Una compilación de enseñanzas teosóficas
por William Q. Judge
“Teniendo en cuenta lo poco que se sabe sobre el Sol de este sistema, no hay que sorprenderse por ello, y aún más éste es el caso respecto al verdadero Sol. Obviamente la ciencia se ríe del 'sol verdadero' según el místico, porque no ve sino aquél que brilla en el cielo (...)”.
"Sin embargo, mi objetivo es llamar vuestra atención sobre la doctrina de que hay un verdadero Sol del cual el visible es un reflejo, y que en este astro genuino existe energía espiritual y ayuda, al igual que nuestra amada luminaria contiene la primavera de nuestra vida física y movimiento. Es inútil especular acerca de cuál de las muchas estrellas en el cielo puede ser el Sol real, porque opino que no es ninguna de ellas, pues como dije un centro físico de atracción para este sistema puede estar sólo un grado más arriba que el nuestro y representa el servidor de un centro aún más alejado. Debemos trabajar en nuestros múltiples grados y no está en nuestro poder superar un paso en la cadena que lleva a lo más elevado. Entonces, el Sol físico es para nosotros el símbolo del verdadero al que refleja, y al meditar en 'la luz más excelente del sol auténtico' podemos obtener ayuda en nuestra lucha para ayudar a la humanidad. Nuestro Sol tangible es para la física y no la metafísica, mientras que el verdadero brilla en nuestro interior. El orbe diurno sustenta la economía animal; el real brilla en nosotros a través de su medio al interior de nuestra naturaleza. Entonces deberíamos dirigir nuestro pensamiento a ese verídico Sol y preparar el terreno interior para su influencia, tal como lo hacemos para los rayos vivificantes del Astro Rey".
El Gayatri Mantra
(de la escritura hinduista Rig Veda)
El Gayatri Mantra, también conocido como Savitri, es la invocación más antigua conocida por el hombre. En sánscrito se escribe: Om bhur bhuvah svaha! Tat savitur varenyam bhargo devasya dhimahi dhiyo yo nah prachodayat, y cuya traducción al español es: “OM. Meditamos en la resplandeciente gloria del verdadero Sol Divino que impregna la tierra y el cielo, de quien todo procede y a quien todo debe regresar. Brilla como la luz de la Conciencia en nuestros intelectos y quema nuestra ignorancia con la sabiduría de la Verdad más elevada".
La siguiente es una traducción adoptada por William Judge:
“Revela, oh Tú, quien das sustento al Universo y de quien todo procede y a quien todo regresa, ese rostro del verdadero Sol ahora oculto por un jarrón de luz dorada, para que podamos ver la verdad y cumplir con todo nuestro deber en nuestro Viaje a tu asiento sagrado".
De “A Commentary on the Gayatri”
Por William Q. Judge
“La petición hecha en el verso sobre develar la cara del verdadero Sol es que el Ser Superior pueda brillar en nosotros y hacer su trabajo de iluminación. Esto también propaga un hecho natural desconocido para el individuo moderno, respecto a que el Sol que vemos no es el genuino, y significa también que la luz del intelecto no representa el Sol auténtico de nuestro ser moral. Nuestros ancestros en el oscuro pasado sabían cómo atraer a través del Sol visible las fuerzas del Verdadero, y hemos olvidado esto temporalmente porque nuestra evolución y descenso al infierno de la materia han interpuesto una persiana para salvar el todo (...)”.
“Que ahora está oculto por un jarrón de Luz Dorada: Es decir, la luz del Sol Real, el Ser Superior, está oculta por la sangre contenida en el recipiente del cuerpo mortal. La sangre tiene dos aspectos -no detallados aquí- en uno de los cuales ayuda a la percepción y en el otro es un obstáculo; pero en este caso designa a las pasiones y los deseos o Kama, el yo personal, la sed de vida, siendo esto lo que nos oculta la verdadera luz. Mientras el deseo y la personalidad permanezcan fuertes y la luz se difumine, siempre confundiremos las palabras con conocimiento y éste con lo que deseamos saber y lograr.
