Si consultamos fuentes estándar, aprendemos que el nombre "druida" probablemente se deriva de las palabras celtas antiguas para "vidente" y "mago", que la primera mención registrada de ellos fue hace 2.400 años y fue eliminada por diversos medios hace más de 1.900. Por lo tanto, la historia moderna sólo reconoce con cierta exactitud un período de aproximadamente 500 años sobre su presencia, pero sólo porque en apariencia se escribió acerca de este pueblo por primera vez hace unos dos milenios, no significa que no existiera durante un largo tiempo anterior a dicha etapa. Los historiadores y eruditos admiten esto de manera inferencial al sostener que los druidas tenían un vasto e intrincado sistema de enseñanza, conocimiento y práctica filosóficos que no podría haberse inventado de la noche a la mañana, sino que pareció haberse transmitido por generaciones y siempre de forma oral, nunca escrita.
El emperador romano Julio César, opositor a los druidas, proporcionó lo que quizás sea el resumen vigente más detallado -aunque muy incompleto- de sus enseñanzas y según los testigos presenciales de la época:
"Con respecto a su curso actual de estudios, en su opinión el objetivo principal de toda educación es imbuir a sus eruditos con una firme creencia en la indestructibilidad del alma humana, que según su idea simplemente pasa en la muerte de una cobertura a otra; porque dicen que sólo con tal doctrina -que despoja a la muerte de todos sus terrores- puede desarrollarse la más elevada forma de coraje humano. De forma subsidiaria a las enseñanzas de este principio fundamental, celebran varias conferencias y discusiones sobre astronomía, la extensión y distribución geográfica del mundo, las diferentes ramas de la filosofía natural y muchos problemas relacionados con la religión".
Pero ahora veremos lo que se menciona sobre los druidas y el druidismo en Teosofía, es decir, el conocimiento esotérico de algunos Iniciados y Adeptos contemporáneos dado al mundo a través de H.P. Blavatsky, Su representante. Algunos de estos detalles no estarán claros a menos que se tenga un conocimiento preciso sobre la enseñanza teosófica fundamental de las Razas-Raíz y que puede obtenerse con cierta profundidad mediante un estudio de "La Doctrina Secreta", aunque se puede resumir brevemente de la siguiente manera:
LAS SIETE RAZAS-RAÍZ
La familia humana evoluciona en la Tierra durante este período conocido como "Cuarta Ronda" y mediante siete "Razas-Raíces" sucesivas, donde cada una de éstas perdura por un vasto periodo y representa una gran Época en la historia mundial.
Hubo cuatro razas-raíz y son:
(1) Polar: nacida bajo la influencia oculta del Sol. Se situaba en una misteriosa “Tierra Sagrada Imperecedera” en algún lugar del Polo Norte y que nunca se destruye, a diferencia de los otros continentes y masas terrestres posteriores.
(2) Hiperbórea: nacida bajo la influencia oculta de Júpiter y estaba localizada en "la tierra que extendió sus promontorios hacia el sur y el oeste desde el Polo Norte para recibir a la Segunda Raza, y comprendía todo lo que ahora se conoce como el norte de Asia" (D.S. 2:7).
(3) Lemuriana: aparecida bajo el influjo oculto de Venus. “Incluía algunas partes de lo que ahora es África, pero por lo demás este gigantesco continente que se extendía desde el Océano Índico hasta Australia ahora ha desaparecido por completo bajo las aguas del Pacífico, dejando aquí y allá sólo algunas de sus cimas térreas más elevadas que ahora son islas" (D.S 2:7).
(4) Atlante: surgida con incidencias esotéricas de Luna y Saturno: "La famosa isla de Platón con ese nombre no era más que un fragmento de este gran Continente" (D.S. 2:8); "un gran continente primero dividido y luego desmembrado en siete penínsulas e islas (llamadas dwipas) (...) Cubría la totalidad de las regiones del Atlántico norte y sur, así como partes del Pacífico septentrional y austral, y tenía islas incluso en el Océano Índico (reliquias de Lemuria). La afirmación está corroborada por los Puranas hindúes, escritores griegos y las tradiciones asiáticas, persas y mahometanas” (D.S. 2:405).
