13 de marzo de 2022

Visitantes paranormales: desdibujando la realidad (1 de 10)

David Pratt (diciembre 2002-junio 2009)
 

Contenidos:

01. Introducción
02. Materializaciones de "espíritus"


01. Introducción

A través de la historia se ha informado acerca de extraños encuentros entre humanos y una amplia variedad de entidades sobrenaturales que incluyen "dioses", ángeles, fantasmas, demonios, hadas, gnomos, monstruos, alienígenas, etc., y tales encuentros abarcan desde los benignos y esperanzadores hasta los hostiles y perjudiciales. Algunos pueden implicar visiones o alucinaciones, pero como muestran muchos de los casos presentados otros parecen tener lugar en nuestra realidad física, y en estos últimos dichas presencias son físicamente visibles y a veces tangibles, aunque su extraño comportamiento sugiere que son entes paranormales que se manifiestan brevemente antes de esfumarse de nuevo en la "zona de penumbras".


02. Materializaciones de "espíritus"

Desde el resurgimiento del espiritismo en la segunda mitad del siglo XIX, se han reportado muchas materializaciones de "espíritus". A.R. Wallace, co-desarrollador con Darwin de la teoría de selección natural, describió a estas manifestaciones como sigue:
 
"(...) Pueden ser apariciones luminosas, chispas, estrellas, globos de luz, nubes luminosas, etc., o caras, manos y figuras humanas completas, generalmente cubiertas con 'cortinaje' fluyente, con excepción de una porción del rostro y las manos. A menudo las formas humanas tienen la capacidad de mover objetos sólidos, y ambos tipos son visibles y tangibles para todos los presentes". Wallace creía que tales fenómenos encarnaban "verdades de la más vital importancia para el progreso humano" (1).
 
En presencia del célebre médium Daniel Dunglas Home, las manos materializadas podían tocarse y fueron vistas levantando y llevando objetos. Un editor de un periódico estrechó su mano con otra materializada que terminaba en la cintura, describiéndola como "tolerable y simétricamente bien hecha, aunque no perfecta", "suave" y "ligeramente cálida". En otro caso una mano desencarnada llevó una campana a un periodista, pero cuando intentó sujetar la formación ésta se derritió, dejando sólo el instrumento. En una sesión con la médium Kate Fox, una mano luminosa vino desde la parte superior de la habitación, y luego de merodear cerca del prominente científico William Crookes durante unos segundos, tomó el lápiz que empuñaba para escribir en un papel, depositó el bolígrafo y entonces se alzó por el aire, desvaneciéndose gradualmente en la oscuridad. Durante una demostración con Charles Williams en 1873 se materializó una gran mano que el psíquico e investigador Frederic Myers midió y sostuvo en la suya; la sintió disminuir en tamaño hasta que no era más grande que la de un bebé antes que se esfumara (2). Helena P. Blavatsky argumentaba que la "mano espiritual" o fantasmal era por lo general una extrusión del cuerpo astral del médium, lo que a menudo sucedía de forma inconsciente cuando el canalizador se hallaba en trance (3).
 
La materialización completa más famosa fue una figura descalza de vestido y velo blanco que se llamaba a sí misma "Katie King". Una vez que la médium Florence Cook, quien vestía de negro y había sido firmemente atada en una "cabina" (un nicho con una cortina en frente de ésta) y estando en trance, Katie emergió del cubículo y caminó por la habitación, platicando con los presentes. La formación se sentía cálida al tacto y era como una persona de carne y hueso. Inmediatamente luego de aparecer, Florence aún permanecía atada y con los nudos de las cuerdas sellados. En 1874 un científico condujo una prueba en que amarró cables a Florence aplicando corriente eléctrica de baja intensidad en su cuerpo, de forma que incluso un movimiento de sus manos quedaría registrado en el galvanómetro, pero la corriente no se interrumpió a lo largo de la sesión, en la cual Katie se materializó y se trasladó por el vestíbulo. William Crookes fue otro cientifico que investigó este fenómeno y concluyó que era genuino; tomó 44 fotografías de Katie y vio a la formación y la médium juntas en varias ocasiones. Sin embargo, Crookes ya estaba convencido de que Katie no era Florence disfrazada, pues aquélla era 15 cms. más alta, sus orejas no llevaban aros (en contraste con las de Florence) y sus dedos eran más largos y su cara más grande (4).


