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17 de marzo de 2022

La deslealtad de Olcott hacia Blavatsky

Los Maestros dijeron que Olcott permitió que la Sociedad Teosófica de Adyar se convirtiera en un “cadáver sin alma" destinado a “caerse a pedazos".

H.P. Blavatsky y el coronel Olcott en Londres, 1887.

El Movimiento Teosófico fue fundado en Nueva York en 1875 con tres miembros principales: Helena Petrovna Blavatsky, el coronel Henry Steel Olcott y William Quan Judge. Desde ese momento y hasta su muerte en 1907, Olcott siguió siendo el líder organizativo y presidente de la Sociedad a nivel internacional, la que finalmente trasladó su emplazamiento desde EE.UU. a Adyar, India.

Estos son hechos bien conocidos y en ocasiones hacen que algunos estudiantes de Teosofía, especialmente los visitantes de la Logia Unida de Teósofos en sus sedes y grupos de estudio de todo el mundo, pregunten por qué el coronel Olcott sólo se menciona muy raramente en la L.U.T. y no parece haber mucho respeto o admiración por él, y a qué se debe la frecuencia de la afirmación de que sólo H.P.B. y Judge sean considerados como "los fundadores del Movimiento Teosófico".

Para responder a estas inquietudes, tenemos que presentar una serie de hechos históricos importantes, la mayoría de los cuales son totalmente desconocidos para la mayoría de los miembros y simpatizantes de la Sociedad Teosófica Adyar, quienes parecen trabajar bajo la idea errónea de que H.P.B. y Olcott trabajaron en estrecha amistad y sin problemas de forma continua y que Henry se mantuvo completamente fiel a Blavatsky, sus enseñanzas y los Maestros, hechos que son totalmente falsos.

Primero veamos algunos aspectos que los Maestros señalaron a Olcott y sobre su persona.

Sentado solo en su cabina a bordo de un barco que se dirigía a Londres durante el período en que se escribía "La Doctrina Secreta", de improviso se materializó una carta del Maestro K.H. en su mesa. Esto ocurrió unos años después de que comenzara a volverse contra H.P.B. en pensamientos y acciones, y así K.H. aprovechó la oportunidad para advertirle seriamente y recordando el alto grado espiritual y la misión de Blavatsky. Olcott aceptó la carta como genuina, pues no tenía muchas opciones considerando los medios extraordinarios de aparición y su contenido, y por un corto tiempo su actitud hacia H.P.B. y su trabajo cambió para mejor. Citamos algunos de los extractos más relevantes de esa carta:

“Uno de los efectos más valiosos de la misión de Upasika [término budista que significa "discípulo femenino" y utilizado por los Maestros para nombrar a H.P.B.] es que lleva a los individuos al estudio personal y destruye en ellos el servilismo ciego hacia otros. Observe vuestro propio caso, por ejemplo. Pero vuestro cambio de parecer se vuelve contra su infalibilidad, buen amigo -y como usted lo pensó una vez- fue demasiado lejos y ha sido injusto con ella, por lo que lamento decir que tendrá que sufrir en lo sucesivo junto con otros. Justo ahora, en cubierta, vuestros pensamientos sobre Upasika eran oscuros y pecaminosos, por lo que encuentro el momento adecuado para ponerle en guardia”. 

“(...) no tenemos favoritos, ni afectos por las personas, sino sólo por sus buenos actos y la humanidad en general, pero empleamos agentes, los mejores disponibles. De estos, durante los últimos treinta años el principal ha sido la personalidad conocida como H.P.B. para el mundo (y de otra manera para nosotros). Sin duda imperfecta y muy problemática, sin embargo ella prueba a algunos que no existe posibilidad de que encontremos alguien mejor en los próximos años, y vuestros teósofos deberían comprenderlo (…) Los teósofos deberían aprender de esto. Más adelante entenderá el significado de esta declaración, así que téngala en cuenta. Su fidelidad a nuestro trabajo es constante, y puesto que sus sufrimientos le han llegado por medio de esto, ni yo ni ninguno de mis hermanos asociados la abandonaremos ni la suplantaremos. Como dije una vez, la ingratitud no está entre nuestros vicios.

