Se considera que un Rishi es un poeta-sabio inspirado a quien se entregaron los himnos de los Vedas y bajo cuyos nombres así se conocen; y según la tradición post-védica el Rishi es un "vidente" (mantra-drashta) al que dichas escrituras le fueron "reveladas originalmente" mediante estados de conciencia superiores. Helena Blavatsky señala que Rahat o Arhat es el equivalente en pali del Rishi sánscrito, aquél que ha desarrollado sus poderes psíquicos en toda su extensión, y de esta forma un Rishi es también un adepto. Luego de muchas etapas y grados de desarrollo podemos alcanzar tal pináculo de perfección espiritual, y asimismo un Rahat puede tener mayor o menor grado de progreso (The Theosophist, agosto y octubre de 1880). Blavatsky sostuvo que los Rishis como Visvamitra, Valmiki y Vasishtha fueron personajes históricos y adeptos muy elevados con derecho a ser llamados Mahatmas; sin embargo, muchos de los Rishis son figuras míticas más que históricas.
Los más populares son los siete Rishis (saptarishis) o Prajapatis (progenitores), también conocidos como "los hijos nacidos de la mente" de Brahma. Sus nombres son Marichi, Atri, Angiras, Pulatsya, Pulaha, Kratu y Vasishtha. Éste último es reemplazado a menudo por Daksha y Marichi por Bhrigu. Además Blavatsky señala que estos se llaman siete rishis del Tercer Manvantara que se refiere a la Tercera Ronda, así como también a la Tercera Raza-Raíz y sus subrazas en la Cuarta Ronda, y son los creadores (Prajapati) de varios seres en esta Tierra (D.S. II, 78). Existen dos tipos de Pitris, llamados Barhishads y Agnishwattas. Los primeros o pitris lunares son responsables de dar forma a la humanidad y son considerados hijos de Atri, mientras que los Agnishwattas dieron al hombre la “luz mental”. Se dice que éstos son hijos de Marichi y Sambhuti, hija de Daksha (D.S. II, 89). Las historias de varios Rishis y su múltiple progenie no son más que un relato velado sobre el orden de evolución en esta Ronda, como también los diversos modos de procreación en las razas anteriores de la humanidad. Por ejemplo, la Tercera Raza fue asexual en el principio y luego la humanidad se convirtió en hermafrodita o bisexual; finalmente, los huevos portadores de humanos comenzaron a producir individuos masculinos/femeninos distintivos y de forma gradual. Pulatsya es el padre de todas las Serpientes y Nagas; éstos últimos son seres semidivinos y se refieren a los "Hijos de la Voluntad y el Yoga" en la Tercera Raza que fueron producidos por el poder Kriyasakti de los sabios. Kasyapa, el Rishi védico, es el más prolífico de los creadores y exotéricamente era hijo de Marichi. Kasyapa fue padre de vacas y búfalos a través de su esposa Surabhi, y de esta manera la fábula de Kasyapa con sus doce esposas que dieron nacimiento a numerosas y diversificadas progenies de nagas (serpientes), reptiles, aves y todo tipo de vida es un registro velado sobre el orden evolutivo en la presente Ronda (D.S., II, 181). Por lo tanto: “Él [Kasyapa] también fue padre de Garuda, el ave, el 'Rey de la tribu emplumada', que desciende de los reptiles -nagas- y es de un sólo linaje con ellos y quienes se convierten posteriormente en su enemigo mortal” (D.S., II, 253-54), lo cual muestra que las aves se desarrollaron a partir de reptiles.
Pulatsya es venerado porque a través de él se dieron a conocer los Puranas a la humanidad, siendo también el progenitor de demonios o Rakshasas. Blavatsky sostenía que los Danavas, Daityas y Rakshasas están representados en los Puranas como extremadamente piadosos siguiendo los preceptos de los Vedas, y que algunos de ellos eran Yoguis. Se opusieron al sacerdocio, al ritualismo y a los sacrificios. Los Gibborim -gigantes de la Biblia- y los Rakshasas hindúes son atlantes y pertenecen a las razas sumergidas (D.S., II, 415). Parasara, el Rishi védico, recibió el Vishnu Purana de Pulatsya y lo enseñó a Maitreya (D.S, II, 456, nota a pie de página).
