Por Ian Stevenson, "Reincarnation and Biology" (1997), capítulo 6
Resumen
Sunita nació en agosto de 1967 en el pueblo de Fatehpur Ghani, distrito de Mainpuri, Uttar Pradesh (India), y sus padres fueron Jagdish Singh y Savitri Devi, siendo el primero un cultivador de la casta thakur. Sunita era la hija mayor de esta familia, tenía dos hermanos menores y nació sin complicaciones aproximadamente 9 meses después del matrimonio. Cuando Sunita llegó al mundo se notaron marcas rojas en su busto y mano derecha, principalmente en las partes superiores (figuras 6-8, 6-9 y 6-10).
La chica fue capaz de hablar claramente a los tres años, y casi al mismo tiempo su abuela paterna Bitto Devi le llevó a la aldea vecina de Majhola, donde Sunita vio a un hombre y exclamó "él es mi hijo", señalando que su nombre era Ranvir. El comentario suscitó animosidades entre los aldeanos y Bitto regresó con su nieta a Fatehpur. Luego habló de cómo, en una vida anterior, había sido asesinada por su nuera, y posteriormente el caso llamó la atención de Balram Shastri, funcionario gubernamental (tehsildar) de la zona y periodista a medio tiempo, quien expresaba gran interés en el tema y durante los '70 publicó una decena de informes en periódicos y revistas.
Figura 6-8. Nevus extenso en la parte superior derecha del tórax de Sunita, tal como apareció en octubre de 1979 cuando tenía 12 años.
Shastri visitó Fatehpur y llevó a Sunita con su padre para un segundo viaje a Majhola. Según Jagdish, este traslado tuvo lugar aproximadamente un mes después del anterior, y ambos se realizaron a fines de 1970.
Más tarde a Sunita le recordaron haber formulado sólo pocas declaraciones sobre su vida pretérita, y no puedo afirmar si tenía o no remembranzas adicionales cuando era joven. El tío paterno le aconsejó suprimir su memoria y dejó de centrarse en el asunto para olvidarlo por completo. Un recuento del caso apareció en Swatantra Bharat el 24 de septiembre de 1974, el cual conocí durante un recorrido por Mainpuri en octubre de 1975 (Shastri publicó otro artículo en febrero de 1976 para la revista Kanchan Prabha).
Figura 6-9. Brazo derecho de Sunita que muestra un nevus en la parte medial del área superior (imagen tomada en octubre de 1979).
Figura 6-10. Parte inferior del brazo izquierdo y mano correspondiente (nevus en sector medial) cuando Sunita tenía 9 1/2 años (marzo de 1977).
La doctora Satwant Pasricha comenzó nuestra investigación en octubre de 1976. En ese momento entrevistó a Jagdish, su esposa y Bitto Devi, pero ésta última no fue a Majhola. En 1977 Pasricha y yo tuvimos otros diálogos con familiares de Sunita y también otros aldeanos en Majhola que parecían estar informados sobre la persona fallecida que aludió la niña, cuyo nombre era Ram Dulari y madre de Ranvir Singh, al cual Sunita reconoció en su primera salida a Majhola. En octubre de 1977 obtuvimos un informe de la autopsia de Ram Dulari, y el mismo mes del año siguiente regresamos a ambos pueblos por períodos más cortos para recabar información adicional. En noviembre de 1988 Pasricha y yo volvimos a Fatehpur Ghani donde nuevamente nos encontramos con Sunita, para entonces una mujer joven casada, y sus padres.
Personas entrevistadas
En Fatehpur Ghani:
-Jagdish Singh, padre de Sunita
-Savitri Devi, madre
-Bitto Devi, abuela paterna
En Majhola:
-Lakhan Singh, pariente lejano de Lalla Singh, esposo de Ram Dulari
-Surender Singh, pariente lejano de Lalla Singh
-Ranvir Singh, hijo de Ram Dulari
-Ramvir Singh, hijo del anterior y nieto de Ram Dulari
No incluí a Sunita como informante, porque cuando llegamos al caso ella no recordaba su vida previa. También excluí de la lista a varios aldeanos en Majhola que proporcionaron datos fragmentados (no siempre confiables) sobre el asesinato de Ram Dulari.