Con usted nuestras relaciones son directas y han sido con las raras excepciones que conoce en el plano psíquico, como la presente, y así continuarán mediante la fuerza de las circunstancias. Que sean tan raras es vuestra culpa, como os dije la última vez.

Para ayudarlo en su perplejidad actual: H.P.B. no tiene ninguna preocupación con los detalles administrativos y debe mantenerse alejada de ellos, en la medida en que su fuerte naturaleza pueda ser controlada. Pero esto debe decírselo a todos: ella está estrechamente relacionada con asuntos ocultos. No la hemos abandonado y no está 'entregada a los chelas'. Ella es nuestro agente directo. Le advierto que no permita que vuestras sospechas y resentimientos en contra de 'sus muchas locuras' sesguen su lealtad intuitiva hacia ella”. 

"También he notado sus pensamientos sobre la 'Doctrina Secreta'. Puede tener la certeza que lo que ella no apuntó de trabajos científicos y otros se lo hemos otorgado o sugerido. Cada noción errónea, corregida y explicada por ella a partir de las obras de otros teósofos, fueron enmendados por mí o bajo mis instrucciones. Es un trabajo más valioso que su predecesor, un epítome de verdades ocultas que lo convertirá en una fuente de información e instrucción para el estudiante serio durante los próximos años” (Maestro K.H., “Cartas de los Maestros de Sabiduría”, Primera serie, n°19; también fue publicada por H.P.B. en su revista "Lucifer" y se puede encontrar en "Theosophical Articles and Notes", p. 148-149).

La famosa estatua de H.P.B. y Olcott en la sede internacional de la Sociedad Teosófica Adyar (Chennai, India).

Las siguientes cartas son del Maestro M. a Olcott y apuntan a sus relaciones con Blavatsky. Datando en torno a 1884, fueron compuestas por lo menos un par de años antes de la carta que acabamos de citar:

"Para usted, la de antenoche fue una jornada memorable (…) Usted ha alejado de sí a otro hermano -especialmente, una mujer- y me temo que eso es para siempre. Lo que le llevó a hablar como hicisteis de un amigo (una mujer a quien usted debe todo lo que sabe e incluso las posibilidades del futuro, y porque ella fue la primera en mostrarle el camino) ¡es más de lo que todas las ciencias ocultas pueden explicar! (…) Upasika visitó al Maha Sahib [título de un muy alto Iniciado entre los Maestros] la misma noche y le demostró que ella siempre había estado en lo correcto y Él se equivocó (…) El Maha Sahib no tuvo nada que decir, ni yo ni ninguno de nosotros, sino lamentar y muy profundamente esa falta de discriminación y tacto tan prominentes en un hombre de vuestro intelecto y sentido" (Maestro M., “Cartas de los Maestros de Sabiduría”, Segunda Serie, n° 33). 

"Henry, estos pensamientos suyos sobre Upasika son estúpidos, locos y desdichados, el espejismo arrojado a vuestro cerebro por algunos de los que lo rodean (…) Usted le hizo mal de principio a fin. Nunca ha entendido a Upasika ni las leyes por las cuales su vida aparente ha sido configurada para trabajar desde que la conoció. Usted es ingrato, injusto y hasta cruel,  tomando maya por realidad y la realidad por ilusión (…) He dicho y no volveré a declarar nada más, y si no escucha y cree lo que le digo ahora tendré que desviar Karma en una nueva dirección” (Maestro M., “Cartas de los Maestros de Sabiduría”, Segunda Serie, n°47). 

La siguiente correspondencia que citamos fue el relato escrito de H.P.B. sobre las declaraciones que el Maestro K.H. le hizo hacia el final de su vida:

"Olcott (…) quiere saber por qué? Porque la Sociedad se ha liberado de nuestro alcance e influencia y la dejamos ir, pues no hacemos esclavos involuntarios. ¿Él dice que la ha salvado? Salvó su cuerpo, pero permitió que por puro miedo escapara su alma, y ahora es un cadáver sin espíritu, una máquina que funciona lo suficientemente bien hasta ahora y que se derrumbará cuando él se haya ido. De los tres objetivos, sólo se presta atención al segundo y ya no constituye una hermandad ni un cuerpo sobre cuyo rostro el Espíritu se adentra más allá de la Gran Cordillera. Su bondad y amor por la paz son grandes y verdaderamente gautámicos en su espíritu; pero ha aplicado mal esa cualidad (…) Este es su pecado (de Olcott) (…) A nuestros ojos no hay crimen peor que la ingratitud y la injusticia” (Maestro K.H., “Cartas de los Maestros de Sabiduría”, Primera Serie, n° 60).

