David Pratt
Agosto de 2010, actualizado noviembre de 2019
07. Mediumnidad mental
-Casos de estudio
-Transcomunicación instrumental
07. Mediumnidad mental
La mediumnidad mental se refiere a la comunicación con entidades invisibles, que generalmente se cree son "espíritus de muertos", y a través de un médium que puede o no adoptar un estado de trance. Las entidades pueden transmitir mediante la voz de dicho canal, golpes ("raps"), un tablero "ouija" o escritura automática. Algunos médiums no contactan a entidades directamente sino a través de un "control" o "guía espiritual", y en la sección 8 se describe la mediumnidad física que incluye materialización de formas "espirituales".
El espiritismo tuvo su apogeo entre las décadas de 1840 hasta 1920 y atrajo a millones de seguidores, siendo fuertemente rechazado por la iglesia al considerar que la comunicación con "el otro lado" era un arte satánico. Los médiums competían por ganancias y a menudo audiencias bastante crédulas, y no hay duda de que el fraude fue generalizado. Sin embargo, ciertos canales notables fueron probados en condiciones rigurosas sin detectar ningún engaño, especialmente aquéllos que producían fenómenos físicos. Los especialistas que investigaron fenómenos espiritistas como Sir William Crookes, Alfred R. Wallace, N. Camille Flammarion y Sir Oliver Lodge generalmente concluyeron que no eran explicables en términos de ciencia ortodoxa.
Muchas comunicaciones recibidas por médiums son mera entretención, pero a veces las entidades comunicantes proporcionan datos suficientemente detallados para convencer a los asistentes de que sus seres queridos muertos "realmente están presentes". Los interlocutores "no invitados" afirman ser personas fallecidas e ignotas por los asistentes y brindan información sobre sus identidades que luego es verificada. Los médiums que asumen la voz, los gestos y patrones discursivos de una persona muerta causan una impresión particularmente fuerte, y también hay casos de canales que hablan en un idioma que no conocen o muestran nuevas habilidades como producir música, poesía o prosa; en ocasiones afirman recibir la inspiración directa de escritores famosos o músicos fallecidos.
Cuando realmente tiene lugar el contacto con un individuo muerto es probable que esto implique a sus almas astrales en lugar de componentes superiores, pero la información proporcionada por médiums también puede obtenerse de modo clarividente o telepático desde las mentes de los propios espiritistas u otras personas vivas, y también de la enorme información impresa en el plano astral o "registros akáshicos". David Fontana desafía esta noción, también denominada "banco de memoria cósmica" y pregunta "¿quién o qué es responsable de organizar los miles de millones de experiencias generadas diariamente por la población mundial en un todo coherente?" (Fontana, 2005, 157). La respuesta es que nadie ni nada lo organiza, siendo así un proceso natural y automático. Todo lo que acontece deja una impresión en la sustancia de la naturaleza y los psíquicos comunes pueden acceder a esta información al azar, mientras que los ocultistas expertos son capaces de realizarlo con precisión y a voluntad con sus mentes sintonizadas correctamente.
En la segunda mitad del siglo XX la "canalización" se hizo muy popular. Después que los "contactados" adoptaban el trance, se suponía que un tipo de ser cogitante hablaba a través de ellos y a menudo con una voz totalmente diferente. Afirman canalizar no sólo "espíritus" de muertos, sino también ángeles, extraterrestres, "maestros ascendidos" e incluso "Dios" mismo; no obstante, rara vez proporcionan información útil o verificable.
Casos de estudio
La médium por trance Leonora Piper (1857-1950) condujo sesiones espiritistas donde solía asombrar y consolar a los asistentes con comunicaciones detalladas de familiares o amigos muertos. Su "control" le proporcionaba la información, pero a veces los "espíritus" hablaban por medio del aparato vocal de Piper reproduciendo la voz, el tono y las maneras de la persona fallecida. Richard Hodgson, perteneciente a la Sociedad Británica de Investigación Psíquica (SPR, por sus siglas en inglés), contrató detectives para averiguar si Piper obtenía referencias sobre sus clientes por medios normales, pero nada de lo que hizo despertó sospechas.
