Por Ian Stevenson, "Reincarnation and Biology" (1997), capítulo 6
Resumen
Wilfred nació el 22 de noviembre de 1961 en Prince Rupert, Columbia Británica, Canadá, hijo único de Franklin Black y Ruby Meares Zuboff, y eran miembros del pueblo haida. Ruby tenía sólo 17 años al momento de dar a luz -tras dos semanas de posmadurez-; era su primer bebé y el trabajo de parto duró 23 horas. Al finalizar y casi inmediatamente, su madre distinguió una marca muy notoria en la parte posterior de su cabeza (figura 6-30).
Poco después del alumbramiento sus padres se divorciaron. Cuando aún era muy pequeño, Ruby se casó con un hombre blanco y perdió sus derechos como indígena en Canadá. Luego Wilfred fue adoptado, al menos extraoficialmente, por su abuelo Henry Meares quien le otorgó el apellido. A los dos años de edad sólo hizo un par de declaraciones sobre una existencia anterior, y mi primer informante me dirigió para obtener información sobre el abuelo materno, al cual entrevisté en Prince Rupert el 28 de mayo de 1974. Le había impresionado mucho la correspondencia entre dicha huella física y la lesión en igual sector que tuvo su cuñado Victor Smart, al morir en un accidente automovilístico el verano previo al nacimiento de Wilfred. Tras enterarme de lo que Henry sabía, me reuní y hablé (en Prince Rupert) con el joven y Ruby. También quise encontrar a Wendy Smart Meares, la hermana de Victor, pero se hallaba indispuesta en ese momento. En junio de 1975 tuve otras conversaciones con Ruby en Prince Rupert, pero nuevamente no pude ver a Wendy y otros dos testigos.
Figura 6-30. Vestigio de nacimiento en la cabeza de Wilfred Meares, mayo de 1974, cuando tenía 12 años y medio; se aprecia un área sin pelo de aproximadamente 2 cms. de largo y 5 mm. en amplitud, derecha a la línea media y parecida a una cicatriz.
Vida, carácter y muerte de Victor Smart
Había nacido el 15 de mayo de 1924 en una comunidad haida de Masset, Islas de la Reina Carlota. Se casó con Henrietta Bennett y tuvieron ocho hijos, viviendo todos ellos en el mismo lugar. Victor ingería alcohol en exceso, al igual que su compañera, y acostumbraban emborracharse los fines de semana, pero eran lo suficientemente responsables para atender a sus vástagos mientras estaban incapacitados. Ruby, sobrina de Victor, los cuidaba con buena disposición en esa época y se ganó el cariño de aquél. A veces, y sólo estando ebrio, le aseguraba que renacería como su hijo. Ruby Meares me recordó que siempre había sido un bebedor educado, pues a diferencia de otros nunca se apoderaba de copas ajenas ni tomaba algo sin que se lo ofrecieran, y así ella encontró esta amabilidad repetida en Wilfred, como describiré más adelante. Aparte de su consumo excesivo, sólo me enteré de otro hábito que por desgracia resultó fatal para él: cuando viajaba en el asiento delantero de un automóvil que no conducía, situaba su espalda contra la puerta análoga, de modo que su rostro y tronco se dirigían al chofer. En esta posición no veía el camino por delante ni los peligros que se aproximaban.
El 11 de julio de 1961 su esposa le pidió llevar al hospital a una amiga embarazada, lo que implicaba conducir desde Masset hasta Queen Charlotte City. Victor mostró cierta renuencia, pero accedió por la terquedad conyugal. Partió con algunos amigos y no conducía (...). La persona al volante perdió control del vehículo, suscitando un horrible accidente donde fallecieron tres personas, incluido Victor. La puerta donde éste se apoyaba se abrió en el momento del impacto, saliendo despedido hacia la carretera y murió en el acto. Su cadáver se trasladó al hospital de Queen Charlotte para fines de autopsia, mientras que el cuñado Henry Meares fue requerido por la Real Policía Montada para identificar el cuerpo. Comentó que la víctima fue eyectada tan rápidamente que uno de sus zapatos se desprendió y seguía en el automóvil. La policía llamó su atención sobre una herida occipital y dijo que era la única, pero el análisis post-mortem mencionaba otras. Henry se dio cuenta de la posibilidad y reconoció que el número pudo ser mayor, pero sólo había visto aquélla en el área posterior del cráneo, siendo éste el mismo dictamen del "médico” -en sus palabras- sin identificar y presumiblemente a cargo de constatar el óbito.
No obstante, el profesional no citó aquéllo en el informe, y conseguí una copia del mismo en el Hospital General Queen Charlotte Islands. Los extractos relevantes son:
"Había gran cantidad de sangre coagulada sobre el rostro y llenaba la oreja derecha. El sector distal de la lengua colgaba fuera de la boca, sostenida por un fino trozo de tejido (...). Fractura obvia en la base del cráneo con movimiento falso en el área articular del atlas odontoides (...) Quebraduras en muñeca izquierda y entre la quinta y novena costillas (...) múltiples laceraciones y abrasiones. Causa de muerte: 1) fractura de columna cervical; 2) transección de lengua, y 3) hemorragia con shock".
