2 de febrero de 2022

El rey oculto: conversaciones sobre yoga (2 de 2)


(Agradecimientos y créditos a G.H., un lector que elaboró amablemente este trabajo para compartir y desea permanecer anónimo. Las notas fueron añadidas por el mismo autor).

Estudiante (E): Usted dijo que el camino medio es más que suficiente; sin embargo, ¿no debemos aprovechar el Chi-Kung? ¿Qué cualidades adquiere un practicante de Hatha-Yoga y Chi-Kung?

Instructor (I): No trato de convencerles u obligarlos. Para ustedes sí es posible beneficiarse de ambos sistemas, sobretodo el Chi-Kung (Nota: en mi opinión es mucho más inofensivo por la filosofía subyacente), pero reitero que ambos métodos están diseñados únicamente como "peldaños" para alcanzar la meta más sutil, ya sea que la llamemos Zen o Moksa (Liberación), Tao (Infinito), etc.

Ahora bien, ¿qué requisitos debe tener un estudiante para beneficiarse de ambos y sin correr peligro?

-Practicar constantemente la pureza ética y moral.
-Poseer una conducta limpia de los defectos más burdos (p. ej., propensión a matar, deseo de robar, aptitud sexual sin control, etc.)

-Deben haber fallado los métodos habituales para restablecer la salud de la persona.

-No haber logrado aplacar deseos, aún practicando de forma asidua.
-Poseer una constitución física aceptable, no propensa a enfermedades.
-Tener mucho tiempo libre, sin compromisos.
-Voluntad firme para realizar la practica con total atención.
-Deseo sincero de alcanzar Moksa (liberación) y deseo sincero de cumplir Dharma (Ley Suprema).

-Estar realmente convencidos de que el cuerpo físico y sus funciones son transitorios (quizá el punto más importante).

-Un instructor adecuado, con gran experiencia.

(Nota: La razón de estas exigencias es que tanto Chi-Kung como Hatha-Yoga no necesariamente son usados como medio a la liberación, sino con otros fines).

Dichos métodos pueden tener resultados bastante notables en poco tiempo; no obstante, los efectos de Raja-Yoga van llegando lentamente y a simple vista no son perceptibles. Debemos equilibrar ambas prácticas, porque si se llevan a cabo sin atender a los principios morales y sutiles, las consecuencias son burdas y de poca profundidad; en otras palabras, no tienen sentido si "nos limpiamos por fuera" y "ensuciamos la práctica interior".

Las cualidades que desarrolla un asiduo practicante de estas disciplinas son:

-Una gran salud física.
-Gran vitalidad.
-Dominio sobre el cuerpo y sus funciones.
-Reducción de severidad en enfermedades crónicas como asma, diabetes, artritis, osteoporosis o neuralgias.

-Aumento de la esperanza de vida.
-Equilibrio y limpieza de los Nadis (canales sutiles).
-Disposición natural del cuerpo a aquietarse.
-Potencia y fortalece la voluntad del individuo.
-El estudiante es capaz de afrontar con mayor soltura sus vicios y problemas.
-Desarrolla un mayor autocontrol.
-Obtiene siddhis menores (aunque no sucede en todos los casos).
-Quien desentraña su lenguaje metafísico, lo transforma en una práctica espiritual genuina.

Pero la práctica del Yoga, oh Arjuna, es armonía; no da sus frutos a aquéllos que comen con exceso o ayunan en demasía, ni tampoco a los que apenas duermen, ni a los que duermen demasiado” (Bhagavad-Gita, capítulo 6, verso 16).

Esta armonía ha de encontrarse tanto en la comida como en el descanso, en el sueño y la vigilia. La conciencia de perfección ha de empapar todos nuestros actos. De este modo, el Yoga se convierte en un bálsamo que nos trae paz, en medio de cualquier tipo de sufrimiento” (Bhagavad-Gita, capítulo 7, verso 17).

El Raj-Yoga no fomenta la farsa ni requiere posturas físicas, pues debe tratar con el hombre interno cuya esfera se encuentra en el mundo del pensamiento. Tener el ideal más elevado ante uno mismo y esforzarse incesantemente por alcanzarlo es la única concentración verdadera, reconocida por la filosofía esotérica que trata del mundo interno del noúmeno, no sobre la capa externa de los fenómenos. El primer requisito para ello es una completa pureza de corazón y bien podría decir el estudiante de Ocultismo, con Zoroastro, que la limpieza de pensamiento, palabra y acción son los elementos esenciales de alguien que desee elevarse por encima del nivel ordinario y unirse a los 'dioses' (...) En cualquier caso, no puedo prescribir ninguna postura específica para el tipo de contemplación incesante que recomiendo" (Damodar K. Mavalankar, "Contemplation", Theosophical Articles and Notes, p. 43, 45-48).

E: ¿Cuál de las dos ramas del yoga imparte la Teosofía? ¿Es idéntica a la que se da a conocer en textos exotéricos?

