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14 de marzo de 2022

El interés sacrílego por buscar imágenes de los Maestros

La presencia de sus retratos no ayudará; son letra muerta"
(H.P. Blavatsky, "Why I Do Not Return to India?").


Cada día, cientos o miles de personas en todo el mundo buscan fotografías de los Maestros en internet y de quienes han escuchado o leído en relación con la Teosofía como los llamados "Maestros Ascendidos", tan populares en el Movimiento Nueva Era y entre los entusiastas de la canalización. 

Invariablemente, aquéllos que indagan encontrarán una gran cúmulo de diferentes imágenes en muchas fuentes y todas ellas pretenden representar con precisión la apariencia de varios Maestros. También se toparán con sitios de varios grupos y organizaciones donde se puede comprar una amplia gama de dichos retratos y obras de arte. 

Como hemos demostrado en otros artículos, todo el movimiento de los "Maestros Ascendidos" es un total engaño, una historia de fantasía, fraude e ilusión originada en la década de 1930 con el estafador estadounidense Guy Ballard quien fundó el "Movimiento Yo Soy". Ballard fue el primero en utilizar el término "Maestros Ascendidos" y declarar que los Adeptos mencionados en el Movimiento Teosófico, así como varios otros, eran "seres ascendidos" y no encarnados en el plano físico, sino que viven en otros ámbitos y trabajan de manera similar a los santos desencarnados o ángeles guardianes. 

Tales nociones son totalmente ajenas y contradictorias a las afirmaciones de H.P. Blavatsky, quien estableció el Movimiento Teosófico en 1875. Ella fue la primera persona en mencionar el hecho sobre la existencia de tales Maestros de Sabiduría a la opinión pública, y así su propia conexión cercana y participación directa con Ellos está demostrada de tal manera que no puede considerarse una simple conjetura. Por lo tanto, debemos asumir que ella sabía de lo que hablaba con respecto a este asunto y mucho más que los reclamantes posteriores, ninguno de cuyos supuestos "Maestros" ha estado en armonía o acuerdo con el carácter, las enseñanzas, los propósitos, ideales y detalles conocidos sobre los Maestros de Blavatsky. 

Los Maestros auténticos, también conocidos como “Mahatmas” y “Hermanos”, escribieron cientos de cartas a varios teósofos e incluso personas no asociadas con el Movimiento durante la vida de H.P.B. y también otras misivas después de su muerte. Muchas de ellas fueron publicadas y son bastante conocidas entre los estudiantes teosóficos actuales. Se puede apreciar que lo que H.P.B. sostuvo y enseñó está en exacta armonía con lo que los Maestros dicen e imparten, lo que en sí mismo casi no sorprende considerando el hecho de que hablaron de ella como su "Agente Directo" y "Hermano”, lo cual implicaba claramente que en su fuero interno era una Adepta iniciada por derecho propio (ver "Palabras de los Maestros sobre H.P. Blavatsky" y “¿Quién es usted, Madame Blavatsky?"). 

Tanto H.P.B. como los propios Maestros siempre enfatizaron que Ellos viven en cuerpos físicos y en la Tierra, porque aquí es donde se los necesita y tienen cierto trabajo importante que realizar en el plano material, pero tienden a permanecer en aislamiento intencional de la atmósfera psíquica y el magnetismo impuros y verdaderamente tóxicos del mundo moderno. Los Maestros de los que se habla más a menudo en relación con H.P.B. y la fundación del Movimiento Teosófico son llamados Morya (M.) y Koot-Hoomi (K.H.) que pertenecen a una Hermandad Esotérica oculta con su base principal en la región transhimaláyica. Los nombres por los que se les conoce son sólo místicos y no sus denominaciones o apellidos reales de nacimiento. 

Como también hemos dicho en otros escritos, los llamados “profesores teosóficos" posteriores a la época de H.P.B. -especialmente el infame C.W. Leadbeater- alteraron todo el concepto y los hechos conocidos sobre los Maestros y también inventaron varios otros, usualmente con un trasfondo claramente cristiano. 

