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21 de febrero de 2022

El calendario maya y la estafa del 2012 (3 de 7)

David Pratt, enero de 2011


Contenidos:

03. Alineaciones astronómicas
-Alineación galáctica
-Era de Acuario
-Tránsito de Venus
-Eclipses solares


03. Alineaciones astronómicas

Alineación galáctica

Se afirmaba con frecuencia que el término de la correlación GMT para el ciclo 13 baktún -solsticio de invierno en 2012- fue elegida por los mayas porque marcaría una rara alineación entre la Tierra, el Sol y el centro de nuestra galaxia, aunque hubiera sido más preciso decir que hay una ventana de un siglo o dos durante la cual se produce esta alineación aproximada. Algunos escritores enfatizaron que el Astro Rey de ese solsticio estaría alineado con la grieta oscura en la Vía Láctea, ubicada cerca del centro galáctico. En este sentido, John Major Jenkins desempeñó un rol clave al enfocar la atención en esa "alineación galáctica" y en el conocimiento maya sobre la cosmología de ese aspecto.

La banda de luminosidad conocida como Vía Láctea marca el plano de la galaxia, donde se concentra la mayoría de estrellas. El ecuador galáctico corre aproximadamente a lo largo del medio de aquélla y define el plano referencial del sistema galáctico de coordenadas. La eclíptica -plano orbital de la Tierra en torno al Sol- se cruza con esa línea en dos lugares (Sagitario y Géminis) en un ángulo de 60,2º. Durante el transcurso de cada año y visto desde la Tierra, el Sol se mueve a lo largo de la eclíptica a través de todas las constelaciones zodiacales de oeste a este y atraviesa dos veces dicho ecuador.

A medida que nuestro planeta gira, lo hace lentamente sobre su eje (como un trompo) de modo que los polos norte y sur trazan un ciclo aproximado (en realidad, una espiral según la Teosofía) en torno a los polos eclípticos. Este fenómeno, conocido como precesión, altera gradualmente las posiciones de las estrellas y hace que los puntos en que ocurren cada año los equinoccios y solsticios precedan lentamente (se muevan hacia el oeste) contra las constelaciones zodiacales de fondo, es decir, en la dirección opuesta a la del movimiento anual de la Tierra alrededor del Sol. La tasa promedio de precesión es 1º en 72 años, o una constelación zodiacal (promedio de 30º) en 2.160 años, o un circuito completo de dicha franja en 25.920.


Así, año tras año la ubicación del Astro Rey en la eclíptica durante las fechas de los dos equinoccios y dos solsticios retrocede 1/72º. A intervalos de aproximadamente 6.480 años, el Sol estará alineado a su vez con el ecuador galáctico en Sagitario para el equinoccio de primavera, el solsticio de verano, el equinoccio de otoño y el solsticio de invierno, y cuando uno de los puntos de equinoccio/solsticio coincide con el ecuador galáctico en Sagitario, la otra locación de equinoccio/solsticio corresponde con esa línea en Géminis seis meses más tarde.

Si tomamos las coordenadas eclípticas del punto de solsticio invernal (longitud 270º, latitud 0º) y luego las convertimos a ubicaciones galácticas durante diferentes años (usando la herramienta en línea de la NASA), podemos averiguar qué tan cerca estaba del ecuador galáctico (latitud 0º) y su centro (0º, 0º) en diferentes periodos. Esto revela que el centro del Sol estaba alineado exactamente con el ecuador galáctico en 1998, y dado que visto desde la Tierra el disco solar tiene aproximadamente medio grado de diámetro, comenzó a cruzar dicho ecuador en torno a 1978 y terminará hacia 2019.

En 1998 el punto del solsticio invernal estaba a 6,38º del centro galáctico*, y jamás puede coincidir exactamente con éste porque el centro no se sitúa en la eclíptica. En 2012 el emplazamiento de dicho solsticio se ubicó a 6,29º del centro galáctico (más de seis veces el diámetro del Sol) y se acercará más a aquél en aproximadamente 2220 (finalización de Wells-Fuls para el ciclo de 13 baktún), cuando se encuentre a 5,57º de distancia. En 1812 la separación angular era de 7,98º y para 2612 será 7,79º; de igual forma, los valores de separación angular aumentan a unos 0,06º si usamos las coordenadas de Sagitario A* (359,944º, -0,0462º; ver más abajo) en lugar de 0º, 0º como centro galáctico.

*Esta y otras cifras similares se calculan utilizando las coordenadas producidas por el convertidor en línea de la NASA y la ecuación estándar: separación angular = arc cos ([sin La1 * sin La2] + [cos La1 * cos La2 * cos (Lo1 - Lo2)]), donde La1, Lo1, La2 y Lo2 son las latitudes y longitudes de las dos posiciones en cuestión.

Solsticio del 21 de diciembre de 2012 que muestra la eclíptica (verde), el ecuador celeste (rojo), el ecuador galáctico (púrpura) y la banda de la Vía Láctea (azul; cuanto más claro es el contorno, más brillante es el área cerrada). La alineación no es visible desde la superficie terrestre ya que incluye el Sol, y por lo tanto tiene lugar durante el día (CyberSky 5).

Deben tenerse en cuenta dos puntos importantes. Primero, el ecuador galáctico es una línea imaginaria y bastante antojadiza que va a través del medio aproximado de la Vía Láctea en forma muy irregular, y así no podemos suponer que esta misma demarcación tenga un significado particular para los mayas. A medida que el punto del solsticio invernal cambia a lo largo de la eclíptica, desde Sagitario hacia Scorpius, estará en la región central de la banda galáctica durante un siglo o más. Segundo, el centro galáctico no es tanto un sólo punto como una región, y los astrónomos llaman a ese sector Sagitario A, una fuente de radio compleja que se ubica a unos 26.000 años luz de la Tierra y orientada a la constelación homónima. Está oculto a la vista en longitudes de onda ópticas por grandes nubes de polvo cósmico y contiene una intensa fuente de radio compacta conocida como Sagitario A*, que se cree es el mejor marcador del centro galáctico. Sagitario A está situado en el área de la Vía Láctea conocida como protuberancia central o nuclear, una de las partes más amplias y brillantes en la galaxia. No es fácil definir un punto medio de la Vía Láctea en esta región a simple vista porque sus bordes son vagos y están mal definidos, y asimismo dependen de la claridad visual.