Un joven conocido de Hodgson llamado George Pellew murió en un accidente de equitación. Pellew prometió a su amigo que si él moría primero trataría de "hacer las cosas emocionantes". A las pocas semanas de su deceso, un personaje identificado como "George Pellew" comenzó a manifestarse como el control de Piper y dio abundantes pruebas de su identidad. Unos 30 amigos del occiso asistieron a las sesiones sin anunciar quiénes eran, y Pellew los reconoció a todos sin equivocarse. La familia y los amigos de aquél y el propio Hodgson finalmente se convencieron de que estaban tratando con el George desencarnado (Grosso, 2004, 81-3).
Tras la muerte de Richard Hodgson, una entidad que se hacía llamar con el mismo apellido se convirtió en el control de Piper. Stanley Hall y Amy Tanner asistieron a sus sesiones de espiritismo y le preguntaron sobre cierta sobrina muerta llamada Bessie Beals, y a su debido tiempo apareció una personalidad que decía ser aquélla. Después de hablar con ella en varias sesiones, Hall dijo a "Hodgson" que habían inventado a Bessie y realmente no existía, pero el "visitante" insistió con obcecación que era verdadera y debía haber algún error (Grosso, 2004, 136). Este caso demuestra la necesidad de precaución al evaluar la supuesta identidad de los "espíritus" comunicantes.
Raymond, el hijo menor de Sir Oliver Lodge, murió en acción militar cerca de Ypres en septiembre de 1915. "Raymond" se comunicó a través de varios médiums, habló de una fotografía que lo mostraba en un grupo de personas y se refirió a un bastón de caminar, aunque Lodge no sabía nada sobre esa imagen. Dos meses después, la madre de un oficial compañero escribió para decir que conservaba una fotografía grupal que incluía a Raymond, y antes que llegara Lodge visitó a la médium Osborne Leonard; 'Raymond' dijo bajo su control "Freda" que la foto había sido tomada al aire libre, que alguien había querido apoyarse en él y mostraba un fondo negro con líneas verticales. Cuando la toma arribó días después la descripción resultó ser más o menos precisa (Inglis, 1984, 48-52). Lodge consideró ésta y otras comunicaciones de "Raymond" como prueba de que su hijo había sobrevivido a la muerte, pero sería más exacto decir que tales mensajes son consistentes con la supervivencia en lugar de probarla.
07. Mediumnidad mental
La mediumnidad mental se refiere a la comunicación con entidades invisibles, que generalmente se cree son "espíritus de muertos", y a través de un médium que puede o no adoptar un estado de trance. Las entidades pueden transmitir mediante la voz de dicho canal, golpes ("raps"), un tablero "ouija" o escritura automática. Algunos médiums no contactan a entidades directamente sino a través de un "control" o "guía espiritual", y en la sección 8 se describe la mediumnidad física que incluye materialización de formas "espirituales".
El espiritismo tuvo su apogeo entre las décadas de 1840 hasta 1920 y atrajo a millones de seguidores, siendo fuertemente rechazado por la iglesia al considerar que la comunicación con "el otro lado" era un arte satánico. Los médiums competían por ganancias y a menudo audiencias bastante crédulas, y no hay duda de que el fraude fue generalizado. Sin embargo, ciertos canales notables fueron probados en condiciones rigurosas sin detectar ningún engaño, especialmente aquéllos que producían fenómenos físicos. Los especialistas que investigaron fenómenos espiritistas como Sir William Crookes, Alfred R. Wallace, N. Camille Flammarion y Sir Oliver Lodge generalmente concluyeron que no eran explicables en términos de ciencia ortodoxa.
Muchas comunicaciones recibidas por médiums son mera entretención, pero a veces las entidades comunicantes proporcionan datos suficientemente detallados para convencer a los asistentes de que sus seres queridos muertos "realmente están presentes". Los interlocutores "no invitados" afirman ser personas fallecidas e ignotas por los asistentes y brindan información sobre sus identidades que luego es verificada. Los médiums que asumen la voz, los gestos y patrones discursivos de una persona muerta causan una impresión particularmente fuerte, y también hay casos de canales que hablan en un idioma que no conocen o muestran nuevas habilidades como producir música, poesía o prosa; en ocasiones afirman recibir la inspiración directa de escritores famosos o músicos fallecidos.