Entretanto, la Quinta Raza-Raíz (con el auspicio esotérico de Mercurio; véase D.S. 2:29 para estos detalles) todavía está en desarrollo y se la conoce como Aria en el sentido original y antiguo de ese término, es decir, indo-caucásica y originada en Asia Central y la antigua India, mientras que las razas Sexta y Séptima aún están por venir. Cada una de estas siete razas se compone de siete subrazas, y todas éstas a su vez comprenden siete razas familiares principales.
Las Razas-Raíces y sus subperíodos se siguen de forma consecutiva, pero siempre se produce cierta superposición, ya que una raza comienza a desvanecerse y otra originada en ella principia por aparecer y expandirse lentamente.
El presente período evolutivo corresponde a la quinta subraza de la quinta Raza-Raíz. En la actualidad, ésta última y sus variadas subdivisiones se han extendido por gran parte del mundo, particularmente en el sector occidental, por cuanto ahora presenciaremos el desarrollo de la sexta subraza de la quinta Raza Raíz, donde la primera se originó principalmente en Norteamérica, aunque también en la parte sur de este continente. Las subrazas sexta y séptima formarán la base para la futura sexta Raza-Raíz que advendrá dentro de varios milenios.
Teniendo esto en cuenta, ahora podemos comprender mejor las afirmaciones de H.P.B. sobre los druidas y sus orígenes.
H.P. BLAVATSKY SOBRE LOS DRUIDAS
"Druidas. Casta sacerdotal que floreció en Gran Bretaña y Galia. Fueron Iniciados que admitían mujeres en su orden sagrado y las introducían en los misterios de su religión. Nunca confiaron sus versos y textos sagrados a la escritura, sino que como los brahmanes de la antigüedad las consignaron a la memoria; una hazaña que según la declaración de César tardó veinte años en realizarse. Al igual que los Parsis, no tenían imágenes o estatuas de sus dioses, pues la religión celta consideraba blasfemo representar a cualquier dios -incluso un personaje menor- bajo una figura humana, y hubiera sido bueno si los cristianos griegos y romanos aprendieran esta lección de los druidas 'paganos'. Los tres mandamientos principales de su religión fueron: 'Obediencia a las leyes divinas, preocupación por el bienestar de la humanidad y padecer con fortaleza todos los males de la vida'" ("Theosophical Glossary", p. 105).
“El misterio que oculta el origen y la religión de los druidas es tan grande como el de sus supuestos templos para el simbologista moderno, pero no para los Ocultistas iniciados. Sus sacerdotes eran descendientes de los últimos atlantes, y lo que se sabe de ellos es suficiente para inferir que eran sacerdotes orientales similares a los caldeos e indios, aunque de una talla un poco mayor. Se puede deducir que simbolizaron su deidad como los hindúes hacen con su Vishnu, los egipcios con su Dios Misterioso y los constructores del montículo de la Gran Serpiente en Ohio adoraban a la suya, es decir, bajo la forma de la 'Serpiente poderosa' o emblema de la deidad eterna del TIEMPO (el Kala hindú). Plinio los llamó 'magos de galos y bretones', pero eran más que eso. El autor de Indian Antiquities encuentra mucha afinidad entre los druidas y los brahmanes de India; el doctor Borlase señala una estrecha analogía entre ellos y los magos de Persia; otros verán una identidad entre ellos y el sacerdocio órfico de Tracia, simplemente porque estaban conectados -en sus enseñanzas esotéricas- con la Religión-Sabiduría universal, y por lo tanto presentaban afinidades con el culto exotérico de todos.
Como los hindúes, griegos y romanos (hablando de iniciados), caldeos y egipcios, los druidas creían en la doctrina de una sucesión de mundos, como también en la de siete 'creaciones' (de nuevos continentes), transformaciones en la faz terrestre y en una noche y día séptuples para cada tierra o globo (véase Budismo Esotérico). Dondequiera que se encuentre la Serpiente con el huevo, allí estaba presente este principio y sus Dracontia son una prueba de ello. Esta creencia era tan universal que, si la buscamos en el esoterismo de varias religiones, la descubriremos en todas; la encontraremos entre hindúes y mazdeanos arios, griegos, latinos e incluso entre los antiguos judíos y primeros cristianos, cuyos reservorios modernos ahora apenas comprenden lo que leen en sus Escrituras (...).