Hechos relevantes de geografía y otros antecedentes
Fatehpur Ghani y Majhola son pequeñas localidades en el distrito de Mainpuri, al noreste de Agra, y separadas por aproximadamente un kilómetro. En el momento de la investigación nos dijeron que el primer pueblo comportaba unos 400 habitantes y el otro cerca de 500.
Las familias involucradas pertenecían a la casta thakur y sus miembros eran cultivadores. El grupo de Sunita gozaba de un nivel monetario ligeramente superior al de Ram, pero las diferencias socioeconómicas entre ellos eran leves. Ambas parentelas se conocían, si bien antes del desarrollo del caso sólo mantenían vínculos limitados. Me enteré de una ocasión en que el hijo de la occisa -Ranvir- visitó el hogar de Jagdish Singh en Fatehpur, pero esto sucedió luego de las pesquisas. El asesinato de Ram y los rumores o conjeturas más sustanciales eran tan conocidos en Fatehpur como Majhola; sin embargo, Savitri Devi dijo que no supo del crimen hasta que Sunita comenzó a hablar al respecto. Probablemente se debió a que Savitri provenía de otro pueblo, y ella y Jagdish no se casaron hasta 1966 o transcurridos cinco años del delito.
Vida y muerte de Ram Dulari
Ram nació en Sarri, distrito de Hardoi (Uttar Pradesh); estaba casada con Lalla Singh de Majhola y pasó allí su vida adulta. Tuvieron un hijo llamado Ranvir, si bien es posible que hayan concebido otros de los cuales no supe. Lalla murió y Ram seguía viviendo con su hijo, quien a su vez se casó y tenía al menos dos descendientes (Pasricha y yo conocimos a uno de ellos, también denominado Ranvir); asimismo, el hermano de Ram formaba parte del hogar.
Tiempo después Ram y su nuera pelearon, pues se decía que la esposa de Ranvir coqueteaba con otros hombres o se apartaba gravemente de la fidelidad total a su cónyuge. La suegra le habría reprendido por ese comportamiento, y así la nuera decidió acabar con ella contratando goondas (sicarios). Se eligió un momento en que Ranvir estaba en Agra, lejos de Majhola, y la noche del asesinato Lakhan Singh escuchó a la nuera de Ram gritar "¡hay ladrones en nuestra casa!" Aquél, como anciano de la aldea, envió a un cercano para investigar y le reportaron que Ram estaba malherida. Lakhan acudió en su ayuda y la encontró desmayada sobre un charco de sangre. La estación de policía más cercana se situaba aproximadamente a un kilómetro, y Lakhan denunció allí lo sucedido. Era medianoche y el oficial de turno dijo que si Ram lograba sobrevivir debería llevarla al cuartel, y si expiraba irían al lugar por la mañana. Cuando Lakhan regresó a Majhola, Ram había fallecido.
Los policías concurrieron a la jornada siguiente capturando a varios sospechosos, mas fueron absueltos aun cuando confesaron el crimen. Lakhan aseveró que ultimaron a Ram con una espada, y presuntamente esa información surgió por la apariencia de las heridas (presenciadas por él) y las admisiones de los arrestados. El informe de autopsia -que describiré a continuación- no conjeturaba un arma particular, pero el tipo de lesiones indicó el uso de algún elemento cortante. Lakhan también vio que los dedos de Ram aparecían seccionados (no recordaba en cuál mano), pensando que ella trató de sostener y desviar la espada. El cuerpo fue llevado al Hospital General de Mainpuri, donde se realizó un examen post-mortem; el documento estaba fechado el 29 de marzo de 1961 e incluía una nota de que la autopsia se realizó dentro de las 24 horas posteriores al óbito, por cuanto podemos señalar que el día de la autopsia corresponde con el fallecimiento.
