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3 de febrero de 2022

Ovnis: la dimensión psíquica (7 de 10)

David Pratt
Octubre 2002, octubre 2013


Contenido:

07. Los visitantes


07. Los visitantes

En las últimas seis décadas los "alienígenas" descritos por testigos muestran una gran diversidad de forma, tamaño, color de piel y otras características. Patrick Huyghe escribe:

"A través de los años ha habido seres raros de todos colores: negro, blanco, rojo, naranja, amarillo, azul, violeta, y ciertamente gris y verde. Pueden ser minúsculos, con apenas unas pocas pulgadas de altura, o más elevados que los testigos hasta cotas de 3 mts. o superiores. Van desde enanos peludos a gigantes calvos; algunos parecen casi humanos y otros cómicamente extraños. Unos pocos son manifestaciones de pesadillas vivientes, y mientras a menudo se ven como seres de carne y hueso o metálicos, muchos pueden realizar hazañas fantasmales como caminar a través de paredes. También muestran diversas excentricidades en su vestimenta, conducta y contenido de discurso. Algunos actúan como santos, otros como demonios, y se ha observado que cuando se trata de contar mentiras, ningún político en la Tierra podría hacerlo mejor" (1).

La mayoría de estas entidades es descrita como bípeda, aunque ha habido también algunos informes de individuos unípedos. Ciertos "intrusos" han sido vistos flotando en lugar de caminar; otros parecen no poseer brazos o tienen más de dos, y en ocasiones esos miembros toman la forma de tentáculos o alas. Los brazos suelen terminar en manos que con regularidad tienen sólo tres o cuatro dedos; algunas manifestaciones exhiben dedos inusualmente largos y extremidades superiores que se extienden por debajo de sus rodillas. En determinados casos se describieron garras o extraños instrumentos parecidos a herramientas en lugar de manos. Casi todos estos seres tienen cabezas, a menudo anormalmente grandes, pero algunos se han tipificado como acéfalos y otros parecen no disponer de cuello.

Casi todos los "visitantes" muestran dos ojos, pero hay quienes poseen hasta tres o sólo uno, o bien carecen de ellos. Con frecuencia esos órganos son más grandes y redondos o en forma de hendidura en comparación con los nuestros y tienden a rotar dentro de sus órbitas. Por lo general son de color negro sólido sin pupilas, esclerótica o iris. A veces los ojos se describen como brillantes y tan múltiples como los de una mosca, o poseen pupilas verticales. Los alienígenas a menudo carecen de nariz, que tiene sólo ventanas o ésta puede ser extremadamente prominente. Sus bocas por lo regular son pequeñas y sin labios, e igualmente son en extremo raras las alusiones a dientes. Ciertas criaturas no exhiben orejas, sino simples orificios, o cuentan con aurículas parecidas a las de un ternero o ratón.

La piel de estos seres también evidencia una variada tipología. Generalmente los "grises" poseen tegumento suave, pálido y sin pelo, ya sea de aspecto pastoso o translúcido. Los testigos muchas veces no están seguros de si en ellos ven piel desnuda o ropa ajustada. En otros casos la dermis en esas criaturas es arrugada, cubierta de pústulas o rojiza, o escamosa como reptil, y además hay muchas referencias a alienígenas muy peludos.

Huyghe categoriza a los "visitantes" en cuatro clases principales, subdivididas en tipos: a) humanoides (clases: "humano", grises bajos, no-grises de poca estatura, gigantes, no-clásicos); b) animaliformes (mamíferos peludos, reptiles, anfibios, insectoides, aviares); c) robóticos (metálicos, carnosos) y d) exóticos (fantasmagóricos, materiales).

De vez en cuando se avizoran diferentes tipos de "invasores" que salen de la misma nave. Por ejemplo, a la 01:00 a.m. del 26 de noviembre de 1973, cerca de Mairieux (Francia) un hombre y una mujer en un auto aparcado notaron un objeto blanco, hemisférico y de apariencia metálica con aproximadamente 15 mts. de ancho, posado en los campos cubiertos de nieve y a 90 mts. de distancia. Apareció una cavidad oscura en la nave, de la que surgieron tres humanoides de estatura cercana al metro, con cabezas grandes, ojos saltones, agujeros por narices, boca estrecha, brazos largos y vestidos con trajes ajustados, de aspecto metálico y una sóla pieza. Cada uno llevaba una pequeña caja oscura con una "pantalla blanca y luminosa"; caminaban lentamente con pasos pequeños y rígidos, y se desplegaron como si buscaran algo, siendo seguidos por dos figuras humanoides con alrededor de 2 mts. de altura, tez clara y pelo rubio hasta los hombros que portaban trajes similares. Más cercana a la puerta estaba una figura simiesca en cuclillas y de largos brazos colgantes, cubierta con pelaje oscuro. Cuando los pequeños seres se acercaron al coche, la mujer salió de un salto y corrió a su propio vehículo. Luego la criatura simiesca reingresó en el aparato seguida por los dos humanoides y los tres enanos que se desplazaban con tales y veloces zancadas que parecían volar. La abertura negra desapareció y el ovni adquirió un color metálico brillante, se elevó verticalmente por 10 mts. y salió disparado hacia el oeste viéndose sucesivamente anaranjado, azulado y rojizo antes de encogerse como un punto (2).

Para hoy la imagen popular y dominante de alienígena está representada por los "grises", criaturas bajas y parecidas a nosotros con cabezas en forma de ampolleta, ojos negros almendrados y cuerpos frágiles, pero incluso en esta categoría existen muchas variaciones. Aunque la mayoría tiene aproximadamente un metro de altura, otros poseen 1,5, 1,8 ó 2, y mientras que la mayoría exhibe piel pastosa y sin vello, algunos son descritos de color marrón o negro y con "pelo etérico". De manera significativa y a pesar de que hoy las entidades grises y pequeñas son habituales, en gran medida estuvieron ausentes de relatorios ovni previos a la década de 1960 y Huyghe dice:

"Los primerísimos informes involucraban sobre todo a entidades similares a nosotros, y mientras que con anterioridad los tipos humanos bajo la forma de 'nórdicos rubios' fueron responsables de aproximadamente una cuarta parte en el total de casos, desde los años '60 no han sido tan comunes. Del mismo modo, los enanos peludos que se informaban con tanta frecuencia en la década '50 son bastante infrecuentes en relatos contemporáneos".

"Antes de 1987, cuando las obras Comunión de Whitley Strieber e Intrusos de Budd Hopkins fueron publicadas en Inglaterra, menos de una cuarta parte de las entidades de secuestros reportadas en esa nación trataban sobre criaturas pequeñas y calvas, pero posterior a la aparición de esos libros se detectó el 'alienígena estadounidense estándar' en más de la mitad de las instancias (...) Debido a que los sucesos de abducción estadounidenses reciben más publicidad que cualquier otro tipo de incidentes, pareciera ser que la imagen del 'gris' ha sido más o menos impuesta al resto del mundo como el tipo alienígena paradigmático" (3). 

Fig. 7.1. Portada de "Comunión", el éxito de ventas creado por Strieber (1987).

El hecho de que los medios de comunicación y la cultura popular (libros, películas, programas de televisión, etc.) hayan influido en la apariencia asumida por "alienígenas" muestra claramente que no se trata de manifestaciones puramente físicas, pues las creencias y expectativas de moda juegan un papel importante en el "moldeado" del fenómeno ovni. También es interesante que en general éste último ha tendido a mantenerse un paso por delante de la tecnología humana, progresando desde naves aéreas a dirigibles y "cohetes fantasma" hasta platillos volantes, y donde el trabajo actual de dichas entidades abarcaría la manipulación biogenética (4).

Los tipos alienígenas también reflejan peculiaridades nacionales, aunque esta influencia ha disminuido un poco a través del rol de los medios en la transformación del "gris" como criatura prototípica. Desde Sudamérica llegaron informes de pequeños enanos morenos y bastante agresivos, mientras que en Europa -y particularmente Inglaterra- muchos relatos eran de seres rubios y altos con ojos azules que mostraban una disposición mucho más amigable; ad interim, en América del Norte predominaba el gris pequeño y estandarizado con su actitud de sorprendente indiferencia. Esta aparente distinción geográfica de antaño entre tipos alienígenas presenta un gran obstáculo a la realidad de los "ovnis extraterrestres" pues el fenómeno parece ajustarse a la cultura y el tiempo en que aparece, lo cual implica que los encuentros son más semejantes a visiones que a "visitas interplanetarias" (5).

En un caso de Sudáfrica durante 1974, cuando un hipnotizador preguntó al testigo sobre el aspecto de dichas entidades, el interpelado hizo el comentario revelador de "se veían como yo deseaba verlos".

Muchas de las primeras reseñas, especialmente en Francia y Sudamérica, narraban sobre criaturas en trajes de buceo y cascos con tubos que se extendían hacia "mochilas", lo que reflejaba la creencia predominante de que los alienígenas eran incapaces de respirar en nuestra atmósfera. Más tarde cuando el "contactismo" comenzó a extenderse y la serie Star Trek sugería la existencia de planetas similares a la Tierra en toda la galaxia, esa indumentaria y las máquinas de respiración dieron paso a "overoles plateados". Algunos relatos aludían a entidades de extraños trajes con ceñidores, capas e insignias, pero parece poco probable que los estilos humanos de ropa anticuada sean la "última moda" en planetas distantes...

Ha existido una evolución en la naturaleza de los contactos entre humanos y alienígenas. Frecuentemente y en los primeros días los ocupantes de ovnis se percibían como forasteros tímidos, siendo vistos reparando sus naves, recogiendo muestras de suelo, rocas o plantas, y escapaban cuando se veían observados; sin embargo, algunos hablaron con humanos, les paralizaban y en ocasiones intentaron secuestrarlos. La década de 1950 también fue el apogeo de los "contactados" y amistosos "hermanos del espacio". Hoy estos extraños visitantes son mucho menos propensos a tomar acciones evasivas si nos encontramos con ellos; de hecho, el último par de décadas ha visto un crecimiento inusitado en el número de informes sobre abducción.

Los animales tienden a mostrar miedo ante estos seres, así como de sus artefactos. Por ejemplo, una noche y luego de divisar cierto ovni discoidal, un hombre fue despertado y notó dos pequeñas criaturas con trajes plateados fuera de su casa recolectando muestras de suelo y vegetación. Ordenó a su pastor alemán que atacara, pero éste se resistió y entró corriendo en la casa (6).

Las habilidades lingüísticas entre los alienígenas varían notablemente: pueden hablar a la perfección el idioma de los testigos, expresarse con acento "extranjero" o comunicarse en un dialecto desconocido. Otras criaturas se describen produciendo hipidos, gruñidos, gárgaras, cacareos, zumbidos o sonoridades de aves. Asimismo son comunes los relatos de transmisión telepática entre los propios "visitantes" y al contactar humanos.

Estas "entidades-ovni" han afirmado tener algunos nombres llamativos tales como Affa, A-lan, Ashtar, Ausso, Kronin, Orthon, Quazgaa, Semjase, Xeno, Zandark... Sus denominaciones a menudo parecen ser adoptadas de la mitología (7); por ejemplo, "Kronin" se asemeja a Cronos, el dios romano del tiempo, y "Ashtar" recuerda a Ishtar, diosa mesopotámica de la fertilidad, la guerra, el amor y el sexo.

Asiduamente las declaraciones realizadas por esos seres parecen representar un cruce entre desinformación y supinos disparates, y en ocasiones tienen una calidad claramente surrealista. Consideremos por ejemplo el siguiente comentario enigmático por Semjase, supuestamente una extraterrestre de Pléyades: "En este momento no están en nuestros intereses los contactos públicos o generales, y además no transmitirían un significado correcto para el estado mental en que existimos" (8). El siguiente mensaje de otro individuo es más revelador: "Nos negamos a ser vuestra respuesta. Justo cuando pensabais que nos teníais arrinconados, os diremos algo más: ningún sistema de creencias puede abarcar toda la realidad en un universo complejo" (9).

Con regularidad los alienígenas afirman haber visitado la Tierra en épocas remotas y que "han ayudado a crear la humanidad por manipulación genética". De vez en cuando señalan tener "bases ocultas" en este planeta e inicialmente advirtieron contra los peligros de pruebas nucleares, pero hoy previenen sobre desastres ambientales más generalizados, como si reflejaran el cambio en nuestras preocupaciones. También a ratos reclaman que nuestras actividades les afectan, lo cual tendría sentido si estuviesen asociados estrechamente con nuestro globo. Con frecuencia señalan cualidades deplorables de los humanos y muchos han enfatizado la importancia del amor universal. En varias instancias predijeron "guerras" y "aterrizajes masivos", pero todas ellas fallaron en cumplirse.

