David Pratt
Mayo 2012, noviembre 2025
01. El mito moderno de la Creación
02. Contorsiones espaciales
03. Controversias sobre el corrimiento al rojo
01. El mito moderno de la Creación
Según el modelo del Big Bang, el Universo comenzó a expandirse hace 13.800 millones de años, y debido a cierta "transición de fase" espontánea, el espacio fue sometido a una "misteriosa fuerza antigravitacional" que provocó su aumento trillones de veces más rápido que la velocidad de la luz durante 10-33 segundos, un evento conocido como "inflación cósmica". El Universo observable hoy tiene un diámetro aproximado de 93.000 millones de años luz, pero cuando comenzó la inflación poseía sólo 8 x 10-29 milímetros en diámetro. De pronto creció en modo exponencial, duplicando su tamaño 95 veces en una fracción de segundo, hasta alcanzar 1,8 mts. de diámetro (1). Luego la amplitud del espacio se ralentizó, y la energía liberada creó un plasma extremadamente caliente y denso de partículas y radiación. A medida que el Universo se enfriaba, comenzaron a formarse átomos, seguidos de estrellas, galaxias y planetas.
Según el modelo del Big Bang, el Universo comenzó a expandirse hace 13.800 millones de años, y debido a cierta "transición de fase" espontánea, el espacio fue sometido a una "misteriosa fuerza antigravitacional" que provocó su aumento trillones de veces más rápido que la velocidad de la luz durante 10-33 segundos, un evento conocido como "inflación cósmica". El Universo observable hoy tiene un diámetro aproximado de 93.000 millones de años luz, pero cuando comenzó la inflación poseía sólo 8 x 10-29 milímetros en diámetro. De pronto creció en modo exponencial, duplicando su tamaño 95 veces en una fracción de segundo, hasta alcanzar 1,8 mts. de diámetro (1). Luego la amplitud del espacio se ralentizó, y la energía liberada creó un plasma extremadamente caliente y denso de partículas y radiación. A medida que el Universo se enfriaba, comenzaron a formarse átomos, seguidos de estrellas, galaxias y planetas.
Extrapolar dicho fenómeno hacia el pasado utilizando la teoría de relatividad general resulta en una "singularidad" gravitacional de densidad y temperatura infinitas, y volumen cero en un tiempo finito del pasado (t= 0). Para evitar la idea absurda de que el Universo surgió desde una singularidad infinitesimal, algunos teóricos como Stephen Hawking inventaron la noción igualmente fantasiosa de "singularidad difusa". Antes de 10-43 segundos después del Big Bang, cuando el Universo comportaba 10-33 cms. de diámetro y tenía 1032 Kelvin, la distinción entre espacio y tiempo se "emborronó" mediante fluctuaciones cuánticas, de modo que nunca puede formarse un punto infinitesimal, y por ende el origen del Universo no advino en un momento preciso, sino que está "esparcido" (2).
Algunos "big-bangers" incluso afirman que el Universo se originó cuando una minúscula burbuja de "espacio-tiempo" con 10-33 cms. surgió espontáneamente "de la nada", como producto de una "fluctuación cuántica aleatoria" (3). Alan Guth y Paul Steinhardt, quienes desarrollaron la idea de inflación, escribían: "El modelo inflacionario comprende un mecanismo plausible, mediante el cual el Universo observado pudo evolucionar a partir de una región infinitesimal. Resulta tentador ir un paso más allá, y especular que aquél se desarrolló literalmente de la nada" (4).
Paul Davies y John Gribbin manifiestan: "Literalmente, el Big Bang fue la creación abrupta del Universo desde la nada, sin espacio, tiempo ni materia, siendo así una conclusión extraordinaria: el cuadro de todo el Universo físico que simplemente aparece desde el vacío" (5). Esta teoría no es sólo "extraordinaria", ¡sino totalmente absurda!, pues si no había espacio, materia y ninguna energía antes del hipotético Big Bang, entonces obviamente no había nada que experimentara una fluctuación aleatoria, y en ninguna parte para que ocurriera. Además, la expansión del espacio requiere la creación continua de espacio (es decir, energía) desde la "nada".
En su origen, el término "Big Bang" refería al evento explosivo que creó al Universo, pero hoy suele apuntar al estado caliente y denso que siguió a la breve inflación cósmica, aunque a veces también la incluye. Los defensores contemporáneos de aquella teoría se focalizan en el ensanche y desarrollo del Universo, en vez de especular sobre una "singularidad inicial", porque este concepto es una abstracción matemática inexistente en la realidad física (6). Puesto que hoy el Universo parece infinito, los cosmólogos creen que debió ser ilimitado hace 13.800 millones de años, pero se expande en el sentido de que las galaxias distantes se alejan entre sí, y esto motiva la creencia de que el Cosmos observable era un punto microscópico antes que iniciara esa amplitud.