La Doctrina Secreta (II, 501-502) menciona que había tres clases de Rishis en India y fueron los primeros adeptos conocidos: Rajarshis, Devarshis y Brahmarshis. Los primeros eran los reyes-adeptos de Kshatriya que estaban bien versados en las escrituras y adoptaron la vida ascética; los Devarshis fueron hijos del Dharma o el Yoga (Narada es uno de ellos), mientras que los Brahmarshis descendieron de aquellos Rishis que fundaron los gotras de los brahmanes.
Ahora bien, ¿qué es un gotra? Tenemos la historia de Satyakam, hijo de una mujer llamada Jabali; el joven tenía un fuerte deseo de estudiar y se fue de casa buscando un gurú. Se dirigió al ashram del sabio Gautam y le pidió que lo tomara como discípulo. El maestro inquirió: "Antes de hacerte mi alumno, necesito saber sobre tu familia, es decir, gotra o raza-casta", lo cual desconcertó a Satyakam ya que no tenía idea sobre su ascendencia. Cuando preguntó a su madre sobre el tipo de gotra, ésta dijo que comunicara al sabio que era hijo de Jabal y que su nombre era Satyakam Jabal. Satyakam fue nuevamente a Gautam y contó lo que sabía. El instructor estaba satisfecho con su veracidad y lo aceptó como alumno, aunque no era brahmín; igualmente, el sabio deseaba conocer el gotra porque en aquellos días ciertos conocimientos sólo podían ser impartidos a una persona que pertenecía a esa casta.
El término sánscrito "Gotra" fue utilizado inicialmente por el pueblo védico para la identificación de los linajes. En general, éstos significaban descendencia patrilineal de los sabios o rishis en los brahmanes, de guerreros y administradores en el grupo de los kshatriyas y comerciantes ancestrales en el caso de los vaishyas. Sin embargo, según el sistema védico hindú original, Gotra siempre ha sido sólo un linaje brahmín que desciende de siete u ocho Rishis asociados con el Saptarishi o las siete estrellas de la constelación Osa Mayor; por ejemplo, Bhrigu, el gran Rishi y uno de los siete Prajapatis, es fundador de la Raza de Bhargavas en que nace Parasurama (D.S., II, 32 nota al pie). En los primeros días y antes de que las enseñanzas antiguas se hubieran materializado, el matrimonio era una institución sagrada y un contrato religioso. La vida familiar se entendió y llevó a cabo con objeto de proporcionar un ambiente adecuado para egos [Manas en Teosofía] de la misma naturaleza que la familia; así, los antiguos intentaron desarrollar líneas familiares muy puras, de modo que durante muchos siglos esa línea grupal tuviera el poder de repeler los egos malvados o mediocres que no alcanzaban el nivel de esa corriente genealógica. William Judge escribió que existían líneas familiares puras de verdaderos brahmanes, con amor genuino por el conocimiento y altos valores morales que aspiraban a producir salvadores y regeneradores de la humanidad. Sin embargo, en nuestros días hay varnasankara o mezcla de castas, y por tanto la naturaleza de los nacidos en una prosapia dada no necesariamente se ajusta a la original. En tiempos pretéritos y debido a las líneas familiares puras, al conocer la raíz o casta era posible discernir la naturaleza interna de la persona, porque en ese tiempo había una relación directa entre la característica física/externa y la naturaleza psíquica y moral/interna.
Hoy las estirpes se mezclan en el sentido de que el cuerpo físico del hombre es de un tipo (por ejemplo, muy sano y bueno), su naturaleza psíquica es de otra clase y la característica moral es de otro nivel, por cuanto la casta o gotra no tiene mucha relevancia en nuestros días. Probablemente la mezcla de estirpes o varnasankara tenga cierta importancia, ya que sólo a través de un proceso de amalgama se forma una nueva subraza, como en el caso de la sexta que se está formando en el continente americano.
