20 de marzo de 2022

¿"Siguiendo ciegamente a Blavatsky"?


Algunos teósofos son acusados por otros de “seguir ciegamente a Helena Blavatsky” si aceptan y adhieren en su totalidad a las enseñanzas que nos legó.

Recientemente, cuando se mostró a un miembro de la Sociedad Teosófica de Adyar que las enseñanzas de C.W. Leadbeater y Annie Besant sobre los estados posteriores a la muerte son muy diferentes a aquéllas de H.P.B., la respuesta mediante críticas fue que "ella no querría que fuéramos seguidores ciegos de sus instrucciones".

Sin duda algunos de nuestros lectores se han encontrado personalmente con esta actitud y mentalidad. En la mayoría de los casos, lo que la persona realmente parece decir es:

"Personalmente no me gusta lo que señaló Blavatsky sobre eso, así que si alguien presenta, promueve o defiende esa parte de sus enseñanzas, trataré de minimizar su importancia acusando a la persona de ser un (a) 'seguidor (a) ciego (a)', todo porque no está de acuerdo con MIS opiniones y preferencias".

Nadie que haya captado verdaderamente el espíritu de las enseñanzas impartidas por ella seguiría o aceptaría algo a ciegas de manera ininteligente o sin formular inquietud alguna. La creencia ciega y la fe irracional no son compatibles con la Teosofía, ya que "todos los libros teosóficos deben aceptarse según sus méritos y no de acuerdo con cualquier reclamo de autoridad que puedan presentar" (H.P.B.,"La Clave de la Teosofía", p. 300).

¿Por qué alguien que acepta y adhiere a los contenidos legados por H.P.B. debiera ser considerado "seguidor ciego" si en realidad es todo lo contrario?

Tal vez lo que realmente quieren decir los "críticos" es que "Blavatsky entendió bien algunos aspectos y otros de mala forma", y por tanto una persona que acepta todo lo que aseveró es catalogada de ignorante y tonta.

A dichos oponentes les gusta decirnos en ocasiones: “Debemos recordar que H.P.B. no era un Adepto". ¿Y quién asegura que no lo fue? Tanto los Maestros como sus colegas más cercanos, aquellos que verdaderamente entendieron parte de su verdadera naturaleza y ser internos declararon que esa sí fue su condición.

En una carta a Laura Holloway, el Maestro K.H. insinúa directamente que Blavatsky es un Adepto y usa ese término específico al subrayar que ella era "chela e iniciada de alto rango", como el mismo Mahatma escribió a otro con énfasis en cursivas.

"Ella está estrechamente relacionada con asuntos ocultos", como escribió el Maestro a Henry Olcott. "No la hemos abandonado y no está entregada a los chelas, y así ella es nuestro agente directo. Le advierto que no permita que sus sospechas y resentimientos contra 'sus muchas locuras' sesguen vuestra lealtad intuitiva hacia ella".

El mismo Olcott, sin poder aceptar que Blavatsky fuese un Adepto, se vio por tanto comprensiblemente confundido -debido a esa misma reticencia- por una carta que recibió de uno de dichos Mahatmas en que hablaba de la misma H.P.B. como si fuera uno de Ellos y en género masculino. Lo dice en sus "Old Diary Leaves" donde reproduce las palabras del Mahatma:

"Debido a ciertas expresiones en ese sentido, la carta se detuvo en camino por orden de nuestro hermano H.P.B. Como usted no se encuentra bajo mi guía directa sino la Suya, ninguno de nosotros tiene algo que decir (…) Nuestro hermano H.P.B. comentó correctamente en Jeypore...”

¿Y qué podría significar esto?

