13 de febrero de 2022

América Precolombina: migraciones, contactos y atlantes (5 de 12)

David Pratt
Mayo 2009, agosto 2011


Contenidos:

-Flora y fauna
-Otras influencias asiáticas


Flora y fauna

Los españoles y portugueses no fueron los primeros en introducir pollos en América puesto que la crianza de estas aves no pudo haberse extendido por Sudamérica durante sólo las tres décadas en que fueron importadas por los europeos a partir de 1519. Los pollos en posesión de los nativos americanos principalmente se asemejaban a razas asiáticas más que al tipo mediterráneo, y los nombres nativos para designar a esta ave se derivaron de los términos peninsulares "gallo" o "gallina" sólo en las áreas donde el pollo no existía antes de la llegada de los hispanos. Entre los arawak del Caribe y los guaymi de Panamá el pollo era conocido como "takara" o "karaka", nombres sorprendentemente similares a la palabra hindi "karaknath". En el sur de México los significantes para las gallináceas ya se usaban en el segundo milenio a. de C., y también en partes de América Central y del Sur existían pollos de huesos y carne oscuros que comparten características con los del sudeste asiático. Contrario a las prácticas europeas, este tipo de ave normalmente no es consumida, pero sí se usa para tratamientos médicos, adivinación u otros ritos que se igualan con ciertas costumbres de China (1). Los huesos de pollo descubiertos en la costa del sur de Chile y datados en los inicios del siglo XIV a mediados del XV pertenecen genéticamente a una especie de ave de corral nativa de Polinesia, con una secuencia de ADN hallada en gallinas de Tonga, Samoa, Niue, Isla de Pascua y Hawai (2).

El maíz (Zea mays) parece haber llegado al Asia desde América mucho antes del tiempo de Colón y los colonizadores europeos. Muchas variedades de choclo asiático no pudieron haberse desarrollado en el tiempo desde que el maíz supuestamente fue traído desde el Nuevo Mundo y algunos tipos tienen rasgos inusuales que los asemejan con aquéllos de los maíces sudamericanos. Se han hallado esculturas de dioses sosteniendo maíz en más de 100 templos hindúes, cuyo arte principalmente está datado entre los siglos V al XIII d. de C., aunque algunas muestras son más antiguas, y asimismo el maíz es mencionado en la literatura de India del siglo V y en las letras chinas del siglo XIII. Un grano muy similar al maíz, llamado "trigo de Asia", era cultivado en las cercanías de Milán antes o en torno a la época en que Colón volvió de su primer viaje, y también en ese periodo el choclo era conocido como "grano de Turquía", implicando así que este vegetal fue llevado a través del Pacífico a Asia desde donde llegó a algunos países europeos (3). 


Fig. 4.3. Esculturas de choclo halladas en templos de piedra cerca de Mysore, estado de Karnataka (India) y que se remontan a los siglos XII y XIII (4).

El maní o cacahuate (Arachis hypogaea) es originario de Sudamérica, pero se han encontrado especímenes más antiguos en dos sitios arqueológicos en el sureste de China, cuya fecha ronda en torno al 2.800 a. de C., y desde entonces también el cacahuate ha sido descubierto en cuevas de la isla de Timor en Indonesia que datan de fines del tercer milenio a. de C. hasta fines del primero d. de C. Los manices se localizaron junto con otras dos especies de plantas americanas, la chirimoya y el maíz, y el tipo de Arachis hallado en tumbas de Ancón (costa peruana) era el mismo que se cultivaba en China, Taiwán e India (5).

El anacardo (Anacardium occidentale) también procede de América, pero está claramente representado en un bajorrelieve de la stupa Bharhut (siglo II a. de C.) en Madhya Pradesh (India) junto a esculpidos que muestran chirimoyas (Annona squamosa); estas últimas también están figuradas en otros templos hindúes y budistas de India, incluyendo las cavernas de Ajanta, y además otras dos especies de chirimoya estaban presentes en India (6). 

Fig. 4.4. Anacardos esculpidos en la balaustrada de la stupa Bharhut. En la actualidad sólo permanece este bosquejo de dicha parte de las ruinas.

Fig. 4.5. Frutos de Annona squamosa esculpidas en la misma balaustrada de la stupa Bharhut.

