CUANDO EL REMEDIO
ES PEOR QUE LA ENFERMEDAD
Por lo visto, hay "teósofos emancipados" que muestran el pésimo hábito del ventajismo con metas egocéntrico-mediáticas, "inspirándose" de forma muy "optimista" en conflictos online entre otros seguidores de Teosofía para hacer pasar sus opiniones como "novedades canónicas" y "acordes a los tiempos". La profusión intencional y permanente del sentimentalismo "rosáceo" es tan inadecuada, inútil y obstaculizante como el pesimismo fisicalista y rastrero, los cuales tienen por propósito indudable desvirtuar la faena científica, y el contenido y las advertencias consignados por los fundadores del Movimiento Teosófico u otras religiones en sus variantes prístinas o antisectarias.
En dicha situación, hay quienes preguntan si es correcto que los estudiantes serios de la Doctrina visualicen y piensen conscientemente en un "futuro sano para la humanidad", o los países donde viven y sus ciudades, como si ahora los "ensayistas de moda" se juraran depositarios de técnicas psicológicas "especiales" o "infalibles" para incidir en el entorno próximo, y de esa forma "alentar" a otras personas a "tener pensamientos más nobles o altruistas". A continuación, se juzgan y desmontan algunas de las ideas más peligrosas de quienes sustentan esa proclividad.
01. Teosofía y Nueva Era: juntas, pero NUNCA revueltas
No pocos manipuladores "independientes" debieran replantearse siempre cuál es la relación verdadera entre las enseñanzas teosóficas originales y los conceptos neoeristas. Algunos escritores veleidosos -en calidad de "flamantes embajadores" de sus amo$ ideológico$ y reinventando socavamientos contra los Profesores- experimentan una agradable sensación de superioridad "acuariana" en términos intelectuales y místicos, al equiparar la Teosofía con el sistema New Age. Si bien la primera inspiró el nacimiento del segundo, es evidente que no todo el legado auténtico de la filosofía esotérica constituye "la fuente y el motor" de la espiritualidad neoerista, y donde aún es necesario exponer y limpiar mucha cantidad de desperdicio especulativo, que incluso llega ser total y ridículamente anticientífico en una forma alarmante. El libro “La Extraordinaria Vida e Influencia de H.P.B." por Sylvia Cranston proporciona observaciones muy pertinentes por David Spangler (véase Emergence, The Rebirth of the Sacred), y se encuentran en el capítulo 10 de la parte 7:
"[El primer nivel de exploración en la Nueva Era] es como una capa somera, y por lo común de estructura comercial. Un vistazo a la revista New Age, o el East West Journal (...) o cualquiera de las pequeñas publicaciones afines (...) demostrarán esta aplicación: se pueden comprar zapatos, ropa o crema dental inspirados en esta cultura, y comer en restaurantes con música ambiental análoga. El segundo estrato, que yo llamo 'glamour Nueva Era', es el contexto en que los individuos y grupos viven sus propias fantasías de aventura y poder, en general bajo una forma 'oculta' o 'milenaria'. Muchos conglomerados de orientación ovni entran en esa categoría (...). La característica principal es el apego a un mundo privado del ego [animal/efímero] para su plenitud y gozo (aunque no siempre es aparente), apartado del mundo. [En este caso] la Nueva Era se ha poblado con seres extraños y exóticos, tales como extraterrestres, que pretenden comunicarse con médiums, constituyendo así un sector de poderes psíquicos y misterios 'ocultos'. Para desdicha, es aquí donde uno podría encajar más adecuadamente el concepto Nueva Era (...)".
"El tercer grado es presentar la Nueva Era como 'imagen de cambio'. La cualidad distinguible es una idea de transformación en sí, expresada usualmente como paradigma substituto [o cambio en los supuestos y valores básicos en el corazón de una cultura particular]. Esta imagen es la más asidua que se presenta al público, en libros como Guía Incompleta para el Futuro de Willis Harman, La Conspiración de Acuario por Marilyn Ferguson, o El Punto Crucial de Fritjof Capra. Es en este nivel donde se organizan discusiones en conferencias regionales e internacionales, debatidas por futuristas y teóricos sociales, y exploradas en proyectos gubernamentales como el Informe Global 2000 al presidente Jimmy Carter. En ese plano y por lo general, la idea de una nueva cultura emergente se percibe mucho más en términos sociales, económicos y tecnológicos que espirituales (...). Respecto al cuarto grado, la Nueva Era es fundamentalmente un suceso espiritual, el nacimiento de una nueva conciencia, percepción y manera de vivir (...) [representa un] estado del ser, una forma de relacionarse con otros que da poder y enriquece mutuamente. Más que una experiencia espiritual -el foco más fácil de encontrar en el glamour psicomístico o segunda categoría ya mencionada-, aquí el núcleo es la función del servicio".
