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9 de abril de 2025

Panchamahabhutas, los Cinco Grandes Elementos


(The Theosophical Movement, marzo 2011).

Se estima que el decimotercer capítulo del Bhagavad Gita contiene todo el ocultismo, y se llama "Fervor mediante discriminación cuerpo-alma" o Kshetra y Kshetragna, es decir, el "ámbito" y su "conocedor". Si deseamos comprender el Infinito, hay que obtener una idea clara de lo efímero y mortal. Kshetra designa al cuerpo perecible, y Krishna manifiesta en el séptimo episodio: “Tierra, agua, fuego, aire y akasa, Manas, Buddhi y Ahankara son la división óctuple e inferior de mi naturaleza. Mi tesitura sublime es diferente: corresponde al conocedor y por ella se sustenta el Universo”. Lo fenoménico y transitorio es abstraído a lo Superior cuando finaliza un kalpa o periodo, siendo además relativo e idéntico en esencia a la Divinidad. En lo "pedáneo" están todos los ámbitos visibles/físicos e invisibles/sutiles. La mayoría de escuelas filosóficas indias acepta que el mundo se compone de cinco elementos o pahchamahabhutas: éter (akasa), aire (vayu), fuego (agni), agua (apas) y tierra (prithvi), pero los carvakas o materialistas rechazan el primero, ya que su existencia no puede percibirse y sólo es "inferida" al ver que nuestro globo comporta cuatro elementos detectables.

El ramo Sankhya enseña que Prakriti es causa última del mundo de los objetos y dicha categoría quíntuple, abarcando nuestra mente, sentidos e intelecto, constituyéndose por las gunas Sattva, Rajas y Tamas (aprehendiéndolas a fuer de módulos y no "atributos") entrelazadas cuales hilos de una soga que une el alma al mundo. La evolución de éste último se debe al contacto entre Purusha (Ser) y Prakriti, pero no bajo la óptica de "objetos finitos". El segundo recibe influencias de su homólogo, al igual que el predominio del pensamiento en nuestro cuerpo, y las gunas se encuentran estables en Prakriti. Su vínculo con Purusha hace que la contraparte experimente cambios, de manera que cada una intenta predominar sobre las otras (An Introduction to Indian Philosophy).

Mulaprakriti (Principio-Raíz universal) es idéntico a Parabrahman en cuanto esencia cósmica indiferenciada; sin embargo, al transformarse en avyakta (evolucionador activo) adquiere el carácter de gunavat (dotado de cualidades) y Prakriti. La primera resultante del proceso es Mahat, que reditúa el ahankara o autoconciencia, y ésta a los Tanmatras (partículas elementales sutiles) de donde aparecieron los mahabhutas (corpúsculos crasos). A ellos pertenecen la naturaleza del deseo (Kamarupa), el cuerpo astral (Linga Sarira), la energía vital (Prana) y el organismo físico (Sthula Sarira) (Helena Blavatsky, "The Septenary Principle in Esotericism").

Ahankara consta de tres tipos, dependiendo de qué guna prevalezca. Del sáttvico emergen cinco órganos perceptivos (jnanendriyas), cinco de acción (karmendriyas) y la mente, a la vez que el tamásico genera tanmatras o esencias sutiles de los cinco elementos, asociados al sonido, tacto, color, gusto y olfato. Ellos eclosionan por panchikaran o quintuplicación, en que los ingredientes básicos del Universo se combinan para forjar seres materiales que le ahorman. Así, la esencia acústica (sabdatanmatra) engendra akasa (éter) con cualidades sonoras; de aquélla táctil (sparshatanmatra) disponemos del aire provisto de sonido y tacto; el soporte del color (rupatanmatra) da pie al fuego/lumbre que tiene las características anteriores; la raíz sutil del gusto (rasatanmatra) ocasiona el agua, reuniendo las índoles previas; y el quid oflatorio (gandhatanmatra) crea la tierra que sintetiza todo el conjunto. El Universo evolucionado abarca veinticuatro principios, de los cuales prakriti es el primero y los cinco elementos brutos son últimos, mientras Mahat, Ahankara, la mente, los cinco órganos activos, la percepción y los tanmatras poseen rasgo intermedio (An Introduction to Indian Philosophy).

