3 de febrero de 2022

Ovnis: la dimensión psíquica (8 de 10)

David Pratt
Octubre 2002, octubre 2013


Contenido:

08. Abducciones alienígenas (parte 1)


08. Abducciones alienígenas (parte 1)

En las décadas de 1950 y 1960 eran muy raras las declaraciones de personas secuestradas por alienígenas, pero comenzaron a multiplicarse durante inicios de los años '70 y adquirieron proporciones epidémicas tras la publicación de Missing Time por Budd Hopkins en 1980 y Comunión de Whitley Strieber en 1987. Mientras que estos raptos inicialmente parecían ocurrir sólo una vez, los afectados comenzaron a reportar múltiples experiencias que se remontaban a su infancia, y en algunos casos incluso hasta finales del siglo XIX. Después de 1980 las víctimas también comenzaron a hablar de ser sometidas a procedimientos médicos mucho más invasivos. Dos encuestas -que los críticos han desestimado como irremediablemente defectuosas- han sido interpretadas por los "abduccionistas" en el sentido de que ¡más de tres millones de estadounidenses podrían haber experimentado este fenómeno en los últimos 50 años! (1). En el primer estudio se asumió que cualquiera que hubiera tenido al menos cuatro de las siguientes "experiencias inusuales" probablemente había sido raptado por entidades foráneas: una hora o más de "tiempo perdido", ver luces inusuales en una habitación, encontrar cicatrices desconcertantes en el cuerpo, divisar una figura extraña en el dormitorio o tener la "sensación de volar". El hecho de que comúnmente los afectados pasan las pruebas de detección de mentiras muestra que creen con firmeza la historia que relatan, pero casi sin excepción no hay evidencia convincente que refiera a una experiencia física/objetiva.

Por regla general las historias de abducción comienzan durante la noche, mientras la "víctima" conduce en una carretera solitaria o tras despertarse en la cama. En algunos incidentes se ven primero una "nave espacial" o cierta luz brillante, pero en otros aparecen extraños seres humanoides sin que se perciba un ovni. En este punto los afectados suelen padecer inmovilización y de vez en cuando recuerdan ser llevados o acompañados a bordo de la nave, o "flotar" a través de paredes y techos sólidos o puertas y ventanas cerradas, a veces en un haz de luz, pero más comúnmente los secuestrados no pueden recordar cómo acabaron en el interior de lo que suponen era un "artefacto extraterreno".

Por lo común los abducidos se encuentran en una habitación extraña y muy iluminada, a menudo repleta de equipos sofisticados. Tras haber sido recostados sobre una mesa, se lleva a cabo un doloroso examen "médico" en que se efectúan cortes, extracción frecuente de sangre, remoción de óvulos o espermios y sondeos en varios orificios corporales. Los órganos genitivos son objeto de una atención especial, y se han vuelto cada vez más comunes los informes de actividad sexual entre alienígenas y sus víctimas. Las entidades que realizan los exámenes son hoscas y directas, y otras sólo permanecen alrededor y observan. Al final del examen se borra de los afectados todo recuerdo del episodio o se les conmina a que se abstengan de contar a otros sobre el suceso. Por último, algunos secuestrados describen recorridos por la nave espacial, discusiones sobre crisis ecológicas y geopolíticas en la Tierra, e incluso viajes a otros mundos donde los detalles exactos varían mucho de un caso a otro.

Los avistamientos ovni implican un promedio cercano a los 2,5 testigos, mientras que por lo general los raptos involucran sólo a la persona directamente afectada. Si están presentes dos o más individuos, pueden rememorar posteriormente experiencias similares o sólo uno puede afirmar haber sido secuestrado, mientras que los otros niegan que la persona aludida se ausentara. Por ejemplo, una mujer australiana creía ser llevada periódicamente a bordo de una nave espacial; en una ocasión los investigadores estaban con ella quien comenzó a describir que era abducida, ¡y sin embargo todos los demás podían verla aún sentada en un automóvil estacionado! (2). Lo que sea que revistiera este caso, está claro que no tuvo lugar en el nivel físico.

