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24 de febrero de 2022

Gravedad y antigravedad (4 de 8)

David Pratt
Febrero de 2001, última revisión octubre de 2019


Contenido:

-Giroscopios: Newton en un espín


Giroscopios: Newton en un espín

Aparentemente los volantes o giroscopios pueden producir efectos de "antigravedad". En 1989 los científicos japoneses H. Hayasaka y S. Tackeuchi informaron en un periódico general que un giroscopio que giraba sobre un eje vertical en el vacío experimentaba una pequeña pérdida de peso directamente proporcional a la velocidad de rotación. El efecto se observó sólo para la rotación en el sentido horario (visto desde arriba en su laboratorio del hemisferio norte), pero la anomalía fue sepultada bajo una avalancha de críticas apresuradas y esfuerzos fallidos para reproducir el experimento (1). En 1997 el equipo de Hayasaka reportó un experimento que confirmó sus hallazgos anteriores: cuando un giroscopio se dejó caer 1,60 mts. en el vacío y entre dos rayos láser, tomó 1/25.000 segundos más para precipitarse en esta distancia cuando giraba a 18.000 r.p.m. en el sentido de las agujas del reloj (visto desde arriba), correspondiente a una reducción de peso de una parte en 7.000 (2).

Si un volante o un giroscopio se hace precesionar de manera forzada* se pueden producir pérdidas de peso muy importantes. El profesor de ingeniería eléctrica Eric Laithwaite (fallecido en 1997) hizo una demostración en el Colegio Imperial de Ciencia y Tecnología de Londres con un volante de 8 kg. en un eje de soporte de 2,7 kg. que apenas podía levantar del suelo con el brazo derecho. Después que el volante de inercia se forzara a precesionar, pudo levantarlo sin esfuerzo en su dedo meñique aplicando una fuerza menor a 1 kg. En otro ensayo un niño fue atado a una pértiga en un plato giratorio y se le entregó un eje de 1 metro, en cuyo extremo había un giroscopio giratorio de 20,4 kg. Cuando se aceleró la plataforma giratoria, el giro dio vueltas en el aire tan fácilmente como si el niño estuviera abriendo un paraguas, y cuando el giroscopio desaceleró se dirigió al suelo. En cualquier dirección en que se moviera este giro el niño podía apoyarlo sin problemas. Otro efecto notable es que si se coloca un lápiz vertical en la trayectoria del eje de un volante de inercia se puede detener el movimiento precesional del artefacto sin que surja ninguna fuerza lateral sobre el lápiz; en otras palabras, el volante produce poca o ninguna fuerza centrífuga.

*"Fuerza precesional" refiere a que el giroscopio está hecho para precesionar más rápido de lo que surge de la acción gravitatoria normal. "Precesión" significa, por ejemplo, que mientras el extremo de un eje se mantiene firme con la mano, el cabo que lleva el volante giratorio traza un círculo de modo que el eje arrastra un cono.

Fig. 2.5. Una de las demostraciones de giroscopio por Eric Laithwaite. La parte superior está girando a 2.000 r.p.m. y sube muy rápidamente por un camino helicoidal (3).

Dado que no existe una teoría aceptada para explicar este fenómeno, la mayoría de los científicos ha tendido a ignorarlo o a intentar desacreditarlo. Laithwaite fue excluido por la institucionalidad científica, especialmente tras usar una conferencia ante la Royal Institution en 1974 para demostrar que un giroscopio precesionado por la fuerza se vuelve más ligero y produce una fuerza de elevación sin ninguna injerencia reactiva de contrapeso, en claro desafío a la tercera ley de movimiento newtoniana. La Royal Institution se incomodó y por primera vez en 200 años la conferencia invitada no se publicó, y a Laithwaite se le negó la beca de la Royal Society. Continuó experimentando con una variedad de plataformas giroscópicas complejas y creyó haber descubierto un nuevo sistema de propulsión sin empuje conocido como "transferencia de masa", por el cual se otorgaron dos patentes.

Varios otros inventores como Sandy Kidd y Scott Strachan han construido dispositivos de propulsión giroscópicos que desarrollan un empuje sin reacción. Kidd recibió respaldo financiero temporal de una compañía australiana (hasta que quebró) y British Aerospace, y sus prototipos mostraron una pequeña fuerza anómala bajo rigurosas pruebas independientes. Continuó desarrollando sus dispositivos afirmando que podían producir 7 kilos de empuje (4).

Harold Aspden argumentó que se produce una fuerza lineal fuera de equilibrio al trazar la energía de giro del volante, de modo que la conservación de la energía aún se mantiene. Explica el fenómeno en términos de su modelo físico de éter: el giro de éste último desacopla el volante del flujo de partículas etéricas que normalmente le dan peso (5) y su teoría también puede esclarecer la cantidad de elevación medida en los experimentos del giroscopio japonés. Si esta idea es correcta, sería más exacto decir que los giroscopios pueden producir "desgravitación" o "neutralización de peso" en lugar de antigravedad en el sentido estricto de la palabra.


Referencias

Blindaje de gravedad

1. Q. Majorana, "On gravitation. Theoretical and experimental researches", Phil. Mag., v. 39, 1920, p. 488-504; Q. Majorana, "Sur l’absorption de la gravitation", Comptes Rendus de l’académie des Sciences, v. 173, 1921, p. 478-9; Q. Majorana, "Quelques recherches sur l’absorption de la gravitation par la matière", Journal de Physique et le Radium, I, 1930, p. 314-24; Matthew R. Edwards (ed.), Pushing Gravity: New perspectives on Le Sage’s theory of gravitation, Montreal, Quebec: Apeiron, 2002, p. 219-38, 259-66.

2. Tom Van Flandern, "Possible new properties of gravity", Astrophysics and Space Science, v. 244, 1996, p. 249-61.

3. Héctor A. Múnera (ed.), Should the Laws of Gravitation Be Reconsidered? The scientific legacy of Maurice Allais, Montreal: Apeiron, 2011.

4. M.F.C. Allais, "Should the laws of gravitation be reconsidered?" (partes 1 y 2), Aero/Space Engineering, v. 18, septiembre de 1959, p. 46-52 y v. 18, octubre de 1959, p. 51-5, allais.maurice.free.fr/English/media10-1.htm; allais.info.

5. G.T. Jeverdan, G.I. Rusu y V. Antonescu, "Expérience à l’aide du pendule de Foucault pendant l’éclipse du soleil du 15 fevrier 1961", Science et Foi, v. 15, 1999, p. 36-44.

6. E.J. Saxl, "An electrically charged torque pendulum", Nature, v. 203, 1964, p. 136-8; E.J. Saxl y M. Allen, "1970 solar eclipse as 'seen' by a torsion pendulum", Physical Review D, v. 3, 1971, p. 823-5; Journal of Scientific Exploration (scientificexploration.org), 10:2, p. 269-79 y 10:3, p. 413-16, 1996.

7. Gary C. Vezzoli, "Gravitational data during the syzygy of May 18, 2001 and related studies", Infinite Energy (infinite-energy.com), 9:53, 2004, p. 18-27.

8. Qian-shen Wang et al., "Precise measurement of gravity variations during a total solar eclipse", Physical Review D., v. 62, 2000, 041101, arxiv.org; Xin-She Yang y Qian-Shen Wang, "Gravity anomaly during the Mohe total solar eclipse and new constraint on gravitational shielding parameter", Astrophysics and Space Science, v. 282, 2002, p. 245-53, eclipse2006.boun.edu.tr.

9. Shu-wen Zhou, "Abnormal physical phenomena observed when the sun, moon, and earth are aligned", 21st Century Science and Technology, invierno 1999, p. 55-61.

10. D. Olenici y S. Olenici-Craciunescu, "Short history of our research into Allais’s and Jeverdan-Rusu-Antonescu’s effects", en Múnera, Should the Laws of Gravitation Be Reconsidered?, p. 207-22.

11. A.F. Pugach y D. Olenici, "Observations of correlated behavior of two light torsion balances and a paraconical pendulum in separate locations during the solar eclipse of January 26th, 2009", Advances in Astronomy, v. 2012, 263818, 2012, hindawi.com/journals/aa/2012/263818.

12. D. Olenici y A. Pugach, "Precise underground observations of the partial solar eclipse of 1 June 2011 using a Foucault pendulum and a very light torsion balance", International Journal of Astronomy and Astrophysics, v. 2, n° 4, 2012, p. 204-9, file.scirp.org.

13. D. Olenici, A.F. Pugach, I. Cosovanu, C. Lesanu, J.-B. Deloly, D. Vorobyov, A. Delets y S.-B. Olenici-Craciunescu, "Syzygy effects studies performed simultaneously with Foucault pendulums and torsinds during the solar eclipses of 13 November 2012 and 10 May 2013", International Journal of Astronomy and Astrophysics, v. 4, n° 1, 2014, p. 39-53, file.scirp.org.

