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10 de septiembre de 2024

Oye, prostisofista, ¡nadie te debe nada!


Por todas partes encontramos sabandijas "espirituales/altruistas" o "incrédulas" que con una mano promueven y perpetúan injusticias o desbalances en pos de sus interese$ creados, y con la otra seducen mediante discursos de "tolerancia", "amabilidad" y "lucidez". Esta clase de monstruos (anarco-) zurdifachos no logra dominar sus mentes-emociones desequilibradas, con anclaje obsesivo en el pasado y futuro, y se repleta de especulaciones oscuras, miedos e inseguridades por muchas formas de rencor, ya sean motivadas en dictaduras, guerras civiles, expropiaciones, crímenes de lesa humanidad, malpraxis o teorías conspirativas, amén de sus estrategias para hacerse daño mutuo o anticipar movimientos.

No desean que les examines ni analices sus móviles sórdidos, ni ates cabos para entender cómo se las arreglan al objeto de continuar sus piruetas manipuladoras. Lo que más les agrada es romantizar o condenar en un modo fanático la "riqueza" o "pobreza" materiales, desdeñando por completo el escarmiento histórico de mucha gente acaudalada que terminó en miseria, puesta en prisión o muriendo a manos de delincuentes, y otros tantos ex-menesterosos (o los típicos "don/doña nadie") que "llegan arriba" y pierden su prestigio o bonanza, todo en nombre de los VICIOS que les condenaron merecidamente a esos destinos... por ser haraganes de consciencia.

Semejantes pelagatos son el origen real de la psicopatía bipolar y ultramaterialista que afecta a millones de personas en todo el mundo, haciendo de las redes sociales su medio favorito para conseguir "admiradores" o "ayudantes". Toda su perorata de monomanía la centran en el falso "equilibrio" entre materia-espíritu (tal vez ellos vivirán en ambientes perfectos, quién sabe) y socavado por ellos mismos, pero son los primeros idiotas en hacerse las víctimas cuando alguien o algo les hace daño o expone sus mentiras. Son ellos los responsables de esclavizar con ojerizas premeditadas, sádicos infernales que encuentran gozo en ventilar sus psiques tormentosas y buscando apoyo de pelmazos útiles en todas las clases sociales.

Durante siglos, muchas "autoridades" religiosas y políticas (incluyendo cómplices) se esmeraron intencionalmente para hacer que la educación ética no fuera parte del desarrollo humano íntegro, y en vez de eso instauraron dogmas a sangre y fuego, retrasando en cada oportunidad el avance correcto y armónico de nuestra especie. Hoy están pagando las consecuencias, y seguirán rindiendo cuentas carísimas, no obstante sus "consejos-tapadera" de practicar "relajaciones", "introspección contemplativa" o "emplazamientos inconcusos" que siguen estando dentro de marcos fisicalistas y "balsámicos".

Es una vergüenza mundial que las tendencias místicas más "importantes" sean todo un ejemplo de acobardamiento en su cometido, vendiéndose al (anarco-) zurdifacherío cortoplacista. De esta forma, es evidente que muchísimas "personas", a pesar de elegir torturarse con mentes/sensaciones desbocadas (propias o foráneas), no tienen las agallas de hacer sacrificios para alcanzar la verdadera felicidad, repitiendo ciclos de perfidia como su "herencia más sublime" para las generaciones venideras.

Ahondemos un poco más en las "cualidades" de estos holgazanes e inmaduros. En general, podríamos distinguir tres tipos de lamesuelas pro-sistema:

a) Gandules éticos. Siempre utilizan los conceptos de bien/mal con fines malévolos, encasillando de "maniqueos" a los individuos más atinados que saben poner límites. Se sabe que los psicópatas politicastros y terminales (es decir, quienes ya perdieron todo nexo interno con su consciencia) se comportan con fingimientos para atraer secundantes, y suelen alardear de mucho carisma, cometiendo sus salvajadas toda vez que las presas no oponen resistencia.

Apenas olfatean que están siendo descubiertos, dichos soberbios y lamepatas con ínfulas de "impermeabilidad" despliegan el rol de víctimas a su antojo. Esta clase de charlatanes suele imponer su "ética a la carta", fluctuando entre amabilidad y prepotencia, y como creen vivir en un mundo "hecho a la medida", nunca admiten su parte de responsabilidad toda vez que son objeto de humillación o burla merecidas. Por ende, sus seguidores "deben" consentirles y los demás son "perversos". En pocas palabras, se revisten con una falsa autovalía porque tratan de convertir a otros en forofos de arbitrariedad.