En otras palabras, estamos ante tres inconvenientes (mercadeo, narcisismo y afanes políticos) contra un sólo aspecto rescatable. No deja de ser preocupante, por decir lo menos, conociendo a los tragaldabas "originales" que pretenden "encarnar" la Teosofía.
Tras la desaparición de los Fundadores del Movimiento Teosófico, la frase "Nueva Era" se hizo converger deliberadamente con la noción de “Nuevo Ciclo”, que H.P.B. utilizó constantemente en sus escritos. Incluso si varios autores y grupos neoeristas comparten reflexiones aceptables sobre el estado contemporáneo del mundo, hay también millones de ingenuos y una influyente "oligarquía editorial" que tratan casi toda forma de pensamiento en un modo frívolo, por lo que resulta bastante idiota comparar la Sabiduría Intemporal con el carril New Age diciendo que "así como el centro de un círculo se relaciona con su perímetro, la esencia de algo no está separada de sus facetas externas", como si la psicología humana fuera siempre exactamente igual a las matemáticas. El afán mórbido y excesivo por conjeturas eternas produce dicha clase de trastornos.
Este es precisamente el orgullo miope y microscópico de algunos "teósofos a la moda", quienes a todas luces no tienen la iniciativa de examinar sin parcialidades la manera en que se consideran otros sectores del movimiento esotérico corriente. Hacen creer a sus seguidores que la "franqueza severa" es un "signo de pedantería intelectual", resultado de su fe ciega (y disimulada) en ideologías carroñosas y los consiguientes esnobismo y pereza reflexiva.
Nadie puede estar en presencia de una sabiduría auténtica, y a la vez cobijar emociones de “supremacía acuariana" en base a subterfugios comerciales o sensibleros repletos de excusas grotescas. El hecho de mantenerse próximo a la sabiduría destruye la voluntad de separación que nutre las quimeras gemelas de superioridad e inferioridad, estimuladas igualmente por la gustosa égida politiquera que se apoderó del trabajo teosófico hace ya varias décadas.
La crítica férrea y el escepticismo práctico son enemigos fatales de la gente crédula con opiniones rígidamente patéticas. Una posición escéptica congruente y analítica no fomenta adrede ninguna variante de optimismo ni pesimismo vinagres; además, el orgullo pueril que alimenta la ceguera doctrinal no existe en la vida de un buscador ORGANIZADO de la verdad, y por eso prefiere mil veces tener más cuota de razón FUNDAMENTADA que ser "popular". Quien estudia esoterismo por largos años -y de forma sincera- alcanza el conocimiento socrático de que en realidad no sabe casi nada, y por lo tanto se empeña por adquirir la mayor objetividad al momento de indicar absurdeces tiránicas nacidas de humoradas mercantes o psicopáticas.
02. Un porvenir basado en gelatinismos
Cuando miramos a nuestro alrededor y se establece diálogo con otras personas, surge el hecho de que múltiples ideas actuales sobre el porvenir son falsas e inexactas. Este mal manejo del pensamiento por fataligofrénicos encuentra su expresión en una infinidad de ejemplos, como las series televisivas o los éxitos cinematográficos "de taquilla". Asimismo, la población mundial es bombardeada las veinticuatro horas por imágenes o glosas irrealistas de posibles desastres planetarios o naturales, sin mencionar la evolución de conflictos militares o terroristas y las "apuestas" ofrecidas por lenguaraces en ciencia política o periodismo especializado, ambos muy lejos de ser imparciales, salvo excepciones aún muy tímidas para hacerles frente. Tampoco faltan los agoreros improvisados de crisis financieras y las "profecías" sacadas de contexto o derechamente alteradas.