14. Chris P. Duif, "A review of conventional explanations of anomalous observations during solar eclipses", 2004, arxiv.org; Chris P. Duif, "Conventional explanations of anomalous observations during solar eclipses", en Múnera, Should the Laws of Gravitation Be Reconsidered?, p. 265-82; Govert Schilling, "Shadow over gravity", New Scientist, 27 de noviembre de 2004, p. 28-31.

15. Pugach y Olenici, "Observations of correlated behavior of two light torsion balances and a paraconical pendulum in separate locations during the solar eclipse of January 26th, 2009"; D. Olenici et al., "Syzygy effects studies performed simultaneously with Foucault pendulums and torsinds during the solar eclipses of 13 November 2012 and 10 May 2013".

16. Miles Mathis, "The Allais effect and Majorana", milesmathis.com.
17. E.E. Podkletnov, "Weak gravitation shielding properties of composite bulk YBa2Cu3O7-x superconductor below 70 K under e.m. field", 1997, arxiv.org.

18. Edwards, Pushing Gravity, p. 315.
19. Marc G. Millis, "Prospects for breakthrough propulsion from physics", 2004, lerc.nasa.gov.

20. Mathis, "The Allais effect and Majorana".

 
Gravedad y electromagnetismo

1. E.J. Saxl, "An electrically charged torque pendulum", Nature, v. 203, 1964, p. 136-8; Maurice Allais, "The action of a magnetic field on the motion of a pendulum", 21st Century Science and Technology, verano 2002, p. 34-40.

2. "The Home of Primordial Energy" (Bruce DePalma), depalma.pair.com; Jeane Manning, The Coming Energy Revolution: The search for free energy, NY: Avery, 1996, p. 82-6.

3. Rho Sigma (Rolf Schaffranke), Ether-Technology: A rational approach to gravity control, Lakemont, GA: CSA Printing & Bindery, 1977, p. 73-82, 87-8, 108; John Davidson, The Secret of the Creative Vacuum, Saffron Walden, Essex: Daniel Company, 1989, p. 200-16; "The Searl Effect", searleffect.com.

4. V.V. Roschin y S.M. Godin, "Experimental research of the magnetic-gravity effects", rexresearch.com.

5. P.A. Murad, M.J. Boardman, J.E. Brandenburg, J. McCabe y W. Mitzen, "The Morningstar Energy Box – an unusual electromagnetic device", 2012, americanantigravity.com; "Paul Murad’s Searl Effect Generator", americanantigravity.com.

6. The Coming Energy Revolution, p. 74-6; Thomas E. Bearden, Energy from the Vacuum, Santa Barbara, CA: Cheniere Press, 2002, p. 305-21, 436-8, 455, 459-464, 502-3.

7. Mark A. Solis, "The Hutchison effect – an explanation", geocities.com; "The Hutchison effect", americanantigravity.com.

8. Nick Cook, The Hunt for Zero Point, London: Arrow, 2002, p. 377-87.
9. Ibídem, p. 342.
10. Dan A. Davidson, "Free energy, gravity and the aether", 1997, keelynet.com; Dan A. Davidson, Shape Power, Sierra Vista, AR: RIVAS, 1997, p. 98-104.

11. "Eugene Podkletnov on antigravity" (entrevista), americanantigravity.com; E. Podkletnov y G. Modanese, "Impulse gravity generator based on charged YBa2Cu3O7-x superconductor with composite crystal structure", 2001, arxiv.org; E. Podkletnov y G. Modanese, "Investigation of high voltage discharges in low pressure gases through large ceramic superconducting electrodes", Journal of Low Temperature Physics, v. 132, n° 3, 2003, p. 239-259, springer.com; E. Podkletnov y G. Modanese, "Study of light interaction with gravity impulses and measurements of the speed of gravity impulses", en Giovanni Modanese y Glen A. Robertson, Gravity-Superconductors Interactions: Theory and experiment, Bentham Science Publishers, 2012, p. 169-82, eurekaselect.com; Paul A. LaViolette, Secrets of Antigravity Propulsion: Tesla, UFOs, and classified aerospace technology, Rochester, VE: Bear & Company, 2008, p. 165-89.

12. Eugene F. Mallove, "A matter of gravity", Infinite Energy, 8:45, 2002, p. 6-8, infinite-energy.com; aetherometry.com/mallove_letter2.html; "The New Aetherometric Technologies", aetherenergy.com.

13. Davidson, "Free energy, gravity and the aether".

 
Efecto Biefeld-Brown

1. Paul A. LaViolette, Secrets of Antigravity Propulsion: Tesla, UFOs, and classified aerospace technology, Rochester, VE: Bear & Company, 2008, capítulos 1-3; Paul A. LaViolette, Subquantum Kinetics: A systems approach to physics and cosmology, Alexandria, VA: Starlane Publications, 2a edición, 2003, p. 243-59 (etheric.com); Rho Sigma (Rolf Schaffranke), Ether-Technology: A rational approach to gravity control, Lakemont, GA: CSA Printing & Bindery, 1977, p. 25-49.

2. Secrets of Antigravity Propulsion, p. 50-1; Intel, "Towards flight – without stress or strain or weight", Interavia, 23 de marzo de 1956; reimpreso en Thomas Valone (ed.), Electrogravitics II, Washington, DC: Integrity Research Institute, 2004, p. 77-83.

3. T.T. Brown, "Project Winterhaven – For Joint Services R&D Contract", octubre de 1952, revisado enero de 1953, reimpreso en Thomas Valone (ed.), Electrogravitics Systems: Reports on a new propulsion methodology, Washington, DC: Integrity Research Institute, 1999, p. 102-14.

4. Gravity Research Group (Special Weapons Study Unit), "Electrogravitics systems: an examination of electrostatic motion, dynamic counterbary and barycentric control", Aviation Studies (International) Ltd., Report GRG-013/56, febrero de 1956; reimpreso en Electrogravitics Systems, p. 11-44.

5. Paulo N. Correa y Alexandra N. Correa, The Gravitational Aether, Part II: Gravitational aetherometry (5), Concord: Akronos Publishing, 2005, monografía AS3-II.7, p. 43-4 (aetherometry.com).

6. Paulo N. Correa y Alexandra N. Correa, The Gravitational Aether, Part II: Gravitational aetherometry (6), Concord: Akronos Publishing, 2006, monografía AS3-II.8, p. 43.

7. Paul LaViolette, "The U.S. antigravity squadron", en Electrogravitics Systems, p. 82-101 (p. 85); ver Secrets of Antigravity Propulsion, p. 142-64.

8. Secrets of Antigravity Propulsion, p. 100-1.
9. "The U.S. antigravity squadron", p. 82.
10. Nick Cook, The Hunt for Zero Point, London: Arrow, 2002, p. 194-200.
11. Secrets of Antigravity Propulsion, capítulos 7-9.
12. Thomas B. Bahder y Chris Fazi, "Force on an asymmetric capacitor", Infinite Energy, 9:50, 2003, p. 34-44, jlnlabs.imars.com.

13. Takaaki Musha, "The possibility of strong coupling between electricity and gravitation", Infinite Energy, 9:53, 2004, p. 61-4.

14. Infinite Energy, 8:45, 2002, p. 6-8, 13-31, infinite-energy.com; Jean-Louis Naudin, jnaudin.free.fr.

15. Gravitec Inc, foldedspace.com/corporate.html; Blaze Labs Research, blazelabs.com.

16. The Gravitational Aether, Part II: Gravitational aetherometry (5).

 
Giroscopios: Newton en un giro

1. H. Hayasaka y S. Tackeuchi, "Anomalous weight reduction on a gyroscope’s right rotations around the vertical axis on the earth", Physical Review Letters, 63:25, 1989, p. 2701-4; Gary C. Vezzoli, "Gravitational data during the syzygy of May 18, 2001 and related studies", Infinite Energy (infinite-energy.com), 9:53, 2004, p. 18-27 (p. 18).

2. H. Hayasaka et al., "Possibility for the existence of anti-gravity: evidence from a free-fall experiment using a spinning gyro", Speculations in Science and Technology, v. 20, 1997, p. 173-81; keelynet.com.

3. Alex Jones, Electronics & Wireless World, 93, 1987, p. 64.
4. Davidson, The Secret of the Creative Vacuum, p. 258-274; gyroscopes.org; Sandy Kidd, Beyond 2001: The laws of physics revolutionised, London: Sidgwick & Jackson, 1990.

