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26 de febrero de 2022

¿Son las "Meditaciones por la Paz Global" una "hermosa tontería"?


Hemos recibido consultas sobre las "Meditaciones de Paz Global", muy populares durante los primeros días de la pandemia del Covid-19. Los eventos masivos homónimos, facilitados por internet, se han llevado a cabo durante el último decenio o más años, en que miles de personas son guiadas -a veces en línea o de forma individual- en una meditación para llevar al mundo paz, curación, amor, etc. De este modo, se trata de eventos planificados para realizarse simultáneamente por todo el mundo en el momento elegido.


¿Podría funcionar esa estrategia?

Estas prácticas son una variante de meditación coherente, que según el movimiento de Meditación Trascendental (MT) afecta la atmósfera de una localidad si miles de personas se dedican a promulgar ideas correctas sobre cómo vivir de manera benéfica y responsable.

Los practicantes de MT han llevado a cabo estudios científicos que pretenden mostrar la efectividad del poder del pensamiento proyectado para reducir las tasas de delincuencia y comportamiento antisocial. Sin embargo, dichas averiguaciones han atraído críticas -justificadas o no-, y esas hipótesis aún no han sido aceptadas por consenso.

En términos teosóficos, cualquier esfuerzo por vivir y ACTUAR de manera justa puede afectar la calidad de la Luz Astral localmente, ya que ésta es un gran receptor de pensamientos, fantasías y empeños humanos, y no hay ninguna razón de que sea un alegato ilegítimo si se lleva a cabo siguiendo las líneas correctas de altruismo, desapasionamiento y libertad de apego a los resultados, especialmente interés comercial o ganancias.


¿Por qué algunas meditaciones simplemente no funcionarán?

Aunque el motivo subyacente a las "Meditaciones de Paz Global" pueda ser bien intencionado, examinemos sus declaraciones al respecto. Muy a menudo se dice que la práctica abrirá "portales para ascender a mundos de quinta dimensión" y conducirá a la humanidad a "elevaciones planetarias" superiores. Estos asertos grandilocuentes de la Nueva Era pueden ser atractivos para algunos porque suenan como si tuviesen "eco" de verdad, pero con mucha frecuencia se hallan tan distorsionados que no guardan relación con el concepto teosófico de evolución personal o planetaria.

En muchas sesiones, a los meditadores se les instruye visualizar varios colores, pero no se dan detalles ocultos y genuinos que expliquen el motivo de elegir esas tonalidades. Por ejemplo, H.P. Blavatsky dice en el "Theosophical Glossary" que el rojo representa "el cuarto Principio humano de Kâma, el asiento de los deseos", ¡por lo que está lejos de ser un color espiritual para ser "contemplado"!

La Teosofía enseña que alcanzamos una evolución superior por nuestros esfuerzos y medios autodiseñados, y enfatiza que incluso los Maestros NO pueden transformar las condiciones terrenales o humanas sólo a través del poder del pensamiento proyectado (léase "Los Mahatmas teosóficos: mito y realidad").

Entonces, ¿cómo pueden los estudiantes no iniciados esperar lograrlo? Aunque tales prácticas puedan hacer que el individuo se sienta mejor, es poco probable que afecten a grandes masas de gente.


"Seres de luz galácticos"

Otras meditaciones tienen como objeto invocar a "seres galácticos luminosos", pero en ellas no existe idea alguna sobre el propósito o la naturaleza que esas entidades pueden tener realmente, y en Teosofía se nos advierte contra la experimentación improvisada. Por ejemplo, una meta célebre entre los neoeristas es intentar permanecer bajo la influencia de Pléyades, sobre lo que Robert Crosbie escribe:

"Los Saptarishis no están muy bien explicados en alguna parte, si bien hay aspectos sobre ellos que podrían darnos una idea, como 'están íntimamente conectados con la era actual, el oscuro Kali Yuga'; 'marcan el tiempo y las fases de ese periodo, el tiempo del pecado y la tristeza'; 'son tan misteriosos como sus presuntas siete esposas -las Pléyades- de las cuales sólo una, la oculta, ha demostrado ser virtuosa'. Hablando de la constelación Osa Mayor, H.P.B. comenta que estos Rishis son las almas que componen las estrellas mencionadas, montan sobre el lomo de la constelación (énfasis por Blavatsky) y son los Siete Poderes Elementales o Rupa Devas. También hay una pista de que están conectados con la generación".

En gran medida, los Saptarishis parecen constituir fuerzas elementales unidas a las Pléyades; Crosbie señala que se relacionan con el Kali Yuga y en particular aluden al concepto de Rishis Estelares:

"Al parecer, comparten esta característica todos los caprichos sexuales que surgen en varias direcciones, y los muchos 'mensajes' y 'visiones' de 'maestros' referidos por personas que piensan así.

Se dice que fue otorgada muy poca información sobre los elementales, porque al dirigir la conciencia, la mente puede segregar los diversos planos y activar elementales en relación con el Pensador. Puedo concebir que las ideas sexuales sostenidas con fuerza y que intentan ser 'espiritualizadas'- según el concepto popular- fácilmente podrían atraer seres de esa naturaleza que asumen el color de un pensamiento en esa relación, añadiendo al punto atractivo principal -la reproducción- cualquier cosa que sirva para mantener el contacto cercano. Al ser elementales, responden a sus propios estímulos peculiares sin ningún sentido de responsabilidad ni conociendo la naturaleza del ser humano. El camino seguro es el señalado por los Mensajeros; recordad a H.P.B. cuando dijo: 'Cuidado con el camino de los Rishis Estelares'".

En conclusión, la psicología teosófica advierte contra estas influencias provenientes de los Saptarishis, mientras que la cuestión de las Pléyades es más compleja ya que la Doctrina Secreta refiere a sus aspectos positivos y negativos, los dos polos eternos tanto espirituales como elementales.


"Maestros ascendidos" vs. Mahatmas teosóficos

Los círculos neoeristas hablan mucho de sus denominados "maestros ascendidos", pero rara vez se refieren a los Mahatmas teosóficos. Los primeros fueron invención de Guy Ballard en la década de 1930, a quien ahora se considera un personaje fraudulento y estafador, como describen el libro "Psychic Dictatorship in America" y este sitio dirigido por ex estudiantes del grupo "Yo Soy". Ambos brindan datos objetivos sobre el origen de dicha falsificación y la historia inmoral que le acompañó.

Los verdaderos Mahatmas de la Teosofía son Adeptos vivos que han pasado por los entrenamientos más severos de la Escuela Arhat transhimaláyica, y han logrado una especie de santidad "vistiendo la túnica Nirmanakaya" en la expresión de su misticismo. Están comprometidos a trabajar por toda la humanidad incluyendo sus razas, credos, géneros, estatus y organizaciones, lo cual establece el verdadero sentido de universalidad.

Para más artículos sobre los Maestros teosóficos que contienen declaraciones de H.P. Blavatsky y William Judge al respecto, véase la sección "Maestros de Sabiduría" y relacionadas en la página "Artículos", como también las diversas entradas sobre Karma y su verdadera forma de operar de acuerdo con los conceptos originales impartidos.

Los editores del Boletín agradecen las consultas en temas filosóficos, espirituales y psíquicos. Al discutirlos aquí, se obtienen conocimientos valiosos y también ejercemos nuestro discernimiento. El objetivo es desarrollar las habilidades de investigación que ayuden a comprender la ciencia armónica tras los misterios de la Naturaleza, haciendo así que el derecho de todos sea tener una buena vida y una buena muerte.

("Theosophical Notes", n° 10, 17 de febrero de 2020).