27 de julio de 2024

Agroglifos, los mensajes incógnitos (1 de 2)

David Pratt (junio 2005-abril 2010)

Milk-Hill, Wiltshire, 12 de agosto de 2001. El mayor agroglifo de la historia, con 267 mts. de extensión y 409 círculos.

Contenidos:

01. Introducción
02. La broma de Doug y David
03. Evolución de los agroglifos
04. Características
05. Investigación científica


01. Introducción

Cada año aparecen entre 150 a 300 patrones de vegetales aplastados en campos de cultivo alrededor del mundo. Se ha informado de ellos en todos los continentes y más de 50 países, aunque la mayoría emergió en el sur de Inglaterra. Desde comienzos de los '90, los primeros agroglifos simples evolucionaron hacia patrones geométricos sublimes y complicados, además de presentar una asombrosa precisión y belleza. Muchos de ellos aparecen en trigo, cebada y canola, aunque también se proyectan en campos de centeno, avena, lino, maíz, caña de azúcar, porotos, papas, maravilla o pasto, frutos de huerta, terraplenes arroceros e incluso hielo o nieve.

Con los años, estas formaciones se han atribuido a una variedad de causas triviales: borrachos premunidos de cuerdas y tablas, granjeros locos, estudiantes de arte frustrados, periodistas sin empleo, sobreaplicación de fertilizantes, interferencias con teléfonos móviles, peleas de pájaros, vacas geómetras y erizos lujuriosos. Aunque el público general, los medios de comunicación y el establishment científico tienden a menospreciar el fenómeno argumentando que es "obra de chocarreros", existe evidencia de peso que indica la intervención de una fuerza o inteligencia inexplicables.


02. La broma de Doug y David

El 9 de septiembre de 1991, el tabloide británico Today publicó una portada que decía: “Los hombres que engañaron al mundo”, declarando que todos los agroglifos de Inglaterra eran el chasco de dos jubilados, Doug Bower y David Chorley, de 67 y 62 años respectivamente. Sus herramientas incluían una tabla de madera con 1,22 mts. de largo y una bola de cuerda, junto con un cable que colgaba de una gorra de béisbol y servía como instrumento de vigilancia, lo que les permitió construir líneas perfectamente rectas focalizándose en un objeto distante, ¡y en medio de la noche!

Para torcer el cultivo en áreas donde no se traslapaban huellas dejadas por tractores al fumigar plantas, los hombres dijeron que se habían situado en una de esas marcas y saltaron a modo de “caballete” dentro del cultivo; esto implicaría realizar brincos a 10,7 mts., ¡toda una marca olímpica! Confesaron tener la idea de elaborar agroglifos durante una aburrida tarde de 1978 en un bar, y que su único motivo era “divertirse”. No sólo nunca fueron sorprendidos en el hecho, sino que sus esposas tampoco se percataban de su ausencia nocturna.

Fig. 2.1. Doug y Dave ilustraron sus habilidades en 1991 con esta formación, luego de una jarra de cerveza suficiente para ver alucinaciones.

Demostraron que podían crear diseños circulares toscos a la luz del día, pero no tenían la precisión geométrica, la complejidad y las hermosas capas de vegetal que se hallaron en las formaciones más elaboradas. En ese periodo, las figuras ya habían evolucionado a pictogramas abstrusos, mas Doug y Dave no explicaron convincentemente cómo habían hecho aquellos diseños, y tampoco podían dibujar una cruz celta que sostuvieron era de "su labor". Comenzaron a desdecirse ante la evidencia de que no tenían nada que ver con ciertas formaciones, e incluso si fueran reales sus exagerados asertos de haber hecho 250 figuras en Inglaterra desde 1978, aún quedaban fuera 1750 en ese país y otros, como también muchas anteriores a 1978.

Esto no impidió que el público masivo tragara el embuste de que "todos los agroglifos son de origen humano", y muchos consideraban que eso era más concreto que la posibilidad de "misterios no resueltos" cerniéndose en los campos. Así, Doug y Dave ciertamente “engañaron al mundo”, ¡claro que no en la manera en que lo creen las audiencias! A pesar de su “retiro”, las figuras se volvieron tan comunes como en 1992, pero no atrajeron el mismo interés de los medios.