Cuando realmente tiene lugar el contacto con un individuo muerto es probable que esto implique a sus almas astrales en lugar de componentes superiores, pero la información proporcionada por médiums también puede obtenerse de modo clarividente o telepático desde las mentes de los propios espiritistas u otras personas vivas, y también de la enorme información impresa en el plano astral o "registros akáshicos". David Fontana desafía esta noción, también denominada "banco de memoria cósmica" y pregunta "¿quién o qué es responsable de organizar los miles de millones de experiencias generadas diariamente por la población mundial en un todo coherente?" (Fontana, 2005, 157). La respuesta es que nadie ni nada lo organiza, siendo así un proceso natural y automático. Todo lo que acontece deja una impresión en la sustancia de la naturaleza y los psíquicos comunes pueden acceder a esta información al azar, mientras que los ocultistas expertos son capaces de realizarlo con precisión y a voluntad con sus mentes sintonizadas correctamente.
En la segunda mitad del siglo XX la "canalización" se hizo muy popular. Después que los "contactados" adoptaban el trance, se suponía que un tipo de ser cogitante hablaba a través de ellos y a menudo con una voz totalmente diferente. Afirman canalizar no sólo "espíritus" de muertos, sino también ángeles, extraterrestres, "maestros ascendidos" e incluso "Dios" mismo; no obstante, rara vez proporcionan información útil o verificable.
Casos de estudio
La médium por trance Leonora Piper (1857-1950) condujo sesiones espiritistas donde solía asombrar y consolar a los asistentes con comunicaciones detalladas de familiares o amigos muertos. Su "control" le proporcionaba la información, pero a veces los "espíritus" hablaban por medio del aparato vocal de Piper reproduciendo la voz, el tono y las maneras de la persona fallecida. Richard Hodgson, perteneciente a la Sociedad Británica de Investigación Psíquica (SPR, por sus siglas en inglés), contrató detectives para averiguar si Piper obtenía referencias sobre sus clientes por medios normales, pero nada de lo que hizo despertó sospechas.
Un joven conocido de Hodgson llamado George Pellew murió en un accidente de equitación. Pellew prometió a su amigo que si él moría primero trataría de "hacer las cosas emocionantes". A las pocas semanas de su deceso, un personaje identificado como "George Pellew" comenzó a manifestarse como el control de Piper y dio abundantes pruebas de su identidad. Unos 30 amigos del occiso asistieron a las sesiones sin anunciar quiénes eran, y Pellew los reconoció a todos sin equivocarse. La familia y los amigos de aquél y el propio Hodgson finalmente se convencieron de que estaban tratando con el George desencarnado (Grosso, 2004, 81-3).
Tras la muerte de Richard Hodgson, una entidad que se hacía llamar con el mismo apellido se convirtió en el control de Piper. Stanley Hall y Amy Tanner asistieron a sus sesiones de espiritismo y le preguntaron sobre cierta sobrina muerta llamada Bessie Beals, y a su debido tiempo apareció una personalidad que decía ser aquélla. Después de hablar con ella en varias sesiones, Hall dijo a "Hodgson" que habían inventado a Bessie y realmente no existía, pero el "visitante" insistió con obcecación que era verdadera y debía haber algún error (Grosso, 2004, 136). Este caso demuestra la necesidad de precaución al evaluar la supuesta identidad de los "espíritus" comunicantes.
Raymond, el hijo menor de Sir Oliver Lodge, murió en acción militar cerca de Ypres en septiembre de 1915. "Raymond" se comunicó a través de varios médiums, habló de una fotografía que lo mostraba en un grupo de personas y se refirió a un bastón de caminar, aunque Lodge no sabía nada sobre esa imagen. Dos meses después, la madre de un oficial compañero escribió para decir que conservaba una fotografía grupal que incluía a Raymond, y antes que llegara Lodge visitó a la médium Osborne Leonard; 'Raymond' dijo bajo su control "Freda" que la foto había sido tomada al aire libre, que alguien había querido apoyarse en él y mostraba un fondo negro con líneas verticales. Cuando la toma arribó días después la descripción resultó ser más o menos precisa (Inglis, 1984, 48-52). Lodge consideró ésta y otras comunicaciones de "Raymond" como prueba de que su hijo había sobrevivido a la muerte, pero sería más exacto decir que tales mensajes son consistentes con la supervivencia en lugar de probarla.
