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13 de marzo de 2022

Visitantes paranormales: desdibujando la realidad (4 de 10)

David Pratt (diciembre 2002-junio 2009)


Contenido:

05. Ataques sexuales de fantasmas


05. Ataques sexuales de fantasmas

En todas las culturas y épocas se encuentran historias de atacantes sexuales paranormales y "demonios amantes". En la moderna era espacial, muchas personas dicen haber sido abducidas y abusadas sexualmente por "alienígenas", pero hace más sentido considerar más el "espacio interno" en lugar del "espacio exterior" para explicar el origen de las entidades implicadas (1). En la antigua tradición de hadas y el folklore en general hay varios relatos de vínculos sexuales con entidades extrañas, y en la Edad Media hubo numerosos casos de posesión demoníaca y abusos sexuales por "demonios" masculinos y femeninos (íncubos y súcubos, respectivamente). Aunque la interación sexual con tales seres tiende a tomar la forma de un ataque, también a veces se buscan deliberadamente como en los ejemplos de algunos médiums espiritistas que han alardeado de tener esposos "espirituales". 

En 1967 una viuda de 39 años y sus tres hijos se mudaron a una casa en Pretoria, Sudáfrica, e inmediatamente percibieron una atmósfera espeluznante ya que se encontraron misteriosas cruces trazadas con tiza en las puertas y una pieza de carne porcina que colgaba de un clavo en el dormitorio principal. Un día la viuda volvía a casa y se encontró con un hombre vestido de gris sentado en el pórtico frontal, y cuando le preguntó qué quería el visitante se incorporó y entró en la casa a través de la puerta cerrada. Esa misma noche la entidad se materializó en su dormitorio, que fue descrita por la mujer como cubierta de cabello largo y con uñas largas y curvas. El monstruo intentó sacar los cobertores de la cama con intención de tener sexo con ella, pero la víctima se resistió. El fantasma implacablemente continuó sus insinuaciones perversas durante las semanas siguientes hasta que la mujer no pudo tolerar más otra noche en ese lugar. Sus dos hijos no habían visto nada, pero la niña de tres años le dijo "mamá, estoy asustada... ¡me va a morder!", y así la madre intentó mantener las luces encendidas en la noche, pero esto no persuadió al atacante fantasmal; incluso éste en una ocasión apagó las luminarias y le susurró "ten cuidado, porque voy a matarte". En respuesta a sus pedidos por ayuda el municipio de la ciudad le encontró un nuevo hogar, luego de lo cual los acosos etéreos cesaron (2). 

En 1969 una mujer de Wisconsin estaba quedándose dormida una noche cuando sintió que algo tiraba de sus ropas y piernas, y al despertar vio una criatura espantosa y peluda sonriendo con lujuria y que la empujaba lentamente por la cama. La mujer se sintió paralizada y era incapaz de gritar, y entonces pensó para sí misma muy intensamente "¡Dios, sálvame!", tras lo cual hubo un brillante relámpago de luz en el cielo raso y la criatura desapareció. Otra mujer joven afirmó que una noche dormitaba con un libro en la mano cuando percibió una presencia que entraba al dormitorio, que de improviso la levantó y lanzó en el aire de manera que cayó en el otro lado de la litera. La puerta del baño se cerró de un portazo y la víctima permaneció en la cama aterrorizada y extenuada física y emocionalmente hasta que recuperó suficiente fuerza para levantarse (3).

Una joven mujer de Oklahoma describió cómo una noche estaba acostada desnuda boca abajo en su cama pintándose las uñas, cuando algo invisible pero muy fuerte la agarró por los tobillos, volteándola sobre su espalda e intentó forzar sus piernas, y tras varios minutos de forcejeo la presión cesó. En seguida los pies del colchón se hundieron como si alguien se sentara en él, y entonces la presencia invisible se levantó y hubo un sonido de pasos que se acercaban a la cabeza de la litera. La mujer se volteó para ver la figura horrible de un hombre erguido y con rostro similar al de un zombie que sonrió y extendió una mano como intentando tocarla. Finalmente ella se sintió capaz de hablar nuevamente y le gritó que se fuera de la habitación, por lo que el ser desapareció y nunca volvió (4). 

Varios testigos cuerdos y sobrios de ovnis han recibido extrañas visitas de dormitorio inmediatamente después (o a veces antes) de un avistamiento (5). Por ejemplo, una mujer joven que divisó un objeto no identificado a corta distancia estaba quedándose dormida en su cama una noche cuando escuchó pasos que subían por las escaleras. La testigo se mantuvo allí con miedo a medida que las pisadas se acercaban más, pasando después por detrás del lecho y cuando sus ropas fueron arrancadas quiso gritar, pero fue incapaz de hacerlo y se quedó paralizada en el momento en que la entidad levantó su vestido de noche y consumó el acto. Otra mujer dijo que después de ver un ovni estableció contacto mental con uno de los tripulantes a bordo, y más tarde el "astronauta" comenzó a materializarse en su dormitorio en la madrugada y le hacía el amor, dejándola a menudo con marcas redondas de quemaduras en muslos y tórax (6).

John Stuart, autor neozelandés, relató un ataque sexual contra Barbara, su joven asistente de investigación, después que ellos avistaran una entidad grotesca y deforme mientras analizaban en terreno un caso ovni. Cuando Barbara volvió a casa, inmediatamente notó un olor fétido y mientras se duchaba tenía la impresión de estar siendo observada. Estaba a punto de ponerse el pijama cuando una entidad invisible la tocó en el hombro, haciendo que fuera incapaz de moverse y por espacio de dos horas y media la entidad invisible pero sólida la acosó sexualmente. Al día siguiente amaneció cubierta de rasguños por el contacto con la criatura de piel áspera, y sus costillas mostraban dos pequeñas marcas café, tras lo cual Barbara perdió su entusiasmo por la investigación de los ovni y se mudó a otra ciudad. Algunas semanas más tarde el propio John Stuart se enfrentó cara a cara con la criatura, cuyo cuerpo era vagamente humano y de color grisáceo con una piel pestilente que colgaba; su boca flácida salivaba y cuando sus labios se movían no hubo sonido. La criatura le dijo telepáticamente que 13 de ellos habían rodeado a Barbara la noche en que fue atacada, pero sólo tres tomaron parte en la violación (7). 

No siempre los encuentros con fantasmas lujuriosos se describen como experiencias negativas. Una médium relató que tenía un "espíritu" amante cuando era mucho más joven, pero que ahora se arrepentía de ello porque sus experiencias sexuales con la entidad habían sido tan sublimes que ningún hombre mortal era capaz de satisfacerla, incluyendo su actual esposo. En otro caso un hombre autoproclamado "brujo" dijo que mediante encantamiento y ritual tuvo éxito en conjurar un hermoso súcubo, pero cuando instaló espejos en toda la habitación descubrió que realmente era una espantosa criatura reptiliana y tuvo gran dificultad en liberarse de ella (8). 

De acuerdo con Helena P. Blavatsky y sus Maestros Adeptos, a menudo los súcubos e íncubos son cuerpos astrales o cascarones de humanos desencarnados (9). Las almas astrales de las personas con una naturaleza particularmente lujuriosa o malévola (conocidas como "elementarios") pueden estar conscientes luego de la muerte, en especial si sus vidas han terminado de manera abrupta, y ampliamente desprovistos de inteligencia siguen sus instintos animales y tratan de aferrarse a la vida material vampirizando a los vivos. Tales "demonios" pueden llegar a ser palpables y visibles al atraer materia de la atmósfera circundante, desde el cuerpo de la víctima si ésta es un (a) médium o de cualquier otra persona en quien haya una leve conexión con los elementos más bajos, y también a veces como resultado de enfermedades. Algunos atacantes etéreos podrían ser generados por la propia imaginación intensa de la víctima, o pueden ser hechiceros o magos negros, esto es, personas que han adquirido poderes ocultos tales como la habilidad de proyectar sus formas astrales, pero que usan tales capacidades para fines malignos (10). 

Franz Hartmann relata un caso en el cual un hombre joven se suicidó después que una mujer casada había rechazado sus insinuaciones apasionadas. Luego de la muerte, ella atrajo de alguna manera su forma astral, y como era de un temperamento mediúmnico el occiso fue capaz de materializarse parcialmente. La mujer necesitó un prolongado esfuerzo de voluntad de su parte y un tratamiento antes que finalmente consiguiera deshacerse del íncubo (11). 

Mientras que algunos ataques de fantasmas parecen involucrar a entidades astrales materializadas de modo parcial, otras pueden tener lugar completamente a nivel astral o mental y aún así dejar marcas físicas en los cuerpos de las víctimas. Las experiencias "alucinatorias", que en particular son susceptibles de ocurrir en un estado de consciencia entre sueño y vigilia, no son necesaria ni totalmente subjetivas o generadas por nuestros propios cerebros y mentes inconscientes. En el caso de los ataques de dormitorio las entidades etéricas en ocasiones pueden ser atraídas por intensos deseos sexuales o anhelos frustrados de las víctimas, y así alimentarse de su energía emocional y psíquica


Referencias

1. Ver "Ovnis: la dimensión psíquica", partes 8 y 9.
2. Brad Steiger, Otherworldly Affairs: Haunted lovers, phantom spouses, and sexual molesters from the shadow world, San Antonio, TX: Anomalist Books, 2008 (1971), p. 116-7.

3. Ibídem, p. 117-8.
4. Ibídem, p. 119-20.
5. John A. Keel, Strange Creatures from Time and Space, London: Sphere, 1979, p. 177-8, 195-7.

6. Otherworldly Affairs, p. 130, 132-3.
7. Ibídem, p. 131-2.
8. Ibídem, p. 122-3, 125-7.
9. The Mahatma Letters to A.P. Sinnett, TUP, segunda edición, 1975, p. 109-10/TPH, ed. cron., 1993, p. 198.