De esta forma, los brahmarshis son fundadores de gotras para los brahmanes. Sin embargo, en el hinduismo se considera que un brahmarshi pertenece a la clase más alta de rishis, alguien que ha entendido la significación de brahman o llegado al más alto conocimiento divino, es decir, brahmjnana. Un Rajarshi es un rishi de la casta regia y también un rey convertido en sabio real o rishi a través de una vida pura y santa como Visvamitra (que más tarde progresó para devenir un Brahmarshi). Por otro lado, un Rajarshi todavía puede gobernar el reino, pero ha alcanzado un estado de rishi como Janaka, rey de Mithila y padre de Sita, como también Dasaratha, gobernante de Ayodhya y progenitor de Rama. El Gita señala que Janaka es un ejemplo de vida moralmente pura y altruista, incluso mientras vive en el mundo.
Al comentar sobre el artículo de Charles Johnston titulado "The Red Rajputs" -que apareció en el Imperial and Asiantic Quarterly Review para octubre de 1893-, Judge escribió que Shri Krishna rastreó su doctrina desde el Kshatriya Manu a través de una línea de Rajrshis o sabios de Rajanya, y el último personaje nombrado en la línea es Ikshvaku, de cuya raza emergió Buda; por lo tanto, Johnston atribuye el espíritu de los Upanishads y del budismo al genio místico de la raza Rajanya. Judge comenta además que es un hecho muy notable que el Gayatri -verso sagrado que es la "madre de los Vedas"- fue compuesto por un Kshatriya (casta guerrera) y no por un Brahmin (estirpe sacerdotal), y sobre esto cita las palabras de los Upanishads: "El brahmín se sentó a los pies de Kshtriya". Esto sostiene la dignidad espiritual de los Rajanyas, quienes son Kshtriyas y los Rajput rojos. Johnston sostuvo que hasta este día los Ranas (reyes) de Mewar [en Rajasthan] "se unen espiritualmente con la autoridad real y ofician como sumos sacerdotes en el templo de la deidad guardiana de su raza". Los Rajput rojos son descendientes de la raza solar (Suryavansha), un linaje de reyes u hombres espirituales que no sólo podían aprender ocultismo místico, sino también tenían facultades de luchar y gobernar (The Path, mayo de 1894).
Según las historias puránicas, Vishvamitra originalmente pertenecía a la casta Kshatriya de reyes y guerreros, y ascendió por mérito puro a la etapa de un Brahmarshi. Existen varias versiones de cómo Visvamitra se convirtió en tal; por ejemplo, se dice que en una de sus hazañas el rey y sus soldados descansaron en el ashram del Rishi Vasishtha y allí todo su ejército estaba bien alimentado y mantenido. El rey se sorprendió de cómo era posible que este simple sabio alimentara a todo un cuerpo militar, y cuando expresó su asombro al sabio Vasishtha, éste declaró que era dueño de un becerro llamado Nandini, nacido de la vaca de Indra -Kamadhenu- quien le proporcionaba todo lo necesario. El rey exigió que se le diera el animal, y ante la negativa del sabio Vasishtha ordenó a sus soldados que se apoderaran del rumiante y lo llevaran a su reino. Por sus poderes yóguicos, el gran sabio Vasishtha convocó a todo un ejército de guerreros feroces que lucharon contra el ejército del rey y lo derrotaron totalmente.
Este incidente causó una profunda impresión en el rey, pues se dio cuenta de que el poder obtenido por la penitencia era mucho mayor que la mera potencia física. Renunció a su reino y comenzó una búsqueda para convertirse en un rishi mayor que Vasishtha; y después de muchas pruebas y someterse a múltiples austeridades, Vishvamitra finalmente obtuvo el título de brahmarishi del propio Vasishtha.
Segunda parte (“The Theosophical Movement”, marzo 2009)
La tercera clase de Rishis son los Devarshis. Generalmente se los describe como rishis o santos de la clase celestial que habitan en regiones divinas. Estos son considerados como sabios que llegaron a la perfección en la Tierra y han sido exaltados como semidioses en el cielo. Narada se conoce como el Deva-Rishi, un gran Rishi y Kumara que es uno de los 10.000 hijos de Brahma y fue creado con el propósito de poblar el mundo. Narada persuadió a estos descendientes para que permanecieran célibes y ascetas sagrados, frustrando así dos veces el objetivo de Daksha y por ello éste maldice a Narada para renacer como hombre. H.P.B. observa:
“Es fácil ver que Narada pertenece a esa clase de 'primogénitos' de Brahma que demostraron ser rebeldes a la ley de procreación animal, por lo cual tuvieron que encarnarse como hombres. De todos los Rishis Védicos, Narada (…) es el más incomprensible porque está más estrechamente conectado con las doctrinas ocultas, en especial con los ciclos secretos y Kalpas” (D.S., II, 82).