La teoría del Big Bang se basa en tres tipos principales de evidencia observacional:
a) En las primeras décadas del siglo XX, se descubrió que la luz procedente de galaxias remotas está "desplazada hacia el rojo", es decir, las líneas espectrales indicadoras de sus elementos constituyentes están desplazadas hacia el extremo rojo, o longitud de onda larga del espectro, cuando se los compara con los espectros de los mismos elementos en la Tierra. Una explicación posible es que las galaxias se alejan entre sí a gran velocidad debido a la expansión del Universo, y se infirió que este último se produjo en una enorme explosión.
b) El Universo está repleto de una radiación de microondas uniforme, que se dice es el "eco débil" del Big Bang.
c) Se cree que la teoría Big Bang explica las abundancias relativas de hidrógeno, helio y otros elementos ligeros en el Universo. Al comentar sobre las pruebas para el Big Bang, una editorial en el New Scientist declaró: "Nunca se ha construido un edificio tan poderoso sobre bases tan insustanciales" (7).
A lo largo de los años han aparecido varias premisas auxiliares a la teoría Big Bang para que se desarrolle de acuerdo con nuevas observaciones, cuyos ejemplos más flagrantes son la inflación, "materia oscura" y "energía oscura" (que se dice componen más del 95% del Universo). La versión actualmente aceptada del Big Bang se conoce como modelo lambda de materia oscura fría (ΛCDM), donde esa letra griega denota la constante cosmológica o energía oscura, es decir, una fuerza antigravitacional. El astrofísico Michael Disney demuestra que el número de parámetros libres (factores de ajuste) en la teoría Big Bang supera el número de mediciones independientes que la respaldan, y no hay indicios de una mejora sistemática con el tiempo. Afirma que el modelo "se ha vuelto más complejo y ad hoc en los últimos años" y tiene todas las características de "un cuento popular constantemente reeditado, para ajustarse a nuevas observaciones inconvenientes" (8). Por su parte, Pavel Kroupa señala que la confianza en el estándar vigente es "prácticamente nula" por haber tantas predicciones refutadas con datos observacionales, y cree que "podría estar en marcha un cambio de paradigma que ocurre una vez cada siglo" (9).
Referencias
1. "Big bang", wikipedia.org.
2. Stephen Hawking, Black Holes and Baby Universes and Other Essays, Bantam Books, 1994, p. 83-90; Paul Davies y John Gribbin, The Matter Myth, Simon & Schuster/Touchstone, 1992, p. 140.
3. The Matter Myth, p. 162-73.
4. Alan H. Guth y Paul J. Steinhardt, "The inflationary universe", Scientific American, v. 250, n° 5, mayo 1984, p. 116-28 (p. 128).
5. The Matter Myth, p. 122.
6. Ethan Siegel, "Surprise: the big bang isn’t the beginning of the universe anymore", 18 octubre 2021, bigthink.com.
7. New Scientist, 21/28 diciembre 1991, p. 3.
8. Michael J. Disney, "Modern cosmology: science or folktale?", American Scientist, septiembre-octubre 2007; Michael J. Disney, "Doubts about big bang cosmology", IntechOpen, septiembre 2011.
9. Pavel Kroupa, "The crisis in cosmology is now catastrophic", 2020, darkmattercrisis.wordpress.com.
02. Contorsiones espaciales
Los partidarios del Big Bang teorizan que el espacio puede estar curvado "positivamente", "negativamente" o no curvado (es decir, plano y euclidiano) dependiendo de cuánta materia y energía contenga el Universo. Si la densidad universal de materia-energía es lo suficientemente alta (es decir, si el parámetro de densidad Ω₀ es mayor que 1), el espacio se curva en forma positiva; de hecho, se combaría en torno a sí mismo de modo que el Universo sea "cerrado" y finito, pero sin presentar fronteras o bordes. En este caso, si viajáramos lo suficientemente lejos en una dirección, volveríamos a donde comenzamos.
Los partidarios del Big Bang teorizan que el espacio puede estar curvado "positivamente", "negativamente" o no curvado (es decir, plano y euclidiano) dependiendo de cuánta materia y energía contenga el Universo. Si la densidad universal de materia-energía es lo suficientemente alta (es decir, si el parámetro de densidad Ω₀ es mayor que 1), el espacio se curva en forma positiva; de hecho, se combaría en torno a sí mismo de modo que el Universo sea "cerrado" y finito, pero sin presentar fronteras o bordes. En este caso, si viajáramos lo suficientemente lejos en una dirección, volveríamos a donde comenzamos.
