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4 de agosto de 2024

Agroglifos, los mensajes incógnitos (2 de 2)

David Pratt (junio 2005-abril 2010)


Contenidos:

06. Informes de testigos
07. Efectos anómalos
08. Geometría
09. Falsificadores y pseudoescépticos
10. Interacción con humanos
11. Las explicaciones
12. Significados
13. Fuentes y créditos


06. Informes de testigos

Hay muchos reportes que hablan de esferas, discos o columnas de luz observados sobre los campos en que posteriormente surgen formaciones. Se avistan a menudo bolas de luz alrededor de agroglifos ya presentes, por lo común del tamaño de huevos o balones de fútbol, y a ratos se mueven adelante y atrás como si inspeccionaran el diseño. En cierto video captado a pleno día, un halcón se abalanzó sobre una débil y opaca esfera luminosa, sólo para desviar bruscamente en el último instante al percatarse que el objeto no es comestible. También hubo aviones y helicópteros militares tratando de interceptar dichos "visitantes" que proceden a "jugar" con sus persecutores, en ocasiones parpadeando y reapareciendo tras la nave que le da seguimiento.

Existen varias docenas de informes acerca de un sonido vibratorio que se escucha antes de la formación de un pictograma, y otros relatos indican la ausencia repentina de coros de insectos y pájaros al amanecer. En julio de 1989, un equipo de la BBC grabó frecuencias de 5,2 kHz en un agroglifo. Otros incidentes acústicos en esos esquemas incluyen zumbidos, canturreos, silbidos, chiflidos y otros de alta frecuencia.

Con el pasar de los años, cerca de 70 personas declararon presenciar la creación de al menos un agroglifo. En casi todos los casos se ha visto aparecer un sólo círculo, y prácticamente nadie atestigua el surgimiento de modelos con alta sofisticación. La mayoría de testigos habla de una fuerza muy potente y localizada, como un viento que golpea el campo y gira el cultivo muy rápidamente en unos 10 a 20 segundos, comúnmente a primeras horas de la mañana o tarde.

En 1931 un niño y un granjero de Essex, Reino Unido, vieron surgir un pictograma en cuestión de segundos. El campesino lo atribuyó al "remolino del demonio", un tipo de viento al que se responsabiliza de manifestaciones similares en el área, por lo menos desde 1830 (Silva, 2002, p. 4). En julio de 1934 una mujer observaba un campo de maíz cuando escuchó un crepitar parecido a llamas de fuego, y vio un remolino ventoso al medio del sitio, tallos torcidos, semillas y polvo en el aire a una altura de 30 mts. (Corliss, 1994, p. 270). La testigo encontró un círculo perfecto de maíz con plegamiento, caliente al tacto, y los pedúnculos habían sido intercalados a modo de trenzas. El mismo viento generó un segundo círculo de unos cuatro metros en diámetro a un extremo de la campiña, y todos estos rasgos en vegetales intervenidos siguen comprobándose hoy en formaciones contemporáneas.

Una tarde de julio de 1981, Ray Barnes vio una "ola" o "línea" que se movía a través de un cultivo cerealero en Wiltshire, y tras describir un arco, la "línea" cayó produciendo radialmente un círculo de 23 mts. en sentido horario, en un sólo barrido y durante cuatro segundos, acompañado por sonidos silbantes. Las plantas se recostaron como si fueran seccionadas por un gran cuchillo, y no mostraron recuperación en absoluto (Corliss, p. 268; Pringle, 1999, p. 6). En el verano de 1983, Melvyn Bell, de Wiltshire, montaba a caballo en el lindero norte de Salisbury Plain y vislumbró actividad frenética en un trigal a 55 mts. frente a él; entonces, emergió un círculo de 9 mts. con aplastamiento y sin escuchar ruidos, pero había polvo y restos sucios y brillantes que revoloteaban en el aire. Posteriormente, Bell describió la causa del fenómeno como un "viento arremolinado estático" (Collins, 2009, p. 116). En junio de 1989 otra persona en Inglaterra se topó con una gran esfera de luz anaranjada, entre 9 a 12 metros en ancho, la cual descendió a una plantación de trigo, cuyo fondo se dobló mientras el ítem rozaba campo y suelo, y desapareció pocos segundos después de un fogonazo. A la mañana siguiente encontró un agroglifo anillado en el mismo sitio (Haselhoff, 2000, p. 20).

Hacia mayo de 1990, al atardecer, Gary y Vivienne Tomlinson caminaban por un paisaje de trigo en Hambledon (Surrey) y se produjo un viento arremolinado, que asemejaba una niebla brillante y provocó gran ruido; después, una ráfaga los apartó con violencia, sintiendo hormigueos y el cabello erizado. El ventarrón los llevaría al interior del campo y apareció un círculo de casi dos metros alrededor de ellos en segundos, propagándose al exterior desde el centro en una espiral contrarreloj. El remolino se dividió en dos partes: la primera zigzagueó a lo lejos sobre las plantas, y la otra formaba otro círculo cercano, adoptando la forma de un "tubo brillante y transparente" que se alargaba hasta el cielo. En el intertanto, habían surgido remolinos ventosos más pequeños (como vórtices relucientes a 10 cms.) al interior del agroglifo donde permanecían los sujetos. Dichos torbellinos rodearon al cultivo en pequeños grupos hacia el perímetro, apachurrando suavemente los vegetales y alargando la circunferencia. El episodio completo duró cerca de siete minutos, y una semana más tarde la pareja sufrió letargia y náuseas, incluyendo perforación de tímpano en el caso de Vivienne (Pringle, 1999, p. 3-5).

En 1991 Martin Sohl-Rethel y su familia paseaban por un declivio cerca de Ilford en East Sussex, y de pronto fueron eyectados por una fuerza invisible, que se trasladó hacia el campo adyacente, dibujando un círculo perfecto en no más de 5 ó 10 segundos (Thomas, 2002, p. 29).

Fig. 6.1. Dos diseños en West Overton, Wiltshire (julio de 1993). Primero se generó el anillo que rodea el cruce en T, y luego la figura más grande, que se complementaría con otro círculo la noche posterior. Cerca de las 2 a.m. y previo a que apareciera el añadido, hubo gente que divisó una bruma blanquecina trasladándose con lentitud por el campo. Al día siguiente los testigos vieron otro glifo (parte superior de la imagen), el cual mostraba un núcleo de tallos de trigo sin intervenir, pero mientras examinaban el lugar, repentinamente las plantas de en medio giraron sobre sí y se recostaron, sin que nadie oyera ni distinguiera una causa tangible.

En la noche del 7 de junio de 1999, un joven holandés notó una pequeña luz blanco-violeta en el cielo, que se movía y semejaba estar muy cerca. En pocos segundos adoptó forma elíptica y merodeó cerca de tres metros sobre el campo. La atmósfera circundante se percibía cálida, y la luz terminó por esfumarse muy despacio. El hombre corrió hasta la campiña y encontró un círculo recién hecho de cultivo pando, sintiendo torridez en vegetales, suelo y ambiente. Casi una semana más tarde emergió una segunda figura a poca distancia; esta vez, hubo un breve resplandor lumínico y blancoazulado, que pareció "salir" desde un área en el campo. En una indagatoria se localizó otro diseño que también presentaba altos niveles térmicos (Haselhoff, p. 72).