"Narada es el Deva-Rishi del Ocultismo por excelencia". Para ahondar en ciertos misterios antropológicos, cronológicos y cósmicos, un ocultista debe reflexionar, analizar y estudiar a Narada desde siete facetas esotéricas. Asimismo ese personaje desempeña un rol vital en el drama evolutivo de este Kalpa desde el principio hasta el final, y se dice que aparece en cada Raza-Raíz del presente Manvantara (D.S., II, 82-83).
En el Décimo capítulo del Gita que describe las Perfecciones Divinas Universales, Shri Krishna dice: "De los Sabios celestiales, [soy] Narada". Los Bhakti Sutras de éste último (“Aforismos sobre Devoción”) contienen las reflexiones de un Deva-Rishi cuyo único motivo es servir y guiar a la humanidad en su evolución espiritual, y así los Sutras tratan principalmente del progreso humano para volverse inmortal y ser uno con la Deidad.
Los Saptarshis, hijos nacidos de la mente de Brahma, son mencionados en el Satapatha Brahmana bajo un conjunto de nombres y en el Mahabharata con una categoría distinta. Estos Rishis se dividen en muchas clases, como los dioses pre-cósmicos o divinos que son los Prajapatis o "Siete Constructores" (D.S, I, 436). "Los hindúes colocan en el Carro Mayor sus siete Rishis primitivos y llaman a esta constelación la morada de Saptarishis, Rikshas y Chitra-Sikhandinas" (D.S., II, 631). Los Saptarishis son siete Rishis Estelares, es decir, Regentes de las siete estrellas que forman la constelación Osa Mayor. Los Manus y Rishis son energías manifestadas de un mismo Logos, y si hay catorce Manus en cada Ronda, así también ha habido y habrá siete Rishis en cada Raza-Raíz, y a menudo se los describe como Manu-Rishis (D.S., II, 614 nota al pie; 615).
A estos siete Rishis se asignan siete esposas, a saber, Amba, Dula, Nitatui, Abrayanti, Maghayanti, Varshayanti y Chupunika. Existen además otros conjuntos de nombres que muestran a Arundhati como esposa del Rishi Vasishtha, según declara el Bhagavata Purana. La estrella Mizar en la constelación Osa Mayor se considera como Vasishtha y la pequeña a su lado -Alcor- como Arundhati, quien fue la única que mereció su lugar en los Saptarishis al salir triunfante cuando el Señor Shiva la probó por dedicación a su marido (es decir, por ser Pativrata) pues ella nunca se mantuvo alejada del esposo y colaboró plenamente en todo su trabajo. Entre los hindúes e inmediatamente después de la boda, a la novia se le muestra esta estrella Arundhati y la recién casada le rinde tributo, lo cual representa una aceptación simbólica sobre el ideal de virtud y devoción por parte de ella.
Con excepción de Arundhati, todas las demás esposas de los Saptarishis se conocen como niñeras de Karttikeya (o Marte), el dios de la guerra, y ésas son las Pléyades o Krittika. Marte es llamado comandante de los ejércitos celestiales y se denomina también Siddha-sena, el líder de los yoguis en el cielo y los sabios santos en la Tierra. De igual forma Karttikeya es idéntico con Miguel y es virgen o Kumara. H.P.B. señala que Karttikeya, los siete rishis y las Krittikas son Guhya o “misteriosos”, y cuando el adepto es capaz de interpretar correctamente la índole de éstos se le revelan los mayores misterios en la naturaleza oculta. Estos siete Rishis marcan el tiempo y la duración de los eventos, como también los períodos de Kali Yuga o Edad Oscura.