Raymond Lodge es el segundo desde la derecha en la primera fila.
Frederick Bligh Bond fue arquitecto eclesiástico y en 1908 fue puesto a cargo de operaciones para excavar ruinas en la abadía de Glastonbury, Gran Bretaña. El año anterior Bond y el capitán John Allen Bartlett -ambos amigos- habían comenzado a recibir información sobre la abadía a través de escritura automática. La fuente psíquica se identificó como un grupo de monjes muertos hace mucho tiempo, la Compañía de Avalon, que afirmó haber construido esa abadía y vivido en ella. Los mensajes continuaron produciéndose hasta 1920 y más de una docena de personalidades incluyendo a abades, caballeros, publicanos medievales y un granjero se comunicaron todos con letra diferente. Sobre la base de esta información, cuyo origen inicialmente se mantuvo en secreto, Bond hizo una serie de descubrimientos importantes, incluidos Edgar Chapel y los restos de dos grandes torres en su extremo occidental y previamente insospechadas.
El hermano "Johannes Bryant" apareció en la segunda sesión y se convirtió en una personalidad dominante entre las fuentes. En 1911 otra entidad habló sobre él de la siguiente manera: "Johannes, alucinado por su belleza, le dio [a la abadía de Glastonbury] su corazón como uno lo otorga a una querida amante; y entonces, estando atado a la Tierra por ese amor, su espíritu se aferra en sueños a la visión desvanecida que aún ven sus ojos espirituales".
En agosto del año siguiente otro monje nuevamente habló por Bryant diciendo: "Johannes [ahora] está muy lejos y en donde la fuerza es débil... pero la debilidad aquí es la fuerza reunida para otros deberes". La implicación es que sus conversaciones con Bond habían liberado a Johannes de su obsesión con el lugar, permitiéndole seguir adelante, y el propio Frederick se convenció cada vez más de que en lugar de contactar a personalidades de monjes muertos estaba accediendo a una especie de "banco de memoria universal" que contenía formas de pensamiento personalizadas, a las que podía recurrir debido a su interés apasionado en la abadía (Schwartz, 1978, 1-56).
El investigador James Hyslop recibió cierta comunicación por un médium en Irlanda respecto a un espíritu que se hacía llamar "William James" y había pedido que contactara a Hyslop para preguntarle si recordaba algunos "pijamas rojos". James, conocido psicólogo estadounidense fallecido en 1910, había acordado con Hyslop que cualquiera de ellos que muriese primero debería tratar de comunicarse con el otro. Al principio el mensaje sobre esa ropa roja no significaba nada para Hyslop, pero luego rememoró que él y James fueron juntos a París cuando eran jóvenes. Como su equipaje aún no había llegado, Hyslop salió a comprar pijamas, pero sólo encontró un par rojo escarlata. Durante días James se burló de su amigo por el "mal gusto" en esa prenda, pero Hyslop había olvidado el incidente por mucho tiempo; así, estaba convencido de que el mensaje del pijama rojo provenía del fallecido William James (Wilson, 1987, 144).
Las "correspondencias cruzadas" fueron mensajes recibidos a través de varios médiums (usando escritura automática) y en diferentes continentes a partir de entidades que se identificaron como varios miembros fundadores de la Sociedad Británica para Investigación Psíquica (SPR), incluidos Frederick Myers, Henry Sidgwick y Edmund Gurney, y más tarde Henry Butcher y A.W. Verrall, todos ellos clasicistas talentosos. Algunos de los canales como la señora Verrall también eran eruditos clásicos. Mientras vivía, Myers solía comentar que una forma en que los contactantes podían demostrar ser "espíritus de muertos" sería dando fragmentos separados de un mensaje a varios médiums para que sólo tuvieran sentido cuando se combinaran. Las comunicaciones continuaron desde 1901 hasta alrededor de 1930 y los mensajes recibidos son extremadamente ambiguos y de increíble complejidad. Los juegos de palabras y acertijos sólo pueden resolverse por personas con conocimiento profundo de textos clásicos griegos y latinos, además de poesía inglesa (Grosso, 2004, 95-101; Fontana, 2005, 175-85). Podrían haber participado algunas mentes desencarnadas pertenecientes a los eruditos de Cambridge, pero Brian Inglis (1992, 417) comenta: "Se podría haber alegado que las correspondencias cruzadas fueron demostradas razonablemente como tales si Gurney, Sidgwick y Myers realmente estaban tratando de comunicarse, y les resultaba extremadamente difícil".