La "Grieta Oscura" o "Gran Grieta" aparece a simple vista como un "carril negruzco" que divide la banda brillante de la Vía Láctea a lo largo de más o menos un tercio de su extensión, que se propaga desde Cygnus hacia el sur hasta Sagitario -donde oscurece el centro galáctico- y finalmente a Centaurus. Es causada por una serie de nubes de polvo interestelar emplazadas entre el Sistema Solar y las estrellas del brazo Sagitario de la Vía Láctea.

La "Grieta Oscura" desde Cygnus a Scorpius, mostrando el solsticio de invierno en 2012. GC = centro galáctico (Redshift 7).

Algunos investigadores aducen que la alineación de 2012 involucraba el solsticio de invierno y la grieta oscura cerca del centro galáctico, en lugar de éste último en sí, pero la primera no está definida con precisión. El siguiente diagrama muestra el contorno de Jenkins para esa hendidura en el bulbo central, basado parcialmente en sus propias observaciones desde una altitud de 3.470 mts. en las Montañas Rocallosas.


Arriba: diagrama por Jenkins de la grieta oscura en la protuberancia central. Debajo: posición cambiante del solsticio invernal durante los últimos 5.000 años. Jenkins dibujó el Sol tan grande (14º de ancho en lugar de 0,5º) que se superpone al centro galáctico (Jenkins, 1998, 107, 111; emergegent-culture.com).

Se revelan enormes diferencias mediante comparación de los diagramas anteriores según Jenkins con fotos y gráficos celestes incluidos aquí, dependiendo de las condiciones visuales y la técnica. Si la representación de Jenkins es lo que realmente vieron los antiguos mayas, entonces el solsticio no "entra" realmente en la grieta, pero sí lo hace de acuerdo con todas las otras imágenes y los programas de planetario. Usando la herramienta Guide 7, Stephen Tonkin muestra que el solsticio de invierno permanecerá en la grieta oscura durante unos 150 años y estará en el centro hacia 2030 (astunit.com).

En 2030 el Sol yacerá en medio del sector de la grieta oscura cruzado por la eclíptica (astunit.com).

En esta foto de la protuberancia central en la Vía Láctea, Jenkins (2010) marcó la posición de Júpiter a las 23 horas del 19 de mayo de 679 d. de C. La grieta oscura se ve muy diferente de la representación en sus diagramas anteriores, y el autor dice que en esta imagen Júpiter está "alineado" con aquella hendidura. Su ubicación en la eclíptica es aproximadamente 2,5º bajo el punto donde se creyó estaría el Astro Rey en el solsticio invernal de 2012. Ésta última intersección se hallaba en el mismo lugar que Júpiter en la figura hace unos 180 años, una indicación de cuán flexible es la "alineación con la grieta oscura".

Foto de la grieta oscura cerca de Sagitario (la constelación incluye el asterismo Tetera), donde la cruz marca la dirección del centro galáctico. Actualmente el punto del solsticio de invierno se encuentra a una pequeña distancia a la izquierda del mismo (observar imagen siguiente; enews.coloradomtn.edu).

Posiciones del centro galáctico y el solsticio invernal el 21 de diciembre de 2012, que muestran el asterismo Tetera (CyberSky 5).

La protuberancia central en la Vía Láctea, observada desde Perú a una altitud de 3.048 mts. El punto del solsticio de invierno en 2012 está ligeramente a la derecha y bajo el centro exacto de la foto (auroras-illuminations.blogspot.com).

Jenkins (1998, 113-14) admite que existe un período de unos 900 años en que durante esa fecha de diciembre el Sol se encuentra al interior de la "banda Vía Láctea" y está relativamente cerca del "corazón galáctico", pero dice que la alineación "culminaba" en 2012 cuando Astro Rey del solsticio, el centro galáctico y la grieta oscura estuvieran a 3º uno del otro. Como se muestra arriba, esta afirmación resultó ser falsa y Jenkins así lo ha reconocido desde entonces. A veces el autor se refiere al período 2012 +/- 50 años como la "era 2012" en que la alineación llegaría a su punto máximo.

No se puede descartar que los mayas calculasen que el solsticio de invierno estaría alineado con el centro aproximado de este sector en la Vía Láctea hacia 2012, y que diseñaran el calendario de cuenta larga para que un ciclo de 13 baktún terminara en el solsticio de invierno en la misma fecha. Sin embargo, es mucho más común que se designe un evento histórico, astronómico o mitológico importante para el año en que se inicia un calendario, como es el caso, por ejemplo, con el gregoriano, islámico, hebreo, hindú, chino y tibetano. Si en efecto los mayas antiguos señalaron el solsticio invernal de 2012 como fin de un ciclo calendárico, sólo ellos podrían determinar si ahora el punto de esa intersección ahora está exactamente donde esperaban, lo que requeriría saber cómo cambia la tasa de precesión en el transcurso de al menos 2.000 años.


Era de Acuario

Algunas personas vincularon el 2012 a la transición de la Era de Piscis a la de Acuario. En el recuadro siguiente se aprecia el equinoccio vernal para 2012.

Posición del equinoccio vernal en 2012, que muestra el ecuador celeste (rojo), la cuadrícula de coordenadas eclípticas (verde), Piscis y Acuario, y sus límites reconocidos por la astronomía moderna (CyberSky 5).

Aunque a menudo pensamos que el zodiaco está dividido en 12 constelaciones iguales de 30º cada una, sus tamaños reales varían y a veces se superponen (incluso los mayas reconocieron hasta 13). Claramente el equinoccio vernal todavía está dentro de Piscis, y dado que los equinoccios precesan a una tasa de aproximadamente 1º en 72 años, pasarán varios cientos de años antes de que esa intersección en el 21 de marzo se conjugue con las estrellas principales de Acuario (es decir, antes que su longitud eclíptica sea 0º). Si consideramos las estrellas hasta la octava magnitud, el equinoccio tendrá conjunción con la primera estrella del Aguador (no mostrada en la imagen previa) en 2363. Si sólo atendemos a esos astros hasta la quinta magnitud, el 21 de marzo coincidirá con la primera estrella Omega 2 Aquarii (no incluida en la figura de Acuario) hacia aproximadamente el 2700 como se aprecia en la tabla siguiente, y en torno al 2610 el equinoccio conjuntará con Gamma Piscium (la más occidental incluida en la figura de Piscis en los diagramas presentados).

Posición del equinoccio vernal en 2700 (CyberSky 5).

La constelación pisciana se extiende unos 40º a lo largo de la eclíptica y se superpone a Acuario. El equinoccio vernal no coincidirá con la última estrella importante en Piscis hasta 2815 (es decir, Beta Piscium, que se puede ver a la derecha del meridiano eclíptico 0º en la ilustración anterior).