I: Por su carácter espiritual y en cuanto sendero innegable hacia la unión con Aquéllo, el yoga genuino hace conocer al discípulo sus cualidades espirituales, el desarrollo de la virtud y el servicio incondicional y desinteresado, haciendo que vaya ansioso a cumplir su deber (Dharma) y meta (Moksha). La Teosofía en su esencia imparte el Raja-Yoga, pero a diferencia de los textos que podamos encontrar, la enseñanza teosófica es de una naturaleza oculta y sumamente sutil, siendo un buen ejemplo el libro La Voz del Silencio, el cual sólo es un extracto de Los Preceptos Dorados, conteniendo así el yoga más puro y elevado al que tiene acceso el público. Este maravilloso texto describe tanto las características del individuo perfeccionado, como el proceso que ha de realizar el lanoo (discípulo aceptado por un Mahatma). A pesar de esto, he de añadir que ese libro está destinado a quienes han iniciado el Sendero, pues notaremos que sus párrafos "carecen de valor" o simplemente son incomprendidos si no poseemos las claves para abordarlos.

¿Por qué han de tener esta cualidad sutil? Porque el "velo" que cubre esos textos no es impedimento para los discípulos a quienes se escriben, pues ellos están muy conscientes de su naturaleza espiritual y rebosantes de compasión, todo lo cual los hace más aptos para recibir estos saberes. Varios textos de Teosofía también poseen una índole esotérica o "capa protectora" que desvía a los profanos o curiosos de las verdades que contienen, pero ello no debe desanimarlos, porque si son constantes y prosiguen el camino con armonía, entonces poco a poco dicha "corteza" desaparece y les llegará el conocimiento de estas obras.

Nunca fuercen ni anhelen el conocimiento, pues aunque ustedes lo duden es una actitud retrógrada que termina llevándonos a una mera erudición y no a la sabiduría. El conocimiento es sólo eso, y las verdaderas joyas se encuentran tanto dentro como fuera de las obras teosóficas. Reflexionen en esto: No hay un sólo camino, ni un sólo maestro, pero eso tampoco significa que todo sea cierto en relación a este u otro tema.

Por la Gracia del Señor y a través de la práctica de meditación, algunos logran ver su propio Espíritu; otros lo logran mediante el Yoga Samkhya, mientras otros lo consiguen mediante el Yoga de la acción” (Bhagavad-Gita, capítulo 13, verso 24).

El conocimiento es sólo la flor del Tao y origen de la necedad. Así, el hombre grande observa lo profundo y no lo superficial. Se atiene al fruto y no a la flor, rechaza esto y prefiere aquéllo” (Tao te King, Lao-Tse).

E: Me resulta muy interesante que las grandes obras sobre el yoga describen al yogui como desapasionado, sereno, servicial y sobre todo revestido de compasión absoluta. ¿Por qué la compasión es tan importante para los Maestros? ¿Tiene alguna importancia en el Yoga? ¿Por qué desarrollar virtudes, si Brahman carece de toda cualidad?

I: Vale la pena aclarar que, para los Mahatmas de Teosofía, la compasión está muy lejos de ser sentimentalismo barato o "lástima" hacia los humanos y seres sintientes, o ese impulso de darles "todo lo que quieren" y consintiéndolos. La idea de compasión que Ellos tienen es muy semejante a la percepción del budismo exotérico y definida como "el deseo genuino de bienestar hacia todos los seres y trabajar para su beneficio”. Sin embargo, esta visión es aún insuficiente, pues la compasión tiene un profundo significado sutil y espiritual. Es la base de la Teosofía. Esto no se trata sólo de una virtud, emoción o un mero sentimiento, sino constituye la Ley absoluta y definitiva, sin la cual nada fluye y todo estaría muerto.

Aquí es donde entra su importancia para el Yoga. Quien se ha perfeccionado en él ha de poseer pleno dominio sobre sus sentidos, mantener a raya las modificaciones mentales (vrittis) y ser ecuánime ante placeres y desgracias. Asimismo, debe desechar el anhelo canceroso del “yo transitorio” e identificarse con el “hombre interno”. La semilla que siembra la compasión es el desapasionamiento, porque el yogui tiene un total desinterés por sí mismo y sólo anhela la Verdad tal como dice La Voz del Silencio: “Tu Alma debe convertirse como el mango maduro: tan suave y dulce como su pulpa brillante y dorada para las penas ajenas; y tan duro como el hueso del fruto para tus penas y sufrimientos, oh Conquistador de Felicidad y Miseria”.

A diferencia de lo que muchos creen, cuando el yogui mata su pasión por el mundo, en ningún momento olvida a sus semejantes y a pesar de que este mundo está influido por Avidya (ignorancia). Dicho sufrimiento para los humanos es muy real, pero quienes hacen oídos sordos al dolor ajeno están muy lejos de la auténtica sabiduría. Esos Arhats (hombres perfeccionados) que, aún habiendo cruzado el camino, estaban simplemente desesperados por escapar de los dolores mundanos y anhelaban placeres espirituales, eran denominados "budas egoístas" (Pratyeka-Buddhas), un término generalmente usado en budismo, aunque también por los teósofos como en La Voz del Silencio: “Aquél que se convierte en Pratyêka-Buddha sólo obedece a su Yo. Efectúa la más grande renunciación el Bodhisattva que ha ganado la batalla, tiene el premio en su mano y sin embargo dice, en su compasión divina: Cedo esta gran recompensa para el bien ajeno”. El Pratyeka no es un yogui auténtico, sino un hombre apasionado, pues quien se libera de las pasiones cumple su deber con los semejantes, y su amor por ellos es tal que ignora el Nirvana. El Avatar absoluto o representante vivo de la Ley Divina es quien se libera de esos ardores y deja brotar la compasión en su interior.