En un caso los alienígenas afirmaron robar electricidad desde líneas energéticas, ¡pero en cantidades demasiado pequeñas para que las compañías los detectaran! Durante otras ocasiones iniciales sostenían que el uso de radares causaba accidentes de ovnis, una historia igualmente improbable. Por otro lado, el empleo a gran escala de dicho instrumento -que emite pulsos de microondas a elevada energía- debe ser origen de importantes alteraciones en la frontera etérica, y esto podría constituir un factor en el aumento de avistamientos ovni desde la Segunda Guerra Mundial.

Una mujer recordó bajo hipnosis que los alienígenas le mostraron un motor especial y ella estaba decidida a construirlo, pero el diseño resultó ser completamente inviable. Existen dos casos en que ciertos "foráneos" promovían una curación ineficaz del cáncer, principalmente el viejo remedio popular de inyectar vinagre en tumores malignos (10).

Actualmente son comunes los "mensajes alienígenas canalizados" y necesitan ser tratados con tanto escepticismo como otros "recados" de igual tipo (incluso en el siglo XIX algunos médiums reclamaban recibir contactos de marcianos). Estas transmisiones pueden provenir de la propia mente sub-/superconsciente del destinatario o habitantes del mundo astral que parecen deleitarse en ese juego, y tienden a reflejar las ideas del receptor o en la mente más amplia de Gaia [Madre Tierra]. Las comunicaciones a ratos contienen galimatías técnicas sobre medios de propulsión en ovnis; además, en el material canalizado hay reiteradas referencias al alma, la reencarnación y planos superiores o "dimensiones" y reflejan el resurgimiento de estas ideas "nueva era" (o más bien atemporales).

Durante la oleada ovni de 1954 -que un investigador llamó "festival de absurdos"- un francés se enfrentó de improviso con el ocupante de un objeto desconocido que le apuntó con un arma y dijo algo que no pudo entender. Cuando el francés le habló en ruso, el "alienígena" respondió en el mismo idioma, preguntó si estaba en España o Italia y cuán lejos estaba de Alemania, ¡a pesar de que se encontraba en Francia para entonces! Luego inquirió por la hora y el testigo respondió "son las 02:30" y el ser dijo sin rodeos "mientes, son las cuatro" (11). ¡Es obvio que en este ejemplo no tenemos al miembro de una "civilización extraterrestre y superinteligente"!

Las entidades preguntan con frecuencia sobre la hora, y esto podría reflejar su estado mental confuso o desorientado. Al mismo tiempo, este tipo de comunicaciones puede llevarnos a cuestionar nuestras nociones convencionales de la realidad, y Vallée observa que las comunicaciones "extraterrestres" a menudo "tienen la profunda cualidad poética y paradójica de cuentos religiosos orientales" (como la adivinanza zen "¿cuál es el sonido de una mano aplaudiendo?") (12). Hablando sobre el fenómeno ovni a grandes rasgos, Kenneth Ring dice: "En general la mente ha planteado a la humanidad un acertijo cósmico en el cual pensar mucho, porque todos somos discípulos en la escuela de misterio que representa la vida misma" (13).

Definitivamente los tripulantes de ovnis parecen querer darnos la impresión de tener origen extraterrestre (o tal vez queremos crearnos esa idea), indicando de diversas maneras su procedencia de Mercurio, Venus, Marte, Titán (luna de Saturno), una "galaxia" próxima a Urano (!), la "galaxia" Ganímedes (en realidad un satélite jupiteriano), "Clarion" (supuestamente un planeta ocultado por la Luna), Pléyades, Sirio, Orión, Retículo, "Hoova" (donde quiera que se encuentre) y "un planeta muy distante con muchas ventajas para los terrícolas". Por el contrario -y según se dice- los viajeros de aeronaves misteriosas vistas sobre EE.UU. en 1896-1897 afirmaron ser oriundos de Kansas, Cuba, "un lugar donde no llueve" e incluso dijeron a un testigo: "Somos de cualquier lugar... ¡pero mañana estaremos en Grecia!" (14).


Referencias

1. Patrick Huyghe, The Field Guide to Extraterrestrials, London: Hodder and Stoughton, 1997, p. 6-7.

2. Albert Rosales, "The strangest of the strange", The Anomalist, n° 12, 2006, p. 145-59.

3. The Field Guide to Extraterrestrials, p. 129.
4. Jacques Vallée, Dimensions: A casebook of alien contact, New York: Ballantine Books, 1989, p. 140, 148.

5. The Field Guide to Extraterrestrials, p. 129-30.
6. Kevin Randle y Russ Estes, Faces of the Visitors: An illustrated reference to alien contact, New York: Fireside, 1997, p. 284.

7. John A. Keel, The Mothman Prophecies, London: Hodder & Stoughton, 2002 (1975), p. 141, 198-9.

8. Richard Grossinger, The Night Sky: The science and anthropology of the stars and planets, Los Angeles, CA: Jeremy P. Tarcher, 1988, p. 373.

9. Charles F. Emmons, At the Threshold: UFOs, science and the new age, Mill Spring, NC: Wild Flower Press, 1997, p. 185.

10. Richard L. Thompson, Alien Identities: Ancient insights into modern UFO phenomena, Alachua, FL: Govardhan Hill Publishing, 2da ed., 1995, p. 179.

11. Jacques Vallée, Passport to Magonia: On UFOs, folklore, and parallel worlds, Chicago, IL: Contemporary Books, 1993 (1969), p. 234-5.

12. Dimensions, p. 158.
13. Kenneth Ring, The Omega Project: Near-death experiences, UFO encounters, and mind at large, New York: William Morrow and Company, 1992, p. 246.

14. Dimensions, p. 159.

Ovnis: la dimensión psíquica (6 de 10)

David Pratt
Octubre 2002, octubre 2013


Contenido:

06. Encuentros cercanos


06. Encuentros cercanos

Joseph Allen Hynek, el "padre de la ufología", categorizaba tres tipos para estos sucesos:

-Primer tipo [EC-1]: objetos vistos en el suelo o a corta distancia del observador.
-Segundo tipo [EC-2]: iguales al anterior, con efectos físicos sobre el medio ambiente, instrumentos u observadores.

-Tercer tipo [EC-3]: avistajes de entidades alienígenas, ya sea de modo individual o en asociación con un ovni. 

Las "visitaciones" alienígenas en que presuntamente secuestran a humanos para someterlos a exámenes médicos intrusivos dentro de un objeto no identificado ahora se clasifican en ocasiones como "encuentros cercanos del cuarto tipo".

Los estudios muestran que la probabilidad de una experiencia de esta clase es mayor entre las 01:00 y 03:00 a.m. y es factible de producirse en áreas remotas y escasamente pobladas (1). A continuación se dan algunos ejemplos sobre encuentros próximos, principalmente EC-3, que propenden a contener elementos de "alta extrañeza" y muestran que personas creíbles a veces reportan sucesos y detalles inverosímiles.

El primer ejemplo data de 1922, mucho antes que comenzara la "era ovni" contemporánea. Un hombre de Nebraska divisó un gran objeto circular que aterrizaba cerca de su casa y un ser de 2,4 mts. en altura que salía momentáneamente. El testigo era profundamente religioso y pensaba que aquél debía ser el diablo, por cuanto murmuró "¡retrocede, Satanás!" y le volvió la espalda. Entonces notó un segundo disco que descendía del cielo y flotó sobre él como si lo "protegiera" de la otra criatura. A continuación el observador oyó voces que emanaban del platillo suspendido y citando textos bíblicos, haciendo que dicho "visitante" corriera dejando huellas similares a pezuñas y pasó por una cerca con alambres de púas que se calcinaron y cortaron como si hubieran sido intervenidas por un soplete de soldadura.

Hubo un informe similar de Nebraska ese mismo año, pues el 22 de febrero otro sujeto estaba de cacería y se percató que un objeto grande y oscuro volaba sobre su cabeza eclipsando las estrellas. Se escondió tras un árbol y lo observó aterrizar; acto seguido vio "una magnífica criatura voladora" con al menos 2 mts. de alto que se posó como avión y dejó huellas en la nieve. El hombre intentó seguir sus pasos, pero nunca le alcanzó (2). 

Una pregunta central planteada por casos como éste es: ¿hasta qué punto los acontecimientos descritos tuvieron lugar en nuestra realidad física? La mejor manera de determinar su carácter tangible sería registrar los eventos con cámaras, videos, grabadoras, etc., pero en la práctica los testigos rara vez tienen los medios para hacerlo mientras la experiencia está teniendo lugar. Cabe señalar que si bien se han tomado bastantes fotografías de ovnis generalmente desde cierta distancia, sólo hay un puñado de imágenes sobre entidades foráneas y muchas de ellas pueden ser descartadas como engaños (3). A veces los investigadores comprueban que cámaras costosas e instrumentos electrónicos funcionan mal en momentos críticos o que la película revelada sale en blanco, un fenómeno bien conocido por quienes indagan otras manifestaciones extrañas como monstruos, fantasmas y poltergeist.

Pueden obtenerse más pistas sobre el estatus de realidad en ECs comparando la declaración de diferentes personas. Lamentablemente las experiencias con múltiples testigos son bastante raras, pero donde sí han ocurrido los informes de diversos individuos son a ratos mutuamente corroborativos o contradictorios, al menos en parte. En los casos antedichos tenemos sólo el testimonio de un declarante, además de las huellas, y una cerca de alambre quebrada que al parecer fue sometida a calor intenso. Algo dio la impresión de manifestarse en nuestro medio físico, pero por ejemplo las "voces" pudieron haber existido únicamente en la cabeza del hombre y reflejar sus creencias religiosas.

Si en estos casos los artefactos y seres se exteriorizaron en forma material, ¿provinieron de otra parte en nuestro Universo físico o algún ámbito incorpóreo? Si esas entidades se originaron en nuestra realidad física y no son robots u otras formas creadas artificialmente, deben ser producto de un largo proceso evolutivo al igual que los animales y humanos terrestres, y las naves pueden representar constructos tecnológicos; pero si se originaron en otro reino, éste no tiene por qué ser el caso y en cambio podría tratarse de materializaciones temporales de energías elementales y psíquicas del plano astral que cambian su forma.

Puede establecerse un paralelo con el concepto tibetano de "tulpas" o formas de pensamiento, que según se dice asumen vida independiente de la (s) mente (s) que las crea (n) y sostiene (n). Un tulpa puede adoptar forma sólida, y los yoguis aseveran que incluso son capaces de entablar conversaciones inteligentes con estas criaturas formadas por intelecto. El tiempo de vida para un tulpa y su vitalidad están en proporción directa a la energía invertida en su concepción (4). Por supuesto, en las experiencias próximas con ovnis esas manifestaciones no son creación deliberada de los propios testigos.

En el caso de encuentros cercanos que no dejan evidencia física y de los cuales no existen testigos independientes, es posible que toda la experiencia fuera "alucinatoria", lo cual a su vez plantea la pregunta: ¿hasta qué punto la vivencia fue generada por la propia mente del perceptor y en qué medida por otras entidades o fuerzas? Los casos presentados a continuación plantean inquietudes similares y la limitada evidencia disponible deja mucho espacio para especulaciones.

El 18 de octubre de 1954 en Royan, Francia, una pareja avistó en el cielo dos ítemes en forma de bola, uno naranja y otro rojo, unidos por un haz de luz brillante. Cuando el rayo se apagó los aparatos aterrizaron y salió una pequeña criatura de cada nave y entró en la otra; acto seguido ambos objetos partieron produciendo un enorme destello (5). 

A las 06:30 a.m. del 6 de noviembre de 1957, Everett Clark de Dante (Tennessee), entonces con 12 años, abrió la puerta para dejar salir a su perro "Frisky" y percibió un peculiar objeto oblongo en un campo a unos 90 metros de la casa, pero pensó que estaba fantasaeando y volvió a entrar. Cuando llamó a la mascota 20 minutos más tarde la aparición seguía ahí y Frisky estaba parado cerca de ella, junto con varios perros de la vecindad. También cerca del ovni permanecían dos hombres y dos mujeres en ropa corriente. Uno de los primeros hizo varios intentos de atrapar a Frisky y luego a otro can, pero tuvo que desistir por miedo a ser mordido. La extraña gente hablaba como los soldados alemanes que el chico había visto en películas, y los observó caminar directamente a la pared del artilugio que luego despegó en línea recta sin hacer ruido.