Estos peligros reales jamás deben combatirse desde una visión exclusivamente dulzarrona, esto es, poner una confianza excesiva en la vida, el ser humano o la Ley Kármica. Los sentimientos incómodos y pensamientos mariposeadores están para ser reconocidos y transmutados en formas de acción que promuevan más disciplina, justicia y equidad a nivel singular como asociativo, siendo este el verdadero cimiento del realismo combinado con la praxis ética. Como consecuencia, y puesto que el plano mundanal se fundamenta en muchas oposiciones sobrantes y concebidas por ingeniería social diabólica, el enfrentamiento ineludible con "personas" o fuerzas oscuras puede flexibilizar y fortalecer nuestros "músculos" de perspicacia -una cualidad que por cierto se trastoca en mitomanía o el conocido artificio de la "luz de gas"-, o bien desemboca en graves irregularidades mentales respecto a quienes no están bien afirmados en el camino ético.
Tal y como han querido las mafias antihumanidad y sus acólitos pasados y presentes, el vínculo de nuestra especie y el planeta está evolucionando en una serie de conflictos cuya magnitud y "justificación" van más allá de lo razonable, y muy probablemente ello coronará el fin violento (y cosechado) de las sociedades materialistas como aconteció con imperios y otros tipos de regímenes. No faltan quienes aseguran de forma muy irresponsable y temeraria que "independiente de cualquier crisis que enfrentemos, la humanidad está fundamentalmente bien", y entonces, ¿cómo explican estas reflexiones?
Esto es sólo una pequeña muestra de cómo la psique de algunos "prototipos" gárrulos puede pasar con mucha holgura a un festival de incoherencias (ya sean voluntarias o no), bajo la pretensión de "no ser etiquetados" o descubiertos en sus verdaderos planes. Una estrategia muy niú-éich, por lo demás. Uy, hasta salió casi gaélico...
03. ¿"Visualizar un futuro correcto"?
Blavatsky y los Maestros Transhimalayos, como también William Judge, dejaron muy claro que la comunicación telepática se da bajo fuertes condiciones de sintonía completa entre emisarios y receptores de pensamientos. Aun cuando esta noción se aclaraba casi siempre respecto a las transmisiones ocultas entre los Mahatmas teosóficos y sus discípulos, también puede aplicarse como parámetro en el caso del modismo atosigador y nauseabundo de "enviar luz y amor al mundo" mediante visualizaciones individuales o en grupo.
Partiendo de la base sociológica de que las semillas "Nueva Era" eclosionaron de manera tan sobria, firme y discreta en los años '60 y '70 con el movimiento hippie, la experimentación con psicotrópicos (o falso chamanismo), el amancebamiento/reacomodo emotivo impuesto por la "cristiandad" demoníaca e infiltrada en el trabajo teosófico luego de la muerte de H.P.B., la "filosofía científica" de cabaret con su inventario de "partículas portentosas" que "viajan al pasado" y la aparición de gurúes botarates, viciosos o chupabilleteras, los fenómenos que pueden esgrimirse para cuestionar los efectos de esa práctica "amorosa" en más de CINCUENTA AÑOS son:
a) el balance o empeoramiento de las estadísticas de criminalidad;
b) el recrudecimiento cíclico de matanzas por motivos raciales, "religiosos" o geopolíticos;
c) la idiotización social en aumento a través de contenido mediático denigrante;
d) la aparición de enfermedades víricas que manifiestan mayor resistencia a medicamentos o terapias alternativas;
e) la sinvergüencería "de consenso" en debates "políticos" previos a elecciones donde los candidatos siguen enfrascándose en culpas mutuas en su calidad de "ejemplos éticos" (mejor cabría decir "despilfarros morales");
f) la idolatría de mentecatez supina hacia Occidente u Oriente en términos políticos o culturales, en la cual algunos "teósofos" polemicastros se ven bastante entusiasmados; y
g) el incremento de divorcios y rompimientos familiares y la baja de fertilidad global. ¡Ay, nos vamos quedando con menos gente para "proyectar amorsh"!...
Como puede colegirse, ninguna cantidad de "bombardeo positivo" fue, es ni será capaz de cambiar esos escenarios sustancialmente. Es increíble que tantos "teósofos" majos o chic simulen plantear interrogantes de corte ético como las anteriores, pues ¡pareciera que sus burbujitas de amor se revientan en pleno viaje! A lo sumo podrán inspirar a personas que, nuevamente, tengan el MÉRITO y cierto grado de SINTONÍA PREMEDITADA con aspectos espirituales, pero el boboptimismo no funcionará con quienes se identifican permanentemente con el mal. En este último caso el envío indiscriminado de "ideas luminosas" equivale a decirles "oh, te felicito por lo que haces, y ojalá continúes en ese camino; me encanta que recibas mis influencias que por sí sólas te transformarán". En palabras de Robert Crosbie, lo verdadero u honesto no puede ni debe tener tratos con el error o lo engañoso. Y ello no se trata de "absolutismo", como alegan ejércitos de monstruos izquierdopitalistas o capitalizquierdistas desde su "bienestar" trucho y materialistón.