El objeto de esta oración es que podamos llevar a cabo íntegramente nuestro deber luego de familiarizarnos con la verdad y mientras estamos en nuestro viaje a Su Asiento Sagrado. Esta es nuestra peregrinación, no de uno sólo o en términos egoístas, sino de toda la humanidad, porque el asiento sagrado no es el cielo brahmánico de Indra ni el cielo cristiano egoísta adquirido sin mérito al tiempo que el benemérito sufre los dolores del infierno. Es ese lugar donde todos se reúnen, donde todos son uno sólo; el momento cuando y donde los tres grandes sonidos de la primera palabra en la oración se funden en un sólo eco. Esta es la única oración apropiada, el único anhelo de salvación".
De “La Doctrina Secreta”
Por H.P. Blavatsky
“Los Iniciados orientales sostienen que, como la Esencia Supradivina del Absoluto-Desconocido está igualmente en cada dominio y plano, el 'Sol Central' es simplemente el centro de Vida-Electricidad Universal; el reservorio dentro del cual está enfocado ese resplandor divino, ya diferenciado al principio de cada Creación. Aunque todavía en un laya o condición neutra, sin embargo es el único Centro Atractor de Vida y también emisor sempiterno” (vol. 2, p. 240).
“El Espíritu, más allá de la Naturaleza manifestada, es la RESPIRACIÓN ardiente en su Unidad absoluta. En el Universo manifestado es el Sol Espiritual Central, el Fuego eléctrico de toda Vida; en nuestro sistema es el Sol visible, el Espíritu de la Naturaleza, el dios terrestre” (vol. 2, p. 114).
"Existen dos 'Fuegos' y se hace una distinción entre ellos en las enseñanzas ocultas. El primero o puramente invisible e informe escondido en el Sol espiritual central es referido en forma metafísica como 'triple', mientras que el Fuego del Kosmos manifestado es Septenario, en todas partes del Universo y nuestro Sistema Solar” (vol. 1, p. 87).
"Las Ciencias Ocultas (…) sostienen que es el Sol -y todos los soles que vienen de éste- el que emana en los albores del Manvantara desde el Sol Central” (vol. 1, p. 527).
“Porque con cada esfuerzo de voluntad hacia la purificación y unidad con ese 'Yo-dios', uno de las radiaciones inferiores se rompe y la entidad espiritual del hombre se eleva cada vez más al rayo que reemplaza al primero, hasta que de rayo en rayo el hombre interior es atraído hacia el haz único y más elevado del Sol Parental. Así, 'los acontecimientos de la humanidad tienen lugar coordinadamente con las formas numéricas', ya que las unidades de esa humanidad proceden todas -individual y colectivamente- de la misma fuente -el Sol Central- y su sombra, el Sol visible; porque los equinoccios y solsticios, los períodos y varias fases del curso solar expresados de forma astronómica y numérica son sólo símbolos concretos de la verdad eternamente viviente, aunque parezcan ideas abstractas a los mortales no iniciados” (vol. 1, p. 638-639).
De “Two Lost Keys: The Bhagavad Gita-The Zodiac”
por William Q. Judge
“El hombre es en sí mismo una carretera zodiacal a través de la cual su propio sol realiza un circuito (...)”.
“Al igual que ese individuo y mediante devoción y esfuerzo, con el viaje de nuestro sol a través de nuestro zodíaco humano aprendemos el significado sobre la gran peregrinación de la luminaria terrenal, porque en este estudio es imposible aprender un poco de nosotros mismos sin saber más sobre el gran sistema del que somos una copia.
Pues Atman es el Sol, y la Luna también lo es; y todo el enjambre de estrellas está contenido en él”.