03. Evolución de los agroglifos

Cuando Doug y Dave declararon inventar el fenómeno de los “círculos en maizales”, no estaban conscientes de que casi 300 formaciones documentadas competían con su mediática broma. Hay reportes casuales de agroglifos hallados en Inglaterra durante el siglo XX, pero a decir verdad se remontan a largas épocas.

En los siglos XVI y XVII encontramos relatos de hadas y elfos vistos danzando en los campos y que dejaban círculos de pasto pisoteado. La representación más antigua de agroglifos es una xilografía de 1678, que muestra al “Demonio Segador” cosechando avena dentro de un círculo plano. Según el folklore, cierto granjero rehusó pagar el dinero solicitado por un cosechador particular, divulgando el rumor de confiar ese trabajo al demonio. Durante la noche hubo extraños sonidos y luces, y a la mañana siguiente el granjero encontró parte de su plantación convertida en círculos planos.

Fig. 3.1. El “Demonio Segador”.

Robert Plot, científico británico, publicó en 1686 un libro titulado A Natural History of Staffordshire que contuvo registros de áreas geométricas en cultivos aplastados y sectores arables o de pastoreo. El autor no sólo describe círculos, sino también espirales y cuadrados dentro de anillos, de hasta 46 mts. en extensión. Plot cuenta que el suelo bajo ellos estaba mucho más suelto y seco de lo normal, y a veces en las plantas había una sustancia blanquecina y musgosa, parecida a escarcha y “como de un pan enmohecido”, proponiendo que los diseños se originaron por relámpagos que explotaban desde las nubes. En julio de 1880 la revista Nature publicó la carta de un científico que describía haber encontrado múltiples áreas circulares de trigo plano en una granja del sur de Inglaterra, y sugirió que eran efecto de “alguna acción ciclónica del viento”.

Fig. 3.2. Una de las ilustraciones por Robert Plot.

Hay informes ocasionales de agroglifos simples en Reino Unido durante la primera mitad del siglo XIX, especialmente el sur de Inglaterra. A menudo, la tradición rural los consideraba "malos augurios" y "obra de espíritus infernales". Desde fines de los '70 el número se ha incrementado dramáticamente, sobre todo en Wiltshire y Hampshire, junto con una mayor elaboración de estos diseños. Las formaciones de un sólo círculo arremolinado dieron paso a círculos múltiples, a veces repartidos en modo contrario al azar. El primer quíntuplo (un círculo rodeado por cuatro más reducidos y pares de "satélites") emergió en 1978, y luego aparecerían quíntuplos con anillos que unían sus satélites externos, generando “cruces celtas”. De igual manera, comenzaron a haber círculos con múltiples anillos concéntricos a su alrededor.

Fig. 3.3. Quíntuplo, Beckhampton, Wiltshire, 3 de agosto de 1988.

Fig. 3.4. Anillo triple, Warminster, Wiltshire, julio de 1990. Nótense los mini-círculos aparentemente puestos al azar o “racimos”, un rasgo común en los primeros casos.

El año 1990 fue testigo de los primeros esquemas con largas cadenas de círculos, anillos, rectángulos, líneas rectas, tridentes, “llaves” y “garras”; al año siguiente eclosionarían "ballenas", "delfines" e insectogramas. Los agroglifos de 1994 incluían “globos de diálogo”, que al incorporar "lunas crecientes" asemejaban arañas y escorpiones. En esa época también se presenciaron glifos relacionados con astronomía mostrando galaxias, cinturones de asteroides y órbitas planetarias. Desde fines de los '90 las formaciones han devenido diseños geométricos espectaculares e increíblemente complejos, a modo de mandalas. La geometría heptagonal apareció en 1998, la eneagonal en 1999, la endecagonal en 2000 y la tridecagonal hacia 2003. A partir de 1999, varias formaciones creaban la ilusión de ser tridimensionales.

Fig. 3.5. Alton Barnes, Wiltshire, 11 de julio de 1990. Obtuvo publicidad mundial y atrajo a miles de visitantes.

