17 de marzo de 2022

Quince conceptos erróneos sobre el budismo

Sin ningún orden particular, presentamos algunos conceptos falsos y comunes acerca del budismo que tienen muchas personas en todo el mundo, junto con los hechos reales del asunto.

01. El “Buda sonriente”

Prejuicio: El Buda obeso que ríe representa a Gautama Buda, el fundador del budismo.

Realidad: El Buda original y el llamado "Buda sonriente" no son idénticos; sin embargo, muchos occidentales piensan que sus imágenes y estatuas representan al mismo individuo. Siddhartha Gautama, el Buda, vivió hace 2.600 años en India y fue un príncipe hindú que se convirtió en asceta, para luego devenir maestro espiritual y fundador del budismo. Por otro lado, el Buda sonriente era un hombre conocido como Budai o Pu-tai que vivió hace 1.100 años en China (es decir, 1.500 años después de Buda) y fue un monje budista excéntrico de legendaria generosidad y jovialidad. "Buda" significa "Despierto" o "Iluminado", mientras que "Budai" tiene una denotación bastante menos elevada, ya que se traduce como "costal de tela".

Izquierda: representación artística del Buda real. Derecha: el "Buda sonriente" o Budai, nada que ver con el verdadero.


02. La creencia en Dios

Prejuicio: Los budistas creen en Dios.
Realidad: La creencia en “Dios” es totalmente incompatible con la filosofía budista. Buda no creía en Dios y ningún verdadero seguidor actual cree en aquello, y de hecho esta idea de divinidad es una de las principales causas de problemas y sufrimientos en la humanidad. El budismo ni siquiera acepta la noción de un Dios impersonal, y mucho menos la teoría ilógica y antifilosófica de un “Dios” antropomórfico y personal. Algunas tradiciones budistas Mahayana reconocen varias deidades como Avalokiteshvara, Tara y Manjushri, pero se habla de ellas como "seres santos e iluminados", ninguno de los cuales es la Deidad y tampoco son figuras supremas de Dios.


03. Agnosticismo/ateísmo

Prejuicio: El budismo es una religión agnóstica o atea.
Realidad: El budismo no es ni agnóstico ni ateo. Literalmente, un agnóstico es alguien que "no sabe" o que no está seguro de algo, mientras que el credo budista no sostiene una opinión agnóstica, insegura o indecisa acerca de si hay un Dios o no, y así adopta la postura muy definida de que no hay ningún Dios. ¡Pero esto no significa que los budistas sean ateos! El budismo no es ateísta, sino es completamente no teísta. Existe una diferencia sutil e importante entre ambos: el punto de vista ateo es que "no existe nada divino o espiritual", mientras que la opción no teísta es que esos aspectos místicos existen de manera definitiva e indudable, pero señala que no existe nada que pueda describirse o concebirse como "dios". No hay Dios sino la VIDA o ENERGÍA DIVINA Única, Absoluta, Infinita y Omnipresente. Sin embargo, pensar o referirse a esto como "Dios" invariablemente llevaría a malentendidos y tergiversaciones.


04. "Buda es Dios"

Prejuicio: Los budistas adoran al Buda como Dios.
Realidad: Buda inequívoca y repetidamente negó ser Dios y prohibió que las personas lo adoraran o le dirigieran oraciones. Los budistas tienen una gran reverencia, respeto y amor por este Maestro, pero no hay nada que permita que lo vean como Dios y ciertamente no le rinden culto en el sentido de que los teístas adoran a su (s) Dios (es). En algunas formas del hinduismo se ve a Buda como un avatar o encarnación de Vishnu y, por lo tanto se le glorifica y reza como encarnación de un Dios antropomórfico. Sin embargo, tanto Buda como la religión del budismo repudian tal noción.


05. "Derivado del hinduismo"

Prejuicio: El budismo no es más que una rama del hinduismo.
Realidad: Algunas personas, sobre todo seguidoras de la religión hindú, ignoran casualmente el budismo diciendo que es "simplemente una rama del hinduismo" y nada más. Se puede decir verdaderamente que de cierta manera el budismo comenzó como una extensión del último. El propio Buda era indio e hindú por nacimiento y algunas de sus enseñanzas principales eran muy similares o incluso iguales a algunas de las formas hinduistas más filosóficas. No obstante, también hubo algunas diferencias profundas entre ambos sistemas desde el principio, por cuanto descartar todo el vasto credo budista- tal como se presenta hoy en todas sus variadas formas, enseñanzas y ramas alrededor del mundo- como nada más que un "derivado del hinduismo" es una muestra de burda ignorancia o un complejo de superioridad religiosa, ninguno de los cuales tiene lugar en este siglo XXI. 