La fecha de entrada en Acuario cambiará si dividimos el zodiaco de manera más uniforme, y al igual que otros investigadores a fines del siglo XIX, Helena Blavatsky dijo que la fase acuariana comenzó en 1897-1898, aunque ciertos astrólogos y astrónomos sitúan la transición de la Era de Piscis a la siguiente entre 2000 y 2300.


Tránsito de Venus

Son muy raros los desplazamientos venusinos sobre el disco solar y actualmente ocurren en un patrón que se repite cada 243 años, con pares de tránsitos que tienen lugar con ocho años de diferencia y separados por largos espacios de 121,5 y 105,5 años. Uno de estos cruces tuvo lugar el 8 de junio de 2004 y se pronosticaba que el siguiente sería del 5 al 6 de junio de 2012. Posterior a esta fecha, los próximos serán en diciembre de 2117 y diciembre de 2125.

Tránsito de Venus en 2004 (en.wikipedia.org).


Eclipses solares

Estos acontecimientos ocurren de dos a cinco veces por año calendario. Se anticipó que para 2012 habría un eclipse parcial el 20 de mayo y uno total el 13 de noviembre (el último eclipse completo había sido el 15 de enero de 2010).


Arriba: eclipse solar anular de 2005. Debajo: eclipse solar total en 1999.

Se dijo que el día del eclipse en mayo de 2012 y alrededor del mediodía, el Sol, la Luna y las Pléyades estarían casi alineados sobre la pirámide mexicana de Kukulkán en Chichén Itzá. Kukulkán -o "serpiente emplumada"- es un dios civilizador y héroe espiritual equivalente al Quetzalcoatl entre los toltecas y aztecas.

20 de mayo de 2012, alrededor del mediodía (CyberSky 5). El centro del círculo es el cenit, directamente sobre la pirámide de Kukulkán; el sur está arriba y el norte debajo. El círculo amarillo exterior representa una elevación de 80º (es decir, 10º del cenit), el Sol está a 0,5º del cenit, la Luna (gris) 2,9º y las Pléyades (el grupo de seis estrellas bajo el Sol) aproximadamente 3,5º.

Se dice que la pirámide de Kukulkán fue construida por los toltecas alrededor del 830 d. de C. Cada año y en el equinoccio de primavera los rayos solares proyectan una sombra que asemeja una serpiente ondulada al costado de la escalera norte; asimismo, la cabeza tallada en piedra de un ofidio en la parte inferior de la escalera completa la imagen de un reptil a bruces que baja del cielo, con su cola apuntando hacia arriba. La serpiente cascabel Crotalus, un motivo frecuente en el arte mesoamericano, tiene una marca idéntica al glifo maya del Sol ("Ajaw") y su sonajero (al final de la cola) se llamaba "tzab", un vocablo utilizado también para el cúmulo estelar de Pléyades.

Equinoccio de primavera en la pirámide de Kukulkán (mydarksky.org).

De hecho y dada la latitud para esa estructura (20º 41'), las Pléyades han pasado más o menos sobre su cima todos los días desde su levantamiento. En 830 la declinación de Alcyone (una estrella principal en ese cúmulo) fue de 19º 47', y desde entonces ha aumentado a cada momento como resultado de la precesión llegando a 24º 6' en 2000. Astrológicamente, el margen de error permisible para una conjunción o alineación es hasta 8º (para referencia, el ancho de vuestro puño cerrado con el brazo extendido es igual a aproximadamente 10º).

Como Chichén Itzá se sitúa en los trópicos, el Sol pasa sobre él dos veces al año. En vista de su latitud, las fechas de paso cenital del Sol son el 23 de mayo y el 19 de julio; se puede considerar que el Astro Rey está por encima durante unos días a cada lado de estas fechas, ya que no se proyectan sombras.

Gracias a la precesión y desde más o menos el año 2000 -cuando el Sol está en el cenit el 23 de mayo-, las Pléyades (Alcyone) se han ubicado dentro de aproximadamente 5º del cenit, y este seguirá siendo el caso hasta alrededor del 2400 tras lo cual esas estrellas se alejarán todavía más; también este conjunto se encuentra a unos 4,7º del cenit el 20 de mayo y todos los años entre 1800 y 2300, cuando el Sol se halla muy cerca de ese punto al mediodía. Como se dijo, el 20 de mayo de 2012 la Luna también formaría parte de la alineación al mediodía; el eclipse en sí tuvo lugar durante un período de aproximadamente 6 horas centrado en la medianoche del 20/21 de mayo.

Jenkins (1998, 78) dijo que la alineación Sol-Pléyades en Chichén Itzá comenzaba alrededor de 2000 y continuaría durante más de dos siglos, pero como se demuestra, el período puede extenderse fácilmente un par de centurias antes y después, dependiendo del día que elijamos y cuán preciso sea el alineamiento. Jenkins señaló que el 20 de mayo de 2012 era el día tzolkin 10 Chikchan ("serpiente") y el 21 de diciembre de 2012 correspondía a 4 Ajaw ("señor" o "Sol") en dicho calendario y 3 Kankin ("serpiente") en el haab. Entonces, o es una coincidencia que el 20 de mayo de 2012 sea día Chikchan (la probabilidad es de 1 en 20 ya que hay 20 signos tzolkin), o los mayas diseñaron deliberadamente el calendario para que éste fuera el caso.

No es difícil encontrar otras fechas notables de conjunción que involucren el Sol, la Luna y las Pléyades para la pirámide de Kukulkán, como se muestra a continuación.

El 25 de mayo de 1600 y en torno al mediodía, cuando el Sol estaba a 2,4º del cenit, la Luna se situó a 2,8º de éste y las Pléyades (Alcyone) a 2,5º.

El 17 de mayo de 1863 (día 3 Ajaw en el tzolkin), fecha de un eclipse solar parcial donde su protagonista se alzó a 1,4º del cenit, la Luna se posicionó a 0,4º y las Pléyades (Alcyone) 3,1º.

El 20 de mayo de 1947, eclipse solar total en que nuestra estrella permaneció a 0,8º del ápice, la Luna lo hizo a 2,3º y las Pléyades (Alcyone) 3,3º. Mercurio puede verse justo bajo la eclíptica.

El 24 de mayo de 2199, eclipse parcial, el Sol estará a 0,2º del cenit, la Luna 2,1º y las Pléyades (Alcyone) 4,4º.

