Respuesta: El concepto filosófico de “skandhas” se origina en el budismo, pero en algunos aspectos lo que se sostiene en Teosofía acerca del tema es bastante diferente al budismo exotérico general.
La palabra "skandhas" significa literalmente "agregados" o "paquetes de atributos". Según la Teosofía éstas constituyen los ingredientes kármicos que componen nuestro yo personal en cada encarnación, por cuanto se relacionan sólo con la existencia finita y manifiesta y no con nuestro verdadero Ser Espiritual que es literalmente uno y el mismo en esencia e identidad con Brahman, el Absoluto.
El Maestro K.H. define las skandhas como "elementos de la existencia limitada" y también al referirse sobre el Karma y la reencarnación escribe:
"El 'viejo ser' es el único progenitor -padre y madre a la vez- del 'nuevo ser' . Es el primero quien concibe y forma a éste último, y realmente mucho más que cualquier padre carnal. Una vez que usted haya aprendido bien el significado de las skandhas verá lo que quiero decir. Es el grupo de skandhas lo que forma y constituye la individualidad física y mental que llamamos 'ser humano' o cualquier entidad. En la enseñanza esotérica dicho grupo consta de de cinco skandhas, a saber:
-Rupa, las propiedades o atributos materiales;
-Vedana, las sensaciones;
-Sanna o ideas abstractas;
-Sankhara, las tendencias tanto físicas como mentales, y
-Vinnana, los poderes mentales y amplificación de la anterior, o en otras palabras, las predisposiciones mentales, físicas y morales.
Les agregamos dos más, de las cuales podrá aprender más adelante su nombre y naturaleza".
Como todo en este Universo es séptuple en su naturaleza, efectivamente existen siete skandhas como señala el Maestro, pero sus designaciones concretas y características nunca se revelan en las enseñanzas teosóficas. Las denominaciones ya mencionadas de estas cinco Skandhas -o Pancha Skandhas en sánscrito- se hallan escritas en pali, y por lo general sus equivalentes sánscritos se conocen como “Rupa”, “Vedana”, “Samjna”, “Samskara” y “Vijnana”.
En consecuencia, cada ser humano en esta Tierra está compuesto por esas cinco skandhas que dan cuenta de nuestra "personalidad presente" en cada encarnación, y estos grupos de agregados o atributos vuelven a tomar forma para cada nueva vida a partir de las skandhas que hubo en la existencia anterior.
Por supuesto, las skandhas de una vida no son literal y exactamente las mismas que sus predecesoras, pues por ejemplo abandonamos nuestro Rupa (cuerpo o forma física) al término de cada vida, nunca para emplearlo o habitarlo nuevamente, con lo cual se inicia su inevitable proceso de descomposición, pero el nuevo conjunto de skandhas en cada nueva vida se deriva de la esencia de los viejos atributos.
El Maestro K.H. también escribió que "las skandhas representan no sólo un material sino también un conjunto de cualidades mentales y morales" y que incluso mientras experimentamos la vida presente "están siempre e incesantemente trabajando en la preparación del molde abstracto, o las 'privaciones' del futuro y nuevo ser".
En el capítulo titulado "Kama Loka" del libro "El Océano de la Teosofía" escrito por William Q. Judge, se explica análogamente acerca de las skandhas que "se están creando día a día". En Teosofía se nos enseña que cada pensamiento y acción individuales que concebimos o realizamos tiene un efecto definido y potente sobre la forma y alteración gradual en la naturaleza de nuestras skandhas y esta transformación (que puede ser para bien o mal, dependiendo de la clase de nuestros pensamientos y acciones) tendrá un efecto inevitable para nosotros en la encarnación subsecuente o la actual.
El pensamiento es más poderoso de lo que nos imaginamos, y no es de extrañar que Buda enfatizara que "con nuestros pensamientos hacemos el mundo". En otros términos, con cada una de nuestras ideas damos forma al mundo y a nuestra propia esfera de acción.
En "La Clave de la Teosofía" de H.P. Blavatsky leemos que: "Ningún acto, ni siquiera un pensamiento pecaminoso quedará sin castigo; el último más severamente que el primero, ya que un pensamiento incluso tiene más potencial en la creación de malos resultados que un hecho. Creemos en una ley infalible de Retribución llamada KARMA que se sostiene en una concatenación natural de causas y sus resultados inevitables".
