Los textos de este apartado corresponden a selecciones traducidas del libro “Debunking Pseudoskeptical Arguments of Paranormal Debunkers” escrito por Winston Wu y que puede encontrarse en este enlace. Para propósitos exclusivos de difusión teosófica se han suprimido referencias a otros temas/fenómenos que no son de nuestro interés y párrafos que repiten ideas ya expresadas (como suele ser la lengua inglesa con respecto a los énfasis). De igual forma, debo especificar que un error leve en el libro original de Wu es el uso alternado de las palabras "escéptico" y "pseudoescéptico", lo cual podría llevar a malentendidos comprensibles para los investigadores/científicos honestos, por cuanto en estas traducciones se mantuvo el término "pseudoescéptico" y sus variantes ("falso", "de camelo", "fingido", "de pacotilla", etc.) para no perder la línea dura de cuestionamientos y evitar ambigüedades.
Tanto la Logia Unida de Teósofos como este sitio se desligan totalmente de cualquier relación con las páginas subsidiarias promovidas por Wu o las temáticas abordadas en otros de sus escritos.
Es curioso advertir que algunas de las técnicas empleadas por los falsos escépticos son muy parecidas a quienes critican de mala fe las obras de Teosofía Original y a los Profesores, ya sea desde las religiones organizadas, los grupos de negocio espiritual/ideológico descarado o la neoteosofía, y al respecto dejamos que los lectores saquen sus propias conclusiones mientras avanzan en este camino de aprendizaje. Asimismo, es posible que algunos enlaces provistos en este y otros artículos de la sección atañente hayan sido suprimidos o modificados por diversas razones.
Aquila in Terris
De acuerdo con el Webster's Revised Unabridged Dictionary, un escéptico es: "Aquél que aún no se decide sobre lo que es verdadero; que busca o pregunta por lo que es real; un investigador de hechos y razones".
Pirrón, fundador del “escepticismo", pretendía que se tratara de una investigación abierta e incluyera la suspensión del juicio.
En http://en.wikipedia.org/wiki/Skeptic leemos: "En la filosofía clásica, el escepticismo se refiere a las enseñanzas y los rasgos de los 'Skeptikoi', una escuela de filósofos de la que se decía que 'no afirmaban nada, sino que sólo opinaban' (Liddell y Scott). En este sentido, el escepticismo filosófico o pirronismo es la postura filosófica de que se debe suspender el juicio en las investigaciones".
Pero en vez de indagar o plantear preguntas para tratar de entender algo, los pseudoescépticos buscan desacreditar y ridiculizar cualquier aspecto que no encaje en su sistema de creencias; y en lugar de suspender el juicio, hacen acusaciones de fraude y engaño a todos los reclamantes paranormales. Son PERSECUTORES, no investigadores, y por eso los llamamos pseudoescépticos (término acuñado por el fallecido Marcello Truzzi) porque su comportamiento es la antítesis completa de lo que realmente significa escepticismo.
De acuerdo a WikiSynergy: “El pseudoescepticismo se define como aquéllo que 'se define como escéptico', pero en realidad es una incredulidad basada en la fe. Debido a que el escepticismo real es una posición justificable, el pseudoescepticismo también se puede definir como el proceso de elaborar argumentos pseudocientíficos siguiendo un programa escéptico.
El pseudoescepticismo es un término general que abarca dos tipos de incredulidad basada en la fe: hacer afirmaciones positivas de que algo es incorrecto o irreal sin evidencia (o descreencia positiva) y rechazar pruebas suficientes.
Un verdadero escéptico indaga y busca objetivamente las pruebas desafiando a todas las partes, incluidas sus propias creencias, pero los pseudoescépticos hacen cualquier cosa menos eso. A este respecto alguien me comentaba:
"La definición original de escéptico era una persona que cuestiona TODAS las creencias, los hechos y puntos de vista, una perspectiva saludable en mi opinión. Hoy la aserción de 'escéptico' se aplica a alguien que cuestiona cualquier creencia que se aleje del status quo, y sin embargo lo deja completamente incuestionable, lo que para mí es una especie de práctica aniñada e intelectualmente perezosa".
Incluso Wikipedia admite indirectamente que el escepticismo moderno en realidad se trata de rechazar nuevos datos (http://en.wikipedia.org/wiki/Skeptic): "La palabra escepticismo puede caracterizar una posición en un sólo aserto, pero en los círculos académicos se describe con mayor frecuencia como una mentalidad duradera y un enfoque para aceptar o rechazar nueva información".
Este perspicaz usuario de YouTube elocuentemente dio en el blanco con un comentario (http://www.youtube.com/watch?v=Vks49Bfn544): "Lo que los [pseudo] escépticos no comprenden es que el escepticismo implica ser incrédulo respecto de su propia posición, y no significa simplemente descreer de aquéllo en lo que no se cree; de lo contrario todos somos escépticos y eso hace que el uso del término 'escéptico' no tenga sentido. Un verdadero escéptico también arroja escepticismo sobre su propia posición y dado que los seguidores de [James] Randi no emplean escepticismo a este respecto, se les llama pseudoescépticos y degradan el término con el que creen definirse".