Fig. 6.2. Tawsmead Copse, Alton Priors, Wiltshire, 9 de agosto de 1998. Dos mujeres vieron luminosidades tornando en espiral donde se ubicó esta formación la mañana siguiente. Cuatro testigos en parajes diversos apreciaron un destello nocturno que se subdividió en tres y produjeron esta obra (Thomas, p. 71).

En abril de 1991 un hombre escuchó silbidos de alta frecuencia y vio una "nave" estática plateada con forma de mancuerna, que proyectaba un vórtice espiral de luz parecido a una "nubosidad" sobre una plantación, y generó un diseño de 8,8 mts. a plena luz del día y en segundos. Para junio de 1996 e intrigado por cierto "abejorreo" en la medianoche, un matrimonio salió de casa y notó luces coloridas revoloteando cerca de East Field (Alton Barnes). Al cabo de veinte minutos aquéllas se condensaron en un objeto que disparó un rayo blanco encima del cultivo, y cinco horas después se descubría el agroglifo "ADN" (Silva, p. 140).

Fig. 6.3. "ADN", 198 mts. de largo, Alton Barnes, Wiltshire, 17 de junio de 1996.

En 1966 y no muy lejos de los barrancos en Dover, cierto individuo declaró observar un "tubo de vidrio translúcido" que descendía del cielo y creó una figura en el pasto; la lluvia se reflejaba en su cobertura y el ganado próximo parecía "inmóvil" por fuertes silbidos. En 1990 un granjero que atendía su campo de cebada se topó a tres metros con un cilindro perpendicular y rotatorio de 0,9 mts. en ancho, cuya parte inferior se detuvo a poca distancia del suelo, mientras el otro extremo se alzaba hacia un punto fuera de su vista. El ítem permaneció estático, al tiempo que se producía un movimiento arremolinado en el cultivo. En agosto de 2001 y sobre una plantación danesa de habichuelas, Nancy Talbott y Robert van den Broeke vislumbraron una serie de tres tubos lumínicos blanco-brillantes, de 20 a 30 cms. en diámetro, que bajaron destellando en unos seis segundos y trazaron una elipse vaporosa con extremidad en forma de T (Silva, p. 138-9).

El 11 de agosto de 1996 los medios británicos transmitieron un video por autor anónimo, quien dijo haberlo filmado esa mañana durante la génesis de un agroglifo cerca de Oliver's Castle, una fortificación en Wiltshire, y exhibía un "copo de nieve" aparecido mientras circulaban esferas de luz sobre las plantas. El material causó agrias polémicas entre los estudiosos, pues algunos dicen que la figura es antropogénica señalando haber obtenido "una confesión" del particular responsable, y otros piensan que éste último y la cinta son genuinos (Andrews, 2003, p. 139-43; Thomas, p. 60-1). Cualquiera que sea la verdad, por lo menos el video es una buena representación de lo que describen muchos testigos.


07. Efectos anómalos

Han habido numerosas constataciones de equipos electrónicos y mecánicos que presentan problemas al interior de agroglifos. Las cámaras tienen mal funcionamiento, e incluso cuando trabajan, los resultados pueden ser sobrexposición, manchas o velado completo de la película. El equipo de video es también muy vulnerable, y a menudo experimenta serias interferencias; sus baterías se desgastan y las nuevas tampoco responden. Los teléfonos portátiles suelen fallar dentro de un diseño, y operan con normalidad si se utilizan al exterior.

Una sesgadora-trilladora sufrió cortocircuito al atravesar el fractal de Milk-Hill (fig. 3.12). En Warminster, todo el sistema eléctrico de un tractor se averió al momento de cruzar el perímetro de un círculo, pero funcionó cuando se situaba fuera de él. En otro incidente, un tractor recibió "descargas estáticas que brillaron como chispas sobre la cobertura del vehículo", y al día siguiente apareció un diseño en el mismo lugar del campo. Asimismo, los granjeros informan la descomposición de ruedas especialmente hechas para actividades pesadas dentro de las figuras.

En la mañana posterior al surgimiento de la "Rueda Beltane" (fig. 9.2), la BBC conducía una entrevista radial desde el glifo y la cinta de grabación se aceleró y detuvo, mas el equipo marchó correctamente al proseguir 45 mts. fuera del lugar. El experimento se repitió al interior de la enigmática obra, mostrando iguales dificultades técnicas. Al finalizar el día llegó un grupo de la cadena ITV1, pero su sistema de audio se vio tan interrumpido que buena parte del material no se pudo transmitir aquella noche.

Con frecuencia, las brújulas se comportan erráticamente dentro de las formaciones y al sobrevolar el sector. Hubo quienes reportaban interferencias con aparatos de TV, celulares, alarmas de humo y equipos de seguridad, o mal funcionamiento durante las madrugadas en que aparece un agroglifo. En la noche previa a descubrirse el tetraedro de Barbury Castle (fig. 3.6), los residentes de Broughton experimentaron apagón energético y muchos dijeron apreciar esferas de luz coloreadas en el sitio donde más tarde se produciría la figura, todo esto acompañado de un sonido "retumbante" o grave.

Los relojes de pulsera o pared pueden tener aceleración o retraso en estos diseños, y algunos lo ven como "evidencia" de que el tiempo se "detiene" o "cobra velocidad", relacionando los glifos a "irregularidades en tiempo y espacio", como también ciertas anomalías fotográficas adscritas a las mismas causas. Es posible que energías incomunes y rasgos atmosféricos incidan en el comportamiento de relojes, cámaras y haces lumínicos, pero el concepto estrafalario de "curvaturas en espacio-tiempo" es simplemente una abstracción matemática y no elucida nada. Existe además el caso de un péndulo que osciló de 15 a 20 grados fuera de su vertical en el centro de un agroglifo, por acción de injerencias desconocidas.

Los efectos de estas obras en humanos varían con gran amplitud. Muchos sienten elevación de conciencia, entusiasmo o un sentido de paz y bienestar al permanecer dentro, e incluso hay testimonios de mejorías. Contrariamente, en otros agroglifos las personas experimentan náuseas, dolores de cabeza, desorientación, flujo menopáusico anormal, falta de claridad mental y cansancio excesivo. Sin embargo, también se han visto resultantes beneficiosas y negativas en figuras antropogénicas, por lo que no es sencillo distinguir los factores subjetivos/psicosomáticos de otros más objetivos (desde remanentes de pesticidas a energías inusuales), y dado que pueden estar implicadas fuerzas más etéreas en la aparición de agroglifos, cabe señalar que el orgón descubierto por William Reich se considera propicio para la salud, pero tiene efectos adversos en cantidades excesivas (Collins, 2009). Ésta representa una forma sutil de energía eléctrica, y en frecuencias muy altas se convierte en lo que Reich llamaba "orgón negativo" o "muerto" (encyclopedianomadica.org).

Los animales no son muy proclives a la sugestión, pero hay muchos eventos en que se comportaron de forma extraña al interior o cerca de figuras. Los perros a veces no quieren entrar en ciertos glifos, otros se ponen nerviosos o descontrolan, y algunos caen enfermos tiempo más tarde, mientras que otros no presentan ningún efecto adverso. Antes que emergiera un diseño en las cercanías, se ha sabido que los canes ladran incesantemente a primeras horas de la mañana, e incluso un pastor ovejero trató de morder un hueco que se formaba en una puerta de madera.