Al anochecer del mismo día se hizo otro intento de robar un perro, esta vez en Everittstown, Nueva Jersey, y por alguna extraña coincidencia el nombre de esta ciudad se asemeja al nombre del muchacho en el caso anterior. Un hombre llamado John Trasco salió para dar de comer a su mascota y divisó un ítem brillante y ovoide flotando frente a su granero. En el camino se topó con un ser de un metro de alto "con cara de masilla coloreada y grandes ojos de rana" que dijo en inglés entrecortado "somos personas pacíficas y sólo queremos a tu perro" (este tipo de diálogo absurdo es típico de ECs). Al extraño ser -que además llevaba un traje verde con botones brillantes, una gorra de igual tono y guantes- le dijo en términos inequívocos que volviera a donde él pertenecía; se escapó y su máquina se vio despegar momentos después (6). 

En la noche del 26 de junio de 1962, en Verona (Italia) una mujer y su hijo e hija observaron un disco plateado con diámetro similar al de la Luna y maniobró en el cielo durante aproximadamente una hora. Decidieron partir a casa y alrededor de las 03:00 a.m. uno de ellos fue despertado por una sensación de frío intenso y percibió una luz verdosa en la habitación. Por la ventana se veía una forma humana claramente delineada en un cuerpo semitransparente y con enorme cabeza calva. El testigo gritó despertando a los otros dos, y presenciaron cómo la aparición se encogió y desapareció "como una imagen de televisión al momento de apagar el aparato" (7). 

Una mañana de octubre de 1963, en Whidbey Island (Washington) una mujer de mediana edad -que en julio pasado había visto una nave extraña cerca de su casa- divisó un objeto gris con 3,5 mts. de largo flotando a menos de 2 sobre el suelo. A través de la parte frontal y transparente distinguió tres figuras, y de pronto uno de los ocupantes se hallaba parado sobre la hierba, quien llevaba "overoles con textura de asbesto" y no eran visibles ni su cara, manos o pies. Cuando ella preguntó "¿qué quieres?" la respuesta en inglés fue "uno de nuestro grupo te conoce; volveremos". El dispositivo entonces disminuyó de tamaño, basculó y se hundió parcialmente en el suelo restableciendo su tamaño anterior y partió hacia el este produciendo vapor, un destello y ruidos (8). 

En la madrugada del 1 de julio de 1965 el granjero francés Maurice Masse estaba en su campo de lavanda próximo a Valensole, cuando oyó un silbido y descubrió que había aterrizado un objeto. Al principio creía que era un helicóptero o una nave experimental, pero al acercarse comprobó que tenía aspecto oval y el tamaño de un coche, con una cabina redonda en la parte superior y cuatro patas. Luego avistó a dos pequeños seres -con menos de un metro en altura- de grandes ojos inclinados y cabezas calvas muy grandes, vestidos con trajes verdes grisáceos de una sóla pieza quienes examinaban sus plantas de lavanda. Uno de ellos tomó un pequeño tubo de su recipiente y lo señaló a Masse, que se sintió incapaz de movimiento. Los dos visitantes se comunicaban entre sí haciendo gargarismos, sin mover sus bocas, y exudaban "una sensación de paz". Volvieron al artefacto por una puerta corredera, las patas giraron para replegarse y el artilugio despegó. Primero flotó a unos cuantos metros del suelo, después se elevó oblicuamente con velocidad de arranque análoga a una aeronave de reacción y pareció desvanecerse cuando estaba a unos 60 metros de distancia.

Pasaron cerca de 20 minutos antes que el agricultor recuperara el control de sus extremidades. El suelo donde se posó la nave estaba empapado de humedad y se endureció con la consistencia del hormigón. También se encontraron hendiduras espaciadas geométricamente, altos niveles de calcio en el terreno y ninguna planta de lavanda creció en el sitio de aterrizaje hasta 10 años después. Durante varias semanas posteriores al incidente Masse sufrió somnolencia severa y las autoridades policiales lo consideraban absolutamente digno de confianza. Posteriormente el hombre vio otro ítem volador al que describió como "hermoso, con muchos colores bonitos girando en derredor" (9). 

A las 09:05 a.m. del 19 de enero de 1967, Ted Jones conducía por una carretera en Virginia Occidental y encontró el camino bloqueado por una gran esfera metálica de 6 mts. en diámetro y color aluminio mate que se alzaba a pocos metros del suelo; tenía cuatro patas con rodachinas, una pequeña ventana y una especie de hélice en su parte inferior, la cual comenzó a girar más rápido y el objeto ascendió hacia el cielo. Unos días más tarde se publicó un artículo sobre ovnis por John Keel, ilustrado con dibujos de modelos extraños y varios de ellos imaginados por el artista que había producido su esquema muchas semanas antes. Sus diseños incluían una réplica exacta (¿prototipo?) de la esfera observada por Jones con patas rodadas y hélice; tal objeto nunca ha sido descrito antes o desde entonces en la literatura ovni (10). 

A las 21:30 h. del 2 de noviembre de 1967 Guy Tossie y Will Begay, dos muchachos navajo, conducían en una autopista a las afueras de Ririe, Idaho, cuando se produjo un súbito y enceguecedor relámpago frente a su auto, seguido por la aparición abrupta de un platillo abovedado con dos metros de ancho y luces intermitentes verdes/anaranjadas en el borde. El coche se detuvo cuando el objeto se suspendía a cerca de un metro por encima de la carretera, cubriendo el área en una luz verdosa.

Mediante la cúpula transparente los testigos vieron a dos pequeños ocupantes, y cuando el domo se abrió una figura flotó hacia el suelo, la que tenía un metro de alto y una especie de mochila que sobresalía tras su cabeza calva. El rostro ovalado presentaba muchos hoyos y arrugas, además de orejas grandes y altas, pequeños ojos redondeados, una hendidura por boca y no había nariz visible en el semblante profundamente rugoso. 

La entidad se acercó al vehículo y abrió la puerta del conductor. Cuando se deslizó tras el volante los jóvenes se movieron hacia la derecha y entonces, con el objeto en posición fija a pocos metros en frente, el auto fue conducido o remolcado a un campo de trigo. El coche se detuvo y Tossie abrió la puerta para correr hacia una granja a medio kilómetro de distancia y fue seguido por una luz brillante, aparentemente de un segundo ser. Mientras tanto, Begay se agazapó en el asiento delantero mientras la entidad le hablaba en "sonidos ininteligibles de pájaro". Cuando el segundo "alienígena" regresó al coche, el primero salió y ambos se dirigieron flotando al objeto que huyó con movimientos zigzagueantes. 

Tossie estaba tan asustado que tuvo dificultades para contar la historia al granjero y a su familia. Finalmente le acompañaron de vuelta al campo y Begay se hallaba en estado de shock, quedándose sin habla en el auto con los ojos cerrados. Las luces del vehículo estaban encendidas y el motor en funcionamiento. Los jóvenes reportaron el incidente al alguacil delegado y la policía estatal investigó. Otros aparentemente habían visto luces en la zona y algunos agricultores informaron que su ganado huyó durante la noche por razones desconocidas (11). 

Fig. 6.1. Alienígena encontrado por Guy Tossie y Will Begay, noviembre de 1967 (cortesía de Harry Trumbore) (12).

En la madrugada del 1 de noviembre de 1968 un médico francés fue despertado por el llanto de su hijo de 14 meses, quien estaba de pie en la cuna apuntando a la ventana pues tras los postigos se movía una luz brillante. Luego que el niño se volvió a dormir, el médico salió al balcón y vio dos discos resplandecientes en el cielo, de color blanco plateado en la parte superior y rojo brillante por abajo. Cada uno tenía una antena alta al tope y otra a cada lado, y estaban dirigiendo un estrecho haz de luz blanca hacia el suelo. Los dos artefactos lentamente se acercaron y fusionaron en un sólo cuerpo de 60 mts. en diámetro y 15 de espesor que se acercó al médico, inclinándose 90 grados y el haz de luz le alcanzó. Entonces oyó un ruido fuerte y el objeto se evaporó en una nube blanquecina disipada con el viento. Un fino hilo luminoso se elevó en el cielo antes de desaparecer como un punto blanco y explotar de modo similar a fuegos artificiales.

Unos días antes el testigo se había cortado accidentalmente la vena de una pierna mientras cortaba madera, y un decenio atrás pisó una mina antipersonal en Argelia que dejó su lado derecho parcialmente paralizado. Tras la experiencia anterior encontró que desaparecieron la hinchazón y el dolor de su herida en dicha extremidad y las secuelas crónicas de las lesiones padecidas en la guerra de Argelia mejoraron dramáticamente en los días posteriores. Poco tiempo después del encuentro este médico y su hijo desarrollaron una marca extraña, rojiza y triangular en el abdomen que fue recurrente en años sucesivos. Asimismo comenzaron a suceder fenómenos paranormales en torno al galeno y su familia, incluyendo actividad poltergeist y disturbios inexplicables en circuitos eléctricos.

El médico comenzó a tener reuniones misteriosas con un hombre extraño y anónimo que bautizó "señor Bied". Oía un silbido en su cabeza y se sentía guiado para caminar o conducir hasta cierto lugar donde encontraba al individuo y quien discutía su experiencia con ovnis y asuntos paranormales. También Bied le hizo pasar por una aparente teletransportación y viajes en el tiempo, incluyendo un angustioso episodio con paisajes alternativos en un camino inexistente. El desconocido visitó una vez al médico en su casa, acompañado por un humanoide con un metro de alto con piel momificada y que permanecía inmóvil mientras sus ojos daban vueltas con rapidez mirando la habitación (13). 

El doctor además experimentó levitación descontrolada en al menos una ocasión; de igual modo este aspecto ha sido reportado en varios casos vinculados a ovnis. En un incidente de 1954 un hombre que volvía del campo con su caballo tuvo que soltar las bridas cuando el animal fue levantado varios metros en el aire al tiempo que un ítem oscuro y circular voló rápidamente sobre el camino que transitaban (14). 

Una noche en diciembre de 1973 un hombre de Vilvoorde, Bélgica, escuchó un extraño ruido fuera de su cocina, y a través del cortinaje percibió una luz verdosa; cuando lo apartó pudo distinguir a una criatura pequeña de altura aproximada a un metro vestida con traje brillante de una pieza y fulgores verdes, y también un casco transparente con un tubo que corría hacia una "mochila"; también en su estómago portaba una gran caja roja que parecía relampaguear. El testigo dirigió su linterna al visitante que utilizaba cierto instrumento que parecía ser un detector de metales, y la criatura levantó la mano haciendo una señal en "V", luego dio la vuelta y se dirigió hacia la pared trasera del jardín. Cuando llegó al muro continuó caminando hacia arriba permaneciendo perpendicular a la superficie, ¡y al parecer marchó bajando por el otro lado! Momentos después el testigo vio una pequeña nave a la distancia (15). 

Jack y Don de Nildottie, al sur de Australia, tenían problemas con su antena de TV externa que se estaba retorciendo. Una noche de 1979 los postigos venecianos subían y bajaban; los hombres salieron y fueron abordados por hombres y mujeres de aspecto europeo que usaban suéteres de lana. Una luz brillante se cernió sobre ellos y ambos se sintieron tranquilos, por cuanto se les llevó a una nave situada junto a un montículo de grava. Hacía frío en el interior y los seres los escoltaron de regreso a casa para conseguir abrigos, pero no se les permitió llevar comida. Luego regresaron al objeto que emprendió el vuelo, y a medida que subía los testigos vieron por debajo la antena de TV retorcida sobre la casa. A Don se le hicieron pruebas extrañas y repetitivas, regresando con su acompañante siete horas más tarde. Cuando un vecino los visitó y encontró confundidos, se llamó a la policía y los hombres fueron llevados a un hospital cercano donde se les constató ictericia y problemas oculares. Ambos hombres, que estaban en la treintena, finalmente perdieron la visión y fallecieron dentro de dos años posteriores al encuentro (16). 