En 1937 una entidad que usaba mal lenguaje y no revelaba su identidad se comunicó por el médium islandés Hafsteinn Björnsson durante una sesión realizada en Reykjavik. Cuando se le preguntó qué quería, respondió "estoy buscando mi pierna; quiero recuperarla". Esto continuó en muchas oportunidades hasta que se unió al grupo un nuevo anfitrión llamado Ludvig Gudmundsson, dueño de una procesadora de pescado y un latifundio en Sandgerdi, un pueblo a 60 kms. de Reykjavik. El comunicador expresó su gusto al conocer a Ludvig y luego de algunas sesiones dijo que su pierna estaba en casa de aquél. Un tiempo más tarde reveló que su nombre había sido Runolfur Runolfsson y murió ahogado en 1879. Había estado caminando a casa por la orilla del mar, se detuvo a beber y se durmió siendo arrastrado por la marea; más tarde contó que su cadáver llegó a la orilla "donde llegaron perros y cuervos y me destrozaron". Tres meses posteriores a su desaparición los huesos de Runolfsson se localizaron desmembrados y sus restos se enterraron en 1880.
En 1940 se encontró un fémur entre las paredes internas y externas de la casa de Ludvig. Aunque se sabía que Runolfur era un hombre muy alto, es imposible saber con certeza de quién era el hueso. Fue sepultado en el cementerio de la antigua parroquia de Runolfur y el occiso expresó su gratitud en la siguiente sesión. Los muchos detalles ofrecidos por la entidad sobre su vida sólo se pudieron verificar a partir de tres fuentes diferentes: los registros parroquianos en el archivo nacional, un manuscrito recóndito que no se publicó hasta mucho después que tuvieran lugar las sesiones relevantes, y la información obtenida de su nieto (Haraldsson, 2008; Grosso, 2004, 87-8).
En 1972 un grupo de ocho miembros pertenecientes la Sociedad para Investigación Psíquica de Toronto decidió "inventar un fantasma" para ver si luego se comunicaría, bautizándolo como "Philip" e inventaron una historia de vida detallada para él. Durante un año y meditando sobre él intentaron sin éxito lograr algún contacto hasta que una tarde, cuando estaban sentados en torno a la mesa con humor alegre, el mueble comenzó a vibrar y preguntaron si era obra de "Philip". Un golpe en la mesa significaba asentimiento, y desde entonces el ser comenzó a responder a sus inquietudes. En un momento la mesa comenzó a levitar cuando nadie la tocaba y persiguió a uno de los canales por la habitación; incluso el objeto marcaba el compás cuando los asistentes cantaban y Philip producía luces de colores a pedido. La actuación fue filmada en vivo durante 1974 por Toronto City Television (Fontana, 2005, 112). En lugar de todos los fenómenos producidos por los poderes psíquicos del grupo, es posible que elementales traviesos y residuos astrales de personalidades fallecidas también se sintieran atraídos por las sesiones.
Transcomunicación instrumental
Hoy la mediumnidad asistida por máquinas o transcomunicación instrumental (ITC) se está volviendo cada vez más popular, e implica intentar obtener mensajes o imágenes de muertos en una variedad de dispositivos electrónicos que incluyen grabadoras [psicofonías], máquinas de fax, teléfonos, televisores [psicoimágenes] y computadoras. Algunos investigadores piensan que pueden distinguir palabras u oraciones débiles por encima del silbido de estática que se escucha cuando una radio es sintonizada en una frecuencia que no transmite, y ésta es una de las técnicas utilizadas para los fenómenos electrónicos de voz (EVP). Los estudios detallados de ITC han producido resultados mixtos, pero también se ha recibido cierta información que luego se verifica sea cual sea su fuente real (Fontana, 2005, 352-81).