En ocasiones las ovejas se apartan de cultivos donde posteriormente surgen figuras; además, los caballos pueden negarse a cruzar el perímetro o expresan ansiedad. Se ha visto que las bandadas de gansos rompen formación al exterior de dichas obras, y los ciervos evitan diseños que bloquean senderos naturales. También los pájaros se mantienen alejados de glifos auténticos, inclusive si los vegetales con doblamiento ofrecen acceso a semillas.


08. Geometría

A comienzos de la década '90, el astrónomo Gerald Hawkins (fallecido en 2004) descubrió que los índices entre diámetros o áreas de las partes que integran los agroglifos se concentraban alrededor de ciertos números enteros: 2, 4, 5, 7, 9, 11 y 12. Estos dígitos se usan para crear las proporciones diatónicas que definen la frecuencia relativa de las siete notas en un piano*. Según su análisis de ratios ejemplificados en 25 diseños, Hawkins calculó que había posibilidad de 1 en 400.000 de que surgieran al azar. Aparte de las llamadas por aves y canciones de ballenas, las proporciones diatónicas no se dan en la naturaleza, y Hawkins concluyó que los glifos demostraban la gran pericia matemática de sus inventores. Escribió a Doug y Dave para preguntarles por qué usaron dichas magnitudes, pero nunca tuvo respuesta (Haselhoff, 2000, p. 57-61, 139-40; Silva, 2002, p. 193-200).

*Comenzando con C medio en el piano, la frecuencia de cada nota sucesiva en la escala se incrementa conforme a los ratios: C1, D 9/8, E 5/4, F 4/3, G 3/2, A 5/3, B 15/8, C' 2. La proporción es r =2n/12, donde n es un número entre 0 y 12. Los índices diatónicos de las siete notas ocurren cuando n es 0, 2, 4, 5, 7, 9, 11 y 12, mientras que los guarismos 1, 3, 6, 8 y 10 producen las alícuotas de tonos intermedios.

Hawkins develó que las múltiples proporciones se expresaban a modo de cuatro teoremas, basados en principios de geometría euclidiana, si bien aquéllos no figuran en el trabajo del autor griego. El astrónomo también sugirió un quinto teorema y más genérico, a partir del cual podían derivarse los otros cuatro. Planteó el desafío a los lectores de Science News y The Mathematics Teacher para encargarse de su teoría no publicada, dando sólo las cuatro variantes, pero nadie logró dar con resultados. En julio de 1995 aparecería una versión de dicha hipótesis, descifrada en el diseño "Torque" de Litchfield. La quinta premisa incluye círculos concéntricos que tocan los lados de un triángulo, y cuando éste cambia de forma, genera los ratios geométricos particulares de las formaciones.



Fig. 8.1. Los cinco teoremas de Hawkins: 1) tangente; 2) triángulos; 3) cuadrados; 4) hexágono; 5) general, en que la expansión y contractura de los círculos producen todos los índices diatónicos.

Es difícil labrar figuras -y en plena noche- que obedezcan a esas conjeturas, pero los creadores de glifos verdaderos consiguen trabajar a una tolerancia de 1%. La investigación de Hawkins se publicó mientras comenzaba el fenómeno, pero más tarde encontró que los diseños más elaborados aún comprendían tasas diatónicas.



Fig. 8.2. Las posiciones y los lados de esta obra (Oud-Beijerland, Países Bajos, 1998) se relacionan armoniosamente o con líneas de huella (tramlines), de acuerdo a los teoremas por Hawkins. El cultivo torcido está coloreado en amarillo (Janssen, 2004, p. 83-4; Haselhoff, p. 61-3).

Las siguientes reconstrucciones ilustran la geometría altamente compleja representada en muchas formaciones actuales.

Fig. 8.3. La "Red" de 1994 (fig. 3.9) está basada en geometría pentagonal, y ambas estrellas de cinco puntas calzan perfectamente (Janssen, p. 77-80).

Fig. 8.4. Melick, Países Bajos, 18 de julio de 1997. Las dimensiones trigonal, tetragonal, pentagonal y hexagonal se esconden entre el círculo medianero y los anillos sucesivos (Janseen, p. 22-3; Haselhoff, p. 64-7).


Fig. 8.5. "Flor del Sol", Woodborough Hill, Wiltshire, 13 de agosto de 2000, compuesta por 308 triángulos de cultivo indemne. Tiene una amplitud de 73 mts. y 44 espirales basadas en phi (ratio 1:1,618), siendo un modelo difícil de bosquejar incluso en papel (Silva, p. 111). El número áureo es una proporción que se encuentra en los reinos animal y vegetal.

Al examinar la capa de plantas intervenidas, a menudo se descubren senderos de cultivo con 30 cms. de ancho bajo el estrato genérico, que tienden a un flujo direccional distinto y asemejan "líneas de construcción". Claramente, las líneas debieron proyectarse por algún tipo de inteligencia, pero esto no significa que los patrones fueron hechos por humanos usando implementos mecánicos. Es interesante corroborar que los trazos-guía necesarios para reconstruir los agroglifos en papel pasan por áreas que en las plantaciones serían de vegetales indemnes; asimismo, dichos módulos pueden borrarse en el plano, pero no a nivel del terreno.

Fig. 8.6. Uno de los primeros agroglifos con geometría septenaria apareció en Tawsmead Copse, cerca de Alton Barnes, Wiltshire, el 9 de agosto de 1998 (fig. 6.2). Los trazos blancos en el diagrama izquierdo muestran las líneas-pauta que se hallaron en la formación. El esquema derecho ilustra todos los heptagramas y heptágonos exigidos para reconstruirla. En otras palabras, sólo dos de aquéllos estaban presentes en el diseño final (Janssen, p. 66-72).


Fig. 8.7. Arriba: los "delfines", Barbury Castle, Wiltshire, 23 de julio de 1999. Debajo: reconstrucción por Bert Janssen (p. 47-9). Dos triángulos son absolutamente necesarios para alinear y constituir las "lunas crecientes", pero ambos no están en la figura real.


Fig. 8.8. Arriba: East Field, cerca de Alton Barnes, Wiltshire, 3 de junio de 2007. Debajo: Milk Hill, 7 de junio de 2007. En un estudio pormenorizado, Bert Janssen demuestra que ambos glifos pueden superponerse, y la resultante engloba todo desde la geometría trigonal a eneagonal, junto con la cuadratura del círculo (sección 12). Tras estas líneas, vemos los planos trigonal, heptagonal y eneagonal (en rojo).





09. Falsificadores y pseudoescépticos

Los medios de comunicación han instruido inapropiadamente y desinformado al público, mediante una cobertura prejuiciada y negativa de los agroglifos, subrayando historias dramáticas de falsificaciones y no el estudio serio. Algunos investigadores cuentan que fueron persuadidos de visitar figuras antropogénicas, y cuando otros cayeron en la trampa de dictaminar una obra como verdadera, el engaño se utilizó para escarnecer al fenómeno completo. Esto equivale a decir que "si algunas personas son engañadas con perlas de imitación, por ende las genuinas no existen".

Eltjo Haselhoff fue entrevistado una vez al interior de un glifo, y esta es parte de la conversación:

"Periodista: ¿Piensa que esto es un hecho natural y simple?
Haselhoff: Probablemente no. El diseño es complejo en extremo, y no se parece a nada que veamos en estado natural.