Es un tema muy interesante pero delicado de explicar, pues la primera reacción cuando le dicen a alguien que "la Ley es vívida y compasiva", lo primero que diría es “¿y cómo puede ser tal?” Sólo examinemos un poco la Ley del Karma, que en su esencia es inmutable e imperecedera, dando a los hombres justo lo que cultivaron. Como dicen los Aforismos por William Judge, "Karma no puede actuar sin un ser que lo genere o sufra sus efectos”. Dependiendo de sus obras, los resultados generarán sufrimiento o dicha para un ente particular; Karma lleva a que los individuos respondan por sus actos, y de una forma casi pedagógica paulatinamente les conducen hacia la meta. Los humanos perfeccionados (Arhats), siempre al servicio de esta Ley, esperan el momento indicado para intervenir (porque Karma así lo dicta) e impulsan la evolución humana en determinadas épocas, siendo los más perfectos y humildes Guardianes de una doctrina tan antigua como la Creación.

Constantemente, esta Ley atrae al hombre hacia la liberación, etapa donde el sufrimiento no puede alcanzarlo. Ya había dicho Helena Blavatsky que "Karma jamás alcanza Atma ni Buddhi". Con celo y ferviente fuerza, dicha norma establece que el hombre transitorio se haga uno con su esencia, tal como expresa Romanos 8-19: “Porque el anhelo ardiente de la creación es aguardar la manifestación de los hijos de Dios”. ¿Esto no es acaso una perfecta compasión? La evolución tiene por objeto elevar los constituyentes del individuo a su estado prístino, homogéneo y eterno, jamás pasando por alto a ninguna persona, y a pesar de las iniquidades sociales el Karma permanece inalterable para conducirnos a la Fuente. Esta esencia que todo lo llena y penetra, da vida y sostiene nuestra existencia, siendo siempre fiel testigo de dulzuras y dolores, con lo cual elimina todo separatismo, difusión e intolerancia ¿Cómo mantener odio, duda, intranquilidad e injusticia cuando Brahman es nuestra esencia que diluye y unifica todas las formas? ¿No es acaso sereno y justo? ¿Cómo puede ser antecedido por egoísmo y aversión si todo cuanto hay en el Universo es Ello mismo? ¿Acaso ustedes y yo no hemos vivido siempre y viviremos en su Esencia? Esto se declara en el Bhagavad-Gita, capítulo 2, versos 11 y 12 por Vyasa: "Los sabios no se apenan ni por los vivos, ni por los muertos. Nunca hubo un periodo en que ni yo, ni tú y ni siquiera estos regentes de los hombres, no hemos existido; al mismo tiempo, cada uno de nosotros nunca cesará de ser en el más allá”. Quien entiende a cabalidad la compasión para todos los pasos del Yoga tiene vida y sentido, y aún sin poseer AQUÉLLO cualidad alguna, éste posee todas las características. Aquéllo que sólo ES, trae todas las cosas a la vida y todas ellas regresarán a su seno sin distinción alguna, pues al fin y al cabo somos Ello.

¿Puedes destruir la COMPASIÓN divina? No es un atributo, sino la LEY de Leyes, la Armonía eterna, el SER de Alaya; una esencia universal ilimitada, la luz de Justicia imperecedera y lo adecuado de todas las cosas, la ley de amor eterno” (La Voz del Silencio, Fragmento III, p. 44).

Porque convenía a aquél por cuya causa son todas las cosas, y por quien todas las cosas subsisten, que habiendo de llevar muchos hijos a la gloria, perfeccionase por aflicciones al autor de la salvación de ellos” (Hebreos 2:10).

Mientras más te vuelves uno con ella, fundiendo tu ser en su SER, y mientras más tu Alma se una con lo que ES, más te convertirás en COMPASIÓN ABSOLUTA” (La Voz del Silencio, Fragmento III, p. 45).

E: Los pasos descritos en el yoga propuesto por Pantajali o Sri Shankarâchârya, ¿son iguales a los que aparecen en los Preceptos Dorados? ¿Existe una interpretación adecuada para los pasos del Yoga? ¿Cuáles son las etapas de ambos sistemas, y cómo asimilarlos? ¿Cuál de esos métodos es recomendado por los Maestros?

I: Estas son algunas de las grandes interrogantes entre muchos estudiantes, y las dudas no resueltas hacen que el discípulo caiga rápidamente en errores que terminarán comprometiendo su salud y desperdiciando su valiosa vida. Dicho proceso es una bola de nieve, pues el conocimiento sesgado del alumno acaba por transmitirse a sus allegados en el camino, infectando y destruyendo cada vez más tan noble ciencia.

Sería correcto comentarles sobre Pantajali y Sri Shankarâchârya con sus respectivos sistemas, los cuales en mi opinión son textos que debemos leer seriamente si queremos algún conocimiento real del Yoga.