Con el tiempo, Judge se convirtió en vicepresidente de toda la Sociedad, a la vez que se desempeñaba como líder de la sección estadounidense. En nuestro artículo "William Judge: su rol e importancia en el Movimiento Teosófico" se ha demostrado su cercanía y asociación de confianza inquebrantable con Blavatsky, quien escribió que él era "parte de sí misma desde varios eones" y su "único amigo" en quien confiaba "más que nadie en el mundo". Si los detalles e información presentados en esos textos no se comprenden primero, el lector no podrá asimilar esta presente entrega en su verdadera luz y significado.

En una carta privada a H.P.B. con fecha 29 de noviembre de 1890, Judge escribió:

“Desde hace años sé lo que le pasa a Olcott: nunca te ha sido leal, la persona quien le dio todo lo que sabía de los Maestros y su Conocimiento. Él solía decir y escribirme las cosas más horribles sobre ti, y es por eso que siempre me he disgustado con él, pero lo consideré como un hombre a quien ELLOS habían usado para SUS fines, siempre y cuando él los llevara a cabo. No me sorprende su actitud, ya que está perfectamente en línea con el pasado y ahora, cuando ha sido puesto al fuego, muestra la inconsistencia de su deslealtad. Independiente de lo que seas y de los defectos que tengas ante los ojos del mundo, nunca he encontrado que falles en cuanto a los Maestros y Sus deseos, y más aún sé que yo y todo el resto de la Sociedad te debemos todo lo que apreciamos en esa línea". 

Judge publicó el siguiente artículo en 1895, cuatro años después del fallecimiento de Blavatsky.

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H.S. Olcott contra H.P.B.

[The Path , vol. X, junio de 1895; publicado actualmente en el vol. 2 de “William Q. Judge Theosophical Articles”]. 

En el Theosophist de abril, el coronel Olcott hace público lo que hemos sabido durante mucho tiempo como su opinión privada -que se insinuó en las páginas de Old Diary Leaves- de que H.P.B. era fraude, una médium y falsificadora de mensajes de los Maestros. Este golpe final de ingratitud se lanza en un postdata a la revista para la cual se detuvo la impresión. La prisa fue tan grande que no pudo esperar un mes más antes de arrojar el último puñado de lodo a su benefactora espiritual y material, nuestra fallecida H.P.B., mientras que la siguiente persona prominente de quien esperamos una declaración pública similar siempre lo ha hecho en privado [refiriéndose a Annie Besant].

William Judge y el coronel Olcott en tiempos más felices.

El coronel Olcott "suspende la publicación" y se apresura a salir del postdata "por el honor de los Maestros". Desea defender a esos Adeptos que enviaron a H.P.B. como su mensajera, declarando que ella "preparó", forjó y se embelesó con un largo e importante mensaje a los brahmanes en Allahabad en 1881. El coronel es el primer discípulo occidental de Blavatsky, ignorante a este día sobre ocultismo práctico e incapaz de plantear una pregunta a los Maestros y nunca ha oído hablar de Ellos, excepto a través de H.P.B., y ahora él preserva el honor de los Maestros al ennegrecer el carácter de su mensajero. ¡Una espléndida apología!

¿Cómo explica Olcott el largo silencio de los Maestros desde 1881 sobre el tema? Y otra pregunta muy pertinente: ¿cómo explica este “defensor” su propio silencio en 1881 y desde entonces? Estaba presente cuando el mensaje fue enviado y lo supo. Si para entonces sabía que era falso, ¿por qué no lo reveló? Si no lo sabía, ¿era porque no podía decirlo? Si desde entonces uno de los Maestros se lo ha comunicado -à la Besant en el caso Judge-, ¿nos hará saber amablemente cuál de Ellos se lo contó y cuándo?