La Doctrina Oculta reconoce Siete Elementos Cósmicos: cuatro tangibles, el quinto (éter) semimaterial y dos superiores ajenos a nuestra capacidad perceptiva, aunque los veremos durante la Sexta y Séptima razas de la Cuarta Ronda, haciéndose tan familiares como el aire actual. Blavatsky dice que los elementos universales son noúmenos de sus símiles terrestres, y no se circunscriben sólo al Sistema Solar; dicho de otra manera, los constitutivos térreo, acuoso, aéreo, ígneo y etérico que conocemos representan su "versión" específica en el planeta, pero a nivel cósmico exhiben muchas diferencias. Por ejemplo, el concepto "agua" suele utilizarse para describir materia en estado precósmico. Entretanto, la Tabla Periódica incluiría subelementos y atañen a modificaciones condicionales del Elemento Único.

El éter que admitían los científicos no es el Akasa hindú, sino la parte más burda de éste -mezclada con el estrato cimero de la Luz Astral-, y ambos derivan de un sólo Elemento. B.W. Richardson decía que el Universo engloba materia mensurable y visible, y otra antíloga e inactiva ("calórico") que fluye del Sol y repleta a todo el sistema planetario, la cual Blavatsky llama "residuo físico" del éter o "fluido astral" cabalista, pues designa un principio de dicha sustancia, así como ella configura el Akasa; no tiene peso, forma ni color, y sus partículas se repelen entre sí. Richardson afirma que "une a todas las cosas por atracción [de materia imponderable] hacia la tangible, y separa los objetos a través de energía autorrepulsiva", concepto muy próximo al de cohesión en Ocultismo. Permea todo en diversas escalas, incluso el cuerpo humano, y la aptitud de recibir éter cambia según el tipo de materia física, determinando sus múltiples estados, espesores, durezas, etc. Al agregar suficiente "calórico" a un sólido, se debilita su semejanza por partículas firmes y pasa a ser líquido o gas. Si lo extraemos de la masa volátil, habrá más ligadura entre sustancias concretas y etéricas, llevándole al nivel líquido y sólido (Doctrina Secreta, vol. 1, p. 524-527).

"Hay siete Dhatus (...) principales al interior del cuerpo, y también fuerzas séptuples en el hombre y la Naturaleza" (DS, vol. 1, p. 290). "Como se supone que nuestro organismo incluye '84.000 dhatus' (células con funciones particulares), se cuenta que Asoka mandó erigir 84.000 dhatu-gopas (Dagopas) en honor a cada célula somática de Buda, hoy tenidas por dharma-dhatu o reliquias sacras" (Glosario Teosófico). El Ayurveda es un sistema médico basado en los criterios de doshas, dhatus (tejidos o "lo que entra en la formación orgánica") y malas (desechos). Según este saber, la anatomía humana comprende siete sustancias, labradas por los Cinco Elementos: rasa= savia vital/linfa/quilo (agua), rakta= sangre/hemoglobina (fuego), mansa= músculos (tierra), med= lípidos (ítem), ashti= huesos, majja= médula ósea/nervios, y shukra= sistema reproductivo/semen/óvulos. Estos mahabhutas exhiben diferentes proporciones en individuos, y aparecen enfermedades cuando se altera el balance (Ayurveda, the Ultimate Medicine, p. 67-68).

En el Chhandogya Upanishad, Uddalaka instruye a un discípulo que la comida tiene formas densa (excremento), media (asimilado como carne) y sutil (esencia que va a la mente). De igual modo, Prana se crea en la parte fina del agua, y el habla desde los soportes ígneos de comestibles. Para demostrar el asunto, Uddalaka prohibió merendar al neófito por quince días y sólo pudo tomar agua. A su regreso, el sabio le pidió declamar los Vedas, pero no recordaba el contenido; entonces, dejó de ayunar y su memoria funcionó. El protagonista agrega que sentimos hambre cuando un alimento se disuelve por agua y su quid ingresa al sistema, mientras la sed ocurre si aquél escasea mediante obra del fuego; así, el Ser Real produce calor, éste al líquido y a su turno es base de la ingesta.

