13 de febrero de 2022

América Precolombina: migraciones, contactos y atlantes (10 de 12)

David Pratt
Mayo 2009-agosto 2011


Contenidos:

08. Poseidonis y cromagnones
-Migraciones cromagnon


08. Poseidonis y cromagnones

Según Platón, los antecedentes que entregó sobre la Atlántida en Timeo y Critias (escritos alrededor del 360 a. de C.) fueron otorgados originalmente por sacerdotes egipcios en Sais al estadista ateniense Solón en el siglo VI a. de C., quien entonces los pasó a Critias, abuelo de Platón. La isla se situaba "más allá de los Pilares de Hércules" (Estrecho de Gibraltar), tenía una gran cultura y conquistó muchas partes de Europa occidental y África, y luego de un periodo de grandes terremotos e inundaciones, fue tragada por el mar "en un solo día y una sola noche de desgracia" por causa de la creciente maldad de sus habitantes. Helena P. Blavatsky afirma que, como iniciado, Platón no estaba en condiciones de divulgar todo lo que sabía y optó por presentar una mezcla de verdad, alegoría y mito, con el objeto de mantener vivo el conocimiento acerca de este mítico continente. Por ejemplo, una parte de lo que asevera el filósofo se refiere al vasto y antiguo continente de Atlántida, mientras que otras veces alude a la isla de Poseidonis, su remanente final, que tenía el tamaño aproximado de Irlanda (1) y de acuerdo a la Teosofía moderna Poseidonis fue destruida en el 9.565 a. de C. (2).

Aunque Platón sostuvo que la teoría de Atlántida era "extraña pero perfectamente verdadera" los historiadores de cabecera la descartan como ficción, pero también esta tierra es mencionada directa o indirectamente por otros autores clásicos. Escribiendo en torno al 450 a. de C., unos 100 años antes de Platón, Heródoto llamaba lo que ahora se denomina Océano Atlántico como "Mar de Atlántida", y describió una tribu de "atlánteos" (atlantes) que vivían cerca del Monte Atlas en el noroeste de África. Alrededor del 100 a. de C. Claudio Eliano reportó que según los habitantes de las costas oceánicas los antiguos reyes de Atlántida trazaban su ascendencia al dios Poseidón, y Marcelo el Historiador apuntó que los pobladores de las Islas Canarias preservaban tradiciones sobre la Atlántida, que una vez había gobernado todas las islas en el océano que lleva su nombre. En torno al 8 a. de C., Diodoro Sículo habló de "tribus atlantes" (Atlantoi) que vivían en el norte de África cerca del océano y cuyas deidades se originaron en el Atlántico. A mediados del siglo V d. de C. Proclo informaba que alrededor del 300 a. de C. los sacerdotes de Sais habían mostrado a Crantor, alumno de Platón, las columnas del templo donde se registró la tradición atlante (3).

Blavatsky asevera que el mundo sabría mucho más sobre la Atlántida si no fuera por el hecho de que muchos trabajos antiguos se eliminaron deliberadamente; por ejemplo, incontables y valiosos trabajos en la biblioteca de Alejandría fueron destruidos por romanos, cristianos y finalmente musulmanes. Se estima que ha sobrevivido hasta hoy sólo un 5 ó 10% de obras escritas sobre las civilizaciones mediterráneas precristianas.

Asimismo, a ambos lados del Atlántico pueden detectarse numerosas leyendas que se refieren a la Atlántida u otras tierras sumergidas. Los aborígenes de Norteamérica tienen tradiciones que hablan de sus ancestros llegados desde una tierra "en dirección del sol naciente", y cuando América fue descubierta por primera vez, se encontraron algunas tribus nativas que llevaban el nombre de "Atlanta" (4). Según el Popol Vuh los mayas quiché eran emigrantes del este que vivían en la oscuridad y viajaron al oeste en barcos buscando al sol. En Bretaña la historia arturiana sitúa la isla de Avalon en el Atlántico y se refiere a la tierra sumergida de Lyonesse situada fuera de las Islas Sorlingas, al suroeste de Cornwall. En Irlanda existe una leyenda acerca de Hy-Brasil, una tierra en el océano del oeste y de pueblos con poderes mágicos oscuros que emergen del mar. Por su parte, los celtas de Bretaña contaban un relato sobre la isla sumergida de Ys situada más allá de la costa. 