P: ¿Podría ser un trabajo humano?
H: Por supuesto".

Cuidadosamente, Haselhoff evitó dar opiniones categóricas sobre autenticidad. Al concluir la entrevista se presentaron los tres hombres que habían producido la figura, en colaboración con el propietario del campo, y Haselhoff los felicitó. Este no era el escenario que los productores televisivos tenían en mente, por lo que la entrevista se editó antes que el documental se transmitiera, y Eltjo apareció señalando su primera réplica a la última pregunta anterior.

Ciertos detractores han recurrido a sabotajes. En un incidente se esparció limadura de hierro en tallos de un pictograma, tras lo cual se ridiculizaron los análisis químicos en plantas y suelo. Quizás tales acciones desesperadas y rastreras son evidencia del miedo y resentimiento de algunos. También hay casos de vándalos que añaden huecos en figuras que probablemente eran reales, al objeto de hacerlas parecer sintéticas.

En julio de 1990 y cerca de Bratton Castle (donde emergieron muchos diseños), se efectuó una operación de vigilancia conocida como Blackbird, a instancias de Colin Andrews y Pat Delgado. El terreno es propiedad del Ministerio de Defensa británico, y asistieron dos oficiales militares con cámaras de alta tecnología. En la segunda noche, Andrews recibió una llamada informando la aparición de un agroglifo complejo y que había sido filmado, pero incluso antes de examinar el caso, Andrews dijo irreflexivamente a los medios que era real. Sin embargo, resultó ser una broma pues todo lo que había era un tablero de horóscopo y una cruz de madera en medio del círculo principal, presumiblemente para culpar a seguidores de tendencias Nueva Era. Más tarde surgió evidencia de que el ministerio había dispuesto la creación de un diseño falso para desacreditar el fenómeno y a los pesquisantes. Diez días posteriores a la chanza, se originó un glifo verdadero y próximo a Bratton Castle mediante un remolino que duró 15 segundos, mas la cinta de video fue sustraída por desconocidos desde una gaveta hermética (Andrews, 2003, p. 131-6).

Como consecuencia inmediata del chasco por Doug y Dave en 1991, las patrañas aumentarían de forma drástica. En los dos años siguientes se apreciaron numerosas y pálidas imitaciones de diseños genuinos que comprendían caras sonrientes, palabras obscenas, dibujos infantiles y penes eyaculando. Desde entonces, varios grupos forjaron "talentos artísticos" más impresionantes, pero incluso los mejores empeños carecen de la complejidad en capas, sobreposición y desenvoltura de formaciones verídicas. Si bien las obras ficticias pueden ser prolijas, usualmente no muestran rasgos geométricos ni armoniosos, y los escépticos desdeñan ese atributo considerándolo "insignificante" y "mera casualidad".

Los falseadores tampoco logran reproducir las anomalías biofísicas vistas en apariciones espontáneas, como los tallos sin quebrar con nódulos alargados y cavidades-expulsión. Por ejemplo, en 2002 tres estudiantes novatos del Instituto Tecnológico de Massachusetts fallaron al replicar algunas irregularidades en plantas y suelo, descubiertas por el equipo BLT. Todas las figuras hechas por humanos conllevan peso ejercido sobre cultivos, provocando que se dañen y quiebren. En una formación auténtica, por lo común las semillas no están arrancadas de la inflorescencia, y los vegetales parecen continuar creciendo normalmente.

Otro problema es la cantidad de tiempo para realizar agroglifos, y ya el hecho de dibujarlos en papel implica gran esfuerzo. Producirlos en plantaciones necesita cálculos minuciosos, y los investigadores determinan que lleva muchos días supervisar los modelos más complejos. Normalmente éstos aparecen de un día para otro, y son pocos aquéllos a medio terminar o abandonados, incluso si los campos del sur inglés se monitorean desde el aire durante periodos cruciales.

El Complejo Julia de Stonehenge (fig. 3.11) tardó 15 minutos en originarse a plena luz diurna. Los testigos informaron ver diseños simples que se creaban en menos de 20 segundos, y es posible que el aplanamiento en pictogramas difíciles y reales invierta dicho lapso, aunque no se sabe cuánto demora prepararlos y con qué medios. También se conoce que algunos prototipos grandes, a veces casi idénticos, se manifiestan sobre áreas muy extensas en la misma noche.

Fig. 9.1. Conjunto Triple Julia, Avebury Trusloe, Wiltshire, 29 de julio de 1996. Los 196 círculos perfectamente graduados forman una espiral desde el centro, y se prolongan por un eje de 304 mts. La unión de los centros circulares correspondientes (en cada uno de los tres brazos) con las tres líneas genera una serie de triángulos equiláteros, girando en espiral, volteando y propagándose desde el núcleo al exterior con asombrosa precisión. Una firma estadounidense sostuvo que demarcar esta figura necesitaba de 3 a 5 días, agregando dos para el cálculo y tres si se ejecutara de noche.

Fig. 9.2. Rueda Beltane, cultivo de canola, Silbury Hill, Wiltshire, 14 de mayo de 1998. Este diseño de 33 flamas apareció entre las 3 y 5 a.m., y su centro no intervenido alcanza los seis metros.

Declarar construir una de estas obras es más fácil que componerla realmente. Los falsificadores se atribuyen pautas muy complejas con las que no tienen ningún nexo. Por ejemplo, tres bromistas autoproclamados "Equipo Satán-Fabricantes de Formaciones" decían ser responsables del grupo Julia en Stonehenge. Los charlatanes rara vez ofrecen pruebas de sedicientes trabajos, y desacreditan sus reclamos exponiendo ignorancia sobre ciertas propiedades de las figuras que aseguran crear.

Fig. 9.3. Remedo de la "flor de vida", Alton Priors, 1997. Los equívocos en la medición produjeron un completo desorden.

Junto con sus parodias, algunos reconocen que hay hechos paranormales genuinos, y declaran estar "conducidos" por las fuerzas que provocan figuras. En una ocasión, cierto equipo que retornaba para inspeccionar un glifo que había elaborado previamente localizó un nuevo patrón en el mismo campo y una bola de luz naranja que emanaba de él. Otro colectivo recién empezaba a fabricar un diseño cuando aparecieron dos esferas lumínicas que perseguían a los integrantes. Sólo en contadas oportunidades, las adiciones hechas sobre pictogramas falsos hacen que los detractores cumplan con proporciones de geometría mística exhibida en prototipos reales.

En el verano de 1991, Terence Meaden y una comitiva de científicos nipones vigilaban una dehesa con radares, magnetómetros, cámaras nocturnas y sensores de movimiento. Durante la niebla, apareció una pequeña obra con forma de "mancuerna", y ninguno de los sensores registró nada. De igual manera, un oficial castrense en el sitio de entrenamiento de Salibsury Plain encontró un glifo en pleno territorio minado y activo.

En 1995 surgió una estrella de cinco pétalos en la residencia campestre del músico Andrew Lloyd Webber en Kingsclere, pese a que el lugar era protegido las 24 horas del día por guardias. Los pesquisantes que rastreaban el pictograma con sensores y micrófonos serían detenidos a los pocos minutos de su arribo, pero nadie fue visto elaborando algo allí. Webber estaba de vacaciones en ese tiempo, y su personal lo llamó para informar el hecho. Se puso iracundo al estar convencido de que todas las figuras eran un "timo", y quiso saber cómo los "falsarios" transgredieron su dominio, mas entró en llanto cuando se le dijo que al parecer no habían terceros comprometidos.