Los hindúes acostumbran quemar muertos en ghats. El cadáver se consume en aproximadamente una hora y deja cenizas que el brahmán esparce a los cuatro vientos sobre el río sagrado, confiándolas a la tierra que sostuvo al inánime en su desarrollo, al fuego limpiador del espíritu durante su viaje post-mortem, al aire vital, y el agua que lo lavó y acoge sus restos (H.P.B., From the Caves and Jungles of Hindostan, p. 136).

1 de marzo de 2022

La materia es eterna


"'Aham eva param brahma'-Yo mismo soy un dios.
¿Qué quiere decir con eso?

Que cada ser en la Tierra, por modesto que sea, es una porción inmortal de la materia inmortal.

La respuesta es aquélla que se sugería a todos los filósofos antiguos, cabalistas y gnósticos de los primeros días. Contiene el espíritu mismo del mandamiento délfico y cabalístico, ya que la filosofía esotérica resolvió hace mucho tiempo el problema de lo que el hombre fue, es y será" 

(H.P. Blavatsky, "Isis Develada", vol. 2, p. 262). 

Cuando las enseñanzas de Teosofía reiteran la importante verdad de que "la materia es eterna", no se refieren a la de tipo manifestada, objetiva y tangible que podemos ver y percibir a nuestro alrededor.

En cualquiera de sus siete grados o planos de existencia, la materia manifestada es ilusión, y éste es el significado del dicho hindú "Prakriti es Maya", esto es, de índole mayávica o ilusoria, porque en última instancia es temporal, impermanente y finita. Se halla en constante cambio y por tanto no puede considerarse como verdaderamente real, aunque sin duda existe objetivamente.

Pero aunque Prakriti es maya, Mulaprakriti es realidad eterna. Éste último concepto significa literalmente "Materia Raíz", y así en "La Doctrina Secreta" y otros lugares se usa como sinónimo de otros términos sánscritos como Akasha, Pradhana y Svabhavat. En "Transactions of the Blavatsky Lodge", H.P.B. lo describió como "Materia espiritual".

Es materia absoluta y abstracta, que es perfecta y literalmente UNA con Espacio, Movimiento y Duración Absolutos y Abstractos. Los estudiantes de "La Doctrina Secreta" estarán conscientes de que estos son los cuatro términos bajo los cuales la Ciencia Esotérica Oriental se refiere a la Única Realidad Suprema. Parabrahm (o Brahman) y Mulaprakriti son uno en esencia e inseparables. Parabrahm-Mulaprakriti es la Causa sin causa y Raíz sin raíz; además, el Espíritu Puro y Eterno es Materia Pura y Eterna, y viceversa.

Esperamos que esta breve explicación, junto con las siguientes citas, ayuden a aclarar lo que a veces ha sido fuente de confusión y malentendidos durante años. 

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"'La materia es eterna', dice la Doctrina Esotérica, pero la materia como es concebida por los ocultistas en su laya o estado cero, no es tema para la ciencia moderna (…) Hay una diferencia entre materia manifestada y no manifestada, entre pradhana o causa sin principio y sin fin, y prakriti o efecto manifestado" (H.P. Blavatsky, "La Doctrina Secreta", vol. 1, p. 545). 

"Esperamos haber demostrado hasta ahora los siguientes hechos (…) (4) La materia es Eterna" (H.P. Blavatsky, "La Doctrina Secreta", vol. 1, p. 280).

"El ocultismo (…) repite con tanta seguridad como siempre: 'LA MATERIA ES ETERNA y se vuelve atómica (su aspecto) sólo periódicamente” (H.P. Blavatsky, "La Doctrina Secreta", vol. 1, p. 552).