El calendario maya y la estafa del 2012 (2 de 7)

David Pratt, enero de 2011


Contenidos (fin parte 2):

-Problemas de correlación
-Eras mundiales


Problemas de correlación

La correlación más ampliamente aceptada para el calendario maya de cuenta larga con el sistema occidental se conoce como GMT, en nombre de los tres académicos que trabajaron en él durante la primera mitad del siglo XX: Joseph Goodman, Juan Martínez Hernández y Eric Thompson. Se les ocurrieron otros resultados posibles, incluidos 584285 y 584283, que son números de días julianos en los cuales se cree que comenzó el ciclo actual de 13 baktún (los días julianos se cuentan desde el 1 de enero de 4713 a. de C.).

La correlación preferida es 584283 (a veces llamada GMT-2, aunque la de 584285 se suele denominar GMT+2) que establece la fecha de inicio (0.0.0.0.0) el 11 de agosto de 3114 a. C. en el calendario gregoriano (ó 6 de septiembre de 3114 a. de C. en el cómputo juliano) y el término (13.0.0.0.0) el 21 de diciembre de 2012. Dicha correlación es popular entre los antropólogos porque hay inscripciones mayas que ponen fin al periodo el día tzolkin 4 Ajaw, (en haab 3 Kankin), y el 21 de diciembre de 2012 es 4 Ajaw según el tzolkin que todavía usan los indios quiché en las tierras altas de Guatemala. La segunda correspondencia más conocida es 584285 (o de Lounsbury) que da una finalización en el 23 de diciembre de 2012, y algunos investigadores sostienen que proporciona una mejor coincidencia con los datos astronómicos de ciertos monumentos.

En los últimos cien años otros académicos han sugerido más de 50 correlaciones diferentes que van desde 394483 a 774078, lo que significa que el ciclo de 13 baktún podría haber concluido en 1493 o no terminar durante otros 521 años. Algunas de ellas se enumeran a continuación (Finley, 2003; Van Stone, 2009):

 

 

Día juliano n°

Fecha gregoriana

Bowditch
Smiley
Makemson
Spinden
GMT (1)
GMT (2)
GMT (3)
Bohm
Kreichgauer
Wells-Fuls
Hochleitner
Esalona Ramos
Weitzel/Vollemaere

394483
482699
489138
489384
584283
584284
584285
622261
626927
660208
674265
679108
774078

16 diciembre 3634 a. de C.
26 junio 3392 a. de C.
11 febrero 3374 a. de C.
15 octubre 3374 a. de C.
11 agosto 3114 a. de C.
12 agosto 3114 a. de C.
13 agosto 3114 a. de C.
04 agosto 3010 a. de C.
14 marzo 2997 a. de C.
27 junio 2906 a. de C.
22 diciembre 2867 a. de C.
27 marzo 2854 a. de C.
05 abril 2594 a. de C.


El investigador teosófico Frederick J. Dick (1921, 1925) propuso que el inicio para la fase 13 baktún fue el 14 de noviembre de 3632 a. de C. en el calendario gregoriano (día juliano n° 395182), que su final era el 26 de marzo de 1495 -lo cual requeriría que el tzolkin maya moderno estuviese desfasado por 179 días-, y también argumentó que el verdadero punto de partida del calendario maya (0.0.0.0.0.0.0.0) era 5.042.152 a. de C. Ya sea que esta hipótesis sea correcta o no, la literatura teosófica asevera que los mayas tenían un zodíaco de una antigüedad inimaginable, y que ellos o sus antepasados eran coetáneos con la "Atlántida" de Platón, es decir, Poseidonis, una de las últimas islas restantes de esa comarca y que se hundió en torno al 9.500 a. de C. (DS 2:35, 50; véase "Continentes hundidos vs. deriva continental"). Sin embargo, se dice que el apogeo de la civilización atlante fue hace varios millones de años cuando cubría toda la Tierra, y que las Américas fueron pobladas por diferentes grupos atlantes durante un largo periodo, tanto a través del Atlántico como del Pacífico ("América Precolombina", parte 10 y siguientes).

Durante la década reciente, uno de los principales desafíos para la correlación GMT ha sido la establecida por Wells-Fuls (WF) ó 660208, a la que Bryan Wells y Andreas Fuls llegaron de forma independiente (Fuls, 2008; Nanninga, 2008). Esto desplaza el ciclo de 13 baktún hacia adelante por 208 años, y en términos gregorianos comenzó el 27 de junio de 2906 a. de C. (juliano: 21 de julio de 2.906 a. C.) y termina el 6 de noviembre de 2220 (660.208 + 1.872.000 = 2.532.208; fourmilab.ch).

La correlación GMT se deriva de manuscritos coloniales de los siglos XVI y XVII, donde las fechas se dan en los calendarios maya y cristiano; de este modo, supone que no hubo interrupción en el calendario desde el período clásico en adelante, pero Andreas Fuls aduce que esto no se justifica porque hay un cambio en las fechas tzolkin y haab que figuran en documentos posteriores a la conquista (un sistema diferente para el "portador del año"). Además, las referencias katún en las crónicas no son consistentes y pueden haber existido varios calendarios en uso a la vez. Así, Fuls cree que tiene más sentido basar la correlación en las observaciones astronómicas mayas entre 8.16.0.0.0 y 10.2.9.1.9.

Fuls realizó miles de simulaciones por computadora y concluyó que la correspondencia 660208 dio el mejor ajuste, durante un período de 1.543 años, con observaciones astronómicas encontradas en el Códice Dresde y los monumentos del período clásico. Existen más de 200 inscripciones que indican cuántos días han transcurrido desde la luna nueva, y la serie WF coincide muy precisamente con esta información, pero también lo hace la 584385 GMT. En el Códice Dresde -uno de los pocos escritos mayas que escapó a la quema de libros ordenada por el obispo Diego de Landa en el siglo XVI- aparece una tabla que muestra cuándo Venus era visible como estrella al amanecer o en la tarde. Andreas señala que la correlación GMT calza muy mal con este cuadro, en contraste con la suya; también observó los nodos lunares y varios datos relacionados con la posición del Sol y las estaciones cambiantes, y concluye que esos aspectos también favorecen la nueva correlación.

Fuls dice que sólo el número WF armoniza con todos los hechos astronómicos con una tolerancia aceptable. Cita otra evidencia de apoyo que incluye datos de hidratación en obsidiana, secuencias cerámicas, cambios en glifos mayas y conexiones históricas, y determina que "la correlación WF hace sentido en la gran mayoría de datos relacionados con este tema, y es la única solución posible para buena parte de ellos" (respecto a la tabla de Fuls que muestra cómo WF, GMT y otras correlaciones coinciden con los diversos datos, consultar archaeoastronomie.de).