06. "Después de Cristo"

Prejuicio: Buda vivió después que Jesús.
Realidad: Por alguna razón, muchos tienen la idea extraña y completamente injustificada de que Buda vivió después que Jesús. Incluso ciertos cristianos evangélicos utilizan esta creencia ignorante para proclamar que Buda fue uno de los "falsos profetas" o "falsos maestros" de quienes Jesús advirtió que vendrían a la Tierra en el futuro para engañar a los incautos. Sin embargo, el hecho es que Siddhartha Gautama (Buda) nació en la Luna llena de mayo (Wesak) en 623 a. de C.  y falleció en 543 a. de C. En otras palabras, nació hace 2.636 años y murió hace 2.556; por tanto, éste último y la doctrina que fundó precedieron a Cristo y al cristianismo por más de 500 años. Si bien no hay pruebas legítimas o sólidas sobre la vida y los tiempos de Jesús, sí hay evidencias históricas suficientes para probar la existencia de Buda.


07. "Todo vale"

Prejuicio: El budismo es una religión donde "todo da lo mismo".
Realidad: El budismo abunda en preceptos morales/éticos muy firmes y definidos. La esencia misma de las enseñanzas de Buda es la antítesis del deseo y la sensualidad, afirmando inclusive que "el disfrute del placer sensual es la matriz del dolor" y enfatiza constantemente la restricción de los sentidos y alienta el autodominio completo, levantando así un estandarte de perfecta pureza y santidad de vida.


08. Recitaciones para beneficios materialistas

Prejuicio: El budismo incluye recitaciones para recibir bendiciones materiales.
Realidad: Es cierto que hay ciertas formas de budismo (y en particular una rama de la religión japonesa cada vez más popular) que alientan a sus seguidores a pronunciar ciertos mantras para hacerse "ricos y exitosos". Esta es una verdadera desgracia que en los últimos tiempos ha provocado que el budismo se tergiverse y malinterprete seriamente entre muchos occidentales que no están bien informados. Tales prácticas son, por supuesto, la misma antítesis del budismo y las enseñanzas de su Fundador y nadie que haya leído Sus preceptos por iniciativa propia (o que sepa algo sobre Su vida) podría ser presa de tales nociones delirantes e incluso peligrosas. Decimos “peligrosas” porque según el mismo Buda la continuación e intensificación del deseo produce la concreción y perpetuidad del sufrimiento.


09. Pensamiento positivo

Prejuicio: El budismo trata sobre el pensamiento positivo.
Realidad: Una de las declaraciones más conocidas de Buda es que "con nuestros pensamientos creamos nuestro mundo y al mundo en general". Un estudio de este precepto nos muestra que las ideas determinan las acciones y que es nuestro comportamiento lo que crea el Karma individual, o dicho de otro modo el destino creado por nosotros mismos; pero cada acción es resultado de un pensamiento y por tanto Buda hablaba en este sentido. Algunos de los entusiastas actuales del "pensamiento positivo" y la "ley de atracción" han descontextualizado deliberadamente Sus palabras y doctrina para emplearla como “apoyo” para sus propias teorías. Como hacen algunos, es francamente ridículo decir que Buda enseñó que podemos crear y manifestar la "vida de nuestros sueños" a través del pensamiento positivo y la visualización, etc, porque es totalmente contrario a la esencia del budismo.


10. "Todos los budistas son iguales"

Prejuicio: Toda la doctrina budista es la misma.
Realidad: Así como hay muchos tipos diferentes de cristianismo -algunos de los cuales tienen creencias y prácticas muy diferentes entre sí-, también existen muchas variedades de budismo. Las dos formas principales son Theravada y Mahayana, y aunque las enseñanzas fundamentales básicas de ambas son más o menos iguales, difieren enormemente en muchos otros aspectos. "Theravada" significa "doctrina de los ancianos" y es más antigua que el sistema Mahayana, aunque ambas se desarrollaron originalmente en India mientras que el budismo aún eclosionaba en esa región.

En ocasiones la escuela Theravada se denomina "Hinayana", que significa literalmente "pequeño vehículo", mientras que "Mahayana" quiere decir "gran vehículo". Muchos partidarios del budismo Theravada ven a Mahayana como muy distorsionado y falso, mientras que los acólitos del segundo no tienen problemas con aquél, aparte de considerarlo muy incompleto y poco extenso, particularmente porque no reconoce ni enfatiza el ideal del Bodhisattva que es central y definitorio en la doctrina Mahayana. El Theravada también se conoce como “budismo del sur” y está presente en países como Tailandia, Camboya, Myanmar (Birmania), Sri Lanka (Ceilán), Malasia y Singapur. El credo Mahayana también es denominado “budismo del norte” y es característico de Tíbet, Nepal, Bután, Mongolia, China, Japón, etc. Se dice que el budismo vietnamita muestra una fuerte influencia de Mahayana y Theravada y no se puede categorizar definitivamente. 

Incluso dentro de estas dos escuelas hay cientos de filosofías, enseñanzas y presentaciones diferentes; por lo tanto, no hay un sólo aspecto específico que pueda llamarse simplemente “budismo”, lo cual hace de él una religión muy diversa.


