3 de febrero de 2022

¿Cuánto tardamos en reencarnar?


¿Cuándo ocurre la reencarnación? ¿Cuánto tiempo pasamos en Devachan antes de regresar al plano físico para iniciar otra vida en un nuevo cuerpo?

En varios lugares de la literatura teosófica se da a entender que la persona promedio no suele reencarnar hasta que hayan transcurrido aproximadamente entre 1.000 y 1.500 años y que el alma incluso puede permanecer en el estado devachánico durante varios miles de años antes de encarnarse. Esto fue señalado por los Maestros K.H y M. en las cartas que enviaron a A.P. Sinnett y luego se repite en varios escritos de H.P. Blavatsky, William Q. Judge, el propio Sinnett y otros.

Desafortunadamente, algunos teósofos consideran que este período promedio de 10 ó 15 siglos entre encarnaciones es una regla "estricta" y "aplicable de forma permanente", pero este no es el caso. Indudablemente los Maestros, Blavatsky y Judge estaban en lo correcto al decir que este intervalo tan largo era el promedio para esa época -es decir, a fines del siglo XIX-, pero nunca afirmaron que esto era irrestricto y para siempre; de hecho, en el libro "El Océano de la Teosofía" Judge escribe específicamente sobre esa duración como "el tiempo que equivaldría para los hombres promedio de este siglo y de todas las latitudes".

Entonces, en ese momento de la historia humana éste constituía el promedio, pero no hay razón para suponer que siga siendo así, porque el asombroso aumento demográfico durante el último siglo -¡y la población mundial aumentó en casi 6 mil millones en sólo 120 años!- es suficiente para indicar que ya no es el estándar en absoluto, pues en la actualidad una miríada de almas está reencarnando mucho antes y más rápido que hace una centuria.

Los Maestros han declarado que la reencarnación tiene lugar mucho más pronto e incluso muy rápidamente en los casos donde la fuerza de "tanha" o "trishna" (términos sinónimos en pali y sánscrito que significan "sed por la vida", "ansia por existencia material", "deseo de experiencia sensorial y objetiva", etc.) es fuerte o prevalente y donde la naturaleza espiritual del individuo está totalmente subdesarrollada o no se ha despertado.

Al parecer la principal razón para el aumento de la población es el aumento de tanha y la disminución del sentido espiritual en la vida humana, debido a que muchos individuos han sido víctimas del pensamiento materialista y se dejan guiar por los sentidos. Esta es la causa de una reencarnación más veloz para la mayoría y se puede leer más sobre ello en el apartado sobre crecimiento demográfico del artículo “Para entender correctamente la reencarnación”.

Puesto que algunos teósofos insisten en que la cifra de 1.000-1.500 años aún debe tomarse como regla o indicador incluso en el siglo XXI, citamos aquí algunos pasajes que muestran que la Teosofía jamás ha mantenido una visión tan rígida sobre esta materia:

"El sueño de Devachán dura hasta que el karma se agote en esa dirección, y hasta que la onda de fuerza alcanza el borde de su cuenca cíclica y el ser se traslade hacia la siguiente área de causas" (Maestro K.H., “Notes on Devachan, Theosophical Articles and Notes, p. 242). 

La estancia en Devachan es proporcional a los impulsos psíquicos sin agotar que se originaron en la vida terrestre. Aquéllos cuyas atracciones eran preponderantemente materiales, más pronto volverán a renacer por la fuerza de Tanha" (Maestro K.H., “Notes on Devachan”, Theosophical Articles and Notes, p. 243-244). 

