y con objeto de trabajar en y a través del Movimiento Teosófico existente, un hecho que a menudo se pierde de vista en las especulaciones e hipótesis de algunas personas.

El mismo punto está presente en varias declaraciones de William Q. Judge, co-fundador de la Sociedad junto con Blavatsky, y quien también aseveró con cierto conocimiento que el nuevo Mensajero sería ella misma reaparecida, aunque por supuesto bajo otra forma, nombre y persona:

"En la conclusión de su 'Clave', Helena Blavatsky señaló claramente que el plan es mantener la S.T. viva como un cuerpo activo, libre y no sectario durante todo el tiempo de espera para el próximo gran mensajero, que indiscutiblemente será ella misma. De este modo se le proporcionará la herramienta bien hecha con que volverá a funcionar en una escala mayor y sin la temerosa oposición que ella tuvo interna y externamente cuando comenzó esta época" (W.Q.J.,"The Closing Cycle").

“Ella [H.P.B.] concluye ["La Clave de la Teosofía"] afirmando que la actual S.T. es uno de esos intentos de ayudar al mundo, y se hace patente que el deber de cada miembro es preservar este cuerpo con su literatura y planes originales para entregarlo a nuestros sucesores que lo tendrán preparado en el último cuarto del próximo siglo para el mensajero de los Maestros que para entonces reaparecerá cono ahora. El fracaso o éxito en este deber no presenta un resultado oscuro. Si triunfamos, entonces en el siglo XX el Mensajero encontrará los materiales en libros, en el pensamiento y términos populares para permitirle llevar la gran obra a otra etapa sin la feroz oposición y los enormes obstáculos que nos han fruncido el ceño durante los últimos quince años recién concluidos. Si fallamos, entonces el emisario perderá nuevamente muchos años preciosos en la reparación del terreno y la responsabilidad será nuestra” (W.Q.J.,"Theosophical Study and Work").

"Su método era (…) fundar una Sociedad cuyos esfuerzos, por pequeños que fuesen, inyectarían en el pensamiento del día las ideas, doctrinas y nomenclatura de la Religión-Sabiduría, de modo que cuando el próximo siglo haya contemplado su 75° aniversario el nuevo mensajero que regrese al mundo encontraría la Sociedad aún en actividad, las ideas sembradas y la nomenclatura lista para dar expresión y cuerpo a la verdad inmutable, facilitando así la tarea para ella, la que desde 1875 era tan difícil y estaba rodeada de obstáculos en la misma escasez de lenguaje; obstáculos más difíciles que todos los demás a ser contrarrestados" (W.Q.J.,"H.P.B. ∴ A Lion-Hearted Colleague Passes”).

Encontramos también otras referencias sobre estos asuntos en los escritos de Robert Crosbie -alumno de W.Q.J. y H.P.B. que en 1909 fundó la Logia Unida de Teósofos -y B.P. Wadia, prominente teósofo indio que conmocionó a sus pares al renunciar de manera pública a la Sociedad de Adyar para unirse a la mencionada L.U.T.:

"No hay duda en ninguna parte acerca de quién trajo el mensaje de la Teosofía al mundo occidental, ni hay razón alguna para creer que el Mensajero, H.P. Blavatsky, no legó todo lo que iba a entregarse hasta el año 1975, el momento declarado por ella para el advenimiento del próximo Mensajero" (Robert Crosbie, “The Friendly Philosopher”, p. 413).

"H.P.B. y Judge (…) El suyo fue el primer esfuerzo para difundir la Teosofía y muchos estudiantes han realizado bastante desde este punto de vista, pero su aplicación no ha sido tan general como podría haberse supuesto. Las reacciones de la difusión teosófica y de su negligencia o mala aplicación por parte de los estudiantes serán atendidas cuando Ellos vuelvan a aparecer" (Robert Crosbie,"The Friendly Philosopher", p. 397).

“Los soldados dispersos se habían agrupado y en realidad erigieron una fortaleza, desplegando el verdadero estandarte teosófico y enviaban el viejo mensaje familiar (…) El pequeño conjunto de estudiantes que se han reunido en torno a la antigua bandera y construyeron su Hogar de Servicio son conocidos como la Logia Unida de Teósofos (…) Con estos amigos, prestaré todos los servicios que pueda para la Causa de la Teosofía, adoptando el único método verdadero de estudiar seriamente y proclamar de manera honesta el Mensaje de los Grandes Seres que se dio en el último cuarto del siglo XIX. La asimilación y promulgación de este mensaje es la tarea de nuestra humanidad que nos llevará al año prometido de 1975 (…) aquéllos que enseñan la Teosofía legada por H.P.B. son sus verdaderos sucesores; quienes sirven a la Teosofía a la luz de esas Enseñanzas son los verdaderos Siervos de los Servidores de la Humanidad" (B.P. Wadia, “To All Fellow Theosophists and Members of the Theosophical Society", declaración en forma de folleto donde explicaba sus razones para dejar el grupo de Adyar y unirse a la L.U.T. en 1922).

Todo esto está bastante claro y a la luz de ello cualquier búsqueda del Mensajero para 1975 se limitaría teóricamente al Movimiento Teosófico moderno, independiente que de todos modos ocurra una “efusión de espiritualidad" de manera espontánea al final de un siglo, con o sin aporte teosófico directo

En el pasaje que mencionamos de “La Clave de la Teosofía” vimos que H.P.B. enfatizó la necesidad de que la Sociedad Teosófica sobreviviera y fuese fiel a su misión e impulsos originales a lo largo de los años hasta 1975. La gran pregunta es: "¿ocurrió esto?" Y la respuesta muy fácil e innegable es: "Absolutamente NO".

Figuras prominentes como Annie Besant, C.W. Leadbeater, A.P. Sinnett e incluso el mismo coronel Olcott fueron responsables de desviar enormemente el enfoque y los objetivos de la Sociedad y también culpables de influir en los teósofos con tal de que se alejaran del trabajo, las instrucciones y los escritos de H.P.B. al despreciar, criticar, insultar y difundir repetidamente mentiras e información errónea sobre ella y, en el caso de Leadbeater y Besant, hacer que sus libros se agotaran y fuesen muy difíciles de obtener, promocionando así una versión muy diferente de “teosofía” en su lugar.

Para más detalles sobre estos temas, léanse “La deslealtad de Olcott hacia Blavatsky”, “El caso Leadbeater”, “La última Carta Mahatma” y “¿De la Sociedad Teosófica a un culto anti-Blavatsky y pseudocatólico?

En la compilación de citas en el texto titulado “¿Por qué atenerse a la Teosofía Original?” se aprecia el gran énfasis puesto por H.P.B. y sus Maestros en la necesidad de que los teósofos permanecieran leales -si el Movimiento tuviese éxito y avanzara según lo previsto- a lo que denominaron las líneas, programa, impulso, sistema y enseñanzas originales. Ese artículo y también “El ciclo de clausura" de manera similar muestran cómo si tan sólo los estudiantes teosóficos hubieran estado conscientes y tomaran en serio las palabras de H.P.B., W.Q.J. y los Mahatmas, jamás habrían considerado ni por un minuto la idea de que Ellos supuestamente otorgaban nuevas instrucciones en la primera mitad del siglo veinte, ya sea a través de Leadbeater, Besant, Alice Bailey, G. de Purucker o cualquier otro reclamante, y todas esas “enseñanzas”, por cierto, contradicen seriamente las de Blavatsky en una amplia gama de formas.

Afortunadamente para el mundo existe mucho más en el Movimiento Teosófico moderno que sólo la Sociedad Teosófica original, ahora llamada de forma homónima y que tiene su base en Adyar, pues también tenemos los colectivos de Point Loma y Pasadena y la L.U.T. Estas tres asociaciones internacionales e independientes descienden del primer cisma que ocurrió en el Movimiento, cuando en 1895 William Judge y sus numerosos partidarios pro-Blavatsky se separaron de la agrupación de Adyar -bajo influencias de Olcott y Annie Besant- para convertirse en una nueva organización mundial y autónoma. Esto se realizó como último recurso debido al constante acoso y calumnia hacia Judge por parte de aquéllos que en su raíz fueron realmente ignominias contra el buen nombre, trabajo y legado de Blavatsky, como lo demuestra la historia.