Entonces, los pseudoescépticos secuestran el término "escéptico" para referirse a quien suprime en lugar del que "duda o pregunta" como supone que debe ser. Como tal, ahora un "escéptico" se ve como el ridiculizador y desacreditador de quien “interroga" (que es el verdadero escéptico) en lugar de éste último. En otras palabras, el nuevo "escéptico" es alguien que desacredita a otro "escéptico" al ponerse el sombrero de la persona a la que trata de desprestigiar, ¡y en efecto, suplantándola! Es una forma altamente engañosa para invertir roles que sin duda es muy astuta y tortuosa.
Y además, parece una modalidad muy calculada y de índole activista para deberse a algún malentendido accidental, ignorancia o mentalidad cerrada. Secuestrar una palabra para mostrarla como su opuesto más bien sería parte de algún tipo de agenda, tal vez una campaña de desinformación intencional o control mental cultural. Si eso suena terrible, estamos aquí para exponerlo.
En verdad y por sus acciones estos pseudoescépticos son defensores del status quo y el materialismo. Son fanáticos y dogmáticos que no tienen en cuenta los hechos, la evidencia o la verdad, sino que tienen una creencia a priori basada en la fe de que los fenómenos paranormales son imposibles y, por lo tanto, intentan desmentirlos, no investigarlos, y para ello distorsionan, descartan y ofuscan para salirse con la suya. Por lo tanto, generalmente no tienen objetividad hacia la evidencia, sino un fanatismo meramente emocional.
Si usted se pregunta si esto es cierto, plantéese esto: ¿Por qué los que atacan, ridiculizan y niegan todas las afirmaciones paranormales también suelen negar todas las conspiraciones y hechos que dan cuenta de ellos, mientras que acepta dogmáticamente toda la propaganda desde los medios de comunicación y el establishment? ¿Alguna vez ha visto un desacreditador paranormal como James Randi, Michael Shermer o (…) el Skeptical Inquirer desafiar cualquier aspecto oficial sostenido por el status quo? Si no, ¿qué le dice eso? Piénselo.
Y eso es lo que un "escéptico" representa hoy en los medios de comunicación y la cultura popular. Obviamente, esto significa que su escepticismo es altamente selectivo y subjetivo, y no se distribuye por igual en todas direcciones, por lo tanto, existe un sesgo extremo en ellos en vez de cualquier forma de objetividad. El escepticismo debe ser una herramienta y un método de indagación para ayudar a aprender y encontrar la verdad, y no emplearse como cubierta para defender opiniones personales estrechas y rígidas. Cuestionar cosas y buscar respuestas permite asimilar contenidos, pero intentar desacreditar todo lo que está fuera de su visión del mundo no contribuye a eso.
Dean Radin, quien pasó muchos años estudiando parapsicología y opiniones escépticas, concluyó lo mismo en su aclamado libro “Entangled Minds" (p. 10-11):
"Algunos escépticos llevaron la duda al extremo e insistieron en que la evidencia positiva siempre se debía a errores o fraude intencional. Tal como lo vi, dentro de esta dialéctica un lado luchaba por comprender las profundidades del espacio interior investigando la Naturaleza con preguntas ingeniosas. La otra parte intentaba mantener el status quo a través de una negación apasionada y a veces cruel. Los primeros estaban dispuestos a correr riesgos para avanzar en el conocimiento, pero los últimos no tenían ningún interés en la defensa del dogma".
Chris Carter, autor de “Parapsychology and the Skeptics", describió con precisión las verdaderas motivaciones de los pseudoescépticos en una entrevista (http://www.skeptiko.com/blog/?p=8): "Hay que recordar que el argumento no es realmente acerca de la evidencia. El argumento tiene que ver con sus suposiciones y sus ideas preconcebidas las que, con este tipo de fenómenos, dan a entender que no tienen ningún sentido y desafían su visión del mundo; en consecuencia, van a hacer todo lo posible para descartar la evidencia que desafía sus ideas preconcebidas".
El escritor Robert Anton Wilson observó lo mismo con respecto a los pseudoescépticos y los llamó "materialistas-fundamentalistas" y "racionalistas irracionales" en otra entrevista (http://www.nii.net/~obie/1988_interview.htm):
"Entrevistador: Uno de sus libros recientes es “The New Inquisition: Irrational Rationalism and the Citadel of Science”. ¿Podría contarnos un poco sobre esta obra?
Wilson: Acuñé el término 'racionalismo irracional' porque esos individuos dicen ser racionalistas, pero están gobernados por una carga muy pesada de tabúes al ser tan temerosos, tan hostiles, estrechos, miedosos, tensos y dogmáticos. Pensé que era una paradoja fascinante (…) Más tarde descubrí que no inventé eso pues alguien más escribió un artículo (…) y también usó el término (…) Es un concepto difícil de resistir cuando pensamos en esas personas.