Si la densidad de materia-energía es menor al valor crítico, se asume que el espacio está curvado negativamente y que el Universo es "abierto", mientras que si la densidad es exactamente igual al valor crítico, se sostiene que el espacio es plano. En ambos escenarios, aunque el espacio emergió a la vida hace un período finito y se expande a un ritmo finito, de alguna manera llegó a ser "infinito", ¡y aún así logra seguir expandiéndose! Actualmente, los feligreses Big Bang creen que el espacio era infinito hace 13.800 millones de años, mas se expande de continuo pues aumenta la distancia entre cúmulos y supercúmulos de galaxias (se esgrime que la gravedad impide esta dilatación dentro de una galaxia o cúmulo galáctico).
De acuerdo con la tesis contemporánea, el espacio "vacuo" alberga injerencias "oscuras" y "vacías", compuestas por pares virtuales de partículas y antipartículas que aparecen y desaparecen constantemente debido a fluctuaciones cuánticas. Se cree que el ensanche del espacio reduce la densidad de materia y radiación universales, pero no de energía oscura ni vacío, que permanecen "constantes". Esto parecería requerir la creación continua de energía "desde la nada", pero los "big-bangers" simplemente afirman que dichas fuerzas son "propiedades intrínsecas del espacio recién creado" (1). También se dice que la energía total en el Universo es "cero", y el "empuje positivo" de materia, radiación, energía oscura y del vacío se encuentra exactamente equilibrado por gravidez "negativa", aseverando que "todo pueda crearse desde la nada" (2).
Se especula que un Universo cerrado eventualmente dejará de expandirse y comenzará a contraerse, culminando en un Big Crunch o "gran colapso", lo cual resultará en que el Universo se autoaniquile por completo, o en otro Big Bang. Sin embargo, si el Universo es abierto o plano, la teoría dice que se expandirá para siempre; eventualmente las estrellas se quemarán, la materia se tornará fría en su totalidad, las fuerzas en su conjunto se desvanecerán y el Universo sufrirá una "muerte por calor" o "gran congelación" (Big Freeze) (3).
Albert Einstein popularizó la noción de "espacio curvo" con su teoría de relatividad general (1915), esto es, los objetos celestes deforman el "espacio-tiempo" alrededor de ellos, produciendo la fuerza de gravedad. Sin embargo, el espacio-tiempo es simplemente una abstracción matemática en que el tiempo es tratado como longitud negativa. Y mientras las líneas, trayectorias y superficies en el espacio pueden ser curvadas, nunca se ha encontrado alguna evidencia concreta para la menor curvatura del espacio en sí, y tampoco hay ninguna razón para pensar que el espacio tridimensional pueda combarse, a menos que se invoque una cuarta dimensión espacial para tal efecto (4). La teoría de Einstein plantea que toda masa produce curvatura espacial positiva, pero el físico no tomó en cuenta la idea del espacio curvado negativamente, pues tendría que ser inducido por algún tipo de masa o energía "negativa". No obstante, los "big-bangers" asumen que, por debajo de un determinado umbral de densidad, toda la masa-energía en el Universo produciría una curvatura espacial negativa (5).
Diagramas que representan geometrías cerradas, abiertas y planas del Universo, correspondientes a un parámetro de densidad Ω₀, el cual es mayor, menor o igual a 1 (es.wikipedia.org).
La idea de que el espacio como conjunto puede ser curvado positiva o negativamente se originó con la obra del matemático ruso Alexander Friedmann. Si dibujamos un triángulo sobre un papel plano, los ángulos sumarán 180º, mientras que esa figura en el exterior de una esfera (como la Tierra) sumará más de 180º, y si la trazamos sobre una superficie en forma de silla de montar, los ángulos totalizan menos de 180º. Del mismo modo, si pudiéramos esbozar un gran triángulo en el espacio, la suma de los ángulos será 180º si es "plano" y euclidiano, pero tendría más si estuviera curvado positivamente, y menos si posee combadura negativa. Una superficie arqueada es, por supuesto, una muy mala similitud para el espacio tridimensional curvo, pues resulta impráctico construir un gran triángulo en el espacio, pero por razones teóricas y observacionales la mayoría de cosmólogos cree que el Universo es más probablemente plano. Sin embargo, para que un Universo en expansión sea tan plano como parece hoy, a los 10-43 segundos después del Gran Estallido la densidad debió apartarse del rango crítico en no más de una parte en 1062. En otras palabras, la planitud del Universo necesita que un parámetro crucial se ajuste a 62 decimales... (6).
Referencias
1. bigthink.com/starts-with-a-bang/expanding-universe-conserve-energy; backreaction.blogspot.com/2021/08/physicist-despairs-over-vacuum-energy.html.