Los druidas entendieron el significado del Sol en Tauro; por lo tanto, cuando todos los fuegos se extinguían el 1 de noviembre, sus flamas sagradas e inextinguibles permanecían para iluminar el horizonte como las de los magos y zoroastristas modernos. Y al igual que la quinta Raza temprana y los caldeos posteriores, los griegos y nuevamente como los cristianos que hacen lo mismo hasta el día de hoy -sin sospechar el verdadero significado-, saludaban a la Estrella de la Mañana, la bella Venus-Lucifer. Estrabón habla de una isla cercana a Britania 'donde se adoraba a Ceres y Perséfone con los mismos ritos que en Samotracia' (lib. iv.), y esta isla era la 'sagrada Ierna' donde se encendía un fuego perpetuo. Los druidas creían en el renacimiento del hombre, aunque no como explica Luciano: 'que el mismo espíritu anima un cuerpo nuevo, no aquí sino en un mundo diferente', y en su lugar planteaban una serie de reencarnaciones en este mismo mundo, pues como dice Diodoro declararon que las almas humanas pasaban a otros cuerpos tras determinados períodos*.
*'Hubo un tiempo en que toda la humanidad tenía una sóla religión y cuando tenía 'un sólo labio'. 'En el comienzo, todas las religiones de la Tierra fueron una y emanaron de un centro único', como dice Faber con mucha verdad" (D.S 2:756, 759-760).
Estos principios llegaron a la Quinta Raza de los arios desde sus predecesores de la Cuarta Raza o atlantes. Habían conservado piadosamente las enseñanzas que les contaban cómo su Raza-Raíz parental -que se volvía cada vez más arrogante con cada generación al obtener poderes sobrehumanos- se había ido dirigiendo gradualmente hacia su final. Esos registros les recordaron el enorme intelecto de las razas precedentes, así como su tamaño ciclópeo. Así encontramos la repetición de dichas crónicas en todas las épocas de la historia, en casi todos los fragmentos antiguos que nos han llegado desde la antigüedad".
“En Occidente encontramos magia de una antigüedad tan remota como en Oriente. Los druidas de Gran Bretaña la practicaron en las criptas silenciosas de sus profundas cuevas, y Plinio dedica muchos capítulos a la 'sabiduría' de los líderes celtas. Los Semothees o druidas galos expusieron tanto las ciencias físicas como espirituales y enseñaron los secretos del Universo, el progreso armonioso de los cuerpos celestes, la formación de la Tierra y sobre todo la inmortalidad del alma. En sus arboledas sagradas -las academias naturales construidas por la mano del Arquitecto Invisible-, los iniciados se reunían en la quieta medianoche para aprender sobre lo que el ser humano fue una vez y en lo que se convertiría. No necesitaban iluminación artificial, ni gas extraído de la vida para iluminar sus templos, porque la diosa casta de la noche irradiaba sus rayos más plateados sobre sus cabezas coronadas de robles, y sus bardos sagrados vestidos de blanco sabían conversar con la solitaria reina de la bóveda estrellada.
En el suelo muerto del pasado y desde hace tiempo yacen sus robles sagrados, ahora secos y despojados de su significado espiritual por el aliento venenoso del materialismo, pero para el estudiante del aprendizaje oculto su vegetación sigue siendo tan verde y exuberante, y tan llena de verdades profundas y sagradas como a esa hora en que el archiduida realizaba sus curas mágicas, y agitando la rama de muérdago cortaba con su hoz dorada la rama verde de su roble madre. La magia es tan antigua como el hombre” (“Isis Develada", vol. 1, p. 18).