Si una persona desea descubrir información confiable sobre estos personajes reales, el único lugar para encontrarla es la obra de H.P. Blavatsky, y quien busque allí pronto comprobará que en realidad la Agente de los Maestros dijo muy poco sobre Ellos. Para Blavatsky, William Judge (su amigo más confiable, colega y cofundador del Movimiento Teosófico) y también en opinión de todos los estudiantes sinceros de Teosofía genuina, estos humanos perfeccionados y esoteristas altamente iniciados que llamamos "Maestros" revisten una naturaleza de tal sacralidad que es desaconsejable mencionarlos en cualquier aspecto y manera casual o superficial. 

De ahí que el énfasis en la Teosofía Original esté siempre en las Enseñanzas, la Filosofía y Ciencia que los Maestros han presentado y puesto a disposición del mundo mediante la intervención de H.P.B., no en los Maestros en sí mismos y menos aún en cualquier detalle personal o información al respecto. 

Sin embargo, un estudiante de Teosofía puede pensar o decir: "Entiendo y acepto todo eso. Sé que los Maestros no son 'ascendidos' y que no desean ser adorados ni invocados con oraciones. Entiendo que la Teosofía en sí misma es de mayor importancia para nosotros y el mundo, pero me gustaría ver una imagen auténtica sobre uno de los Maestros, ya que los respeto tanto a ellos como a su trabajo". Desde una perspectiva cotidiana, esto suena bastante razonable y uno podría asumir que un sitio teosófico de internet “debiera” tener pictografías confiables de estos individuos. 

Existen algunos retratos que se cree son de los dos Mahatmas mencionados anteriormente y que un experto en fotografía considera genuinos. Esto no incluye la conocida imagen de H.P.B. sentada con tres "Maestros" de pie tras ella, ya que se trata de un engaño notorio y data originalmente de algún periodo entre las décadas de 1930 y 1950, lo cual se aborda en el artículo “La foto fraudulenta”. 

También sabemos que varios retratos de esos Maestros estaban en posesión privada de un número muy pequeño de teósofos durante el tiempo de H.P.B. Por lo tanto, se conoce su existencia y en algunos libros de naturaleza biográfica e histórica se han publicado relatos sobre la forma en que se produjeron algunos de ellos. 

Cuando en diciembre de 1888 un reportero del periódico "The London Star" describió su visita a H.P.B. en la casa de Londres que le sirvió como el principal centro de trabajo teosófico en Inglaterra, mencionó esto entre muchos otros aspectos: "Además de la caja de tabaco, sólo hay otro objeto notable en su santuario, el retrato del Mahatma Morya (descendiente, según ella, de la antigua dinastía de los Mauryas) y a quien llama su Maestro, un rostro indio hermoso y oscuro, lleno de dulzura y sabiduría. Madame Blavatsky dice que ha visto a este Adepto varias veces en persona: una vez en Inglaterra, varias ocasiones en India y hace algunos años fue a buscarlo en los refugios del Tíbet, un peregrinaje romántico aunque no exento de peligro y durante el cual ella ingresó en algunos monasterios budistas o lamaserías y conversó con los residentes". 

Pero consideremos este hecho importante: Blavatsky jamás publicó ningún retrato de los Maestros, nunca sugirió ni aceptó la publicación o distribución general de tales imágenes (ni siquiera entre los miembros de la Sociedad Teosófica) y nunca dijo ni escribió algo para apoyar la idea de que todos supieran cómo se veían los Mahatmas

Por el contrario, dijo incluso a A.P. Sinnett, el destinatario principal de las famosas cartas de K.H. y M.: "Usted es un 'bebé' por gustarle sus retratos". 