El cadáver se devolvió a la familia, y de acuerdo con la costumbre en esa parte de India, el cuerpo no se trasladó a Majhola y fue incinerado (sin lavar la sangre adherida) en un sitio fuera del pueblo y próximo a la carretera. Las estimaciones realizadas por aldeanos sobre la edad de Ram en el momento del ataque oscilaban entre los 40 y 50 años.
Estos son los detalles más importantes de la necropsia:
"1. Herida incisa de 8 x 3 cms. y hasta la profundidad de la mejilla en el lado derecho del rostro, continuando desde el ángulo exterior de la boca. Todo el pómulo fue cortado.
2. Herida punzante de 8 x 1 x 3 cms. en el costado derecho, que se extiende desde la zona baja del lóbulo auricular derecho hasta el cuello, conectando asimismo con la cavidad oral y la lesión n° 1. Este segundo corte expuso el músculo esternocleidomastoideo y la glándula parótida.
3. Herida punzante de 3 x 1 x 5 cms. en la región supraclavicular, frente del lado derecho y parte inferior del cuello; ésta se vincula con la lesión n° 2.
4. Herida punzante de 1 x 1 x 12 cms. en sector derecho del tórax medial al seno, y justo lateral al esternón.
5., 6., 7. y 8 [se describen varias incisiones en la cara palmar de los dedos de la mano izquierda].
Tórax: sangre en el lado derecho de la pared torácica, y herida penetrante en el cuarto espacio intercostal del mismo sector.
Pleura: contenía sangre.
Pulmón derecho: herida incisa de 8 x 3 x 5 cms. en el lóbulo inferior.
Arterias principales: vena yugular externa y venas faciales cortadas en el lado derecho del cuello [por la parte interna] de la lesión n° 2. La muerte se debió a hemorragia y traumatismo por las múltiples puñaladas recibidas".
Declaraciones y reconocimientos hechos por Sunita
La chica ofreció pocos detalles sobre la vida anterior y al parecer nunca mencionó el nombre de Ram Dulari, pero sí dijo "soy madre de Ranvir" y también que su nuera la había “cortado”; trató de abrir una puerta y su oponente la cerró de nuevo, aplastando el brazo derecho (de Ram) haciendo que sangrara. Sin poder escapar, su pecho fue atravesado por una espada y entonces alguien la golpeó en el cuello y murió.
Aunque ninguno de nuestros informantes fue testigo presencial del asesinato, la narración de Sunita plantea que cuando Ram vio entrar a los delincuentes trató de huir mediante otro acceso bloqueado por la nuera, al tiempo que gritaba "¡ladrones!" para insinuar un robo como móvil del delito. Sunita no declaró que aquélla profiriera dicho aviso, pero más tarde pensó que claramente era la instigadora del crimen.
Además, un desconocido preguntó a Sunita dónde había estado entre la muerte de Ram y su renacimiento -intervalo de aproximadamente 6 años-, y ella contestó que sólo permanecía en Majhola.
Reconocimientos hechos por Sunita
Vimos que la niña identificó a Ranvir -hijo de Ram- en Majhola cuando estuvo allí por primera vez con su abuela (le llamó por dicho apelativo en ese momento, o quizá más tarde). Cuando hablamos con aquél, negó que Sunita lo hubiera reconocido y se mostró poco comunicativo, pues tal vez planeaba desacreditar su afirmación de recordar la vida de Ram (9).
(9) También es probable, como ha sucedido en otros casos, que Ranvir no escuchara a Sunita decirle a su abuela quién era, pues Bitto Devi señaló que el hombre yacía en un catre -dormido completamente o a medias- cuando Sunita lo vio.
Cuando la niña volvió a Majhola con su padre y Balram Shastri (casi un mes después de la primera salida), distinguió nuevamente a Ranvir y afirmó que era su hijo; llegaron a verla dos descendientes de éste último y ella los discernió comentando "ellos son mis nietos”. En Majhola olvidamos preguntar sobre los pormenores, como también otros dos reconocimientos de aldeanos e informados por Jagdish Singh: hablamos de Jai Kumar, a quien Sunita trataba de “tío” (“tío del pueblo”, es decir, un pariente más o menos lejano de su marido), y Mashan Singh, a quien señaló como “mi hermano” en una expresión igualmente nebulosa (para atenuar esta falla, volveré a la extrema displicencia por Ranvir Singh hacia nuestras investigaciones).