10. Franz Hartmann, The Life of Paracelsus and the Substance of his Teachings, San Diego, CA: Wizards Bookshelf, 1985 (1887), p. 29, 35, 40, 86-94; Franz Hartmann, Magic White & Black or The Science of Finite and Infinite Life, Bellaire, OH: Tat Foundation, cuarta edición, 1980 (1886), p. 196.

11. The Life of Paracelsus, p. 87-8 (pie de página).

Visitantes paranormales: desdibujando la realidad (3 de 10)

David Pratt (diciembre 2002-junio 2009)


Contenido:

04. Atacantes fantasmales


04. Atacantes fantasmales

Durante el verano de 1692 en Cape Ann, Massachussetts, Ebenezer Babson volvía tarde a su casa una noche cuando vio a dos hombres saliendo de su propiedad y huían hacia un campo de maíz, pero su esposa e hijos insistieron que no vieron a ningún intruso. Babson tomó su arma, fue al exterior y vigiló a los dos hombres, y al escapar hacia una marisma cercana se oyó a uno diciendo al otro: "El hombre de la casa acaba de llegar; si no podríamos haberla tomado". Posteriormente Babson tuvo más encuentros con los misteriosos sujetos, de quienes sospechaba ser exploradores franco-canadienses en alianza con indígenas hostiles.

El 14 de julio toda la guarnición de la localidad vio a una media docena de esos individuos, y así un grupo de persecución comandado por Babson decidió salir de "cacería", disparando a tres de los forajidos que cayeron al suelo para luego levantarse sin señales aparentes de herida. Cuando escapaban, uno se devolvió a disparar contra Babson, aunque la bala no le dio y se alojó en un árbol, desde donde el oficial posteriormente la recuperó. Unos minutos después los milicianos atraparon a uno de los extraños; Babson le disparó y el hombre cayó, pero cuando el comandante y sus compañeros corrieron al lugar no había nadie. Varios días después dos exploradores de la guarnición observaron a 11 de los extraños hombres realizando lo que parecían ser ritos de brujería y a quienes Richard Dolliver disparó, causando que se dispersaran.

Pronto toda la localidad estallaba en alboroto y 60 hombres armados llegaron de Ipswich para reforzar la guarnición. En vista de que los avistamientos continuaban, se acusó a los extraños de causar golpes en graneros, arrojar piedras y otros actos. Babson experimentó uno de los últimos encuentros cuando divisó a tres de los sujetos y se escondió tras un arbusto para emboscarlos, sólo para comprobar que su arma falló, después de lo cual los forajidos le dieron una mirada despectiva y se fueron (1). Poco tiempo más tarde los misteriosos individuos nunca más fueron vistos y los lugareños habían comenzado a sospechar que podrían ser "demonios".

Hay muchos testimonios de personas que han sido atacadas por entidades paranormales, algunas de las cuales permanecieron invisibles durante la agresión. El 20 de mayo de 1950 una mujer caminaba a lo largo de un camino cerca del río Loire (Francia central) cuando repentinamente se encontró en una luz brillante y cegadora y se sintió paralizada. Fue entonces cuando vio dos manos negras y grandes frente a ella con dedos temblorosos. Su cabeza fue violentamente oprimida por las frías manos y la empujaron hacia atrás contra un pecho muy duro, que percibió metálico, y escuchó reír a su agresor quien la hirió con un golpe en la espalda, como si fuera de un objeto también metálico. La víctima fue arrastrada por los arbustos hacia un pequeño prado donde la entidad le dejó ir.

Al cabo de un rato la mujer recuperó fuerzas para incorporarse, y en ese momento vio y escuchó las zarzas que arañaban el aire, y el pasto se hundía como si estuviera bajo los pies de algún ser invisible. La mujer corrió otra vez hacia el camino, pero sus piernas fueron laceradas por las zarzas y sangraban, percibiendo también una extraña sensación de agotamiento nervioso como si hubiera sido electrocutada y tenía un sabor nauseabundo, metálico y amargo en la boca, y sus músculos no le obedecían; al mismo tiempo sintió algo parecido a una barra sobre sus hombros y un doloroso ardor en la espalda. El ataque había durado entre 15 y 20 minutos y la víctima declaró tener la impresión de entrar "en un mundo irreal".

De pronto escuchó un gran ruido y vio que los árboles se doblaban como si estuvieran bajo una repentina tormenta, siendo arrojada a las cercanías. Había una luz blanca cegadora y tuvo la sensación de que algo volaba muy rápido, pero no vio nada. Finalmente alcanzó la casa de un operador de esclusa cuyos residentes afirmaron haber visto una luz desde el inmueble. Al prestar atención a los arañazos en la mujer, encontraron largas trazas rojas en su rostro donde habían estado los dedos del o los atacantes. Una investigación oficial por la policía local corroboró también las trazas físicas en el suelo.

La mujer había presenciado un fenómeno inusual la noche anterior al ataque, diciendo que observó una "especie de estrella fugaz" que se detuvo abruptamente, y entonces pareció ascender y permaneció entre las estrellas por un rato. Después aumentó de tamaño y comenzó una especie de balanceo mientras se encendía y apagaba. Repentinamente se fue en una trayectoria curvada y alcanzó el horizonte a muy alta velocidad (2).

En agosto de 1975 cerca de 20 personas en Gilroy (California) y sus alrededores divisaron inexplicables luces blancas y rojas en el cielo por varias noches. El 10 de agosto un objeto luminoso siguió y asustó seriamente a Imelda Victor de 12 años y a una mujer cuando conducían a la casa de la niña; la madre también vio el objeto que tenía "cuatro grandes trenes de aterrizaje parecidos a ruedas dentadas que salían de él". La noche del 15 de septiembre la señora Victor, que era doctora, se despertó y encontró dos seres en trajes plateados que estaban en la habitación, aunque en ese momento se sentía muy tranquila. Los visitantes le pidieron telepáticamente que fuera con ellos y luego la mujer se hallaba flotando en un ovni que merodeaba las proximidades, en cuyo interior tuvo una sensación de intensa belleza y una luz blanca la enceguecía; al cabo de un rato volvió a despertarse en la cama. El 15 de mayo de 1978 la señora Victor se hallaba en casa de uno de sus ancianos pacientes cuando de súbito fue arrojada al suelo y golpeada violentamente por una entidad invisible durante varios minutos, mientras el paciente veía cómo giraba y se volteaba en el suelo y botando obstáculos en su camino. La doctora sufrió hematomas múltiples, la perforación de una vena por una astilla de madera y fractura de pierna, por lo que permaneció seis días en el hospital (3).

Jacques Vallée puntualiza: "La literatura de milagros religiosos y las vidas sobre místicos están repletas de relatos bien documentados sobre manifestaciones físicas, incluyendo golpes, que usualmente son clasificados como fenómenos de posesión o manifestaciones de los tan llamados poderes malignos, aunque generalmente no causan daños permanentes en la persona" (4). Por ejemplo, Marie-Thérèse Noblet, una monja francesa y misionera que vivió a comienzos del siglo XX, desarrolló estigmas clásicos en un estado de éxtasis religioso. También era aporreada por agentes invisibles y sufrió hematomas, y algunos de los incidentes fueron presenciados incluso por autoridades de su iglesia.

El padre Pío da Pietrelcina (1887-1968), canonizado en 2002, tuvo una vida llena de sucesos paranormales incluyendo estigmas, curaciones mágicas, bilocaciones y encuentros con madonas, ángeles guardianes y apariciones diabólicas metamorfoseantes. Las últimas se manifestaron como grandes gatos negros, mujeres desnudas bailando lascivamente, un ente invisible que escupía en su cara torturándolo con ruidos ensordecedores y un "verdugo" que le daba latigazos. Luego de una noche entera batallando con demonios, los monjes hallaron al padre inconsciente en el piso y detrás de su cama, cubierto de arañazos y hematomas. Posterior a otro ataque fue encontrado en el suelo sangrando de la cabeza y no pudo aparecer en público por cinco días; incluso en una ocasión sus brazos y piernas quedaron fracturados (5). 

Fig. 4.1. El padre Pío, imán de fenómenos ocultos.

Michael Grosso relata que una mujer de memoria fotográfica le describió cómo un cerco de llamas azules formaba un círculo alrededor de su cama mientras era atacada sexualmente por un personaje diabólico (ver la sección siguiente para más relatos de este tipo). Grosso sostiene que los fenómenos demoníacos claramente son reales en algún sentido, pero no está seguro "si son variaciones de fenómenos poltergeist, emanaciones del lado oscuro de nosotros mismos (la "sombra" en términos junguianos) o posiblemente derivados de fuentes externas" (6).

A comienzos de la década de 1960 una mujer que vivía con dos niños en una granja cerca de Gallipolis, Ohio, reclamaba por "hombres altos en guardapolvos blancos" que mataban su ganado y removían el cerebro y otros órganos, pero nunca se encontraba sangre. La mujer había divisado a los seres corriendo a lo lejos y saltando sobre altas cercas, y también avistó esferas luminosas a nivel de las copas de los árboles en torno a su casa. En la misma área y por varias décadas se vieron extrañas luces como linternas que se movían adelante y atrás, y su teléfono mostró comportamiento anómalo, vio raras figuras en la casa y escuchó pasos pesados y otros sonidos inexplicables (7).