"Encontramos (...) los 'Dragones', que a lo largo de toda la antigüedad eran considerados símbolos de Inmortalidad y Sabiduría, del Conocimiento secreto y de la Eternidad; y (...) los hierofantes de Egipto, Babilonia e India que se denominan generalmente como 'Hijos del Dragón' y 'Serpientes'; de esta forma se corroboran las enseñanzas de la Doctrina Secreta (...).
Además, los hierofantes de Egipto y Babilonia por lo común se hacían llamar 'Hijos del Dios-Serpiente' o 'Hijos del dragón' durante los misterios.
Movers señala que 'el sacerdote asirio siempre llevaba el nombre de su dios'. Los druidas de las regiones celto-británicas también se llamaban 'serpientes' exclamando 'soy una serpiente, un druida'. El Karnak egipcio es hermano gemelo del Carnac de Bretaña, y este último significa 'el montículo de la serpiente'. Antaño los Dracontia cubrieron la superficie del globo y estos templos eran sagrados para el dragón sólo porque era el símbolo del Sol, que a su vez fue emblema del dios más elevado: el fenicio Elon o Elion a quien Abraham reconoció como El-Elion. Además del apelativo 'serpientes', eran llamados 'constructores' y 'arquitectos' pues, como señala Taliesin, la grandeza de sus templos y monumentos fue tal que incluso ahora los restos pulverizados de ellos 'ahuyentan los cálculos matemáticos de nuestros ingenieros modernos'" (D.S., 2:379-380).
LA IRLANDA ESOTÉRICA
De acuerdo con "La Doctrina Secreta", sabemos que "el misterio que oculta el origen y la religión de los druidas es tan grande como el de sus supuestos templos para el simbologista moderno, pero no para los Ocultistas iniciados".
En consecuencia, estos esoteristas iniciados por Adeptos -o Maestros de Sabiduría como a veces se les llama- en la misma Doctrina Secreta no se desconciertan o confunden, ni tampoco son ignorantes acerca del verdadero origen de los druidas, ni respecto de pueblos, religiones, tradiciones o culturas. Y Blavatsky añade que "sus sacerdotes eran descendientes de los últimos atlantes". Probablemente esto se refiere a la última isla de Atlántida sobre la cual habla Platón. La destrucción final de este legendario continente ocurrió hace aproximadamente 850.000 años según "La Doctrina Secreta", pero su último remanente -en ocasiones denominado Poseidonis- persistió hasta hace unos 11.500 años y tuvo el mismo destino catastrófico que su comarca original.
William Q. Judge dice lo siguiente en su artículo "Ireland":
"Ésta [Irlanda] se llama Isla del Destino y sus montañeses dirán que siempre ha sido una 'isla santa' llena de historias que duplican exactamente las de los yoguis hindúes; la misma hierba parece susurrar con las pisadas de seres invisibles. Una tradición sostiene que en tiempos muy remotos y antes que la isla de Albion [Gran Bretaña] se levantara desde el agua, había un antiguo centro en la isla -o Ashram como llamarían los hindúes- donde vivían grandes adeptos y enseñaban a los discípulos que de allí salían a todas las regiones. Permanecieron allí hasta cierto gran cataclismo y luego emigraron a ______. En relación con esto, será interesante ver la siguiente cita de algunas observaciones hechas por Helena Blavatsky en Lucifer, y también puede recordarse con provecho la tradición griega de que cerca de Gran Bretaña había una isla llamada Ierna donde acudían personas para aprender más sobre los misterios secretos. Ella dice:
'Es una tradición general entre los ocultistas -y enseñada como hecho histórico en filosofía oculta- que lo que hoy es Irlanda fue una vez morada de atlantes que emigraron de la isla sumergida que mencionó Platón. De todas las islas británicas, Irlanda es la más antigua por varios miles de años, dejando así las inferencias e 'hipótesis de trabajo' a etnólogos, antropólogos y geólogos. Los Maestros y Guardianes de la vieja ciencia afirman haber conservado registros genuinos, y nosotros como teósofos -es decir, la mayoría de nosotros- lo creemos implícitamente. La ciencia oficial puede negarlo, pero ¿qué importa? ¿No ha comenzado la ciencia negando casi todo lo que acepta ahora?'"