Para un sexto reconocimiento obtuvimos confirmación de la persona aludida. Según Jagdish Singh, Sunita dijo que Lakhan era "mi chacha" (hermano menor del padre) y éste relató que la niña le identificó asegurando “él es mi tío” (de hecho era “tío del pueblo” y no de Ram Dulari, sino de su esposo Lalla, pero es casi seguro que la muerta lo conocía y le daba ese tratamiento). También Lakhan aprobó en general otras identificaciones de pobladores en Majhola, diciendo que “ella distinguió a todos los familiares por su relación con Ram”, pero no le preguntamos sobre detalles de otras percepciones individuales.
Según un informante en Fatehpur (que pidió mantenerse anónimo, quizás por miedo a la familia de Ram Dulari), Sunita había reconocido a la nuera de Ram cuando fue por primera vez a Majhola, agregando que él estuvo con aquélla y presumiblemente acompañado por la abuela en esa oportunidad. Sunita se asustó cuando vio a la nuera y dijo "me cortó”; no confirmé esto con Bitto Devi, pero sí realizó un comentario muy similar al de su nieta cuando vio a dicha mujer en lo que creo fue una visita adicional a Majhola. Lakhan Singh dijo además que Ranvir preguntó a Sunita si había enterrado dinero (como Ram) y sostuvo que escondió peculio en uno de los campos, pero no pudo señalar dónde estaba.
Comportamiento de Sunita relacionado con la vida anterior
Jagdish declaró que la chica no tenía fobia a los cuchillos, pero su madre observó que sí mostraba temor a esos utensilios y la oscuridad. Sunita también experimentaba miedo hacia la nuera de Ram (ya señalamos su aprensión cuando la vio por primera vez); en otra instancia Bitto Devi se trasladó a Majhola en compañía de Sunita para asistir al funeral de un aldeano, y al principio aquélla jugaba contenta fuera del domicilio visitado, pero cuando apareció la instigadora del asesinato, la niña se aferró a su abuela y dijo "podría matarme de nuevo". Como vimos, los dos pueblos están a un kilómetro de distancia, y Sunita difícilmente podía evitar ver a su "enemiga" de vez en cuando. Por su parte, Savitri Devi nos contó que cada vez que Sunita encontraba a esa mujer, solía angustiarse al grado de contraer fiebre. Durante algunos años su hija no pareció oponerse a visitar Majhola y sólo mostró un recelo particular a la nuera de Ram, pero posteriormente desarrolló aversión incluso por acudir a esa villa, lo cual persistió hasta 1979, unos cinco años después de olvidar los recuerdos del crimen.
Cuando aún era muy pequeña, mostraba gran animosidad hacia Ranvir Singh. En dos ocasiones -cada una en los citados pueblos- ofreció dinero a Sunita y ella lo lanzó, pero las reacciones de ésta eran ambivalentes, pues cuando aquél visitó a los familiares de la niña en Fatehpur, pidió hospitalariamente a su abuela que le preparara comida.
Actitudes de los adultos involucrados en el caso
Ranvir, el primogénito de Ram, semejaba tener una postura mixta hacia la afirmación por Sunita de ser su madre renacida. Como señalamos, dos veces le había ofrecido dinero y ella lo rechazó, e incluso hablaba de darle un terreno. Cuando lo conocimos fue singularmente poco cooperativo y ofreció respuestas mínimas o evasivas. En un momento sostuvo pensar que el caso era un engaño, pero cuando le preguntamos cuáles podrían ser los motivos, se contradijo y reconoció que Sunita debió contar algo a sus padres sobre una existencia previa. El hijo de Ranvir, quien asistió a una entrevista en Majhola, mencionó que la gente creía que Sunita no acudiría a la nuera de Ram Dulari, pero lo negó diciendo que la niña "estaba muy feliz con mi madre” y opugnando así la versión del otro núcleo familiar. Los miembros de éste último no se mostraban ansiosos por promover el caso y podían ver fácilmente que los recuerdos perturbaban a la chiquilla; además, el tío paterno recelaba que los sicarios aparecieran en Fatehpur y mataran a su sobrina. Los padres se preocuparon por las ofertas económicas de Ranvir y temían intrusiones de la familia opuesta; por ello, el tío perseveró en que Sunita no siguiera hablando de la vida pasada. De esta manera, los padres adoptaron la medida de tocarla en la cabeza todos los sábados y domingos, creyendo que esto le induciría amnesia (10).