2. consensus.app/questions/zero-energy-universe-theory; Lawrence M. Krauss, A Universe from Nothing, Free Press, 2012.
3. buffalo.edu/news/releases/2022/03/033.html.
4. Ver "Espacio, tiempo y relatividad", sección 3.
5. William C. Mitchell, Bye Bye Big Bang, Hello Reality, Cosmic Sense Books, 2002, cap. 20.
6. Bye Bye Big Bang, Hello Reality, p. 66; "Cosmic inflation", wikipedia.org.
03. Controversias sobre el corrimiento al rojo
Como regla general, las líneas espectrales en la luz de estrellas de nuestra galaxia se desplazan al rojo si ellas se alejan de nosotros, y al azul si se mueven hacia nosotros, resultando del estiramiento y compresión de ondas luminosas respectivamente, lo cual se conoce también como efecto Doppler. Dado que las líneas espectrales en la luz de todas las galaxias se trasladan al rojo, con excepción de algunas cercanas, esto podría significar que las galaxias se alejan de nosotros y el Universo se ensancha. El desplazamiento hacia el rojo de la luz de galaxias remotas aumenta con su distancia aparente, como indica su brillo o tamaño reducido. Esto significaría que las galaxias se separan a una velocidad que aumenta con la distancia, mientras que la rapidez de otras lejanas se aproximan cada vez más a la velocidad lumínica. Los cosmólogos utilizan la analogía de un budín de pasas: a medida que el bizcocho se calienta y expande, las frutas -que representan grupos de galaxias- se separan. Un movimiento al rojo causado por amplitud del espacio se conoce como desplazamiento al rojo cosmológico.
Líneas de absorción en el espectro visible del Sol (izquierda) y de un supercúmulo galáctico distante (derecha). Las figuras blancas muestran el corrimiento al rojo o aumento de la longitud de onda (wikipedia.org).
Al proponer sus ecuaciones de campo gravitacional, Einstein agregó una "constante cosmológica" -una fuerza antigravitacional, conocida como lambda (λ ó Λ)- para equilibrar la gravedad y mantener el Universo estático. Alexander Friedmann (1922) y el sacerdote jesuita Georges Lemaître (1927) encontraron soluciones de forma independiente a las ecuaciones de Einstein, en que el Universo se expande. Al mismo tiempo, los astrónomos estaban descubriendo que los espectros de otras galaxias se desplazaban al rojo, lo cual era compatible con un Universo en expansión. A principios de los años treinta, había ganado amplia aceptación la idea de que el Universo comenzó a guisa de "átomo primitivo" -en términos de Lemaître- y se ha ido expandiendo desde su nacimiento, y por lo tanto Einstein abandonó la constante cosmológica, pero se reconsideró en los años ochenta.
Aunque fue concebido originalmente como una explosión en el espacio, los "big-bangers" rápidamente decidieron que el nacimiento del Universo debió implicar una explosión de espacio, porque una detonación de materia en el espacio preexistente habría tenido un lugar definido y medible. Puesto que el desplazamiento al rojo significa que todo se aparta de nosotros, y que las velocidades de expansión son iguales en todas direcciones, esto insinúa que tendríamos que situarnos en o cerca del centro de la explosión. Por ello y para evitar la conclusión de que estamos ubicados en un punto especial del Universo, se afirma que el espacio mismo surgió a la vida con el Big Bang y se ha expandido desde entonces, llevando a las galaxias consigo. Como no se observa aumento al interior de nuestro Sistema Solar, galaxia o incluso grupo de galaxias, los "big-bangers" suponen que el estiramiento debe producirse entre clústeres y superclústeres de galaxias, donde está seguramente más allá de la investigación observacional. En conclusión y estrictamente hablando, en el modelo Big Bang el desplazamiento al rojo no es un efecto Doppler ya que las galaxias permanecen estacionarias mientras el espacio se agranda.
Esta masa de gas y polvo, de apariencia caótica y violenta, es el resto de una estrella explosiva cercana o supernova (N63A). La imagen fue tomada por el telescopio espacial Hubble, con utilización de filtros de color para tomar muestras de la luz emitida por el azufre (rojo), oxígeno (azul) e hidrógeno (verde). En marcado contraste, se supone que el Universo se está expandiendo de manera "perfectamente uniforme y simétrica", lo cual empezó como una aserción simplificadora y necesaria para evitar que las ecuaciones relevantes se tornaran inmanejables, pero ahora es parte integral del dogma.