Fig. 2.1. Arriba: una vez en trance, Florence Cook se desploma en el brazo de una silla. La forma ectoplásmica que se alza tras ella comienza a comprimirse en la materialización de Katie King. Debajo: Katie King, completamente materializada (5). 

En diciembre de 1873 un hombre intentó medir a Katie durante una sesión, a lo que siguió una refriega en que perdió parte de su barba. Para escapar de él Katie se desmaterializó parcialmente escabulléndose al interior de la cabina. Cuando las cortinas se abrieron Florence todavía estaba amarrada con los nudos sellados y no se encontró ningún material blanco que pudiera haber sido empleado. La única instancia probada de fraude ocurrió en enero de 1880 cuando la materialización fue medida y realmente se trataba de Florence. Sin embargo, la persona responsable de asegurar a la médium admitió que se había concertado con otros para no atarla correctamente, mientras que los defensores de Florence argumentaron que este era un caso de fraude inconsciente (6). Lo anterior ciertamente sucedió con la canalizadora italiana Eusapia Palladino, cuando se supo que en estado de trance engañaba cada vez que podía, haciendo "levitar" burdamente las mesas con los pies, pero sus destacados fenómenos continuaron manifestándose incluso bajo rigurosas condiciones de prueba y asombrando a docenas de eminentes científicos europeos durante un periodo de 20 años.
 
Horatio y William Eddy, dos médiums que vivían en el pueblo de Chittenden, Vermont, también produjeron impresionantes materializaciones. Desde la cabina emergía forma tras forma, cada una "diferente en sexo, andadura, ropaje, complexión, largo y arreglo de cabello, peso y anchura de cuerpo y edad aparente". Al cabo de una hora aproximadamente la sesión terminaba y el médium reaparecía "ojeroso y aparentemente muy exhausto". Estas manifestaciones fueron investigadas en 1874 por Henry S. Olcott, quien ayudó a fundar la Sociedad Teosófica al año siguiente y había servido como oficial de campo por la Unión en la Guerra de Secesión. Gracias a su reputación por integridad, le fue otorgado el rango de coronel y se le asignó la tarea de desarraigar el fraude y la corrupción en el Ejército y la Marina. De esta forma, Olcott fue testigo de unas 300 ó 400 formas de "espíritus" durante su estadía con los médiums Eddy y no pudo hallar evidencia de fraude. Afirmó que al tocarlas dichas apariciones eran tan sustanciales como cualquier ser humano real, pero que sus temperaturas eran invariablemente menor que la suya y sus pieles estaban cubiertas con un sudor frío (7).
 
El doctor George Beard de Nueva York estaba convencido de que las manifestaciones eran simplemente el resultado de uno de los hermanos Eddy que usaba disfraz, y simulando ser un "espiritista de mente simple" fue a Chittenden secretamente determinado a denunciarlos. Sin embargo, durante la sesión de Horatio Eddy y mientras los asistentes estaban sosteniendo las manos del médium, una guitarra canallesca golpeó a Beard repetidamente en la cabeza, causándole tanto dolor que se sobresaltó y desgarró las cortinas. Después que se reanudó la sesión, fueron arrojados toda clase de instrumentos musicales contra Beard a través de la cortina, incluyendo una campana que lo golpeó en la cara con cierta violencia, luego de lo cual el doctor decidió volver a Nueva York. Beard había llevado consigo una poderosa batería cuya corriente ningún mortal habría sido capaz de soportar, y Olcott conectó el aparato a la forma materializada de una muchacha hindú llamada Honto, pero esto parecía sólo divertirla. Beard, no obstante, procedió a denunciar todas las materializaciones como "estupendos fraudes" y declaró que no se podía dar crédito al testimonio de Olcott por haber estado inmerso en las "patrañas" por demasiado tiempo, ¡y porque también usaba anteojos! (8).

