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21 de febrero de 2022

El calendario maya y la estafa del 2012 (7 de 7)

David Pratt, enero de 2011


Contenidos:

07. Nuestro viaje evolutivo
-Ciclos de evolución
-Influencias astrológicas
-Drogas vs. desarrollo interior
-El camino de la compasión
 
08. Fuentes


07. Nuestro viaje evolutivo

Ciclos de evolución

Peter Russell sostiene: "Dentro de unas pocas generaciones, y quizás en el curso de esta vida, podríamos llegar al final de nuestro viaje evolutivo" (Braden et al., 22). No obstante, la Teosofía ofrece una visión muy diferente sobre nuestro progreso espiritual, pues se dice que el globo terráqueo donde vivimos es el más material de otros siete que en su conjunto forman la Cadena Planetaria de la Tierra, y los otros están situados en planos más etéreos y por lo tanto más allá de nuestro rango perceptivo. La Tierra existirá durante 4,32 mil millones de años y ya pasamos el punto medio (véase la cronología en "Diseño y evolución de las especies", parte 17). Durante la vida de este planeta, los diversos reinos de mónadas (o centros de conciencia) y asociados con aquél realizan siete rondas a través de todos los globos; la Cuarta Ronda actual en nuestra esfera física comenzó hace 320 millones de años y la mayoría de la humanidad devino consciente de sí misma hace aproximadamente 18 millones de años, en tiempos de la Tercera Raza-Raíz. Ahora nos encontramos en la Quinta Raza-Raíz o etapa del desarrollo de conciencia, y todavía nos quedan muchos millones de años antes que completemos las dos últimas fases ("Evolution in the Fourth Round", davidpratt.info; "Cadenas, Globos, Rondas y Razas-Raíz").

[De acuerdo con algunos intérpretes teosóficos], cuando concluya la presente ronda pasaremos a globos superiores, y tras un período de descanso haremos otras tres rondas a través de todas las esferas antes que termine nuestro progreso durante la actual encarnación de esta cadena planetaria. Si tenemos éxito [y según esos autores], ingresaremos en reinos espirituales superiores y continuará la evolución para varias encarnaciones terrestres adicionales. Después haremos peregrinajes evolutivos similares desde el reino más bajo hasta el más elevado, en los otros orbes sagrados de nuestro Sistema Solar y eventualmente otros conjuntos planetarios, etc. Entonces, en cierto sentido la evolución no tiene principio ni fin pues sólo hay puntos de inicio y parada temporales, una sucesión interminable en períodos de actividad evolutiva y seguidos por fases de inacción.


Influencias astrológicas

La Tierra está sujeta constantemente a energías y fuerzas planetarias, solares y galácticas de diversos tipos que ejercen influencia sobre todo lo que sucede en ella. Helena Blavatsky escribe: "La sabiduría antigua agregó al frío caparazón de la astronomía los elementos vivificadores de su alma y espíritu encarnados en la astrología. Los movimientos siderales sí regulan y determinan (...) eventos en la Tierra" (DS 1: 645).

La astrología moderna no es más que el revestimiento exterior andrajoso y desechado de la disciplina real y antigua, porque esa ciencia verdaderamente sublime era la doctrina del origen, la naturaleza, el ser y el destino de los cuerpos solares/planetarios y las entidades que habitan en ellos. También enseñó la ciencia sobre las relaciones entre las partes de la naturaleza kósmica, y más particularmente como se aplica al ser humano y su destino según lo previsto por los orbes celestes. De ese saber grande y noble surgió una pseudociencia exotérica, derivada de la práctica mediterránea y asiática, que culminó en el esquema moderno llamado "astrología", un remanente desharrapado de sabiduría antigua.

William Judge enfatizaba que "al nacer el individuo, los antiguos siempre consideraban el 'ambiente'- o cielos enteros- como aquéllo que le afectaba, y que los planetas eran sólo indicadores que muestran cuándo y dónde se sentiría la influencia del 'ambiente'" (Ecos, 2:13).

Las energías sutiles (a veces llamadas magnetismos foháticos por ciertos autores) nos alcanzan constantemente desde todas partes del cielo (más rápido que la luz), siendo su influencia más fuerte en momentos de conjunciones y alineaciones particulares. Visto desde la Tierra, el Sol atraviesa todas las constelaciones cada año, pero la edad zodiacal en que estamos hoy [Acuario] lleva el nombre del asterismo donde se encuentra esa estrella en el momento del equinoccio de primavera (hemisferio norte). Si eligiéramos el periodo de otoño [21-23 de septiembre] o el solsticio de verano/invierno, la edad actual tendría un nombre distinto, y claramente el presente ciclo no significa que estén funcionando sólo las fuerzas acuarianas. 

Un punto subrayado por la Teosofía es que las prevalencias astrológicas no definen nuestras vidas en modo fatal. Los antiguos astrólogos solían decir "el sabio controla sus planetas, pero el tonto se somete a ellos", o "las estrellas no te hacen, sino te marcan por lo que eres". 

"La ciencia astrológica sólo determina la naturaleza de los efectos, por el conocimiento de la ley de afinidades magnéticas y atracciones de los cuerpos planetarios, pero (...) es el karma del propio individuo lo que le sitúa en esa relación magnética particular" (revista The Theosophist, vol. 6, febrero de 1885).

Estamos sujetos a muchos influjos externos, pero es nuestra naturaleza interna lo que determina en qué medida sucumbimos a lo negativo o nos beneficiamos de injerencias positivas, ya sean humanas o cósmicas. La principal fuerza impulsora de nuestra evolución es la voluntad interior, y de esta suerte todos podemos desplegar el potencial superior a través de esfuerzos autodirigidos, haciendo que nuestros pensamientos, palabras y acciones sean un reflejo cada vez más fiel de todo lo noble que existe en el ser humano.


Drogas vs. desarrollo interior

Existe un dudoso valor respecto al empleo no guiado de sustancias psicodélicas para crear niveles alterados de conciencia en modo artificial y trascender temporalmente la de tipo cotidiano. Los posibles efectos secundarios incluyen desorientación, ansiedad, pánico, paranoia, delirio, psicosis, esquizofrenia, náuseas, vómitos, diarrea, calambres musculares, convulsiones, cambios de humor y problemas de memoria, concentración y juicio (emedicine.medscape.com). Quienes ingieren tales drogas experimentan "alucinaciones" visuales y auditivas, en las cuales puede parecer que "viajan a otros ámbitos" y "se comunican con otros seres". Los psicodélicos abren una puerta a los reinos astrales, cuyos alcances más bajos son un reservorio de pensamientos, emociones e imágenes innobles, elementales o espíritus de la naturaleza y cascarones astrales en descomposición (kama-rupas) de humanos fallecidos, que permanecen revitalizados por un tiempo mediante sus energías mentales inferiores.

Incluso si las vivencias inducidas por drogas parecen "positivas" y "místicas", pueden deberse mucho al autoengaño, y al respecto Sarah Belle Dougherty (1994) escribe:

"En general, las experiencias son expresión de la propia mente: por ejemplo, las drogas alucinógenas se reconocen como catalizadores inespecíficos que amplifican la conciencia del individuo en lugar de introducir material nuevo, y la persona común no puede saber si provienen de lo espiritual o las limitadas partes mentales, emocionales o psíquicas de sí misma. A menos que tengan gran nivel de entrenamiento, quienes se hallan en estratos inducidos de conciencia no están acostumbrados a funcionar conscientemente en la esfera astral de la realidad, y allí son aún más propensos a ser engañados por apariencias y confundirse que en el plano físico (...) También hay peligro para los inexpertos y desprovistos de guía al abrir un vínculo interno con estos reinos del ser, ya que el conducto puede ser difícil de cerrar si la persona es afectada por fenómenos indeseables (...) El uso no informado de métodos para alterar la conciencia puede tener un efecto muy adverso en la circulación de energías a través de la constitución humana y provocar estados físicos o psicológicos enfermizos (...) Es fácil quedar atrapados en el glamour y drama de dichos niveles sugestionados como un fin en sí mismos o un medio para adquirir poderes personales o éxito, ya sea material o espiritual".

Dougherty añade que el verdadero crecimiento interno "representa una forma de vida, no experiencias aisladas", e implica purificar y disciplinar nuestras mentes y emociones para que el Ser personal transmita el resplandor de la parte divina más elevada: "El sendero para llegar a ser verdaderamente humanos, y en última instancia divinos, es el de la compasión, al centrar nuestra conciencia en el aspecto más universal de nosotros mismos mientras hacemos del ego cotidiano nuestro servidor en lugar de maestro".

Las tradiciones espirituales advierten sobre los peligros de forzar el desarrollo de poderes psíquicos. Las facultades latentes se desarrollarán naturalmente en el curso de nuestra evolución, y con suerte no antes de que hayamos adquirido la sabiduría para usarlas desinteresadamente. En Teosofía se afirma que a ningún chela [discípulo] se le permite cultivarlas en ningún momento, hasta que se haya establecido el gran fundamento en la evocación de energías y facultades espirituales e intelectuales: visión, fuerza de voluntad, autocontrol absoluto y un corazón lleno de amor para todos. 