No obstante, algunos sostienen que "la existencia de múltiples conglomerados teosóficos en lugar de una sóla organización centralizada/unida podría ser una de las razones por las que aparentemente no apareció un nuevo Mensajero a fines del siglo XX". Ciertos miembros de la Sociedad Adyar han usado esto como pretexto para instar a todos los otros grupos teosóficos a "disolverse" y "unir fuerzas con aquélla", ya que ésa fue la establecida originalmente; pero tales ideas son ajenas a la ideología y los principios de H.P.B., quien escribió:

"Es pura tontería decir que 'H.P.B. (…) es leal a la Sociedad Teosófica y a Adyar' (?). H.P.B. es fiel hasta la muerte por la CAUSA teosófica y a esos grandes Maestros cuya filosofía por sí sóla puede aunar a todos los seres humanos en una única Hermandad (…) El grado de sus simpatías con la 'Sociedad Teosófica y Adyar' depende de la lealtad en ese grupo a la CAUSA. Dejen que rompan con las líneas originales, mostrando infidelidad en su política a la CAUSA y el programa genuino de la Sociedad, y llamando DELEAL a la S.T., H.P.B. se la sacudirá de encima como el polvo de sus pies” (suplemento a The Theosophist, julio de 1889).

“Si fuera fiel a mi promesa de vida y mis votos, ahora tampoco puedo vivir en la Sede [Adyar] desde la cual los Maestros y Su espíritu están prácticamente desterrados (…) Y a menos que Ellos aparezcan entre el Consejo in propria persona (lo que seguramente nunca harán ahora), ninguna admonición mía sobre líneas ocultas parece ser aceptada ya que el hecho de mis relaciones con los Maestros es puesta en duda e incluso negada por algunos, y yo misma no tengo derecho a la Sede; entonces ¿por qué motivo debiese vivir en Adyar? El hecho es éste: en mi posición, las medias tintas son peores que no tener ninguna postura. O bien la gente tiene que creer completamente en mí, u honestamente no creer” (H.P.B., “Why I Do Not Return to India?”).

Además, incluso cuando Blavatsky aún vivía, en los últimos años de su existencia el Mahatma K.H. dijo esto sobre la Sociedad de Adyar que entonces era presidida por Henry S. Olcott:

"Olcott (…) quiere saber por qué? Porque la Sociedad se ha liberado de nuestro alcance e influencia y la dejamos ir, pues no hacemos esclavos involuntarios. ¿Él dice que la ha salvado? Salvó su cuerpo, pero permitió que por puro miedo escapara su alma, y ahora es un cadáver sin espíritu, una máquina que funciona lo suficientemente bien hasta ahora y que se derrumbará cuando él se haya ido. De los tres objetivos, sólo se presta atención al segundo y ya no constituye una hermandad ni un cuerpo sobre cuyo rostro el Espíritu se adentra más allá de la Gran Cordillera. Su bondad y amor por la paz son grandes y verdaderamente gautámicos en espíritu; pero ha aplicado mal esa cualidad (…) Este es su pecado (de Olcott) (…) A nuestros ojos no hay crimen peor que la ingratitud y la injusticia”.

Por lo tanto, se puede ver cuán inadecuado y autodestructivo -en niveles ocultos- sería reunirse con la Sociedad de Adyar para los grupos teosóficos escindidos de ella.

También podríamos preguntarnos si esas palabras del Maestro también se aplicaron al trabajo de H.P.B., ya que en ese momento sólo había una Sociedad Teosófica; pero la respuesta es que en ese momento la Agente de los Adeptos tenía su sede en Londres, y su propio trabajo teosófico en Gran Bretaña y Europa fue creado por ella deliberadamente para permanecer autónoma en la mayor medida de lo posible y estar libre de cualquier influencia desde Adyar, a pesar de que todavía está conectada a dicho grupo de forma nominal.

Al igual que H.P.B., William Judge reconoció que lo real no es una organización externa sino un Movimiento que precede y en última instancia trasciende a cualquier conglomerado teosófico. En su artículo "The Theosophical Movement", escrito tras la separación de Adyar en 1895, Judge señala:

“El Movimiento es moral, ético, espiritual, universal, continuo e invisible en efecto. Una Sociedad formada para el trabajo teosófico es una organización visible, un efecto, una máquina para conservar energía y ponerla en práctica; no es ni puede ser universal ni continuo (…) adorar a una organización, aunque sea la teosófica tan querida, y eso es es caer ante la forma y volver a ser esclavos de ese dogmatismo que nuestra parte del Movimiento Teosófico, la S.T., tenía la intención de derrocar (…) La propia H.P. Blavatsky declaró que era mejor acabar con la Sociedad en lugar de destruir la Hermandad, y ella misma sostuvo que la parte europea era libre e independiente (…) La unidad y prevalencia reales y el internacionalismo verdadero no consisten en tener una sóla organización. Se encuentran en la similitud del objetivo, aspiración, propósito, enseñanza y ética (…) Afirmamos que cualquier persona que haya sido admitida en cualquier Sociedad Teosófica debe ser recibida en todas partes entre los teósofos, al igual que los masones son bienvenidos entre ellos. Es antiteosófico denunciar el cambio realizado por el Grupo Estadounidense; no es Teosofía ni propicio para su difusión hacer reclamos legales de nombres, símbolos y sellos teosóficos para evitar, si es posible, que otros los usen (…) Aquéllos que desean mantener la guerra de H.P.B. contra el dogmatismo aplaudirán y alentarán al movimiento estadounidense porque sus mentes liberadas lo permiten; pero quienes no conocen la verdadera Teosofía ni ven la distinción entre las apariencias y el alma de las cosas, continuarán adorando a la forma y sacrificando la Hermandad a un cascarón".

A pesar de ello, la existencia de organizaciones teosóficas diferentes plantea la pregunta válida sobre con cuál de ellas elegiría trabajar el Mensajero de 1975: ¿considerará a todas ellas, algunas o sólo una? Es un hecho incontrovertible que la L.U.T. es la única de las cuatro que preserva, presenta y promueve sólo los contenidos teosóficos originales e inalterados, exactamente como se registran en los escritos de H.P.B. y W.Q.J. y permanece ajena a toda clase de "nuevas enseñanzas".

Esto, junto con la arista de que la Logia Unida tiene y fomenta un gran respeto y aprecio por la naturaleza oculta y estatus reales e internos de "H.P.B." y "W.Q.J." como Iniciados, Adeptos, Nirmanakayas y miembros de la Fraternidad de Maestros, naturalmente llevó a que muchos asociados de la L.U.T. esperaran que el nuevo Mensajero apareciera y trabajara por medio de ese conjunto.

En este escenario surgió la figura de Raghavan Iyer (1930-1995), que de joven en India trabajó con B.P. Wadia y en 1975 fundó una sede de la L.U.T. en Santa Bárbara, California, y en ese mismo año comenzó a publicarse la revista "Hermes" que más tarde fue rebautizada como "Vidya". Iyer y su esposa Nandini encabezaron otros trabajos para promulgar las enseñanzas teosóficas y examinar los problemas y acontecimientos contemporáneos a la luz de esos contenidos genuinos. Junto con ello y el trabajo de la Logia en Santa Bárbara, el carismático y convincente Iyer fue muy respetado y admirado en muchos campos públicos y educativos, al punto que a su muerte los principales periódicos publicaron obituarios sobre él (aunque generalmente omitiendo referencias a su trabajo teosófico) como éste aparecido en el "Independent" de Reino Unido.

Como es costumbre, no consideraremos nada de lo anterior para indicar que tal asociado de la Logia Unida era "por fuerza" un "representante directo de los Maestros", y en el caso de Iyer éste no pretendía dar una gran cantidad de enseñanzas adicionales; pero el año en que comenzó ese trabajo, además de sus propias y crecientes insinuaciones sobre su “importancia oculta”, llevó a algunos a sospechar que tal vez él era el tan esperado emisario.