Desde principios de la década 1920, varios científicos argumentaban que, en lugar de ser causado por expansión, el desplazamiento al rojo podría provocarse por la luz que pierde energía a medida que viaja a través del espacio, o "hipótesis de luz cansada". Se han propuesto varios mecanismos posibles que implican interacción de la luz con materia, radiación o campos de fuerza en el espacio interestelar e intergaláctico (1), y en ocasiones se objeta que tales procesos producirían imágenes borrosas de objetos distantes, pero eso está lejos de ser cierto para todos los mecanismos. La luz también podría perder energía a medida que pasa por el éter, como propusieron Walther Nernst (premio Nobel en 1921) y otros especialistas (2). El éter es un medio sutil que penetra todo el espacio y forma el sustrato de la materia física. Los científicos solían creer que las ondas de luz se propagaban a través de un medio etérico, pero el éter fue abolido por la ciencia de cabecera a principios del siglo XX, favoreciendo el mito del "espacio vacío".
Actualmente la supuesta alícuota de expansión del Universo se denomina "constante de Hubble", aunque incluso Edwin Hubble (quien en 1929 confirmó que los desplazamientos hacia el rojo eran aproximadamente proporcionales a la distancia) llegó a favorecer el modelo de "luz cansada" de un Universo infinito y no expansivo. Además, la mayor parte de galaxias que estudió al obtener la relación de desplazamiento al rojo/distancia estaba situada dentro del Grupo Local, y hacia 1934 los cosmólogos decidieron que el espacio interno de los "racimos" galácticos no se está ampliando (3). Existe controversia entre los dogmatistas sobre el valor actual de esa constante. Las interpretaciones de mensuras en radiación cósmica de fondo de microondas sitúan el guarismo en 67,4 kms./segundo por megaparsec (1 Mpc= 3,26 millones de años-luz), mientras las estimaciones de supernovas indican 79 km/s/Mpc ("tensión de Hubble").
Paul LaViolette, Tom Van Flandern, Eric Lerner y otros autores han revisado varias pruebas observacionales de diferentes interpretaciones del desplazamiento al rojo, y muestran que la teoría del Universo no expansivo explica mucho mejor los datos (4). Para adaptar el modelo Big Bang a las observaciones hay que introducir una variedad creciente de supuestos ad hoc sobre la forma de evolución del Universo desde su creación. Además, los ajustes hechos para permitir que la teoría se enmarque en un conjunto de datos a menudo socavan su adaptabilidad con otros tipos de pruebas cosmológicas, llevando a desordenar toda la hipótesis. Van Flandern concluye: "A pesar de la popularidad generalizada del modelo Big Bang, su premisa básica de expansión del Universo muestra validez dudosa, tanto observacional como teórica". LaViolette dice que al abandonar el mito del Universo en aumento podemos contemplar un nuevo paisaje cósmico: "Las galaxias ya no se alejan de nosotros a velocidades increíbles, sino que flotan suavemente en las aguas del Cosmos, cuales lirios brillantes en un enorme lago" (5).
Si los desplazamientos al rojo extragalácticos se debieran únicamente a la expansión del espacio, o se produjeran sólo por pérdida de energía luminosa cuando viaja, dichos corrimientos deberían ser siempre proporcionales a la distancia. Sin embargo, existen numerosos casos en que galaxias a igual tramo tienen acercamientos al rojo muy diversos, lo que sugiere la incidencia de otros factores (6).
Los grupos galácticos consisten en una galaxia central orbitada por otras compañeras. Se supone que el desplazamiento al rojo del conjunto se debe a su velocidad de recesión; sin embargo, los desplazamientos al rojo de galaxias vecinas debieran ser ligeramente superiores o inferiores a los de su galaxia-núcleo, a raíz de su velocidad orbital en torno a ella. Y puesto que en cualquier momento dado aproximadamente el mismo número de galaxias aledañas debiera acercarse o alejarse de nosotros en su movimiento orbital, esperaríamos que una mitad tuviera desplazamientos al rojo ligeramente más altos, y la otra mitad otros levemente inferiores. No obstante, los desplazamientos al rojo de las 22 galaxias vecinas en el Grupo Local y su "racimo" siguiente con mayor importancia, son sistemáticamente más altos que los de la galaxia central. Dado que la probabilidad de que esto ocurra por casualidad es de sólo 1 en 4 millones, la conclusión lógica es que las galaxias contiguas tienen desplazamientos al rojo intrínsecos y en exceso, y que este fenómeno no es simplemente resultado de velocidad. Asimismo, el corrimiento al rojo sistemático de galaxias colindantes se ha confirmado en cada grupo galáctico examinado. Halton Arp señaló que el exceso de desplazamientos al rojo de galaxias adyacentes se anunció rutinariamente en la revista Nature en 1970, cuando su importancia era apenas reconocida, pero ahora que la evidencia ha crecido en proporciones abrumadoras, hay pocas chances de que los resultados y sus implicaciones sean discutidos en las principales revistas.