John Major Jenkins tenía algunas nociones bastante exageradas sobre lo que los chamanes mayas pudieron lograr cuando se intoxicaban con alucinógenos. Declaró que literalmente podían viajar al centro galáctico y eran capaces de conjurar "agujeros de gusano" -túneles a través de una "dimensión superior"- y viajar a un "reino transdimensional" impulsado por el legendario hoyo oscuro en el centro de la galaxia (1998, 202-3, 318). Según él, los chamanes "podían proyectar su conciencia donde quisieran, en otras realidades u otros planos del ser, planetas y dimensiones. Viajaban de regreso a los albores del tiempo, al centro y fuente de toda existencia, y regresar con poder y sabiduría" (321).

Ciertamente un adepto o iniciado genuino no requiere drogas para llevar su conciencia a otros lugares o reinos, o ejercer clarividencia u otros poderes ocultos. Además y conforme a la tradición teosófica, sólo los adeptos de mayor nivel se trasladan a conciencia más allá de los diferentes planos de la cadena planetaria terrestre (...). 

Antes que podamos viajar en forma autoconsciente a los globos más altos de nuestro planeta, a otros orbes o sistemas solares, tenemos que volvernos verdaderamente autoconscientes en la Tierra. Mediante estudio y entrenamiento, los neófitos pueden permanecer completamente conscientes de sí mismos mientras el cuerpo está dormido, y el adepto o chela de mayor rango -y por la misma instrucción empujada a una longitud todavía mayor- permanece plenamente consciente y activo en los planos internos tras la muerte del organismo físico. Durante la vida, el individuo que se ha familiarizado más o menos con las funciones y características de su propia naturaleza es capaz de viajar conscientemente fuera de su cuerpo a otras partes de la Tierra, e incluso con mayores facultades a otros planetas; pero mejor que esto es la habilidad de visitar -siempre con mente despierta- los mundos internos que nos rodean y traer de vuelta un recuerdo relativamente completo de las experiencias y los conocimientos adquiridos.

Se dice que la mayoría de Mahatmas representa a seres avanzados de Quinta Ronda, lo que significa que han desarrollado su conciencia a un nivel que mucha gente no alcanzará hasta en un futuro muy lejano cuando advenga ese periodo. El propio Gautama Buda se describe como perteneciente a la Sexta Ronda, y el maestro Kuthumi escribe: "Cuando nuestro gran Buda -el patrón de todos los adeptos, reformador y codificador del sistema oculto- alcanzó el primer nirvana en la Tierra, se convirtió en un espíritu planetario, es decir, su espíritu podía recorrer los espacios interestelares a plena conciencia y al mismo tiempo continuar a voluntad en su cuerpo original e individual en el plano físico (...) Ésta es la forma más sublime de adeptos que el ser humano puede añorar en nuestro planeta, pero es tan raro como los propios budas" (ML2, p. 43/MLc, p. 62).


El camino de la compasión

Por supuesto, debe aplaudirse el deseo generalizado de un mundo más solidario, compasivo y pacífico que no esté dominado por egoísmo, codicia ni violencia, pero tal cambio no se producirá principalmente por acción de fuerzas externas, ya sean fluctuaciones en el campo magnético de la Tierra, un haz de energía desde el centro galáctico o la llegada de "maestros pleyadianos". Sucederá a través de la transformación constante y el crecimiento interno de cada persona, trabajando en armonía con la naturaleza y sus semejantes.

Arjuna Ardagh lo expresa así: "Debido a que nos sentimos aislados de toda la vida, nuestra relación con el mundo se caracteriza por el deseo. A menudo sentimos que falta algo; 'si pudiésemos obtener lo que falta desde el exterior, entonces podríamos estar tranquilos'. Esta es la mentalidad que impulsa la economía global y así es como es posible vender más y más cosas a un número creciente de personas (...) Si bien a veces este sentido de carestía puede estar gatillado por dificultades reales, la mayoría de humanos vive en 'escasez psicológica', es decir, un sentimiento de que necesitan más dinero, más cosas, más poder sobre otras personas y más parejas sexuales en una mayor variedad de posturas eróticas (...) En todas las culturas y épocas, unos pocos individuos se han liberado de esta alucinación en forma independiente y se han dado cuenta de que el sentido de 'separatividad' en efecto es una fantasía (...) La sensación de una entidad aparte que anhela y necesita cosas de su entorno comienza a derretirse como un copo de nieve al Sol, y en su lugar se reconoce la conciencia o acudimiento de un amor sin causa que jamás está menesteroso. Más que vivir en este planeta con tal de 'obtener más para mí', la vida se convierte en un flujo de generosidad de espíritu. La razón para estar vivo es para bendecir, amar sin restricciones y sin el obstáculo de la frialdad calculadora" (Braden et al., 229-31).

Volverse verdaderamente humano es un trabajo de innumerables vidas, y no existen atajos hacia esa meta. A este respecto, no tuvo ninguna importancia si el 21 de diciembre de 2012 era o no el final para uno de los ciclos calendáricos mayas. Tal y como sucedió con otras paranoias fracasadas, se probó que fue sólo un mito la idea de que 2012 nos ofrecía algún tipo de "oportunidad única". Cada día es potencialmente un nuevo comienzo, lleno de nuevos desafíos y flamantes oportunidades para el autodesarrollo y ayudar a los demás.


08. Fuentes

-Rush Allen, "Transcendence in Mayan mythology: Finding invisible messengers", www.siloam.net/jenkins/5thsun3.html.

-Rush Allen, "Transcendence in Mayan mythology: Meaning of the ball game in Mayan mythology", www.siloam.net/jenkins/5thsun4.html.

-Benjamin Anastas, "The final days", 1 de julio de 2007, New York Times, www.nytimes.com.

-Ed Barnhart, "The Longcount and 2012 AD", www.mayan-calendar.com/ancient_longcount.html.

-Gregg Braden et al., The Mystery of 2012: Predictions, prophecies & possibilities, Boulder, CO: Sounds True, 2007.

-Dong R. Choi y Leo Maslov, "Earthquakes and solar activity cycles", New Concepts in Global Tectonics Newsletter, n° 57, 2011, p. 85-97.

-Fred J. Dick, Maya Chronology, Papers of the School of Antiquity n° 12, Point Loma, CA: Aryan Theosophical Press, 1921; Maya Chronology: II, Papers of the School of Antiquity, suplemento del anterior, Aryan Theosophical Press, 1925 (véase The Theosophical Path, noviembre de 1920, p. 436-51, y junio de 1924, p. 550-8).

-Sarah Belle Dougherty, "Inducing altered states", Sunrise, junio/julio, agosto/septiembre 1994, www.theosophy-nw.org.

-Michael John Finley, "The correlation question", 2003, http://saturniancosmology.org/files/chilam/corr.html.txt.

-Andreas Fuls, "Reanalysis of dating the classic Maya culture"/"Untersuchungen zur Datierung der klassischen Mayakultur", Amerindian Research, vol. 3/3, n° 9, 2008, p. 132-45, http://www.amerindianresearch.de/hefte-frameteilung-08-03.htm.

-Raphael Girard, Esotericism of the Popol Vuh, Pasadena, CA: Theosophical University Press, 1979.

-Sven Gronemeyer y Barbara MacLeod, "What could happen in 2012: a re-analysis of the 13-bak’tun prophecy on Tortuguero monument 6", 2010, http://www.wayeb.org/notes/wayeb_notes0034.pdf.

-James Q. Jacobs, "Mesoamerican archaeoastronomy: a review of contemporary understandings of Prehispanic astronomic knowledge", 1999, www.jqjacobs.net/mesoamerica/meso_astro.html.

-John Major Jenkins, Maya Cosmogenesis 2012: The true meaning of the Maya calendar end-date, Rochester, VE: Bear & Company, 1998.

-John Major Jenkins, "Astronomy in the Tortuguero inscriptions", 2010, www.mayaexploration.org/pdf/Jenkins-SAA-April2010.pdf.

-Graeme R. Kearsley, Mayan Genesis: South Asian myths, migrations and iconography in Mesoamerica, London: Yelsraek Publishing, 2001.

-Graeme R. Kearsley, Pacal’s Portal to Paradise at Palenque: The iconography of India at Palenque and Copan, London: Yelsraek Publishing, 2002.

-David H. Kelley, "Eurasian evidence and the Mayan calendar correlation problem", en: N. Hammond (editor), Mesoamerican Archaeology: New approaches, Austin, TX: University of Texas Press, 1974.

-E.C. Krupp, "The great 2012 scare", Sky & Telescope Magazine, noviembre 2009, www.griffithobs.org/exhibits/special/2012_2.html.

-Peter Meyer, "The Maya calendar", www.hermetic.ch/cal_stud/maya/cont.htm.

-Blair A. Moffett, "One foot in the fifth world", Sunrise, enero 1975, www.theosociety.org.

-Sandra Monteferrante, "Maya cycles of time", http://mathdl.maa.org/images/cms_upload/MayaTimeCycles2-143624.pdf.

-Rob Nanninga, "21-12-2012/13.0.0.0.0: Het einde van de Mayakalender", Skepter, vol. 21, n° 1, 2008, www.skepsis.nl.

-Peromyscus, "Timewave 0", 2008, http://peromyscuslyle.tripod.com/Timewave.html.

-Marc Smulders, "Desinformatie legt einddatum Maya-kalender in 2220", www.33mm.eu/actueel12/index.htm.

-Geoff Stray, "Beyond 2012: Catastrophe or ecstasy", Lewes, East Sussex: Vital Signs Publishing, 2da edición, 2006.

-Mark Van Stone, "It’s not the end of the world: What the ancient Maya tell us about 2012", 2009, www.famsi.org/research/vanstone/2012/index.html.

