¡Seguramente éste último título pertenece más a Mary Baker Eddy o Emma Curtis Hopkins que a Madame Blavatsky!
El movimiento “Nuevo Pensamiento” hoy está representado de manera más prominente por dos grupos o escuelas ideológicas, a saber, “Unidad” (“Unity”) -o para usar su nombre completo, “Escuela Unitaria de Cristianismo Práctico”- y “Ciencia de la Mente”, también conocida como “Ciencia Religiosa”. En este artículo presentamos las principales creencias y puntos de vista de ambos sistemas, que son muy similares entre sí en sus propias palabras, y luego proporcionamos una respuesta a estas afirmaciones basadas en las enseñanzas de la Teosofía, lo cual nos ayudará a apreciar tanto similitudes como diferencias y que siempre es un proceso útil.
Según el libro de Sylvia Cranston "H.P.B.: La extraordinaria vida e influencia de Helena Blavatsky", Charles y Myrtle Fillmore -fundadores de “Unity”- previamente fueron teósofos y no existe nada que sugiera o indique que Ernest Holmes -creador de “Ciencia de la Mente”- tuviera alguna relación personal con la Doctrina Teosófica o el Movimiento homónimo.
La afirmación del "Nuevo Pensamiento" sobre su fundamento en la "Sabiduría Antigua" no sólo sería considerada por un teósofo como totalmente infundada y engañosa, sino que también contiene muchas distorsiones y malos manejos sobre la filosofía espiritual de Oriente, junto con ciertas prácticas metafísicas que llegan incluso a ser letales.
Como se mostrará, existen algunos puntos en común entre la Teosofía y el Nuevo Pensamiento, pero también muchas y graves disensiones.
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En una página oficial de “Unity” encontramos los "Cinco Principios Básicos de Unidad" expresados de la siguiente manera:
01. Sólo existe una Presencia y un Poder activos como el Universo y mi vida, Dios el Bondadoso.
Teosofía: Aunque preferimos no usar la palabra "Dios" debido a varias razones -en particular porque esta idea siempre sugerirá ideas antropomórficas y personales a muchos, incluso si ésa no es la intención original-, estaríamos de acuerdo con esto aunque no exactamente con el término "Dios el Bondadoso". En el artículo “La divinidad impersonal” señalamos:
“El concepto de 'no-dualidad' es muy popular actualmente, pero muchas personas en Occidente al menos no lo entienden muy bien. La gente dice: 'Creo en la no-dualidad y que Dios es todo lo que existe' y al mismo tiempo agrega que 'Dios es bueno, amoroso y misericordioso'. A esas personas podemos preguntarles de modo razonable: ¿entonces en ese caso no crees realmente que Dios está más allá de toda dualidad? Simplemente otorgas a Dios cualidades finitas que sólo tienen existencia y posibilidad cuando se contrastan con sus opuestos dualistas. La bondad es una cualidad finita y lo opuesto al mal, y no puede existir sin la presencia de éste último porque si el mal no existiese, lo bueno tampoco, ya que sin la existencia de su opuesto natural el bien no sería tal sino algo completamente distinto; lo mismo es válido para el amor, la misericordia y todo lo demás, y así dotar al Infinito con cualquier cualidad es 'des-eternizarlo' automáticamente en nuestras concepciones. Esta es la razón por la que la Teosofía, al igual que las enseñanzas originales del hinduismo sobre no-dualidad (Advaita), señala que todos los 'pares de opuestos', llamados dvandvas en sánscrito se relacionan sólo con el Universo manifestado [material] y que el Absoluto trasciende completamente aspectos tales como amor, bondad, misericordia, gracia y deseo, ya que de lo contrario no sería un Absoluto”.
02. Nuestra esencia es de Dios; por tanto, somos inherentemente buenos. Esta esencia divina, llamada Cristo, se expresó a plenitud en Jesús.
Teosofia: Podemos aceptar la primera oración, pero considerando que tenemos evidencia histórica aún más confiable para la existencia real de Krishna que en el caso de Jesús y que nadie puede afirmar con exactitud lo que el Mesías realizó y enseñó, o incluso si existió definitivamente, ¿cómo se puede hacer tal reclamación en su nombre?
