20 de marzo de 2024

El pésimo (y malintencionado) hábito de subjetivarlo todo


PARTE 1: Respuesta a un pseudoteó$ofo zalamero, obsceno e incongruente en Facebook (va también para otros "experto$")


Hay bastantes COTORRAS OBSESIVAS e histriónicos canallas en RR.SS. que se jactan de "ser más 'humildes' que otros porque no juzgan a los demás". Y son lo bastante cobardes y EGOÍSTAS para no admitir que los males humanos tienen AGENTES y CÓMPLICES. Como ya puede inferirse a partir de otros artículos del sitio, la NEGLIGENCIA retroalimenta los ABUSOS PREMEDITADOS en múltiples áreas de acción.

Denunciar lo malo (con dureza o indulgencia, según el caso) no es sólo de "despertadores ansiosos" o "coléricos" por "imponer" algo, sino el deber inexcusable de cualquier persona con un mínimo grado de sentido común y decencia. La responsabilidad de despertar o abrir conciencias es mía, tuya y de todos. Está claro que cada persona evoluciona a su ritmo, pero eso NO equivale a "postergar indefinidamente" las obligaciones propias y colectivas, en constante relación, menos todavía disfrazarlas con una "tolerancia" que raya en la imbecilidad corazonesca, mezclando ideas y enseñanzas místicas/filosóficas como si todo fuera "válido", "verdadero" o "provechoso". Además, toda persona que fuerce una subjetividad exacerbada e "incuestionable" es tan DÉSPOTA, ARROGANTE, FANÁTICA, INMADURA y MANGONEADORA como aquéllos "salvadores desesperados" a los que "critican" desde su sitial de comodidad.

No hay ninguna diferencia de FONDO entre un psicópata bruto y otro que esconde su maldad persuadiendo con "afectos" a sus víctimas. De igual modo, en el campo del misticismo (y la lucha por el control social) podríamos distinguir dos clases generales de intolerantes: los embrutecidos que se cierran a la cruda realidad negando todo cuestionamiento, y los disimulados que pervierten consciencias ajenas con "cariñitos" y melindres huecos.

A ti te desafío públicamente, subjetivista crónico (a) y MENTIROSO (A) DE FELPA: toma conciencia de esa necesidad por apremiar "tu verdad" o "visión" chillonamente rosada. Y yendo un poco más allá, atrévete a mirar hacia ti mismo (a) y pregúntate si estás "despierto (a)", porque si juzgas con dobleces o exhortas a los demás a que asuman tu publicidad ñoña o "simpatiquera", seguramente estás más dormido (a) que muchos de ellos. NO depende de ti que cambien o experimenten una transformación espiritual, únicamente SOSLAYANDO los problemas evidentes en el trabajo teosófico. Todos terminaremos despertando, estés tú o no con tu siutiquería vomitiva, la cual tampoco es imprescindible para que otros abran los ojos.

"Por sus obras los conoceréis", dijo Alguien hace mucho tiempo, y esa máxima sigue vigente. TODO juicio o condena son válidos mientras sean fundamentados y apunten a evidencias. Por esto resulta tan raro -e inaceptable- que haya tantos "teósofo$" o "pensadores" de cartón que huyen permanentemente de discusiones reguladas que exijan un análisis de pruebas o declaraciones consistentes. Quizás con esa actitud creerán "honrar" la Teosofía de que tanto se "enorgullecen", como si dichos cursis prostituidos estuvieran "exentos" de desbalances.

A tu ego melindroso puede molestarle... pero si crees que en verdad estás "inspirando" a la gente siendo tan ridículamente estirado (a), obsérvate bien y replantéate el asunto, porque en realidad asumes un rol MUY CUESTIONABLE frente a los ciudadanos honestos que no necesitan "hacer teatro" para mendigar consideración.

"UN TIMADOR FINGE TOMARTE POR LO QUE ERES, A FIN DE TOMARTE POR LO QUE TIENES". Hay trabajos más útiles que sólo dedicarse al adormecimiento "espiritual" y pontificio. ¡Vaya una "resiliencia" ante la vida! ¡Y qué "sinceridad" para reconocer las "muletas del ego"!