“El PENSAMIENTO DIVINO (…) impregna la materia, que es co-eterna con la REALIDAD ÚNICA; y todo lo que vive y respira evoluciona a partir de las emanaciones del UNO Inmutable; Parabrahm = Mulaprakriti, la eterna raíz única. El primero de éstos (…) es la abstracción absoluta, mientras que en su aspecto como Mulaprakriti -'raíz eterna de todo'- nos da al menos una comprensión vaga sobre el Misterio del Ser" (H.P. Blavatsky, "La Doctrina Secreta”, vol. 1, p. 340).

"El Espíritu Divino y Absoluto es uno con la Sustancia Divina y Absoluta: Parabrahm y Mulaprakriti son uno en esencia" (H.P. Blavatsky, "La Doctrina Secreta", vol. 1, p. 337).

“La Ley fundamental en ese sistema [Sabiduría Eterna o Doctrina Secreta], el punto central desde el cual surgió todo, alrededor y hacia el cual todo gravita y sobre lo cual se encuentra colgada la filosofía del resto, es el Único PRINCIPIO-SUSTANCIA Divino, Único y homogéneo, la única causa radical" (H.P. Blavatsky, "La Doctrina Secreta", vol. 1, p. 273).

"(…) esta Esencia Absoluta y desconocida (…) ESTO se describe mejor ni como Espíritu ni materia, sino ambas cosas. En realidad 'Parabrahm y Mulaprakriti' son Uno, pero se dividen en la concepción Universal de lo manifestado, incluso en la creación del Logos Único, su primera manifestación a la que, como muestra el erudito profesor en 'Notes on the Bhagavadgita' [T. Subba Row], ESTO aparece desde el punto de vista objetivo del Logos Único como Mulaprakriti y no como Parabrahm" (H.P. Blavatsky, "La Doctrina Secreta”, vol. 1, p. 273-274).

"Como ya se explicó, la 'raíz' significa conocimiento puro (Sattva), eterno (Nitya) y realidad incondicionada o SAT (Satya), ya sea que lo llamemos Parabrahm o Mulaprakriti, porque estos son los dos aspectos del UNO" (H.P. Blavatsky, "La Doctrina Secreta”, vol. 1, p. 68-69).

"(…) sustancia o materia eterna preexistente (…) cuya sustancia, según nuestras enseñanzas, es un espacio ilimitado y siempre existente" (H.P. Blavatsky, "La Doctrina Secreta", vol. 2, p. 239).

“(...) el material eterno" (H.P. Blavatsky, "La Doctrina Secreta", vol. 2, p. 510).

"(…) Mulaprakriti, la materia raíz y primera Idea abstracta que se puede formar de Parabrahm" (H.P. Blavatsky, "La Doctrina Secreta", vol. 1, p. 536).

"(…) Parabrahm y Mulaprakriti, el uno bajo dos aspectos" (H.P. Blavatsky, "La Doctrina Secreta"; vol. 1, p. 46).

No es materia tal como la conocemos, sino la esencia espiritual de la materia y es co-eterna e incluso una con el Espacio en su sentido abstracto. La Naturaleza-Raíz también es fuente de las propiedades invisibles y sutiles en la materia visible; es por así decirlo el Alma del Espíritu Único e infinito. Los hindúes lo llaman Mulaprakriti y dicen que es la sustancia primordial o base del Upadhi o vehículo de todo fenómeno, ya sea físico, mental o psíquico" (H.P. Blavatsky, "La Doctrina Secreta", vol. 1, p. 35).

"La materia inicial o primordial, eterna y coetánea con el Espacio 'que no tiene ni principio ni fin' no es 'ni caliente ni fría, sino que es de su propia naturaleza especial' según el Comentario (Libro II)" (H.P. Blavatsky, "La Doctrina Secreta”, vol. 1, p. 82).

"(…) comparar con Parabrahm-Mulaprakriti y los tres Logoi en la Doctrina Secreta" (H.P. Blavatsky, “Thoughts on Ormuzd and Ahriman”).

"En otras palabras creemos sólo en la MATERIA, en la materia como naturaleza visible y en su invisibilidad como el Proteo omnipresente, omnipotente e invisible con su movimiento incesante que es su vida".