Escribiendo a Sinnett en otro momento, señalaba: “Ahora bien, ¿qué quiere usted con su retrato [del Maestro M.]? Y no se parece en nada a él, ya que nunca lleva puesto su puggaree blanco, sino que simplemente se coloca un 'plato amarillo' en la cabeza como K.H. Todo esto es no es más que una irritación de espíritu y vanidad. Será mejor que le pidiera al Chohan que le favorezca con su imagen, y luego vea cuán amable se ve cada domingo por la mañana” (“Cartas de H.P. Blavatsky a A.P. Sinnett”, n° XV & VI, p. 32, 8). 

El Chohan al que se hace referencia es el Maha Chohan, Jefe de la Hermandad Transhimaláyica y de quien se puede encontrar más información relacionada en los artículos “¿Qué es un Chohan?" y "La Carta del Maha Chohan". 

Esto puede dar una idea de lo que puede significar el sombrero tipo "plato amarillo", todavía en uso entre los seguidores de la escuela Gelugpa en el budismo tibetano, con la que se sabe que los Maestros y H.P.B. de alguna forma se han afiliado o asociado [vínculo en el original inglés no funciona].

Hacia finales de 1889, algunos teósofos en Londres tuvieron la idea de imprimir fotografías de los Maestros -presuntamente tomadas de retratos conocidos de M. y K.H.- y ponerlas a la venta. No hay nada que sugiera que H.P.B. supiera esto o lo aprobara y no duró mucho tiempo. Cuando algunos de dichos teósofos londinenses que participaron en el proyecto enviaron cuatro de esas fotos a William Judge en Nueva York, y suponiendo erróneamente que él querría venderlas a algunos de los miembros estadounidenses, respondió por escrito: 

“Tengo dos fotos pequeñas de los Maestros y dos grandes. Éstas últimas las di a un amigo para conservarlas y, como no conozco el precio, debo dejarlo a usted para que me informe. Tengo a mano las dos pequeñas como fideicomisario y las devolveré si lo desean, ya que no tomaré parte para comercializar fotografías de los Maestros (…) Por lo tanto, este negocio lleva a una conclusión. He dado instrucciones en la oficina del 'Path' para no ordenar fotos de nadie y no recibir ninguna, sino para enviarlas de vuelta y avisar a todas las personas directamente a Londres. En cuanto a las imágenes de los Maestros, considero todo un escándalo, pues son sagradas y al mismo tiempo se venden por dinero. No es excusa para decir que cuestan eso, porque si van a ir a ciertas personas apropiadas debiesen ser gratuitas y si eso no se puede solventar, entonces no deberían serlo en absoluto. Por supuesto, no la critico de ninguna manera porque no tengo derecho y no creo que lo haya causado, pero sólo expreso mi opinión personal, pues creo que puedo hacerlo seguramente con usted como con nadie más" (carta a la Condesa Wachtmeister, fechada el 25 de febrero de 1890). 

Un concepto tristemente ausente en la humanidad actual, incluso en algunas partes del mundo teosófico, es un sentido de lo sagrado. Podemos saber y aceptar intelectualmente que ciertos aspectos merecen devoción, pero a veces nuestros pensamientos y acciones hacia ellos sugieren que verdaderamente no apreciamos ese carácter o aún no lo hemos comprendido por completo. 

A la luz de los hechos anteriores y tras varios meses de reflexión sobre el tema, finalmente decidimos eliminar las imágenes de Maestros que se encontraban anteriormente en algunas de las páginas de este sitio [blavatskytheosophy.com], y ahora compartimos la opinión de aquéllos que sienten y piensan respetuosamente que las imágenes de tales Grandes Almas implican una naturaleza de elevada sacralidad para estar presumiéndose en internet o incluso ser publicadas en libros o revistas. Parecería que esto equivale a una profanación. No hemos encontrado nada de Blavatsky, ni de W.Q.J. ni en las propias cartas de los Maestros para sugerir que respaldarían la divulgación de tales imágenes, pues toda la evidencia conocida apunta a que tomaron la postura contraria. 