Como Arp demostró en gran detalle, los desplazamientos al rojo excesivos se correlacionan con edades más recientes. En los clústeres de galaxias, también, las más pequeñas y jóvenes presentan excesos de desplazamiento hacia el rojo. Además, desde 1911 se sabe que las estrellas más jóvenes y luminosas de nuestra galaxia evidencian superávit de corrimientos al rojo que suelen aumentar con la relativa juventud de estrellas, pero obviamente no todas las lumbreras explotan lejos de nosotros en cada dirección, lo que en otras palabras significa que los desplazamientos al rojo no son sólamente producto de velocidades.
El diagrama inferior muestra desplazamientos al rojo (expresados como velocidades) de galaxias en un segmento de espacio (90º por 32º), vistos contra su posición angular como se aprecian desde la Tierra. Las galaxias en rojo pertenecen al Cúmulo de Virgo. Si asumimos que las galaxias se encuentran en sus distancias de desplazamiento hacia el rojo, tales agrupaciones adoptan formas alargadas ("dedos de Dios") que apuntan hacia la Tierra. Dado que nuestro planeta no es el centro del Universo o el punto focal del Cúmulo de Virgo, esto sugiere el carácter mendaz en la suposición de que "el corrimiento al rojo es igual a la distancia". No es convincente atribuir la amplia gama de desplazamientos al rojo a movimientos individuales de galaxias dentro de un "racimo", porque las velocidades requeridas son increíblemente grandes. También es difícil comprender de qué modo los cúmulos podrían mantenerse unidos si realmente se extendieran por distancias tan grandes, y así es más probable que el Cúmulo de Virgo sea más compacto, como muestra el diagrama superior izquierdo (7).
Hay muchos casos de galaxias con bajo desplazamiento al rojo que están físicamente asociadas con galaxias y quásares de alto corrimiento (fuentes de radio cuasi-estelares) (8). Arp sostiene que los objetos de alto desplazamiento al rojo han sido expulsados de galaxias con bajo redshift, y el exceso de dicho fenómeno óptico se debe principalmente a su edad más reciente. Algunos científicos dicen que en lugar de salir de núcleos galácticos activos, los cuásares y otros objetos de mayor desplazamiento hacia el rojo se forman en áreas más densas del plasma que emerge de muchas galaxias ("efecto zeta-pinch") (9). Los pares de esos ítemes a menudo se alinean a ambos lados de galaxias activas, y están conectados a su galaxia parental por filamentos luminosos o puentes de plasma (a modo de "cordones umbilicales"). Sin embargo, los científicos del establishment insisten en que todos los casos involucran alineaciones casuales de objetos de primer plano y fondo, y atribuyen los filamentos de conexión a "ruidos" o defectos de instrumento. Por tanto, los "big-bangers" persisten en su creencia de que los corrimientos al rojo muy altos de muchos quásares indican que están situados cerca del borde del Universo visible, y se están alejando de nosotros a ritmos que se acercan al de la luz.
Si los cuásares se encontraran realmente en sus distancias de desplazamiento al rojo, brillarían más que una galaxia entera de 10 mil millones de estrellas, a pesar de no ser mucho más grande que el Sistema Solar; los cosmólogos afirman que esta energía es liberada por materia que cae en "agujeros negros ultramasivos", y tales objetos acelerarían la masa a velocidades tan grandes que se producirían firmas de radiación de alta energía, pero éstas no se observan. Curiosamente, los quásares con desplazamientos al rojo muy diferentes muestran un brillo aparente similar, obligando a los "big-bangers" a asumir que el tamaño y brillo de los cuásares recién formados disminuyen a medida que el Universo envejece. Además, los cuásares más remotos serían demasiado jóvenes para alcanzar el nivel de metalicidad visto; los de alto desplazamiento al rojo y sus galaxias de acogida a veces tienen metalicidad más alta que aquéllos con desplazamientos al rojo inferiores. Las estrellas de nuestra galaxia tienen un movimiento adecuado medible (por ejemplo Sirio, a 8,6 años luz de distancia, se mueve a 1,3 segundos de arco/año), e igualmente estos movimientos han sido medidos y catalogados para los cuásares, pero esto es ignorado en la literatura. El cuásar más brillante, TON 202, tiene un ritmo propio de 0,053 arcos de segundo/año, lo cual a su distancia de desplazamiento al rojo sería aproximadamente 1000 veces la velocidad de la luz (10). La rapidez con que se separan los lóbulos emisores de radio en algunos quásares también sería de cientos o incluso miles de veces la velocidad lumínica, y así los intentos de acomodar estas anomalías en el modelo vigente son artificiales y deshonestas. Todas esas irregularidades desaparecen si los cuásares no están en sus distancias implícitas de corrimiento al rojo (11).