Todas estas preguntas deben ser respondidas, y muchas pruebas dadas por él muestran la habilidad menos oculta para decidir sobre mensajes falsos o genuinos, porque Olcott ha intentado equiparar a H.P.B. con fraudes, falsificadores y médiums, y por tanto los Maestros que la enviaron son puestos por él en categorías similares. Obsérvese que la falsificación ahora alegada por Olcott se dio justo en el momento en que Blavatsky daba de los Maestros la serie de mensajes que se han hecho conocidos por todos. Si le creemos, entonces la entrega por esta 'médium irresponsable' de un mensaje falso debe arrojar dudas sobre cada mensaje. Ciertamente el coronel Olcott no es un ocultista cuya decisión aceptaremos y cada uno de nosotros tendrá que decidir por este, aquel u otro mensaje de acuerdo con la fantasía. A Olcott no le agrada el que está bajo cuestionamiento porque vive en India y es demasiado verídico; quizá a otros les agrade y no estén dispuestos a aceptar otros mensajes que contradigan su visión partidista de los documentos o la metafísica y ciencia de la Logia londinense. Por mi parte, el mensaje en cuestión atestigua su autenticidad por su texto, a excepción de aquéllos que son denigrados por él, los que se impregnan de la locura india y piensan que son brahmanes, o aquéllos cuyo interés y comodidad están en contra de ello.

El mensaje condena el fanatismo, y sin embargo las personas a las que se envió pertenecían a las familias más intolerantes teológicamente. Se preguntaban, al igual que los fariseos, cómo era posible que los Mahatmas pudieran comunicarse con un Sinnett que come carne y bebe vino y no con ellos, que no adoptaron tales costumbres y jamás se estrecharon la mano. La carta también llama la atención sobre estos mismos puntos, sus supersticiones, su idolatría enarbolada y los horrores de la casta. Toda la misiva suena legítima y fuerte; si estuviéramos dispuestos a unirnos a Olcott en sus absurdas explicaciones de mediumnidad, es este mensaje el que se seleccionaría como verdadero.

Si por un momento aceptamos esta opinión de H.P.B. presentada por Olcott, entonces y como ella misma lo publicó, no existe certeza sobre ningún mensaje. ¿Quién va a decidir? Si ella engañó a través de una sóla carta, todas pueden ser igualmente falsas y se borraría la gran fuerza derivada de una creencia firme en los Maestros porque ella, su primer mensajero para nosotros, se considera un fraude. Todo esto es precisamente lo que Olcott et al. desean hacer, pues no puede tolerar la idea de que Blavatsky era más grande que él, por lo que arroja alrededor de su memoria el manto sucio de la mediumnidad engañosa e irresponsable y hecho esto se puede explicar cualquier cosa.

Por mi parte, no aceptaré semejantes tonterías ya que Olcott es incompetente para decidir sobre los mensajes mahátmicos en líneas ocultas, y siendo un discípulo de H.P.B. está ciertamente muy por debajo de ella. Su declaración actual no establece nada sobre su carácter, ni sobre su mediumnidad ni acerca del mensaje, pero sí sirve para calificarlo como un ingrato y posicionarlo claramente ante todos como alguien que llama 'fraude' y 'médium' a esa gran maestra.

Ahora esperemos que vengan las consecuencias para que podamos dibujar las líneas claramente y develar las hipocresías.


A. BESANT vs. H.P.B.

Besant ha enviado una copia anticipada de un artículo para que aparezca en Lucifer titulado "Oriente y Occidente". Es un artículo muy largo dedicado principalmente a William Q. Judge, pero en él Besant retoma el mensaje del Maestro a los brahmanes de Allahabad y que el coronel Olcott trata en su Posdata de abril. Ella dice que el mensaje no es genuino y, por lo tanto, camina al lado de Olcott en la calumnia contra H.P.B., ya que todos quienes conocen la información correcta saben que el mensaje llegó a través de Ella.

WILLIAM Q. JUDGE

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Las palabras de Olcott sobre H.P.B., a las que la respuesta anterior fue comprensible, fueron que se trataba de una "pretensión monstruosa" creer que Blavatsky transmitía "sólo mensajes genuinos de los Maestros", que era "tan humana y falible como cualquiera de nosotros", que la carta a los brahmanes mencionada anteriormente era "engañosa" y se produjo a través de mediumnidad -en lugar de provenir de los Maestros- y que "a veces estaba poseída por influencias malignas".