En su primer libro "Isis Develada" y otras partes, Helena Blavatsky demostró que todos los refranes nobles e inspiradores atribuidos a Jesús en los Evangelios fueron pronunciados y explicados con anterioridad por Buda, y en forma mucho más clara y profunda (y nadie puede cuestionar la existencia histórica de éste último o negar sus logros), como también otros grandes sabios de India y Oriente. La autora demuestra y enfatiza que el Mesías nunca enseñó nada nuevo u original y esto no es una crítica hacia él pues sabemos que "no hay nada nuevo bajo el Sol", pero plantea la pregunta de por qué “Unity” está tan interesada en resaltar y promover a Jesús todo el tiempo.
Muchos seguidores de “Unity” dirán que Jesús no fue realmente superior a Buda, Krishna, Lao Tzu, etc.; entonces, ¿por qué no probar su creencia en la unidad y universalidad al afirmar claramente en este segundo principio que la esencia divina fue expresada por todos éstos y más?
Es cierto que en el gnosticismo y los términos cristianos esotéricos la esencia divina se denomina "Cristo" o "Christos", pero ¿por qué mencionan sólo esto y no el hecho de que el mismo concepto es Atman (Ser Superior), el Tathagatagarbha (Naturaleza de Buda) y la Conciencia de Krishna en las religiones más antiguas? Una gran parte de los acólitos en “Unity” estarán de acuerdo con esto y, sin embargo, se aferrarán únicamente a los términos y conceptos cristianos en sus creencias expresadas oficialmente.
03. Somos co-creadores con Dios y creamos la realidad a través de los pensamientos.
Teosofia: En las enseñanzas teosóficas se usa la expresión "colaboradores con la Naturaleza" y ésta última palabra se menciona en su verdadero sentido filosófico como sinónimo del Universo Vivo. La experiencia futura es moldeada no sólo mediante nuestros pensamientos, sino también por palabras y obras, y estamos conscientes de que “Unity” también lo señala incluso si no se establece de modo específico en este tercer principio, pero diferimos seriamente en cuanto a cómo se produce esto, ya que las enseñanzas de este grupo no aceptan (al menos sin establecerlo en términos claros) la Ley de Karma y su principio inextricablemente vinculado de Reencarnación; y es mediante estos principios que nos encontramos cara a cara con la "realidad" que creamos para nosotros mismos.
Mientras “Unity” promueve muy seguido la práctica de usar deliberadamente el poder concentrado del pensamiento, la visualización y otras técnicas para crear la realidad que deseamos para nosotros mismos, la Teosofía describe esto sin vacilación como magia negra y advierte en contra de ello. El artículo “La magia negra y su lavado de imagen” explica:
"Para la mayoría de nosotros, el término 'magia negra' evoca inmediatamente imágenes de brujas o cultos demoníacos, o de ciertos individuos realizando conjuros o rituales de toda clase con tal de dañar o controlar a otros. Es cierto que este tipo de procedimientos constituye magia negra, pero hay muchos otros de los que, aún siendo tal, no estamos realmente conscientes de su naturaleza.
De hecho, miles de personas decentes o bienintencionadas en el mundo son en realidad magos negros sin darse cuenta de ello. Muchas enseñanzas espirituales populares y prácticas corrientes pertenecen completamente al ámbito de la magia negra (…)”.
“La definición de lo que constituye realmente la magia negra es: el uso y aplicación determinados de la fuerza espiritual con un propósito egoísta o material. En contraposición, la magia blanca es simplemente el uso y aplicación determinados de la fuerza espiritual únicamente para bendecir o beneficiar a otros.
Esta definición y postura sobre la magia negra no es única de la Teosofía, sino que es tal y como se ha explicado y considerado a lo largo de los siglos. Cualquier aspirante espiritual que fuese sorprendido intentando usar poderes mentales o espirituales para atraer riqueza, posesiones o cumplir metas de realización personal, era expulsado sin contemplación del templo, monasterio, ashram o la comunidad espiritual que fuese.
Siempre se ha supuesto que el verdadero progreso en la vida espiritual, el camino del desarrollo interior y del alma dependen de la caridad, el altruismo, la humildad y la dedicación de vida sólo para beneficio de la humanidad, sin mencionar las normas éticas más nobles y la pureza conductual (...)”.