-Louis Strous, "Astronomy Answers: 21 December 2012", www.astro.uu.nl/~strous/AA/en/2012.html, www.astro.uu.nl/~strous/AA/nl/2012.html.

-Matthew Watkins, "2012 and the ‘Watkins objection’ to Terence McKenna’s ‘timewave theory’", www.secretsofcreation.com/2012.html.

-Jan Wicherink, "2012 of toch 2220?", www.soulsofdistortion.nl/dutch/2012%20of%202220.html.

-Wikipedia, "2012 phenomenon", http://en.wikipedia.org/wiki/2012_phenomenon.

-Wikipedia, "Mesoamerican Long Count calendar", http://en.wikipedia.org/wiki/Mesoamerican_Long_Count_calendar.

-www.2012hoax.org.
 

Abreviaturas

-Ecos: Ecos del Oriente, W.Q. Judge, San Diego, CA: Point Loma Publications, 1975-1987.

-ML2: Cartas Mahatma para A.P. Sinnett, A.T. Barker (compilador), TUP, 2da edición, 1975.

-MLc: Cartas Mahatma a A.P. Sinnett, TPH, ed. cron., 1993.
-DS: La Doctrina Secreta, H.P. Blavatsky, TUP, 1977 (1888).
-TG: The Theosophical Glossary, H.P. Blavatsky, Los Angeles, CA: Theosophy Company, 1973 (1892).

El calendario maya y la estafa del 2012 (6 de 7)

David Pratt, enero de 2011


Contenidos (fin parte 6):

-Alineaciones
-Efectos solares
-Cambio geomagnético
-Nibiru
-Cinturón de fotones
-Apocalipsis
-Payasadas "Nueva Era"


Alineaciones

Como ya se explicó, en lo que respecta a las alineaciones astronómicas no ocurrió nada especial el 21 de diciembre de 2012. El punto de solsticio invernal se ha estado acercando al centro galáctico durante siglos y llegará a su máxima proximidad en unos 200 años. El solsticio se alineó exactamente con el ecuador galáctico en 1998, pero no sucedió nada dramático; del mismo modo, el hecho de que la Tierra y el Sol ahora estén en combinación con parte de la grieta oscura no ha producido ningún efecto notable ni tampoco es de esperar. Sin embargo, algunos escritores pensaron que la "alineación galáctica" crearía un efecto gravitacional fusionado entre el Sol y el quimérico agujero negro supermasivo (Sagitario A*) en el centro de nuestra galaxia y generando estragos en la Tierra, pero aparte de que nuestra estrella no estuvo exactamente en línea con el centro galáctico, la fuerza gravitacional entre aquélla y la Tierra es 2 millones de veces más fuerte que la existente entre Sgr A* y el Sol. Otro investigador sostuvo que ese evento galáctico haría que el "ojo pineal" homólogo irradiara su luz y "restaure nuestra visión interna individual a su plena capacidad de visión transmundana" (Stray, 241). Y podríamos estar esperando eternamente... 😃.

Cartel de la película "2012" (2009).

John Major Jenkins afirmó que a veces en el ciclo precesional "el escudo magnético protector de la Tierra oscila y se vuelve inestable", lo que permite que "una mayor cantidad de rayos mutacionales golpeen la superficie" y resultando en una mayor probabilidad de metamorfosis evolutivas y un "posible efecto transformador en la conciencia humana" (Stray, 42). También arguyó que existiría una "inversión energética de efecto de campo" cuando el meridiano del solsticio invernal cruzara al otro lado del ecuador galáctico. Como ejemplo sobre un "trastorno dinámico de campo", menciona que los huracanes y muchos tornados giran en sentido antihorario en el hemisferio norte y de modo horario en el sur, y dice que el ecuador de la Vía Láctea es una línea divisoria de efecto de campo como el ecuador terrestre. Cuando el solsticio de invierno atravesara el ecuador galáctico, supuestamente la Tierra pasaría por un "punto nulo paradójico" produciendo un "cambio de edad mundial" o "alternación de polos en nuestra psique colectiva", con el resultado de que "se invertirán nuestras orientaciones básicas" y "el espíritu humano puede surgir y florecer de patrones inconscientes" (Jenkins, 1998, 327-30).

Debe tenerse en cuenta que, visto desde la Tierra, el Sol parece cruzar el ecuador galáctico dos veces al año, pero el Sistema Solar no lo traspasa físicamente ni al plano galáctico en dichos momentos. De hecho, el Astro Rey jamás atraviesa la primera demarcación porque ésta última se considera como de paso mediante aquél y en tanto parte del sistema de coordenadas galácticas centrado en esa estrella. Además, el plano galáctico (que a menudo se confunde con el ecuador homónimo) es el que divide el disco galáctico con aproximadamente la mitad de "masa láctea" situada por encima y otra por debajo. El Sistema Solar oscila arriba y abajo a través de ese disco en un ciclo que dura más de 80 millones de años; el Sol se encuentra actualmente a casi 100 años luz por encima (al norte) del plano galáctico y se está alejando. Para cuando regresemos a esa posición y hayamos invertido unos 3 millones de años en el cruce, habrán pasado otros 30 millones (2012hoax.org; 2012hoax.org).

Desde un punto de vista astrológico, el paso de Venus sobre la faz solar produce nuevos impulsos culturales y grandes cambios. Se esperaba que el paso en 2012 impactara a la humanidad y acelerase su progreso espiritual hacia una mayor colaboración y convivencia pacífica (Braden et al.,155-6). Un escritor sugirió que los tránsitos venusinos en 2004 y 2012 iban a desencadenar el primer brote importante de telepatía humana, teniendo como efecto una especie de cerebro global cuando Gaia se despierte (Stray, 81).


Efectos solares

Ha habido gran cantidad de alarmas irrealistas sobre el daño que podría causar una intensa actividad solar y la inversión de los polos magnéticos terrestres. Las llamaradas solares masivas y eyecciones de masa coronal pueden interferir con las comunicaciones de radio y satélite, y causar tormentas geomagnéticas que afectan a transformadores de electricidad. Pero los agoreros de 2012 fueron mucho más allá, y uno de ellos pensó que durante el siguiente máximo solar el campo magnético de la Tierra iba a colapsar e invertirse, provocando terremotos, actividad volcánica y el fin de la civilización a fines de 2012 (Stray, 75-6).

Desde una perspectiva histórica, ciertamente el Sol ha estado muy activo en las últimas décadas. La curva suavizada para el ciclo anterior de manchas solares (n° 23) alcanzó su punto máximo en un recuento que numeró 120 de aquéllas hacia enero de 2000. En 2006 los "expertos" de la NASA predijeron que el periodo actual de manchas (n° 24) sería extremadamente intenso y alcanzaría un apogeo de 156 a 180 en 2012, pero de repente el Sol se volvió muy silencioso y desde entonces se ha reducido drásticamente el ápice vaticinado de esas formaciones. La estimación actual [2011] es que el guarismo de manchas suavizadas aumentaría a unas 59 en junio/julio de 2013 (wattsupwiththat.com; solarscience.msfc.nasa.gov); sin embargo, algunos científicos predicen un alto nivel de actividad sísmica y volcánica en el período 2012-2014 (Choi y Maslov, 2011).


Arriba: número de manchas solares promediado anualmente desde 1610 hasta 2008 (science.nasa.gov). Debajo: ciclo 23 de manchas solares y predicción (enero de 2011) para la n° 24 (solarscience.msfc.nasa.gov).

Una afirmación descabellada fue que el ciclo solar muy activo predicho originalmente y el supuesto aumento resultante en la frecuencia Schumann de resonancia ionosférica activarían parte de nuestro "ADN basura" (cuya función es oficialmente desconocida), lo que llevaba a "telepatía y telequinesis masivas" y el nacimiento de una nueva especie llamada Homo spiritus (Stray, 76).

Paul LaViolette arguye que el núcleo de nuestra galaxia no es un agujero negro, sino un objeto masivo que explota periódicamente enviando una super-onda galáctica de rayos cósmicos. Esto empuja más polvo a nuestro Sistema Solar, provocando una actividad elevada en nuestra estrella y bloqueando su luz. Otros efectos incluyen actividad sísmica, variaciones geomagnéticas y pulso electromagnético intenso. El especialista sostiene que la última super-onda galáctica terminó la era de hielo hace unos 13.000 años y que las de tipo menor ocurren con mayor frecuencia, a cuyo respecto el estallido más reciente aconteció hace 700 años; asimismo, cree que hay un 90% de posibilidades de que llegue una súper-onda en los próximos cuatro siglos. Una emanación menor no desencadenaría cambios geomagnéticos o climáticos importantes, pero sí sobretensiones de alto voltaje en líneas eléctricas y telefónicas (etheric.com; Stray 91-2, 222). LaViolette cita evidencia consistente con su hipótesis, aunque no la prueba por completo.


Cambio geomagnético

Basándose en registros magnéticos y antiguos en rocas, los especialistas creen que el campo homónimo terrestre a veces cambia la polaridad (de modo que un puntero de la brújula apunta hacia el sur en lugar del norte), aunque no están seguros de cómo sucede. Se afirma que el proceso lleva cientos o miles de años en completarse, aunque hay evidencia de desplazamientos magnéticos más abruptos al menos a escala local, y también que las reversiones ocurren a intervalos discontinuos, de las cuales la última tuvo lugar hace 780.000 años. La fuerza del campo magnético ha caído un 38% en los últimos 2000 años y aproximadamente 10-15% en los pasados 150 (en.wikipedia.org). Se dice que la tasa de disminución e intensidad actual están dentro del rango normal de variabilidad, y los científicos creen que el siguiente cambio de posición podría advenir en los próximos miles de años.