Mientras que la mayoría de avistajes ovni parece ocurrir cuando los testigos se hallan en un estado de mente "normal", muchas veces los raptos semejan tener una cualidad -incluso para muchos experimentadores- que sugiere un nivel alterado de conciencia. Cuando los abducidos contemporáneos reportan "flotar" por fuera de sus habitaciones o automóviles, pasando mediante paredes sólidas y techos en un haz de luz hacia naves espaciales que los esperan, y sin sensación de frío a medida que se elevan, hay una buena razón para sospechar que esto no se trata de una experiencia tangible.

Muchas personas raptadas y algunos investigadores creen que los alienígenas son "extradimensionales" en lugar de "extraterrestres", y esto generalmente se interpreta en el sentido de que aquéllos han evolucionado en otro plano de realidad o "universo paralelo", desarrollando así una "civilización y tecnología avanzadas" que les permite materializarse y desmaterializarse a voluntad. Sin embargo, esta hipótesis es tan problemática como la teoría extraterrestre porque los experimentos genéticos y reproductivos reportados se describen como "brutos" y "primitivos", y ciertamente no son obra de "seres superinteligentes". Es más, la idea de que una raza etérica en esencia fuese genéticamente compatible con humanos físicos es tan improbable como pensar que lo serían las criaturas evolucionadas en otro planeta material. Las experiencias de abducción genuinas bien pueden involucrar niveles parafísicos de realidad, pero los "secuestradores" no exhiben ningún signo de ser individuos con gran adelanto.

Rara vez los recuerdos de raptos surgen sin ayuda. Comúnmente las personas que sospechan ser objeto de secuestro buscan asistencia por una variedad de razones tales como ansiedades vagas, fobias específicas, pesadillas, remembranzas fragmentarias e inquietantes, o lo que parece ser un episodio inexplicable de "tiempo perdido". Por lo general, sólo después de hablar con un psicoterapeuta o ufólogo pueden articular una elaborada "reminiscencia" de abducción extraterrestre.

El hecho de que una gran cantidad de retentivas sobre abducción se recupera al menos en parte bajo hipnosis es la razón principal que citan los críticos para impugnar su autenticidad. La sofronización puede ayudar a recordar más detalles de un evento; por ejemplo, ha permitido a victimas de crímenes evocar detalles como números de patente o la ropa de un asaltante. Sin embargo, también posibilita que la gente "reviva" momentos que jamás han sucedido e incurriendo en parloteos descabellados, lo cual se conoce como síndrome de falsa memoria. Así, la hipnosis puede dar pie a que la gente se torne más sugestionable y dispuesta a complacer al interrogador.

Por lo tanto, muchos críticos argumentan que la gran mayoría de historias relativas a secuestros son puras invenciones producidas bajo hipnosis (3). Se dan ejemplos de literatura análoga que muestran cómo los investigadores hacen preguntas conductivas, y de modo sutil e inconsciente provocan que los testigos elaboren un relato que encaja con sus propias creencias o expectativas, y de hecho con las de los secuestrados, ya que éstos no se acercan a los abduccionistas a menos que ya estén abiertos a la idea de que les ha ocurrido dicho suceso.

Los investigadores suelen sostener que las experiencias referidas por víctimas son tan horribles y aparecen emociones de tal intensidad que deben ser "literalmente ciertas", pero Randle et al. dicen que puede demostrarse su falsedad estableciendo un paralelo entre relatos de secuestro y los de abusos rituales satánicos. Éstos últimos se basan casi exclusivamente en el testimonio recuperado a través de regresión hipnótica, visualización y otras técnicas para incrementar la memoria. Miles de personas que creen ser objeto de ritos diabólicos apuntan a contextos horribles de asesinato, mutilaciones y sacrificios humanos, pero al igual que con los secuestros no hay prácticamente ninguna evidencia física o confirmatoria, y en algunos casos se demostró que los acontecimientos evocados no pudieron haber acontecido. Muchos de quienes una vez creyeron haber sufrido abusos comienzan a dudar sobre la realidad de sus recuerdos tras dejar la terapia o encontrar un nuevo especialista (4).

Curiosamente, el investigador Richard Boylan trató a una mujer quien consideraba fue abusada en base a su trabajo con otro terapeuta, ¡y logró convencerla de que en lugar de ello había sido secuestrada por extraterrestres! Se le proporcionaron libros y artículos sobre raptos, habló con ella de sus creencias en alienígenas y finalmente hizo que los sueños vagos se tornaran en una experiencia abductiva; así, el ritual satánico era supuestamente una "memoria de pantalla" (5).