"Un mes después de que me uniera a la Sociedad, sentí como si hubiera una voz dentro de mí susurrando que Madame Blavatsky no es lo que ella representa ser, y entonces asumió la forma de una creencia en mí que se hizo tan fuerte y en tan poco tiempo que cuatro o cinco veces pensé en arrojarme a sus pies y rogarle que se revelara a mí. Pero luego no pude hacerlo porque pensé que sería inútil, pues yo sabía que era bastante impuro y había llevado una vida tan mala como para confiar en ese secreto. Por lo tanto, permanecí en silencio con el consuelo de que ella misma me confiaría el secreto cuando me considerara digno de ello. Pensé que debía ser un gran Adepto indio que había asumido esa forma ilusoria, pero se me ocurrió una dificultad. Supe que había recibido cartas de sus tías y que se comunicaba con personas en casi todo el mundo, y por ende no pude reconciliar mi creencia pues pensé que Blavatsky tendría que practicar la ilusión en todo el mundo. Se me sugirieron varias explicaciones, excepto la correcta, sin embargo, estaba en lo cierto (como he comprobado posteriormente) en mi concepción original de que ella es un gran Adepto indio".

Estas son las declaraciones escritas por Damodar K. Mavalankar (joven colega indio de H.P.B. y chela del Maestro K.H. que finalmente fue llamado a vivir con los mismos Mahatmas) en una carta a William Q. Judge. Como la propia Helena iba a escribir más tarde a N.D. Khandalavala:

“[Damodar] era el único amigo verdadero y devoto que tuve en toda India, el único que tenía mi secreto y el de los Maestros, sabía toda la verdad y por lo tanto estaba consciente que nunca había engañado a nadie, a pesar de todo lo que pensaba la gente cegada por apariencias, aunque estaba obligada a jurar y comprometerme a ocultar bastante a todos, incluyendo a Olcott".

William Judge, cofundador con Blavatsky y Olcott de la Sociedad Teosófica original, escribió en privado a algunos de sus compañeros teósofos:

“Su visión es correcta respecto de que cuando miró a H.P.B. no vio a una anciana, sino a Dios. Tuvo el privilegio de ver la Verdad, porque el Ser en ese viejo cuerpo llamado H.P. Blavatsky es un Adepto poderoso que trabaja sobre su propio plan en el mundo y por tanto no necesitamos ir al Tíbet ni a América del Sur para encontrar el tipo de Ser que tantos desean contemplar. Sin embargo, habiendo visto mejor la realidad, guarde silencio y trabaje con eso a la vista. Incluso si le dijera que usted sabía que Él estaba allí, éste sonreiría mientras esperara que usted hiciera algo en su esfera limitada. La adulación no cuenta y las declaraciones son peores que inútiles. Pero es una gran cosa ver tanto como ya lo ha hecho, y será algo más grande si no duda pues puede ser que nunca más lo vea nuevamente".

“En cuanto a H.P.B., no puede juzgarla por ninguna regla. Hay un gran Adepto allí y él emplea ese cuerpo para Sus propios fines, tanto para el uso como para la prueba de otros”.

Maji, la yogini de Benarés y discípula iniciada del Maestro M., dijo a Damodar que "Madame no era lo que parecia ser. Su hombre interior ya había estado dos veces en un cuerpo hindú (…) También [Maji] dijo que hasta ese momento nunca había visto a un europeo, pero habiendo obtenido la información sobre Madame de su Gurú,  había venido a verla. Entonces le pregunté si la verdadera H.P.B. todavía estaba en el cuerpo [es decir, si la Helena Blavatsky original abandonó su cuerpo en algún momento anterior, quedando entonces ocupado exclusivamente por un yogui indio o iniciado], pero ella se negó a responder y solo añadió que ella misma, Maji, era inferior a Madame".

Hay mucho más que se podría citar, pero quienes estén lo suficientemente interesados pueden encontrar esto en el artículo “¿Quién es usted, Madame Blavatsky?"

Hemos señalado lo anterior no con la intención de presionar a nadie para que acepte nada, sino simplemente con objeto de demostrar que quienes sostienen que la H.P.B. interna y real era un Adepto tienen mucho más respaldo para esa opinión frente a los que insisten en que Blavatsky no tenía ese estatus, lo cual implica que los colegas más cercanos y confiables de ella (que también eran discípulos de los Maestros) así como los mismos Mahatmas estaban “equivocados”.

Nadie está obligado a aceptar o creer nada; sin embargo, no se puede adoptar dos posiciones a la vez.