5. H. Aspden, "The theory of antigravity", Physics Essays, 4:1, 1991, p. 13-19, en Harold Aspden, Aether Science Papers, Southampton: Sabberton Publications, 1996, parte 2, p. 69, informe n° 13; H. Aspden, "Anti-gravity electronics", Electronics & Wireless World, enero de 1989, p. 29-31.

Gravedad y antigravedad (3 de 8)

David Pratt
Febrero de 2001, última revisión octubre de 2019


Contenido: 

-Efecto Biefeld-Brown


Efecto Biefeld-Brown

Comúnmente se afirma que el campo de la electrografía fue iniciado por el físico e inventor Thomas Townsend Brown (1905-1985). El tradicional "efecto Biefeld-Brown" se refiere a su descubrimiento de que un condensador eléctrico* que utiliza un material dieléctrico pesado y de alta carga acumulada entre sus placas se mueve en la dirección de su polo positivo cuando es suministrado con decenas de miles a cientos de miles de voltios. Townsend encontró que el efecto es más elevado cuanto mayor son el voltaje y la masa del material dieléctrico, e inicialmente atribuyó esta fuerza a un campo de gravedad artificial inducido de forma electrostática que actuaba entre las placas del capacitor (1).

*Los condensadores son artefactos que almacenan carga eléctrica en el espacio entre dos electrodos separados y de carga opuesta. Su capacidad para acopiar energía eléctrica se puede aumentar considerablemente al insertar un material dieléctrico sólido en el espacio que separa los electrodos. Los dieléctricos son materiales que son malos conductores de electricidad (por ejemplo, la cerámica).

En 1952 un mayor general de la Fuerza Aérea presenció una demostración en que Brown hizo volar un par de planos aerodinámicos de 16 cms. y suspendidos de extremos opuestos en un brazo giratorio (figura 2.2). Cuando se electrificaron con 50.000 voltios circularon a una velocidad de 19 kms. por hora; sin embargo, más tarde en ese mismo año un investigador en la Oficina de Investigación Naval escribió un informe señalando que los discos fueron propulsados por presión de iones negativos que golpeaban el electrodo positivo (viento iónico) en lugar de modificar la gravedad. En torno a 1953 o 1954 Brown realizó una demostración en Pearl Harbor para varios almirantes, usando discos de un metro en diámetro y sobre esto Paul LaViolette escribe:

"Impulsados por un potencial de 150 kilovoltios, los discos volaban en un recorrido de 15 mts. de diámetro a una velocidad tan impresionante que el tema se consideró como altamente clasificado. La velocidad puede haber superado los 160 kms. por hora porque la edición de la revista aeronáutica suiza Interavia (mayo de 1956) declaró que los discos podían alcanzar una rapidez de varios cientos de kms./hora cuando eran cargados con varios cientos de kilovoltios" (2).

No existen pruebas sólidas de que el trabajo de Brown fuese "altamente clasificado" o que cualquier demostración alcanzara velocidades de 160 kms./hora o superiores. Además, tales aceleramientos son minúsculos dado que en 1956 se habían construido motores iónicos que lograron velocidades de escape efectivas a 18.100 kms./hora. Brown pensó que sus discos podrían llegar por sobre los 1.930 kms./hora (3), pero un informe de inteligencia en 1956 titulado "Electrogravitics Systems" declaró que un interceptor en forma de platillo capaz de conseguir 3.200 kms./hora (Mach 3) y según lo propuesto por Brown "requeriría diez o más años de desarrollo intensivo" (4). 

Fig. 2.2. Disposición del disco volador electrocinético de Brown (patente n° 2.949.550, 16 de agosto de 1960).

Entre 1955-1956 Brown realizó pruebas en cámara de vacío que en su opinión mostraban que sus dispositivos continuaron experimentando un empuje incluso en ausencia de viento iónico, pero como explican los Correa y admitió el propio Brown "uno no puede ignorar el empuje iónico en los dispositivos de vacío" (5). Para 1958 este inventor había desarrollado un modelo de platillo con forma de cúpula de 40 cms. en diámetro que cuando era activado con 50 a 250 mil voltios se elevaba y flotaba en el aire, al tiempo que soportaba una masa adicional equivalente al 10% de su peso. Sin embargo, no hay evidencia convincente de que el trabajo posterior de Brown tuviera algo que ver con la antigravedad, y los Correa argumentan que realmente se hallaba trabajando en "un motor iónico con características de cohete arcjet y que por lo tanto pertenece a la clase electrodinámica" (6).

LaViolette, por otro lado, piensa que el trabajo de Brown apoya su propia teoría de que las cargas negativas -como los electrones- generan un campo antigravedad (sección 3) y escribe:

"Los discos de Brown se cargaron con alto voltaje positivo en un cable que corría a lo largo de su borde anterior y un alto voltaje negativo en otro cable por su orilla posterior. A medida que los cables ionizaban el aire a su alrededor se formaba una densa nube de iones positivos frente a la nave y otra de iones negativos tras el artefacto. La investigación de Brown indicó -como las placas cargadas de sus condensadores- que estas nubes iónicas indujeron una fuerza gravitacional dirigida en la dirección de menos a más, y a medida que el disco avanzaba en respuesta a su campo de gravedad autogenerado, llevaría consigo sus nubes de iones positivos y negativos con su gradiente de electrogravedad asociado. En consecuencia, los discos montarían su onda gravitatoria en avance como los surfistas se suben a una ola en el océano" (7).

En sus experimentos con platillos electrocinéticos en que los electrodos positivo y negativo son de diferentes tamaños, Brown descubrió que el aparato siempre producía un empuje hacia su electrodo más grande e independiente de la polaridad, aunque el impulso era mayor cuando el electrodo más grande era positivo. LaViolette interpreta esto diciendo que "la fuerza electrogravítica está siendo superada por el empuje electrostático desequilibrado que depende de la geometría del campo en lugar de la polaridad de la placa" (8).

Hacia mediados de los años '50 más de 10 compañías aeronáuticas importantes participaron de manera activa en investigación electrogravítica y desde entonces no se ha dado publicidad a ningún trabajo sobre electro-antigravedad que haya llevado a cabo el ejército estadounidense. Es muy posible que los intentos de lograr la antigravedad terminaran en un fracaso total; LaViolette, sin embargo, especula que la tecnología electrogravítica desarrollada en secreto se ha utilizado en el B-2 Stealth Bomber para proporcionar un modo auxiliar de propulsión. Su postura se basa en la revelación de que el B-2 carga electrostáticamente tanto el borde delantero del fuselaje en forma de ala como su corriente por chorro de escape a un voltaje elevado:

"Los iones positivos que se emiten desde el borde anterior de su ala producirían una vaina de iones parabólicos con carga positiva por delante de la nave, mientras que los iones negativos inyectados en su flujo de escape establecerían una carga negativa, espacial y trasera con una diferencia potencial de más de 15 millones de voltios (...) [Esto] establecería un campo de gravedad artificial que induciría una fuerza sin reacción en el aparato en la dirección del polo positivo. Un accionamiento electrogravítico de este tipo podría permitir que el B-2 funcione con una eficiencia de propulsión over-unity [producir más energía de la recibida] cuando navega a velocidades supersónicas" (9). 

Fig. 2.3. El B-2 Stealth Bomber. Cada avión cuesta más de dos mil millones de dólares.

Los pilotos e ingenieros del B-2 han ridiculizado abiertamente las especulaciones de LaViolette, pues la explicación oficial es que el hecho de envolver al B-2 en un escudo de electricidad estática está diseñado para reducir su firma de radar y térmica y hacer que sea ultra-sigiloso. Algunos escritores han dicho que también reduce la resistencia del aire en la nave y por lo tanto mejora su sustentación, pero esto se logra aerodinámicamente en lugar de forma electrogravítica (10).

LaViolette piensa que las fuerzas armadas estadounidenses tienen varios tipos de aparatos impulsados en parte por electrografía y se dice que un modelo vuela al dirigir un intenso haz de microondas hacia el suelo, una tecnología que cree se ha desarrollado en secreto desde principios de los años cincuenta. Al igual que muchos investigadores, asevera que la nave militar secreta explica algunos avistamientos de ovnis (11).

La naturaleza del efecto Biefeld-Brown (B-B) continúa generando controversia y de acuerdo con la versión clásica de B-B la mayor fuerza en un condensador asimétrico (donde los dos electrodos son de diferente tamaño) se da en una dirección desde el electrodo negativo (más grande) hacia el positivo (más pequeño). En el Laboratorio de Investigación del Ejército de EE.UU. Thomas Bahder y Chris Fazi han verificado que cuando se aplica un voltaje elevado de aproximadamente 30.000 voltios a un condensador asimétrico (en forma de un "elevador") éste último experimenta una fuerza neta hacia el electrodo menor, pero encontraron que dicha incidencia es independiente de la polaridad en la tensión aplicada.