De acuerdo con el "Glosario Teosófico", la definición de egregor señala: "Eliphas Lévi los llama 'jefes de las almas que son espíritus de energía y acción', o lo que sea que pueda significar o no. Los ocultistas de Oriente les describen como seres cuyos cuerpos y esencia son un tejido de la así llamada luz astral. Constituyen las sombras de Espíritus Planetarios superiores, que poseen revestimientos de la esencia de la luz divina y suprema". Otras fuentes indican que un egregor -como entidad/energía mental creada colectivamente y durante mucho tiempo- requiere para su aceptación un acondicionamiento psicológico de masas, o una labor de propaganda. Nadie en su sano juicio, y con un mínimo de familiaridad con temas esotéricos, daría crédito ni encontraría lógica en producir "entes de influencia compasiva" sin antes evaluar el grado de amplitud y profundidad del "bombo publicitario" que siembra y cosecha contradicciones en todos los aspectos de la vida humana.
La negligencia de este principio es un desprecio arrogante por conceptos básicos como las skandhas -estrechamente asociadas con el karma personal-, la evolución histórica de maldades y su nivel de arraigo en términos genéticos (no olvidemos que las células poseen conciencia, al igual que los órganos de nuestro cuerpo), y el conocimiento o preparación ocultos por varios años o vidas para incidir en la Luz Astral.
En consecuencia, no hay ningún estupioptimismo o negativiestulticia a los que aferrarse. Si realmente estamos convencidos de algo por experiencia y razonamiento, no necesitamos "creer" en ambigüedades. El conocimiento correcto y LÓ-GI-CO lleva automáticamente a tomar medidas que harán de nuestra existencia un camino plenamente consciente. Los sabios más confiables coinciden en que el EJEMPLO y un proceder enérgico trastocan invariablemente las psiques contaminadas. La clave mulitifacética más simple es mantener nuestras intenciones en lo Superior, y a partir de ello ejercer rebeldía consciente y pertinaz contra modelos añejos de separatismo o encubridores de pendejería oportunista, colaborar con la exposición y condena asiduas de estructuras psicológicas esclavizadoras en el plano físico, preparar la mente a diario para enfrentar/enseñar a quienes corresponda por sus merecimientos, y dejando que los MAESTROS o Iniciados, los conocedores científicos del futuro, hagan el resto de las transformaciones medulares en los estratos metafísicos que les atañe.
"Si no puedes ser Sol, entonces sé el humilde planeta. Si no te es posible resplandecer como el Sol de mediodía sobre la montaña nevada de pureza eterna, ¡entonces, oh neófito, elige una vía más humilde! Muestra el 'Camino' -aunque sea débilmente y confundido entre la multitud- como hace la estrella vespertina a quienes siguen su ruta en medio de la oscuridad" (La Voz del Silencio, p. 22, edición española). En el siglo XXI, es inaudito e inadmisible que los "autorreferentes de modestia" saturen sus espacios virtuales con mendacidades que a la postre los evidencian como faramalleros de best-seller. Ya saben, estimados lectores que permanezcan en paz con su conciencia: "Un charlatán es alguien que puede arruinar una experiencia de un minuto, y convertirla en una descripción de dos horas".
Aquila in Terris
APÉNDICE (abril 2024)
De las psicolobasura$ fanfarrona$ y madejas de contradicciones
Es obvio que no siempre podemos confiar al 100% sólo en nuestras capacidades, y tampoco esperaríamos al 100% que los demás vengan a remediar dificultades individuales. Hay aspectos que sí dependen de nuestra responsabilidad, y otros que escapan a nuestro control. Decir "primero YO, segundo YO y tercero YO controlo TODO lo que me pasa" es tan mameluco y arrogante como asegurar "primero NOSOTROS, segundo NOSOTROS y tercero NOSOTROS tenemos la solución que te conducirá a la felicidad". De aquí que las conductas prejuiciosas de "boboptimismo misticoide/sibarita" y "negatividiotismo materialista/hedónico" se hallan en constante enfrentamiento, por la simple razón de que no ponderan sus eslóganes inservibles, y en consecuencia ambas partes viven con profunda ansiedad, envidia, resentimiento calculado u obsesión, achacando siempre la culpa de todo a los que "no ME dan/no NOS dan en el gusto de seguir sacando provecho de audiencias, pacientes o votantes".
