15 de marzo de 2022

Francis Bacon: ¿un "gran adepto y teósofo"?

En ocasiones los estudiantes de Teosofía mencionan a Sir Francis Bacon como un "gran adepto", "teósofo" y "ocultista", incluso identificándolo con Christian Rosenkreuz -fundador del rosacrucismo- y que tenía conexiones con la Hermandad o Logia de aquellos Maestros que están detrás del Movimiento Teosófico moderno.

También se afirma en algunos contextos que Bacon fue "el verdadero autor para la mayoría de las obras de William Shakespeare", si no todas ellas.

Estas ideas son ampliamente aceptadas en algunos grupos, principalmente los seguidores de distorsiones pseudoteosóficas de individuos como C.W. Leadbeater, Annie Besant, Alice Bailey y Benjamin Creme.

Los teósofos que estudian y respetan a H.P. Blavatsky y los Mahatmas reales deben familiarizarse con la posición teosófica veraz sobre éste y otros asuntos, ya que parece ser completamente distinta a lo anterior y contradice tales nociones.

¿Es Francis Bacon elogiado y venerado por H.P.B. y los Iniciados transhimaláyicos? ¡Todo lo contrario!

"La inmoralidad o virtud de un líder teosófico no afecta más la verdad de las ideas teosóficas como la mendacidad de Francis Lord Bacon, que da el valor intelectual de los contenidos de su opus magnum" (H.P.B., artículo "Our Third Volume").

"Lord Bacon solía caer sin sentido al comienzo de cada eclipse lunar y volver a la conciencia sólo cuando terminaba" (H.P.B., artículo "Whence the Name 'Lunatic'?").

"A pesar de todas las negativas y burlas, los ocultistas mantendrán la afirmación y simplemente por este motivo: desde Bacon hasta nuestra moderna Royal Society tenemos un período demasiado largo y pletórico de los errores más ridículos cometidos por la ciencia para justificar nuestra creencia en las modernas suposiciones científicas, más que en las negaciones de nuestros Maestros" (H.P.B., "La Doctrina Secreta", vol. 2, p. 439).

“Bacon fue uno de los primeros en tocar la nota clave del materialismo, no sólo por su método inductivo (renovado de un Aristóteles mal digerido), sino por el tenor general de sus escritos. Invierte el orden de la evolución mental cuando dice que 'la primera Creación de Dios fue la luz del sentido; la última fue la luz de la razón y su trabajo sabático desde entonces es la iluminación del Espíritu'. Es justo lo contrario" (H.P.B., "La Doctrina Secreta", vol. 1, p. 481).

"Por ejemplo Bacon, a quien un poeta llamó 'el más miserablemente sabio y grande de la humanidad', podría reaparecer en su próxima encarnación como un codicioso recolector de dinero y con capacidades intelectuales extraordinarias. Pero las cualidades morales y espirituales del Bacon anterior también tendrían que encontrar un campo en que sus energías pudieran expandirse a sí mismas, y ese ámbito es Devachan" (Maestro K.H.).

El mismo Mahatma parece sugerir que la destreza del "Sir" -¡y la de Aristóteles también!- fue principalmente mental/intelectual más que espiritual cuando afirma que una persona "puede ser un Bacon o Aristóteles en conocimiento y aún así ni siquiera hacer que su corriente sea percibida por nosotros como una pluma, si su poder está limitado a Manas".

La teoría baconiana sobre la autoría de Shakespeare surgió por primera vez a mediados del siglo XIX. El hecho de que H.P.B. o sus Maestros no lo hayan aprobado o acordado se indica en "La Doctrina Secreta", vol. 2, p. 761, donde escriben:

"En nuestros días somos testigos del estupendo hecho de que personajes comparativamente recientes como Shakespeare y Guillermo Tell son casi negados, y se intenta demostrar que uno es un nom de plume y la otra persona nunca existió. Entonces, ¿por qué sorprenderse de que las dos razas poderosas de lemurianos y atlantes se hayan fusionado e identificado en el tiempo con algunos pueblos mitad míticos y que llevaban todos el mismo patronímico?"

En la página 12 de "Ecos del Oriente", William Q. Judge sostiene que "los Adeptos afirman que Shakespere, de forma inconsciente para él, estuvo inspirado por uno de sus integrantes".

De esta forma, Shakespeare escribió sus propias obras y sin darse cuenta se inspiró en uno de los Adeptos. Y a la luz de lo anterior, es seguro decir que dicho individuo definitivamente no fue Sir Francis Bacon.