Ahora bien, con lo anterior desembocamos en un segundo aspecto y no menos preocupante: la subjetivación mafiosa de los valores éticos. Muchos autores de basural especulativo pasan buena parte de su vida sintiéndose "dueños" de la sapiencia que no poseen, practican ni predican, es decir, se creen expertos de todo y nada a la vez. Nada les preocupa, nada les sacude, nada les hace fruncir el ceño porque perdieron el norte ético por nutrir pendejadas ñoñas, como la Nueva Emocional-era acuariana. Todos los problemas o diferencias importantes o serios entre personas se reducen a "expectativas" o "anticipaciones irreales", y para esta gentuza "sólo tú, y tú, y tú y por siempre tú" eres "el/la único/a culpable de lo que te ofende o molesta". Ahora comprendo por qué un dizque-teó$ofo como el aludido tiene que gastar su tiempo en Facebook lamiendo zapatos al género femenino cada vez que puede, haciéndose el "divertido" con degeneramientos pseudochistosos y lamentándose de su soltería con lirismos patéticos, sin siquiera añadir una pizca de originalidad. Lo peor de todo, es que el mencionado "macho alfa" -hasta el momento- es "moderador" en un grupo de la misma plataforma.

Estamos de acuerdo en que hay expectativas y expectativas. El problema surge cuando -como se esperaría de un un individuo "reflexivo" y con muchas décadas de estudio teosófico a su haber- se hacen generalizaciones estúpidas e innecesariamente polemicastras sólo por llamar la atención, en un absoluto espíritu de ocio e imbecilidad especulativa. Si según este payasito de eyaculación perpetua no habría distinciones entre "creencia/imaginación", "respeto por la verdad" y "hechos concretos", entonces respondo que mejor debiera cerrar más el pico y dejar de exponer sus llantinas volubles. Este hombre necesita emprender un gran trabajo para aclarar sus tinieblas, pues no le falta "inspiración" para soñar con la "pareja ideal", de que "el amor es compromiso espiritual", que "el amor representa una conexión profunda" y otros clichés idiotas, los que a todas luces no es capaz de aplicar a su "devoción" por la Teosofía auténtica, y ensalza en su lugar a personajes repulsivos dentro de la tendencia opuesta.

Al momento de aparecer la neo-Teosofía y sus mentiras comerciales, todos sus partícipes se creían auténticos por ofrecer supuestas "novedades", y así se empeñaron en suprimir la verdadera naturaleza de la Doctrina con una serie casi interminable de artificios. Con el paso de las décadas, crearon toda una novela falsa de cómo deberían ser las cosas en todos los aspectos del misticismo análogo, y de cómo debieran actuar los demás ante ello.

Todos sabemos que las novelas mendaces no tienen nada que ver con las probanzas reales y conocidas. Las personas también son "criaturas de inventario", y en este sentido los pseudoteósofos se han hecho diestros en coleccionar experiencias "agradables" de modo compulsivo, y las almacenan en su bagaje paroxista para explotaciones posteriores. Así, se esmeran en tachar de "negativa" toda vivencia que podría llevarles a un entendimiento más profundo, señalando asimismo que se ven "maltratados en su libre albedrío" cuando su "inventario" es expuesto a duros cuestionamientos.

Uno deduciría que cualquier pseudoteósofo-veleta como éste vive con un miedo permanente de que le escamoteen sus mentiras. Cuando conoce a legos en Teosofía, trata de comprobar si el nuevo acólito repetirá las mismas actitudes veraces ("conflictivas", según él) que le hirieron en algún instante, sobre todo al hacer la elección consciente de permanecer en el error. Se pone los lentes de esa experiencia y contempla así a personas y contextos nuevos. Como resultado, ese "arlequín" de fofería duplica y repite los mismos problemas y experiencias desfavorables a su "criterio" insulso.

Después, el inventario negativo sigue creciendo, y en realidad estorba más el trabajo de difusión de este individuo descomprometido. No le permite ser genuinamente feliz, pues no quiere habérselas con su conciencia, y a medida que avanzan los años se torna más "suavecito" al percatarse de que el tiempo no le alcanza para remediar los pasados pringapiés; no por algo un miembro londinense de la L.U.T. me comentaba por Skype en febrero de 2021 que "hay viejos mentirosos que se ponen más tiernos conforme se aproxima su muerte". Si no, pregunten al coronel Olcott cuando al final de su vida admitió haber hecho daño a William Judge...