La fractura de cuello debió matarlo casi instantáneamente, aplastando el tronco encefálico, y por esto su cabeza debió golpear el suelo con mucha fuerza (...) sin embargo, desde el enfoque del patólogo (...) [el daño craneal trasero] en Victor podría ser sólo una más de varias "laceraciones y abrasiones", y no habría motivos para consignarlo; de hecho, es posible que ni siquiera la haya notado pues el área estaba cubierta de pelo (...).
Sueños anunciadores
Ruby Meares sostuvo que cuando esperaba a Wilfred “mi tío seguía acudiendo a mí”, y en especial tuvo dos sueños con Victor en este momento: uno cerca del mes previo al nacimiento y otro en el trabajo de parto. En dichas instancias el hombre aparecía sonriente y de pie ante Ruby, tras lo cual se alejó sin decir nada.
Declaraciones del sujeto sobre la vida anterior
El desarrollo inicial del pequeño ocurrió sin contratiempos. Según la madre empezó a caminar y “correr alborotadamente” a los 9 meses, y hablaba transcurridos once. A los 2 años formuló el único par de asertos sobre la vida previa; un día estaba con su madre y un primo -uno de los hijos del fallecido- recogiendo bayas, y éste último manifestó su deseo de morir pronto o “irme joven como mi padre” (Ruby fue un poco vaga acerca de las palabras exactas), y Wilfred contestó “no digas eso, yo también morí joven”. Los demás le preguntaron cómo fue aquéllo y el niño replicó “me mataron en un auto, pero volví”, y así la mujer comentaba en nuestra plática "eso nos dio una sensación divertida”. Wilfred no habló nada más respecto del tema, y cuando lo conocí en 1974 aseguró no tener más evocaciones.
Comportamiento de Wilfred relacionado con la vida anterior
Wilfred mostró cariño inusual por la familia de Victor Smart. Quería estar con sus hijos, alegrándose cuando visitaba a su tía Wendy (abuela y madre adoptiva de Wilfred) y evidenciando irritación al finalizar los convivios. También expresó mucha dilección por Cyrus, su bisabuelo y padre de Victor. Para la época en que Ruby se mudó de las islas Queen Charlotte preguntó a Wilfred si le gustaba la idea y contestó "¿quién cuidará de Chimy?", usando el nombre familiar de Cyrus. Aludiendo a estas profundas sensaciones, la madre afirmó que “era como si les perteneciera a ellos y no a mí”. Asimismo, Wilfred exhibió conductas ambivalentes hacia Henrietta, la esposa del occiso, llorando al verla por primera vez y Ruby lo interpretó como "alegría", si bien el niño aún no hablaba. Henry observó que éste último parecía indiferente con Henrietta al hacerse mayor, contrastando con su afecto por los hijos. Victor y su mujer estuvieron felizmente casados, pero Henry -también mediante deducciones- pensó que Wilfred la rechazaba por urgirlo a hacer el trayecto fatal en su existencia previa.
El sujeto no presentaba fobia a vehículos motorizados, pero sí apetito precoz por licores. Entre los 3 y 4 años se quedaba con adultos que bebían y esperaba a que uno de ellos le ofreciera una copa, lo que algunos hicieron, y proseguía tomando mientras le surtieran (...). En algún momento Ruby intentó erradicar ese hábito, y al igual que Victor, el niño nunca se hacía con el trago de nadie sin permiso.
Fueron imprósperas las tentativas por Ruby de lograr que Wilfred dejara el alcohol. En el momento de mi segundo encuentro con ella en 1975, admitió que este joven -entonces de 13 años- seguía consumiéndolo e incluso se apoderó de un vehículo para conseguirlo; finalmente la Real Policía Montada lo dejó en libertad condicional.
Marca de nacimiento
Ruby dijo haber notado esa peculiaridad tan pronto como le trajeron al bebé (tercer día posterior al alumbramiento), añadiendo que tenía una especie de "pus verde" hasta que Wilfred cumplió 8 semanas y el área se sanó. Henry recordaba que su hija le enseñó el vestigio más tarde; le preguntó su significado y él contestó que “el médico pensaba que Victor murió por una herida en esa parte" (con ocasión de la entrevista, el anciano evocó la historia contada por Ruby de sus sueños al oír dicha respuesta). Nadie más en la familia portaba rasgos corporales parecidos y Wilfred tampoco tenía otros.
Con motivo de las graves lesiones en cuello y lengua sufridas por Victor, pregunté si Wilfred manifestaba síntomas o dolores en esas áreas y me confirmaron su total ausencia. Su madre contó que parecía estar “débil en las piernas” y a veces caía, pero no logré establecer ninguna conexión entre ese detalle y la vida o muerte de Victor. Ella pensó que el chico pudo heredar este rasgo de su padre, quien tenía proclividad a desplomarse.