"Sabemos que la materia es eterna, es decir, no ha tenido comienzo (…) materia eterna sin límites (…)" (Maestro K.H.). 

“La materia es infinita e indestructible, e inexistente sin el Espíritu que, en la materia, es Vida " (Maestro K.H.).

"La materia es tan indestructible y eterna como el espíritu inmortal en sí, pero sólo en sus partículas y no como formas organizadas" (H.P. Blavatsky, "Isis Develada", vol. 1, p. 328).

"La materia de los filósofos orientales no es la 'materia' y la Naturaleza de los metafísicos occidentales” (H.P. Blavatsky, "La Doctrina Secreta", vol. 1, p. 149).

“La materia aquí mencionada no es lo que se conoce vulgarmente como tal. Es la Materia real que siempre es invisible, y a veces se ha llamado Materia Primordial. En el sistema brahmínico se denomina Mulaprakriti" (William Q. Judge, "El Océano de la Teosofía", p. 15).

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Por necesidad filosófica y lógica, el Absoluto debe ser tanto la esencia misma del Espíritu (o Conciencia) como la propia esencia de la Materia (o Sustancia). Por tanto, realmente no importa si lo llamamos Parabrahm o Mulaprakriti o "Parabrahm = Mulaprakriti" como expresa H.P.B. Es tan correcto decir en Teosofía "creemos sólo en el Espíritu" o también "creemos sólo en la Materia", ya que los "dos" son UNO en su naturaleza absoluta y última y este UNO es la Única REALIDAD.

Consúltese también la sección explicativa sobre "Sustancia primordial y pensamiento divino" en "La Doctrina Secreta", vol. 1, p. 325-341.

Espacio, movimiento, duración y materia


En el artículo "La materia es eterna" establecimos:

"Es materia absoluta y abstracta, perfecta y literalmente UNA con Espacio, Movimiento y Duración Absolutos y Abstractos. Los estudiantes de "La Doctrina Secreta" estarán conscientes de que estos son los cuatro términos bajo los cuales la Ciencia Esotérica Oriental se refiere a la Única Realidad Suprema”.

Éstos no son atributos del Absoluto, pues AQUÉLLO, por el hecho mismo de Su Absolutidad, no puede tener características; más bien se trata de los aspectos de este Absoluto y ESTO en Sí Mismo ES dichos aspectos.

Todo esto es potencialmente confuso y muy abstracto, por lo que debemos esforzarnos por captar y comprender las ideas, principios y verdades subyacentes de las cuales estas palabras no son más que la indumentaria material externa e inevitablemente burda en este plano físico. Aunque tenemos que comenzar en el plano verbal, al mismo tiempo es necesario ir más allá del plano de la concepción y percepción abstractas, o dicho de otra forma, del pensamiento metafísico.

Si nos negamos a hacer algún esfuerzo en este sentido, afirmando que es "demasiado difícil" o incluso si lo consideramos “innecesario”, nunca podremos despertar nuestras facultades manásicas superiores y siempre nos atrasaremos en nuestra evolución interior. Obviamente también debemos desarrollar el "corazón", pero al hacerlo hay que tener cuidado de no dejar la “cabeza” subdesarrollada, pues ambos deben estar en perfecto equilibrio y actuar al unísono, siendo éste el caso de todo verdadero Adepto y Maestro de Sabiduría.

H.P. Blavatsky y sus Maestros-Adeptos de la Hermandad Transhimaláyica  se refieren en numerosas ocasiones a las ideas de Espacio, Movimiento, Duración y Materia en su sentido absoluto, y así hemos recopilado algunas de sus palabras sobre este tema. Parece ser una enseñanza central y muy importante en su Doctrina Esotérica, y por tanto merece más aprecio y difusión por parte de los estudiantes de Teosofía que lo realizado hasta ahora en ese ámbito.

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"La palabra 'Dios' se inventó para designar la causa desconocida de aquellos efectos que el hombre ha admirado o temido sin comprenderlos, como afirmamos y podemos demostrarlo; es decir, por el conocimiento de esa causa y los factores estamos en condiciones de sostener que no existen 'Dios' ni 'Dioses' tras ellos.