El 12 de octubre de 1963 y justo antes del alba, Eugenio Douglas conducía su camión entre Monte Maíz e Isla Verde en Argentina. Repentinamente y por delante vio una luminosidad cegadora en el camino, por lo que se detuvo en un costado de la ruta y bajó, pero la luz ya había desaparecido. Luego de unos minutos y a través de la lluvia pudo ver un aparato metálico circular con una altura de 10 mts. Se hizo visible una abertura en la nave que generó otra área de luz menos intensa, y entonces aparecieron tres figuras que asemejaban hombres, pero vestían extraños "tocados" con aparatos parecidos a antenas y tenían más de 3,7 mts. de alto. Tan pronto como las figuras lo vieron, un rayo de luz roja se proyectó al lugar donde estaba Eugenio y lo quemó. Tomando un revólver, disparó contra las entidades y escapó hacia Monte Maíz.

Sin embargo, la quemante luz roja lo siguió hasta la misma villa, donde interfirió con las luces de la calle volviéndolas violetas y verdes. Eugenio podía oler un gas irritante mientras corría a la casa más próxima para pedir ayuda. El propietario de la vivienda había muerto la noche anterior, pero su familia reunida en torno al féretro afirmó que a la vez que escuchaban el llamado de Douglas, las velas en la habitación y las luces eléctricas en esa casa se tornaron verdes, y percibieron el mismo olor. Cuando abrieron la puerta constataron que el alumbrado público había cambiado de color y Douglas fue llevado a la estación de policía, donde se comprobaron claramente las quemaduras en su cara y manos, y más tarde un doctor estableció que las lesiones podrían haber sido causadas por radiación ultravioleta. Los agentes policíacos habían recibido varias llamadas sobre el cambio de color en las luces, y cuando los pobladores fueron al sitio donde el camión aún estaba estacionado encontraron grandes huellas con cerca de 30 cms. de largo (8).

Una gran variedad de ataques fantasmales incluyen lanzamientos o caídas de piedras por algunos asaltantes invisibles. Por ejemplo y durante un periodo de tres semanas en marzo de 1922, esporádicamente caían rocas sobre el techo de un almacén de grano en Chico, California, y a pesar de las masivas búsquedas de voluntarios y la policía nunca se vio a nadie lanzando piedras.

Este tipo de fenómenos data de muy antiguo. Hacia el 530 d. de C. se decía que el médico del rey ostrogodo Teodorico fue víctima de una infestación diabólica, pues lluvias de piedras caían constantemente en el techo de su vivienda. En otro caso de Indias Occidentales en 1934 un residente de la morada sobre la que se precipitaban rocas registró: "Las piedras continuaron cayendo por más de un mes, día y noche, y a veces dentro de la casa incluso si estaba cerrada".

En muchos casos se afirma que las rocas caen con una lentitud que desafía la ley de gravedad, y se sienten cálidas al tacto si se recogían tan pronto cesaba el fenómeno. En un incidente nocturno que ocurrió a comienzos del siglo pasado, un viajero danés en Sumatra fue testigo de una caída prolongada de pequeñas piedras negras al interior de una cabaña y llovían con lentitud anormal aún cuando golpeaban el suelo estrepitosamente como si hubieran descendido a gran velocidad. El testigo intentó atraparlas, pero sin conseguirlo ya que increíblemente cambiaron de dirección en medio del vuelo. Las piedras parecían descender en línea recta a través del techo de paja aunque sin dejar ningún orificio (9).

Los perros fantasma también son otro tipo de atacantes. Las historias de encuentros con canes espectrales grandes, peludos y con ojos de fuego abundan en Inglaterra y Gales, a menudo descritos de color negro, blanco, gris o amarillo. Según el folklore local los viajeros pueden encontrarlos en un camino oscuro y les guían en el viaje o amenazan, e incluso su aparición puede presagiar la muerte del testigo. Las criaturas tienen ojos destellantes, a veces aparecen de la nada y se desvanecen abruptamente.

Entre 1904 y 1905 hubo una renovación religiosa en Gales del Norte durante la cual ocurrieron muchos incidentes paranormales que fueron asociados con Mary Jones, esposa de un granjero cuya prédica era un rasgo clave del movimiento. Frecuentemente las manifestaciones tomaban la forma de luces merodeando sobre las capillas donde ella predicaba y fueron consideradas como señales divinas. No obstante, una noche Mary tuvo una experiencia más siniestra, porque cuando volvía a casa de una de sus reuniones evangélicas su chofer la dejó al inicio de una carretera angosta que conducía a su granja, pues Jones dijo al conductor que su hermano siempre iba a buscarla cuando regresaba tarde y apuntó a la figura de un hombre débilmente iluminado que se aproximaba al camino. Pero cuando el auto partió, se dio cuenta de que no era su hermano, y nerviosa comenzó a cantar suavemente uno de sus himnos religiosos. Repentinamente el hombre se detuvo, y dirigiéndose hacia Mary se transformó en un enorme perro negro que corrió de una orilla a otra a través del camino y frente a ella como tratando de impedir su avance. La testigo pensó que era el mismo demonio "enojado por invadir su reino" y al ponerse a rezar la criatura huyó gruñendo hacia un montículo sólido. Algunas semanas después se informó de un incidente con similares características en un pueblo minero vecino (10).

A comienzos de la década de 1920 un hombre joven de Wisconsin vio una criatura con ojos resplandecientes y la cara de un perro, y en la oscuridad pensó que podía reconocer vagamente un cuerpo negro y oscuro. Cuando lo vio otra vez una semana más tarde en la misma localidad cerca de su casa, lo pateó y constató que su pie quedó dentro del hocico como si el "animal" hubiera anticipando la acción, y al gritar la criatura se desvaneció. El 25 de octubre de 1969 un ente similar a un gran danés se paró frente a un auto en movimiento en Okehampton, Inglaterra, y antes que el conductor pudiera detenerse el auto pasó a través del animal que finalmente desapareció (11).

En 1972 un granjero golpeó con un atizador de hierro a un perro negro que invadía su casa en Dartmoor (Inglaterra) una noche de invierno. Hubo una explosión de luz y un estruendo de vidrios rotos, después de lo cual el fantasma se esfumó. El testigo posteriormente comprobó una falla eléctrica general en la casa (como en muchos encuentros cercanos con ovnis), todas las ventanas rotas y los techos de esa morada y construcciones anexas seriamente dañados (12). La literatura ovni contiene un pequeño número de casos en que se vincula a "perros negros" directa o circunstancialmente con platillos voladores, como atestiguaron varios jóvenes que afirmaban haber divisado 10 cánidos negros, grandes y peludos salir corriendo de un ovni posado en un cementerio de Savannah, Georgia.

Además se ha informado de gatos gigantes o pumas por toda Gran Bretaña, EE.UU. y en otras partes de Europa occidental. La Bestia de Exmoor, por ejemplo, es descrita a menudo como un gato grande de color negro azabache y con 2,4 mts. en longitud de la nariz a la cola, aunque aproximadamente uno de cada cinco testigos dice avistar una criatura parecida a un puma de color bronceado o amarillento, y nadie hasta ahora ha conseguido disparar a un felino anormal. Sus huellas son descritas comúnmente como las de un gato, excepto que muestra las garras, un rasgo curioso porque las panteras reales tienen garras retráctiles que no se imprimen en las marcas. A veces se hallan ciervos, ovejas y ganado muertos en las mismas áreas de los encuentros, con grandes marcas de garras en sus costados. Inclusive una mujer aseguró que un "puma" la golpeó en el rostro con sus patas delanteras cuando caminaba por un área boscosa en Hampshire.

Los intentos para explicar semejantes avistamientos como identificaciones erróneas, engaños y fraudes no han sido exitosos. Jerome Clark menciona la teoría de que son "proyecciones psíquicas materializadas o intrusos de mundos paralelos", pero subraya que contrariamente a los encuentros con perros negros, los elementos paranormales que se muestran a plena vista de los testigos están virtualmente ausentes de apariciones sobre "felinos etéricos" (13).


Referencias

1. Jerome Clark, Unexplained! 347 strange sightings, incredible occurrences, and puzzling physical phenomena, Detroit, MI: Visible Ink, 1993, p. 304-5.

2. Vallée, Dimensions, p. 108-10.
3. Jacques Vallée, Confrontations: A scientist’s search for alien contact, London: Souvenir Press, 1990, p. 93-5.

4. Ibídem, p. 94.
5. Grosso, Frontiers of the Soul, p. 146-67.
6. Ibídem, p. 212.
7. John A. Keel, The Mothman Prophecies, London: Hodder & Stoughton, 2002 (1975), p. 172-3.

8. Dimensions, p. 120-1.
9. Unexplained!, p. 311-2. Ver "Stone-showers", www.davidpratt.info.
10. Evans y Huyghe, The Field Guide to Ghosts and Other Apparitions, p. 36-7.
11. Unexplained!, p. 40. 12. Stuart Gordon, The Paranormal: An illustrated encyclopedia, London: Headline, 1992, p. 82-3.

Visitantes paranormales: desdibujando la realidad (2 de 10)

David Pratt (diciembre 2002-junio 2009)


Contenido:

03. Apariciones de "ángeles"


03. Apariciones de "ángeles"

Muchas manifestaciones registradas provienen más de la dimensión de los vivos que de los muertos. Sólo una minoría de ellas son visuales y en muchas se percibe una presencia y escuchan golpes, quejidos y otros ruidos extraños, además de olerse aromas inexplicables. Con frecuencia estas apariciones son vistas sólo por una vez, pero algunas se producen reiteradamente y frecuentando la misma localización. R.E. Guiley escribe:

"Ciertas manifestaciones parecen reales y corpóreas, con forma y rasgos definibles y vestimenta si son humanas. Otras son nubosas, luminosas, transparentes, escasas y mal definidas; algunas son pequeñas y asemejan manchas, masas informes o trazas de luz.