Escribí este libro porque me cansé de satirizar el cristianismo fundamentalista, y ya había hecho suficiente con ello en mis otros libros. Decidí satirizar el materialismo fundamentalista para un cambio, porque los dos son igualmente cómicos. Todo fundamentalismo es cómico, a menos que usted crea en él, en cuyo caso se convertiría en un fanático y querrá que todos los demás compartan su fundamentalismo. Pero si usted no es fundamentalista, los individuos de esa clase son las personas más divertidas del planeta. ¡Los materialistas fanáticos son más divertidos que los fundamentalistas cristianos, porque piensan que son racionales!
Entrevistador: Se hacen llamar escépticos.
Wilson: Sí, ¡pero no son escépticos! Nunca son escépticos acerca de nada, excepto las cosas contra las que tienen prejuicios. Ninguno de ellos nunca dice nada escéptico (…) sobre nada en la ciencia del establishment o cualquier dogma arraigado. Sólo son escépticos acerca de las nuevas ideas que los asustan. En realidad, están comprometidos dogmáticamente con lo que se les enseñó cuando estaban en la universidad y que fue alrededor de 1948-1953 (…) Si usted regresara y estudiase lo que se enseñaba académicamente en esos días como las últimas teorías científicas, descubrirá que eso es lo que todavía creen estas personas. No han tenido ni una sola nueva idea en 30 años, y eso es todo lo que les pasó. Simplemente se hicieron rígidos y cristalizaron alrededor de 1960”.
Como decía Wilson, estos pseudoescépticos son fundamentalistas en el extremo opuesto del fundamentalismo cristiano en términos de su pensamiento en blanco y negro. El ejemplo que demuestra esto es un libro popular de Carl Sagan entre los escépticos y que se llama “El mundo y sus demonios: la ciencia como una vela en la oscuridad". El sólo título y su portada (...) demuestra esta analogía, y en este caso el mundo es visto como un "demonio obsesionado" al igual que en el cristianismo y con la mayoría de las personas viviendo en la "oscuridad" al creer en la superstición y la religión, pero ignorando la ciencia, mientras que quienes confían en ella y son escépticos son la "vela en la oscuridad" o la "luz del mundo" en términos del Evangelio cristiano. Este es el mismo tipo de pensamiento en blanco/negro que pone a todos en las categorías de luz/oscuridad que los fundamentalistas cristianos también usan y en mi opinión es un pensamiento poco saludable tener sistemas de creencias como ése (…).
Por supuesto, todos los pseudoescépticos afirman ser verdaderos escépticos, al igual que todos los vendedores altamente presionados al señalar que no están siendo apremiados, todos los mentirosos y estafadores dicen ser sinceros y todos los políticos dicen ser honestos. Pero como ya sabemos, las ACCIONES hablan más que las palabras, por lo que la prueba de lo que son está en sus actos (…) Si por ejemplo un vendedor le dice "no trabajo con alta presión", pero luego procede a intimidarlo para que compre su producto/servicio acosándolo constantemente y sin aceptar un “no” por respuesta, entonces, ¿en qué cree usted: sus palabras o acciones? Del mismo modo, cuando un escéptico que se describe a sí mismo le dice que es un verdadero no-creyente y “está abierto a la evidencia”, y muestra no obstante todas las características y comportamientos de un pseudoescéptico, ¿usted escucha el discurso o presta atención a sus obras? La respuesta es obvia.
Por lo tanto, independiente de lo que afirmen sobre sí mismos, si el interlocutor exhibe los siguientes rasgos entonces entra en la categoría de "pseudoescéptico":
a) Ignora los hechos y pruebas que no encajan en su cosmovisión preconcebida, en lugar de actualizar sus creencias para que se ajusten a los hechos, lo cual es más lógico (por ejemplo, "¡es imposible, por tanto no es!") y se conoce como “racionalización a través de disonancia cognitiva".
b) Intenta forzar explicaciones materialistas -incluso si son falsas- para explicar un evento paranormal independiente de si se ajustan a los datos. Por ejemplo, usar la "lectura fría" para explicar la asombrosa precisión de una lectura psíquica cuando ninguna técnica conocida de ese tipo podría esclarecer los hechos y circunstancias.
c) “Elevar los postes de portería” o el nivel cada vez que se cumplan sus criterios de evidencia. Por ejemplo, un escéptico desea pruebas sobre fenómenos psi en forma de experimentos controlados en lugar de evidencia anecdótica. Cuando se presentan estos hechos, el pseudoescéptico elevará el nivel y exigirá que otros investigadores repitan los experimentos; cuando esto se realiza, procede a atacar la integridad y el carácter de los investigadores, sus métodos o exigirá un informe de cada detalle y minucia del experimento, o argumentará que una falta de controles no mencionada debe haber sido la culpable de explicar los resultados psi positivos, etc. Siempre encontrará alguna excusa debido a su mentalidad ya inventada (...).
d) Usar doble estándar en lo que aceptarán como evidencia. No aceptarán pruebas anecdóticas sobre lo paranormal porque consideran que no es confiable, pero no es sorprendente que sí la admitan cuando apoye su posición. Además, cuando los experimentos psi muestran resultados positivos, no lo asumen como evidencia contra ello; pero cuando un experimento sólo presenta resultados casuales, lo aceptarán como hechos que van en contra del fenómeno.
