21 de febrero de 2022

El calendario maya y la estafa del 2012 (1 de 7)

David Pratt, enero de 2011


[N.del T.: (1) se cambiaron los deícticos temporales al 2012 para otorgar coherencia al texto; (2) algunos enlaces en el artículo original no funcionan o ya no existen; (3) las abreviaturas de los textos citados se encuentran en la parte 7].

Contenidos:

01. Introducción
02. Cronometraje maya
-Tzolkin, Haab y rueda calendárica
-Cuenta Larga


01. Introducción

Existió una creencia generalizada de que el calendario maya llegaba a su fin el 21 de diciembre de 2012 o, más precisamente, que en esa fecha terminaría un ciclo calendárico. Según se dijo, aquel evento estaría marcado por una alineación galáctica muy rara y se acompañaría por catástrofes naturales, un repentino despertar espiritual o ambos. Así, este artículo analiza de manera crítica las teorías, especulaciones y fanfarronadas que rodearon al 2012.


02. Cronometraje maya

Se cree que las raíces de la civilización maya en Mesoamérica se remontan a alrededor de 1.800 años antes de la Era Común y alcanzaron su apogeo en el período clásico, entre aproximadamente el 250 al 900 de nuestra Era. En los siglos IX y X sufrió un rápido declive, probablemente debido a sequías prolongadas, superpoblación, epidemias y guerras endémicas, y su destrucción final fue precipitada por la conquista española en el siglo XVI. Los mayas refinaron aún más los sistemas de escritura, numéricos, calendáricos y astronómicos que heredaron de los olmecas; de éstos también adquirieron el simbólico juego de pelota, junto con la práctica de sacrificios humanos que alcanzó su ápice con los aztecas posteriores.

La línea roja indica el alcance de la civilización maya, que se extendió sobre lo que ahora es el sur de México y por Guatemala, Belice, Honduras y El Salvador. Los círculos señalan los principales sitios clásicos y los cuadrados apuntan a localidades pos-clásicas (en.wikipedia.org).

Los mayas alcanzaron un alto nivel de precisión en sus observaciones astronómicas, especialmente los ciclos de la Luna, el Sol, Marte y Venus. El Códice de Dresde arroja un mes lunar medio de 29,530570 días, ó 0,00002 días menos que nuestro valor actual, y también describe un valor de 583,92026 días para el período sinódico de Venus, un error de sólo 0,08 días en más de 481 años. 

Como muchos pueblos antiguos, los mayas estaban conscientes de la precesión equinoccial (fase de unos 25.920 años); por ejemplo, el Códice de París parece haber sido utilizado para predecir la longitud de la eclíptica solar y lunar en el transcurso de un ciclo precesional (Jacobs, 1999; Jenkins, 1998, 339-42).

Observatorio El Caracol, Chichén Itzá, México (en.wikipedia.org).

Existe evidencia de que marineros, comerciantes, misioneros y migrantes de varios continentes (incluyendo Europa, África y Asia) visitaron Mesoamérica en diferentes momentos e influyeron en sus diversas civilizaciones (véase "América Precolombina"). Algunas características del calendario maya y las tradiciones cosmológicas apuntan a contactos con India, China e Indonesia (Kearsley, 2001, 2002; Kelley, 1974).


Tzolkin, Haab y rueda calendárica

Los mayas tenían un intrincado sistema de calendarios. El sagrado o religioso, también conocido como tzolkin (tzolk'in en ortografía moderna), tiene un período de 260 días y consta de 20 "semanas" con 13 días cada una. Es de gran antigüedad y prevaleció en todas las sociedades mesoamericanas, aunque todavía se usa en algunas regiones de Oaxaca (México) y entre las comunidades mayas de tierras altas guatemaltecas. Fue utilizado para determinar el tiempo de eventos religiosos y ceremoniales y con fines de adivinación, pues se consideraba que el día tzolkin de nacimiento de un niño determinaba su personalidad. Dado que dos períodos tzolkin (520 días) equivalen a tres eclipses de medio año, también se empleó para pronosticar dichos fenómenos.

La cifra de 260 días es emblemática por varias razones: a) coincide estrechamente con el período de gestación humana, o la finalización de nueve ciclos de luna llena; b) es igual al intervalo de paso cenital del Sol observado desde 15º N, la latitud de Izapa (uno de los lugares donde se desarrolló el calendario); c) también equivale a un tercio del período sinódico de Marte (una órbita solar marciana en relación con la Tierra), que es de aproximadamente 780 días; d) representa el tiempo transcurrido entre la siembra y la cosecha del maíz, la dieta maya básica, y d) además puede ser significativo que 260 años sean aproximadamente 1/100 de la duración del ciclo precesional, un ritmo fundamental de la Tierra.

Los mayas usaban un sistema de números vigesimales (es decir, basado en 20 y no en 10).

Signos del tzolkin. El año de éste comienza con 1 Imix, seguido de 2 Ik, 3 Akbal, y así sucesivamente, terminando con 13 Ajaw, anteriormente Ahau (ancientscripts.com).

Al igual que otras culturas mesoamericanas y los antiguos egipcios, los mayas tenían un calendario civil o secular de 365 días. Es conocido como haab y también "año impreciso", ya que se desplaza en relación con las estaciones. Consiste en 18 "meses" de 20 días cada uno, incluidos otros 5 días "desafortunados" al final llamados wayeb, y fue usado principalmente para cronometrar actividades agrícolas como la siembra y cosecha de maíz. Los cuatro signos de día tzolkin en que puede caer el Año Nuevo (en el haab) se conocen como "portadores del año", y están asociados con las cuatro montañas sagradas de las cuatro direcciones, y los cuatro cuartos estacionales (equinoccios y solsticios).