El programa de los diversos pesquisantes de secuestro se refleja en lo que encuentran. Budd Hopkins halló a alienígenas fríos y calculadores que practican manipulación genética; John Mack apuntaba a entes que tienen una nueva filosofía "Nueva Era" y proporcionan experiencias positivas, y David Jacobs habla de "extraterrestres tipo Hopkins", pero que ahora llevan a cabo un "plan de dominación".

Jacobs dice pertenecer a la escuela "realista" de investigadores y critica a los "positivos" como Mack que creen que los abducidos pueden conectarse con una realidad alternativa y experimentar una transformación benéfica. David sostiene que la postura optimista "se basa en suposiciones metafísicas no comprobadas e hipnosis incompetente", y que "los mesmeristas con agendas Nueva Era específicas podrían distorsionar hipnóticamente el testimonio rememorado en las creencias de dichos profesionales" (6). Mack reconoce que la calidad en las vivencias de los raptados varía de acuerdo con el individuo que practica la regresión, y dice que Jacobs y Hopkins "pueden sacar por la fuerza lo que desean ver de sus experimentadores" (7). Es de destacar que si bien los analistas de secuestro a menudo acusan a sus colegas de hipnosis incompetente, nunca se aplican las mismas críticas a sí mismos...

Muchas veces las remembranzas de secuestros son totalmente inverosímiles y absurdas. Por ejemplo, en un caso estudiado por Jacobs, "Tom y Nancy" estaban haciendo el amor cuando ella percibió "una sacudida eléctrica" a través de sus caderas; Tom no sintió nada, pero al mirar el reloj se sorprendió al descubrir que había participado en el acto sexual durante unos 45 minutos. Podríamos pensar "¡qué pareja tan afortunada!", pero por desgracia el "tiempo perdido" fue considerado como "evidencia potencial de secuestro extraterrestre", y bajo hipnosis Nancy "recordó" ser abducida, ¡mientras su marido no se había dado cuenta pues los alienígenas le habían "desconectado"! (8). Es de suponer que al regresar la mujer estimuló nuevamente a su pareja y continuó con el desempeño como si nunca hubiera sido interrumpido. Algunas personas incluso afirman haber sobrellevado raptos en entornos urbanos de hacinamiento o removidas de sus apartamentos en un haz de luz sin que nadie más lo notara, debido a la "gran capacidad de los alienígenas para desconectar a la gente".

Mack tendía a aceptar todo cuanto le contaban los "secuestrados", sin importar cuán descabellado fuera. Por ejemplo, practicó regresiones en un joven llamado "Paul" a un rapto en 1972, cuando tenía seis años de edad y éste consideraba haber estado en un "artilugio espacial" alrededor de 70 veces, y sin embargo se le daba un "tour estándar" como si nunca hubiese puesto un pie en él previamente. Los "extraterrestres" aseguraban que él es un espíritu del espacio en un cuerpo humano y que hay muchos alienígenas con doble identidad en la Tierra. El planeta de Paul -que está muy lejano, pero "se sitúa en este Universo"- es bastante tranquilo y esos seres están aquí para ayudar a nuestra especie (¡¿secuestrando y violando gente?!); sin embargo, "los humanos han sido muy violentos y hostiles al matar a muchos alienígenas". Supuestamente estos seres vinieron aquí hace miles de años y se comunicaban con los dinosaurios que tenían "gran inteligencia, compasión y poderes clarividentes".

En otras sesiones una figura encapuchada con puntero "mostraba el mundo" a Paul y veía a morir a muchas personas, pero se le dijo que él mismo "va a remediarlo". Cuando regresó a la edad de 12 años "rememoró" una batalla en cierta bodega con lo que "algunas personas llaman 'Satanás'"; asimismo evocó haber sido raptado a los nueve años y se le removió un fragmento óseo de su pierna, pero Mack no da signos de haberse molestado en comprobar este detalle. Los "extraterrestres" dijeron a su víctima que lo querían para formar un grupo de reunión con ellos y entrar en un "intercambio de amor". Paul también sostuvo que le mostraron "dónde está la fuerza creacional" y afirmaba poseer cuadernos llenos de información "sólida" sobre su "increíble" tecnología.