e) Atacar el carácter de los testigos y socavar su credibilidad, pruebas o testimonios si no pueden ser descartados. Como todos sabemos, cuando los políticos no pueden ganar en ciertos asuntos, recurren a “asesinatos de carácter”. Desafortunadamente, esto es también lo que los falsos escépticos y los refutadores también tienden a hacer cuando la evidencia o el testimonio de personas clave no pueden explicarse o son irrefutables, y así los escépticos encontrarán formas de desacreditarlos, como calumnias o errores triviales que exageran y distorsionan enormemente (…).
f) Descartar toda la evidencia de lo paranormal clasificándola como anecdótica, no comprobable, irreproducible o no controlada. Los supuestos "escépticos" que desean cerrar sus mentes a cualquier evidencia, incluso después de haberla pedido irónicamente, tienden a hacerlo catalogándola en una de las clases anteriores. Si la prueba es anecdótica, dirán que ésta carece de valor científico e inestable, y si la evidencia se presenta en forma de experimentos científicos, sostendrán que no se puede replicar ni controlar.
Aquí hay una lista de rasgos que definen al verdadero escéptico frente al falso:
Escéptico verdadero o de mente abierta
-Cuestiona todo y no toma nada sobre la fe, ni siquiera las instituciones establecidas y apreciadas (1).
-Formula preguntas para tratar de entender aspectos nuevos y está abierto a aprender sobre ellos.
-Aplica el examen crítico y la indagación a todas las partes, incluida la propia.
-Retiene el juicio y no salta a conclusiones precipitadas.
-Busca la verdad y la considera como el objetivo más elevado.
-Piensa en términos de posibilidades más que en preservar opiniones fijas.
-Evalúa justa y objetivamente la evidencia de todas las partes.
-Reconoce evidencia convincente y válida en lugar de ignorarla o negarla.
-Posee sólidos y agudos sentido común y razón.
-Es capaz de adaptar sus paradigmas a nuevas evidencias y actualizar sus hipótesis para que se ajusten a los datos.
-Cuando se descartan todas las explicaciones convencionales para un fenómeno, puede aceptar las paranormales.
-Acepta que hay misterios y se deleita en tratar de entenderlos.
-Ve la ciencia como una herramienta y metodología, no como una religión o autoridad que debe ser obedecida. Entiende la diferencia entre el proceso y la clase científica dirigente.
-Reconoce que el establishment científico está sujeto a la política, la corrupción, el control, la censura y la supresión, como son todas las instituciones basadas en el ser humano y, por lo tanto, deben examinarse críticamente en lugar de confiar en ellas, especialmente a la luz de la evidencia contraria a sus afirmaciones.
-Admitirá que está equivocado cuando la evidencia lo exija.
[(1) Comentario del traductor: con frecuencia, Winston Wu alude en éste y otros escritos al cuestionamiento de la ecuación “autoridad=verdad” diciendo que realmente sería “verdad=autoridad”, con lo cual estoy de acuerdo en cuanto al contexto actual de corrupción social, política, científica y religiosa en que el autor lo plantea. Únicamente agrego que en algunas situaciones esta postura puede manipularse (¡y cuándo no!) para desacreditar infundadamente el aserto teosófico de que “la Verdad es una sóla”.
En lo personal he tenido experiencias con clarividentes genuinos (desconocidos para el público) que indudablemente tienen acceso a un conocimiento metafísico más o menos exacto que individuos comunes como yo no tenemos. Lo mismo sucede con los Adeptos por ley de analogía, esto es, que la función de los Maestros de Sabiduría y sus Agentes teosóficos en el mundo es diseminar conocimiento espiritual necesario para ayudarnos en nuestro progreso personal, y Su sapiencia es parte de la inevitable evolución en términos místicos (o como decían/dicen nuestros abuelos, “siempre hay alguien por sobre ti y otro que está por debajo de ti”).
En consecuencia, el problema no es la “autoridad” en sí, sino cómo se manifiesta ese poder y con qué intención o valores éticos, pues de lo contrario si no existiese autoridad, referencias morales o necesidad de orden (como la que existe a nivel familiar o social) nuestra vida sería imposible. De igual forma es necesario desarrollar brevemente la noción de humildad, la cual jamás se insinúa ni impone como sucede a menudo en muchas instancias cotidianas (p. ej., el mundo laboral), y únicamente con objeto de conseguir beneficios en forma unilateral, ni siquiera por el bien moral de las partes involucradas -ya que todos cometemos errores y todos necesitamos disciplina-, pero según el dictado de la consciencia y no de carnadas materialistas, incluido el dinero. Así, la verdadera autoridad inspira y merece respeto espontáneamente con su acción y nunca manipula los valores espirituales/éticos para intenciones egoístas, sean manifiestas o de “hipócritas sonrientes”.