Francis Monck había sido el primer médium que no sólo produjo formas materializadas, sino que también permanecía en completa vista ante los presentes. Las formas espirituales emergían por uno de sus costados; al comienzo eran caras y luego figuras totalmente materializadas y nebulosas al principio, pero adquiriendo solidez a medida que emanaban de Monck, hasta que finalmente lo dejaban y aparecían como personas separadas a un medio metro de distancia y unidas a él por una débil conexión de "telarañas". Monck fue puesto a prueba varias veces con buenos resultados, pero como con ciertos médiums cuyos poderes no estaban completamente controlados, recurrió al engaño deliberado en al menos una ocasión, en que fueron encontrados los mecanismos de los confabulados en su posesión y los escépticos calificaron todas sus materializaciones iniciales como fraudulentas (9).

Durante las primeras décadas del siglo XX, Marthe Béraud ("Eva C.") produjo materializaciones ante la completa vista de los investigadores, después de ingresar en trance hipnótico. Una sustancia suave y elástica llamada "ectoplasma" emanaba de varias partes de su cuerpo, especialmente boca, oídos, vagina y pezones. El ectoplasma se organizaba rápidamente en la forma de una mano o cabeza, sobre la que podía aparecer una cara y a veces en miniatura. Luego se solidificaba en una especie de pasta seca al tacto, antes de retrotraerse al cuerpo de la médium o simplemente desaparecer. A veces las manifestaciones parecían imágenes planas, pero en otros casos eran perfectas. Charles Richet, fisiólogo francés e investigador psíquico (más tarde ganador del Premio Nobel), describió cómo una forma completa se levantaba del piso:
 
"Al comienzo era sólo una mancha blanca y opaca como un pañuelo en el piso ante la cortina, y luego asumió rápidamente la forma de una cabeza humana a nivel del suelo. Unos pocos momentos después se alzó en línea recta, convirtiéndose en un hombre pequeño envuelto en una especie de albornoz blanco [manto largo y circular con capucha], quien dio dos o tres pasos deteniéndose en frente de la cortina; entonces se hundió en el suelo y desapareció como si pasara a través de una trampilla, pero no había tal".
 
Como los escépticos sugirieron que Marthe podría estar ingiriendo muselina y vomitándola, su cabello, axilas, nariz, boca y rodillas fueron examinados previamente a una sesión, y a veces también su vagina y recto, e incluso se le administró un emético y jarabe de arándanos, y aún así las formas que emanaban de su boca eran totalmente blancas. Durante un periodo de 20 años la médium nunca fue sorprendida en algún intento de engaño (10).


Fig. 2.2. Arriba: Eva C. produciendo ectoplasma, 13 de marzo de 1911. Su mano izquierda está siendo sostenida por el doctor Charles Richet y su diestra por el profesor Schrenck-Notzing. El reciente libro "Phenomena of Materialisation" contiene unas 225 fotografías de materializaciones ectoplásmicas, todas llevadas a cabo bajo estrictas condiciones de prueba. Debajo: una cara ectoplásmica emanando de la nuca de Eva C., 30 de diciembre de 1911 (11).
 
A mediados de la década de 1920 los poderes de Eva comenzaban a abandonarla, pero en esta época un psíquico brasileño llamado Carlos Mirabelli generaba manifestaciones incluso más espectaculares.
 
Las materializaciones completas de Mirabelli eran de individuos muertos conocidos por los testigos, aspecto que había sido reportado con frecuencia durante sesiones espiritistas, pero comúnmente en habitaciones oscuras o débilmente iluminadas, mientras que las de Mirabelli aparecían a plena luz y en condiciones de prueba, antes que numerosos investigadores apuntaran a examinar las afirmaciones. En el transcurso de más de cien demostraciones y productivas sobre el 50%, Mirabelli trabajaba en una habitación cerrada y sellada, amarrado a una silla; entre otros, materializó a la hija de uno de los indagadores vestida con su ropa mortuoria, y a un obispo que se había ahogado en un naufragio. No aparecieron meramente para luego desvanecerse, pues fueron capaces de conversar con los pesquisantes y de tocar y ser tocados, e inclusive un médico presente fue capaz de sentir el pulso cardíaco de la "niña". Estas materializaciones fueron atestiguadas por legiones de académicos, prominentes políticos, doctores y otros, ninguno de los cuales pudo ofrecer alguna otra explicación aparte de su carácter genuino; tampoco ningún escéptico desde entonces ha sido capaz de descubrir alguna evidencia de los muchos testigos aún vivos que sugiera que Mirabelli estaba involucrado en lo que habría sido el truco de conjuración más espectacular alguna vez concebido (12).