El vocablo "increíble" quizá se queda corto, pues Paul recordó que a los nueve años estuvo presente en la escena del "accidente ovni" cercano a Roswell, un evento que se supone aconteció en 1947, 19 años antes que el hipnotizado naciera (¡y ciertamente nada podría ser más "inverosímil" que eso!). Al parecer los soldados dispararon a los "invasores" que se habían estrellado, ¡pero por suerte Paul llegó en otra nave para rescatarlos!, y Mack dice que la historia fabulosa de su paciente es "convincente y persuasiva" debido a su "intensidad de sentimientos y movimiento corporal", mientras que Peter Brookesmith lo etiqueta como "baboserías de un contactado mesiánico y cliché" (9).

Desde luego, sería un error suponer que todo lo recordado bajo hipnosis debe ser falso; más aún, se dice que una cuarta parte de los relatos sobre secuestro son rememorados sin recurrir a sofronización y las experiencias abductivas develadas con esa técnica son muy similares a las primeras. Newman y Baumeister, sin embargo, sostienen que "la promulgación del tipo 'juego de rol imaginativo' y característico de la hipnosis es posible incluso sin la inducción intencional de un estado hipnótico (...) La clave para implantar falsos recuerdos (...) es la imaginación prolongada de acontecimientos en presencia de figuras autoritarias que fomentan la creencia y confirman la autenticidad de esos pseudo-recuerdos" (10).

En las instancias donde los raptos son "reanimados" sin sugestión, a menudo los recuerdos provienen de sueños o pesadillas. En una encuesta a más de 150 abducidos, Randle et al. encontraron que muchos de ellos tienen dificultades para distinguir entre la realidad y los sueños o fantasías, y a través de hipnosis se les anima a creer que sus sueños vívidos son reminiscencias de eventos reales. Todos soñamos con las cosas que experimentamos y pensamos durante el día, y las cogitaciones sobre "captores extraterrestres" durante la vigilia aumenta la posibilidad de tener sueños con esos temas por la noche.

Randle et al. creen que aproximadamente un 50% de los informes relativos a abducciones tiene su origen en la "parálisis del sueño" o la incapacidad temporal de moverse o hablar al despertar, y menos comúnmente al quedarnos dormidos. A veces se acompaña de alucinaciones (conocidas como "hipnagógicas" cuando se concilia el sueño, e "hipnopómpicas" al despertar), tales como detectar "presencias de entidades" amenazantes en la habitación o sentadas sobre el pecho del experimentador. Este fenómeno afecta hasta una de cada cinco o seis personas en la población general (11).

Este tipo de raptos a menudo contiene elementos oníricos, incluyendo discontinuidades irritantes. Las víctimas suelen narrar que se encuentran fuera de su cuerpo durante ciertas fases del evento, o se ven a sí mismas en tercera persona por todas partes; también cuentan sobre imaginería onírica muy común como flotar o volar, caídas libres interminables o aparecer desnudos en un lugar público. Por lo general hay presencia alienígena y luego el experimentador se ve repentinamente dentro de un ovni. De súbito el día se convierte en noche, el interior de una habitación o nave se aprecian mucho más grandes que lo permitido por sus dimensiones exteriores (¡y algunos ven esto como señal de la "tecnología avanzada" de esos seres!) y se descubre que los eventos que subjetivamente parecen extenderse por horas en realidad llevaron minutos o viceversa (12).

Nunca se han hecho fotografías ni películas de un secuestro, a pesar de los esfuerzos concertados por algunos afectados para documentar sus experiencias en formato audiovisual. El hecho de videograbar en dormitorios donde supuestamente tienen lugar secuestros regulares sólo ha retrasado ese fenómeno, hasta que la gente se cansa de configurar la cámara o el abducido duerme en otro lugar. Generalmente los intentos de secuestrados para extraer recuerdos mientras se encuentran en la aeronave alienígena resultan infructuosos, o si se cree que una evocación es traída de regreso, más tarde no se puede comprobar (13). Estos hechos también apuntan hacia una experiencia psicológica o psíquica en lugar de un suceso concreto.