Fig. 9.4. La formación que hizo llorar a Andrew Lloyd Webber... incluso cuando ni siquiera se molestó en observarla.

Fig. 9.5. Arquetipo de lunas crecientes basado en geometría octogonal, Ogbourne St. George, Wiltshire Downs, 15 de junio de 2003. Como el glifo de West Overton (fig. 3.20), las plantas se hallaron torcidas, y en el círculo del medio un desplazamiento vortical giró al exterior en ocho fases, con los tallos apenas tocando el suelo; entretanto, las plantas incólumes lucían "cepilladas" en 20°, como si alguien simplemente "acariciara" el trigo nuevo. Los vegetales se recuperaron en segmentos alternativos a lo largo de diversos nódulos, produciendo un resultado triple y no falsificable.

Es curioso que haya relativamente pocas ocurrencias de impostores sorprendidos en acción. Sólo un hombre fue formalizado por construir un agroglifo, ya que a menudo no se generan evidencias satisfactorias para incoar un procesamiento. El sujeto pagó 140 libras de multa en 2001 tras faxear por error una copia de su diseño a un conductor radial estadounidense antes de implementarlo. Otros engañadores obtienen permiso de granjeros para elaborar de antemano su "arte" en el cultivo y les retribuyen con dinero.

Fig. 9.6. En 1994 el escritor Arthur C. Clarke contrató cinco artistas a fin de plasmar este diseño de 10 pétalos con 27 mts., para un documental que ridiculizaba los pictogramas; les llevó dos días bajo luz solar, rompieron todas las plantas y practicaron agujeros en el suelo arcilloso. La reconstrucción superior por Freddy Silva (2002, p. 194) muestra discrepancias entre la geometría del suelo (blanco) y la requerida para el encuadre pentagonal (negro).

Fig. 9.7. En 1998 la NBC (National Broadcasting Company) reclutó al "Equipo Satán" para confeccionar una obra en Nueva Zelanda. El resultado se veía impresionante desde el aire, pero fue deshecho tan pronto como terminó la filmación, y a ningún investigador se le permitió revisar las capas de cultivo. Las fotografías terrestres evidenciaron un desorden de pedúnculos rotos y machacados, y eran tan reveladoras que se sacaron de internet con premura. Vemos así que el patrón completo falla al examinarlo con geometría triangular y hexagonal (Silva, p. 92). La NBC omitió mencionar que los responsables emplearon luz artificial suspendida de dos grúas con 40 toneladas, y la figura se delimitó con estacas y cuerdas antes de grabar. Aún en estas condiciones, tardaron unas cinco horas, mucho más tiempo que la cuantía de oscuridad disimulada en verano.

El número de imitaciones fluctúa por un amplio margen. Los últimos años han visto realces presumibles, en particular luego que en 2002 aparecieran películas sobre agroglifos. También hay mucha disparidad en las estadísticas sobre qué porcentaje de diseños en cada época son falsos, desde sólo mínimas cifras de casos reales hasta magros índices concernientes a faenas antropogénicas. Usualmente las formaciones que los embusteros declaran hacer componen cerca del 10% en una temporada normal, pero a menudo es más bajo el ratio de glifos que puede probarse como artificial en razón de aspectos tangibles. Se sabe por algunas fuentes que, para 2004, el 14% de figuras mundiales era creado por personas.

Levengood y su equipo detectaron anomalías biofísicas- en casi 300 formaciones analizadas- que en el 90% no pueden explicarse por aplastamiento mecánico, incluidos modelos enrevesados y círculos sencillos. Desafortunadamente, es imposible tomar muestras de cada figura al constituir un proceso extremadamente caro y absorbente que necesita estrictos protocolos científicos.

Fig. 9.8. West Kennett Long Barrow, Wiltshire, 10 de agosto de 2004. El canal televisivo National Geographic contrató al Equipo Satán para este nuevo remedo en otro documental anti-agroglifos, y los tres hombres cumplieron su cometido en cinco horas a plena luz del día. Sin embargo, el filme dio la impresión errónea de que el trabajo se hizo "durante la noche", puesto que además incluyó rodaje nocturno (con grandes reflectores) donde se pretendía mostrar cómo se aplastaba cultivo en un patrón ya existente (bltresearch.com).


10. Interacción con humanos

En varias instancias, los agroglifos parecen surgir en respuesta directa a los deseos de individuos y grupos, o comentarios hechos por ellos. Las fuerzas o inteligencias detrás del fenómeno estarían conscientes de dicho aspecto, o ser influenciadas por pensamientos y declaraciones.

Fig. 10.1. Una noche de 1988, Colin Andrews pidió en silencio que emergiera una cruz celta y tan próxima a su hogar como fuera viable, en el sur de Inglaterra. La formación exacta que había visualizado se manifestó al día siguiente en el campo más cercano sin cultivar, a seis u ocho kilómetros de donde vivía (Andrews, 2003, p. 32-3).

El 24 de julio de 1992 dieciocho miembros del grupo norteamericano CSETI, que estudia comunicaciones con alienígenas, realizó un experimento al aire libre donde visualizaban el logo corporativo en el cielo y un campo; su emblema consistía en tres círculos al interior de un patrón rectangular y unido con líneas, terminando por concretarse sobre un trigal la jornada posterior en Oliver's Castle. El 28 de junio de 1995 una sesión meditativa en el cerro Wolstonbury, West Sussex, y a cargo del Southern Circular Research, fue seguido por el nacimiento esa misma noche de una figura que exhibió el modelo concebido. La obra se localizó en Felbridge, perteneciente al mismo condado, pero no donde habían previsto los integrantes (Thomas, 2002, p. 44, 151-2).

El cineasta William Gazecki solicitó ver un pictograma, poco después que llegase a Reino Unido para filmar la película "Crop Circles: Quest for Truth" (2002), y esa noche aparecería uno justo fuera de la ventana de su habitación. En otra oportunidad, el inventor e ingeniero Mike Curry terminaba un periodo de vigilancia en Blackland, Wiltshire, tras ver una formación con silueta de mancuerna en un terreno completamente monitoreado y protegido por cámaras y rayos infrarrojos. El diseño eclosionó en medio de una pequeña niebla, sin que se detectaran intrusos. Curry dejó el sitio preguntándose si esto podía suceder en cualquier parte o momento, y al otro día se topó con una figura idéntica en el campo adyacente a su vestíbulo.

Una tarde y mientras volaban por el sur de Inglaterra, el piloto Busty Taylor comentó a Colin Andrews que le encantaría ver todos los agroglifos previos, en un sólo esquema impresionante. Tal figura se haría perceptible al día siguiente, bajo el aeroplano donde Taylor expresó su anhelo (Andrews, p. 162).


11. Las explicaciones

En los años 80, el meteorólogo Terence Meaden sugirió que la causa de los agroglifos eran remolinos de viento pequeños y específicos de aire ionizado, o vórtices de plasma, debido a irregularidades climáticas. Conforme siguieron proyectándose múltiples círculos de anillos, dispuestos simétricamente y con proporciones diatónicas en sus lados relativos, la hipótesis de Meaden sonaba cada vez más inverosímil. El especialista aducía que los vórtices se formaban en clima seco y tranquilo, y sólo en laderas de sotavento, pero nuevas figuras le controvirtieron al emerger en todas las circunstancias topográficas y climatológicas.