Por tanto, cuando en Teosofía Original nos ceñimos a las fuentes que inspiran nuestro trabajo de difusión, esto no implica dogmatismo ni “estrechez mental” como muchos "opinan" (tratando de quedar bien con su ejemplar hipocresía), sino que esos vicios verdaderamente implican controlar, reprimir y manipular ideas o personas en cualquier sentido, además del ocultamiento premeditado de “conocimientos” en muchas sectas a cambio de sumisión fanática, esclavitud emocional/sexual/psicológica... y dinero, por supuesto. Esto es precisamente lo que corrobora nuestra posición de no dar espacio a “revelaciones” comerciales, dudosas o derechamente inútiles, sino que el objetivo es estudiar y difundir la Verdad de base que necesitamos recibir y asimilar en el estado actual de la humanidad (en especial por el horrible descalabro secular en las grandes religiones del mundo), lo cual por supuesto no constituye “toda la Verdad existente” que se puede entregar como señaló Helena Blavatsky en “La Doctrina Secreta”. Sobre este tema sugerimos también consultar el artículo “La cuestión sobre ortodoxia, dogma y fundamentalismo”].
Falso escéptico o de mente cerrada
-No cuestiona nada sobre las instituciones no religiosas establecidas, sino que toma lo que señalan sobre la fe y exige que otros hagan lo mismo.
-No plantea preguntas para tratar de asimilar nuevos aspectos sino que los juzga por si encajan en la ortodoxia.
-Aplica "pensamiento crítico" sólo a aquello que se opone a la ortodoxia o al materialismo, pero nunca al status quo.
-Inmediatamente juzga como falso y desacredita todo lo que contradice su paradigma.
-No está interesado en la verdad, evidencias o hechos, sólo en defender sus puntos de vista.
-No puede pensar en términos de posibilidades, sino ve sus paradigmas como fijos y constantes.
-Está dispuesto a mentir y engañar para desacreditar a sus oponentes.
-Rechaza y niega automáticamente todos los datos que contradigan el materialismo y la ortodoxia.
-Es juicioso y rápido para sacar conclusiones sobre cosas de las que sabe poco o nada.
-Se burla y ridiculiza respecto a lo que se opone, en lugar de utilizar análisis y examen objetivos.
-Cuando se enfrentan a pruebas o hechos que no pueden refutar, usan semántica, juegos de palabras y negación para tratar de oscurecer el problema.
-Es incapaz de adaptar sus paradigmas a nuevas pruebas, y niega los datos que no concuerdan con ellos.
-Cuando se descartan todas las explicaciones convencionales de un fenómeno inexplicable, no puede aceptar las paranormales.
-No gusta del misterio y la incertidumbre, e insiste en que todos los fenómenos desconocidos deben tener una explicación mundana.
-Considera que la ciencia es una religión y autoridad que debe tomarse por fe y nunca cuestionarse. No entiende la diferencia entre proceso/metodología científica y el establishment científico.
-Asume que la institucionalidad científica es "objetiva e imparcial" y está “libre” de política, corrupción, control, censura y supresión por ninguna otra razón que la fe ciega en la autoridad.
-Nunca admitirá que está equivocado, sin importar los hechos.
La siguiente era la entrada original de Wikipedia sobre "escepticismo patológico" (antes de que los pseudoescépticos la eliminaran) y que enumeraba estos comportamientos definitorios:
"La diferencia entre el escepticismo falso y el verdadero aparece en la conducta de un individuo. Entre las indicaciones sobre los actos de un pseudoescéptico se encuentran:
-Recurrir a varias falacias lógicas (usualmente en un ataque contra aquéllos que disputan una teoría).
-Suponer hechos (como, por ejemplo, que 'las teorías determinan los fenómenos').
-Obscurecer o desviar los hechos.
-El uso de eufemismos atractivos o neutrales para ocultar hechos desagradables relacionados con sus propias posiciones.
-Insistir en que el marco fundamental y la teoría de la ciencia apenas cambian.
-La creencia inquebrantable de que la ciencia es un consenso y se basa en el 'gobierno de la mayoría'.
-Mantener una postura de hostilidad e intolerancia.
-Instalar obstáculos contra las nuevas teorías 'moviendo los postes'.
-Ignorar la supresión intelectual de teorías poco ortodoxas.
-Juzgar una teoría o fenómenos sin investigación e insistiendo en ignorar los detalles a partir de entonces".
(…) Steve Trueblue observó estos cinco patrones consistentes en los pseudoescépticos:
"Como observador experto usted también notará que estos falsos escépticos:
a) Rara vez hacen preguntas (de hecho casi nunca) lo que refleja nula curiosidad y, por lo tanto, dificultades de aprendizaje.
b) Practican un nivel muy elevado de autoengaño y creen erróneamente que puede mentir a los adultos como hicieron en la infancia.
c) Muestran habilidades de lectura y comprensión marcadamente deficientes.
d) Son incapaces de conectar los pensamientos secuencialmente y planificar un argumento, a menudo socavando su propia postura.
e) Recurren a acosos, intimidación e insultos para compensar la falta de contenido o argumentos".
En resumen, estos pseudoescépticos son materialistas fanáticos conducidos por creencias y puntos de vista ciegos que buscan hacer prosélitos en el mundo. Independiente de los hechos o las pruebas, SIEMPRE comienzan y terminan con las siguientes posiciones dogmáticas:
-Las afirmaciones paranormales son todas “tonterías” y no hay evidencia para ellas.