Frederick Bligh Bond fue arquitecto eclesiástico y en 1908 fue puesto a cargo de operaciones para excavar ruinas en la abadía de Glastonbury, Gran Bretaña. El año anterior Bond y el capitán John Allen Bartlett -ambos amigos- habían comenzado a recibir información sobre la abadía a través de escritura automática. La fuente psíquica se identificó como un grupo de monjes muertos hace mucho tiempo, la Compañía de Avalon, que afirmó haber construido esa abadía y vivido en ella. Los mensajes continuaron produciéndose hasta 1920 y más de una docena de personalidades incluyendo a abades, caballeros, publicanos medievales y un granjero se comunicaron todos con letra diferente. Sobre la base de esta información, cuyo origen inicialmente se mantuvo en secreto, Bond hizo una serie de descubrimientos importantes, incluidos Edgar Chapel y los restos de dos grandes torres en su extremo occidental y previamente insospechadas.
El hermano "Johannes Bryant" apareció en la segunda sesión y se convirtió en una personalidad dominante entre las fuentes. En 1911 otra entidad habló sobre él de la siguiente manera: "Johannes, alucinado por su belleza, le dio [a la abadía de Glastonbury] su corazón como uno lo otorga a una querida amante; y entonces, estando atado a la Tierra por ese amor, su espíritu se aferra en sueños a la visión desvanecida que aún ven sus ojos espirituales".
En agosto del año siguiente otro monje nuevamente habló por Bryant diciendo: "Johannes [ahora] está muy lejos y en donde la fuerza es débil... pero la debilidad aquí es la fuerza reunida para otros deberes". La implicación es que sus conversaciones con Bond habían liberado a Johannes de su obsesión con el lugar, permitiéndole seguir adelante, y el propio Frederick se convenció cada vez más de que en lugar de contactar a personalidades de monjes muertos estaba accediendo a una especie de "banco de memoria universal" que contenía formas de pensamiento personalizadas, a las que podía recurrir debido a su interés apasionado en la abadía (Schwartz, 1978, 1-56).
El investigador James Hyslop recibió cierta comunicación por un médium en Irlanda respecto a un espíritu que se hacía llamar "William James" y había pedido que contactara a Hyslop para preguntarle si recordaba algunos "pijamas rojos". James, conocido psicólogo estadounidense fallecido en 1910, había acordado con Hyslop que cualquiera de ellos que muriese primero debería tratar de comunicarse con el otro. Al principio el mensaje sobre esa ropa roja no significaba nada para Hyslop, pero luego rememoró que él y James fueron juntos a París cuando eran jóvenes. Como su equipaje aún no había llegado, Hyslop salió a comprar pijamas, pero sólo encontró un par rojo escarlata. Durante días James se burló de su amigo por el "mal gusto" en esa prenda, pero Hyslop había olvidado el incidente por mucho tiempo; así, estaba convencido de que el mensaje del pijama rojo provenía del fallecido William James (Wilson, 1987, 144).
Las "correspondencias cruzadas" fueron mensajes recibidos a través de varios médiums (usando escritura automática) y en diferentes continentes a partir de entidades que se identificaron como varios miembros fundadores de la Sociedad Británica para Investigación Psíquica (SPR), incluidos Frederick Myers, Henry Sidgwick y Edmund Gurney, y más tarde Henry Butcher y A.W. Verrall, todos ellos clasicistas talentosos. Algunos de los canales como la señora Verrall también eran eruditos clásicos. Mientras vivía, Myers solía comentar que una forma en que los contactantes podían demostrar ser "espíritus de muertos" sería dando fragmentos separados de un mensaje a varios médiums para que sólo tuvieran sentido cuando se combinaran. Las comunicaciones continuaron desde 1901 hasta alrededor de 1930 y los mensajes recibidos son extremadamente ambiguos y de increíble complejidad. Los juegos de palabras y acertijos sólo pueden resolverse por personas con conocimiento profundo de textos clásicos griegos y latinos, además de poesía inglesa (Grosso, 2004, 95-101; Fontana, 2005, 175-85). Podrían haber participado algunas mentes desencarnadas pertenecientes a los eruditos de Cambridge, pero Brian Inglis (1992, 417) comenta: "Se podría haber alegado que las correspondencias cruzadas fueron demostradas razonablemente como tales si Gurney, Sidgwick y Myers realmente estaban tratando de comunicarse, y les resultaba extremadamente difícil".