En total se documentaron cerca de 10.000 figuras alrededor del globo, con 700 de ellas aparecidas sólo en 1991. De las 229 formaciones reportadas mundialmente en 2004, el 33,9% surgió en Inglaterra donde es proclive a concentrarse en sitios megalíticos o sagrados como Stonehenge, Avebury y Silbury Hill. Otros países incluyen Alemania (13,2%), EE.UU. (9,2%), República Checa (8,4%) e Italia (8,4%).

Fig. 3.6. “Tetraedro”, Barbury Castle, Wiltshire, 17 de julio de 1991. Al día siguiente de su aparición, un rotativo británico incluyó una foto con el titular: “¡Ahora expliquen éste!”. El área circular de en medio equivale al total de las áreas en los tres redondeles más pequeños (vértices del triángulo), conformando 9656 mts. cuadrados.

Fig. 3.7. “Escorpión” o “libélula”, Bishops Cannings, Wiltshire, 15 de julio de 1994.

Fig. 3.8. "Galaxia", West Stowell, Wiltshire, 23 de julio de 1994. Se especula que muestra una conjunción planetaria en la constelación Cetus, ocurrida en abril de 2000.

Fig. 3.9. “Telaraña”, Avebury, Wiltshire, 11 al 12 de agosto de 1994. El efecto de brillantez se crea por el cultivo recostado en direcciones opuestas.

Fig. 3.10. Glifo del Sistema Solar, Longwood Warren, Hampshire, 22 de junio de 1995. Presenta al Sol, Mercurio, Venus, la órbita de nuestro globo, Marte y el trayecto de Júpiter. Según Gerald Hawkins, despliega una conjunción planetaria acontecida el 6 de noviembre de 1903, cuando los hermanos Wright probaron el vuelo artificial, y el 11 de julio de 1971 durante la odisea del Mariner 9 a Marte.

Fig. 3.11. “Grupo Julia”, Stonehenge, Wiltshire, 7 de julio de 1996. Esta espiral de 151 círculos y que mide 279 mts. en su "columna", apareció en 15 segundos a plena luz del día y junto a un camino opuesto a Stonehenge (según el testimonio de pilotos, un granjero, un guardia de seguridad y automovilistas que llamaban a la policía). Un ingeniero supervisor dijo que la realización completa tomaría alrededor de dos jornadas.

Fig. 3.12. “Fractal Koch”, Milk Hill, Wiltshire, 8 de agosto de 1997. Dos empresas de ingeniería estimaron que, previamente al aplastamiento del trigo, la colocación de los 346 puntos en el diseño con 71 mts. de ancho llevaría de 6,5 a 7,5 días, bajo completa oscuridad; aún así, la formación emergió de un momento a otro.

Fig. 3.13. “Flor” y "Malla cuadrada”, aparecidas la misma noche en Etchilhampton, Wiltshire, el 1 de agosto de 1997. El cuadrado interior del círculo está dividido en 28 x 25 canales estrechos, y con gran exactitud.

Fig. 3.14. Hackpen Hill, Wiltshire, 4 de julio de 1999.

Fig. 3.15. "Cinta 3-D", Beckhampton, Wiltshire, 28 de julio de 1999.

Fig. 3.16. Estrella con 14 puntas, Roundway, Wiltshire, 31 de julio de 1999.


Fig. 3.17. “Campos magnéticos”, Avebury Trusloe, Wiltshire, 22 de julio de 2000.


Fig. 3.18. “Ángel”, Great Shelford, Cambridgeshire, 25 de julio de 2001. Las líneas radiantes que componen el "vestido" poseen un ancho aproximado de 15 cms., y los trazos continuos se prolongan simultáneamente dentro y fuera, cubriendo un largo de 1219 mts.

Fig. 3.19. Diseño ornamental con 240 mts. de ancho, Stonehenge, Wiltshire, 4 de julio de 2002.

Fig. 3.20. Dibujo de pétalo, West Overton, 21 de mayo de 2003. Las plantas fueron cepilladas suavemente en una posición casi vertical, de manera que el glifo es apenas visible desde el aire. Las plantas indemnes y rosas recuperaron su posición típica en manojos alternos, produciendo un patrón rizado de onda estable.