De hecho, su artículo principal en "Hermes" de noviembre de 1975 -el centenario exacto del Movimiento Teosófico, establecido en noviembre de 1875- concluye con lo que a primera vista parece casi un enigma:

“La percepción retrospectiva del Ciclo de 1875 y la preparación intuitiva para 1975 están unidas indisolublemente, sin peligro de divorcio en un matrimonio por mutuo acuerdo. La Rueda de la Buena Ley avanza rápidamente y aquéllos que están dispuestos a quitar las cáscaras inútiles de la especulación febril, la excitación psíquica y la curiosidad impía deben buscar el grano dorado de la verdad autovalidante en la marcación matemáticamente precisa de 'la esfera celeste' en el Reloj Solar, 14 x 7 años y 7 meses después del nacimiento de 'H.P.B.', así como 3 x 9 años y 9 meses luego de iniciarse la Era de Acuario, y cuando el disco solar cruzó el ecuador galáctico y entró en la constelación de Punarvarsu (Pollux), un evento tuvo lugar en la Tierra bajo los auspicios del asterismo Punarvarsu que contiene la clave del ciclo de 1975. Esto dice todo y nada en el lenguaje codificado e inmemorial de los Sabios orientales".

Sin embargo, este "evento [que] tuvo lugar en la Tierra (…) que contiene la clave del ciclo de 1975” puede resolverse fácilmente cuando se conoce la fecha de nacimiento del aludido (10-03-1930) para hacer calzar esos datos nada menos que con el alumbramiento del propio Raghavan Iyer. Como es de esperarse, es improbable que alguien logre quedar bien parado, incluso en los comienzos de su trabajo, al creer tan firmemente en su propia importancia oculta para indicarla de forma directa en una impresión pública, lo que la modesta Blavatsky nunca hizo. En ese mismo artículo, titulado "The Seventh Impulsion", Iyer escribió:

“En esta escena opuesta de audacia y desesperación desciende el Maestro de Magos del Séptimo Impulso. Sólo el Gurú determina cuándo, dónde y cómo se representará a sí mismo, los niveles de lenguaje que usará, los modos de enseñanza que adoptará y la rapidez y obviedad con que explicará la naturaleza del Impulso culminante. Su trabajo implica la síntesis sutrátmica del Plan de los Siete Siglos y su deber es nada menos que a toda la humanidad, y como la Voz de Vajradhara, el Alma de Diamante, cada palabra que pronuncie será un relato completo de sí mismo. Su enseñanza será theosophia pura y su expresión será tan fresca y vivificante como la de todo Gurú cuando se entregan por primera vez (…) El Nuevo Maestro establecerá las líneas invisibles que son los parámetros del desarrollo humano para los próximos 2.000 años (…) Aquéllos que se esfuerzan por hacer de la Teosofía con cualquier nombre un poder viviente en sus vidas y con un sólo punto de conciencia calma y deliberada en acción, pueden tener el privilegio sagrado de reconocer y servir al Maestro de Magos del Séptimo Impulso. Quienes se preparan en el santuario secreto de sus corazones dejando ir todas las condiciones y renunciando a todo deseo de beneficio personal pueden tener el gran privilegio de trabajar con el Gurú para regenerar la humanidad".

A medida que pasaba el tiempo, se hizo evidente que Iyer se creía "Gurú" o  "Maestro de Magos" y fue aclamado incluso como "Avatar" por algunos miembros de la Logia de Santa Bárbara. Numerosas personas que estaban allí en ese momento informan cómo finalmente se autoproclamó en público como “reencarnación de Krishna” y comenzó a comportarse de muchas maneras perturbadoras y destructivas. También se burló de la política de impersonalidad en la L.U.T. y en su trabajo llamó constantemente la atención hacia su propio nombre, personalidad y logros.

Indudablemente hay quienes preferirían que no mencionáramos ni siquiera lo poco que exponemos en este artículo, pero nos parece evasivo e históricamente deshonesto escribirlo sin hacer ninguna referencia a Raghavan Iyer. Podríamos señalar mucho más, pero nos abstendremos por el bien de esa Logia actual; basta con decir que bajo su mando dicho grupo creció enormemente desde finales de los años setenta hasta la primera mitad de los ochenta, pero todo terminó más o menos en desorden. Hoy el nombre de Raghavan Iyer apenas se conoce en la L.U.T. y sus seguidores más ardientes son probablemente menos de una decena, aunque tienen un gran celo en su devoción por él.

Aunque parece muy seguro decir que Iyer no fue el emisario para 1975-2000, la controversia y el escándalo que lo rodearon para perjudicarlo finalmente no deberían impedirnos apreciar sus cualidades más positivas y la gran cantidad de trabajo valioso que realizó. Sus afirmaciones y las de sus seguidores de que representaba un “avatar” nunca fueron aceptadas por la mayoría de los asociados en la L.U.T., sino sólo por una relativa minoría y principalmente los cientos o miles de personas que visitaron la Logia de Santa Bárbara, aunque muchos de ellos más tarde cambiaron de opinión acerca de su persona. Sin embargo, en el fondo debe haber sido un alma especial que ahora puede descansar en paz.

Y obviamente, nada de esto proporciona una respuesta a la pregunta con que empezamos: ¿quién era el Mensajero correspondiente a 1975 y dónde podemos encontrar sus enseñanzas?

Nos atrevemos a sugerir que la respuesta real es que no hubo tal personaje para el ciclo 1975-2000, y la idea de que este hecho sea condicional en lugar de estar garantizado al 100% se aprecia en este pasaje del libro "The Eternal Verities: For Old Souls in Young Bodies" que fue escrito para enseñanza infantil en las “Theosophy Schools” de las sedes L.U.T.:

"En 1875 Madame Blavatsky comenzó a enseñar Teosofía, tal como la estamos aprendiendo ahora. Dejó su cuerpo en 1891 y dijo que en el último cuarto de nuestro siglo XX vendría otro Mensajero para llevar la obra aún más lejos, si los que viven hasta ese momento son fieles en el aprendizaje sobre las verdades de la Teosofía y su difusión por todo el mundo” (p. 239).

Como vimos, William Judge, Robert Crosbie y otros creyeron que el Maestro que debía aparecer en escena a fines de los '70 sería Helena Blavatsky, y bajo cualquier nombre o identidad este individuo debe expandir y desarrollar el trabajo iniciado y la gran cantidad de enseñanzas ya impartidas por ella misma, Judge y los Maestros.

Entonces, ¿por qué la Gran Hermandad se molestaría en organizar esto, ya que sabían perfectamente bien que para 1975 (e incluso varias décadas antes) incluso la gran mayoría de los llamados “teósofos” ignoraban por completo lo que enseña la Doctrina, y tampoco les interesaba en absoluto la obra o legado de H.P.B., siendo además irrespetuosos y despectivos hacia ella? Antes de que Annie Besant se volviera contra Blavatsky y la Causa de la Teosofía genuina, escribió que “la condición del éxito es la lealtad perfecta", pero nada de eso se produjo en el Movimiento Teosófico en general y por lo tanto no se puede culpar a los Maestros por decidir no molestarse con el esfuerzo de 1975-2000. Hoy muchas personas autoproclamadas “teósofas” no reconocen la Doctrina real incluso si los mirara al rostro y, peor que eso, la mayoría tampoco desea hacerlo. Los Maestros son Seres de Sabiduría y jamás se dan el lujo de perder tiempo, energía o fuerza ocultos.

Al decir esto, no pretendemos en absoluto implicar que los muchos buenos y elevados esfuerzos originados durante ese tiempo en muchas esferas de la vida mundial (religiosos, espirituales, éticos, científicos, sociales, educativos, etc.) carecían de cualquier inspiración o guía incluso de los Maestros, y así nuestros comentarios anteriores se refieren específicamente a la pregunta de un "Mensajero/Instructor" del tipo descrito por H.P.B.