Algunos escritores de la "mercadotecnia 2012" afirmaban que en esa fecha podía ocurrir una inversión del campo geomagnético -inducida quizá por explosiones solares masivas- y causar que buena parte de la humanidad tuviera vivencias extracorporales debido a su repercusión en nuestra bioquímica, o que despertara la energía kundalini subiendo por la columna vertebral y resultando en una "iluminación". Otros dijeron que las fluctuaciones geomagnéticas por sí solas podían ser suficientes para causar aperturas masivas de la glándula pineal, experiencias fuera del cuerpo, aumento de telepatía y más episodios de poltergeist, ovnis y fenómenos paranormales (Stray, 117, 153, 271).

Fueron totalmente falsas las afirmaciones de que la Tierra sería parte de una alineación planetaria o sizigia el 21 de diciembre de 2012 (fourmilab.ch).

Otra idea ridícula era que un trastorno del polo magnético en diciembre de 2012 o tal vez una alineación planetaria inusual iba a desencadenar un desplazamiento catastrófico de toda la corteza terrestre (o más bien la litosfera). Como resultado, se extendería por todo el planeta una marejada de hasta 2 kms. de altura eliminando la mayor parte de la vida en la Tierra (Stray, 94, 96); no obstante, un cambio de toda la litosfera es imposible en términos geológicos. Hubo personas que aguardaron un cambio en la inclinación axial terrestre, pero esto probablemente requeriría un impacto con un cuerpo celeste muy grande y por de pronto no se sabe nada sobre objetos en curso de colisión.


Nibiru

Una fábula persistente en algunos círculos alternativos es que el Sistema Solar tiene un décimo planeta, llamado Nibiru, que tiene una órbita altamente elíptica e irrumpe en nuestro "vecindario cósmico" cada 3.600 años. Basado en su interpretación de leyendas sumerias -y de donde proviene la denominación de ese astro-, Zecharia Sitchin afirmó que estaba poblado por annunakis o los "hijos de Dios" bíblicos, quienes supuestamente crearon humanos hace unos 450.000 años por ingeniería genética de simios hembra. No existe evidencia concreta de tal "visitante" y es físicamente inverosímil su presunta órbita en sumo grado elíptica (2012hoax.org).

Según Sitchin, Nibiru no regresará hasta 2900, pero algunos creyentes de la manía 2012 aseguraron que se encaminaba al Sistema Solar interior y chocaría con la Tierra durante ese año. E.C. Krupp (2009) comentó: "Algunos insisten (...) que está en juego una conspiración de la NASA y que en su aproximación el acechante Nibiru ya se puede apreciar a plena luz del día desde el hemisferio sur. Se suponía que también iba a ser visible desde la mitad norte en mayo pasado [2009], pero resistió a quienes lo esperaban como una cita a ciegas caprichosa".

Hunbatz Men, un moderno guardián de los días maya, sostuvo que sus ancestros sabían sobre Nibiru y su séptima luna activaría la kundalini y nuestros "recuerdos genéticos"; de igual forma pregonó que ese planeta tenía un período de 6.500 años y estaba habitado por seres que operan en una "frecuencia mental" más alta (Stray, 28-9). Parece que estuvo leyendo demasiada ficción...

[N.del T.: En el párrafo siguiente, titulado "Warmist Hype" ("La exageración 'calentista'"), Pratt reitera y resume sus críticas contra el concepto del "cambio climático producido por acción humana" y la injerencia -falsa, según él- del CO2 en dicho fenómeno. En su serie de artículos sobre el tema y tomando documentos de WikiLeaks como parte de la evidencia, este autor defiende el uso de combustibles fósiles en beneficio de países subdesarrollados y adoptando así una postura unilateral, tal como se pregona en la película "La Estafa del Calentamiento Global" (enlace) que fue creada como respuesta al filme por Alan Gore "Una Verdad Incómoda" (enlace), a quien Pratt también desacredita. Por razones éticas y la repugnante manipulación científico-política del asunto, dicha sección aquí fue suprimida pues este blog y su administrador son totalmente ajenos a la mafia duopólica de rentabilidad inmoral, y del mismo modo no se incluirán traducciones sobre los mencionados escritos; así, quienes deseen interiorizarse más deben realizar la investigación correspondiente]. 


Cinturón de fotones

Siguiendo con el "circo 2012", se dijo que el Sistema Solar giraba en torno al cúmulo estelar de Pléyades, o más específicamente Alcyone, en un período de 24.000 años aproximados. También se aseguró que dicho cúmulo estelar estaba rodeado por un "cinturón de fotones" del cual no existe evidencia y al que supuestamente se acercaba la Tierra. Sin embargo, no nos dirigimos hacia Pléyades pues nuestro planeta y Alcyone se están separando a 10 kms./segundo.

Las Pléyades se encuentran a unos 380 años-luz de distancia en la constelación de Tauro, por lo que una órbita a su alrededor mediría hasta unos 2.400 años-luz. Para rodearlos en sólo 24.000 años, el Sistema Solar tendría que viajar al 10% de la velocidad de la luz, mil veces más que la rapidez de la Tierra en torno al Sol. Si esto fuera cierto, las constelaciones cambiarían notablemente su forma en el transcurso de una sóla vida.

Se pensaba que ingresaríamos a esa banda fotónica en 2011, activando un ascenso a la "densidad de cuarto nivel" (Stray, 200). Otra chorrada fue que cuando el Sistema Solar estuviera en el interior de la mencionada formación, el ciclo actual día/noche sería reemplazado por un período de 2000 años de luz continua durante el cual la humanidad se transformaría en "atmosferianos" espiritualmente iluminados (etheric.com).


Apocalipsis

Varios grupos e individuos cristianos alegaron que el "Día del Señor" llegaba en 2012, cuando en apariencia la "Nueva Jerusalén" se ubicaría en el centro de California para estar en pleno funcionamiento durante ese año. Un escritor judío espetó que las "puertas del cielo" se abrirían a "los justos" el 17/18 de septiembre de 2012 y cerrarían ocho días después (Stray, 58, 65). Según ciertos intérpretes del "código bíblico" (que extraen letras equidistantes del texto hebreo y buscan varias palabras que puedan tener un significado profético), para octubre de 2009 la palabra "cometa" combinó con "días de horror" y "oscuridad", de modo que la profecía falló. Por su parte, diciembre de 2012 amalgamó "cometa" con el concepto "tierra aniquilada", aunque esa destrucción no sería total porque habría un gran terror en 2014 y otro pánico, fuego y terremotos en 2113 (ibídem, 68). Los defensores del código dicen que el descubrimiento de la clave permite a la humanidad alterar el destino, una patraña útil para sus negocios pues significa que no se les exigirá rendir cuentas cuando sus "profecías" se desplomen [tal y como pasó nuevamente en 2012]


Payasadas "Nueva Era"

Los neoeristas albergaban grandes esperanzas para diciembre de 2012. En particular, ansiaron un repentino avance evolutivo y la aparición de una especie humana superior, a veces llamada Homo noeticus o universalis, sinónimo con una era de sabiduría e iluminación. El autor Daniel Pinchbeck y parte de esta manía señaló: "Estamos a punto de pasar a una dispensación de conciencia más intuitiva, mística y chamánica" (Anastas, 2007).

El símbolo maya en el centro del disco es Hunab Ku, que significa "dios único" (mendonews.files.wordpress.com).

Algunos individuos aguardaban brotes masivos y abruptos de telepatía y clarividencia, además de comunicaciones generalizadas con seres "más allá de nuestro mundo tridimensional". Otros pronosticaron el regreso de extraterrestres o "maestros espirituales" desde estrellas distantes. Los canalizadores, contactados con ovnis y uno que otro testigo de experiencia extracorporal también recibieron mensajes sobre 2012; por ejemplo, un ufófilo predijo "la aceleración de la conciencia evolutiva hasta un punto en 2012 d. de C., cuando transmutemos nuestra conciencia 3D para convertirnos en seres galácticos verdaderamente multidimensionales". Otro escritor imaginativo afirmaba que los mayas sabían que para 2012 la Tierra y toda la humanidad estarían integradas a plenitud en la "federación extraterrestre" (Stray, 169, 172).

Al igual que esos médiums y "embajadores espirituales", los consumidores de drogas psicodélicas también obtuvieron "inspiraciones" respecto a 2012 al aprovechar la atmósfera de pensamiento terrícola (mundo astral o psíquico) que ahora está infestada con todo tipo de material atañente al tema. Alguien que se hacía llamar "Copehead" y tras tomar ruda siria (harmal), hongos mágicos y gas hilarante, enunció que "el tiempo se detiene en 2012 (...) Este es el nacimiento de la religión". Un tal "Damaeus" que ingirió Salvia divinorum ("menta del adivino") comunicaba: "Escucharemos el llamado antes de que ocurra y la conciencia/espíritu/alma simplemente flotará, dejando que nuestros cuerpos físicos sean destruidos con terremotos mundiales o cualquier otro desastre que tenga reservado la naturaleza" (Stray, 155-6). Otro especulador declaró: "Estamos a punto de atravesar la puerta estelar, el agujero de gusano y el punto nulo del espacio hiperdimensional" (Braden et al., 210). Entonces el mensaje más claro pareció ser: no te metas con psicodélicos, o tú también podrías comenzar a hablar imbecilidades

Bob Makransky, un sacerdote maya contemporáneo, expresaba una visión más realista y cuando se le preguntó sobre la importancia de esa fecha dijo: "Nada va a suceder en 2012 y no hay profecías mayas al respecto (...) La Cuenta Larga se restablecerá a 0.0.0.0.0 para entonces, pero esto es sólo un cambio importante en el calendario, vuestro equivalente de Y2K, sin más significado espiritual que lo que tuvo para nosotros el cambio de milenio. Este asunto del 2012 está siendo promocionado por algunos no-mayas como una versión del 'rapto' en la Nueva Era, es decir, una transformación milagrosa de conciencia humana que nos llevará hacia las nubes para escapar de la tribulación en ciernes. Pero las cosas no suceden así en la vida real. Si hay un vuelco fundamental de conciencia humana, la forma en que probablemente ocurrirá es que el medio ambiente y la civilización se deterioren en las próximas décadas, y luego las personas se unirán y abrirán sus corazones unas con otras, como hacen ante cualquier catástrofe natural, lo mismo que en terremotos o inundaciones. El sistema cambiará cuando los individuos pierdan su fe en él y comiencen a escuchar sus propios corazones" (whatismagic.com).