"Durante siglos, las enseñanzas y prácticas tales como 'ley de atracción' y 'manifestación deseosa' se mantuvieron en secreto con un manto de oscuridad y recato. Finalmente, y como la humanidad ya había alcanzado la cúspide del egoísmo y la obsesión con las ganancias materiales, dichas instrucciones comenzaron a tener aceptación pública y popularidad, comenzando en el siglo XIX y expandiéndose con gran rapidez y entusiasmo a medida que avanzaba el siglo siguiente".
En consecuencia, desear o tratar de obtener algo para beneficio/gratificación personal constituye egoísmo. Para un teósofo, el único deseo legítimo o que vale la pena tener es adaptarse cada vez más y a cada momento con objeto de otorgar la mayor ayuda y servicio posibles para la humanidad.
04. A través de plegarias y meditación alineamos nuestro corazón-mente con Dios, mientras que utilizamos las herramientas de negaciones y afirmaciones.
Teosofia: “'Los teósofos (…) no creen en la eficacia de la oración. Uno no puede creer tanto en la plegaria como en el Karma, ya que ambos se anulan mutuamente. Si pensamos que las cosas pueden alterarse y las oraciones tienen el potencial de modificar nuestro destino, entonces obviamente no creemos en la Ley Kármica como la 'Ley Última del Universo' (cita de H.P. Blavatsky), puesto que una ley es una ley y no puede ser evadida ni controlada. Si fuera así, entonces no constituye una normativa después de todo y ni siquiera es digna de crédito'" (“Questions about Karma”).
La oración es "infructuosa e inútil" de acuerdo con "La Clave de la Teosofía", no sólo por lo anterior, sino también por la imposibilidad factual de que alguien realmente pueda "comunicarse" con lo Divino, ya que esto es un Principio Absoluto, Infinito, Omnipresente e Impersonal. Como dijo Buda: “¡No recen, porque el Silencio no puede oír ni hablar!" Asimismo, los Upanishads recuerdan al aspirante espiritual que Brahman (el Absoluto) está “más allá del alcance de las palabras y obras”; por lo tanto, en el libro de Blavatsky ya mencionado se explica que cuando los teósofos desean ayudar a alguien o provocar cambios en el mundo, actúan en lugar de hablar.
En el sentido habitual de la palabra, la oración no sólo representa un desperdicio y una desviación de tiempo y energía, pues también mata la confianza en uno mismo y hace al individuo aún más egocéntrico de lo que ya es, aumentando así su sufrimiento creado en la vida. Sin embargo, estamos conscientes de que “Unity” no suele respaldar este tipo de plegaria o petición, y contrariamente deseaba dejar en claro el punto de vista teosófico. Estamos de acuerdo con respecto a la importancia y el valor de la meditación, y también aceptamos que ciertos tipos de afirmación pueden ser beneficiosos, como recordarse uno mismo sobre la verdadera naturaleza divina y Unidad de todos los seres o repetir ciertas frases y verdades para ayudar a elevar la mente a un estado de conciencia más puro y superior. No obstante, manifestamos desacuerdo con respecto a las “negaciones”, y citamos lo que sigue [sitio en inglés] que trata en parte este tópico (consultar además “El origen del mal”/Helena Blavatsky):
"La Teosofía también sostiene firmemente las nociones de no-dualidad y unidad universal, pero tiene el sentido común suficiente para establecer la distinción necesaria entre existencia manifestada y absoluta (…) Es obvio que el odio y el mal son realidades objetivas y definidas junto con muchos otros aspectos desagradables y terribles, y el hecho es que siempre existirán objetivamente hasta cierto punto mientras exista el Universo manifestado. Los seguidores del Nuevo Pensamiento pueden tratar de negar fervientemente la existencia de tales cosas a través de sus 'afirmaciones y negaciones', pero es inútil hacerlo.
De igual forma la Teosofía enseña que el mal y todos sus aspectos son el subproducto natural/automático y resultado de la existencia de MATERIA.
En realidad el mal es 'imperfección' porque la perfección pertenece sólo al Espíritu puro. El Universo manifestado está impregnado de dualidad entre espíritu y materia, lo subjetivo y objetivo, etc., y de esa forma el Cosmos no puede manifestarse o permanecer en esa condición sin la existencia, interacción y contraste de estos polos opuestos. La 'manifestación' en sí misma implica dualidad y naturalmente esto da lugar a todos los 'dvandvas' o 'pares de opuestos' como los aspectos que llamamos bien/mal, amor/odio, alegría/dolor, masculino/femenino, juventud/vejez, salud/enfermedad, vida/muerte aparente, y así sucesivamente hasta el infinito.