También les da igual mentir o tergiversar con miras a "ganar discusiones" (cuando en realidad las pierden desde el comienzo). Uno de los ejemplos más insolentes y tóxicos es el cacareo mediático en torno a los mal denominados "debates electorales", cuyos representantes comodones apelan todo el tiempo a exaltaciones brutas y bajos instintos en los consignatarios.

b) Pelafustanes emocionales. Al tenor de múltiples observadores, esta puede ser la plaga de mayor incidencia actual. Probablemente la mejor clave de su "éxito" consiste en una búsqueda enfermiza de aprobación, pero que a la larga resulta en un total fiasco. Es muy curioso que cierta manada de psicopatrañeros e influenciadores bi-mamelucos de "todo-perfectismo" asegure "estar satisfecha con su vida y circunstancias", aun cuando se obsesiona a diario con cumplidos ajenos para adoctrinar en sus "credos infalibles". Se nota a leguas que su "verdad absoluta" los tiene "muy complacidos"...

Muchos personajes de inodoro, trastornados y narcisos se deleitan infligiendo desasosiego, creando polémicas descontextualizadas o baladíes, y cargan siempre los malentendidos en otras espaldas. Por eso, no es verdad de que "asumen el control de sus dichos o actos", ignorando con excusas de toda laya lo que sus audiencias comprenden o interpretan. Según ellos, "jamás se toman nada personal", pero viven dando explicaciones no solicitadas, por cuanto les calza bastante el dicho "tirar la piedra y esconder la mano, es de villanos".

Otra subespecie de flojos excrementales la componen los sensibleros incurables que no asimilan otros vericuetos de realidad y huyen del orden ético, viviendo encerrados en sus constructos ególatras y repartiendo tufos victimistas de "alegría" o "tristeza" a dondequiera que vayan. Tienen mucha experiencia en melodramatizar con perdones facticios y prejuzgando aquéllo que les genera menos éxtasis sensualista, en aras de su "inteligencia emocional" y "superior" al resto. Así, terminaron por infectar todos los principios valóricos en las "religiones" y el cinismo colorido "Nueva Era", involucionando con gravedad paulatina hacia lo que algunos llaman "supermercado místico", y también la dictadura de "compasión babienta", pues hoy por hoy casi nadie se atreve a poner el dedo en la llaga promoviendo instancias de diálogo responsable y cristalino para localizar o expulsar elementos pútridos.

Asimismo, y referente al tipo previo, esta banda de facilones "ilustrados" nunca acepta intercambiar ideas ni aprender con transparencia, menos todavía si se trata de contextos públicos, porque necesitan el apoyo y las órdenes contumaces de sus dueños bajo el más turbio secretismo. La espontaneidad para ellos no existe; lo más apremiante es fingir las poses, siempre maquilladas de acuerdo con sus objetivos infames.

c) Zánganos mentales. El caso más difundido actualmente es la paranoia conspirativa entre zurdeques y derechistoides ociosos. Uno se pregunta cómo pueden llegar a esas cotas de vagancia adictiva, siendo que es innecesario especular cuando en nuestros trabajos, familia o vida social hallamos tanto gente mala como bienintencionada. Esto recuerda mucho a un artículo que compuso William Judge en la revista teosófica The Path, para un lector que inquiría cómo reconocer magos negros en la cotidianidad. Judge fue lacónico y directo: si no tienes motivos para convertirte en uno de ellos, entonces no te servirá de nada saber los pormenores, pues semejante atrae semejante. De esta manera, las paranoigallinas son auténticas buenas para nada al discernir entre conocimiento provechoso e inútil, creyéndose "paladines" de misticismo y, obviamente, anhelando que todos los extraterrestres e "Illuminati-satanistas" sepan de su actividad, por ser muy peligrosos e intocables al poseer la "certeza definitiva". Quizás varios youtubers o tiktokianos podrían agradecer sin ambages ni rodeos a sus "enemigos de la Matrix" por dejarles la lengua enterita... si es que antes no se les cae o enreda para candidatearse a un trasplante, pobrecitos.