De vez en cuando los aldeanos sin educación me confundían y a mis acompañantes con burócratas, y las explicaciones o garantías no siempre amainaron su desconfianza. Cuando se produce asesinato en un pueblo, los lugareños temen que se reabra un expediente policial, y por ello estimo que las suspicacias a lo largo de esta línea explican los esfuerzos de Ranvir y su hijo para desacreditar el caso.
(10) De 69 casos indios, 29 padres (41%) de sujetos reprimieron a sus hijos o trataron de hacerlo para omitir pormenores sobre una vida previa (Stevenson y Chadha, 1990). Las razones variaban, y por lo general parecieron no influir en los acontecimientos. Dichos sujetos tienden a olvidar recuerdos entre los 5 y 8 años (con excepciones habituales) independiente si sus progenitores los inducen o no a ello. Una lista parcial incluye a Prakash Varshnay, Puti Patra, Bongkuch Promsin, Roberta Morgan, Semir Taci, Jasbir Singh, Ravi Shankar Gupta, el monje Chaokhun Rajsuthajam, Nasruddin Shah, Nirankar Bhatnagar y Cemil Fahrici, y anexé un catálogo incompleto sobre algunos métodos usados en otros lugares (Stevenson, 1987).
Marcas de nacimiento
La joven tenía tres tipos de marcas, de las cuales un extenso nevus o "mancha vinosa" era la más notoria (figuras 6-8, 6-9 y 6-10); palidecía cuando era presionada y abarcó casi toda la parte superior derecha del busto y el lado medial del brazo correspondiente, hasta incluir tres dedos de la mano.
Figura 6-11. Fotografía tomada en marzo de 1977 que muestra el área hipopigmentada y deprimida en la línea media de la parte superior del esternón de Sunita, midiendo 1,5 cms. por 5 mm. Una de las líneas de hipopigmentación se puede ver desde aproximadamente un centímetro sobre el sector hundido (en modo lateral y superior), cruzando la clavícula.
El vestigio de la figura 6-11 era débil en pigmento comparado con el tejido circundante. La madre y abuela de Sunita sostuvieron que dicha zona estaba presente cuando ella nació, pero su padre no la había notado para entonces y sugirió que pudo ser consecuencia de un forúnculo posparto (se comprobó después que no tenía esa característica). La localización de este rastro se correspondía estrechamente -aunque no de modo exacto- con la herida n° 4 en el informe de autopsia.
Sunita también poseía dos marcas largas que le cruzaban la parte inferior derecha del cuello hacia el busto, y una de ellas alcanzó el tramo superior de éste. Cada una medía entre 12 y 14 centímetros de largo y 2 milímetros en ancho, exhibiendo menos pigmentación que la piel circundante. El más bajo de esos rastros, con apariencia de cicatriz, se puede ver en la foto 6-11 (próximo a la línea media) y más claramente en 6-12, así como la mayor extensión de su longitud, que también indica la sombra del área deprimida cercana al extremo superior del esternón. Bitto Devi observó que esas dos improntas lineales en el cuello eran de nacimiento; la inferior corresponde en ubicación aproximada al corte n° 3 descrito en el archivo post-mortem de Ram Dulari.
Figura 6-12. Esta imagen, también tomada en 1977, señala el área deprimida cercana al centro superior del esternón. Aparece con más claridad la zona similar a una cicatriz que se extiende lateralmente unos 12 centímetros desde la parte torácica superior, hacia el costado derecho del cuello.