El calendario maya y la estafa del 2012 (5 de 7)

David Pratt, enero de 2011


Contenidos:
 
05. Alucinaciones por la "onda del tiempo"
06. ¿"Día del Juicio Final" o nuevo amanecer?


05. Alucinaciones por la "onda del tiempo"

En 1971 los hermanos Terence y Dennis McKenna realizaron un viaje a la selva amazónica en Colombia, durante el cual experimentaron con sustancias psicodélicas como hongos mágicos y corteza de ayahuasca, que contienen respectivamente los poderosos alucinógenos psilocibina y DMT. Terence dijo que en el transcurso de su "colocón" escuchó la voz de una inteligencia divina -llamada "Logos"- que le incitó a indagar en el I Ching ("Libro de los Cambios" chino) para encontrar un "mapa del tiempo". Esto le llevó a inventar la "teoría cero de la onda del tiempo" o "de la novedad" que demostró ser muy popular entre los entusiastas de 2012.

El I Ching ha sido usado como oráculo por milenios y consiste en una disposición de 64 hexagramas con seis líneas, compuestos por dos tipos de trazo: discontinuo (yin/femenino) e ininterrumpido (yang/masculino). Los McKenna argumentaron que ese sistema se había utilizado originalmente como calendario lunar en que las 384 líneas que forman los hexagramas representaban 384 días en un año lunar (13 meses de 29,53 días). 


Hexagramas n° 2 ("receptividad", "tierra") y 64 ("previo a la consumación", "lo que aún no se ha completado").

A partir de la secuencia Rey Wen para los 64 hexagramas, Terence aplicó una serie de operaciones matemáticas arbitrarias, y con ayuda de una computadora generó una línea ondulada que denominó "onda de tiempo". Primero contó el número de trazos que cambiaron en cada hexagrama sucesivo, y así el gráfico resultante se invirtió y recombinó consigo mismo para producir una onda simple. Luego siguió una serie de manipulaciones adicionales en cuyo transcurso se colocaron ondas simples de extremo a extremo, superpuestas y estiradas horizontal y verticalmente por varios factores. El producto es un conjunto de 384 números que cuando se ilustran producen la "onda de escatón"; después ésta última se repite en una serie de niveles, cada uno 64 veces mayor que el antecedente, y se combina en una "jerarquía modular de ondas" compuesta por 26 planos. De manera muy caprichosa, Terence declaró que la línea ondulada resultante simbolizaba el flujo y reflujo de la "novedad" a través del tiempo, desde el origen del Universo hasta un punto en el futuro, donde el gráfico llega a la línea de base que representa la "novedad infinita".

El eje vertical está marcado en "unidades de novedad" arbitrarias, con segmentos más pequeños utilizados para gráficos que muestran eventos terrestres, que en el caso de diagramas sobre acontecimientos cósmicos. Para dar al eje horizontal una escala de tiempo histórica, McKenna asumió que vivía en el "tiempo final" y decidió con bastante veleidad que un gran culmen de "novedad" hacia el término del gráfico representaba el lanzamiento de la bomba atómica en Hiroshima el 5 de agosto de 1945. El autor supuso que esto marcaba el comienzo del ciclo final de 67,29 años (64 "años lunares"), lo que significaba que el cese del gráfico era el 17 de noviembre de 2012 cuando habría una "máxima entrada de novedad en el espacio-tiempo" o "concrescencia". Cuando McKenna supo la creencia de que el ciclo maya 13 baktún terminaba el 21 de diciembre de 2012, cambió el punto final a esa fecha de modo arbitrario, lo que significaba que el hito correspondiente con la hecatombe en Hiroshima ahora caía el 8 de septiembre de 1945, una fecha sin importancia, pero esto no pareció incomodarlo.

"Onda del tiempo" de 1989 a 2012. Se cree que las líneas descendentes representan un aumento en la novedad, mientras que las ascendentes denotan su disminución y también un incremento en rutinas y hábitos (en.wikipedia.org).

Tras exponer los procedimientos matemáticos complejos y caprichosos utilizados para generar la "onda de tiempo", Ian Bell concluyó: "La teoría está mal concebida y no garantiza investigaciones adicionales" (iancgbell.clara.net). Se exceden los límites de la creencia al pensar que un gráfico generado a partir de sólo 384 números pueda figurar el desarrollo de novedades durante la vida del Universo, y es curioso que la unidad básica de tiempo en este gráfico sea 1 día (duración actual) de nuestro más bien irrelevante planeta. Otra suposición incorporada es que el cambio se produce a una velocidad cada vez mayor, llegando finalmente a una "singularidad" cuando todo lo imaginable debería ocurrir en modo simultáneo.

Los entusiastas de esta hipótesis pasan su tiempo tratando de hacer coincidir los movimientos en el gráfico con eventos de la historia del Universo, la Tierra y la humanidad, y en particular los Estados Unidos. Para ayudarse, ahora hay cuatro versiones diferentes sobre la onda del tiempo, en parte como resultado de las críticas por el matemático Matthew Watkins. La versión preferida es la "onda Sheliak" que no muestra nada correspondiente al ataque contra las Torres Gemelas el 11 de septiembre de 2001. Se dice que una variante que usa el conjunto de números Huang Ti describe una "resonancia exacta" con este evento, pero esa alternativa termina el 23 de diciembre de 2012 en lugar del 21.

La onda del tiempo es fractal debido al método con que se genera, implicando que se repiten formas similares en diferentes escalas, y el aumento de una pequeña porción en la línea ondulada se parece al trayecto sinuoso general. Se supone que la escala fractal permite que la onda de tiempo muestre eventos con precisión en un intervalo que varía entre decenas de miles de millones de años y cerca de 10-27 segundos. Sus defensores buscan presuntas conexiones o "resonancias" entre sucesos históricos basados en similitudes de curva; por ejemplo, creen que hay una "resonancia perfecta" entre la explosión de nuevas formas de vida en el Cámbrico temprano (hace 530 millones de años), la "crucifixión de Jesús" (según se dice en el 27 d. de C.) y el asesinato del presidente egipcio Anwar Sadat en septiembre de 1981, pero por otro lado el magnicidio de John Kennedy no aparece en la onda del tiempo.

Resonancia para ondas de tiempo. McKenna invitó a los lectores que identificaran los principales eventos que se supone han sucedido en las otras dos fechas indicadas (web.archive.org).

Puesto que el concepto de "novedad" es tan vago y mal definido, para sus proponentes es más fácil encontrar una explicación a lo que muestra la onda temporal. Por ejemplo, sabiendo que ésta dice que al término de la administración Reagan en Estados Unidos le siguió un período de novedad cada vez mayor, los entusiastas buscan eventos que lo confirmen, pero para probar realmente dicha onda sería necesario definir la novedad con precisión y calcular el aumento o la disminución del acontecimiento representado, verbigracia, por los disturbios estudiantiles de 1968, la masacre en Tiananmen, la invasión a Kuwait o el colapso del Muro de Berlín, etc., antes de mirar lo que muestra la onda de tiempo (peromyscuslyle.tripod.com).

La Peste Negra a mediados del siglo XIII revirtió un aumento dramático -e inexplicable- en la novedad para los años anteriores.

La onda de tiempo original sólo mostró influencias novedosas menores durante la Segunda Guerra Mundial, que McKenna vio como confirmación de que un conflicto bélico es fundamentalmente habitual. Cuando la versión revisada mostró un aumento dramático en los eventos nuevos durante gran parte de la guerra, McKenna sugirió que esto probablemente se debió al desarrollo de ciencia y tecnología nucleares, lo que condujo a la producción y uso de armas atómicas. En otras palabras, si la onda de tiempo sube o baja siempre se puede imaginar alguna explicación.

¿Por qué la novedad se desplomó durante la mayor parte de los años '60 hasta los disturbios de 1968?

¿Por qué la novedad volvía a descender en el momento del primer alunizaje el 20 de julio de 1969?

McKenna aceptó que el Universo se originó en una "gran explosión" que dató en 22 mil millones de años atrás, mientras que los "big-bangers" modernos lo fechan en 13.700 millones. Dado que el Big Bang es un evento mítico basado en una interpretación errónea del desplazamiento al rojo , ¡parece ser que la onda de tiempo incluso puede predecir cosas que jamás sucedieron!