Por tanto, es posible que los druidas británicos hayan llegado a esta región a través de Irlanda desde la última isla atlante.
El pasaje anterior que W.Q.J. cita de H.P.B. se publica hoy en el libro "Theosophical Articles and Notes", p. 205.
EL NEODRUIDISMO
Hoy existen muchas personas autoproclamadas "druidas" y que incluso afirman ser sacerdotes y sacerdotisas de esa línea. Esto se conoce técnicamente como "neodruidismo", porque como afirman la Teosofía y la historia aceptada, los auténticos druidas del pasado no comprometieron ninguna de sus enseñanzas por escrito, y quienes hoy adoptan la denominación "druida" son lo suficientemente honestos para reconocer que no tienen acceso al conocimiento que los antiguos sacerdotes realmente enseñaron y practicaron, aparte de la cantidad ínfima que nos ha llegado mediante la historia estándar.
Quienes investigan en el neodruidismo, que comenzó en su forma actual durante el siglo XX, descubrieron que sus enseñanzas, creencias y prácticas se derivan casi exclusivamente de movimientos paganos modernos como Wicca y algunas ideas "Nueva Era"; por tanto, no se puede decir que sea la continuación legítima del noble linaje de Adeptos-Iniciados druidas en eras remotas. Algunos grupos neodruidas afirman que el druidismo no tiene enseñanzas, filosofía o principios en absoluto y acepta que todo es verdadero y válido, pero como ya se mostró esto simplemente no es cierto, pues los verdaderos druidas detentaban una filosofía y doctrina muy específicas y distintivas, incluso si no permitían que gran parte de ella fuera conocida públicamente.
Sin embargo, el neodruidismo realiza un trabajo valioso para crear conciencia sobre los problemas ecológicos, al promover el respeto hacia la Tierra y lo sagrado de la Naturaleza física que incluye toda la vida que contiene y nutre.
STONEHENGE Y OTROS MONUMENTOS LÍTICOS ANTIGUOS
Debido a que los neodruidas acuden a Stonehenge en el solsticio de verano y otras ocasiones, muchos individuos han asociado estos antiguos círculos y complejos de piedra con los druidas y algunos suponen que fueron construidos por éstos últimos, pero veamos lo que explica la Teosofía sobre esto:
“Si no hubieran existido gigantes para mover rocas tan colosales, nunca podría haber un Stonehenge, un Carnac (Bretaña) y otras estructuras ciclópeas similares (...). Se piensa que estas 'piedras-bisagra' de la llanura de Salisbury [Stonehenge] son restos de un templo druídico, pero los druidas eran hombres históricos y no cíclopes ni gigantes. ¿Quiénes entonces si no gigantes podrían levantar alguna vez tales masas (especialmente las de Carnac y West Hoadley), colocarlas en un orden simétrico para representar el planisferio, disponerlas en un contrapeso tan bello que parece que apenas tocan el suelo, ponerlas en movimiento con el menor toque de un dedo y aún así resistiría los esfuerzos de veinte hombres que intentasen desplazarlas? (...).
Los registros arcaicos muestran a los Iniciados de la Segunda Subraza de la familia Aria trasladándose de una tierra a otra con el propósito de supervisar la construcción de menhires y dólmenes, colosales zodíacos en piedra y lugares de sepulcro para servir como receptáculos para las cenizas de generaciones venideras. ¿Cuándo ocurrió esto? El hecho de su paso desde Francia a Gran Bretaña por tierra puede dar una idea sobre la fecha en que tal viaje podría haberse realizado en terra firma (...) El arqueólogo moderno, aunque especula indefinidamente sobre los dólmenes y sus constructores, en la práctica no sabe nada de ellos o su origen; sin embargo, estos monumentos extraños y a menudo colosales de piedras sin labrar -que consisten generalmente de cuatro o siete bloques gigantescos colocados en unidad- están esparcidos por Asia, Europa, América y África, en grupos o filas. Se encuentran piedras de enorme tamaño dispuestas horizontalmente y de manera diversa sobre dos, tres, cuatro y -como en Poitou- seis y siete bloques, por cuanto la gente los llama 'altares del diablo', piedras druídicas y tumbas gigantes. Las piedras de Carnac en Morbihan (Bretaña) de casi 2 kms. en longitud y 11.000 rocas alineadas en once filas, son hermanas gemelas de las de Stonehenge (...).