Bahder y Fazi calculan que la contribución del viento iónico es al menos de tres órdenes de magnitud demasiado pequeña para explicar todo el efecto y dicen que se necesita más trabajo experimental y teórico para encontrar una explicación. No creen que el efecto B-B tenga relación con la antigravedad o que demuestre una interacción entre gravedad y electromagnetismo (12). Bahder sospecha que los campos eléctricos asimétricos creados por un condensador homólogo conducen a un flujo de carga iónica alrededor de aquél y la fuerza de reacción reversa "lo impulsa" hacia adelante.

En 1996 un grupo de profesionales en el Instituto de Investigación y Desarrollo de Honda (Japón) realizó experimentos sobre el efecto B-B y también en este caso se creó un empuje ascensional (de modo que el condensador parecía perder peso) independiente de la polaridad del voltaje aplicado. Takaaki Musha aseveró que el efecto puede involucrar la generación de un nuevo campo gravitatorio al interior del átomo por un campo eléctrico de alto potencial, debido a una interacción entre la electricidad y la gravitación cuyo mecanismo aún no se comprende (13).

Se dice que el efecto B-B se demuestra con dispositivos ligeros y baratos conocidos como "elevadores" fabricados con papel de aluminio, madera de balsa y cable delgado que funcionan por una fuente de alimentación de alto voltaje con conexión a tierra (14), y cientos de investigadores independientes de todo el mundo han experimentado con estos dispositivos. El electrodo inferior y más grande es una cinta de papel aluminio estirada entre puntales de madera de balsa, mientras que el electrodo más pequeño es una extensión delgada de alambre que se ubica aproximadamente a 3 cms. por encima del papel aluminio. Cuando se aplica una carga de 30.000 voltios se oye un silbido y el artefacto se alza en el aire hasta donde le permite su atadura. También se produce un empuje cuando el elevador está orientado horizontalmente, lo que demuestra que el efecto no implica blindaje por gravedad. El aparato funciona independiente de si el terminal positivo o negativo está conectado al cable (electrodo principal), aunque el impulso es ligeramente mayor si se aplica un voltaje positivo.

Fig. 2.4.

La NASA afirma que el movimiento en las moléculas de aire ionizado de un electrodo a otro explica el efecto B-B y lo ha excluido en su búsqueda de nuevas y exóticas tecnologías propulsoras; entonces, la institución parece no saber nada sobre si una tecnología de electro-antigravedad basada en el efecto B-B realmente se ha utilizado en el B-2. Sin embargo, sí obtuvo una patente para una versión tubular del capacitor de propulsión asimétrica según Brown en 2002, aunque sin molestarse en mencionar el nombre del inventor. Tales dispositivos ciertamente crean un viento iónico ya que la brisa puede percibirse, aunque se necesitan pruebas más estrictas para determinar hasta qué punto el efecto persiste en el vacío pues los experimentos hasta la fecha no han sido concluyentes. Un ensayo de elevador realizado en la Universidad de Purdue dentro de un recinto vacío dio resultados positivos, pero las pruebas hechas por otros investigadores arrojaron conclusiones negativas (15) y a este respecto una consideración clave es la fuerza del vacío. En resumen, aún no se ha comprobado que el fenómeno del "elevador" involucre algo más que efectos electrostáticos y electrodinámicos.

En su propio análisis del efecto B-B (16), Paulo y Alexandra Correa comienzan destacando los resultados contradictorios que se han reportado. En el caso de un condensador asimétrico con el toldo orientado hacia arriba, Brown encontró que el capacitor se levanta si el toldo está cargado positiva o negativamente (y es más notorio si posee carga positiva), mientras que Bahnson (su compañero de trabajo) descubrió que el capacitor se alza sólo si el dosel está cargado positivamente y cae si tiene energía negativa. Brown también determinó que el capacitor se precipita si está al revés y el toldo está cargado negativamente, mientras que Bahder y Fazi informaron que un toldo orientado hacia abajo se levanta, ya sea que tenga carga negativa o positiva. Dado que la fuerza en el condensador es independiente de su orientación con respecto a la superficie de la Tierra, los Correa sostienen que no tiene nada que ver con el campo gravitacional planetario o el potencial eléctrico de la atmósfera terrestre; por lo tanto, el efecto B-B no es un efecto antigravedad y no demuestra una interacción entre gravedad y electromagnetismo. Basándose en sus propios experimentos sistemáticos, la pareja concluye que el efecto B-B original se ha confundido con fenómenos anómalos asociados con emisión de electrones y fuerzas de reacción catódicas, pero mientras estos científicos niegan que las cargas atrapadas en condensadores convencionales produzcan un efecto antigravedad y desechen las especulaciones de LaViolette, argumentan que el efecto B-B oculta un fenómeno antigravedad genuino relacionado con la repulsión entre cargas similares.

Gravedad y antigravedad (2 de 8)

David Pratt
Febrero de 2001, última revisión octubre de 2019


Contenidos: 
 
02. Blindaje, electrogravedad y antigravedad
-Blindaje de gravedad
-Gravedad y electromagnetismo


02. Blindaje, electrogravedad y antigravedad

Tanto la gravedad como el electromagnetismo obedecen a la ley del cuadrado inverso, es decir, su fuerza disminuye por el cuadrado de la distancia entre los sistemas interactuantes, pero en otros aspectos parecen ser muy diferentes. Por ejemplo, la fuerza gravitacional entre dos electrones es 42 órdenes de magnitud (1042) más débil que su repulsión eléctrica. La razón por la que las fuerzas electromagnéticas no superan completamente la gravedad en el mundo que nos rodea es que la mayoría de los objetos está compuesta por una cantidad igual de cargas eléctricas positivas y negativas cuyas fuerzas se anulan entre sí. Mientras que las fuerzas eléctricas y magnéticas son claramente bipolares, generalmente se asume que la gravedad es siempre atractiva, de modo que no se producen cancelaciones análogas.

Otra diferencia es que la presencia de materia puede modificar o proteger las fuerzas eléctricas/magnéticas y la radiación electromagnética, mientras que supuestamente no se ha medido ningún debilitamiento de la gravedad colocando materia entre dos cuerpos, y se supone que esto es cierto independiente del grosor de la materia en cuestión. Sin embargo, algunos experimentos han encontrado evidencia que puede interpretarse en términos de "blindaje gravitacional" o desviaciones en la ley de cuadrado inverso.


Blindaje de gravedad

Durante el transcurso de una larga serie de experimentos muy sensibles en la década de 1920, Quirino Majorana descubrió que el hecho de colocar mercurio o plomo bajo una esfera de plomo suspendida actuaba como pantalla y disminuía ligeramente el empuje gravitacional de la Tierra, aunque no se han realizado intentos para reproducir sus conclusiones utilizando las mismas técnicas experimentales. Otros investigadores han determinado desde otros datos que si existe la absorción gravitacional debe ser al menos cinco órdenes de magnitud más pequeña de lo que sugieren los experimentos de Majorana (1). Tom Van Flandern argumentó que las anomalías en los movimientos de ciertos satélites artificiales de la Tierra durante estaciones de eclipse pueden ser causadas por el blindaje de la gravedad solar (2).

Varios investigadores han detectado anomalías gravitacionales incompatibles con los modelos newtonianos y einsteinianos durante los eclipses solares, mientras que otros no han detectado tales irregularidades (3); sin embargo, la configuración experimental o las condiciones de eclipse son diferentes en cada caso. Durante los eclipses solares en 1954 y 1959 el físico Maurice Allais (1911-2010 y ganador del Premio Nobel de Economía en 1988) detectó alteraciones en el plano de oscilación (dirección de giro) en un péndulo paracónico (es decir, suspendido sobre una bola) lo cual se denominó "efecto Allais" (4). Durante el eclipse del 15 de febrero de 1961, Gheorghe Jeverdan, Gheorghe Rusu y Virgil Antonescu descubrieron que cambió el período de oscilación en un péndulo de Foucault, fenómeno ahora conocido "efecto Jeverdan-Rusu-Antonescu" (5). Por su parte, Erwin Saxl y Mildred Allen midieron variaciones significativas en el período de un péndulo de torsión durante un eclipse solar en 1970 y también detectaron variaciones inesperadas diarias y estacionales en dicho instrumento (6).

Se midió una anomalía similar utilizando un sistema de dos péndulos durante la alineación (sicigia) Tierra-Sol-Júpiter-Saturno en mayo de 2001 (7). Durante el eclipse solar total de 1997 un equipo chino realizó mediciones con un gravímetro de alta precisión, pero a diferencia de Allais halló una disminución de la gravedad terrestre; además, el efecto se produjo inmediatamente antes y después del eclipse, pero no en su ápice (8). En el curso de las observaciones realizadas desde 1987, Shu-wen Zhou y sus colaboradores confirmaron la aparición de una fuerza anómala de oscilación horizontal cuando el Sol, la Luna y la Tierra están alineados y demostraron que afecta el patrón de secuencia de gránulos en cristales, las longitudes espectrales de onda en átomos y moléculas y la velocidad en relojes atómicos (9).