Muchos pueblos de la Antigüedad daban nombres perceptiblemente similares a una isla-continente localizada antaño en el Océano Atlántico (5). Por ejemplo, las tribus beréberes del norte africano la llaman Attala, los vascos Atlaintika, los vikingos Atli, los babilonios Arallu y los aztecas Aztlán o Tulán. Los hindúes se referían a la Atlántida o a sus diferentes sectores en varias fases de su evolución como Atala, Saka-dvipa (Atlántida prístina), Sveta-dvipa ("isla blanca"), Ruta y Daitya (grandes islas que quedaron luego que se hubiera hundido la mayor parte de este continente), y Sankha- (o Sancha-) dvipa (Poseidonis) (6). 

Fig. 8.1. Relieve maya en Tikal, Guatemala, descubierto por Teobert Maler. Fue llevado a Berlín, pero desapareció durante la Segunda Guerra Mundial, y puede representar los eventos que llevaron a la huida de los ancestros mayas de su legendaria tierra natal de Aztlán o Tulán (ambos significan "lugar de juncos"). El relieve muestra un volcán en erupción hundiéndose en el océano, un templo piramidal que se desmorona, olas parecidas a maremotos, un individuo que escapa en su barca y una persona que se ahoga.

Los hindúes localizaban Atala en la séptima zona climática, esto es, en los 24-28°N, la misma latitud que las Islas Canarias (7). Blavatsky describe estas islas como "los remanentes de un continente gigantesco aunque sumergido, y que antiguamente unía África con América" (8). Christian O'Brien, geólogo de exploración antigua, cree que Poseidonis se situaba más al norte, alrededor de las Azores en la Dorsal Media Atlántica (9). Al contornear el lecho marino descubrió que las Azores estaban separadas y rodeadas por una red de valles submarinos que tenían todas las marcas distintivas de haber sido en otra época valles fluviales en la superficie, y de esta forma concluyó que Poseidonis medía 720 kms. de este a oeste y 480 kms. de norte a sur con altas cadenas de montañas que se elevaban a más de 3.660 mts. sobre el nivel del mar. Actualmente sólo se aprecian los picos montañosos sobre las aguas que componen las nueve islas volcánicas de las Azores. 

Fig. 8.2. Reconstrucción de Poseidonis según Christian O'Brien.

Existe evidencia de que muchas otras áreas en la Dorsal Media Atlántica pueden haberse sumergido aproximadamente en los últimos 12.000 años (10). Además, durante la última era gracial varias de las islas actuales en el Atlántico y el Caribe eran mucho más grandes debido a que los niveles del mar solían ser unos 130 mts. más bajos que hoy. También grandes zonas de plataformas continentales actuales fueron tierra firme como el caso de la costa oriental de EE.UU. que tenía unos 160 kms. adicionales de ancho, mientras que en el Caribe el área total de los Bancos de Bahamas estaba sobre el nivel del mar durante la última glaciación. Se han descubierto estructuras de piedra, a menudo de proporciones megalíticas, fuera de la costa de E.E.U.U., México, Venezuela, Cuba, las Bahamas, las Azores, las Islas Canarias, España, Portugal, Marruecos, Egipto y muchas islas mediterráneas incluyendo Malta, Cerdeña, Córcega, Sicilia, Creta y las Baleares (11). Igualmente se localizaron tres esqueletos bien preservados en cuevas submarinas fuera de la costa de Yucatán fechados en más de 13.000 años A.P. (12).