Son los llamados 'restos druídicos' como Carnac en Bretaña y Stonehenge en la misma localidad que estaban relacionados con los Iniciados viajantes y aludidos anteriormente, y estos monumentos gigantes son todos registros simbólicos de la historia del mundo. No son druídicos, sino universales. Tampoco fueron construidos por los druidas, pues éstos fueron herederos de la tradición ciclópea legada por generaciones de poderosos constructores y 'magos' tanto buenos como malos" (D.S., 2:341, 750, 752, 754).
"Carnac. Sitio muy antiguo en Bretaña (Francia) de un templo de estructura ciclópea consagrado para el Sol y el Dragón, y del mismo tipo que Karnac en el antiguo Egipto y Stonehenge en Inglaterra (...) Fue construido por sacerdotes-hierofantes prehistóricos del Dragón Solar o sabiduría simbolizada (los Kumaras solares más elevados que encarnaron). Cada una de las piedras fue colocada allí personalmente por los sucesivos sacerdotes-adeptos en el mando y conmemoraba en lenguaje simbólico el grado de poder, estado y conocimiento de cada uno" (“The Theosophical Glossary”, p. 74).
EL ÚLTIMO DE LOS MISTERIOS EUROPEOS
Concluimos este compilado con información notable reproducida de "The Last of the Mysteries in Europe", un artículo por Helena Blavatsky y publicado póstumamente:
"En Asia Central y la frontera norte de India, la espada triunfante del pupilo de Aristóteles [Alejandro Magno] barrió en su camino de conquista todo vestigio de una Religión que alguna vez fue pura, y sus Adeptos se alejaron cada vez más de ese camino hacia los lugares más ocultos del mundo. Estando al final el ciclo de****, sonó la primera hora para la desaparición de los Misterios en el reloj de las Razas con el conquistador macedonio. Los primeros avisos de su última hora llegaron en el año 47 a. de C. en Alesia [ahora llamada Alise-Sainte-Reine, Côte-d'Or francesa], la famosa ciudad de Galia, la Tebas de los celtas y tan famosa por sus antiguos ritos de iniciación y misterios que fue descrita así por J.M. Ragon [famoso escritor masónico francés]: 'La antigua metrópolis y tumba de iniciación de la religión druida y la libertad de Galia'.
Fue durante el primer siglo antes de Cristo que llegó la última y suprema hora de los grandes Misterios. La historia muestra que las poblaciones de Galia Central se rebelan contra el yugo romano, pues el país estaba sometido a César y la revuelta fue aplastada, cuyo resultado fue la masacre de la guarnición en Alesia (o Alisa) y de todos sus habitantes, incluidos los druidas, sacerdotes del centro y neófitos. Tras esto, toda la ciudad fue saqueada y arrasada.
Bibractis, una ciudad grande y famosa situada no lejos de Alesia, pereció algunos años después. J.M. Ragon describe su final de la siguiente manera:
'Bibractis, la madre de las ciencias y alma de las primeras naciones [en Europa], una ciudad igualmente famosa por su sagrado colegio de druidas, su civilización y sus escuelas en que se enseñaba filosofía, literatura, gramática, jurisprudencia, medicina, astrología, ciencias ocultas, arquitectura, etc. a 40.000 estudiantes. Rival de Tebas, Memphis, Atenas y Roma, poseía un anfiteatro para gladiadores rodeado de estatuas colosales y con capacidad para 100.000 espectadores; un capitolio y templos de Jano, Plutón, Proserpina, Júpiter, Apolo, Minerva, Cibeles, Venus y Anubis, y en medio de estos suntuosos edificios estaba la Naumaquia con su vasta cuenca, una construcción increíble y obra gigantesca en que flotaban barcos y galeras dedicados a juegos navales; luego un Champ de Mars, un acueducto, fuentes, baños públicos y finalmente fortificaciones y muros cuya construcción data de épocas heroicas'.