Las apariciones surgen y desaparecen repentinamente y en ocasiones sólo se desvanecen. En ambos casos pasan a través de paredes y objetos y caminan alrededor de ellos. Pueden proyectar sombras y reflejarse en espejos (...) Algunas están acompañadas por sonidos, olores, sensaciones de frío y movimientos de objetos reales en el entorno del perceptor. En otros casos los testigos tratan de tocar las apariciones; muchos comprueban que sus manos pasan a través de ellas, aunque a veces han hecho contacto con una sustancia que se siente como un ropaje ligero" (1).

Algunas manifestaciones se comunican verbalmente y parecen poseer cierto grado de inteligencia, mientras que otras no responden a los intentos de comunicación y sólo muestran un rango limitado de gestos y movimientos; por ejemplo, pueden llamar la atención del observador a una herida fatal en el "cuerpo" del fantasma. A veces no existe interacción y el perceptor sólo da cuenta de una reiteración etérica de los eventos que anteriormente tuvieron lugar en el sitio. Existen informes sobre fantasmas de animales y también se han divisado apariciones de objetos inanimados, tales como barcos espectrales resplandecientes en el mar (como el caso del "Holandés Errante") y además se han visto ejércitos fantasmales batallando en el cielo. Por ejemplo, en la víspera de Navidad de 1642 y dos meses posteriores a la batalla de Edge Hill durante la guerra civil en Inglaterra, se observó una especie de repetición de dicha contienda en el aire sobre el campo de combate, complementada con efectos acústicos. La reconstitución se repitió en varias ocasiones seguidas y variaba en cada una de ellas. El rey convocó a una comisión para que examinara el caso y los investigadores presenciaron el espectáculo por sí mismos. Las repeticiones etéricas del combate tendían a desvanecerse con el tiempo, aunque muchas continuaron por varios siglos (2).

Más del 80% de estas manifestaciones parece producirse con un propósito. Las personas que se aparecen pueden comunicar su propia crisis (p. ej., que están muriendo o acaban de fallecer) usualmente a sus seres queridos u otros con quienes tengan vínculos emocionales. Los "fantasmas en crisis" suelen hacerse visibles a los testigos durante el sueño y la vigilia, y muchos espectros de muertos se presentan para aliviar la tristeza o comunicar información sobre el estado de asuntos no terminados de los difuntos. Por ejemplo, Dante luego de morir se apareció a su hijo y lo guió a donde había escondido los últimos cantos de la Divina Comedia. Las apariciones de occisos también pueden producirse varios años después a sus seres queridos en tiempos de crisis. A veces los moribundos dicen ver seres angélicos, figuras religiosas, luminosidades y familiares o amigos fallecidos brevemente antes de su deceso, y comúnmente dichas apariciones muestran vínculos emocionales al lugar en cuestión quizá como resultado de muerte violenta o repentina.

Muchas luminosidades inexplicables en lugares encantados han sido capturadas en película (3) y en ocasiones las cámaras fallan en registrar lo que ven los testigos, sugiriendo que el fantasma no fue percibido por la visión normal, lo cual también se demuestra por el hecho de que en ocasiones una persona ve un espectro mientras que otra no. Hay también casos en que las cámaras registran un fantasma incluso si el fotógrafo no estaba consciente de ello cuando se obtuvo la imagen

Fig. 3.1. Esta célebre foto fue tomada por dos turistas canadienses el 19 de junio de 1966 en el Queen's House sobre el Támesis. Aunque al principio no vieron nada, se pueden apreciar dos figuras fantasmales encapuchadas en la imagen (las dos figuras visibles en el pasamanos de la escalera son manos izquierdas). 

Se han detectado campos magnéticos muy fuertes y notoriamente fluctuantes en los lugares donde la gente ve fantasmas, los que tienden a trasladarse de lugar en lugar y varían en tamaño, desde una pelota de básquet a una de béisbol. El componente eléctrico de estos campos es comúnmente uno de tipo CC (corriente continua) como el emitido por organismos vivos, en vez del típico campo CA (corriente alterna) de un circuito eléctrico. También se han medido descensos repentinos de temperatura (llamados "cold spots" en inglés) junto con elevados niveles de radiactividad (4).

Los pseudoescépticos han sugerido que las personas que ven fantasmas pueden estar sufriendo alucinaciones inducidas por fenómenos electromagnéticos especiales, pero incluso si ciertas experiencias fantasmales son alucinatorias, no es posible que un campo electromagnético común induzca alucinaciones similares al azar en personas diferentes y en distintas ocasiones, como tendría que suceder en los lugares aparentemente frecuentados por el mismo espectro.

William Q. Judge divide las apariciones en dos clases generales: 1) cascarones astrales de muertos o imágenes astrales que, ya sean visibles en realidad o como resultado de vibración interna, son proyectados al ojo y así la persona piensa que ve una forma física; y 2) formas astral-mentales de personas vivas (mayavi-rupa o cuerpo de pensamiento) a menudo proyectadas en forma espontánea y parcialmente conscientes (5). Cuando las condiciones son adecuadas, cualquier imagen astral o forma de pensamiento en la imaginación colectiva puede hacerse visible e incluso palpable mediante injerencia de elementales y otras entidades etéreas.

Las apariciones de personas moribundas o que acaban de fallecer son muy recurrentes. Por ejemplo, en una carta a Camille Flammarion -famoso astrónomo e investigador psíquico francés del siglo XIX- la princesa de Montarcy contaba que su abuela le había dicho siempre que le haría saber cuando ella muriera si no estaban juntas. Una noche a las 9 en punto, el perro de la princesa saltó sobre su cama "aullando como si lo mataran", y a los pies de la litera la princesa vio la aparición de su abuela, quien le dirigió un beso y desapareció. A la mañana siguiente un telegrama le informaba que la anciana había fallecido entre las 8 y 9 de la noche anterior (6).

En otro caso del siglo XIX la figura de un joven soldado en traje de hospital se manifestó ante el capitán de su compañía y solicitó que el salario fuera entregado a su madre, cuya dirección entonces le dio, y el capitán elaboró una nota de solicitud, tras lo cual el fantasma visitante se desvaneció. Luego de hacer las averiguaciones, el capitán supo que el soldado había muerto el día anterior. Helena P. Blavatsky sostiene que el intenso pensamiento y ansiedad experimentados por el militar en sus momentos de muerte podrían crear fácilmente una forma astral para alcanzar un determinado objetivo. El cuerpo astral es el retrato etéreo exacto del cuerpo, aunque no de sus vestimentas temporales, pero seguramente el soldado habría imaginado dialogar vestido y no desnudo con el capitán y así su deseo reprodujo fielmente la escena planeada con antelación (7).

En agosto de 1864 May Clerke estaba leyendo en una veranda en Barbados mientras una niñera nativa llevaba a su pequeña hija en un coche. Cuando Clerke se incorporó para ir a casa, la niñera le preguntó quién era el hombre que le había estado hablando momentos antes y su patrona replicó que nadie estaba con ella. La niñera era persistente y afirmaba que el hombre era alto y se veía muy pálido. Clerke entonces se molestó cuando su asistente le dijo que había sido descortés al ignorar al sujeto y quien parecía muy ansioso de llamar su atención. Algunos días más tarde May supo que su hermano había muerto en Tobago en el momento de la aparición (8).

En general, la Teosofía rechaza la idea de que los espíritus reales de individuos muertos puedan manifestarse luego de la muerte, pues por lo común el alma humana superior (o reencarnante) se separa del alma humana inferior [kama-manas] luego del óbito; entonces la primera entra en un estado de consciencia parecido a un sueño pacífico en los ámbitos más altos de la dimensión astral, dejando atrás un cuerpo etérico decadente o cascarón (kama-rupa o "cuerpo del deseo") esencialmente desprovisto de razón, y éste es el que los médiums confunden muy seguido con los "espíritus" de fallecidos. Sin embargo, el alma-espíritu puede realmente estar presente antes o después de la muerte física, en particular si el fallecimiento ocurrió en forma repentina.

Los encuentros con "ángeles" (del griego angelos, "mensajero") continúan hasta el día de hoy. [Desde una perspectiva teosófica] las visiones de ángeles estarían conectadas a menudo con el propio ego superior o espiritual del testigo, siendo así una externalización de sus pensamientos. Algunas implican la aparición de humanos altamente avanzados tales como mahatmas y sus chelas (discípulos) que pueden viajar a voluntad en su cuerpo sutil y hacerse visibles cuando sea apropiado. En raros casos pueden emerger nirmanakayas, esto es, humanos espiritualmente avanzados pertenecientes a la Hermandad de Adeptos y que eligen vivir en la atmósfera áurica de la Tierra sin un cuerpo físico. En casos extremadamente raros, ciertos seres espirituales y etéreos de planos más sublimes que están íntimamente conectados con la raza humana pueden aparecerse a personas en un estado inusual de consciencia [espiritualmente avanzadas] y de esta forma la imaginación del testigo puede revestirlos con "alas" o vestimentas extrañas (9).

Usualmente los ángeles son percibidos o escuchados por clariaudiencia, pero ocasionalmente se presentan con "vestidos blancos brillantes" o en la forma de bolas luminosas blancas e incluso como personas reales, lo cual les ha valido la denominación popular de "extraños misteriosos".

Estas manifestaciones ocurren cuando alguien está en un dilema y necesita acción rápida, y entonces una "persona misteriosa" aparece repentinamente de la nada y provee una solución. Los "extraños misteriosos" pueden ser individuos de cualquier raza y de ambos sexos, y más a menudo son hombres de aspecto muy juvenil y pulcro, invariablemente bien vestidos, corteses y conocedores de la crisis que padece el testigo. Son tranquilos aunque enérgicos, saben precisamente lo que deben hacer y cuando hablan lo hacen con moderación. Estos extraños son tan reales como humanos de carne y hueso; sin embargo, una vez que el problema se ha solucionado los misteriosos ayudantes se desvanecen abruptamente y es esta característica precisa lo que hace que los testigos se pregunten si fueron asistidos por mortales o "ángeles" (10).