Dimitrie Olenici y sus colegas percibieron diversas anormalidades durante eclipses solares/lunares y conjunciones, oposiciones y tránsitos de planetas, es decir, durante varios tipos de sicigias (10). El 26 de enero de 2009 dos torsinds (balanzas de torsión con discos ultraligeros) en Kiev (Ucrania) y un péndulo paracónico en Suceava (Rumania) mostraron alteraciones correlacionadas durante un eclipse solar, aunque no era visible en esos lugares sino sólo en el Océano Índico (11). Un péndulo de Foucault y una balanza de torsión instalados en una mina de sal abandonada en Cacica (Rumania) y donde estaban sujetos a una interferencia mínima, evidenciaron una respuesta clara al eclipse solar el 6 de enero de 2011 y nuevamente el evento no podía apreciarse desde esa ubicación geográfica (12). Durante los eclipses solares del 13 de noviembre de 2012 y 10 de mayo de 2013 se observó la rotación de un disco de torsind y se produjeron desviaciones en el plano y período de oscilación en un péndulo de Foucault (13).

Se han presentado diversas explicaciones convencionales para explicar las anomalías de gravedad durante los eclipses, como errores en instrumentos, efectos gravitatorios del aire más denso por enfriamiento de la atmósfera superior, perturbaciones sísmicas causadas por los analistas que se desplazan en y fuera de un lugar donde se observa un eclipse y la inclinación del terreno debido al enfriamiento, pero el físico Chris Duif sostiene que ninguna de ellas es convincente. Otra interpretación es que las irregularidades durante los eclipses solares se deben a que la gravedad del astro rey está blindada por la Luna, lo que resulta en un ligero aumento de la gravedad terrestre y Duif cree que el blindaje gravitacional tampoco puede explicar las observaciones ya que sería demasiado débil si es que existe (14).

Olenici y sus colaboradores argumentan que la gravedad no puede explicar las anomalías del péndulo porque el potencial gravitatorio crece lenta y suavemente en los días previos a un eclipse y luego disminuye de modo gradual sin variaciones repentinas. Además, los torsinds no son sensibles a los cambios en el potencial gravitatorio y el hecho de que las anomalías también se hayan medido a profundidad en una mina rumana indica que la radiación electromagnética tampoco está involucrada, y así el Sol parece irradiar un tipo desconocido de energía similar a un vórtice (15).

Miles Mathis propone que el campo "gravitacional" definido por la ecuación de Newton en realidad consiste en un campo compuesto que comprende un campo de gravedad atractivo y otro de tipo "electromagnético fundacional" y repulsivo (causado por el movimiento de los fotones que emanan de la Tierra), añadiendo que durante los eclipses solares el bloqueo parcial o completo del viento solar conduce a un aumento en el campo electromagnético y por lo tanto a una disminución aparente en la "gravedad", lo que explica muchas observaciones extrañas (16).

La evidencia posible sobre el "blindaje" de gravedad es proporcionada por experimentos reportados por Evgeny Podkletnov y sus compañeros de trabajo en la década de 1990. Cuando un superconductor cerámico fue levitado magnéticamente y girado a alta velocidad en presencia de un campo magnético externo, los objetos colocados sobre el disco giratorio cambiaron de peso*. Se obtuvieron reducciones de peso de 0,3 a 0,5% y cuando la velocidad de rotación se redujo lentamente de 5.000 revoluciones por minuto a 3.500, se logró una pérdida de peso máxima en aproximadamente el 2% por alrededor de 30 segundos (17). Se han registrado reducciones de peso al 5%, aunque no con iguales resultantes.

*El peso de un cuerpo es igual a su masa multiplicada por la aceleración gravitacional (W= mg). Estrictamente hablando, un objeto con una masa de 1 kg. pesa 9,8 newtons en la Tierra; no obstante, los pesos se dan comúnmente en kilogramos con la aceleración gravitatoria de 9,8 m/s2 en la superficie de la Tierra que se da por sentado. Si se reduce la fuerza de gravedad que actúa sobre un cuerpo también se atenúa su peso, mientras que su masa (en el sentido de "cantidad de materia") sigue siendo la misma. Consideremos que el peso aparente de un cuerpo cambiará si es acelerado por fuerzas no gravitacionales que se oponen o refuerzan la acción del campo gravitatorio local; por ejemplo, se puede usar una fuerza electrodinámica para cancelar la gravedad.

Otros investigadores han encontrado que el experimento de Podkletnov es extremadamente difícil de duplicar en su totalidad pues el autor no ha revelado el método para fabricar sus superconductores, pero las versiones reducidas han producido pequeños efectos del orden de una parte en 104 (18). Desde 1995 hasta 2002 el Centro Marshall de Vuelos Espaciales (NASA) intentó una réplica experimental completa de la configuración según Podkletnov, pero se quedó sin recursos; asimismo se completó una repetición con fondos privados en 2003, pero no encontró evidencia de una fuerza similar a la gravedad y entonces la NASA llegó a la conclusión de que este enfoque no era candidato viable para la propulsión por avance (19). En la teoría de Mathis, un superconductor enfría una pequeña parte de la atmósfera a casi el nivel cero, lo que permite que la Tierra emita el campo electromagnético al exterior para que se mueva más rápidamente a través de la atmósfera o algún objeto, de modo que el humo se eleva, los objetos parecen perder peso, etc. (20).


Gravedad y electromagnetismo

Varios resultados experimentales parecen apuntar a un vínculo entre el electromagnetismo y la gravedad. Por ejemplo, Erwin Saxl descubrió que cuando un péndulo de torsión estaba cargado positivamente demoraba más en girar su arco que cuando tenía carga negativa. Maurice Allais realizó experimentos en 1953 para investigar la acción de un campo magnético sobre el movimiento de un péndulo de vidrio oscilante al interior de un solenoide y concluyó que existía una conexión entre electromagnetismo y gravedad (1). Bruce DePalma realizó numerosos ensayos que demostraron que la rotación y los campos magnéticos giratorios pueden tener efectos gravitacionales e inerciales anómalos (2) y los experimentos de Podkletnov parecen confirmar esto.

Un investigador polémico en electrografía es John Searl, técnico inglés en electrónica (3). En 1949 descubrió que se inducía una pequeña tensión (o fuerza electromotriz) en objetos metálicos giratorios donde la carga negativa estaba en el exterior y la positiva alrededor del centro de rotación, razonando así que los electrones libres eran expulsados por la fuerza centrífuga dejando una carga positiva en el centro.

En 1952 construyó un generador de aproximadamente un metro de diámetro basado en este principio, y cuando se probó a la intemperie habría generado un poderoso efecto electrostático en objetos cercanos, acompañado de sonidos crepitantes y olor a ozono. El generador entonces se levantó del suelo mientras seguía acelerando y se elevó a una altura aproximada de 15 mts. rompiendo la conexión con el motor de arranque. Se detuvo brevemente a esa altura todavía acelerando y apareció un halo rosáceo a su alrededor, lo que indicaba ionización de la atmósfera circundante. También causó que los receptores de radio locales se encendieran por su propia cuenta y finalmente alcanzó otra velocidad de rotación crítica, ganando altitud con rapidez y desapareció de vista.

Fig. 2.1. Un disco de Searl.

Searl sostuvo que él y sus colegas posteriormente construyeron más de 50 versiones para su "disco de levedad" con varios tamaños y aprendieron cómo controlarlas; afirmó además haber sido perseguido por las autoridades, lo que resultó en un encarcelamiento injustificado y la mayor parte de su trabajo fue destruida, por cuanto tuvo que comenzar todo de nuevo. Según él, a principios de la década de 1970 uno de sus artefactos voló alrededor del mundo varias veces sin ser detectado, pero esto no contribuye en nada para aumentar su credibilidad.

Aunque este hombre ha sido descartado como "estafador", hay indicios de que el "efecto Searl" implica una anomalía genuina porque los científicos rusos V.V. Roschin y S.M. Godin realizaron un experimento con un generador tipo Searl que llamaron "convertidor de energía magnética", y observaron una reducción de peso del 35%, luminiscencia, olor a ozono, efectos anómalos de campo magnético y disminución de temperatura, concluyendo así que la física ortodoxa no puede explicar estos resultados sin el éter (4). El ingeniero aeroespacial Paul Murad y su equipo desarrollaron el "Morningstar Energy Box", una versión modificada de los dispositivos de Searl, Godin y Roshchin, verificando varios de los hallazgos por los rusos y asimismo detectaron pérdidas de peso transitorias de más del 35% (5). Debe tenerse en cuenta que separar las anomalías de gravedad genuinas de los artefactos electrodinámicos en tales experimentos no es una tarea fácil.