En ocasiones los Saptarishis se conocen como la clase inferior de seres celestiales, llamados Devas o elementales, sobre lo cual Blavatsky escribe: "No son teósofos aquéllos que se alejan de nuestros Mahatmas vivos y humanos para seguir a los Saptarishis o Rishis estelares". Al explicar el significado de esta oración, William Judge observa que existen dos tipos de entidades que pueden influir en la humanidad: (1) los "Mahatmas vivos y humanos" y (2) los seres no humanos. En el contexto dado, los Saptarishis son una clase muy avanzada de elementales que pueden equipararse con los Devas hindúes; a veces son capaces de comunicarse con el hombre y crean una ilusión para hacerle suponer que son "seres espirituales muy elevados" que evolucionaron de la etapa humana, por lo que al establecer vínculo con esos elementales uno se desvía de la línea normal del desarrollo humano (The Vahan, vol. II, agosto de 1892). En “An Epitome of Theosophy” Judge alude a la posibilidad de que un adepto decida convertirse en un dios menor:
“También hay un destino que llega incluso a los Adeptos de la Buena Ley, que es similar a una pérdida del 'Cielo' luego de su disfrute durante períodos incalculables. Cuando el adepto ha alcanzado cierto punto y muy elevado en su evolución, por un simple deseo puede convertirse en lo que los hindúes llaman 'Deva' o dios menor. Si hace tal, entonces aunque disfrutará de la dicha y el poder de ese estado durante un largo tiempo, no participará de la vida consciente 'en el seno del Padre' para el próximo Pralaya, y así debe pasar a la materia en la próxima 'creación' con objeto de realizar ciertas funciones que ahora no se pueden aclarar, y debe volver a surgir a través del mundo elemental”.
Tercera parte y final (“The Theosophical Movement”, abril 2009)
Daksha, uno de los diez prajapatis y también uno de los saptarishis, representa el desarrollo fisiológico o biológico, y como la evolución no puede proceder sólo a través de la forma física, se muestra que Shiva destruye el sacrificio de Daksha. Éste es el Progenitor principal que estableció la era de los hombres producidos por relación sexual, porque antes de la época de Daksha las criaturas vivientes se propagaban de diversas maneras: por voluntad, vista, tacto y el poder del yoga, según menciona el Vishnu Purana (D.S., II, 182-83).
Daksha, uno de los diez prajapatis y también uno de los saptarishis, representa el desarrollo fisiológico o biológico, y como la evolución no puede proceder sólo a través de la forma física, se muestra que Shiva destruye el sacrificio de Daksha. Éste es el Progenitor principal que estableció la era de los hombres producidos por relación sexual, porque antes de la época de Daksha las criaturas vivientes se propagaban de diversas maneras: por voluntad, vista, tacto y el poder del yoga, según menciona el Vishnu Purana (D.S., II, 182-83).
Un estudiante de Teosofía y seguidor del hinduismo preguntó una vez si algún Rishi hindú de la antigüedad aún existía en carne y hueso. Blavatsky aseveró que en la Quinta Raza de la Cuarta Ronda ninguna persona puede vivir más de 300 a 400 años en un sólo cuerpo, y los médicos han citado ejemplos de unos pocos individuos que viven durante 150 e incluso 170 años. En el artículo "Do the Rishis Exist?", H.P.B. señala que hay razones para creer que algunos de los grandes Adeptos hindúes antiguos se han reencarnado ocasionalmente en Tíbet y Tartaria.
Sin embargo, la longevidad de los Rishis podría explicarse sobre la base del “astral permanente”. Tradicionalmente se considera que el Rishi Vashishtha es el gurú del Señor Rama y el Vishnu Purana lo convierte en sacerdote de la familia de la Dinastía Ikshwaku (o Solar). Se dice además que no sólo es contemporáneo de Ikshwaku, sino de sus descendientes hasta la generación 61°, pero ¿cómo puede ser esto? Tal vez podamos dilucidarlo si comprendemos el concepto de "astral permanente". Cada uno de nosotros posee un cuerpo astral sobre el que se moldea el cuerpo físico; ese cuerpo astral se construye sobre la base de skandhas y se rige por el reservorio de Karma a ser agotado en una vida determinada. El astral permanente se construye durante la vida sobre la base de las aspiraciones y los esfuerzos autoinducidos. Sólo aquéllos que han alcanzado una cierta etapa de desarrollo o iniciación regresan a la encarnación con un 'astral permanente' y todos los demás forman un nuevo astral para cada existencia. Como nuestro cuerpo físico está modelado en la capa astral, los cambios en éste se reflejan en aquél ya que Linga Sharira cambia muy gradualmente en una vida dada, y también la cobertura corporal y apariencia se transforman en igual ritmo. Así, los seres perfeccionados que han construido para sí mismos "astrales permanentes" nacerían con casi el mismo cuerpo astral cada vez que nacen, y en consecuencia con más o menos la misma apariencia física, lo cual podría haber dado origen a las historias de los sabios y rishis que viven desde hace miles de años.