Pantajali impulsó el denominado "Yoga de los Ocho Estadios" o ramas (Ashtanga Yoga), mejor conocido como Raja-Yoga, del cual anteriormente hemos estado hablando. Su acercamiento es psico-espiritual, acercando al alumno por 8 pasos sucesivos desde el principio transitorio al imperecedero. En cambio, Shankarâchârya es mejor conocido por el Jnana-Yoga (o "del conocimiento"), que a diferencia del de Pantajali está formado por 15 pasos. Éste último también ofrece un acercamiento psico-espiritual, aunque eminentemente por su esencia tiene un carácter deductivo de la verdad, que por medio de la indagación (Vichara) el individuo va "descascarando" capa a capa -como si se tratara de una cebolla- las confusiones que impone la ilusión (Maya), y acercándose con cada escalón a la unión con el No-Ser (Parabrahm).

(Nota: Pantajali no fue el creador del Raja-Yoga, sino que sólo compiló y difundió las enseñanzas originales en esa técnica).

Los métodos de Pantajali y Shankarâchârya no son exactamente iguales al estudiado por la Teosofía, debido a que el Raja aceptado por los Mahatmas es totalmente sutil y oculto, con creces más profundo y de un efecto interno más grande que el que puede ofrecernos los otros sistemas de Yoga. Hemos conocido la inmensa sabiduría oculta en el Yoga que aparece en el libro La Voz del Silencio, pero esa técnica no es apta para ustedes en su mayoría.

E: ¿Por qué no es apropiada para nosotros? ¿No debemos aprovechar tan bella obra?

I: El detalle es que esta obra transmite una esencia de gran delicadeza, y lejana a las experiencias internas que ahora somos capaces de percibir. Mucha gente todavía recurre de forma exclusiva a la deducción, el análisis y una limitada intuición, por lo cual rápidamente cae en sesgos; por ello, el velo de la obra cumple su función para ocultar misterios de aquéllos que aún no han sentido la voz y dirección del hombre interno. Un ejemplo de ello es la historia del Buda y la flor donde se menciona: "Este sutil Dharma está lejos de las palabras, no puede ser entendido por medio del razonamiento y el análisis, pero sí por la intuición. Kasyapa me ha mostrado su entendimiento y a él le traspasaré el corazón del Zen (liberación)”. Dicho yoga tan sutil no es apto para ustedes, porque pueden desfigurarlo sin querer, y su lenguaje poético tiene un sentido tan simbólico que fácilmente el discípulo puede tomarlo en un modo erróneo. Además, para practicar tan noble y sublime procedimiento hemos de ser plenamente puros en pensamiento y acción. La Voz del Silencio agrega esto en el Fragmento II (p. 25): “Si no puedes ser Sol, entonces sé el humilde planeta. Si no puedes brillar como el Sol de mediodía sobre las cumbres nevadas de pureza eterna, entonces escoge, ¡oh neófito!, un curso más humilde".

Ustedes pueden aprovechar esa obra una vez hayan obtenido una buena base de conocimiento correcto, libre de errores conceptuales. Además, paso a paso deben dejar al hombre viejo atrás y unirse al nuevo cultivando la virtud y el servicio plenos, sin interés propio alguno. Si lo hacen, las puertas del conocimiento les serán abiertas. Las virtudes no son mero sentimentalismo, y la compasión no es galantería sin sentido. Entiendan que ésta es la esencia en acción del Dios vivo. Espero haber respondido tu pregunta, aunque mis palabras jamás deben suplantar la reflexión y voz del maestro interno.

Describamos entonces el Yoga de Pantajali, que como dije se compone de 8 pasos:

-Yama: "no matar, ser verídico, no robar, continencia y no recibir cobros" (Aforismos de Pantajali, capítulo 2, Sutra 30).

-Niyama: “purificación interna y externa, contento, mortificación, estudio védico y adoración de Dios” (ibídem, capítulo 2, Sutra 32).

-Asana: no está caracterizado en gran detalle; sin embargo dice: “La postura ha de ser firme y fácil" (ibídem, capítulo 4, Sutra 46).

-Pranayama: “controlar el movimiento de espiración e inhalación” (ibídem, Libro 2, Sutra 49).

-Pratyahara: “Cuando los sentidos, abandonando sus objetos propios, toman, por así decir, la forma de la mente” (capítulo 2, Sutra 54).

-Dharana: “mantener la mente sobre algún objeto particular" (capítulo 3, Sutra 1).
-Dhyana: "flujo ininterrumpido de pensamiento en algún objeto particular” (capítulo 3. Sutra 2).

-Samadhi: la absorción total en AQUÉLLO, que puede dividirse en dos fases: a) la unión donde aún se concibe al sujeto-objeto (samadhi con semilla) y b) cuando esta línea divisoria objeto-sujeto desaparece y sólo perdura y vive el No-Ser.

Ahora bien, veamos las partes que constituyen el Jnana Yoga que dio a conocer Shankarâchârya en su Aparokshânobhuti:

-Control de los sentidos (Yama): "(...) por medio de un conocimiento tal como 'todo esto es el Brahman', es llamado justamente Yama, lo cual debe ser practicado una y otra vez” (Sutra 103-104, p. 77).