Terence McKenna murió de cáncer cerebral en 2000 y abogaba por fumar DMT (dimetiltriptamina) como una forma de comunicarse con formas de vida "extradimensionales" a las que llamó "aparatos élficos autotransformantes", quienes supuestamente le habían dicho que las leyes de la física se transformarían alrededor de 2012. Terence dijo una vez: "Podemos hacer del milenio una ocasión para establecer una auténtica civilización humana, superar el paradigma dominador, disolver límites a través de psicodélicos y recrear una sexualidad no basada en monoteísmo, monogamia ni monotonía" (deoxy.org). De esta manera, su "onda de tiempo" inducida por drogas es una ilustración del autoengaño al que puede llevar


06. ¿"Día del Juicio Final" o nuevo amanecer?

El supuesto "fin" del calendario maya en 2012 ha desatado una avalancha de teorías, especulaciones y augurios sobre catástrofes mundiales y el posible comienzo de una nueva era. Se vaticinaron todo tipo de "cambios", por ejemplo, en la Tierra y su eje, de tipo climático, intelectual, de conciencia, evolutivo, cósmico, direccional, de etapa mundial, cuántico y dimensional.

Un bloguero comentó: "Al igual que la idea ampliamente creída del 'rapto'- cuando Jesucristo regrese para absorber los cuerpos vivos de todo feligrés e inocente (incluso los fetos no nacidos) y dejará que los incrédulos ardan en un infierno viviente en la Tierra-, el creciente culto a 2012 es una creación moderna que hace uso de viejos escritos para capitalizar temores y ansiedades muy modernos, además de la culpa en el consumidor. Seamos directos: todo un género de películas, libros y videojuegos muy populares, y el éxito alucinante del movimiento evangélico estadounidense (70 millones de personas fuertes y aún en crecimiento según los informes) demuestran que muchos occidentales en secreto aman la idea de que estamos a punto de irnos al carajo en un sentido mega-apocalíptico" (yournewreality.blogspot.com).

Benjamin Anastas (2007) escribe: "A juzgar por la gran cantidad de fechas terminales y pronosticadas que han ido y venido sin que las trompetas suenen y los ángeles se apresuren, somos personas impacientes por ver nuestro mundo redimido a través de la catástrofe y siempre estamos equivocados. Ya en el primer siglo los gnósticos predijeron la inminente llegada del reino de Dios; los cristianos europeos atacaron territorios paganos en el norte como preparación para el fin del mundo en el primer milenio; los Shakers creyeron que el mundo terminaría en 1792, y hubo también una 'gran decepción' entre los seguidores del predicador bautista William Miller cuando Jesús no regresó al estado de Nueva York el 22 de octubre de 1844. Los Testigos de Jehová han sido especialmente prodigiosos con fechas proféticas de finalización: 1914, 1915, 1918, 1920, 1925, 1941, 1975 y 1994. Cualquier movimiento religioso con una profecía de los últimos tiempos seguramente atraerá seguidores, no importa cuán maníacos o periféricos puedan ser".

El 1 de enero de 2000, período previo al comienzo del tercer milenio (estrictamente hablando se inició un año después), los apocalípticos emitieron terribles advertencias de terremotos, hambrunas, inundaciones, plagas, cambios de polo, reversiones magnéticas y continentes que se deslizarían hacia el mar, pero no pasó nada aterrador. Incluso tampoco se concretaron los prenuncios sobre fallas generalizadas del sistema informático que iba a causar el problema Y2K o "error del milenio". El interés luego se dirigió a la alineación planetaria en el 5 de mayo de 2000 y las calamidades que traería, pero nuevamente no pasó nada. Todos los años hay desastres de un tipo u otro y el 2012 no fue diferente; así, no hubo ninguna razón para esperar eventos sin precedentes para ese 21 de diciembre, ya fuera un cataclismo global o un salto brusco en la evolución humana.

Alineación planetaria, 5 de mayo de 2000 (fourmilab.ch).

Una figura clave para poner en marcha la "embustería 2012" fue José Argüelles. En su libro de 1987 "El Factor Maya" afirmaba que este pueblo diseñó su ciclo de 5.125 años con vistas a que su final marcara la transición de la Tierra mediante un "rayo sincronizador" originado en el centro de la galaxia, que prepararía al planeta y la humanidad para un salto evolutivo a la "siguiente dimensión". Sostuvo que 1987 marcó una "convergencia armónica" que culminaría en 2012 y el proyecto fue manejado por una raza de "maestros galácticos" desde "bases estelares". Del 16 al 17 de agosto de 1987 los entusiastas se reunieron por miles en "puntos de acupuntura" terrestres para crear una "batería colectiva bioelectromagnética, sincronizada y unificada". Sin embargo, la pila aparentemente estaba sin carga ya que no sucedió nada en particular.

Argüelles también hizo esta profecía: "El último período de cinco años, 2007-2012 A.D., se dirigirá especialmente al emplazamiento de los equipos de sincronización galáctica en todos los nodos de la red planetaria del cuerpo lumínico". Luego, en los momentos finales "un gran voltaje correrá a través de este circuito, finalmente sincronizado e integrado llamado humanidad. La Tierra misma se iluminará. Una corriente que carga ambos polos irá a través de los cielos, conectando las auroras polares en un sólo destello brillante. Como un arco iris tornasolado, la energía circumpolar que une las antípodas planetarias se considerará instantáneamente como proyección externa de la unificación de la mente colectiva humana. En ese instante de entendimiento, seremos proyectados colectivamente hacia un dominio evolutivo inconcebible en la actualidad" (Stray, 2005, 199). No se sabe qué estaba fumando Argüelles cuando escribió esta tontería.


El negocio de catastrofistas y alucinófilos hizo ¡pum!...

El calendario maya y la estafa del 2012 (4 de 7)

David Pratt, enero de 2011


Contenidos:

04. Conexiones mitológicas
-Astronomía galáctica
-Simbolismo universal
-Conocimiento maya


04. Conexiones mitológicas

Astronomía galáctica

Como otros pueblos antiguos, los mayas otorgaron gran importancia a la Vía Láctea, especialmente al brillante bulto central en que se encuentra el centro galáctico a través del cual corre la eclíptica, y a lo largo de él los planetas vistos en el cielo nocturno. Los eruditos han identificado el punto de cruce de la Vía Láctea y la eclíptica como el árbol sagrado maya, y el quiché moderno llama a este lugar como "encrucijada". Los mayas de esa etnia denominaron "camino al inframundo" o "sendero negro" a la grieta oscura en esta región ("xibalba be").

Según John Major Jenkins, los mesoamericanos simbolizaban la Vía Láctea y dicha hendidura galáctica de varias maneras:


La serpiente divina Mixcoatl a veces representa la Vía Láctea (Jenkins, 1998, 52). En ocasiones ciertas deidades, guerreros o ancestros se muestran emergiendo de su boca.

El siguiente diagrama muestra cómo -para el momento del solsticio de diciembre- la precesión hace que la Vía Láctea en Sagitario se sumerja gradualmente en el cielo entre 6000 a. de C. y 2012 d. de C. Jenkins argumenta que adviene la próxima era o "sol" cuando el 21 de diciembre éste último astro se alinea con la hendidura del nacimiento (grieta oscura) de la Gran Madre (Vía Láctea), y como señalamos anteriormente esto no es un acontecimiento que "se produjo" de forma repentina en 2012, sino representa un proceso prolongado que ya está en marcha.

Desde el 6000 a. de C. la Vía Láctea se ha acercado cada vez más al solsticio de diciembre al amanecer (Jenkins, 1998, 257).

En Izapa, estado mexicano de Chiapas, existió una civilización próspera desde aproximadamente el 450 a. de C. al 100 d. de C., entre el declive de los olmecas y el surgimiento maya. El calendario de cuenta larga aparece por primera vez en los registros arqueológicos hacia el siglo I a. de C. durante el apogeo de Izapa, y Jenkins cree que a lo largo de cientos de años esta locación fue hogar para enseñanzas mistéricas y ritos iniciatorios en la cosmología galáctica.

Estela 25, Izapa.

El mismo escritor argumenta que la estela 25 muestra el cielo a la medianoche del solsticio invernal [hemisferio norte] en el 300 a. de C. El pájaro en el árbol es 7 Macaw que representa el Arado (Osa Mayor), un asterismo que forma parte de esa constelación cerca del Polo Norte celeste. El caimán simboliza la Vía Láctea, su cabeza la protuberancia nuclear y su hocico la grieta oscura. La figura que sostiene el poste (eje) es el héroe civilizador Hunahpu, uno de los dos gemelos que aparecen en el Popol Vuh. Dicha estela muestra al Arado en una posición fuerte y ascendente, y como producto de la precesión cambia el emplazamiento de aquél, lo que lleva a la caída de 7 Macaw (como se describe en el Popol Vuh) y con ella la cosmovisión olmeca que veía a la estrella polar como el centro cósmico; por esto la estela 2 en Izapa muestra a 7 Macaw en el proceso de caída. De igual modo, Jenkins especula que los mayas reemplazaron el centro polar con el galáctico.

Estela 25 en color (siloam.net).

Según el Popol Vuh, el personaje Vucub Caquix -conocido como 7 Macaw o Siete Plumas de Fuego- es una deidad aviar engreída o demonio que se jactaba de ser el Sol y la Luna del mundo crepuscular entre la creación anterior y la actual. Hunahpu le derribó de su árbol disparando con una cerbatana, pero aun así logró arrancar el brazo de éste y escapar con él. Finalmente 7 Macaw murió después que los gemelos lo privaran de sus dientes, joyas y gemas.