En la ciudad rusa de Voronezh y hacia las 18:30 horas del 27 de septiembre de 1989, tres escolares y cerca de 40 adultos vislumbraron una luz rosada o roja en el cielo que se convirtió en una esfera escarlata y medía unos 9 mts. en diámetro, la cual se retiró volando y volvió unos minutos más tarde para flotar sobre un parque. Se abrió una escotilla en la parte inferior y descendió un ser de altura aproximada a los 3 mts., no tenía cuello y llevaba monos plateados y botas color bronce; también presentaba tres ojos, dos de los cuales eran blancuzcos, pero el del medio o "lámpara" -como lo llamó un testigo- era rojo sin pupila. El "ufonauta" escaneó el terreno, la escotilla se cerró y la esfera descendió rozando un álamo que se dobló y mantuvo en esa posición. Acto seguido aterrizó el artefacto que contaba con unos 14 mts. de ancho y 6 en altura. El "gigante", que estaba acompañado por un pequeño robot, dijo algo y apareció en el suelo un pequeño rectángulo luminoso; nuevamente pronunció algo y el cuadrilátero se esfumó, para luego ajustar "controles" en el pecho del autómata haciéndolo andar de manera mecánica.

Uno de los muchachos que observaba chilló de miedo, y el ser -cuyos ojos parecían emitir luz- lo miró y el joven quedó paralizado. Cuando los testigos comenzaron a gritar la esfera y el ser desaparecieron en el acto, pero cinco minutos más tarde volvieron a verse. Ahora el "gigante" sostenía un tubo de un metro de largo a su lado, y al momento de apuntarlo a un joven de 16 años éste se tornó invisible. Entonces el ser volvió a entrar en la esfera y cuando el objeto partió volando el muchacho reapareció. Tras despegar, el ovni casi instantáneamente se convirtió en un simple punto y desapareció en el cielo. Una investigación reveló que el nivel de radiactividad en el sitio de aterrizaje era el doble respecto al nivel de fondo y se encontraron huellas donde estaban posadas las cuatro patas de la nave. Hubo también un área de hierba aplastada y se constató que el suelo adquirió consistencia de piedra. Asimismo, los cálculos determinaron la presencia en el área de un objeto que pesaba 11 toneladas. 

Fig. 6.3. Ilustración del ovni visto en Voronezh (Rusia), septiembre de 1989 (17).


Fig. 6.4. Arriba: alienígena gigante de Voronezh (18). Debajo: el robot dibujado por una colegiala (cortesía de Jacques Vallée) (19).

Miles de residentes en Voronezh presenciaron varias apariciones de ovnis entre el 23 y el 29 de septiembre de 1989, y al menos se produjeron tres descensos atestiguados por más de 30 personas. Como en otros episodios, muchos de los avistajes ocurrieron en áreas contaminadas pues el parque solía ser un vertedero de basura, y los objetos no identificados también visitaron una planta de electricidad y el sitio de una futura central nuclear (20). 

En 1967 una mujer conducía a Nueva York cuando su coche fue detenido por un cuerpo discoide, zumbante y con cúpula. Una luz brillante irradiaba del objeto y ella comenzó a oír voces que no sonaban masculinas o femeninas, sino entrecortadas y convulsas como un extraño coro. Le nombraron a una amiga que ella conocía y dijeron que en ese momento el hermano de aquélla había tenido un accidente a varios kilómetros; este mensaje resultó ser correcto (21). 

Aunque en ocasiones los ECs tienen un componente físico innegable, está claro que con frecuencia implican además fenómenos paranormales análogos a estados de sueño/trance y experiencias fantasmales, y pueden ser muy surrealistas. Michael Talbot escribe:

"En la literatura se pueden encontrar casos en que 'entidades ovni' cantan melodías absurdas o arrojan objetos extraños (como patatas) a testigos; casos que comienzan como abducciones directas a bordo de naves espaciales y concluyen a modo de viajes alucinogénicos por una serie de realidades dantescas, y existen otras instancias en que los alienígenas-humanoides cambian de forma como pájaros, insectos gigantes y otras criaturas fantasmagóricas" (22). 

Como se ha dicho, en ausencia de pruebas referentes a efectos físicos en el medio ambiente, de testimonios individuales e idealmente de registros fotográficos y fílmicos, es imposible estar seguros de en qué medida un avistamiento ovni o EC tuvo lugar en el plano físico y cuánto en el ámbito astral o mental. 

En las instancias que agrupan a varios testigos, éstos a veces cuentan la misma historia, aunque no frecuentemente; por ejemplo, un niño avistó un "hemisferio" con tres ventanas y tres entidades en su interior, mientras que su amigo distinguió sólo una luz blanca, y si bien se encontraba a 200 metros de distancia éste último divisó una de las caras en detalle como si estuviera muy cerca (23). 

En otra situación una mujer en Inglaterra avizoró cierto ovni sobre un camino importante durante la hora punta, pero nadie más lo informó (24). Hay varias explicaciones posibles para esto: que el objeto sólo existiera en la mente de la testigo, ya sea como alucinación auto-generada o inducida por otro agente, o la persona percibió el ítem de modo clarividente. John Keel escribe:

"Es muy probable que algunos ovnis sean masas de energía plástica normalmente invisibles para nosotros, pero cuando las condiciones son correctas pueden alterar sus frecuencias e ingresar en el espectro visible. En otras palabras, ellos están siempre presentes en el cielo, pero sólo pueden ser atisbados en ciertos momentos (...) o por determinadas personas con capacidades psíquicas latentes o activas cuyos ojos están sintonizados para ver un poco más allá del espectro físico" (25). 

Keel señala que a menudo un avistaje comienza con un resplandor rojizo que marca la aparición del objeto desde la banda espectral invisible hacia el infrarrojo y luego en la estrecha banda de luz que percibimos, o si el ítem está pasando por la banda visible a las frecuencias más altas, se torna cian (verde azulado) previo a su desvanecimiento en azul y luego entra en el rango ultravioleta (26). 

En ciertos casos de EC los testigos más tarde fueron incapaces de identificar el sitio de su experiencia, porque los edificios y monumentos vistos con claridad en ese momento parecen desaparecer, al igual que caminos y carreteras. Como señala Keel éste es un fenómeno bien conocido en el acontecer psíquico, probablemente debido a que algunas personas son propensas a alucinaciones. Aquí también los testificantes podrían estar sintonizando con un "super-espectro", es decir, las realidades astrales. Algunos informes de ovnis cuentan cómo los alienígenas aparentemente no podían ver individuos o expresaron su sorpresa de que los humanos sí los percibieran (27). 

De vez en cuando dichas entidades hacen uso de rayos paralizantes y dispositivos similares. En agosto de 1947 y durante una expedición, un profesor de geología que recolectaba rocas en las montañas del noreste italiano se encontró con un objeto rojo y lenticular de unos 9 mts. en ancho y 5 de alto; atisbó dos pequeñas criaturas humanoides de piel verde, y les gritó preguntando quiénes eran a la vez que alzaba su piqueta de alpinismo. Una de los seres entonces puso la mano derecha en su cinturón y se produjo una nube de humo o rayo de algún tipo. La piqueta voló de la mano del geólogo y éste se desplomó paralizado, mientras los entes recuperaban el instrumento y regresaron a su vehículo que salió disparado cuando el testigo trataba de incorporarse (28). Si casos como éste son más que sólo alucinaciones, podrían implicar el uso de fuerzas paranormales en lugar de aparatos físicos con alta tecnología.

Quienes se encuentran inmovilizados en dicha clase de sucesos pueden estar en un nivel de trance. John Keel asevera que un EC normalmente comienza con repentinos destellos de luz o sonoridades zumbantes o pitidos. La atención de los testigos entonces se remite a un pulso lumínico y parpadeante de enorme intensidad y a menudo se encuentran "arraigados" al lugar e incapaces de movimiento. La luz oscilante luego pasa por una serie de cambios en su color y comienza a formarse un objeto aparentemente físico como una máquina voladora inusual o entidad de algún tipo.

"El perceptor primero es 'arrobado' por la luz parpadeante y desde el momento en que siente parálisis pierde contacto con la realidad y comienza a alucinar. La luz sigue siendo tal, pero su mente construye algo más. La parálisis es una forma de hipnosis (...) Cuando sale del trance y mira su reloj comprueba que han pasado horas, aunque piensa haber mirado la luminosidad sólo por algunos segundos. 

En un 'milagro religioso' como el de Garabandal (España) en la década de 1960, la multitud rodeaba a los niños cuando asumían trance y conversaban con entidades que sólo ellos veían. A veces los chicos permanecían inmóviles durante horas, pero cuando salían de su estado pensaban que sólo transcurrieron pocos minutos" (29).

Keel añade que si por un lado las alucinaciones realmente forman parte del fenómeno EC, "una gran parte de nuestros datos descriptivos es completamente falsa e inútil" (30). Por otro lado, a buen seguro las alucinaciones por sí solas no pueden dar cuenta de los numerosos avistamientos por radar, fotografías y eventos de aterrizaje que producen huellas físicas.

Los testigos de EC suelen reportar que una variedad de eventos paranormales -especialmente poltergeist- comienzan a suceder luego de su avistamiento y a veces poco antes del mismo. Algunos desarrollan poderes psíquicos como telepatía y curación psíquica, mientras que otros aluden a una historia pasada de eventos sobrenaturales. Ciertas personas cuentan sobre visitas de siniestros "hombres de negro" que les amenazan en un intento de silenciarlas o vislumbran apariciones que esporádicamente las atacan (31). Además de estos individuos, algunos ufólogos afirman haber pasado por ocurrencias extrañas después de iniciado su estudio del fenómeno, incluidos avistajes de ovnis o secuestros, acoso de personas misteriosas y una amplia gama de hechos paranormales.

Se han llevado a cabo varias encuestas sobre el tipo de personas que informan acontecimientos con ovnis, y dado que las muestras tienden a ser bastante pequeñas los resultados han sido un tanto contradictorios. Sin embargo, un hallazgo común es que los experimentadores tienden a ser individuos mentalmente sanos sin síntomas neuróticos o psicóticos obvios, aunque pueden padecer mayores problemas asociados que la población general. Un estudio determinó que por lo general dichos testigos no eran más psicopatológicos, menos inteligentes o más propensos a la fantasía e hipnotizables que otras personas; sin embargo, quienes participaron en sucesos intensos con objetos sin identificar tienen más inclinación al ensueño y a mostrar una elevada certidumbre sobre los ovnis y fenómenos paranormales (32). 

Los experimentadores de ECs suelen ser psíquicos, aunque no siempre (33), y de acuerdo con un sondeo realizado por la organización británica BUFORA los testigos en esas instancias tienen una alta tasa de percepción extrasensorial (PES) auto-reportada, elevados índices de sueños con ovnis y verse "volando" -también informados por sí mismos- y evidencian inconstancia de estatus, es decir, ejercer trabajos no congruentes con su inteligencia o condición social. Los declarantes con esta característica sufrían graves dificultades para adaptarse a prácticamente todos los ámbitos cotidianos, ya fuese el matrimonio, la sociabilidad, los negocios o el campo profesional. Un número razonablemente alto de testigos informó haber tenido vivencias religiosas o místicas, pero propendieron a apartarse de la iglesia convencional (34). 

Kenneth Ring descubrió que si bien quienes experimentan ECs con ovnis y eventos cercanos a la muerte (ECM) no son especialmente proclives a la fantasía, muestran mayor sensibilidad a las realidades no ordinarias y sus habitantes, incluso durante la niñez. Ambos tipos de personas describen un amplio espectro de cambios psicofísicos duraderos luego de sus encuentros tales como alergias, fluctuaciones de estado anímico, desajustes en equipos eléctricos cercanos y habilidades paranormales y dones curativos (35). 

Ring también determinó que los testificantes sobre encuentros con ovnis o ECM, o aquéllos que simplemente se interesaron profundamente en esos aspectos, tendían a reconocer una diferencia positiva en sus vidas y hablan de tener un mayor aprecio hacia sí mismos y los demás, por el medio ambiente y el mundo en general, al tiempo que sienten un marcado cambio hacia el universalismo religioso. Asimismo son proclives a pensar que "fuerzas superiores" o una "inteligencia con propósito" están orquestando dichas experiencias y propulsan a la raza humana hacia un nivel de conciencia más espiritual (36). 

Por otro lado, los testigos de ECs a veces reaccionan de manera muy negativa respecto a lo que vivieron: pueden padecer enfermedades nerviosas, divorciarse, perder sus empleos o ir a la bancarrota; por ejemplo, tras un EC cierto profesor de secundaria en Virginia Occidental informó sobriamente a sus estudiantes que él era realmente un "venusino". Gran parte de las entidades vistas en esas instancias parecen practicar embaucamiento y fortalecen cualquier tendencia al autoengaño por parte de los experimentadores. Como señala John Keel, muchos de los "dioses" y otras entidades inusuales a lo largo de la historia han causado estragos similares en la gente (37). 