En el Caribe existen numerosos sitios arqueológicos submarinos, como por ejemplo el "camino de Bimini", una estructura de piedra en forma de J al revés con más de 400 mts. de largo y situado entre 5 a 7 mts. bajo la superficie del mar fuera de la isla de Bimini en las Bahamas (13). La versión oficial es que sólo consiste en una disposición natural de roca costera, pero otros investigadores reportan evidencia de que podría haber sido un rompeolas similar a varios otros hallados en el Mediterráneo. Muchas partes de dicha estructura tienen dos o tres senderos de piedra, y diversos bloques están mortajados y espigados exhibiendo asimismo marcas de herramientas. En 2001 imágenes de sonar revelaron lo que parecía ser un complejo íntegro de estructuras piramidales y otras formas a más de 700 mts. fuera de la costa oeste de Cuba, y si esto se confirma, la sumersión no podría deberse sólo al aumento del nivel del mar ya que éste nunca ha estado a ese nivel de disminución (14).

Fig. 8.3. El rompeolas de Bimini.

Se dice que Poseidonis controló un vasto imperio que incluía partes de Europa y el norte de África. Blavatsky sostiene que Grecia, Creta, Sicilia, Cerdeña y muchas otras islas del Mediterráneo fueron colonias de Atlántida, no así Egipto (15), y de esta manera dicha civilización también puede haber incluido al Caribe y partes de América


Migraciones cromagnon

Una de las primeras formas modernas conocidas de nuestra subespecie (Homo sapiens sapiens) fue el Cro-Magnon, la cual difería de sus descendientes actuales en el Viejo Mundo sólo en su fisiología más robusta y capacidad cerebral ligeramente mayor. Los cromagnon comenzaron a llegar a Europa hace unos 40.000 años, en el Paleolítico Superior, época en que Europa estaba habitada principalmente por neandertales. Los orígenes de los cromagnon han sido denominados como "un completo misterio" pues representaron un alto nivel de civilización y no mostraron parecido a la imagen popular de los salvajes desaliñados, peludos y cavernícolas. Estos individuos cazaban y pescaban en grupos organizados, vivían en refugios construidos artificialmente, usaban ropas zurcidas e incluso joyería y también enterraban a sus muertos. Hay indicios de que ejercían la agricultura incluso hacia el 16.000 a. de C., mientras que usualmente se afirma que esta práctica fue concebida durante la revolución del Neolítico alrededor del 10.000 a. de C. (1). 

Fig. 8.4. Reconstrucción de un hombre cromagnon.

Fig. 8.5. Esta pintura rupestre de Minateda, España, muestra a una mujer cromagnon con un vestido hasta la rodilla y que sostiene la mano de un niño cuyo cabello está levantado con un lazo (2).

Los cromagnon fueron creadores del asombroso arte rupestre descubierto en el sur de Europa, y es tan altamente sofisticado que las pinturas inicialmente fueron descartadas como "falsificaciones" (ningún arte comparable se ha descubierto aún en América). Ocasionalmente hay representaciones de los propios cromagnon como hombres con cabello corto y afeitados, otros que tocan instrumentos musicales y también mujeres de apariencia bastante moderna. Sin embargo, una gran parte de esta artística se centra en los animales que cazaban, retratados a menudo en una forma muy realista y haciendo un hábil uso de los contornos de la cueva para producir un efecto tridimensional vívido. Las cámaras en cuestión tienden a ser bastante pequeñas y difíciles de alcanzar, no muestran señales de haber sido empleadas para propósitos domésticos, y por consiguiente ahora se acepta la teoría de que fueron utilizadas como santuarios para ritos religiosos e iniciatorios (3), mientras que las marcas halladas en cavernas y huesos indican que los cromagnon también realizaban observaciones astronómicas y cómputos calendáricos (4). 

Fig. 8.6. Caballo café moteado y calendario lunar en la Sala de los Toros, Lascaux, Francia. Los puntos denotan el ciclo lunar de 29 días (5).