Fuls propugna que en la fecha 9.11.0.0.0 Venus apareció como estrella de la tarde y se ubicó tras la estela 10, como se observa a través de una ventana del Templo 22 en Copán. De acuerdo con la correlación de Wells-Fuls (660208), dicha datación corresponde al 23 de agosto de 860 d. de C. (calendario juliano), cuando Venus pudo haberse visto a través de la locación señalada (arriba). Según la correspondencia GMT (584285), el día era el 11 de octubre de 652 d. de C., pero Venus estaba demasiado al sur para ser observado desde el templo (abajo; user.tu-berlin.de).

La correlación Wells-Fuls no ha recibido ningún respaldo por estudiosos mayas y ha sido criticada por varios motivos (Finley, 2003; Smulders). Primero, ignora de todo punto la información proporcionada por crónicas españolas, aunque ésta no siempre es completamente confiable (por ejemplo, la fecha 13 Ajaw 7 Xul se sitúa en 1540, mientras que otros datos en los reportes indican que la fecha correcta es 1539, pero la correlación WF la ubica en 1747). Segundo, la serie WF por lo general no coincide con dataciones de carbono-14, así como el sistema GMT; sin embargo, debe tenerse en cuenta que algunas fechas de C14 sugieren que éste último es 200 años demasiado tardío (haecceities.wordpress.com). En tercer lugar, la propuesta WF está en desacuerdo con el calendario tzolkin que aún usan los mayas quiché, e implica que en algún momento se dejaron caer cinco días sobre un gran sector geográfico. Los monumentos sobre la creación siempre equivalen a 13.0.0.0.0 con 4 Ajaw; según aquella etnia el 21 de diciembre de 2012 calza con esto, pero no así la data de clausura en el WF. 

Cuarto, es engorroso el hecho de que el método WF se base principalmente en datos astronómicos. Ninguna correlación coincide perfectamente con todos ellos ni debemos esperar que suceda; por ejemplo, los escribas a veces usaban la fórmula 6 meses lunares = 177 días para datar la luna nueva desde observaciones anteriores, un error de 0,18 días ó 1 día en 3 años, y por lo tanto es aceptable que el GMT corresponda con la fecha de la edad lunar con un lapsus promedio de tres días. Para algunos casos se registraron dataciones numéricamente significativas sobre eventos astronómicos con preferencia a aquéllas en que ocurrieron realmente. Los críticos han notado que la fecha base en la "tabla Venus" del Códice Dresde parece estar equivocada si se usa la numeración GMT, pero ese documento fue compilado varios siglos después de esta fecha y pudo haberse incluido con fines rituales o vaticinadores. También existe el problema de que, por ejemplo, la observación a simple vista del ascenso para Venus justo antes del amanecer depende en gran medida de las condiciones atmosféricas y la agudeza del observador. A diferencia de la correlación WF, el GMT no se ideó para forzar un ajuste con los hechos astronómicos, por lo que este último puede usarse como verificación independiente y los partidarios creen que pasa esta prueba con una precisión aceptable. Como se puede apreciar, el debate está lejos de terminar.


Una inscripción en Yaxchilán, Guatemala, indica que se produjo un paso cenital del Sol el 3 de mayo de 755 (calendario juliano) según la correlación GMT, o el 17 de marzo de 963 conforme al WF (Smulders). En los cuadros anteriores, el centro del círculo es el cenit, y el círculo verde exterior representa una altitud de 60º. Al mediodía en la fecha GMT el Sol pasó 0,5º desde el cenit (arriba), mientras que para el WF no se acercó a 16,4º (debajo) (Redshift 7).

Curiosamente, el inicio del conteo largo GMT del 6 de septiembre de 3114 está cerca del comienzo para el Kali-Yuga hindú (o Edad Oscura), que ocurrió a la medianoche del 17/18 de febrero del 3102 a. de C. (fechas del calendario juliano). Esta última yuga, que tendrá 432.000 años, es la final en una secuencia de otras cuatro que forman un maha-yuga de 4.320.000 años, y se dice que toda la vida del planeta Tierra dura 1.000 maha-yugas. La opinión actualmente aceptada es que el Egipto dinástico también principió alrededor del 3100 a. de C., aunque se supone que la fecha del albor maya es completamente "mítica", en el sentido de que no había astrónomos de esa cultura en 3114 a. C. Probablemente de forma errónea se cree lo mismo sobre el inicio de Kali-Yuga, que es notable por el dato de que los otros ocho planetas, el asteroide Ceres, el Sol y la Luna estaban en la misma región celeste de 90,4º (ver "Secret Cycles", davidpratt.info); los hindúes también lo consideran el día en que Krishna dejó la Tierra como avatar de Vishnu. En el inicio 13-batkún del GMT los mismos 11 cuerpos celestes excepto la Luna, Júpiter, Urano y Plutón se extendieron a más de 95º, mientras que en el arranque de Wells-Fuls se encontraron los mismos 11 astros salvo la Luna, Ceres, Plutón y Neptuno repartidos en 73º. Si consideramos sólo los siete "planetas sagrados" (Mercurio, Venus, Marte, Júpiter, Saturno, "Sol" y "Luna"), la propagación fue 41º en el inicio de Kali-Yuga, 150º para el principio de GMT y 159º en WF. Por lo tanto, ninguna de las dos últimas fechas es particularmente impresionante a este respecto.

Los ocho planetas principales al comienzo del kali-yuga (fourmilab.ch).


Eras mundiales

Según el Popol Vuh o historia de la creación entre los mayas quiché (o k'iche '), actualmente vivimos en la cuarta "creación" o era mundial (Girard, 1979). Las tres etapas anteriores terminaron con un cataclismo y seguido por la génesis de una nueva humanidad; asimismo, la tercera finalizó mediante diluvios y duró 13 baktunes de acuerdo con varias inscripciones. Cuando concluya la presente era comenzará la quinta edad y no la destrucción del mundo entero, pues los mayas consideraban la transición de un katún o baktún al siguiente como tiempo de transformación y renacer. Sandra Noble, especialista en cultura maya, sostiene que para dicha etnia "era una gran celebración llegar al final de todo un ciclo", y que considerar el 21 de diciembre de 2012 como "fin del mundo" es "una completa elucubración y otra oportunidad para muchos de obtener ventajas económicas" (usatoday.com). Conforme a los ancianos mayas guatemaltecos del Clan Águila, el quinto ciclo constará de sabiduría, armonía, paz, amor y el retorno del orden natural (Braden et al., 2007, 282).