11. El Dalai Lama

Prejuicio: El Dalai Lama es el líder mundial del budismo.
Realidad: Aunque hoy el Dalai Lama es probablemente el líder budista más prominente y conocido en el mundo, no es el jefe del budismo a escala global. No existe tal noción de un “cabecilla”
general en esta religión. El Dalai Lama es figura espiritual de la escuela Gelugpa del budismo tibetano, una de las cuatro ramas principales de dicho credo en esa región asiática, mientras que las otras tres formas tienen sus propias jefaturas. Sin embargo, dado que los Gelugpas eran la forma gobernante del budismo en Tíbet, el Dalai Lama también cumple el rol de ser líder espiritual del pueblo tibetano en general y aparentemente tiene más autoridad e influencia que cualquiera de los otros jefes budistas tibetanos. 


12. Fatalismo

Prejuicio: El budismo es fatalista.
Realidad: El concepto de la Ley del Karma y la Reencarnación es un principio fundamental del budismo y en todas las religiones indias. Pero el karma no es fatalismo... ¡sino todo lo contrario! La enseñanza del karma gira en torno al concepto del destino creado por uno mismo, siendo ésta la ley de causa y efecto, acción y reacción, secuencia y consecuencia. Sostiene que por cada causa que ponemos en movimiento a través de acciones, palabras y pensamientos habrá un efecto correspondiente que volverá a nosotros, ya que fuimos los creadores de esa injerencia, y además estamos movilizando continuamente variadas causas. 

Es evidente que esto podría ser positivo o negativo, bueno o malo, dependiendo de la clase de motivo que hayamos puesto en marcha. La Ley de Karma no es ningún tipo de "retribución/castigo divinos" (el budismo sostiene que no existen tales), sino simplemente el medio por el cual el Universo mantiene su equilibrio y armonía.

En esta vida actual podemos estar cosechando efectos de causas que creamos durante vidas anteriores y en las existencias futuras nos enfrentaremos con los resultados de las motivaciones que establecemos aquí y ahora. Así, esta enseñanza inspira al individuo a darse cuenta de que no existe el destino, la suerte o el azar porque somos los únicos responsables de nuestro propio sino, todo lo cual estimula a la persona a vivir de manera consciente e inofensiva, como también desear concebir sólo causas buenas, positivas y beneficiosas por el bien de la humanidad.


13. Pesimismo

Prejuicio: El budismo es pesimista.
Realidad: Una mirada superficial a los principios fundamentales del budismo puede hacer que parezca una “filosofía pesimista”. Vemos a Buda repetir una y otra vez que "toda la vida es sufrimiento", "no hay dolor como la existencia personal", "todo lo que existe es impermanente y está sujeto a la decadencia y la muerte", "el deseo es la causa de todo sufrimiento", etc., y podríamos hacernos la idea de que esto representa "tristeza y fatalidad pura y simple". Pero si miramos más allá comprobamos que Buda no se detuvo allí y lo vemos diciendo: "Existe una manera de salir del sufrimiento”, “hay una forma para liberarse de todo dolor y desdicha”, “he encontrado el camino y también te lo puedo mostrar". De hecho, el budismo es realista y al mismo tiempo optimista y así muchos seguidores de Buda son algunas de las personas más alegres y pacíficas que existen.

[N.del T.: como ex estudiante de budismo, complemento lo anterior con un matiz importante a considerar: muchas veces el optimismo y el pesimismo corresponden únicamente a estados emocionales transitorios e inmaduros basados en falsas expectativas/consideraciones de la realidad personal; por tanto, la verdadera alegría proviene de un entendimiento y aplicación adecuados de los principios espirituales]. 


14. "Yoga físico"

Prejuicio: El budismo enseña prácticas físicas de yoga.
Realidad: El Hatha Yoga, práctica corporal que incluye ejercicios de estiramiento y diferentes posturas, tan populares hoy en Occidente, no tiene nada que ver con el budismo. Dicha disciplina tiene su origen en el hinduismo, pero incluso en éste último se le conoce como el "yoga inferior/más bajo". Cuando Buda habló de "yoga" se refería al ejercicio consciente y desarrollo de la mente y la concentración meditativa. Antes de alcanzar la Iluminación, Buda gastó mucho tiempo y esfuerzo en prácticas físicas de yoga, pero finalmente llegó a la conclusión de que tales cosas eran inútiles y sin valor y siempre lo decía.


15. "Sólo un hombre sabio"

Prejuicio: Buda era sólo una persona sabia, un dispensador de dichos sabios y concisos.

Realidad: Esta visión bastante estrecha sobre Buda probablemente se deba en gran parte a la gran cantidad de "citas" que se pueden encontrar en internet. Tales aspectos tienden a ser muy populares en redes sociales como Facebook, a pesar del hecho de que un gran porcentaje de dichos proverbios son falsos y no se originan en la doctrina budista, pero si la gente no investiga por sí misma nunca se percatará de eso ni lo considerará [como el peligroso “aforismo” budista de “todo lo que odias en otros es una proyección de ti mismo (a)”, como si todos fuéramos iguales y el mal humano no existiera]. Por cierto la sabiduría de Buda fue increíblemente profunda y sus frases son verdaderamente inspiradoras, pero también enseñó una filosofía espiritual definida, intrincada, extensa y desafiante y no se limitó sólo a recitar sermones.