Referencias

1. Jacques Vallée, Confrontations: A scientist’s search for alien contact, London: Souvenir Press, 1990, p. 196.

2. John A. Keel, Strange Creatures from Time and Space, London: Sphere, 1979, p. 212-3.

3. Kevin Randle y Russ Estes, Faces of the Visitors: An illustrated reference to alien contact, New York: Fireside, 1997, p. 224-67.

4. Brad Steiger, Mysteries of Time and Space, West Chester, PA: Whitford Press, 1989, p. 206.

5. Jacques Vallée, Passport to Magonia: On UFOs, folklore, and parallel worlds, Chicago, IL: Contemporary Books, 1993 (1969), p. 233; Faces of the Visitors, p. 270. 

6. Jacques Vallée, Dimensions: A casebook of alien contact, New York: Ballantine Books, 1989, p. 61-2.

7. Passport to Magonia, p. 285.
8. Ibídem, p. 294.
9. Dimensions, p. 24-5; Confrontations, p. 107-11; Timothy Good, Beyond Top Secret: The worldwide UFO security threat, London: Sidgwick & Jackson, 1996, p. 111-2.

10. John A. Keel, The Mothman Prophecies, London: Hodder & Stoughton, 2002 (1975), p. 119-20, 127-8.

11. Patrick Huyghe, The Field Guide to Extraterrestrials, London: Hodder and Stoughton, 1997, p. 36-7.

12. Ibídem, p. 37 (ilustración por Harry Trumbore).
13. Confrontations, p. 113-20; The Field Guide to UFOs, p. 126-7.
14. Dimensions, p. 156-7.
15. Faces of the Visitors, p. 59-61.
16. Albert Rosales, "The strangest of the strange", The Anomalist, n° 12, 2006, p. 145-59; phantomsandmonsters.com.

17. http://ufocasebook.com/Voronezh.html.
18. Faces of the Visitors, p. 53.
19. Jacques Vallée, UFO Chronicles of the Soviet Union: A cosmic samizdat, New York: Ballantine Books, 1992, p. 44.

20. The Field Guide to Extraterrestrials, p. 52-3; UFO Chronicles of the Soviet Union, p. 41-61.

21. Richard L. Thompson, Alien Identities: Ancient insights into modern UFO phenomena, Alachua, FL: Govardhan Hill Publishing, 2da ed., 1995, p. 166. 

22. Michael Talbot, The Holographic Universe, New York: HarperPerennial, 1991, p. 278.

23. John Spencer, Gifts of the Gods? Are UFOs alien visitors or psychic phenomena?, London: Virgin, 1994, p. 186-8.

24. Ibídem, p. 328-9.
25. John A. Keel, Disneyland of the Gods, Lilburn, GA: IllumiNet, 1995, p. 140.
26. The Mothman Prophecies, p. 47.
27. Ibídem, p. 212, 273; Strange Creatures from Time and Space, p. 136, 159.
28. The Field Guide to Extraterrestrials, p. 38-9.
29. The Mothman Prophecies, p. 205, 207.
30. Strange Creatures from Time and Space, p. 197.
31. "Visitantes paranormales: desdibujando la realidad" (parte 9).
32. James R. Lewis (editor), The Gods Have Landed: New religions from other worlds, Albany, NY: State University of New York Press, 1995, p. 235; Charles F. Emmons, At the Threshold: UFOs, science and the new age, Mill Spring, NC: Wild Flower Press, 1997, p. 173-4.

33. Kenneth Ring, The Omega Project: Near-death experiences, UFO encounters, and mind at large, New York: William Morrow and Company, 1992, p. 114-5, 136-7.

34. Gifts of the Gods?, p. 167-8.
35. The Omega Project, p. 129, 137, 146-7, 156, 161.
36. Ibídem, p. 178-9, 183, 190.
37. Disneyland of the Gods, p. 146-7.

2 de febrero de 2022

Ovnis: la dimensión psíquica (5 de 10)

David Pratt
Octubre 2002, octubre 2013


Contenido:

05. Formas lumínicas y biológicas


05. Formas lumínicas y biológicas

La mayoría de los ovnis no representa más que luces brillantes, generalmente vistas a gran altura, y los científicos tienden a ignorar los resplandores nocturnos de mayor altitud debido a su estrecha asociación con la ufología. Los fenómenos de luz a bajo nivel han recibido más atención, aunque muchos son anómalos y siguen siendo poco conocidos (1).

Se piensa en ocasiones que los rayos globulares son un fenómeno luminoso de bajo nivel relacionado con objetos no identificados (2); sin embargo, los diámetros en estas manifestaciones tienen por lo general entre 10 a 40 cms., mientras que aquéllos de discos voladores pueden ser cientos de veces más grandes. Por lo común se asevera que dichas descargas esféricas consisten en bolas brillantes de plasma creadas por fuerzas electromagnéticas, pero nadie puede explicar de qué manera se forman y mantienen su aspecto, o cómo tanta energía se puede concentrar en un volumen tan pequeño. Este fenómeno es capaz de atravesar ventanas de vidrio sin romperlas e incluso aparecer dentro de un entorno blindado metálicamente tal como una aeronave, donde no se esperaría que sucediera en el caso de un efecto eléctrico directo. Además estas extrañas luces se mantienen en suspensión, flotan lánguidamente, caen a tierra, permanecen estacionarias o se mueven como si tuvieran un propósito, y por ratos parecen explorar una habitación con curiosidad cual si estuviese dirigida por una inteligencia. Otros fenómenos relacionados incluyen burbujas aéreas luminosas, "grandes conjuntos de esferas o pompas de colores que viajan al azar, de forma rápida y casi lúdica" (3), y así tras la puesta del Sol pueden convertirse en luminarias nocturnas.

En un caso durante 1954 cayó de las nubes cierta bola luminosa y similar al de una pelota de baloncesto, a unos seis metros frente al automóvil de un conductor. Rebotó tres veces y luego "detonó" en el siguiente instante que tocaba tierra. Curiosamente el motor dejó de andar y el coche se deslizó por inercia hasta detenerse, un suceso recurrente reportado en encuentros ovni, a la vez que continuaron precipitándose más objetos brillantes que botaban repetidamente como en cámara lenta (4).

En febrero de 1878 un joven de Osceola Township (Iowa) atravesaba unos campos y notó por delante una luz en movimiento a lo largo del camino, la cual "era mucho más grande que una linterna" y se acercaba, deteniéndose a pocos metros del testigo. El potente fulgor se elevó en el aire y luego volvió a descender, y el asustado hombre se devolvió a la casa de su vecino que acababa de salir, aún seguido por la luz. Otras dos personas se ofrecieron a acompañarlo hasta su domicilio y la luminosidad ya no era visible, pero reapareció de improviso siendo divisada por los tres individuos y no se aproximó tanto como antes, pero se desvaneció varias veces y se dejaba ver nuevamente en un lugar diferente. La luz también fue presenciada por otras personas en el vecindario (5).

Las formas similares a llamaradas y conocidas usualmente por nombres tales como "fuegos fatuos", "ignis fatuus" y "llamas de vela" constituyen otra clase de luces terrestres. En el folklore suelen interpretarse a modo de duendes errantes y perjudiciales que llevaban a los viajeros a su perdición o como precursores de muertes, y se cree que revolotean sobre tumbas recientes. La explicación estándar los atribuye a gases inflamados de manera espontánea (en gran medida metano) que escapan de terrenos pantanosos, pero esta teoría no funciona en muchos casos pues estas "llamas" se describen a menudo como frías. Los avistamientos de fuegos fatuos disminuyeron hacia fines del siglo XIX, mientras que las apariciones de ovnis han aumentado desde entonces, y al parecer el vocablo "ovni" se ha convertido en el cajón de sastre para fenómenos luminosos inusuales.

Otros fenómenos fulgurantes e inexplicables son las luces de terremotos y volcánicas, avistadas con frecuencia antes, durante o después de un sismo o erupción. Las del primer tipo presentan una amplia gama de formas tales como serpentinas y despliegues similares a auroras en el cielo, esferas de luz, brillos atmosféricos, destellos sobre laderas y relámpagos "lentos". En ocasiones dichas luminosidades se ven en o por encima del mar, algunas de las cuales pueden vincularse a terremotos submarinos. Otras instancias "refulgentes" y extraordinarias informadas por gente de mar, especialmente en el Océano Índico, incluyen grandes "ruedas" y "bandas de luz" que se extienden sin hacer ruido sobre el océano, pero los científicos prefieren ignorar estas misteriosas presencias (6).

Entre noviembre de 1990 y julio de 1992 en Gulf Breeze (Florida, EE.UU.) hubo casi 170 avistamientos de luces y "anillos" fulgurosos en movimiento por el cielo nocturno, como también ítemes centelleantes, con cambio de color y a veces pulsantes. Muchos de esos avistajes involucraron a varios testigos y se obtuvieron numerosas fotos y grabaciones de vídeo. Durante un incidente de 1992 un proyector con un millón de candelas se encendió y apagó alternadamente a una forma luminosa, y en réplica ésta se tornó blanca y su propia tasa de pulsación cambió repentinamente de lento a rápido antes de desaparecer (7). 


Fig. 5.1. Arriba: luces aéreas fotografiadas por Ed Walters a las 19:30 h. del 4 de febrero de 1991 en Gulf Breeze. Las formas se hallan aproximadamente a 90 mts. de distancia; la luz roja tiene entre 0,3 a 0,6 mts. de diámetro y el anillo verde aproximadamente 2,4 mts. en extensión. Debajo: luz voladora captada por Arthur Hufford hacia las 21:50 h. del 21 de junio de 1991, Gulf Breeze. La luz blanca y brillante -a más o menos un kilómetro de distancia- apareció durante ocho segundos, después adquirió un tono rojo y se apagó (8).

Las manifestaciones de luces terrenales son comunes en particular cerca de fallas geológicas activas. De acuerdo con la teoría de tensión tectónica desarrollada por investigadores como Paul Devereux y Michael Persinger, estas formas radiantes se generan principalmente por estrés o tensiones en la corteza terrestre, aunque se desconoce el mecanismo exacto (9). Se han recreado fenómenos similares de forma experimental a escala de laboratorio, y la evidencia contradice la teoría popular de que se trate de plasmas.

Fig. 5.2. Esta fotografía de dos bolas resplandecientes volando sobre Carleton Moor -cercana a Skipton, Inglaterra- fue tomada por el sargento de policía Tony Dodd a las 03:15 a.m. del 14 de marzo de 1983. Nótese cómo la luz superior ilumina la parte inferior en la nube baja. En el mismo sector se ha sabido de muchos fulgores misteriosos (10).

Fig. 5.3. Imagen notable capturada por David Kubrin en 1973. Tras visitar el monumento nacional Pinnacles de California, de pronto él y su esposa vieron una racha de luz justo por encima de los árboles, produciendo ondas de choque en el aire y luego se detuvo sin disminución de velocidad, como si tuviera ingravidez. Básicamente la luminosidad mostraba forma ovoide y puesto que se detuvo parecía ir en un giro, haciendo que el resplandor se disipara. La manifestación perdió su forma y se fusionó en cierta medida con el aire circundante. La fotografía fue tomada cuando comenzó la rotación y se aprecia un núcleo de luz áurea rodeada parcialmente por un destello luminoso contrastando con el oscurecimiento del cielo azul. Los Pinnacles son espectaculares picachos y columnas dentados similares a chapiteles; bajo ellos hay un intrincado sistema de cuevas y el sitio limita al este con la falla de San Andrés (11).

Las luminarias terrestres varían enormemente en tamaño y color y pueden cambiar de apariencia; también exhiben diversos tamaños que van desde pelotas de ping-pong a grandes extensiones, aunque es común compararlas a un balón de básquet. Por lo general son redondas o esféricas, pero con frecuencia se han descrito tubos, cigarros, rectángulos, diamantes, "renacuajos" o figuras de contornos irregulares, y a corta distancia se informa de una actividad interna "hormigueante" al interior de ellas. Los resplandores terrestres pueden generar sonoridades de varias clases, en particular zumbantes o silbidos. Las manifestaciones múltiples que se ven volando unidas pueden dividirse y combinarse mostrando movimientos aparentemente coordinados, y son divisadas con frecuencia surgiendo desde o desapareciendo en el suelo. A menudo rondan cuerpos hídricos como lagos y embalses, y en intervalos se aprecian brillando bajo la superficie del agua. Cuando flotan libremente, por lo general prefieren las proximidades de picos montañosos y cordilleras, techos de casas aisladas, afloramientos de roca, torres, antenas y otras construcciones puntiagudas o lugares apartados que tienden a funcionar como recolectores de carga. Esto podría indicar que tienen algún tipo de base electromagnética; sin embargo, con frecuencia la luz producida parece ser de naturaleza inusual y muy brillante, aunque definida y sin rayos.