Pero ¿acaso hemos perdido algo por un esfuerzo semejante que en apariencia no se llevó a cabo en los últimos veinticinco años del siglo pasado?

En todo este esquema no hemos perdido nada, ya que las enseñanzas teosóficas que nos proporcionaron Blavatsky y Judge no tenían “fecha de vencimiento” de 1975 impresa en ellas. No han dejado de ser válidas, relevantes o concretas, sino que por el contrario tienen muchas profundidades y aplicaciones prácticas contemporáneas aún por explorar. "La Doctrina Secreta" en particular es un libro que tomaría más de una vida para estudiarla y asimilarla en la mayor medida posible.

Precisamente fue este libro que el Maestro K.H. describió como “una fuente de información e instrucción para el estudiante serio durante largos años venideros". De manera similar, “La Doctrina Secreta” -producción triple de los Maestros K.H. y M. con la que denominaron su Agente Directo- declara desde el principio que “pasarán siglos antes que se dé mucho más” de la DOCTRINA SECRETA en sí. Y nótese que se dice “siglos” en plural, antes que exista una mayor difusión de contenidos.

El ciclo 1875-1900 fue mucho más significativo esotéricamente que el de 1975-2000 y esto se debe a que, como se describe en los escritos de H.P.B., tuvo lugar una conjunción o intersección de tres grandes ciclos durante ese período, a saber: (1) la etapa centenaria de la cual hablamos, (2) el cierre del primer ciclo de 5.000 años en la Kali Yuga (1897-1898) y el comienzo del segundo subperíodo de esa etapa, y (3) la culminación de la Era de Piscis y el amanecer de la fase astrológica acuariana de aproximadamente 2.155 años y que se inició en o alrededor de 1900.

En el artículo de Raghavan Iyer "The Seventh Impulsion" el autor se refiere a la enseñanza de H.P.B. de que Tsong Kha-pa- reencarnación tibetana de Gautama Buda y fundador de la rama Gelugpa- fue quien instituyó el decreto para los Adeptos con objeto de iluminar más al mundo a fines de cada siglo, en especial a los países occidentales.

Tsong Kha-pa vivió de 1357-1419 e Iyer presumió que el primero de tales esfuerzos de fin centenario debió haberse dado entre 1375-1400, lo que haría de 1975-2000 el séptimo intento secular y, como sabemos, siete es el número clave en términos esotéricos. Sin embargo, en 1375 Tsong Kha-pa tenía sólo 18 años de edad y se sabe que todavía viajaba estudiando muchas fuentes; no estableció la escuela Gelugpa hasta 1409 y por lo tanto parecería poco factible desde el punto de vista histórico que el primer esfuerzo centenario comenzara en 1375, y es más plausible que su mandamiento fuera que sus discípulos comenzaran a partir de 1475. Notamos que este último punto (1475) era compartido por los escritores en la revista "Theosophy" de la Logia en Los Angeles. Si esto es así, significa que el verdadero "Séptimo Impulso" será el ciclo 2075-2100.

Parece muy probable que un importante esfuerzo público será realizado por los Maestros en el último trimestre de este siglo 21, pues H.P.B. señaló:

"El ocultismo debe ganar la batalla, antes que la actual Era alcance 'el triple septenario de Shani (Saturno)' del Ciclo Occidental en Europa; en otras palabras, antes que termine el siglo XXI A.D.".

"Pero si no, entonces la tormenta estallará y nuestra jactanciosas civilización e iluminación occidentales se hundirán en un mar de horror que su historia paralela nunca ha registrado" (“Our Cycle and the Next").

Es probable que pocos de nosotros estemos en el plano físico hacia 2075 y aquéllos que logren llegar a ese tiempo no vivan tanto para contemplar el amanecer de 2100, pero los estudiantes serios y devotos de Teosofía trabajan en el presente para el futuro. Nuestra obra y ejemplo ahora tiene relación directa con las generaciones más jóvenes que estarán a la vanguardia para cuando llegue el año 2075. La gravedad del asunto no puede ser expresada con demasiada fuerza y sólo unos pocos pueden percibirla, pero esos pocos pueden sentirse cómodos al saber que "la mano del Maestro está sobre ellos".

“El Mensaje traído por H.P. Blavatsky es el más universal, completo y profundo en su alcance y presentación con respecto a cualquiera de los grandes Mensajes que ofrece la historia y las tradiciones humanas. De vez en cuando han aparecido grandes Adeptos proclamados como Avatares por las generaciones sucesivas. Los Grandes Salvadores visitaron este y aquel pueblo y les han otorgado una parte de la Doctrina Secreta que con el tiempo degeneró en religiones y cultos. ¿En qué parcela de la historia o tradición conocida en Occidente ha existido un compromiso tan vasto de verdad eterna como está encarnado en la Teosofía?” 
(Robert Crosbie, "Masters and Their Message", parte 2, revista Theosophy, agosto de 1914).

[Nota (febrero 2023)enlace a fuente original]. 

31 de enero de 2022

El ciclo de clausura: ¿por qué no se dieron más enseñanzas entre 1975-2000?


“Debo decirle que durante el último trimestre de cada siglo, los 'Maestros' de quienes hablé realizan un intento de ayudar en el progreso espiritual de la Humanidad de manera definida. Hacia el final de cada centuria usted encontrará invariablemente que se ha producido un 'derramamiento' o 'empuje' de espiritualidad o misticismo si lo prefiere. Una o más personas han aparecido en el mundo como sus agentes y se ha dado una mayor o menor cantidad de conocimiento y enseñanza ocultos. Si le interesa hacerlo, puede rastrear estos movimientos, siglo tras siglo, hasta donde se extienden nuestros registros históricos detallados (…) Si el intento actual -en la forma de nuestra Sociedad- tiene mejor éxito que sus antecesores, entonces existirá como un cuerpo organizado, vivo y saludable cuando llegue el momento del esfuerzo en el siglo XX" (H.P. Blavatsky, "La Clave de la Teosofía", p. 306-307).

“Entre los mandamientos de Tsong-Kha-pa hay uno que obliga a los Rahats (Arhats) a hacer un intento de iluminar al mundo cada siglo, incluidos los 'bárbaros blancos', en un período determinado de esa etapa. Hasta hoy ninguno de estos esfuerzos ha tenido mucho éxito y se ha sucedido fracaso tras fracaso. Tal vez podamos explicar el hecho a la luz de cierta profecía. Se dice que hasta el momento en que Panchen Rimpoche (Gran Joya de Sabiduría) condescienda en renacer en la tierra de los P'helings (occidentales) y aparezca como el Conquistador Espiritual (Chom-den-da) y destruya los errores y la ignorancia de la época, esto será de poca utilidad para tratar de desarraigar los conceptos erróneos de P'heling-pa (Europa), pues sus hijos no escucharán a nadie" (H.P. Blavatsky, "Tsong-Kha-pa-Lohans in China" y "Tibetan Teachings"). 

"Mesmer (...) fue un miembro iniciado de las Hermandades de Fratres Lucis y Lukshoor (Luxor), o la rama egipcia de ésta última. Fue el Concilio de 'Luxor' que lo seleccionó -según las órdenes de la 'Gran Hermandad'- para actuar en el siglo XVIII como su pionero habitual, enviado en el último cuarto de cada siglo para iluminar a una pequeña porción de las naciones occidentales en el saber oculto. Fue St. Germain quien supervisó el desarrollo de los eventos en este caso; y más tarde Cagliostro recibió el encargo de ayudar, pero habiendo cometido una serie de errores más o menos fatales, se le hizo volver. De estos tres hombres que al principio fueron considerados como charlatanes, Mesmer ya está vindicado, y la justificación de los otros dos seguirá en el próximo siglo" (H.P. Blavatsky, "Theosophical Glossary", p. 213-214). 