La superior de estas marcas (que no se aprecia adecuadamente en mis fotografías) puede equivaler al corte n° 2 antes citado, si suponemos algún desplazamiento de aquélla entre el nacimiento de Sunita y el momento en que la examinamos. Desafortunadamente, no pudimos investigar el cambio posnatal de esas huellas en relación con otros puntos anatómicos, pero en otros casos recopilé evidencia análoga tras el alumbramiento [ver Parte 5]. Tampoco encontramos malformaciones en Sunita vinculantes a la lesión n° 1 del informe, y asimismo su boca y mejilla derecha eran normales.
Las marcas no sangraban ni supuraron cuando la joven nació y Jagdish Singh relataba que se habían desvanecido desde entonces. Savitri Devi afirmó que Sunita estaba "totalmente roja" luego del parto, sugiriendo que en ese momento el área del nevus era más extensa de lo que comprobamos más tarde, y la bebé no manifestó dolor en esas áreas.
El ejemplo de Sunita es uno de varios donde hubo más lesiones en el individuo muerto -como determinó la necropsia- que no eran marcas natales en el sujeto, y creo que el extenso nevus corresponde a la sangre en el cuerpo de Ram mientras agonizaba (anteriormente indicamos que esa sustancia no se limpió del cadáver previo a la cremación). A los lectores que piensan que este líquido vital es un tipo raro de estímulo para una huella de nacimiento en otro cuerpo, les recuerdo que en este libro me ocupo de las imágenes que afectan a cuerpos físicos. Aunque las heridas dérmicas generan buena parte de los vestigios que aparecen en estos casos, otro tipo de máculas también puede tener dicho efecto [véase la instancia de Narong Yensiri].
Desarrollo posterior de Sunita
Ya sea como resultado del desaliento, los esfuerzos represores en la familia u otros medios, Sunita dejó de hablar sobre la vida anterior cuando tenía unos siete años. Mencioné que su fobia a la nuera de Ram y el disgusto por ir a Majhola persistieron al menos hasta 1979. Sunita sufría de mala salud, y en 1975 padeció un serio achaque con fiebre alta e incluso se pensó que moriría. Afortunadamente se recuperó, pero el padre estimaba que ella era "menos perspicaz" que antes; sin embargo, continuó en la escuela y para 1979 llegó al cuarto grado. Como en ese periodo tenía 12 años, estaba por detrás de sus compañeros y los padres decidieron retirarla con el argumento de que no se beneficiaría por una mayor asistencia. En 1979 me pareció algo más baja y menos robusta que la chica promedio de su edad en el pueblo.
La doctira Pasricha y yo vimos a Sunita (y sus padres) por última vez en Fatehpur Ghani hacia noviembre de 1988; ella había cumplido 21 años y contrajo nupcias en 1984, sin concebir hijos. Su esposo era dueño de un terreno, pero lo alquilaba o permitía que otras personas lo cultivaran, y no supimos cuál era su trabajo. Sunita pasaba mucho tiempo con sus padres (donde la conocimos), aparentemente para el tratamiento de los “ataques” que experimentaba. A partir de la descripción por los progenitores, no pude determinar si eran epilépticos o histéricos. El criterio por un sanador local de que estaba "poseída" tampoco dio pistas confiables.
Sunita declaró que no tenía fobia a los cuchillos y usaba herramientas análogas de cocina, pero aún se angustiaba al ver animales muertos y cortados (aquí pareció haber un reconocimiento de que alguna vez sintió aprensión por instrumentos cortantes; Jagdish evocaba que ella mostró ese complejo cuando era más joven, y que en los '70 no recordó, aunque su madre sí lo notaba). Además la joven temía persistentemente a la oscuridad, manteniendo una lámpara encendida cuando pernoctaba en casa de sus suegros. Al interior del hogar paterno sentía horror al dormir a menos que alguien más, como su madre, estuviese con ella en la habitación. Este es uno de los numerosos casos de lo que llamo "recuerdos conductuales" como fobias, filias y aversiones, que persisten luego de concluir las reminiscencias vinculantes a una existencia pasada.