Fig. 3.21. Hackpen Hill, Wiltshire, 20 de julio de 2003.

Fig. 3.22. Huish, Wiltshire, 20 de julio de 2003.

Fig. 3.23. North Down, Wiltshire, 10 de agosto de 2003.

Fig. 3.24. Formación de 61 mts. en longitud, East Field, Alton Barnes, Wiltshire, 19 de junio de 2004.

Fig. 3.25. “Rueda del Sol”, 91 mts. de extensión, Silbury Hill, 3 al 4 de agosto de 2004. Esta figura apareció como "bosquejo" la primera noche, y fue completada en la siguiente. Algunos piensan que fue obra humana, pero no hay evidencia concluyente.

Fig. 3.26. “Ojo”, Silbury Hill, Wiltshire, 9 de julio de 2005.

Fig. 3.27. Woolstone Hill, Oxfordshire, 13 de agosto de 2005.

Fig. 3.28. “Torres”, Waylands Smithy, Oxfordshire, 8 de julio de 2006.

Fig. 3.29. Uffington Castle, Oxfordshire, 8 de julio de 2006.

Fig. 3.30. Sugar Hill, Aldbourne, Wiltshire, 1 de agosto de 2007.

Fig. 3.31. West Woods, Wiltshire, 9 de agosto de 2007.

Fig. 3.32. West Woods, cerca de Lockeridge, Wiltshire, 17 de julio de 2008.

Fig. 3.33. Granja Hillside, West Woods, Wiltshire, 20 de julio de 2008.

Fig. 3.34. Cherhill, Wiltshire, 7 de agosto de 2008.

Fig. 3.35. Kingston Coombes, cerca de Waylands Smithy, Oxfordshire, 29 de mayo de 2009.

Fig. 3.36. Diseño heptagonal, Milk Hill, Wiltshire, 2 de junio de 2009.

Fig. 3.37. Silbury Hill, Wiltshire, 5 de julio de 2009.


Fig. 3.38. Morgan Hill, cerca de Devizes, Wiltshire, 2 de agosto de 2009.


04. Características

En los mejores y auténticos agroglifos, los vegetales aplastados tienden a permanecer indemnes (hasta que llegan los visitantes) y continúan creciendo, mientras que en diseños falsos los tallos generalmente están muertos, con fisuras y trituración. Los tallos de vegetación aplastada, en formaciones genuinas, se doblan en ángulos mayores a 90° y se recuestan para producir un admirable entretejido.

Los componentes circulares suelen arremolinarse en sentido o contrasentido horario, y a partir de un punto central hacia el exterior. Sin embargo, en vez de que el remolino gire centrífugamente en una espiral ceñida (visto el caso de obras antropogénicas), suele dimanar con amplitud hacia fuera, adquiriendo a ratos una forma de "S". Las espirales están hechas con filamentos delgados, y no en huellas de un metro como dejaría el uso de tablas o rodillos jardineros. En el sitio donde emergen flores diversas, las plantas tienden a sobreponerse con otras, sugiriendo que todas ellas colapsaron a la vez en direcciones opuestas.

Fig. 4.1. Capa semejante a un remolino de agua, típico de los glifos grandes y complejos. Nótese cómo el cultivo se recuesta en filas delgadas y armónicas (Roundway, 1999).

Fig. 4.2. Mini-círculo o “nido de pájaro”, Milk Hill, 1997 (fig. 3.12).

El centro del cultivo intervenido está demarcado por una leve área de suelo o depresión en medio de tallos helicoidales, y se contrarresta desde el centro matemático, teniendo varios metros en ocasiones. Para algunos casos, los tallos individuales están dispuestos al interior de bordes externos y detrás del cultivo indemne, lo cual descarta el uso de implementos físicos. Nunca se han recreado las capas multitejidas y multidireccionales mediante el uso de pies, tablas, rodillos jardineros o tubos plásticos.

Fig. 4.3. Piso de capas en la "Galaxia" de 1994 (fig. 3.8).



Fig. 4.4. West Overton Hill, Wiltshire, 8 de agosto de 2009. Cada uno de los tres círculos centrales tiene un patrón diferente de capas, incluyendo entretejido y aplastamiento.