No necesitamos saber cómo se ven los Mahatmas. Ver una representación de su apariencia física no nos ayuda de ninguna manera, ni nuestra confianza en Ellos y su existencia debe estar determinada o influenciada por si hemos visto o no dichas imágenes. 

Hay otros dos puntos a tener en cuenta: 

a) Cada imagen que vemos crea una representación interna en nuestra propia mente e imaginación. Esta es simplemente la forma en que funciona la mente y en sí misma no es ni buena ni mala. Sin embargo, surgen problemas potenciales para las personas inclinadas a una naturaleza psíquica o mediumnística, y el artículo “Psiquismo y espiritualidad: un binomio irreconciliable” dará una idea de lo que significa esta característica. Para tales individuos, la efigie interna creada por haber visto una imagen que creen es la de un Maestro de Sabiduría puede vivificarse fácilmente en sus sueños, experiencias de meditación u otros contextos, y por todo tipo de influencias que van desde elementos de su propio subconsciente, cascarones astrales en Kama Loka (ver “¿Qué ocurre cuando morimos?”), elementales o "formas de pensamiento" existentes en la atmósfera psíquica conocida como Luz Astral y creados por las ideas e imaginación de otras personas acerca de los Maestros -que en la mayoría de los casos son incorrectos-, hasta las entidades malévolas reales y miembros de la Hermandad Oscura o Logia Negra que buscan engañar y perturbar. 

Este es probablemente el origen de muchos casos en todo el mundo sobre personas que creen sinceramente haber iniciado contacto con "Maestros Ascendidos" tras descubrir tales ideas y ver las supuestas imágenes de esos personajes. Estos delirios psíquicos se vuelven aún más plausibles si la persona medita, se concentra o enfoca deliberadamente en tales imágenes, y por así decirlo ella graba la imagen y las ideas relacionadas con ello -que en el caso de los "Maestros Ascendidos" son invariablemente erróneas y engañosas desde el principio- en la parte psíquica de su naturaleza interna y como resultado "cobrará vida" para esa persona en poco tiempo y de modo inevitable. 

Quien cree sinceramente en tales experiencias también puede lograr convencer a otros de su realidad y, por lo tanto el engaño comienza a extenderse por todas partes, lo que a veces resulta en movimientos masivos que causan grandes daños y perjuicios como “The Summit Lighthouse", presidido por la difunta Elizabeth Clare Prophet. 

Los Maestros no se comunicarán con nosotros simplemente porque lo queramos, y tampoco lo harán sólo porque meditemos o pensemos en Ellos o tengamos "reverencia genuina" en nuestros corazones. Junto con H.P.B. y W.Q.J., han dejado claro que es muy difícil ponerse en contacto con los Mahatmas y que éstos tienen poco interés en iniciar un diálogo incluso con la gran mayoría de teósofos sinceros. Por un lado simplemente no es necesario, pues de la auténtica literatura teosófica podemos saber cuál es su enseñanza, filosofía, objetivo y cómo esperan que trabajemos para la gran Causa Teosófica, que es su labor de Hermandad Universal y que trasciende con creces a cualquier sociedad u organización análoga y particular. 

Si podemos lograr un avance interno real y significativo por nuestra propia voluntad mientras trabajamos activamente por la Causa y nos esforzamos en ayudar y servir a la humanidad tanto como nos sea posible, entonces quizás podamos escuchar de estos Adeptos ya que "cuando el discípulo esté listo, el Maestro aparecerá”, pero incluso para entonces tampoco debemos contar con ello, sino que simplemente debemos llevar a cabo lo necesario por nuestros semejantes. 


b) El otro punto a considerar es el expresado por H.P.B. en su artículo “Mahatmas and Chelas”: 