Fig. 2.3. La mirada de alarma en el doctor Carlos de Castro (derecha) se explica por el hecho de que un poeta muerto (centro) acababa de materializarse entre él y Mirabelli (izquierda), en trance durante una sesión de prueba en la Academia de Estudios Psíquicos Cesare Lombroso (13).
 
Actualmente y en ocasiones todavía se informa de materializaciones en semanarios espiritistas, pero ya no constituyen objeto de investigación seria pues muchos parapsicólogos encuentran el tema demasiado polémico.
 
William Q. Judge, uno de los miembros fundadores de la Sociedad Teosófica, menciona tres explicaciones posibles para las materializaciones de "espíritus":

1) El cuerpo astral del médium es exudado y reúne gradualmente partículas extraídas del aire y los cuerpos de aquéllos presentes en la sesión hasta que llega a ser visible, pudiendo asemejarse al médium o asumir la apariencia de una persona muerta cuya imagen está presente en el plano astral.

2) El "cascarón astral" de la persona fallecida (esto es, la forma etérica decadente que servía como vehículo de su mente inferior) y que está desprovisto de consciencia y de las más altas facultades intelectuales y espirituales, se hace visible e incluso palpable cuando las condiciones del aire y del éter son tales que alteran la vibración de sus moléculas al grado necesario. 

3) Se recolecta una masa invisible de materia magnética, eléctrica y química de la atmósfera, del médium u otras personas presentes, y se refleja una imagen de cualquier persona deseada, viva o muerta, en y fuera de la luz astral. Generalmente tales manifestaciones prefieren la penumbra porque una luz brillante perturba la sustancia astral y hace la proyección más difícil (14).
 
En las materializaciones y otros fenómenos de salón, el médium y otros testigos frecuentemente son "vampirizados" en alguna medida por las entidades astrales involucradas, ya que los elementos necesarios son extraídos de sus cuerpos y así su vitalidad se reduce. Helena P. Blavatsky llama a la mediumnidad "una de las enfermedades nerviosas más peligrosas" y la contrasta con el Adeptado, lo que significa control voluntario total sobre los poderes y fuerzas psíquicas (15).


Referencias

1. Michael Gomes, The Dawning of the Theosophical Movement, Wheaton, IL: Quest, 1987, p. 25.

2. Brian Inglis, Natural and Supernatural: A history of the paranormal, Bridport, Dorset: Prism, 1992 (1977), p. 226, 264, 318.

3. H.P. Blavatsky, Isis Develada, Pasadena, CA: Theosophical University Press (TUP), 1972 (1877), 2: 594-6.

4. Natural and Supernatural, p. 267-9, 273-5; William Crookes, Researches in the Phenomena of Spiritualism, Pomeroy, WA: Health Research, sin fecha (1874), p. 102-12.

5. International Survivalist Society, www.survivalafterdeath.info/photographs.htm.
6. "The mediumship of Florence Cook", www.ieja.org/ingles/e_florencecook.htm.
7. The Dawning of the Theosophical Movement, p. 27-32.
8. Ibídem, p. 38-9, 42-3.
9. Natural and Supernatural, p. 297-8.
10. Ibídem, p. 433-5; Brian Inglis, Science and Parascience: A history of the paranormal, 1914-1939, London: Hodder and Stoughton, 1984, p. 2734, 95-105, 240-2.

11. International Survivalist Society, www.survivalafterdeath.info/photographs.htm.
12. Brian Inglis, The Paranormal: An encyclopedia of psychic phenomena, London: Paladin, 1985, p. 157-8. Ver también Science and Parascience, p. 221-7; "The mediumship of Carlos Mirabelli", www.ieja.org/ingles/e_carlosmirabelli.htm.

13. Science and Parascience, p. 225.
14. W.Q. Judge, El Océano de la Teosofía, TUP, 1973 (1893), p. 48-9, 1689; W.Q. Judge, Ecos del Oriente, San Diego, CA: Point Loma Publications, 1975-87, 1:183-6, 384-8.

15. H.P. Blavatsky, "Psychic and Noetic Action", H.P. Blavatsky Theosophical Articles, Theosophy Company, Los Angeles, EE.UU., 1981.