De “Extractos de un Comentario privado y hasta ahora desconocido”-"La Doctrina Secreta", vol. 1, p. 289-290
“(xx.) “La materia o sustancia es septenaria al interior de nuestro mundo, ya que se encuentra más allá de éste. Además, cada uno de sus estados o principios se gradúa en siete niveles de densidad. En su reflejo visible, SURYA (Sol) exhibe el primer estado o el más bajo del séptimo, el rango más elevado de la PRESENCIA Universal, lo puro de lo puro, el primer Aliento manifestado del SAT (Seidad) siempre inmanifestado. En esencia, todos los soles físicos centrales u objetivos son en su sustancia el estado más bajo del primer principio de ese ALIENTO, ni ninguno de ellos representa más que el REFLEJO de sus PRIMARIOS que están ocultos a la mirada de todos, excepto los Dhyani-Chohans cuya sustancia corporal pertenece a la quinta división del séptimo principio de la materia Madre, y por lo tanto está cuatro grados más arriba que el elemento solar reflejado. Como existen siete Dhatus (sustancias principales en el cuerpo humano), así también hay siete Fuerzas en el individuo y en toda la Naturaleza.
“(xxi.) El constituyente real del Sol oculto es un núcleo de sustancia Madre*. Es el corazón y la matriz de todas las Fuerzas vivas y existentes en nuestro Universo solar. Es el Núcleo del que proceden a difundirse en sus viajes cíclicos todos los Poderes que ponen en acción a los átomos en sus misiones funcionales, y el foco dentro del cual se encuentran nuevamente en su SÉPTIMA ESENCIA cada undécimo año. Quien te diga que ha visto el Sol, ríete de él [es decir, el Sol en su forma de energía activa no se levanta ni se pone] como si hubiera declarado que el Sol se mueve hacia adelante en su camino diurno (...)”.
“* O el 'sueño de la ciencia', la materia primigenia realmente homogénea que ningún mortal puede hacer objetiva ni en esta Raza ni Ronda”.
“(xxiii.) Es a causa de su naturaleza septenaria que los antiguos hablan del Sol como aquél que es conducido por siete caballos iguales a los metros de los Vedas; o, de nuevo, aunque en su orbe se identifica con los SIETE Gainas (clases de ser), él es ciertamente distinto de ellos, y además tiene SIETE RAYOS como es en efecto (...)”.
“(xxv.) Los Siete Seres en el Sol son los Siete Santos, Autonacidos del poder inherente en la matriz de la sustancia Madre. Son ellos quienes envían las Siete Fuerzas Principales llamadas Rayos, que al comienzo de Pralaya se centrarán en siete nuevos soles para el próximo Manvantara. La energía de la cual brotan a la existencia consciente en cada Sol es lo que algunas personas llaman Vishnu, que es el Aliento de la ABSOLUTIDAD. Lo llamamos la Única Vida Manifestada, en sí mismo un reflejo del Absoluto (...)”.
De “Isis Develada”
Por H.P. Blavatsky
“Que se aleje de nosotros el menor pensamiento de irreverencia -y mucho menos de blasfemia- hacia el Poder Divino que llamó a la existencia a todas las cosas visibles e invisibles, y ni siquiera nos atrevemos a pensar en su majestad y perfección sin límites. Es suficiente para nosotros saber que Eso existe y ES todo sabiduría; basta con recordar que en común con nuestros semejantes tenemos una chispa de Su esencia. El poder supremo a quien veneramos es el gran 'SOL ESPIRITUAL CENTRAL' infinito e ilimitado del cual estamos rodeados por sus atributos y efectos visibles de su inaudible Voluntad, el Dios de los antiguos y los videntes modernos. Su naturaleza sólo puede ser estudiada en los mundos llamados por su poderoso FIAT; su revelación se traza con su propio dedo en figuras imperecederas de armonía universal sobre el rostro del Cosmos. Es el único evangelio INFALIBLE que reconocemos” (vol. 1, p. 29).