Los toltecas, aztecas, zuni, navajos y algunos incas dicen que nos encontramos en la quinta edad mundial o "sol", mientras que los hopi y otros incas -como los mayas quiché- aducen que ésta es la cuarta; también existe un mito maya tzutujil que indica que ahora vivimos en la quinta (Braden et al., 333). Los aztecas pueden haber visto el colapso de la civilización maya clásica en el siglo IX como el final de la cuarta creación, y un manuscrito mexica de 1558 da las extensiones para cada una de las épocas anteriores como 676, 364, 312 y 676 años respectivamente (Stray, 2006, 27), donde estas cifras son múltiplos de 52 años (rueda calendárica), y asimismo los aztecas predijeron que la era presente sería destruida por terremotos, pero no dijeron cuánto duraría. Por otro lado y basándose en el calendario azteca de piedra y otras fuentes, Gordon Brotherston sostuvo que cada una de las cinco eras mundiales para ese pueblo se extiende por 5.200 años, con un total de 26.000, una clara referencia al ciclo precesional (Jenkins, 1998, 340-1). Las historias míticas sobre la creación sucesiva de tipos humanos progresivamente mejorados e interrumpidos por cataclismos son un débil eco de la enseñanza teosófica sobre la evolución de humanidades sucesivas o "razas-raíz" en el transcurso de decenas de millones de años (Moffett, 1975).

Calendario azteca o piedra solar, 3,6 mts. en diámetro, hecha de basalto y con un peso aproximado de 22 toneladas. El motivo central es el signo 4 Ollin ("movimiento" o "terremoto"), la fecha en que comenzó el quinto sol, y está rodeado por cuatro símbolos que representan el inicio y final de los cuatro soles anteriores (Van Stone, 2009; wikis.lib.ncsu.edu).

Si bien hay muchos casos en que los mayas registraron la fecha anterior de 13.0.0.0.0, sólo hay una inscripción que se refiere inequívocamente al término del presente ciclo 13 baktún y se encuentra en el monumento 6 del sitio mexicano de Tortuguero, que en su mayoría registra la historia reciente de B'alam Ajaw ("Señor del Jaguar") quien gobernó entre 644-679. Una traducción del texto parcialmente borrado dice: "El 13° pik [baktún] estará terminado en 4 Ajaw, el tercero de Uniiw [Kankin] (...) [?] ocurrirá. [Será] el descenso [?] de Bolon Yokte K'u [¿dios de grandes zancadas?] a... [?]" (edj.net), donde Bolon Yokte K'u es un dios de cambio, destrucción y final de períodos (transcursos de un ciclo a otro). Una transcripción más reciente es: "Se completará el 13° baktún en 2 kines, 9 winales, 3 tunes, 8 katunes y 3 baktunes. Será 4 Ajaw, 3 Kankin. Se presenciarán los adornos de Bolon Yokte en la gran investidura" (Gronemeyer y MacLeod, 2010), y así vemos que el texto se refiere a un evento ceremonial, pero nada apocalíptico.

Panel derecho, monumento 6, Tortuguero (Gronemeyer y MacLeod, 2010).

También hay una posible referencia al final del ciclo 13 baktún en los textos mayas conocidos como "Libros de Chilam Balam", originados en Yucatán durante el período colonial: "El 4 Ajaw katún es el undécimo, conforme al recuento. Chichén Itzá es el asiento del katún. Llega el asentamiento de los itzaes; llega el quetzal y viene el pájaro verde, como también Aquél del árbol amarillo; se aproxima un vómito de sangre y Kukulkán llegará". 

El katún que se pensaba terminaría el 21 de diciembre de 2012 es un 4 Ajaw katún ya que finaliza en esa jornada, pero los katunes 4 Ajaw ocurren aproximadamente cada 256 años. El pasaje en cuestión refiere explícitamente al 4 Ajaw katún a mediados del siglo XVIII, pero muchos estudiosos creen que alude a la llegada de una figura histórica conocida como Kukulkán en Yucatán hacia un 4 Ajaw katún mucho anterior que terminó en noviembre de 987. Sin embargo y dado el énfasis maya en los ciclos, cualquier 4 Ajaw katún probablemente compartiría cualidades similares (Braden et al., 102-3). No existen otras referencias conocidas al final del presente ciclo 13 baktún; por ejemplo, el Popol Vuh sagrado no lo menciona ni a un futuro cambio mundial.

Hoy viven más de 10 millones de mayas, pero la gran parte de ellos no da mucha importancia al baktún 13 y ciertamente no se preparaba [ni tampoco lo hace] para el "juicio final". Aunque algunas tribus homónimas en las altiplanicies guatemaltecas todavía usan la rueda calendárica, hace muchos siglos terminó el empleo de la cuenta larga en que se basaba la fecha de 2012 y son raras las remisiones contemporáneas a la fecha. Robert Sitler escribe:

"Si bien muchos mayas han hablado durante largo tiempo sobre un momento venidero de grandes cambios, las referencias específicas a 2012 son una adición reciente (...) Los pocos mayas que participan activamente en el 'fenómeno de 2012' tienden a estar muy involucrados con colaboradores extranjeros (...) y llevan un estilo de vida decididamente no tradicional. No es sorprendente que a menudo sus contribuciones combinen las creencias mayas tradicionales con una amalgama de espiritualidad 'Nueva Era' que incluye visitas extraterrestres, calaveras de cristal proféticas e historias originarias que se remontan a la ciudad perdida de Atlántida. Y todavía más confuso: varios individuos no mayas se hacen pasar por ancianos de esa etnia y difunden sus propias variantes de la tradición sobre el 2012" (Braden et al., 95-6).

Quetza-Sha, un chamán azteca-maya, aseguró que los miembros de ésta última cultura "vinieron de las estrellas", Plutón, Neptuno y Urano, que el 2012 vería el nacimiento de una "tribu solar" unificada y el comienzo del "sexto sol azteca"; de igual forma, se supone que los humanos se transformarán en seres de la quinta dimensión hacia 2029 (Braden et al., 98; Stray, 29).

Don Alejandro Cirilo Pérez Oxlaj, respetado anciano maya quiché, afirma que el 20 de diciembre de 2012 la Tierra "pasaría por el centro de un eje magnético" y quedaría "oscurecida con una gran nube durante 60 a 70 horas" para ingresar en otra época acompañada de terremotos, tsunamis, inundaciones, erupciones volcánicas y enfermedades generalizadas, dejando pocos sobrevivientes. También ha dicho que los mayas llegaron primero a Atlántida, fueron visitados reiteradas veces por "maestros pleyadianos" que trajeron calaveras de cristal y que los sabios regresarían en 2012 (Stray, 29; Braden et al., 99-100).