Fig. 4.5. "Libélula", Little London, cerca de Yatesbury, Wiltshire, 3 de junio de 2009. El arteriado realista posee anchos de 5, 7 y 15 mts.

Aparentemente, la fuerza que produce los círculos puede discriminar entre la madurez de las plantas; a veces, y en el caso de los ejemplares menos crecidos, se dejan tal cual si están en fila, o dispersos a lo largo del área aplastada. También dicha energía es capaz de seleccionar especies como cardos o amapolas rojas que quedan incólumes entre la cebada o el trigo aplastados, con lo cual se descarta el uso de tablas o rodillos jardineros. La injerencia es tan precisa que, en ocasiones, todo lo que separa un círculo del otro son cortinas de trigo con el ancho de un tallo.

Fig. 4.6. Nódulo descolorido en 90°.

El biofísico William Levengood y otros investigadores descubrieron que, con frecuencia, las especies aplanadas tienen nódulos alargados (pequeños nudillos a lo largo de los tallos en plantas similares al maíz), y a veces tienen “cavidades-expulsión” en las mismas áreas, donde la humedad pareció explotar. Los experimentos de germinación en semillas mostraron que cuando ocurre una formación en cultivo fresco, usualmente no se desarrollan vegetales de semillero, o su crecimiento mengua en forma severa, pero si surge un agroglifo en cultivos maduros, las simientes crecen en hasta cinco veces su tasa normal.

El 60% de "obras" aparece en noches lluviosas, y aún así tanto granjeros como pesquisantes notan con frecuencia que no hay barro en el cultivo intervenido, lo cual sucedería si éste hubiera sido aplasatdo por humanos usando aparatos mecánicos. Además, por debajo de los vegetales torcidos a veces se encuentran bolas de caliza intactas y muy frágiles. Cuando surge una formación que contenga rocas pequeñas y filosas como el sílex, los tallos permanecen sobre las rocas sin dejar marcas, lo cual indica que no se ejerce ningún peso.

Comúnmente, el suelo al interior de los agroglifos presenta diferencias con el exterior. Por ejemplo, en una formación de Canadá, el suelo se había recocido como cemento, mientras el resto del campo estaba húmedo y barroso. También llegan informes de otros países como Rusia, que aluden a superficies recalentadas bajo vegetales corvos en las formaciones. En el 50% de los agroglifos el suelo interno es notablemente más seco que el exterior (en la sección 3 vimos que también fue observado por Robert Plot), y muchos efectos sobre vegetales y terreno son consistentes con la presencia de intenso calor durante la generación de figuras.

En las plantas y el suelo dentro de pictogramas, a ratos se localizan extrañas sustancias como depósitos gelatinosos o polvorientos. Estos últimos se identificaron con dióxido de silicona de alta pureza, óxido de magnesio y magnetita (hierro magnético), la cual puede consistir en polvo de meteoros que precipita constantemente; además, su concentración en agroglifos es hasta 600 veces mayor de lo normal, apuntando a fuertes campos magnéticos alrededor de dichas obras.

Cerca del 90% de formaciones en Reino Unido aparecen sobre acuíferos, caliza o arenisca verde (tipo de arena verde-oliva), y a menudo están alineados con antiguos sitios sacros y "líneas-ley" o de energía terrestre, como se ha detectado por radiestesia. Algunas veces la posición de aquéllas es contraria al azar: por ejemplo, tres pictografías de "ballenas" idénticas en 1991 formaban un triángulo isóceles preciso, y a lo largo de varias millas cuando se unían sus trazos en un mapa.

Ciertas formaciones parecen utilizar huellas de tractores como guía. Muchas otras han emergido en Canadá, cuyos campos son fumigados por aviones, por lo que no existen senderos que provean a los bromistas de un acceso fácil. En Reino Unido, los pictogramas suelen rodearse por docenas de mini-círculos o “racimos” por casi dos metros de diámetro, y en lugares que no pueden alcanzarse a pie sin dejar huellas obvias; así, los "saltos de valla" por Doug y Dave son una leyenda en la comedia.