“En cada siglo se hace un intento de mostrar al mundo que el ocultismo no es una superstición vana, y una vez que se permita mantener la puerta un poco entreabierta, se abrirá cada vez más con cada nueva centuria. Los tiempos están maduros para un conocimiento más serio que el permitido hasta ahora, aunque todavía muy limitado" (H.P. Blavatsky, "La Doctrina Secreta", vol. 1, p. xxxvii-xxxviii, Introducción).

“No tenemos favoritos ni afectos por las personas, sino sólo por sus buenos actos y la humanidad en general, pero empleamos agentes y los mejores disponibles. De éstos, durante los últimos treinta años el principal ha sido la personalidad conocida como H.P.B. para el mundo (y de otra manera para nosotros). Sin duda imperfecta y muy problemática, sin embargo ella prueba a algunos que no existe posibilidad de que encontremos alguien mejor en los próximos años, y vuestros teósofos deberían comprenderlo (…) Los teósofos deberían aprender de esto. Más adelante entenderá el significado de esta declaración, así que téngala en cuenta. Su fidelidad a nuestro trabajo es constante, y puesto que sus sufrimientos le han llegado por medio de esto, ni yo ni ninguno de mis hermanos asociados la abandonaremos ni suplantaremos. Como dije una vez, la ingratitud no está entre nuestros vicios (…) Pero esto debe decírselo a todos: ella está estrechamente relacionada con asuntos ocultos. No la hemos abandonado y no está 'entregada a los chelas'. Ella es nuestro agente directo. Le advierto que no permita que vuestras sospechas y resentimientos en contra de 'sus muchas locuras' sesguen su lealtad intuitiva hacia ella” (Maestro K.H., carta al coronel Olcott).

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Hay quienes se oponen a la idea de que los Maestros sólo estuvieron dispuestos a otorgar nuevas enseñanzas al mundo entre 1875-1900 y que no hay información más detallada ni profunda que pudiese estar disponible de la Gupta Vidya o Doctrina Secreta hasta el último trimestre del siglo siguiente, es decir, 1975-2000. Algunos se preguntan de dónde viene este concepto, mostrando así su falta de familiaridad con el trabajo y las enseñanzas de H.P. Blavatsky, William Q. Judge y las palabras de los Maestros.

Puede ser útil leer los siguientes extractos del artículo "The Closing Cycle" escrito en enero de 1895 por William Judge. Su gran importancia sólo puede ser apreciada por aquéllos que están familiarizados con el papel central y la posición de Judge en el Movimiento Teosófico, tanto a nivel exotérico como esotérico, y a la luz de cómo H.P.B. solía considerarlo; a este respecto invitamos a revisar “William Quan Judge: su rol e importancia en el Movimiento Teosófico”. 

"No hay nada más claro que lo sostenido por H.P. Blavatsky, con la autoridad directa de los Maestros, de que en los últimos veinticinco años de cada siglo la Logia y sus agentes hacen un esfuerzo con Occidente, y que esa tentativa cesa en su forma e influencia directa y pública con el vigésimo quinto año. Aquéllos que creen en ella lo asimilarán; quienes piensan que saben más al respecto inventarán otras ideas adaptadas a sus fantasías.

Ella explicó, al igual que todos los individuos a quienes los mismos Maestros enseñan, que si el esfuerzo público continuara por más tiempo habría un resultado muy similar a la indigestión, por cuanto debe haber tiempo para ser asimilado o la 'sombra oscura que sigue a todas las innovaciones' aplastaría el alma humana. El gran público, la masa, debe tener tiempo y también material y así el tiempo es siempre. El tema fue proporcionado por los Maestros en el trabajo hecho por H.P. Blavatsky en sus libros y a partir de lo que ha surgido de ellos. Ella y los Maestros han sostenido, y nuevamente lo afirmo para el beneficio de aquéllos que tienen fe en mí, que los Adeptos me han señalado que la ayudaron a escribir La Doctrina Secreta para que en los futuros setenta y cinco años o más haya algún material sobre el cual trabajar y que en los próximos años ese libro y sus teorías sean estudiados ampliamente. Por el bienestar de todos, dicho material debe trabajarse y comprenderse”. 

Debemos hacer lo que Buda dijo a sus discípulos: predicar, promulgar, exponer, ilustrar y aclarar en detalle todas las grandes cosas que hemos aprendido. Ese es nuestro trabajo, y no sacar a la luz aspectos sorprendentes sobre clarividencia y otros asuntos astrales, ni cegar el ojo de la ciencia por descubrimientos imposibles para ellos, pero accesibles para el ocultista. El plan del Maestro no ha cambiado y lo dio hace mucho tiempo, que es para mejorar al mundo en general y preparar un suelo adecuado para el crecimiento de los poderes del alma que son peligrosos si surgen en nuestro presente suelo egoísta. No es la Logia Negra la que trata de impedir el desarrollo psíquico; es la Logia Blanca. Los magos negros se alegrarían con tener todos los poderes psíquicos que han eclosionado ahora, porque en nuestra gente malvada, mezquina, hipócrita y amante del dinero pronto destruirían la raza. Esta idea puede parecer extraña, pero para aquéllos que creerán mi palabra sin respaldo sostengo que es lo dicho por el Maestro".

El año anterior Judge publicó un artículo titulado "Will Masters' Help Be Withdrawn in 1898 until 1975?" y algunas de sus declaraciones ayudan a aclarar lo que reseñamos:

Los Maestros están regidos por la ley de acción y reacción, y son lo suficientemente sabios para evitar lo que resultaría en la anulación de todo su trabajo anterior. La ley de reacción se aplica tanto a la mente humana como a los aspectos y fuerzas físicas, y al ir demasiado lejos en cualquier momento con el lanzamiento de una gran fuerza en el plano mental, la consecuencia sería que una reacción de superstición y maldad de todo tipo desharía todo (…) Entre otras razones y para no mantener el despliegue de mucha fuerza, es que si ésta se alejara demasiado muchas personas no preparadas y cuyos sentidos morales no están correctamente gobernados se ocuparían de todas nuestras teorías y las seguirían en la línea del egoísmo puro para negocios y otros fines”. 

Al final de los veinticinco años [desde 1900 hasta 1975 al menos] los Maestros no enviarán la fuerza que despliegan durante ese tiempo en una cantidad tan amplia, pero eso no significa que se retirarán. Van a dejar que las ideas germinen en la mente de las personas, pero nunca quitarán la ayuda a quienes la merecen, se les debe y concede a todos. Sin embargo, muchos habrán ido más allá en ese momento que otros, y de esa forma aquéllos que han pasado del altruismo y la devoción desinteresada por el bien de la raza recibirán una ayuda y guía continuas; pero también muchos otros dentro y fuera de la S.T. continuarán siendo tan egoístas y exclusivos que tendrán que contentarse con lo que reciban de los demás y el desarrollo general. H.P.B. fue bastante clara en esto y ello está de acuerdo con la historia. En todos los siglos ha habido muchas personas que recibieron ayuda directa y valiosa de los Maestros, y es un absurdo en sí suponer que al final de nuestros primeros veinticinco años todo eso habrá terminado".

Junto a este artículo se publicó una declaración de Claude Falls Wright, uno de los doce miembros especialmente elegidos del "Grupo Interno" o esotérico de H.P.B. en Londres:

"Con respecto a esta pregunta, Blavatsky comentó varias veces en mi presencia que (...) durante los últimos veinticinco años las condiciones en el mundo mental y psíquico son tales que permiten el trabajo con grandes cuerpos de personas, mientras que después esa actividad se confina más o menos a los pocos. Esto se debe a que entonces se trata de la primavera del ciclo, cuando las tendencias y cambios buenos y malos surgen rápidamente; pero siempre se han hecho intentos para crear una Orden o asociación que debiera revivir y llevar a cabo el trabajo en las líneas originales de un siglo a otro. Hasta ahora y luego de retirar Su ayuda, Su deseo es continuar brindándola no sólo tras la clausura del ciclo, sino siempre y en todo momento. Sólo las condiciones cíclicas son lo que impiden el influjo de la sabiduría espiritual luego de dicho cierre.