-Las conspiraciones son todas “absurdos”; no hay pruebas de eso y las fuentes oficiales no deben ser cuestionadas [en todo caso, las conspiraciones han existido desde siempre en las altas esferas, e incluso se producen en nuestras propias familias; por lo tanto, la exageración mediática y politizada tampoco fomenta una comprensión correcta sobre dichos temas].
-Todo lo que ponga en duda el status quo y el materialismo es incorrecto y debe ser desmentido.
-Sólo se aceptan explicaciones materialistas y naturales, y las de tipo paranormal no lo son.
Los pseudoescépticos comienzan con esos preceptos y siempre regresan a ellos, independiente de los hechos o evidencia en cualquier investigación o debate, TODO EL TIEMPO. Ese es un aspecto constante que usted notará sobre ellos, y además recurrirán a los juegos, el ridículo, la negación e incluso la distorsión deliberada, la fabricación y conexión de puntos falsos para mantener estas posiciones centrales. Es por eso que no son realmente capaces de una discusión seria y honesta (…) Los he visto hacerlo una y otra vez. No importa cuánta prueba o evidencia tengamos; todo eso es irrelevante para ellos. Sólo buscan validar sus creencias y no las cambian de acuerdo con hechos o datos.
Nunca admitirán que han perdido, aunque técnicamente estén derrotados. Cuando se ven acorralados por hechos y razones, recurren a ataques de negación o ad hominem o incluso harán que vuestros argumentos se vuelvan en vuestra contra, sin ninguna base. Es como ganar un juego de ajedrez contra un oponente, y aunque las reglas dicen que están en jaque mate, todavía se niegan a admitir la derrota, lo cual no representa un comportamiento justo, honesto o decente (…).
Uno de los signos reveladores de la mentalidad pseudoescéptica está en las palabras que usan cuando describen a los creyentes. Si los catalogan como "delirantes", "irracionales", "crédulos", "charlatanes", "supersticiosos", "ilusorios", "primitivos", "infantiles", etc. entonces es una fuerte indicación de su mentalidad a priori.
[Las comunidades de pseudoescépticos] definitivamente no son buscadores de la verdad de mente abierta, sino que sus palabras y comportamiento buscan desacreditar y negar automáticamente lo que no encaja en su paradigma. Son cínicos que han cerrado su mente ante cualquier aspecto que no se ajuste a su visión del mundo, eliminando todo lo demás como percepción errónea, engaño o fraude. Pero usted no debe confiar en mi palabra, ya que si lee su propia literatura y escucha lo que dicen esto se torna obvio por sus dichos/comportamiento y su visión estrecha de la realidad, así como su justa indignación de lo que es real y "charlatanería" (una palabra que les encanta usar) (…).
Desafortunadamente, los grupos pseudoescépticos no han prestado atención a las advertencias y consejos de uno de sus propios héroes, el difunto Carl Sagan:
"La principal deficiencia que veo en el movimiento escéptico es su polarización: 'nosotros contra ellos', la sensación de que tenemos el monopolio de la verdad; que esas otras personas que creen en todas estas estúpidas doctrinas son idiotas; que si eres sensato nos escucharás, y si no, al infierno contigo. Eso no es constructivo. No transmite nuestro mensaje y nos condena al estatus de minoría permanente”.
"La gente no es estúpida y cree en ciertas cosas por razones. La última forma en que los escépticos pueden llamar la atención de personas brillantes, curiosas e inteligentes es denigrar, condescender o mostrar arrogancia hacia sus creencias”.
"La supresión de ideas incómodas puede ser común en religión o política, pero no es el camino al conocimiento y no hay lugar para ello en el esfuerzo de la ciencia".
¡Estas formas ilógicas de pensar son extrañas cuando vienen de personas que se enorgullecen de su lógica y racionalidad! Por supuesto, el pensamiento defectuoso como el anterior puede provenir tanto de creyentes como escépticos y por eso es bueno señalarlos para mantener a ambos lados en revisión.
El doctor Victor Zammit, quien investiga casos de vida después de la muerte, describe cómo estos detractores rechazan lo que no encaja en su visión del mundo a través del proceso de racionalización mediante disonancia cognitiva (http://www.victorzammit.com/skeptics/fundingskeptics.html):
“Tomemos prestada una página de la psicología tradicional. Por ejemplo, cuando un escéptico falso recibe información -digamos, pruebas científicas sobre la vida futura- que es fundamentalmente inconsistente con sus preciadas y arraigadas creencias, el pseudoescéptico intenta racionalizar su criterio para reducir y contrarrestar la intensa ansiedad biológica, emocional y mental que es creada por la información de que existe la vida futura.
La mente del 'escéptico a medias' trata de resistir y rechazar esta nueva información (incluso si la información es la verdad absoluta); de ahí la 'disonancia' cognitiva (la mente) entre la nueva información (es decir, evidencia positiva de la vida futura) y las propias creencias personales del escéptico de que la otra existencia no puede ser real.