Por ejemplo, Benvenuto Cellini -escultor italiano del siglo XVI- estaba a punto de ahorcarse en prisión cuando un ángel luminoso y joven apareció y lo arrojó al suelo (11). En la década de 1950 una mujer alemana que escalaba sola en los Alpes Bávaros se vio en peligro, pues estaba oscureciendo y se había desviado del camino. Repentinamente vio una gran bola de luz que se transformó en un hombre alto y de aspecto "chino". En ese momento la aparición no la asombró porque parecía ser muy natural, ya que el sujeto saludó con una reverencia, la tranquilizó con algunas palabras y la condujo nuevamente al camino turístico, luego de lo cual la presencia se convirtió otra vez en una bola luminosa y se desvaneció. De esta forma vemos que actuó como "ángel guardián" o quizás una manifestación del propio ego superior de la mujer (12), uno de tantos casos en que una figura se materializa a partir de una pequeña fuente luminosa. 

Fig. 3.2. Bola de luz y hombre "oriental" encontrado en los Alpes Bávaros (13).

La siguiente "manifestación en crisis" plantea preguntas inquietantes sobre la realidad física e identidad de algunas figuras fantasmales.

En el verano de 1895 el marinero y capitán veterano Joshua Slocum completaba el primer tramo del viaje que le concedió un lugar en la historia como la primera persona en navegar sola alrededor del mundo. Entre las Azores y Gibraltar su robusta y pequeña embarcación "Spray" entró en una zona de borrascas, y al mismo tiempo Slocum sufría de severos cólicos estomacales que lo desmoralizaron tanto que bajó de cubierta sin ajustar las velas como debía, dejándose caer agónico en el piso de la cabina, y sus delirios febriles le hicieron perder la noción del tiempo.

Cuando Slocum despertó, se dio cuenta que su barco había ingresado en un área de difícil manejo. Buscando la escalerilla, para su asombro vio a un hombre alto en el timón. Su mano rígida agarraba los radios del volante y los sostenía como un tornillo. Estaba vestido como marino extranjero, con un gran gorro rojo sobre el lado izquierdo de la cabeza y tenía barbas negras y desgreñadas. Slocum se preguntó si este alarmante personaje, la verdadera imagen de un pirata, había abordado su barco y planeaba matarlo.

El marino pareció leer sus pensamientos ya que se quitó el gorro saludando a Slocum, diciendo con una sonrisa fantasmagórica: "Señor, no he venido a hacerle daño. Soy miembro de la tripulación de Colón, el piloto de la 'Pinta', y vine a ayudarlo. Descanse, señor capitán, y yo guiaré su barco esta noche. Usted tiene una calentura [fiebre], pero ya estará mejor mañana. Se equivocó al mezclar queso con ciruelas..."

Al día siguiente Slocum comprobó que el "Spray" todavía iba a la deriva como si lo hubiera abandonado, y pensó que "el propio Colón no podría haberlo conducido más acertadamente en su trayectoria". Esa noche Slocum recibió una segunda visita del marino español, pero esta vez en un sueño, y dijo que le gustaría navegar con Slocum en su viaje, sólo por amor a la aventura, y entonces quitándose la gorra desapareció tan misteriosamente como había llegado.

Slocum se despertó con el sentimiento de que había estado en presencia de un amigo y un hombre de mar con vasta experiencia. Y aunque reconoció su segundo encuentro como un sueño, también se dio cuenta que el primero había sido algo totalmente diferente. Además, ¿qué clase de sueño podría sostener un timón viajando a través del mar violento? (14). 

Fig. 3.3. Fantasma encontrado en el mar, julio de 1895 (15).

A lo largo de los siglos se han registrado numerosas visiones de la Virgen María, como la de 1531 en Guadalupe (México) donde aquélla se apareció cinco veces a Juan Diego, un azteca de edad mediana convertido al catolicismo. En una oportunidad la presencia encomendó a Juan recolectar flores, y aunque era un periodo frío del año encontró un jardín de rosas en un lugar donde ninguna flor había crecido antes; es más, dichas plantas eran de una especie que no se conocía en México hacia esa época. La Virgen dijo al natural que envolviera esos flósculos en su capa y las llevara al obispo, y entonces comprobaron que una hermosa imagen de la Inmaculada Concepción se había estampado en la capa, mostrando un estilo ajeno a la tradición maya-tolteca-azteca. El tejido estaba hecho con una tela tosca de fibra de cactus y tenía una duración máxima de 30 años, pero tanto dicha prenda como la "pintura" han perdurado hasta el día de hoy y se exhiben en el templo de la iglesia construida según los requerimientos de la Virgen (16).

La aparición de María parece variar de acuerdo con el trasfondo cultural y étnico de los testigos. Por ejemplo, el dibujo de la Virgen de Guadalupe en la capa claramente se parece a una amerindia y no a una muchacha judía. Michael Grosso sugiere que las visiones de María pueden ser "expresiones de la imagen de la Diosa, un patrón arquetípico de enorme antigüedad y poder psicológico" y que "el culto a María provee un vehículo psíquico familiar a través del cual funciona la imaginación colectiva" (17). Es curioso notar que el cerro donde Juan Diego vio a María estaba anteriormente consagrado a la diosa azteca Teotenantzin o "Madre de Dios".

En Fátima (Portugal) María se apareció varias veces en 1917 a tres niños (de 7, 9 y 10 años), y nuevamente en un lugar de culto antiguo a una diosa, esta vez de Isis (18). Las dos niñas divisaron a una mujer joven y la oyeron hablar, mientras que el niño la vio pero no la escuchó. Asimismo sostuvieron que la "señora" estaba vestida de blanco y se hallaba de pie sobre un pequeño árbol, y antes de sus encuentros con María los niños también tuvieron visiones de un "ángel". En la fecha del primer encuentro, estaban ocupándose de sus ovejas en una loma rocosa no muy lejos de su casa cuando escucharon un ruido atronador parecido al de un viento poderoso (informado con frecuencia durante encuentros con ovnis) y vieron un globo de luz deslumbrante que se movía con lentitud hacia ellos desde el valle. A medida que se aproximaba se transformó paulatinamente en un hombre joven de gran resplandor que parecía tener unos 14 años y se identificó como "ángel de la paz". Luego de pedirles recitar una oración, se desvaneció.

Los encuentros con María ocurrieron todos los días 13, por 6 meses consecutivos como la Virgen había prometido en el primer encuentro, y los niños experimentaban parálisis durante las manifestaciones, como también sucede en algunos avistamientos de ovnis. Los tres pastores recibieron revelaciones en presencia de una gran multitud de espectadores que se incrementaban enormemente todos los meses. Las visiones reales de María eran apreciadas sólo por los tres niños, pero durante las revelaciones ocurrían fenómenos vinculantes que fueron presenciados por un gran número de personas, incluyendo la aparición de un objeto brillante en forma de globo y una lluvia de pétalos de rosas que se desvanecían al tocar el suelo. Cabe señalar que a menudo las lluvias de pétalos son mencionadas en los registros védicos de visitas celestiales.

Uno de los niños pidió a María hacer un milagro para el grueso del público, que la "señora" prometió para el 13 de octubre y en esa fecha se congregaron unas 70.000 personas para presenciarlo. El día estaba nublado y lluvioso, y la multitud se aglomeraba bajo paraguas en medio de un mar de fango. Repentinamente las nubes se dividieron y comenzó a desarrollarse un asombroso espectáculo. El disco del Sol giró como una rueda loca adoptando todos los colores del arcoiris, y entonces pareció precipitarse a tierra emitiendo calor y moviéndose en zigzag (como se reporta muchas veces en el caso de los ovnis). Algunas personas en la multitud temieron que era una señal del fin del mundo y entraron en pánico, pero luego el miedo dio paso al recogimiento a medida que el Sol retornaba a su posición normal en el cielo. El "milagro" fue atestiguado por un gran número de asistentes en un área que abarcaba unos 32 por 48 kms. y duró aproximadamente 10 minutos. Muchos testigos más tarde comprobaron que sus ropas mojadas estaban completamente secas, y los fotógrafos que estaban en el evento documentaron el inusual y rápido cambio de clima húmedo a seco, pero no el fenómeno del Sol rotatorio.

Esta clase de ilusión colectiva recuerda la forma en que los faquires indios pueden hacer que aparezcan tigres y elefantes ante una multitud de espectadores, pero lo que ven no tiene lugar en nuestra realidad física, y está probado por fotografía. Se puede ilustrar con una representación del famoso truco indio de la cuerda que fue capturado en película. Dos psicólogos junto con cientos de personas vieron a un faquir arrojar un manojo de cuerda en el aire y a un niño pequeño que trepaba por ella y desaparecía. Los observadores describen cómo partes desmembradas del niño caían horriblemente al suelo y el faquir las juntaba en una canasta, trepando él mismo en la cuerda para luego bajar sonriente con el niño intacto. Se dice que otros asistentes en la multitud estuvieron de acuerdo con muchos de los detalles de lo que pasó, pero un registro fílmico que comienza con la cuerda arrojada al aire muestra sólo al faquir y su ayudante estando inmóviles tras ella durante el resto de la representación. La cuerda no se mantuvo en el aire y el niño nunca la trepó, y de esta forma parece ser que la multitud fue parte de un engaño colectivo (19). Aparentemente el faquir fue capaz de proyectar sus propias imágenes mentales en los pensamientos de la audiencia.

Durante las apariciones de Fátima, María reveló que su propósito era inculcar en la gente la necesidad de orar, del arrepentimiento y la mortificación. Como resultado se salvarían muchas almas, Rusia se convertiría y una nueva guerra mundial no se llevaría a cabo. Si claramente y por una parte, las manifestaciones marianas servían para fortalecer la fe católica, por otro lado también desafiaron al patriarcado de la Iglesia.