Pero también Blavatsky dijo que la cantidad de energía utilizada fue suficiente para que el mundo siguiera pensando en estos asuntos hasta el siglo venidero, dando como ejemplo un tren que corre a toda velocidad y tiene su vapor apagado y que continuaría avanzando durante una larga distancia luego de eso si se dejara solo. Y el trabajo no concluirá directamente ni de ninguna manera cuando el ciclo se termina. Por el contrario, ella sostuvo que el esfuerzo es educar a una serie de personas que podrán preservar el espíritu del esfuerzo teosófico y mantenerse en contacto con los Maestros desde finales de un intento público hasta el comienzo de otro. Éste, declaró, es el significado de las palabras pronunciadas por uno de los Adeptos: 'Mientras tres personas permanezcan fieles a la Hermandad, la Sociedad Teosófica continuará viviendo'. Y si ésta es Su promesa, sólo queda para cada miembro que se convierta en uno de esos tres para que la Sociedad continúe recibiendo ayuda activa de los Maestros todo el tiempo.

Entonces, el resto queda perfectamente claro si se recuerda que si no hay tanto trabajo realizado en un momento como en otro no es porque los Maestros retiren su ayuda en absoluto, sino porque es menos posible hacer cambios en la atmósfera psíquica durante ciertas temporadas que en otras".

En una carta, el Maestro K.H. escribe estas palabras con respecto a lo que él llamó "intento del centenario". Hemos enfatizado ciertas oraciones para llamar la atención sobre cuán serios e insistentes son los Maestros sobre este tema:

"Si durante generaciones hemos 'excluido al mundo del conocimiento de nuestro conocimiento', es a causa de su absoluta incapacidad; y si a pesar de las pruebas dadas todavía se rehúsa a ceder a la evidencia, entonces al final de este ciclo nos retiraremos a la soledad y a nuestro reino de silencio una vez más (...) Nuestra misión es zambullirnos y sacar las perlas de la Verdad a la superficie; la suya, limpiarlas y convertirlas en joyas científicas. Y si se niegan a tocar la concha de ostra mal formada, insistiendo en que no hay ni puede haber alguna perla preciosa dentro de ella, entonces una vez más nos lavaremos las manos por cualquier responsabilidad antes que el género humano. Durante innumerables generaciones el Adepto ha construido un templo de rocas imperecederas, la torre de un gigante de PENSAMIENTO INFINITO, donde el Titán habitó y aún habitará solo si es necesario, saliendo de ella sólo al final de cada ciclo para invitar al Elegido de la humanidad para cooperar con él y ayudar a su vez con objeto de iluminar a los supersticiosos. Y continuaremos en ese trabajo periódico; no nos dejaremos desconcertar en nuestros intentos filantrópicos hasta el día en que los cimientos de un nuevo continente de pensamiento estén tan firmemente construidos que no prevalezca la oposición y la malicia ignorante guiada por los Hermanos de la Sombra.

Pero hasta ese día de triunfo final alguien tiene que ser sacrificado, aunque aceptamos víctimas voluntarias. La tarea ingrata le fue encomendada a ella [H.P.B.], abatida y desolada en las ruinas de la miseria, la incomprensión y el aislamiento; pero tendrá su recompensa en el más allá porque nunca fuimos ingratos".

También hay una declaración bien conocida de H.P.B. donde afirma que el 31 de diciembre de 1899 sería el último momento posible para que se divulguen más conocimientos, enfatizando las ingentes restricciones de la Ley Cíclica especialmente durante la presente Kali Yuga o Era de Oscuridad.

Algunas personas, desesperadas por creer en la legitimidad de las enseñanzas y escritos de “teósofos” posteriores supuestamente inspirados por Maestros, han afirmado que Blavatsky "cometió un error" en lo señalado sobre este asunto y que todas estas afirmaciones y nociones mencionadas anteriormente deben descartarse y atribuirlo a un equívoco por su parte y de otros. Pero si esto fuera así, los siguientes puntos deben considerarse por aquéllos que menosprecian tan fútilmente las palabras y el trabajo del personaje que los Maestros llamaron "Agente Directo" y "Hermano":

*Si Blavatsky se equivocó en este tema, entonces ¿cómo podemos saber que ella no cometió traspiés en otros aspectos que sostuvo y enseñó? Si esta declaración suya era "errónea", entonces todas sus otras afirmaciones bien podrían ser tachadas como tal. En ese caso, preguntamos a nuestros críticos: ¿por qué se molestan tanto con la Teosofía en cualquier forma, si según ustedes se basa en una base supuestamente inestable y poco confiable?

*Si Blavatsky no estaba en lo cierto, ¿por qué los Maestros no corrigieron el error? Si es un desliz, entonces es uno muy grave y engañoso, especialmente si se considera el carácter definitivo con que se afirma. Tuvieron mucho tiempo y oportunidades para enmendar éste y cualquier “concepto erróneo” que surgiera como resultado, pudiendo hacerlo a través de la propia Blavatsky o por su contacto con cualquiera de los numerosos teósofos o no seguidores con quienes a veces se comunicaban por escrito durante la vida de aquélla. Pero el hecho es que se abstuvieron de hacerlo y expresaron el mismo punto de vista, y con mayor amplitud en sus propias cartas.

*Si como críticos quieren hacer creer que la Agente de los Maestros estaba errada en el tema para así dar validez a las afirmaciones, enseñanzas y revelaciones presentadas por “teósofos” posteriores que afirmaron estar en comunicación directa con los Maestros, ¿por qué es esto en realidad? ¿Qué tienen ustedes exactamente contra H.P.B., sus enseñanzas y los contenidos escritos de los Maestros reales que querrían basurearlos de esa manera? ¿Qué es exactamente lo que les disgusta de la Teosofía auténtica para ignorarla en favor de las distorsiones presentadas por Leadbeater, Besant, Bailey y otros, siendo éste un sistema de enseñanza completamente contradictorio al establecido por H.P.B., W.Q. Judge y los Maestros que la respaldaron?

Antes de que Annie Besant abandonase la verdadera Teosofía y cayera primero bajo la influencia dañina y destructiva del brahmán Chakravarti -y luego del ex sacerdote cristiano C.W. Leadbeater-, es interesante observar que ella estuvo totalmente de acuerdo con las mismas opiniones expresadas en este artículo (para más detalles consulte “H.P. Blavatsky-A Great Betrayal” por Alice Leighton Cleather, “The Theosophical Movement 1875-1950”, disponible de Theosophy Company, y artículos tales como “La última Carta Mahatma”, “La deslealtad de Olcott hacia Blavatsky" y "El 'tercer volumen' de 'La Doctrina Secreta'"). 

Varios meses posteriores a la muerte de Blavatsky (1891), Besant escribió estas palabras en un artículo prominente:

"Por Teosofía me refiero a la 'Religión-Sabiduría' o 'Doctrina Secreta', y nuestro único conocimiento de ello en este momento nos llega de la Mensajera de sus Custodios, H.P. BLAVATSKY. Sabiendo lo que ella enseñó, podemos reconocer fragmentos de la misma doctrina en otros escritos, pero su mensaje sigue siendo para nosotros la prueba de la Teosofía en todas partes (…) Sencillamente, ninguno de nosotros tiene derecho alguno a presentar sus propios puntos de vista como 'Teosofía' y en conflicto con los de Blavatsky, ya que todo lo que sabemos de la enseñanza proviene de su persona (…) Los teósofos se encargan de no cercenar la Doctrina Secreta (…) De manera constante, tranquila y sin aspavientos, pero también sin miedo, deben permanecer fieles a la Doctrina Secreta como ella la dio, quien llevó sin temor y por casi diecisiete años la antorcha de la Sabiduría Oriental a través de las tormentas. La condición del éxito es la lealtad perfecta".