En la década de 1980 el ingeniero eléctrico Floyd Sweet desarrolló un dispositivo que consiste en un conjunto de imanes especialmente acondicionados y enrollados con cables, conocido como amplificador de tríodo de vacío (V.T.A.) que está diseñado para inducir oscilación en campos magnéticos. Pudo emitir mucha más energía de la que tomó, capturando energía del "vacío" (es decir, energía del éter). En un experimento perdió el 90% de su peso original antes de que el experimento se detuviera por razones de seguridad, y más tarde Sweet logró que el V.T.A. se moviera y acelerara en ascenso con la unidad atada. Se volvió muy paranoico tras un supuesto intento de asesinato y murió sin revelar todos los secretos de su invención (6).
 
El "efecto Hutchison" se refiere a una serie de fenómenos descubiertos accidentalmente por el inventor John Hutchison en 1979. Las influencias electromagnéticas desarrolladas por una combinación de equipos de energía eléctrica -entre ellos bobinas de Tesla- han producido levitación de objetos pesados (incluida una bola de cañón de 27 kgs.), fusión de materiales diferentes como metal y madera, calentamiento anómalo de metales sin quemar material adyacente, fractura metálica espontánea y cambios en la estructura cristalina y propiedades físicas de metales. Los efectos han sido bien documentados en películas o videos y han sido vistos muchas veces por científicos e ingenieros acreditados, pero son difíciles de reproducir de manera consistente (7).

En 1983 un equipo del Pentágono pasó varios meses investigando el efecto Hutchison y cuatro de los analistas se convencieron de que era real, mientras que el quinto simplemente descartó lo sucedido como "humo y espejismos". Se observaron muchos fenómenos; por ejemplo, una barra de molibdeno superfuerte se dobló en forma de S como si fuera metal blando; un trozo largo de acero con alto contenido de carbono se trituró en un extremo y transmutó en plomo en el otro; una pieza plástica de PVC desapareció en el aire; también trozos de madera se incrustaron en medio de piezas de aluminio y levitó todo tipo de objetos. Dos compañías aeroespaciales (Boeing y McDonnell Douglas) también analizaron el efecto Hutchison, pero el problema es su carácter aleatorio e imprevisible. De hecho, algunos investigadores piensan que es atribuible al menos en parte a los poderes psicoquinéticos inconscientes de Hutchison (8).

La pérdida de peso del 2% que Podkletnov dice haber logrado con su aparato superconductor es aproximadamente 10 mil millones de veces mayor que la permitida en la teoría de relatividad general. De modo extraoficial, Podkletnov afirmó que si los superconductores se rotan de 5 a 10 veces más rápido que la velocidad habitual de aproximadamente 5.000 r.p.m. el disco experimenta tanta pérdida de peso que despega (9). Joe Parr y Dan Davidson dicen que han medido pérdidas de peso de hasta un 50% en una pequeña "rueda de gravedad" con triángulos de cobre alrededor de la circunferencia, que se gira en un eje mediante un motor de alta velocidad entre imanes permanentes montados en cada lado (10).

Además de su trabajo en curso con superconductores rotativos, Podkletnov también llevó a cabo ensayos con superconductores estacionarios de alta temperatura, e informa que las descargas de un electrodo cerámico superconductante están acompañados por la emisión de un haz de fuerza que pasa a través de diferentes materiales sin una atenuación notable y ejerce una fuerza repulsiva que puede derribar objetos en el laboratorio e incluso crear agujeros en materiales sólidos. Se asemeja a un impulso gravitatorio, ya que es proporcional a la masa de los objetos e independiente de su composición. Los experimentos indican que el impulso viaja a aproximadamente 64 veces la velocidad de la luz y Podkletnov sostiene que también ha usado campos magnéticos giratorios para generar un efecto antigravedad sin superconductores (11).

Los científicos de éter Paulo y Alexandra Correa han demostrado que la gravedad puede controlarse por medios eléctricos. En un experimento, un trozo de hoja de oro con 43 miligramos se redujo rápidamente de peso al suspenderse del brazo de una viga de madera conectada a una balanza electrónica sensible (muy lejos del costado), y esto se logró mediante la imposición de una frecuencia eléctrica ajustada para coincidir con la del antigravitón de oro (como se denomina en el modelo de eterometría de los Correa). Esta técnica es capaz de producir una reducción de peso del 100% en objetos de composición conocida en el rango de 100 miligramos (12).

Se estima que hay entre 2.000 y 3.000 experimentadores en todo el mundo que realizan investigaciones poco ortodoxas sobre tecnologías más allá de los paradigmas científicos actualmente aceptados, incluyendo el control de la gravedad y dispositivos de "energía libre" (13). Los Correa destacan por su riguroso enfoque experimental y aseveran haber observado pérdidas de peso con sus reactores P.A.G.D. (descarga incandescente y anormal por pulso), pero el hecho de que las observaciones fueran difíciles de reproducir los llevó a creer que no habían protegido adecuadamente los experimentos de artefactos electrodinámicos situados en los cables de entrada o en la disposición de los conductores de líquidos. No todos los investigadores alternativos son tan cautelosos y autocríticos como éstos y el estándar de investigación es desigual.

Gravedad y antigravedad (1 de 8)

Por David Pratt
Febrero de 2001, última revisión octubre de 2019


Contenidos:

01. Gravedad y masa
-Desafiando a Newton
-Anomalías gravitacionales


01. Gravedad y masa

Se dice que alrededor de 1665 fue la caída de una manzana desde un árbol lo que hizo pensar a Isaac Newton de que la fuerza que arrastra un cuerpo a la Tierra es la misma que mantiene a la Luna en su órbita alrededor de nuestro planeta. La razón por la que dicho satélite no cae sobre nosotros se debe al efecto de contrarrestación de su movimiento orbital, y si la Luna cesara este movimiento y se precipita hacia la Tierra la aceleración por gravedad que experimentaría en la superficie terrestre sería de 9,8 m/s2, la misma que tendría una manzana o cualquier otro objeto en caída libre.

La ley universal de gravitación según Newton establece que la fuerza gravitatoria entre dos cuerpos es proporcional al producto de sus masas e inversamente proporcional al cuadrado de la distancia entre ellos. Para calcular la fuerza gravitacional (F), sus masas (m1 y m2) y la constante gravitacional (G) se multiplican juntas y la resultante se divide por el cuadrado de la distancia (r) entre ellas: F= Gm1 m2/r2.

Por lo tanto y según la teoría newtoniana la fuerza gravitatoria entre dos o más cuerpos depende de sus masas. Sin embargo, la aceleración gravitacional de un cuerpo atraído no depende de su masa, pues si se hacen caer una pelota de tenis y una bala de cañón simultáneamente desde una torre e ignora la resistencia del aire ambas golpearán el suelo al mismo tiempo. Esto se explica por medio de la segunda ley de movimiento estipulada por Newton, la cual establece que la fuerza aplicada a un cuerpo es igual a la masa de éste multiplicada por su aceleración (F= ma), lo que implica que la gravedad tira más fuerte en masas más grandes.

Si se combinan las dos ecuaciones de fuerza de Newton (F= ma= Gm1 m2/ r2) se puede deducir que con tal de equilibrar la ecuación la constante gravitacional (G) debe tener las dimensiones bastante curiosas de m3/kg.s2 (volumen dividido por masa y multiplicado por tiempo al cuadrado).


Desafiando a Newton

En su libro "Gravitational Force of the Sun" (1) Pari Spolter critica la teoría ortodoxa de que la gravedad es proporcional a la cantidad o densidad de masa inerte y asevera que no hay razón para incluir ningún término para "masa" en ninguna de las ecuaciones de fuerza. Spolter señala que para deducir del sistema Tierra-Luna que la gravedad obedece a una ley de cuadrado inverso (es decir, que su fuerza disminuye con el cuadrado de la distancia desde el cuerpo atrayente) Newton no necesitaba conocer o estimar las masas de ambos astros, sino sólo la aceleración debida a la gravedad en la superficie de la Tierra, el radio de ésta última, la velocidad orbital de la Luna y la distancia entre ambos planetas. Y como ya se dijo, la aceleración gravitatoria de un cuerpo en caída libre es independiente de su masa, un hecho que se ha verificado con un alto nivel de precisión (2). 