La flecha señala un cuásar de alto desplazamiento al rojo en frente de NGC 7319, una galaxia con igual fenómeno a menor escala. El corrimiento al rojo del cuásar dicta que debería estar 95 veces más lejos de la Tierra que la galaxia, ¡y aún así, un "big-banger" afirmó que debe existir un "agujero en la galaxia" en el "lugar correcto", para que brillara el cuásar de fondo! Se puede ver un "chorro de materia" desde el centro de la galaxia hacia el cuásar (13).
Para explicar por qué tantos cuásares parecen estar muy cerca de galaxias con bajo desplazamiento al rojo, los "expertos" convencionales invocan la "lente gravitacional", esto es, que la imagen de un cuásar de fondo está dividida en múltiples imágenes brillantes por el campo gravitatorio de una galaxia de primer plano con gran masa (14). Sin embargo, la probabilidad de tal alineamiento es 1 en 500.000, por lo que es poco probable que todos los casi 30.000 ejemplos de exceso de cuásares alrededor de galaxias se puedan explicar de esta manera. Las chances son aún más nimias si la afirmación de que "el desplazamiento al rojo es igual a la velocidad" ha llevado a que las masas de galaxias sean sobrestimadas. Además, el efecto microlente e incluso mililente por estrellas individuales y grupos de materia oscura también tiene que ser invocado para explicar las diversas propiedades ópticas de las imágenes hipotéticamente "lenteadas" de un solo objeto de fondo.
La Cruz de Einstein consiste en cuatro cuásares alineados a través de una galaxia central de corrimiento al rojo inferior, y se considera como ejemplo principal de lente gravitacional, a pesar de que Fred Hoyle calculó la probabilidad de tal acontecimiento en menos de dos en un millón, sumado a la presencia de puentes plásmicos entre los cuásares y la galaxia parental (marmet.org).
Para explicar cómo el corrimiento al rojo puede estar relacionado con la edad, Arp y Jayant Narlikar sugieren que en lugar de partículas elementales que tienen masa constante (como asume la ciencia ortodoxa), éstas surgen a la vida con masa cero que aumenta a medida que envejecen. Cuando los electrones de átomos más jóvenes saltan de una órbita a otra, la luz que emiten es más débil y por lo tanto más desplazada al rojo que la luminosidad emitida por electrones en átomos viejos. Dicho de otra manera: a medida que crece la masa de la partícula, la frecuencia (velocidad de reloj) aumenta y el desplazamiento hacia el rojo disminuye. La luz también se corre al rojo al salir de un cuerpo masivo, y este fenómeno óptico de índole gravitacional podría explicar parte del gran corrimiento al rojo de algunas galaxias.
Si el Universo se está expandiendo, los desplazamientos al rojo debieran mostrar un rango continuo de valores. Sin embargo, múltiples estudios hallaron que a menudo son cuantificados, es decir, tienden a ser múltiplos de ciertas unidades básicas. En nuestro supercúmulo local, los desplazamientos al rojo corregidos para el movimiento orbital del Sistema Solar muestran periodicidades (expresadas como velocidades) de aproximadamente 71,5 y 37,5 kms./s. Para los cuásares cerca de galaxias espirales activas y brillantes, sus desplazamientos al rojo intrínsecos muestran aumentos a valores de 0,061, 0,30, 0,60, 0,96, 1,41, 1,96, 2,63, 3,44, 4,45 ... (15). Si añadimos 1 a cada número, esta serie se vuelve geométrica, donde cada término es aproximadamente 1,23 veces el anterior. Estos descubrimientos enfrentan una gran resistencia de cosmólogos fanáticos y son ignorados en gran medida. No hay explicación directa en ningún modelo, pero la sugerencia por Arp de que los episodios de creación de materia tienen lugar a intervalos regulares podría ser parte de la respuesta. Dado que en ocasiones los desplazamientos al rojo se desvían de múltiplos exactos de las unidades básicas de corrimiento al rojo en sólo unos pocos kilómetros/segundo, esto parece implicar que los miembros individuales de grupos y clústeres galácticos se están moviendo mucho más lentamente entre sí de lo que se cree, excepto en regiones centrales densas, donde no se aprecia ninguna cuantización.
Referencias
Notas sobre las ecuaciones de corrimiento al rojo (z):
z = Δλ/λe = (λr - λe)/λe (donde Δλ = cambio en la longitud de onda; λe= longitud de onda emitida; λr= longitud de onda recibida).
z = √[(1+v/c)/(1-v/c)] - 1 (esto significa que la velocidad de recesión (v) nunca puede alcanzar la velocidad de la luz (c)).