En los artículos “Una descripción de la Teosofía” (parte 2)  y “Teosofía, la Sabiduría Antigua” establecimos:

“El último cuarto del siglo XIX fue un período muy importante y crucial en la historia y evolución de la humanidad, ya que tres grandes ciclos se fusionaron al mismo tiempo, lo que constituye una ocurrencia muy poco común. El primer ciclo de 5.000 años de Kali Yuga -'Edad Oscura' o 'de las Tinieblas' a la que se alude en hinduismo e iniciada con la muerte de Krishna- debía llegar a su fin entre finales de 1897 y principios de 1898 (…) La Edad Antigua estaba llegando a su fin y la Era o Ciclo Acuariano iniciaría su curso de aproximadamente 2.155 años desde el comienzo del nuevo siglo en 1900.

Se dice que en el Tíbet del siglo XIV, Tsong Kha-pa (reencarnación de Gautama Buda y fundador de la escuela Gelugpa o rama de budismo tibetano) ordenó que la Hermandad Esotérica enviara a uno de sus miembros al mundo occidental en el último cuarto de cada siglo, para ayudar a conseguir una mayor consciencia e iluminación espirituales. Se sabía y entendía que sólo un individuo en los postreros 25 años de la centuria podía emplearse activamente para este propósito, y tales eran y son las restricciones reales de la Ley Cíclica y Kármica”.

“Ahora, el 'ciclo del centenario' como lo han llamado los Maestros coincidió con el cierre de los otros dos periodos. Alguien tenía que ser enviado al mundo y con suficiente poder, conocimiento y capacidad para establecer una diferencia real y duradera no sólo para Occidente y Oriente, sino para toda la humanidad.

La ‘basura de las edades’ tuvo que ser removida forzosamente de las mentes humanas, de modo que las semillas de verdad fuesen plantadas y germinaran a buen término, aunque ninguno de los Maestros ni su Mensajero no se hacían ilusiones respecto de las tremendas dificultades y oposición tanto visibles como invisibles que estarían en camino para el cumplimiento de su misión.

Ese gran 'alguien' apareció en, a través de y como una mujer rusa llamada Helena Petrovna Blavatsky. Sólo unos pocos que estaban más cerca de H.P.B. (como ella gustaba llamarse) llegaron a reconocer que en realidad era un Iniciado masculino oriental que asumió esa personalidad femenina y europea para cumplir la misión de los Maestros al máximo nivel y en la medida de lo posible. Los Maestros declararon que, aunque era conocida en el mundo con esa famosa sigla, la designaban por otro nombre y afirmaron que ella era su 'Hermano' y 'Agente Directo'.

En 1875 Blavatsky y otros colaboradores fundaron el Movimiento Teosófico en Nueva York, EE.UU., quien más tarde se mudaría a India y finalmente a Londres, Inglaterra. Así había llegado el momento de una nueva presentación para la Sabiduría Antigua bajo el nombre de 'Teosofía', palabra derivada del griego theosophia que significa 'Sabiduría Divina'".

Aquéllos que se oponen con más persistencia al concepto y principio del "ciclo de cierre" tienden a ser quienes no entienden de qué se trata el Movimiento Teosófico. No logran ver que se inició con tal de lograr una transformación duradera en la conciencia humana y contribuir a la elevación y avance de toda persona mediante la promulgación de las ideas correctas, los ideales y la ética que componen la Sabiduría Eterna. En cambio, parecen pensar que se trata de adquirir y acumular "conocimiento esotérico" y obtener "desarrollo oculto" o iniciación por y para sí mismos.

Con una perspectiva tan egoísta y equivocada, es natural que se sientan frustrados y molestos cuando otros estudiantes de Teosofía les informan que no se pueden dar nuevas enseñanzas posterior al siglo XIX. Hambrientos de secretos metafísicos y persiguiendo libros repletos de complejidades intelectuales en la Ciencia Esotérica, la ridiculizan como "estrecha", "limitante" y "restrictiva" por "constreñirnos" a las enseñanzas de H.P. Blavatsky y William Q. Judge. Pero ¿qué saben estos individuos? ¿Qué entienden ellos realmente sobre el trabajo y los contenidos provenientes de estos fundadores del Movimiento Teosófico? La Teosofía no existe para nosotros o por nuestro bien exclusivamente, pues se otorgó para que beneficiemos a la especie humana.

En al artículo ya mencionado “Teosofía, la Sabiduría Antigua” señalamos: "Se necesita cierta humildad y un verdadero sacrificio de lo que se ha llamado las 'ideas personales' para que uno esté verdaderamente satisfecho de permanecer como un mero transmisor de una Enseñanza que ya ha sido entregada. En los corazones de muchos se esconde el deseo de ser considerado como gran líder, un Maestro por derecho propio y ser admirado o venerado como nuevo 'Mensajero' para las 'nuevas enseñanzas' de los Mahatmas.

Esto, combinado con el constante anhelo infantil de las masas por 'nuevas revelaciones' y los 'mensajes más recientes', especialmente cuando ni siquiera se han molestado en hacer uso adecuado del enorme cúmulo de enseñanza e información ya disponible, ha resultado en grandes daños para el Movimiento Teosófico y el mundo de la espiritualidad en general".

¿Parece esto tan extraño? Pensemos en la analogía de un granjero que siembra una gran cantidad de semillas en su campo durante un período específico. Luego de incorporar las simientes necesarias debe detenerse y esperar; después hay que proporcionar la humedad y los ingredientes necesarios para el crecimiento adecuado de esas semillas. Pero no puede seguir sembrando en el mismo campo de modo indefinido, o el resultado inevitablemente será confusión, asfixia y una cosecha paupérrima. Se debe permitir un período para que la germinación produzca buenos resultados naturales, y esta etapa esencial de espera y riego siempre lleva mucho más tiempo que lo necesario para sembrar esas simientes. Blavatsky describió lo que acontecería si los teósofos hicieran su trabajo correctamente:

“La Sociedad vivirá durante todo el siglo XX. Poco a poco emergerá e impregnará a la gran masa de personas inteligentes y pensantes con sus ideas grandes y nobles de religión, deber y filantropía. Lenta pero seguramente estallará entre las cadenas aceradas de credos y dogmas, de prejuicios sociales y castas; derribará las antipatías y barreras raciales y nacionales abriendo camino a la realización práctica de la Hermandad entre todos los individuos. A través de su enseñanza y la filosofía que ha hecho accesible e inteligible para la mente moderna, Occidente aprenderá a comprender y apreciar a Oriente en su verdadero valor. Además, la eclosión de los poderes y facultades psíquicos, cuyos síntomas premonitorios ya son visibles en Estados Unidos, se desarrollará de manera saludable y normal. La humanidad se salvará de terribles peligros tanto mentales como corporales, que son inevitables cuando ese despliegue tiene lugar y como amenaza hacer en una cama caliente de egoísmo y todas las pasiones malignas”. 

“Cuando llegue el momento del esfuerzo para el siglo XX (…) la condición general de las mentes y los corazones humanos se habrá mejorado y purificado por la difusión de sus enseñanzas y, como he dicho, sus prejuicios e ilusiones dogmáticas habrán sido eliminados al menos hasta cierto punto. No sólo así, sino que además de una gran literatura accesible y disponible para otros, el siguiente impulso encontrará un cuerpo de personas unido y numeroso, listo para dar la bienvenida al nuevo portador de la antorcha de la verdad. Encontrará que la mente humana está preparada para su mensaje, un lenguaje preparado para él en el cual revestir las nuevas verdades que trae, una organización que espera su llegada que eliminará los obstáculos y dificultades puramente mecánicos y materiales de su camino. Piense cuánto podría lograr el individuo a quien se diera tal oportunidad” (“La Clave de la Teosofía”, p. 305-307).

Pero desafortunadamente y como muestran los hechos de la historia, muchos teósofos no realizaron su trabajo correctamente. Lo siguiente es parte de una respuesta enviada hace varios meses a un investigador:

“El Movimiento Teosófico y sus enseñanzas originales fueron tan poderosos y profundos que pudieron establecer una diferencia real y duradera para bien en este mundo, y de hecho ya estaban comenzando para el período en que H.P.B. se acercaba a su muerte. 