Devereux piensa que las luces terrestres están en el borde mismo de la externalización física, lo que puede explicar por qué algunos resplandores se muestran en el radar y otros no. Las zonas geográficas en que brotan deben proporcionar una fuente de energía, probablemente electromagnética o gravitacional, lo que les permite inmiscuirse y circular en nuestro mundo material. Los mecanismos exactos que los generan son desconocidos, pero Devereux cree que representan "una manifestación de energía que es o bien una forma desconocida de electromagnetismo, o un orden completamente ignoto que interactúa y resuena de alguna forma con partes del espectro electromagnético". Se establece un paralelismo con el concepto chino del chi o la kurunba de los aborígenes australianos, "una fuente primaria de fuerza que sustenta la manifestación de los efectos energéticos y materiales en el mundo físico" (12). El autor también señala que frecuentemente las luminiscencias terrenas parecen mostrar inteligencia y responden a los movimientos y pensamientos de los observadores.

Devereux considera que en efecto la mayoría de objetos volantes no identificados corresponde a esta clase de luces, y se afirma que más del 40% de avistajes ovni se produce en o cerca de fallas geológicas que a su vez son lugares de variaciones eléctricas, magnéticas o gravimétricas. Cabe destacar que los poltergeist y otros eventos paranormales ocurren repetidas veces en vecindades inmediatas a los brotes de fulgores terrestres y durante el mismo período, y que tanto los ovnis como el fenómeno poltergeist parecen aumentar de manera significativa en momentos de alta actividad geomagnética global.

Sin embargo, la teoría de resplandores terrenos no esclarece todos los avistamientos de ovnis. Primero, éstos últimos también se observan en zonas sísmicamente inactivas; segundo, aunque las luces vistas en pleno día pueden lucir brillantes o metálicas y posiblemente tengan forma esférica, oval o discoide, por lo general las luminiscencias terrenales más grandes poseen varios metros en diámetro, mientras que algunos ovnis muestran un volumen mucho mayor; y tercero, si bien se ha conocido que las bolas energético-luminosas chamuscan follaje y dejan quemaduras y surcos en el suelo, los resplandores terrestres no explican los avistajes a corta distancia de artefactos grandes, estructurados y con gran peso que dejan huellas de aterrizaje correspondientes.

Para dar razón de encuentros cercanos con "alienígenas" e incluyendo secuestros, la teoría de tensión tectónica se ha ampliado con el concepto de alucinaciones inducidas de modo electromagnético. Nuestras percepciones del mundo son mediadas por patrones de operación electromagnética generadas en el cerebro, y cualquier estímulo que cause pautas similares de actividad encefálica puede generar experiencias que son tan convincentes como los eventos reales. Michael Persinger ha demostrado que la estimulación con electrodos de lóbulos temporales en el cerebro es susceptible de incitar una variedad de vivencias mentales muy perturbadoras que incluyen casi todos los elementos básicos de experiencias místicas, religiosas y de "visitantes" tales como encuentros con demonios, ángeles y hadas.

Persinger y Devereux sostienen que las fluctuaciones de energía generadas por líneas de falla no sólo pueden producir destellos terrestres sino también -y sobre todo a corta distancia- interactuar con el sistema nervioso humano, específicamente el lóbulo temporal del cerebro, generando alucinaciones de "encuentros con extraterrestres". Esto suele ocurrir cuando el testigo se encuentra en un nivel alterado de conciencia (por lo general durante horas de la madrugada) o en un período extenso de conducción cuando se estimulan la actividad en el hemisferio cerebral derecho e interrupciones de conciencia. Los pormenores del evento dependen de las creencias y expectativas de los individuos, la sensibilidad de sus lóbulos temporales y regiones límbicas, y la complejidad del campo electromagnético aplicado en el encéfalo (13). Existen numerosos relatos de personas que se toparon con dichas luces muy de cerca sin recibir ningún daño físico ni padecer efectos alucinógenos, pero Devereux sugiere que estas diferencias pueden depender de la frecuencia a la cual emana la energía de un resplandor.

La principal debilidad en esta teoría es que, si bien los campos electromagnéticos pueden provocar alucinaciones en el laboratorio, ningún campo aleatorio común y externo a un experimento bajo control pudo generar un continuo de pensamiento ordenado y lógico durante un encuentro cercano que dura aproximadamente una hora, incluyendo muchos detalles vinculantes en los recuerdos de diferentes testigos. Es muy posible que algunas de esas vivencias de primera mano o al menos ciertos elementos sean de tipo quimérico o imaginativo; sin embargo, es poco probable que los mecanismos que los inducen sean fuerzas físicas conocidas.

Kenneth Ring asevera que los encuentros extraordinarios pueden estar correlacionados con factores neurológicos tales como una inestabilidad del lóbulo temporal, y no son reducibles a ellos. Del mismo modo que un televisor no es en sí mismo la fuente para las imágenes que vemos en pantalla, el cerebro tampoco es capaz de generar nuestras experiencias y en su lugar puede servir para transmitirlas. Tomando esa posición, puede ser necesario que ocurra cierto estado neurológico antes de recibir ciertas imágenes e información, pero entonces dicha condición sería más como una "ventana" (incluso si ésta distorsiona la entrada en alguna forma) que una estación de señal en su propio derecho (14).

Otra teoría que se solapa con la de luces terrestres en cierta medida es que los ovnis son bioformas aéreas o "criaturas celestes". Mediante el uso de una cámara corriente cargada con película de infrarrojos, el conocido historiador de aviación Trevor Constable ha fotografiado formas de vida plasmáticas en la atmósfera que habitan el sector infrarrojo del espectro y normalmente son imperceptibles, cuya existencia ha sido verificada de modo independiente por investigadores en Europa y Estados Unidos. La mayoría son apariciones esféricas en forma de disco o cigarro, otros se ven como peces o serpientes y muchas se asemejan a organismos unicelulares gigantes-pulsantes o amebas. Constable cree que sólo algunos ovnis son criaturas vivas (o "bichos") y otros son artefactos diseñados y controlados en forma inteligente que se originan en ámbitos etéricos (15).

Este autor sostiene que bajo ciertas condiciones algunas bioformas aéreas pueden alterar su densidad y ser físicamente visibles. Su esencia etérea o naturaleza "plástica" les permite cambiar de aspecto, dividirse en dos y reunirse. También parecen trasladarse de forma pulsatoria, con expansión y contracción cíclicas mientras se mueven por el aire. En ocasiones recorren la atmósfera en bancos destellantes parecidos a cardúmenes, y su comportamiento sugiere que poseen un bajo grado de inteligencia. Se les ha visto "jugar" alrededor de yunques cumuliformes y alas de aviones; van al paso de aeronaves y cazas de combate como hacen los delfines con embarcaciones; hay quienes las presenciaron persiguiéndose unas a otras por el cielo de modo juguetón y tienden a tomar acciones evasivas si los humanos se acercan demasiado. Las criaturas que Constable ha fotografiado habitan en la zona fronteriza etérica -entre los niveles físico y astral- o se originan en los reinos astrales y son formas de vida elementales que cambian de forma.


Fig. 5.4. Estas fotos muestran la misma entidad análoga a una ameba gigante con núcleos, nucléolos y vacuolas. Era invisible a simple vista y se captó con película infrarroja el 25 de agosto de 1957 en el desierto californiano de Mojave. El fondo es negro porque el filtro utilizado por el lente de la cámara absorbe la radiación del cielo azul (16).

Fig. 5.5. Este "bicho" invisible fue fotografiado en Thousand Palms, California, en mayo de 1975 por Diana, la hija de Constable, entonces de 11 años y quien era extremadamente sensible a esa edad por cuanto fue entrenada para tomar imágenes de objetos percibidos en forma etérica. La cámara estaba equipada con un filtro 18A y una película infrarroja de alta velocidad. En la parte inferior derecha puede verse un "rompenubes", inventado por Wilhelm Reich con propósitos de ingeniería climática (17).

Fig. 5.6. Estos plasmoides invisibles están entre los muchos que se fotografiaron en horas de la noche cerca de Génova, Italia, en enero de 1981. De improviso los detectores infrarrojos/magnéticos y otros instrumentos enloquecieron y los investigadores operaron sus cámaras de inmediato, a pesar de que nada era visible a simple vista. Las varias imágenes obtenidas muestran estas extrañas formas etéreas azules y blancas que caen desde el cénit y rodan por la ladera, rozando en la extensión de hierba y entre los coches, equipos e investigadores (18).

El radar proporciona otro medio para detectar ovnis invisibles, incluyendo "bichos". Este instrumento emite ráfagas de microondas que son reflejados de vuelta por lo que se interpone en su "camino". Dichas emisiones se encuentran entre las ondas de radio y la radiación infrarroja, y ésta se ubica un poco más allá de la parte roja del espectro visible. La tecnología de radar se perfeccionó durante la Segunda Guerra Mundial y se utilizó para detectar aviones enemigos y naves antes que se hicieran evidentes a simple vista, pero a veces hubo objetivos detectados por radar que permanecían invisibles incluso cuando estaban tan próximos que debieron haberse percibido directamente.

Durante la guerra se produjo un suceso conocido como el "incidente Nansei-shoto". Dos portaaviones estadounidenses patrullaban la zona sur de Okinawa en el Pacífico Norte y sus radares mostraron un gran punto de luz aproximándose desde el noreste, que se suponía era una flota enemiga estimada entre 200 y 300 unidades. A una distancia de 160 kms. se determinó que su velocidad era cercana a las 700 millas/hora, más rápido que cualquier avión conocido en el mundo para entonces. Fueron enviados todos los aviones estadounidenses disponibles hacia el grupo que se acercaba, y a pesar de la excelente visibilidad los pilotos de combate no vieron nada incluso cuando el radar les mostró que permanecían directamente por encima de la "fuerza atacante". El "enemigo" seguía llegando hacia el grupo de trabajo que se preparaba para un ataque inminente. La formación misteriosa voló sobre la flota, pero el equipo nunca vislumbró nada excepto un cielo azul y vacío (19).

Desde entonces han acontecido muchos episodios similares. Estos objetos invisibles son conocidos oficialmente como "propagación de anomalías de radar", "ecos espurios", "fantasmas de radar" o "ángeles". Constable sostiene que se utilizan múltiples nociones de "escapatoria" para justificarlos tales como bandadas de pájaros, bolsas de gas caliente y nubes de insectos, y cree que varios de ellos representan criaturas vivientes desconocidas.

El radar puede tener efectos curiosos sobre algunos ovnis. Por ejemplo, dos oficiales de la armada informaron haber presenciado dos ítemes sin identificar que huyeron a toda prisa al momento de tropezar con un campo fuerte de radar, y los ovnis rebotaron fuera del haz del instrumento como pelotas de goma que chocan con una pared, lo cual parece ser la respuesta de algo vivo a un estímulo desagradable. Otro incidente similar ocurrió durante 1950 en un promontorio de New Jersey cuando el gobierno fue notificado sobre observaciones de ovnis en reiteradas ocasiones, y se trajeron tres torres de radar montados en camiones. Un oficial explicó que el instrumental hizo "tambalear" los objetivos y esperaba derribar uno si podía conseguir que se dirigieran suficientes haces contra dicho cuerpo a corta distancia. Más tarde el radar hizo que los discos se bambolearan, pero no se pudo abatirlos pues se alejaron y los camiones fueron retirados a los pocos días. Un patrón de comportamiento básico en animales es el regreso periódico a ciertas áreas tales como fuentes hídricas. Los radares son incapaces de hacer que ningún avión conocido experimente "vacilaciones", pero los poderosos haces de energía electrónica pulsada que irradian pueden estimular e incluso quemar tejido vivo (20).

Las siguientes instancias muestran que puede existir una amplia variedad de formas lumínicas vivas y otras criaturas atmosféricas.

En septiembre de 1891 una extraña forma de vida aérea, acéfala y oblonga fue avistada sobre Crawfordsville, Indiana, con 6 mts. de largo y 2,4 de ancho y se propulsaba con varios pares de aletas. Dos hombres junto con un pastor metodista y su esposa observaron que rodeaba una casa, desapareciendo hacia el este por corto tiempo y luego regresó. La criatura se manifestó otra vez la noche siguiente y los centenares de residentes constataron su violento aleteo como también un "ojo" de tono escarlata llameante. La presencia "se retorció como si estuviera agónica" y generaba un "sonido quejumbroso y resollante" cuando de elevaba a 90 mts. En un momento dado se precipitó sobre una banda de curiosos que juraron haber sentido su "aliento caliente" (21).