Por lo anterior, defender a ultranza las posiciones de "vemos la vida como somos" ("subjetividad incuestionable"), o "considerar la vida como es" ("lo que se ve y toca compone la única realidad") es más propio de idiotas útiles al statu-quo que de "sanadores" clínicos. Diariamente encontramos despojos "humanos" de estas clases, o leemos sus pataletas en RR.SS. acerca de posteos en páginas específicas, donde se transmiten mensajes críticos y de desprecio merecido contra semejantes monstruos, y se empeñan en volverlos asquerosamente subjetivos o racionalistas, e incluso los sacan de contexto porque su estupidez, desánimo o arrogancia no les permite apreciar los problemas denunciados desde otra óptica.
Cada uno de los "respetables" en esas banderías sólo habla y reacciona de acuerdo a sus experiencias y forma de "ver" las cosas (sepa usted qué entienden en realidad por ese verbo). Muchos conocemos ejemplos de personas con un pasado muy duro y que están mucho más sanas mentalmente al escoger no seguir el juego diabólico de los ya suscritos, combinando de manera responsable tanto el deber individual de NO adaptarse a todo aquéllo que denigra lo justo y verdadero en la convivencia humana, como la misión de JUZGAR con o sin misericordia a quienes merezcan dicho trato y promueven bestialidades típicas de dichas vinagretas. En cambio, estos particulares "ADAPTADITOS" eligen sabotearse diariamente y se quejan de "lo que hacen los de la otra orilla" y no mueven un dedo por esforzarse en transformar sus inclinaciones, e incluso se culpan mutuamente por sus desgracias, viven a la defensiva y además tratan de repartir esa inconformidad, VICTIMIZARSE a como dé lugar y convencer a los demás que "los otros tienen que responder por lo mal que está el mundo".
Las contradicciones de estos pirujos intelectuales y "profesionalizados" también son evidentes; por ejemplo, varios agitadores individualucho$ gustan de repetir que "la vida es ahora" y después salen con "hay que pensar en cómo quieres que sea tu vida en el futuro", mientras muchos colectivimbécile$ extremos juran "defender la verdad" y al mismo tiempo se dedican a "criticar" tendencias filosófico-espirituales con SESGOS CONTINUOS. Quienes no aceptan sus tiranías babientas están mucho más justificados para tratarlos con odio, ridiculización o indiferencia, y se hallan más cercanos al núcleo real de los conflictos. Aquéllos, en cambio, pierden muchas oportunidades de cambiar, o "aceptar y soltar" lo que les "lastima", sin enfocarse en lo que sí pueden subsanar.
Para esta gentuza altiva y desechable, la vida es "muy corta" y pasan invirtiéndola para auto-respaldarse en su infelicidad y penuria encubiertas, exigiendo por lo demás a sus enemigos "cambiar" o "elegir" sus "alternativas incontestables" con miras a obtener "resultados diferentes". Se trata, en buenas cuentas, de narcisos despechados ad perpetuam, buscando cohortes de admiración hueca... y "adaptaditos" a sus designios, claro está. En conclusión, todo lo anterior debiera constituir un grave llamado de atención a la hora de considerar ayuda psicoterapéutica. ¡No sea cosa que usted termine reforzando su esclavitud inconsciente para estos demonios con carita de ángeles!
Se dice que, en la antigua Grecia, cierto político arribista y muy próximo en sus relaciones con el gobierno, se encontró con Diógenes de Sínope comiendo un modesto plato de lentejas a los pies de un árbol, y rodeado por sus fieles perros callejeros. El aristócrata, sin ocultar su asco soberbio, le espetó: "Ay, Diógenes, si aprendieras a ser más obediente al emperador, no estarías comiendo semejante porquería". Y el filósofo devolvió la estocada: "Si aprendieras a valorar estas legumbres, no tendrías que ser lamepatas del emperador".