Para velocidades de sólo una pequeña fracción de la velocidad de la luz, z ≈ v/c.
La distancia a un objeto está dada aproximadamente por: d= zc/H₀ (donde H₀ es la constante de Hubble, actualmente puesta a unos 71 kms./s por megaparsec (1 Mpc = 3,26 millones de años luz)).
1. Louis Marmet, "On the interpretation of red-shifts: a quantitative comparison of red-shift mechanisms", 2011, marmet.org; Lyndon Ashmore, "Intrinsic plasma redshifts now reproduced in the laboratory – a discussion in terms of new tired light", 2011, vixra.org.
2. Paul LaViolette, Genesis of the Cosmos: The ancient science of continuous creation, Bear and Company, 2004, p. 280-3; Tom Van Flandern, Dark Matter, Missing Planets & New Comets, North Atlantic Books, 1993, p. 91-4.
3. A.K.T. Assis, M.C.D. Neves y D.S.L. Soares, "Hubble’s cosmology: from a finite expanding universe to a static endless universe", 2011, arxiv.org; Hilton Ratcliffe, The Static Universe: Exploding the myth of cosmic expansion, Apeiron, 2010, cap. 2.
4. Genesis of the Cosmos, p. 288-95; Tom Van Flandern, "Did the universe have a beginning?", Meta Research Bulletin, 3:3, 1994; Eric J. Lerner, "Evidence for a non-expanding universe: surface brightness data from HUDF", 2005, arxiv.org; Eric J Lerner, "Observations contradict galaxy size and surface brightness predictions that are based on the expanding universe hypothesis", Monthly Notices of the Royal Astronomical Society, v. 477, n° 3, 2018, p. 3185-96; J.G. Hartnett, "Is the universe really expanding?", 2011, arxiv.org; Martín López-Corredoira, "Observational cosmology: caveats and open questions in the standard model", 2008, arxiv.org.
5. Genesis of the Cosmos, p. 340.
6. Halton Arp, Seeing Red: Redshifts, cosmology and academic science, Apeiron, 1998; Halton Arp, Catalogue of Discordant Redshift Associations, Apeiron, 2003; Halton Arp, "Quasars, Redshifts and Controversies", Interstellar Media, 1987; López-Corredoira, "Observational cosmology".
7. Donald E. Scott, The Electric Sky: A challenge to the myths of modern astronomy, Mikamar Publishing, 2006, p. 217-8; Wallace Thornhill y David Talbott, The Electric Universe, Mikamar Publishing, 2007, p. 18-9; Seeing Red, p. 69-71.
8. G. Burbidge y W.M. Napier, "Associations of high-redshift quasi-stellar objects with active, low-redshift spiral galaxies", Astrophysical Journal, v. 706, n° 1, 2009, p. 657-64.
9. The Electric Universe, pp. 211, 220.
10. "Quasar TON 202 is within our galaxy", laserstars.org.
11. Martín López-Corredoira, "Pending problems in QSOs", International Journal of Astronomy and Astrophysics, v. 1, n° 2, 2011, p. 73-82; The Static Universe, cap. 5.
12. Halton Arp, "Research with Fred", haltonarp.com; Catalogue of Discordant Redshift Associations, p. 202-4.
13. The Electric Universe, p. 17; The Electric Sky, p. 209-10.
14. Seeing Red, p. 169-93; The Static Universe, p. 174-80.
15. The Static Universe, p. 195-223; Jayant V. Narlikar y Geoffrey Burbidge, Facts and Speculations in Cosmology, Cambridge University Press, 2008, p. 269-72; Fred Hoyle, Geoffrey Burbidge y Jayant V. Narlikar, A Different Approach to Cosmology, Cambridge University Press, 2000, p. 325-34; The Static Universe, p. 74-8; W.M. Napier, "A statistical evaluation of anomalous redshift claims", Astrophysics and Space Science, v. 285, n° 2, 2003, p. 419-27.
z = Δλ/λe = (λr - λe)/λe (donde Δλ = cambio en la longitud de onda; λe= longitud de onda emitida; λr= longitud de onda recibida).
z = √[(1+v/c)/(1-v/c)] - 1 (esto significa que la velocidad de recesión (v) nunca puede alcanzar la velocidad de la luz (c)).
Para velocidades de sólo una pequeña fracción de la velocidad de la luz, z ≈ v/c.
La distancia a un objeto está dada aproximadamente por: d= zc/H₀ (donde H₀ es la constante de Hubble, actualmente puesta a unos 71 kms./s por megaparsec (1 Mpc = 3,26 millones de años luz)).