Se solía pensar que la judía (Phaseolus vulgaris) fue introducida en el Nuevo Mundo por los españoles, pero los ejemplares de esta planta eran conocidos hacia el 4.000 a. de C. en México y antes del 2.000 a. de C. en Perú. Posteriormente se decidió que los comerciantes portugueses habían llevado habichuelas a Asia alrededor del 1.500 d. de C., lo cual es insostenible puesto que las judías, el poroto pallar (P. lunatus) y el frijol de monte (Macroptilium lathyroides/P. lathyroides) han sido todos localizados en múltiples sitios arqueológicos del segundo milenio a. de C. en India. Asimismo, la evidencia sugiere que todos estos ejemplares fueron transferidos desde América al Cercano Oriente o India en alguna época anterior al 1.600 a. de C. (6).

El helminto (Ancylostoma duodenale y Necator americanus) probablemente fue llevado a Sudamérica por viajeros provenientes del este de Asia o las islas del Pacífico, y dicho parásito se ha encontrado en restos del este brasileño de unos 7.200 años de antigüedad. Los inmigrantes que se trasladaban lentamente a Norteamérica a través de Beringia habrían llegado libres de helmintos porque las bajas temperaturas de esta región habrían eliminado a esta especie (7).


Otras influencias asiáticas

Según la tradición hindú, Arjuna -uno de los héroes del Mahabharata- viajó a Patala (las Antípodas o América) hace 5000 años y se casó con la princesa Ulupi, hija de Kauravya, rey de los Nagas (1). "Naga" es un término sánscrito para "serpiente", un nombre que como el de "dragón" era aplicado a los sabios e iniciados, y así por ejemplo los indígenas mexicanos llamaban "naguales" a sus chamanes; varias deidades e importadores culturales centroamericanos están representados cono serpientes emplumadas (a menudo bajo la apariencia de un dragón); existen tribus snake entre los indígenas norteamericanos y el promontorio gigante denominado Serpent Mound ("Gran Montículo de la Serpiente") de 420 mts. de largo fue construido por los antiguos aborígenes de Ohio.

Los Puranas y Jatakas hindúes describen viajes marítimos épicos que llegaron a tierras tan distantes como Malasia e Indonesia, y antes del siglo I d. de C. los mercaderes de India navegaban hacia Siberia en búsqueda de oro (2). Un relieve esculpido en el Templo de Borobudur (Indonesia) muestra una galera marítima con tres mástiles de unos 30 mts. de largo y además existen registros budistas sobre un peregrinaje del siglo V desde Sri Lanka a Java en naves lo suficientemente grandes para llevar a 200 pasajeros, por lo que era común que las tripulaciones del siglo IX se aventuraran miles de kilómetros en el Océano Índico.

Durante el primer milenio de nuestra Era, Mesoamérica evidenció una asombrosa variedad de aparentes influencias culturales de zonas tales como India, Camboya, Tailandia, Malasia, Indonesia, Java y China. En la Norteamérica de 1928, específicamente en la isla Royale del Lago Superior, se encontró un medallón de 4,4 cms. de diámetro a casi un metro bajo la superficie. Una cara muestra la figura de Buda sentado a la entrada de un templo piramidal o stupa, flanqueado por palmeras y en frente de una congregación. El otro lado tiene un león que sostiene una cimitarra en su pata derecha extendida en el centro de un corazón con una espoleta, rodeados con una escritura asiática difícil de descifrar. Los especialistas creen que el objeto fue manufacturado en torno al 750-1.300 d. de C. (3). 

Fig. 4.6. El medallón de Michigan.

Las similitudes entre las ideas filosóficas y religiosas de distintas culturas no apuntan necesariamente a un contacto directo, pero a veces las semejanzas son tan específicas que lo anterior parece ser la única explicación. Por ejemplo, en la mitología de los indígenas sioux el mundo pasa a través de cuatro fases representadas como un búfalo parado primero en sus cuatro patas, luego tres, dos y finalmente una, y también este animal experimenta cambios de colores, el último de los cuales es el negro. Esto es notablemente similar a la teoría hindú de las cuatro eras o yugas representadas como un toro parado en cuatro extremidades, después tres, dos y al último una sola. La era final en la mitología hindú se denomina Kali-Yuga, la época oscura o negra (4).

La cultura Bahía en la costa de Ecuador, de gran desarrollo y que apareció alrededor del 500 a. de C., también muestra influencias asiáticas y la evidencia incluye restos de cuellos cerámicos, pequeños modelos de casas con tejados tipo caballete de apariencia no americana, zampoñas graduadas lateralmente hacia el centro (no desde un lado al otro como en el resto de Sudamérica) y figurillas sentadas de tal forma que el pie derecho permanece en la rodilla izquierda, una postura comúnmente hallada en representaciones de Buda (5).