Las capas tortuosas de vegetales revelaron otros problemas. Por ejemplo, en un círculo de 16,45 mts. las plantas se arremolinaron en sentido horario y quedaron recostadas hacia el centro, con una banda sutil alrededor del perímetro espiral en forma antihoraria y extendiéndose desde el núcleo. Además, cuando los pedúnculos fueron erguidos, había un segundo nivel por debajo y aplastado contra el superior. Meaden, entonces, echó mano de la explicación climática, asegurando que el viento cambió abruptamente su dirección de giro. Los misteriosos fabricantes replicaron más tarde con un modelo de dos anillos en torno a un círculo, donde cada elemento contrarotaba al siguiente.

Fig. 11.1. "Esvástica", Winterbourne Stoke, Wiltshire, 12 de agosto de 1989. Estaba organizada en cuatro partes, y cada una fue "barrida" hacia el exterior de distinta forma. En el medio había un remolino de 2,7 mts., cuyas plantas cambiaron bruscamente de sentido tres veces antes de alcanzar los cuadrantes. Alrededor del contorno y parcialmente bajo aquéllos, se vio una franja con un metro en sentido horario. Así, el camino circular estaba concebido para venirse a tierra de modo sincrónico, y la figura dio otro golpe severo a los planteamientos de Meaden.

A comienzos del decenio '90, un círculo de 91 mts. y orbitado por tres anillos, cada uno con 15,24 cms., desarrolló un cuarto "aro" días más tarde, creando el patrón final de 304 mts. en ancho. Es altamente improbable que un vórtice de plasma descendiente "vuelva a incluir" una característica geométricamente perfecta y en un diseño hecho la semana previa. Los flamantes pictogramas que comprendían líneas rectas, cajas rectangulares, semicírculos y "garras", evidenciaron obstáculos mayores a la teoría por Meaden. Hacia 1991 y cuando surgió el tetraedro de Barbury Castle (fig. 3.6), estaba prácticamente muerta la hipótesis de que todos los agroglifos eran producidos por vórtices naturales y simples, sin "ninguna guía inteligente". En vez de reconocerlo, Meaden prefirió pasar por alto cualquier obra que su considerando no pudiera etiquetar como "falsa".

El equipo BLT concuerda con Meaden en varios aspectos, indicando que los diseños se forman por vórtices de plasma iónicos y autorganizados, pero constituirían sistemas no meteorológicos provenientes de la ionosfera, una zona donde el plasma débil es producido a unos 64 kms. de altitud. Se creyó por mucho tiempo en la desconexión entre ionosfera y superficie terrestre, pero hoy sabemos que los fogonazos eléctricos suelen ocurrir entre las nubes llamadas "yunques cumuliformes" (a una cota de 12 kms.) y dicho estrato aerífero. Los plasmoides podrían alcanzar el suelo, especialmente en horas previas al amacecer, y cuando descienden, la inflexión magnética hace que decrezcan y roten con más velocidad.

Asimismo, el trío adscribe a esta teoría los glifos no geométricos, donde se hallan el mismo doblamiento y elongación nodular en plantas, al igual que los trabajos reales. Aunque el plasma se organiza espontáneamente en un vórtice, si el nivel de energía se incrementa mucho, el patrón de aquél se rompe y las fuerzas actúan de modo inestable y caótico.

El BLT declara que ciertas capas de cultivo pueden ser resultado de la interacción entre dos vórtices de plasma con giros opuestos, pero ¿qué hay de los multiniveles numerosos y complejos? No es seguro si los estallidos muy breves de microondas intensas -emitidas por sistemas de plasma- eluciden completamente los alargamientos y cavidades explotadas, y tampoco la cristalización de minerales arcillosos. El vínculo de ambos fenómenos sugiere con mucha probabilidad que, cualquiera sea la causa del medro en cristalografía, también fue responsable de las anormalidades en vegetales. Más aún, las microondas pueden hacer que el terreno y las plantas queden estériles, pero ello raramente se constata en agroglifos.

Freddy Silva apunta a injerencias de ultrasonido e infrasonido que liberan cavidades de vapor dentro de pedúnculos, generando hasta 4700°C en una fracción de segundo, y dice que esto puede plegar los tallos, especialmente alrededor de la base donde el flujo hídrico es mayor, aunque su hipótesis continúa sin verificarse.

La evolución de los glifos durante casi 30 años no puede aclararse sólo por hechos "naturales" y "azarosos". Inclusive las figuras simples muestran ratios geométricos que no son del todo coincidentes, y es muy difícil que una energía "adventicia" produzca detalles exactos que complementan una obra anterior. Por lo regular el plasma se organiza en espirales, y el siguiente patrón más frecuente es un disco arremolinado de anillos concéntricos a su alrededor, pero el equipo BLT reconoce: "Es un desafío a la imaginación entender cómo algunos de los prototipos más abstrusos pueden surgir desde la física de plasma".

Los informes de personas que vieron eclosionar diseños, junto con sus secuelas en humanos, animales y máquinas, sugieren que no todos los casos se deben al mismo proceso. En ocasiones el cultivo es aplastado por vientos fuertes y se aprecian "túneles" o cilindros de luz que vienen del cielo; otras veces hay cuerpos lumínicos sin corrientes de aire, o el área sólo colapsa por acción de "manos invisibles". La alternativa de energías misteriosas cobra más realce si consideramos la elasticidad en texturas de plantas y los minerales convertidos en poliedros. Los vórtices plásmicos espontáneos podrían crear formas no geométricas y algunos círculos sin adornos, pero los ejemplos más impresionantes obedecen a comunicaciones palmarias y sistemáticas de inteligencia.

Como sucede con los resplandores vistos en agroglifos, aún permanece la duda de si éstos los fabrican, exploran o utilizan su energía, quizá conducidos por inteligencias superiores. Algunos actúan como criaturas inquisitivas o bioformas, y en el caso de los "tubos", pueden indicar que las figuras son proyectadas desde lo alto. Otras formaciones aparecen sin involucrar luminosidades, pero tengamos en cuenta que los psíquicos también captan lumbres invisibles para nuestros sentidos comunes.

Ciertas personas declaran que los glifos son "comunicaciones de extraterrestres", y hubo una fase en que el aplastamiento se imputó al "aterrizaje de platillos voladores". Cuando conocimos que los vegetales se arremolinaban sin estar machacados, el efecto se atribuyó a campos energéticos en los sistemas de conducción de las naves, y mientras los arquetipos se hicieron más complejos, decían que los visitantes usaban "rayos" o "sondas" bajo la apariencia de esferas luminosas.

Imagen de colinandrews.net.

Al tenor de razones ponderadas, los ovnis tienen que ver más con la interacción entre nuestro nivel tangible y las fuerzas/entidades astrales o ámbitos etéricos que rodean e interpenetran la Tierra, y no se vinculan tanto al arribo de criaturas extraplanetarias. Ciertamente hay paralelos con los agroglifos, siendo el ejemplo más notorio la presencia de ítemes brillantes, y al igual que en otras instancias el suelo queda muy compacto en áreas donde aterrizan naves, proponiéndose los estallidos intensos de microondas como teoría potencial. Los ovnis y figuras en cultivos pueden originar problemas de funcionamiento en equipo eléctrico, y los animales reaccionan extrañamente en lugares de encuentros con objetos desconocidos, o sus inmediaciones.