“El hecho es éste: en mi postura, las medias tintas son peores que no tener ninguna posición. La gente tiene que creer completamente en mí u honestamente no creer. Nadie ni ningún teósofo está obligado a creer, pero es peor que inútil que las personas me pidan que les ayude si no me creen (…) Las medias tintas, repito, ya no son posibles. O bien he declarado la verdad tal como la conozco acerca de los Maestros y enseño lo que me han entregado, o los he inventado tanto a ellos como a la filosofía esotérica. Hay algunos entre los esoteristas del grupo interno que dicen que si hice esto último, entonces yo mismo debo ser un 'Maestro'; sin embargo, puede ser que no haya alternativa a este dilema (…) De ahí en adelante, dejemos que se entienda claramente que el resto de mi vida está dedicado sólo a aquellos que creen en los Maestros y están dispuestos a trabajar para la Teosofía como Ellos la entienden, y para la S.T. sobre las líneas en que la establecieron originalmente" (H.P.B., "Why I Do Not Return to India").

Blavatsky también declaró lo que sigue en su último artículo titulado "My Books" compuesto pocos días antes de que falleciera, y en ese momento debe haber estado consciente de que su encarnación se acercaba rápidamente a su fin:

"(…) cada palabra e información que se encuentra en este trabajo ["Isis Develada"] o en mis escritos posteriores provienen de las enseñanzas de nuestros Maestros Orientales (…) muchos pasajes en estas obras han sido escritos por mí bajo su dictado. Al decir esto no hay apremio para un reclamo sobrenatural, porque para tal dictado no se produce ningún milagro".

Ahora bien, si algún teósofo no acepta esto o los comentarios anteriores de "Why I Do Not Return to India", están perfectamente dentro de sus derechos y no serán juzgados ni condenados por ello, pero sería mucho mejor para todos si lo dijeran de manera clara y honesta y sin ambigüedades para que sepamos exactamente dónde nos situamos el uno respecto del otro. Entonces, no habría necesidad de “reprender” a quienes confían en H.P.B. al tratarlos de supuestos "seguidores ciegos". Todos sabrían que hay ciertos teósofos que confían de corazón en ella y otros que no, y en última instancia es tan simple como establecer esa diferencia.

El problema real que tienen estos últimos individuos no es con ningún escritor o estudiante en particular, ni con la Logia Unida de Teósofos, sino con la propia Blavatsky y por lo tanto también con los Maestros, pero la mayoría de ellos es demasiado débil o cobarde para admitirlo, y así se dice que "un hombre convencido en contra de su voluntad es porque aún no está convencido". Nuestro objetivo al escribir este artículo no ha sido intentar persuadir a nadie para que adopte una postura particular, sino demostrar que la posición de los leales y devotos estudiantes de H.P.B. está lejos de ser creencia ciega.

Al fin y al cabo, cualquiera puede realizar declaraciones sobre sí mismo o asertos sobre relaciones con Maestros de Sabiduría, y en este contexto hay cuatro puntos más a considerar:

(1) De todas las personas que se han declarado Agentes o Mensajeros de los Maestros, H.P.B. fue la primera y también la única que afirmó haber pasado años viviendo con los Mahatmas y recibió enseñanza y entrenamiento por ellos personalmente antes de embarcarse en su misión pública.

(2) De todos los reclamantes, ella fue la única a través de la cual y con quien llegó la presencia objetiva de los Mahatmas, tanto en términos de su apariencia pública como privada ante otros en forma visible/material, y su envío y precipitación de cartas -directa e indirectamente- a numerosas personas en todo el mundo. Esto no se puede afirmar para algunos pretendientes, ya sean Alice Bailey, C.W. Leadbeater, Helena Roerich, Benjamin Creme, Elizabeth Clare Prophet u otros, incluso si afirmaron estar más cerca de los Maestros de lo que Blavatsky podría haber esperado.

(3) La filosofía esotérica presentada al mundo por H.P.B., y a la que llamó Teosofía, es un sistema de enseñanza o conocimiento amplio, lógico, razonable, filosófico y científico (en el sentido correcto de la palabra) y es de naturaleza integral en el sentido de que cada parte de ella se relaciona de manera natural con todas las demás, formando un todo coherente que lo explica todo y proporciona una enorme cantidad de información y conocimiento.