En 1937 una entidad que usaba mal lenguaje y no revelaba su identidad se comunicó por el médium islandés Hafsteinn Björnsson durante una sesión realizada en Reykjavik. Cuando se le preguntó qué quería, respondió "estoy buscando mi pierna; quiero recuperarla". Esto continuó en muchas oportunidades hasta que se unió al grupo un nuevo anfitrión llamado Ludvig Gudmundsson, dueño de una procesadora de pescado y un latifundio en Sandgerdi, un pueblo a 60 kms. de Reykjavik. El comunicador expresó su gusto al conocer a Ludvig y luego de algunas sesiones dijo que su pierna estaba en casa de aquél. Un tiempo más tarde reveló que su nombre había sido Runolfur Runolfsson y murió ahogado en 1879. Había estado caminando a casa por la orilla del mar, se detuvo a beber y se durmió siendo arrastrado por la marea; más tarde contó que su cadáver llegó a la orilla "donde llegaron perros y cuervos y me destrozaron". Tres meses posteriores a su desaparición los huesos de Runolfsson se localizaron desmembrados y sus restos se enterraron en 1880.
En 1940 se encontró un fémur entre las paredes internas y externas de la casa de Ludvig. Aunque se sabía que Runolfur era un hombre muy alto, es imposible saber con certeza de quién era el hueso. Fue sepultado en el cementerio de la antigua parroquia de Runolfur y el occiso expresó su gratitud en la siguiente sesión. Los muchos detalles ofrecidos por la entidad sobre su vida sólo se pudieron verificar a partir de tres fuentes diferentes: los registros parroquianos en el archivo nacional, un manuscrito recóndito que no se publicó hasta mucho después que tuvieran lugar las sesiones relevantes, y la información obtenida de su nieto (Haraldsson, 2008; Grosso, 2004, 87-8).
En 1972 un grupo de ocho miembros pertenecientes la Sociedad para Investigación Psíquica de Toronto decidió "inventar un fantasma" para ver si luego se comunicaría, bautizándolo como "Philip" e inventaron una historia de vida detallada para él. Durante un año y meditando sobre él intentaron sin éxito lograr algún contacto hasta que una tarde, cuando estaban sentados en torno a la mesa con humor alegre, el mueble comenzó a vibrar y preguntaron si era obra de "Philip". Un golpe en la mesa significaba asentimiento, y desde entonces el ser comenzó a responder a sus inquietudes. En un momento la mesa comenzó a levitar cuando nadie la tocaba y persiguió a uno de los canales por la habitación; incluso el objeto marcaba el compás cuando los asistentes cantaban y Philip producía luces de colores a pedido. La actuación fue filmada en vivo durante 1974 por Toronto City Television (Fontana, 2005, 112). En lugar de todos los fenómenos producidos por los poderes psíquicos del grupo, es posible que elementales traviesos y residuos astrales de personalidades fallecidas también se sintieran atraídos por las sesiones.
Transcomunicación instrumental
Hoy la mediumnidad asistida por máquinas o transcomunicación instrumental (ITC) se está volviendo cada vez más popular, e implica intentar obtener mensajes o imágenes de muertos en una variedad de dispositivos electrónicos que incluyen grabadoras [psicofonías], máquinas de fax, teléfonos, televisores [psicoimágenes] y computadoras. Algunos investigadores piensan que pueden distinguir palabras u oraciones débiles por encima del silbido de estática que se escucha cuando una radio es sintonizada en una frecuencia que no transmite, y ésta es una de las técnicas utilizadas para los fenómenos electrónicos de voz (EVP). Los estudios detallados de ITC han producido resultados mixtos, pero también se ha recibido cierta información que luego se verifica sea cual sea su fuente real (Fontana, 2005, 352-81).
Esta fotografía del escuadrón aéreo "Vice-Mariscal Sir Victor Goddard" fue tomada poco después de finalizar la Primera Guerra Mundial. Se puede ver el rostro débil y sin gorra de Freddy Jackson, un mecánico de aviación que se asoma tras el cuarto hombre desde la izquierda en la fila superior (ver ampliación a la derecha). Tres días antes Jackson había muerto instantáneamente en la misma pista de aterrizaje cuando ingresó en la hélice giratoria de un avión (Inglis, 2004, 85-6).