La idea de Dios no es una noción innata sino adquirida, y tenemos sólo una cosa en común con las teologías al revelar el infinito. Pero si bien asignamos a todos los fenómenos -que proceden de espacio, duración y movimiento infinitos e ilimitados- causas materiales, naturales, sensatas y conocidas (para nosotros al menos), los teístas les asignan motivos espirituales, supernaturales, ininteligibles y desconocidos. El Dios de los teólogos es simplemente un poder imaginario, un loup garou como expresó d'Holbach, un poder que nunca se ha manifestado. Nuestro principal objetivo es liberar a la humanidad de esta pesadilla, enseñar la virtud al hombre por su propio bien y caminar por la vida confiando en sí mismo en lugar de apoyarse sobre una muleta teológica, que durante innumerables edades fue causa directa de casi toda la miseria humana. Podríamos llamarnos panteístas, pero NUNCA agnósticos”.

Entonces, la existencia de la materia es un hecho; la del movimiento es otro, y su autoexistencia y eternidad o indestructibilidad representa un tercer hecho. Y la idea del espíritu puro como Ser o Existencia -llámelo como desee- es una quimera, un gigantesco absurdo” (extractos de cartas por el Maestro K.H.).

“(5) ¿Cuál es la única cosa eterna en el Universo e independiente de cualquier otra?

-El Espacio.

(6) ¿Qué cosas coexisten con el espacio?

(i) Duración.
(ii) Materia.
(iii) Movimiento, porque esta es la vida imperecedera (consciente o inconsciente, según sea el caso) de la materia, incluso durante el pralaya o noche de la mente.

Cuando duermen Chyang u omnisciencia, y Chyang-mi-shi-khon o ignorancia, esta vida inconsciente y latente todavía mantiene la materia que anima en un movimiento incesante y sin descanso”.

"Zhi gyu (materia cósmica), Thog (espacio), Nyug (duración), Khor wa (movimiento), todo es uno".

"En resumen, movimiento, materia cósmica, duración y espacio están en todas partes, y por el bien de la perspicacia coloquemos o imaginemos esta multiplicidad en un círculo o su parte superior ('sin límites'). Son pasivos, negativos e inconscientes, pero impulsados por su vida o fuerza latente intrínseca" (Maestro M., “Notas Cosmológicas” a A.O. Hume).

"El Elemento Único y Eterno, o Vehículo contenedor de elementos, es el Espacio adimensional en todos los sentidos y que coexiste con lo que son Duración infinita, Materia primordial (por tanto indestructible) y Movimiento perpetuo y absoluto que es el 'aliento' del Elemento 'Único'. Este aliento, como se ve, nunca puede cesar ni siquiera durante las eternidades praláyicas" (H.P. Blavatsky, "La Doctrina Secreta", vol. 1, p. 55). 

“La aparición y desaparición del Universo se presenta como un estallido y la inhalación del 'Gran Aliento' -que es eterno- y el cual, siendo movimiento, es uno de los tres aspectos del Absoluto, mientras que los otros dos son Espacio y Duración Abstractos" (H.P. Blavatsky, "La Doctrina Secreta", vol. 1, p. 43).

“Es la VIDA ÚNICA, eterna e invisible, pero Omnipresente, sin principio ni fin, y periódica en sus manifestaciones regulares, entre cuyos períodos reina el misterio oscuro del no-Ser; Conciencia inconsciente, pero absoluta; irrealizable, y sin embargo es la única realidad autoexistente; verdaderamente 'un caos para el sentido y un Kosmos para la razón'. Su atributo único y absoluto -que es AQUÉLLO EN SÍ MISMO-, el Movimiento Eterno e incesante, se llama en lenguaje esotérico como 'Gran Aliento', que es el movimiento perpetuo del Universo en el sentido de un ESPACIO ilimitado y siempre presente. Lo que está inmóvil no puede ser Divino, sino que entonces no hay nada de hecho y la realidad absolutamente inmóvil dentro del alma universal" (H.P. Blavatsky, "La Doctrina Secreta", vol. 1, p. 2). 