No creemos que sea una exageración decir que si las cosas hubieran procedido de la forma en que debieron ser y en la dirección correcta, el mundo hoy sería un lugar muy diferente y mucho mejor hoy, donde principios tales como la Ley del Karma y Reencarnación (vitales para la ética correcta) serían entendidos y aceptados por casi todos en este momento.

También habría tenido éxito en destruir la idea del 'Dios personal' y demoler el baluarte de la religión organizada sobre las mentes de las masas, así como contribuir a sellar el inevitable destino kármico de la Iglesia cristiana. H.P.B., William Judge y los Maestros no ocultaron el hecho de que éstos estaban entre sus objetivos y que su misión era traer filosofía espiritual de Oriente, en lugar de quedarse con la occidental.

No se necesita mucha imaginación para ver cómo esto representaría una amenaza real para ciertas sociedades ocultas cristianas y hermandades secretas, en particular los jesuitas, a quienes el Maestro K.H. una vez describió como 'enemigos de la humanidad'. Si lee nuestro artículo respectivo [“La conspiración jesuita y la Iglesia Católica Romana”] todo esto tendrá sentido. Hacia el final de su vida Blavatsky advirtió en numerosas ocasiones que había una enorme y poderosa oposición 'tras bambalinas' contra el Movimiento Teosófico y que las cosas podrían desmoronarse fácilmente tras su partida a menos que los teósofos se mantuvieran fieles al impulso, líneas, programa, sistema y enseñanzas originales.

Se dejó en claro que el ciclo de comunicaciones abiertas y las nuevas enseñanzas de los Maestros se cerraría en 1900 (el año en que Blavatsky dijo que debía comenzar la Era de Acuario) y que no volvería a abrirse hasta 1975-2000, como usted señala. Sin embargo, esto se presentó como provisional [*] y depende de qué tan bien los teósofos harían su trabajo para cumplir con la tarea designada. Todo lo que se requirió fueron 75 años de trabajo fiel y compromiso serio con las líneas claramente establecidas por los Mahatmas y H.P.B., pero estamos seguros que usted sabrá cuánta gente añora las 'últimas enseñanzas' y 'nuevas revelaciones' de 'los Maestros' y especialmente cuando ni siquiera se han molestado en estudiar, asimilar y aplicar adecuadamente las que ya se han entregado.

[*] "En el siglo XX, es posible que los Maestros (...) envíen un discípulo más informado y con mayor aptitud para otorgar pruebas finales e indiscutibles sobre una Ciencia llamada Gupta-Vidya, y que como las antaño misteriosas fuentes del Nilo, el origen de toda religión y filosofía conocidas hoy se ha olvidado por eras y perdido para los humanos, pero al final se encontrará" ("La Doctrina Secreta", Vol. 1, Introducción, p. xxxviii). 

Sólo pasaron dos años desde que H.P.B. abandonó la escena antes de que los muros comenzaran a desmoronarse (...)”. 

“William Judge, Robert Crosbie y otros creyeron que el Maestro que debía llegar en 1975 sería H.P.B. Bajo cualquier nombre o identidad, el 'nuevo' Instructor debía expandir y desarrollar el trabajo iniciado y la gran cantidad de enseñanzas ya impartidas por Blavatsky, Judge y los Maestros. Y de todos modos no existe una razón válida por la cual la Gran Hermandad se molestaría en organizar esto, ya que sabía y podía ver perfectamente que para 1975 (y también varias décadas antes) incluso la gran mayoría de los así llamados 'teósofos' era totalmente ignorante en cuanto a lo que imparte la Doctrina y no tenía ningún interés en el trabajo y las enseñanzas de Blavatsky e incluso eran irrespetuosos y despectivos hacia ella. Antes que Annie Besant se volviera contra aquélla y la Causa genuina, escribió que 'la condición del éxito es la lealtad perfecta'. Pero no fue nada de eso, excepto entre grupos relativamente pequeños -la L.U.T. en particular- y por tanto no creemos que se pueda culpar a los Maestros por decidir no continuar con el esfuerzo del periodo 1975-2000

Sin embargo, estamos seguros de que habrá una tentativa entre 2075-2100, ya que H.P.B. escribió que la Teosofía debe 'ganar la batalla' para fines del siglo XXI, o las consecuencias para la humanidad serán terribles ya que sólo este Conocimiento y Mensaje 'pueden salvar el mundo occidental' como señaló, y también al sector oriental pues éste se deteriora trágicamente todo el tiempo. Así que la batalla está en marcha. Creemos sinceramente que un día, aunque pueda estar muy lejos en el futuro, el mundo reconocerá la monumental importancia para la humanidad de la Teosofía, de H.P.B. y el Movimiento Teosófico".

Para concluir, debe mencionarse que es bastante curioso que aquellos teósofos que sostienen puntos de vista como los expresados a lo largo de este artículo y eligen enfocar su estudio en las enseñanzas de Blavatsky y Judge (Teosofía Original en otras palabras) a veces se los denomina "sectarios" y "fundamentalistas de línea dura" por los seguidores de Leadbeater, Besant, Bailey, etc. En ese caso, ¿no son las palabras de Annie Besant citadas anteriormente el epítome de este pretendido “anquilosamiento”?

A modo de ejemplo, los teósofos de Blavatsky son criticados, condenados e incluso ridiculizados por los estudiantes de Alice Bailey por negarse a abordar sus libros, y se pueden ver fácilmente varios casos en foros teosóficos de internet donde los seguidores de Teosofía Original son acusados de "engreídos, fanáticos y temerosos" debido a su falta de interés en las enseñanzas de Bailey. Sin embargo, si esta actitud de los estudiantes de Bailey no es "de línea dura" y "sectaria", entonces ¿qué representa?

El difunto Geoffrey Farthing, fundador de “Blavatsky Trust", sostuvo una vez que las acusaciones de sectarismo/fundamentalismo extrañamente nunca se apuntan a los estudiantes de Leadbeater o de Bailey, muchos de los cuales limitan su análisis y conocimiento “teosóficos” únicamente a los trabajos de esos “profesores”, aunque los alumnos de Blavatsky a menudo son etiquetados con epítetos tan "encantadores" por los primeros.

Parecería que muchos autoproclamados “teósofos” muestran una peculiar aversión y falta de respeto inherentes -a menudo mal disfrazados y en algunos casos de forma abierta- hacia H.P. Blavatsky quien dio la Teosofía al mundo.

Sin embargo, como se muestra por las comunicaciones que recibimos de visitantes en este sitio, existe una creciente insatisfacción y desconfianza en todo el mundo con la “neo/pseudoteosofía” (término acuñado por la propia Blavatsky) y un renovado interés sobre la vida y obra sobre esta Agente de los Maestros, y esperamos que continúe por mucho tiempo a medida que se expongan los hechos y se revele la verdad del asunto. 

¿Cuál es el verdadero trabajo actual de los teósofos? Es continuar presentando la Teosofía Genuina al mundo y esforzarse por lograr una comprensión correcta de estas verdades eternas, especialmente la Leyes de Karma, Reencarnación y la naturaleza séptuple humana a nivel de la conciencia pública general. El deber es mantener vivas en el hombre sus intuiciones espirituales y hacer todo lo posible para elevar el pensamiento y enfoque de las masas hacia un aspecto más elevado. Es desafiar y destruir el marco y los fundamentos del materialismo, así como la ignorancia y la superstición religiosas, incluida la creencia en cualquier tipo de Dios personal o antropomórfico. Se trata de promover incansablemente el concepto de Hermandad Universal basado en la concepción filosófica, lógica e incluso científica de la Unidad y Divinidad inherentes en todo lo que vive.

A menos que "La Doctrina Secreta" sea estudiada, entendida y asimilada de manera adecuada y constante por estudiantes de Teosofía, se puede hacer muy poco de esto para lograr un efecto real, pues cuando hoy miramos a nuestro alrededor es evidente que la Doctrina se necesita más que nunca.