Puede preguntarse por qué Besant y Olcott se habían opuesto con tanta firmeza a la Carta Mahatma particular de 1881 en discusión. Esta misiva había sido enviada a un grupo de brahmanes, hindúes sectarios ortodoxos que constituían la membresía principal de una rama de la Sociedad Teosófica en Allahabad (India), lugar que también se conoce como Prayag, y de ahí que este mensaje en particular sea referido a menudo como "carta Prayag". Era la única rama o logia de la Sociedad Teosófica en todo el mundo que específicamente había rechazado aceptar el primer objetivo principal del Movimiento, es decir, formar un núcleo de Hermandad Universal sin distinción o discriminación de casta, raza, religión, género, etc.

Orgullosos y exclusivos, creyendo que su casta brahmín los había dotado de superioridad espiritual y que tenían derecho a un tratamiento especial por parte de los Mahatmas o Maestros indios que estaban más estrechamente relacionados con H.P.B. y el Movimiento que ella fundó, sus acciones -o más bien ausencia de actos en nombre de la Causa Teosófica- habían impulsado al Maestro M. para escribir en una carta: “¡Entonces esos teósofos de Prayag, los Pandits y Babus, no hacen nada y esperan que les correspondamos! Hombres ilusos y arrogantes” (“Cartas Mahatma”, n°. XXXVI, p. 248).

En 1893, dos años posteriores a la muerte de H.P.B., Besant había conocido a uno de estos brahmines de Prayag, a saber, G.N. Chakravarti, y muy pronto estuvo por completo bajo su influencia psicológica y oculta, creyendo finalmente que él mismo era un Maestro o Adepto y confiaba en él de manera implícita.

En una visita a India, Besant fue recibida oficialmente en el seno del hinduismo ortodoxo y fue por iniciativa y orden de Chakravarti que ella (a) perdió gran parte de su respeto anterior por Blavatsky y comenzó a criticarla y menospreciarla, tanto en privado como públicamente, a veces en las formas más terribles; (b) se volvió contra William Q. Judge y comenzó junto con Olcott -que también había caído bajo la influencia de Chakravarti- la conspiración destructiva contra él y todos sus estudiantes y seguidores que apoyaron y veneraron a H.P.B., lo cual finalmente resultó en la primera división en el Movimiento Teosófico en 1895; (c) comenzó a presentar su propia y contradictoria versión de "Teosofía" en lugar de las enseñanzas originales, y (d) dio inicio a la edición masiva y alteración de los trabajos escritos de H.P.B., incluida la publicación de la "Tercera Edición Revisada" de "La Doctrina Secreta" que contiene aproximadamente 40.000 alteraciones de varios tipos del texto original y que más tarde se denominó el "Tercer Volumen" de dicha obra. Además, la inclusión de cierto material en ella involucró que Besant rompiera consciente y voluntariamente su promesa de secreto en la Sección Esotérica, juramento hecho en su "palabra de honor más solemne y sagrada" e invocando al Yo Superior, y que se había realizado en el entendimiento de que era vinculante para esta y otras vidas.

También fue durante lo que podría llamarse "el período Chakravarti" que Olcott publicó sus volúmenes de "Páginas de un Viejo Diario", que pretenden ser "la verdadera historia de la Sociedad Teosófica" y son aceptados ciegamente como tales por los teósofos de Adyar e incluso muchos investigadores y académicos equivocados, pero que en realidad no tienen veracidad.

Quienes deseen conocer los hechos reales sobre la historia y los antecedentes del Movimiento Teosófico están invitados a leer estos tres libros importantes.