El escepticismo de mente cerrada es extremadamente difícil de cambiar porque su esquema está 'conectado eléctricamente' al sistema de creencias neurológico, psicológico, intelectual y emocional del individuo. Así, con absoluta certeza, este personaje pierde inexorablemente todo sentido de ecuanimidad empírica".
Zammit también habla acerca de cómo los pseudoescépticos sobregeneralizan y distorsionan la información (http://www.victorzammit.com/skeptics/fundingskeptics.html):
"Los falsos escépticos pueden ser definidos como generalizadores excesivos al decir, por ejemplo, que debido a que algunos medios son fraudulentos todos los otros son de igual calaña.
Además (...) distorsionan información diciendo que, debido a que es posible reproducir ciertos fenómenos mediante el fraude -incluso con una diferencia de mil millones a uno- hayan podido demostrar que se cometió un engaño. En este sentido, a los malos escépticos les resulta imposible trascender sus metaprogramas (visión dominante de la realidad) sobre las creencias materialistas".
En cuanto a por qué los pseudoescépticos creen lo que hacen, este autor -quien permaneció en una organización escéptica sin ser descubierto- podría arrojar algo de luz sobre eso (http://www.scientificexploration.org/journal/jse_16_1_leiter.pdf):
"Una persona que ha sido engañada frecuentemente en la vida cotidiana puede aprender por amarga experiencia a ser cautelosa. Sin embargo, la reacción [de los escépticos falsos] es más disfuncional. Han sido heridos a un nivel más profundo, en la medida en lo que pretendía ser una filosofía de vida válida, y en la que estaban muy involucrados, resulta ser vacía e inútil e incluso dañina a sus ojos. Por lo tanto, gravitan hacia lo que les parece ser lo último que no se basa en la filosofía no basada en la fe, esto es, la ciencia. Desafortunadamente, mientras proclaman en voz alta su rectitud en función de su profesada adherencia a la 'ciencia dura', lo hacen con la única actitud que ningún verdadero científico puede permitirse poseer: una mente cerrada. En lugar de tener mentalidad científica, se vuelven adherentes del cientificismo o sistema de creencias en que la ciencia y sólo la ciencia tiene todas las respuestas a todo.
Esta condición lamentable actúa para impedir su consideración imparcial de los fenómenos en la vanguardia científica, que no es el comportamiento de un verdadero científico. De hecho, muchos 'escépticos' ni siquiera leerán significativamente acerca de temas en los cuales son más incrédulos. Tengo experiencia directa con este comportamiento específico (…) En un comienzo atribuí esa manera de ser a la simple pereza, pero últimamente comencé a sospechar que esas personas pueden tener una fobia a leer material que sea contrario a sus propios puntos de vista. Parece muy posible que teman que la 'contaminación' al exponerse a ello conduzca eventualmente a la aceptación de la postura opuesta. Dichos individuos con inclinación científica -pero con cicatrices psicológicas- tienden a unirse a las organizaciones escépticas de la misma forma en que uno podría ser miembro de cualquier otra instancia de apoyo, por ejemplo, Alcohólicos Anónimos, y allí encuentran consuelo y respaldo entre su propia clase.
Cualquiera que haya dedicado mucho tiempo a involucrarse con miembros de organizaciones escépticas sabe sobre su fuerte inclinación hacia el ridículo y las críticas ad hominem hacia aquéllos con puntos de vista diferentes. Por lo tanto, no debería sorprender que muchos (…) se hayan sentido ofendidos por mi posición como alguien que es escéptico con otros escépticos, pues como se suele decir, 'se creen con derecho a insultar, pero no aceptan críticas' (…)”.
CIENTIFICISMO: ¿LA RELIGIÓN DE LOS FALSOS ESCÉPTICOS?
Ahora permítame aclarar algo: los críticos de los pseudoescépticos acusan que éstos creen en el cientificismo, es decir, la visión de que la ciencia debe ser tratada como autoridad con todas las respuestas y asumida por la fe, tal como lo es una religión. En respuesta, los escépticos falsos afirman que la ciencia es un proceso de revisión y reproducción por pares independientes y por lo tanto no constituye una religión.
Entonces, usted puede preguntar: ¿es la ciencia una religión? Sí y no. Técnicamente, la ciencia no es un credo, sino una herramienta y metodología para obtener conclusiones lógicas a través de la evidencia y la indagación; tampoco es una entidad que mantiene puntos de vista, como hacen las personas, y así la ciencia no es pro- ni anti-paranormal (…).
Sin embargo, el establishment científico es otro asunto porque involucra personas, política, poder, dinero, instituciones, intereses creados (…) corrupción, control, censura y supresión. Los realistas saben y entienden esto, pero por alguna razón los escépticos falsos no lo hacen.
La falacia clave que cometen los pseudoescépticos es agrupar el proceso y el establishment científico en uno sólo y suponer que son lo mismo (…).
Al hacerlo, asumen falsamente que el establishment médico y científico es objetivo e imparcial (…) En ese sentido, tratan a la ciencia como una religión y aunque lo nieguen todavía la consideran como tal cuando toman los puntos de vista de la institucionalidad científica como autoridad incuestionable.