Rush Allen desafía la interpretación de Jenkins sobre la estela 25 en varios aspectos, diciendo que la historia del Popol Vuh es mucho más que el movimiento de las estrellas observado desde Izapa. A primera vista, parece ser que 7 Macaw se mantiene firme en su percha y ha obtenido victoria sobre Hunahpu cortando su brazo. Allen argumenta que el villano en realidad ya no está vivo pues un buitre está sentado sobre su cabeza, y una serpiente larga lo sostiene a su percha, sujetado por la extremidad que cortó a Hunahpu.

El báculo de Hunahpu es el eje polar y se asemeja al pilar djed
egipcio, que generalmente tiene cuatro barras transversales cerca de la parte superior y que entre otras cosas pueden representar los polos de cuatro ejes distintos: el cenit (polo personal), el polo celeste (proyección del terrestre), el polo eclíptico (solar) y el galáctico (divino). El palo en la estela 25 tiene tres perchas, pero hay una cuarta (galáctica) unida a la cabeza de 7 Macaw; pese a su muerte, la distancia cada vez mayor del Arado desde el Polo Norte celeste -cuando este último se convirtió en la Osa Menor- permaneció atado a su percha porque todavía era un puntero clave hacia la "cima" del mundo, representando así un vínculo con el pasado que señala el camino para las generaciones futuras.

Allen sostiene que la estela 25 representa el diagrama de estrellas a continuación, al mostrar los cielos al amanecer del 21 de diciembre de 2012 y cuando esperaba el inicio de la próxima edad. El glifo 1 Hunahpu ("Primer Padre" o progenitor de Hunahpu) simboliza a Ofiuco, el Portador de la Serpiente (anteriormente conocido como Serpentario) o la decimotercera constelación zodiacal que se cruza con la eclíptica entre Sagitario y Escorpio. Su brazo derecho está en el eje polar uniendo ambos solsticios, que pasan a través del polo celeste. La percha en la cabeza de 7 Macaw apunta en ángulo recto a este eje, lo que indica la dirección de los meridianos galácticos, al tiempo que 1 Hunahpu empuña una gran serpiente (constelación Serpens) como figura del espíritu del cosmos que se origina en la boca de la Vía Láctea o Quetzalcóatl (pueden encontrarse más detalles sobre la interpretación de Allen en siloam.net). Así, al menos todo esto ilustra cuánta diversión se puede tener tratando de desentrañar las diferentes capas de significado en los mitos antiguos.

Carta sideral correspondiente a la estela 25, según Rush Allen. 1 Hunahpu= Ofiuco; 7 Hunahpu (hermano de 1 Hunahpu)= Sagitario; 7 Macaw= Arado/Osa Mayor; Hunahpu y Xbalanque (héroes gemelos)= Géminis; NCP= Polo celeste Norte (Polaris, en Osa Menor); NEP= polo eclíptico norte; NGP= Polo Norte galáctico. Las estrellas Alcor y Mizar están situadas en la Osa Mayor, mientras que Thuban figura en Draco y fue la estrella polar alrededor del 3000 a. de C.

Estela 11, Izapa.

La estela 11 muestra a 1 Hunahpu, señor o deidad solar primordial, renaciendo desde el hocico abierto de una rana. El glifo de dicha especie con ese gesto y en modo vertical significa "nacer", y para Jenkins esa estela representa el amanecer del solsticio de invierno en la grieta oscura, en particular, el advenimiento de un nuevo "sol" o mundo en el invierno de 2012. Igualmente se muestra a 1 Hunahpu midiendo el cosmos con sus brazos extendidos en los albores de la nueva era. Por supuesto, el "renacimiento del Sol" es una ocurrencia diaria, aunque tiene un significado especial en los tiempos de equinoccios y solsticios, y existe una connotación todavía mayor con un Astro Rey en ambos momentos alineado con el ecuador galáctico o cerca del centro homónimo. El renacimiento solar simboliza el resurgir espiritual por el que debe esforzarse cada persona, al elevar nuestra parte terrestre/inferior con objeto de canalizar las cualidades más nobles de nuestro ser solar/superior.

Al derivar gran parte de su conocimiento de los egipcios, los antiguos griegos creían que las almas humanas descendían a la Tierra a través de un portal argénteo ("puerta del hombre") y ascendían al cielo por otro áureo (o "de la divinidad"). Éstos representaban los dos puntos donde se cruzan el ecuador eclíptico y galáctico, ahora situados en Géminis y Sagitario respectivamente (y con anterioridad Cáncer y Capricornio, según el caso). Otras versiones del mito señalan que las almas humanas pueden ascender por cualquier entrada, pero que la de plata conduce a la reencarnación mientras que la dorada lleva más allá de ese proceso, y también es a través de ésta última que descienden los dioses. Estos accesos se conocieron como "puertas del Sol", porque al igual que nosotros ese astro muere y renace en las mismas cada vez que un equinoccio o solsticio se alinea con ellas en el transcurso del ciclo precesional, como es el caso en la era actual (keyofsolomon.org; Stray, 2006, 41-2, 111).


Simbolismo universal

Muchas culturas pretéritas vieron la Vía Láctea como un camino de almas o dioses, o un río de vida o muerte (Kearsley, 2001, 657-8; en.wikipedia.org). Las gentes de China, Corea y Japón creían que era el "río plateado del cielo" y varios pueblos aborígenes australianos también lo vieron a modo de un curso hídrico celestial. En la mitología egipcia se lo consideraba un charco lactario (símbolo del espíritu) de Bat, la diosa vaca, y además el Nilo paradisíaco. Entre los griegos la Vía Láctea fue producida por el seno de la diosa Hera, y el término "galaxia" deriva del concepto helénico para aquélla, "galaxias" o "kyklos galaktikos" que significan "círculo lechoso". Los hindúes consideraron todas las estrellas y planetas visibles como un delfín nadando a través de las aguas del espacio, con la Vía Láctea como abdomen, y la llamaron Akasaganga, el río Ganges seráfico. Los maoríes concibieron la Vía Láctea como una canoa y el bulto central en la forma de una ballena. Los aborígenes del norte de India la denominan "sendero de la serpiente", mientras que los isleños en Andaman le bautizan "camino utilizado por los ángeles".

El caimán de Mesoamérica corresponde al makara de India, una criatura anfibia retratada en varias formas como un pez cocodrilo, un ser con cabeza y patas delanteras de antílope y el cuerpo y la cola de un pez, una entidad con cabeza de elefante y anatomía de pez, y un delfín o tiburón. Helena Blavatsky dice que makara sólo se llama cocodrilo "descuidada y frívolamente" y que tiene varias acepciones esotéricas. "Ma" es equivalente a "cinco" y "kara" significa "mano", denotando así una estrella de cinco puntas o pentagrama, el símbolo del ser humano; también es una referencia a Manas (mente individual), el quinto de los siete principios fundamentales y derivado de Mahat (mente universal). Makara está conectado como anagrama con "Kumara (s)", los cuatro/cinco/siete hijos de Brahma a quienes se describe como sabios espiritualmente puros (DS 1: 219, 2: 354, 576-8), y de ahí el significado literal de "kumara" que es "mortal con dificultad". Otros textos señalan que dichos seres también designan el elemento espiritual en cada uno de nosotros. 

Astrológicamente Makara es Capricornio (cabra marina), el décimo signo zodiacal que sigue a Sagitario. Blavatsky lo llama "el más sagrado y misterioso" (DS 2: 268 nota al pie) y asociado con la quinta clase de "seres celestiales" o poderes creativos, de los que se dice contienen en su interior los dos polos de Mahat y la naturaleza dual humana, lo espiritual y lo físico (DS 1: 221). Al igual que el caimán mesoamericano, Makara también tiene conexión directa con Sagitario y se debe a que los signos del zodiaco siempre comienzan con el primer punto de Aries en el equinoccio de marzo, mientras que por causa de la precesión ese punto ahora se encuentra en el grupo constelacional de Piscis. El Sol entra en el signo Capricornio durante el solsticio de invierno, pero para ese momento se halla en la constelación Sagitario. En un sistema más antiguo, Capricornio representaba el octavo signo (DS 2: 256) que se habría alineado con el Arquero unos 2.000 años antes que iniciara la Era de Piscis.

La mitología india antigua asocia a los makara con la creación del mundo, y a menudo se los representa vomitando cabezas humanas, deidades, lotos u otros elementos generativos; alternativamente, en ocasiones se muestra un héroe o una deidad defendiéndose de sus fauces. Otras obras muestran al makara verticalmente, con su cabeza en la parte inferior, y todos estos motivos se encuentran ampliamente en Mesoamérica. Además, el makara, el caimán y el "kawak" maya relacionado ("cauac") o "monstruo de la tierra" por ratos tienen un hocico curvado hacia arriba y también un trébol, que se ha interpretado como las cualidades trinas del "aliento divino" (Kearsley, 80-4, 144-52).


Arriba: representación budista de Makara que muestra un trébol en sus "branquias" bajo el ojo (Mathura, norte de India, siglo II a. de C.). Debajo: caimán con un trébol en la nariz y una cabeza humana (derecha) saliendo del hocico (Guatemala, fase Clásica pre-temprana; Kearsley, 82, 84).

Antigua forma de Makara en Mathura, norte de India (siglo II a. de C.) que muestra un trébol en la mejilla y una deidad o héroe luchando contra la criatura.