En un pequeño porcentaje de casos, tanto de diseños complejos como simples, hay clara evidencia visual de la figura aparecida el verano anterior en el campo recientemente plantado. Los vegetales nuevos en el área donde se situaba el glifo previo pueden ser más cortos o largos que el circundante, o presentar ligeras diferencias en color. Usualmente, dicho efecto no perdura más de dos años transcurridos desde la formación original.

Raramente se hallan animales silvestres muertos en las figuras, aunque con pocas excepciones. Algunas aves semejaron quedar atrapadas en la formación de un agroglifo en 1993, siendo abatidas y desintegradas por la misteriosa fuerza. Había pequeños restos de carne mezclados con sangre y plumas, pero sin huesos ni otra parte reconocible. Asimismo, las pruebas de laboratorio confirmaron que pertenecían a “pájaros explotados”.

Se encontraron dos puercoespines muertos en dos glifos canadienses. Uno de ellos casi se desintegró en partes chamuscadas y el otro fue aplastado como torta. Las marcas de rasguño y una fila sobrante de púas rotas indicaron que el último animal había sido llevado desde el perímetro hasta el centro. El patrón de puntas exprimidas se dio en la misma dirección que la capa del cultivo caído, mientras que el análisis del otro espécimen mostró que el color negro de los restos no se debía a una quemazón. Muchos animales probablemente sienten que algo va a pasar y huyen, pero los puercoespines confrontan al peligro simplemente levantando sus púas y quedándose rígidos.

En una formación se encontraron numerosas moscas muertas y pegadas con sus lenguas a las inflorescencias; también las patas y alas se veían muy extendidas, como si hubieran sufrido espasmos. Aparentemente algunas explotaron, otras se hallaban en buenas condiciones y otros tantos insectos seguían vivos pero atolondrados, y volaron luego de zafarse de las plantas. F. Grassi argumenta que la explicación más plausible es la presencia de un hongo (Entomophtora muscae) en lugar de un mecanismo misterioso que provoca los agroglifos.


05. Investigación científica

El grupo BLT (John Burke, William Levengood y Nancy Talbott) posicionó la indagatoria de agroglifos en una sólida base científica. De los casi 300 diseños muestreados desde 1990, más del 90% presentó efectos anómalos en tejidos vegetales o el suelo. Durante ese periodo se publicaron tres informes con revisión por pares*, estableciendo que varias figuras implican algo mucho más enigmático que simples humanos bromistas con tablas o paneles. Los escépticos objetan que gran parte del trabajo por el BLT no se llevó a cabo en un modo de doble ciego (de forma que los prejuicios del experimentador podrían influir en los resultados), pero no han sido capaces de demostrar que esas irregularidades se atribuyan al aplastamiento de cultivo por medios mecánicos.

*W.C.Levengood, “Anatomical anomalies in crop formation plants”, Physiologia Plantarum, vol. 92, 1994, p. 356-63; W.C. Levengood, “Semi-molten meteoric iron associated with a crop formation”, Journal Of Scientific Exploration, vol. 9, 1995, p. 191-9; W.C. Levengood y Nancy A. Talbott, “Dispersion of energies in worldwide crop formations”, Physiologia Plantarum, vol. 105, p. 615-24.

Como ya se mencionó, las fuerzas implicadas en estas creaciones pueden alterar físicamente el tejido de los vegetales aplastados de varias maneras, y también a aquéllos indemnes del centro. Los tallos se doblan hasta 90° sin fracturarse, particularmente en los nódulos, como si el tejido se suavizara al momento del fenómeno. Lo anterior es válido inclusive para la canola, que normalmente es tan rígida y quebradiza como el apio, y se fractura si adquiere más de 40°. Si las plantas jóvenes y fuertes se aplastaran mecánicamente, el doblamiento del nódulo siempre ocurre fuera de tiempo debido al fototropismo (tendencia natural de una planta a reorientarse a la luz solar) y gravitropismo (dependiente del campo gravitacional planetario), por lo que estas fuerzas deben descartarse antes de concluir la notoriedad del plegamiento nodular. Posteriormente al "apretujón" mecánico, incluso el trigo novel y en crecimiento tarda unos cinco días para producir un doblez significativo en los nódulos, mientras que ciertos agroglifos poseen combadura de 40° o más dentro de las siguientes 48 horas (bltresearch.com).