El 80% de los secuestrados son mujeres. Randle et al. determinaron que una elevada tasa de raptados señaló tener problemas sobre identidad de género, familias disfuncionales y vidas rotas. Hasta un 90% de los "rehenes" en su muestra tenía algún tipo de disfunción sexual, y sus testimonios de violación y actividad análoga en ovnis podrían ser vistos como evidencia de esas dificultades. Casi todos ellos afirmaron que o bien fueron ultrajados por una criatura alienígena o forzados a tener intimidad con una.

Una mujer abducida aseveró que mientras se hallaba recostada e inmóvil sobre una camilla, un alienígena de 1,5 mts. se encaramó sobre ella mirándola profundamente a los ojos y diciendo "¡lo que necesitas es una buena follada!" (las maneras de este particular ser muestran un sorprendente parecido a las de un terrícola machista); la víctima añadió que después la entidad procedió a darle "el más profundo orgasmo de su vida" y dijo que los investigadores jamás le preguntaron por el aspecto sexual de su secuestro, ya que sólo estaban interesados en experimentos genéticos (14).

La mayoría de hombres entrevistados por Randle et al. y que padecieron secuestro informaban ser "montados" por "alienígenas hembras", pero no podían entender cómo alcanzaron erección bajo circunstancias estresantes (lo que probablemente apunta a una experiencia de "sueño") y todos ellos informaron que el acto sexual se completó sin las sensaciones placenteras del orgasmo. Significativamente, los "intrusos" de tipo gris suelen describirse como desprovistos de genitales o sin evidenciar desigualdades en ese aspecto; no obstante, cuando llega el tiempo para el sexo con "extraterrestres", aparecerán mujeres grises con pechos y vagina y apropiadamente los "invasores" masculinos muestran penes que según los testigos tienen aspecto muy humano... Con esto queda claro que no todo es como parece en el extraño mundo de las abducciones alienígenas.

Newman y Baumeister establecen paralelismos entre los relatos de abducciones ovni y las fantasías sexuales masoquistas (15) cuyas principales características son dolor, pérdida de control y humillación, tres temas dominantes en historias de secuestro. Las víctimas suelen ser atadas a una mesa de examen, se les examinan sus rectos y la violación es frecuente, pero a pesar de esas experiencias dolorosas, humilladoras y degradantes a menudo se separan de sus captores con un sentido de tristeza y afecto por ellos, percibiendo que han tenido una experiencia de transformación extraordinaria. Estos autores afirman que tales sentimientos tienen sentido si los relatos de abducción fuesen considerados como el cumplimiento de un intenso deseo por escapar de la autoconsciencia común en sociedades individualistas y exigentes, especialmente EE.UU., donde se informa la gran mayoría de raptos. Tanto masoquistas como secuestrados tienden a provenir de las clases socioeconómicas más altas y en su mayoría son caucásicos. Muchos abducidos comenzar a relatar ensueños masoquistas explícitos luego de ser capturados por tales entes anónimos.

A primera vista son muy impresionantes las similitudes entre experiencias de abducción narradas por diferentes personas. Sin embargo, el hecho de que la gente cuenta sobre incidentes similares y en formas parecidas no es prueba concluyente de veracidad, pues un factor crucial y subyacente a las semejanzas en informes de rapto es que los investigadores saben lo que esperan encontrar y pueden influir sutilmente a los secuestrados mediante sus preguntas y cómo reaccionan a las respuestas; inclusive los afectados también podrían estar siendo incididos por pesquisantes en forma telepática, ya sea que se utilice o no la sugestión. En un trabajo clásico sobre la teoría de comunicación en telepatía, el psiquiatra Joost Meerloo exploró la "conversación no verbal y el proceso comunicativo entre las mentalidades inconscientes de terapeuta y paciente" (16). John Whitmore sugiere que la idea de Jung sobre un inconsciente colectivo o depósito de ideas y las imágenes compartidas por todas las personas puede ayudar a explicar los patrones similares de secuestro que los estudiosos pretenden encontrar entre sus temas (17).