Actualmente existe una tendencia a evitar el término "cromagnon" y a referirse a este pueblo del Paleolítico Superior como "humanos anatómicamente modernos" o "humanos modernos prístinos". Cualquiera sea la forma en que se los llame, los cromagnon parecen haber llegado en cuatro oleadas principales o "invasiones", y en Europa éstas se conocen como: auriñaciense (c. 34.000 A.P.), solutrense (c. 21.000 A.P.), magdaleniense (c. 18.000 A.P.) y aziliense (c. 12.000 A.P.). Estas etapas de fabricación artefactual aparecieron de improviso y nunca se han encontrado fases formativas. Los cromagnon se asentaron principalmente en las regiones occidentales de Europa y el norte de África y algunas islas cercanas, aunque también sus restos fueron localizados en partes de América del Norte y del Sur (6). La "invasión" aziliense ocurrió alrededor de la época que Platón dio para el hundimiento de Poseidonis y esta cultura era inferior a la auriñaciense en varios sentidos.

Algunos investigadores han propuesto que los cromagnon tuvieron su origen en Poseidonis y quizás otras islas del Atlántico, y que migraron a Europa y América en varias oleadas a medida que las islas mostraban mayores señales de inestabilidad geológica que culminaron en el hundimiento de esta legendaria comarca (7). Blavatsky aduce que la actividad sísmica llevó a que se esparciera un número de pequeñas islas en torno a Poseidonis que se encontraban deshabitadas mucho tiempo antes de la catástrofe final (8). Entretanto, la versión oficial basada en la datación de sitios cromagnon es que estos migrantes ingresaron a Europa desde el oriente. 

Fig. 8.7. Arte rupestre magdaleniense, Lascaux (9). Los cromagnon practicaban el culto al toro y su sacrificio, y Platón informó que los habitantes de Poseidonis también veneraban a este animal (10).

Según Platón, Poseidonis antiguamente era "una gloriosa nación" y Blavatsky por su parte sostuvo que sus habitantes "seguramente no fueron una raza de paleolíticos salvajes" y puntualiza que, si bien en la práctica no hubo progresos durante la última etapa del Paleolítico, los cromagnon europeos representaron una fase cultural superior a las últimas culturas del Neolítico (11), y así describe su habilidad artística como un "destello de cultura atlante que reaparecía ancestralmente" (12). 

Fig. 8.8. Reno grabado en una pieza de asta por un individuo del Paleolítico. Blavatsky señala: "Esta cornamenta grabada prueba tan elocuentemente como cualquier otro hecho que la evolución de las razas siempre ha procedido en una serie de surgimientos y caídas" (13).

Como se mencionó en la sección 6, la industria artefactual solutrense parece haber sido precursora de aquélla de Clovis y es posible que exista un vínculo entre solutrenses y "arcaicos marítimos". Mientras que los solutrenses y quizás los magdalenienses pueden haber navegado directamente desde Europa a América entre 18.000 y 12.000 años atrás, también podrían haber arribado a esa zona desde Poseidonis siguiendo la corriente ecuatorial sur e ingresando en el área caribeña, antes de dispersarse por América del Norte y del Sur. Esto explicaría los sitios arqueológicos que han sido descubiertos en Pennsylvania, Virginia y California del Sur, fechados entre 15.000 a 18.000 años atrás.