Sin embargo, no se nos castiga "por motivo de" nuestras transgresiones; en realidad, somos castigados mediante ellas porque cada acción contiene en sí misma la simiente de su correspondiente reacción. Lo que sea que sembremos es lo que vamos a cosechar, y todo lo que obtenemos es lo que causamos previamente en algún momento; ésta es la Ley del Karma descrita en forma condensada. Es simplemente la ley inherente e inmutable del Universo, el camino y los medios por los cuales aquél mantiene su armonía y equilibrio asegurando que ninguna causa se ponga en movimiento sin que origine su correspondiente efecto relacionado y que regresa al causante.
En el artículo “¿Qué ocurre cuando morimos?” se detalla lo que sucede con el alma tras la muerte física y explicamos la naturaleza perfectamente dichosa del Devachan, el “Cielo” de la propia creación del individuo, concebido involuntariamente fuera de su propia conciencia y que le proporciona la experiencia exacta de la vida futura que esperó y creyó mientras vivía en la Tierra.
Helena Blavatsky sostuvo que cuando ocurre la transición que llamamos "muerte" en nuestra ignorancia, las skandhas de esa vida "son destruidas como el material de trabajo en la mano de la personalidad; ellas permanecen como efectos kármicos o gérmenes [semillas] que 'cuelgan' en la atmósfera del plano terrestre y listas para cobrar vida, como tantos demonios vengativos, con tal de unirse a la nueva personalidad del Ego cuando se reencarne".
En otra parte de "La Clave de la Teosofía" ella lo expresa así: "Después de permitir al Alma que escapara de los sufrimientos en la vida personal (con una compensación suficiente y cien veces mayor), el Karma con su ejército de skandhas espera en el umbral de Devachan y de donde el Ego vuelve a emerger para asumir una nueva encarnación. Es en este momento que el destino futuro del Alma ya repuesta tiembla en la balanza de Retribución, ya que ahora se somete una vez más al dominio de la ley kármica activa”.
Judge describe lo mismo cuando recuerda a los estudiantes de la Filosofía Esotérica que las skandhas "no pueden ser descartadas como si quisiéramos eliminar el Universo. Por lo tanto, se dice que permanecen hasta que el ser sale de Devachan y luego por la ley de atracción se sienten llevados de inmediato por la existencia, la cual desde dichos agregados, como germen o base, construye un nuevo conjunto de skandhas para la nueva vida".
Ahora refresquemos nuestra memoria en términos simples con lo que representan estas cinco skandhas:
-Nuestra forma física;
-cualidades de percepción;
-facultad de conciencia y su naturaleza;
-nuestras tendencias, inclinaciones o acciones habituales, y
-conocimiento existente y potencial para adquirir más inteligencia.
Como puede apreciarse, las skandhas son aspectos muy relevantes y que verdaderamente son los ingredientes kármicos que constituyen nuestro yo personal en cada vida que experimentamos. La solución al misterio de por qué somos de una manera determinada se puede encontrar en las verdades intemporales del Karma y la Reencarnación, incluyendo esta antigua enseñanza sobre las skandhas. El alma (principio de Manas) que comienza una nueva vida en la Tierra prosigue con varias facetas y cualidades de la encarnación anterior, pues ya contiene un nuevo conjunto de skandhas provenientes de la esencia en los agregados previos.
O como dijo Robert Crosbie en "Answers to Questions on The Ocean of Theosophy": “Cuando se reanuda la vida terrenal, el ser actuará naturalmente de la misma forma que en vidas anteriores".
Para resumir, nuestra "personalidad presente" o persona en cada encarnación está compuesta por las cinco skandhas de Rupa, Vedana, Samjna, Samskara y Vijnana, y son transportadas en esencia o forma de semilla desde la encarnación anterior y se reúnen en la siguiente, luego del descanso del Ego en Devachan (no olvidemos que "Ego" y "Alma" son sinónimos en terminología teosófica). Tenemos la capacidad de alterar y transformar gradualmente nuestros atributos personales inherentes y tendencias de carácter para las vidas futuras mediante la forma en que pensamos, actuamos y vivimos, porque éstos son los ámbitos donde siempre tenemos el poder de cambiar y mejorar.
"Siembra un pensamiento, y cosechas una acción.
Siembras una acción, y cosechas una reacción.
Siembras una reacción y obtienes un hábito.
Siembra un hábito y cosechas una característica.
Siembras una característica, y creas un DESTINO".