Es necesario recordar que debiera ser prueba suficiente para cualquier persona -excepto para los pseudoincrédulos de mente cerrada- la enorme cantidad de testigos de todas las edades y en todos los períodos de la historia, representantes de cualquier raza, nación, nivel educacional, creencia religiosa -o incluso ninguna en absoluto- y clase social que afirman haber visto lo que generalmente se llaman "fantasmas", que tales eventos curiosos sí existen y no son meramente resultado de "alucinaciones" o una "predisposición histérica".
Pero ¿cómo puede explicarse la aparición de fantasmas? Creer que cada supuesto espectro es en realidad la "verdadera alma de un difunto" es una postura muy simplista e ingenua. El Universo es un todo majestuosamente complejo e intrincado, y no hay respuestas sencillas para su funcionamiento interno y mecanismos sutiles, y de ahí la naturaleza inevitablemente profunda y muy elaborada de las enseñanzas teosóficas que presentan muchas de estas interpretaciones.
Según la Teosofía, la mayoría de los fantasmas pueden clasificarse en alguno de los siguientes tipos:
(1) Un cuerpo astral que no se disipó adecuadamente tras la muerte del individuo.
El cuerpo astral (Linga Sharira) es el marco/antetipo o molde sutil e invisible, sobre y alrededor del cual se forma y existe la capa externa del cuerpo físico (Sthula Sharira). Es el "cuerpo vitalizador" de la parte física, ya que el flujo de vitalidad o energía vital (Prana) a través del componente astral es lo que mantiene al cuerpo material en funcionamiento. La transición conocida como "muerte física" ocurre debido a que el cuerpo tangible y el astral se separan permanentemente uno de otro.
El cuerpo astral (Linga Sharira) es el marco/antetipo o molde sutil e invisible, sobre y alrededor del cual se forma y existe la capa externa del cuerpo físico (Sthula Sharira). Es el "cuerpo vitalizador" de la parte física, ya que el flujo de vitalidad o energía vital (Prana) a través del componente astral es lo que mantiene al cuerpo material en funcionamiento. La transición conocida como "muerte física" ocurre debido a que el cuerpo tangible y el astral se separan permanentemente uno de otro.
Luego el alma real pasa a planos de existencia más sutiles, mientras que el cuerpo físico y su doble astral quedan atrás. Los dos ya no están conectados de manera vital, pero los restos de la capa astral -ahora desprovistos de alma- permanecen cerca de los resabios físicos y se desintegran a la misma velocidad. Por lo tanto, si el cuerpo es sometido a incineración, el componente astral se disipa rápidamente y es eliminado casi de inmediato. Sin embargo, si el cadáver está enterrado es probable que la cobertura astral permanezca cerca de la tumba hasta que el cuerpo esté completamente desintegrado, lo que como sabemos puede llevar mucho tiempo. Esta es sólo una de las numerosas razones por las que el primer procedimiento es mucho más recomendable que sólo sepultar, como explica nuestra entrada "Los beneficios de la cremación".
En el artículo "Astral Bodies or Doppelgangers", H.P. Blavatsky señala: "Este 'doble' nace con el individuo, muere con él y nunca puede separarse del cuerpo durante la vida, y aunque lo sobrevive, se desintegra pari passu con el cadáver. Esto es lo que a veces se aprecia sobre las tumbas como una figura luminosa del hombre que fue y durante ciertas condiciones atmosféricas".
Sin embargo, ocasionalmente sucede que debido a ciertas circunstancias y varias razones, el cuerpo astral no termina por descomponerse y permanece como una especie de "fantasma atrapado" e inconsciente, lo cual ocurre con mayor frecuencia en casos de muerte trágica y violenta. Uno de los muchos eventos de esta clase involucra al "espectro" de una noble inglesa decapitada, a la que se avista caminando silenciosamente por un corredor determinado en un viejo castillo a diario y a la misma hora, sosteniendo su cabeza en las manos. Es importante entender que ésta no es la persona real, ya que esa alma probablemente ya volvió a encarnarse. No es más que un Linga Sharira atrapado que repite automática e inconscientemente ciertas acciones relacionadas con la muerte del cuerpo físico al que una vez estuvo vinculado.
(2) Impresiones en la "luz astral" que se hacen brevemente visibles o perceptibles para una persona.
Cada pensamiento que elaboramos, cada palabra pronunciada y toda acción cometida por alguien se imprime y registra indeleblemente en lo que la Teosofía llama "Luz Astral", o atmósfera psíquica que rodea y hasta cierto punto interpenetra el plano físico, por cuanto existe un registro subjetivo de todo lo acontecido en la esfera terrestre.
En su "Epítome de la Teosofía", William Quan Judge habla del "inmenso cuerpo de imágenes en la Luz Astral", describiéndolo como un "repositorio de todos los eventos pasados, presentes y futuros, y en él se registran los efectos de causas espirituales y de todos los actos y pensamientos desde la dirección del espíritu o la materia".