Entonces, y siguiendo con el futuro de este chupamedias y pseudo-poeta, la lista que rellena con frases vacías se le hace tan grande, que se vuelve incapaz de diferenciar entre lo correcto e incorrecto. Una y otra vez saca a relucir axiomas huecos y extra-chatos ante cualquier circunstancia, reforzando su ausencia de compromiso. Una de sus mayores fuentes de "ofensas dogmáticas" se produce cuando le impiden desplegar su primitivismo emocional y "guiar la vida" de otros, claro está, siempre bajo el esquema ultrasubjetivista. Cuando un tercero le expone su estupidez y se niega a admitir los hechos, se crea y suprime resentimientos por partida doble: a) se siente "ofendido" porque el otro no hizo lo que pretendía inculcar, y b) la persona-aprendiz también se siente engañada o confundida. Y por eso la neo-Teosofía y el negociado de las religiones son un círculo vicioso. Todos tienen el derecho divino de comandar y encauzar sus existencias como pueden, pero nuestro dizque-teósofo embustero no aprende de sus errores por decidir estar ciego a la realidad de cómo se desvirtuó la enseñanza de los Maestros. "¡Déjenme ser!", dice lloriqueando en el suelo, "¡no le pertenezco a nadie!" Y el público expectante que conoce la verdadera historia corea "lambeojos, lambeojos...".

[Y hazle también un favor a tu dignidad, que dudo mucho la tengas. Nadie sugiere desde aquí que te hagas más hipócrita de lo que ya demuestras, pero si quieres refregar "sincerofilia" en tus "amigos" con fayanquitas ambivalentes de rencor y lujuria, más te valdría utilizarla con fines más nobles y prácticos, y no para devenir "famoso" con tus sharlas y "ocurrencias". Deja las posiciones del Kamasutra con tus compadres de lenocinio o la intimidad, saco de huevos y sinvergüenza]. 

El "protagonista" en cuestión debiera comprender que:

a) La verdad o el juicio castigador no ofenden ni hieren por sí sólos, sino los entendimientos y aspiraciones turbios de aquél, sus ideas distorsionadas de "cómo debiera ser la Teosofía", productos de máscaras que aprendió a ponerse desde el primer momento en que juró trabajar para servir a lo falso, y debiera reconocer que la mayoría de gente no quiere embustes y muchos simplemente no van a cuadrarse con sus tratativas de manipulación.

b) Si arma tanto berrinche con aquello de "lo subjetivo", por último -y si se considera un "teósofo" verdadero- debe presentar todas las aristas del desarrollo histórico del Movimiento, dejando que las audiencias analicen el tema y lleguen a una decisión informada, y no sólo imponiendo todo el tiempo caprichos o brutalidades conceptuales que, como la propia Blavatsky advirtió, no son obstáculos menores entre la humanidad y los Maestros, y por lo cual tendrá que responder por un karma gravísimo (¿o me equivoco, estimado Don Juan Tenorio?, por algo se siente tan solito, ¿no?).

c) La Teosofía prístina le pertenece a todo el mundo, y no es ético que una organización moribunda, mediocre y proxeneta de violadores infantiles como la Sociedad homónima se apodere de la Doctrina para filtrarla de acuerdo con los "gustos incuestionables, puros e inmaculados" de sus principales exponentes; así, ellos no forman parte verdadera del flujo evolutivo natural, y más bien lo estancan con aguas sucias de conocimiento inútil.

d) Pensar u observar más y en profundidad no ha matado a nadie, ni tampoco quemará tus apreciadas neuronas de desatino, ni hará que tus emociones queden "en el olvido". Así como andas pavoneándote con el meme de que "la obsesión puede canalizarse en disciplina, tu ira en determinación y el miedo en prudencia", ¿por qué eres tan cobarde y poca cosa para no defender lo que es correcto? Piénsalo: sería una buena oportunidad de usar mejor y a tiempo tu líbido chabacana, porque cuando menos lo esperes, tu "conciencia" de PRÍAPO SUBJETIVISTA y URDIDOR te jugará muy malas cartas... a menos que ya estés acostumbrado a eso y no tengas cura. ¿Cómo se las arreglará para seguir "levantando el techo", digo yo?