Las manifestaciones podrían generarse por una fusión de imaginería arquetípica de la diosa con las poderosas formas de pensamiento asociadas con el culto a la Virgen María. Sin embargo, los eventos no parecen ser puramente espontáneos, pues el hecho de que "María" predijera sus presentaciones sucesivas en Fátima y que miles de personas vieran el evento solar en la fecha acordada, apunta a la injerencia de una fuerza directriz. Dada la naturaleza retrógrada de las enseñanzas católicas clave -desde el pecado original al perdón de las faltas mediante la creencia en Cristo- es más probable que el fenómeno en cuestión provenga de una entidad inferior aunque poderosa.


Referencias

1. Rosemary Ellen Guiley, The Encyclopedia of Ghosts and Spirits, New York: Checkmark Books, 2da edición, 2000, p. 17.

2. Ibídem, p. 38-9, 118-9.
3. Hilary Evans y Patrick Huyghe, The Field Guide to Ghosts and Other Apparitions, New York: Quill, 2000, p. 11-2, 52, 80, 82.

4. Ibídem, p. 12-4, 68, 74.
5. Judge, El Océano de la Teosofía, p. 162-3.
6. Inglis, The Paranormal, p. 191.
7. H.P. Blavatsky, "Comments on Strange Apparitions", The Theosophist, septiembre de 1881; "Was it 'Spirits' or what?", The Theosophist, octubre de 1882.

8. The Field Guide to Ghosts and Other Apparitions, p. 144.
10. The Encyclopedia of Ghosts and Spirits, p. 11.
11. Michael Grosso, Frontiers of the Soul: Exploring psychic evolution, Wheaton, IL: Quest, 1992, p. 222.

12. The Field Guide to Ghosts and Other Apparitions, p. 96-7.
13. Ibídem, p. 97 (ilustración por Harry Trumbore).
14. Ibídem, pág. 90.
15. Ibídem, p. 91 (ilustración por Harry Trumbore).
16. The Encyclopedia of Ghosts and Spirits, p. 240.
17. Frontiers of the Soul, p. 198-9.
18. The Encyclopedia of Ghosts and Spirits, p. 241; Jacques Vallée, Dimensions: A casebook of alien contact, New York: Ballantine Books, 1989, p. 173-82; Richard L. Thompson, Alien Identities: Ancient insights into modern UFO phenomena, Alachua, FL: Govardhan Hill Publishing, 2da edición, 1995, p. 293-301.

19. Lyall Watson, Supernature II: A new natural history of the supernatural, London: Sceptre, 1987, p. 158-9.

Visitantes paranormales: desdibujando la realidad (1 de 10)

David Pratt (diciembre 2002-junio 2009)
 

Contenidos:

01. Introducción
02. Materializaciones de "espíritus"


01. Introducción

A través de la historia se ha informado acerca de extraños encuentros entre humanos y una amplia variedad de entidades sobrenaturales que incluyen "dioses", ángeles, fantasmas, demonios, hadas, gnomos, monstruos, alienígenas, etc., y tales encuentros abarcan desde los benignos y esperanzadores hasta los hostiles y perjudiciales. Algunos pueden implicar visiones o alucinaciones, pero como muestran muchos de los casos presentados otros parecen tener lugar en nuestra realidad física, y en estos últimos dichas presencias son físicamente visibles y a veces tangibles, aunque su extraño comportamiento sugiere que son entes paranormales que se manifiestan brevemente antes de esfumarse de nuevo en la "zona de penumbras".


02. Materializaciones de "espíritus"

Desde el resurgimiento del espiritismo en la segunda mitad del siglo XIX, se han reportado muchas materializaciones de "espíritus". A.R. Wallace, co-desarrollador con Darwin de la teoría de selección natural, describió a estas manifestaciones como sigue:
 
"(...) Pueden ser apariciones luminosas, chispas, estrellas, globos de luz, nubes luminosas, etc., o caras, manos y figuras humanas completas, generalmente cubiertas con 'cortinaje' fluyente, con excepción de una porción del rostro y las manos. A menudo las formas humanas tienen la capacidad de mover objetos sólidos, y ambos tipos son visibles y tangibles para todos los presentes". Wallace creía que tales fenómenos encarnaban "verdades de la más vital importancia para el progreso humano" (1).
 
En presencia del célebre médium Daniel Dunglas Home, las manos materializadas podían tocarse y fueron vistas levantando y llevando objetos. Un editor de un periódico estrechó su mano con otra materializada que terminaba en la cintura, describiéndola como "tolerable y simétricamente bien hecha, aunque no perfecta", "suave" y "ligeramente cálida". En otro caso una mano desencarnada llevó una campana a un periodista, pero cuando intentó sujetar la formación ésta se derritió, dejando sólo el instrumento. En una sesión con la médium Kate Fox, una mano luminosa vino desde la parte superior de la habitación, y luego de merodear cerca del prominente científico William Crookes durante unos segundos, tomó el lápiz que empuñaba para escribir en un papel, depositó el bolígrafo y entonces se alzó por el aire, desvaneciéndose gradualmente en la oscuridad. Durante una demostración con Charles Williams en 1873 se materializó una gran mano que el psíquico e investigador Frederic Myers midió y sostuvo en la suya; la sintió disminuir en tamaño hasta que no era más grande que la de un bebé antes que se esfumara (2). Helena P. Blavatsky argumentaba que la "mano espiritual" o fantasmal era por lo general una extrusión del cuerpo astral del médium, lo que a menudo sucedía de forma inconsciente cuando el canalizador se hallaba en trance (3).
 
La materialización completa más famosa fue una figura descalza de vestido y velo blanco que se llamaba a sí misma "Katie King". Una vez que la médium Florence Cook, quien vestía de negro y había sido firmemente atada en una "cabina" (un nicho con una cortina en frente de ésta) y estando en trance, Katie emergió del cubículo y caminó por la habitación, platicando con los presentes. La formación se sentía cálida al tacto y era como una persona de carne y hueso. Inmediatamente luego de aparecer, Florence aún permanecía atada y con los nudos de las cuerdas sellados. En 1874 un científico condujo una prueba en que amarró cables a Florence aplicando corriente eléctrica de baja intensidad en su cuerpo, de forma que incluso un movimiento de sus manos quedaría registrado en el galvanómetro, pero la corriente no se interrumpió a lo largo de la sesión, en la cual Katie se materializó y se trasladó por el vestíbulo. William Crookes fue otro cientifico que investigó este fenómeno y concluyó que era genuino; tomó 44 fotografías de Katie y vio a la formación y la médium juntas en varias ocasiones. Sin embargo, Crookes ya estaba convencido de que Katie no era Florence disfrazada, pues aquélla era 15 cms. más alta, sus orejas no llevaban aros (en contraste con las de Florence) y sus dedos eran más largos y su cara más grande (4).


Fig. 2.1. Arriba: una vez en trance, Florence Cook se desploma en el brazo de una silla. La forma ectoplásmica que se alza tras ella comienza a comprimirse en la materialización de Katie King. Debajo: Katie King, completamente materializada (5). 

En diciembre de 1873 un hombre intentó medir a Katie durante una sesión, a lo que siguió una refriega en que perdió parte de su barba. Para escapar de él Katie se desmaterializó parcialmente escabulléndose al interior de la cabina. Cuando las cortinas se abrieron Florence todavía estaba amarrada con los nudos sellados y no se encontró ningún material blanco que pudiera haber sido empleado. La única instancia probada de fraude ocurrió en enero de 1880 cuando la materialización fue medida y realmente se trataba de Florence. Sin embargo, la persona responsable de asegurar a la médium admitió que se había concertado con otros para no atarla correctamente, mientras que los defensores de Florence argumentaron que este era un caso de fraude inconsciente (6). Lo anterior ciertamente sucedió con la canalizadora italiana Eusapia Palladino, cuando se supo que en estado de trance engañaba cada vez que podía, haciendo "levitar" burdamente las mesas con los pies, pero sus destacados fenómenos continuaron manifestándose incluso bajo rigurosas condiciones de prueba y asombrando a docenas de eminentes científicos europeos durante un periodo de 20 años.
 
Horatio y William Eddy, dos médiums que vivían en el pueblo de Chittenden, Vermont, también produjeron impresionantes materializaciones. Desde la cabina emergía forma tras forma, cada una "diferente en sexo, andadura, ropaje, complexión, largo y arreglo de cabello, peso y anchura de cuerpo y edad aparente". Al cabo de una hora aproximadamente la sesión terminaba y el médium reaparecía "ojeroso y aparentemente muy exhausto". Estas manifestaciones fueron investigadas en 1874 por Henry S. Olcott, quien ayudó a fundar la Sociedad Teosófica al año siguiente y había servido como oficial de campo por la Unión en la Guerra de Secesión. Gracias a su reputación por integridad, le fue otorgado el rango de coronel y se le asignó la tarea de desarraigar el fraude y la corrupción en el Ejército y la Marina. De esta forma, Olcott fue testigo de unas 300 ó 400 formas de "espíritus" durante su estadía con los médiums Eddy y no pudo hallar evidencia de fraude. Afirmó que al tocarlas dichas apariciones eran tan sustanciales como cualquier ser humano real, pero que sus temperaturas eran invariablemente menor que la suya y sus pieles estaban cubiertas con un sudor frío (7).
 