Los investigadores del fenómeno afirman con asiduidad que si los secuestros fuesen puramente imaginarios, esperaríamos encontrar un surtido mucho mayor en las historias concernientes, pero es importante tener en cuenta que en efecto existe un abanico mucho más amplio de lo que admite la gran parte de abduccionistas. Whitmore sostiene que los numerosos relatos de raptos en primera persona "revelan una gran cantidad de detalles extraños que no condescienden totalmente las teorías ordenadas de muchos ufólogos" (18). Asimismo, varios casos no incluyen las fases bien definidas descritas por abduccionistas, y muchos otros no son traumáticos, no tienen a seres grises y pequeños como protagonistas, ni exámenes médicos o dispositivos parecidos a naves espaciales.

La literatura contiene referencias a una desconcertante diversidad de criaturas, pues además de los grises hay narraciones de individuos con "pelo dorado, parecido a pajilla", otros que asemejan "una combinación de animales terrícolas", "entes con piel arrugada, tenazas de cangrejo a modo de manos y orejas puntiagudas", y una mujer con "largo cabello colorado y ojos violeta" (19). Jacobs, sin embargo, insiste en que los únicos alienígenas reales son los grises, ¡y que si se presentan otros tipos de "foráneos" es porque aquéllos hicieron que los afectados vieran ilusiones! Esto ilustra cómo algunos abduccionistas se ocupan de lo reportado con una actitud meramente selectiva.

En múltiples incidentes de secuestro, con frecuencia las presuntas víctimas tienen una estrecha relación de algún tipo entre sí, han tenido oportunidad de hablar sobre el incidente y se influyen mutuamente antes que se lleve a cabo cualquier indagatoria. A pesar de ello, en una instancia dos testigos que llevaron vidas aparte tras su experiencia de abducción y nunca la habían discutido, fueron sometidos a sugestión por separado muchos años más tarde y corroboraron alrededor del 70% de la descripción sobre lo sucedido con el otro (20), mientras que esto no significa por obligación que tuvieron una experiencia física/objetiva, ya que los "sueños compartidos" no son secreto para nadie [en particular las "visitas" oníricas de parientes fallecidos o a punto de morir; véase "Vida después de la muerte", sección 3].

Si realmente existen raptores alienígenas en general, es curioso que la gran mayoría de los reportes provengan de EE.UU., a pesar de que éste comprende menos del 5% de la superficie terrestre, y aunque han aparecido eventos similares en Gran Bretaña, Sudamérica y otras partes del mundo, no parecen haber despertado tanto fervor como en el país del norte. Las víctimas no estadounidenses parecen contactarse con una mayor variedad de entidades que los norteamericanos, pero repetidamente tales diferencias son "disfrazadas" por quienes buscan poner de relieve las similitudes entre los diferentes relatos.

Un problema importante al evaluar estas historias es que los afectados que buscan estudiosos de raptos no representan una sección transversal de observadores de ECs. Como dice Mack, "la población que llega a nosotros (...) es sin duda auto-seleccionada" (21) y Jacques Vallée observa que los abducidos "se han preseleccionado a sí mismos en la búsqueda de investigadores sensacionalistas, cuyos libros o apariciones en televisión ya habían proporcionado una plantilla para las experiencias de las víctimas. Estos patrones artificiales y preexistentes son reforzados bajo hipnosis, que a menudo se realiza en condiciones de incompetencia escandalosa, y las estadísticas resultantes se sacan de una base de datos donde sólo se han admitido los casos que se ajustan al modelo preferido. Esto no es ciencia, sino un juego inmaduro y peligroso sobre la verdadera tragedia de las vidas y los temores en estas personas" (22).

Vallée añade que los profesionales consultados por él consideran poco ético interrogar a un afectado bajo hipnosis para cualquier persona que haya elaborado una fuerte conclusión personal sobre los ovnis. Sin embargo, ¡algunos hipnotizadores ahora afirman que ellos mismos han tenido secuestros extraterrestres y tienen una "misión" en su nombre!

Comúnmente las víctimas de rapto alienígena dicen encontrar marcas o cicatrices en el cuerpo luego de un incidente, pero dado que muchas personas tienen manchas en la piel, siempre es posible que tras una presunta retención sean notadas por primera vez una o más de ellas. La mayoría de analistas asume que las lesiones físicas y los síntomas son resultado de "exámenes alienígenas"; aún así, es bien sabido que el trauma en un nivel sutil y mental puede provocar síntomas tangibles importantes. Por ejemplo, hay casos en que cristianos devotos (sobre todo mujeres católicas) han desarrollado heridas sangrantes (estigmas) parecidas a las que supuestamente sufrió Jesús durante la crucifixión. Estas laceraciones suelen brotar repentinamente durante un trance extásico, y pueden desaparecer con rapidez sin dejar cicatrices (23). 