Tal fue la última ciudad en Galia donde murieron por Europa los secretos de las Iniciaciones a los Grandes Misterios de la Naturaleza y sus olvidadas verdades ocultas. Los rollos y manuscritos de la famosa Biblioteca de Alejandría fueron quemados y destruidos por el mismo César [la mafia cristiana en 389 de nuestra era completó el trabajo de destrucción sobre lo que quedaba; la mayoría de las obras de valor incalculable se guardaron para los estudiantes de ocultismo y están perdidas para el mundo], pero mientras la historia desaprueba la acción del general árabe Amru quien dio el toque final a este acto de vandalismo perpetrado por el gran conquistador, no tiene ni una palabra para decir de este último por su destrucción de casi la misma cantidad de preciosos rollos en Alesia, ni del destructor de Bibractis. Mientras que Sacrovir -jefe de los galos que se sublevó contra el despotismo romano bajo Tiberio y derrotado por Silio en 21 de nuestra era- era quemado vivo con sus compañeros conspiradores en una pira funeraria ante las puertas de la ciudad y como Ragon nos dice, esta última fue saqueada y todos sus tesoros de literatura sobre Ciencias Ocultas perecieron por el fuego. El mismo autor afirma que la ciudad una vez majestuosa de Bibractis se había convertido en Autun, y todavía quedan algunos monumentos de la gloriosa antigüedad como los templos de Jano y Cibeles.
Ragon continúa: 'Arles, fundada dos mil años antes de Cristo, fue saqueada en 270 y esta metrópolis de Galia restaurada 40 años después por Constantino ha conservado hasta la fecha algunos restos de su antiguo esplendor: anfiteatro, capitolio, un obelisco -que se compone de un bloque granítico de 17 metros de altura-, un arco de triunfo, catacumbas, etc. Así terminó la civilización celto-gálica. César, como bárbaro digno de Roma, ya había logrado la destrucción de los antiguos Misterios con el saqueo de los templos y sus colegios iniciáticos y con la masacre de los Iniciados y druidas. Ahora quedaba Roma, pero ella nunca tuvo sino los Misterios menores, sombras de la Ciencia Secreta, pues la Gran Iniciación se extinguió'".
Los términos "misterios" y "escuelas mistéricas" designan a centros iniciatorios y su presencia ha sido documentada por la historia en todo el mundo. Asimismo los teósofos usan bastante la palabra "iniciación", pero ¿qué significa realmente?
En su acepción más básica, el proceso iniciático es la expansión del alma a un nuevo y más elevado nivel de conciencia, pero en su aspecto más profundo también es un Sendero que se recorre a lo largo de muchas vidas por parte de quien aspira a unirse a esa Hermandad oculta que guía y vigila la evolución espiritual de la humanidad. Tal iniciación, presidida en sus niveles superiores por algunos de los Maestros que pertenecen a ese conglomerado, confiere conocimiento, poderes y percepción perspicaz sobre el candidato exitoso, y todo esto con miras a un trabajo altruista por ayudar, guiar y enseñar a otros seres humanos.
Actualmente las "escuelas de misterios" genuinas todavía existen en varios lugares, aunque operan en secreto con respecto al mundo general. Dichas academias están representadas por las Hermandades y Fraternidades de diversos Maestros tras el Movimiento Teosófico, y así Blavatsky, Judge y los propios Mahatmas declararon que no existe ningún obstáculo para alguien que aspire hacia ellos, siempre que el motivo sea puro.
Pero todo eso comienza con el compromiso de asimilar y poner en práctica el Cuerpo de Conocimiento asombrosamente vasto que han dado al mundo bajo el nombre de "Teosofía". De lo contrario, si no se sabe ni comprende esto en la medida más profunda y precisa posible, ¿cómo podemos pretender captar una mayor sabiduría y utilizar aspectos aún más avanzados?
Vemos entonces que la enseñanza druida fue la misma que se revela de manera parcial a través de la Teosofía contemporánea, que H.P. Blavatsky una vez llamó "la antigua Religión-Sabiduría universal".