Signos haab. Un año comienza con 0 Pop, continúa hasta 19 Pop, seguido de 0 Wo, etc., y termina con Wayeb.

Los mayas entendían el tzolkin y el haab como un conjunto de engranajes entrelazados, los cuales giraban hasta que un día tzolkin particular nuevamente coincidía con el mismo día haab. Esto ocurre luego de 18.980 días, el número más bajo divisible por 260 y 365, y dicho ciclo -conocido como "rueda calendárica"- es equivalente a 73 años tzolkin, 52 años haab o un poco menos de 52 años solares. Una fecha de la ronda calendárica consiste en una datación tzolkin seguida de otra haab, por ejemplo, 4 Ajaw 8 Kumku.

Entrelazado tzolkin y haab. La fecha que se muestra es 4 Ajaw 8 Kumku (getflashy.com).

Ciertamente, los mesoamericanos sabían que un año era un poco más de 365 días. Igualaron 1.508 haabs (29 rondas calendáricas) con 1.507 años tropicales, produciendo un año tropical (o solar) de 365,242203 días, una cifra más cercana al valor real que los 365,2425 de nuestro calendario gregoriano (Jacobs, 1999).


Cuenta Larga

Ni el sistema tzolkin ni el haab contaban los años, pero la combinación de una y otra fecha entre ambos era suficiente con miras a identificar de forma única las dataciones durante un período de 52 años. Para rastrear períodos más largos, los mayas emplearon la Cuenta Larga que computa años consecutivamente desde un punto de partida determinado (más bien como nuestro calendario occidental). Durante el período Clásico, la cuenta larga utilizó cinco valores posicionales:

1 k'in
1 winal
1 tun
1 k'atún
1 b'ak'tún
= 1 día
= 20 k'ins
= 18 winales
= 20 tunes
= 20 k'atunes

= 20 días (mes indefinido)
= 360 días (año indefinido)
= 7.200 días (19,7 años)
= 144.000 días (394,25 años)

Las fechas en los monumentos tienden a incluir tanto la de conteo largo como aquélla de calendario completo, con los números y símbolos de período dispuestos verticalmente. Por ejemplo y en notación moderna, una fecha igual a 9 baktunes, 3 katunes, 17 tuns, 8 winales y 11 kines se escribe 9.3.17.8.11.

La fecha de cuenta larga más antigua encontrada corresponde al 36 antes de la Era Común, pero la mayoría de estudiosos cree que la cuenta larga se inventó hasta 500 años antes. Para el momento de la conquista española dicho sistema había caído en desuso, y en cambio se empleaba un recuento corto (de 13 katunes) en el que una fecha particular se repetía cada 256 años.

Muchos registros mayas, como la Estela C en Quiriguá (Guatemala), fijan el momento de la creación actual como 13.0.0.0.0 4 Ajaw 8 Kumku, que generalmente se cree que corresponde al 11 de agosto del 3114 antes de la Era Común en el calendario gregoriano proléptico (ver sección siguiente). Entonces, si la edad actual también dura 13 baktunes -un período de 1.872.000 días, o aproximadamente 5.125,36 años solares-, finaliza el 21 de diciembre de 2012, y es interesante notar que cinco ciclos de 13 baktunes suman 25.627 años o la duración aproximada de una etapa precesional. 

Algunas inscripciones indican que, en lugar de restablecer a cero luego de 13 baktunes, el calendario continúa ejecutándose hasta 20 baktunes como todos los demás valores posicionales, excepto los winales que sólo llegan a 18, y además por sobre el baktún hay varios períodos de orden superior. Los estudiosos de la cultura maya han nombrado los primeros cuatro de la siguiente manera:

1 piktún
1 kalabtún
1 k'inchiltún
1 alautún
= 20 b'ak'tunes
= 20 piktunes
= 20 kalabtunes
= 20 k'inchiltunes
= 2.880.000 días (aprox. 7.885 años)
= 57.600.000 días (aprox. 157.700 años)
= 1.152.000.000 días (aprox. 3.154.004 años)
= 23.040.000.000 días (aprox. 63.080.082 años)

La mayoría de las fechas de cuenta larga que aparecen en inscripciones líticas tienen un recuento baktún de 9, que duró del siglo V al IX, el período de los mayas clásicos, pero en Palenque hay dos fechas largas de conteo: 1.18.5.4.0 y 1.18.5.3.6 (con 14 días de diferencia) que apuntan a un tiempo de 2.794 años solares antes de 9.0.0.0.0.

También existen inscripciones mayas que se refieren a dataciones más remotas y posteriores al presente ciclo de 13 baktún. Por ejemplo, un esculpido encargado en el siglo VII d. de C. por el rey Pakal de Palenque predice que un aniversario de su ascensión se conmemorará 4.169 años en el futuro, y dicho evento también está vinculado a otro similar 1.246.826 años antes. En 761 se erigió la Estela F en Quiriguá, un monolito de arenisca con una altura de 7.3 mts., pero también refiere a una fecha más temprana de 90 millones de años y otra con más de 400 millones hacia el futuro. El Códice de Dresde contiene la fecha 13.13.13.13.13.13.13.13.13.13.13.13.13 (trece veces 13, un número sagrado). La Estela 1 en Cobá contiene la datación 13.13.13.13.13.13.13.13.13.13.13.13.13.13.13.13.13.13.13.13.0.0.0.0, ubicándola en 4,134105 x 1028 años en el futuro o una distancia igual en el pasado; sin embargo, la cadena de 13 podría tener la intención de transmitir la extensión del tiempo (Gronemeyer y MacLeod, 2010; Van Stone, 2009; en.wikipedia.org).