-Control de la mente (Niyama): “El flujo continuo de un sólo tipo de pensamiento, a exclusión de todos los demás pensamientos, es llamado Niyama, lo cual es verdaderamente la felicidad suprema y es practicado regularmente por el sabio” (Sutra 105, p. 78).

-Renunciación: “El abandono del universo ilusorio, al realizarlo como el Âtman omniconsciente, es la renunciación real honrada por el grande, puesto que es de la naturaleza de la liberación inmediata" (Sutra 106, p. 79).

-El silencio: “El sabio debe ser siempre uno con ese silencio donde las palabras, junto con la mente, desaparecen sin alcanzarle, pero que es obtenible por los Yoguis” (Sutra 107, p. 79).

-El espacio: “esa soledad en la cual el universo no existe ni en el comienzo, ni en el fin ni en el medio, pero por la cual (el universo) es penetrado siempre” (Sutra 110, p. 82).

-El tiempo: “El (Brahman) no-dual, que es felicidad indivisible, es denotado por la palabra 'tiempo', puesto que trae a la existencia, en el guiño de un ojo, a todos los seres desde Brahmâ hacia abajo” (Sutra 111, p. 83).

-La postura: “Eso que es bien conocido como el origen de todos los seres y el soporte de todo el universo, que es inmutable y en lo cual el iluminado está completamente sumergido -sólo eso es conocido como Siddhâsana” (Sutra 113, p. 85).

-La raíz contenedora: “Eso (Brahman), que es la raíz de toda la existencia y en lo que se basa la contención de la mente, es llamado la raíz contenedora (Mulabandha), lo cual debe ser adoptado siempre, puesto que es adecuado para los Râja-yoguis” (Sutra 114, p. 86).

-Equilibrio del cuerpo (Asanas): “La absorción en el Brahman uniforme, debe conocerse como el equilibrio de los miembros (Dehasâmya). La mera fortificación del cuerpo como si fuera un árbol desecado no es equilibrio” (Sutra 115, p. 87).

-Firmeza de visión: “Al convertir la visión ordinaria en una de Conocimiento, uno debe ver el mundo como el Brahman mismo. Esa es la visión más noble, y no la que se dirige a la punta de la nariz” (Sutra 116, p. 87).

-Dominio de las fuerzas vitales (Pranayama): “La contención de todas las modificaciones de la mente, considerando a todos los estados mentales, como la chitta, etc., sólo como el Brahman” (Sutra 118, p .89).

-Retirada de la mente (Pratyahara): “La absorción de la mente en la Consciencia suprema al realizar el Âtman en todos los objetos (...) lo cual debe ser practicado por los buscadores de la liberación” (Sutra 121, p. 90).

-Concentración suprema (Dharana): “La estabilidad de la mente en la realización del Brahman dondequiera que la mente va” (Sutra 122, p. 91).

-Auto-contemplación (Dhyana): “Permanecer independiente de todo, como resultado del inaprehensible pensamiento 'Yo soy verdaderamente el Brahman' (...) y es productivo de felicidad suprema” (Sutra 123, p. 92).

-La absorción en Aquello (Samadhi/conocimiento) “El olvido completo de todo pensamiento, haciéndolo primero sin-cambio e identificándolo después con el Brahman" (Sutra 124, p. 93).

E: Me sorprende muchísimo la explicación detallada y coherente sobre cada paso que aporta Sri Sankaracharya; es como si nos quitara el velo que está en las obras de yoga. Ahora entiendo cuando usted señala que el Yoga está vivo y tiene raíz en Aquéllo. ¿Y por qué Patanjali, pareciendo tan directo, nos oculta tanto? ¿Por qué las instrucciones de Shankarâchârya se parecen tanto a la de Siddharta Gautama?

I: Los Aforismos de Pantajali están destinados a practicantes yóguicos consumados, y para quienes los asuntos sutiles estaban perfectamente claros, pero respecto a los humanos de esta época debemos esforzarnos por calar en esta obra según su sentido más espiritual. Esa es la línea de los verdaderos buscadores, y justamente ésta fue la intención del autor; por eso, quien toma las enseñanzas al pie de la letra sin duda caerá en un mar de problemas.

El humano actual es muy inmaduro, y aunque los Mahatmas teosóficos lo quisieran, Ellos no pueden hacernos el camino fácil pues la Ley del Karma así lo exige. A ningún hombre burdo le serán abiertas las puertas de semejante conocimiento sin antes haberse probado. ¿Qué mérito hemos hecho para que se nos hable directamente? Tal como señala Jesús en Mateo 13:14: "Por eso les hablo por parábolas; porque viendo no ven, y oyendo no oyen ni entienden. De manera que se cumple en ellos la profecía de Isaías, que dice: De a oído oiréis, y no entenderéis; y viendo veréis, y no percibiréis”. Por ello las enseñanzas de Pantajali revisten un carácter oculto y de gran valor, y como tal debemos acercarnos a ellas con una visión sutil y espiritual sobre el tema que aborda.