Fig. 5.1. Doblamiento en la base de canolas.

Los tallos de cultivo aplastado usualmente son largos y estrechos, como si se calentaran desde dentro. En ocasiones el efecto es tan poderoso que los nódulos literalmente explotan, creando agujeros en paredes nodulares y expulsando savia del pedúnculo; sobre todo, la elongación en puntas nodulares (ápices) es estadísticamente significativa con respecto a muestras de control en varios cientos de figuras investigadas, aunque no es impresionante a la vista. Se conocen factores que explican una acrecencia en el largo nodular tras el aplastamiento de un cultivo, tales como el gravitropismo, pero algunos estudios sugieren que el proceso no puede dar cuenta del alza para dicha longitud en más de 20%, mientras que se han medido desarrollos superiores al 200% en otros casos. La expansión del nódulo no siempre se limita a los vegetales dentro del área apachurrada, como si hubiera ocurrido un spillover [rebalse] de la energía comprometida.

Fig. 5.2. Comparación de nódulos dentro de una figura (izquierda) y los que estaban 23 mts. al exterior (derecha).

Se han inducido elongaciones nodulares y cavidades-expulsión en laboratorio al colocar muestras en un horno microondas por 20 a 30 segundos. La radiación calienta la humedad dentro del tallo, el cual, a medida que se expande y convierte en vapor, estira las fibras más elásticas en la inflorescencia, o produce agujeros en los nódulos inferiores más gruesos.

Fig. 5.3. Cavidades de expulsión en el trigo.

En su artículo de 1999, Levengood y Talbott adscriben las formaciones a vórtices de plasma, que producen radiación de microondas y calor. En 2001 Eltjo Haselhoff escribió un comentario, señalando un par de errores serios y argumentando que los agroglifos se debían a una especie de "punto" o "fuente esférica de radiación"*. Haselhoff también reportó un análisis de vegetales en dos formaciones de Países Bajos, aparecidas luego que se vieran luces sobre el campo. Las muestras se tomaron a lo largo de tres diámetros, y el mayor alargamiento nodular se midió en el centro del pictograma, declinando hacia el borde. El investigador concluyó que esto era consistente con el calor inducido por una pequeña fuente electromagnética a 4,1 mts. sobre el cultivo. Un hallazgo curioso e inexplicable se relaciona con los cambios del alargamiento nodular a lo largo de cada diámetro, y a cada lado del medio en la figura, que precisamente se reflejaban entre sí, pero las transformaciones en el alargamiento nodular de un eje diferían de aquéllas encontradas a lo largo de los otros dos.

*E.H. Haselhoff, “Dispersion of energies in worldwide crop formations” (opiniones y comentarios), Physiologia Plantarum, vol. 111, 2001, p. 123-4; Haselhoff, 2001, p. 77-81.

Grassi et al. intentaron opugnar los artículos de Levengood, Talbott y Haselhoff y su teoría de que la radiación electromagnética está involucrada en los agroglifos. En particular, acusan a los tres investigadores de basarse en muestras, selección de datos y procedimientos analíticos defectuosos. También sostienen que el calor por sí sólo no podría producir las elongaciones nodulares medidas, y en este sentido Haselhoff publicó una contrarrespuesta a algunas críticas*.

*F. Grassi, C. Cocheo y P. Russo, "Balls of light: the questionable science of crop circles", Journal of Scientific Exploration, vol. 19, 2005, p. 159-70; www.cicap.org/crops/en. Respuesta por Haselhoff y réplica posterior de Grassi et al., Journal of Scientific Exploration, vol. 21, 2007, p. 576-82.