Pero esta dualidad se aplica únicamente al Universo tangible y no existe un dualismo ÚLTIMO o definitivo porque este Cosmos no es la Realidad Última. Ésta, que es Absoluta y Única, no se hace visible y sólo AQUÉLLO es eterno, mientras que el Universo, como señalamos, es un fenómeno temporal e impermanente y por tanto poco más que ilusión o una apariencia pasajera. Pero siempre ocurre que donde existe materia también tenemos "mal" o "imperfección", y una forma un tanto cruda pero recordable de decirlo sería: 'Espíritu=Bien, Materia=Mal'. Esto no significa que la materia en sí misma sea intrínsecamente diabólica, ya que en última instancia proviene de la misma Fuente que el Espíritu, sino que la existencia material manifestada inevitablemente genera imperfección".
Si bien cualquier persona honesta del Nuevo Pensamiento admitirá que el uso de negaciones generalmente no tiene ningún efecto, el hecho es que el único resultado que puede generar alguna vez es meramente psicológico, pues tratar de negar, escapar o incluso destruir la relatividad [es decir, de “relación” y no “lo que a mí se me antoja creer”] y dualidad que son tan inherentes a toda manifestación no es un procedimiento filosófico, aconsejable ni maduro.
05. Vivimos la Verdad que conocemos través de pensamientos, palabras y acciones.
Teosofia: Totalmente de acuerdo.
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En la escuela denominada “Ciencia de la Mente” los siguientes doce puntos fueron resumidos por su fundador Ernest Holmes bajo el título "What We Believe” (“Lo que creemos”).
01. Creemos en Dios, Espíritu viviente y Todopoderoso, una causa indestructible, absoluta y autoexistente. Este Uno se manifiesta en y a través de toda la creación, pero no es absorbido por ella. El Universo manifiesto es el cuerpo de Dios, resultado lógico y necesario de la infinita auto-sabiduría divina.
Teosofia: Estamos perfectamente de acuerdo, aparte de evitar la palabra "Dios" y sostener que no puede existir una creación, sino sólo emanación y evolución desde y en el interior de la Vida Única, Divina e Infinita.
02. Creemos en la individualización del Espíritu en nosotros y que todas las personas son individualizaciones del Espíritu Único.
Teosofia: Aunque podríamos expresarlo de manera un poco diferente por razones de precisión, concordamos con el punto agregando que el Espíritu está individualizado en nosotros como nuestra alma, pero que el Espíritu -la parte más elevada del ser humano- es siempre Única y Universal; en otras palabras, hay muchas almas y un sólo Espíritu.
03. Creemos en la eternidad, inmortalidad y continuidad del alma individual que se halla en expansión perpetua.
Teosofia: Nosotros también.
04. El cielo está dentro de nosotros y lo experimentamos a medida que nos hacemos conscientes de él.
Teosofia: Dado que el Nuevo Pensamiento es habitualmente ambiguo sobre la naturaleza de la vida tras el fallecimiento y lo que sucede cuando morimos -y algunos adherentes incluso enseñan que esta vida en la Tierra es todo lo que hay- no es fácil deducir el significado original que implica este cuarto punto. Si por "cielo" se entiende paz, felicidad, alegría, espiritualidad, etc., entonces concordamos en plenitud. La extensa enseñanza teosófica sobre el proceso de la muerte y el período entre ésta y el renacimiento se puede encontrar en “¿Qué ocurre cuando morimos?”
05. El objetivo final de la vida es estar completamente libre de toda discordia de cualquier naturaleza, y que esta meta seguramente será alcanzada por todos.
Teosofia: Consideramos que el objetivo final de la vida -o más bien el cometido principal de todo nuestro ciclo de existencias- es volver a convertirnos en la conciencia de AQUÉLLO que somos verdadera y eternamente, y ESO es Espíritu puro y eterno, el Único Ser Universal de todo. La idea de que “todos lograrán alcanzar este objetivo" representa a quienes lleven a cabo lo que la Teosofía llama "esfuerzos autoinducidos y autoplanificados", mientras que “la completa libertad de todo tipo de discordia” es simplemente un efecto secundario y no constituye el objetivo en sí.