También hay que mencionar su especial predilección por la estulticia del "mal menor", no obstante sus arengas llenas de "fraternidad" en ocasiones concretas. Esta es la causa de que ventilen contenidos para atosigar audiencias/lectores, cayendo en permanentes incongruencias conductuales y reflejando su pereza de mantener hilos discursivos o argumentos sólidos, haciéndose los melifluos o dominadores según corresponda a las instrucciones o pagas recibidas. Esa característica los lleva sutilmente a desplegar orgullo intelectual/pedantería y disonancia cognitiva cuando se les presentan hechos o constancias que remecen sus estructuras demoníacas.

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Es tu condena diaria creer a rajatabla que tu "izquierdita" o "derechita" de burdel te deben otorgar "decencia" o una "buena imagen", ya que no fuiste capaz de creártelas por ti mismo (a). La premisa más desafiante en ello es aceptar, desde una postura adulta, que tu papi-mamistema sólo te enseña los vicios que conoce, y nada más. Por lo tanto, y conforme vas creciendo, forjarte los principios y autonomía valóricos que te faltan son sólo TU RESPONSABILIDAD, y SÓLO TÚ debes proporcionártelos. Dice una sentencia que "no eres culpable por la programación venenosa que te inculcaron en tu madurez de pacotilla, pero como grandulón (a) y viejo (a) que eres, te haces 100% consciente y metódico al buscar soluciones".

Los anarco-zurdifachos mediáticos, superficiales, de mala vida y peor muerte se tornan más que ridículos ante la existencia mundana, cada vez que asumen el papel tenaz de rezongones por "lo mal que actúan" otros, o pensando que "podríamos estar mejor si se extinguieran -o nos hicieran caso- aquéllos del frente contrario" para obtener "más reconocimiento o aprecio".

Estos infantes bravucones, deschavetados, cotorrientos y básicos no ganan dinero honradamente, no tienen habilidades de crear ni mantener familias, y tampoco hacen lo necesario para ejercitar la confianza en sí mismos, sin apoyarse en las muletas dicotómicas del papi-mamistema. Un niñato como éstos siempre espera que aquél haga todo con tal de "no sentirse perdido", por cuanto su único destino es bloquearse o padecer estancamiento a todo nivel, y de aquí la fanfarronería de "tapar sus vergüenzas" dándoselas de "intelectuales", mostrando desesperación por "regalar" su "bondad" y que todo el mundo les aplauda. Los ñoños malcriados detestan la frialdad racional y el análisis en perjuicio de ellos, al ser indignos de la "almohada perfecta" que les aguante el peso de su "conciencia" manipuladora.

Seamos claros: si ya tienes la edad suficiente, NADIE está obligado a echarte crema en el trasero ni disimulártelo con billetes cuando te deshonren los del "bando antílogo", y ahora la responsabilidad de CUESTIONAR y RENUNCIAR a tu pantano calientito es sólo TUYA. Lloriquear por chupetes ideológicos y falsos paradigmas es de vagos "cuchi-cuchi", pedorrientos hechizos y envidiosos de neuronas. Los fuertes jamás demuestran ni sienten compasión por gente diabólica, venga de donde venga, arropada con el pellejo ovino y cagueta de lo "políticamente correcto". Ciertamente y desde esa óptica, es "muy inspirador" vivir con miedo y resentimiento bajo un disfraz de "autoestima" y arrastrándote con clichés.

Ambos lados -y sus extremos- se la pasan sufriendo en un masoquismo patológico, y esperan que sus "amos todopoderosos" les brinden todas las energías o pautas para sacarlos de la desgracia personal. Es evidente que jamás apreciarían la ayuda de personas realmente amables, porque dependen de traiciones, malquerencias y una serie de delitos que continúan impunes. No tienen la iniciativa para levantarse y seguir un camino de libertad honesta, y en su lugar gimotean por "trabajo" a esperpentos individualidiotas/colectivimarranos. Lo que les obsesiona es camuflar su dolor, limosnear al poder establecido o clandestino, y armar rabietas por todas las circunstancias en que "nadie escuchó su gimoteo sincero" al negarse a quemar puentes o averiguar caminos alternativos de bienestar.

Nadie os debe absolutamente nada, filosoretes y odiosos remunerados de cuarta. No tenéis derecho a nada sólo por existir, pues ¿para qué querríais vivir con seriedad si en el fondo sentís que muchos aspectos "no funcionan", aguardando que otros acarreen el peso de vuestros desencantos y "errores"? Lo mejor de todo es que más personas los ignoran, y el "espejito de proyección" no servirá de nada en el juicio inclemente que hará la posteridad.

Aquila in Terris