El uso de la cerbatana es común en América y el sudeste asiático, pero al parecer no se desarrolló independientemente en las dos áreas. La cerbatana estriada se localiza en Malasia, el norte de Borneo y Luzón occidental en las islas Filipinas, y la misma arma era utilizada por los houma de Louisiana, los nativos en el Amazonas superior y los indígenas que habitan las inmediaciones de Barranquilla en Colombia, y también la pieza bucal hemisférica es corriente en América y Malasia. Tanto los cazadores de cerbatana indonesios como sudamericanos obtienen el veneno de diferentes árboles, pero los intervienen en la misma forma y designan por nombres similares, y ambos tipos de indígenas usan sal y jugo de limón como antídotos aunque no existe evidencia de si en realidad funcionan (6).

Otro complejo cultural que se puede observar en el sudeste de Asia y Sudamérica es la elaboración de tela de corteza, que es un proceso altamente intrincado compuesto por 121 fases, de las cuales 92 son las mismas en el Viejo y Nuevo Mundo. De estas 92 etapas, 42 no dependen del paso anterior y se llevan a cabo en una secuencia aleatoria, y aún así se realizan en el mismo orden en ambas áreas (7). Por lo tanto, que una coincidencia tal pueda achacarse a la "invención independiente" está incluso fuera del ámbito del azar.


Referencias

1. Huyghe, Columbus Was Last, p. 82-3.

 
Presencia china

1. Gavin Menzies, 1421: The year China discovered the world, London: Bantam Press, 2002.

2. Columbus Was Last, p. 36-45.
3. Thompson, Secret Voyages to the New World, p. 53-73.
4. Columbus Was Last, p. 113-23.
5. Secret Voyages to the New World, p. 154, 166-9.
6. Little, Van Auken y Little, Mound Builders, p. 203.
7. Columbus Was Last, p. 36, 93-4.
 
 
Presencia japonesa

1. Columbus Was Last, p. 28-35.
2. Edward Moreno, "Chris you were late! – Part 2", www.discovernikkei.org/en/journal/2010/2/5/chris-youwere-late.

3. David Lee, "The Jomon, Japan-Valdivia, Ecuador Case" [http://faculty.smu.edu/dfreidel/ANTH3334_Fall/PDFs/Part 2/Oct12.pdf].

4. Schoch, Voyages of the Pyramid Builders, p. 147.


Presencia polinésica

1. Sorenson y Johannessen, "Scientific evidence for pre-Columbian transoceanic voyages to and from the Americas", p. 12, 116-18; Columbus Was Last, p. 109-10.

2. http://en.wikipedia.org/wiki/Pre-Columbian_trans-oceanic_contact; W.R. Corliss, Science Frontiers, n° 159, 2005, p. 1-2.

3. W.R. Corliss (compilación), Archeological Anomalies: Small artifacts, Glen Arm, MD: Sourcebook Project, 2003, p. 209-10.

4. A. Hyatt Verrill, Old Civilizations of the New World, New York: New Home Library, 1942 (1929), p. 12-13; www.britannica.com/EBchecked/topic/546589/Siriono.


Flora y fauna

1. "Scientific evidence for pre-Columbian transoceanic voyages to and from the Americas", p. 42-3, 199-200; Columbus Was Last, p. 127-8.

2. John Gallagher, "An old map and some chicken bones terrify archaeologists", en Joseph (editor), Unearthing Ancient America, p. 222-5.

3. "Scientific evidence for pre-Columbian transoceanic voyages to and from the Americas", p. 13-14, 165-72; Voyages of the Pyramid Builders, p. 137-40.

4. http://geography.uoregon.edu/carljohannessen/research.html.
5. "Scientific evidence for pre-Columbian transoceanic voyages to and from the Americas", p. 9-10, 66-8.

6. Ibídem, p. 15-16, 59-60, 64-6, 211, 213.
7. Ibídem, p. 26, 124, 143-5.
8. Ibídem, p. 2-3, 172-4.

 
Otras influencias asiáticas

1. H.P. Blavatsky, La Doctrina Secreta, TUP, 1977 (1888), 2:214, 628.
2. Columbus Was Last, p. 123-4.
3. Frank Joseph, "Medallion puts Buddhists in Michigan a thousand years ago", en Unearthing Ancient America, p. 24-30.

4. Philip S. Harris (editor), Theosophical Encyclopedia, Quezon City, Philippines: Theosophical Publishing House, 2006, p. 31.

5. Voyages of the Pyramid Builders, p. 147-8.
6. Ibídem, p. 143-4.
7. Ibídem, p. 144.