Spolter rechaza la segunda ley de Newton (F= ma) como una definición o convención arbitraria y sostiene que es el peso y no la fuerza lo que es igual a la aceleración de los tiempos de masa. Su ecuación para la fuerza "lineal" es F= ad (distancia en los tiempos de aceleración) y su fórmula para la fuerza "circular" (incluida la gravedad) es F= aA donde a es la aceleración y A el área de un círculo con un radio igual a la distancia media del cuerpo en órbita desde el cuerpo central. La autora señala que la aceleración debida a la gravedad disminuye por el cuadrado de la distancia, pero que la fuerza gravitacional del Sol, la Tierra, etc. es constante para cualquier cuerpo que gire a su alrededor. Contrariamente, en la teoría newtoniana la gravedad varía de acuerdo con la masa del cuerpo en órbita y su distancia del cuerpo central.

La teoría de Spolter contiene varios defectos. Primero, su intento de negar cualquier vínculo entre fuerza y masa no es convincente y no cuestiona la ecuación para el momentum de un cuerpo (velocidad de masa) y no obstante el impulso con una tasa de repetición constituye una fuerza, que por lo tanto no puede ser independiente de la masa; además, el peso es un tipo de fuerza en lugar de un fenómeno completamente separado. En segundo lugar, Spolter nos quiere hacer creer que existen dos tipos de fuerza y energía -una lineal y otra circular- con diferentes dimensiones y otorga la fuerza "lineal" a las dimensiones de metro cuadrado por segundo al cuadrado, mientras que la incidencia "circular" recibe las dimensiones de metro cúbico por segundo al cuadrado, pero no hay justificación para inventar dos formas de fuerza y energía y abandonar dimensiones uniformes.

En tercer lugar, es contraintuitivo y hasta absurdo definir la fuerza "circular" de tal manera que la fuerza gravitacional de una estrella o planeta siga siendo exactamente la misma, sin importar lo lejos que estemos de ellos. También Spolter es insincera al decir que su ecuación implica que la aceleración es inversamente proporcional al cuadrado de la distancia, pues si fuera cierto que a= F/A, donde la fuerza (F) es proporcional a r3 (ver más abajo) y el área (A= π r2) es proporcional a r2, la aceleración sería de hecho directamente proporcional a r3/r2 = r.

Asimismo la autora cree que su ecuación de gravedad resuelve el misterio de la tercera ley de movimiento planetario según Kepler. Dicha norma establece que la proporción del cubo de la distancia media (r) de cada planeta desde el Sol al cuadrado de su período de revolución (T) es siempre el mismo número (r3/T2= constante) y así la ecuación de gravedad conforme a Spolter se puede reescribir como F = 22π3r3/T2. Como se explicó en otra parte, el factor 22π3 es completamente arbitrario y la escritora simplemente ocultó el significado real de la constante de Kepler (3). 

La gravedad no implica que algún área (promedio) se acelere alrededor del Sol como indica la ecuación de Spolter; más bien apunta a un acoplamiento de la energía de masa solar y de los planetas junto con su energía gravitacional asociada y no actúa a través del espacio vacío sino a través de un éter energético, un factor ausente tanto en la hipótesis de Spolter como en la física ortodoxa (ver sección 3). Como se muestra en los apartados subsiguientes, la fuerza gravitacional neta no necesita ser directamente proporcional a la masa inerte ya que características como el espín y la carga pueden modificar las propiedades gravitacionales de un cuerpo.

Spolter propone que es la rotación de una estrella, planeta, etc. lo que de alguna manera genera la fuerza gravitatoria y hace que otros cuerpos giren a su alrededor, una idea desarrollada por el astrónomo Johannes Kepler en el siglo XVII (4), pero ella no sugiere un mecanismo para explicar cómo podría funcionar esto o qué causa que un cuerpo celeste gire en primer término. Ella muestra que la distancia media de las órbitas planetarias sucesivas desde el centro del Sol -o de las órbitas lunares secuenciales desde el centro de un planeta- no es aleatoria sino que sigue una ley exponencial, indicando así que la gravedad se cuantifica en una escala macro al igual que las órbitas electrónicas en un átomo se miden en una microescala, y tampoco existe una teoría generalmente aceptada para explicar este hecho clave.

El Devil's Dictionary define la gravitación como "la tendencia de todos los cuerpos a acercarse entre sí con una fuerza proporcional a la cantidad de materia que contienen y ésta última se determina mediante la fuerza de su tendencia a aproximarse entre sí" (5). Tal es la lógica aparentemente circular que subyace en la teoría estándar de la gravedad. Las cifras dadas para las masas y densidades de todos los planetas, estrellas, etc. son puramente teóricas pues nadie los ha puesto una en una balanza y pesado. Sin embargo, debe tenerse en cuenta que el peso es siempre una medida relativa, ya que una masa sólo puede pesarse en relación con otra masa. El hecho de que las velocidades observadas de los satélites artificiales coincidan con las predicciones generalmente se toma como "evidencia" de que los fundamentos de la teoría newtoniana deben ser correctos.

Las masas de cuerpos celestes pueden calcularse a partir de lo que se conoce como la forma newtoniana de la tercera ley kepleriana, que supone que la relación constante de Kepler para r3/T2 es igual a la masa inerte del cuerpo multiplicada por la constante gravitacional y dividida por 4π2 (GM= 4π2 r3/T2= v2r [si sustituimos 2πr/v por T]). Usando este método, la densidad media de la Tierra resulta ser de 5,5 g/cm3 y dado que la densidad promedio de la corteza terrestre exterior es de 2,75 g/cm3, los científicos han llegado a la conclusión de que la densidad de las capas internas en nuestro planeta debe aumentar sustancialmente con la profundidad; sin embargo, existen buenas razones para cuestionar el modelo estándar de la Tierra (6). 


Anomalías gravitacionales

El valor oficial de CODATA (2018) para la constante gravitacional (G) es 6,67430 ± 0,00015 x 10-11m3 kg-1s-2. Mientras que los valores de muchas "constantes fundamentales" se conocen con ocho lugares decimales, los valores experimentales para G a menudo no están de acuerdo después de sólo tres, y algunas veces incluso no son compatibles con el primero, lo cual se considera una vergüenza en esta época de precisión (1). 

Suponiendo que la ecuación gravitacional de Newton sea correcta, G puede determinarse en experimentos de tipo Cavendish midiendo el ángulo de desviación muy pequeño de un balance de torsión desde el que se suspenden esferas metálicas grandes y pequeñas, o el cambio muy pequeño en su período de oscilación. Tales procedimientos son extremadamente sensibles y difíciles de realizar. Por ejemplo, la atracción electrostática entre las esferas metálicas puede afectar los resultados, pues en un ensayo en que la pequeña masa de platino fue recubierta con una capa delgada de laca se obtuvieron valores de G consistentemente más bajos (2). Tengamos en cuenta que las variaciones en los valores experimentales de G no necesariamente significan que G en sí varía y podrían significar que la manifestación local de G o la gravedad de la superficie terrestre (g) cambia según las condiciones ambientales. Los científicos han especulado ocasionalmente si G es verdaderamente constante durante largos períodos de tiempo, pero no se ha encontrado evidencia concluyente de un aumento o disminución gradual (3). 

En 1981 se publicó un artículo que mostraba que las mediciones de G en minas profundas, perforaciones y bajo el mar arrojaban valores aproximadamente un 1% más altos que los aceptados actualmente (4), y asimismo cuanto más profundo es el experimento, mayor es la discrepancia. Sin embargo, nadie reparó en dichos resultados hasta 1986 cuando E. Fischbach y sus colegas volvieron a analizar los datos de una serie de experimentos realizados por Eötvös en la década de 1920, que se suponía demostraron que la aceleración gravitacional es independiente de la masa o composición del cuerpo atraído. Fischbach et al. encontraron que había una irregularidad constante y oculta en los datos que fue descartada como error accidental. Sobre la base de estos resultados de laboratorio y las observaciones de las minas anunciaron que habían encontrado pruebas para una "quinta fuerza" de corto alcance y dependiente de la composición. Su artículo causó gran controversia y generó una serie de actividades experimentales en laboratorios de física en todo el mundo (5). 

La mayoría de los experimentos no pudo encontrar ninguna evidencia sobre una fuerza dependiente de la composición; sí lo consiguieron uno o dos, pero esto generalmente se atribuye a un error experimental. Varios investigadores previos han detectado anomalías incompatibles con la teoría newtoniana, pero los resultados se han olvidado hace mucho tiempo. Por ejemplo, Charles Brush realizó experimentos muy precisos que muestran que los metales de peso y densidad atómicos muy altos tienden a caer ligeramente más rápido que los elementos de peso y densidad atómicos más bajos, aunque se use la misma masa de cada metal. También informó que una masa o cantidad constante de ciertos metales puede cambiar de peso en modo apreciable al cambiar su condición física (6). Su trabajo no fue tomado en serio por la comunidad científica y la técnica muy precisa de fotografía por chispa que utilizó en sus experimentos de caída libre nunca fue utilizada por otros investigadores. Los experimentos de Victor Crémieu mostraron que la gravitación medida en el agua en la superficie terrestre parece ser una décima más que la calculada por la teoría newtoniana (7). 