Makara con un cuerpo curvado y vertical -ampliamente difundido en muchas esculturas budistas y más tarde hindúes- en India y Sri Lanka (Anuradhapura, Sri Lanka, siglo I a. de C.).

Cabeza de makara con una deidad que emerge de sus fauces (Prambanan, Java Central, Indonesia, siglos IX ó X d. de C.; Kearsley, 83-4).

Kawak con hocico de cocodrilo hacia arriba, una cabeza que sale de sus fauces y un "trébol llameante" en su cuerpo, símbolo que también aparece en India y el budismo chino (Copán, Honduras, siglo VIII d. de C.; Kearsley, 80-1).

En el antiguo Egipto el dios correspondiente a Makara era Sobek (Sebek o Sebakh, TG, 283), siendo retratado como un cocodrilo, un hombre con la cabeza de dicho reptil o éste en forma momificada, y a veces se lo muestra usando un disco solar y cuernos igual que Amón-Ra. En algunos mitos fue Sobek quien salió primero de las aguas del caos (materia primordial) para crear el mundo. Los egipcios representaban a los muertos como transformados en cocodrilo y Blavatsky dice que el verdadero emblema no es ese animal sino un dragón: "Él es el 'dragón de la sabiduría' o Manas, el 'alma humana', la mente o el principio inteligente llamado el 'quinto' en nuestra filosofía esotérica" (DS 1: 219, 408-9). Tras el fallecimiento y cuando un alma muerta se "fusiona en Sekhem", esto refiere a la esencia de Manas unificada con los dos "principios" superiores que son Atman (divinidad) y Buddhi (alma espiritual) en el estado de conciencia conocido como devachan y equivalente al egipcio Aanru, una división de Amenti, el más allá. En Sekhem se esconde "la cara misteriosa" o el "triple cocodrilo de Egipto" que connota la tríada humana superior, es decir, Atman, Buddhi y Manas (DS 1: 220).

Blavatsky explica así parte del simbolismo sobre el cocodrilo: "Puesto que el Sol naciente era considerado el alma de los dioses enviada cada día a manifestarse ante los hombres, y por cuanto el cocodrilo salía del agua al primer rayo de Sol, ese animal finalmente llegó a personificar a un devoto del fuego solar en India ya que personificaba ese fuego o el alma más elevada con los egipcios" (DS 2: 577; 1: 220). 

Así como para los hindúes Makara es el vehículo de Varuna (dios del cielo y el océano celestial), el delfín es "vehículo de Poseidón-Neptuno con los griegos, y uno con él esotéricamente"; este cetáceo es el "dragón marino" al igual que "el cocodrilo del sagrado Nilo es el instrumento de Horus [deidad solar] y éste último en sí". Poseidón colocó al delfín entre las constelaciones y se convirtió en Capricornio, la cabra con la parte trasera de aquél que es equivalente a Makara (DS 2: 577-9). Poseidón corresponde a Varuna, y una de las constelaciones asociadas con él fue Draco (Dragón) en que se encuentra el polo norte eclíptico o solar. A semejanza de la serpiente (o naga), el dragón puede figurar sabiduría, inmortalidad espiritual, reencarnación o regeneración, como también el Sol, el Logos, un iniciado o la mónada (Atma-Buddhi); de igual forma, la "matanza de un dragón" refiere a domesticar la naturaleza humana inferior/rebelde o la regulación de fuerzas cósmicas caóticas. Una serpiente también puede aludir al ecuador celeste, la eclíptica, la Vía Láctea y la luz astral o plano psíquico (DS 2: 356).

Dado el uso mesoamericano de una rana para denotar el renacimiento, es interesante advertir que la diosa sapo/rana egipcia, llamada Heket, era "una de las principales deidades relacionadas con la creación debido a su naturaleza anfibia, y a su aparente resurrección luego de largas eras de vida solitaria consagrada en viejos muros, rocas, etc.", siendo así una referencia a relatos de esos animales encontrados vivos dentro de roca sólida donde debieron haber sido sepultados por largos períodos. Al igual que el dios Khnum, Heket fue representada en momias y se vinculó con la inmortalidad o "resurrección" (DS 1: 385-6), lo que significa renacimiento e iniciación al adeptado. Así como manas -o alma humana- se fusiona con Atma-Buddhi luego de la muerte, también nuestra tarea es lograr la misma unión mientras estamos en la Tierra, siguiendo los pasos de Budas y Cristos. 

Como dice Sharron Rose, "los símbolos, mitos y metáforas contienen el potencial de despertar numerosos lazos y asociaciones intuitivos dentro de todos nosotros" (Braden et al., 2007, 310). Por ejemplo, el "inframundo" puede referirse al cielo nocturno, los parches oscuros en la Vía Láctea, la Tierra misma, los estados post-mortem (especialmente aquéllos en los reinos inferiores) o nuestra naturaleza terrenal inferior. Nuestras almas descienden al "inframundo" en cada nueva encarnación, al igual que los seres divinos o avatares lo hacen a intervalos más largos, y es en el propio "infierno interior" donde cada persona debe conquistar y transformar sus inclinaciones egoístas tal como han hecho antes los iniciados exitosos.

H.P. Blavatsky enfatizó que los mitos y leyendas pueden interpretarse en muchos niveles diferentes simultáneamente, por ejemplo, astronómico/cosmológico, numérico/geométrico, antropológico, fisiológico/físico, geológico/geográfico, psicológico y espiritual/místico (DS 1: 311, 2: 22 nota al pie), y el simbolismo que se aplica al nivel humano tiene sus correspondencias a nivel terrestre, solar, galáctico y cósmico de acuerdo con el axioma "como es arriba es abajo"


Conocimiento maya

Jenkins (1998, 112-13) argumenta que la observación a simple vista sería suficiente para que el bulto central de la Vía Láctea sea considerado como un "útero cósmico" o "lugar de creación" preñado de vida, y que la grieta oscura cercana fuese análoga a un "portal de nacimiento". Señala que los antiguos mayas usaban alucinógenos obtenidos de plantas sagradas o del sapo Bufo marinus, y aduce que estas drogas permitían a los sacerdotes-chamanes mayas ver campos de energía sutiles que normalmente son imperceptibles para el ojo físico. De esta suerte, la mencionada protuberancia central puede haber aparecido como un "nudo de energía ardiente" en el cielo nocturno, lo que les hizo comprender que era la región del núcleo galáctico. Un método para aumentar el efecto de tales narcóticos era administrarlos insertando una jarra de enema en el recto, pero huelga decir que las formas más elevadas de clarividencia no requieren el uso de sustancias psicodélicas, ya sea administradas por vía oral o anal. Los chamanes mayas pueden haber incluido adeptos e iniciados genuinos, pero es poco probable que ellos fuesen los sacerdotes que realizaban sacrificios humanos con el objetivo irracional de apaciguar a "dioses".

Jarra de enema según un pictograma maya (Jenkins, 194).

El Joven Dios del Maíz (idéntico a 1 Hunahpu), escultura de piedra caliza que una vez adornó la fachada de un templo en Copán, Honduras. Sobre el sereno semblante de la figura hay una corona puntiaguda de hojas de maíz que se asemeja a la protuberancia o ushnisha vista en las estatuas de Budas y Bodhisattvas en Oriente; representa el poder radiante del chakra corona y el tercer ojo (glándula pineal), signos de un individuo espiritualmente despierto. Las manos de la figura son palmas extendidas hacia fuera, una levantada y otra descendente, en un gesto clásico de enseñanza (o mudra) y distintivo de Bodhisattvas y Budas (Girard, 1979, xii).

Los mayas tenían un glifo de lugar que significa "hoyo oscuro", el cual desempeñó un rol decisivo en eventos creacionales y ritos de ascensión regia, y Jenkins vincula esto automáticamente con el concepto científico moderno de "agujero negro". Los principales astrónomos creen que la estructura central no luminosa en el centro galáctico (es decir, dentro de Sagitario A*) es un agujero negro superdenso con aproximadamente 4 millones de masas solares, y asimismo el autor sostiene que los mayas estaban al tanto de su existencia.

Es un craso error tratar de imponer el concepto irracional de "agujero negro" en los mayas. Se supone que esta circunstancia astronómica es resultado de una estrella masiva o un gran volumen de gas interestelar que sufre colapso gravitacional e implosión. Teóricamente, la gravedad dentro de un hoyo negro aumenta a una fuerza infinita, aplastando todo lo que atrae hacia una "singularidad" infinitesimal de "curvatura espacio-tiempo" infinita y densidad ilimitada; inclusive, dentro de un agujero negro el espacio y el tiempo pueden metamorfosearse entre sí. Las pruebas indirectas y citadas en apoyo de este suceso simplemente apuntan a la existencia de grandes concentraciones de materia no luminosa que experimenta explosiones energéticas, pero tales fenómenos no se explican de ninguna manera al invocar la gravedad infinita, el espacio-tiempo curvo y las singularidades infinitesimales porque estos conceptos son producto de imaginación matemática (ver "Debate sobre Big-Bang y agujeros negros"). En parte, los mayas vieron el bulto central en Sagitario como un centro creativo, mientras que un agujero negro es puramente destructivo. Los núcleos galácticos vierten materia y energía, pero los creyentes en "boquerones oscuros" afirman que éstos se originan a partir de un "disco de acreción" de gas y polvo atraído por agujeros negros, y no desde el interior de ellos. Por esto, tiene mucho más sentido el concepto de un Sol Central (oscuro) que involucra estados de energía-sustancia desconocidos para la ciencia materialista.