En 1925 Don Wood y otro estadounidense aterrizaron en un avión biplaza sobre Flat Mesa, cerca de Battle Mountain en el desierto de Nevada. Mientras caminaban sobre la parte superior notaron algo llegando a tierra, de apariencia redonda y plana como un platillo, de unos 2 mts. en ancho con una parte inferior de color rojizo y se detuvo en seco a 9 mts. de distancia. Los testigos se acercaron y vieron que era un "animal" como jamás habían presenciado, pues exhibía un cuerpo análogo a mica, pero sin ojos o piernas visibles; estaba herido y cuando respiraba su fragmento superior subía y bajaba creando un agujero de 15 cms. alrededor de sí como una almeja que se abre y cierra. Mostraba un trozo faltante a un lado de su orilla de donde emanó una espuma con aspecto metálico. Tras un descanso de 20 minutos comenzó a pulsar nuevamente y aumentó su brillantez excepto donde estaba dañada y trató de levantarse, pero se dejó caer una vez más.

De repente los hombres vieron aproximarse un "animal" mucho más grande con 9 mts. de ancho y se ubicó por encima del pequeño con cuatro lenguas semejantes a ventosas; luego se hizo demasiado deslumbrante a la vista y ambas criaturas se elevaron para huir en un segundo a una velocidad estimada de 1.000 millas/hora y dejaron atrás un hedor horrible. El material espumoso de la pequeña entidad parecía alambre de aluminio fino, y había más sustancia delicada y análoga en un rastro circular de igual amplitud al del "ser"; finalmente dicho material se derritió con el Sol. Don Wood no publicó este incidente hasta 1959 al pensar que nadie le creería y señaló que el "animal" más grande aparecía como una luz de 9 mts. si era divisada por la noche (22).

En agosto de 1927 el artista, filósofo y explorador Nicholas Roerich y otros miembros de su comitiva divisaron un enorme y radiante objeto ovoide -del cual un costado brillaba al Sol- a elevada altura sobre el Altai-Himalaya. Fue seguido a través de prismáticos cuando voló hacia el sur a gran rapidez y luego cambió de dirección antes de desaparecer en el cielo azul intenso. Un lama budista aseveró que ese ítem era un signo de la fuerza protectora de Shambhala, un legendario reino espiritual al que se hace referencia en tradiciones orientales (23).

Durante la ascensión en 1933 al monte Everest el escalador Frank Smythe divisó dos objetos con aspecto curioso flotando en el cielo y parecidos a globos-cometa, pero uno tenía lo que semejaban ser alas con poco desarrollo y agazapadas, y el otro una protuberancia análoga a un pico aviar. Smythe se encontraba a una altitud de 8.400 mts. y los "visitantes" se cernían a 120 mts. por debajo; se veían muy oscuros y parecían latir lentamente. Otras expediciones al Himalaya en las décadas de 1920 y 1930 informaron haber atestiguado "discos plateados gigantescos" y "una tetera voladora", pero los "expertos" desestimaron estas historias como "alucinaciones" creadas por la gran altitud. La gente local, por el contrario, sostenía que este tipo de cuerpos aéreos siempre recorría rutas regulares sobre las montañas y los consideraban manifestaciones religiosas (24).

El área circundante a Darjeeling en las estribaciones del Himalaya (extremo noreste de India) parece ser una guarida de luces terrestres. Casi a principios del siglo XX y durante una noche algunos visitantes extranjeros caminaban en torno a un jardín de flores al momento de reparar en una luz similar a la de linternas y que bajaba por el camino. A continuación aquélla voló por otra parte de la colina cubriendo entre dos a tres minutos una distancia que a un humano común le llevaría al menos media hora. Se les dijo que era uno de los "chota-admis" ("hombres pequeños") que vivían bajo tierra y sólo salían de noche cuando iban a caminar o flotaban en la periferia con linternas; de igual modo nunca permitían que alguien se acercara a ellos o de lo contrario la persona desaparecía inesperadamente, y quienes los presenciaban podrían enfermar e incluso morir (25). En varias ocasiones posteriores los testigos vieron luces idénticas que revoloteaban las serranías.

Algunos años más tarde el erudito budista tibetano Lama Angarika Govinda vio similares resplandores terrestres y deslizándose por las montañas mientras se hallaba en Gangtok, capital de Sikkim, a unos 50 kms. de Darjeeling. Su anfitrión el Maharajá dijo que las luces no eran de origen humano, podrían alzarse en el aire a una velocidad inalcanzable y la gente de su país les consideraba una especie de espíritu (26).

El pico quíntuple de Wu Tai Shan al norte de China es un lugar sagrado para tibetanos, mongoles y chinos; asimismo estos picachos y todos los templos circundantes revisten sacralidad para Manjushri, el bodhisattva de sabiduría y virtud. En la formación más austral se construyó una torre específicamente para observar las "luces bodhisattva" que siempre se materializaban entre la medianoche y las 02:00 horas. En 1937 se permitió presenciarlas a un grupo de visitantes europeos y éstos vieron innumerables bolas esponjosas e ígneas de color naranja con movimiento tranquilo y majestuoso en el espacio, "verdaderamente una manifestación apropiada de divinidad" (27).

Las así llamadas "luces asustadoras" [spooklights, similares a la ilustración derecha] se aparecen con frecuencia alrededor de Marfa, Texas. En marzo de 1973 una pareja de geólogos vio dos fulgores que se movían rápidamente al noreste, casi en ángulo recto con respecto a la carretera en que conducían. La primera luminaria se ralentizó cerca del camino, lo cruzó a menos de 300 mts. enfrente del coche y a un metro sobre el terreno para continuar con rumbo este donde pareció fusionarse con un tercer resplandor. La segunda luz siguió aproximadamente el mismo trayecto que la primera, pero de modo más lento. Los geólogos trataron de moverse subrepticiamente hacia ella en el coche con las luces apagadas, pero el objetivo se apartó y mantuvo en medio de la carretera, y los testigos tuvieron la impresión de que sabía exactamente dónde estaban y se "atrevió" a perseguirlos. La intensidad de la luz disminuía a medida que ralentizaba y permaneció en un sólo lugar. Su tamaño era más o menos la mitad de una pelota de baloncesto y el color asemejaba al de una bombilla incandescente. Tras unos 30 segundos se desplazó hacia el este para unirse a las otras luces y entonces todas desaparecieron (28).

En el noreste de Oklahoma se producen avistamientos frecuentes de fenómenos luminosos conocidos como la "luz asustadora triestatal" o "avispón". Algunos de esos resplandores han demostrado ser faros refractados de automóviles, pero muchos siguen sin explicación. En una oportunidad 10 a 15 personas estaban observando un "avispón triestatal" cuando de improviso apareció a unos 10 mts. de distancia en medio de la carretera, y su porte era comparable al de un balón de básquet, exhibía tonos naranja-amarillo, aspecto palpitante y rodaba lentamente por el suelo. Los espectadores atónitos se quedaron muy tranquilos pues no deseaban ahuyentar la manifestación, pero de repente algunos vehículos tras ellos avanzaron haciendo crujir la grava del camino con tal de obtener una mejor vista. La luz reaccionó elevándose hasta unos 3 mts., se dividió en dos secciones y huyeron disparadas al bosque en ambas direcciones a la vez (29).

El 29 de julio de 1947 y cinco semanas posteriores a su famoso avistamiento que marcó el comienzo de la "época ovni" moderna, Kenneth Arnold tenía una segunda experiencia homóloga. Mientras aterrizaba en La Grande (Oregón) para repostar el avión fue confrontado por "una bandada que parecía de patos", excepto que eran de color cobrizo y tenía de 1 a 1,5 mts. en extensión. Había varias docenas de ellos e iban directamente hacia él, pero finalmente se desviaron y cuando el testigo se internó en el grupo las "aves" subieron vertiginosamente dejándolo solo. En 1952 Arnold vio estos ovnis de nuevo y captó una película de ellos. Dos volaban bajo él en el monte Lassen; uno parecía sólido, pero podían apreciarse los pinos a través del otro, y después el aviador llegó a la conclusión de que muchos platillos voladores eran seres vivos en lugar de "naves espaciales" con pernos y tuercas (30). La Fuerza Aérea de Estados Unidos estaba al tanto de que fueron divisados algunos objetos luminosos no identificados y pulsantes que pasaban zumbando por sus aviones a altitudes elevadas, y en abril de 1949 publicó la hipótesis de que algunas de estas manifestaciones podrían tratarse de "animales extraños".

Una mañana estival de 1975 un profesor de ciencias neoyorquino estaba a punto de entrar en su vehículo cuando se percató de una nube negra, con dimensiones comparables al de una pelota de básquet y flotando por encima de su domicilio. La "entidad" se movía hacia atrás y adelante, cambiando de forma desde una pequeña masa globular a un ovoide más grande, y finalmente asumió una apariencia multicurvada, oscura y vaporosa con una altura de 1,8 mts. y 45 cms. en ancho. El hombre continuó observando con incredulidad a medida que los acontecimientos tomaron un giro aún más extraño. Entonces la nube pareció inhalar, frunció sus "labios" y disparó una corriente de agua hacia él y el auto, empapando a ambos. Luego de un minuto el chorro se detuvo y el objeto se desvaneció al instante. Más tarde una prueba de pH confirmó que la precipitación era simplemente agua, y así este evento hace pensar en la broma de un elemental travieso (31). 

En la primavera de 1951 y mientras un grupo de soldados estadounidenses preparaba una embestida contra un pueblo coreano, se acercó a ellos un ovni con apariencia de disco brillante. Uno de los militares le disparó con balas perforantes y escuchó que los proyectiles golpeaban contra algo metálico y el blanco "se volvió loco" moviéndose de forma errática y sus luces parpadeaban de vez en cuando. Luego los hombres oyeron un ruido similar al de un generador a máxima potencia y fueron barridos por una especie de rayo que les produjo sensaciones de ardor y hormigueo. Tres días más tarde tuvieron que ser evacuados en ambulancia ya que se sentían demasiado débiles para caminar (32).

Con frecuencia se reporta que los impactos balísticos a ovnis y también humanoides suenan como si chocaran contra metal, pero esto podría significar que la materia etérica fisicalizada puede asumir propiedades metalizantes en lugar de dérmica o muscular. Esta idea parece ser respaldada por el "cuerpo similar a mica" y la "espuma fibrosa" asociados con las criaturas vistas por Don Wood sobre Flat Mesa.

El 11 de abril de 1980 un piloto de la Fuerza Aérea peruana recibió órdenes de interceptar un ovni que inicialmente flotaba en el espacio aéreo restringido. Al principio se pensó que podría ser un globo, pero demostró capacidad de maniobrar lejos del piloto a velocidades supersónicas. El militar describió al ítem como metálico y circular, de 9 mts. en diámetro y no mostraba accesorios de aviación típicos. Se dispararon 64 rondas de 30 mm contra el "intruso", y aunque muchos de los tiros llegaron a aquél no evidenció daños visibles. Las balas no rebotaron en el blanco, sino que más bien parecía absorberlas (33).

A mediados de 1964 una forma de vida "metálica" comenzó a aparecer en Rio Vista, California. Los informes describieron su figura como un cigarro, con aproximadamente 1,5 mts. en diámetro y entre 3,6 a 4,5 de largo; su brillo era rojizo y se desplazaba en silencio. El 22 de septiembre de 1965 unas 300 a 400 personas en la oscuridad se hallaban sobre cierta colina y alrededor de una torre hídrica donde generalmente se divisaba esta aparición, la cual se manifestó y fue vista flotando o moviéndose lento a unos 40 ó 60 mts. por encima de los árboles o en la parte superior de dicha construcción. Unos jóvenes premunidos de rifles calibre .22 dispararon al objeto una noche; los proyectiles provocaron un sonido "metálico" y el cuerpo volador mostró una llamarada de color rojo fulgente por un instante (34).