El doctor George Beard de Nueva York estaba convencido de que las manifestaciones eran simplemente el resultado de uno de los hermanos Eddy que usaba disfraz, y simulando ser un "espiritista de mente simple" fue a Chittenden secretamente determinado a denunciarlos. Sin embargo, durante la sesión de Horatio Eddy y mientras los asistentes estaban sosteniendo las manos del médium, una guitarra canallesca golpeó a Beard repetidamente en la cabeza, causándole tanto dolor que se sobresaltó y desgarró las cortinas. Después que se reanudó la sesión, fueron arrojados toda clase de instrumentos musicales contra Beard a través de la cortina, incluyendo una campana que lo golpeó en la cara con cierta violencia, luego de lo cual el doctor decidió volver a Nueva York. Beard había llevado consigo una poderosa batería cuya corriente ningún mortal habría sido capaz de soportar, y Olcott conectó el aparato a la forma materializada de una muchacha hindú llamada Honto, pero esto parecía sólo divertirla. Beard, no obstante, procedió a denunciar todas las materializaciones como "estupendos fraudes" y declaró que no se podía dar crédito al testimonio de Olcott por haber estado inmerso en las "patrañas" por demasiado tiempo, ¡y porque también usaba anteojos! (8).

Francis Monck había sido el primer médium que no sólo produjo formas materializadas, sino que también permanecía en completa vista ante los presentes. Las formas espirituales emergían por uno de sus costados; al comienzo eran caras y luego figuras totalmente materializadas y nebulosas al principio, pero adquiriendo solidez a medida que emanaban de Monck, hasta que finalmente lo dejaban y aparecían como personas separadas a un medio metro de distancia y unidas a él por una débil conexión de "telarañas". Monck fue puesto a prueba varias veces con buenos resultados, pero como con ciertos médiums cuyos poderes no estaban completamente controlados, recurrió al engaño deliberado en al menos una ocasión, en que fueron encontrados los mecanismos de los confabulados en su posesión y los escépticos calificaron todas sus materializaciones iniciales como fraudulentas (9).

Durante las primeras décadas del siglo XX, Marthe Béraud ("Eva C.") produjo materializaciones ante la completa vista de los investigadores, después de ingresar en trance hipnótico. Una sustancia suave y elástica llamada "ectoplasma" emanaba de varias partes de su cuerpo, especialmente boca, oídos, vagina y pezones. El ectoplasma se organizaba rápidamente en la forma de una mano o cabeza, sobre la que podía aparecer una cara y a veces en miniatura. Luego se solidificaba en una especie de pasta seca al tacto, antes de retrotraerse al cuerpo de la médium o simplemente desaparecer. A veces las manifestaciones parecían imágenes planas, pero en otros casos eran perfectas. Charles Richet, fisiólogo francés e investigador psíquico (más tarde ganador del Premio Nobel), describió cómo una forma completa se levantaba del piso:
 
"Al comienzo era sólo una mancha blanca y opaca como un pañuelo en el piso ante la cortina, y luego asumió rápidamente la forma de una cabeza humana a nivel del suelo. Unos pocos momentos después se alzó en línea recta, convirtiéndose en un hombre pequeño envuelto en una especie de albornoz blanco [manto largo y circular con capucha], quien dio dos o tres pasos deteniéndose en frente de la cortina; entonces se hundió en el suelo y desapareció como si pasara a través de una trampilla, pero no había tal".
 
Como los escépticos sugirieron que Marthe podría estar ingiriendo muselina y vomitándola, su cabello, axilas, nariz, boca y rodillas fueron examinados previamente a una sesión, y a veces también su vagina y recto, e incluso se le administró un emético y jarabe de arándanos, y aún así las formas que emanaban de su boca eran totalmente blancas. Durante un periodo de 20 años la médium nunca fue sorprendida en algún intento de engaño (10).


Fig. 2.2. Arriba: Eva C. produciendo ectoplasma, 13 de marzo de 1911. Su mano izquierda está siendo sostenida por el doctor Charles Richet y su diestra por el profesor Schrenck-Notzing. El reciente libro "Phenomena of Materialisation" contiene unas 225 fotografías de materializaciones ectoplásmicas, todas llevadas a cabo bajo estrictas condiciones de prueba. Debajo: una cara ectoplásmica emanando de la nuca de Eva C., 30 de diciembre de 1911 (11).
 
A mediados de la década de 1920 los poderes de Eva comenzaban a abandonarla, pero en esta época un psíquico brasileño llamado Carlos Mirabelli generaba manifestaciones incluso más espectaculares.
 
Las materializaciones completas de Mirabelli eran de individuos muertos conocidos por los testigos, aspecto que había sido reportado con frecuencia durante sesiones espiritistas, pero comúnmente en habitaciones oscuras o débilmente iluminadas, mientras que las de Mirabelli aparecían a plena luz y en condiciones de prueba, antes que numerosos investigadores apuntaran a examinar las afirmaciones. En el transcurso de más de cien demostraciones y productivas sobre el 50%, Mirabelli trabajaba en una habitación cerrada y sellada, amarrado a una silla; entre otros, materializó a la hija de uno de los indagadores vestida con su ropa mortuoria, y a un obispo que se había ahogado en un naufragio. No aparecieron meramente para luego desvanecerse, pues fueron capaces de conversar con los pesquisantes y de tocar y ser tocados, e inclusive un médico presente fue capaz de sentir el pulso cardíaco de la "niña". Estas materializaciones fueron atestiguadas por legiones de académicos, prominentes políticos, doctores y otros, ninguno de los cuales pudo ofrecer alguna otra explicación aparte de su carácter genuino; tampoco ningún escéptico desde entonces ha sido capaz de descubrir alguna evidencia de los muchos testigos aún vivos que sugiera que Mirabelli estaba involucrado en lo que habría sido el truco de conjuración más espectacular alguna vez concebido (12).

Fig. 2.3. La mirada de alarma en el doctor Carlos de Castro (derecha) se explica por el hecho de que un poeta muerto (centro) acababa de materializarse entre él y Mirabelli (izquierda), en trance durante una sesión de prueba en la Academia de Estudios Psíquicos Cesare Lombroso (13).
 
Actualmente y en ocasiones todavía se informa de materializaciones en semanarios espiritistas, pero ya no constituyen objeto de investigación seria pues muchos parapsicólogos encuentran el tema demasiado polémico.
 
William Q. Judge, uno de los miembros fundadores de la Sociedad Teosófica, menciona tres explicaciones posibles para las materializaciones de "espíritus":

1) El cuerpo astral del médium es exudado y reúne gradualmente partículas extraídas del aire y los cuerpos de aquéllos presentes en la sesión hasta que llega a ser visible, pudiendo asemejarse al médium o asumir la apariencia de una persona muerta cuya imagen está presente en el plano astral.

2) El "cascarón astral" de la persona fallecida (esto es, la forma etérica decadente que servía como vehículo de su mente inferior) y que está desprovisto de consciencia y de las más altas facultades intelectuales y espirituales, se hace visible e incluso palpable cuando las condiciones del aire y del éter son tales que alteran la vibración de sus moléculas al grado necesario. 

3) Se recolecta una masa invisible de materia magnética, eléctrica y química de la atmósfera, del médium u otras personas presentes, y se refleja una imagen de cualquier persona deseada, viva o muerta, en y fuera de la luz astral. Generalmente tales manifestaciones prefieren la penumbra porque una luz brillante perturba la sustancia astral y hace la proyección más difícil (14).
 
En las materializaciones y otros fenómenos de salón, el médium y otros testigos frecuentemente son "vampirizados" en alguna medida por las entidades astrales involucradas, ya que los elementos necesarios son extraídos de sus cuerpos y así su vitalidad se reduce. Helena P. Blavatsky llama a la mediumnidad "una de las enfermedades nerviosas más peligrosas" y la contrasta con el Adeptado, lo que significa control voluntario total sobre los poderes y fuerzas psíquicas (15).


Referencias

1. Michael Gomes, The Dawning of the Theosophical Movement, Wheaton, IL: Quest, 1987, p. 25.

2. Brian Inglis, Natural and Supernatural: A history of the paranormal, Bridport, Dorset: Prism, 1992 (1977), p. 226, 264, 318.

3. H.P. Blavatsky, Isis Develada, Pasadena, CA: Theosophical University Press (TUP), 1972 (1877), 2: 594-6.

4. Natural and Supernatural, p. 267-9, 273-5; William Crookes, Researches in the Phenomena of Spiritualism, Pomeroy, WA: Health Research, sin fecha (1874), p. 102-12.

5. International Survivalist Society, www.survivalafterdeath.info/photographs.htm.
6. "The mediumship of Florence Cook", www.ieja.org/ingles/e_florencecook.htm.
7. The Dawning of the Theosophical Movement, p. 27-32.
8. Ibídem, p. 38-9, 42-3.
9. Natural and Supernatural, p. 297-8.
10. Ibídem, p. 433-5; Brian Inglis, Science and Parascience: A history of the paranormal, 1914-1939, London: Hodder and Stoughton, 1984, p. 2734, 95-105, 240-2.

11. International Survivalist Society, www.survivalafterdeath.info/photographs.htm.
12. Brian Inglis, The Paranormal: An encyclopedia of psychic phenomena, London: Paladin, 1985, p. 157-8. Ver también Science and Parascience, p. 221-7; "The mediumship of Carlos Mirabelli", www.ieja.org/ingles/e_carlosmirabelli.htm.

13. Science and Parascience, p. 225.
14. W.Q. Judge, El Océano de la Teosofía, TUP, 1973 (1893), p. 48-9, 1689; W.Q. Judge, Ecos del Oriente, San Diego, CA: Point Loma Publications, 1975-87, 1:183-6, 384-8.

15. H.P. Blavatsky, "Psychic and Noetic Action", H.P. Blavatsky Theosophical Articles, Theosophy Company, Los Angeles, EE.UU., 1981.

3 de marzo de 2022

¿Qué dice la Teosofía sobre los fantasmas?