Por otro lado, las definiciones de Shankarâchârya en su Aparokshânobhuti ("auto-realización") son muchísimo más claras, porque este gran reformador se percató de la enorme confusión con respecto al Yoga y su esencia espiritual. Ante la necesidad, acerca el Jnana Yoga al individuo de manera que pueda entenderlo. El hombre aún demasiado intelectual y razonador, por medio de la inferencia va desentrañando gradualmente la Verdad inmutable, despojándose de las ramas que acortan su visión.

Efectivamente, los Mahatmas consideran a Shankarâchârya como el Adepto más grande que ha vivido en India, y además fue continuador de Siddharta Gautama (vean La Doctrina Secreta, Estrofa VI, p. 139; y también ibídem, Introducción, p. 59: "El volumen II de las profecías se halla casi terminado, habiéndose preparado desde los tiempos de Shankarâchârya, el gran sucesor de Buddha”).

E: Entonces. ¿está mal concebida la técnica Pranayama descrita como “el dominio de las fases de inspiración, expiración y retención"? ¿Es falso lo que dicen obras como el Gheranda Samhita?

I: No sólo se limita al Pranayama, sino a todas las prácticas señaladas en el Hatha-Yoga. Anteriormente mencionamos que Helena Blavatsky advirtió que no tomáramos literalmente las obras exotéricas en el tema, porque todas ellas necesitan una clave. Un método que lleva a lo infinito e inmanifestado no puede conllevar aspectos netamente físicos.

Sri Shankarâchârya describe en los Sutras 119-120: “La negación del mundo fenoménico es conocida como Rechaca (espiración), el pensamiento 'Yo soy verdaderamente el Brahman' es llamado Puraka (inhalación), y la estabilidad de ese pensamiento después es Kumbhaka (contención del soplo). Éste es el curso real del Prânâyâma para el iluminado, mientras que el ignorante sólo tortura la nariz". ¡Más claro que el cristal! Este es el auténtico trasfondo de dicha técnica, concebido de forma similar pero más sutil por La Voz del Silencio: “Cuando el discípulo ve y oye, y cuando huele y prueba, los ojos y oídos se cierran, la boca y la nariz se detienen; cuando los cuatro sentidos se mezclan y están listos, pasan al quinto -el del toque interno- y luego a la cuarta etapa que él ha transmitido". Volviendo a aclarar este significado tenue, se menciona lo siguiente en La Doctrina Secreta: "Este capítulo del Anugîtâ -dice Arjuna Mishra- explica el Prânâyâma, o la metodización de la respiración en las prácticas de Yoga. De todos modos este sistema, sin la adquisición previa, o al menos sin plena comprensión de los dos sentidos elevados (de los siete que existen según se verá), pertenece más bien al Yoga inferior. El Hatha así llamado, todavía fue y es desaprobado por los Arhats. Es perjudicial a la salud, y por sí sólo jamás puede desenvolverse en Râja Yoga”.

También sería interesante examinar un poco el Chi-Kung, que en cierto sentido tiene una aproximación bastante similar al Pranayama. Consideremos la siguiente cita supuestamente atribuida a Lao-Tze: “La Creación a través de la respiración es como sigue: la respiración debe sostenerse y acumularse, para así devenir magia; luego desciende y se calma para ser manifestada, tras lo cual germina para crecer y encaminarse al Cielo, donde asciende sin límites. Por el contrario, desciende al otro extremo. Quienes sigan este consejo encontrarán la vida, mientras aquéllos que lo ignoren hallarán la muerte”.

(Nota: Con una mirada más profunda y tenue, esto dice lo mismo que Sri Shankarâchârya: el Chi-kung no es meramente una práctica física, sino el anhelo de alcanzar el cielo ilimitado [Brahman]).

Analicemos ahora los postulados del Gheranda Samhita sobre los asanas, el Pranayama y su relación con las enseñanzas de Shankarâchârya.

En la segunda lección del Gheranda Samhita, se hace referencia a los asanas y específicamente el verso 7 respecto al Siddhâsana: “El practicante que ha dominado sus sentimientos debe llevar un talón a la zona anal y mantener el otro talón en la raíz del órgano reproductor. Después debe llevar el mentón hacia el pecho y luego, quedándose inmóvil y de columna recta, mirará al entrecejo. A ésta postura se la denomina siddhasana (postura perfecta), y conduce a la liberación”. En cambio, lo que sostiene Shankarâchârya es totalmente esclarecedor en su Aparokshânubhuti, Sutras 112-113: “Uno debe conocer como real esa postura en que la meditación del Brahman fluye espontánea e incesantemente, y no cualquier otra que destruye la felicidad de uno. Eso que es bien conocido como el origen de todos los seres y el soporte de todo el universo, que es inmutable y en lo cual el iluminado está completamente sumergido -sólo eso es conocido como Siddhâsana”.