Las reiteradas inexactitudes de ese libro, junto con sus petulantes críticas y las malinterpretaciones despreciativas contra el carácter, estatus espiritual e intenciones de Blavatsky se han demostrado y discutido en los libros "The Theosophical Movement: 1875-1925" y "The Theosophical Movement: 1875-1950" el último de los cuales está disponible en la L.U.T. Proporciona un resumen mucho más amplio, extenso y completamente referenciado de estos y otros asuntos importantes de lo que incluso podría intentarse en un artículo como éste, y además de exponer de manera dolorosa y precisa la deslealtad de Olcott y Besant a la Causa, el Mensaje y la Mensajera de la Teosofía genuina, otorga información importante sobre lo que se conoció como "el caso Judge". Un libro de Ernest Pelletier dedicado específicamente a este tema se publicó hace unos años, titulado "El caso Judge: una conspiración que arruinó la Causa Teosófica".

La misiva ya mencionada, recibida en 1881 por Chakravarti y otros a través de A.P. Sinnett, fue dictada a H.P.B. por el Maestro M., su propio Gurú, que más tarde se conoció como la n° CXXXIV en "Las Cartas Mahatma" (p. 461-464). El Maestro dice:

“Hice saber a Sinnett mi opinión sobre los teósofos de Allahabad. Adetyarom B. escribió una carta tonta a Damodar, y Benemadhab envía una solicitud ridícula a Sinnett. Debido a que K.H. eligió mantener correspondencia con dos hombres que demostraron ser de la mayor importancia y utilidad para la Sociedad -ya sean sabios o estúpidos, inteligentes o tontos, y posiblemente útiles o todo lo contrario-, todos ellos también hacen que sus reclamos se correspondan con nosotros directamente, y dile que esto debe terminar. Durante siglos jamás nos hemos correspondido con nadie, ni pretendemos hacerlo. ¿Qué han hecho Benemadhab o cualquier otro de los muchos reclamantes para tener tal derecho? 

Absolutamente nada. Se unen a la Sociedad y aunque permanecen tan tercos como siempre en sus antiguas creencias y supersticiones, y como nunca han abandonado su casta o alguna de sus costumbres, en su exclusividad egoísta esperan vernos, dialogar con nosotros y contar con nuestra ayuda en todo. Me complacería que Sinnett dijera lo siguiente a todos aquéllos que puedan dirigirse a él con similares pretensiones: 'Los 'Hermanos' desean que les informe a todos y cada uno de ustedes, nativos, que a menos que un hombre esté preparado para convertirse en un teósofo completo -es decir, hacer lo mismo que D. Mavalankar cuando renunció por completo a su casta, sus antiguas supersticiones y mostrarse como un verdadero reformador (especialmente en el caso del matrimonio infantil)-, seguirá siendo simplemente un miembro de la Sociedad sin ninguna esperanza de siquiera escuchar sobre nosotros.

Annie Besant con G.N. Chakravarti.

Actuando en esto directamente y de acuerdo con nuestras órdenes, la Sociedad no obliga a nadie a convertirse en un teósofo de la II Sección, dejándolo así a su propia iniciativa. Es inútil para un miembro argumentar 'soy de vida pura, abstemio y me abstengo de la carne y el vicio; todas mis aspiraciones son para bien, etc.', y que al mismo tiempo construye con sus actos una barrera infranqueable en el camino entre él y nosotros

¿Qué tenemos que ver, discípulos de los verdaderos Arhats, del budismo esotérico y de Sang-gyas [nombre tibetano para Buda], con los Shasters y el brahmanismo ortodoxo? Hay fakires, sannyasis y saddhus por centenares de miles que llevan las vidas más puras, y sin embargo están en el camino del error, sin jamás haber tenido la oportunidad de conocernos o incluso escuchar de nosotros. Sus ancestros han alejado de India a los seguidores de la única filosofía verdadera sobre la Tierra, y ahora no les corresponde a éstos últimos recurrir a aquéllos, sino de venir a nosotros si nos quieren. 

¿Cuál de ellos está preparado para convertirse en budista o un Nastika como nos llaman? Ninguno. Aquéllos que nos han creído y seguido han tenido su recompensa. Sinnett y Hume son excepciones: sus creencias no son una barrera para nosotros porque no tienen ninguna. Es posible que hayan tenido influencias a su alrededor, malas emanaciones magnéticas como resultado de la bebida, la sociedad y asociaciones físicas promiscuas (resultantes incluso de dar la mano a individuos impuros), pero todos estos son impedimentos físicos y materiales que con un poco de esfuerzo podríamos contrarrestar e incluso disipar sin mucho detrimento hacia nosotros. No es así con el magnetismo y los resultados invisibles que proceden de creencias erróneas y sinceras. La fe en los dioses y en Dios y otras supersticiones atrae a millones de influencias extrañas, entidades vivientes y agentes poderosos a su alrededor, con los cuales tendríamos que emplear más que un ejercicio ordinario del poder para ahuyentarlos. Nosotros no elegimos hacerlo. 