Fig. 8.1. Antonio Ruffini recibió estigmas en 1951 posterior a una visión de la Virgen María y permanecieron hasta su muerte en 1999. Las lesiones atravesaron sus palmas, pero nunca se infectaron. Los médicos que las examinaron no pudieron ofrecer ninguna explicación racional (24).

También la sugestión hipnótica puede causar un patrón "cruciforme" de piel enrojecida y provocar que desaparezcan síntomas físicos como las verrugas. Un hombre que tuvo una experiencia cercana a la muerte y en la cual un individuo lo tocó con manos muy calientes, experimentó una sensación de ardor intenso en el brazo izquierdo al regresar a la conciencia; en esa zona apareció ebullición y dejó una marca residual luego de la mejoría. Del mismo modo, una abducida aseveró bajo hipnosis haber sido forzada a un examen que incluyó sondeo vaginal, y más tarde desarrolló una infección en ese órgano que puso su vida en riesgo (25). 

Según algunos analistas, otros rasgos en las abducciones incluyen implantación y posterior hurto de fetos, como además la presentación a las mujeres de sus hijos híbridos. Estos eventos se encuentran principalmente en los trabajos de investigadores convencidos de que los extraterrestres están produciendo un cruce racial, y así pueden ejercer influencia en los testimonios de individuos. La documentación médica necesaria para apoyar la hipótesis de "fetos perdidos" es insuficiente, y además muchas mujeres que hacen tales afirmaciones son post-menopáusicas, han tenido histerectomía o no pueden tener hijos luego de la menopausia (26). Al igual que los estigmas y otras marcas corporales generadas de modo mental, el falso embarazo podría ser un signo de la extraordinaria capacidad de respuesta del organismo a imágenes mentales y deseos intensos.

Es interesante constatar que los temas de fetos extraviados o "alienígenas fetales" han crecido sostenidamente con la práctica del aborto desde inicios de la década '70. Algunos estudiosos sugieren que "la experiencia clínica y el dolor emocional del aborto quedan sepultados en la psique para acosar a una sociedad culpable por fantasías alienadas de nonatos" (27).

Muchos abducidos afirman que fueron insertados "implantes" en sus cuerpos durante la retención (28), que supuestamente se trataría de pequeños dispositivos metálicos para seguir, controlar o supervisar a las víctimas. Por lo común son nódulos duros bajo la piel y es posible que el afectado simplemente no los haya percibido con anterioridad. Igualmente los testigos informan de hemorragias nasales y creen portar un cuerpo invasivo en ese tracto. En ocasiones los rayos X revelan objetos, pero generalmente no lo hacen, y en una instancia esta tecnología mostró algo cercano a la nariz de una persona, pero desapareció antes que se agendara una cirugía para eliminarlo. No obstante, algunas "inserciones" pequeñas sí fueron removidas y analizadas por laboratorios científicos independientes y acreditados, pero en cada caso se determinó que eran material orgánico, astillas de vidrio u otro material completamente terrestre, por cuanto ninguno de los "injertos" recuperados hasta la fecha parece representar "dispositivos de alta tecnología".

Una intrigante posición sobre este fenómeno es proporcionada por Paracelso, médico y alquimista alemán del siglo XVI, quien dijo que uñas, pelo, agujas, cerdas, trozos de vidrio y otros ítemes habían sido retirados de algunos pacientes. Esta situación a veces continuaba durante muchas semanas o meses, sin que el médico supiera qué hacer, y sostuvo que estos objetos se hicieron entrar en el cuerpo por el poder imaginativo de brujos malignos o practicantes de magia negra (29).