Con respecto al Pranayama, el Gheranda Samhita dice esto sobre la purificación de los Nadis: “Purificar los nadis de dos maneras: con samanu y nirmanu. El samanu se hace con una técnica mental, con el mantra semilla o bija-mantra. El nirmanu se logra gracias a la limpieza física. La limpieza física se llama dhautis, como ya he enseñado. Hay seis prácticas; entonces, oh Chanda, escucha la técnica del samanu para la purificación de los nadis y lograr el pranayama: sentarse en loto y hacer la adoración del gurú, según enseñe tu maestro (...) Llevar la mirada a la punta de la nariz, contemplar la luz de la Luna en ese lugar, inhalar por fosa nasal izquierda repitiendo Tham dieciséis tiempos. Retener repitiendo el bija sesenta y cuatro veces. Visualizar el néctar que nace de la Luna hasta la nariz por los nadis purificándolos. Mientras se hace la contemplación, expirar repitiendo treinta y dos veces el prithivi-bija. Por estos tres pranayamas se purifican los nadis. Sentarse en una postura y hacer pranayama normal". Por otra parte, reiteremos lo que consigna Shankarâchârya en los Sutras 118-120: “La contención de todas las modificaciones de la mente, considerando a todos los estados mentales, como la chitta, etc., sólo como el Brahman, es llamado Prânâyâma. La negación del mundo fenoménico es conocida como Rechaca (espiración), el pensamiento 'Yo soy verdaderamente el Brahman' es llamado Puraka (inhalación), y la estabilidad de ese pensamiento después es llamada Kumbhaka (contención del soplo). Éste es el curso real del Prânâyâma para el iluminado, mientras que el ignorante sólo tortura la nariz”.

La visión del Gheranda Samhita es radicalmente diferente al Jnana-Yoga de Shankarâchârya o al Raja-Yoga por Pantajali. Existe una clave para interpretar adecuadamente las practicas Hatha, pero si bien el Gheranda no cae en error alguno, es cierto que un lenguaje tan extenso, rico y profundamente sutil como el sánscrito puede ser fácilmente sacado de contexto por el neófito, ya que una palabra incluye una multitud de significados y unidos al lenguaje, que claramente tiene un sentido oculto.

En la tercera lección sobre los Mudras en el Gheranda, leemos lo siguiente: “Hay unos veinticinco mudras, y realizando estos los yoguis consiguen la Gloria (...) Maheshvara habló a su esposa y le otorgó el secreto de los mudras diciéndole: 'Te he enseñado Devi, todos los mudras existentes'. El que los conoce y practica es visto como un iniciado, y se lo considera como tal; por esta razón debe guardarse el secreto con gran celo [dentro de la tradición Natha Siddha, Maheshvara es el mismo Shiva]. A nadie se debe exponer estas prácticas. Esta enseñanza y su conocimiento no es fácil de ejecutar, ni siquiera para los dioses del aire, y ella otorga la Felicidad a los iniciados".

Dentro de los 25 mudras podemos encontrar muchos conocidos por los practicantes del Hatha como Mahamudra, Mulabandha, Mahabandha, Jalambhadra, etc. Tomemos por ejemplo Mulanbandha, el cual significa "raiz contenedora", y es definido por el Gheranda Samhita de la siguiente forma: “Llevar el talón izquierdo entre el ano y el escroto, luego hacer contracciones del recto. Ejercer presión sobre los intestinos, en la zona umbilical, en dirección siempre de la columna vertebral. Luego colocar el tobillo derecho sobre el órgano sexual. Este Bhandha es conocido con el nombre de mulabandha. Aquél que quiera cruzar el océano de la propia existencia deberá ejercitar este mudra en secreto, para lograrlo en completa soledad. Por su práctica, se puede controlar el aire”. La palabra Mulabandha puede confundirse con los órganos excretorios -y encargados de la retención de desechos- y la acumulación del prana para un fin específico, y esto trae confusión al Hatha-yogui; no obstante, el concepto de Mulabandha por Shankarâchârya sostiene: “Eso (Brahman), que es la raíz de toda la existencia y en lo que se basa la contención de la mente, es llamado raíz contenedora (Mulabandha), lo cual debe ser adoptado siempre, puesto que es adecuado para los Râja-yoguis”. En este pasaje, la “contención” no es una característica desempeñada por las vísceras, sino por la mente que se mantiene en su objeto de contemplación, o Brahman. Si vemos cuidadosamente ambas citas, éstas señalan que quien fija su mente en Brahman anula toda agitación de los vrittis (modificaciones mentales).

Otro ejemplo que vale la pena señalar se encuentra en la segunda lección del Gheranda Samhita sobre los asanas: “Sentarse en el piso. Cruzar las piernas en la postura del Loto (padmasan). Llevar las manos al suelo, colocando los brazos en medio de los muslos y las rodillas. Estirar el tronco sobre las manos, llevando el cuerpo sobre los codos. Esta postura es conocida como la del gallo". Muchos practicantes serán capaces de identificar y reconocer que el gallo es símbolo de divinidad, pero ignoran su profundo significado que se menciona en la entrada homónima del Theosophical Glossary: “Ave de naturaleza muy oculta; muy apreciado en el augurio y simbolismo antiguos (...) Como quiera que el gallo estaba consagrado a Esculapio, y atendido que este último era conocido como el Soter (Salvador) que hacía surgir los muertos a la vida, es muy significativa la exclamación de Sócrates 'debemos un gallo a Esculapio' (...) Puesto que en la simbología dicha ave está siempre relacionada con el Sol (o los dioses solares), la muerte y la resurrección, ha encontrado su lugar apto en los cuatro Evangelios, particularmente la profecía acerca de San Pedro quien negó a su Maestro antes de que el gallo cantara tres veces".