(4) La Teosofía de H.P.B. demuestra representar exactamente lo que dice ser: la Sabiduría Antigua y Eterna o Enseñanza Esotérica que subyace a todas las religiones del mundo, y que es fuente primordial y arcaica de toda la verdad que se puede encontrar en las diversas tradiciones místicas, filosofías y ciencias del mundo, o la síntesis y unidad perfecta y natural de religión, filosofía y ciencia. Mientras que los principales libros de Blavatsky contienen literalmente miles de referencias y citas de apoyo desde dichos ámbitos -incluyendo literatura clásica e historia antigua/moderna-, los escritos de sus autoproclamados "sucesores" no contienen nada de eso y simplemente se contentan con presentar sus múltiples afirmaciones sobre lo que se ha descrito como "líneas de pura aseveración con autoridad implícita en el fondo" y lo cual no es lo suficientemente bueno para un verdadero filósofo, metafísico o esoterista.

A la luz de estos puntos y todos los anteriores, seguramente se puede decir con seguridad que seguir y confiar en H.P.B. no hace que alguien se vuelva ciego, sino todo lo contrario, pues nos permite VER.


Algunas citas interesantes

"Perteneciendo como somos a la llamada raza asiática 'inferior', no podemos dejar de tener para nuestros Maestros la devoción ilimitada que los europeos condenan como servil. Sin embargo, las razas occidentales harían bien en recordar que si algunos de los pobres asiáticos llegaron a tal conocimiento sobre los misterios de la naturaleza, sólo se debió al hecho de que los chelas siempre han seguido ciegamente los dictados de sus Maestros y nunca se han puesto más arriba o comparado con sus Gurús. El resultado fue que tarde o temprano fueron recompensados por su devoción, de acuerdo con sus respectivas capacidades y méritos por aquellos que, debido a años de autosacrificio y devoción a sus Gurús, a su vez se habían convertido en ADEPTOS. Creemos que nuestros benditos MAESTROS deberían ser los mejores jueces sobre cómo impartir instrucción" (De “A Protest" publicado en The Theosophist, septiembre de 1882, firmada por doce chelas hindúes [indios] “'aceptados' y 'probados' de los HERMANOS HIMALÁYICOS, sus discípulos en India y el norte de Cachemira").

"No lo vi como 'sumisión total' a H.P.B. en absoluto. Ella no es sólo un 'instrumento', pero al mismo tiempo representa mucho más, pero para saber qué es y en qué medida, tiene que descubrirlo cada quien por sí mismo. Quien descubre temprano está en mejor posición, pero al mismo tiempo quien no lo logra no es culpado y es simplemente un perdedor. Es un aspecto que no puedo explicar en una carta. Cuando ella esté muerta, entonces tal vez sea más conocida, pero incluso entonces no para muchos (…) Y ahora ni nunca he estado ni estoy de acuerdo con las declaraciones -formuladas tan a menudo por aquéllos que no saben- de que ella 'cometió errores', pues no creo que haya incurrido en alguno y no pienso que haya algún miembro en la Sociedad que tenga el conocimiento para juzgar en el asunto de sus acciones o los así llamados errores".

“Helena Blavatsky es un misterio que usted conoce por sus propias razones. Puede apostar a que las disputas y conversaciones en la superficie nunca significan mucho y sólo son una cubierta para el trabajo real que hay debajo, ya que ella siempre tiene algo que hacer (…) Por lo tanto todos nos apegamos a ella (…) Saben a quién usar y cómo, y yo no. Así que me lanzo hacia adelante y sigo a H.P.B. incluso en una crisis total de la S.T. Para mí, ésta es H.P.B. y ∴, y si dicen 'desintégrense', digo lo mismo (…) [Olcott] como nosotros es nada sin Blavatsky y él también lo sabe".

"Si seguimos a H.P.B. 'como nuestro sol', deberíamos hacerlo bien. El problema es que la evaluamos por nuestras pequeñas naturalezas, y por lo tanto pensamos que el ejemplo no es bueno" (cartas de William Q. Judge).