Cualquiera que sea el estado real en cada experiencia abductiva, los secuestrados son proclives a creer que han sido específicamente "elegidos por extraterrestres", y a pesar de afirmar muchas veces que desean el término de esos eventos, con cada rapto refuerzan su propia autovalía y fortalecen su sentido del ser. Al convertirse en abducidos, estos individuos pueden atribuir sus problemas a una causa externa y quedar absueltos de toda responsabilidad; quienes se sienten poco atractivos y rechazados tratan de encontrar algo que les dé la atención que buscan, incluso si es negativa, y esto explica por qué tantos de ellos están ansiosos por el interés de los medios. Muchos raptados se unen a grupos de apoyo, pero mientras que la asociación a estos colectivos solía ser parte de un proceso curativo, ahora se ha convertido en una seña de identidad y la mejoría está deviniendo un proceso permanente; de igual modo los miembros que piensan dejar el grupo no se consideran rehabilitados, sino como desertores (30). Por lo tanto, los grupos de ayuda también desempeñan un rol importante en la perpetuación de la "manía abduccionista".


Referencias

1. Peter Brookesmith, "Roper’s latest knot: the 1998 abduction survey", The Anomalist, n° 8, 2000, p. 32-8.

2. Paul Devereux, Earth Lights Revelation: UFOs and mystery lightform phenomena, London: Blandford, 1990, p. 204.

3. Robert Baker, "Alien dreamtime", The Anomalist, n° 2, 1995, p. 94-137.
4. Kevin D. Randle, Russ Estes y William P. Cone, The Abduction Enigma: The truth behind the mass alien abductions of the late twentieth century, New York: Forge, 1999, p. 263-84.

5. Ibídem, p. 339.
6. David M. Jacobs (ed.), UFOs and Abductions: Challenging the borders of knowledge, Lawrence, KS: University Press of Kansas, 2000, p. 207.

7. The Abduction Enigma, p. 245.
8. Peter Brookesmith, "Do aliens dream of Jacobs’ sheep?", Fortean Times, n° 83, octubre-noviembre 1995, p. 22-30 (p. 22).

9. John E. Mack, Abduction: Human encounters with aliens, London: Simon & Schuster, 1995, p. 217-40; "Do aliens dream of Jacobs’ sheep?", p. 27.

10. Leonard S. Newman y Roy F. Baumeister, "Toward an explanation of the UFO abduction phenomenon: hypnotic elaboration, extraterrestrial sadomasochism, and spurious memories", Psychological Inquiry, v. 7, 1996, p. 99-126 (p. 108).

11. The Abduction Enigma, p. 130-42.
12. John Whitmore, "Religious dimensions of the UFO abductee experience", en: James R. Lewis (ed.), The Gods Have Landed: New religions from other worlds, Albany, NY: State University of New York Press, 1995, p. 65-84 (p. 69).

13. Charles F. Emmons, At the Threshold: UFOs, science and the new age, Mill Spring, NC: Wild Flower Press, 1997, p. 155-6.

14. The Abduction Enigma, p. 97.
15. "Toward an explanation of the UFO abduction phenomenon".
16. Joost A.M. Meerloo, Hidden Communion: Studies in the communication theory of telepathy, New York: Helix, 1946.

17. "Religious dimensions of the UFO abductee experience", p. 68.
18. Ibídem, p. 66.
19. "Toward an explanation of the UFO abduction phenomenon", p. 101.
20. Richard L. Thompson, Alien Identities: Ancient insights into modern UFO phenomena, Alachua, FL: Govardhan Hill Publishing, 2da ed., 1995, p. 118-24.

21. UFOs and Abductions, p. 247.
22. Jacques Vallée, Revelations: Alien contact and human deception, New York: Ballantine Books, 1991, p. 248.

23. Marco Margnelli, "An unusual case of stigmatization", Journal of Scientific Exploration, v. 13, 1999, p. 461-82.

24. Antonio Ruffini, www.visionsofjesuschrist.com.
25. Alien Identities, p. 316, 348, 350.
26. The Abduction Enigma, p. 322-7.
27. Thomas E. Bullard, "UFOs: lost in the myths", en: UFOs and Abductions, p. 141-91 (p. 174); Dennis Stacy, Journal of Scientific Exploration, v. 7, 1993, p. 200-2.

28. The Abduction Enigma, p. 255-9, 318-22.
29. Franz Hartmann, The Life of Paracelsus and the Substance of his Teachings, San Diego, CA: Wizards Bookshelf, 1985 (1887), p. 115-6.

30. The Abduction Enigma, p. 272-3, 290-1, 307-13.