Algunos chamanes incas creyeron que 2012 anunciaba un pachacuti o período de agitación y resurgimiento, donde habría una "rasgadura en el tejido del tiempo" y de la cual iba a aparecer una nueva especie humana llamada "Homo luminoso". Se esperaba la supuesta aparición del 12° inca verdadero entre 2000 y 2012, y que los "resplandecientes" llevasen a Perú y al resto del mundo a una nueva era de paz (Stray, 249-50).

Un pueblo indio al norte de Nuevo México sostuvo que el quinto mundo comenzaba el 23 de diciembre de 2012; por su parte, cierto chamán zulú afirmó el regreso en 2012 de una terrible "estrella con cola larga" ("Mu-sho-sho-no-no") y que la Tierra casi se volteó en su última visita hace miles de años. Los ancianos maoríes pensaron que habría una "disolución del velo" o fusión de los planos físico y espiritual para el mismo año (Stray, 34-5, 37-9).

Parece ser que algunos autodenominados "chamanes" y "ancianos" estuvieron ansiosos por participar en la "parafernalia 2012" y son tan capaces de espetar tonterías como cualquier otra persona. El anciano maya guatemalteco Apolinario Chile Pixtún adoptó un enfoque más sobrio, diciendo que estaba aburrido de ser bombardeado con preguntas sobre el calendario maya que finaliza en diciembre de 2012: "¡Hombre, regresé de Inglaterra el año pasado y ya me tienen harto con todo esto!", añadiendo que las teorías sobre el fin del mundo surgen de ideas occidentales y no mayas (newsday.com).

El calendario maya y la estafa del 2012 (1 de 7)

David Pratt, enero de 2011


[N.del T.: (1) se cambiaron los deícticos temporales al 2012 para otorgar coherencia al texto; (2) algunos enlaces en el artículo original no funcionan o ya no existen; (3) las abreviaturas de los textos citados se encuentran en la parte 7].

Contenidos:

01. Introducción
02. Cronometraje maya
-Tzolkin, Haab y rueda calendárica
-Cuenta Larga


01. Introducción

Existió una creencia generalizada de que el calendario maya llegaba a su fin el 21 de diciembre de 2012 o, más precisamente, que en esa fecha terminaría un ciclo calendárico. Según se dijo, aquel evento estaría marcado por una alineación galáctica muy rara y se acompañaría por catástrofes naturales, un repentino despertar espiritual o ambos. Así, este artículo analiza de manera crítica las teorías, especulaciones y fanfarronadas que rodearon al 2012.


02. Cronometraje maya

Se cree que las raíces de la civilización maya en Mesoamérica se remontan a alrededor de 1.800 años antes de la Era Común y alcanzaron su apogeo en el período clásico, entre aproximadamente el 250 al 900 de nuestra Era. En los siglos IX y X sufrió un rápido declive, probablemente debido a sequías prolongadas, superpoblación, epidemias y guerras endémicas, y su destrucción final fue precipitada por la conquista española en el siglo XVI. Los mayas refinaron aún más los sistemas de escritura, numéricos, calendáricos y astronómicos que heredaron de los olmecas; de éstos también adquirieron el simbólico juego de pelota, junto con la práctica de sacrificios humanos que alcanzó su ápice con los aztecas posteriores.

La línea roja indica el alcance de la civilización maya, que se extendió sobre lo que ahora es el sur de México y por Guatemala, Belice, Honduras y El Salvador. Los círculos señalan los principales sitios clásicos y los cuadrados apuntan a localidades pos-clásicas (en.wikipedia.org).

Los mayas alcanzaron un alto nivel de precisión en sus observaciones astronómicas, especialmente los ciclos de la Luna, el Sol, Marte y Venus. El Códice de Dresde arroja un mes lunar medio de 29,530570 días, ó 0,00002 días menos que nuestro valor actual, y también describe un valor de 583,92026 días para el período sinódico de Venus, un error de sólo 0,08 días en más de 481 años. 

Como muchos pueblos antiguos, los mayas estaban conscientes de la precesión equinoccial (fase de unos 25.920 años); por ejemplo, el Códice de París parece haber sido utilizado para predecir la longitud de la eclíptica solar y lunar en el transcurso de un ciclo precesional (Jacobs, 1999; Jenkins, 1998, 339-42).

Observatorio El Caracol, Chichén Itzá, México (en.wikipedia.org).

Existe evidencia de que marineros, comerciantes, misioneros y migrantes de varios continentes (incluyendo Europa, África y Asia) visitaron Mesoamérica en diferentes momentos e influyeron en sus diversas civilizaciones (véase "América Precolombina"). Algunas características del calendario maya y las tradiciones cosmológicas apuntan a contactos con India, China e Indonesia (Kearsley, 2001, 2002; Kelley, 1974).


Tzolkin, Haab y rueda calendárica

Los mayas tenían un intrincado sistema de calendarios. El sagrado o religioso, también conocido como tzolkin (tzolk'in en ortografía moderna), tiene un período de 260 días y consta de 20 "semanas" con 13 días cada una. Es de gran antigüedad y prevaleció en todas las sociedades mesoamericanas, aunque todavía se usa en algunas regiones de Oaxaca (México) y entre las comunidades mayas de tierras altas guatemaltecas. Fue utilizado para determinar el tiempo de eventos religiosos y ceremoniales y con fines de adivinación, pues se consideraba que el día tzolkin de nacimiento de un niño determinaba su personalidad. Dado que dos períodos tzolkin (520 días) equivalen a tres eclipses de medio año, también se empleó para pronosticar dichos fenómenos.

La cifra de 260 días es emblemática por varias razones: a) coincide estrechamente con el período de gestación humana, o la finalización de nueve ciclos de luna llena; b) es igual al intervalo de paso cenital del Sol observado desde 15º N, la latitud de Izapa (uno de los lugares donde se desarrolló el calendario); c) también equivale a un tercio del período sinódico de Marte (una órbita solar marciana en relación con la Tierra), que es de aproximadamente 780 días; d) representa el tiempo transcurrido entre la siembra y la cosecha del maíz, la dieta maya básica, y d) además puede ser significativo que 260 años sean aproximadamente 1/100 de la duración del ciclo precesional, un ritmo fundamental de la Tierra.

Los mayas usaban un sistema de números vigesimales (es decir, basado en 20 y no en 10).