"Tanha es la sed de vida. Por lo tanto, quien no ha originado en la vida muchos impulsos psíquicos tendrá poca base o fuerza en su naturaleza esencial para mantener sus principios superiores en devachán, y casi todo lo que tendrá son aquéllos que se originaron en la infancia antes de comenzar a fijar sus ideas sobre el pensamiento materialista (…) Y este tipo de pensador materialista puede surgir de devachan en otro cuerpo de aquí a un mes, teniendo en cuenta que las fuerzas psíquicas no utilizadas tuvieron su génesis en la vida temprana; pero como cada una de estas personas varía en cuanto a clase, intensidad y cantidad de pensamiento e impulso psíquico, cada una puede diferir con respecto al tiempo de permanencia en devachan" (William Q. Judge, “El Océano de la Teosofía”, p. 113). 

¿Cuánto tiempo permanece encarnado el Ego en el estado devachánico? Se nos enseña que esto depende del grado de espiritualidad y el mérito o demérito de la última encarnación" (H.P. Blavatsky, “La Clave de la Teosofía”, p. 145). 

Se sabe que muchas personas emergen muy pronto del estado devachánico después de ingresar (…) Y aquéllos que tienen pocas aspiraciones aquí o que se entregan a actuar más que pensar, tienen pocas bases para Devachan y por tanto salen de él antes que otros" (William Q. Judge, “Forum Answers”, p. 57). 

Hay que tener en cuenta que cada ego en sí varía en la duración de su permanencia en los estados post-mortem. No se reencarnan en el mismo intervalo, sino que salen de esa condición posterior a la muerte a diferentes ritmos" (William Q. Judge, “El Océano de la Teosofía”, p. 77). 

Todo esto es bastante concluyente, en especial la última cita que resume todo el asunto; pero lo que dijimos anteriormente no niega la probabilidad de que aún algunas almas pasen un período extremadamente largo en Devachán, que puede extenderse por muchos cientos o incluso miles de años terrestres. Como señalaba H.P.B., todo "depende del grado de espiritualidad y el mérito o demérito de la última encarnación", es decir, si el individuo acumuló una gran cantidad o fuerza de Karma positivo durante la vida que acaba de terminar, y de esta forma la Ley de Causa-Efecto [y Necesidad] rige en ese aspecto y como en todas las cosas, pues todo es una cuestión del destino creado por uno mismo.

Puesto que muchas investigaciones competentes han demostrado que la gran mayoría de las personas que recuerdan detalles de vidas pasadas con precisión sólo permanecieron varios años en una condición interina (que los teósofos llaman Devachan), algunos han intentado utilizar este dato como "evidencia" de que las almas siempre reencarnan luego de unos pocos años.

Sin embargo, esto no prueba nada. La razón por la que muchas personas recuerdan correctamente los detalles verificables de su vida anterior sólo por haber pasado algunos años en el estado devachánico, es precisamente porque sería mucho menos probable que aquéllos que permanecieron por un tiempo prolongado rememoren aspectos de la vida anterior, o al menos es poco plausible que evoquen algo con claridad o precisión. De este modo, es obvio que las almas que se mantuvieron durante siglos o incluso milenios en Devachán tendrían una probabilidad significativamente menor de recordar parte de su existencia previa al reencarnar, ya que los eventos reales de esa vida se habrían dado hace mucho tiempo.

En consecuencia, la investigación moderna sobre la reencarnación no invalida la posibilidad de que las almas pasen un periodo muy largo entre encarnaciones.

“Debido a la lógica, coherencia, filosofía profunda, misericordia divina y equidad, esta doctrina de la Reencarnación no tiene símil en la Tierra. Es la creencia en un progreso perpetuo para cada Ego encarnado o Alma divina en una evolución de lo externo a lo interno, de lo material a lo espiritual, y que llega al término de cada etapa en una unidad absoluta con el Principio Divino. De fortaleza en fortaleza, de la hermosura y perfección de un plano a la belleza e idealidad más elevadas en otro y con opciones de acceder a nueva gloria, nuevos conocimientos y poder en cada ciclo, tal es el destino de cada Ego que se convierte así en su propio Salvador en cada mundo y encarnación" (H.P. Blavatsky," La Clave de la Teosofía").