Como muchas personas están muy interesadas en el fenómeno fantasmal y dicen haber presenciado eventos de ese tipo, vale la pena establecer y examinar cómo la Teosofía explica estos sucesos.

Es necesario recordar que debiera ser prueba suficiente para cualquier persona -excepto para los pseudoincrédulos de mente cerrada- la enorme cantidad de testigos de todas las edades y en todos los períodos de la historia, representantes de cualquier raza, nación, nivel educacional, creencia religiosa -o incluso ninguna en absoluto- y clase social que afirman haber visto lo que generalmente se llaman "fantasmas", que tales eventos curiosos sí existen y no son meramente resultado de "alucinaciones" o una "predisposición histérica".

Pero ¿cómo puede explicarse la aparición de fantasmas? Creer que cada supuesto espectro es en realidad la "verdadera alma de un difunto" es una postura muy simplista e ingenua. El Universo es un todo majestuosamente complejo e intrincado, y no hay respuestas sencillas para su funcionamiento interno y mecanismos sutiles, y de ahí la naturaleza inevitablemente profunda y muy elaborada de las enseñanzas teosóficas que presentan muchas de estas interpretaciones.

Según la Teosofía, la mayoría de los fantasmas pueden clasificarse en alguno de los siguientes tipos:

(1) Un cuerpo astral que no se disipó adecuadamente tras la muerte del individuo.

El cuerpo astral (Linga Sharira) es el marco/antetipo o molde sutil e invisible, sobre y alrededor del cual se forma y existe la capa externa del cuerpo físico (Sthula Sharira). Es el "cuerpo vitalizador" de la parte física, ya que el flujo de vitalidad o energía vital (Prana) a través del componente astral es lo que mantiene al cuerpo material en funcionamiento. La transición conocida como "muerte física" ocurre debido a que el cuerpo tangible y el astral se separan permanentemente uno de otro.

Luego el alma real pasa a planos de existencia más sutiles, mientras que el cuerpo físico y su doble astral quedan atrás. Los dos ya no están conectados de manera vital, pero los restos de la capa astral -ahora desprovistos de alma- permanecen cerca de los resabios físicos y se desintegran a la misma velocidad. Por lo tanto, si el cuerpo es sometido a incineración, el componente astral se disipa rápidamente y es eliminado casi de inmediato. Sin embargo, si el cadáver está enterrado es probable que la cobertura astral permanezca cerca de la tumba hasta que el cuerpo esté completamente desintegrado, lo que como sabemos puede llevar mucho tiempo. Esta es sólo una de las numerosas razones por las que el primer procedimiento es mucho más recomendable que sólo sepultar, como explica nuestra entrada "Los beneficios de la cremación".

En el artículo "Astral Bodies or Doppelgangers", H.P. Blavatsky señala: "Este 'doble' nace con el individuo, muere con él y nunca puede separarse del cuerpo durante la vida, y aunque lo sobrevive, se desintegra pari passu con el cadáver. Esto es lo que a veces se aprecia sobre las tumbas como una figura luminosa del hombre que fue y durante ciertas condiciones atmosféricas".

Sin embargo, ocasionalmente sucede que debido a ciertas circunstancias y varias razones, el cuerpo astral no termina por descomponerse y permanece como una especie de "fantasma atrapado" e inconsciente, lo cual ocurre con mayor frecuencia en casos de muerte trágica y violenta. Uno de los muchos eventos de esta clase involucra al "espectro" de una noble inglesa decapitada, a la que se avista caminando silenciosamente por un corredor determinado en un viejo castillo a diario y a la misma hora, sosteniendo su cabeza en las manos. Es importante entender que ésta no es la persona real, ya que esa alma probablemente ya volvió a encarnarse. No es más que un Linga Sharira atrapado que repite automática e inconscientemente ciertas acciones relacionadas con la muerte del cuerpo físico al que una vez estuvo vinculado.


(2) Impresiones en la "luz astral" que se hacen brevemente visibles o perceptibles para una persona.

Cada pensamiento que elaboramos, cada palabra pronunciada y toda acción cometida por alguien se imprime y registra indeleblemente en lo que la Teosofía llama "Luz Astral", o atmósfera psíquica que rodea y hasta cierto punto interpenetra el plano físico, por cuanto existe un registro subjetivo de todo lo acontecido en la esfera terrestre.

En su "Epítome de la Teosofía", William Quan Judge habla del "inmenso cuerpo de imágenes en la Luz Astral", describiéndolo como un "repositorio de todos los eventos pasados, presentes y futuros, y en él se registran los efectos de causas espirituales y de todos los actos y pensamientos desde la dirección del espíritu o la materia".

En ocasiones la conciencia de una persona se eleva ligeramente -a menudo sin darse cuenta- y luego percibe aspectos inscritos en la luz astral, pero comete el error comprensible de pensar que "está viendo a uno o varios espectros". En un caso, una mujer se sintió emocionada y triste cuando visitó el sitio de un viejo campo de batalla y pensó en la terrible violencia y masacre que tuvo lugar en dicho escenario; casi al instante se sorprendió al escuchar los estruendos de la batalla y vio el sangriento conflicto justo frente a ella. En poco tiempo todo se desvaneció y una vez más miraba el campo vacío y vasto.

¿Acaso la testigo vio dos ejércitos opuestos de fantasmas? No. Simplemente y sin saberlo se había "sintonizado" con los registros de la Luz Astral por un breve momento.


(3) Una víctima de muerte no natural que está temporalmente atrapada "entre la Tierra y el Cielo", e intenta establecer contacto con el plano físico.

La persona que muere de forma natural llega a esa condición porque las diversas partes o componentes de su constitución interna (generalmente llamados Siete Principios en enseñanzas teosóficas) progresaron de modo gradual y espontáneo en su curso destinado, y por su propia cuenta han dejado de amalgamarse unas con otras.

Pero obviamente éste no es el caso de un individuo que fallece de improviso en un accidente/asesinato o suicidio, porque después está igual de vivo -aunque ahora sin cuerpo material- y debe permanecer en Kama Loka durante el resto de la vida que estuvo destinado a experimentar en la Tierra. Nótese que en ningún sentido esto es una forma de "castigo", sino simplemente se debe a que las inmutables Leyes de la Naturaleza requieren que nuestros Principios se separen en la manera, el orden y momento adecuados para que el proceso completo de muerte siga con normalidad, y hasta entonces el alma no puede entrar en el estado de Devachan o "Cielo".

Este Kama Loka mencionado anteriormente es descrito por Madame Blavatsky en "La Clave de la Teosofía" como "una localidad astral, el limbo de la teología escolástica, el infierno de los antiguos, y estrictamente hablando un lugar sólo en sentido relativo. No tiene área ni límites definidos, sino que existe dentro del espacio subjetivo, es decir, se sitúa más allá de nuestras percepciones sensoriales, pero aún así existe". También Kama Loka se halla estrechamente relacionado con la Luz Astral a que nos hemos referido.

Los estados y las experiencias de las mencionadas víctimas de muerte no natural en Kama Loka varían enormemente, y muchas estarán prácticamente inconscientes, reposando "en sueños rosados" -como expresaron los Maestros- por el resto destinado de los años de su "término de vida" y luego despiertan en la bendición perfecta de Devachán. Pero para otros el panorama no es tan "alegre", especialmente en quienes cometen suicidio y que es descrito en "La Clave de la Teosofía" como "el peor de los crímenes y terrible en sus resultados". Esto puede ser explorado con mayor detalle en el artículo "¿Qué pasa con las personas que cometen suicidio?", aunque por ahora basta con ilustrar mediante un ejemplo relacionado, manteniendo a sus protagonistas en el anonimato.

Un británico de mediana edad se suicidó en una reciente Nochebuena, dejando que el cuerpo fuera descubierto por su esposa e hijos en la mañana de Navidad. El individuo sufría de depresión y otros problemas de salud mental durante bastante tiempo, y este suceso fue un golpe demoledor y terriblemente angustioso para la familia. Sólo luego de varios meses los afectados habían comenzado a reconstruir su vida.

Fue en este periodo cuando la esposa se despertó una noche y encontró a su marido observándola, sentado en la silla del dormitorio. Tenía el mismo aspecto que cuando estaba vivo, además de parecer un poco "ondeante" y etéreo en la forma y el contorno de su cuerpo. El occiso expresó su profundo pesar por lo que había hecho y rogó que "lo ayudara a salir del estado horrible en que se hallaba". Pudieron mantener una breve conversación antes que desapareciera, si bien esto siguió sucediendo casi todas las noches por algún tiempo. Para que este incidente no sea descartado como la "mera alucinación" de una viuda afligida, debemos agregar que el muerto también se apareció en numerosas ocasiones a sus hijos.

Por una parte, mucha gente lo describiría en términos de "aparición fantasmal" y los teósofos, por otro lado, podrían considerarlo como la visita de un alma atrapada en Kama Loka y estarían muy conscientes de que es espiritualmente ilegal que esos individuos trataran de reiniciar el contacto con la vida de la que se han privado en forma intencional. Conocemos personalmente el caso anterior, y es de lamentar que la protagonista haya acudido en busca de ayuda y consejo a médiums psíquicos y espiritistas, en lugar de prestar atención a la antigua Sabiduría Eterna o Teosofía.

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Sabemos que de ninguna manera un tema tan extenso e intrincado no puede ser tratado exhaustivamente en un artículo como éste, pues ni siquiera hemos abordado aspectos como los poltergeist o casas encantadas, aunque las descripciones anteriores pueden proporcionar pistas útiles en ese derrotero. La Teosofía no está en el mundo con el propósito de estudiar espectros o "acosos fantasmales", sino que decide dejar esos asuntos a los investigadores paranormales. Sin embargo, se espera que estas ideas hayan ayudado a arrojar algo más de comprensión sobre el asunto.