06. Creemos en la unidad de toda la vida y que el Dios Supremo y más íntimo es uno sólo. Dios es personal para todos los que sienten esta presencia residente.
Teosofia: Quienes verdaderamente perciban esta presencia interna pueden experimentarla de manera personal, pero se dan cuenta de que Su naturaleza real es sublime e impersonal debido a Su universalidad y unidad infinitas, pues la unidad y divinidad de toda la vida es también una enseñanza central de la Teosofía.
07. Creemos en la revelación directa de la verdad a través de nuestra naturaleza intuitiva y espiritual y que cualquiera puede convertirse en un revelador de esa verdad que vive en estrecho contacto con el Dios que mora en nosotros.
Teosofia: Esto es perfectamente cierto y se expresa de muy buena forma.
08. El Espíritu Universal o Dios opera a través de una Mente Universal que es la Ley de Dios, y que estamos rodeados por esta Mente Creativa que recibe la impresión directa de nuestro pensamiento y actúa sobre él.
Teosofia: Lo que "recibe la impresión directa de nuestro pensamiento y actúa sobre él" no es la Mente Universal en sí, sino lo que llamamos luz astral o atmósfera psíquica que rodea y hasta cierto punto interpenetra el plano físico denso. La luz astral consta de una naturaleza mucho más baja y material que la Mente Universal, pero se podría decir que debe su existencia y características a Aquélla.
09. Creemos en la curación de los enfermos a través del poder de esta Mente.
Teosofia: Sostenemos que cualquier aspecto o suceso se debe a Karma o resultado del destino creado por el ser humano y los efectos/reacciones de las causas/obras que ha puesto en marcha previamente, ya sea en esta encarnación o en una anterior; y nuestras deudas kármicas deben ser y siempre serán pagadas porque es imposible eliminarlas mediante el uso del poder mental. En la mayoría de los casos, cuando se produce la curación aparente a través de métodos como el promovido en la “Ciencia de la Mente” y el Nuevo Pensamiento en general -junto con la otra escuela ya mencionada-, la enfermedad simplemente ha sido forzada a regresar de modo temporal a un nivel no manifestado y del cual inevitablemente tiene que volver a emerger tarde o temprano para que sea equilibrado ese aspecto particular de nuestro Karma.
La Teosofía es totalmente contraria a estas prácticas de curación metafísica o mental, pero al mismo tiempo admite que gran parte de las enfermedades en la humanidad se inducen en forma psicológica como resultado de pensamientos mal dirigidos, neuróticos y descontrolados y pueden aliviarse en gran medida aumentando nuestra conciencia general cotidiana a un nivel más elevado y puro, pero esto es muy diferente a la teoría y práctica específicas de la curación promovida en el seno del Nuevo Pensamiento.
10. Creemos en el control de las condiciones a través del poder de esta Mente.
Teosofia: Nuevamente, todas las condiciones son resultado del karma. Tenemos el poder de controlar lo que serán nuestras condiciones futuras al cambiar nuestros pensamientos y acciones presentes, pero si bien siempre podemos transformar aspectos en nosotros mismos, sólo tenemos la facultad de alterar las condiciones externas en la medida que nuestro Karma lo permita. En otras palabras, no siempre podemos tener aquello que queremos y cuando deseemos. Sembramos lo que cosechamos y viceversa. Y como ya se mencionó, si el poder mental se aplica metafísica y deliberadamente con cualquier tipo de intento egoísta o con fines materiales personales, deviene magia negra.
11. Creemos en una Bondad Eterna y Amorosa y en la entrega perpetua de vida para todo.
Teosofia: Aunque decimos que no se puede implicar exactamente esa cualidad “bondadosa” en el Absoluto, según lo ya especificado, aún podemos simpatizar lo suficiente con esta declaración.
12. Creemos en nuestros propios espíritu, alma y destino porque entendemos que la vida de todo es Dios.
Teosofia: Sostenemos la existencia de nuestra alma individual, el Espíritu Único e igual para todos y que es el Ser Superior y nuestro destino, porque entendemos que la vida de todo es la Única Vida Divina, expresión de esa Conciencia Suprema Divina y Pura que es todo y está en todo.