“Para hacer que estas ideas sean más claras para el lector general, propongamos el postulado de que hay una Realidad absoluta que antecede a todo ser manifestado y condicionado. Esta Causa Infinita y Eterna -formulada de manera tenue en los 'inconsciente' e 'incognoscible' de la filosofía europea actual- es la Raíz sin Raíz de 'todo lo que fue, es o será alguna vez'. Obviamente está desprovisto de todos los atributos y esencialmente no tiene ninguna relación con el Ser manifestado y finito. Es la SEIDAD en lugar del Ser (en sánscrito, Sat) y está más allá de todo pensamiento o especulación.

Esta Seidad está simbolizada en la Doctrina Secreta bajo dos aspectos: por un lado, el Espacio abstracto y absoluto que representa la subjetividad desnuda, la única cosa que ninguna mente humana puede excluir de cualquier noción o conceptualizar por sí misma; y en el otro, el Movimiento abstracto y absoluto que representa la Conciencia No-Condicionada. Incluso nuestros pensadores occidentales han demostrado que la Conciencia es inconcebible para nosotros aparte del cambio, y el movimiento simboliza mejor esa mutación, su característica esencial. Este último aspecto de la Realidad única también está simbolizado por el término 'Gran Aliento" que es lo suficientemente gráfico con tal de requerir más aclaraciones. De esta manera, el primer axioma fundamental de la Doctrina Secreta es este UNO ABSOLUTO metafísico o SEIDAD representado por la inteligencia finita como la Trinidad teológica" (H.P. Blavatsky, "La Doctrina Secreta", vol. 1, p. 14). 

“El Infinito no puede comprender la Finitud; lo Ilimitado no puede tener relación con lo limitado y condicionado. En las enseñanzas ocultas, el IMPULSOR Desconocido e Incognoscible -o Autoexistencia- es la Esencia divina absoluta, y siendo así Conciencia y Movimiento Absolutos -indescriptibles a los sentidos limitados de quienes lo describen- es inconsciencia e inmovilidad. No se puede implicar una conciencia concreta a la Conciencia abstracta, como tampoco se puede hacer con la cualidad húmeda del agua; la humedad es su propio atributo y causa de la característica húmeda en otras cosas. La conciencia implica limitaciones y calificaciones, algo de lo que hay que estar consciente y alguien que debe ser consciente de ello; pero la Conciencia Absoluta contiene al conocedor, el objeto conocido y la cognición, las tres en sí misma y las tres en Uno. Un ser humano sólo está consciente de aquélla parte de su conocimiento rememorado en algún instante particular; sin embargo, tal es la pobreza del lenguaje que no tenemos un término para distinguir el conocimiento en que no se piensa activamente, de aquél que somos incapaces de traer a la memoria. Olvidar es sinónimo de no recordar. ¡Cuánto mayor debe ser la dificultad de encontrar términos para describir y distinguir entre hechos o diferencias metafísicas abstractas! Tampoco debe olvidarse que damos nombres a las cosas de acuerdo con las apariencias que asumen para nosotros. Llamamos 'inconsciencia' a la conciencia absoluta porque nos parece que necesariamente debe ser así, como también denominamos 'Oscuridad' al Absoluto porque para nuestra comprensión finita parece bastante impenetrable, pero reconocemos plenamente que nuestra percepción de tales aspectos no les hacen justicia. Por ejemplo, discernimos involuntariamente en nuestras mentes entre consciencia absoluta-inconsciente e inconsciencia al otorgar secretamente a la primera cierta cualidad indefinida que -en un plano más elevado al que nuestros pensamientos pueden alcanzar- corresponde con lo que conocemos como consciencia en nosotros mismos. Pero esto no es ningún tipo de conciencia que podamos lograr distinguir de lo que nos parece inconsciente" (H.P. Blavatsky, "La Doctrina Secreta", vol. 1, p. 56).