Los antropólogos concuerdan en que el cromagnon se halla representado en la época moderna por los pueblos beréber y tuareg del norte africano, los guanches recientemente extintos de las Islas Canarias, los vascos del norte de España, los aquitanos del valle de Dordoña y Bretaña en Francia, y hasta hace poco tiempo por los habitantes la isla de Oleron. Cedric Leonard establece que ibéricos, mauritanos, lusitanos y británicos (antiguos bretones) también descendieron de refugiados atlantes de la era glacial, y asegura que los variados dialectos de la lengua original atlante acompañaron a los cromagnon a medida que se esparcían en las zonas occidentales de Europa y África, y que los remanentes de este fenómeno existen hasta hoy en lo que él denomina "complejo lingüístico beréber-iberovasco" que se extendió desde Marruecos hasta la Península Ibérica, luego hacia Dordoña y Bretaña y continuando al norte en dirección de las Islas Británicas (14); incluso algunos investigadores han señalado semejanzas entre el idioma vasco y las lenguas de los aborígenes americanos (15).

También Blavatsky sostiene que los cromagnon, guanches y vascos son descendientes de atlantes, y menciona que se han encontrado restos líticos en las Islas Canarias que muestran símbolos esculpidos similares a los descubiertos en la costa del Lago Superior (16). Muchos pueblos europeos posteriores están más o menos emparentados con los atlantes incluyendo hiperbóreos, cimerios, arimaspos, escitas y los ancestros de los primeros griegos y romanos (esto es, eolios, dorios, jónicos) y sus predecesores (pelasgos, yapigios, etruscos) y también egipcios, fenicios, cartagineses y minoicos (17). De igual manera hubo una fuerte influencia atlante en los amerindios del Nuevo Mundo y también en los posteriores mayas e incas (18).

Los antiguos cráneos braquicefálicos (de cara ancha y cabeza redondeada) hallados en América bien pueden constituir los vestigios de mongoloides que entraron al Nuevo Mundo desde Asia por el puente de Beringia, pero como se mencionó en la sección 6, varias calaveras muy antiguas descubiertas en este continente son dolicocefálicas (alargadas), de caras cortas y muestran rasgos caucasoides y cromagnoides.

El ADNmt recuperado de dos especímenes cromagnon fue identificado como haplogrupo N, del cual se cree que tuvo su origen hace 65.000 años y es ancestral a casi todos los haplogrupos europeos y polinesios, además de muchos asiáticos y amerindios. Su frecuencia promedio entre éstos últimos es del 3,2% y sus presuntos haplogrupos descendientes incluyen los tipos A y X (19). Como ya fue señalado, la clase X está presente en Europa, norte de África, el Medio Oriente y América, pero casi no existe en el este de Asia. Los araucanos de Chile, que comúnmente tienen cabello rizado café-rojizo y ojos verdes, poseen genes caucásicos paleolíticos significativos y podrían haber llegado desde España entre unos 18.000 a 12.000 años atrás, y asimismo esta etnia chilena puede descender de cromagnones ya que en esa área se localizaron varios cráneos de dicho pueblo europeo. Los mayas, incas y araucanos pertenecen virtualmente en un 100% al grupo sanguíneo O, de cuya población el 5-20% constituye rhesus negativo, y acerca de este punto Leonard escribe: "Esta fue la sangre de los europeos originales y resultado de los hombres cromagnon. Las razas que la poseen se encuentran en América y las Islas Canarias, además de los beréberes, vascos y celtas gaélicos" (20).


Referencias

Poseidonis

1. Blavatsky, La Doctrina Secreta, 2:211, 266, 394-5, 743 pie de página, 760-8.
2. A.T. Barker (compilación), The Mahatma Letters to A.P. Sinnett, TUP, 2da edición, 1975, p. 151, 155 / Wheaton, IL: Theosophical Publishing House, edición cronológica, 1993, p. 309, 313.

3. R. Cedric Leonard, "Echoes of Atlantis: Myths and traditions of ancient lands", 2005, www.atlantisquest.com; R. Cedric Leonard, "Ancient writings: Pre-Platonic writings pertinent to Atlantis", 2009, www.atlantisquest.com; R. Cedric Leonard, "Timeline of ancient sources", 2007, www.atlantisquest.com; La Doctrina Secreta, 2:408-9, 760-8.