“En el océano sin riberas del espacio irradia el Sol central-espiritual e invisible. El Universo es su cuerpo, espíritu y alma, y de acuerdo con este modelo ideal se enmarcan TODAS LAS COSAS. Estas tres emanaciones son las tres vidas, los tres grados del Pleroma gnóstico, los tres 'rostros cabalísticos' del gran Ein-Soph, el ANTIGUO de los antiguos, el santo entre los ancianos que 'tiene una forma y luego no la tiene'. El invisible 'asumió una forma cuando llamó al Universo en existencia', como dice el Zohar o Libro del Esplendor. La primera Luz es Su alma o aliento infinito, sin límites e inmortal, bajo cuyo flujo de salida el Universo levanta su poderoso seno infundiendo vida Inteligente por toda la creación. La segunda emanación condensa la materia cometaria y produce formas dentro del círculo cósmico; establece los innumerables mundos que flotan en el espacio eléctrico, e infunde el principio de vida ciego e ininteligente en cada forma. La tercera produce todo el Universo de la materia física, y a medida que se aleja gradualmente de la Luz Divina Central su brillo se desvanece y se convierte en OSCURIDAD y lo MALO, la materia pura, las 'grandes purgaciones del fuego celestial' entre los hermetistas" (vol. 1, p. 302).
“La teoría rosacruz de que todo el Universo es un instrumento musical es la doctrina pitagórica sobre la música de las esferas. Sonidos y colores son todos números espirituales; al igual que los siete rayos prismáticos proceden de un lugar en el cielo, así los siete poderes de la Naturaleza -cada uno de ellos un número- constituyen las siete radiaciones de la Unidad, el SOL central y espiritual. Platón exclama: '¡Feliz el que comprende los números espirituales y percibe su poderosa influencia!'; y podemos agregar, 'feliz sea quien al transitar en el laberinto de correlaciones de fuerza, ¡no se olvida de rastrearlas hasta este Sol invisible!'” (vol. 1, p. 514).
De “Mental Discipline” en “Conversations on Occultism II”, publicado por William Q. Judge a partir de una conversación entre él mismo ("Estudiante") y H.P. Blavatsky ("Sabio").
“Estudiante: -¿Puede mencionar algunas de las relaciones que tiene el Sol con nosotros y la naturaleza con respecto al ocultismo?
Sabio: -Tiene muchas de ellas y todas importantes; pero me gustaría llamar su atención primero a la más grande y completa. El Sol es el centro de nuestro Sistema Solar y las energías vitales llegan a ese sistema a través del Sol, que es foco o reflector para el punto en el espacio donde se encuentra el centro real. Y no sólo proviene vida a través de ese foco, sino también mucho más que es espiritual en su esencia. Por lo tanto, el Sol no sólo debe mirarse a simple vista, sino también ser pensado por la mente y representa para el mundo lo que es el Ser Superior para el individuo. Es el alma nuclear del mundo con sus seis compañeros, como el Ser Superior es el centro de los seis principios humanos. Así, éste suministra a esos seis componentes muchas esencias y poderes espirituales y por esa razón debería pensarlo y no limitarse a mirarlo. Seguirá perdurando en la medida en que actúa materialmente sobre la luz, el calor y la gravedad, pero el ser humano como agente libre debe meditar en ello para obtener cualquier beneficio sólo de su acción voluntaria en el pensamiento.
Estudiante: -¿Puede usted referirse a alguna relación menor?
Sabio: -Solemos exponernos al Sol por su calor y los posibles efectos químicos. Pero al tiempo que hacemos esto, si también pensamos en él como Sol en el cielo y en su posible naturaleza esencial, por consiguiente extraemos de él una parte de su energía que no se percibe de otra manera. Esto también se puede hacer en un día oscuro cuando las nubes cubren el cielo, y de este modo se obtienen algunos beneficios. Los místicos naturales, sabios e ignorantes, han descubierto esto por sí mismos aquí y allá, y con frecuencia han adoptado la práctica, aunque como ve todo depende de la mente”.