Entonces, si los investigadores como Dean Radin, Rupert Sheldrake o Gary Schwartz presentan evidencias de fenómenos psíquicos, se rechazan automáticamente como "inválidos" simplemente porque cuestionan la ortodoxia de las instituciones científicas y no porque los experimentos no fueran legítimos, y usarán cualquier excusa para hacerlo, incluidos los recursos más ambiguos.
Del mismo modo, cuando surgen pruebas de que las vacunas (...) pueden ser dañinas, las pruebas se suprimen y consideran inadmisibles, simplemente porque amenazan al establishment médico y sus intereses creados y no debido a que dichas constataciones no sean ciertas.
Al filtrar esa evidencia contraria e incluso cuando es legítima, los pseudoescépticos definitivamente tratan a la ciencia y el poder médico como una religión, y como todos sabemos ésta última se basa en la autoridad y la fe, no en la evidencia.
A nadie le gusta invertir mucho tiempo y dinero en algo sólo para que se compruebe que es erróneo o es mutable, y la institucionalidad científico-médica no es una excepción porque involucra personas con intereses políticos y no son máquinas objetivas imparciales, así que seamos crudamente realistas en este sentido.
No es necesario ser genio para entender esto. Cualquier persona con sentido común, inteligencia práctica y experiencia de vida real lo sabe, pero los pseudoescépticos en su fanatismo ignoran tales realidades de sentido común (...).
Además, a estos escépticos engañosos les gusta revender la "ciencia" como un proceso revisado por pares de replicación independiente y por lo tanto es totalmente confiable. Al hacer esto, lo tratan como un "proceso democrático" en que la mayoría de los científicos deciden qué es verdad al acordarlo. Esta es otra falacia, porque se asume que la mayoría de los investigadores es objetiva/imparcial y es libre de decir lo que quiera sin consecuencias.
Pero no es así como funciona el mundo real del dinero, el poder y la política. Cualquier persona realista sabe que cuando alguien trabaja para una institución o recibe fondos tiene que "remolcar la línea del partido" o de lo contrario está fuera. Es así de simple.
Cualquier científico que diga algo que se oponga a las opiniones de aquéllos para quienes trabaja pondrá en peligro su carrera y reputación; hay muchos ejemplos en la vida real de especialistas e investigadores que han perdido fondos o sufrido perjuicios en su carrera por adoptar posiciones poco ortodoxas, incluso si eran legítimas y se basaban en evidencias.
Además, la mayoría de las personas no es imparcial, no tiene una actitud abierta ni sostiene que la verdad es el valor más elevado. En cambio, ellos se preocupan por su imagen, reputación, carrera, financiamiento y tienen puntos de vista rígidos en los que se sienten seguros y cómodos (…) Quieren un mundo donde las cosas tengan sentido y sean predecibles y bien definidas; por eso son propensos a caer en sistemas rígidos de creencias inmutables. ¿Por qué los científicos serían diferentes? Pueden ser más educados que la persona promedio, pero son humanos y por ende tienen sesgos.
Ahora bien (…) NO es mi posición argumentar que todas las afirmaciones paranormales sean ciertas; de hecho, yo mismo soy escéptico respecto a muchas de ellas. En cambio, estoy a favor de una investigación abierta y honesta sopesando la evidencia; no todos los asertos paranormales son verdaderos, pero algunos están respaldados por mucha más evidencia que otros. Por ejemplo, los casos de P.E.S. y los fantasmas tienen apoyo de un porcentaje mucho mayor de testimonios que el monstruo del lago Ness. Por lo tanto, sostengo que la evidencia de los fenómenos paranormales debe considerarse e investigarse como posibilidad en lugar de rechazarse de forma automática, simplemente porque no encaja con las creencias y las visiones del mundo que prevalecen. No pretendo tener todas las respuestas a todos los misterios paranormales. Sin embargo, según mi experiencia e investigación, argumentaré que las pruebas abrumadoras en su conjunto apuntan a la existencia real de algún tipo de realidad metafísica y que al menos algunas afirmaciones paranormales tienen una base sólida. Mi posición es que algunos fenómenos paranormales respaldados por evidencia y testimonios generalizados (P.E.S. o percepción extrasensorial, psi, telepatía, experiencias cercanas a la muerte, etc.) son algo más que mera alucinación o engaño.
Muy pocas personas están dispuestas a expresar su escepticismo hacia todas las partes, incluidas sus propias creencias. La mayoría de la gente, incluidos los pseudoescépticos, busca validar lo que ya cree y rechaza los datos que podrían hacer que cambien sus creencias (…) e intentamos evitarlo aplicando el escepticismo verdadero (…) basando las conclusiones en datos y no en nuestras creencias emocionales o subjetivas.
"No cometeré la estupidez en boga de considerar como fraude todo lo que no puedo explicar"
(Carl Gustav Jung).
“Es totalmente posible que detrás de la percepción de nuestros sentidos, se oculten mundos de los que no estamos conscientes"
(Albert Einstein).
“El verdadero viaje de descubrimiento no consiste en buscar nuevas tierras, sino en ver con nuevos ojos"
(Marcel Proust).