En ocasiones la conciencia de una persona se eleva ligeramente -a menudo sin darse cuenta- y luego percibe aspectos inscritos en la luz astral, pero comete el error comprensible de pensar que "está viendo a uno o varios espectros". En un caso, una mujer se sintió emocionada y triste cuando visitó el sitio de un viejo campo de batalla y pensó en la terrible violencia y masacre que tuvo lugar en dicho escenario; casi al instante se sorprendió al escuchar los estruendos de la batalla y vio el sangriento conflicto justo frente a ella. En poco tiempo todo se desvaneció y una vez más miraba el campo vacío y vasto.
¿Acaso la testigo vio dos ejércitos opuestos de fantasmas? No. Simplemente y sin saberlo se había "sintonizado" con los registros de la Luz Astral por un breve momento.
(3) Una víctima de muerte no natural que está temporalmente atrapada "entre la Tierra y el Cielo", e intenta establecer contacto con el plano físico.
La persona que muere de forma natural llega a esa condición porque las diversas partes o componentes de su constitución interna (generalmente llamados Siete Principios en enseñanzas teosóficas) progresaron de modo gradual y espontáneo en su curso destinado, y por su propia cuenta han dejado de amalgamarse unas con otras.
Pero obviamente éste no es el caso de un individuo que fallece de improviso en un accidente/asesinato o suicidio, porque después está igual de vivo -aunque ahora sin cuerpo material- y debe permanecer en Kama Loka durante el resto de la vida que estuvo destinado a experimentar en la Tierra. Nótese que en ningún sentido esto es una forma de "castigo", sino simplemente se debe a que las inmutables Leyes de la Naturaleza requieren que nuestros Principios se separen en la manera, el orden y momento adecuados para que el proceso completo de muerte siga con normalidad, y hasta entonces el alma no puede entrar en el estado de Devachan o "Cielo".
Este Kama Loka mencionado anteriormente es descrito por Madame Blavatsky en "La Clave de la Teosofía" como "una localidad astral, el limbo de la teología escolástica, el infierno de los antiguos, y estrictamente hablando un lugar sólo en sentido relativo. No tiene área ni límites definidos, sino que existe dentro del espacio subjetivo, es decir, se sitúa más allá de nuestras percepciones sensoriales, pero aún así existe". También Kama Loka se halla estrechamente relacionado con la Luz Astral a que nos hemos referido.
Los estados y las experiencias de las mencionadas víctimas de muerte no natural en Kama Loka varían enormemente, y muchas estarán prácticamente inconscientes, reposando "en sueños rosados" -como expresaron los Maestros- por el resto destinado de los años de su "término de vida" y luego despiertan en la bendición perfecta de Devachán. Pero para otros el panorama no es tan "alegre", especialmente en quienes cometen suicidio y que es descrito en "La Clave de la Teosofía" como "el peor de los crímenes y terrible en sus resultados". Esto puede ser explorado con mayor detalle en el artículo "¿Qué pasa con las personas que cometen suicidio?", aunque por ahora basta con ilustrar mediante un ejemplo relacionado, manteniendo a sus protagonistas en el anonimato.
Un británico de mediana edad se suicidó en una reciente Nochebuena, dejando que el cuerpo fuera descubierto por su esposa e hijos en la mañana de Navidad. El individuo sufría de depresión y otros problemas de salud mental durante bastante tiempo, y este suceso fue un golpe demoledor y terriblemente angustioso para la familia. Sólo luego de varios meses los afectados habían comenzado a reconstruir su vida.
Fue en este periodo cuando la esposa se despertó una noche y encontró a su marido observándola, sentado en la silla del dormitorio. Tenía el mismo aspecto que cuando estaba vivo, además de parecer un poco "ondeante" y etéreo en la forma y el contorno de su cuerpo. El occiso expresó su profundo pesar por lo que había hecho y rogó que "lo ayudara a salir del estado horrible en que se hallaba". Pudieron mantener una breve conversación antes que desapareciera, si bien esto siguió sucediendo casi todas las noches por algún tiempo. Para que este incidente no sea descartado como la "mera alucinación" de una viuda afligida, debemos agregar que el muerto también se apareció en numerosas ocasiones a sus hijos.
Por una parte, mucha gente lo describiría en términos de "aparición fantasmal" y los teósofos, por otro lado, podrían considerarlo como la visita de un alma atrapada en Kama Loka y estarían muy conscientes de que es espiritualmente ilegal que esos individuos trataran de reiniciar el contacto con la vida de la que se han privado en forma intencional. Conocemos personalmente el caso anterior, y es de lamentar que la protagonista haya acudido en busca de ayuda y consejo a médiums psíquicos y espiritistas, en lugar de prestar atención a la antigua Sabiduría Eterna o Teosofía.
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Sabemos que de ninguna manera un tema tan extenso e intrincado no puede ser tratado exhaustivamente en un artículo como éste, pues ni siquiera hemos abordado aspectos como los poltergeist o casas encantadas, aunque las descripciones anteriores pueden proporcionar pistas útiles en ese derrotero. La Teosofía no está en el mundo con el propósito de estudiar espectros o "acosos fantasmales", sino que decide dejar esos asuntos a los investigadores paranormales. Sin embargo, se espera que estas ideas hayan ayudado a arrojar algo más de comprensión sobre el asunto.