Como observamos, el Sol Espiritual está representado por el gallo, que metafóricamente ilumina al hombre y da vida a todo cuanto hay en la Tierra. Asimismo, conlleva un significado bastante revelador, explicado también en el Theosophical Glossary: “El Sol oculto o invisible, del cual el visible -en nuestro Sistema planetario- es sólo una reflexión o sombra; así como este último otorga luz y vida a los astros que constituyen dicho sistema, el verdadero Sol invisible y espiritual da vida a los reinos espiritual y psíquico de todo el Kosmos o universo". Y según esto, ¿entonces el verdadero Kukutasana no es sólo una postura física? ¿No se refiere en realidad a la contemplación del Sol Espiritual?

Incluso William Judge alude a dicho aspecto: “Entonces, el Sol físico es para nosotros el símbolo del verdadero al que refleja, y al meditar en 'la luz más excelente del verdadero sol' podemos obtener ayuda en nuestra lucha para ayudar a la humanidad. Nuestro Sol tangible es para la física y no la metafísica, mientras que el real brilla en nuestro interior. El orbe diurno sustenta la economía animal; el verdadero Sol brilla en nosotros a través de su medio al interior de nuestra naturaleza. Entonces deberíamos dirigir nuestro pensamiento a ese verdadero Sol y preparar el terreno interior para su influencia, tal como lo hacemos para los rayos vivificantes del Astro Rey" (William Judge, artículo "Our Sun and the True Sun").


Observaciones finales del autor

01. Las referencias permanentes al Bhagavad-Gita se incluyeron porque, hasta ahora, no hemos conocido texto público que contenga tan bellamente plasmada la naturaleza espiritual más sublime que la mente humana es capaz de concebir. El Bhagavad-Gita aborda desde arriba hacia abajo todos los campos del saber, desde el Microcosmos al Macrocosmos, desde el Logos al hombre, desde la ignorancia a la iluminación, y del hombre bruto hasta el gran santo. Dicho texto ha sido descrito bellamente por personajes de renombre como Helena Blavatsky, William Judge, Damodar Mavalankar, Mahatma Gandhi, Subba Row, Mabel Collins y otros, que para nosotros es imposible ignorar tan preciosa joya.

02. Sería indiscreto y tosco por nuestra parte afirmar que "estamos en posesión" de aquéllo que sólo se entrega a los impolutos. Lo que se confiere en santidad no se revela a lo terrenal, pero quien lea con cuidado estos artículos podrá saltarse más de un peligro y alinear su camino en el punto adecuado, y si es susceptible su vida cambiará para siempre. Ahora el resultado depende de ustedes.

03. No faltarán quienes aseguren que "es una exageración creer que todo el Hatha-Yoga está oculto". No queremos convencer a nadie y tampoco tenemos disposición para "debatir" interminablemente, pero les invitamos a reflexionar en estas preguntas: ¿No se han percatado de la enorme cantidad de simbolismos, ideas y ritos en la cultura hindú? ¿Han visto la extensión y riqueza que parece no tener fin en la escritura sánscrita? ¿Reconocen acaso que muchísimos traductores y escritores de renombre generalmente alcanzan diferentes conclusiones sobre el significado de los himnos védicos y su acepción? ¿Por qué quedarnos con una sóla interpretación, cuando ninguna de las "eminencias" actuales ni siquiera se ha puesto de acuerdo con la antigüedad de los Vedas? ¿Pueden siquiera ser mencionadas todas las obras de los Vedas? ¿Por qué un sistema preparatorio para abordar la verdad trascendental seria mancillado, intentando focalizarse en burdos procesos fisiológicos? ¿Conocen el hecho de que los brahmines guardaron y aún conservan con recelo las interpretaciones de muchas obras védicas? No pedimos que abandonen sus propias ideas, pero al menos que abran un espacio para la duda fidedigna.

04. Como consignan otros escritos de este blog, no estamos en contra de la doctrina dejada por el gran Adepto llamado Jesús o Jeshu. La Teosofía Original y los Mahatmas sólo denuncian que el cristianismo actual está tan deformado que los primeros "padres" no lo reconocerían aunque lo vieran, y su aspecto oculto y eminentemente espiritual ha estado obscurecido por ritualismos, fanatismos y jerarquizaciones arbitrarias.

05. Reiteramos que el poder del hombre interno o Shakti sólo puede ser obtenido cuando sus propias cadenas inferiores (o animales) se rompen para liberar al verdadero Humano Interior, pues su reino todo lo domina. Es cierto que no es necesaria la santidad para alcanzar siddhis, pero si el individuo tosco y materialista adquiere esas facultades, sólo serán de una índole inferior y ocasionan desgracias. En cambio, para el sabio tienen un carácter puro, siendo plenamente controladas por él y jamás las utiliza con desatino. El neófito desconoce el efecto de sus acciones y aquéllos causados por sus facultades; por ello, los Maestros nunca se jactan de poseerlas y tampoco las buscan, sino que vienen a Ellos naturalmente. ¿Acaso esto no es suficiente razón para no anhelar ese poder?