En el norte de Queensland, Australia, hubo informes que aludían a "nidos-platillo". Una mañana de enero de 1966 un granjero en las vecindades de Tully conducía un tractor cerca de una laguna y se sorprendió al avistar un gran disco que ascendía súbitamente entre los juncos a 23 metros de distancia. El "artefacto" se elevó hasta unos 18 mts., luego osciló levemente hacia un lado y desapareció con rapidez en dirección suroeste. Entre las cañas el agricultor encontró una zona aplanada y circular con unos 9 mts. en diámetro al interior de un crecimiento vegetal denso e intacto. Los tallos aplanados estaban distribuidos radialmente y en sentido antihorario, mientras que los juncos fueron arrancados desde la parte inferior de suerte que toda la masa flotaba en la superficie del agua. Hacia el anochecer las superficies superiores de las plantas aplanadas se tornaron de color marrón. Posteriormente fueron encontrados más nidos en la misma zona y también se han descubierto en otras partes del mundo (35).

En numerosos incidentes se percibe este aplanamiento significativo de forma antihoraria en las cañas como evidencia del movimiento análogo y energético en torno a ovnis discoidales. Los tifones muestran un desplazamiento contrario a las agujas del reloj y levantan millones de toneladas de agua a medida que pasa por el océano. Trevor Constable cree que los ovnis auto-levitados hacen uso de la misma energía etérica u orgónica, y de esta forma el alto potencial homónimo asociado con la "criatura" de Tully retira la carga de orgón en las cañas bajo ellas y las tira desde la raíz. El color café en el borde superior de los vegetales aplastados podría ser consecuencia del torbellino plasmático en torno a estas apariciones.

Los "nidos-ovni" de Queensland se parecen mucho más a una zona de albergue para criaturas vivas que a un apostadero de "seres espaciales". El anidamiento de dichos objetos en el agua y en medio de juncos recuerda a organismos voladores como gansos y patos; asimismo, cuando esos ítemes emprenden vuelo ante el paso ruidoso de un tractor es una reminiscencia de aves de caza asustadas. En la misma zona de Queensland se observó un cuerpo discoidal que navegaba al paso de un avión a gran altura y también hay ovnis que han acompañado de manera similar a aviones, bombarderos y cazas de combate en todo el mundo. Comúnmente las aves marinas siguen a barcos en el mar y a menudo los acompañan durante cientos de millas.

En enero de 1958 un australiano de 21 años sufrió la persecución de un objeto en forma de cúpula que emitía un haz luminoso y estrecho hacia el suelo. Tuvo tanto miedo que condujo a casa con un neumático medio reventado y fue seguido durante 5 kms. por el "invasor" que estaba a 50 metros de distancia y a 10 sobre el terreno. El objeto provocó interferencias de radio y alcanzó el coche a más de 100 kilómetros por hora (36). Frecuentemente se informa de rayos refulgentes que salen de ovnis y no necesariamente significa que sean vehículos aéreos; en cambio, ciertas formas de vida podrían estar "sondeando" a los observadores.

También las luces intermitentes no tienen por qué aludir a máquinas voladoras y estructuradas. En octubre de 1973 un oficial de policía en Mississippi percibió un ítem brillante con figura de trompo y luces centelleantes que flotaba lentamente, el cual se cernió sobre una instalación de energía eléctrica y emitió silbidos análogos a sopletes. El testigo lo siguió por varios kilómetros, luego se acercó y el motor, las luces y la radio del auto no respondieron. El objeto partió y tras 15 minutos el vehículo y el equipo radial retomaron su funcionamiento. El oficial se topó otra vez con el "visitante" notando que se posicionaba cabeza abajo, y acto seguido se esfumó rápidamente (37). Muchos ovnis parecen ser atraídos a centrales y líneas eléctricas, transmisores de radio, altos hornos, luces de calles y fuentes de energía similares (38).

En 1982 y mientras conducían de Los Ángeles a San Francisco, Keith Boyer y un amigo divisaron cierta esfera compuesta por una serie de luces que se fusionaban y rotaban unas dentro de otras, y circundada por una niebla difusa; tenía unos 15 mts. de ancho y parecía ser una entidad viviente. El "nuevo acompañante" había estado rondando a cerca de 30 mts. sobre el suelo, pero luego comenzó a descender y devino incómodamente brillante con una mezcla de intensos tonos azules, verdes, amarillos y rojos. En algún momento un rayo de luz desde el objeto alcanzó al auto, y luego de un apagón Boyer recuerda que él ya no conducía, sino su amigo, y balbuceaban entre sí en una lengua desconocida. Tras un lapso de 10 a 15 minutos el extraño estado mental desapareció poco a poco (39).

Igualmente los ovnis rectangulares o "chupas" avistados en el noreste de Brasil y que a menudo emiten rayos luminosos y paralizan personas podrían ser criaturas antes que "naves", ¡pues durante varias oportunidades la población local ha perseguido "chupas" gritando y golpeando cacerolas! (40).

Una pareja estadounidense se topó con un ovni resplandeciente y posado sobre un pequeño grupo de árboles en Lone Pine, California. La zona iluminada siguió creciendo para cubrir buena parte de la entidad y luego se contrajo a un ritmo que coincidía con la tasa de respiración en los observadores. Entonces la forma de luz se inclinó y de repente salió a toda velocidad sin generar sonido alguno, recorriendo una distancia de 16 kms. en cuestión de segundos; a medida que lo hacía los árboles se inclinaban con ella en lugar de sacudirse hacia atrás. La pareja condujo al desierto y se quedó bajo el objeto durante hora y media. Una especie de niebla pesada salió de aberturas en sus lados; los testigos percibieron que los observaba y fueron impregnados por "un sentimiento de reverencia, belleza y humildad". Cuando el hombre se preparaba para tomar una fotografía, la entidad aceleró hacia la derecha y se disparó en modo ascendente (41).

Existen varios informes de ovnis que en apariencia responden directamente a pensamientos de los testificantes. En 1950 un avión de la marina de guerra estadounidense sobre Corea fue seguido por dos "no identificados" que viajaban a velocidades de hasta 1.200 millas por hora. Tenían aspecto argénteo-espejado y una luz roja en derredor. El radar en la aeronave indicaba 1,5 millas entre los objetos y los aviones cuando de repente los primeros parecieron detenerse, retroceder y comenzar un movimiento tembloroso. En el momento en que se preparaban las armas de fuego el radar se salió de control; se hizo un intento para llamar al portaaviones en diferentes frecuencias, pero en cada ocasión el canal fue bloqueado por un extraño zumbido (42).

Una noche durante 1990 cierto chamán peruano llevó a un grupo de occidentales a un lago donde presenciaron numerosos objetos iluminados que salían de él y entraban en el agua, y volaron por el cielo en forma de zigzag. Cuando Sherry Steiger solicitó mentalmente que uno de los resplandores se partiera en dos, la luz respondió a su petitorio. Luego instó a que el fulgor se uniera y desplazara a izquierda o derecha, remontara y descendiera, a todo lo cual el objeto reaccionó en consecuencia. Emergieron más bolas de luz desde el lago, y animados por el éxito de Sherry otros miembros de la comitiva entablaron su propia comunicación con estas incandescencias y obtuvieron resultados similares. Los aldeanos describen esos brillos como "espíritus de antepasados", "ángeles" o "antiguos" (43). 

Además se conocen muchos relatos de objetos no reconocidos que imitan el comportamiento humano. En múltiples casos se han dirigido luces de alta potencia hacia cuerpos resplandecientes que parpadearon como respuesta en secuencias similares. A las 22:30 horas del 14 de abril de 1991 una mujer joven en Oklahoma avistó un ítem plateado muy grande, con una luz roja y "'antena" en la parte superior, como también "ventanas" y filas de luces azules y rojas. La testigo se sentía rebosar de felicidad, pero al mismo tiempo lloraba de susto; comenzó a saltar y por alguna razón ejecutó dos pasos a la izquierda y el "receptor" respondió marcando igual movimiento. Ella pensó en lo maravilloso del contexto y se movió dos veces a la derecha y el objeto replicó haciendo lo mismo, todo lo cual se repitió varias veces (44), ¡y es evidente que estas payasadas no son lo que cabría esperar de una nave espacial extraterrestre!


Referencias

1. William R. Corliss (comp.), Remarkable Luminous Phenomena in Nature, Glen Arm, MD: Sourcebook Project, 2001, p. 278-330.

2. Ibídem, p. 82-163.
3. Ibídem, p. 185-9.
4. William R. Corliss (editor), Science Frontiers, n° 141, 2002, p. 3-4.
5. Jacques Vallée y Chris Aubeck, Wonders in the Sky: Unexplained aerial objects from antiquity to modern times and their impact on human culture, history, and beliefs, New York: Jeremy P. Tarcher/Penguin, 2009, p. 345-6.

6. Remarkable Luminous Phenomena in Nature, p. 331-84.
7. Bruce Maccabee, www.brumac.8k.com/GulfBreeze/Bubba/GBBUBBA.html; Bruce Maccabee, "Analysis and discussion of the May 18, 1992 UFO sighting in Gulf Breeze, Florida", Journal of Scientific Exploration, v. 7, 1993, p. 241-57 (p. 242).

8. www.brumac.8k.com/GulfBreeze/Bubba/GBBUBBA.html.
9. Paul Devereux, Earth Lights Revelation: UFOs and mystery lightform phenomena, London: Blandford, 1990; Paul Devereux, "Earth lights & UFOs", 1997, http://tech.groups.yahoo.com/group/ufonet/message/6602.

10. Earth Lights Revelation, p. 113-4, lámina 15.
11. Ibídem, p. 120-1, lámina 20.
12. Ibídem, p. 204.
13. Michael Persinger, "The UFO experience: a normal correlate of human brain function", en: David M. Jacobs (editor), UFOs and Abductions: Challenging the borders of knowledge, Lawrence, KS: University Press of Kansas, 2000, p. 262-302.

14. Kenneth Ring, The Omega Project: Near-death experiences, UFO encounters, and mind at large, New York: William Morrow and Company, 1992, p. 216.

15. Trevor J. Constable, The Cosmic Pulse of Life: The revolutionary biological power behind UFOs, Garberville, CA: Borderland Sciences Research Foundation, 2da ed., 1990.

16. Ibídem, p. 397-8.
17. Ibídem, p. 419.
18. Ibídem, p. 448.
19. Ibídem, p. 9-11.
20. Ibídem, p. 118-9.
21. Jerome Clark, Unexplained! 347 strange sightings, incredible occurrences, and puzzling physical phenomena, Detroit, MI: Visible Ink Press, 1993, p. 78-9.

22. The Cosmic Pulse of Life, p. 108-11.
23. Nicholas Roerich, Altai-Himalaya: A travel diary, Kempton, IL: Adventures Unlimited Press, 2001 (1929), p. 361-2; Nicholas Roerich, Shambhala: In search of the new era, Rochester, VE: Inner Traditions, 1990 (1930), p. 6-7, 244.

24. The Cosmic Pulse of Life, p. 105-7; John A. Keel, Strange Creatures from Time and Space, London: Sphere, 1979, p. 66-7.

25. Earth Lights Revelation, p. 147-8.
26. Ibídem, p. 148.
27. Ibídem, p. 155; http://sacredsites.com/asia/china/sacred_mountains.html.
28. Earth Lights Revelation, p. 117-8.
29. Remarkable Luminous Phenomena in Nature, p. 303.
30. Dennis Stacy y Patrick Huyghe, The Field Guide to UFOs: A classification of various unidentified aerial phenomena based on eyewitness accounts, New York: Quill, 2000, p. 10.

31. Unexplained!, p. 69.
32. Richard L. Thompson, Alien Identities: Ancient insights into modern UFO phenomena, Alachua, FL: Govardhan Hill Publishing, 2da ed., 1995, p. 325-6.

33. John B. Alexander, UFOs: Myths, conspiracies, and realities, New York: Thomas Dunne Books, 2011, p. 179.

34. The Cosmic Pulse of Life, p. 116-7.
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36. Jacques Vallée, Passport to Magonia: On UFOs, folklore, and parallel worlds, Chicago, IL: Contemporary Books, 1993 (1969), p. 270.

37. Alien Identities, p. 218-9.
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39. The Field Guide to UFOs, p. 130-1.
40. Jacques Vallée, Confrontations: A scientist’s search for alien contact, London: Souvenir Press, 1990, p. 224.

41. Brad Steiger, Mysteries of Time and Space, West Chester, PA: Whitford Press, 1989, p. 124-6.

42. Alien Identities, p. 89-90, 100-1.
43. Brad Steiger y Sherry Hansen Steiger, Real Aliens, Space Beings, and Creatures from Other Worlds, Detroit: Visible Ink, 2011, p. 260-1.

44. Charles F. Emmons, At the Threshold: UFOs, science and the new age, Mill Spring, NC: Wild Flower Press, 1997, p. 8-9.