De igual forma siguen apareciendo anomalías inesperadas. Mikhail Gersteyn ha demostrado que "G" varía al menos un 0,054% dependiendo de la orientación de las dos masas de prueba en relación con las estrellas fijas (8) y Gary Vezzoli descubrió que la fuerza de las interacciones gravitacionales varía entre 0,04 y 0,05% en función de la temperatura, forma y fase de un objeto (9). Por su parte Donald Kelly halló que si la capacidad de absorción de un cuerpo se reduce magnetizándolo o energizándolo eléctricamente es atraído a la Tierra a una velocidad menor que g (10). Los físicos normalmente miden g de una manera controlada que incluye la no-alteración en la capacidad de absorción en los cuerpos desde su estado habitual. Un equipo de científicos japoneses determinó que un giroscopio que gira a la derecha cae ligeramente más rápido que cuando no está girando (11), y en este sentido Bruce DePalma descubrió que los objetos giratorios que caen en un campo magnético aceleran más rápido que g (12). 

Como se mencionó anteriormente, las mediciones de gravedad bajo la superficie de la Tierra son consistentemente más altas de lo predicho en base a la teoría de Newton (13). Los escépticos simplemente asumen que deben estar presentes rocas ocultas de densidad inusualmente alta; sin embargo, las mediciones en minas donde las densidades son muy conocidas dieron los mismos resultados anómalos, al igual que los coeficientes a una profundidad de 1.673 metros en una capa de hielo homogénea en Groenlandia, muy por encima de la roca subyacente. Harold Aspden señala que en algunos de estos experimentos los recintos tipo jaula de Faraday se colocan en torno a dos esferas metálicas con fines de apantallamiento eléctrico. Este autor afirma que ello puede resultar en que la carga eléctrica sea inducida y mantenida en las esferas, lo que a su vez podría inducir el giro del "vacío" (o más bien del éter) produciendo así una afluencia de energía de éter que se elimina como exceso de calor, dando como resultado errores de 1 ó 2% en las medidas de G (14). 

Todos los cuerpos que caen libremente, átomos individuales y objetos macroscópicos experimentan una aceleración gravitacional (g) de aproximadamente 9,8 m/s2 cerca de la superficie de la Tierra. El valor de g varía ligeramente en todo el planeta debido a su salida de una esfera perfecta (es decir, la protuberancia ecuatorial y topografía local) y en la teoría convencional a las variaciones locales en la densidad de corteza y manto superior. Se cree que estas "anomalías de gravedad" son totalmente explotables en el contexto de la teoría newtoniana, pero la fuerza gravitacional neta no es necesariamente proporcional a la masa inerte (la sección 2 considera la evidencia sobre blindaje de gravedad, cancelación de la misma y antigravedad). 

Sobre la base de la gravedad newtoniana podría esperarse que la atracción gravitatoria en los continentes -y especialmente las montañas- sea más alta que en los océanos. No obstante, la gravedad en la cima de las grandes montañas es menor a la esperada en base a su masa visible, mientras que sobre la superficie del océano es inesperadamente alta. Para explicar esto se desarrolló el concepto de isostasia al postular que existe roca de baja densidad entre 30 y 100 kms. por debajo de las montañas -lo que las eleva- mientras que la roca más densa existe entre 30 y 100 kms. por debajo del fondo oceánico. Sin embargo, esta hipótesis está lejos de ser probada y así el físico Maurice Allais comentó: "Hay un exceso de gravedad sobre el océano y una deficiencia sobre los continentes y la teoría de la isostasia sólo proporcionó una pseudoexplicación de esto" (15).

La teoría simplista y estándar de la isostasia se contradice por el hecho de que en las regiones de actividad tectónica los movimientos verticales a menudo intensifican las anomalías de gravedad en lugar de actuar para restablecer el equilibrio isostático. Por ejemplo, el Gran Cáucaso presenta una anomalía de gravedad positiva (interpretada generalmente diciendo que está sobrecargada con exceso de masa), pero está aumentando en lugar de disminuir.

La teoría de la gravedad newtoniana es desafiada por varios aspectos del comportamiento planetario en nuestro sistema solar. Los anillos de Saturno, por ejemplo, presentan un gran problema (16) pues hay decenas de miles de anillos y bucles separados por la misma cantidad de huecos en que la materia es menos densa o está esencialmente ausente. La naturaleza compleja y dinámica de los anillos parece estar más allá del poder explicativo de la mecánica newtoniana, como también lo es respecto de las brechas en el cinturón de asteroides [entre Marte y Júpiter] que presentan un rompecabezas similar.


Referencias

Desafiando a Newton

1. Pari Spolter, Gravitational Force of the Sun, Granada Hills, CA: Orb Publishing, 1993.

2. Ibídem, p. 39-40, 141-7; "Equivalence principle passes atomic test", physicsworld.com.

3. "Eterometría y gravedad: una introducción", parte 10.
4. Johannes Kepler, "Epitome of Copernican Astronomy" (1618-21), en Great Books of the Western World, Chicago: Encyclopaedia Britannica, Inc., 1952, v. 16, p. 895-905.

5. Citado en Meta Research Bulletin, 5:3, 1996, p. 41.
6. Ver "Enigmas al interior de la Tierra".


Anomalías gravitacionales

1. D. Kestenbaum, "The legend of G", New Scientist, 17 de enero de 1998, p. 39-42; Vincent Kiernan, "Gravitational constant is up in the air", New Scientist, 26 de abril de 1995, p. 18.

2. Spolter, Gravitational Force of the Sun, p. 117; Pari Spolter, "Problems with the gravitational constant", Infinite Energy, 10:59, 2005, p. 39.

3. Rupert Sheldrake, Seven Experiments that Could Change the World, London: Fourth Estate, 1994, p. 176-8.

4. F.D. Stacey y G.J. Tuck, "Geophysical evidence for non-newtonian gravity", Nature, v. 292, 1981, p. 230-2.

5. Seven Experiments that Could Change the World, p. 174-6; Gravitational Force of the Sun, p. 146-7.

6. Charles F. Brush, "Some new experiments in gravitation", Proceedings of the American Philosophy Society, v. 63, 1924, p. 57-61.

7. Victor Crémieu, "Recherches sur la gravitation", Comptes Rendus de l’académie des Sciences, diciembre de 1906, p. 887-9; Victor Crémieu, "Le problème de la gravitation", Rev. Gen. Sc. Pur. et Appl., v. 18, 1907, p. 7-13.

8. Mikhail L. Gershteyn, Lev I. Gershteyn, Arkady Gershteyn y Oleg V. Karagioz, "Experimental evidence that the gravitational constant varies with orientation", Infinite Energy, 10:55, 2004, p. 26-8.

9. G.C. Vezzoli, "Materials properties of water related to electrical and gravitational interactions", Infinite Energy, 8:44, 2002, p. 58-63.

10. Stephen Mooney, "From the cause of gravity to the revolution of science", Apeiron, 6:1-2, 1999, p. 138-41; Josef Hasslberger, "Comments on gravity drop tests performed by Donald A. Kelly", Nexus, diciembre de 1994-enero de 1995, p. 48-9.

11. H. Hayasaka et al., "Possibility for the existence of anti-gravity: evidence from a free-fall experiment using a spinning gyro", Speculations in Science and Technology, v. 20, 1997, p. 173-81; keelynet.com.

12. "The Home of Primordial Energy" (Bruce DePalma), depalma.pair.com; Jeane Manning, The Coming Energy Revolution: The search for free energy, NY: Avery, 1996, p. 82-6.

13. S.C. Holding y G.J. Tuck, "A new mine determination of the newtonian gravitational constant", Nature, v. 307, 1984, p. 714-16; Mark A. Zumberge et al., "Results from the 1987 Greenland G experiment", Eos, v. 69, 1988, p. 1046; R. Poole, "'Fifth force' update: more tests needed", Science, v. 242, 1988, p. 1499; Ian Anderson, "Icy tests provide firmer evidence for a fifth force", New Scientist, 11 de agosto de 1988, p. 29.

14. Harold Aspden, "Gravity and its thermal anomaly", Infinite Energy, 7:41, 2002, p. 61-5.

15. M.F.C. Allais, "Should the laws of gravitation be reconsidered?" (parte 2), Aero/Space Engineering, v. 18, octubre de 1959, p. 52.

16. W.R. Corliss (comp.), The Moon and the Planets, Glen Arm, MD: Sourcebook Project, 1985, p. 282-4.