Se cuentan muchas historias de sabios y rishis encantados con la belleza de apsaras (ninfas) y se casan con ellas, aunque la mayoría de esos relatos son alegóricos. Por ejemplo, se dice que la humanidad de la Segunda Raza es “nacida del sudor” y hay corroboración de dicha especie en la alegoría de los Puranas. El sabio Kandu realizaba austeridades piadosas cuando Indra, el "Rey de los dioses", envió una apsara llamada Pramlocha para tentarlo y perturbar su penitencia. Pasó 907 años, seis meses y 3 días en compañía del sabio, ¡lo que a éste le pareció un día! H.P.B. escribió que éstos son los guarismos esotéricos que se hallan deliberadamente distorsionados, pero se supone que representan la duración del ciclo entre la primera y segunda raza humana. Cuando el sabio se despertó de este estado psicológico o hipnótico, maldice a Pramlocha quien está aterrorizada y vuela alejándose de él, limpiando la transpiración de su cuerpo con hojas de árboles. El hijo que había concebido del sabio salió de los poros de aquélla en gotas de sudor; el viento las reunió en una masa que maduró con rayos de luna, aumentó gradualmente de tamaño y con el tiempo devino una niña encantadora llamada Marisha, símbolo de la “raza nacida del sudor”. Kandu significa "Primera Raza", hijo de Pitris -y por tanto desprovisto de mente- que confundió el lapso de casi mil años con un día. Blavatsky dice que la Apsara (ninfa) es embajadora de Kama (no Indra), la personificación de ese sentimiento que conduce y propulsa a la creación. Esto es muy sugerente y muestra el elemento psíquico que desarrolla el fisiológico antes del nacimiento de Daksha. El patriarca o Prajapati Daksha es el progenitor de humanos físicos/reales y se lo representa como nacido de Marisha (D.S., II, 174-76).
En el artículo "The Future Occultist", H.P.B. explica el significado simbólico del matrimonio de los Rishis mediante relatos puramente alegóricos. Buddhi o el Alma espiritual humana (que en relación con el Universo es llamado Prakriti) se representa como "mujer" por ser pasivo y se simboliza como el vehículo de Atman o Espíritu. Cuando se habla de éste con respecto a todo el Universo, Atman se conoce como Purusha y es descrito como "hombre" activo ya que es el Centro de Energía que actúa a través de y sobre su vehículo femenino. Blavatsky menciona que el ocultista actúa sobre Buddhi cuando está completamente identificado con el séptimo principio o Atman; así también el Mahatma que se ha vuelto uno con Atman (o Purusha) deviene prácticamente un creador porque se identifica con la energía evolutiva y manifestante de la naturaleza. Fue en este sentido que se dice que los Rishis se “casaron”. Además, consideremos esto:
“Mientras más pronto y en mayor medida se abandonen las afinidades sexuales de los animales, más fuerte y más pronta será la manifestación de los poderes ocultos más elevados que sólo pueden producir una concepción inmaculada (…) Entonces el 'Adepto', ya sea que en el Sthula Sarira sea hombre o mujer, es capaz de traer un nuevo ser a la existencia mediante manipulación de fuerzas cósmicas. Se dice que Anasuya, adepta femenina de tiempos antiguos, ha concebido inmaculadamente a Durvasas, Dattatreya y Chandra, los tres tipos distintos de adeptado”.
Para finalizar, señalamos que un Rishi tiene la facultad creativa del habla y puede tanto bendecir como maldecir. Sin embargo, cada vez que maldice pierde el mérito ganado a lo largo de muchos años de tapasya o mortificación.