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Podemos ver que los puntos principales en que concuerdan Teosofía y Nuevo Pensamiento son:
a) Un Principio Divino impersonal y universal como Deidad.
b) La Unidad y Divinidad de toda la vida, incluida la divinidad interior de cada ser humano.
c) El Universo es producido y gobernado por la Ley.
d) Cada persona crea su propio destino a través de pensamientos, palabras y acciones y, por lo tanto somos seres totalmente responsables incluso si no nos damos cuenta.
e) La gran importancia de la independencia espiritual y mental.
f) Respeto y aprecio por los elementos de la Verdad expresados en todas las religiones del mundo.
El karma y la reencarnación siempre han sido conceptos difíciles para el Nuevo Pensamiento, y se estima que aproximadamente el 50% de los adherentes a este ismo afirman algún tipo de creencia en ellos, pero por lo común de naturaleza vaga e incompleta ya que no están clara o específicamente enseñados en ese sistema. Muchas personas de esta tendencia recurren a las ideas "Nueva Era" para obtener respuestas y explicaciones sobre asuntos en que su propia filosofía es vaga o permanece silenciosa.
Se dice que Charles Fillmore negó la existencia del Karma, pero afirmó que la reencarnación "a veces sucede", ¡creyéndose la encarnación del apóstol Pablo!
La Teosofía también difiere radicalmente del Nuevo Pensamiento en relación con el tema del deseo, el cumplimiento de los anhelos y el uso de lo que las enseñanzas de dicha ideología llaman "Ley de la Mente". Este tipo de concepción orientada a la prosperidad es claramente estadounidense y más bien tiene sus orígenes a principios del siglo XX en la noción del "sueño americano" que en cualquier otro tipo de religión, filosofía o tradición espiritual genuinas.
La Ciencia de la Mente, que posee un carácter menos abiertamente cristiano y es más receptiva a las ideas orientales que “Unity”, todavía suele hablar de Jesús como "Wayshower" (1). En cuanto a los simpatizantes del Nuevo Pensamiento que intentan encontrar significados esotéricos en la Biblia, sólo podemos recordarles que rara vez es rentable buscar conceptos donde nunca existieron, y la mayoría de los contenidos bíblicos no fueron escritos con ningún trasfondo o intención ocultos o simbólicos. Muchas de las interpretaciones del Nuevo Pensamiento sobre los pasajes de este libro son tan descabelladas que rayan en lo ridículo, particularmente las inventadas por Charles Fillmore, y muestran una profunda falta de familiaridad con el lenguaje universal del simbolismo místico.
Dado que muchos de los conceptos sobre lo Divino, el ser humano y la Unicidad que se encuentran en el Nuevo Pensamiento y en su carácter y expresión son mucho más orientales e hindúes que occidentales y cristianos, nos preguntamos por qué sus adeptos continúan insistiendo con tal tenacidad sobre la importancia y el "enorme valor" de la Biblia en vez de descartarla para favorecer escrituras tales como los Upanishads, que representan de manera mucho más cercana y clara sus creencias e ideas más íntimas. Puede ser cómodo aferrarse a los elementos de la religión en que uno se crió y con la que se encuentra más familiarizado, pero a la larga no es rentable ni beneficioso.
También consideramos que es motivo de preocupación la falta de énfasis en el Nuevo Pensamiento sobre pureza personal, autodisciplina, ética, altruismo y compromiso con el servicio a la humanidad.
Para un resumen de las principales enseñanzas teosóficas pueden consultarse los artículos “Doce enseñanzas teosóficas fundamentales”, "Teosofía, la Sabiduría Antigua", “La Unidad de las religiones mundiales” y “Elogios para H.P. Blavatsky y la Teosofía”. La Theosophia demuestra ser la Enseñanza Esotérica que subyace a todos los credos del mundo, la perfecta y natural unidad y síntesis de religión, filosofía y ciencia; un sistema vasto y lógico que realmente contiene la respuesta a cada pregunta y la solución a cada problema, y decir esto no es exageración ni engreimiento.
El Nuevo Pensamiento, por otro lado, sólo puede ser descrito como una mezcla bienintencionada de verdad y distorsión, de prácticas benéficas y dañinas, y también la reliquia algo torpe de una época en que todo cambiaba en el pensamiento religioso, espiritual y social de los estadounidenses.