Las pruebas de germinación muestran enormes diferencias en el desarrollo de simientes, respecto a vegetales torcidos e intactos. Si una figura se origina antes que eclosione la planta y del crecimiento en la semilla, el tejido somático (no reproductivo) continúa desplegándose normalmente, pero la semilla no continúa su acrecencia o se daña. Si emerge un pictograma en una fase de crecimiento ligeramente posterior en el cultivo fresco, y donde las semillas todavía se están fomando, éstas son más pequeñas y se ven contrahechas, evidenciando germinación reducida o suprimida. En plantas maduras, las semillas presentan una notable hipertrofia, pero con varios grados de secuelas en la reproducción. En vegetales maduros con simientes formadas, éstas a menudo exhiben un incremento masivo en su vigor y una tasa de medra cinco veces mayor que las semillas control.

Las mensuras en dos formaciones de sólo pocas horas revelaron que los tallos permanecían con una superficie de carga eléctrica, y el grado de doblez era proporcional al nivel de electricidad presente en ellos. Los estudios apuntan a que las marcas en la pared celular del tejido de bráctea que rodea al trigo tienen un largo anormal, y dicha capa muestra una gran conductividad eléctrica, coherente con la exposición a una carga de ese tipo.

Se han encontrado partículas microscópicas e inusuales de hierro puro (supuestamente polvo meteórico) en dos tercios de 32 formaciones, desde las que se obtuvieron muestras de suelo. A ratos se localizan conjuntos de esos gránulos muy pequeños, esféricos y magnéticos; también hay otros más grandes adheridos a trozos de tierra, cubiertos o entremezclados con una capa semiderretida de dicho material. Comúnmente las partículas se agrupan alrededor de los perímetros de formaciones circulares, o sólamente al exterior, como si la fuerza centrífuga de un vórtice arremolinado dispensara esta sustancia a los bordes; sin embargo, en ocasiones convergen en el suelo central de las figuras, y en cantidades que precipitan hacia la periferia, al tiempo que en otros casos el material se deposita linealmente, y en cuantías superiores a medida que se alcanza la línea extrínseca. Si estas "obras" son producidas por sistemas de plasma, ello explicaría la atracción magnética del polvo, dado que el plasma espiral en torno a líneas de campo geomagnético crea su propia área imantada, pero siguen desconcertando los múltiples patrones de distribución del polvo magnético.

Un estudio de difracción con rayos X en minerales de arcilla en suelos de agroglifos, y dirigido por el equipo BLT de 1999 a 2001 con asistencia de científicos independientes, reveló que las sustancias análogas y específicas (ilitas/esmectitas) exhibían un alza pequeña pero significativa en el nivel de cristalización (por ejemplo, mayor ordenamiento atómico), y nunca antes se había apreciado este hecho, sino sólo en piedra sedimentaria bajo toneladas de masa excesiva y al calor de las "entrañas" terrestres durante cientos o miles de años. Si hubiese presión geológica, las plantas de la figura se habrían destruido. El cambio cristalino también pudo producirse por calor intenso (de al menos 600-800°C en un periodo de varias horas), pero esto habría incinerado los vegetales.

Las plantas de glifos extraídas corroboraron las observaciones bien documentadas (nódulos alargados, cavidades-expulsión, etc.) que se hallaron con regularidad en formaciones no creadas por aplastamiento mecánico. Los cambios en vegetales y el aumento de cristalización ocurrieron en iguales sectores de muestreo, sugiriendo que los enigmáticos "autores" también provocaron anomalías en el suelo. Aún así, la gran fuerza que se necesita para generar estas resultantes edafológicas habría destruido conjuntamente a las plantas. Un mineralogista e integrante del estudio previo concluyó que podría estar implicada una energía actualmente desconocida para la ciencia.

Fig. 5.4. Figura geométrica y no geométrica en el mismo campo.

Alrededor del mundo existen regiones cerealeras intervenidas al azar -llamadas lodgings ("refugios") por los labriegos- y se atribuyen a sobrefertilización o daño climático. Frecuentemente las imágenes aéreas revelan plantas torcidas a modo irregular y la presencia de patrones geométricos de majadura. Un hallazgo muy significativo del grupo BLT es que el cultivo no geométrico exhibe igual peralte y elongación nodular que en los agroglifos, lo cual apunta al proceder de las mismas fuerzas, pero actuando caóticamente. Estos rasgos también se hallan en mechones de vegetales intactos dentro de pictogramas, lo que a todas luces no corresponde a un aplanamiento mecánico.