No nos parece necesario ni rentable perder nuestro tiempo librando una guerra con Planetarios involucionados que se deleitan en personificar a dioses y, a veces, personajes bien conocidos que han vivido en la Tierra. Existen Dhyani-Chohans y 'Chohans de Oscuridad', no lo que ellos llaman demonios, sino las 'Inteligencias' imperfectas que nunca han nacido en esta o cualquier otra Tierra o esfera, no más de lo que han hecho los Dhyani-Chohans y que nunca pertenecerán a los 'constructores del Universo', las Inteligencias Planetarias puras que presiden cada Manvantara, mientras que los Chohans Oscuros presiden los Pralayas. Explica esto a Sinnett [este es el Maestro que habla con H.P.B., quien registró sus palabras] y dile que lea lo que les señalé en lo poco que expliqué a Hume; y hazle recordar que, como todo en este universo es contraste, así la luz de los Dhyani-Chohans y su inteligencia pura se contrasta con los Ma-Mo Chohans y su inteligencia destructiva.

Estos son los dioses que adoran hindúes, cristianos, mahometanos y todos los demás de religiones intolerantes y cultos sectarios; y mientras su influencia incida sobre los devotos, no pensaríamos más en asociarlos o contrarrestarlos en su trabajo como hacemos con los Capuchas Rojas en la Tierra, cuyos malos resultados intentamos paliar, pero en cuyo trabajo no tenemos derecho a inmiscuirnos mientras no se crucen en nuestro camino” [éstos últimos, llamados también “Bonetes rojos” y “Hermanos Oscuros de capucha roja”, son términos utilizados por los Maestros en sus cartas para ciertos magos negros y hechiceros que pertenecen principalmente a las sectas Nyingmapa y Kagyupa del budismo tibetano; ambos usan sombreros ceremoniales rojos en oposición a los sombreros amarillos de los Gelugpas, y también se refieren a los hechiceros Bon o Bhön del Tíbet]. 

Este mensaje también fue publicado por Judge en su artículo "A Mahatma's Message To Some Brahmins", que se encuentra en "William Q. Judge Theosophical Articles”, volumen 2.

Como se puede ver en esta y otras cartas de los Maestros, son muy directas al tiempo que son lo suficientemente severas y fuertes en su tono cuando es necesario. No les interesa complacer los prejuicios y preferencias religiosas, sociales o personales de la gente, sino que simplemente dicen la verdad tal como es.

Olcott en su escritorio con una foto enmarcada de H.P.B.

En cuanto a Chakravarti, Besant finalmente se separó de él luego de algunos años y lo expulsó al percatarse de que tenía una influencia oscura, y luego adoptó a C.W. Leadbeater como su guía y confidente, ¡lo cual fue aún peor! Después de haber comparecido en el procedimiento de Londres (1906) y que dio lugar a que Leadbeater fuera expulsado de la Sociedad Teosófica después de acusaciones y confesiones de conducta sexual inapropiada contra niños, el último gran error de Olcott en esa encarnación fue sucumbir a las presiones de Besant al año siguiente para que Leadbeater fuera readmitido y elevado a un lugar de prominencia. Incluso murió creyendo que Charles era un agente designado de los Maestros.

Para terminar, a pesar de sus muchos errores y faltas graves, Henry Olcott logró mucho por la Causa Teosófica, particularmente en la primera parte de su carrera, y también merece nuestra gratitud y aprecio duraderos por su contribución al renacimiento del budismo y la filosofía homónima en Asia y otros lugares. No obstante, cuando se trata del Movimiento Teosófico en sí mismo, el hecho es que este hombre sincero, aunque muy equivocado, a través de sus propias acciones no merece el gran respeto y reverencia actuales que de lo contrario le habrían sido demostrados por los teósofos de todo el mundo.