La Teosofía sostiene que en muchas formas es más saludable que los cadáveres sean cremados en lugar de enterrarse.
La primera cremación realizada en Estados Unidos correspondió al Barón de Palm, uno de los primeros miembros de la Sociedad Teosófica, en diciembre de 1876. Para el caso de Reino Unido el primer acto de esta clase no tuvo lugar hasta marzo de 1885, pues la práctica estuvo prohibida según la ley anglosajona hasta el año anterior; de hecho, la incineración no era muy popular y sólo se producía en un número muy reducido cada año. No obstante y como fundadora del Movimiento Teosófico, Helena Blavatsky fue una de las primeras personas cremadas en ese país tras su muerte en Londres, a inicios de mayo de 1891.
Con el tiempo dicho procedimiento obtuvo mayor aceptación y las últimas estadísticas sugieren que en la actualidad ha sido incinerado más del 70% de los occisos británicos. Algunas personas, sin embargo, albergan preocupaciones peculiares sobre el proceso pues hay quienes temen o creen que ello "evitará que el alma llegue al Cielo". Otros tantos piensan que en alguna forma "la cremación daña o destruye el alma".
Las enseñanzas de Teosofía disipan estos conceptos erróneos con dos puntos principales: (a) el alma abandona el cuerpo cuando ocurre la muerte física, y de hecho es esta salida lo que provoca el deceso corporal; y (b) el alma no es un componente físico, por lo que tampoco se ve afectado de ninguna manera por el fuego material.
Como explicó William Quan Judge sobre una consulta en "Forum Answers", el fuego sólo puede tener resultados sobre la materia y sustancia que pertenecen al plano material, y el proceso de cremación no puede perturbar ni dañar negativamente a cualquier parte de nuestro ser que no sea el cuerpo tangible, el cual de todos modos ya se encuentra inanimado antes de ser convertido en cenizas.
Pero ¿cuáles son algunos de los beneficios por incinerar cadáveres?
01. Según la Teosofía, el cuerpo astral (Linga Sharira) se desintegra luego de la muerte a igual ritmo que el componente físico (Sthula Sharira); se separa de éste último al morir, pero continúa permaneciendo cerca, tras lo cual decae y se disipa junto con la cobertura material que solía vitalizar. Si el cadáver está enterrado, los residuos de su parte astral perduran por mucho más tiempo y esto podría tener consecuencias indeseables, pero si el cuerpo físico es incinerado, entonces su Linga Sharira se disuelve más rápidamente.
01. Según la Teosofía, el cuerpo astral (Linga Sharira) se desintegra luego de la muerte a igual ritmo que el componente físico (Sthula Sharira); se separa de éste último al morir, pero continúa permaneciendo cerca, tras lo cual decae y se disipa junto con la cobertura material que solía vitalizar. Si el cadáver está enterrado, los residuos de su parte astral perduran por mucho más tiempo y esto podría tener consecuencias indeseables, pero si el cuerpo físico es incinerado, entonces su Linga Sharira se disuelve más rápidamente.
02. La cremación posibilita en gran medida que el alma se libere de cualquier atracción restante que pueda tener hacia la Tierra y los aspectos del plano físico, lo que de otra forma podría obstaculizarlo en la primera parte del proceso post-mortem.
03. William Judge añadía: "Desde el punto de vista sanitario, la cremación es de gran importancia ya que elimina la materia nociva o aquélla de un estado tal que sea perniciosa para los vivos". En otras palabras, permite destruir el cuerpo físico de una forma rápida y limpia, eliminando muchos elementos desagradables y dañinos en el proceso.
En Occidente muchos han devenido "expertos" en la costumbre de no pensar. Sin duda, es sólo la negativa a sopesar y encarar realmente estos hechos lo que ha perpetuado la práctica ilógica y bastante grotesca de enterrar cadáveres y por tanto tiempo. Si fallece uno de nuestros seres queridos, ¿por qué diablos desearíamos prolongar la horrible descomposición de sus restos, poniéndolos en una caja de madera para luego enterrarse a unos metros de profundidad? ¿Cómo podemos "estar en paz" sabiendo que el cuerpo que una vez albergó el alma de esa persona ahora está siendo sometido innecesariamente a un destino tan sucio, espeluznante y extenso?
Realmente no hay nada que pueda decirse a favor de la sepultación. Además, muchas personas dicen experimentar un grado de "cierre emocional" tras incinerar a sus difuntos, lo cual no habrían sentido de otra manera al tener el pensamiento constante de que "alguien se está pudriendo allá abajo".
En 1881 Blavatsky publicó un artículo titulado "Stray Thoughts on Death and Satan", basado en composiciones inéditas del cabalista Eliphas Lévi e incluía acápites por Helena a pie de página. El autor francés escribió lo siguiente con respecto al tema:
“La preservación de cadáveres es atentar contra las leyes de la naturaleza, un ultraje a la modestia de la muerte que oculta las obras de destrucción, así como debemos velar aquéllas de carácter reproductivo. Conservar cuerpos es crear fantasmas en la imaginación de la Tierra [Blavatsky explica: "intensificar estas imágenes en la Luz Astral o sideral"]; los espectros de pesadillas, alucinaciones y miedo no son más que las fotografías errantes de muertos cobijados. Estos residuos en conservación o destruidos imperfectamente propagan entre los vivos la peste, el cólera, las enfermedades contagiosas, la tristeza, el escepticismo y el disgusto por la vida. La muerte es exhalada por la muerte. Los cementerios envenenan la atmósfera de las ciudades, y el miasma de los cadáveres arruina a los niños incluso en el seno de sus madres".
No está claro si la propia H.P.B. estaba de acuerdo o no con ello, pero sí añadió con aprobación en una nota que "la gente comienza a asimilar esta gran verdad de manera intuitiva, y ahora empiezan a surgir establecimientos para quemar cuerpos y crematorios en muchos lugares de Europa".
Uno de los objetivos principales del Movimiento Teosófico es presentar una comprensión correcta sobre nuestra verdadera naturaleza, establecer quiénes o qué somos realmente, y cuál es la índole y función de nuestros Siete Principios durante el peregrinaje terrenal y después de abandonarlo. Para más detalles consúltense artículos como "La naturaleza séptuple humana", "¿Qué ocurre cuando morimos?", "¿Qué pasa con las personas que cometen suicidio?", "Doce enseñanzas teosóficas fundamentales", "Misterios del Cuerpo Astral", "Para entender correctamente el Karma" y "Para entender correctamente la reencarnación".