Los pictogramas y ovnis tienden a concentrarse en zonas próvidas como líneas de falla geológica y yacimientos hídricos. Una gran proporción de avistamientos para dichos fenómenos ocurre en vecindades de tierras calcáreas y acuíferos en el triángulo de Wessex al sur de Inglaterra; según varios radiestesistas, las formaciones propenden a sectores donde la energía terrestre es muy alta, permitiendo así su despliegue.

Algunos creen que muchos diseños en plantaciones son pruebas de rayos láser con tecnología militar secreta. Sin duda, existen organismos castrenses interesados en los glifos y luces misteriosas (u ovnis en general), pero no hay motivos para pensar que tengan una comprensión mayor que el público. Una línea de rastreo más prometedora -seguida por varios autores- es considerar energías terrestres no comunes, fuerzas etero-psíquicas e inteligencias susceptibles de relacionarse con nuestra mente individual o colectiva, pero de clase más terrena y no del espacio exterior.

La inteligencia involucrada podría ser humana (ya sea que se manifieste de modo concreto o ambiguo), pero en cualquier caso, las entidades debieran ejercer facultades paranormales y controlar energías sutiles (elementales o espíritus de la naturaleza) con la mayor precisión; a su vez, éstas pueden generar una serie de resultantes electromagnéticas medibles. Ocasionalmente, los nódulos vegetales expandidos y contrahechos se hallan en pastura indemne, tanto dentro como fuera de pictogramas, mientras que sus bordes tienden a ser definidos y exactos, indicando que la creación constaría de dos fases: a) el cultivo es "preparado" para recostarse en una orientación particular, y b) las influencias se desatan con el objetivo de torcer las plantas; asimismo, dichas fuerzas pueden desbordar los límites reales del campo intervenido.


12. Significados

Muchos piensan que los "agrodiseños" incluyen mensajes crípticos. Al igual que las tradiciones mitológicas, el simbolismo fomenta la imaginación y está abierto a diversas maneras de interpretarlo, pero varios pesquisantes coinciden en que estos glifos son "mandalas de esperanza" para nuestra "sociedad" corrompida.

En este caso, el círculo como elemento básico puede significar unidad, espacio ilimitado y el espíritu creativo universal o divino. Por ratos, las figuras con anillos o "círculos-satélite" asemejan diagramas de elementos químicos con sus electrones; verbigracia, un perímetro central rodeado por cuatro partes (quíntuplo) recrea el átomo de carbono, y también una cruz celta.

Cuando hay dos círculos de diferentes lados unidos por un trazo, puede connotar armonía entre los mundos físico y espiritual, mientras que la ausencia de vínculo expresa un rompimiento. Una circunferencia de amplio grosor indica el principio masculino, y un anillo solo -o perímetro con aro- el femenino; si se anexan por líneas, reseñan el matrimonio sagrado. No obstante, nadie ha conseguido descifrar si estos modelos e incluso "garras" vistos en pictogramas complejos a inicios de los '90 representan un lenguaje simbólico preciso. Cabe consignar que un número de ellos aparece en petroglifos antiguos (Silva, 2002, p. 146).

Fig. 12.1. Símbolo para la "diosa de la tierra", 2000 a. de C., y pictograma de Chilcomb, 1990 (Silva, p. 151).

Fig. 12.2. Petroglifos prehistóricos de una roca enterrada en Cochno, cerca de Bearsden, Escocia (Collins, 2009, p. 95). El arte megalítico exhibe muchos diseños primarios de agroglifos tales como anillos concéntricos acoplados mediante rayas.

Desde comienzos de los '90, la geometría mística desempeñó un rol crucial en los modelos cada vez más abstrusos. Dos círculos unidos producen una vesica piscis, emblema de la Era Pisciana y el nexo espíritu-materia; de igual modo, varios patrones encriptan el cuadrado en el círculo o la fusión de aquéllos.

Fig. 12.3. Variación de pentagrama, Dadford, Buckinghamshire, 4 de julio de 1998.

En las figuras se encuentran espirales, triángulos, pentágonos, pentagramas, hexágonos, heptágonos, octágonos, etc., cada uno con sus propias connotaciones. Por ejemplo, un triángulo equilátero representaría completitud; si es tridimensional, deviene una pirámide de cuatro lados, símbolo hermético clave y patrón de "empalme" con el ámbito mundano. Uno de sus ejemplos más conocidos es el glifo tetraédrico de 1991 en Barbury Castle (fig. 3.6.). En la alquimia antigua, los círculos en las puntas de un triángulo tetraédrico significan los tres elementos primordiales: sal, azufre y mercurio. La estrella de cinco puntas o pentagrama (que como el pentágono muestra la proporción del número áureo) tipifica al ser humano con sus extremidades prolongadas dentro de aquélla. El diseño de seis puntas o triángulos entrelazados (sello de Salomón o signo de Vishnu) ilustra el espíritu universal y la materia.

Fig. 12.4. Símbolo pitagórico del bienestar, Bishops Cannings, Wiltshire, 12 al 13 de julio de 1997.

Fig. 12.5. Patrón de nueve lados con seis lunas crecientes, Cherhill, Wiltshire, 18 de julio de 1999.

El glifo en "hélice" de Stonehenge (fig. 3.11) sugiere varias alternativas: el fractal por computadora bautizado como Grupo Julia, el símbolo clave en notación musical, la concha del nautilus u otras formas naturales, y un esqueleto de mamífero con el número preciso de vértebras. Algunos asocian el Conjunto Triple Julia (fig. 9.1) a la "rueda de alegría" tibetana (o gakyil), que constituye la energía prístina y también los tres niveles de iluminación en las enseñanzas Dzogchen.

Fig. 12.6. Rueda tibetana de la alegría y su contraparte (Silva, p. 162).

Fig. 12.7. Etchilhampton Hill, Wiltshire, 15 de agosto de 2008. La cruz es un símbolo que entraña el descenso del alma (vertical) en la materia (horizontal).

Fig. 12.8. Espiral dentada, Barbury Castle, Wiltshire, 1 de junio de 2008. Como se muestra abajo, encripta el valor de phi (3,141592654...) y el círculo se divide en 10 sectores de 36°. Comenzando por el medio, la primera parte pasa por los tres gajos, y al final hay un pequeño círculo que representa un punto decimal. Las siguientes fracciones encarnan los guarismos 1, 4, 1, 5, 9, 2, 6, 5, 4 (el décimo dígito en realidad es 3, pero se aproxima a 4 porque el consecutivo es 5). La espiral termina con tres pequeños aros (elipsis), indicando que phi es un número irracional que continúa infinitamente (Glickman, 2009, cap. 12).


La línea café (lado derecho) marca la posición de un borde del cuadrado (azul), cuyo perímetro es igual a la circunferencia del círculo exterior. Como éste último señala al espíritu y el polígono a lo tangible, la cuadratura del círculo (o circunferencia de cuadratura) mostraría un enlace armónico del cielo y la tierra.