Signos del tzolkin. El año de éste comienza con 1 Imix, seguido de 2 Ik, 3 Akbal, y así sucesivamente, terminando con 13 Ajaw, anteriormente Ahau (ancientscripts.com).

Al igual que otras culturas mesoamericanas y los antiguos egipcios, los mayas tenían un calendario civil o secular de 365 días. Es conocido como haab y también "año impreciso", ya que se desplaza en relación con las estaciones. Consiste en 18 "meses" de 20 días cada uno, incluidos otros 5 días "desafortunados" al final llamados wayeb, y fue usado principalmente para cronometrar actividades agrícolas como la siembra y cosecha de maíz. Los cuatro signos de día tzolkin en que puede caer el Año Nuevo (en el haab) se conocen como "portadores del año", y están asociados con las cuatro montañas sagradas de las cuatro direcciones, y los cuatro cuartos estacionales (equinoccios y solsticios).

Signos haab. Un año comienza con 0 Pop, continúa hasta 19 Pop, seguido de 0 Wo, etc., y termina con Wayeb.

Los mayas entendían el tzolkin y el haab como un conjunto de engranajes entrelazados, los cuales giraban hasta que un día tzolkin particular nuevamente coincidía con el mismo día haab. Esto ocurre luego de 18.980 días, el número más bajo divisible por 260 y 365, y dicho ciclo -conocido como "rueda calendárica"- es equivalente a 73 años tzolkin, 52 años haab o un poco menos de 52 años solares. Una fecha de la ronda calendárica consiste en una datación tzolkin seguida de otra haab, por ejemplo, 4 Ajaw 8 Kumku.

Entrelazado tzolkin y haab. La fecha que se muestra es 4 Ajaw 8 Kumku (getflashy.com).

Ciertamente, los mesoamericanos sabían que un año era un poco más de 365 días. Igualaron 1.508 haabs (29 rondas calendáricas) con 1.507 años tropicales, produciendo un año tropical (o solar) de 365,242203 días, una cifra más cercana al valor real que los 365,2425 de nuestro calendario gregoriano (Jacobs, 1999).


Cuenta Larga

Ni el sistema tzolkin ni el haab contaban los años, pero la combinación de una y otra fecha entre ambos era suficiente con miras a identificar de forma única las dataciones durante un período de 52 años. Para rastrear períodos más largos, los mayas emplearon la Cuenta Larga que computa años consecutivamente desde un punto de partida determinado (más bien como nuestro calendario occidental). Durante el período Clásico, la cuenta larga utilizó cinco valores posicionales:

1 k'in
1 winal
1 tun
1 k'atún
1 b'ak'tún
= 1 día
= 20 k'ins
= 18 winales
= 20 tunes
= 20 k'atunes

= 20 días (mes indefinido)
= 360 días (año indefinido)
= 7.200 días (19,7 años)
= 144.000 días (394,25 años)

Las fechas en los monumentos tienden a incluir tanto la de conteo largo como aquélla de calendario completo, con los números y símbolos de período dispuestos verticalmente. Por ejemplo y en notación moderna, una fecha igual a 9 baktunes, 3 katunes, 17 tuns, 8 winales y 11 kines se escribe 9.3.17.8.11.

La fecha de cuenta larga más antigua encontrada corresponde al 36 antes de la Era Común, pero la mayoría de estudiosos cree que la cuenta larga se inventó hasta 500 años antes. Para el momento de la conquista española dicho sistema había caído en desuso, y en cambio se empleaba un recuento corto (de 13 katunes) en el que una fecha particular se repetía cada 256 años.

Muchos registros mayas, como la Estela C en Quiriguá (Guatemala), fijan el momento de la creación actual como 13.0.0.0.0 4 Ajaw 8 Kumku, que generalmente se cree que corresponde al 11 de agosto del 3114 antes de la Era Común en el calendario gregoriano proléptico (ver sección siguiente). Entonces, si la edad actual también dura 13 baktunes -un período de 1.872.000 días, o aproximadamente 5.125,36 años solares-, finaliza el 21 de diciembre de 2012, y es interesante notar que cinco ciclos de 13 baktunes suman 25.627 años o la duración aproximada de una etapa precesional. 

Algunas inscripciones indican que, en lugar de restablecer a cero luego de 13 baktunes, el calendario continúa ejecutándose hasta 20 baktunes como todos los demás valores posicionales, excepto los winales que sólo llegan a 18, y además por sobre el baktún hay varios períodos de orden superior. Los estudiosos de la cultura maya han nombrado los primeros cuatro de la siguiente manera:

1 piktún
1 kalabtún
1 k'inchiltún
1 alautún
= 20 b'ak'tunes
= 20 piktunes
= 20 kalabtunes
= 20 k'inchiltunes
= 2.880.000 días (aprox. 7.885 años)
= 57.600.000 días (aprox. 157.700 años)
= 1.152.000.000 días (aprox. 3.154.004 años)
= 23.040.000.000 días (aprox. 63.080.082 años)

La mayoría de las fechas de cuenta larga que aparecen en inscripciones líticas tienen un recuento baktún de 9, que duró del siglo V al IX, el período de los mayas clásicos, pero en Palenque hay dos fechas largas de conteo: 1.18.5.4.0 y 1.18.5.3.6 (con 14 días de diferencia) que apuntan a un tiempo de 2.794 años solares antes de 9.0.0.0.0.

También existen inscripciones mayas que se refieren a dataciones más remotas y posteriores al presente ciclo de 13 baktún. Por ejemplo, un esculpido encargado en el siglo VII d. de C. por el rey Pakal de Palenque predice que un aniversario de su ascensión se conmemorará 4.169 años en el futuro, y dicho evento también está vinculado a otro similar 1.246.826 años antes. En 761 se erigió la Estela F en Quiriguá, un monolito de arenisca con una altura de 7.3 mts., pero también refiere a una fecha más temprana de 90 millones de años y otra con más de 400 millones hacia el futuro. El Códice de Dresde contiene la fecha 13.13.13.13.13.13.13.13.13.13.13.13.13 (trece veces 13, un número sagrado). La Estela 1 en Cobá contiene la datación 13.13.13.13.13.13.13.13.13.13.13.13.13.13.13.13.13.13.13.13.0.0.0.0, ubicándola en 4,134105 x 1028 años en el futuro o una distancia igual en el pasado; sin embargo, la cadena de 13 podría tener la intención de transmitir la extensión del tiempo (Gronemeyer y MacLeod, 2010; Van Stone, 2009; en.wikipedia.org).