4. "A Land of Mystery", H.P. Blavatsky Theosophical Articles, vol. III.
5. Charles Berlitz, Atlantis: The lost continent revealed, London: Fontana/Collins, 1985, p. 19-20.

6. La Doctrina Secreta, 1:650-1, 2:141, 147, 322-3, 402-8, 433, 436, 740.
7. La Doctrina Secreta, 2:402-3, 407.
8. Ibídem, 2:791.
9. Christian y Barbara Joy O’Brien, The Shining Ones, Kemble, Cirencester: Dianthus Publishing, 2001, p. 435-42; "Survey of Atlantis", www.goldenageproject.org.uk.

11. David Hatcher Childress, Lost Cities of Atlantis, Ancient Europe & the Mediterranean, Stelle, IL: Adventures Unlimited Press, 1996, p. 30, 36; Berlitz, Atlantis, p. 16, 91-2, 162; Graham Hancock, Underworld: The mysterious origins of civilization, New York: Three Rivers Press, 2002, p. 514.

12. Leonard, "Atlanteans in America: Paleolithic Cro-Magnons in America".
13. Underworld, p. 516-27; William Donato, "Bimini: the 'road' to discovery", en Joseph, Unearthing Ancient America, p. 148-57.

14. Underworld, p. 527-9.
15. La Doctrina Secreta, vol. 2, p. 351-352.


Migraciones cromagnon

1. R. Cedric Leonard, "Anthropological insights: Atlantis and Cro-Magnon Man", 2009, www.atlantisquest.com.

2.http://www.creationism.org/books/TaylorInMindsMen/TaylorIMMh08. htm.
3. E.C. Krupp, Skywatchers, Shamans & Kings: Astronomy and the archaeology of power, New York: John Wiley & Sons, 1997, p. 116-25.

4. "Oldest lunar calendar identified", 2000, http://news.bbc.co.uk; "Astrotheology of the ancients", 2009, http://forum.prisonplanet.com; W.R. Corliss (compilación), Archeological Anomalies: Graphic artifacts I, Glen Arm, MD: Sourcebook Project, 2005, p. 74-5.

5. http://news.bbc.co.uk/2/hi/science/nature/975360.stm.
6. "Anthropological insights: Atlantis and Cro-Magnon Man"; Lewis Spence, The History of Atlantis, New York: Gramercy Books, 1996 (1926), p. 84.

7. "Anthropological insights: Atlantis and Cro-Magnon Man"; "Atlanteans in America: Paleolithic CroMagnons in America"; Peter Lemesurier, The Great Pyramid Decoded, Shaftesbury, Dorset: Element Books, 1990, p. 277-80; Blair A. Moffett, A world had passed, partes 1 y 2; Spence, The History of Atlantis, p. 75-100.

8. La Doctrina Secreta, vol. 2, p. 250 (nota al pie).
9.http://media.washingtontimes.com/media/img/photos/2008/11/30/20081129-134729-pic-944681651.jpg.

10. The History of Atlantis, p. 22-3, 48, 180-5.
11. La Doctrina Secreta, 2:740-1, 743, 749.
12. Ibídem, 2:741 nota al pie.
13. Ibídem, 2:720-1.
14. R. Cedric Leonard, "Linguistic connections: a Paleolithic language", 2009, www.atlantisquest.com.

15. W.R. Corliss, Science Frontiers, n° 175, 2008, p. 1; La Doctrina Secreta, 2:790.
16. La Doctrina Secreta, 2:678, 790-1.
17. La Doctrina Secreta, 2:436, 743, 749, 774.
18. La Doctrina Secreta, 2:792.
19. http://en.wikipedia.org/wiki/Haplogroup_N_(mtDNA); C. Lalueza et al., "Lack of founding Amerindian mitochondrial DNA lineages in extinct Aborigines from Tierra del Fuego-Patagonia", Human Molecular Genetics, vol. 6, 1996, p. 41-6, http://hmg.oxfordjournals.org.

20. "Linguistic connections".