Fig. 12.9. Crooked Solely, Berkshire, 27 de agosto de 2002, que interpretaría al ADN mitocondrial. El diagrama por Allan Brown contiene 1296 elementos posibles ("diamantes"), de los que 792 se hallan recostados y 504 permanecieron indemnes, siendo la proporción entre ambos 11:7. El ratio de la circunferencia de un círculo a su diámetro es 22:7, el que deviene 11:7 para un semicírculo; ídem, 504 es 7 x 72, mientras 792 resulta de 11 x 72. Estas series implican muchos aspectos fascinantes: por ejemplo, 5040 millas [8109 kms.] igualan al radio de la Tierra, más el de la Luna, y 7920 millas [12.743 kms.] componen el diámetro de aquélla. Es interesante verificar que las magnitudes relativas de dichos astros encuadran al círculo: el perímetro del cuadrado que incluye a la Tierra es de 31.680 millas [50.973 kms.], o la circunferencia de un círculo cuyo eje es igual al de nuestro planeta más el de la Luna (usando 22/7 como valor aproximado de pi).


Fig. 12.10. Ying-yang triple, Grey Wethers, Marlborough Downs, Wiltshire, 14 de julio de 2009. Su concepto es el equilibrio de los contrarios, o la dualidad convertida en uno, y este caso también incluye la cuadratura (azul) del círculo (rojo) (cropcirclesandmore.com).

Michael Glickman (2009, p. xvi-vii) escribe: "Los agroglifos son un reto a nuestra visión del mundo. El tema es ignorado asiduamente por científicos penosos quienes, admitiendo una ignorancia absoluta, persisten en clichés huecos y certidumbres artificiales. Los medios, por su parte, difunden noticias que terminan en malos chistes acerca de 'hombrecitos verdes' (...). ¿Cómo podría alguien con un mínimo de discernimiento asociar estos nobles y misteriosos emblemas, con las declaraciones de una tropa escuálida de farsantes y sus plagios?"

No obstante la gran renuencia a considerar estos diseños como algo más que burlas antropogénicas, lo cierto es que han dejado una marca indeleble en nuestra cultura. Su asombrosa belleza, donaire geométrico, simbolismo multicultural y orígenes inexplicables parecen tener el propósito de crear intriga, encanto e inspiración. Existe una inteligencia anónima tras la mayoría de formaciones, estimulando conjeturas a modo de "prueba intuitiva".

Los agroglifos se denominan "santuarios temporales", y es correcto que posean afinidad por centros religiosos milenarios. En Sudáfrica también les llaman "grandes círculos divinos": cuando aparecen, la gente les instala un cerco y efectúa danzas u otros ritos sagrados, honrando a la Madre Tierra y los "dioses estelares".

Colin Andrews añade que "los glifos incentivan los deseos más altos de paz e iluminación (...). Estamos siendo llevados a un aprendizaje, y las herramientas pedagógicas son los símbolos espirituales antiguos, mandalas y otros arquetipos naturales (...). Se nos está llamando a despertar, siendo nuestra responsabilidad comprender el mensaje y actuar" (2003, p. 164-5).

No se sabe por cuánto tiempo más seguirán manifestándose o evolucionando, pues cada año los hacedores invisibles continúan dando sorpresas con su genio creador. En algún momento, cuando el objetivo se cumpla y termine el acicate, los pictogramas desaparecerán de modo paulatino o veremos pocas instancias. Andy Thomas (2002, p. 174) concluye: "Disfrutemos de ellos mientras los tengamos, y valoremos su significancia por ser maravillosos de contemplar, al hacer felices a tantos y habernos modelado un poco y más sabiamente por las preguntas y asuntos que plantean (...). Si hay una cosa en que todos están de acuerdo, incluso los escépticos más duros, es que vengan de donde vengan, los agroglifos son arte del tipo más sublime (...). Si la gracia y belleza son todo lo que han traído a este mundo, tenemos razón suficiente para estar agradecidos".

Fig. 12.11. Flor con seis pétalos sin abrir, Golden Ball Hill, Wiltshire, 14 de julio de 2000.


13. Fuentes y créditos

Libros

Colin Andrews y Stephen J. Spignesi, Crop Circles: Signs of contact, Franklin Lakes, NJ: New Page Books, 2003.

Jerome Clark, Unexplained! 347 strange sightings, incredible occurrences, and puzzling physical phenomena, Detroit, MI: Visible Ink, 1993.

Andrew Collins, The New Circlemakers: Insights into the crop circle mystery, Virginia Beach, VA: 4th Dimension Press, segunda edición, 2009.

William R. Corliss (compilación), Science Frontiers: Some anomalies and curiosities of nature, Glen Arm, MD: Sourcebook Project, 1994.

Michael Glickman, Crop Circles, Glastonbury, Somerset: Wooden Books, 2005.

Michael Glickman, Crop Circles: The bones of God, Berkeley, CA: Frog Books, 2009.

Eltjo H. Haselhoff, The Deepening Complexity of Crop Circles: Scientific research & urban legends, Berkeley, CA: Frog Ltd., 2000.

Bert Janssen, The Hypnotic Power of Crop Circles, Enkhuizen: Frontier Publishing, 2004.

Lucy Pringle, Crop Circles: The greatest mystery of modern times, London: Thorsons, 1999.

Lucy Pringle, Crop Circles: Art in the landscape, London: Frances Lincoln Ltd., 2010.

Andy Thomas, Vital Signs: A complete guide to the crop circle mystery and why it is not a hoax, Seaford, East Sussex: SB Publications, segunda edición, 2002.

Freddy Silva, Secrets in the Fields: The science and mysticism of crop circles, Carlottesville, VA: Hampton Roads Publishing Company, 2002.


Videos/DVD

Michael Glickman y Patricia Murray, The Crop Circles: History & geometry, Crop Circle Radius, 1997.

Bert Janssen, Crop Circles: The research, Bert Janssen Productions, 2001.


Sitios web

-Temporary Temples, www.temporarytemples.co.uk.
-BLT Research Team, www.bltresearch.com.
-UK Crop Circles, ukcropcircles.co.uk.
-Crop Circle Connector, www.cropcircleconnector.com.
-Janet Ossebaard, www.circularsite.com.
-Bert Janssen, www.cropcirclesandmore.
-Frank Laumen, www.visiblesigns.de.
-Silent Circle, www.silentcircle.co.uk.
-Colin Andrews, www.colinandrews.net.
-Freddy Silva, www.cropcirclesecrets.org.
-Swirled News, www.swirlednews.com.
-Lucy Pringle, www.lucypringle.co.uk.
-Crop Circle Research, www.cropcircleresearch.com.


Créditos fotográficos

Steve Alexander: 0.1, 3.7-3.9, 3.11-3.13, 3.18a, 3.24, 3.25, 3.27-3.37, 4.4, 4.5, 6.3, 12.3, 12.7-12.10; Equipo BLT: 3.2, 5.1-5.4; Freddy Silva: 4.1, 4.6, 8.5, 9.5, 12.4; Frank Laumen: 3.16, 6.2, 9.8, 12.5; Bert Janssen: 3.21-3.23, 3.26; Colin Andrews: 2.1, 3.10, 9.1, 10.1; Janet Ossebaard: 3.14, 3.19, 12.11; Andrew King: 6.1, 9.2; Andreas Müller: 3.17, 3.18b; Lucy Pringle: 3.20; Werner Anderhub: 3.15; Chad Deetkin: 4.3; John Haddington: 3.4; Jason Hawkes: 3.5; Terence Meaden: 3.3; Ron Russell: 4.2; Busty Taylor: 11.1; Richard Wintle: 3.6; Secret Circle: 3.38.