PARTE 2: A un psicolo-superficial y optimista tóxico con anteojeras en Facebook

Una de las grandes tareas de un profesional SERIO en salud mental (no alguien que depende de sensualidades baladíes para sentirse "armonizado") es la de trascender el ego animal y dar ejemplo de coherencia, pero hay quienes pretenden "aceptar", "reconocer" o "integrar" ese componente creando pleitos nimios contra adversarios políticos en su disciplina, bajo un ridículo traje de "respeto" y "tolerancia", e ignorando por completo que eso ES fomentar polaridades innecesarias y artificiales para proteger el comercio médico deshonesto y la fama personal. Según estos "especialistas", el sólo hecho de fingir "aceptación" ante el público los hace "maestros" en el arte de "liberar apegos" para que "lo demás se dé solo".

Por ende, ellos no hacen consciente a dicha voluntad animalizada. Y cuando creen que "le han sacado la ficha", se transforma en una de sus versiones más peligrosas y fabulistas, el "ego espiritual", que tiene su complemento cercano en el mundo politilunático como "ego moral": yo y los míos somos buenos (o preferibles), tú y los tuyos son los malos o confusos.

Dicho ego espiritual es representado justamente por aquéllos que se llenan la jeta hablando de "amor", pero en sus actos y posteos alarmistas o parciales demuestran todo lo contrario. Se trata de un afecto muy selectivo hacia todo el que piensa igual y reafirma su pedantería "tolerante" o condicionamiento psicosocial hecho a propósito.

No hay nadie tan poco confiable como un mistinefario que encubre su animalización convencionalista mediante discursos de utilitarismo emocional, al constituir el tipo más engañoso de todos. Podría identificarse más fácilmente a megalómanos, narcisos o paranoicos, pero lleva cierto tiempo detectar al llorica "anti-límites" pues suele presentar esas mismas características, incluso más refinadas.

Hasta ese momento, centrará sus conatos en sumar adeptos y seguidores para su teatro comercial de afectación, que bajo capas de libretos "amorosos" esconde víboras en ciernes de miedo, inseguridad o encono. Lo peor de todo es que la mayor parte del tiempo ese medicastro de locos ni siquiera asume su patología de "dualismo amable" (de nuevo, odio hipócrita y repletador de billeteras), y cayendo en los fangos más espesos de la proyección.

La clave para advertir a esos buitres-pastores de medianía es desconfiar SIEMPRE de sus arengas emocionales, y sobre todo los que ensalzan el individuali$mo/colectivi$mo (haciéndolos pasar como "reivindicaciones" espiritualoides/cientifistas, a pesar del karma criminal de muerte, exterminio, saqueo y magia negra que llevan a su espalda) en forma simplista, reduccional y maniquea, que ponen "lo benéfico" de un lado y los "deterioros" en otro. De esta forma, su "infalibilidad de pensamiento" se esmera en dividir y no integrar.

Una regla básica en psicología señala que quien está en conflicto INSIDIOSO con alguien o algo, es porque en realidad tiene un desequilibrio consigo mismo, y el capitán SIEMPRE es su animal interno con aires de "raciocinio" y "acogida", por más que se cubra con túnicas de paz, amor, inclusión o cuanta causa "noble" elija para abanderarse. Es curioso que el propio Gandhi reconociera a la cobardía ética como el motivo más innoble en la vida, sentenciando, por ejemplo: "Creo que cuando existe sólo una opción entre falta de coraje y violencia, aconsejaría ésta última" (The Collected Works of Mahatma Gandhi, XVIII, 1965, p. 132).

El juicio duro y penalizador tiene la virtud de develar a los psicotruhanes que difuminan límites valóricos, creyéndose especiales y desechando todo problema grave que no les permita elegir "soluciones hermosas", en permanentes ascuas con su conciencia. Y "humanos" así jamás traerán la paz ni el amor que simulan para mantener su comercio ideológico.

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"La luz sería incomprensible sin la oscuridad, que por medio del contraste la saca a relucir. El bien no sería bien sin el mal que pone de manifiesto la naturaleza invaluable del primero. La virtud personal no podría reclamar ningún mérito si no ha pasado por la llama de la tentación. Nada es eterno ni fijo, excepto la deidad escondida [en el ser humano]. Nada de lo finito puede quedar estacionario, porque tuvo un principio y deberá tener un fin. Debe progresar o retroceder; y un alma sedienta de reunirse con su espíritu, el único que le otorga la inmortalidad, debe purificarse a través de transmigraciones cíclicas, hacia la única tierra de la beatitud y del descanso eterno"
(Helena Blavatsky, "La Clave de la Teosofía").

Aquila in Terris