"El verdadero MAHATMA no es entonces su cuerpo físico, sino ese Manas superior que está inseparablemente vinculado a Atma y su vehículo (el sexto principio), una unión efectuada por él en un período comparativamente muy corto al pasar por el proceso de autoevolución establecido por la Filosofía Oculta. Por lo tanto, cuando las personas expresan el deseo de 'ver un MAHATMA', realmente no parecen entender qué es lo que piden. ¿Cómo pueden esperar ver lo que trasciende a esa visión física? ¿Es el cuerpo -un simple cascarón o máscara- lo que anhelan o persiguen? Y suponiendo que vean el cuerpo de un MAHATMA, ¿cómo pueden saber que detrás de esa máscara se oculta una entidad exaltada? ¿Qué estándar tienen ellos para juzgar si ese Maya que tienen ante sí refleja la imagen de un verdadero MAHATMA o no? ¿Y quién dirá que lo físico no es sino Maya? Los aspectos superiores sólo pueden ser percibidos por un sentido atañente a ellos. Y, por ende, cualquiera que desee ver al verdadero MAHATMA debe usar su visión intelectual, elevar el Manas hasta que su percepción sea clara y todas las nieblas creadas por maya se disipen. Entonces su visión será brillante y verá al MAHATMA donde quiera que esté, ya que al fusionarse con los principios omnipresentes sexto y séptimo, se puede decir que ese MAHATMA está en todas partes".

"Pero al mismo tiempo, al igual que si nos halláramos de pie en la cima de una montaña y tuviéramos una panorámica de toda la llanura, sin embargo podemos no estar conscientes de algún árbol o lugar en especial, porque desde esa posición elevada todo allá abajo es casi idéntico, y así nuestra atención puede ser atraída hacia algo que pueda ser diferente a su entorno. De la misma manera, aunque toda la humanidad está dentro de la visión mental de los MAHATMAS, no se puede esperar que tomen nota especial de cada ser humano a menos que ese ser por sus actos especiales atraiga su atención particular. Su preocupación especial es el mayor interés de la humanidad en su conjunto, ya que se han identificado con el Alma Universal que permea al género humano, y esa persona, quien atraería su atención, debe hacerlo a través de esa Alma omnipresente". 

Sabemos que no somos nuestro cuerpo. Sabemos muy bien que éste no es nada más que nuestra cobertura exterior. Entonces, ¿por qué debiéramos estar tan interesados en conocer qué aspecto tiene la mera “capa visible” de un Maestro? Se dice que los Adeptos tienen que cambiar sus cuerpos cada pocos cientos de años, ya que ningún revestimiento físico puede durar para siempre y por lo general no duran mucho más de 400 años a juzgar por lo que se dice en Teosofía. Los Maestros, siendo tales, conciben el cuerpo como un “conjunto de ropajes” y nosotros también deberíamos hacerlo así. Sólo el interior es real, y todo lo externo es esencialmente irreal. 

O como dice Hermes Trismegisto en un tratado hermético citado por H.P.B. en "La Doctrina Secreta", vol. 1, p. 287: 

“La realidad no está sobre la Tierra, hijo mío, y por consiguiente no puede estar en ella (…) Nada en la Tierra es real, sólo hay apariencias (…) Él (ser humano) como tal no es real, hijo mío. Lo real consiste únicamente en sí mismo y sigue siendo lo que es (…) El individuo es transitorio, por lo tanto no es real y es sólo apariencia, y la apariencia es la ilusión suprema (…) Lo que está sujeto al nacimiento y al cambio no es lo genuino (…) Hay en ellos una cierta falsedad, al ver que ellos también son variables". 

Este artículo probablemente no hará una gran diferencia en general. La cantidad de las así llamadas “imágenes de los Maestros” en línea puede continuar aumentando, pero ese fenómeno no recibirá nuestra aprobación ni contribuiremos a ello, independiente de si las imágenes sean o no genuinas. Se espera que el presente texto al menos pueda inculcar una mayor actitud respetuosa, un sentido más profundo de lo sagrado y una percepción más completa de lo real y lo que realmente importa.